Re: Paradise Night

por **aida.9.3** Lun 24 Jun 2013, 9:24 am

Cap.26

Su mano viajó hacia mi nuca, empujando mis labios hacia los suyos. Cuando se rozaron toda mi piel se puso de gallina. Su mano bajo de mi hombro hasta mi muñeca, acariciando mi piel lentamente. Sus labios besaban los míos tan suavemente...no pude evitar que un leve gemido cayera de mis labios. Mis manos cogieron sus rizos, mis dedos acariciaban suavemente aquella superficie ondulada. Su enorme cuerpo abrazó el mío, levantándome fácilmente del sofá y llevándome hacia mi cuarto, mi cuerpo fue dejado suavemente en la blanda superficie. Harry al pie de la cama se quitó lentamente la camiseta, sin dejar de mirarme ni un segundo. Su hermosa sonrisa seguía dibujada en sus labios, haciendo me estremecer. Su hermoso cuerpo quedo al descubierto, se inclinó sobre mi, acercándose lentamente. Sonreí cuando su nariz rozó suavemente la mía...

Harry se despertó, eran las ocho de la mañana y Aida seguía durmiendo plácidamente entre sus brazos, él sonrío y acaricio su suave piel. Una sonrisa se dibujo dulcemente en el rostro del chico, aparto un mechón de pelo que caía sobre el rostro de ella, y lo colocó lentamente tras de su oreja. La miró durante unos segundos. Era hermosa. Su boca entreabierta mientras dormía, sus ojos cerrados delicadamente, su pequeño cuerpo enredado al suyo, dándole calor. Notó que cuando él se alejaba un poco de ella por la noche, se quejaba en sueños, lo que le hacía sonreír y abrazarla con fuerza. Harry nunca se había sentido así con nadie, ella era como un manto cálido y agradable que le cubría y resguardaba de todo dolor. Ella era su cura, su bienestar. Sonrío para sí mismo, pensando en la adorable chica que dormía a su lado. Se levantó de la cama lentamente, para no despertarla. Cuando salió la cubrió bien con las sábanas y deposito un suave beso en su mejilla. La chica sonrió inconscientemente ante aquel gesto.

Harry se dirigió a la cocina y empezó a preparar el desayuno. Quería sorprender a su chica.

Un dulce olor me hizo abrir los ojos lentamente, olía delicioso, a ¿tortitas?. Abrí totalmente los ojos y vi a Harry asomarse por la puerta de mi habitación con una bandeja en las manos. Simplemente con eso, Harry se encontraba en calzoncillos y con un pequeño delantal, que cubría levemente su musculoso torso. Me mordí el labio, él estaba tan sexy. Se acercó a la cama lentamente y apoyó la bandeja sobre mis rodillas. Yo me incorporé para que él pudiera maniobrar fácilmente.

.-Buenos días amor.

Murmuró antes de dejar un suave beso en mis labios.

.-Hola ¿Que es todo esto?

Él me miró, sonriendo como un crío, con sus hoyuelos marcados a cada lado de sus mejillas. La bandeja tenía un plato con un par de tortitas bañadas en sirope de chocolate y una fresa sobre ellas. Un zumo de naranja y un café con leche. Además de una rosa y un sobre. Él cogió el sobre y lo hizo volar delante de mis ojos.

.-Esto es lo que haremos hoy.

Dijo. algo travieso y divertido. Le sonreí y conseguí agarrar el sobre.

.-¿A ver?

Lo abrí con rapidez. Eran unos tickets, para un Spa.

.-¡Oh! ¡Es genial!

.-¿Te apetece?

.-Claro que si, es justo lo que necesitamos después de todo lo que ha pasado.

Sonrió de esa manera tan tierna, esa manera que me vuelve loca, me lancé hacia él con los brazos abiertos, atrapándolo en un fuerte abrazo. Apoyé mi mejilla sobre su hombro.

.-Te quiero.

Suspiré. Él sonrío tiernamente y beso mis labios.

.-Y yo a ti.

Contestó.

.-Y ahora comete el desayuno que he estado preparando durante horas.

Dijo bromeando. Levanté una ceja con una sonrisa traviesa.

.-Ya, claro, claro. Pero tengo una duda, ¿El desayuno son las tortitas, o tú? Por qué estás realmente apetecible.

Bromeé. Harry soltó una carcajada y agarro mi rostro entre sus manos, besándome con pasión.

.-Quizás ambas cosas.

Desayunamos juntos encima de la cama, haciendo el tonto como siempre. Él cogió la fresa y jugó con ella en el aire mientras yo trataba de cogerla entre mis labios. Él reía ante mis intentos.

.-Venga pequeña, tu puedes.

Dijo entre risas. Le miré poniendo pucheros, eso lo distrajo lo suficiente para darme una oportunidad. Cogí la fresa rápidamente con mi boca y le dí un bocado. Harry se quedo paralizado unos segundos, sorprendido ante mi rápida maniobra.

.-¡JA! Lo conseguí.

Dije con una enorme sonrisa en la cara. Orgullosa de mi triumfo. Él se cruzó de brazos y puso pucheros.

.-Has hecho trampas, mala.

Solté una risita traviesa, acercándome a él.

.-Si. Pero tú has picado.

Mi dedo viajó y dio un suave toqué en su nariz, él la arrugo, sonreí ante su gesto. Me puse de rodillas en frente suyo y empecé a acariciar su torso desnudo con la yema de mis dedos, un suspiro salió de sus rosados labios mientras yo seguía acariciándolo. Apoyé mis labios sobre su piel caliente, besando sus pectorales, su hombro, su cuello...De repente sus manos me cogieron y me separaron de él. En un segundo me encontré tirada en la cama con él encima.

.-Me vuelves loco Aida.

Su voz ronca sonaba tan sexy. Sonreí pícara y pase la lengua por mis labios, Harry apretó fuertemente los suyos. Cogió mi muslo con su mano, apretando con sus largos dedos, gemí levemente, sus verdes ojos esmeralda brillaron, mirándome fijamente, mientras sus manos acariciaban mi cuerpo. Sus labios estaban mas rosados que nunca, sensuales. Le besé fuertemente, pillándolo desprevenido, pero él respondió con ganas a mis labios. Entrelacé mis dedos en su rizado pelo, atrayéndole más hacia mi. Quería sentirle. Harry gruño, mordiendo suavemente mis labios.

.-No...podemos seguir, llegaremos...tarde.

Susurró Harry sin aliento. Parpadeé un momento. Yo quería seguir.

.-Venga no pasa nada...

Harry se incorporó dejando mi cuerpo sin su calor. Alargó una mano y cogió la mía.

.-Vamos.

Me incorporó a regañadientes. Nos levantamos los dos de la cama, cogí mi vestido de vuelo de color melocotón y me lo puse. Noté los cálidos brazos de Harry rodear mi cintura y su barbilla apoyándose sobre mi hombro.

.-Venga princesa, no te enfades.

Sus labios dejaron un riego de pequeños besos en mi hombro.

.-Te prometo que te lo compensaré.

Al cabo de un rato, llegamos a un edificio bastante moderno, cuadrado, de paredes crudas y grandes ventanales de cristal. Los cuatro nos miramos sonrientes. Entramos en el interior del edificio. En el centro de la recepción había una hermosa fuente, decorada con esculturas y diferentes chorros de agua. Era un lugar bastante amplio, lleno de decoración natural, plantas, pequeñas fuentes, cuadros zen. En pocos segundos tuvimos a dos empleadas atendiéndonos.

.-Hola, bienvenidos a nuestro Spa. Hoy les atenderemos nosotras. Mi nombre en Melisa. Y ella es mi compañera Paulette.

Paulette nos saludó con una tímida sonrisa, era bastante más joven que Melisa, la cuál aparentaba unos cuarenta.

.-¡Encantadooos!

Dijo Niall alegremente, dando un fuerte abrazo a cada una. Se quedaron algo extrañadas, mientras nosotros reíamos ante el alegre comportamiento de nuestro amigo. Entonces Harry se presentó a las dos chicas.

.-Encantados, sentimos el comportamiento de nuestro amigo, es irlandés y bueno tiene un carácter especial.

Dijo, disculpándose ante las dos chicas con una sonrisa amable. Noté que Paulette se sonrojó ante la mirada de Harry. Sentí algo de celos, no se bien por qué. Me acerqué y me agarré del brazo de Harry sonriendo a las dos chicas.

.-Hola, yo soy Aida, y ella es mi amiga René.

Nos presenté, René saludo alegre, mientras Niall la abrazaba juguetón.

.-Encantadas. Bueno, ¿Con que queréis empezar? Tenemos sauna, piscina, masajes varios, etc.

.-OH, ¿Hacéis masajes en pareja?

Pregunto Niall mirando traviesamente a René. La cuál sonrío pícaramente y le guiñó un ojo.

.-Por supuesto.

.-¡Pues nosotros empezaremos con eso!

.-De acuerdo. ¿Y ustedes?

Preguntó Melisa mirándonos a Harry y a mi.

.-Iremos al spa, a las piscinas y eso. ¿Si?

Contestó Harry, mirándome con su encantadora sonrisa. Le devolví el gesto.

.-Por mi perfecto.

Sonreí y Harry depositó un tierno beso en mis labios, sentí una pequeña descarga eléctrica viajando por mi espalda. Noté la mirada de Paulette sobre nosotros.

.-Pues aquí tenéis las toallas y las llaves de las taquillas.

Nos ofreció Paulette.

.-Niall y René venid con nosotras a la sala de masajes. Harry y Aida, por la puerta de la derecha encontraréis la piscina. Disfrutad.

.-Muchas gracias Melisa.

Contestó Harry amablemente.

Nos quedamos solos, Harry me coge la mano, se la lleva a los labios y deposita un suave beso, haciendo una reverencia. No puedo evitar reír. Es tan mono.

.-Vamos señorita.

Dice aun agachado, mirándome a través de sus rizos, que caen enfrente de su hermoso rostro.

.-Si mi Lord.

Harry sonríe y me revuelve el pelo. Pasa el brazo por mi hombro y nos dirigimos hacia la entrada de los probadores de la piscina. Ahí nos separamos. Entró en el de mujeres y buscó una taquilla libre, lo cuál no es un problema, por qué están todas vacías. Cojo la número tres, ya que es mi número de la suerte, me desvisto y me pongo mi bikini, es de color crudo con finos dibujos florales en azul marino, de escote cruzado. Cuando ya estoy lista salgo hacia la piscina. Harry me espera en el agua, nadando. Su figura se ve a través del agua, perfecta. Su piel morena decorada por un bañador blanco, sus largas piernas bajo el agua, su pelo rizado completamente mojado. Salé a la superficie y se echa el pelo atrás con una sola mano, mientras con la otra se quita el agua de la cara. Lo que me pareció realmente sexy. Nuestras miradas se encuentran y me sonríe, su blanca sonrisa es más hermosa que nunca, sus hoyuelos marcados, sus ojos verdes brillando con el reflejo del agua. No puedo evitar estar enamorada de él. Sonrío, él alarga sus brazos hacia mi, en señal de que vaya con él.

Mi cuerpo, guiado por su mirada, se acerca al borde de la piscina, él se acerca. Mis manos se apoyan en las suya, mi cuerpo un poco inclinado hacia delante. De un impulso me levanta un poco, estoy unos segundo en el aire antes de que mi cuerpo se sumerja el agua. Nuestras miradas no se separan ni un segundo. Ya en el agua, enredo mis piernas en su torso y mis brazos caen sobre sus hombros, sus manos están apoyadas en mi cadera, acariciándome bajo el agua.

.-Estas preciosa.

Dijo mordiéndose el labio. Mi corazón palpitaba rápidamente.

por **aida.9.3** Dom 30 Jun 2013, 3:43 pm

Cap.27

.-Tú más, créeme.

No aguanté más y le besé. Él rió entre diente y nos fue hundiendo en el agua. Sus grandes manos acariciaban mi suave piel, me hizo estremecer, sus labios besaban los míos entre la humedad que nos rodeaba, emergimos del agua casi sin aliento y entre risas.

.-Tonto, casi me ahogo.

Le dije. Él se rió y me apretujo entre sus brazos, le empujé y me alejé de él nadando, con una sonrisa socarrona en mi cara.

.-Eh, vuelve aquí.

Demandó. Le saqué la lengua.

.-Vas a tener que atraparme.

Me sumergí juguetona y nade hasta el otro lado. Oí la risita de Harry detrás de mi. Me giré y ahí estaba él, hermoso como siempre, con su pelo mojada y echado para atrás, con esas sonrisa perfecta y encantadora, esos lindos hoyuelos tan marcados que hacen que me derrita, esa verde mirada, intensa como el fuego. Ese cuerpo musculado y bronceado, lleno de tatuajes que me envuelve entera.

.-¿Cómo has llegado a mi tan rápido?

Pregunté realmente sorprendida, mientras sus brazos agarraban mi cintura y me atraían a su cuerpo.

.-Por que eres mía, y no voy a dejar que te me escapes de ninguna manera.

Sus palabras me llenaron entera. Sonreí tímidamente. Sus carnosos labios parecían más rosados de lo normal. Harry se mordió el labio y apretó mi cuerpo más cerca del suyo, sentí su fuerte cuerpo contra el mío, cálido. Acercó su rostro al mío, sentí su aliento ardiente sobre mi piel mojada. Ladeó la cabeza, inclinándose a besar mi hombro, subió lentamente con sus labios hasta la piel desnuda de mi cuello. Beso mi piel, succionando un poco la zona, dando suaves toques con su lengua sobre mi sensible piel. Dio un pequeño mordisco a lo cuál respondí con un gemido. Mis manos atrapaban su húmedo pelo con fuerza, enredando sus hermosos rizos entre mis dedos. Su mano viajó detrás de mi nuca, hundiendo sus largos dedos en mi melena mojada, inclinando mi cabeza un poco más, para dejar un espacio más amplio a sus besos. Sentía sus labios tan cálidamente en mi piel.

Sentí su otra mano acariciar la parte trasera de mi espalda, a la altura de mi pecho, haciendo que arquease la espalda y que mi pecho se apretara al suyo. Gemí cerrando fuertemente los ojos, su lengua jugaba sobre mi piel, haciéndome perder la cabeza. Sus labios carnosos sobre mi piel me hacen temblar. Enrede mis piernas alrededor de su cintura y sentí su fuerte miembro contra mí. Él gimió cuando apreté mi parte sobre la suya. Sus labios se separaron de mi piel, abrí los ojos. Harry me miraba fogosamente.

.-Te haría mía ahora mismo.

Murmuró Harry. Su voz ronca me excitó aun más. Apreté mis labios contra los suyos con pasión, pasando mis brazos alrededor de su ancho cuello. Lo quería solo para mi. De repente escuchamos un fuerte portazo. Nos separamos, sobresaltados, y miramos hacia la enorme puerta de madera que daba a los probadores femeninos. No había nadie.

.-Dios que susto, ¿Qué ha sido eso?

Pregunté, el corazón me iba a mil.

.-Habrá sido la corriente.

Dijo Harry. Le miré con pucheros.

.-Tengo miedo. ¿Habrá fantasmas?

Dije hundiendo en el agua hasta que solo se veía de mi nariz para arriba. Harry sonrío ampliamente, aguantándose una carcajada.

.-Venga, no seas tonta. No hay nada.

Dijo acercándose a mi con los brazos abiertos. Me acerqué, él me protegió entre sus brazos. Acarició mi cabeza y deposito un suave beso.

.-¿Te apetece probar la sauna?

Preguntó Harry.

.-Vale. Con tal de salir de esta piscina maldita, lo que sea.

Harry no pudo evitar soltar una carcajada ante mi comentario, le miré con cara de ofendida y me dirigí a la escalera para salir del agua. Cuando salía Harry acarició mis piernas, haciéndome cosquillas.

.-Eres una diosa, ¿Lo sabías?

Solté unas risitas a causa de las cosquillas que su tacto me había causado.

.-Anda calla exagerado.

Harry rió. Salí del todo y vi salir a Harry detrás de mi. No había visto algo tan sexy en mi vida. En serio. Sus fuertes brazos agarrados a los lados de la escalera, marcando sus fuertes músculos, su cuerpo todo mojado, su pelo cayendo por enfrente de sus ojos verde esmeralda que miraban ahora fijamente al suelo. Cuando estuvo fuera se echo el pelo hacia atrás con las dos manos, y literalmente me derretí. Se acercó a mi lentamente y me acarició una mejilla, yo seguía hipnotizada.

.-¿Estas bien?

Preguntó divertido. Pestañeé un par de veces antes de responder.

.-Si...si.

.-¿Vamos?

.-Si, voy al baño. Espérame ahí.

.-De acuerdo preciosa, no tardes.

Me dio un suave beso en los labios y una media sonrisa. Entonces se alejo por una de las puertas de cristal. Me dirigí un momento a los baños, entré y salí rápidamente. Me miré un momento en el espejo, estaba algo roja. Normal, después de la escenita de la piscina. Este chico cada día me volvía más loca. De repente oí otro portazo, solté un pequeño chillido, esto ya no era normal. Salí temerosa y observé por alrededor, nada. ¿Qué estaba pasando? Cogí mi toalla y prácticamente corrí hacia dónde se encontraba la sauna. Harry no estaba fuera, así que supuse que ya estaría dentro. Abrí la puerta y una ola de bao me dio en toda la cara, no se veía nada.

.-Hola guapa, te estaba esperando.

La voz de Harry me sobresaltó. Aún no veía bien. Pestañeé un poco.

.-¿Harry?

.-Si, estoy aquí.

Cuando la neblina se deshizo un poco lo vi. Y bien que lo vi.

.-Oh dios mio Harry.

por **aida.9.3** Sáb 06 Jul 2013, 3:50 am

Cap.29

Esto tenía que ser una broma. Me acerqué con cuidado a mi taquilla, ahora llena de espuma blanca, todas mis cosas por el suelo, mi ropa hecha tiras. Y lo peor de todo era lo que había escrito, en rojo, en la puerta de la taquilla.

"ZORRA"

Los ojos se me llenaron de lágrimas. ¿Quién podía hacer algo así? Intente limpiar un poco todo aquello, pero cuanto más lo intentaba más ensuciaba. Busqué mi móvil, lo encontré en el suelo. Fui a llamar a Harry pero obviamente, el móvil también estaba roto, genial. Me duché rápidamente e intente aclarar la rojez de mi cara, me coloqué bien la toalla y salí tímidamente al pasillo. Harry estaba apoyado a un lado de la puerta esperándome, estaba hablando con René y Niall. Cuando me vieron salir me miraron extrañados.

.-¿Aida, que haces con la toalla? ¿Y tu ropa?

Preguntó René entornando los ojos. La angustia volvía a invadir mi pecho, las lágrimas salían por mi ojos. No pude contenerlas. Harry me miro preocupado y enseguida vino y me abrazó.

.-Tranquila...¿Que ha pasado pequeña?

Dijo mientras acariciaba mi cabello. Sollocé e intente hablar.

.-Ahí dentro...mi taquilla...mis cosas...yo...

El llanto pudo conmigo. René se apresuro a entrar en el probador. Cuando estubo dentro pude oír un grito ahogado.

.-¡Serán perras!

Dijo mi amiga, saliendo indignada.

.-¡Juro que si descubro quién ha hecho esto, lo o la haré sufrir entre terribles sufrimientos!

.-¿¡Pero es que a quién se le ocurre!?

Mi amiga estaba más histérica que yo, Niall se acercó a ella y la intento calmar. Entonces Harry, que miraba la escena con una gran expresión de preocupación, entró en el probador femenino.

Harry no se lo podía creer. Todas las cosas de Aida por el suelo, rotas, sucias...Aquello era un desastre. Y lo peor, la horrible palabra con la que la habían insultado. Harry no pudo evitar sentirse culpable de todo aquello, estaba seguro de que esto era obra de alguna fan celosa.

Harry salió, su cara reflejaba su enfada y su sentimiento de culpa. Me acerqué a él y lo abracé.

.-No te preocupes...estoy bien. Se me pasará.

Harry solo respondió con una pequeña sonrisa. Entonces René se acercó a nosotros.

.-Aida, en el coche tengo la ropa del gimnasio, voy a buscarla y te vistes. ¿Ok?

.-De acuerdo, muchas gracias.

René y Niall se despidieron y salieron del local. Harry seguía en sus pensamientos. Le acaricié el brazo esperando una reacción. Entonces habló.

.-Voy a buscar a las dos chicas que nos atendieron, a lo mejor saben quién ha podido ser, o a lo mejor las cámaras han pillado algo.

Dijo rápidamente y casi sin parpadear el chico.

.-De acuerdo...yo esperaré ahí dentro.

Harry empezó a caminar, me quedé mirándolo, me preocupaba lo que esto le había podido provocar. No tenía que sentirse culpable, no era culpa suya. Entré en el probador y me senté en uno de los bancos, de espaldas al desastre y a esa horrible palabra en rojo.

Harry se movió por los pasillos, buscando a Melisa y Paulette. Entonces escuchó unos gritos, que venían de una de las salas. Se asomó y entonces vio a Melisa, gritándole muy enfadada a Paulette. Harry no lograba ver bien a Paulette. Pero entonces escuchó algo.

.-¡¡No puedes hacer eso a una clienta!! ¡¿Estas loca?! ¡Te pueden despedir por esto, incluso a mi. Sabes que estoy a tu cargo. Así que deja de actuar como una cría, estúpida y egoísta!

.-¡Pero es que tu no lo entiendes! ¡Esa niñata no puede ser su novia!

Entonces pudo ver a Paulette, Harry abrió los ojos como platos, ella tenía las manos llenas de esa espuma blanca y unas tijeras. Había sido ella. Ella había destrozado las cosas de Aida, ella la había insultado de esa manera tan horrible y cobarde. Entonces sin pensarlo dos veces, abrió la puerta de golpe. Las dos chicas se quedaron mirándolo sorprendidas. Paulette tenía algo de temor en sus ojos. Harry se acercó a ella y le quitó las tijeras, tirándolas al suelo.

.-Si tu eres una fan, ves olvidándote de serlo. No mereces nada de nosotros si nos tratas con tan poco respeto, a nosotros y las personas que nos rodean. Con esto no conseguirás nuestro aprecio. De hecho de mi parte te has ganado todo lo contrario.

Entonces se dio la vuelta para salir de ahí. No podía mirar a la cara a esa chica, no entendía por que había hecho algo tan horrible.

.-Pero...Harry...yo te quiero.

Murmuró Paulette. Harry se paró en el marco de la puerta, con una mano apoyada a el. Y sin mirarla dijo.

.-No mientas, lo que acabas de hacer demuestra completamente lo contrario.

Y se fue. Caminó con paso firmé hasta la recepción. Aviso a la chica que había ahí de todo lo sucedido. La chica se disculpo amablemente por parte del centro y que pagarían los gastos. A lo que Harry se negó.

.-No hace falta que nos paguéis nada. Sólo quiero que esa chica se lleve un castigo por su actitud. Alguien debería enseñarle a actuar con cabeza.

René ya había venido, en seguida me puse sus pantalones de chándal y la camiseta de tirantes. Había pasado de ir mona a ir echa un desastre, mi pelo recogido en un moño, el chándal y chanclas, ya que mis zapatos estaban llenos de espuma blanca. Entonces Harry apareció, aún serio. Me cogió de la mano y sin una palabra nos dirigimos los cuatro fuera de aquel lugar. René y Niall se subieron al coche de René después de despedirse. Harry y yo subimos al suyo. Él ni me miraba, ni me hablaba, nada. Cuando ya llevábamos unos cinco minutos conduciendo decidí romper el silencio.

.-Harry, por favor, habla me.

Su mirada se poso en mi durante un segundo para luego seguir con la mirada fija en el camino.

.-Lo siento Aida...

Sus ojos reflejaban tristeza, se mordió el labio y suspiró.

.-Todo esto...es culpa mía. Yo soy la causa de que te hagan esto.

No podía seguir escuchándole decir eso, echándose la culpa.

.-Frena.

Dije seriamente.

.-¿Qué?

Dijo el sorprendido.

.-Que frenes.

Harry me miró y parpadeo algo nervioso.

.-Aida estoy en medio de la carretera. ¿Dónde se supone que me voy a parar?

.-Me da igual dónde, tu frena.

Harry sacudió la cabeza ante mi insistencia. Siguió conduciendo unos segundos hasta que vio un claro, desvío el coche hacia allí y freno.

.-¿Contenta?

Antes de que pudiera decir nada más, me lancé hacia él, enredando mis brazos alrededor de su cuello. Y en mi abrazo, lo besé. Mis labios se juntaron con los suyos que al principio no reaccionaron, pero ahora correspondían a mi beso con ganas. Sus manos me acariciaron la espalda de abajo a arriba, hasta llegar a mi nuca. Sus manos me separaron lentamente de él.

.-¿A qué ha venido esto?

Por fin, su sonrisa había vuelto. Sonreí ampliamente y le volví a besar, sin responder. Solo quería verle sonreír.

por **aida.9.3** Sáb 06 Jul 2013, 3:51 am

Cap.29

Esto tenía que ser una broma. Me acerqué con cuidado a mi taquilla, ahora llena de espuma blanca, todas mis cosas por el suelo, mi ropa hecha tiras. Y lo peor de todo era lo que había escrito, en rojo, en la puerta de la taquilla.

"ZORRA"

Los ojos se me llenaron de lágrimas. ¿Quién podía hacer algo así? Intente limpiar un poco todo aquello, pero cuanto más lo intentaba más ensuciaba. Busqué mi móvil, lo encontré en el suelo, fui a llamar a Harry pero obviamente, el móvil también estaba roto, genial. Me duché rápidamente e intente aclarar la rojez de mi cara, me coloqué bien la toalla y salí tímidamente al pasillo. Harry estaba apoyado a un lado de la puerta esperándome, estaba hablando con René y Niall. Cuando me vieron salir me miraron extrañados.

.-¿Aida, que haces con la toalla? ¿Y tu ropa?

Preguntó René entornando los ojos. La angustia volvía a invadir mi pecho, las lágrimas salían por mi ojos. No pude contenerlas. Harry me miro preocupado y enseguida vino y me abrazó.

.-Tranquila...¿Que ha pasado pequeña?

Dijo mientras acariciaba mi cabello. Sollocé y intente hablar.

.-Ahí dentro...mi taquilla...mis cosas...yo...

El llanto pudo conmigo. René se apresuro a entrar en el probador. Cuando estubo dentro pude oír un grito ahogado.

.-¡Serán perras!

Dijo mi amiga, saliendo indignada.

.-¡Juro que si descubro quién ha hecho esto, lo o la haré sufrir entre terribles sufrimientos!

.-¿¡Pero es que a quién se le ocurre!?

Mi amiga estaba más histérica que yo, Niall se acercó a ella y la intento calmar. Entonces Harry, que miraba la escena con una gran expresión de preocupación, entró en el probador femenino.

Harry no se lo podía creer. Todas las cosas de Aida por el suelo, rotas, sucias...Aquello era un desastre. Y lo peor, la horrible palabra con la que la habían insultado. Harry no pudo evitar sentirse culpable de todo aquello, estaba seguro de que esto era obra de alguna fan celosa.

Harry salió, su cara reflejaba su enfada y su sentimiento de culpa. Me acerqué a él y lo abracé.

.-No te preocupes...estoy bien. Se me pasará.

Harry solo respondió con una pequeña sonrisa. Entonces René se acercó a nosotros.

.-Aida, en el coche tengo la ropa del gimnasio, voy a buscarla y te vistes. ¿Ok?

.-De acuerdo, muchas gracias.

René y Niall se despidieron y salieron del local. Harry seguía en sus pensamientos. Le acaricié el brazo esperando una reacción. Entonces habló.

.-Voy a buscar a las dos chicas que nos atendieron, a lo mejor saben quién ha podido ser, o a lo mejor las cámaras han pillado algo.

Dijo rápidamente y casi sin parpadear el chico.

.-De acuerdo...yo esperaré ahí dentro.

Harry empezó a caminar, me quedé mirándolo, me preocupaba lo que esto le había podido provocar. No tenía que sentirse culpable, no era culpa suya. Entré en el probador y me senté en uno de los bancos, de espaldas al desastre y a esa horrible palabra en rojo.

Harry se movió por los pasillos, buscando a Melisa y Paulette. Entonces escuchó unos gritos, que venían de una de las salas. Se asomó y entonces vio a Melisa, gritándole muy enfadada a Paulette. Harry no lograba ver bien a Paulette. Pero entonces escuchó algo.

.-¡¡No puedes hacer eso a una clienta!! ¡¿Estas loca?! ¡Te pueden despedir por esto, incluso a mi. Sabes que estoy a tu cargo. Así que deja de actuar como una cría, estúpida y egoísta!

.-¡Pero es que tu no lo entiendes! ¡Esa niñata no puede ser su novia!

Entonces pudo ver a Paulette, Harry abrió los ojos como platos, ella tenía las manos llenas de esa espuma blanca y unas tijeras. Había sido ella. Ella había destrozado las cosas de Aida, ella la había insultado de esa manera tan horrible y cobarde. Entonces sin pensarlo dos veces, abrió la puerta de golpe. Las dos chicas se quedaron mirándolo sorprendidas. Paulette tenía algo de temor en sus ojos. Harry se acercó a ella y le quitó las tijeras, tirándolas al suelo.

.-Si tu eres una fan, ves olvidándote de serlo. No mereces nada de nosotros si nos tratas con tan poco respeto, a nosotros y las personas que nos rodean. Con esto no conseguirás nuestro aprecio. De hecho de mi parte te has ganado todo lo contrario.

Entonces se dio la vuelta para salir de ahí. No podía mirar a la cara a esa chica, no entendía por que había hecho algo tan horrible.

.-Pero...Harry...yo te quiero.

Murmuró Paulette. Harry se paró en el marco de la puerta, con una mano apoyada a el. Y sin mirarla dijo.

.-No mientas, lo que acabas de hacer demuestra completamente lo contrario.

Y se fue. Caminó con paso firmé hasta la recepción. Aviso a la chica que había ahí de todo lo sucedido. La chica se disculpo amablemente por parte del centro y que pagarían los gastos. A lo que Harry se negó.

.-No hace falta que nos paguéis nada. Sólo quiero que esa chica se lleve un castigo por su actitud. Alguien debería enseñarle a actuar con cabeza.

René ya había venido, en seguida me puse sus pantalones de chándal y la camiseta de tirantes. Había pasado de ir mona a ir echa un desastre, mi pelo recogido en un moño, el chándal y chanclas, ya que mis zapatos estaban llenos de espuma blanca. Entonces Harry apareció, aún serio. Me cogió de la mano y sin una palabra nos dirigimos los cuatro fuera de aquel lugar. René y Niall se subieron al coche de René después de despedirse. Harry y yo subimos al suyo. Él ni me miraba, ni me hablaba, nada. Cuando ya llevábamos unos cinco minutos conduciendo decidí romper el silencio.

.-Harry, por favor, habla me.

Su mirada se poso en mi durante un segundo para luego seguir con la mirada fija en el camino.

.-Lo siento Aida...

Sus ojos reflejaban tristeza, se mordió el labio y suspiró.

.-Todo esto...es culpa mía. Yo soy la causa de que te hagan esto.

No podía seguir escuchándole decir eso, echándose la culpa.

.-Frena.

Dije seriamente.

.-¿Qué?

Dijo el sorprendido.

.-Que frenes.

Harry me miró y parpadeo algo nervioso.

.-Aida estoy en medio de la carretera. ¿Dónde se supone que me voy a parar?

.-Me da igual dónde, tu frena.

Harry sacudió la cabeza ante mi insistencia. Siguió conduciendo unos segundos hasta que vio un claro, desvío el coche hacia allí y freno.

.-¿Contenta?

Antes de que pudiera decir nada más, me lancé hacia él, enredando mis brazos alrededor de su cuello. Y en mi abrazo, lo besé. Mis labios se juntaron con los suyos que al principio no reaccionaron, pero ahora correspondían a mi beso con ganas. Sus manos me acariciaron la espalda de abajo a arriba, hasta llegar a mi nuca. Sus manos me separaron lentamente de él.

.-¿A qué ha venido esto?

Por fin, su sonrisa había vuelto. Sonreí ampliamente y le volví a besar, sin responder. Solo quería verle sonreír.

por **katara.** Dom 21 Jul 2013, 5:07 pm

NUEEVA LECTORA!!! Me encantooo hace rato venia leyendola pero por lo larga que es nunca terminaba lo siento por no haber comentado antes :( Ahora sii siguela pliss la amo!
atte:Mili

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