Can we fall, one more time? |Louis Tomlinson| Parte I

-Louis, amigo- me llama Niall y yo volteo
-¿Qué ocurre, Nialler?
-Bueno… me enteré de que le regalaste tu guitarra a Charlotte hace una semana y sé cuanto te gusta tocar ese instrumento. Así que decidí que a partir de ahora esto es tuyo- me dice entregándome su guitarra. Le paso las yemas de mis dedos sobre las cuerdas de la guitarra y me quedo con la boca semi-abierta, Niall nunca nos dejaba siquiera respirar cerca su guitarra y ahora ¿me la está regalando?
-Pero… dijiste que ésta guitarra pertenecía a tu abuelo y-y…
-Lo fue… pero ahora es tuya, Louis… sé que tú la vas a cuidar y creo que puede ser también como un regalo, no de despedida, sino de un hasta pronto. Te voy a echar mucho de menos, Tommo- termina mi amigo para luego tirarse sobre mí de tal manera que casi me tira al piso

Luego de unos segundos, cortamos el abrazo, nos paramos del piso y se puede escuchar una voz por el altavoz del aeropuerto, diciendo que mi avión despega en 5 minutos. Volteo nuevamente hasta mis amigos y mis ojos se hacen agua por enésima vez en la noche. Nos abrazamos todos fuertemente y puedo observar que todos están igual que yo. Como voy a echar a estos cuatro idiotas. Estas cuatro personas que hace tres años y medio no conocía, esos cuatro engendros que se convirtieron en mis mejores amigos en menos de dos meses. Mis mejores amigos. Cuando nos separamos, Valentina [la chica de Liam], Ariadna [la chica de Niall], Allyson [la chica de Zayn] y Lily [la chica de Harry] se tiran, prácticamente, sobre mi, chillando, despeinándome y haciéndome sacar sonrisas inconscientes. Como voy a extrañar a estas chicas, porque si bien en estos últimos años no hablamos mucho a causa de mi depresión, las considero como mis hermanitas menores, a las que amo con todo mi corazón. Esas chicas que solían ser amigas de Leslie antes de su accidente.

Leslie.

Como me duele no poder estar al menos quince minutos sin poder recordarla. Enserio me dolió mucho el hecho de que me haya ignorado estos últimos tres días. Si al menos era mi amiga como ella me decía, tendría que al menos haberme dicho un adiós, pero no fue así. Y aunque me hubiese dolido que ella me llame amigo, hubiese sido mejor que lo que me hizo, eso me terminó de romper el corazón. ¿Por qué la vida tiene que ser tan cruel conmigo? ¿Por qué me quiere lejos de lo que me hace feliz? Sé que lo que hice estuvo muy mal, pero creo que lo que sufrí ya fue suficiente.

-Te vamos a extrañar mucho, Lou- dice Harry, le abrazo fuertemente
-Yo también los voy a extrañar. Y mas les vale ir a visitarme si no se quieren ganar una buena patada en el culo cada uno. Y rubia…- le hablo a Niall -…te informo que si vas es mejor que lleves comida porque no voy a alimentarte todos los días considerando el pozo sin fondo que tienes por estómago… quedaré en quiebra- bromeo y todos ríen, nos abrazamos nuevamente y nos separamos al escuchar una voz masculina
-Louis, tu avión está a punto de despegar, tus maletas ya están en el depósito y será mejor que te apures si no quieres perder el vuelo- me informa Paul y yo miro a mis amigos una última vez antes de asentir con la cabeza y saludar a los idiotas con la mano mientras me alejo de ellos con Paul a mi lado. Al estar en el pie de la rampa del avión, abrazo fuertemente a Paul y él me devuelve el abrazo con la misma intensidad que la mía
-Te voy a extrañar mucho, Louis. Tené por seguro que cuando los chicos vallan a visitarte yo voy a estar ahí con ellos.
-Gracias por cuidar de mí estos últimos años, Paul. Cuídate y cuida de los chicos.
-Todo por ti, Lou.

Es lo último que escucho antes de verlo alejar, camino por la plataforma y antes de entrar al avión, observo hacia atrás, con una pizca de esperanza de que Leslie venga a saludarme… pero nada… ni un rastro de ella, solo mis amigos, que me saludan con la mano, les sonrío antes de volver mi vista hacia el avión y terminar de abordar en el mismo. Busco mi asiento con la mirada y me acomodo del lado de la ventanilla, dejando la guitarra que me regaló Niall a un costado de mi asiento y abrochando el cinturón de seguridad para el despegue. Tomo mi Ipod del bolso de mano y me coloco los auriculares, para luego encender la lista de reproducción que creó Leslie hace dos semanas, con las canciones que le gustan a ella. Cuando observo que el avión comienza a tomar vuelo, una solitaria lágrima recorre mi mejilla y siento que mis párpados se cierran por si mismos. Sé que irme de Londres es la decisión correcta, lo presiento de antemano.