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Poniéndolos En La Cornisa [LP] - Terminada
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
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Re: Poniéndolos En La Cornisa [LP] - Terminada
Oh Liam la ah besado a rayis Me eh muerto :imdead: .
Anne y Rayis discutiendo
Anne: Rayis como puedes ser tan tonta y no haberte dado cuenta de que Liam esta celoso de Harry
Rayis: —Sí. —Tenía que disculparme—. Escucha...
Anne: No escucha no....
Después de eso Rayis desapareció, dejando un mechón de pelo en las manos de Anne. :jajajaj: Es broma.
Siento contestar tan tarde es que a esa hora ya estoy en clase ¿De donde eres?
Para que te rías te dejo este gif:
Y Ahora me voy :bye:
Anne y Rayis discutiendo
Anne: Rayis como puedes ser tan tonta y no haberte dado cuenta de que Liam esta celoso de Harry
Rayis: —Sí. —Tenía que disculparme—. Escucha...
Anne: No escucha no....
Después de eso Rayis desapareció, dejando un mechón de pelo en las manos de Anne. :jajajaj: Es broma.
Siento contestar tan tarde es que a esa hora ya estoy en clase ¿De donde eres?
Para que te rías te dejo este gif:
Y Ahora me voy :bye:
alexismusiclive
Re: Poniéndolos En La Cornisa [LP] - Terminada
No te preocupes por la contestada tarde, lo importante es que me das un motivo para seguir escribiendo :) para mi es muy temprano aun de hecho. Soy de Mexico, asi que lo puse alrededor de mis 2am (no recuerdo bien) tu de donde eres?
hopeless.
Re: Poniéndolos En La Cornisa [LP] - Terminada
RoseFletcher escribió:No te preocupes por la contestada tarde, lo importante es que me das un motivo para seguir escribiendo :) para mi es muy temprano aun de hecho. Soy de Mexico, asi que lo puse alrededor de mis 2am (no recuerdo bien) tu de donde eres?
Ohhh, Yo soy de España, así que a la hora a la que tu espesaste a subir los capítulos en España eran las 8 de la mañana
alexismusiclive
Re: Poniéndolos En La Cornisa [LP] - Terminada
Es para recibirte con una buena sorpresa para cuando lleges de la escuela :)
hopeless.
Re: Poniéndolos En La Cornisa [LP] - Terminada
OHOHOOH, que linda novelaaa. Me gusta mucho mucho.
Es genial, siguelaaaaaaaaaaaaa, porque me despero :wut:
Es genial, siguelaaaaaaaaaaaaa, porque me despero :wut:
Ninaa.forever.young
Capítulo 29
Capítulo 29
El viernes a las ocho de la noche, mi estado de ánimo era aún peor. Miraba a los jugadores de fútbol americano, deseando que la tierra se los tragara y aplastaran a todos ellos por debajo de los montones de grava.
—En el lado positivo, está bien que Harry no llamara. De esa manera no tuviste que decirle que no podías ir —dijo Alanna.
No podía creer que él no hubiera llamado. —Probablemente llamó justo después de salimos de la casa esta noche.
—Si él esperó hasta el final para llamar, entonces no merece tenerte en casa —dijo Ellie.
—No puedo creer que mi mamá me hizo dejar mi celular en casa.
—Ella tiene un punto —dijo Natalie—. La única gente que tienes permitido que te llamen es tu familia, y todos estamos aquí.
—Eso no es por lo que me obligó a dejarlo en casa. —No podía creer lo mal humorada que estaba—. Le dijiste que estaba guardando el teléfono en caso de Harry llamara. Así que ella sabía que yo le había dado el número a él.
Natalie me empujó.
—No te enojes conmigo, _____. Yo no soy la razón por la que Harry no llama, y no es mi culpa que no podías salir con él esta noche.
—Es tu culpa que yo no pudiera traer mi teléfono esta noche. Harry probablemente me dejó seis mensajes tratando de encontrarme. Y ahora él va a pensar que no me gusta. —Crucé los brazos sobre mi pecho y traté de disparar dagas envenenadas desde los ojos a todo el mundo.
—No es mi culpa —repitió Natalie—. ¡Y no estás siendo justa!
—Me alegro de que no tengas tu teléfono —dijo Ellie—. Si él de hecho se molestaba en llamar esta noche, entonces la única respuesta aceptable es que no estabas en casa y no contestaste el teléfono. Si lo hubieras traído, ¡te lo habrían confiscado de todos modos!
Yo no podía hacer frente a esta discusión. —Voy por palomitas de maíz. Volveré. —Ni siquiera ofrecí traerle nada a nadie.
¿Estaba de mal humor o qué? ¿Por qué no había llamado Harry? Él totalmente había dicho que llamaría. Me senté en casa cada noche de esta semana, amenazando a todo el mundo en mi familia para que se alejaran del teléfono, y fue en vano. Él simplemente no llamó. ¿Por qué no? No lo entiendo. Todo parecía perfecto en el ensayo. ¿Fue porque no le había permitido darme un beso? ¿Lo habría echado a perder? No importaba ahora, ¿verdad? Había salido huyendo y estaba atascada con eso ahora.
¿La única solución para sentirme mejor?
Comer.
Salté al stand de palomitas de maíz y me dirigí directamente hacia el suave helado servido. De chocolate doble era todo lo que me satisfaría. Con un poco de suerte, todo iría directamente a mis tetas y me despertaría mañana con la figura de una mujer.
Sí, claro.
Me puse en la fila detrás de una pareja que estaba siendo demasiado cariñosa para mi gusto. Incluso mi más sombrío ceño no los detuvo, así que crucé los brazos sobre mi pecho y miré a la multitud, así no tendría que mirarlos y pensar cómo se supone que tenía que salir con el chico de mis sueños esta noche.
Y fue entonces cuando lo vi. Harry, caminando hacia mí, con su brazo alrededor de una chica.
Mi estómago se volvió de plomo, los dedos del pie se curvaron, y un nudo se instaló en mi garganta. Él estaba en una cita con otra chica. Por eso fue que no había llamado. Porque él estaba en una cita con alguien más. La traición y la ira crecieron dentro de mí. Increíble. ¿Cuán estúpida he podido ser?
Mientras me mordí el labio inferior para no gritar, casi podía sentir el viento soplando a través de mi pelo mientras me asomaba por el borde de La Cornisa con todas las luces de abajo. Oh, yo estaba allí ahora, y apestaba. Era un poco tarde para darme cuenta de que Ellie había tenido razón cuando me había advertido que no me fuera por ahí. ¿Habría notado cuando perdí a mi corazón? ¿Era necesario un órgano? ¿Las marcas de neumáticos son permanentes, o se desvanecen con una buena limpieza?
La Cornisa no era un lugar para chicas. Con todo el entrenamiento que había recibido sobre el tema, ¿cómo en el mundo me permití terminar ahí, colgando de las uñas?
—¿_____?
Di la vuelta, esperando que fuera Harry abandonando a su cita tan pronto como me notó. Pero era Liam.
¡Liam!
Oh, Dios mío. Cuan totalmente vergonzoso. Yo no lo había visto desde el beso. ¿Qué se supone que debía hacer? ¿Cómo se supone que debo actuar? Yo había evitado totalmente el granero durante toda la semana, y me pareció que estaba a salvo.
—¡_____! ¿Cómo estás? —Me alcanzó y se instaló a mi lado, como si fuera a esperar en la fila conmigo.
Era una línea muy larga. —Um... hola. —Me moví y traté de no mirarle.
—¿Qué está mal?
—Nada.
—¿Entonces por qué estás mirando mis zapatos?
—No, no lo estoy.
—Entonces, ¿estás mirando todo el chicle pegado al piso de cemento? Estoy tan halagado que sea más interesante que mirarme.
Idiota. ¿Por qué tenía que ser tan exigente? Arrastré mis ojos del suelo y más o menos lo miré al rostro. Él sonrió, y sus ojos se arrugaron tipo de esta manera realmente agradable. No pude evitar sonreír de nuevo, y de pronto toda la torpeza desapareció. No pasaría nada.
—Hola, Liam. Me alegro de verte.
Y así era. Un chico que no me pondría en La Cornisa. Se veía completamente lindo con sus botas de trabajo y su suéter. Había cortes de césped pegados a su zapato, y olía como flores frescas y árboles de pino, como si hubiera estado trabajando afuera. Él lucía maravilloso, sin miedo, y me di cuenta de que estaba tan feliz de verlo.
Me tocó el brazo. —¿Estás bien? Te ves cómo un poco triste.
Oh, genial. Si Liam notó que había estado en La Cornisa, entonces Harry definitivamente lo haría también.
—Me aplasté el dedo del pie y me dolió. Mucho.
Él levantó una ceja. —¿Lo hiciste realmente?
—Sí. —Podía decir que él no me creyó, y por un momento se sentía bien. Con Liam, yo no tenía que fingir que era alguien que no era, parcialmente porque él sabía cuándo estaba mintiendo, y parcialmente porque yo no estaba tratando de impresionarlo. Después de todo, él me enseñó a besar. ¿Cuánto más personal puede llegar?
—Así que, ¿cómo está Harry? ¿Estaba impresionado con tu talento...? Sentí el calor de mi mejillas caldearse.
—Um... yo... um... no...
—¿No lo has besado? —Liam estaba mirándome fijamente.
—No —admití.
—¿Por qué no?
—No he tenido la oportunidad.
—Uh-huh. Así que, ¿no saliste huyendo otra vez?
¿Por qué le importa a Liam? —No tengo planeado decir que no.
Liam asintió con la cabeza ligeramente, pero parecía un poco molesto.
—Bueno, deberías mejorar el plan de decirle que no en algún punto con él o te encontrarás en...
—¿En qué?
—En una situación en la que no quieres estar.
—¿Cómo sabes en qué situación quiero estar? —le pregunté. Liam se encontró con mi mirada.
—Porque te conozco.
—Oh. —Parecía horriblemente cierto, y realmente no tenía la energía para desafiarlo.
—¿Viniste aquí con Harry? —preguntó Liam mientras la línea se adelantó unos metros.
¿Por qué estaba obsesionado Liam con Harry?
—No. Vine con mis amigas y mi familia. —Oh, bien, _____. ¿Eso no me hace sonar como una diva suave y sofisticada? No. Me hacía parecer una perdedora que pasaba las noches de los viernes con su familia.
Una vez más, fue una buena cosa que no estuviera tratando de impresionar a Liam. Se las arreglaba para ver a la verdadera yo todo el tiempo. Yo definitivamente iba a tener que trabajar en eso. No era una manera de atraer a los chicos. Por otra parte, había estado en el centro comercial con su hermana en un jueves por la noche, así que tal vez entendería el tener que pasar tiempo con la familia. Así que, tal vez, estaba bien para admitirlo a él.
—Bueno, creo que estás a punto de tener tu oportunidad de impresionar a Harry con tu talento —dijo Liam—, porque él está de camino hacia aquí.
—¿En serio? —Casi me di la vuelta para encontrarme con Harry, luego me detuve. ¿Qué estaba haciendo? Él me puso en La Cornisa. No se merecía mi atención. Liam era el que había venido a mí y estaba siendo amable conmigo. Así que le di la espalda a Harry y la cara a Liam—. ¿Y qué? Estoy hablando contigo.
Liam alzó la ceja, luego entrecerró los ojos.
—¿A qué juego estás jugando, _____?
Última edición por RoseFletcher el Sáb 04 Mayo 2013, 1:50 am, editado 1 vez
hopeless.
Re: Poniéndolos En La Cornisa [LP] - Terminada
Ninaa.forever.young escribió:OHOHOOH, que linda novelaaa. Me gusta mucho mucho.
Es genial, siguelaaaaaaaaaaaaa, porque me despero :wut:
omg! tengo una nueva lectora! :')
gracias por leer nena!
acabo de dejarles un nuevo cap
xx
hopeless.
Capítulo 30
Capítulo 30
—No estoy jugando un juego. Sólo... bueno... se suponía que íbamos a tener una cita esta noche y nunca llamó, así que estoy enojada con él. No quiero que piense que yo... —¿Piense qué? ¿Que estaba locamente enamorada de él y que haría cualquier cosa por él?
—Ah. —Liam miró por encima de mi hombro, y luego se volvió hacia mí—. ¿Quieres un poco de ayuda para hacer que se sienta mal por faltar a una cita contigo?
¿Ayuda para hacer sentir mal a Harry? —Por supuesto.
Liam asintió, echó el brazo por los hombros y me empujó contra su costado. —Pretende que te gusto.
—Me gustas. —Encajé a la perfección bajo su brazo. Algo se dibujó en su rostro.
—Pretende que te gusto en la forma que te gusta Harry.
—Oh...
—Pon tu brazo alrededor de mí —murmuró.
—De acuerdo. —¿Era una idiota o qué? Liam estaba probablemente rodando sus ojos por tener que aguantarme. ¡Yo ni siquiera sabía cómo actuar como una novia! Tentativamente puse mi brazo alrededor de él, y podía sentirlo chupar su aliento mientras mi mano se posó en su cintura. ¿Cuán íntimo fue esto? Era de hecho algo agradable. Me sentí segura. Como si perteneciera a alguien. Como si alguien intentara venir por mí, Liam me protegería—. ¿Así?
—Sí. —Su voz sonaba un poco estrangulada—. Sonríeme.
Levanté la vista hacia él y lo encontré mirándome. Sus ojos tenían un suave y raro brillo, como si estuviera mirando a un cachorro o algo que le hizo sentir bien por dentro. Sonreí.
—Gracias, Liam.
Él sonrió, y por primera vez me di cuenta de que tenía un pequeño hoyuelo a la altura de su pómulo izquierdo.
—Me estoy divirtiendo.
—Yo también. —Fue entonces cuando me di cuenta de que Liam tenía algo de sombra en las mejillas también—. ¿Te afeitas?
Él pareció sorprendido.
—Por supuesto.
—¿Puedo tocar? —Inmediatamente me hubiera gustado ser absorbida por el suelo. Qué comentario tan completamente estúpido—. Quiero decir... siempre me he preguntado si se sentía duro.
Liam se encogió de hombros. —Adelante.
—¿En serio?
—Sólo hazlo.
—No importa. —Esto era demasiado embarazoso. Quiero decir, una cosa era admitirle a un chico que nunca había besado a nadie antes, pero otra cosa era dejarle saber todos tus secretos.
Liam rodó los ojos, luego me agarró la mano y presionó mis dedos contra su mandíbula.
Era duro, casi espinoso.
—Huh. —Soltó mi muñeca y froté los dedos sobre su piel—. Es áspera en una dirección y liso en la otra.
—Uh-huh. —Tenía ese sonido extraño estrangulado en su voz de nuevo.
—Es agradable. —Dejé caer mi mano. Ya no era una novata torpe. Me estaba convirtiendo más en una mujer cada minuto—. Gracias.
Liam me miró y sus ojos se encontraron con los míos.
—De nada.
Sonreí. —Para ser un chico, eres un tipo muy agradable.
—¿Cuál es tu nombre real?
Contuve mi respiración. Nunca le dije a nadie mi nombre real. Es demasiado vergonzoso. Pero... era Liam. Él me enseñó cómo besar y supo que estaba fuera con mi familia un viernes a la noche. En realidad era agradable tener a alguien de afuera, además de mis amigas, con quien podía ser yo misma.
—_____ Blueberry Tomlinson.
Él sonrió ampliamente. —¿De verdad?
—Horrible, ¿no? —Negó con la cabeza.
—Creo que es perfecto. —Su voz era suave, casi dulce y tocó mi mejilla con su mano.
Contuve la respiración. Él tenía esa expresión en la cara, la que Harry tenía justo antes de que intentara besarme. Mi estómago se sacudió un poco y me paralicé. ¿Liam me iba a besar? ¿En público? Por un momento, realmente lo deseé. Besarlo era mágico, levanté mi cara y...
—¡_____! —La voz de Harry cortó nuestro momento—. _____, ¿eres tú?
La cara de Liam se oscureció y miró por encima de mi hombro. —¡Hola, Harry!
—Payne —dijo Harry—. ¿Estás con _____?
Me giré para ver a Harry y Liam tensó su brazo en mi hombro.
—Hola Harry —dije.
—¡Hola! —Harry me miró directamente y me dio una de esas sonrisas especiales que repercutían en mi estómago—. Traté de llamarte esta semana, pero creo que debiste haberme dado un número equivocado. Sigo comunicándome con una pizzería.
—Escuché esa línea anteriormente. —Liam resopló y empezó a jugar con mi cabello. Me hacía cosquillas, pero se sentía muy bien. Quería acercarme más a él y meterme aún más entre sus brazos. ¿Por qué se sentía tan bien que Liam estuviera tocándome? Estaba con Harry, no con Liam. Me moví lentamente, obligándome a alejarme de Liam.
Por un momento, su brazo se tensó a mi alrededor y luego me dejó ir, dejando caer sus brazos a su costado. Extrañé sus brazos instantáneamente pero giré mi mentón para enfrentar a Harry, negándome a dejarme volver con Liam.
Harry lo fulminó con la mirada antes de voltearse a verme. —En fin, _____, ¿estás libre mañana a la noche?
—¿Mañana? —¡Oh, por Dios! ¿Mañana? Tenía tan poco tiempo para entrar en pánico—. Claro.
Harry sonrió. —Genial, te recogeré mañana a las 7.
—¿Cómo sabes dónde vivo? —¿No tenía que llamarme o algo?
—Estás en la guía, ¿no?
—Oh, claro. Sí.
Harry asintió. —Nos vemos entonces. —Movió su cabeza bruscamente hacia Liam—. Hasta luego.
Liam masculló alguna respuesta y Harry se fue. Y ya no vi a la chica con él. Huh. Qué interesante.
Tenía que contarles a mis amigas sobre el encuentro. Mi peor tarde de repente se había catapultado al éxtasis.
—Nos vemos luego. —Abandoné la idea de tomar un helado y me giré para irme, sólo para ser frenada por la mano de Liam en mi brazo.
—Está mintiendo.
Miré a Liam. —¿Qué?
—Él no llamó. ¿El número de la pizzería? Es viejo. Parte de mi entusiasmo disminuyó.
—¿De qué estás hablando?
—Si puede encontrar tu dirección en la guía, ¿por qué no pudo buscar tu número?
Sentí mis hombros hundirse. —¿Por qué estás haciendo esto?
—¿Haciendo qué?
—Tratando de llevarte mi buen humor.
El agarre en mi brazo se suavizó. —Lo siento _____. Sólo intento protegerte de él.
—¿En serio? —Puse mis manos en mis caderas, tratando de evitar que la advertencia de Liam me asustara—. ¿Qué hay de malo con Harry?
Liam cambió su peso antes de responder. —Él miente.
—Dame un respiro, Liam. Tengo mi celular desde hace 2 días. Seguro escribí el número incorrecto.
Liam negó con la cabeza y dejó caer su mano de mi brazo. —Es un idiota, _____. Sólo pregúntale a Louis.
—Louis dice que es un buen chico, juega al baloncesto.
—¿Y eso lo hace un buen chico?
—Bueno, ciertamente, no lo hace un mal chico. —Se me empezó a formar un nudo en el estómago. No estaba acostumbrada a Liam siendo un idiota. ¿Por qué intentaba arruinarme el momento?—. ¿Qué pasa contigo?
—¿Conmigo? Nada. ¿Vas a salir con Harry mañana?
—Por supuesto. —¿Cómo no lo haría? Fue el mejor momento de mi paso por la secundaria.
Sus ojos se estrecharon. —Bueno, pásala bien y mejor lleva algo de gas pimienta.
—¿Por qué debería llevar gas pimienta? Tal vez quiera que me bese.
Liam sólo me miró molesto y se fue lejos. ¡Y sin decirme adiós! ¿Por qué se convirtió en tal gruñón? No sé por qué las chicas tenemos la reputación de ser temperamentales. Los chicos son definitivamente mucho peor.
Pero Liam no era mi problema. Tenía una cita con Harry mañana. Pasé rápido todo el camino de regreso a mi asiento.
Última edición por RoseFletcher el Sáb 04 Mayo 2013, 1:51 am, editado 1 vez
hopeless.
Re: Poniéndolos En La Cornisa [LP] - Terminada
PORQUE NO LA SIGUES :( ESTOY TRISTE, PERO SIEMPRE SERÉ TU FIEL LECTORA ASTA EL FIN. POR FIS SÍGUELA CUANDO PUEDAS
PD1: ESTE MENSAJE SE AUTO-DESTRUIRÁ EN 10 SEGUNDOS
PD1: ESTE MENSAJE SE AUTO-DESTRUIRÁ EN 10 SEGUNDOS
alexismusiclive
Re: Poniéndolos En La Cornisa [LP] - Terminada
alexismusiclive escribió:PORQUE NO LA SIGUES :( ESTOY TRISTE, PERO SIEMPRE SERÉ TU FIEL LECTORA ASTA EL FIN. POR FIS SÍGUELA CUANDO PUEDAS
PD1: ESTE MENSAJE SE AUTO-DESTRUIRÁ EN 10 SEGUNDOS
hola! no la había seguido porque no sabía si la seguías leyendo o no, pero en un momento más subo capítulos hasta el día de hoy :) te debería 12, así que entre hoy y mañana termino mi misión, te parece?
hopeless.
Re: Poniéndolos En La Cornisa [LP] - Terminada
RoseFletcher escribió:alexismusiclive escribió:PORQUE NO LA SIGUES :( ESTOY TRISTE, PERO SIEMPRE SERÉ TU FIEL LECTORA ASTA EL FIN. POR FIS SÍGUELA CUANDO PUEDAS
PD1: ESTE MENSAJE SE AUTO-DESTRUIRÁ EN 10 SEGUNDOS
hola! no la había seguido porque no sabía si la seguías leyendo o no, pero en un momento más subo capítulos hasta el día de hoy :) te debería 12, así que entre hoy y mañana termino mi misión, te parece?
Con 5 me bastan, me estaba preocupando, la verdad es que creí que te avía pasado algo grave, pero me alegro de que hayas vuelto :corre:
alexismusiclive
Re: Poniéndolos En La Cornisa [LP] - Terminada
alexismusiclive escribió:RoseFletcher escribió:alexismusiclive escribió:PORQUE NO LA SIGUES :( ESTOY TRISTE, PERO SIEMPRE SERÉ TU FIEL LECTORA ASTA EL FIN. POR FIS SÍGUELA CUANDO PUEDAS
PD1: ESTE MENSAJE SE AUTO-DESTRUIRÁ EN 10 SEGUNDOS
hola! no la había seguido porque no sabía si la seguías leyendo o no, pero en un momento más subo capítulos hasta el día de hoy :) te debería 12, así que entre hoy y mañana termino mi misión, te parece?
Con 5 me bastan, me estaba preocupando, la verdad es que creí que te avía pasado algo grave, pero me alegro de que hayas vuelto :corre:
nooo! Dios guarde! pero mira, hagamos un trato: como esta novela es un libro y los capítulos son algo largos (pero no son tantos capítulos), los estaba separando en partes pequeñas cada uno. como recompensa y a modo de disculpa, te subiré lo que resta del capítulo y los dos siguientes enteros. OMG yeah!
hopeless.
Capítulo 31
Capítulo 31
Mi cita con Harry era a las siete en punto, y yo era un desastre total.
Estaba tan nerviosa que hubiera olvidado maquillarme si Ellie no hubiera estado allí para hacerlo. Y mis manos estaban temblando tanto que mi cabello también hubiera sido un desastre total si no fuera por Natalie y Alanna.
Después de que me disculpara con Natalie por presionarla por mi móvil el viernes por la noche, estábamos bien.
Lo cual era excelente, porque las necesitaba.
Para cuando estuve lista, faltaba un minuto para las siete. Sesenta segundos de sobra. ¡Qué alivio!
Me paré frente al espejo y me inspeccioné. De hecho, mi cabello se estaba comportando, con el volumen suficiente como para que vieras que tenía pelo incluso si me estabas mirando de frente. Un par de jeans ajustados y unas botas negras, y un top que abrazaba mi busto y mostraba un poco de piel.
Ellie no podía usar tops como ese porque se le escaparía todo. Me dijo que estaba celosa de mí porque podía usarlos. Sospeché que sólo estaba tratando de hacerme sentir mejor y distraerme de mis nervios, pero eso estaba bien. Decidí creerle.
Necesitaba todos los refuerzos positivos que pudiera conseguir.
Un suave golpe sonó en mi puerta, y mi madre asomó su cabeza.
—¿Eso es lo que usarás?
—Sí. —Uh-oh. Estaba usando jeans negros. Probablemente porque no estaba tan feliz de mi primera cita.
—Estás dando un mensaje equivocado. Ponte algo más. Y esos jeans son muy apretados. Busca otra cosa.
—¡Pero, mamá! Él está en último año.
—Con más razón. Necesita recordar que tienes quince años.
—Casi dieciséis.
Mamá me dio la mirada de las madres.
—Cumplirás dieciséis en siete meses.
—¿Y?
—Cámbiate.
El timbre sonó y mi estómago saltó hasta mi garganta.
—¡Está aquí! Tengo que irme. No tengo tiempo para cambiarme.
Mamá sonrió muy malvadamente.
—Oh, tomate tu tiempo. Tu padre y yo le haremos compañía hasta que estés lista. Cámbiate o no saldrás de casa.
Luego cerró la puerta. A veces, odiaba mucho a mis padres.
Oí a mi padre abrir la puerta y saludar a Harry, y todas las esperanzas de pasar una buena noche se convirtieron en nada. Cuando Harry conociera a mis padres, estaba condenada. Él sabría que era un bicho raro igual que mi nombre.
—Será mejor que bajes —dijo Alanna—. Amo a tus padres, pero no van a ayudarte en tu vida social.
—¿Y si tu madre empieza a hablar de esas hierbas de claridad psíquica? —preguntó Natalie—. ¿O si preguntan si pueden tener una cita doble con ustedes?
La miré con horror. —¡No lo harían!
—¿Estás segura?
Oh, por Dios. —Tienes razón. ¡Lo harían! —Corrí hacia mi armario y comencé a sacar suéteres de los estantes. Demasiado corto. Demasiado pesado. Demasiado veraniego—. ¡Lo tengo! —Por primera vez en mi vida, las cosas que quise usar estaban limpias. Pasé el suéter de algodón rojo por mi cabeza y mis brazos por sus mangas.
Perfecto. Tenía un cuello alto y llegaba hasta la mitad de mis muslos.
Lo había comprado para mi fase de pantalones elásticos, y serviría también para estos pantalones ajustados.
Corrí hacia mi cuarto. —¿De acuerdo?
—¿Asumo que te lo quitaras en cuanto salgas? —preguntó Ellie.
—Por supuesto.
—Entonces, está perfecto. Luces como una monja con él.
—Creo que luces bien —dijo Alanna—. Déjatelo por un rato, y sácatelo si la cita va bien.
—Déjatelo todo el tiempo —dijo Natalie—. Estoy empezando a oír cosas de él.
Las tres observamos a Natalie, quien cerró su boca inmediatamente y enrojeció.
—¿Que has estado oyendo? —pregunté.
—¿De quién? —añadió Ellie.
—De los chicos del equipo de cross-country —dijo Natalie—. Estuve preguntando.
—¿Y? —Golpeé con mi pie impacientemente el piso, tratando de oír aullidos de dolor desde abajo—. ¿Qué? ¿Tiene tres cabezas y lleva ranas en su bolsillo trasero?
Natalie arrugó su frente. —¿Por qué llevaría ranas?
—¡Natalie! ¿Qué hay de malo con él?
Ellie aclaró su garganta.
—A menos de que sea muy importante, creo que deberíamos dejar que _____ se vaya y se divierta.
—Um... de acuerdo. —Natalie se sentó en el borde de la cama y puso sus manos bajos sus muslos.
Esperé todo un minuto para ver si decía algo más, pero no lo hizo. Pero podía oír a mi padre haciendo su imitación de un coyote lastimado, y eso era simplemente demasiado para Harry.
—Tengo que irme. Natalie se encogió de hombros.
—Lleva tu teléfono.
—¿Que lleve mi teléfono? ¿Va a dejarme a un lado de la carretera o algo así?
Hizo una mueca.
—Una escucha cosas.
—¿Como qué?
—Bueno... que él es... um...
—¿Qué? —Casi le grité, pero no pude evitarlo. ¡Me estaba enojando!—. ¡Sólo dilo!
—Aparentemente, es un idiota.
—¿Un idiota? —¿Estaba bromeando?—. ¿Eso es todo? Pensé que ibas a decirme que era un asesino o algo así.
—Todavía no.
—¿Todavía no? ¿Qué significa eso? —Sentía que mi cabeza se saldría de su lugar. No necesitaba esta clase de estrés mientras mi padre se arrastraba por todo el salón sobre sus manos y rodillas aullando mientras mi nuevo futuro novio se daba cuenta de que venía de una familia de completos lunáticos.
Ellie se levantó.
—_____, olvídalo. Ve a divertirte.
—¿Divertirme? ¿Cómo se supone que me divierta? Natalie acaba de dar a entender que Harry comenzara a matar gente en cualquier momento. ¡Pasaré toda la noche preocupándome por si saca un arma de su media!
Natalie también se levantó.
—Escucha, _____. Lo siento. No oí nada, en serio. Sólo que algunos de los chicos rodaron sus ojos cuando les pregunté por él.
—¿Rodaron sus ojos? ¿Eso es todo? —Oí un aullido diferente subir por las escaleras. Mi padre haciendo la llamada de los lobos hacia sus parejas. Genial.
—Sí. Pero eran chicos buenos, así que si rodaron sus ojos... bueno, significa que algo pasa.
—¿Eso es todo lo que hicieron? ¿Rodar sus ojos? ¿No dijeron nada más? —¿Qué clase de ayuda era esta? Me estaba preocupando, ¡y no me decía por qué! De repente, las advertencias de Liam aparecieron en mi cabeza, y, de repente, me puse nerviosa. Muy nerviosa.
—¿Qué sabes, Nat? ¡Dímelo!
—No es gran cosa. —Natalie no me lo diría.
—¿No lo es? ¿Así que trataste de arruinar mi cita sin ninguna razón? —¡Estaba preocupada! Alanna se interpuso entre nosotras.
—Hey, chicas. Olviden esto. _____, Natalie te quiere y quiere asegurarse de que estés segura. Eso es todo. Y Natalie, deja de asustar a _____. —Ella se giró hacia mí y puso sus manos sobre mis hombros—. _____, luces totalmente sexy. Hay un atractivo estudiante de último año abajo que ha estado escuchando a tu padre hacer sonidos de animales por los últimos cinco minutos. Necesitas controlarte y convencerlo de que eres adoptada.
Respiré profundamente. Si hubiera algo realmente horrible sobre Harry, Louis me hubiera detenido.
Era mi hermano, después de todo. Y a Liam le gustaba lo suficiente. No me dejaría salir en una cita en la que me asesinarían. Quizás era una cosa de chicos. Iba a estar bien, asumiendo que podía alejarlo de mis padres antes de que destruyeran permanentemente cualquier oportunidad que tuviera con él.
—Adoptada. Correcto. Puedo hacer esto. No he hecho sonidos de animales desde que tengo seis años.
—Perfecto. —Alanna abrió la puerta de mi dormitorio—. Ve. Y llámanos cuando vuelvas a casa, sin importar que tan tarde sea. Todas dormiremos donde Ellie hoy.
—¿Qué? ¿Todas irán a casa de de Ellie? ¿Su madre estará allí? —Amaba a la madre de Ellie. No quería perder tiempo sin verla. ¡Casi nunca estaba por aquí!
—Sí. Dijo que nos ayudaría a identificar los defectos en nuestras figuras y cómo vestirnos para ocultarlos.
—Pero quiero ir. —Yo era bajita con pechos pequeños. Necesitaba a la madre de Ellie más que ellas.
—Tienes una cita —me recordó Ellie—. Eso es más emocionante.
—¿No pueden hacerlo mañana por la noche?
—¿Estas bromeando? —preguntó Ellie—. Este es, creo, el único día de todo el mes que mi madre no tiene una cita.
—Vete. —Alanna me empujó—. No te preocupes por nosotras.
No era que estuviera preocupada. Sólo que quería estar en dos lugares. Nunca me había perdido una noche con las chicas. Ninguna de nosotras lo hizo. Éramos un cuarteto. ¿Y ahora yo no era importante? Observé a través del cuarto, pero Natalie y Ellie estaban hablando. Natalie luciendo un poco molesta y Ellie tratando de calmarla. Hey, yo era la que estaba molesta con lo que había dicho Natalie. ¿Por qué nadie trataba de reconfortarme?
Alanna tomó mi brazo y me arrastró fuera del cuarto. —¿No oyes eso?
—¿Oír qué? —Traté de ver sobre mi hombro a Ellie y Natalie, pero Alanna me llevó hacia la esquina.
—Cantos de pájaros desde abajo.
Hice una pausa para oír. Definitivamente era el gemido de un bribón, el que sonaba como si estuviera asesinando a una mujer.
—Oh, por Dios.
Alanna se detuvo en las escaleras.
—Ve. Diviértete. Prometo preguntarle a la madre de Ellie sobre tu estatura y darte las notas.
—¿En serio? ¿Y sobre mis pechos pequeños?
Alanna sonrió. —Lo juro. Si me cuentas todos los detalles de tu cita.
—Es un trato. —Le di un rápido abrazo y luego bajé las escaleras corriendo. Hacia donde Harry estaba esperando.
—Tus padres parecen un poco... interesantes. —Harry había hecho todo el camino hasta el lugar de la pizza antes de comentar sobre mis padres.
Me impresionó que hubiera aguantado tanto tiempo. —Son únicos. —Estuve de acuerdo—. ¿Cómo más se puede explicar mi nombre?
—¿_____ es la abreviatura de...? Oh, tu segundo nombre. Tienes razón.
―Si, uhm, no vayamos para allá.
—Así que el partido de fútbol americano estuvo muy divertido anoche.
—Uh-huh.
Harry tomó su Coca-Cola y dio una larga calada mientras escudriñaba el restaurante. Entonces sus ojos se posaron de nuevo en mí—. ¿Y qué pasa contigo y Payne?
—¿Payne?
—Liam.
—Oh. Cierto. Liam. —Me relajé un poco ante la idea de Liam. ¿Por qué el pensar en él me hace sentir más tranquila? No lo sé, pero iba a tomar ventaja de ello, porque estar con Harry me estaba volviendo loca de lo tensa. No podía dejar de pensar en lo que Natalie y Liam habían dicho, eso de esperar que Harry llevara un hacha sangrienta en el bolsillo de su chaqueta y le gustara matar, empezando por mí—. ¿Por qué me preguntas acerca de Liam?
—¿Le dijiste que ibas a venir aquí conmigo esta noche?
—No me dijiste a dónde íbamos, así que obviamente no podría haberle dicho a dónde íbamos. ¿Por qué? —Entonces me di cuenta de cómo los ojos de Harry se mantuvieron agitando sobre mi hombro. Me di la vuelta y miré detrás de mí. Como de costumbre, el lugar estaba lleno el sábado por la noche, ya que era el lugar de reunión local de la escuela secundaria. Hay mucha gente que no conocía, en su mayoría chicos de último año. Pero como yo estaba allí con uno de último año encajaba por completo.
Entonces lo vi. Liam estaba sentado en el restaurante mirándonos, y parecía que estaba de un humor realmente malo. Tenía el ceño fruncido, su mandíbula estaba sobresaliendo, y sus hombros estaban tensos.
Y él estaba sentado a la mesa con una chica que era demasiado bonita. ¿Él estaba en una cita? Sentí un nudo en el estómago, y me di la vuelta y enfrenté a Harry.
—No tengo ni idea de por qué Liam está aquí —le dije con arrogancia.
—Huh. —Harry siguió mirando a Liam incluso mientras se inclinó hacia mí—. ¿Quieres ir a dar un paseo?
—¿Un paseo? —tragué saliva—. ¿A dónde?
—No lo sé. Podríamos encontrar un lugar.
—Un lugar. —Señales de advertencia comenzaron a andar en mi cabeza, y me hubiera gustado no haberme quitado el jersey rojo—. De hecho, estoy hambrienta. Vamos a quedarnos a comer pizza.
Harry se encogió de hombros y se recostó. —Bien.
—Así que... um... el musical parece ir bien. —¿Qué sabía yo? Yo había estado en tan sólo dos ensayos.
—Sí. —Harry tamborileó con los dedos sobre la mesa y se veía un poco aburrido.
¡Yo no era aburrida! Puede ser que tenga quince años, pero no era aburrida.
—Tal vez, iré a poner algo en la máquina de discos.
—Por supuesto. —Lanzó un par de monedas hacía mí, que me las arreglé para tomar antes de que volaran de la mesa.
Apreté las monedas en la mano y me acerqué a la máquina de discos, donde me detuve un momento, fingiendo leer los nombres de las canciones. ¿Qué le pasaba a Harry esta noche? Estaba siendo una especie de idiota. No es un idiota, realmente, pero... bueno, actuando como si hablar conmigo no fuera tan interesante. ¿Era esa la única razón por la que me había invitado a salir? ¿Para ir a dar una vuelta y encontrar un "sitio"? ¿Incluso después de que yo no le había besado?
—Bonito atuendo. Me volví para encontrar a Liam descansando contra una mesa detrás de mí.
—¿Qué tiene de malo mi ropa?
—No creo que Harry tenga mucho problema en darse cuenta que estarás dispuesta a darle un beso esta noche.
Liam estaba tan cerca que podía oler su colonia de nuevo, y era tan atractiva como la noche anterior. Su cabello estaba peinado hacia atrás, y su chaqueta de jean colgaba de sus hombros.
—¿Quién es la chica?
—¿Qué chica?
—Con la que estás aquí. —La fulana nos observa ahora mismo, con spray para el cabello demasiado exagerado y sombra de ojos. Necesitaba una lección de Ellie sobre cómo ser sexy, porque en este momento se veía como el tipo de chica que Harry quería que yo fuera. Y ella estaba con Liam. ¿Iba a ir a dar un paseo con Liam? Oh... la idea hizo que mi estómago me doliera aún más.
—Ella es mi cita —dijo Liam.
—¿Tienes una cita? —¿Por qué mi estómago se siente como plomo? ¿Por qué me importa si Liam tenía una cita?
—Sí.
—Oh.
Él arqueó una ceja. —¿Tienes un problema con que yo tenga una cita?
—No —le espeté—. ¿Por qué me importaría?
Él se encogió de hombros. —Al parecer no te importaría.
Bien. Podía darle la vuelta a eso. —¿Te importa que yo esté aquí con Harry?
Él se puso rígido.
—Puedes hacer lo que quieras.
—Bien.
—Bien. —Se empujó fuera de la máquina de discos—. Te veré por ahí.
Y luego se fue, sin más, volvió a su cita y se deslizó en el banco frente a ella. Incluso le sonrió. Como si le importara.
Golpeé las monedas en la máquina de discos y escogí dos canciones al azar. Estaban probablemente fuera de moda para un chico de último año, pero no me importó. Fui yo quien había caminado todo el camino a través del lugar, no Harry.
En mi camino de vuelta por la habitación, me aseguré de no mirar en la dirección de Liam, pero cuando llegué a la mesa Harry estaba luciendo interesado de nuevo.
—¿Tienes una pequeña cosa con Payne?
—Liam. Su nombre es Liam. —Me desplomé en el asiento junto a Harry y traté de no estar de mal humor. No era culpa de Harry que Liam estuviera molestándome— . ¿Y qué te importa?
—A él no. —Harry se inclinó sobre la mesa y tomó mis manos entre las suyas, enviando carne de gallina en cascada por mis brazos—. ¿Te he dicho que te ves ardiente esta noche? Sexy.
Me quedé mirando nuestras manos entrelazadas.
—No, no lo hiciste.
—Bueno, así es. —Frotó el pulgar contra la palma de mi mano, y sentí mis mejillas calentarse. Harry me miraba fijamente de hecho, como si yo fuera la única cosa en este mundo que importaba. Liam pasó a segundo plano mientras me fundía en la sonrisa de Harry.
En el momento en que la pizza llegó, ya no estaba afectada.
A lo largo de la cena Harry continuó entreteniéndome. Él contó historias de otros musicales, de las cosas graciosas que pasaron. Habló sobre algunos de los juegos de baloncesto del año pasado y cómo consiguió la canasta ganadora. Quedó claro en sus relatos que él era muy bueno, y me hizo sentir mucho mejor acerca de estar con él. Dos veces, Harry me había pretendido en público, y la gente lo va a notar.
A medida que seguía hablando, empecé a imaginar cómo sería ser la novia de Harry. ¿Y si él me invita al baile de graduación? ¿Y si lo eligen rey del baile de regreso y yo era su cita? ¿Eso es lo más increíble o qué?
—¿Estás lista para irnos? —Harry me tocó el brazo y volví a la tierra.
—¿Qué?
—Ya he pagado. ¿Lista para irnos?
—¿A dónde?
Él sonrió. —¿A un paseo?
Un paseo. Um...
Justo en ese momento, Liam pasó mientras salía. Su cita se aferraba a su brazo y Liam le estaba contando algún tipo de historia. No parecía aburrido, y parecía que estaba a punto de caer a sus pies en una especie de culto al héroe loco. ¿Iba a besarla en la noche?
Liam asintió con la cabeza. —Nos vemos más tarde, _____.
Hice una especie de ruido, pero estoy bastante segura de que no era remotamente coherente. Liam sólo levantó una ceja y siguió su camino. Con la chica.
Harry tocó mi mano.
—¿_____?
—¿Qué? —Liam incluso mantuvo la puerta abierta para su cita. Como si esa chica lo agradeciera. Decidí que la odiaba también, como odiaba a la chica que consiguió el papel de amante de Harry en la obra. ¿A cuál chica odiaba más? Hmm...
—Vamos. —Harry se puso de pie y me tendió la mano. Para mí. Harry quería tomarme de la mano. Oh, wow. Olvídate de Liam. Harry quería tomarme de la mano.
Sonreí con mi sonrisa más sensual y puse mi mano en la suya. Cerró su puño alrededor de la mía y caí a mis pies. En el momento que estuve de pie, puso su brazo alrededor de mi hombro y empezó a caminar conmigo hacia la puerta.
Estaba sorprendida que mis piernas siguieran funcionando, por la forma tan suave en que se sentía mi cuerpo. Harry hizo una seña a unas pocas personas en el camino, y me pareció reconocer un par de ellos del juego, así que sonreí. Y me devolvieron la sonrisa.
Estaba dentro.
Era la cita de Harry.
Cuando llegamos al auto de Harry mi teléfono repicó. Él dejó caer el brazo de mi hombro y abrió su puerta. ¿Habría Liam abierto la puerta del auto para su cita? Miré a mi alrededor, pero no lo vi. ¿Se habían ido ya?
Mi teléfono sonó de nuevo, y lo saqué de mi bolso mientras daba la vuelta a mi lado. La pantalla me mostró la mala noticia incluso antes de que contestara. No abrí la puerta del auto. Todavía no. No hay necesidad de que Harry me escuchara. Apreté Send y siseé en el teléfono:
—¡Mamá! ¿Por qué me estás llamando?
—Sólo para chequearte. ¿Cómo estuvo la cena?
—Está bien. Acabamos de terminar. —Harry desbloqueó la puerta desde el interior y la abrió. Fue demasiada privacidad. Le sonreí y me metí en el auto.
—Entonces, ¿qué van a hacer ahora? —Mi madre preguntó.
—Umm... cine. Vamos a ver una película. —Harry alzó las cejas.
—Muy bien. Nosotros también. Así que tal vez nos encontremos en el vestíbulo. Adiós. —Mamá colgó y yo sabía que estaba hundida. Ella y mi padre se sentarían en ese vestíbulo hasta que llegáramos allí, sólo para asegurarse de que no estábamos haciendo exactamente lo que Harry quería hacer. Me encogí —. Era mi madre.
—Lo deduje. —Puso en marcha el motor—. ¿Le dijiste que íbamos al cine?
—Um... sí. Ellos van al cine, también. Mi madre se va a... um... —Esto era tan vergonzoso. ¿Podría parecerme más a una chica de quince años?—. Tengo la sensación de que va a estar al acecho en el vestíbulo hasta que aparezca. Sólo para asegurarse de que estamos realmente allí.
Harry se encogió de hombros.
—Los padres pueden ser un caos.
—No es broma. —No parecía enojado, sin embargo, y me relajé un poco. Hasta ahora, había sido expuesta a los aullidos de lobo de apareamiento, llamadas alocadas y ahora la visita sorpresa de los padres, y sin embargo, ¿él todavía estaba bien conmigo? Me pareció que era bastante sorprendente. ¿Cómo podría estar todo el mundo tratando de advertirme sobre él?
—Está bien. Vamos a ir al cine. Podemos divertirnos allí también. —Él me dio una especie de sonrisa maliciosa y puso su mano sobre mi rodilla. O más bien sobre mi muslo. Y lo dejó allí todo el camino hasta el cine... en el que yo estaba pensando demasiado acerca de lo que él había querido decir cuando había dicho que podía divertirse en las películas.
Efectivamente, mis padres estaban merodeando en el vestíbulo con Marissa a la zaga. Me dieron una gran sonrisa y un saludo, y Marissa incluso corrió por el pasillo para darme un abrazo. Harry parecía más que un poco avergonzado de ser visto en público con una niña de ocho años, y rápidamente me arrastró hacia la sala. Afortunadamente, mis padres iban a ver una película diferente.
Harry y yo nos acomodamos en la última fila, en la esquina. Él puso su brazo sobre el respaldo de la silla y la otra mano en mi pierna.
Y entonces las luces se apagaron.
Los avances estaban todavía en curso cuando sentí la caída del brazo de Harry en mi hombro. Se inclinó hacia mí, me atrajo hacia él al mismo tiempo.
Él iba a besarme. Y por alguna razón, realmente no estaba tan emocionada por ello. Probablemente una indigestión de la pizza.
Recordé lo que Liam me había dicho. Cierro los ojos. Pongo las manos sobre el pecho, o alrededor de su cuello. Con la voz de Liam resonando en mis oídos, hice lo que él me había enseñado, levantando mi rostro hacia Harry.
Y luego sus labios tocaron los míos. Sólo que no eran suaves y maravillosos, como los de Liam. Fue baboso y molesto. Él comenzó a usar su lengua inmediatamente, y sentí su mano arrastrándose hasta mi pierna. No tenía nada de delicadeza como Liam, y mis entrañas no estaban explotando y enloqueciendo. Me sentí asquerosa.
Y el sentimiento de repulsión no se iba. Me eché para atrás y Harry me siguió, así que lo golpeé en el pecho.
—Suéltame.
—¿Qué? —Miró a su alrededor—. Nadie está mirando.
—No me importa. —Saqué su mano de mi pierna y la lancé de nuevo hacia él—. Necesito un poco de palomitas de maíz. Vuelvo en un minuto.
Él golpeó mi trasero mientras pasaba por encima de él, e hice lo único que pude hacer para no darle un codazo en la garganta.
Salí hacia el vestíbulo sin Harry siguiéndome. Esto estaba mal, muy mal. ¡Se suponía que Harry era genial! ¡Estaba completamente loca por él! Entonces, ¿por qué sus besos enfermaban a mi estómago? Apenas el fin de semana pasado, en la fiesta, cuando tenía su mano en mi rodilla había sentido escalofríos.
¿Y esta noche?
Era como si tuviera piojos o algo así.
¿Qué había de malo en mí?
Fue culpa de Natalie por poner esos pensamientos en mi mente antes de salir. Ella lo arruinó para mí.
Me senté en un banco, me apoyé contra la pared, y cerré los ojos. ¿Qué iba a hacer? Independientemente de si fuera culpa de Natalie, todavía no podía volver allí y enfrentarme a él. ¿Y si trataba de besarme otra vez? La hermana de Ellie nos había enseñado unos cuantos movimientos de defensa personal, pero realmente no haría maravillas por mi reputación golpear a Harry y mandarlo al suelo, incluso si pudiera.
¿Debo fingir que estaba enferma? ¿Pedirle que me lleve a toda prisa a casa?
Eso serían dos citas consecutivas que había arruinado con él. La relación nunca sobreviviría. Mi reputación estaría en ruinas. Harry diría a todos sus amigos que yo era una estudiante de primer año psicótica con padres trastornados. Toda mi carrera en la escuela secundaria se arruinaría dos meses después de comenzar mi primer año.
Necesitaba un plan alternativo.
Sólo había una cosa que hacer: llamar a mis refuerzos.
Tomé el celular y marqué el número de Ellie, esperando que no estuviera demasiado inmersa en los consejos de su madre para ayudarme.
Alanna contestó al segundo timbrazo. —Residencia Morrison.
—¡Alanna!
—_____, ¿qué estás haciendo? Son sólo las nueve.
—Necesito tu ayuda. Ahora.
Última edición por RoseFletcher el Sáb 04 Mayo 2013, 1:51 am, editado 1 vez
hopeless.
Capítlo 32
Capítulo 32
Eché un vistazo a la puerta del teatro, pero Harry estaba aparentemente viendo la película.
—Tienes que venir al cine ahora.
—¿Estás bromeando? ¿Qué está mal?
Casi se me llenan de lágrimas los ojos por el tono preocupado de Alanna. —Estoy bien. Es que... bueno... Harry está tratando de besarme otra vez... y...
—¿Y?
—No quiero.
—¿Por qué no?
—No puedo meterme en eso ahora. Sólo ven al cine. Estamos en la primera sala a la derecha, en la última fila a la izquierda, en la esquina. Ustedes tienen que venir aquí, nos encuentran, y se sientan con nosotros. Luego tomen el carro con nosotros. Compórtate como una intrusa, no importa cuántas veces te diga que te vayas. —Entonces me entró el pánico—. Oh, Dios mío. ¿Está la madre de Ellie allí? ¿Puede llevarte? ¡Tienes que venir ahora mismo!
—Espera.
Oí a Alanna hablar con las demás, y crucé los dedos para que ellos me perdonaran por ser una idiota más temprano. No podía dejar a Harry exactamente allí e ir a casa con mis padres. ¿Cuán humillante sería? No tenía el poder social para soportar ese tipo de asalto a mi reputación.
—¿_____? —Ellie estaba hablando por teléfono ahora—. ¿Estás bien?
—Sí, estoy bien.
—Está bien, tranquilízate.
—Bien. —Tomé una respiración profunda—. ¿Van a venir?
—Sí, pero no vamos a ser capaces de llegar allí por quince minutos.
—¿Quince? ¡Pero no me va a tomar mucho tiempo conseguir las palomitas de maíz! ¡Tengo que volver allí! ¿Qué se supone que debo hacer?
—¡_____! ¡Cálmate!
Agité las manos y respiré hondo. Tengo que estar en control.
—Está bien, ¿qué debo hacer?
—Es hora de La Cornisa.
—¿La Cornisa? ¿Estás bromeando? No tengo tiempo
—¡Cállate!
Sujeté mis labios.
—Harry quiere besarte. Recházalo. Lanza un poco de "La Actitud" en su camino. Búrlate de él, pero no lo dejes tocarte. Vas a ponerlo justo en La Cornisa.
—Nunca he puesto a nadie en La Cornisa.
—Lo harás muy bien. Sólo tienes que seguir así durante unos minutos.
—"La Actitud". —¿Cómo iba a ponerme en "La Actitud"? No estaba en mi naturaleza. ¡Sobre todo porque yo estaba volviéndome loca!
—Tú puedes hacerlo, _____. Él es engreído y arrogante. Las niñas caen a sus pies. ¿Realmente quieres ser una de sus conquistas?
—¿Sus conquistas? ¿De qué estás hablando?
—Natalie confesó. Harry tiene un gran repertorio. Se merece un poco de tiempo en La Cornisa. Estaremos allí en quince minutos.
Y luego colgó.
Esto no era bueno. No es bueno. No podría hacer esto. Pero no podía sentarme aquí durante veinte minutos. Arrastré mis pies y me llevé el mayor tiempo posible para conseguir palomitas de maíz, pero no había fila.
Imagínate.
Cuando regresé a mi asiento, Harry me dio una gran sonrisa. Yuck. Me senté a su lado y puse el enorme balde de palomitas entre nosotros. Tal vez captaría la pista.
—Vamos a poner esto en tu regazo —dijo. ¿En mi regazo? ¿Estaba bromeando?
Aparentemente no, mientras las palomitas de maíz llegaban sin demora hasta mis jeans, con un poco de ayuda de Harry. Dándole una excusa perfecta para inclinarse hacia mí. ¡Iba a darme un beso! ¡Ya! De ninguna manera. Yo planté mi mano contra su pecho.
—Detente.
—¿Por qué?
—Porque no quiero besarte. —Olvídate de "La Actitud" y La Cornisa. Sólo lo quería lejos de mí.
—¿Por qué no? —Hizo girar mi pelo alrededor de sus dedos—. ¿Juegas a hacerte la difícil?
—No. —Puse las palomitas de maíz entre nosotros otra vez—. Vamos a ver la película.
Él movió de nuevo las palomitas de maíz.
—Yo no quiero ver la película.
Bien. Estaba hecho. Me volví a mi asiento para mirarlo.
—Escucha, Harry. Realmente me gustas, pero, francamente, no me gusta besarte.
—¿Qué? —La expresión de su rostro era casi cómica.
—Tú no eres un besador muy bueno.
—T-ú... qué... yo...
¿Al agradable, popular, Harry, en realidad se le trababa la lengua? Esto era algo divertido. —Y no me gusta tu mano en mi pierna. Me pone los pelos de punta.
—¿Los pelos de punta? —Luego se sentó y sacó su viejo Harry mirando hacia atrás—. Eres demasiado joven. No habrías besado a nadie.
—Error.
—¿Quién?
—Liam. —Ya está. Lo solté—. Me gusta besar a Liam.
—Yo sabía que había algo entre ustedes dos.
No hay necesidad de decirle que no había absolutamente nada entre mí y Liam. Simplemente le di a él una vaga sonrisa, y me recosté contra el asiento. ¿Así que esto era como se sentía "La Actitud"? Mire a Harry, que lucía más bien apagado. Tenía la sensación que era la primera vez que alguien alguna vez le dijo que no sabía besar. Harry en La Cornisa.
Qué divertido. Esto estaba resultando ser una gran noche. Cuando mis amigas llegaron, yo ni siquiera las necesité. Tenía las cosas totalmente bajo control. Así que me excusé con Harry y todos fuimos a la casa de mí padres. Fue genial, y me sentí bien.
Así que bueno, de hecho, me las arreglé para evitar por completo pensar en cómo mi reputación estaría cuando fuera a la escuela el lunes.
—¿Así que realmente le dijiste que te gustó besar a Liam? —preguntó Ellie.
Era domingo por la noche, nuestra primera oportunidad de que todas juntas analizáramos mi cita. Mamá no me había dejado ir a casa de Ellie en la noche del sábado con el resto de las chicas en tan poco tiempo, y Natalie tenía un encuentro de cross-country todo el día domingo. Había jurado silencio hasta que todas pudieran reunirse.
Había hecho toda mi tarea antes de tiempo, así que esta noche estaría libre para su consulta.
—Sí, yo le dije que me gustó besar a Liam.
Mis amigas gritaron de alegría. —Bien, ¿es así? —preguntó Ellie con entusiasmo.
Había estado pensando en esa exacta pregunta desde la noche anterior, y todavía no había llegado a una respuesta. Me gustaba.
—Es mejor que besar a Harry.
—Pero, ¿te gusta? —preguntó Alanna.
—¿Cómo voy a saberlo? —Me dejé caer sobre la cama y me quedé mirando el techo—. Sólo he besado dos chicos. Tal vez me gustó besarlo porque fue mi primer beso real.
—O tal vez te gusta —sugirió Natalie.
Esa definitivamente no era la respuesta que estaba buscando.
—Imposible.
—Liam es tan lindo. —Incluso Alanna no estaba haciendo sus tareas. Ella no había abierto aún su mochila.
—¿Por qué sería imposible que te gustase?
—Porque... —Porque no me gusta. Porque él había estado en el lugar de la pizza con otra chica, y él le había sonreído. Y abrió la puerta para ella.
Puse una almohada sobre mi rostro y grité: —¡Argh!
Oí un ligero golpe en la puerta y luego entró mi mamá.
—¿Todo bien por aquí? Ellie respondió.
—_____ acaba de darse cuenta que le gusta un chico que no se había dado cuenta que le gustaba.
—¿Harry? —le preguntó mi mamá.
—No.
Oh, Dios mío. ¡Mi mamá conocía a la madre de Liam! ¡Me moriría de vergüenza si supiera!
—¿Quién? —le preguntó.
Me senté tan rápido que me dio vueltas la cabeza.
—Alguien más en el musical.
Mi mamá me dio una de esas miradas que decían que sabía que yo estaba mintiendo completamente.
—¿Quién?
—Um... está... ¿en el coro?
—¿Me estás preguntando o diciendo?
A veces los padres son los peores.
—Diciendo. Está en el coro.
—Fantástico. Nos lo puedes mostrar en el show. —Miró alrededor de la habitación—. ¿Alguna persona que desee probar mi postre nuevo? Tiene chocolate.
Todas agitaron sus manos con poco entusiasmo. Habían probado los postres de mi madre antes. Era increíble cómo podía convertir el chocolate en algo sano que sabía a zapatos.
—Muy bien. Voy a traer algunos. —Dejó la puerta abierta detrás de ella, sin duda esperando sacar más detalles cuando regresara.
Ellie se sentó a horcajadas en mi silla hacia atrás, apoyada en la parte posterior de la misma.
—Entonces, ¿qué vas a hacer al respecto de Liam?
—Nada. Él tiene una novia.
—¿En serio?
—Lo vi con ella. —Y yo la odiaba. Bueno, al menos ya no odiaba más a la amante de Vladimir. Ella podría tenerlo. Era una carga fuera de mis hombros. Era una especie de agotamiento odiar a dos chicas que no saben que las odias.
—¿Te gusta, no? —Ellie me miraba fijamente. En realidad, las tres lo hacían.
—¿Ustedes no tienen otra vida social de otra persona con la cual obsesionarse?
Se miraron unas a las otras, y luego se encogieron de hombros casi al unísono. —Tú eres la única con una vida social en este momento —dijo Alanna.
—Genial.
—Entonces, ¿qué vas a hacer con Liam? —persistió Ellie.
¿Qué había que hacer? Él tenía una novia. Estaba tomado. Tenía que seguir adelante. Pero por alguna razón, el pensamiento de dejar ir a Liam dolió mucho más que renunciar a mis sueños de ser la novia de Harry.
En La Cornisa de nuevo. ¡Dispárenme!
El lunes por la tarde cuando llegué a casa de la escuela, la camioneta de Liam estaba estacionada en nuestro camino. ¿Él estaba en el granero? Es curioso cómo nunca me había dado cuenta de su camioneta antes. De hecho, si Natalie me hubiera preguntado cómo llegó a nuestra casa, hubiera dicho que por arte de magia apareció. Había estado tan obsesionada con el hecho de que Harry tenía un auto que ni siquiera me había detenido a considerar que Liam también podría.
Furtivamente di una ojeada en el granero, que casualmente me acercó a la camioneta de Liam. Tenía un letrero en la puerta que decía: Paisajismo Payne. ¿El trabajo de su padre?
Miré en el interior, y era bastante limpio. Para un hombre.
Cambiando mi mochila al otro hombro, estudié el granero por un momento. ¿Debo entrar? ¿Imaginar que no había notado que él estaba allí y actuar sorprendida de encontrarlo? ¿O simplemente decir hola, como si fuéramos amigos?
Pero no éramos amigos.
Bueno, lo éramos. O lo habíamos sido.
Entonces, ¿por qué de repente me siento tan extraña a su alrededor? Bueno, podía hacerlo. Sólo tengo que entrar, saludar, y ver qué pasa. Tal vez en realidad no me gustaba. Tal vez fue sólo porque había estado tan molesta por Harry que alguien se veía bien en comparación. Entonces todo lo que necesitaba era una conversación rápida con Liam y lo habría superado.
Eso era todo. Nada aterrador en eso.
Cambié mi mochila una vez más, respiré hondo, y me dirigí por el camino hacia el granero.
Entonces me detuve.
¿Qué se supone que debo decirle? ¿Lo siento, fui una idiota contigo la noche del sábado? ¿Dejé a Harry porque me gustas? ¿A pesar de que sé que soy una idiota total y todo, espero que yo te guste?
Sonaba tan estúpido. No podía hacerlo. De ninguna manera.
Oí un ruido desde el interior, y salté. Era Liam, al otro lado de la puerta. Todo lo que tenía que hacer era abrirla.
Y entonces oí una voz femenina. Y no era una de mis amigas. O Marissa. O mi mamá.
Entonces oí a Liam riendo. ¿Riendo? ¿De algo que la chica había dicho? ¿En mi granero?
Imposible.
Me colé hasta la puerta y abrí un poco. Sólo lo suficiente para ver con un ojo. Sólo lo suficiente para ver a Liam... y a su cita de la noche del sábado. Le estaba enseñando a barrer el suelo. Y él estaba tocando su brazo. ¡En mi granja!
Iba a vomitar. En verdad, nunca me había sentido tan mal en mi vida. Liam con otra chica. Mi Liam. Con otra chica.
Me dejé caer al suelo justo delante del granero. Lo había arruinado.
Es una pena que necesitara ver a Liam con otra chica para darme cuenta de que me gustaba.
Sí, mala suerte para mí. Mi vida apestaba.
En el momento en que llegué al ensayo el martes por la noche, yo estaba tan deprimida que casi tuve que ser llevada al auditorio. ¿Por qué iba a querer ir al ensayo? Harry era la razón por la que había estado tan entusiasmada con ello, y ahora me sentía como una idiota. Sí, se supone que lo puse en La Cornisa y no al revés, pero tenía una sospecha que los chicos tenían una manera de salir de La Cornisa bastante rápido.
Me escabullí dentro y me senté en la primera fila, a la espera de la canción en el escenario hasta el final para que yo pudiera hacer mi pequeño discurso. ¿Qué había estado pensando? ¿Hacer una parte hablada en un musical? No había mejor manera de sentirse como una completa perdedora y forastera que tener que sentarse en el ensayo y ver a todo el elenco practicar el número de apertura, excepto yo, porque yo no podía cantar en lo absoluto.
Harry y su amante estaban tomados de la mano en el centro del escenario, mirándose el uno al otro como si estuvieran en un trance.
Ugh.
¿Acaso las chicas no tenían nada mejor que hacer que contemplar a Harry? Crucé los brazos sobre mi pecho y me repantigué en la silla mientras miraba bailar a todos por todo el escenario.
Riendo. Sonriendo. Cantando.
Y allí estaba _____, sentada sólo observando en la primera fila, porque ella era tan musicalmente incompetente que no podía unirse a ellos. Eso era lo que todos estaban pensando. Qué perdedora que es _____.
Harry ni siquiera me miraba ahora. ¿Qué hice para hacerlo enojar?
Quería ponerme de pie y gritar cómo mandé a volar a Harry, pero probablemente ni siquiera me escucharían, cantaban tan fuerte.
Así que me senté allí, sintiéndome como una perdedora, por dos horas. En ese momento se les acabó el tiempo y pospusieron mi escena hasta el día siguiente.
Este musical era sin duda la idea más estúpida que jamás había tenido.
—Voy a dejar el musical —anuncié durante la cena de esa noche—. Así que pueden despedir a Liam. Voy a tomar el relevo del granero a partir de mañana. —Era la solución perfecta. Sacarme de esa horrible sala de ensayos, Liam y obtener mi vida. Tendría que encontrar otro lugar para reír con su novia.
—No. —Mi madre ni siquiera me miró, sólo repartió un poco de papilla de verduras en el plato de Marissa.
—¿Qué quiere decir “No”?
—No puedes renunciar. —Ella tomó mi plato y descargó un montículo que se parecía a vómito de perro en mi plato.
—Los Tomlinson no renuncian.
—¿Alguna vez he mencionado que realmente preferiría que no te referías a mí como un Tomlinson? ¿Cómo podría comer eso? ¿No tenemos pollo?
—Tomaste ese papel en el musical alejando a otra persona. Tienes el deber de seguir adelante —dijo mamá.
—Sí, pero si renuncio ahora, esa pobre alma, puede tener mí parte y entonces seré feliz.
Mi padre dejó el tenedor. Esa no era una buena señal. Mi padre nunca se involucraba en este tipo de discusiones. Era demasiado confrontacional para él.
—Estoy de acuerdo con tu madre. ―Estaba hundida. —Sólo porque no te gusta este chico ya, no es razón suficiente para renunciar.
—¡Papá! —¡Yo no quería hablar de Harry con mi papá! ¿Y si se pregunta qué ocurrió en el cine?
—¿Qué pasó con él?
—Ella dijo que estaba demasiado baboso —dijo Marissa.
—¡Marissa! —Oh, Dios mío. Yo iba a morir.
Mi mamá apenas ocultaba su sonrisa, y mi padre tuvo un ataque de tos. Oh, genial. ¿Ellos pensaban que era gracioso?
Un nuevo punto bajo en mi vida social. Mis padres riéndose de mi vida social. Yo sería nombrada en el anuario con el premio a la Mayor Perdedora.
¿Por qué no podía ser normal con mis padres? ¿Por qué no iban a estar sorprendidos al enterarse de que yo pensaba que un chico era baboso? Como si pudiera tener la suerte de que el comentario de Marissa les asustara. ¿Hubo algo que los sobresaltara? Probablemente no. Estaban demasiado en sintonía con los males de la sociedad para ser sorprendidos por cualquiera de ellos. Harían todo lo posible para que, al igual que en las cenas familiares, yo llevase suéteres holgados, pero ciertamente no iban a estar sorprendidos.
Y, ahora que lo pienso, probablemente estaban contentos de que la razón por la que no me gustara Harry era por sus besos. Probablemente pensaban que había tenido suficiente, que nunca besaría a otro chico otra vez hasta que tuviera cincuenta.
Bueno, estaban en lo cierto. Yo era una paria social.
—Y no vamos a despedir a Liam. Nosotros le prometimos un ingreso por tres meses, y va a tenerlo.
Incluso mejor. Atascada en la obra y Liam rondando mi granero por otras seis semanas.
Debería haber mantenido a Harry y sus babas. Por lo menos entonces yo no estaría sola.
Pasaron dos semanas antes de que yo estuviera en casa a tiempo para ver el camión de Liam en el camino de entrada. Por supuesto, eso era porque había estado viviendo en la escuela para hacer mi tarea en los días que no estaba obligada a estar en el ensayo. No había necesidad de estar en casa y pensar en Liam en mi granero con esa chica.
Ellie estaba junto a mí, y se tropezó conmigo cuando me paré a mirarlo.
—La camioneta de Liam —dijo.
—Uh-huh.
—Tal vez deberías ir a saludarlo.
—¿Recuerdas lo que pasó la última vez? —Yo les conté a mis amigas de la chica en el granero—. No, gracias.
—Voy a ir a ver a ver si ella está aquí. —Antes de que pudiera detenerla, Ellie dejó caer la bolsa en el suelo y corrió por el camino hacia el granero. Ella abrió la puerta y asomó la cabeza por la puerta. Sí, no era en absoluto obvio.
Mi corazón latía mientras ella corría hacia mí.
—Está solo.
—¿Estás segura?
—Uh-huh. —Ellie cogió su bolsa—. Sólo entra y di hola. Ha sido un tiempo desde que lo has visto. Voy a esperar en el interior.
Sin sermonearme una vez sobre La Cornisa o La Actitud, ella entró en mi casa, dejándome fuera con mis nervios tintineando.
Yo no quería entrar, pero al mismo tiempo, quería desesperadamente verlo. Lo echaba de menos. ¿Así que estaba más asustada por entrar o más desesperada por verlo?
Pensé en Liam y me di cuenta de que quería verlo. Tenía que hacerlo. ¿Qué si había dejado a esa chica y estaba esperando a que llegara a la granja para que pudiera declararle su amor? Yo tenía que darle esa oportunidad.
¿Y mis esperanzas?
No, iría allí como amigos. Casual. Desaparecer la tensión que había entre nosotros en la pizzería esa noche. Simplemente tratar de reconstruir nuestra amistad.
Tomé una respiración profunda. Bien. Yo podría hacer esto. Sólo una rápida visita. Para evaluar. Como amigos.
Arrastré mis pies de plomo por el sendero y me detuve en la puerta ante el sonido del gorjeo.
El silencio, excepto por el sonido de un diapasón chocar contra la carretilla de metal.
Entré... y no lo vi. —¿Liam?
Un ruido metálico y el murmullo de un juramento provinieron del primer puesto de la izquierda. Ah, la carretilla en la puerta. No había notado eso.
Me acerqué y miré dentro. Liam estaba limpiando el establo, de espaldas a mí.
—Hola, Liam.
—Hola. —Él no se dio vuelta.
—¿Cómo estás?
—Bien. —Seguía sin mirarme a la cara.
—Así que... ¿cómo va todo?
—Bien. —Tiró un montón de estiércol en la carretilla y me miró—. ¿Qué quieres?
—Yo... —Bueno, esto no estaba funcionando. Todo lo que podía pensar era en lo lindo que se veía en sus pantalones descoloridos y botas. Cómo quería acercarme más y oler. Qué se siente al tenerlo besándome. Y no parecía estar teniendo los mismos sentimientos sobre mí. —Así que... um... la otra noche en la pizzería...
—¿Qué pasa con eso?
—¿Era tu novia con la que estabas?
Se apoyó en la horca.
—Ella es una chica con la que estoy saliendo. ¿Por qué?
—Um... como, ¿en serio? —¿La salida de pizza fue hace más de dos semanas, y todavía estaba saliendo con ella?
Eso sonó como una relación seria. —La voy a llevar al baile. ―Bueno, definitivamente la odiaba. — ¿Cómo está Harry?
Un tonto baboso. —Él es...
—¿El es qué?
—Él es... —¿Cómo admitir que Harry era un imbécil sin admitir que había sido una tonta total? ¿Y quería confesar que estaba sola cuando Liam acababa de anunciar que tenía una novia?—. Harry es genial. Sólo fabuloso.
—¿En serio? —Él me dio una mirada muy extraña—. ¿Y cómo va lo del beso?
—Ah... no pudo decir que soy una principiante. —Lo que era completamente cierto. Por supuesto, era por lo que no lo dejé acercarse a mí, pero no había ninguna razón para admitírselo a Liam. Yo tenía un poco de orgullo, después de todo. Especialmente después de sus declaraciones sobre cómo Harry tenía unas manos errantes. No sentía el impulso de decirle a Liam que había estado en lo cierto—. Así que... ¿supongo que te veré por ahí?
Liam se encogió de hombros. —Por supuesto.
—Um... bien. —Volví a salir, pero Liam me llamó antes de llegar a la puerta. Me di la vuelta, con mi corazón acelerando. —¿Qué?
—¿Cuándo es tu musical?
—Un mes a partir de este viernes. —¿Por qué? ¿Vendrá a verme? —Así que voy a trabajar ese fin de semana, ¿verdad?
Oh. —Por supuesto.
—Genial. Nos vemos.
—Luego se volvió de nuevo a la manada. Me alejé, porque no se me ocurrió nada más que decir.
De hecho, lo único que podía pensar era que yo estaba definitivamente en La Cornisa. Colgando de mis dedos. Y había un fuerte viento. Y un montón de tráfico. Y una escasez de corazones.
Estar en La Cornisa apestaba. Así que tenía que bajar. Ahora. Pero, ¿cómo?
—Hay que encontrar a un hombre nuevo —anunció Ellie. Mis amigas se habían detenido por la sala de ensayo con un helado de crema para mí, pero incluso el helado doble de chocolate fudge no fue suficiente para mejorar mi estado de ánimo después de mi sexto día consecutivo de cinco horas de ensayo.
—Tienes que decirle a Liam cómo te sientes —dijo Natalie.
—No hagas caso de Ellie y Natalie —dijo Alanna—. Olvídense de los chicos y lee un buen libro. O estudia. Cuando tengas veinticinco y tengas mucho dinero, los hombres caerán sobre ti porque eres una exitosa mujer profesional. A ninguno de ellos les importará a cuántos chicos besaste cuando estabas en la secundaria.
—Gracias por el maravilloso consejo —le dije—. Ustedes son de mucha ayuda.
Ellie dejó la cerveza de raíz flotante.
—_____, escucha. Estamos preocupadas por ti. Hace ya casi un mes desde la última vez que hablaste con Liam, y sigues caminando como si hubiera una sombra grande y negra siguiéndote.
—Lo siento. —Arremoliné mi helado y me pregunte qué estaba haciendo Liam.
—¿Ustedes van al baile? —preguntó Ellie. Oh, necesitaba ese cuchillo extra en mi corazón.
—Creo que todas debemos ir —dijo Natalie.
—¿Podemos? —preguntó Ellie—. ¿A pesar de que no vamos a tu escuela?
—Pueden ser nuestras citas —dijo Natalie—. ¿Verdad, _____?
—No voy a ir. —¿Cómo iba a ir a ver Liam con esa chica? Imposible. Y Harry estaba ahora saliendo con la amante de Vladimir. Lo que estaba bien. La forma en que los dos actuaban en los pasillos como si no existiera. Y ya que estábamos a sólo tres días de la obra, tenía que estar en el ensayo de cada noche para practicar mis cinco minutos de escena.
Afortunadamente, mis amigas habían aparecido esta noche para entretenerme. Bueno, Alanna había aparecido para entretenerme. Creo que Ellie y Natalie estaban estudiando a los chicos en la obra y usándome como excusa.
Eso estaba bien. Podrían tener a todos los chicos. Yo estaba cansada de ellos. Alanna le dio un codazo a mi brazo.
—¿Tiene Louis una cita para el baile de bienvenida?
—¿Louis?
Ella asintió con la cabeza y las mejillas encendidas de color rosa.
—Quiero decir, no es que me importe. Me preguntaba si el equipo de fútbol americano iba unos con otros o si también tenían citas. Porque... um... me gusta el quarterback.
—¿Te gusta el quarterback? —Louis jugaba como receptor, y tenía la sensación de que Alanna estaba mintiendo. Realmente necesitaba sentarme con Ellie y Natalie a discutir este tema—. ¿Sientes algo por Louis?
Sus mejillas flamearon rojo brillante.
—No, tú sabes que yo no tengo tiempo para los chicos. De hecho, tengo que estar estudiando ahora mismo. —Inmediatamente sacó su libro de pre-álgebra y lo abrió y hundió la nariz en sus páginas.
Bien. Yo tenía dos opciones: podía revolcarme en mi propia miseria o podía salir y tratar de ayudar a mi amiga. Lo que probablemente significaba tratar de distraerla con otro hombre, porque Louis no era lo suficiente bueno para ella.
Pero antes de que pudiera llegar a una respuesta, el Sr. Howland me llamó al escenario.
Oh, genial.
Esta era la parte más embarazosa de mi vida entera. ¿Pensaba que era malo cuando me tenía que sentar sola en el salón viendo a todos los estudiantes practicar su talento musical? Pues bien, hace tres días el Sr. Howland había decidido que mi humillación no estaba completa y había innovado una brillante manera de hacerme sentir aún más tonta.
Tenía que subir al escenario para el final con todo el mundo, pero tenía que estar en la fila de atrás, donde nadie podía verme, y yo tenía que pronunciar las palabras. ¡Pronunciar las palabras! ¿Había una banda tocando música y veinticinco otras personas cantando y yo estaba tan mal que tuve que hacer playback?
Seguramente califica como un castigo cruel e inusual.
Mi única esperanza, que estoy segura que era una ilusión completa, es que nadie se diera cuenta de que no estaba cantando.
Él me dijo en privado que sincronizara los labios, así la gente pensaría que estaba cantando en voz baja.
Pero no había forma de que te pierdas que no podía bailar.
Uno de un metro cincuenta y dos centímetros y una en la última fila detrás de tres chicos todos de más de un metro ochenta de altura. ¿Cómo de obvio era eso?
Tenía la esperanza de que mis padres se dieran cuenta que me habían marcado de por vida por hacerme quedarme en este musical.
En el momento en que salí de mi práctica de sincronización, mis amigas se habían ido. Sólo yo. Con un montón de personas de mucho talento.
Harry me hizo un gesto superficial mientras caminaba hacia él, al mismo tiempo que estaba buscando a tientas a su nueva novia. No sentí absolutamente nada mirándolo con la otra chica, excepto tal vez un poco de náuseas al pensar que esa podría haber sido yo.
Dije adiós a la gente en el musical con la que realmente hablaba, que no eran tantos, porque con mi pequeñísima parte, no había tenido la oportunidad de conocer a alguien muy bien.
Abrí la puerta y salí. Hacía mucho frío de mediados de noviembre y alrededor de cientos de grados bajo cero en Mapleville.
Bueno, no tanto de un centenar de abajo, pero lo suficientemente cerca.
Caminé lo suficientemente lejos de la escuela para que nadie me viera, y luego saqué mi gorra hacia abajo por encima de mi cabeza y tiré de mis guantes peludos en mis manos. No era genial, pero cálido. Tenía unos veinte minutos para caminar a casa.
A medida que empecé por la calle, numerosos coches zumbaban. Chicos de último año de la obra en su camino a casa.
El auto de Harry pasó con las ventanas ya empañadas.
Bien.
Un carro se acercó hacia mí con las luces encendidas. Bien, así que ahora estaba ciega. Acababa de terminar de eliminar los puntos de mis ojos cuando oí al carro parar, dar la vuelta, y detenerse lentamente a mi lado.
Oh, Dios. ¡Un asesino en serie que iba a tratar de secuestrarme! No mires, _____. Mantuve la cabeza baja, busqué a tientas mi celular en mi bolsillo. ¿Por qué no llamé a mi mamá para que me llevara a casa? Eran casi las nueve y, ¿estaba caminando a casa en la oscuridad por mí misma, porque yo no quería que nadie viera a mi mamá venir a buscarme? Y ahora estaba siendo acosada. Era una idiota. Pronto a ser una idiota muerta, estaba segura.
El coche se movía junto a mí, pero me negué a mirar hacia arriba. ¿Podría fingir que vivía en la próxima casa? Sólo caminaría hasta la puerta y...
—¿_____?
¡Liam! Me quedé sin aliento y miré hacia arriba. Ahí estaba Liam en su camioneta de Paisajismo Payne, conduciendo a lo largo de mi lado.
—Hola, Liam. —Nunca me había sentido tan aliviada de ver a alguien que pudiera hacerme sentir tan miserable. Por supuesto, nunca había habido nadie que pudiera hacerme sentir tan mal como Liam. Que tonta Cornisa. Era un lugar completamente miserable en cual estar.
—¿Caminando a casa?
—Uh-huh.
—Sube.
Oh, Dios mío. ¿Una oportunidad de estar cerca de Liam? Por supuesto.
Espera un segundo. No podía soportar estar tan cerca de él. Probablemente me caería al suelo y le rogaría que me quisiera.
—No, estoy bien. Voy a caminar. —¿Estaba esa chica en su camioneta? No la veía.
Liam presionó de golpe los frenos y su camión patinó hasta detenerse.
—Sólo entra, es demasiado tarde para que camines por ti misma.
¿Cómo si no hubiera estado pensando en eso? Estábamos en sintonía. Hacía frío. Y estaba oscuro. Sólo tendría que averiguar la manera de que al estar en la presencia de Liam mantuviera mi dignidad. Yo era una actriz consumada ahora. Podía hacerlo.
—Bien.
Tratando de no pensar en estar en el mismo auto que Liam, abrí la puerta del pasajero y subí. En el momento cerré la puerta, podía oler el aroma familiar de Liam, que hizo a mi estómago agitarse.
Él esperó a que yo me pusiera el cinturón de seguridad, y luego se retiró hacia el tráfico.
No tenía ni idea de qué decir. Había pasado casi un mes desde que había hablado con él.
—Así que... um... ¿es la camioneta de tu papá?
El pareció sorprendido. —No, es mía. ¿Por qué?
—Bueno, dice “Paisajismo Payne” en él. Me pareció que era el negocio de tu padre. —Sí, yo era una conversadora brillante. Pero era mejor que decirle lo mucho que me gustaba y hacer el ridículo total de mí misma.
—Paisajismo Payne es mi negocio —dijo Liam—. Soy el dueño. Me quedé mirándolo.
—¿En serio?
—Sí.
—Wow. —Eso fue genial. Liam era dueño de su propio negocio. No, eso era malo. Hacía que me gustara cada vez más. Fruncí el ceño y me metí más en el asiento.
El silencio se estiró. —¿Cómo va la obra? —Liam preguntó después de un rato.
—Bien.
Él me miró. —¿Qué pasa con la música?
¿Lo podría saber? Por supuesto que lo sabía. Era Liam. Él me conocía.
—Bueno, es algo embarazoso.
—¿Qué es? —Sonaba tan genuinamente curioso, que mi resistencia se desvaneció.
Quería confiar en él. Yo quería sentir esa conexión con él de nuevo, en la que yo sabía que estaba bien ser simplemente yo. Suspiré. Liam ya conocía todos mis defectos idiotas. Tenía otra novia. No tiene sentido tratar de impresionarlo. Yo sólo lo echaba de menos como amigo. Al menos podía tener eso, ¿verdad?
—Tengo una parte de no canto, ¿sabes?
—Uh-huh.
—Bueno, el director decidió que tenía que estar en el final, pero él no me deja cantar. Estoy en la parte trasera detrás de todos esos tipos altos para que nadie pueda ver mi terrible baile, y tengo que sincronizar los labios con las palabras. ¿Puedes creer eso? Es como la cosa más vergonzosa de todos los tiempos.
Y con esa pequeña historia, toda la tensión entre nosotros se había ido. Liam se rió.
—Creo que es genial que estés atrapada en ello.
—¿De verdad? ¿No crees que sea una idiota?
—Así que no puedes cantar o bailar. ¿Por qué eso te convierte en una idiota?
¿Por qué en realidad?
—Me veo como una idiota ahí arriba.
—Lo dudo.
—¿En serio? —Qué molesto alejar esa sensación borrosa y caliente en mi vientre. Después de un mes de indiferencia de él, podría pensar que sería inmune.
Liam frunció los labios y se concentró en su camino.
—Estamos aquí.
—Uh-huh. —Supongo que eso significaba que quería que me fuera. Así que él no quería encerrarme en su camioneta e inhalar mi presencia durante un tiempo. Bien.
—Está bien, te veré más tarde.
Acababa de abrir la puerta cuando él me detuvo con una pregunta. —¿Por qué Harry no te llevo a casa esta noche?
Me tomó un momento salir de la camioneta antes de que me volviera hacia él. La luz del tablero iluminó su rostro lo suficiente para que yo pudiera verlo. Al igual que aquel día en el establo cuando me besó en la oscuridad. El mejor día de mi vida hasta ahora.
Este era Liam, el chico que conocía que mi verdadero nombre era Blueberry. Y no tenía ganas de mentirle. No es que nunca le dijera lo mucho que me gustaba. Tenía orgullo, después de todo. Pero yo estaba cansada de tener que mentirle, pretender ser alguien que no era.
—Harry y yo nunca salimos. Lo envié a casa en nuestra primera cita. Era un baboso. Tenías razón.
Se me quedó mirando.
—¿Nunca... saliste con Harry?
—Sólo una cita. Una corta. —Entonces tomé una oportunidad que nunca había pensado que tendría las agallas para tomar—. ¿Sigues saliendo con esa chica?
Hizo una pausa antes de responder, siempre que empezaba a emocionarme, a tener esperanza, a...
—Sí, lo estoy —dijo finalmente.
—Oh. —Hablando de la deflación total—. Me tengo que ir.
Cerré la puerta antes de que tuviera la oportunidad de responder. Me iba a convertir en una monja.
Los focos estaban calientes, me temblaban las piernas, y mis labios estaban secos. Sujetaba los brazos por encima de mi cabeza y movía los labios en silencio, mientras que la etapa de la canción del final terminaba con el resto del reparto.
Veinte segundos más y mi carrera como una aspirante a actriz habría terminado. Gracias al cielo. El telón se cerró de golpe, la luz se desvaneció, y yo era libre. ¡Uf!
Mis padres y mis amigas estaban en la audiencia en algún lugar. Habían ido a las dos actuaciones, incluso me dijeron que me vieron en el fondo del escenario durante el final y que en realidad parecía como si supiera lo que estaba haciendo.
Tengo amor familiar.
Todos se abrazaron unos a otros, incluyéndome. Algunas de las chicas incluso empezaron a llorar. Y por un momento en realidad sentí un poco de tristeza de que todo había terminado. En realidad no había sido tan malo. Y cuando yo había hecho mi parte hablada en el escenario, todo el mundo me había escuchado y nadie se había reído.
Una de las chicas mayores me dio un pulgar hacia arriba.
—Buen trabajo, _____. Debes audicionar para la obra de primavera.
—¿En serio? —No había pensado en eso. Sin embargo, el rendimiento en la primavera era en una obra de teatro, sin cantar o bailar, sólo hablar. Y lo había hecho muy bien con eso. Incluso Louis había dicho que mis cinco minutos habían sido bastante buenos.Tal vez me gustaría probar eso.
Una mano cayó sobre mi hombro y miré hacia arriba para ver a la estrella de nuestro elenco dirigiendo su encanto dinámico y sonriéndome.
—Oh —suspiré, sin molestarse en ocultar mi cansancio—. Hola, Harry.
—¿Vienes a la fiesta del elenco esta noche?
No había planeado eso, pero ahora que la tortura había terminado, me sentí mucho más positiva sobre el reparto experimentado.
—Creo que iré.
—Guárdame un baile. —Me guiñó un ojo.
Si no hubiera sido bendecida con un excepcional sentido del equilibrio, me habría derribado justo en estado de shock.
—¿Qué?
—Un baile. —Él arrastró su dedo sobre mi hombro, que era muy básico debido a la parte superior de tipo leotardo que me habían obligado a usar para el final—. Este traje muestra tu figura. Lindo cuerpo.
¿Lindo cuerpo? ¿Estaba bromeando?
—¿Qué pasa con...? —¿Cómo se llamaba esa chica? Yo sólo pensaba en ella como la Amante de Vladimir —. ¿Priscilla?
Harry se encogió de hombros y dejó que sus dedos se arrastraran por mi brazo.
—Hemos roto la noche anterior.
—¿En serio?
—Sí. —Él me dio una de sus sonrisas—. Así que... lamento por cómo salió todo entre nosotros. Pensé que quizás te gustaría darle otra oportunidad.
¿Qué? ¿Así que podría tratar de molestarme? Empujé su mano de mi brazo. —Lo siento, Harry. No estoy interesada.
—Claro que sí. ¿Qué tal si me encuentras en frente y vamos a dar un paseo?
Levanté la barbilla. —No.
La mirada de Harry vaciló.
—_____...
—Lo siento, Harry, pero no quiero salir contigo. O hacerlo contigo.
Él entrecerró los ojos, y supe que finalmente había volado alguna oportunidad que tuve con él.
—Tú te lo pierdes.
Harry se dio la vuelta y caminó por el escenario, agitando su brazo alrededor de la primera chica que pasaba. Y yo estaba bien con eso.
—No estabas bromeando.
El corazón me rebotó en mi garganta y me di la vuelta. Liam estaba de pie entre las cortinas, llevaba pantalones de color caqui y una camisa con cuello. Lucía increíble.
—¿Qué estás haciendo aquí? —le pregunté.
—Quería ver si te veías tan tonta como creías que lo hiciste.
—¿Y? —El corazón me latía tan fuerte, estaba muy segura de que todo el mundo pensaría que era una estampida de búfalos acercándose rápidamente.
Él sonrió, una sonrisa cálida y adorable que había echado mucho de menos.
—Te veías linda.
—¿Lo hice? —¿Liam pensó que parecía linda? ¿En serio? Sacó las manos por detrás de la espalda para revelar un ramo de flores.
—Toma. Para ti.
Me quedé mirando las flores. —¿Por qué?
—¿No todas las estrellas suelen conseguir flores después de sus actuaciones?
—Tal vez. No lo sé. —Que el cielo me ayude, ni siquiera podía pensar en estos momentos. Dejando las flores sin tocar, miré a Liam—. ¿Por qué estás haciendo esto?
Liam de repente parecía un poco nervioso. —Rompí con mi novia. Oh. Por. Dios.
—¿En serio? ¿Por qué? ¿Cuándo? ¿Por qué? —Oops. Pregunté por qué dos veces.
—Hace dos días.
No respondió a los por qué. Mi cerebro podría estar girando, pero era al menos un poco consciente de lo que estaba pasando.
—¿Por qué?
—Porque sí. —Sostuvo las flores de nuevo—. Hay una chica que me gusta, y me acabo de enterar de que está disponible. ―Él sonrió. Su sonrisa especial. Para mí. —Pensé que tal vez si le trajera algunas flores vería si quería salir en una cita conmigo alguna vez.
—Me trajiste flores.
—Exactamente.
—Oh. —Sentí todo el interior cálido y difuso—. Wow.
—Me dije que si aceptabas las flores, eso significaría que tenía una oportunidad.
Luego esperó.
Ellie probablemente me diría que rechazara las flores y pusiera a Liam en La Cornisa, sólo para asegurarme de que me apreciaba.
Tomé las flores. Y entonces él me besó. En serio. Mi vida era perfecta.
FIN
Última edición por RoseFletcher el Sáb 04 Mayo 2013, 1:52 am, editado 1 vez
hopeless.
Re: Poniéndolos En La Cornisa [LP] - Terminada
RoseFletcher escribió:alexismusiclive escribió:RoseFletcher escribió:alexismusiclive escribió:PORQUE NO LA SIGUES :( ESTOY TRISTE, PERO SIEMPRE SERÉ TU FIEL LECTORA ASTA EL FIN. POR FIS SÍGUELA CUANDO PUEDAS
PD1: ESTE MENSAJE SE AUTO-DESTRUIRÁ EN 10 SEGUNDOS
hola! no la había seguido porque no sabía si la seguías leyendo o no, pero en un momento más subo capítulos hasta el día de hoy :) te debería 12, así que entre hoy y mañana termino mi misión, te parece?
Con 5 me bastan, me estaba preocupando, la verdad es que creí que te avía pasado algo grave, pero me alegro de que hayas vuelto :corre:
nooo! Dios guarde! pero mira, hagamos un trato: como esta novela es un libro y los capítulos son algo largos (pero no son tantos capítulos), los estaba separando en partes pequeñas cada uno. como recompensa y a modo de disculpa, te subiré lo que resta del capítulo y los dos siguientes enteros. OMG yeah!
OOPS! creo que la terminé sin darme cuenta, pero bueno, en fin, espero que disfrutes los capítulos que acabo de ponerte :) en verdad hazme saber todo con punto y coma lo que te pareció la novela. estaré eternamente agradecida!
xx
hopeless.
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