Re: Third Generation: “He´s Back”

por **Lita Malfoy** Lun 08 Jul 2013, 5:24 pm

Milapotato escribió: AJAJAJAJAJJAJAJAJ, era Tiare. Todo por embobarme con la firma de javiswiftie kjafndkjsdf. Bueno, vos me entendes, ¿no? Sí, dale. ah
¿La vas a seguir? ¿No me jodes? Genial!!! Esperaré por ello :3
Besitos, Li.

Bu, si ella es genial. Yo tambien me enredo a veces y termino escribiendo cosas nada que ver con lo que tendría que escribir.

Si, la subo en un ratito más que quiero terminar un par de detaller. Ya que solo faltan dos capitulos para terminar con la primera parte, y quiero que quede más o menos decente.

Esperame.

Besos, Mila.

por **Lita Malfoy** Lun 08 Jul 2013, 9:10 pm

Dementors

Third Generation: “He´s Back” - Página 17 Tumblr_mpjp4zxNQO1s3ewzto1_500

“La verdad, cuando tienes miedo a perder algo, lo aprecias más”
[5/5]

Patio de Atrás, a orillas del lago negro, Hogwarts, 2:46 pm.

Había una sola razón para que James Potter se preocupara por su amiga: Porque la quería, a segundos veloces muchos podían creer que le gustaba pero no. No podría gustarle jamás, era una especie de regla que él, Ted y Regulus se habían puesto al momento de incluirla en los merodeadores. “La enana NO se toca, ni por nosotros ni por nadie”. Era una verdadera estupidez, puesto que no podrían ahuyentar para siempre a los chicos que se arrastraban por ella, pero les gustaba creer que si podían. Aunque se engañaban de manera asquerosa.
Avery no era el peor de sus problemas, Kayle Creevy el mayor de sus hermanos, del curso de Ted, ese era su verdadero problema. Aunque ignoraban que su amiga rubia podía actuar más rápido de lo que ellos podían detenerla.
Regulus estaba consiente de ello, y pretendía darle la mayor libertad de hacer lo que quisiera, de ser lo que ella quisiera, porque se sentía orgulloso de que ella fuera de esa manera, James intentaba olvidarlo, y se cegaba a si mismo, actuaba a impulso, intentando tener la fuerza necesaria como para ahuyentar a la gran cantidad de babosos que su mejor amiga tenía tras de ella y Ted simplemente hacía como si no fuera verdad, confiando de manera ciega en ella, y dándole la menos libertad que le fuera posible.
La nombraron “Teeth” o “Colmillos” debido su naturaleza, a ella le encanto.
-       Pansy…, ya sabes, te ha hablado de mi?- pregunto el chico con voz nerviosa, mirando el agua turbia y extraña que poseía el lago.
-       Cuando dejes de acostarte con Emily Pucey hablamos- rie abiertamente la chica- Es mi prima.
-       Que paso con lo de: “No es cosa mia si alguno de mis primos quiera cagarse la vida”?- pregunto imitando la voz filuda y malisiosa que Mary tenía.
Era cierto, al igual que Los Zabinni y Los Nott, los Malfoy se regian por el mismo termino de “Haces lo que quieres, y si yo te lo adviertí, lo que te pase deja de ser de mi incumbecia.” Sonaba frio, pero funcionaba para ellos, sabían a lo que se arriesgaban y no perseguían el imposible de “Mi familia lo es todo” porque no era cierto, no lo era. Ganar, eso si era importante para los Malfoy. No equivocarse, para los Nott era escensial. Nunca ser menos que perfectos, para los Zabinni.
Dependian de aquel viejo orgullo que alguna vez sus familias tuvieron. En aquel momento, pero en otro lado del mundo, había un Zabinni que se sentía todo, menos que perfecto.

Noruega del Norte, Europa. Dumstrang, sector “Avanzado Puro”. Cuartos para Segundo Año, Ingleses. Ultimo Cuarto del piso. 3:50 pm

Nathan y Lucas Zabinni no eran otra cosa, más que problemas. En muchos sentidos diferentes Nate y Luka no se parecían para nada, pero en otros simplemente eran idénticos. Simplemente oir sus nombres todos sabían que significaban “Problemas”.
No solo eran los estudiantes más listos, sino también los más problematicos. Ya sea causando peleas o contestándoles a sus superiores, los Gemelos simplemente eran la causa más probable de porque muchos profesores se habían retirado antes de tiempo, con algunos problemas mentales serios.
En ese mismo segundo, ambos estaban sentados jugando póquer con Kayne Williams, su mejor amigo de la vida. Kay odiaba jugar con ellos, porque siempre ganaban y de manera demencialmente obvia y humillante para él.
Los ojos castaños de los gemelos paseaban por sus cartas con cuidado, repasando cada uno de los movimientos anteriormente hechos. Lucas tenía, como siempre, una sonrisa truinfante en los labios, con una ceja levantada y sus largas pestañas moviéndose con lentitud en cada uno de sus pestañeos incesantes.
Luka era así, pretensioso, egocentrico y un maldito hijo de puta que simplemente no podía soportar el hecho de perder ni una sola vez en su vida. “Jamás he perdido, Roxanne, y jamás lo voy a hacer” había respondido cuando Roxanne Weasley le había preguntado acerca de si él también, al igual que Theo, acumulaba trofeos en su cuarto de Dumstrang.
Lucy supone, y la gran mayoría la apoya en su teoría, que esa frasesita inquietantemente ególatra de su parte fue lo que hizo que los revoltosos ojos color celeste de Lily se pasearan sobre él un par de minutos, de manera instigadora, intentando descifrar que había tras aquella confianza.
Pero no hay gran cosa tras eso, no hay nada de hecho. Sola la confianza y la actitud que cualquiera en su lugar tendría. Una confianza que se forjo a través de todas aquellas victorias consecutivas que siempre había tenido.
Porque? Porque bueno, sus familias no es que los obligaran a participar y a aprender todas esas cosas que sabían. Para nada. Ellos querían y sus padres solo los dejaban ser. Si alguno de ellos decía “Quiero aprender Basquetball Muggle” iba y lo hacía, y había sido así, Lucas y Nathan eran bastante buenos, sobretodo Nate.
Los dedos de Lucas se deslizaron una vez más sobre el mazo de cartas de color verde, y tomaron una carta, la miro con curiosidad y solo se limito a sonreír de manera superior.
Nate soltó una leve risa como reacción a la acción de su hermano, parecía más callado de lo normal. Se limitaba a mantenerse concentrado en el juego, moviendo los ojos y rara vez las manos, con esa expresión de leve superioridad que de vez en vez, se posaba en su rostro.
Nathan era más callado, aunque no menos orgulloso y egocentrico que su hermano. Supone que esta variación de personalidad entre él y su hermano se debía a que no disfrutaba la atención tanto como Luka, solo disfrutaba el ganar a toda costa. Tenía la mente consumida y el cuerpo gastado, no le molestaba ser de esa manera, pero algunas veces le molestaba que nada fuera un verdadero reto para él.
Le gustaba saber que podía conseguirlo todo, pero le gustaban las cosas complicadas, y eso siempre era difícil de ver. Era el mejor en demasiadas cosas, y al contrario de su hermano no presumía, solo disfrutaba del momento el que triunfaba, y se preparaba para más.
Jamás pudo realmente fijarse en alguien. Nunca vio a una chica que realmente le gustara, o que simplemente le gustara. Era raro.
“No tengo novia porque…no quiero, soy un alma libre” había sonreído ante la pregunta que la Tía Audrey había hecho, luego de recalcar lo guapo que era. “Y la agradezco el comentario, Tía Audrey, fue muy dulce”
Tanía una actitud muy dulce, la mayoría del tiempo, porque cuando no era muy dulce, era insoportablemente parecido a Lucas, y su actitud Egocentrica y odiosa salía a la luz con demasiada obviedad.
No era cierto lo del alma libre, no del todo. A Nate si le gustaba alguien, pero no estaba bien. No estaba dentro de la defenicion de perfecto que se obligaba a si mismo a tener, no estaba dentro de nada. Pero poca diferencia había entre torturarse pensando en eso, o torturarse ignorándolo.
Aquello que sentía lo corroía por dentro, lo destrozaba y detestaba cada vez que sentía como crecía invadiéndolo.
-       Eh, Nate- suelta Kayne- Te buscan
Había apuntado con la cabeza, hacía la puerta entre abierta del cuarto. De pie, estaba la alta figura de Emmete Crouch, con esa larga y malévola sonrisa que poseía, con esos ojos claros color agua, y sobre todo, lo que más destacaba era su piel blanca como la nieve, no era palido, era blanco nieve.
Lo miraba fijo, como expectante, sin decir ninguna palabra. Nate hecho una ultima mirada a sus cartas, y las lanzo al suelo, delatando lo que tenían en ellas.
-       Para que sepas, que les he ganado- sonrie de manera trinfunte. Kayne rie y se queda quieto en su sitio esperando la reacción en cadena que usualmente tiene la vistoria de Nate en Lucas. Se molesta, gruñe un poco y pronto, sonrie- Nos vemos chicos.
-       Pero no juegas con nosotros otra ronda?- inquiere el muchacho Williams
-       Ah que te destrozo el trasero, hermano- lo desafia Lucas- 20 galeones a que a si es.
Nathan miro a Emmete, y él le sonrio de manera dulce y atractiva. “Tengo una idea mejor” pensó el moreno, para luego sacudir su cabeza, tratando de alejar aquella estúpida y ridícula idea. Miro a su hermano y a su mejor amigo. Lucas lo miraba desafiante y Kayne intentaba convencerle con los ojos, de manera muy buena tiene que admitir.
-       Lo siento, Muchachos- se adelanta con su voz brusca y tempranamente gruesa Emmete- Nathan y yo iremos hacer un trabajo al bosque, para criaturas, ya saben.
Nate termino de levantarse del suelo y salío de la habitación, tembloroso y perseguido por sus propios pensamientos. “Calmate, Nate” se dijo a si mismo “Solo respira” intento calmarse, cuando noto la mano de Crouch posarse en su hombro de manera amistosa.

Salón comedor de Hogwarts, mesa Slytherin. 2:46 pm

Theo Nott lll era el único de sus compañeros de casa que quedaba comiendo, le pidió a sus amigos que se fueran antes, sin importar cuanto insistieron ellos en quedarse, finalmente la voz dulce y aguda, pero autoritaria del muchacho termino ganándoles.
Estaba jugando con su comida, y llevaba haciéndolo un largo tiempo. Dudaba que pudiera concentrarse en otra cosa que no fuera en darle sutiles miradas furtivas a la chica que a unos cuantos, muchos, metros de distancia, sonreía hablando animadamente con su prima Victoire y con Dominique.
Dudaba poder pensar en otra cosa que no fuera en su risa, en su incesante y bulliciosa voz natural y graciosa que siempre le había parecido tan interesante, en aquel susurro inerte que salía de su boca cuando estaba algo molesta.
Le gustaban sus ojos y….”Nott, estas escuchando la narración? Por dios, actuas como un niño. Controlate, controlate. Aparta la maldita vista de ella, haslo ahora” se ordeno con rapidez, bajo la vista a su plato y la dejo ahí el tiempo suficiente como para que su conciencia dejara de molestarlo por un largo y tenue momento.
Murmuro para sus adentro algo que nisiquiera él alcanzo a oir, y pensaba en lo ridículo que resultaba verse enamorado de alguien como Roxanne.
Roxxy no era como él, no era refinada, mucho menos tan “educada” como él. Educado. Odiaba que lo definieran de esa manera. Hablaba bien, era absolutamente respetuoso con quien debía serlo, era cauteloso y muy inteligente. Pero no, no era “Educado” en esa forma en la que todos decían.
Era venenoso si así lo quería, pero no muy amenudo lo quería así que pocos conocían aquel lado malo y extraño que poseía. Bajo la vista a su plato, una vez más, esperando que todo se acabara cuando ella saliera del comedor, pero no lo hizo.
Sus amigas salieron, sus primas se fueran, algunos de los pocos Ravenclaws que aun quedaba se retiraron con sus libros en las manos, pero ella seguía ahí. Sola, con el plato de comida casi lleno, jugando con el tenedor en sus fideos, con la mirada baja, al igual que él, esperando algo que no iba a llegar jamás. Algo que nisiquiera se poso en la mente de Theo. Que el muchacho Nott se fuera primero.
“Vamos, que esperas Nott? Lárgate” pensó la chica, casi podía oir su propia voz reprochándole con severidad. Su cuerpo medio temblaba ante la inusual mirada que había podido detectar en Theo.
Sus ojos castaños estaban nerviosos buscando un nuevo lugar para posarse sin ser descubiertos mirando nuevamente la mata de pelo mal peinada de color castaño claro que el muchacho poseía desde que ella tenía memoria, siempre lanzados hacía arriba o hacia el lado.
Los risos castaños de Roxanne caian de manera despreocupada y desordenada sobre sus hombres y resultaba inevitable ver la mirada nerviosa y extraña que tenía en los ojos desde que comenzo el almuerzo. Incluso sus primas, que eran bastante despistadas lo habían notado, habían hecho bromas y comentarios, preguntas de lo más desvergonzadas sin lograr sacarle nada de la boca rosa que tenía.
Es que era tan lindo. Tan únicamente especial. Con esos ojos celestes tan aparentemente vacios, con esa sonrisa algo brusca o sus labios serios, oia sus bromas continuamente, que siempre iban hacia sus amigos, para luego volver a sus libros, a saltar de manera dulce en los pasillos.
Theo tenía la voz más bonita del mundo, la más aguda para un chico, la más dulce y seductora que podías oir. Tenía las palabras más adornadas para decir las cosas.
“Roxanne Angeline Weasley! Te estas oyendo? Patetico” gruño su ser interior molesto “Que diría papá si te oyera? O peor aun que pensaría el tío Fred?”
Sus reproches internos solo terminaron cuando oyo una voz que no quería oir, en un momento muy malo, en un segundo en el que ella no esperaba.
- Te…te..molesta si…termino de comer contigo, Roxanne?
“Por un demonio porque pregunto?” pensó Roxxy. “Por un demonio, porque pregunté?” pensó Theo, a la par de ella. Uniendo sus ojos por primera vez, en mucho tiempo.

Noruega del Norte, Europa. Dumstrang, Montaña Julian, cerca del lago. Cuarto árbol en el valle. 4:10 pm

-       Las encontraste?- inquirió el muchacho
-       No, Emmete, cállate- le rugio
-       Pero que pesado andas, hoy
Nathan suelta un ruido de molestia, y sigue moviéndose con destreza dentro de los arboles, culumpiandose por las ramas, y escarbando en la tierra. Sus ojos buscaban con pereza algo que lograra distrairlo, mantener su vista en algo que no fuera el muchacho Crouch.
Tenía la respiración nerviosa, y no podía evitar deslizar sus bellos ojos color café oscuro por el bosque una vez más, para finalmente llegar a Emmete. No lo notaba claro, era un distraído de mierda, de hecho Nate podía apostar que ni aunque se lo gritase, y lo mirase de forma acosadora y obvia lo más probable es que nisiquiera lo notara.
Nathan de por si, siempre llamaba la atención. Al contrario de su hermano tenía un cuerpo más flaco, más alto, mucho más alto. Tenía el cuerpo mucho más debil, o eso parecía a simple vista, pero más que nada era extremadamente apuesto.
Nunca nadie había oseado decir lo contrario, no después de conocer a Lucas tan bien como la mayoría lo conocía “No me gusta que se metan con mi hermano, no me gusta que hablen de él a sus espaldas, si se lo dicen a su cara, él los golpeara. Si lo dicen a sus espaldas, los golpearé yo y créanme eso es mil veces peor”
Nadie lo dudaba, así que preferían tener que enfrentar la pequeña furia ocasional de Nate.
De una u otra forma, el moreno consiguió distraerse el tiempo suficiente como para que todo el que lo viera notara que ya estaba actuado como persona normal. Se ponía a caminar de manera lente entre los árboles buscando la comida de las criaturas que debían alimentar.
Ambos estaban en la misma clase avanzada de criaturas mágicas, en la misma clase de aritmética para mayores de 13 años, en la que entraron gracias a sus notas. Pasaban casi todo el maldito día juntos.
-       Entonces, Natt- sonrie Emmete- tienes novia?
Nathan soltó un bufido claramente molesto, se levanto de donde estaba y para caminar hasta él, se puso completamente derecho y lo miro con furia. Tenía sus manos apoyadas en uno de los arboles, intentando quitarse los restos de tierra. Su cuello se tenso por completo y sus labios fueron victima de las mordidas fuertes de sus dientes.
Una de las características que todos conocían de Nate eran sus dientes afilados, como los de Mayx, dientes que asustaban si sonreía con esa manera terrorífica que usaba de repente.
Levanto la vista con mucho nervio, y repaso una vez más en su mente lo que el lema familiar decía: “Siempre honrados, Siempre perfectos”. *Vamos, Zabinni, que te pasa? Pensé que habíamos dejado esta etapa en el pasado, la habíamos dejado en primero, recuerdas? Estamos bien, relájate.”
-       No, Emmete- sentenció con voz poco contenta
-       Me refiero a que….eres apuesto, Natt- sonríe nuevamente el muchacho- Deberías…no se, salir más.
-       Tonterías- gruñe- Además no soy la persona más agradable del mundo
-       A mi me agradas- susurro de manera extraña, Nathan levanto la vista de manera extrañada, nervioso, casi histérico, demencial. Lo hizo de manera lenta, sus largas pestañas castañas se levantaron con mucha lentitud, y poso sus ojos en su amigo- Muchos están celos de ti, sabías?- le sonríe de manera extraña, extremadamente dulce- Siempre que nos juntamos con las chicas del centro de Ucrania del este, todas, cada una de ellas, Natt enserio, te miran, pero tu nunca les das ni la hora.
-       No lo hago a propósito- subió los hombros como si no le importara una mierda lo que el resto creyera de él, así era, pero en ese momento no quería hacer muestra de su increíble orgullo y egocentrismo, dado que en cierto modo, no era capaz de sentirse así
-       Ese es el punto, nunca….ninguna chica…a ti nunca te gusta nadie- sentencia de manera inquieta el muchacho de piel blanca- Porque?
-       Verás, supongo que cuando te crías con un monton de chicas, empiezas a…nose, a centrarte en cosas que la gran mayoría de las chicas no te pueden dar- le suelta con total normalidad, aunque sus palabras sonaban increíblemente doble sentido, no las dijo con esa intención
-       Como que?- pregunto de manera curiosa
Nate lo pensó un momento, rodo los ojos oscuros que poseía y los poso en el agua del lado junto a ellos, que llegaba ahí gracias al rio que fluia desde la punta de la montaña, cayendo finalmente a aquella gran posa, por decirlo de alguna manera, viéndose tan hermoso, con el agua tan limpia que ponía a cualquiera nervioso.
Hacía frio, pero como sus cuerpos estaban tan acostumbrados solo traian un poleron y una polera manga larga que nisiquiera los calentaba tanto.
-       Como…no se, Emmete- gruñe, molesto consigo mismo- Me importa que sean listo…listas- se corrige con rapidez- Me gusta alguien con quien conversar de cosas idiotas, pero a la vez que sepa sobre muchas cosas. Me gusta que tengan su propia forma de pensar, que no les interese mucho lo que el resto piense. Y que si va a hacer algo no necesite que todos los demás lo aprueben.
-       Quieres salir con tus primas o tu hermana?- rie alegremente Emmete
-       Imbecil- le dice con brusqueza
-       Baja tus estándares, hermano- Nate lo siente caminar más cerca de él- No vas a encontrar…a ningun chico así
-       Que…?
-       Oh vamos, lo vas a negar? Aunque debo admitir que me impresiono, tienes 12 años y actuas como un pequeño psicótico preocupado.
-       La edad no…
-       Si, si, a la mierda- le calla- Nadie sabe quien es a los 12, ni a los 13, ni en ninguna parte de la adolecencia, quizás no seas gay
-       Callate
-       Dejame ser tu prueba- sonrie nuevamente alegre, y simplemente lo sujeta del cuello y lo besa.
Nate se sentía mal, no por el beso, si no por lo que implicaba eso. Implicaba que ciertamente Alice, su primita menor, tenía razón y eso era lo que lo molestaba..

“No eres tan perfecto, como crees”

Patio de Atrás, a orillas del lago negro, Hogwarts, 3:12 pm.

-       Dime por favor que no planearas un plan estúpido para follarte a mi prima, Cornamenta
Eso fue lo único que la rubia logro articular cuando James le confesó que encontraba a Pansy Zabinni, una de las chicas más hermosas que jamás había visto en su vida entera. Le había dicho que la había visto cuando eran niños, y a principio de año en el callejón diagon, que siempre le pareció simplemente encantadora, y que las vacaciones solo habían empeorado la situación para él.
Parecia haber quedado simplemente prendado de aquella muchacha morena y amable, con esa cara redonda, de cuerpo de infarto a sus cortos trece años, con el cabello largo y negro. Los ojos extraños, igual que los de Lucas y Los de Nate, no eran precisamente Café, dependían exclusivamente de quien los mirara. Se veían de un café normal cuando estaba todo relativamente bien en ellos, y todo a su alrededor no les podía complicar para nada su existencia, pero se veían de un pardo extraño cuando había algo que les molestaba, o cuando alguien a quien realmente querían estaba frente a ellos.
James creía que eso era lo más increíble del universo y que una habilidad debía ser aprovechada al máximo.
-       Porque crees que solo quiero follarmela, Teeth?- pregunto divertido
Mayx soltó una risa nerviosa, y comenzo a caminar por la orilla del lago, con una actitud misteriosa y extraña. James la siguió sin rechistar ni un solo segundo. No pretendía discutir con ella, no le gustaba. Ademas era algo que simplemente no tenía ningun sentido, porque ella siempre tenía la razón, incluso cuando no. Solo se mantuvo en un silencio un poco incomodo.
La chica gruño un segundo, para luego sonreír con esa enorme emoción con la que suele hacerlo. Parecía completamente divertida, sus ojos brillaban con aquella intensidad hermosa, rio nuevamente.
-       Ella es igual a ti- le suelta, volteándose para dejar de darle la espalda- Ya sabes, esa…parada de superior, y todo, es divertido.
-       Es zorra?
-       No lo digas asi. Si un hombre puede dormir con muchas chicas, una chica puede dormir con muchos chicos, no hay diferencia- le dice
-       Se lo que piensas sobre eso, y lo respeto, te amo por eso.- le sonrie- pero vamos, cuando viene de otra persona, no puedo pensar igual….tengo una hermana y muchas primas
-       Lyls es mi amiga, James- sonrie ella- la conozco, no creo que debas referirte a ella con esa confianza
James la miro algo alterado, pero luego se relajo, y siguió caminando a su lado, con la mirada tenuemente perdida en el agua, para luego suspirar largamente sin preocuparse por nada más que ver que ella no se cayera al agua.
-       Recuerdas…que…te paso?- pregunto, tomando su mano buena- Antes de que Ted…y Reggie..
-       Lo que paso es que un monton de idiotas se metieron al colegio y hicieron lo que quisieron conmigo, no importa- sonrie- Sueltame, es mi mano buena- Su mano buena siempre estaba con cinta adesiva fina y blanca, en tres dedos de en medio, siempre con esas uñas arregladas y siempre la usa muy poco.
-       Como pudiste destrozarte los dedos?
-       Tenía las uñas largas y filudas- se rie- Puedes solo olvidarlo? Planea mejor como vas a convencer a mi prima para que se acueste contigo
-       La verdad dudo que ella quiera- le dice- me refiero es igual que tu, una perra- ella se ofende falsamente, soltando aire de manera brusca- Sabes lo que creo.
James tenía siempre una expresión demasiado egocéntrica, muchos creían que esa era la verdadera razón por la cual la rubia y Reggie eran amigos de James era eso, su increíble carácter duro y presumido.
Tal y como la tía Ginny había mencionado con mucha gracia al conocerla, con la mirada deslizándose entre Regg, su hijo mayor y la muchacha rubia. “Ustedes son demasiado parecidos” con esa sonrisa dulce. Harry se había levantado de la silla y sacudido el cabello de ella, para luego mirarla con detenimiento “Te pareces a tu padre, aunque bueno, tu padre no era tan lindo”
Ella solo había sonreído, incomoda. James era una de esas personas que se llevaba bien solamente con un tipo de personas, puede que nunca sienta el necesitar a alguien, no puede evitar sentirse superior. Puede que la necesidad de sentirse apoyado, solo la sienta cuando sus amigos estan cerca.
Y él sabe como saber en quien confiar, no se equivocaba en eso jamás, posiblemente no hubiera hablado con ella de no haber visto aquel brillo cruel pero confiable en sus ojos grises. “Puedes creer que ella no es como nosotros, Jimmy, pero mirala, es…es una merodeadora. Solo que…no todos lo notan a la primera” había dicho Regulus.
-       James hace frio- murmuro- Vamonos ya.
-       - Si, es muy extraño- soltó- hace 2 minutos había sol, más o menos decente- vio una sombra acercarse, un dementor- mierda
-       - Que?- pregunto ella, mirando hacía su alrededor, nerviosa
-       - Corre Mayx- ordeno- vete
-       - No, dime que ocurre- le pidío
-       - te lo dire, cuando estes a salvo. Vete- ordeno
-       - No- grito, de repente el dementor la ataco- James- grito
A los segundos habían 5 dementores atacándola, aquel asqueroso poder que poseían aquellas criaturas terroríficas hacían que pudieras escuchar cosas dentro de tu mente, ya sea imaginártelas o recordarlas, cosas que no querías ver, repentinamente podían aparecer dentro de ti, podían herirte tanto como la realidad, podían desacerte por dentro con tal facilidad que nisiquiera lo notas, te rompían y destruían hasta que te dejaban sin alma.
La chica escucha cosas en su mente, cosas que la perturbaban, aunque sabía que eran falsas, la herían, se repetían y se veían como una de sus pesadillas. "Eres la decepcion de la familia" se oyo la voz del padre de su madre "Eres un asco" la voz de su hermano "Te odio" la voz de Ades "Asquerosa y Maldita mortifaga" “Como pudiste decepcionarnos de esta manera?” “Gryffindor! Que horror” “Animal” “Como pudiste hacerme esto?”
-       - Callense- gritaba furiosa- silencio- Sus ojos se llenaban ligeramente de algo que parecían ser lagrimas
James sabía el hechizo, lo había practicado un monton de veces junto con Ted, pero en ese momento, con la imagen de su mejor amiga al borde de las lagrimas y en peligro no podía recordar nada bueno. La oia gritar con tanta fuerza que lo desesperaba. Gemía y se retorcía de manera terrible en el suelo.
Los Dementores, parecían tener cierta preferencia por ella. James creía que era debido a su gran cantidad de recuerdos malos. Gritaba palabras de odio, pedía disculpas, rogaba que guardaran silencio, a una voz que verdaderamente no estaba ahí.
El chico podía sentir como lo ignoraban, pasando por su lado yendo directamente hasta ella, haciéndola gritar aun más.
"prometiste mantenerla a salvo, James" se dijo a si mismo. “Le dijiste que la cuidarías, prometiste que nada malo le sucedería. Que vas a decirle a su padre, a Scorpius, a su hermano menor, a su madre? Que le diras a Ted y a Regulus” se preguntaba internamente de manera terriblemente nerviosa. “Vas a dejarla morir imbécil?!!! Muevete, has el hechizo!!” se gritaba a si mismo "Mantenla a salvo" se repetia una y otra vez "mantenla a salvo"
"Sabes James, te agradesco que hagas esto por mi. Te quiero. Te quiero como quiero a los pumas" recordó, recordó la risa de sus amigos, la navidad de ese año, entonces lanzo el hechizo y un puma salto de su varita, tenía un color plateado brillante y alejo a los dementores, parecía rugirles con fuerza, golpeándoles con sus patas delanteras, y cuando ellos intentaban rodearle, el puma seguía golpeándoles y rugiendo con más altanería que nadie, manteniéndolos lejos, hasta que finalmente se fueron
-       Por la mierda- se sento junto a ella, puso su cabeza en sus piernas, e intento mantenerla despierta, ella lo miro y formo una sonrisa en sus labios, con sus brillantes colmillos resaltando por entre ellos- maldita sea, te dije que te largaras, porque jamás me haces caso?
-       Porque....si yo te lo pidiera, no te alejarias de mi- sonrió ella, soltando una risita
-       Eres una maldita inconciente
-       Y tu un hijo de puta, pero yo no te lo hecho en cara- se burla
-       Puedes irte a la mierda, Teeth- le gruñe, levantándose y dejando caer la cabeza de la chica al suelo, ella se queja- Voy a llamar a Tu padre, y le dire que te engaule cuando vuelvas a casa. No veras la luz nunca más en tu vida, me oiste!!?- le grito furioso
-       Si, James- se levanta y sacude su ropa- Quieres caminar? Tengo taller de Defenza avanzada
-       Como puedes ser tan…?
-       Mira, solo ignóralo, quieres?
-       Como puedes pasarte la vida ignorando las cosas que pasan?
-       Sabes porque hago eso? Porque podría vivir mi vida recordando cada maldita cosa que he hecho, cada muerte causada por mi culpa, cada grito diciéndome que no soy lo suficientemente buena, que no merezco portar la sangre que corre por mis venas- comienza a gritarle- podría tener pesadillas sobre cada una de las cosas que me han hecho, pero sabes que? Podría, pero prefiero tener en mente las únicas cosas buenas que he pasado. Mi cumpleaños numero 7, cuando fuimos a Italia a comer pizza frente a la torre inclinada. Aquella tarde en el tren cuando conocí a las chicas, el día en que Ted me abrazo y me dijo que no importaba lo que fuera, las bromas de Regulus, la risa de Hades, las pestañas de Scorpius, los ojos de Albus- James la mira extrañado para luego reir- NO TE RIAS DE MI. La voz Theo, mi madre, mi papá, el tío George, la profesora Mcggonagal, Lily, Pansy, mi primer beso, Lucas, Rose, Nathan, Alice, Fred, Billy, Theo, mi primera guitarra, mis tíos y tías, tus padres, los libros, mi nombre, la primera vez que los gemelos me llamaron “Rubia”, TU. Todo lo que implica seguir con vida, seguir adelante es la única salida que tenía, incluso cuando pequeña, los dementores solo causan una imagen temporal de los malos momentos, es nuestra decisión seguirlos o no. Tu tuviste una vida fácil, yo tuve que aprender la diferencia entre quedarse atrás para morir y seguir adelante para vivir. Eso es lo que tu no entiendes, crees que los recuerdos y hablar sobre las cosas es algo bueno, cuando no lo es. No es ni cerca de bueno, creeme. Recordar duele, y más cuando has hecho cosas malas, no cuando has estado tan cerca de matar a alguien que puedes oler su miedo. No me pidas que te hable sobre todo, porque no va a ocurrir, pídeme que salte de un puente y lo más probable es que lo haga, pero no pidas que recuerde.
-       Solo hay solo una cosa que me preocupa de todo lo que dijiste y no creo haber oído nada más luego de eso- ella lo mira seria- Cuando fue tu primer beso que yo no me entere?
-       Enserio eso es todo lo que oiste, Potter?- le grita furiosa
-       Me preocupa que no haya sido un chico que realmente mesca…- comienzan a caminar hacia el castillo
-       Que? Mi saliva o mi lengua?- pregunta divertida la chica
-       Fue con Lengua?- ella se rie y sale corriendo- Mary Narcissa Malfoy, ven aquí! Y más te vale que no haya sido el pedófilo de Creevy que se la corto, y no hablo precisamente de su lengua.

Hogwarts, Escaleras del Cuarto Piso 4:30 pm

-       Entonces...- intenta calmar su risa emocionada- Mis primos y yo estábamos corriendo, esta bien? Estaba esta…cosa persiguiéndonos, creo que no fue mi miedo a morir si no el miedo a mi padre- Roxanne seguía riendo animadamente- Creo que podía oir a mi abuelo Nott gritando “Eres una decepcion Theo, confiamos en ti. No puedes nisiquiera cuidar que tus primos no se metan en lios”
-       No pudo ser tan malo- sonrio ella
-       No conoces a mi familia- le dice él con una sonrisa dulce
-       Tus primos son divertidos
-       No los conoces del todo. Los gemelos pueden ser….más venenosos que una serpiente, Pansy es un peligro andante, Mayx no sabe hacer más que meterse en peleas
-       Eso los hace geniales- sonrie Roxanne- Mi familia es tan….simple
-       Es enorme- le suelta con dulzura- Mi familia es…pequeña junto a la tuya, ya sabes, somos solo nosotros. Los Nott, somos solo 4, los Zabinni son 5 igual que los Malfoy. Ustedes…no se, tiene n esa unión increíble, ese…amor increíble. Ustedes verdaderamente darían su vida por el otro- suspira con brusqueza- Nosotros….no somos del todo así.
-       A que te refieres?- pregunta con confusión
-       Bueno…nosotros….tenemos una manera distinta de expresar aprecio- sonrie tristemente- Lo malo es que…bueno, yo comparto esas muestras. Me refiero…a que no sabes lo que es ser realmente…buenos con los demás, incluso tratando de nosotros
Roxanne lo miro, estaban sentados en los escalones de la escalera, al principio de la escalera, tenía las rodillas en un grado de noventa grados, tenía los codos apoyados en las rodillas, con su cabeza apoyada en las manos, con la mirada baja.
Ciertamente, él no era una de esas personas que demostraban su amor con mucha expresividad, aunque estaba consiente de que no estaba del todo bien. Detestaba saberlo, el sentirlo. Ellos eran frios por naturaleza, su forma de expresarse siempre había sido la misma. Casi dementores. Frios, calculadores, temibles a simple vista. Podías notar lo competitivos, y triunfadores que eran a simple vista.
Theo no disfrutaba de ser así, más bien lo odiaba, lo detestaba con su alma, era algo que no podía soportar. Ver a los Weasleys, que crecieron con tanto amor y afecto, lo destrozaba, no era que sus padres no los quisieran ni mucho menos, simplemente que las muestras de afecto eran completamente distintas.
Roxanne lo miro un segundo, no se veía del todo bien. No como cuando comenzaron a conversar, era todo risas, bromas y cosas. Hablaron un rato en el comedor, luego él se ofreció, como caballero que es, a acompañarla a las habitaciones de Gryffindor y a cargar su bolso para que ella no se esforzase. No parecía aquel chico alegre que realmente era, no parecía nada en ese momento. Solo una enorme bola temible, de dolor extraño y roto.
El mayor de los Nott, no demostraba mucho lo que sentía, permanecia siempre con una sonrisa bonita y alegre en sus labios, siempre luciendo exclusivamente único. Con esas cintas en los dedos tan extrañas, y la mirada altiva y egocéntrica a plena vista. Eso los definia, y eso era precisamente lo que todos temían sobre él.
Roxanne le toco el hombro, intentando darle una muestra de afecto que solo pocos podían comprender. Theo la miro y sonrio alegremente de nuevo, entre cerrando los ojos, luciendo casi igual que siempre.
La chica sabía que era mentira, que no se sentía igual que siempre, que no se veía igual que siempre. No estaba feliz, para nada.
-       Puede que…sea porque nos importan demaciadas cosas- levanta los hombros- Sabemos mucho, y eso bloquea nuestra mente.
-       Saben mucho?- rie ella
-       Verás, tenemos desde niños una forma de ser propensa a la competitividad- le explica- no obligados, no- le sonrie al ver su rostro asombrado- Somos competitivos porque nos gusta. Por ejemplo, el tío Blaise, que es el papá de Pansy y los gemelos, solía...llevarnos a los lugares…bueno, no precisamente muy buenos- ella asiente con la cabeza- tenía unos amigos allá, lo recuerdo- sonrie- jugaban…basket de calle, ya sabes, eran excelentes, como los de la NBA
-       Sigue- le pide
-       Bueno, mis primos y yo, solíamos mirarlos mucho- le dice- Un día ellos nos invitaron a jugar….y ganamos
-       Bromeas? Ellos tenían como el doble de su edad- exclama
-       Pues…Mayx tiene un estilo callejero gracias a eso, es casi…magia, es asombroso- rie- Nathan puede…hacer jugadas increíbles, Scorpius solo necesita mirar para aprender y mejoras esas cosas. Somos increíbles- se rie, presumiendo- a lo que voy es que…el ver a alguien hacer algo genial, nosotros por instinto queremos hacerlo, y si a mi me hicieras elegir entre…nose, mi hermana Lizzie o ganar el super Boll de basket, o ser el primer ministro de magia, no lo se. Yo probablemente no elija a mi hermana.
-       Eso es cruel- susurra
-       Lo se, es terrible- sonrie amablemente
-       Pero…te he visto…con tu prima…
-       Roxanne, es lindo que aun confies en las serpientes- la mira casi enternecido
Roxanne suspiro, parecía que su increíble amabilidad terminaba siempre corroída por una voz fría y educada. Terminando siempre en desatar una mirada cautelosa.
-       Te atacó un dementor en segundo, cierto?- pregunto él
-       Si
-       Que oiste?
-       Nada- negó con la cabeza
-       Increible- se rie
-       Tambien eso?- pregunta
-       Puede que resulte triste para ti, pero…nosotros atraemos dementores, es divertido
-       Porque?
-       Aprendemos rápido a hacer patronuns- levanta los hombros- no tenemos muchos recuerdos buenos
-       Eres raro- se levanta de las escaleras- pero eres lindo- con rapidez, se acerca a él, y lo sujeta del cabello para jalarlo hacía atrás y lo besa con dulzura, él se queda quieto por más de un minuto para luego reaccionar y corresponderle- Nos vemos luego, dementor- se va corriendo hacía la sala común de Gryffindor, mientras Theo, se va apoderando del nuevo recuerdo bueno, con una pequeña sonrisa en los labios.

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