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Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
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JOE joe y tu TERMINADA
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
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Re: JOE joe y tu TERMINADA
Joe controlador.
Me gustó eso.
Asentí con la cabeza.
— No te pongas nerviosa o tímida acerca de esta mierda, ________________. Te llevaré tan lejos como tú quieras ir, siempre y cuando me sienta cómodo con esto. No te quedes en cualquier cosa con la que no te sientas cómoda o viceversa. Si voy demasiado lejos, dices la palabra de seguridad. No dudes y yo me retirare de inmediato. Sin repercusiones, bebé, y yo no me sentiré decepcionado. Te lo prometo. Sólo tenemos lo que tenemos justo ahora, estoy de buenas. Y si esto va al otro extremo, y te gusta algo y quieres más, también me lo dices. Y te lo voy a dar. ¿Sí?-
Asentí con la cabeza.
Sus ojos sosteniendo los míos.
Luego preguntó suavemente:
— Ahora, mientras estoy comiendo panqueques, ¿estoy en busca de inspiración?
Asentí con la cabeza otra vez.
Sonrió de nuevo, lento, perezoso y malvado.
Mis piernas comenzaron a temblar.
— Come,- susurró luego me dejo ir.
Tomé una bocanada de aire para estabilizarme y dirigí mi atención a mis panqueuqes.
Conseguí dos mordiscos antes de que mi bolso colocado cerca del lugar de Joe comenzara a sonar. Él extendió la mano, lo arrastró hasta el otro lado de la encimera hacia él, buscó y sacó el teléfono.
Miró la pantalla, me miró y me lo ofreció, murmurando:
— Sandrine.
Lo tomé de él, tragué, tomé la llamada y puse el teléfono en mi oreja.
— Hola, cariño.
— ¿________________?
Ante su voz temblorosa y aterrada, mi espalda se disparó enderezándose antes de congelarme.
— Sandrine, ¿dónde estás? ¿Cuál es el problema?- Le pregunté y sentía a Joe ponerse alerta a mi lado.
— Oh Dios... ________________,- susurró ella, las palabras quebrándose luego se echó a llorar.
Mis ojos se dispararon hacia Joe que me estaba estudiando, la cara blanca, los ojos vigilantes y pensativos, pero hablé hacia el teléfono.
— Sandrine, cariño, habla conmigo. ¿Qué está pasando? ¿Dónde…?- Entonces, mi teléfono ya no estaba en mi oído. Fue de la mano de Joe a su oído.
— Sandrine. Este es Joe. Concéntrate. Dos minutos. ¿Estás en problemas?- Se detuvo mientras yo lo miraba, con los ojos pegados a su cara impasible. — Correcto. ¿Sabes dónde estás?
Otra pausa mientras yo empezaba a temblar. Joe me miró, levantó su otra mano, chasqueó los dedos una vez y luego señaló a su teléfono.
— ¿Él todavía está ahí?- preguntó Joe mientras yo saltaba del taburete y corría hacia su teléfono.
Oh Dios.
Oh Dios.
— Esto tiene que ser sincero, Sandrine, así que dímelo directamente. ¿Él te obliga a hacerlo o tú solo lo hiciste?-
¡Oh Dios!
¡Oh Dios!
Agarré el teléfono de Joe y corrí hacia él.
— Bien, Sandrine. Sincero es bueno. Mantente firme. ¿Te acuerdas del tipo que te dio el aventón el fin de semana pasado?- Yo extendí su teléfono hacia él, lo tomó y me quedé parada cerca, escuchando firme. — Bien. O él o yo estaremos allí pronto. Los dos estamos llegando. Vamos a tratar con el tipo y vamos a sacarte de ahí. Mantente firme. No hagas nada estúpido. Evita a este tipo mientras esperas si puedes. ¿Estás conmigo? - Otra pausa y luego, — Bien. ¿Vas a mantenerte firme?- Él esperó. Yo esperé. Entonces, — Bien, Sandrine. Alguien está llegando. Te estoy dejando ir ahora. ¿De acuerdo?- Se detuvo entonces, — Estará allí pronto.
Él apagó mi teléfono y me lo entregó, pero inmediatamente comenzó a pisar botones en el suyo.
— Sé que estás asustada, cariño, pero conseguí meter a Kurt en juego,- murmuró.
— Está bien,- susurré.
Incluso podía oír el miedo en mi voz, así que sabía por qué sus ojos se deslizaban hacia mí. También sabía por qué su mano se levantó y se curvó, firme, caliente y apretada alrededor del costado de mi cuello mientras levantaba el teléfono a su oreja.
— ¿Kurt? Sí, Joe. Tengo una situación. Te necesito en el juego.- Le dio una dirección y un resumen sucinto de la situación que no me decía nada, entonces, — Yo también estaré allí cuando llegues o te veré allí. No esperes para entrar. Ella está esperando a uno o a ambos. Llega allí primero, sácala y tráela aquí. El que esté fuera lidia de último con el tipo. ¿Supongo? Incapaz pero listo. ¿Sí?- Estuvo callado luego, — Después.
Él apretó un botón y me miró.
Tomé aliento.
Joe me lo dio.
— No es tan malo como tú piensas, pero es un lío. Ella salió anoche, se encontró bebida, y conectó. De su dirección, el tipo tiene dinero. Se fue a casa con él. Le ofreció algo que era para mejorar el estado de ánimo, no estaba entusiasmada pero estaba tan decidida así que lo tomó. Él le dio demasiado. El viaje fue malo. Ella no recuerda mucho. Todavía está hecha un lío, probablemente drogada, definitivamente borracha. Pero no está lo suficiente de ambos para no darse cuenta de que está asustada. Él no está dejándola irse. No sé por qué, sólo puede ser porque ella tiene un mal viaje y borracha y está preocupado así que no está dejándola que se vaya, podría ser que él es un idiota. Pero voy a averiguarlo y tratar con él. ¿Una o ambas de ustedes, y Vivica, tenían acceso a su casa?
— Ambas,- susurré.
— Mueve a Vivica. Ropa, ropa interior, lo que sea que las perras de mierda necesiten. Consigue que lleve su culo allí para buscarlo y tráela aquí para cuando yo traiga a Sandrine. No sé lo que ella tomó, así que no sé lo que tenemos en nuestras manos. Aún podría tener problemas. ¿Lo entendiste?
Asentí con la cabeza.
— Me tengo que ir,- me dijo.
Asentí con la cabeza otra vez.
Se inclinó rápidamente para darme un beso aún más rápido, luego se fue.
Contuve el aliento cuando levanté el teléfono para llamar a Vivica.
Entonces pensé que ese día no estaba resultando tan dorado.
Entonces pensé, Sandrine, ella va a ser la muerte para mí.
Me gustó eso.
Asentí con la cabeza.
— No te pongas nerviosa o tímida acerca de esta mierda, ________________. Te llevaré tan lejos como tú quieras ir, siempre y cuando me sienta cómodo con esto. No te quedes en cualquier cosa con la que no te sientas cómoda o viceversa. Si voy demasiado lejos, dices la palabra de seguridad. No dudes y yo me retirare de inmediato. Sin repercusiones, bebé, y yo no me sentiré decepcionado. Te lo prometo. Sólo tenemos lo que tenemos justo ahora, estoy de buenas. Y si esto va al otro extremo, y te gusta algo y quieres más, también me lo dices. Y te lo voy a dar. ¿Sí?-
Asentí con la cabeza.
Sus ojos sosteniendo los míos.
Luego preguntó suavemente:
— Ahora, mientras estoy comiendo panqueques, ¿estoy en busca de inspiración?
Asentí con la cabeza otra vez.
Sonrió de nuevo, lento, perezoso y malvado.
Mis piernas comenzaron a temblar.
— Come,- susurró luego me dejo ir.
Tomé una bocanada de aire para estabilizarme y dirigí mi atención a mis panqueuqes.
Conseguí dos mordiscos antes de que mi bolso colocado cerca del lugar de Joe comenzara a sonar. Él extendió la mano, lo arrastró hasta el otro lado de la encimera hacia él, buscó y sacó el teléfono.
Miró la pantalla, me miró y me lo ofreció, murmurando:
— Sandrine.
Lo tomé de él, tragué, tomé la llamada y puse el teléfono en mi oreja.
— Hola, cariño.
— ¿________________?
Ante su voz temblorosa y aterrada, mi espalda se disparó enderezándose antes de congelarme.
— Sandrine, ¿dónde estás? ¿Cuál es el problema?- Le pregunté y sentía a Joe ponerse alerta a mi lado.
— Oh Dios... ________________,- susurró ella, las palabras quebrándose luego se echó a llorar.
Mis ojos se dispararon hacia Joe que me estaba estudiando, la cara blanca, los ojos vigilantes y pensativos, pero hablé hacia el teléfono.
— Sandrine, cariño, habla conmigo. ¿Qué está pasando? ¿Dónde…?- Entonces, mi teléfono ya no estaba en mi oído. Fue de la mano de Joe a su oído.
— Sandrine. Este es Joe. Concéntrate. Dos minutos. ¿Estás en problemas?- Se detuvo mientras yo lo miraba, con los ojos pegados a su cara impasible. — Correcto. ¿Sabes dónde estás?
Otra pausa mientras yo empezaba a temblar. Joe me miró, levantó su otra mano, chasqueó los dedos una vez y luego señaló a su teléfono.
— ¿Él todavía está ahí?- preguntó Joe mientras yo saltaba del taburete y corría hacia su teléfono.
Oh Dios.
Oh Dios.
— Esto tiene que ser sincero, Sandrine, así que dímelo directamente. ¿Él te obliga a hacerlo o tú solo lo hiciste?-
¡Oh Dios!
¡Oh Dios!
Agarré el teléfono de Joe y corrí hacia él.
— Bien, Sandrine. Sincero es bueno. Mantente firme. ¿Te acuerdas del tipo que te dio el aventón el fin de semana pasado?- Yo extendí su teléfono hacia él, lo tomó y me quedé parada cerca, escuchando firme. — Bien. O él o yo estaremos allí pronto. Los dos estamos llegando. Vamos a tratar con el tipo y vamos a sacarte de ahí. Mantente firme. No hagas nada estúpido. Evita a este tipo mientras esperas si puedes. ¿Estás conmigo? - Otra pausa y luego, — Bien. ¿Vas a mantenerte firme?- Él esperó. Yo esperé. Entonces, — Bien, Sandrine. Alguien está llegando. Te estoy dejando ir ahora. ¿De acuerdo?- Se detuvo entonces, — Estará allí pronto.
Él apagó mi teléfono y me lo entregó, pero inmediatamente comenzó a pisar botones en el suyo.
— Sé que estás asustada, cariño, pero conseguí meter a Kurt en juego,- murmuró.
— Está bien,- susurré.
Incluso podía oír el miedo en mi voz, así que sabía por qué sus ojos se deslizaban hacia mí. También sabía por qué su mano se levantó y se curvó, firme, caliente y apretada alrededor del costado de mi cuello mientras levantaba el teléfono a su oreja.
— ¿Kurt? Sí, Joe. Tengo una situación. Te necesito en el juego.- Le dio una dirección y un resumen sucinto de la situación que no me decía nada, entonces, — Yo también estaré allí cuando llegues o te veré allí. No esperes para entrar. Ella está esperando a uno o a ambos. Llega allí primero, sácala y tráela aquí. El que esté fuera lidia de último con el tipo. ¿Supongo? Incapaz pero listo. ¿Sí?- Estuvo callado luego, — Después.
Él apretó un botón y me miró.
Tomé aliento.
Joe me lo dio.
— No es tan malo como tú piensas, pero es un lío. Ella salió anoche, se encontró bebida, y conectó. De su dirección, el tipo tiene dinero. Se fue a casa con él. Le ofreció algo que era para mejorar el estado de ánimo, no estaba entusiasmada pero estaba tan decidida así que lo tomó. Él le dio demasiado. El viaje fue malo. Ella no recuerda mucho. Todavía está hecha un lío, probablemente drogada, definitivamente borracha. Pero no está lo suficiente de ambos para no darse cuenta de que está asustada. Él no está dejándola irse. No sé por qué, sólo puede ser porque ella tiene un mal viaje y borracha y está preocupado así que no está dejándola que se vaya, podría ser que él es un idiota. Pero voy a averiguarlo y tratar con él. ¿Una o ambas de ustedes, y Vivica, tenían acceso a su casa?
— Ambas,- susurré.
— Mueve a Vivica. Ropa, ropa interior, lo que sea que las perras de mierda necesiten. Consigue que lleve su culo allí para buscarlo y tráela aquí para cuando yo traiga a Sandrine. No sé lo que ella tomó, así que no sé lo que tenemos en nuestras manos. Aún podría tener problemas. ¿Lo entendiste?
Asentí con la cabeza.
— Me tengo que ir,- me dijo.
Asentí con la cabeza otra vez.
Se inclinó rápidamente para darme un beso aún más rápido, luego se fue.
Contuve el aliento cuando levanté el teléfono para llamar a Vivica.
Entonces pensé que ese día no estaba resultando tan dorado.
Entonces pensé, Sandrine, ella va a ser la muerte para mí.
* * * * *
jamileth
Re: JOE joe y tu TERMINADA
— Mierda, maldición, estúpida Sandrine. Si conseguimos acomodarla, le voy a patear su culo flaco y blanco.
Esta era Vivica, recorriendo el descanso entre la cocina y la sala de estar hundida, despotricando.
— Viv,- dije en voz baja y se detuvo y posó sus ojos en mí.
— La buena noticia es, que nunca he estado aquí. Sandrine dijo que este pesebre era dulce. Ella no dijo que era tan malditamente dulce. La mala noticia es, que tú tienes un corazón de oro puro. Vas a ser todo lo de Mamá va a hacerlo mejor, cuando lo que deberías hacer es que hasta lo que es mejor sea entonces lo que tú necesitas para apoyarme, haces esto otra vez, y Mamá va a patear tu culo flaco y blanco.
Apreté los labios.
Mi teléfono sonó en mi mano.
Salté, lo miró, vi que la llamada era de Joe, la tomé y lo puse a mi oído.
— Cariño,- susurré.
— Nena, la tengo. Nos dirigimos allá, ella está jodida. Estamos a diez minutos. Cuando lleguemos allí, estarás en servicio. ¿Conseguiste a Vivica?
— Viv está aquí.
— Bien. Primero ducha. La que está en el vestíbulo.
— Está bien, pero, ¿deberíamos llevarla al hospital?
— Mala droga mezclada con alcohol, pero si ella iba a dejar de respirar, lo habría hecho hace horas.
— ¿Qué tomó?
— Mejor pregunta, ¿que no tomó? Fumó metanfetamina. Se puso acelerada, él se asustó, le dio una mierda para bajarla. Ella descendió, le dio una mierda para regresarla. El hijo de puta tiene dinero así que también tiene una farmacia y no todo del tipo legal. Todo eso en su cabeza siendo completamente mezclado.
Contuve el aliento.
Joe siguió hablando.
— Kurt está tratando con él.
Oh, muchacho.
Joe continuó:
— Las toallas en el baño de la sala están limpias. Ella probablemente va a estrellarse pronto. Eso es lo que va a ocurrir en la sala de TV o algo así. Y un tazón. Joder sabes, ella todavía podría vomitar aunque el tío con el que ella estaba dijo que ha estado haciendo mucho eso, pero él no necesitó decirme ya que lo olí en su casa. Ese es probablemente el por qué ella sigue respirando. Si tiene que hacerlo de nuevo, tengo la maldita esperanza de que espere a que esté fuera de mi auto.
Yo también. Los Aston Martin y el vómito de un borracho / drogado no van de la mano.
O cualquier vómito.
Dios, Sandrine.
— Está bien, cariño,- dije en voz baja.
— Estaré allí pronto. Hasta más tarde.
— Hasta más tarde.
Desconecté el teléfono y mis ojos fueron a Viv.
— Están cerca. Vamos arriba,-dije.
— ¿He dicho hoy que lo amo?- Respondió.
Sonreí, era inesperado, era feliz, era esperanzador.
— No,- dije en voz baja y luego suspiré, — pero sí.
Entonces puse el teléfono en el mostrador y me dirigí al baño de la sala.
Salí furiosa, mirando a una frenética Vivica y a la ahora durmiente Sandrine en la sala de televisión y caminé por el pasillo para encontrar a Joe.
Mientras yo iba, Kurt cruzó la entrada de la sala.
Sus ojos se fijaron en mí, su barbilla se levantó, él gruñó:
—Hola,- pero no detuvo su paso y así desapareció.
Mientras llegaba al final del pasillo, me detuve y miré a la izquierda a la puerta principal para verla cerrándose. Entonces miré a la derecha y vi a Joe fuera fumando.
Entré allí.
Él tenía las caderas contra la barandilla mirándome incluso antes de que llegara a la puerta.
Una vez que crucé y la cerré detrás de mí, dije:
— Ella está durmiendo.
— Bien. Ella se despierta, se sentirá como la mierda pero aún así tú no dudes en arrancar a esa perra de un nuevo y maldito gilipollas.
Me detuve a más de medio metro de distancia y apreté los labios.
— Te detuviste demasiado pronto,- me informó él y me moví el resto del camino.
Al instante pasó un brazo alrededor de mi cintura y tiró de mí, así que estaba descansando la mayor parte de mi peso sobre él. Levanté mis manos y las puse ligeramente en su pecho.
— Lo siento, Joe. Ella arruinó nuestro domingo dorado,- digo en voz baja.
— Sí, lo hizo y estoy enojado por eso. Estoy enojado por el estado en que la encontré. Enojado porque tuve que lidiar con esa mierda. Furioso porque tuviera que joder el domingo de Kurt llamándolo. Estoy enojado porque tu grupo no está aquí para tener una cena agradable y un poco de vino, sino para tratar con esa mierda. Y cabreado absolutamente de que estén aquí, porque te tengo todo el día, querías que me inspirara y yo estaba esperando eso.
Su brazo me dio un apretón. — Pero el asunto es, ________________, que deberías estar enojada por todo esto también y muchísimo más que yo. Esta perra es tu perra y si ella no se vuelve inteligente rápido, esta tendencia incipiente hacia la creación de escenas malas que están volviéndose peor se va a salir de la manos.
Él estaba en lo correcto.
Así que acepté en silencio:
— Sí.
— Tu otra puta parece digna de ser atada y colgada, dejándola perder la piel de sus dientes. Tú deberías estarlo también,- dijo.
— Eso es lo que dice Viv.
— Ella tiene razón y yo también.
Apreté los labios.
Joe observaba, dio una calada a su cigarrillo, exhaló el humo en uno fino y molesto chorro, luego lo aplastó en el cenicero de la barandilla. Entonces, sus dos brazos se envolvieron alrededor de mí.
— Correcto,- comenzó él. — Kurt tiene la historia completa y la mierda de este es, que este tipo de anoche, está cargado. Serio como la mierda. Y algo más, él ha tenido el ojo puesto en Sandrine hace un tiempo. Y no para follarla y jugar con ella en formas que no quiere. Al estúpido cabrón realmente le gustaba ella. Pensó que era su obligación demostrarle algo a ella. Fiestero. Jugador. Hombre grande. Rodar alto. Enseñarle que tiene conexiones. Él es genial. Saltar a la puta escena. No sé cómo este tío hace su dinero, pero él tiene toda la maldita confianza. Nunca ha fumado ni siquiera metanfetamina. Por qué el hijo de puta la tenía está más allá de mí. Esos dos fumando metanfetamina cuando ninguno de los dos sabía qué coño estaban haciendo es tan jodidamente ridículo que ni siquiera puedo comenzar a describirlo. Tener metanfetamina en absoluto es traficar. Ese no es mi problema. Mi problema es, que tengo a una mujer que tiene a una chica que tiene su cabeza atascada hasta el momento en el culo, y ella no puede malditamente verlo. Este hombre era su boleto. Y en lugar de sólo ser elegante, hermosa y dulce, se sacó a sí misma de allí cuando este chico sólo quería lo elegante, hermoso y dulce para poner el mundo a sus pies así ella habría conseguido su polla y, probablemente, tomaría el tiempo suficiente para conseguir su anillo en su dedo, hacer bebés y echarla a perder hasta que ella muriera. Ahora, él tiene vomito sobre toda su casa, ha recibido la visita de Kurt y yo lo que fue extremo y si ella estuvo lo suficientemente controlada para darle su número, él probablemente lo ha borrado de su agenda ahora mismo, si no lo ha hecho ya. Así que ese es mi problema, ________________, porque tú y Vivica no tiran de su cabeza fuera de su culo, esto va a seguir siendo tu problema y, a través de ti mío, por mucho tiempo. Y te voy a dar esta advertencia, si un hombre folla con ella lo que significa que a través de ella tú experimentes un bloqueo, y me estoy refiriendo a que él la viole en su cita o estamos haciendo un viaje al hospital por cualquier maldita razón, por asociación, ella consigue mis servicios. Y eso significa, que el tipo que lo hizo está respirando a través de un tubo y eso es sólo si estoy en un buen estado de ánimo lo suficiente para dejarlo respirar.
Yo contuve la respiración y sostuve sus ojos.
Joe siguió hablando.
— No estoy bromeando. Tampoco estoy exagerando. Así que ahórrame esa molestia y tira su cabeza fuera de su culo.
— Está bien, Joe.
bueno chicas hasta aqui el cap :D
bueno cuidense :bye:
Esta era Vivica, recorriendo el descanso entre la cocina y la sala de estar hundida, despotricando.
— Viv,- dije en voz baja y se detuvo y posó sus ojos en mí.
— La buena noticia es, que nunca he estado aquí. Sandrine dijo que este pesebre era dulce. Ella no dijo que era tan malditamente dulce. La mala noticia es, que tú tienes un corazón de oro puro. Vas a ser todo lo de Mamá va a hacerlo mejor, cuando lo que deberías hacer es que hasta lo que es mejor sea entonces lo que tú necesitas para apoyarme, haces esto otra vez, y Mamá va a patear tu culo flaco y blanco.
Apreté los labios.
Mi teléfono sonó en mi mano.
Salté, lo miró, vi que la llamada era de Joe, la tomé y lo puse a mi oído.
— Cariño,- susurré.
— Nena, la tengo. Nos dirigimos allá, ella está jodida. Estamos a diez minutos. Cuando lleguemos allí, estarás en servicio. ¿Conseguiste a Vivica?
— Viv está aquí.
— Bien. Primero ducha. La que está en el vestíbulo.
— Está bien, pero, ¿deberíamos llevarla al hospital?
— Mala droga mezclada con alcohol, pero si ella iba a dejar de respirar, lo habría hecho hace horas.
— ¿Qué tomó?
— Mejor pregunta, ¿que no tomó? Fumó metanfetamina. Se puso acelerada, él se asustó, le dio una mierda para bajarla. Ella descendió, le dio una mierda para regresarla. El hijo de puta tiene dinero así que también tiene una farmacia y no todo del tipo legal. Todo eso en su cabeza siendo completamente mezclado.
Contuve el aliento.
Joe siguió hablando.
— Kurt está tratando con él.
Oh, muchacho.
Joe continuó:
— Las toallas en el baño de la sala están limpias. Ella probablemente va a estrellarse pronto. Eso es lo que va a ocurrir en la sala de TV o algo así. Y un tazón. Joder sabes, ella todavía podría vomitar aunque el tío con el que ella estaba dijo que ha estado haciendo mucho eso, pero él no necesitó decirme ya que lo olí en su casa. Ese es probablemente el por qué ella sigue respirando. Si tiene que hacerlo de nuevo, tengo la maldita esperanza de que espere a que esté fuera de mi auto.
Yo también. Los Aston Martin y el vómito de un borracho / drogado no van de la mano.
O cualquier vómito.
Dios, Sandrine.
— Está bien, cariño,- dije en voz baja.
— Estaré allí pronto. Hasta más tarde.
— Hasta más tarde.
Desconecté el teléfono y mis ojos fueron a Viv.
— Están cerca. Vamos arriba,-dije.
— ¿He dicho hoy que lo amo?- Respondió.
Sonreí, era inesperado, era feliz, era esperanzador.
— No,- dije en voz baja y luego suspiré, — pero sí.
Entonces puse el teléfono en el mostrador y me dirigí al baño de la sala.
* * * * *
Salí furiosa, mirando a una frenética Vivica y a la ahora durmiente Sandrine en la sala de televisión y caminé por el pasillo para encontrar a Joe.
Mientras yo iba, Kurt cruzó la entrada de la sala.
Sus ojos se fijaron en mí, su barbilla se levantó, él gruñó:
—Hola,- pero no detuvo su paso y así desapareció.
Mientras llegaba al final del pasillo, me detuve y miré a la izquierda a la puerta principal para verla cerrándose. Entonces miré a la derecha y vi a Joe fuera fumando.
Entré allí.
Él tenía las caderas contra la barandilla mirándome incluso antes de que llegara a la puerta.
Una vez que crucé y la cerré detrás de mí, dije:
— Ella está durmiendo.
— Bien. Ella se despierta, se sentirá como la mierda pero aún así tú no dudes en arrancar a esa perra de un nuevo y maldito gilipollas.
Me detuve a más de medio metro de distancia y apreté los labios.
— Te detuviste demasiado pronto,- me informó él y me moví el resto del camino.
Al instante pasó un brazo alrededor de mi cintura y tiró de mí, así que estaba descansando la mayor parte de mi peso sobre él. Levanté mis manos y las puse ligeramente en su pecho.
— Lo siento, Joe. Ella arruinó nuestro domingo dorado,- digo en voz baja.
— Sí, lo hizo y estoy enojado por eso. Estoy enojado por el estado en que la encontré. Enojado porque tuve que lidiar con esa mierda. Furioso porque tuviera que joder el domingo de Kurt llamándolo. Estoy enojado porque tu grupo no está aquí para tener una cena agradable y un poco de vino, sino para tratar con esa mierda. Y cabreado absolutamente de que estén aquí, porque te tengo todo el día, querías que me inspirara y yo estaba esperando eso.
Su brazo me dio un apretón. — Pero el asunto es, ________________, que deberías estar enojada por todo esto también y muchísimo más que yo. Esta perra es tu perra y si ella no se vuelve inteligente rápido, esta tendencia incipiente hacia la creación de escenas malas que están volviéndose peor se va a salir de la manos.
Él estaba en lo correcto.
Así que acepté en silencio:
— Sí.
— Tu otra puta parece digna de ser atada y colgada, dejándola perder la piel de sus dientes. Tú deberías estarlo también,- dijo.
— Eso es lo que dice Viv.
— Ella tiene razón y yo también.
Apreté los labios.
Joe observaba, dio una calada a su cigarrillo, exhaló el humo en uno fino y molesto chorro, luego lo aplastó en el cenicero de la barandilla. Entonces, sus dos brazos se envolvieron alrededor de mí.
— Correcto,- comenzó él. — Kurt tiene la historia completa y la mierda de este es, que este tipo de anoche, está cargado. Serio como la mierda. Y algo más, él ha tenido el ojo puesto en Sandrine hace un tiempo. Y no para follarla y jugar con ella en formas que no quiere. Al estúpido cabrón realmente le gustaba ella. Pensó que era su obligación demostrarle algo a ella. Fiestero. Jugador. Hombre grande. Rodar alto. Enseñarle que tiene conexiones. Él es genial. Saltar a la puta escena. No sé cómo este tío hace su dinero, pero él tiene toda la maldita confianza. Nunca ha fumado ni siquiera metanfetamina. Por qué el hijo de puta la tenía está más allá de mí. Esos dos fumando metanfetamina cuando ninguno de los dos sabía qué coño estaban haciendo es tan jodidamente ridículo que ni siquiera puedo comenzar a describirlo. Tener metanfetamina en absoluto es traficar. Ese no es mi problema. Mi problema es, que tengo a una mujer que tiene a una chica que tiene su cabeza atascada hasta el momento en el culo, y ella no puede malditamente verlo. Este hombre era su boleto. Y en lugar de sólo ser elegante, hermosa y dulce, se sacó a sí misma de allí cuando este chico sólo quería lo elegante, hermoso y dulce para poner el mundo a sus pies así ella habría conseguido su polla y, probablemente, tomaría el tiempo suficiente para conseguir su anillo en su dedo, hacer bebés y echarla a perder hasta que ella muriera. Ahora, él tiene vomito sobre toda su casa, ha recibido la visita de Kurt y yo lo que fue extremo y si ella estuvo lo suficientemente controlada para darle su número, él probablemente lo ha borrado de su agenda ahora mismo, si no lo ha hecho ya. Así que ese es mi problema, ________________, porque tú y Vivica no tiran de su cabeza fuera de su culo, esto va a seguir siendo tu problema y, a través de ti mío, por mucho tiempo. Y te voy a dar esta advertencia, si un hombre folla con ella lo que significa que a través de ella tú experimentes un bloqueo, y me estoy refiriendo a que él la viole en su cita o estamos haciendo un viaje al hospital por cualquier maldita razón, por asociación, ella consigue mis servicios. Y eso significa, que el tipo que lo hizo está respirando a través de un tubo y eso es sólo si estoy en un buen estado de ánimo lo suficiente para dejarlo respirar.
Yo contuve la respiración y sostuve sus ojos.
Joe siguió hablando.
— No estoy bromeando. Tampoco estoy exagerando. Así que ahórrame esa molestia y tira su cabeza fuera de su culo.
— Está bien, Joe.
bueno chicas hasta aqui el cap :D
bueno cuidense :bye:
jamileth
Re: JOE joe y tu TERMINADA
ah Sandrin esta loca!!
Como puede comportarse asi!?
Ademas arruino su dia dorado! :(
Siguela!
Como puede comportarse asi!?
Ademas arruino su dia dorado! :(
Siguela!
aranzhitha
Re: JOE joe y tu TERMINADA
CREO QUE AHORA SI QUE LO ARRUINO TODO SANDRINE!!!!!.... AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHH!!!..
ESE LADO DE JOE DA MIEDOOOO!!!...
ESPERO PRONTO OOOTROOO
ESE LADO DE JOE DA MIEDOOOO!!!...
ESPERO PRONTO OOOTROOO
chelis
Re: JOE joe y tu TERMINADA
Él se me quedó mirando.
Entonces, más suave pero aún firme, me dijo:
— Tuve a un hombre que vio y oyó toda la maldita cosa que se hundió con Nick. Ella puso su culo ahí, ________________, y yo lo sé. Yo no estaba en el club esa noche, mi hombre no estaba cerca, y no me gusta pensar a donde llevaría eso a Nick contigo. Tú dices que Vivica es protectora, tú lo eres también y lo que tú hiciste para sacar a Sandrine fuera de esa mierda lo demuestra. Tomaste la decisión equivocada, entonces, nena. No tomes una decisión equivocada hoy. En esta situación, tu protección debe funcionar de la manera en la que la de Vivica lo hace. No ceder y ser dulce. No mover tu culo por ahí. No mover el mío por allí. No mover el de Vivica por ahí. ¿Me entiendes?
Asentí con la cabeza.
Soltó una respiración fuerte por la nariz y luego sus ojos se desviaron por encima de mi hombro.
Lo vi perderse en sus pensamientos y luego deslicé mis manos por su pecho así yo podía envolver mis brazos alrededor de él. Su barbilla cayó hacia abajo y sus ojos se cruzaron con los míos.
— Te dije acerca de mi papá,- afirmó sin propósito alguno. — No te dije que no es mi papá. Él es mi padrastro. No tengo ni puta idea de quién es mi papá, porque mi madre era una prostituta antes de que ella lo conociera.
Parpadeé y mi cuerpo se puso rígido.
Oh mi Dios.
— Oh, Joe. Cariño,- susurré.
Su mano se deslizó hacia arriba y se enroscó alrededor de la parte trasera de mi cuello, pero sus ojos nunca dejaron los míos.
— Ella estaba jodida. Todo lo que yo conocía hasta que Carl llegó a nuestras vidas y ordenó su mierda. Nick es suyo. Él nunca me hizo sentir que no lo era. Me adoptó legalmente, me dio su nombre. Yo era un niño, pero recuerdo toda esa mierda antes de Carl. No tiene sentido, no sé cómo lo hizo, pero aún jodida, ella era una buena madre. Me quiso, cuidó de mí lo mejor que pudo. Ellos obviamente nunca hablaron de ello y estoy seguro como la mierda nunca preguntó pero en mi opinión, él era un cliente, era asiduo y se enamoró de una prostituta. La sacó de la calle. La mantuvo limpia. Le dio una buena vida. Se manejó pero funcionó.
— Estoy contenta de que estés compartiendo conmigo, cariño,- le dije en voz baja y con cautela. — Quiero saber de ti. Pero me pregunto por qué estás compartiendo esto ahora.
— Por qué es que ella tuvo una buena vida, buenos padres, una buena escolaridad. Se salió de los carriles haciendo mierda estúpida por los hombres. Se volvió más confusa y desordenada hasta que toda su vida fue un desastre. No conozco a mis abuelos, ni tampoco Nick. Ellos consiguieron salir de ella y les hizo hacerlo de una manera en que nunca miraron hacia atrás. A pesar de los nietos. No soy clarividente. Pero aprendí jodidamente temprano que mucha mala mierda le puede suceder a las mujeres. Mucha de esta. Y, tú puedes pensar que estoy equivocado, pero no lo estoy, mucho de eso se debe a que hacen estupideces y son débiles. Tu chica es débil y no porque su papá piense que es bella y preciosa y se lo diga. Porque simplemente lo es. Ya es hora de que ella misma de alguna manera salga, de un modo u otro, está más allá de cualquier el salvarla y protegerla.
— Viv y yo vamos a hablar con ella,- le prometí.
— Hazlo hasta que tu cara esté azul y te quiebres. Tú no, yo voy a mantener un ojo en esto y llegado el momento en que necesites apartarla para protegerte, voy a estar apoyándote para hacer eso. Ella es tu chica y esa será tu decisión. Pero no voy a ceder. ¿Me entiendes?
— Te entiendo,- le susurré.
Sus brazos me dieron un apretón.
— Bien,- murmuró. — Ahora, yo voy a hacerte el almuerzo y a Vivica. ¿Hay algo que ella no coma?
Dios, Dios, Dios, este era un hombre bueno y amable aun si él calmadamente hablaba de hacer que la gente respire a través de un tubo.
— Cualquier cosa natural y saludable los fines de semana. Ella mantiene una dieta estricta, de 1.200 calorías de lunes a viernes, cargada de vegetales así que ella puede hacer lo que quiera el fin de semana. Así pues, no hagas ensalada. Viv no la comerá.
Vi sus labios temblar cuando murmuró:
— Creo que me gusta esta perra.
— Ella es una sumisa.
¡Oh Dios! ¿Yo solté eso?
Vi a Joe hacer un parpadeo lento.
Sí, solté eso.
Respiré profundo y le di un apretón con mis brazos.
— No le digas que te dije,- le supliqué en un susurro. — Yo ni siquiera sé por qué lo dije.
— ¿Ella saco eso antes o después de que le dijeras que yo soy tuyo?- preguntó él, totalmente acertado.
Oh, chico.
— Después.
Él sonrió.
— Asesor ocupado. Por suerte para ti, nena.
Torcí los ojos.
Sentí su cuerpo temblar con su risa mientras sus brazos me daban un apretón.
Cuando los solté él preguntó:
— ¿Ella lo consiguió?
Negué con la cabeza y susurré como si Viv, que era espacio y paredes alejadas, pudiera oír si yo no lo hacia.
— Buscando.
— No buscará por mucho tiempo,- murmuró.
— Ella lo hizo sonar como que no fuera fácil encontrar al adecuado.
Sus ojos sostuvieron los míos y él respondió:
— Jodidamente que no lo es.
Oh.
Mi.
Sus ojos se volvieron perezosos, su cabeza inclinada, me besó suavemente y luego se apartó.
— Almuerzo,- declaró. — Sin ensalada.
Sí, un hombre bueno y amable.
— Gracias, cariño,- le susurré.
— De nada, nena,- susurró en respuesta, conseguí otro apretón, me soltó y entramos juntos.
Joe fue a la cocina.
Fui a donde Vivica y Sandrine.
— Rueda, nena.
Con mi cuerpo saciado, las muñecas atadas a los listones de la cabecera de la cama con suaves, y fuertes, pañuelos de seda negra, rodé sobre mi vientre lo que significó que me acercara a Joe, cuyo frente estaba presionado ahora a mi costado.
Era mucho más tarde, Viv había llevado a casa a Sandrine y finalmente éramos sólo nosotros.
— Empújate hacia arriba, saca tus codos hacia fuera. Será más cómodo,- dijo Joe suavemente, su mano vino a descansar en la parte baja de mi espalda.
Al parecer, él no me iba a desatar. Y me había hecho venir mientras estaba atada a su cama y yo había llegado al clímax.
Dos veces.
Pero aún así, a sabiendas de que Joe no me iba a desatar, me estremecí.
Puse mis manos alrededor de la bufanda y me desplacé hacia arriba, moviendo los codos hacia fuera y encontré que tenía razón.
— Apoya la cabeza sobre la almohada, mantén los ojos hacia mí,- ordenó suavemente y acosté mi cabeza y mantuve los ojos en su belleza.
Su rostro bajó cerca del mío.
Luego continuó en voz baja:
— Extiéndete para papi.
Lamí mis labios mientras temblaba de nuevo, esta vez más fuerte, y abrí mis piernas.
— Más amplio, nena.
Oh Dios.
Otro temblor.
Abrí más amplio.
Su mano se deslizó hasta mi trasero y sus dedos se hundieron.
Su voz era firme cuando ordenó:
— ________________, más amplio.
Fui hasta donde pude, mi pierna izquierda teniendo que empujar a través de las suyas pesadas, y él enganchó una alrededor.
— Eso es,- dijo en voz baja, su mano acariciando ahora mi trasero luego fueron sólo las puntas de sus dedos deslizándose por la piel de mi culo y la parte baja de mi espalda.
bueno hasta aqui xD
bueno cuidense y gracias por los comentarios :D
:bye:
Entonces, más suave pero aún firme, me dijo:
— Tuve a un hombre que vio y oyó toda la maldita cosa que se hundió con Nick. Ella puso su culo ahí, ________________, y yo lo sé. Yo no estaba en el club esa noche, mi hombre no estaba cerca, y no me gusta pensar a donde llevaría eso a Nick contigo. Tú dices que Vivica es protectora, tú lo eres también y lo que tú hiciste para sacar a Sandrine fuera de esa mierda lo demuestra. Tomaste la decisión equivocada, entonces, nena. No tomes una decisión equivocada hoy. En esta situación, tu protección debe funcionar de la manera en la que la de Vivica lo hace. No ceder y ser dulce. No mover tu culo por ahí. No mover el mío por allí. No mover el de Vivica por ahí. ¿Me entiendes?
Asentí con la cabeza.
Soltó una respiración fuerte por la nariz y luego sus ojos se desviaron por encima de mi hombro.
Lo vi perderse en sus pensamientos y luego deslicé mis manos por su pecho así yo podía envolver mis brazos alrededor de él. Su barbilla cayó hacia abajo y sus ojos se cruzaron con los míos.
— Te dije acerca de mi papá,- afirmó sin propósito alguno. — No te dije que no es mi papá. Él es mi padrastro. No tengo ni puta idea de quién es mi papá, porque mi madre era una prostituta antes de que ella lo conociera.
Parpadeé y mi cuerpo se puso rígido.
Oh mi Dios.
— Oh, Joe. Cariño,- susurré.
Su mano se deslizó hacia arriba y se enroscó alrededor de la parte trasera de mi cuello, pero sus ojos nunca dejaron los míos.
— Ella estaba jodida. Todo lo que yo conocía hasta que Carl llegó a nuestras vidas y ordenó su mierda. Nick es suyo. Él nunca me hizo sentir que no lo era. Me adoptó legalmente, me dio su nombre. Yo era un niño, pero recuerdo toda esa mierda antes de Carl. No tiene sentido, no sé cómo lo hizo, pero aún jodida, ella era una buena madre. Me quiso, cuidó de mí lo mejor que pudo. Ellos obviamente nunca hablaron de ello y estoy seguro como la mierda nunca preguntó pero en mi opinión, él era un cliente, era asiduo y se enamoró de una prostituta. La sacó de la calle. La mantuvo limpia. Le dio una buena vida. Se manejó pero funcionó.
— Estoy contenta de que estés compartiendo conmigo, cariño,- le dije en voz baja y con cautela. — Quiero saber de ti. Pero me pregunto por qué estás compartiendo esto ahora.
— Por qué es que ella tuvo una buena vida, buenos padres, una buena escolaridad. Se salió de los carriles haciendo mierda estúpida por los hombres. Se volvió más confusa y desordenada hasta que toda su vida fue un desastre. No conozco a mis abuelos, ni tampoco Nick. Ellos consiguieron salir de ella y les hizo hacerlo de una manera en que nunca miraron hacia atrás. A pesar de los nietos. No soy clarividente. Pero aprendí jodidamente temprano que mucha mala mierda le puede suceder a las mujeres. Mucha de esta. Y, tú puedes pensar que estoy equivocado, pero no lo estoy, mucho de eso se debe a que hacen estupideces y son débiles. Tu chica es débil y no porque su papá piense que es bella y preciosa y se lo diga. Porque simplemente lo es. Ya es hora de que ella misma de alguna manera salga, de un modo u otro, está más allá de cualquier el salvarla y protegerla.
— Viv y yo vamos a hablar con ella,- le prometí.
— Hazlo hasta que tu cara esté azul y te quiebres. Tú no, yo voy a mantener un ojo en esto y llegado el momento en que necesites apartarla para protegerte, voy a estar apoyándote para hacer eso. Ella es tu chica y esa será tu decisión. Pero no voy a ceder. ¿Me entiendes?
— Te entiendo,- le susurré.
Sus brazos me dieron un apretón.
— Bien,- murmuró. — Ahora, yo voy a hacerte el almuerzo y a Vivica. ¿Hay algo que ella no coma?
Dios, Dios, Dios, este era un hombre bueno y amable aun si él calmadamente hablaba de hacer que la gente respire a través de un tubo.
— Cualquier cosa natural y saludable los fines de semana. Ella mantiene una dieta estricta, de 1.200 calorías de lunes a viernes, cargada de vegetales así que ella puede hacer lo que quiera el fin de semana. Así pues, no hagas ensalada. Viv no la comerá.
Vi sus labios temblar cuando murmuró:
— Creo que me gusta esta perra.
— Ella es una sumisa.
¡Oh Dios! ¿Yo solté eso?
Vi a Joe hacer un parpadeo lento.
Sí, solté eso.
Respiré profundo y le di un apretón con mis brazos.
— No le digas que te dije,- le supliqué en un susurro. — Yo ni siquiera sé por qué lo dije.
— ¿Ella saco eso antes o después de que le dijeras que yo soy tuyo?- preguntó él, totalmente acertado.
Oh, chico.
— Después.
Él sonrió.
— Asesor ocupado. Por suerte para ti, nena.
Torcí los ojos.
Sentí su cuerpo temblar con su risa mientras sus brazos me daban un apretón.
Cuando los solté él preguntó:
— ¿Ella lo consiguió?
Negué con la cabeza y susurré como si Viv, que era espacio y paredes alejadas, pudiera oír si yo no lo hacia.
— Buscando.
— No buscará por mucho tiempo,- murmuró.
— Ella lo hizo sonar como que no fuera fácil encontrar al adecuado.
Sus ojos sostuvieron los míos y él respondió:
— Jodidamente que no lo es.
Oh.
Mi.
Sus ojos se volvieron perezosos, su cabeza inclinada, me besó suavemente y luego se apartó.
— Almuerzo,- declaró. — Sin ensalada.
Sí, un hombre bueno y amable.
— Gracias, cariño,- le susurré.
— De nada, nena,- susurró en respuesta, conseguí otro apretón, me soltó y entramos juntos.
Joe fue a la cocina.
Fui a donde Vivica y Sandrine.
* * * * *
— Rueda, nena.
Con mi cuerpo saciado, las muñecas atadas a los listones de la cabecera de la cama con suaves, y fuertes, pañuelos de seda negra, rodé sobre mi vientre lo que significó que me acercara a Joe, cuyo frente estaba presionado ahora a mi costado.
Era mucho más tarde, Viv había llevado a casa a Sandrine y finalmente éramos sólo nosotros.
— Empújate hacia arriba, saca tus codos hacia fuera. Será más cómodo,- dijo Joe suavemente, su mano vino a descansar en la parte baja de mi espalda.
Al parecer, él no me iba a desatar. Y me había hecho venir mientras estaba atada a su cama y yo había llegado al clímax.
Dos veces.
Pero aún así, a sabiendas de que Joe no me iba a desatar, me estremecí.
Puse mis manos alrededor de la bufanda y me desplacé hacia arriba, moviendo los codos hacia fuera y encontré que tenía razón.
— Apoya la cabeza sobre la almohada, mantén los ojos hacia mí,- ordenó suavemente y acosté mi cabeza y mantuve los ojos en su belleza.
Su rostro bajó cerca del mío.
Luego continuó en voz baja:
— Extiéndete para papi.
Lamí mis labios mientras temblaba de nuevo, esta vez más fuerte, y abrí mis piernas.
— Más amplio, nena.
Oh Dios.
Otro temblor.
Abrí más amplio.
Su mano se deslizó hasta mi trasero y sus dedos se hundieron.
Su voz era firme cuando ordenó:
— ________________, más amplio.
Fui hasta donde pude, mi pierna izquierda teniendo que empujar a través de las suyas pesadas, y él enganchó una alrededor.
— Eso es,- dijo en voz baja, su mano acariciando ahora mi trasero luego fueron sólo las puntas de sus dedos deslizándose por la piel de mi culo y la parte baja de mi espalda.
bueno hasta aqui xD
bueno cuidense y gracias por los comentarios :D
:bye:
jamileth
Re: JOE joe y tu TERMINADA
aww no me canso de decirlo lo amo!!
Porque no encuentro uno asi?!
Siguela!!
Porque no encuentro uno asi?!
Siguela!!
aranzhitha
Re: JOE joe y tu TERMINADA
Se retiró y se instaló con un codo en la almohada, la cabeza en su mano, los ojos y la punta de los dedos sobre mí.
Luego preguntó haciendo conversación:
— Dime, ¿conseguiste hablar con tu chica?
No me esperaba esto, estar atada a la cama, desnuda, completamente abierta y luego tener una charla.
Dios, era extraño.
Y caliente.
— Ella se sentía como una mierda, pero se asustó totalmente cuando lo expuse. Esperaba eso de Viv. No de mí. Esto asustó a Viv también, pero Viv se unió conmigo y la regañamos en equipo.
Sus dedos se mantuvieron a mí, perezosos.
— ¿Crees que ella lo entendió?
— No lo sé,- respondí en voz baja. — Hubo mucho llanto y excusas. Estaba avergonzada. Fuimos sobre la situación con Nick. Le dije lo que me dijiste sobre el tipo estando con ella y ella perdiendo la oportunidad de eso. Estaba molesta por la noticia y Vivica fue bastante dura. O así lo espero.
— Bien,- murmuró él, sus ojos vagaron hasta mi trasero mientras sus dedos se mantenían a la deriva.
Me quedé quieta. Joe observaba a su mano moverse. Esto duró mucho tiempo. Lo suficiente para que fuera de caliente y dulce a caliente y torturador.
Entonces Joe susurró:
— Amo el culo de mi bebé.
Me encantó que amara mi culo.
Sus ojos volvieron a los míos.
— Y ella me dio los domingos.
Yo le sonreí, fue perezosa y mis ojos estaban encapuchados porque me estaba poniendo encendida, pero lo hice.
— ¿Qué debo darle a cambio?- preguntó.
Otro temblor.
Yo tenía mil ideas pero apostaba a que él tenía más y las suyas eran mejores.
No dije eso.
En su lugar señalé:
— Ya has sido súper generoso conmigo, Joe. Solo moví a algunos clientes. No es una gran cosa.
Su cabeza se inclinó en su mano.
— Lo es para mí.
— Está bien,- susurré. — Pero yo también te debo por la presencia de Sandrine.
Uno de los lados de su boca subió y él estuvo de acuerdo:
— Sí, así es.
Sonreí de nuevo, pero usé mi boca entera.
De repente, él se inclinó hacia mí, su cara hacia la mía, sus dedos volviendo a subir en un contacto casi inexistente entre mis piernas, y mis caderas saltaron.
— Así que ¿qué vas a darme?- Preguntó.
— ¿Qué quieres?- Susurré.
— Sabes lo que me vas a dar.
— Lo que quieras,- le contesté inmediatamente y sus dedos volvieron a subir en un toque apenas existente. Luego lo hicieron de nuevo, pero no allí. Podía sentir el toque, la promesa pero realmente no estaban tocando.
Me retorcí.
— ¿Lo que sea que quiera?- Preguntó.
— Sí,- suspiré.
— Lo que quiera,- murmuró como si analizara este concepto en su mente.
— Sí,- repetí en un suspiro y me retorcí de nuevo mientras sus dedos siguieron dando sin dar.
— Quieta, bebé,- advirtió y me costó, pero me calmé.
Sus dedos se movían dando todo y nada.
Cerré los ojos.
Su mano se alejó.
— Tú sabes que no me gustan tus ojos cerrados, ________________.
Los abrí.
Su mano volvió.
— ¿Quieres saber lo que quiero?- Preguntó.
— Sí,- jadeé.
— Quiero saber por cuánto tiempo puedes tomar esto antes de perder el control.-
Oh Dios.
— Alrededor de dos segundos más,- susurré.
— Eso sería decepcionante,- respondió él.
¡Dios!
— ¿Vas a tratar de aguantar?-
— Sí,- suspiré cuando sus dedos se quedaron en esto.
— Buena chica, aferrándose a papi.
Dios, esas palabras casi me hacen perder el control.
Observó mi cara, mantuvo mi mirada mientras sus dedos jugaban.
Me sostuve. Él siguió haciéndolo. Seguí aguantando.
Yo me estaba sosteniendo firme, con ambas manos en el extremo de la bufanda atada alrededor de mis muñecas y jadeando, mis piernas y parte inferior tensa y temblorosa, y él susurró:
— Jódeme, magnífica. ¿Cuánto más puedes tomar, nena?-
— Sigue dándomelo y ya veremos,- jadeé.
— Joder, magnífica,- gruñó él.
Entonces siguió dándole sin dármelo.
Finalmente, para mantener el control, mi cabeza se volvió unos centímetros y mis dientes se hundieron en mi labio.
— Está bien, ________________, lo hiciste,- decidió, con su dedo rozó mi clítoris, mi cuello arqueado, mis caderas se resistieron y me vine inmediatamente.
Cuando estaba viniéndome, sus dedos se deslizaron a través y sus labios fueron a mi oído.
— Estás mojada,- gruñó él. — Rueda sobre tu espalda, ya sabes lo que me gusta. Ofréceme ese coño. Papá va a lamerte hasta limpiarte.-
Él se apartó y no dudé. Me di la vuelta sobre mi espalda, levanté las rodillas altas y abrí mis piernas ampliamente.
Luego mi papi me lamió hasta limpiarme y me hizo venir de nuevo haciéndolo.
Entonces me folló duro y me hizo venirme, también, haciendo eso.
Luego no me desató, después apagó las luces y se acomodó firmemente a mi lado. Me hizo caer dormida con su mano sujetándome, dos dedos dentro.
Dormí como un bebé.
Ni un solo sueño.
bueno chicas cuidense :D
bayyyy
:bye:
Luego preguntó haciendo conversación:
— Dime, ¿conseguiste hablar con tu chica?
No me esperaba esto, estar atada a la cama, desnuda, completamente abierta y luego tener una charla.
Dios, era extraño.
Y caliente.
— Ella se sentía como una mierda, pero se asustó totalmente cuando lo expuse. Esperaba eso de Viv. No de mí. Esto asustó a Viv también, pero Viv se unió conmigo y la regañamos en equipo.
Sus dedos se mantuvieron a mí, perezosos.
— ¿Crees que ella lo entendió?
— No lo sé,- respondí en voz baja. — Hubo mucho llanto y excusas. Estaba avergonzada. Fuimos sobre la situación con Nick. Le dije lo que me dijiste sobre el tipo estando con ella y ella perdiendo la oportunidad de eso. Estaba molesta por la noticia y Vivica fue bastante dura. O así lo espero.
— Bien,- murmuró él, sus ojos vagaron hasta mi trasero mientras sus dedos se mantenían a la deriva.
Me quedé quieta. Joe observaba a su mano moverse. Esto duró mucho tiempo. Lo suficiente para que fuera de caliente y dulce a caliente y torturador.
Entonces Joe susurró:
— Amo el culo de mi bebé.
Me encantó que amara mi culo.
Sus ojos volvieron a los míos.
— Y ella me dio los domingos.
Yo le sonreí, fue perezosa y mis ojos estaban encapuchados porque me estaba poniendo encendida, pero lo hice.
— ¿Qué debo darle a cambio?- preguntó.
Otro temblor.
Yo tenía mil ideas pero apostaba a que él tenía más y las suyas eran mejores.
No dije eso.
En su lugar señalé:
— Ya has sido súper generoso conmigo, Joe. Solo moví a algunos clientes. No es una gran cosa.
Su cabeza se inclinó en su mano.
— Lo es para mí.
— Está bien,- susurré. — Pero yo también te debo por la presencia de Sandrine.
Uno de los lados de su boca subió y él estuvo de acuerdo:
— Sí, así es.
Sonreí de nuevo, pero usé mi boca entera.
De repente, él se inclinó hacia mí, su cara hacia la mía, sus dedos volviendo a subir en un contacto casi inexistente entre mis piernas, y mis caderas saltaron.
— Así que ¿qué vas a darme?- Preguntó.
— ¿Qué quieres?- Susurré.
— Sabes lo que me vas a dar.
— Lo que quieras,- le contesté inmediatamente y sus dedos volvieron a subir en un toque apenas existente. Luego lo hicieron de nuevo, pero no allí. Podía sentir el toque, la promesa pero realmente no estaban tocando.
Me retorcí.
— ¿Lo que sea que quiera?- Preguntó.
— Sí,- suspiré.
— Lo que quiera,- murmuró como si analizara este concepto en su mente.
— Sí,- repetí en un suspiro y me retorcí de nuevo mientras sus dedos siguieron dando sin dar.
— Quieta, bebé,- advirtió y me costó, pero me calmé.
Sus dedos se movían dando todo y nada.
Cerré los ojos.
Su mano se alejó.
— Tú sabes que no me gustan tus ojos cerrados, ________________.
Los abrí.
Su mano volvió.
— ¿Quieres saber lo que quiero?- Preguntó.
— Sí,- jadeé.
— Quiero saber por cuánto tiempo puedes tomar esto antes de perder el control.-
Oh Dios.
— Alrededor de dos segundos más,- susurré.
— Eso sería decepcionante,- respondió él.
¡Dios!
— ¿Vas a tratar de aguantar?-
— Sí,- suspiré cuando sus dedos se quedaron en esto.
— Buena chica, aferrándose a papi.
Dios, esas palabras casi me hacen perder el control.
Observó mi cara, mantuvo mi mirada mientras sus dedos jugaban.
Me sostuve. Él siguió haciéndolo. Seguí aguantando.
Yo me estaba sosteniendo firme, con ambas manos en el extremo de la bufanda atada alrededor de mis muñecas y jadeando, mis piernas y parte inferior tensa y temblorosa, y él susurró:
— Jódeme, magnífica. ¿Cuánto más puedes tomar, nena?-
— Sigue dándomelo y ya veremos,- jadeé.
— Joder, magnífica,- gruñó él.
Entonces siguió dándole sin dármelo.
Finalmente, para mantener el control, mi cabeza se volvió unos centímetros y mis dientes se hundieron en mi labio.
— Está bien, ________________, lo hiciste,- decidió, con su dedo rozó mi clítoris, mi cuello arqueado, mis caderas se resistieron y me vine inmediatamente.
Cuando estaba viniéndome, sus dedos se deslizaron a través y sus labios fueron a mi oído.
— Estás mojada,- gruñó él. — Rueda sobre tu espalda, ya sabes lo que me gusta. Ofréceme ese coño. Papá va a lamerte hasta limpiarte.-
Él se apartó y no dudé. Me di la vuelta sobre mi espalda, levanté las rodillas altas y abrí mis piernas ampliamente.
Luego mi papi me lamió hasta limpiarme y me hizo venir de nuevo haciéndolo.
Entonces me folló duro y me hizo venirme, también, haciendo eso.
Luego no me desató, después apagó las luces y se acomodó firmemente a mi lado. Me hizo caer dormida con su mano sujetándome, dos dedos dentro.
Dormí como un bebé.
Ni un solo sueño.
bueno chicas cuidense :D
bayyyy
:bye:
jamileth
Re: JOE joe y tu TERMINADA
:calor: :calor: :Na: :Na: YO QUIERO UNO ASIIIII!!!!!..... DONDE LO ENCUENTROOO???
chelis
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