Enamorada de mi… ¡¿Hermano?! (Zayn Malik y tú) | Terminada |

Había sido una estadía maravillosa en la ciudad donde mi vida cambió completamente. Habíamos hecho el amor cada noche, llenando de besos y caricias nuestros cuerpos desnudos. Por las mañanas andábamos como dos locos enamorados descubriendo cada vez más París, por las tardes comíamos en distintos restaurantes y por las noches, además de dar una caminata por la Torre Eiffel, hacíamos el amor. Crash, por otro lado, había conseguido un nuevo amor en la estancia y por desgracia, su familia vivía en Atlanta. Quedó desolado, aun que, llegando a casa su malestar se esfumó; más cuando Jay le acaricia la barriga y lo corretea por toda la casa.
-¿En qué piensas? –habló Zayn llegando de sorpresa, había estado trabajando mucho en el bufete y no lo esperaba hasta el amanecer. Estreché sus brazos, que rodeaban mi cintura y le besé la mejilla cariñosamente.
-Recordaba París –sonreí y el también. Me estrechó con mayor fuerza y aspiró el olor de mi cabello. Me erizó el vello del cuello y reí levemente.
-Volveremos a París antes de que Crash tenga la compañía de nuestros propios retoños –el corazón me dio un vuelco y me voltee, para mirarle directo a esos bellos ojos miel que tanto me vuelven loca. Le abracé por el cuello, mientras sonreía enormemente- ¿Te parece? –susurró antes de besar mis labios. Fue un beso lento y apasionado, su lengua. Uhm. ¿Cuándo me cansaré de besarle y amarle de la forma en la que lo hago? Suspiré cuando habíamos terminado de demostrarnos nuestro amor y me besó la frente. Coloqué mi mejilla en su ancho pecho mientras sonreía melancólica. El me abrazaba tiernamente mientras acariciaba la curva de mi cintura con sus pulgares.
-Me parece genial –murmuré con los ojos cerrados. Olía a Zayn, su aroma revoloteaba cada estúpida mariposa dentro de mi estómago y mi nariz se deleitaba con su masculinidad- Te amo mucho Zayn.
-Te amo muchísimo más –susurró en mi oído y besó mi hombro- Muchísimo –repitió mientras cerraba los ojos también y me estrechaba en sus fuertes brazos. En mi verdadero hogar.
-Has llegado antes, pensé que no te vería hasta el mediodía en que te levantases –reí.
-¿Qué estas tratando de decir? –sonrió y me tomó de las caderas. Pasó un brazo por debajo de mis piernas y me alzó entre sus brazos mientras yo reía. Me aventó al sofá, se colocó encima de mí y dejo un casto beso sobre mis labios- No me imagino lo hermosa que lucirás con tu vestido de novia… -gruñó en mi oído y me estremecí. Lo tomé de las mejillas y lo besé con fervor.
-Ni yo lo guapo que lucirás con tu smokin blanco… -susurré mientras le desabotonaba la camisa azul de vestir. Gruñó sensualmente y volvió a besarme, sentía los labios pulsar de lo fuerte que me atacaba.
-Te haré el amor por última vez, antes de que llegue el sábado y te pase por el umbral de nuestro cuarto de hotel –susurró cerca de mis labios y aventó su camisa hacia un lugar del living. Desató el nudo de mi bata y murmuró: –¿Estas lista? –volví a reír y enrollé mis brazos en su cuello para besarle cariñosa y apasionadamente.
-Sí –susurré y mordí su labio inferior.


-¿En el sofá? –susurró Solange mientras le hacían la manicura. Reí.
-Sí –me sonrojé- ¿Qué hay de malo? –reímos y ella negó con la cabeza.
-Nada, Louis y yo también lo hemos hecho… y seguro que Dalhya también –soltamos unas estruendosas carcajadas- Con lo apasionados que son ambos… además Niall no pierde el tiempo –se encogió de hombros.
-Ya lo sé, Sophie tendrá un hermano, espero sea niño, para que le haga compañía a Jay y a mi primogénito –reímos levemente.
-Yo también deseo que mi hijo mayor sea hombre –sonrió- ¿Te imaginas un hijo mío y de Louis? –suspiró y mordió su labio inferior- Sería hermoso –reí.
-Sí que lo sería –suspiré- Anoche Zayn habló de niños, claro, antes de hacer el amor –reí- Pero, a mi me gustaría tener bebés en unos años más, para disfrutar de nuestro matrimonio, viajando y ya sabes… -Sol frunció el seño.
-¿No te parece suficiente seis años de noviazgo? –murmuró perpleja.
-Lo has dicho –observé mi mano derecha y sonreí- Gracias –le dije a la muchacha, quien me hizo un movimiento de cabeza y comenzó a poner una mascarilla en mi rostro- Noviazgo, no matrimonio.
-Bah –bufó- Es mucho tiempo, los niños te dirán abuela en lugar de mamá –rió y yo la fulminé con la mirada.
-No es así –chillé- Apenas tengo veintitrés, no treinta y cinco –suspiré y acomodé mi cabeza en la colchoneta mientras ponían pepinos en mis ojos.
-Pero está bien, yo tampoco quiero hijos aún, tal vez el siguiente año o quien sabe –rió- Sería una bendición aun que viniese en cualquier momento.
-Tienes razón –suspiré- Lo que sea… tengo mucha hambre –reí- Ayer no comí muy bien porque estuve con Jay, comiendo frituras y gaseosa –bufé- Tuve que vomitar, me sentía pésimo.
-¿No estarás embarazada? –rió- Vamos, sería lindo… además mañana es el gran día, no habría inconveniente –la escuché sonreír- No me gustaría más, que ver a un pequeño Zayn con tus lindos ojos verdes, estaría igual a Jay… -reí.
-No lo creo –murmuré- Faltan unos días para mi periodo… pero –susurré- No, cállate Solange Tomlinson –chillé- Esperemos que solo me haya caído mal todo lo que comí y tomé.
-Lo que digas –rió.
-¡CHICAS! –gritó Dalhya resonando sus tacones por la loseta del salón de belleza. Levanté uno de los pepinos que habían colocado y le sonreí- Perdonen por la demora, estuve comprando unos vestidos para mañana –rió y dejó las bolsas a un costado de su asiento y aplastó su trasero en el de un sentón- No me pude resistir –reímos- Niall ha estado de buen esposo comprando lo que le pido –suspiró- Eso de hacerle niños lo pone de buenas –volvimos a reír- ¡Tu! –le dijo a una de las muchachas rubias y corrió hacia nosotras.
-Sí –parpadeó un par de veces.
-Quiero manicura, pedicura, una limpieza y todo lo que me haga sentir bonita –bufé y volví a colocar los pepinos en mis ojos mientras me relajaba. ¿Niños? Se formó una enorme sonrisa en mi rostro e imágenes de pequeños corriendo por mi hogar me humedecieron los ojos. ¿Y si, si estoy embarazada?
-¿Y a la novia que le pasa? –murmuró Dalhya a Solange.
-La emoción de la boda… -susurró.
-Las escucho, tontas –reímos y suspiré- ¿Cómo va tu embarazo?
-De maravilla –chilló- Tengo ocho semanas, espero sea varón y este igual que a su padre, con sus hermosos ojos azules –suspiró- No saben cuánto amo a ese rubio.
-Ni ustedes a mi zanahorio –suspiró Solange y reímos- No se rían –trato de sonar ofendida pero se unió a nuestras carcajadas- Paren ya –murmuró- Pronto seremos el club de las embarazadas –rió nuevamente.
-Pero Dani y Liam aún no formalizan nada –dijo sin entender Dalhya.
-Hablo de nosotras tres –siguió.
-¿Por qué lo dices? –pregunté.
-Creo que estoy embarazada… aun que no es nada seguro –rió.
-¿Por qué no me lo dijiste cuando hablábamos de eso? –la recriminé.
-Quería que Dalhya estuviera aquí –rió y quité los pepinos de mis ojos.
-¿Y tu _____? –preguntó Dalhya- ¿Crees estar embarazada?
-No lo sé –sonreí- Espero que no… -reí- Si es así, me pondría muy feliz –sonrieron.
-Es hermoso estar embarazada –continuó- Aun que los pies te maten –torció el gesto.
-Las amo chicas –dije con los ojos aguados.
-Nosotras a ti –dijeron al unísono y comenzamos a reír tiernamente.


Llegué a casa un poco tarde. Las chicas me habían llevado a un bar, no bebimos más que refresco, ya que tanto Solange como yo, estábamos inseguras de estar embarazadas y Dalhya lo estaba oficialmente. No me haría una prueba hasta estar casada con Zayn Malik, que nos sorprenda a ambos a la vez. Suspiré y arrojé mi bolso al sillón mientras subía las escaleras. Al parecer mi amado aún no volvía. Removí los tacones cafés de mis doloridos pies y tomé una ducha. Miré el reloj colocado sobre la pared. 2:34 a.m. Aún no llegaba Zayn y mañana teníamos que levantarnos antes del mediodía. Aun no creo que falten unas horas para estar casada con el amor de mi vida, con la persona a la que amé desde el día en el nací. Estuvimos hechos el uno para el otro y el destino, en cierta forma, nos reunió en una sola casa para hacer de nuestro amor inseparable. Tomé mi celular con una enorme sonrisa en mi rostro y llamé a Zayn.
-¿Diga? –contestó una voz femenina. Abrí mis ojos como plato y crucé mis brazos frente a mi pecho mientras daba vueltas por la habitación, tenía que tomar el valor suficiente para averiguar, que hacía el celular de mi futuro esposo en manos de una mujer- ¿Hay alguien ahí? –medio gritó. Había música electrónica de fondo, voces masculinas y risas femeninas. ¡Niall estaba ahí! Un gran peso abandonó mi preocupado cuerpo y sonreí ante la bocina.
-Hola –dije al fin- ¿Quién habla? –dije fríamente.
-Zafiro –rió- ¿Quién eres tú, linda? –maldita perra.
-_____, futura esposa de Malik –dije con un tono posesivo.
--Oh –suspiró- Estamos acompañando a él y a sus amigos en su despedida de soltero –rió- El pobre está pasado de copas, menos un tal… Liam –bufé- El local pronto cerrará, linda, ven por estos hombres –rió.
-No puede ser –mascullé- Bien, ahora mismo iré… Zafiro –ahogué una risa- ¿En donde están?
-Aquí en el centro, en Ladies Magnific Club –la escuché sonreír- Date prisa, chao.
-Adiós –colgué el teléfono y maldije en voz alta. ¿Tendría que salir a estas horas de la noche, a buscar a 4 o 5 borrachos, a unas escasas horas antes de mi boda? Bufé molesta. Desenredé mi cuerpo de la toalla y me coloqué la ropa interior, unos jeans y una sudadera grande. Mis Vans negros y até mi cabello en una coleta. Guardé mi teléfono en mi bolsillo y bajé hasta tomar mi bolso y salir de casa.

Menudo esposo ebrio.


Aparqué la camioneta de Zayn en la acera y bajé de un salto hacia el local. Crucé mis brazos frente a mi pecho y entrecerré los ojos ante la ráfaga de viento que golpeo mi rostro. Las luces de neón del rótulo me cegaron, un rosa chillante con un perturbador cuerpo femenino dibujado. Empujé la enorme puerta de vidrio, donde una exuberante morocha con poca ropa me miró feo.
-Buenas noches –le dije- Busco a cinco hombres, uno de ellos tiene su despedida –sonreí amargamente.
-Oh –rió- Que bueno que haya venido –salió del mostrador y estiró su mano- Sígame, están por acá –caminé detrás de ella y abrió una pequeña puerta, con una ventana que daba al escenario. Louis estaba en el suelo dormido, con la cabeza de Harry en su regazo diciendo una serie de incoherencias. Liam estaba un poco pasado con cara de no sé qué hacer y Niall reía como estúpido rodeado de dos mujeres con cara de enfado. Finalmente, mi flamante novio; se encontraba en una esquina de la habitación, con su chaqueta de cuero encima de sus brazos profundamente dormido.

¿Por qué hasta borracho, luce perfectamente guapo?

¿Qué hago?

Maldito seas Zayn Malik.