Third Generation: “He´s Back”

Chapter Eighth: “Hurting Moments, Christmas Party´s and the true”



"Recuerda, que lo que te hace humano, no es el simple hecho de ser persona, si no el ser una buena"[/center]

Charlotte Anderson, hermosa y fría como siempre, se subía al tren, mirando a su alrededor, como calculando cada cosa que ocurriera. Como siempre

Lo solía hacer muy seguido por lo que, en realidad, no muchas personas se le acercaban, la chica resultaba extraña y fría.

Con su voz lenta, y cortante. Con sus ojos frios y punzantes, ciertamente ella asustaba algunas veces, o la mayor parte del tiempo.

Caminando lento por entre las personas, las risas de todos, la voz de los profesores, los chicos que la miraban por supuesto como siempre, aunque ella los ingnorara.

La veían como si fuera un bicho raro, que no encagaba muy bien en ese mundo tan aparentemente perfecto.

Las risas de sus compañeros de clase, o compañeros de casa, llenaban todo el lugar, igual que siempre, parecían ignorar todo lo que habían precenciado en los últimos días,

Fingiendo no haber oído los gritos de aquella chica, no haber visto a los dementores, fingiendo no saber nada del escape de azkaban.

Intento concentrarse en si misma, cuando subió, fallido por supuesto dado el ruido infernal que había a su alrededor, acallar cada voz que intentara llenar a ella también.

Sentía una sensación muy extraña en el cuello, en la garganta en realidad, era incomodo. Era como querer llorar, era como estar molesta. Sentía ganas de matar a todo lo que se atravesara.

Era frustrante para ella, imaginarse como el único bastardo al cual recordaba de la muerte de sus padres, había escapado de la cárcel.

No eran los Dolohov, no eran los Rosie. No eran los Lestrange. Era un apellido, tan simple como como los de los black, pro no era ese. “Lyssen” Sharakov Lyssen.

Condenado por la muerte de su padre y por la turtura de su madre. La verdad, es que el verdadero asesino siempre había estado suelto, pero él, era lo único que ella tenía para asegurarse de que alguien había pagado por el dolor de su hermano y de ella.

Charlie se había empeñado en no entablar amistad con mucha gente, y en año que había pasado lo había conseguido bastante bien.

Aunque era sensillo, nadie tenía el minimo deseo de hablar con ella, o preguntarle como estaba si quiera, antes de comenzar una clase.

Sus ojos habían evitaban el contacto visual, y en las ultimas semanas, su aspecto físico había decaído dramáticamente.

Ante los ojos de su hermano, que preocupado casi siempre la miraba, solo era por el dolor causado por la muerte de sus padres, que ella por supuesto no había demostrado hasta la fecha.

Se sentó sola en un vajon vacio para poder esperar a su hermano. Preferia estar sola por un largo rato, a que esperar que cualquier idiota se le acercara.

Al pasar el rato, con ella ya sentada en aquel vagon vacio, Ty no llegaba lo cual la ponía un poco nerviosa. En realidad, cuando esos chicos pasaban por su lado y la miraban con esos ojos, la hacían sentir extraña.

Era para eso, algunos murmuraban cosas o le chiflaban. La ponían nerviosa, pero estaría bien, siempre estaba bien.

El silencio del sitio, cuando cerro la puerta del vajon, fue llenador para ella, relajante. Aunque duro pocos segundos.

- Me puedo sentar aquí?- pregunto Raven
- Claro- murmuro
- Sabes quien soy?- le dijo
- La verdad, no- le murmura
- Raven Snape- se presenta
- Oh, ya se quien eres- lñe dice- eres la…..
- Rara? Si, todo mundo me llama así—asiente
- Lo siento- murmura- pensé que te quedarías con tu padre
- No, ire con mamá y mi hermano a casa de la abuela- le cuenta- Y tu? Pensé que tus…tus…
- Mis padres murieron, si- le medio sonrie- Pero mi hermano y yo vamos al cementerio.
- Ouh- suelta

La mayoría de las veces, ese hecho lo ponían nerviosa. Cuando ella hablaba de sus padres, la mayoría creía que era un tema extremadamente delicado, y así era, pero había una razón.

Ella estaba orgullosa de quienes habían sido, y adoraría hablar con alguien que realmente apresiara escucharla hablar sobre eso.

- Ellos compartieron casa con mi padre- le sonrie Raven
- Si, y también con Crabbe y Flint- le medio sonrie
- Par de zorras- murmura

Sus risas llenaron el bajon cuando Raven dijo eso. Estaban de acuerdo en ese hecho. El tren ya había partido, pero Ty no había llegado. Aunque en ese momento a Charlie no le importaba, porque por primera vez, tenía una amiga.

…

La navidad era algo hermoso. Cuando la pasas en familia y eso, cuando las risas de tus primos llenan el lugar.
Los Potter, Los Weasley y ahora, los Malfoy, incomodos hasta los huesos, estaban en la calida madriguera.

Celebrando la navidad sin sus padres por primera vez. Su hermano menos Ades se había ido con ellos a Francia, a pasarla con los Nott y los Zabini

La primera reacción no fue la mejor, pero era de esperarse. Las miradas incomodas y cortantes de muchos de los tíos de sus amigos los cortaban por dentro.

Scorpius, mucho más apresivo y cerrado que Mayx, no consiguió adaptarse del todo, las manos en los bolsillos de su chaqueta negra, con su camila larga y sus pantalones pitillos, con su cabello ordenado y sus ojos fijos en el suelo, intentando desaparecer

En cambio su hermana, sonrieia, frente en alto y los ojos altaneros y presumidos, como era usual en ella. Con dos pequeñas trenzas cayendo en sus hombros. Una polera simple, unas convers y pantalones negros, parecía comoda, aunque no lo estaba del todo.

Lo primera que dijeron al saber quien era fue un “Oh” general, lleno de ira, de rabia y odio, menos Harry y Hermione, por supuesto.

George y Angelina, observaban al chico Malfoy, resignándose a solo hablar con su amigo Albus, llamándolo “Al” o “Albie”.

La chica Malfoy, en cambio, hablaba con los gemelos, con James, con Teddy y Regulus, que la llamaban “Bonita” o “Preciosa”, exeptuando Ted claro, que llamaba “Cariño”, como si tuviera cinco años.

- Así que…donde dijiste que estan tus padres, Mary?- le sonrió Molls, intentando ser amable. Lucy era la que siempre hablaba con ella
- Mayx, detesto mi nombre- le sonrie- en Paris, con mis tios. Mis primos van en Dumstang y en Beauxbaons, hace un tiempo que no los ven así que…
- Como esta…tu padre? Sigue siendo un mal nacido?- pregunta George

El golpe seco de la mano de Angelina en su cabeza, los ojos frios y inexpresivos de Scoprius sobre ellos, los rostros avergonzados de Los gemelos y Roxanne, y la mirada furiosa de la rubia, lleno el lugar.

La toz nerviosa de Dominique y Louis lleno el lugar, ya que el profundo silencio lleno aquel sitio sin previo aviso.
La cara de Percy estaba tan roja como su cabello, y la mirada desaprobadora de la abuela Molly cortaba el ambiente.

- Nosotros no hemos insultado a su familia, o si, señor Weasley?- el niega con la cabeza- pues bien, apreciaría bastante que usted, respondiera el gesto, evitando insultar a la nuestra- suelta venenosamente, arrastrando las palabras- Si bien, es una completa falta de respeto que yo le este…como decirlo, amenazando, de esta manera, no pienso permitir que trate así a mi padre- suelta Scorpius
- Aunque sea cierto- dice Mayx, de manera divertida- No seas pesado Scorpius, estamos en su casa, siendo que somos hijos…del desertor más cobarde de Voldy- las risas de Reggie, Ted y James sonaron, ella les guiña el ojo sonriendo- No se preocupe, Señor Weasley, al menos por mi parte, no tengo ningun problema con que llame a mi padre, con un apodo, que al menos desde mi punto de vista….se merece.
- Eres señora frialdad, verdad?- sonrie Regg
- Aaaaabsolutamente, mi querido primo- medio sonrie la rubia
- Eres impresionante, nena- suelta el muchacho
- Lo se, deveria casarme conmigo misma, a que no?

Las diferencias entre los mellizos eran impresionantes. Scorpius, que solo resigno a mantener silencio mientras la voz superiorisada de Mayx resolaba en las paredes, se lanzo al sillón, apoyando todo su cuerpo de manera suelta en él.

Albus soltó una leve risa, y se lanzo junto con él, para quedar exactamente igual que su amigo, lo miro con dulzura y sonrio.

Scorpius era mucho más callado, mucho más discreto, con las personas que no conocía lo suficiente.

Cuando estaba con Albus, parecía transformarse en Mayx. Tan bullicioso y llamativo, tan arrogante e impetuoso, que no pareciera que fuera el mismo. Sus sonrisas despectivas y sus chistes malos, lo convertían en un verdadero Malfoy cuando estaba con su amigo.

- Siento lo que dijo- suelta Hermione- Enserio, Scorpius
- No se preocupe, señora Weasley- le sonrie- Como dijo mi hermana, no importa
- Tu no piensas así- le medio sonrie- Dime Tía Hermione.
- Los regalos, vamos

El grito de la Abuela Weasley resonó en todos lados. Todos los ojos felices se posaron en el gran árbol de navidad.

Toda la familia Weasley reunida, más los Malfoy claro.

- Bien, primero…James, entregalos- le suelta Ginny- adelante.

James se levanto, y tomo su saco de regalos, entregándolos a cada uno de sus primos. Para Reggie, un paquete de cigarros importados desde Brasil, cortesía de Scorpius Malfoy, pareció que el chico Black estaba emocionadísimo y casi se le tira ensima cuando saco el papel. A Ted, un hermoso y nuevísimo ejemplar de “Las aventuras de Peter Pan”, que hizo que el lobo esbozara una sonrisa agradecida.

A Vicky, un brazalete barato con gemas falsas, que compro a ultima hora de aquella mañana en una tienda del callejón diajon, que brillaba cuando la persona más importante para ella corria peligro, la rubia sonrio falsamente y lo acepto.

Para Molly y Lucy, un libro antiguo sobre los prefectos en la historia y una hermosa pañoleta para el cabello de colores rojo y naranjo.

Roxanne recibió un collar con una “W” de plata, Fred y George un monton de bromas dulce. Dominique un vestido precioso, y Louis un peluche de Gryffindor.

Tiare tenía un disco de su banda favoritay Charlie un poleron negro ancho. Rose un nuevo ejemplar de la historia de Hogwarts y Hugito un poleron que decía “Jugo” en el centro.

Le dio a Albus un buen bofetón y un abrazo, para luego darle un chocolate, diciendo “Puedes ser una serpiente asquerosa, pero eres MI serpiente asquerosa”

Lily tenía un nuevo anillo con una “P” de esmeralda en medio.

Entonces llego el momento de darle el regalo a los Malfoy. Miro a Scorpius, con una pisca de odio en los ojos.

- No me agradas, para nada. Pero…bueno, eres…hermano de Mayx y el mejor amigo del enano, por lo demás eres…agradable aunque te trate mal- le dice

Le dio una bufanda muy bonita, con su nombre grabado en el final. Scorpius sonrio.

Sus ojos celestes se posaron en la rubia, una media sonrisa se formo en su rostro. La ceja levantada y la mirada de superioridad.

Tomo el pequeño regalo que le quedaba y se lo paso. Se mordió el labio nervioso y le volvió sonreir.

- En realidad, no sabía que regalarte, la primera opción era…un collar con mini bate de golpeador, pero…ya tienes uno. Así que…pensé que esto…sería mucho más significativo.

Cuando abrió finalmente el envoltorio, un precioso collar de plata resplandecía, era una cadena trenzada, con una “J” preciosa colgando del centro. Una iscripcion sobre ella decía “Safe&Sound, My Darlin”

Ella bajo la mirada, y la levanto de nuevo. Sonrio, falsa y heridamente. Miro a su hermano, éste sonrio, tenía el brazo de Albus rodeando el suyo.

- Debemos irnos-farfulla- Scorpius
- Oh, cierto- medio sonrie
- Pero…acaban de llegar- tartamudea Audrey- Si se sintieron por lo que dijo George es comprensible pero…
- No fue con mala intención- termina Fleur
- No es por eso, enserio- sonrie Scorpius- Enserio nos tenemos que ir
- Mayx- murmura James- Que…?
- No es nada, Jimmy. No te preocupes- sonrie falsamente
- Scorpius, dijiste que irias a patinar conmigo- lo mira Albus
- Lo se, lo siento. Vendré a verte, vendremos- los mira- Lo siento Al, tenemos que…
- Que demonios ocurre, he?- grita James, Mayx lo mira con un poco de molestia- No me mires así, Atenea. Sabes perfectamente que no soy imbécil
- No estoy diciendo nada- grita ella
- Pero se que es piensas- le grita- maldita mentirosa
- No le hables así- la defiende Ted
- vamos James Calmate- le pide Regulus
- No- grita- Vamos, Mary adelante. Admitelo, no me hagas quedar como loco. Diles, diles que haces, por favor que me muero por saberlo, dile a las chicas, a TUS AMIGAS, como les mientes. Como pasas de nosotros como si fueramos mierda
- Como mierda te atreves a llamarme mentirosa?- grita ella
- Tu no tienes idea de lo que hablas- murmura Scorpius- Vamonos Mayx
- No- la sujeta con fuerza de las muñecas- que es lo que ocurre? Dime- esta vez mumura- pue…puedo…puedo ayudarte. S…si..si me dijeras que es, yo podría ayudar. Si me dejaras…
- James, suéltame- le susurra
- No, vamos. Que es?- le ruega, sus manos comienzan a presionar con fuerza sus muñecas- Dejame ayudarte, Mayx
- James me estas lastimando- le pide- Sueltame, suéltame- grita esta vez, lo sacude hasta que la suelta-
- No voy a dejar que te vayas hasta que me digas- ruge- Que puede ser tan terrible para no poder decirlo? Somos tus amigos.
- James, solo…dejame- lo mira fijo, con sus enormes ojos. James la mira, suelta un suspiro largo, nervioso e incomprensible.
- Sales una vez cada mes, pareces evitar que veamos tus muñecas, que haces, he? Quieres matarte? Que es lo que ocultas, Mayx? Que es lo que pasa?- guarda silencio, luego mira a Ted, que cierra los ojos- Que eres? Eso es, no es así? He dado al clavo, no es cierto?
- Solo dejame en paz- intenta irse
- Mary, respondeme- la jala de nuevo
- Quieres saber que soy, Potter?- le grita- Tienes curiosidad? Quieres que te muestre de que soy capaz?- lo empuja con tanta fuerza hacía la pared que James no alcanzo a percatarse, solo vio el rostro de su padre voltearse nervioso- quieres saber que soy? Porque hago cosas tan raras como tener fuerza que no debería? Mirame- le grita, abre la boca de manera anormal y dos colmillos enormes brotan de los pequeños que James había visto tantas veces, los tenía tan cerca de su cuello, que se estemecio de solo pensarlo- Asustado Potter?
- Desearias- mumura- Ahora…suéltame.

La mirada nerviosa de Albus pasaba por todo. Alrededor de ellos, todos se mantenían en silencio. La rubia solto nerviosa a su amigo, apartándose lentamente.

Sus largas uñas pasaron por sus brazos, rasgando levemente su piel. Trago saliva, y bajo la vista

- Vamos, Mayx- le susurra Scor- es hora de irnos. Vamos, es suficiente.
- Me sorprende que no lo supieras- suelta Mayx, saca un cigarro y lo prende- Más que mal, tu padre y Tía Hermione lo sabían. Aunque bueno, soy un mostruo, no importa.

La chica se voltea, toma su mochila y se la pone en el hombro. Se iba a ir, jalada por su hermano que mantenía la mirada baja. Pero una mano sujeto su muñeca con firmeza, la jalo hacía si y la rodeo con sus brazos.

Sus ojos grises estaban extremadamente abiertos, sorprendidos. No se movia, no se quitaba ni correspondía aquel abrazo.

Parecio perdida, abrumada. Y el susurro en su oído no ayudo mucho a calmarla, hasta que finalmente entendió a que se refería.

“Todos tenemos secretos, cariño” murmuro, seguido por un casi indetectable aullido de lobo, que salía de su estomago, viajaba por su garganta, escapando por entre sus labios, semi separados, que rosaban el oído de la chica.

Así, recordó aquel aroma peculiar, aquel sentido distinto, aquella espesura en el ambiente. Aquel diferente gusto.

Ella sabía, que había algo diferente en Ted. Bajo sus hermosos ojos dorados, había un lobo que perturbada su carácter de vampiro.

- Lo sabia- murmuro en el oído del chico Lupin, él sonrio
- Si crees que te dejaremos por ser…una pequeña sandiguela chupa sangre, que puede destrozarme con una sola mordida- suelta Regulus, ella baja la mirada- estas bastante equivocada. Porque no dejamos a Dom o a Lucy por ser zorra- todos rien- o a Rosie por ser una sabelotodo, o a Albus por ser una serpiente. O a James por ser marica- todos vuelven a reir
- Pudrete- le grita James, divertido
- Primero que nada, cariño, debemos aclarar algo- se para frente a ella, de brazos cruzados, Ted- Dime que por el amor de merlin, no creías que enserio que íbamos a dejar de hablarte o si?
- No se- levanto los hombros
A estas alturas, Scorpius ya había sido jalado por Albus hasta el sillón de nuevo. Los ojos azules de Tiare se posaron sobre la chica y se lanzaron a abrazarla.
- He, Tiar…me asfixias- gime
- Ya, suelta- la salva James, abrazandola por la espalda- deberíamos seguir con los regalos o no? Mi regalo no a terminado, dulzura.

Abre la puerta de entrada, entonces por ella, entra una chica de cabello castaño oscuro, atado en una coleta alta, una camiseta y una faldita. James había llamado a los primos de la chica y Scorpius, pero aun así no la había visto. Luego de ella, entraron dos muchachos iguales, como de la edad de Lyls entraron por la puerta.

- Chicos- grito la rubia, los abrazo
- Oh, enano- abrazo a Scorpius la chica- uh, hola Pansy Zabinni. Gracias por invitarnos, nos iremos en un par de horas, ni nos sentiran. Lo prometo.
- Hola- se le acerca James- James Sirius
- Hola- lo mira de arriba a bajo- Mayx hablo sobre ti, dijo que eras….- siente un leve golpe en la espalda- muy..bueno con ella
- Diras…un fácil, desinibido que carece de sentimientos hacia una persona que no sea si mismo- le corrije- te oi hablando por teléfono, aprende hablar más bajo, Barbie.
- Deja de lijarte a mi prima, Jimmy- sonrie la rubia- pareces un imbécil. Pans es como yo…
- Una resagada? Una maniática? Una maldita impulsiva?- empieza a decirle James, ella gruñe- Hermosa en francés?- le sonrie
- Hermosa en francés?- pregunta la rubia
- Tienes eso, que es tan francés…por eso…hermosa en francés- levanta los hombros Regulus
- Son unos imbéciles- se rie ella

Definitivamente, era una buena navidad.