After The Storm Comes The Rainbow *Zayn Malik y Tú* [TERMINADA]

El día estaba soleado, despejado, el aire se respiraba fresco. El clima era perfecto. Una leve brisa movió mi cabello al bajar del coche. Nos recibió mi hermana con su novio.
Un gran apretón y almorzamos juntos, miles de anécdotas para contar. Mientras yo, observaba y sonreía cada tanto.

Mi mente estaba en otra parte. No podía dejar de pensar en Zayn, se me estrujaba el estómago y sentía un nudo en la garganta.
Hasta que se hizo la hora de la tarde y todos aprovecharon para descansar, beber algo fresco y tomar sol. Mientras yo, quería salir de allí. Me excusé en que iba a ver a unas amigas de la escuela, con la vaga idea de cruzarme a Zayn.

Comencé a caminar por el barrio, recorriendo las calles llenas de recuerdos. Cada espacio me traía un sentimiento diferente. No sentía que era la misma muchacha que había marchado de allí hace un año. Sentía que esa había sido la vida de alguien más, no la mía.
Como de costumbre, las calles no eran muy transitadas, pero veía caras familiares. Al fin, cuando me decidí. Fui a la casa de Zayn, lo quería enfrentar y verlo. Tal vez era tarde, demasiado tarde. Pero aunque sea él sabría lo que sentía en aquel momento.
Respiré profundo. Estaba en frente de la puerta de su casa. Subí con temor las escaleras.
El orgullo casi me gana y me marchaba, pero algo me dijo muy fuerte “–¡Hazlo!”


Toqué el timbre. Estaba ansiosa y temblorosa.
Se abrió la puerta tan lentamente que mi corazón parecía que se iba a estrellar contra ella. Era el padre, se sorprendió con mi visita, me dio un fuerte y cálido abrazo, hablamos por unos minutos. Le pregunté por Zayn y me dijo que no estaba en casa. Pero que sabía que había ido al parque de diversiones de la ciudad.
Estaba más segura, ya que me daba más tiempo para pensar. Su padre siempre me pareció adorable, aún más comprensivo que el mío.
Parecía que todo estaba cargado de una energía emotiva, el parque también me traía recuerdos.

Las personas iban sonrientes, disfrutando, felices. Varios rostros confusos en la multitud. Había caminado por un rato y no lo encontré. El destino me estaba jugando sucio nuevamente.
Al lado de los autos chocones había un banco. Decidí sentarme, ya oscurecía y estaba cansada. Sola en una punta, mirando la gente pasar. Y en eso. Sí. Lo vi. Era Zayn.

Estaba hermoso, resplandeciente, angelical. Logró generar una sonrisa en mí. Pero a su lado había una chica, que iba de su mano. Sus dedos estaban entrelazados, como solíamos llevar los nuestros. Él iba sonriendo y la miraba con tanto amor.
Me decepcioné, mucho. Pero no podía privarlo de tener una vida amorosa, después de haberlo abandonado. Lo sentía tanto, me arrepentía tanto de todo.
No me animé a pararme e ir a saludarlo, no era el momento indicado. Pero él, miró distraídamente hacía mi lado, al principio no vio nada. Volvió a mirar. Y parecía que hubiera visto un fantasma, se quedó sorprendido y se detuvo. Inmediatamente, vino a saludarme.

Me presentó a su novia, con una agradable sonrisa. Estaba contento y me hablaba amablemente. Se quedó un momento y luego se fue.
Nada había salido como lo planeé. Pero mientras caminaba alejándose de mí, no separaba su vista de mis ojos.
Yo no pretendía que todo vuelva a ser como antes, y me abrace y me diga que me extraño todo ese tiempo. Pero nunca imaginé que sería así. Algo dolida estaba. Pero debía soportarlo.

Al rato, me llegó un mensaje de texto de él. “Quiero verte” decía. Lo regañé diciéndole que tenía novia, sentía la responsabilidad de no entrometerme. Pero volvió a insistir diciéndome que estaría en mi cuarto a media noche. Que teníamos muchas cosas de qué hablar y para hacer. No pude negárselo. Él era mi debilidad...