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Poniéndolos En La Cornisa [LP] - Terminada
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
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Capítulo 18
Capítulo 18
El centro comercial estaba lleno para ser un jueves por la noche. Estaban los chicos de la escuela, los padres de compras con sus niños pequeños y otras personas. El patio de comidas estaba especialmente lleno. Un grupo de chicos de mi clase estaban allí, pasando el rato y comiendo. El delicioso olor de las papas fritas y hamburguesas grasosas llenó mi nariz. ¡Qué afortunados eran!
¡La masa de pizza olía asombroso! ¿Por qué mi mamá tendría algo en contra de ese tipo de comida? ¿No sería genial si pudiera comer en el centro comercial algunas noches en lugar de tener que hacer eso de la cena familiar? Bueno, podría si quisiera comer dos veces. Probablemente, era lo que necesitaba hacer después de haber empezado a tener citas.
Sentí un codazo en el costado, y me di cuenta que Ellie me estaba hablando. Era muy duro escucharla con el hilo musical que flotaba en el patio de comidas y los gritos de las chicas mientras reían con los chicos. Eran sólo estudiantes de primer y segundo año en el centro comercial. Los de último año, ya que podían conducir, obviamente tenían mejores cosas que hacer.
Como Harry, que estaba en el ensayo, cantando y bailando.
Y yo estaba en el centro comercial con otros estudiantes de primer y segundo año, porque la parte no cantada de su madre sólo tenía unos cinco minutos en el escenario, lo que significaba que había sido invitada a un único ensayo esta semana. Lo que no me daba muchas oportunidades para convencer a Harry de que debería amarme.
Para eso estaba la fiesta del elenco de mañana por la noche. Para coquetear con Harry.
Y el coqueteo requería preparación, y "La Actitud". Razón por la cual Ellie nos había arrastrado al centro comercial para ir de compras el jueves.
—¡Ey! —Ellie me empujó de nuevo—. ¿Estás escuchando?
—Lo siento. —Metí a Harry en la parte posterior de mi cabeza y presté atención a mis amigas—. ¿Qué pasa?
—Estaba tratando de entender —dijo Ellie—. Incluso sin maquillaje o ropa adecuada, ¿te invitó a la fiesta?
—Sí. —Lo había hecho, ¿o no? Eso era bastante genial. —Bueno, estoy impresionada. "La Actitud" debe haber estado en buena forma.
—Ni siquiera sé lo que es "La Actitud" —dije, deteniéndome fuera de la tienda de lencería—. ¿Realmente piensas que es necesario?
Alanna y Natalie tropezaron conmigo, riendo. Sin duda se habían fijado en uno de los muchos chicos lindos en el centro comercial, y todos ellos iban a vernos entrar en esta tienda de lencería. ¿Por qué tiene que estar justo en el medio del centro comercial, tan cerca del patio de comidas? Cualquiera podía vernos.
—Claire siempre lleva ropa interior sexy en las citas, aunque no tiene ninguna intención de dejar que el chico la vea. Esto ayuda a impulsar "La Actitud" —explicó Ellie—. Sé que no quieres tomar prestada su ropa interior, así que tienes que comprarla.
—Tengo ropa interior de bikini. ¿Qué hay de malo en eso? —Harry definitivamente no iba a verla pronto, sin importar qué tan bien se porte en la fiesta.
—No. Bikini no. —Ellie entró en la tienda y nos observó sobre su hombro—. Una tanga.
No la seguí a la tienda.
—¿Una tanga? ¿Cómo, esas que se te meten en el trasero?
Natalie y Alanna soltaron una risita y se apresuraron a entrar después de Ellie, así que no tuve más remedio que entrar detrás de ellas y rezar para que nadie de la escuela me viera.
—Sólo con una tanga podrás ir. —Ellie nos guió a través de la tienda como si hubiera estado allí muchas veces.
Lo cual, probablemente, debió haber hecho, ahora que lo pienso.
Ellie se detuvo frente a una mesa que estaba cubierta de brillantes trozos de seda de colores vivos.
—Aquí tienes. Elige una.
Tomé una negra con un lazo rojo y la levanté en el aire. Tenía un pequeño pedazo de tela en la parte delantera, con cordones alrededor de las caderas y el trasero.
—Tienes que estar bromeando.
—No. Son geniales. Son mucho más cómodas de lo que crees. Natalie tomó una y la examinó, con su nariz ligeramente arrugada. Alanna sólo miraba la mesa y trataba de lucir como si las desaprobara.
—Oh, vamos, Alanna. —Le lancé un tanga de leopardo—. Sabes que quieres una.
Ella sonrió y la tomó.
—Quiero una roja.
Ellie silbó.
—Ajá, ¡la verdadera Alanna emerge! Rojo pasión. —Levantó una de terciopelo rojo—. ¿Cómo esta?
Alanna la arrancó de la mano de Ellie y frotó el material entre sus dedos.
—Muy linda.
—Apuesto que todas las citas de Louis usan tangas —le dije. Efectivamente, ese mismo tinte rosa sonrojó las mejillas de Alanna cuando mencioné a Louis. ¡Definitivamente estaba interesada en él! Miré a Ellie y Natalie, pero estaban demasiado ocupadas revisando las tangas como para darse cuenta.
Esta situación entre Alanna y Louis definitivamente tenía que ser abordada porque era una mala noticia para las chicas con las que salía. De ninguna manera podría Alanna convertirse en una de sus conquistas.
—Así que, _____, ¿cuál vas a comprar? —preguntó Ellie.
—Um... —Miré de nuevo la mesa, y una tanga de seda verde esmeralda me llamó la atención. La tomé y la inspeccioné. Tenía un delicado encaje en el frente, de color verde oscuro como si fuera una piedra de jade a la luz del sol. Era hermosa. Y absoluta y ridículamente sexy. Nunca podría usarla. Y nunca podría comprarla—. Me quedo con esta.
O quizás podía.
Ellie y Natalie tomaron una cada una también, y Ellie le compró una a Alanna, quien se negó a comprar una para ella misma.
Cuando la vendedora me entregó mi bolsa, sentí como si me estuviera quemando los dedos. ¡Una tanga! ¡Tenía un tanga! De encaje, brillante y sexy. ¡Me sentiría de dieciocho años si alguna vez tenía el coraje de usarla! Sin duda, sería lo suficientemente mayor como para salir con Harry.
Mientras las chicas pagaban, caminé hacia la entrada, balanceando la bolsa entre mis dedos, preguntándome si alguien que pasara por allí se daría cuenta de que acababa de convertirme en una diva sexy. ¿Te imaginas si supieran lo que había en la bolsa?
Me desmayaría y moriría en el acto.
—¿_____? —La voz profunda de Liam resonó a través de la multitud, y salté como mil metros.
Última edición por RoseFletcher el Sáb 04 Mayo 2013, 1:47 am, editado 1 vez
hopeless.
Capítulo 19
Capítulo 19
—¿_____? —La voz profunda de Liam resonó a través de la multitud, y salté como mil metros.
¡Esto no puede estar pasando! Estaba de pie en la puerta de una tienda de ropa interior con una ardiente tanga que se asomaba a través de la bolsa. De ninguna manera iba a reconocer mi nombre. Giré hacia mi izquierda y comencé a caminar por el centro comercial... justo hacia Liam, quien caminaba hacia mí agitando su mano.
Está bien. Vergüenza total. ¿Qué estaba pasando con el hecho de que seguía encontrándome con los chicos de los cuales estaba tratando de esconderme? ¡En serio!
—Hola, _____. —Liam me alcanzó, mirando detrás de mí en la tienda. Luego sonrió con esa molesta sonrisa masculina—. ¿De compras?
Oh, Dios, tiempo de mortificación total. —Um... no. Sólo paseando con mis amigas. Señaló mi bolsa. Maldita sea. No era bueno mentir cuando la evidencia estaba en mi contra. —Yo... eh... ya sabes...
Gracias a Dios, antes de que tuviera que inventar algo coherente, una niña de ocho años de edad, corrió hacia nosotros y tomó la mano de Liam. —Tienen helado. ¿Podemos tomar uno?
—Por supuesto. —Liam me miró—. Es mi hermana pequeña.
Ni siquiera parecía avergonzado por haber sido visto con su hermana menor un jueves por la noche en el centro comercial. A diferencia de mí, que habría sido muy feliz de pasar por debajo de una roca y morir aplastada en ese mismo momento... por la tanga, no por mi hermana. Oh, preferiría ser vista aquí con Marissa que con una tanga.
—Oh, hola, Liam. —Ellie apareció a mi lado, mientras que Alanna y Natalie daban vueltas por mi visión periférica en el otro lado—. ¿Los establos ya están limpios?
—Sí. Tuve una buena maestra. —Él me sonrió, una muy agradable sonrisa que alivió mi vergüenza, pero antes de que pudiera empezar a disfrutar realmente el momento, su hermana tiró de su brazo.
—Vamos, Liam —dijo ella—. Vamos por un helado.
—Espera. —Me señaló—. Es la hermana mayor de Marissa.
La niña me miró con interés. —¿Marissa está aquí?
—Um... no. Está en casa. —¿Cómo conocía su hermana a Marissa? Estaba completamente confundida. Por lo que sabía, Liam era sólo un ardiente chico de último año que limpiaba los establos. Ahora, se había convertido en un tipo que sabía que acababa de comprar mi primera tanga, que salía los jueves por la noche con su hermana, y que, aparentemente, tenía alguna relación íntima con los demás miembros de mi familia. En cierto modo, me dio menos miedo. Quiero decir, seguía siendo un chico de último año, pero tenía una hermana de la misma edad de Marissa. Eso lo puso en el ámbito de personas con las que podía sentirme cómoda al hablar. Su hermana sacó el labio inferior e hizo un mohín.
—Si Marissa no está aquí, entonces vámonos, Liam.
Él se encogió de hombros como disculpándose conmigo.
—Algún día tendremos que juntarlas. Podrían tener una cita para jugar mientras nosotros pasamos el rato.
¿Cita para jugar? Ahora me estaba riendo. ¿Cómo podía tenerle miedo ahora, incluso con la tanga asomada entre nosotros?
—¿Cómo supiste que era la hermana de Marissa?
—Ellas van a la escuela juntas —dijo—. Tu mamá estaba hablando con mi mamá, una cosa llevó a otra, y luego me dieron el trabajo de limpieza del granero.
—Oh. Creo que me había preguntado de donde habías salido. —En realidad, no lo había hecho, pero ahora tuvo sentido. Era tan normal. Estaba segura que Harry nunca conseguiría un trabajo debido a algún tipo de conexión que su hermanita tuviera.
Él era demasiado genial para eso. Era único, no ordinario, no como Liam.
—Se terminó el secreto. —Su hombro se sacudió cuando su hermana le dio un tirón vigoroso en su mano—. Tengo que correr. Nos vemos más tarde. —Saludó con su cabeza a mis amigas, luego se dejó arrastrar por el área de comidas, de alguna manera arreglándoselas para esquivar a todas las personas, sin perder a su hermana.
Natalie lo estaba mirando. —Es lindo.
—Muy lindo, en una especie de manera desaliñada y tosca —acordó Ellie.
Lo vi caminar a través del patio de comidas. Era más alto de lo que me había dado cuenta, o tal vez era su hermana que lo hacía parecer alto. Llevaba los mismos jeans anchos, sudadera descolorida y botas viejas del día en que nos conocimos. Tiene puntos negativos en la escala de moda, pero sí lucía un poco lindo. Si te interesaba su apariencia. La cual no me interesaba. Me interesaba la apariencia de Harry.
Y no podía esperar a llegar a casa y probarme la tanga. ¿Lo puedes imaginar? _____ Tomlinson con una tanga. ¿Qué tan divertido era eso? Me siento como una tonta.
O quizás no.
Tal vez me sobra confianza y Actitud, y Harry no será capaz de resistirse a mis encantos.
Caerá en mis brazos, declarando su amor eterno y devoción para siempre. De acuerdo, sí, decisión tomada. Definitivamente usaría la tanga mañana por la noche, incluso si fuera la cosa más incómoda que he tenido en mi cuerpo.
Mi madre nos dejó en la esquina, para que no nos vieran llegar a la fiesta del elenco con un padre. Probablemente, Harry condujo su propio auto, no iba a quedar impresionado con una chica que dejaba que su madre fuera su chofer.
—¿Tienes puesta la tanga? —preguntó Alanna cuando mi mamá se fue. Tuve que admitir que había algo que decir acerca de tener padres que creían en la confianza y la honestidad. Iba en contra de su código de ética prohibirme ir a una fiesta, porque eso implicaría que no confiaban en mí, lo cual, a su vez, me obligaría a comportarme de la manera que ellos esperaban evitar. Así que, al darme total libertad, se aseguraban de que tomaría todas las decisiones correctas.
Lo cual, tengo que admitir, era probablemente cierto. No era exactamente una diva social. Sin embargo, con un poco de suerte, todo iba a cambiar después de la fiesta de esta noche.
—Sí. —Tiré de la tela de encaje verde sobre mis pantalones para mostrarle a Alanna—. La tengo puesta. —No era tan incómoda, y me sentí completamente subida de tono. ¿Todos en la fiesta sabrían que llevaba un tanga? Lo sabría cuando me cambiara a esa falda estrecha. No tener marcada la línea de la ropa interior significaba que tenías una tanga.
¡Mi corazón latía rápido!
Nos detuvimos en el patio a dos puertas de la fiesta, donde Natalie se quitó las medias y yo me saqué mis pantalones y me puse la falda. Mi suéter terminó en mi mochila, para revelar la blusa strapless que Ellie me había prestado. Por supuesto, Ellie no había tenido que preocuparse de que su mamá supervisara su atuendo antes de salir, y Alanna no estaba dispuesta a cambiar de jeans. Así que una vez que Natalie y yo habíamos vuelto a poner la ropa en nuestras bolsas y esconderlas debajo de un arbusto, estábamos listas.
Para los hombres.
Ante la insistencia de Ellie me abrí paso por el camino. Después de todo, era mi fiesta.
Mi fiesta. ¿Podían creerlo? Conseguí una invitación a una fiesta con chicos de último año. Por mi cuenta. Sin Claire. Sin Louis... no es que él invitaría a su hermana menor a una fiesta, si podía evitarlo.
Y estaba usando una tanga. Yo merecía la secundaria.
Me detuve en el porche delantero. Había planeado tocar el timbre, pero la puerta estaba abierta y pude oír ruido de fiesta desde el interior.
—¿Sólo entro? —le susurré a Ellie, que era mucho más experta en las fiestas que el resto de nosotras.
—Sí. —Pero estaba de pie detrás de mí, sin hacer ningún movimiento para ser la primera—. Entra.
Entra. ¿Se había convertido en una cobarde total?
Pero podría hacer esto.
Estaba usando una tanga.
Así que tomé la puerta metálica, la abrí de golpe, y entré, sin esperar para ver si mis amigas me seguían.
Mi primera fiesta de secundaria. Esto era emocionante.
Última edición por RoseFletcher el Sáb 04 Mayo 2013, 1:47 am, editado 1 vez
hopeless.
Capítulo 20
Capítulo 20
Seguí el sonido de la estruendosa música y las escandalosas risas hasta la parte trasera de la casa. Había al menos cincuenta personas en la cocina y el garaje con las luces bajas y bailes muy provocativos en la sala de estar.
Wow.
Esto era algo más.
Paré y choqué contra una de mis amigas, sin duda no más asombrada de lo que yo estaba, probablemente embobada por las pantallas del piso de baile en vez de darse cuenta de que había parado de caminar.
Un par de personas miraron en mi dirección, pero desafortunadamente, sólo había estado en el ensayo una vez esta semana, y ninguno me reconoció. El resto de la semana había estado trabajando en números de bailes, de los cuales no formé parte.
Entonces el elenco entero había estado unido toda la semana y me lo había perdido.
Y ahora me siento como una idiota porque nadie aquí me conoce. Ellos probablemente piensen que soy sólo una estudiante de primer año al azar que acaba de llegar a su fiesta. En cuestión de segundos alguien vendría por mí a pedirme que me fuera.
No sería necesario. Les ahorraré el esfuerzo.
Acababa de darme vuelta cuando una mano pesada cayó sobre mi hombro. Mi estómago dio un vuelco, me di vuelta, preparada para ser humillada mientras me arrojaban por la puerta con mi tanga.
Oh, por Dios. Era Harry.
—Harry. —Me atraganté, casi esperando a que él me echara afuera también.
Pero él sonrió.
—Me alegro que hayas venido, _____. —Vi sus ojos observar mi atuendo, y asintió con la cabeza—. Te ves bien.
Te ves bien. ¡Él pensó que me veía bien! Oh. Por. Dios. ¿Sabía él que yo estaba usando una tanga?
Luego echó su brazo sobre mis hombros y me guió hasta la cocina, presentándome a varias personas como “La chica que interpreta a mi madre”. Todos fueron súper amistosos y me felicitaron en esa parte.
Fue verdaderamente fantástico ver lo que es ser asociada a un chico como Harry y cómo podía hacer la aceptación social a alguien.
Y él nunca sacó su brazo de mis hombros. Era como si yo fuera su novia. Como si estuviese diciéndoles a todos allí que yo estaba con él.
Tenía que ser la tanga.
Mañana me iba a ir a comprar unos cientos más y a usarlas todos los días por el resto de mi vida. O por lo menos hasta que me case y ya no trate de atraer chicos.
Harry me levantó sobre el mostrador, se inclinó junto a mí, su cadera contra mi muslo. Hablábamos con alguien, pero realmente no podía concentrarme en nada de lo que estaba diciendo, porque todo en lo que podía pensar era en Harry. Él no estaba hablándome, pero su cadera estaba quemando mi piel.
Mi falda, ya demasiado corta para la aprobación de mi madre, se había subido por el hecho de que estaba sentada sobre la mesa, mostrando más de la mitad de mi muslo.
Normalmente estaría totalmente avergonzada, pero pude ver que la mirada de Harry giró ocasionalmente hacia mi pierna, así que decidí que me gustaba el dobladillo donde estaba.
Entonces él puso su mano en mi rodilla. ¡En mi rodilla! Mi rodilla estaba desnuda. ¡Su piel tocaba mi piel!
Es una buena cosa que no estaba de pie, porque mis piernas temblaban tanto que nunca sería capaz de hacerlo por mi cuenta.
Comenzó a frotar su pulgar sobre mi rodilla. Miré su cara, pero él no me miraba, sólo asintiendo en respuesta de algo que alguien dijo, como si no tuviera ni idea de que su mano estaba en mi rodilla y, ¡arrastrándose hasta mi muslo!
¡Santo Cielo!
¿Debería dejar que él hiciese esto? Estábamos en público, por el amor de Dios. ¿La gente pensaría que soy una puta? ¿O esto era genial?
Miré frenéticamente por la habitación. Ellie estaba en la esquina envuelta alrededor de algún tipo, pero Alanna y Natalie me estaban mirando. Cuando me vieron mirándoles, levantaron sus pulgares y me dieron grandes sonrisas.
Está bien, quizás esto estaba bien. —¿Quieres bailar? —me preguntó
—¿Qué? —Oh, bien. ¿Podría sonar un poco más aterrada?
Harry sonrió y pasó sus dedos por mi pelo, el cual se estaba comportando increíblemente bien, por cierto.
—Una canción lenta está comenzando. ¿Quieres bailar?
¿Quería yo bailar? Sí y no. Sí, porque él me gusta tanto que apenas puedo soportarlo. No, porque estaba aterrada.
¿Un baile lento? ¿Con un chico de último curso? ¿Estaría esperando algo de mí? ¡Yo ni siquiera sé cómo besar! Él sabría al instante que soy una idiota incompetente.
No se molestó en esperar mi respuesta, Harry se puso delante de mí, colocó sus manos en mi cintura y me bajó del mostrador, dejándome abajo lentamente en frente de él.
Mi cara se sentía tan caliente que seguramente estaba rojo llameante.
Luego, me tomó la mano y me llevó hacia el otro lado de la cocina. Donde no había luces, y la música sonaba muy fuerte.
Había sudor que goteaba en mis omóplatos. Tan sexy. Diva total. No.
Eché un vistazo por encima de mi hombro a Natalie y Alanna, pero ellas estaban hablando a unos chicos sin notarme por completo. ¿Y Ellie? No la pude ver por ningún lado.
Hasta que llegué a la pista de baile.
Ella estaba en el medio de la sala, en medio de una fuerte sesión de besos. Las manos de él estaban en su espalda, bajo su camisa, y las manos de ella estaban enlazadas en el cabello del chico.
Ella hacía que se viera tan fácil.
Harry me sonrió, luego deslizó sus manos alrededor de mi cintura y me empujó contra él. Mis manos. ¿Dónde debería colocar mis manos? Definitivamente no me preparé adecuadamente para este evento. Eché un vistazo a la sala y me di cuenta que la mayoría de las chicas tenían sus manos alrededor del cuello del chico y descansaban su mejilla en su pecho.
Bien.
No hay problema.
Pero el momento en el que coloqué mis manos en el cuello de Harry, aumentó la presión sobre mí, y me atrajo más contra él. Tan fuerte que su cuerpo se apretaba contra el mío todo a lo largo de mi cadera hasta mi mejilla, que estaba acurrucada contra su pecho.
Relájate, _____.
Tomé un respiro profundo y olí su loción de afeitar. Oh, wow. Él olía tan bien como lo había hecho en el escenario esa noche. Suspiré y enterré mi cara en su pecho. Estaba tan caliente, tan fuerte, tan sólido.
Esto era perfecto.
—Me alegro que hayas venido esta noche —dijo, con su respiración en mi cuello.
—Yo también. —Ahora, Ellie probablemente me diría que siguiera jugando, pero ¿por qué haría eso? Me gustaba; y obviamente yo le gustaba a él. ¿Por qué jugar a juegos? Eso parecía una tontería.
Luego besó mi cuello. Wow.
Wow.
Wow.
Era como si chocolate caliente fluyera por mi cuerpo, calentando mi interior, convirtiéndolo en gel. El beso de un-segundo con Billy Smith atrás de los columpios cuando teníamos doce no se sentía nada comparado a esto, y Harry no me ha besado todavía.
Todavía.
¿Iba a hacerlo?
Besó mi cuello de nuevo, luego pasó sus labios por mi piel al lóbulo de la oreja, que mordisqueó por un momento.
Gracias a Dios él me estaba agarrando tan fuerte, porque mis piernas no iban a poder soportarme.
Luego se soltó de mí y se echó hacia atrás. —_____.
Levanté mi cara a la suya. —¿Qué?
Puso esa cara de tonto en su rostro, sus ojos se entrecerraron, y comenzó a avanzar hacia mí. Y lo supe: iba a besarme. Es decir, realmente a besarme, boca abierta, lengua, los nueve metros.
Estaba cada vez más cerca.
Y cerca.
¿Cómo se besa correctamente? No tengo ni idea, y él estaba a punto de descubrir eso. Pensará que soy una cobarde, que no sé besar. De ninguna manera iba a soportar su burla o su humillación. Sus labios estaban a sólo unos centímetros de los míos, y sus ojos estaban cerrados. ¡Argh! ¡Pánico total! —Me tengo que ir. Te veré en el ensayo de esta semana.
Última edición por RoseFletcher el Sáb 04 Mayo 2013, 1:48 am, editado 1 vez
hopeless.
Re: Poniéndolos En La Cornisa [LP] - Terminada
RAYIS COMO PUDISTE HACER ESO :wut: , HAS DEJADO HARRY APUNTO DE BESARTE, SI O FUERA TU YA LO HABRÍA VIOLADO MILLONES DE VECES :amor: EMPIEZO A CREER QUE NO ESTOY BIEN
SIENTO NO HABER HABER COMENTADO ANTES ES QUE TENGO MUCHOS EXÁMENES
SIGUELA
SIENTO NO HABER HABER COMENTADO ANTES ES QUE TENGO MUCHOS EXÁMENES
SIGUELA
alexismusiclive
Re: Poniéndolos En La Cornisa [LP] - Terminada
alexismusiclive escribió:RAYIS COMO PUDISTE HACER ESO :wut: , HAS DEJADO HARRY APUNTO DE BESARTE, SI O FUERA TU YA LO HABRÍA VIOLADO MILLONES DE VECES :amor: EMPIEZO A CREER QUE NO ESTOY BIEN
SIENTO NO HABER HABER COMENTADO ANTES ES QUE TENGO MUCHOS EXÁMENES
SIGUELA
no te preocupes! lo importante es que la lees :)
jajajajaja amé tu reacción hacia la rayis!
ahora va un maratón de 3 caps en honor al genial día de san valentín (que por cierto yo pasaré sola)
disfrútalo!
xx
hopeless.
Capítulo 21
Capítulo 21
Me separé de sus brazos y corrí a través de la pista de baile. Está bien, no corrí exactamente. Caminé rápido, pero de alguna manera me mantuve para contener mi dignidad y no correr. Agarré la muñeca de Ellie en el camino, separándola de su Pretzel, y agarré a Natalie y Alanna, que estaban con sus bocas abiertas.
En el momento que desaparecimos en la esquina, paré por un largo instante suficiente para mirar hacia Harry. Estaba parado donde lo dejé, mirándome. Yo estaba demasiado lejos para ver su cara, pero no tengo duda que estaba lleno de disgusto porque había perdido un momento conmigo.
Esta era la peor noche de mi vida.
Nadie dijo una palabra hasta que Natalie y yo nos cambiamos a nuestras ropas de “mamá lo aprobaría” y yo llamé a mi madre para que nos viniera a recoger.
Incluso la primera llamada de mi nuevo celular no se sintió muy emocionante porque yo estaba demasiado deprimida. Nos sentamos en la acera, dos cuadras más abajo de donde era la fiesta, debajo de un farol en silencio.
—Lo arruiné —dije. Me dolió incluso tocar el tema. Abracé mis rodillas a mi pecho y recé para que nadie de la fiesta caminara y me viera sentada. Sólo podía imaginar lo que estarían diciendo de mí luego de que me desbocara.
—Dinos qué pasó —dijo Ellie, que no parecía estar tan enojada de que la alejara de ese chico. Pero era Ellie. Los chicos iban y venían con ella tan rápido que no se tenía que preocupar de aprenderse sus nombres
—Me congelé. —La acera era dura y fría contra mi trasero, como si me pegara por ser tan idiota. Ya me había cambiado a mis jeans y sweater, de nuevo a la real _____. La tanga, el maquillaje y las prendas sexys no habían cambiado mi idiotez, que apestaba completamente.
—Nos dimos cuenta de eso —dijo Natalie—. Pero, ¿qué sucedió? Parecía que iba bien.
—Él estaba por besarme. —Podía ver su boca viniendo hacia mí, como un tiburón gigante a punto de tragar mi cabeza, dientes y todo.
—¿Y...? —Hasta Alanna estaba interesada. Usualmente decía que los chicos y las citas eran aburridas pero definitivamente estaba fascinada por mi aparentemente incapacidad para tener un funcionamiento cerebral cuando estaba con un chico que me gustaba.
Gemí y apreté mi cara contra mis rodillas. —Corrí lejos —murmuré.
—¿Antes de que te besara? —preguntó Natalie.
—Claro que antes.
—¿Por qué? —preguntó Ellie—. Esa era la mejor parte
—¡Porque no sabía cómo besar así! Él habría sabido instantáneamente que no tenía idea, se habría disgustado y huido lejos.
—Así que lo pusiste en La Cornisa en vez de viceversa. —Ellie me extendió su brillo de labios—. Prueba esto, tienes que limpiarte antes que tu madre llegue aquí.
—No, no lo puse en La Cornisa, hice una total humillación de mí misma y lo convencí de no perder el tiempo conmigo. —Me dejé caer sobre la acera, sin importar que estuviera ensuciando mi sweater. ¿Qué importaba? No iba a mostrar mi cara en público de nuevo. Cubrí mi rostro con mis brazos tratando de pretender que no existo.
—Creo que estás equivocada. —Ellie tocó su brillo de labios contra su barbilla, mirando pensativamente al hombre caminando del otro lado de la calle que paseaba un Pastor Alemán.
Algo acerca del tono de voz de Ellie llamó mi atención, y saqué mi brazo de mi cara, así podía hablarle.
—¿Qué quieres decir? ¿Equivocada acerca de qué?
—Bueno, tú estabas sexy y ardiente esta noche, y Harry estaba totalmente atraído por ti, ¿verdad?
—Si tú lo dices. —Me gustó bastante la evaluación de la noche, sin embargo, y sí, él parecía bastante atraído por mí.
—Entonces cuando él pensó que te tenía, tú lo abandonaste.
Gemí. —No me lo recuerdes
—¡No, no! —Ellie me agarró del brazo antes de que pudiera enterrar mi cara en mis brazos otra vez—. ¡Es bueno! Ahora se está preguntando si realmente te gusta o no. Tiene un pie en La Cornisa, y eso va a mantener su interés. Si te gusta un chico, nunca, nunca, nunca lo beses en la primera cita. Esa es la manera más rápida de que no te vuelva a llamar.
—Tú besas chicos todo el tiempo —señaló Natalie.
—Pero no me gustan —dijo, como si eso tuviera sentido—. Si a mí me gustaran, sería totalmente diferente. Nunca besaría a un chico que me gusta, no al principio.
La miré fijamente.
—Eso suena extraño.
—Por supuesto que lo es. —Estuvo de acuerdo Ellie—. Los chicos son extraños. Les gusta un reto, sin embargo, eso es lo que tú le diste.
Apreté los labios. Era Ellie, ¿no? ¿Acaso no lo arruiné todo?
—_____, has puesto tu chico por primera vez en La Cornisa. Harry está allí de pie en el viento, mirando hacia abajo en Storrow Drive, preguntándose cuánto necesita el corazón. Su querida _____, dejándolo en medio de la pista de baile. ¿Qué haría un chico?
Me reí.
—¿Eso es lo que está pensando?
—Sip. Y puedes apostar que vas a ser lo primero que buscará en su siguiente ensayo juntos. Sólo para comprobar, y asegurarse de que no lo odias. —Ellie sonrió—. Claire estaría orgullosa.
—Estoy orgullosa —dijo Natalie.
—Yo también. —Alanna asintió con la cabeza.
—Felicidades, _____ —dijo Ellie—. Ahora eres una mujer.
Una mujer, ¿eh? Un chico en La Cornisa y una tanga en mi trasero. ¿Quién lo hubiera imaginado?
Última edición por RoseFletcher el Sáb 04 Mayo 2013, 1:48 am, editado 1 vez
hopeless.
Capítulo 22
Capítulo 22
—¿Así que tienes que ensayar mañana por la noche? —Ellie estaba sentada en el silo para alimento, moviendo sus pies, mientras que Natalie y Alanna descansaban sobre el montón de mantas de caballos, en la esquina. Yo estaba barriendo el piso, porque Mamá me había dicho que Liam no podía venir hoy.
No era un problema, porque yo no tenía ensayo esta noche. Pero mañana sería una historia diferente.
—Sip. Supongo que lo veré mañana, ya que todas mis escenas son con él y todo. — No lo había visto desde la fiesta.
Cinco días enteros para pensar en esa noche y tratar de decidir si Ellie tenía razón con que Harry estaría completamente enamorado de mí en el momento en que me viera, o si se reiría en el momento que entráramos en la sala de ensayos.
—¿Cómo debo actuar? ¿Debo pedir disculpas por dejarlo?
—¡No! —Ellie puso el pie en el cajón para dar énfasis—. Recuerda, él es el que tiene que estar inseguro en estos momentos. Que tome la iniciativa. Que se pregunte si estás enojada con él. Usa la tanga. Ponla en el marco derecho de la mente.
—Creo que necesitamos más tangas. No puedo seguir lavando la única que tengo todo el tiempo. —Terminé de barrer e incliné la escoba contra la pared—. ¿Y qué si él intenta besarme otra vez?
—Deberías darle un beso —dijo Ellie—. No uno largo. Sólo un poco, y luego lo cortas.
Natalie asintió. —No lo alejemos demasiado. Él necesita ver que tú vales la persecución. —Cuando todos le dimos a Natalie una mirada de sorpresa por su consejo-al-estilo-de-Ellie, ella se encogió de hombros—. He estado escuchando a Ellie durante tanto tiempo que sé lo que va a decir.
—Bueno, está bien, eso es un gran consejo, pero hay un pequeño problema con eso. —O mejor dicho, un gran problema—. ¡Todavía no sé cómo besar! Por eso yo no lo besé en primer lugar. No porque lo estaba poniendo en La Cornisa.
—¿Quién no te besó? —Liam apareció en la puerta, con una gran y molesta sonrisa en su rostro.
Oh, Dios, me quería morir en ese mismo momento, justo ahí. ¿Por qué, oh, por qué, seguía caminando hacia nuestras conversaciones así? Esto era completamente humillante.
—Harry Styles —anunció Ellie.
—¡Ellie! —Bueno, me equivoqué. Ahora estaba completamente humillada.
—¿En serio? —Liam se apoyó contra el marco de la puerta y cruzó los brazos sobre el pecho, como si fuera a quedarse y unirse a la conversación—. No puedo imaginar muchas niñas negándose a besar a Harry. ¿Cómo se lo ha tomado?
—No lo sé —murmuré—. Me fui.
—¿Te negaste a besarlo y luego te fuiste? —Liam sonrió—. Me encanta.
No entiendo esta discusión con un chico.
—¿Por qué estás aquí? Mamá dijo que no vendrías hoy.
—Los planes cambiaron, así que pensé en pasarme por aquí y ver si había algo que hacer. Siempre puedo usar el dinero extra.
—Bueno, lo estoy cubriendo esta noche así que puedes salir.
Algo brilló en los ojos de Liam, y luego se encogió de hombros.
—Está bien. Te veré luego, entonces.
—Espera un segundo. —Ellie saltó de la bandeja de alimentación y agarró el brazo de Liam—. Tú debes quedarte. Podríamos usar tu consejo.
¿Estaba loca? —No, no podemos. Él debe irse.
—No, no. —Ellie tiró a Liam de nuevo en el granero—. Liam, te tengo una pregunta.
Tuve que sentir un poco de lástima por él. En realidad no parecía que quería estar sujeto al interrogatorio de Ellie pero él era demasiado bueno para rechazarla. Porque era bueno, aunque tenía la costumbre de atraparme en momentos embarazosos.
—De todos modos —continuó Ellie—, si un hombre besa a una chica que nunca ha besado antes, ¿qué sería capaz de decir?
Liam entrecerró los ojos.
—¿Sobre qué?
—De que no había besado antes. —Ellie puso los ojos en exasperación, mientras yo contemplaba fingiendo pasar desapercibida para repartir lo que tendría que ser llevado al hospital, y por lo tanto a salvo de esta increíble discusión humillante de mi talento para besar.
Por supuesto, yo no estaba interesada en Liam, pero él era un chico. Lo cual significaba que no quería que escuchara sobre mis besos fracasados.
—Oh. —Liam me miró—. ¿Es por eso que no besaste a Harry? ¿Porque tenías miedo de que él pensara que no eras buena besando?
Si sólo la tierra me tragara ahora.
—Realmente no creo que necesitemos estar teniendo esta conversación. —Me volví lejos y empecé a llenar cubos de alimentación—. Tengo trabajo que hacer. Todos ustedes deben irse.
—Y pensé que te negaste a darle un beso porque no querías dárselo —dijo Liam, con un toque de burla en su tono—. Idea tonta, supongo. Como he dicho, ¿qué chica rechazaría a Harry Styles?
—Él es popular —le espeté a Liam—. ¿Qué hay de malo en eso? Personalmente, pensé que era genial que sea popular.
Liam se encogió de hombros. —Nada.
—No has respondido a la pregunta de Ellie —lo interrumpió Alanna—. Realmente quiero saber.
—¡Alanna! —¿Qué pasa con mis amigas? ¿Desde cuándo se había convertido en su objetivo avergonzarme tan mal?
—¡No quiero saber!
Liam se apartó de mí y miró a Alanna, las comisuras de su boca se alzaron en diversión.
—Quieres decir, ¿si sería capaz de decirle a todos si besé a una chica que no tenía experiencia? ¿Ustedes realmente quieren saber eso?
—Sí —dijo ella. Natalie asintió con la cabeza en acuerdo. —Sí, ¿lo dirías?
—¡No, no lo quiero saber! —Agarré el brazo de Liam y traté de empujarlo fuera de la granja, notando vagamente de que los músculos de su brazo eran bastante grandes—. Liam, vete. Esta conversación me está matando.
Hábilmente dio un paso fuera de mi camino y se dio la vuelta en el granero, todavía luciendo su sonrisa divertida. Se dio la vuelta a Alanna.
—Yo podría ser capaz de decir que una chica no tiene experiencia, pero si me gusta, eso sería genial. Prefiero besar a una chica que no ha besado a un montón de chicos.
—¿En serio? —Ellie hizo girar su pelo, sin duda tratando de recordar los innumerables chicos que ella había besado. Garantizado, ella estaba considerando fingir ignorancia la próxima vez que bese a un chico.
—Pero si yo sólo quisiera un poco de acción, probablemente estaría más interesado en alguien que sabe lo que está haciendo —añadió Liam.
Bueno, gracias, Liam, por enturbiar las aguas.
—¿Qué pasa con un tipo como Harry? —le preguntó Ellie, frotándose los labios, pensativa—. ¿Qué haría él?
El tono de Liam se volvió un poco menos agradable.
—No soy Harry. No lo sé.
Ellie me miró, con esa mirada que indicaba que sus ruedas giraban.
—Harry ha estado mucho alrededor. Apuesto a que él está buscando una chica con experiencia.
Levanté las manos.
—Oh, genial. Ahora realmente voy a evitar besarlo. Muchas gracias, Ellie.
—Eso puede ser arreglado —dijo ella.
La agitación golpeó mi estómago.
—¿Qué puede ser arreglado? —No me gustaba la expresión de su cara, cómo ella estaba planeando mi perdición.
—Tu falta de experiencia —dijo.
De alguna manera sentía que toda esta discusión se dirigía en una dirección peligrosa.
—¿Qué? ¿Se supone que tengo que practicar con el perro?
—No. —Señaló a Liam—. Con él.
Última edición por RoseFletcher el Sáb 04 Mayo 2013, 1:48 am, editado 1 vez
hopeless.
Capítulo 23
Capítulo 23
—¿Quieres que bese a Liam? —Mi estómago se dejó caer y mis manos empezaron a sudar.
—No, vamos a dejar que Liam te bese. Deja que te enseñe a besar. Entonces tú puedes besar a Harry y sorprenderlo. —Ellie sonrió—. Tienes que aprender en algún lugar, ¿no?
—¡Oh, sí! —dijo Natalie.
—Perfecto —exclamó Alanna—. ¡Hazlo!
—No puedo besar a Liam —jadeé, ni siquiera me atreví a mirarlo.
—Pero él es lindo, y es agradable —dijo Ellie—. ¿Por qué no puedes darle un beso?
—Porque... porque... —Porque si alguien me enseña a besar sería la cosa más embarazosa del mundo. ¿Y Liam? Por supuesto, él era moderadamente lindo, pero no era mi tipo en absoluto.
De ninguna manera iba a besarlo. No hay manera posible.
Pero nunca voy admitir que era demasiado cobarde para besarlo. Eso era aún más vergonzoso. Así que, en cambio, me limité a decir.
—Nunca le pediría a Liam que hiciera eso.
Él me miró, y por primera vez me di cuenta de que sus labios eran carnosos y tenían un color bastante agradable.
—Te besaré, _____. Y me di cuenta de que hablaba en serio.
Por un instante quería decir sí. Quería aprender cómo ser una besadora increíble y Liam era bastante lindo. Pero no es tan lindo como para sentir ninguna presión ni nada. Quiero decir, él ya me había visto con un tanga en mi bolsa de compra y en ropa de limpieza de establo. No había nada que pudiera hacer para hacerle creer que era sensacional, y él ya sabía que yo no sabía cómo besar. Y ya que no me gusta, entonces no tendría que preocuparme de hacer el ridículo. Lo mejor de todo, es que la próxima vez que Harry intentara besarme, yo no tendría que esquivarlo.
Sí, definitivamente quería tomar la oferta de Liam. Pero, ¿cómo iba a hacerlo? Todo era completamente embarazoso.
—Um, gracias, pero no gracias.
Levantó la ceja.
—Muy bien, entonces.
—Espera un segundo. —Ellie saltó entre nosotros—. Ustedes no pueden acobardarse. _____ necesita ser besada. Liam ya aceptó.
—Él no aceptó —le dije, mis rodillas comenzaron a temblar—. Él sólo estaba siendo amable.
—¿Qué chico podría rechazar la oferta de enseñarte a besar? —me preguntó Ellie—. A los chicos les encanta besar a las chicas, y Liam no es la excepción. ¿Cierto, Liam?
Él se encogió de hombros. —Lo que sea.
Se aquietaba el latido de mi corazón. El muchacho era mágico con sus palabras. Era un completo misterio por qué las chicas no se enamoraban de él. ¿O sí lo hacían?
Ellie agarró la mano de Liam y asintió con la cabeza a Natalie, quien me agarró del brazo. Luego comenzaron a arrastrarnos a través del suelo del establo.
—Um... ¿Alanna? ¿Un poco de ayuda aquí? —imploré.
Pero Alanna se estaba adelantando para abrir la puerta del compartimiento.
Liam iba a lo largo de todo el asunto, luciendo completamente divertido. Por supuesto que lo encontraría divertido. ¿Tres chicas de primer año maltratando a su amiga para que la enseñara a besar en el compartimiento de un caballo? No hay duda de que le iba a decir a todos sus amigos acerca de este episodio hilarante la próxima vez que los viera. Si no hubiera sido mi vida, me estaría riendo también.
Pero como era mi vida, yo estaba bastante segura de que estaba a punto de echarme a llorar.
Bueno, no realmente, pero lo suficientemente cerca.
Ellie empujó a Liam al compartimiento, que acababa de limpiar y llenar de virutas frescas. Olía como a cedro fresco, un olor que siempre había encontrado refrescante y calmante.
Excepto hoy. Hoy sólo me hizo sentir ganas de vomitar. Especialmente cuando Alanna me empujó detrás de él, y luego cerró la puerta y deslizó el cerrojo.
Oh, genial. Nos habían encerrado
—Estaremos de vuelta en diez minutos —gritó Natalie—. Manténganse ocupados.
Las luces sobre nuestra cabeza se apagaron, y entonces se hizo el silencio.
Nosotros.
Solos.
En la oscuridad.
Con besos en nuestras mentes.
O por lo menos en la mía. Probablemente él estaba tratando de averiguar cómo iba a conseguir abrir la puerta desde el interior.
Última edición por RoseFletcher el Sáb 04 Mayo 2013, 1:49 am, editado 1 vez
hopeless.
Re: Poniéndolos En La Cornisa [LP] - Terminada
RoseFletcher escribió:alexismusiclive escribió:RAYIS COMO PUDISTE HACER ESO :wut: , HAS DEJADO HARRY APUNTO DE BESARTE, SI O FUERA TU YA LO HABRÍA VIOLADO MILLONES DE VECES :amor: EMPIEZO A CREER QUE NO ESTOY BIEN
SIENTO NO HABER HABER COMENTADO ANTES ES QUE TENGO MUCHOS EXÁMENES
SIGUELA
no te preocupes! lo importante es que la lees :)
jajajajaja amé tu reacción hacia la rayis!
ahora va un maratón de 3 caps en honor al genial día de san valentín (que por cierto yo pasaré sola)
disfrútalo!
xx
Ohhhh maratón Bien. :corre:
No te preocupes, yo también lo estoy pasando sola pero hay que reírse del mundo :jajajaj: por que estamos solas y los otros tienen pareja eso es que somos unicas :jajajaj:
alexismusiclive
Re: Poniéndolos En La Cornisa [LP] - Terminada
alexismusiclive escribió:RoseFletcher escribió:alexismusiclive escribió:RAYIS COMO PUDISTE HACER ESO :wut: , HAS DEJADO HARRY APUNTO DE BESARTE, SI O FUERA TU YA LO HABRÍA VIOLADO MILLONES DE VECES :amor: EMPIEZO A CREER QUE NO ESTOY BIEN
SIENTO NO HABER HABER COMENTADO ANTES ES QUE TENGO MUCHOS EXÁMENES
SIGUELA
no te preocupes! lo importante es que la lees :)
jajajajaja amé tu reacción hacia la rayis!
ahora va un maratón de 3 caps en honor al genial día de san valentín (que por cierto yo pasaré sola)
disfrútalo!
xx
Ohhhh maratón Bien. :corre:
No te preocupes, yo también lo estoy pasando sola pero hay que reírse del mundo :jajajaj: por que estamos solas y los otros tienen pareja eso es que somos unicas :jajajaj:
nena!! lamento no haber actualizado esto desde el 14 pero sabes lo que eso significa? tendrás 5 capítulos nuevos y recién salidos del horno para leer ahora ;)
xx
hopeless.
Capítulo 24
Capítulo 24
—¿Charlie está en el potrero? —preguntó Liam.
—Sí. —Obviamente. No había ningún caballo en el compartimiento, ¿verdad? Bueno, por lo que la tensión del momento me estaba haciendo un poquito insolente. ¿Qué más se puede esperar?—. Yo... eh ... lo siento por esto. Yo realmente... um... no tenía ni idea... —Oh, Dios mío. ¿Y si él pensaba que lo había inventado porque quería darle un beso?—. Lo digo en serio, Liam, yo no tuve nada que ver con esto. Nunca te lo hubiese pedido...
Él puso su mano sobre mi boca. —Cállate.
Pero lo dijo tan agradablemente que un hilillo de calor se deslizó a través de mi cuerpo.
—Sé que esta no fue tu idea —dijo.
—Oh.
Cayó el silencio.
¿Qué se supone que una chica debe decirle al muchacho que encerró con el fin de aprender a besar?
—Así que... —dijo.
—Tú no tienes que darme un beso —solté.
—No me molesta.
Mi corazón empezó a martillar.
—¿No te molesta? —Me hubiera gustado ver su cara. O tal vez no. Me estaba volviendo loca.
—No.
—Oh. —Bueno. ¿Y ahora qué?
—Entonces, ¿quieres que lo haga? —preguntó.
—¿Para qué?
—_____. —Yo podía oír la sonrisa en su voz.
—¿Qué?
—¿Quieres que te bese?
—Um...
—Está bien decir que sí. También está bien decir que no. Sea cual sea lo que quieras.
Me sentía como pisando mi pie. —¿No puedes decidir? ¿Quieres que decida si quieres ser besada? —Sonaba entretenido ahora.
—Sí. Eso sería mucho mejor. —Por supuesto que quería que me besara. Al mismo tiempo, yo estaba tan nerviosa que no quería que me besara. Por lo tanto, era completamente incapaz de tomar una decisión.
—No se puede hacer eso.
—¿No puedes besarme?
—No puedo tomar la decisión por ti —dijo.
—¿Por qué no? —Dios, era exasperante. ¿Acaso no entiende que yo jamás podría pedirle que un chico me besara?
—Mi madre.
¿Su mamá? Habíamos estado hablando de besos, ¿no es así? —¿De qué estás hablando?
—Mi madre está totalmente de acuerdo con la liberación de la mujer. Y tengo seis hermanas. Ellas me matarían si alguna vez besó a una chica que no quería besarme. Y confía en mí, ellas lo averiguarían.
Oh, genial. Esto fue simplemente espectacular. —Bien, no puedo pedirte que me beses.
—¿Por qué?
—Porque es vergonzoso. —Mis ojos empezaban a acostumbrarse a la oscuridad, y apenas podía distinguir la expresión de su rostro: divertido, pero serio. Me relajé un poco, dándome cuenta de que él no se estaba burlando de mí. Parecía una especie de misterioso en la oscuridad. Y anónimo. Me sentí como si pudiera darle un beso y nadie más lo sabría nunca, y nunca lo mencionaríamos el uno al otro de nuevo. Sería nuestro secreto.
Además, entonces, aprendería a besar. Y él era bastante lindo. Y él era de último año. Y no había ninguna presión, ya que yo no estaba tratando de conseguir que le gustara.
Así que tal vez estaría bien.
Tomé una respiración profunda.
—Quiero aprender a besar. Contigo. Ahora.
Última edición por RoseFletcher el Sáb 04 Mayo 2013, 1:49 am, editado 1 vez
hopeless.
Capítulo 25
Capítulo 25
—Quiero aprender a besar. Contigo. Ahora.
Ya está. Lo había dicho. No podría decirlo de nuevo. Por favor, no me hagas decirlo de nuevo.
Pero no lo hizo. Se acercó a mí y se detuvo a unos quince centímetros de mí. En ese ángulo era muy probable que fuera tan alto como Harry.
Él sonrió. —Relájate.
—Estoy relajada. —No. Tomé una respiración profunda—. ¿Dónde pongo mis manos?
—Aquí. —Agarró mis muñecas y puso mis manos en su pecho, algo bastante cerca de su clavícula—.
Luego, puedes deslizarlas alrededor de mi cuello, si quieres.
Su pecho estaba sólido y caliente debajo de mis manos, y se sentía increíble. —¿Quiero que se deslicen en el cuello? ―Él se rió en voz baja.
—_____, necesitas relajarte. No hay ninguna regla. Sólo tienes que seguir la corriente. —Él puso las manos a ambos lados de mi cara, como si la estuviera sosteniendo. Era tan suave, y mis rodillas estaban empezando a tambalearse un poco—. ¿Cómo te va? —preguntó.
—Bien —le susurré.
—¿Te vas a desmayar?
—No me desmayo.
—Bueno. —Se echó a reír de nuevo, una risa profunda que hizo la piel de gallina corriendo por mis brazos. O tal vez la piel de gallina eran de la sensación de sus manos en mi cara, o el calor de su aliento en mi mejilla, y el hecho de que yo estaba bastante segura de que Liam estaba a punto de darme mi primer beso—. ¿Lista?
Asentí con la cabeza. Y él se inclinó hacia mí. Él iba a besarme. —Cierra los ojos —susurró. Los cerré. Y entonces sentí sus labios sobre los míos.
Era como chispas disparándose a través de mi cuerpo. Sus labios eran tan suaves y cálidos. Suaves y a la vez confiados. Se sentía como si fuéramos las únicas dos personas en el mundo. Sólo yo. Sólo Liam. Sólo sus brazos alrededor de mí. Su aliento mezclado con el mío. Todo lo demás desapareció, hasta que se consumió mi conciencia. Todo lo que podía oler era el tenue olor de su jabón, mezclado con las virutas de cedro. Todo lo que podía sentir era la increíble sensación de sus labios sobre los míos, de sus manos en mi cara. Todo lo que podía oír era mi corazón latiendo con fuerza.
Luego me dio un beso un poco más profundo, y mi estómago empezó a saltar alrededor. Oh, Dios. Este fue un beso de verdad.
—Bésame de regreso —dijo.
—¿Cómo? —No tenía ni idea de qué hacer, pero no me sentía avergonzada de ello. De alguna manera, Liam se había llevado toda mi timidez y mi preocupación. Yo sólo podía ser yo, y admitir lo que sentía, y pedir ayuda, y todo iba a estar bien.
—Sólo haz lo que sientas natural. —Entonces él dejó de hablar para darme un beso de nuevo, moviendo sus labios contra los míos en este tipo de ritmo imprevisible que era increíble. Así que moví mis labios al mismo tiempo con los suyos, opuesto a los suyos, una especie de experimento.
Entonces sentí sus manos deslizarse fuera de mi cara e ir alrededor de mi cintura. Extendió sus manos en mi espalda y me empujó contra él. Como cuando yo había estado bailando con Harry, pude sentir su cuerpo contra el mío, sólo que esta vez no tenía miedo. Yo estaba en el cielo. Fue increíble.
Decidí que quería que mis manos estuvieran alrededor de su cuello, así que las moví, mis pulgares como que chasquearon en su cabello, que era bastante suave. Y luego él hizo un ruido, como un gemido realmente tranquilo, y entonces sentí su lengua en una especie de caricia en mis labios.
Siempre pensé que sonaba raro, pero fue increíble. Todo mi cuerpo temblaba y quería hacerle lo mismo a él.
Así que lo hice. Y entonces lo hizo de nuevo. Y lo hice de nuevo. Y entonces los dos estábamos haciéndolo.
Y fue impresionante. Sentí todo el interior caliente y burbujeante, y mi estómago se sentía como si nos hubiéramos hecho cosquillas en la barriga en el coche de mi madre.
Entonces alguien llamó a la puerta del compartimiento. —Estamos de vuelta. Liam instantáneamente me soltó y dio un paso atrás. Por un momento quería correr tras él y hacerle volver y que me siguiera besando.
Pero no lo hice. Me quedé allí y traté de recuperar el aliento. Liam se aclaró la garganta.
Última edición por RoseFletcher el Sáb 04 Mayo 2013, 1:49 am, editado 1 vez
hopeless.
Capítulo 26
Capítulo 26
El pestillo de la puerta se abrió, pero nadie abrió la puerta, sin duda nos daban la oportunidad de seguir adelante.
Lo que yo realmente quería hacer.
¿Era eso aterrorizante o qué? ¿Me había convertido en Ellie, con su obsesión con los besos? ¿O era simplemente a Liam a quien quería besar? Porque en este momento, él era todo en lo que podía pensar. Su beso, la forma en que me había sentido al tener sus manos en mis caderas, el olor de su jabón, la forma en que había susurrado mi nombre en la oscuridad.
—Lo hiciste muy bien —dijo Liam.
—¿En serio? —Tenía todo el interior cálido y espinoso.
—Uh-huh.
—Tú... —¿Estaba bien felicitar a un chico por sus besos?—. Eres un besador realmente bueno —murmuré.
Una sonrisa curvó la comisura de su boca. —¿Cómo lo sabes? No tienes a nadie con quien compararme. Levanté mi barbilla en el recuerdo de mi falta de experiencia. —Una chica sabe de estas cosas —le dije con arrogancia.
—¿Un beso y ya eres una experta? —Se estaba burlando de mí, pero era suave y agradable, y no me avergonzaba. Sabía que estaba bien conmigo, y yo estaba bien con él.
—No del todo —admití—. Bien, me retracto. Eres un besador terrible.
—No puedes retractarte. —Su sonrisa se ensanchó—. Ya está dicho.
—Bueno, eso está bien. Porque lo dije en serio. —Me miró a los ojos—. Me alegro que fueras mi primer beso. Fue increíble.
La sonrisa de Liam se desvaneció, y su rostro se puso serio.
—Yo también. —Miró hacia la puerta, que se había abierto alrededor de unos centímetros. Podíamos oír a mis amigas hablando tranquilamente en el suelo, sin duda esperando una actualización—. En cualquier momento que desees practicar, yo estaría encantado de ayudar.
No creí que pudiera tomar más prácticas, o me comenzaría a gustar Liam en lugar de Harry. Liam me había besado entendiendo que se trataba de un beso práctica, no un beso de verdad, y yo no iba a ser tan ingenua como para pensar que significaba algo. Pero estaba todavía derretida por el beso, y necesitaba distraerme. Recordar por qué lo había hecho.
—¿Crees que a Harry le gustaría besarme?
Una extraña expresión cruzó el rostro de Liam.
—No puedo hablar en nombre de Harry.
—Bueno, entonces, ¿crees que necesito practicar más antes de que me bese Harry?
Liam se movió y de repente parecía que él realmente quería dejar el compartimiento.
—Creo que besas bien. Me tengo que ir. —Y entonces abrió la puerta con la punta de la bota y salió. Le oí decir adiós a mis amigas, y me di cuenta de que se iba.
Lo que estaba bien. Aunque no estaba segura de por qué tenía este tipo de tensión extraña en mi estómago ante la idea de su partida. No había estado allí cuando nos habíamos estado besando.
La puerta se abrió ampliamente y Ellie, Alanna, y Natalie corrieron al compartimiento.
—¿Qué pasó?
—¿Él te beso?
—¿Fue impresionante?
—¿Es un buen besador?
—¿Estabas nerviosa?
—¿Fue extraño?
Levanté mis manos y se quedaron en silencio. —Estoy lista oficialmente para Harry.
Y lo estaba. Me había convertido en una mujer, o al menos en una estudiante de primer año que sabía besar. Casi lo mismo.
Última edición por RoseFletcher el Sáb 04 Mayo 2013, 1:49 am, editado 1 vez
hopeless.
Capítulo 27
Capítulo 27
Esta vez la preparación antes del ensayo fue suave. Ellie llegó con el maquillaje y ropa linda. Natalie salió de la práctica a tiempo, y Alanna también estaba ahí. Teníamos media hora en el vestuario para hacer que mi cabello se comportara y conseguir que mi maquillaje estuviese listo.
Y cuando digo que mi cabello se comporta, es genial. Con el cabello marrón como el de un ratón, lacio y aburrido, es difícil hacerlo ver bien. Pero Ellie lo hizo, gracias a su talento con el rizador. La ropa que había tomado de su hermana se veía genial en mí. Tenerlas a las tres para arreglarme y prepararme psicológicamente me hacía sentir como que podía entrar ahí, ignorar a Harry y no precipitarme sobre él y soltar disculpas por dejarlo en medio de la pista de baile.
Esta vez, cuando salí al vestíbulo tres minutos antes del ensayo y vi a Harry con un par de chicos, no bajé la mirada ni me escondí. Sólo levanté mi barbilla de la forma que Ellie me había enseñado, pretendí que no los veía y pasé junto a ellos. Lo podía sentir mirándome y eso era todo lo que podía hacer sin volver corriendo y rogarle que me perdonara por actuar como una idiota en la fiesta.
Pero mis amigas me estaban observando desde el final de la habitación y me habían ordenado que no hablara con Harry sin que me hablase primero. Bien. Cumpliría mientras me observaban, pero si Harry no me hablaba antes de que terminara el ensayo, me disculparía.
No le diría que la razón por la que me fui era porque no sabía cómo besar y que había estado practicando. No soy tan tonta.
De todos modos, caminé hacia el salón y unas pocas personas saludaron. Ellos habían estado en la fiesta la noche del viernes y claramente me recordaban por haber estado con Harry. Sonreí de vuelta y me senté en primera fila. De esa forma no vería cuando Harry se sentara y no estaría tentada a observarlo o precipitarme sobre él y lanzarme a sus pies.
Sabía que Alanna, Natalie y Ellie probablemente se colarían en el balcón y me vigilarían desde arriba. Me cubrían la espalda. Podía hacer esto.
El señor Howland les ordenó a todos que se sentaran. Luego tomó su guión y anunció el orden de las escenas para el día.
De primera mi escena con Harry.
Nada como ser desprovista de tiempo para convocar mi fuerza y voluntad antes de enfrentar al enemigo.
Respiré profundamente, tomé mi guión y forcé a mis torpes piernas a que me aguantaran y caminé hacia el escenario. Esta vez fui por el camino largo y subí los escalones, así no tendría que ser ayudada a subir por Harry. Aunque lo quería. Oh Dios, quería que me ayudara a subir y sentir su mano a mí alrededor y...
Sé fuerte, _____.
Mientras caminaba hacia el centro del escenario, Harry subió. Era tan atlético que asombraba. Podía ver totalmente que sería una estrella del baloncesto. Con sólo verlo sentía mariposas y mi piel se calentaba. ¿Así se sentía estar enamorada? ¿Y, lo había arruinado por completo?
Me detuve a unos tres metros de él y me enfrenté al Sr. Howland. Con la esquina del ojo vi a Harry mirarme, pero no podía ver la expresión en su rostro.
Estaba tan incómoda jugando a ser difícil de obtener. ¿Por qué tenía que ser un juego? ¿Por qué no podía sólo decirle que me gustaba y que lamentaba haberme asustado?
El Sr. Howland empezó a darnos indicaciones sobre dónde estar y cómo movernos, y tenía que prestarle atención. Escribí abajo lo que dijo de mi guión y revisé mis líneas con Harry.
Desafortunadamente, no se incluía besarse o tocarse, pero Harry estaba observándome muy intencionadamente. ¿Para ver si mi cabeza salía volando y saldrían objetos extraños de mi cuerpo? Probablemente.
Toda la escena sucedió sin incidentes. Otros actores entraron en escena y me di cuenta que actuar requería mucha concentración. ¡Y tenía que aprenderme todas las líneas en una semana! ¡Demonios!
Otra cosa que aprendí era que con sólo tener una escena con Harry no significaba que estuviéramos conectados psíquicamente. Como dije, lo descubrí mirando unas cuantas veces, pero eso era todo. No teníamos oportunidad para hablar.
Ni siquiera al terminar. El Sr. Howland me echó del escenario para que Harry y su amante pudieran practicar su canción.
Brillante. Lo había preparado todo y lucía bien, incluso practicado para besar, y nada. Ni siquiera un saludo. Sabía que lo había arruinado en la fiesta. No debí haber dejado que Ellie me diera esperanzas.
Los hombres apestaban.
Terminamos por esa noche, tomé mi bolso y salí del auditorio, intentando sonreír a las personas que me saludaban.
Mis amigas me saludaron desde el pasillo, sus rostros estaban sombríos.
Genial. Cuando sus rostros estaban serios, no había esperanza de que la miseria de mi encuentro fuese sólo mi imaginación.
—Difícil noche —dijo Ellie.
—Es un imbécil —anunció Alanna—. No lo quieres de ninguna forma.
Natalie sólo puso su brazo a mí alrededor y apretó mi hombro.
—¿Por eso sufriste con una tanga en tu trasero?
No pude evitar sonreír.
—Tanga de seda verde.
—Los hombres no aprecian lo que sufrimos las mujeres por ellos —dijo Natalie—. Todos son unos imbéciles.
—Hey, _____.
Oh por Dios. Me di la vuelta para ver a Harry asomar su cabeza por la puerta.
—H-h-hola.
Mis amigas desaparecieron lentamente, alejándose por el pasillo para darnos la apariencia de privacidad. Una ilusión de privacidad, porque definitivamente estaban escuchando cada palabra.
—¿Ya te vas? —preguntó.
—Sí. —Tenía que disculparme—. Escucha...
—¿Tienes algo que hacer el viernes en la noche?
—¿Qué? —Moví mi cabeza para aclararme el cerebro. De ninguna forma posible él podía haber dicho lo que creía que había dicho.
—¿Estás libre el viernes? —preguntó de nuevo, muy claramente, no había forma de malinterpretarlo.
Me estaba preguntando por mis planes para el viernes. No había razón para que lo hiciera, ¿verdad? Quiero decir, él no estaba a cargo de controlar la agenda de las chicas de primer año, ¿verdad?
—Sí. Claro. —¿Libre? ¿Para Harry? ¿Estaba bromeando? Él sonrió.
—¿Qué tal si te llamo esta semana y hacemos algo el viernes?
—Claro, genial. —Esto no podía estar pasando. Era asombroso. Fabuloso.
—¿Tienes más ensayos esta semana?
—Creo que no. —Tener un papel sin canto en un musical provocaba que no fuese necesario asistir a ensayo muy a menudo. Algo bastante molesto. ¿Por qué no podía cantar? Qué gran maldición a mi tierna edad.
—Muy bien. Te llamaré. ¿Cuál es tu número?
Inmediatamente saqué un lapicero y un pedazo de papel de mi bolso y anoté el número de mi casa, luego agregué el de mi celular. Debía parecer digno.
—El segundo es el número de mi teléfono celular. Puedes llamar cuando quieras.
—Genial. —Guardó el papel en su bolsillo, y la mujerzuela tonta que era su amante asomó la cabeza por la puerta.
—Harry, el Sr. Howland volvió. Vamos.
—Claro. —Me sonrió—. Tengo que irme. Nos vemos.
Y luego se fue con ella. Para practicar su canción juntos. Yuck. ¿Mencioné que la odio? Interesante, considerando que ni siquiera sabía su nombre.
Pero yo soy con quien él va a salir el viernes en la noche. No ella. Y esta vez estaría lista para besarlo.
De nuevo, mi vida es perfecta.
Última edición por RoseFletcher el Sáb 04 Mayo 2013, 1:50 am, editado 1 vez
hopeless.
Capítulo 28
Capítulo 28
Para el jueves por la noche Harry todavía no me había llamado. Me quedé en casa durante toda la semana, acurrucada junto al teléfono, y sin llamada.
—Si él llama esta noche, tienes que decirle que ya has hecho planes para el viernes —anunció Ellie.
—De ninguna manera. No voy a cometer el mismo error otra vez. —Era bastante difícil conseguir una cita con Harry. Yo no lo echaría abajo.
—No quieres parecer desesperada —acordó Natalie.
—¿Cómo luzco tan desesperada? Él me pidió que saliera con él el martes y estuve de acuerdo. ¿Cómo es eso tan desesperado?
—Porque no ha llamado para confirmar —dijo Ellie—. Él tiene que darte más de una noche.
Mi madre asomó la cabeza desde la cocina, donde estaba trabajando en algo como un quiche de algas.
—¿De qué están hablando chicas?
—Un chico en la obra de _____ la invitó a salir para el viernes, pero no ha llamado a confirmar todavía, y creo que no debería ir incluso si él llama esta noche. No es aviso suficiente —dijo Ellie.
Vaya, gracias, Ellie. No. Yo no quería discutir asuntos de chicos con mi mamá. Ella era una madre.
Mi madre, a quien no quise involucrar, dejando su gran cuchillo aceitoso en la estantería, me miró.
—¿Tienes una cita para el viernes? ¿A qué hora?
—No sé si tengo una cita. No ha llamado.
—¿A qué hora?
—No lo sé. Supongo que es una cena y película.
—No puedes ir. —Mi madre tomó el cuchillo y volvió a la cocina.
¿Qué? ¿No podía ir? ¿Qué estaba diciendo? De ninguna manera podría yo rechazar una cita con Harry porque mi mamá no me dejaba ir. Lancé una mirada molesta a Ellie por sacar el tema, me puse de pie.
—Natalie, vigila mi celular. Si suena, lo respondes. Lo mismo con el teléfono de la casa.
Ella asintió con la cabeza, y seguí a mi madre en la cocina. —Mamá. ¿Por qué no puedo ir a una cita? —Mantén la calma, _____. No la dejes ver tu pánico—. Louis estaba teniendo citas a mi edad. Mi madre me lanzó una mirada.
—No intentes lo de Louis de nuevo. Funcionó una vez.
—Pero él lo estaba.
—Para tu información, no es la cita lo que estoy objetando. —Tomó una zanahoria orgánica de la bolsa de plástico reciclado y la puso sobre su tabla de corte hecha a mano al-natural—. No te puedes perder el juego de Louis por una cita.
Mi boca se abrió. De mal gusto, lo sé, pero yo estaba demasiado impresionada para recordar cómo controlar mi cara.
—¿Qué? —El juego de Louis. Sabes que todos tenemos que apoyarlo. —Ni siquiera sabe si estamos allí.
—Por supuesto que sí. Incluso si él no nos ve, nos siente.
—Él no es psíquico.
—¿Cómo lo sabes?
¿Estaba bromeando? ¿Estábamos discutiendo si podía ser que Louis era psíquico? —¡Mamá!
—¿Qué?
—Este es un chico increíble. Y es de último año. Y es la primera vez que me invitó a salir. ¿Tienes alguna idea de lo difícil que es para un chico de último año interesarse por una estudiante de primer año? —Tenía que entender lo importante que era para mí. Mucho más importante que el juego de Louis—. ¿No te acuerdas cuando estabas en la escuela secundaria? ¿Te imaginas si estuvieras en mi situación con este tipo de oportunidades, y tu madre te hubiera hecho algo familiar en su lugar? ¡No es justo!
Mi mamá dejó su cuchillo y se giró hacia mí, con una expresión extraña en el rostro. Uh-oh. No me gusta esa mirada. Di un paso atrás.
—¿Has sido sexualmente libre con los chicos?
Oh, Dios mío. Pude ver el titular ahora: Niña de quince años, realmente muere por ser avergonzada.
—¡Mamá!
—Bueno, ¿lo has hecho? Tú misma has dicho lo difícil que es para un chico de último año estar interesado en una chica de primer año. Cuando estaba en la escuela secundaria, todo se trataba de sexo.
—He besado a un chico una sola vez en mi vida. —¡Absolutamente no podía creer que estaba teniendo esta conversación con mi madre!—. Eso es todo. Nada más.
—¿Estás segura?
—Por supuesto que estoy segura. ¡Creo que me he dado cuenta! —Mi voz era cada vez más fuerte, y pude ver a mi madre consiguiendo la expresión en la que estaba a punto de empezar a dar conferencias sobre mi enlace entre gritar y cómo contribuir a la caída de la sociedad. Yo respiré hondo y bajé la voz—. Mamá, lo creas o no, de hecho soy una de las chicas más ineptas socialmente en mi clase. A pesar de eso, a Harry de verdad le gusto. De hecho, trató de besarme el fin de semana pasado y me escapé de él, porque yo estaba tan asustada. Y todavía me quiere invitar a salir. Así que tal vez él sólo piensa que soy interesante. ¿Eso te ha ocurrido a ti?
Mi madre suspiró y se limpió la mano en el delantal.
—Oh, _____, eso no es lo que quise decir. Por supuesto que creo que eres maravillosa e interesante. Sólo quiero asegurarme de que estés tomando las decisiones correctas. Me alegro de que este chico te vea por lo que eres. ¿Es vegetariano?
—¿Vegetariano? —¿Estaba bromeando?—. No le pregunté. Eso no es exactamente material para la primera cita.
—¿Por qué no?
—Debido a que no hay necesidad de asustarle haciéndole saber cuan extraña es mi familia. Y yo no soy vegetariana, así que no importa.
Mamá levantó una ceja, pero dejó que la observación acerca de mi extraña familia se deslizara.
—Está bien. Puedes salir con él. Pero no en la noche del viernes, y no menos hasta que lo conozca en primer lugar.
—¡Mamá!
—¿Qué? —Ella imitó mi gemido perfectamente, y me molestó como siempre.
—Es tan fuera de onda que lo conozcas en primer lugar.
—No me importa. Y la noche del viernes vas al juego. —Crucé los brazos sobre mi pecho.
—¿Y si digo que no? —Mamá me dio esa mirada de mamá.
—No creo que realmente quieras que te responda esa pregunta, ¿verdad?
Bien. Ella tenía razón.
—Si has arruinado mi vida social y me deja cicatrices de por vida, espero que seas feliz.
—Hay otras seis noches de la semana. Si este chico está interesado en ti, no debería ser demasiado difícil de encontrar otra.
Fácil para ella decirlo. Ella no era la que ya había complicado las cosas una vez con Harry.
¿Dos veces? Él nunca volvería otra vez. Mi vida estaba arruinada.
Última edición por RoseFletcher el Sáb 04 Mayo 2013, 1:50 am, editado 1 vez
hopeless.
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