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Cruise control |Logan Henderson|
O W N :: Archivos :: Novelas Abandonadas
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Re: Cruise control |Logan Henderson|
Kathe!!!
OMG AME EL PREFACIO
PLIS TIENES QUE EMPEZARLA PRONTO
ESTA MUY PADRE!
YA QUIERO LEER COMO FUE QUE PASO LO DE LOGAN
OJALA PUEDAS SUBIR PRONTO
BESOS!
OMG AME EL PREFACIO
PLIS TIENES QUE EMPEZARLA PRONTO
ESTA MUY PADRE!
YA QUIERO LEER COMO FUE QUE PASO LO DE LOGAN
OJALA PUEDAS SUBIR PRONTO
BESOS!
Daneiva S.
Re: Cruise control |Logan Henderson|
Capítulo 1: Get away.
-Podríamos quedar un día de estos.
Penny realizó una caída de ojos perfecta que remató con una sonrisa. Meses atrás hubiera funcionado, habríamos quedado, cenado juntos en uno de los exclusivos restaurantes de Woodlands, y para rematar hubiéramos caminado por la orilla del lago y quién sabe, habernos acostado.
-Lo siento Penny, tengo cosas que hacer esta noche –saqué mis escasas pertenencias de la taquilla y la cerré más fuerte que de costumbre.
Comencé a caminar por el amplio y cuidado pasillo, el instituto de Woodlands no era más que otra de las manifestaciones del poder monetario y el alto nivel de vida del que disponía la ciudad. Y nosotros, las marionetas de ese poder monetario, los maniquís de exposición mostrados en los campeonatos locales.
-Bueno no tiene por qué ser esta noche, hay más noches –la voz seductora de Penny llegó por mi espalda, me estaba siguiendo.
No era la clase de chicos que se hacía de rogar. Participar en el equipo de hockey, vela y rugby me había dado la oportunidad de acceder a una amplia variedad de chicas. En otros tiempos me había gustado el poder que mi físico ejercía sobre ellas, pero con el tiempo me di cuenta de que eran caras bonitas interesadas en ir de la mano de otra cara bonita.
Así funcionaban las cosas aquí, encontrabas una novia, se la presentabas a tus padres que probablemente conocerían a los padres de tu novia del club. Organizarían una cena entre las dos familias, se hablaría de negocios y si tus padres y los de ella tenían algún interés financiero aprobarían la relación. A partir de ese momento estarías unido a ella de por vida porque tus padres así lo deseaban. Te casarías con ella y tendrías perfectos hijos, y la historia se repetiría con ellos.
Yo no estaba dispuesto a tener una vida como esa, nunca me había dejado manejar. Ni siquiera cuando era un niño de cuatro años.
-Penny no lo has entendido –frené en seco en mitad del pasillo, ganándome alguna mirada asesina de la gente que iba detrás de mí –No quiero salir contigo, ni está, ni ninguna otra noche.
En sus labios gruesos y rojos se formó una pequeña “o” de indignación. Dirigió hacia mi persona una mirada que pretendía intimidarme y se marchó contoneando de manera exagerada sus caderas.
Proseguí mi camino hacia la salida. Por fin habían terminado una jornada horrible en el instituto. Estaba cansado de ese lugar y de todo el que circulaba por él. Abrí la puerta de cristal que me separaba de la libertad, una vez fuera dejé que la brisa fresca y el sol de principios de verano bañase mi cara.
Un minuto después emprendí mi camino hacia el aparcamiento, sorteando a los estudiantes que me saludaban con sus cabezas y también a los que me miraban con desprecio. En los últimos meses me había ganado la enemistad de muchos de los estudiantes, mi malhumor se hacía presente en muchos entrenamientos y clases, e incapaz de contenerme de mi boca salían toda clase de improperios y en ocasiones, mi mano viajaba con vida propia hacia la cara de algún pijo engreído.
El aparcamiento lucía igual que siempre, era como si se hubiera convocado una conferencia de clases de lujo. El mío era un Audi R8 Coupe descapotable color negro, otro de los regalos caros con el que mi padre me había obsequiado por mis logros académicos y extraescolares. Aunque yo siempre pensé que todos esos regalos eran frutos de su culpabilidad, llevaba años sin pasar un rato a solas con mi padre y las probabilidades se reducían ahora que Eleanor vivía en casa.
Tiré la mochila en el asiento del copiloto y rodeé el coche para subirme. Arranqué el motor y con una rápida maniobra me alejé del lugar. No había nadie en la carretera a esas horas, probablemente porque las otras piezas de exposición se encontraban en las actividades extraescolares. Yo decidí saltármelas, mi humor era especialmente malo aquél día y los demás corrían el riesgo de que les asestara con el palo de hockey en toda la cabeza si me tocaban mucho las narices.
Recorría la ciudad tranquilo e impasible al viento en mi cara. Veía a las personas en los pasos de cebra, conocía los rostros de todos, estaba cansado de esos rostros. De como muchos de ellos posaban su mano en mi espalda y me animaban de manera mediocre a ser el mejor en todo.
Llegué a casa tras quince minutos de caminos, aparqué el coche en la entrada y cogí la mochila. Antes cuando llegaba a casa podía relajarme y olvidarme de todo el mundo. Ahora salía de un campo de batalla para meterme en otro diferente. Abrí la puerta y me dirigí a la cocina. Caí en la cuenta de que había sido una mala decisión cuando vi a mi padre, a Eleanor y a los dos perfectos clones que tenía por hijas en las barra del desayuno.
-Hola –murmuré.
Les esquivé sin prestarles más atención y fui a la nevera para sacar una botella de agua. Grace, la cocinera me dedicó una sonrisa amable de bienvenida y yo se la devolví. Las únicas personas que podía considerar reales en esta ciudad eran las del servicio. Crucé el umbral de la puerta decidido a marcharme y encerrarme en mi habitación hasta el día siguiente.
-Logan no tan rápido –me llamó mi padre con el tono de voz irritado.
-¿Qué he hecho ahora? –repliqué caminando hacia donde se encontraba -¿No he saludado a Eleanor con el tono de voz suficientemente suave para no dañar sus delicados oídos?
Mi padre y Eleanor se habían casado hacía tres meses atrás. Decían estar muy enamorados el uno de otro, pero ese no podía considerarse un concepto muy romántico teniendo en cuenta que la mayoría de los matrimonios de Woodlands eran fruto de la conveniencia. Si se sumaba al pack sus hijas, que a toda costa trataban de contentar a mi padre para que nos las mandaran a la universidad y poder quedarse aquí para vivir la buena vida, odiaba el pésimo gusto que tenía mi padre para escoger esposa.
-Logan te he dicho que no trates así a Eleanor –mi padre había apretado los puños y hervía en rabia.
-Y yo te dije que no te casaras con ella y los hiciste. Así que ahora te aguantas –repuse sin pestañear.
Papá suspiró y le dedicó a su mujer una mirada de disculpa. Ella negó con la cabeza haciendo ver que no ocurría nada, pero en cuanto mi padre volvió a fijar su vista en mí Eleanor me lanzó una que quería decir “Me las pagarás, mocoso”. En ocasiones no sabía quién era más mocoso si yo o ella.
-Me ha llamado tu entrenador de vela, dice que llevas una semana sin acudir a los entrenamientos, y también me ha llamado el de rugby diciendo que el otro día pegaste a un compañero, ¿se puede saber qué te pasa?
-Pasa lo que ellos dicen, no entiendo tu pregunta –respondí sentándome en un taburete.
-No me refiero a eso Logan, estos meses has cambiado. Siempre has sido un chico ejemplar. No entiendo por qué en estos últimos meses has cambiado tanto, ¿alguien te está molestando?
-Papá no me molesta nadie, no quiero participar en más actividades que no sirven para nada. Quiero acabar este año e irme a una universidad lejos de aquí, lejos de todo el mundo.
-Eso no es lo que hemos planeado, según el plan tú irás a la universidad de Woodlands, te licenciarás en económicas para después venir a trabajar a la empresa familiar.
Supongo que eso era lo que pasaba, que estaba cansado de que mi padre planeara mi vida, como si se tratara de algún juego de rol, donde yo seguía a ciegas y sin preguntar todo lo que creían conveniente. Ese fue el cambio de los últimos meses, me había cansado de ser un títere para los demás.
-No papá ese era tu plan, ¿te has preguntado qué es lo que quiero yo? –grité tratando de que recapacitara.
-Logan tú harás lo que yo te diga porque soy tu padre –pero con él era una cruzada imposible llegar a un acuerdo.
-¿Mi padre?, eres mi padre cuando te conviene. Eres mi padre para presumir de mis logros en el club, pero no eres mi padre para pasar una tarde entera conmigo.
No le di tiempo a que pronunciase palabra alguna, subí las suntuosas escaleras hasta mi habitación y cerré la puerta con un fuerte golpetazo.
Cogí los cascos y puse la música al volumen más alto que soportaban mis oídos. Cerré los ojos y me imaginé en mi coche, conduciendo lejos de aquí, para vivir por fin mi vida. Era una lastimaba que no me atreviese a hacerlo, a dejar todo atrás sin remordimientos.
Penny realizó una caída de ojos perfecta que remató con una sonrisa. Meses atrás hubiera funcionado, habríamos quedado, cenado juntos en uno de los exclusivos restaurantes de Woodlands, y para rematar hubiéramos caminado por la orilla del lago y quién sabe, habernos acostado.
-Lo siento Penny, tengo cosas que hacer esta noche –saqué mis escasas pertenencias de la taquilla y la cerré más fuerte que de costumbre.
Comencé a caminar por el amplio y cuidado pasillo, el instituto de Woodlands no era más que otra de las manifestaciones del poder monetario y el alto nivel de vida del que disponía la ciudad. Y nosotros, las marionetas de ese poder monetario, los maniquís de exposición mostrados en los campeonatos locales.
-Bueno no tiene por qué ser esta noche, hay más noches –la voz seductora de Penny llegó por mi espalda, me estaba siguiendo.
No era la clase de chicos que se hacía de rogar. Participar en el equipo de hockey, vela y rugby me había dado la oportunidad de acceder a una amplia variedad de chicas. En otros tiempos me había gustado el poder que mi físico ejercía sobre ellas, pero con el tiempo me di cuenta de que eran caras bonitas interesadas en ir de la mano de otra cara bonita.
Así funcionaban las cosas aquí, encontrabas una novia, se la presentabas a tus padres que probablemente conocerían a los padres de tu novia del club. Organizarían una cena entre las dos familias, se hablaría de negocios y si tus padres y los de ella tenían algún interés financiero aprobarían la relación. A partir de ese momento estarías unido a ella de por vida porque tus padres así lo deseaban. Te casarías con ella y tendrías perfectos hijos, y la historia se repetiría con ellos.
Yo no estaba dispuesto a tener una vida como esa, nunca me había dejado manejar. Ni siquiera cuando era un niño de cuatro años.
-Penny no lo has entendido –frené en seco en mitad del pasillo, ganándome alguna mirada asesina de la gente que iba detrás de mí –No quiero salir contigo, ni está, ni ninguna otra noche.
En sus labios gruesos y rojos se formó una pequeña “o” de indignación. Dirigió hacia mi persona una mirada que pretendía intimidarme y se marchó contoneando de manera exagerada sus caderas.
Proseguí mi camino hacia la salida. Por fin habían terminado una jornada horrible en el instituto. Estaba cansado de ese lugar y de todo el que circulaba por él. Abrí la puerta de cristal que me separaba de la libertad, una vez fuera dejé que la brisa fresca y el sol de principios de verano bañase mi cara.
Un minuto después emprendí mi camino hacia el aparcamiento, sorteando a los estudiantes que me saludaban con sus cabezas y también a los que me miraban con desprecio. En los últimos meses me había ganado la enemistad de muchos de los estudiantes, mi malhumor se hacía presente en muchos entrenamientos y clases, e incapaz de contenerme de mi boca salían toda clase de improperios y en ocasiones, mi mano viajaba con vida propia hacia la cara de algún pijo engreído.
El aparcamiento lucía igual que siempre, era como si se hubiera convocado una conferencia de clases de lujo. El mío era un Audi R8 Coupe descapotable color negro, otro de los regalos caros con el que mi padre me había obsequiado por mis logros académicos y extraescolares. Aunque yo siempre pensé que todos esos regalos eran frutos de su culpabilidad, llevaba años sin pasar un rato a solas con mi padre y las probabilidades se reducían ahora que Eleanor vivía en casa.
Tiré la mochila en el asiento del copiloto y rodeé el coche para subirme. Arranqué el motor y con una rápida maniobra me alejé del lugar. No había nadie en la carretera a esas horas, probablemente porque las otras piezas de exposición se encontraban en las actividades extraescolares. Yo decidí saltármelas, mi humor era especialmente malo aquél día y los demás corrían el riesgo de que les asestara con el palo de hockey en toda la cabeza si me tocaban mucho las narices.
Recorría la ciudad tranquilo e impasible al viento en mi cara. Veía a las personas en los pasos de cebra, conocía los rostros de todos, estaba cansado de esos rostros. De como muchos de ellos posaban su mano en mi espalda y me animaban de manera mediocre a ser el mejor en todo.
Llegué a casa tras quince minutos de caminos, aparqué el coche en la entrada y cogí la mochila. Antes cuando llegaba a casa podía relajarme y olvidarme de todo el mundo. Ahora salía de un campo de batalla para meterme en otro diferente. Abrí la puerta y me dirigí a la cocina. Caí en la cuenta de que había sido una mala decisión cuando vi a mi padre, a Eleanor y a los dos perfectos clones que tenía por hijas en las barra del desayuno.
-Hola –murmuré.
Les esquivé sin prestarles más atención y fui a la nevera para sacar una botella de agua. Grace, la cocinera me dedicó una sonrisa amable de bienvenida y yo se la devolví. Las únicas personas que podía considerar reales en esta ciudad eran las del servicio. Crucé el umbral de la puerta decidido a marcharme y encerrarme en mi habitación hasta el día siguiente.
-Logan no tan rápido –me llamó mi padre con el tono de voz irritado.
-¿Qué he hecho ahora? –repliqué caminando hacia donde se encontraba -¿No he saludado a Eleanor con el tono de voz suficientemente suave para no dañar sus delicados oídos?
Mi padre y Eleanor se habían casado hacía tres meses atrás. Decían estar muy enamorados el uno de otro, pero ese no podía considerarse un concepto muy romántico teniendo en cuenta que la mayoría de los matrimonios de Woodlands eran fruto de la conveniencia. Si se sumaba al pack sus hijas, que a toda costa trataban de contentar a mi padre para que nos las mandaran a la universidad y poder quedarse aquí para vivir la buena vida, odiaba el pésimo gusto que tenía mi padre para escoger esposa.
-Logan te he dicho que no trates así a Eleanor –mi padre había apretado los puños y hervía en rabia.
-Y yo te dije que no te casaras con ella y los hiciste. Así que ahora te aguantas –repuse sin pestañear.
Papá suspiró y le dedicó a su mujer una mirada de disculpa. Ella negó con la cabeza haciendo ver que no ocurría nada, pero en cuanto mi padre volvió a fijar su vista en mí Eleanor me lanzó una que quería decir “Me las pagarás, mocoso”. En ocasiones no sabía quién era más mocoso si yo o ella.
-Me ha llamado tu entrenador de vela, dice que llevas una semana sin acudir a los entrenamientos, y también me ha llamado el de rugby diciendo que el otro día pegaste a un compañero, ¿se puede saber qué te pasa?
-Pasa lo que ellos dicen, no entiendo tu pregunta –respondí sentándome en un taburete.
-No me refiero a eso Logan, estos meses has cambiado. Siempre has sido un chico ejemplar. No entiendo por qué en estos últimos meses has cambiado tanto, ¿alguien te está molestando?
-Papá no me molesta nadie, no quiero participar en más actividades que no sirven para nada. Quiero acabar este año e irme a una universidad lejos de aquí, lejos de todo el mundo.
-Eso no es lo que hemos planeado, según el plan tú irás a la universidad de Woodlands, te licenciarás en económicas para después venir a trabajar a la empresa familiar.
Supongo que eso era lo que pasaba, que estaba cansado de que mi padre planeara mi vida, como si se tratara de algún juego de rol, donde yo seguía a ciegas y sin preguntar todo lo que creían conveniente. Ese fue el cambio de los últimos meses, me había cansado de ser un títere para los demás.
-No papá ese era tu plan, ¿te has preguntado qué es lo que quiero yo? –grité tratando de que recapacitara.
-Logan tú harás lo que yo te diga porque soy tu padre –pero con él era una cruzada imposible llegar a un acuerdo.
-¿Mi padre?, eres mi padre cuando te conviene. Eres mi padre para presumir de mis logros en el club, pero no eres mi padre para pasar una tarde entera conmigo.
No le di tiempo a que pronunciase palabra alguna, subí las suntuosas escaleras hasta mi habitación y cerré la puerta con un fuerte golpetazo.
Cogí los cascos y puse la música al volumen más alto que soportaban mis oídos. Cerré los ojos y me imaginé en mi coche, conduciendo lejos de aquí, para vivir por fin mi vida. Era una lastimaba que no me atreviese a hacerlo, a dejar todo atrás sin remordimientos.
indigo.
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Re: Cruise control |Logan Henderson|
Kathe!!!
amee el primer cap!!!
jaja me dio risa como logan rechazo a penny
y aww's pobre logan que su papa quiera
que trabaje con el y el no quiere
pff me callo mal su madrastra!!!
jeje
plis siguela cuando puedas:)
besos!
amee el primer cap!!!
jaja me dio risa como logan rechazo a penny
y aww's pobre logan que su papa quiera
que trabaje con el y el no quiere
pff me callo mal su madrastra!!!
jeje
plis siguela cuando puedas:)
besos!
Daneiva S.
Re: Cruise control |Logan Henderson|
Dañe sí que eres rápido comentando, siempre eres la primera xD.Kathe!!!
amee el primer cap!!!
jaja me dio risa como logan rechazo a penny
y aww's pobre logan que su papa quiera
que trabaje con el y el no quiere
pff me callo mal su madrastra!!!
jeje
plis siguela cuando puedas:)
besos!
No enserio, muchas gracias por comentar siempre, lo valoro porque la opinión de quien lee es la que me ayuda a mejorar y a tener más ganas de escribir.
Esperaré a tener unos cuantos comentarios más para seguirla. Espero que puedas esperar.
Besos <3.
indigo.
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Re: Cruise control |Logan Henderson|
Me enacanto el primer capítulo eres una gran escritora me encantan tus novelas
Besos
-Ana
Besos
-Ana
Ana1706
Re: Cruise control |Logan Henderson|
Ohh Ana, muchas gracias por tus palabras. Me alegra que estés como lectora en esta novela también (:Me enacanto el primer capítulo eres una gran escritora me encantan tus novelas
Besos
-Ana
A lot of kisses.
indigo.
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Re: Cruise control |Logan Henderson|
¡Kathe! El prefacio me encantó, simplemente es un misterio la novela, todas tus novelas tiene algo diferente y un tema nuevo, no como los típicos {Dios me siento típica}
kdhfgfhfj no sé, pero lo que leí sobre Kendall en el prefacio hizo verlo malo jhdgkldfkgj creo que me parece más encantador Kendo... <333
El capítulo uno, Penny es un nombre lindo más no la que lo lleva ya no me agrada xD
Ugh, esas esposas hipócritas, que cuando alguien las ve son unas santurronas pero después son el mismísimo demonio no me agradan para nada.
Y lo que le dijo Logan a su padre es tan cierto, muchos padres son así, pero en ocasiones no lo son.
Me encanto el prefacio y el capítulo también espero que la sigas muy pronto, besos <3
kdhfgfhfj no sé, pero lo que leí sobre Kendall en el prefacio hizo verlo malo jhdgkldfkgj creo que me parece más encantador Kendo... <333
El capítulo uno, Penny es un nombre lindo más no la que lo lleva ya no me agrada xD
Ugh, esas esposas hipócritas, que cuando alguien las ve son unas santurronas pero después son el mismísimo demonio no me agradan para nada.
Y lo que le dijo Logan a su padre es tan cierto, muchos padres son así, pero en ocasiones no lo son.
Me encanto el prefacio y el capítulo también espero que la sigas muy pronto, besos <3
Invitado
Invitado
Re: Cruise control |Logan Henderson|
Me alegra saber que te parece que tengo ideas con temas diferentes, a veces pienso que aburro con los argumentos.¡Kathe! El prefacio me encantó, simplemente es un misterio la novela, todas tus novelas tiene algo diferente y un tema nuevo, no como los típicos {Dios me siento típica}
kdhfgfhfj no sé, pero lo que leí sobre Kendall en el prefacio hizo verlo malo jhdgkldfkgj creo que me parece más encantador Kendo... <333
El capítulo uno, Penny es un nombre lindo más no la que lo lleva ya no me agrada xD
Ugh, esas esposas hipócritas, que cuando alguien las ve son unas santurronas pero después son el mismísimo demonio no me agradan para nada.
Y lo que le dijo Logan a su padre es tan cierto, muchos padres son así, pero en ocasiones no lo son.
Me encanto el prefacio y el capítulo también espero que la sigas muy pronto, besos <3
Kendall no es malo ahí lo parece pero en verdad será el más bueno de todos y no pienso adelantarte nada más.Si Penny es un nombre bonito, hay una chica en mi clase que se llama así.
Aggg sí esas esposas son horrible, a mí me pasa eso con el marido de mi madre, es un ser espantoso. Doy gracias al cielo por no vivir con ellos.
Bueno creo que ya te estoy aburriendo...
Me alegra que te haya gustado lo que he publicado hasta
ahora.
besos <3.
indigo.
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Re: Cruise control |Logan Henderson|
Kathe!!
que te puedo decir, estuvo genial el prefacio y el primer capitulo claro, creo que nombres como Penny,Tess, Stacy, entre otros ya son demasiado odiados por muchos ajjajjajaj
la verdad es que el secuestro de Logan (en el prefacio) me dio bastante intriga y nerviosismo y creo que eso fue lo que hizo que me encadene aun mas a la nove!!
y bueno pues...en este caso, me anoto como nueva lectora ajajja
espero que la sigas pronto, besos
-Jul!-
que te puedo decir, estuvo genial el prefacio y el primer capitulo claro, creo que nombres como Penny,Tess, Stacy, entre otros ya son demasiado odiados por muchos ajjajjajaj
la verdad es que el secuestro de Logan (en el prefacio) me dio bastante intriga y nerviosismo y creo que eso fue lo que hizo que me encadene aun mas a la nove!!
y bueno pues...en este caso, me anoto como nueva lectora ajajja
espero que la sigas pronto, besos
-Jul!-
juli_leto
Re: Cruise control |Logan Henderson|
Juli gracias por pasarte por la novela. Bueno a mí Penny me gusta, pero tienes razón son nombres que suelen utilizarse con personajes poco agradable xDKathe!!
que te puedo decir, estuvo genial el prefacio y el primer capitulo claro, creo que nombres como Penny,Tess, Stacy, entre otros ya son demasiado odiados por muchos ajjajjajaj
la verdad es que el secuestro de Logan (en el prefacio) me dio bastante intriga y nerviosismo y creo que eso fue lo que hizo que me encadene aun mas a la nove!!
y bueno pues...en este caso, me anoto como nueva lectora ajajja
espero que la sigas pronto, besos
-Jul!-
Por eso hago el prefacio para que os quedéis con la intriga y os den ganas de leer la novela. De acuerdo, me alegra tenerte como nueva lectora.
P.D: ¡FELIZ CUMPLEAÑOS! <3.
indigo.
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Re: Cruise control |Logan Henderson|
hola kathe aqui reportandome como lectora
ufff que genial el prefacio y obiamente tambien el primer cap y como siempre me encanta como escribes
siguela pronto...
<3 besos <3 :(L):
ufff que genial el prefacio y obiamente tambien el primer cap y como siempre me encanta como escribes
siguela pronto...
<3 besos <3 :(L):
nati henderson
Re: Cruise control |Logan Henderson|
Nati, ¡estás aquí! me alegra tener a mis "viejas" lectoras en este nuevo proyecto, verdaderamente estoy emocionada con él, como lo estaba cuando empecé a escribir Stay Strong.hola kathe aqui reportandome como lectora
ufff que genial el prefacio y obiamente tambien el primer cap y como siempre me encanta como escribes
siguela pronto...
<3 besos <3
Es genial que te guste lo que llevo escrito. Y que te agrade mi forma de escribir.
Muchos besos, ya estoy escribiendo el próximo capítulo xD.
indigo.
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Re: Cruise control |Logan Henderson|
Capítulo 2: Split up.
-No, rotundamente no.
Dejé caer mi cuerpo cansado sobre el tronco del enorme pino, comenzaba a notar el cansancio acumulado, dos días enteros recorriendo Luisiana casi a la carrera y con escasos intervalos para descansar era un verdadero atentado para mi cuerpo.
Observaba severamente a Kendall, el que según mi criterio, había terminado de perder el sentido común, el juicio y todo rasgo de cordura. Él también me miraba, con esa mirada verde a juego con la gama de verdes que componían el bosque. Tenía las manos apoyadas sobre las rodillas mientras recuperaba el aliento.
-Fallen es la mejor opción, de hecho puede que sea nuestra única opción –trató de convencerme sin perder la calma.
Ante esas palabras sentí como la bilis subía por mi garganta. En mi interior sabía que tenía razón, si permanecías juntos nos atraparían en menos de un día, en dos si teníamos suerte. Pero en el último mes ya había experimentado demasiadas despedida. Primero, fue James en Lexington, una semana después fue Elena en Chattanooga, y hace dos semanas Carlos en Jackson. No había tenido noticias de ellos en todo ese tiempo, acordamos no ponernos en contacto hasta que no estuviésemos completamente seguros de que habíamos conseguido evadir a los sicarios una vez más. Pero la incertidumbre de si estaban bien o de si los habían atrapado nuestros enemigos, me mataba cada día un poco más.
-A veces pienso que debería darles el maldito colgante y terminar con todo esto.
Rendida dejé que mi cuerpo se deslizase hasta el suelo. Llevábamos dos años huyendo de SIP, pagando por la ambición de nuestros padres. El primer año fue toda una aventura, nos tomábamos esto como un videojuego, los buenos huyen de los malos, nos creíamos invencibles. Hasta que asesinaron a Dakota, la hermana pequeña de James.
-¿Y dejarles que se salgan con la suya? –me reprendió Kendall sin dar crédito a lo que oía.
SIP era una empresa que públicamente se dedicaba a investigar nuevas energías capaces de sustituir al petróleo, nuestros padres habían formado parte de esa empresa (antes de que los asesinaran hacía tres años). Estaban desarrollando un proyecto, “esto podría cambiar el mundo, Fallen”, me decía papá siempre que conseguían avanzar. Pero como bien se sabe, la ambición corrompe hasta el hombre más sabio y bondadoso. Eso le sucedió a Drake, uno de los científicos que participaba en el proyecto, corrompido por la ambición de poder comenzó a reclutar gente para la causa, causa desconocida para mí hasta la fecha, como también desconocía las consecuencias de que ese proyecto se llevase a la práctica bajo el mando de ese hombre.
-Ni siquiera sabemos que hay dentro de este colgante.
Agarré la cadena que llevaba al cuello, de la cual colgaba una chapa de metal, como las que solían llevar los militares, en ella estaban grabados los siguientes dígitos: 17-5-16-9-10-1. Como era de esperar tampoco conocíamos a qué pertenecían esos dígitos. Probamos con todo tipo de teorías, un número de teléfono, una dirección, una IP, unas coordenadas… pero nada.
-Lo averiguaremos, nuestros padres confiaron en nosotros. –trataba de animarme.
Nos pasaron el muerto, diría yo. Mi padre, la noche antes de ser asesinado, me confío el colgante, las palabras que siguieron a ese acto, son las primeras que acudían a mi mente todas las mañanas.
-Es de suma importancia que protejas el colgante, no puede llegar a sus manos. El orden natural cambiaría por completo si eso ocurriese.
-Papá, no me asustes… -gemí aterrada, como la niña de quince años que era en ese momento.
Me dio un abrazo de oso, de esos que hacían crujir los huesos de mi espalda. Solo me abrazaba así cuando debía marcharse de viaje.
-Escúchame, hay una mochila en tu habitación, tiene dinero suficiente para que puedas vivir durante bastante tiempo, en un sobre hay una nueva identidad para ti, a partir de ahora ya no eres Fallen Sky nunca más. –sus los dedos de sus manos se clavaban en mis hombros, al igual que la intensidad de su mirada azul –Ahora quiero que cojas esa mochila, vayas a casa de los Schmidt, ellos te explicarán lo demás.
Comencé a llorar, mi corazón me gritaba que era la despedida definitiva. Papá no volvería a casa del trabajo ese día, a partir de ese momento me cedía el relevo de algo de lo que no sabía nada.
-Te quiero –le dije lanzándome a sus brazos.
Hice lo que me dijo, y allí estaban todos esperándome. Ese fue el comienzo de nuestra aventura, ahora convertida en pesadilla.
¿Podía rendirme?, absolutamente podía hacerlo, pero no era lo correcto. Si mis padres perdieron su vida, y no solo ellos también los de los chicos. Valía la pena seguir con esto, valía la pena marear como patos a esos cabrones. Hasta que descubriésemos la verdad huir era nuestra baza más importante.
-Está bien, nos separaremos –suspiré.
-Volveremos a estar juntos, solo tenemos que confundirles. Es algo temporal –continuaba tranquilizándome Kendall.
Asentí, debía mentalizarme. A partir de este momento estaba sola sí, era temporal. Pero sola al fin y al cabo.
-¿Y bien? –esperé a que me diese indicaciones.
Estuve varios minutos con la vista perdida, sopesando la mejor opción. No podía creer que estaba a punto de separarme de él, no me había separado de él desde que teníamos tres años.
-Escóndete de en Texas, en Woodlands concretamente. Ellos no sospecharán que hemos acudido a una urbanización con dinero, donde la prensa local acude a menudo. Cuando llegues allí tira el móvil y quema tu actual identidad, Samanta Nelson ya no existe. Tienes efectivo suficiente para aguantar un mes por lo menos. Me pondré en contacto con Mossi para que te cree una nueva identidad y te mande indicaciones. Confía en que en dos meses a lo máximo, todos hayamos conseguido despistarlos. Y si llegan a encontrarte… –estaba a punto de proseguir, pero le interrumpí.
-Un tiro en la cabeza sin ningún tipo de remordimiento –finalicé.
Asintió. La despedida se acercaba irremediablemente, ¡dos meses sin noticias de ellos!, iba a ser todo un suplicio. Aunque mirándolo por el lado bueno, estaría en una de las ciudades más exclusivas de Texas, podría pegarme la buena vida.
-Prométeme que tendrás cuidado y que no llamarás la atención más de lo necesario. Nada de amigos, ni relaciones con chicos… -me advirtió con una ceja levantada.
Reconocía que solía tender a estar con chicos guapos si nos quedábamos el tiempo suficiente en una ciudad, una alegría de vez en cuando no sentaba mal a nadie.
-Lo prometo, y ten cuidado tú también.
Nos fundimos en un abrazo, la despedida había llegado. Mi estómago se revolvió por segunda vez, no sabía cuándo volvería a verle.
-Toma las llaves del coche –las cogí de su mano tratando de que la mía no temblara –En la mochila hay una peluca, entre en cualquier bar y póntela, además hay unas lentillas. Después coge el coche y en la frontera que limita con Texas abandónalo, pero que no esté a la vista.
-Lo sé, me las arreglaré sola, no hace falta que me des indicaciones de todo lo que tengo que hacer –bromeé, a veces era demasiado calculador.
Agarré la mochila y me la colgué. No sin antes sacar la pistola y guardármela en la cinturilla del pantalón.
-Nos vemos pronto –se despidió Kendall.
Sonreí, sí confiaba en que así fuese. Todavía nos quedaba mucho por averiguar y mucho que hacer pagar, juntos como siempre había sido.
Sin pensarlo dos veces eché a correr en dirección oeste, justo por el lado puesto en el que habíamos dejado atrás a los matones. Mientras corría y pensaba en cuáles serían los pasos que iba a dar Kendall, trataba de no arañarme demasiado con las ramas y la maleza.
Quince minutos después salí a una de las carreteras secundarias de la ciudad, ya había anochecido, por lo que podía ver habíamos permanecido más de tres horas dentro de ese bosque. Caminé en dirección a la ciudad rezando porque ningún sicario se encontrase por allí. Recorrí un par de calles escondida en la sombra, con la capucha puesta. Mi pelo rubio podía delatarme. Me introduje en un bar que se encontraba vacío, salvo por la camarera regordeta que mascaba chicle y leía una revista.
-Perdona. –dije al entrar.
Ella elevó la vista y me dedicó una sonrisa, esperando a que hablase.
-¿Te importa qué utilice el aseo? –puse mi cara más inocente.
-No, claro –me invitó señalando la puerta con la mano.
Sonreí a modo de agradecimiento y no me entretuve más. El baño estaba un poco sucio pero era lo mejor que tenía. Cambié mi sudadera por un chaqueta negra también con capucha y unos jeans oscuros, solo conservé las botas. Agarré mi pelo en un moño y me puse la peluca, era castaña y me llegaba por los hombros. Por último me puse las lentillas, de color marrón también. La chica que me observaba en el espejo era otra, así no me reconocerían. Guardé mi antigua vestimenta en la mochila y volví a colgármela. Vi que en el último lavaba había una ventana lo suficientemente grande para que pudiera colarme por ella, no quería explicarle a la camarera porque había hecho cambiar mi aspecto.
Me subí en la vitrina y de un salto me colé por el ventanal. Caí al suelo de pie, sorprendentemente. Observé le callejón y no había nadie, corrí por las calles hasta llegar al coche, un viejo Escarabajo del 85, lo habíamos cambiado por el BMV cuando llegamos a Luisiana. Arranqué el motor y puse rumbo a Woodlands, sin saber lo que encontraría allí.
Dejé caer mi cuerpo cansado sobre el tronco del enorme pino, comenzaba a notar el cansancio acumulado, dos días enteros recorriendo Luisiana casi a la carrera y con escasos intervalos para descansar era un verdadero atentado para mi cuerpo.
Observaba severamente a Kendall, el que según mi criterio, había terminado de perder el sentido común, el juicio y todo rasgo de cordura. Él también me miraba, con esa mirada verde a juego con la gama de verdes que componían el bosque. Tenía las manos apoyadas sobre las rodillas mientras recuperaba el aliento.
-Fallen es la mejor opción, de hecho puede que sea nuestra única opción –trató de convencerme sin perder la calma.
Ante esas palabras sentí como la bilis subía por mi garganta. En mi interior sabía que tenía razón, si permanecías juntos nos atraparían en menos de un día, en dos si teníamos suerte. Pero en el último mes ya había experimentado demasiadas despedida. Primero, fue James en Lexington, una semana después fue Elena en Chattanooga, y hace dos semanas Carlos en Jackson. No había tenido noticias de ellos en todo ese tiempo, acordamos no ponernos en contacto hasta que no estuviésemos completamente seguros de que habíamos conseguido evadir a los sicarios una vez más. Pero la incertidumbre de si estaban bien o de si los habían atrapado nuestros enemigos, me mataba cada día un poco más.
-A veces pienso que debería darles el maldito colgante y terminar con todo esto.
Rendida dejé que mi cuerpo se deslizase hasta el suelo. Llevábamos dos años huyendo de SIP, pagando por la ambición de nuestros padres. El primer año fue toda una aventura, nos tomábamos esto como un videojuego, los buenos huyen de los malos, nos creíamos invencibles. Hasta que asesinaron a Dakota, la hermana pequeña de James.
-¿Y dejarles que se salgan con la suya? –me reprendió Kendall sin dar crédito a lo que oía.
SIP era una empresa que públicamente se dedicaba a investigar nuevas energías capaces de sustituir al petróleo, nuestros padres habían formado parte de esa empresa (antes de que los asesinaran hacía tres años). Estaban desarrollando un proyecto, “esto podría cambiar el mundo, Fallen”, me decía papá siempre que conseguían avanzar. Pero como bien se sabe, la ambición corrompe hasta el hombre más sabio y bondadoso. Eso le sucedió a Drake, uno de los científicos que participaba en el proyecto, corrompido por la ambición de poder comenzó a reclutar gente para la causa, causa desconocida para mí hasta la fecha, como también desconocía las consecuencias de que ese proyecto se llevase a la práctica bajo el mando de ese hombre.
-Ni siquiera sabemos que hay dentro de este colgante.
Agarré la cadena que llevaba al cuello, de la cual colgaba una chapa de metal, como las que solían llevar los militares, en ella estaban grabados los siguientes dígitos: 17-5-16-9-10-1. Como era de esperar tampoco conocíamos a qué pertenecían esos dígitos. Probamos con todo tipo de teorías, un número de teléfono, una dirección, una IP, unas coordenadas… pero nada.
-Lo averiguaremos, nuestros padres confiaron en nosotros. –trataba de animarme.
Nos pasaron el muerto, diría yo. Mi padre, la noche antes de ser asesinado, me confío el colgante, las palabras que siguieron a ese acto, son las primeras que acudían a mi mente todas las mañanas.
-Es de suma importancia que protejas el colgante, no puede llegar a sus manos. El orden natural cambiaría por completo si eso ocurriese.
-Papá, no me asustes… -gemí aterrada, como la niña de quince años que era en ese momento.
Me dio un abrazo de oso, de esos que hacían crujir los huesos de mi espalda. Solo me abrazaba así cuando debía marcharse de viaje.
-Escúchame, hay una mochila en tu habitación, tiene dinero suficiente para que puedas vivir durante bastante tiempo, en un sobre hay una nueva identidad para ti, a partir de ahora ya no eres Fallen Sky nunca más. –sus los dedos de sus manos se clavaban en mis hombros, al igual que la intensidad de su mirada azul –Ahora quiero que cojas esa mochila, vayas a casa de los Schmidt, ellos te explicarán lo demás.
Comencé a llorar, mi corazón me gritaba que era la despedida definitiva. Papá no volvería a casa del trabajo ese día, a partir de ese momento me cedía el relevo de algo de lo que no sabía nada.
-Te quiero –le dije lanzándome a sus brazos.
Hice lo que me dijo, y allí estaban todos esperándome. Ese fue el comienzo de nuestra aventura, ahora convertida en pesadilla.
¿Podía rendirme?, absolutamente podía hacerlo, pero no era lo correcto. Si mis padres perdieron su vida, y no solo ellos también los de los chicos. Valía la pena seguir con esto, valía la pena marear como patos a esos cabrones. Hasta que descubriésemos la verdad huir era nuestra baza más importante.
-Está bien, nos separaremos –suspiré.
-Volveremos a estar juntos, solo tenemos que confundirles. Es algo temporal –continuaba tranquilizándome Kendall.
Asentí, debía mentalizarme. A partir de este momento estaba sola sí, era temporal. Pero sola al fin y al cabo.
-¿Y bien? –esperé a que me diese indicaciones.
Estuve varios minutos con la vista perdida, sopesando la mejor opción. No podía creer que estaba a punto de separarme de él, no me había separado de él desde que teníamos tres años.
-Escóndete de en Texas, en Woodlands concretamente. Ellos no sospecharán que hemos acudido a una urbanización con dinero, donde la prensa local acude a menudo. Cuando llegues allí tira el móvil y quema tu actual identidad, Samanta Nelson ya no existe. Tienes efectivo suficiente para aguantar un mes por lo menos. Me pondré en contacto con Mossi para que te cree una nueva identidad y te mande indicaciones. Confía en que en dos meses a lo máximo, todos hayamos conseguido despistarlos. Y si llegan a encontrarte… –estaba a punto de proseguir, pero le interrumpí.
-Un tiro en la cabeza sin ningún tipo de remordimiento –finalicé.
Asintió. La despedida se acercaba irremediablemente, ¡dos meses sin noticias de ellos!, iba a ser todo un suplicio. Aunque mirándolo por el lado bueno, estaría en una de las ciudades más exclusivas de Texas, podría pegarme la buena vida.
-Prométeme que tendrás cuidado y que no llamarás la atención más de lo necesario. Nada de amigos, ni relaciones con chicos… -me advirtió con una ceja levantada.
Reconocía que solía tender a estar con chicos guapos si nos quedábamos el tiempo suficiente en una ciudad, una alegría de vez en cuando no sentaba mal a nadie.
-Lo prometo, y ten cuidado tú también.
Nos fundimos en un abrazo, la despedida había llegado. Mi estómago se revolvió por segunda vez, no sabía cuándo volvería a verle.
-Toma las llaves del coche –las cogí de su mano tratando de que la mía no temblara –En la mochila hay una peluca, entre en cualquier bar y póntela, además hay unas lentillas. Después coge el coche y en la frontera que limita con Texas abandónalo, pero que no esté a la vista.
-Lo sé, me las arreglaré sola, no hace falta que me des indicaciones de todo lo que tengo que hacer –bromeé, a veces era demasiado calculador.
Agarré la mochila y me la colgué. No sin antes sacar la pistola y guardármela en la cinturilla del pantalón.
-Nos vemos pronto –se despidió Kendall.
Sonreí, sí confiaba en que así fuese. Todavía nos quedaba mucho por averiguar y mucho que hacer pagar, juntos como siempre había sido.
Sin pensarlo dos veces eché a correr en dirección oeste, justo por el lado puesto en el que habíamos dejado atrás a los matones. Mientras corría y pensaba en cuáles serían los pasos que iba a dar Kendall, trataba de no arañarme demasiado con las ramas y la maleza.
Quince minutos después salí a una de las carreteras secundarias de la ciudad, ya había anochecido, por lo que podía ver habíamos permanecido más de tres horas dentro de ese bosque. Caminé en dirección a la ciudad rezando porque ningún sicario se encontrase por allí. Recorrí un par de calles escondida en la sombra, con la capucha puesta. Mi pelo rubio podía delatarme. Me introduje en un bar que se encontraba vacío, salvo por la camarera regordeta que mascaba chicle y leía una revista.
-Perdona. –dije al entrar.
Ella elevó la vista y me dedicó una sonrisa, esperando a que hablase.
-¿Te importa qué utilice el aseo? –puse mi cara más inocente.
-No, claro –me invitó señalando la puerta con la mano.
Sonreí a modo de agradecimiento y no me entretuve más. El baño estaba un poco sucio pero era lo mejor que tenía. Cambié mi sudadera por un chaqueta negra también con capucha y unos jeans oscuros, solo conservé las botas. Agarré mi pelo en un moño y me puse la peluca, era castaña y me llegaba por los hombros. Por último me puse las lentillas, de color marrón también. La chica que me observaba en el espejo era otra, así no me reconocerían. Guardé mi antigua vestimenta en la mochila y volví a colgármela. Vi que en el último lavaba había una ventana lo suficientemente grande para que pudiera colarme por ella, no quería explicarle a la camarera porque había hecho cambiar mi aspecto.
Me subí en la vitrina y de un salto me colé por el ventanal. Caí al suelo de pie, sorprendentemente. Observé le callejón y no había nadie, corrí por las calles hasta llegar al coche, un viejo Escarabajo del 85, lo habíamos cambiado por el BMV cuando llegamos a Luisiana. Arranqué el motor y puse rumbo a Woodlands, sin saber lo que encontraría allí.
indigo.
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Re: Cruise control |Logan Henderson|
Muy bien...Ha llegado la persona más importante en tu vida e.é ok'no ._.
Estoy furiosa por que no me avisaste de que habias hecho un nuevo tema ¬¬ siempre tengo que estar pendiente de ti y de lo que haces {aunque si, soy muy buena e.é jajaja ok'no estoy furiosa !Estamos furiosas!} Solo tuve tiempo de leer la sinopsis y los personajes...dejame decirte que me encantaron!!!
Espero tener tiempo para alcanzarlas C:
Te amo!
Estoy furiosa por que no me avisaste de que habias hecho un nuevo tema ¬¬ siempre tengo que estar pendiente de ti y de lo que haces {aunque si, soy muy buena e.é jajaja ok'no estoy furiosa !Estamos furiosas!} Solo tuve tiempo de leer la sinopsis y los personajes...dejame decirte que me encantaron!!!
Espero tener tiempo para alcanzarlas C:
Te amo!
Invitado
Invitado
Re: Cruise control |Logan Henderson|
HOLA KATHE!!!
OH MY RUSH!!
AMEE EL CAPITULO!
AWWS ME DIO COSA LO QUE PASO CON EL PAPA DE FALLEN Y QUE SE TUVO QUE DESPEDIR DE KENDALL
PLIS SIGUELA CUANDO PUEDAS PLIS!!
YA QUIERO SABER SI CONOSERA A LOGAN!!
BESOS!
OH MY RUSH!!
AMEE EL CAPITULO!
AWWS ME DIO COSA LO QUE PASO CON EL PAPA DE FALLEN Y QUE SE TUVO QUE DESPEDIR DE KENDALL
PLIS SIGUELA CUANDO PUEDAS PLIS!!
YA QUIERO SABER SI CONOSERA A LOGAN!!
BESOS!
Daneiva S.
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