Conectarse
Últimos temas
miembros del staff
Beta readers
|
|
|
|
Equipo de Baneo
|
|
Equipo de Ayuda
|
|
Equipo de Limpieza
|
|
|
|
Equipo de Eventos
|
|
|
Equipo de Tutoriales
|
|
Equipo de Diseño
|
|
créditos.
Skin hecho por Hardrock de Captain Knows Best. Personalización del skin por Insxne.
Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
Amor Real (Niall Horan y Tu)
O W N :: Fanfiction :: Fanfiction :: Músicos :: One Direction
Página 21 de 28. • Comparte
Página 21 de 28. • 1 ... 12 ... 20, 21, 22 ... 24 ... 28
Re: Amor Real (Niall Horan y Tu)
Oh por dios pero que tierno es Niall!!!
Es un amor (?) jajaja
Pobre cat todo lo que ha pasado y lo que le espera uff
Pero que bueno que tiene a Niall y a sus amigos para apoyar la <3
Ame el capítulo!
En serio lo ame!!
Síguela lo más pronto posible :) xx
Es un amor (?) jajaja
Pobre cat todo lo que ha pasado y lo que le espera uff
Pero que bueno que tiene a Niall y a sus amigos para apoyar la <3
Ame el capítulo!
En serio lo ame!!
Síguela lo más pronto posible :) xx
Daniela_nialler
Re: Amor Real (Niall Horan y Tu)
siguela porfavorr!!!
mi nialler me mata con la ternura en que hace todo
como lo amo dioss!!
siguela ame tu novelaa!!
maia Directioner<3
Re: Amor Real (Niall Horan y Tu)
CAPITULO 29.
¿Que es lo harás?
La mente se me despejaba poco a poco, y en cuanto me di cuenta ya estaba despierta. No abrí los ojos al instante, sino que más bien permanecí en mi lugar; sintiendo el calor de las mantas envolverme e inhalando un suave aroma a chocolate y menta. Cuando no pude fingir más abrí los ojos. Niall seguía abrazándome, frotaba mi brazo delicadamente y me miraba directo. Sonrió un poco al verme despierta, pero la preocupación seguía notoria en sus facciones.
— ¿Dormiste bien?
— Mejor que nunca —sonreí— gracias.
Lo correcto sería que me levantara y sentara a su lado, pero el hecho de tener a sus dos brazos rodeándome, la cabeza en su pecho, y las caricias en el brazo, me lo impedían. Estaba demasiado cómoda en mi posición, y lo último que quería era moverme de mi lugar.
— ¿Aun no vas a decirme que fue lo que paso?
Y con esas simples palabras la felicidad acabo. La sonrisa que tenía desapareció por completo, y los recuerdos del día anterior volvieron a aparecer en mi mente. Fue suficiente para que sintiera la opresión en el pecho que no me dejaba respirar.
En ese momento ya no me sentía tan cómoda. Me removí un poco, lo que alejo los brazos de Niall y me permitió sentarme a su lado. Escondí mi mano izquierda debajo de la pierna sin que él se diera cuenta, mientras observaba como se reacomodaba en su lugar para estar más derecho.
— Niall… no es nada importante, la verdad. Tal vez solo exagere las cosas.
— ¿Exagerar? Caitlin, vi tu cara, vi como toda la luz de tus ojos se había extinguido. No creo que exageraras.
Por el tono de su voz, supe que no se rendiría hasta que le contara lo sucedido. ¿Qué más daba? Algún día se tendría que enterar, de todos modos. Lo único que me dolía era verlo triste por mí, ya que eso era lo que menos quería. Daría lo que fuera, hasta mi propia alma, con tal de que Niall jamás estuviera mal.
Solté un profundo suspiro.
— Esta bien, te diré —me rendí— no paso la gran cosa ¿Ok?, solo que si me afecto mucho.
— Lo note, pero aun así, ¿Qué fue lo que paso?
— Es… solo… —vi sus ojos, los rasgos relajados de su rostro, sus finos labios entreabiertos. Me miraba curioso y ladeaba la cabeza como un gatito. Como siempre, Niall rompía mis barreras, y aun acostada, sentía como las piernas me temblaban bajo la manta al verlo. Pero tenía que decirlo, el merecía saber la verdad, así que cerré los ojos y lo solté de golpe— Eduardo me entrego el anillo.
Un peso enorme se desvaneció de mis hombros cuando pronuncie las palabras. Escuche como Niall jadeo en cuanto termine de decirlo, y espere un par de segundos antes de abrir los ojos para ver su reacción.
— ¿Qué hizo qué? —su tono fue un poco más fuerte que antes. Tenía los ojos tan abiertos que llegue a pensar que se saldrían de sus orbitas en cualquier momento, y su pecho subía y bajaba constantemente debido a la agitada respiración.
— Me ha entregado el anillo, Niall —repetí. Saque mi mano de debajo de mi pierna y se la mostré— ya es oficial.
— No, no, no —se levantó de la cama y comenzó a andar en círculos por toda la habitación mientras farfullaba incoherencias. Gatee por la cama, esquivando las cobijas, hasta sentarme sobre mis piernas en el extremo del colchón. Observe como Niall seguía con su ataque, mucho-muy confundida. Paso un buen rato antes de que se detuviera frente a mí— ¿De verdad dejaras que pase?
— No puedo hacer nada…
— ¡Claro que si puedes! Y lo sabes muy bien.
— No quiero hablar de eso, Niall —le dije, recordando la conversación que tuvimos un día antes de mi cumpleaños, cuando estábamos en Holmes Chapel.
— Por favor, Cat —se hinco frente a mí y tomo mis manos entre la suyas— no te rindas ¿Ok?, podemos salir de esto. Sé que debe existir otra salida.
— No hay nada que podamos hacer —murmure. Libere mi mano y la lleve a su mejilla, acariciando la suave piel de esta— la orden está hecha.
Vi sus ojos cristalinos, y como me miraban tan profundamente que algo dentro de mí se estremeció. Estaba mal, este hermoso ángel frente a mí se sentía mal. Me odie en ese instante por ser la causante de su dolor, y lo único que pude hacer al respecto fue recibir su abrazo con los brazos abiertos, acercándolo a mi tanto como fuera posible. Descanse la cabeza en el hueco de su cuello, y no Salí de ahí hasta que se me durmieron las piernas.
El reloj marcaba las 2:00 am, así que le insistí a Niall que se quedara esta noche. Una, porque ya no tenía sentido de que se fuera a esta hora. Y dos, porque no quería que me dejara sola. Únicamente se quedó con la condición de que se iría temprano por la mañana, antes de que la abuela se enterara para no causar un revuelo. Lo cual, si lo pensaba bien, era estúpido, ya que la abuela jamás se fijaba en mi habitación y no notaria extraño que hoy la ignorara, porque era más que obvio que estaba molesta con ella. Al final acepte su condición, coincidiendo en que me iría con él. No quería quedarme por más tiempo aquí, además de que tenía que ver a Chelsea para contarle lo ocurrido. También a los chicos.
Antes de apagar las luces, fui al dormitorio de Harry y saque un pantalón deportivo de su armario sin que lo notara. El pobre estaba tan dormido que ni se movió. Le entregue la prenda a Niall y espere a que regresara del baño ya cambiado para poder apagar la lámpara. En un principio dude, ya que la situación era diferente a la de horas antes. No fue sino hasta que el extendió el brazo que me acomode feliz junto a él, volviendo a la posición más cómoda que existía en el mundo: entre sus brazos.
Por la mañana, cuando los rayos del sol apenas iban saliendo, Niall me despertó. Lo mande al demonio tres veces antes de que comenzara a atacarme haciéndome cosquillas, después tuve que escaparme al baño para tomar una ducha y vestirme.
Repetí la simplicidad, vistiéndome con jeans, cárdigan, gorro, y un par de oxfords. Para cuando Salí del baño Niall ya estaba esperándome. Se había colocado su ropa del día anterior de nuevo, y la de mi hermano yacía doblada sobre mi cama. Solo espero a que tomara mi bolso para que después ambos saliéramos rumbo al garaje. Su Range se encontraba ahí, y James no dijo comentario alguno en cuanto nos vio entrar; solo entrego las llaves a Niall y nos deseó un buen día.
El recorrido a casa de Chelsea fue tranquilo. El drama de la noche anterior parecía haberse esfumado, y el pesar que tenia de cargar el anillo disminuía cada vez más. Aun permanecía, pero Niall trataba de sacarme una sonrisa a cada rato, haciéndome olvidar de mis problemas.
La canción de “Mirrors” de Justin Timberlake sonaba de fondo. Amaba esa canción, la letra era tan hermosa que en ocasiones quería llorar al escucharla. La semana pasada había estado viendo viejos videos de N’sync, recordando mis tiempos de pubertad cuando estaba obsesionada con ellos y los Backstreet Boys. Era por eso que entendía en parte a las fans de los chicos, yo había tenido mi época de fanatismo al igual que ellas la tienen ahora.
La canción de 8 minutos acabo justo cuando atravesábamos la reja. Niall detuvo el auto frente a la puerta y pude notar la inactividad dentro de la casa. Apenas eran las 8 am, así que probablemente Chelsea aun estaría dormida. Pobre.
Baje con el bolso enganchado al hombro. Niall mantenía la puerta del auto abierta para mí, y la cerro en cuanto hice contacto con el suelo. Solo fueron necesarios tres toques al timbre para que una de las empleadas de mi prima abriera. Nos informó que Chelsea estaba dormida, pero no le tome importancia, ella habría hecho lo mismo que yo si la situación fuera al revés. Ordene que fuera a despertarla, y no acepte un no como respuesta.
Permanecimos en el salón principal mientras esperábamos a la castaña. La escuche mucho antes de que llegara a la planta baja, ya que no paraba de farfullar incoherencias y palabras ofensivas por haberla despertado. Aun tenía su pijama —un conjunto de pantalón y blusa de algodón, con una bata de seda cubriéndola del frio… supongo.
— ¿Pueden decirme que coño hacen aquí? —pregunto la tierna Chelsea.
— Es urgente, Wessex.
— Nada es demasiado urgente como para no esperar otras dos o tres horas.
Permanecía de pie frente a nosotros dos. Descansaba las manos en su cadera, como si fuera una jarra, y su ceño fruncido dejaba claro que feliz no estaba. Fui directo al grano, sin rodeos. Ya había pasado demasiado tiempo sufriendo y hundiéndome, y gracias a Niall había salido a flote. Era gracias a el que la presión disminuía de mis hombros.
Sentí su mano apretar la mía derecha. Me dio un impulso de valor, por lo cual en vez de explicar toda la situación a Chelsea, solo levante mi mano izquierda, al igual que había hecho con Harry.
— Oh, por dios… —se llevó las manos a la boca y se dejó caer en el sofá detrás de ella. Su pecho subía y bajaba un poco alterado, y no apartaba la vista del anillo adornando mi dedo— ¿La abuela se lo ordeno a Eduardo?
— Quien más si no.
— ¿Sabes lo que significa? —Niall y yo la miramos dudosos. Por su tono, sabía que lo siguiente que diría no sería nada, pero nada bueno.
— ¿A qué te refieres? —cuestiono Niall.
— Caitlin —nos miró a ambos, pasando la mirada de uno a otro hasta que dijo: — si la abuela lo ordeno, es porque la boda no está lejos.
En ese momento, sentí como si un balde de agua fría me cayera encima. Chelsea tenía razón, no importa que tan natural quería la abuela que la relación pareciera, ella necesitaba que fuera rápido. Ya me extrañaba que se hubiera tardado tanto en entregarme el anillo.
— ¿Cuánto tiempo crees que quiera esperar? —pregunto Niall.
A lo que yo sabía, ella nos daría solo los meses necesarios para planear todo. No sería como con William, el cual duro más de un año planeando la boda. Esto sería completamente diferente, ya que lo era. Si acaso nos daba seis meses, correríamos con suerte.
— No mucho —respondió Chelsea— solo cuestión de meses.
Yo permanecía en silencio, incapacitada de poder hablar. La mitad de mi cerebro seguía en shock por la revelación, mientras que la otra trataba de procesar todo lo más rápido posible. La boda era completamente distinta al matrimonio. Una cosa era portar el anillo, y otra era estar vestida de blanco frente a un altar. La sola idea de imaginármelo me hacía estremecer. Dios santo, ni siquiera había besado a Eduardo aun.
— ¿Estas bien, Cat? —trate de responderle a Niall, pero solo logre asentir levemente. Pasó un brazo por mi cintura y me atrajo a él, envolviéndome con ambos brazos y dejándome descansar la cabeza en su hombro— todo saldrá bien, lo prometo.
Pero yo sabía perfectamente que no había nada que Niall pudiera hacer, que solo lo decía para consolarme. Aun así, sus palabras me reconfortaron un poco, y me hicieron sentir a salvo un momento.
Chelsea se levantó del sofá diciendo que llamaría a Harry. Los dos eran muy unidos, además de que Vivian en frente del otro, así que era mejor que ella le diera la noticia. El teléfono estaba en un rincón del salón, por lo cual escuche toda la conversación. Solo le dijo que viniera de inmediato, y al colgar nos informó que Louis estaba con él. Dos pájaros de un tiro, pero no sabía si era para bien o para mal. De algo estaba segura, Louis se pondría como loco.
En lo que esperábamos a los dos chicos, Chelsea mando a que preparan un poco de café y tostadas. Yo seguí sin decir nada, ya que la verdad no se me apetecía decir algo. ¿Qué se suponía que dijera? ¿”Estoy muy feliz por mi boda”? por supuesto que no lo estaba, y si decía algo sobre cómo me sentía solo lograría entristecer a Niall y Chelsea.
Para cuando Harry y Louis llegaron, el café ya estaba servido en la mesita de centro del salón. Lo primero que hizo Chelsea al verlos fue recriminarles la tardanza, ya que 15 minutos eran demasiado para solo cruzar una calle. Mi pobre amiga tenia los nervios de punta y se mostraba alterada, cuando era yo quien debería de estarlo.
Le ordeno a los dos recién llegados que tomaran asiento en el sofá continuo al nuestro, mientras que Chelsea permaneció en el suyo individual.
— ¿Qué es lo tan importante que tenías que decirnos? —pregunto Harry.
Esperaba que ella se los contara de una forma suave, dando indicios antes de llegar al grano. Pero como siempre, Chelsea me sorprendía. En lugar de hacerlo con tacto, lanzo la bomba de una.
— La boda será en unos meses.
— ¿Tan pronto? —inquirió Louis. Mi boca se abrió por completo al escucharlo, ya que lo había dicho tan tranquilo que dude un segundo sobre si este era el verdadero Louis Tomlinson y no un doble contratado— ¿Por qué no esperan más tiempo, Chels? Así Antoine y tú pueden organizarlo con más calma.
Mi amiga se palmeo la frente al escucharlo.
— No mi boda, Lou.
— ¿Entonces la de quién? —Harry estaba igual de confundido.
— La de Caitlin.
Louis y Harry abrieron los ojos de par en par al escuchar a Niall. El primero en reaccionar fue Louis, justo como esperaba que lo hiciera.
— ¡¿Qué?! ¡¿Cómo que vas a casarte en unos meses, Windsor?!
— La abuela le ha ordenado a Eduardo que le entregue el anillo —informo Chelsea— si lo hizo, fue por algo. No esperara más de la cuenta.
— Oh, dios… —Harry se había apoyado en sus rodillas, y se pasaba las manos frustrantemente por la cara.
— Esto es demasiado —Louis no estaba en mejores condiciones. Se inclinó hacia la mesa y tomo la taza vaporeante de café. Dio un sorbo antes de hablar de nuevo— no puedo creer que mi hermanita se vaya a casar en unos meses. Pensé que la reina esperaría un año más, por lo menos.
— No es un caso común y corriente, Lou. No es como la boda de William, esto es contra reloj.
— Lo sé, Niall.
Mire a Chelsea, la cual se mordía el labio pensativa en su lugar. Harry se encontraba igual, mordiéndose el dedo índice mientras fruncía el ceño al aire. Niall seguía abrazándome, solo que ahora con un solo brazo. Con la mano libre se frotaba la parte de atrás del cuello, como si sintiera todo el estrés acumulado en esa área.
Quería decirles que dejaran de preocuparse, que no se tomaran tantas molestias, pero si lo hacía no harían mas que ignorarme y seguirían exprimiéndose las neuronas tratando de encontrar alguna solución a esto. Solamente había una, renunciar al título, y eso era algo que jamás haría. No mientras tuviera el recuerdo de mi madre presente.
— ¿Qué es lo que harás, hermana? —Louis rompió el silencio.
Lo pensé durante un largo minuto antes de responder. Era lo único que podía hacer, no había otra salida, por más que mis amigos quisieran encontrarla. No quedaban opciones disponibles.
— Nada. Me casare con Eduardo.
¿Que es lo harás?
La mente se me despejaba poco a poco, y en cuanto me di cuenta ya estaba despierta. No abrí los ojos al instante, sino que más bien permanecí en mi lugar; sintiendo el calor de las mantas envolverme e inhalando un suave aroma a chocolate y menta. Cuando no pude fingir más abrí los ojos. Niall seguía abrazándome, frotaba mi brazo delicadamente y me miraba directo. Sonrió un poco al verme despierta, pero la preocupación seguía notoria en sus facciones.
— ¿Dormiste bien?
— Mejor que nunca —sonreí— gracias.
Lo correcto sería que me levantara y sentara a su lado, pero el hecho de tener a sus dos brazos rodeándome, la cabeza en su pecho, y las caricias en el brazo, me lo impedían. Estaba demasiado cómoda en mi posición, y lo último que quería era moverme de mi lugar.
— ¿Aun no vas a decirme que fue lo que paso?
Y con esas simples palabras la felicidad acabo. La sonrisa que tenía desapareció por completo, y los recuerdos del día anterior volvieron a aparecer en mi mente. Fue suficiente para que sintiera la opresión en el pecho que no me dejaba respirar.
En ese momento ya no me sentía tan cómoda. Me removí un poco, lo que alejo los brazos de Niall y me permitió sentarme a su lado. Escondí mi mano izquierda debajo de la pierna sin que él se diera cuenta, mientras observaba como se reacomodaba en su lugar para estar más derecho.
— Niall… no es nada importante, la verdad. Tal vez solo exagere las cosas.
— ¿Exagerar? Caitlin, vi tu cara, vi como toda la luz de tus ojos se había extinguido. No creo que exageraras.
Por el tono de su voz, supe que no se rendiría hasta que le contara lo sucedido. ¿Qué más daba? Algún día se tendría que enterar, de todos modos. Lo único que me dolía era verlo triste por mí, ya que eso era lo que menos quería. Daría lo que fuera, hasta mi propia alma, con tal de que Niall jamás estuviera mal.
Solté un profundo suspiro.
— Esta bien, te diré —me rendí— no paso la gran cosa ¿Ok?, solo que si me afecto mucho.
— Lo note, pero aun así, ¿Qué fue lo que paso?
— Es… solo… —vi sus ojos, los rasgos relajados de su rostro, sus finos labios entreabiertos. Me miraba curioso y ladeaba la cabeza como un gatito. Como siempre, Niall rompía mis barreras, y aun acostada, sentía como las piernas me temblaban bajo la manta al verlo. Pero tenía que decirlo, el merecía saber la verdad, así que cerré los ojos y lo solté de golpe— Eduardo me entrego el anillo.
Un peso enorme se desvaneció de mis hombros cuando pronuncie las palabras. Escuche como Niall jadeo en cuanto termine de decirlo, y espere un par de segundos antes de abrir los ojos para ver su reacción.
— ¿Qué hizo qué? —su tono fue un poco más fuerte que antes. Tenía los ojos tan abiertos que llegue a pensar que se saldrían de sus orbitas en cualquier momento, y su pecho subía y bajaba constantemente debido a la agitada respiración.
— Me ha entregado el anillo, Niall —repetí. Saque mi mano de debajo de mi pierna y se la mostré— ya es oficial.
— No, no, no —se levantó de la cama y comenzó a andar en círculos por toda la habitación mientras farfullaba incoherencias. Gatee por la cama, esquivando las cobijas, hasta sentarme sobre mis piernas en el extremo del colchón. Observe como Niall seguía con su ataque, mucho-muy confundida. Paso un buen rato antes de que se detuviera frente a mí— ¿De verdad dejaras que pase?
— No puedo hacer nada…
— ¡Claro que si puedes! Y lo sabes muy bien.
— No quiero hablar de eso, Niall —le dije, recordando la conversación que tuvimos un día antes de mi cumpleaños, cuando estábamos en Holmes Chapel.
— Por favor, Cat —se hinco frente a mí y tomo mis manos entre la suyas— no te rindas ¿Ok?, podemos salir de esto. Sé que debe existir otra salida.
— No hay nada que podamos hacer —murmure. Libere mi mano y la lleve a su mejilla, acariciando la suave piel de esta— la orden está hecha.
Vi sus ojos cristalinos, y como me miraban tan profundamente que algo dentro de mí se estremeció. Estaba mal, este hermoso ángel frente a mí se sentía mal. Me odie en ese instante por ser la causante de su dolor, y lo único que pude hacer al respecto fue recibir su abrazo con los brazos abiertos, acercándolo a mi tanto como fuera posible. Descanse la cabeza en el hueco de su cuello, y no Salí de ahí hasta que se me durmieron las piernas.
El reloj marcaba las 2:00 am, así que le insistí a Niall que se quedara esta noche. Una, porque ya no tenía sentido de que se fuera a esta hora. Y dos, porque no quería que me dejara sola. Únicamente se quedó con la condición de que se iría temprano por la mañana, antes de que la abuela se enterara para no causar un revuelo. Lo cual, si lo pensaba bien, era estúpido, ya que la abuela jamás se fijaba en mi habitación y no notaria extraño que hoy la ignorara, porque era más que obvio que estaba molesta con ella. Al final acepte su condición, coincidiendo en que me iría con él. No quería quedarme por más tiempo aquí, además de que tenía que ver a Chelsea para contarle lo ocurrido. También a los chicos.
Antes de apagar las luces, fui al dormitorio de Harry y saque un pantalón deportivo de su armario sin que lo notara. El pobre estaba tan dormido que ni se movió. Le entregue la prenda a Niall y espere a que regresara del baño ya cambiado para poder apagar la lámpara. En un principio dude, ya que la situación era diferente a la de horas antes. No fue sino hasta que el extendió el brazo que me acomode feliz junto a él, volviendo a la posición más cómoda que existía en el mundo: entre sus brazos.
Por la mañana, cuando los rayos del sol apenas iban saliendo, Niall me despertó. Lo mande al demonio tres veces antes de que comenzara a atacarme haciéndome cosquillas, después tuve que escaparme al baño para tomar una ducha y vestirme.
Repetí la simplicidad, vistiéndome con jeans, cárdigan, gorro, y un par de oxfords. Para cuando Salí del baño Niall ya estaba esperándome. Se había colocado su ropa del día anterior de nuevo, y la de mi hermano yacía doblada sobre mi cama. Solo espero a que tomara mi bolso para que después ambos saliéramos rumbo al garaje. Su Range se encontraba ahí, y James no dijo comentario alguno en cuanto nos vio entrar; solo entrego las llaves a Niall y nos deseó un buen día.
El recorrido a casa de Chelsea fue tranquilo. El drama de la noche anterior parecía haberse esfumado, y el pesar que tenia de cargar el anillo disminuía cada vez más. Aun permanecía, pero Niall trataba de sacarme una sonrisa a cada rato, haciéndome olvidar de mis problemas.
La canción de “Mirrors” de Justin Timberlake sonaba de fondo. Amaba esa canción, la letra era tan hermosa que en ocasiones quería llorar al escucharla. La semana pasada había estado viendo viejos videos de N’sync, recordando mis tiempos de pubertad cuando estaba obsesionada con ellos y los Backstreet Boys. Era por eso que entendía en parte a las fans de los chicos, yo había tenido mi época de fanatismo al igual que ellas la tienen ahora.
La canción de 8 minutos acabo justo cuando atravesábamos la reja. Niall detuvo el auto frente a la puerta y pude notar la inactividad dentro de la casa. Apenas eran las 8 am, así que probablemente Chelsea aun estaría dormida. Pobre.
Baje con el bolso enganchado al hombro. Niall mantenía la puerta del auto abierta para mí, y la cerro en cuanto hice contacto con el suelo. Solo fueron necesarios tres toques al timbre para que una de las empleadas de mi prima abriera. Nos informó que Chelsea estaba dormida, pero no le tome importancia, ella habría hecho lo mismo que yo si la situación fuera al revés. Ordene que fuera a despertarla, y no acepte un no como respuesta.
Permanecimos en el salón principal mientras esperábamos a la castaña. La escuche mucho antes de que llegara a la planta baja, ya que no paraba de farfullar incoherencias y palabras ofensivas por haberla despertado. Aun tenía su pijama —un conjunto de pantalón y blusa de algodón, con una bata de seda cubriéndola del frio… supongo.
— ¿Pueden decirme que coño hacen aquí? —pregunto la tierna Chelsea.
— Es urgente, Wessex.
— Nada es demasiado urgente como para no esperar otras dos o tres horas.
Permanecía de pie frente a nosotros dos. Descansaba las manos en su cadera, como si fuera una jarra, y su ceño fruncido dejaba claro que feliz no estaba. Fui directo al grano, sin rodeos. Ya había pasado demasiado tiempo sufriendo y hundiéndome, y gracias a Niall había salido a flote. Era gracias a el que la presión disminuía de mis hombros.
Sentí su mano apretar la mía derecha. Me dio un impulso de valor, por lo cual en vez de explicar toda la situación a Chelsea, solo levante mi mano izquierda, al igual que había hecho con Harry.
— Oh, por dios… —se llevó las manos a la boca y se dejó caer en el sofá detrás de ella. Su pecho subía y bajaba un poco alterado, y no apartaba la vista del anillo adornando mi dedo— ¿La abuela se lo ordeno a Eduardo?
— Quien más si no.
— ¿Sabes lo que significa? —Niall y yo la miramos dudosos. Por su tono, sabía que lo siguiente que diría no sería nada, pero nada bueno.
— ¿A qué te refieres? —cuestiono Niall.
— Caitlin —nos miró a ambos, pasando la mirada de uno a otro hasta que dijo: — si la abuela lo ordeno, es porque la boda no está lejos.
En ese momento, sentí como si un balde de agua fría me cayera encima. Chelsea tenía razón, no importa que tan natural quería la abuela que la relación pareciera, ella necesitaba que fuera rápido. Ya me extrañaba que se hubiera tardado tanto en entregarme el anillo.
— ¿Cuánto tiempo crees que quiera esperar? —pregunto Niall.
A lo que yo sabía, ella nos daría solo los meses necesarios para planear todo. No sería como con William, el cual duro más de un año planeando la boda. Esto sería completamente diferente, ya que lo era. Si acaso nos daba seis meses, correríamos con suerte.
— No mucho —respondió Chelsea— solo cuestión de meses.
Yo permanecía en silencio, incapacitada de poder hablar. La mitad de mi cerebro seguía en shock por la revelación, mientras que la otra trataba de procesar todo lo más rápido posible. La boda era completamente distinta al matrimonio. Una cosa era portar el anillo, y otra era estar vestida de blanco frente a un altar. La sola idea de imaginármelo me hacía estremecer. Dios santo, ni siquiera había besado a Eduardo aun.
— ¿Estas bien, Cat? —trate de responderle a Niall, pero solo logre asentir levemente. Pasó un brazo por mi cintura y me atrajo a él, envolviéndome con ambos brazos y dejándome descansar la cabeza en su hombro— todo saldrá bien, lo prometo.
Pero yo sabía perfectamente que no había nada que Niall pudiera hacer, que solo lo decía para consolarme. Aun así, sus palabras me reconfortaron un poco, y me hicieron sentir a salvo un momento.
Chelsea se levantó del sofá diciendo que llamaría a Harry. Los dos eran muy unidos, además de que Vivian en frente del otro, así que era mejor que ella le diera la noticia. El teléfono estaba en un rincón del salón, por lo cual escuche toda la conversación. Solo le dijo que viniera de inmediato, y al colgar nos informó que Louis estaba con él. Dos pájaros de un tiro, pero no sabía si era para bien o para mal. De algo estaba segura, Louis se pondría como loco.
En lo que esperábamos a los dos chicos, Chelsea mando a que preparan un poco de café y tostadas. Yo seguí sin decir nada, ya que la verdad no se me apetecía decir algo. ¿Qué se suponía que dijera? ¿”Estoy muy feliz por mi boda”? por supuesto que no lo estaba, y si decía algo sobre cómo me sentía solo lograría entristecer a Niall y Chelsea.
Para cuando Harry y Louis llegaron, el café ya estaba servido en la mesita de centro del salón. Lo primero que hizo Chelsea al verlos fue recriminarles la tardanza, ya que 15 minutos eran demasiado para solo cruzar una calle. Mi pobre amiga tenia los nervios de punta y se mostraba alterada, cuando era yo quien debería de estarlo.
Le ordeno a los dos recién llegados que tomaran asiento en el sofá continuo al nuestro, mientras que Chelsea permaneció en el suyo individual.
— ¿Qué es lo tan importante que tenías que decirnos? —pregunto Harry.
Esperaba que ella se los contara de una forma suave, dando indicios antes de llegar al grano. Pero como siempre, Chelsea me sorprendía. En lugar de hacerlo con tacto, lanzo la bomba de una.
— La boda será en unos meses.
— ¿Tan pronto? —inquirió Louis. Mi boca se abrió por completo al escucharlo, ya que lo había dicho tan tranquilo que dude un segundo sobre si este era el verdadero Louis Tomlinson y no un doble contratado— ¿Por qué no esperan más tiempo, Chels? Así Antoine y tú pueden organizarlo con más calma.
Mi amiga se palmeo la frente al escucharlo.
— No mi boda, Lou.
— ¿Entonces la de quién? —Harry estaba igual de confundido.
— La de Caitlin.
Louis y Harry abrieron los ojos de par en par al escuchar a Niall. El primero en reaccionar fue Louis, justo como esperaba que lo hiciera.
— ¡¿Qué?! ¡¿Cómo que vas a casarte en unos meses, Windsor?!
— La abuela le ha ordenado a Eduardo que le entregue el anillo —informo Chelsea— si lo hizo, fue por algo. No esperara más de la cuenta.
— Oh, dios… —Harry se había apoyado en sus rodillas, y se pasaba las manos frustrantemente por la cara.
— Esto es demasiado —Louis no estaba en mejores condiciones. Se inclinó hacia la mesa y tomo la taza vaporeante de café. Dio un sorbo antes de hablar de nuevo— no puedo creer que mi hermanita se vaya a casar en unos meses. Pensé que la reina esperaría un año más, por lo menos.
— No es un caso común y corriente, Lou. No es como la boda de William, esto es contra reloj.
— Lo sé, Niall.
Mire a Chelsea, la cual se mordía el labio pensativa en su lugar. Harry se encontraba igual, mordiéndose el dedo índice mientras fruncía el ceño al aire. Niall seguía abrazándome, solo que ahora con un solo brazo. Con la mano libre se frotaba la parte de atrás del cuello, como si sintiera todo el estrés acumulado en esa área.
Quería decirles que dejaran de preocuparse, que no se tomaran tantas molestias, pero si lo hacía no harían mas que ignorarme y seguirían exprimiéndose las neuronas tratando de encontrar alguna solución a esto. Solamente había una, renunciar al título, y eso era algo que jamás haría. No mientras tuviera el recuerdo de mi madre presente.
— ¿Qué es lo que harás, hermana? —Louis rompió el silencio.
Lo pensé durante un largo minuto antes de responder. Era lo único que podía hacer, no había otra salida, por más que mis amigos quisieran encontrarla. No quedaban opciones disponibles.
— Nada. Me casare con Eduardo.
Hale
Re: Amor Real (Niall Horan y Tu)
Oh por dios Caitlin debe de renunciar al título!! ella no debe de casarse (al menos no con alguien que ella no ame)
Ugh akshajshjajjs
Amo tu novela
Jaja
En verdad es mi favorita :)))
Oh y... NIALL ES TAN TIERNO AKSHAKAH
Que lindo es con cat
Oh y adivina que... HOY VI THIS IS US AKSHSJAKSH ES PERFECTAAAAAAAA ALSHAKAJ :')
En fin síguela muy prontoooooo lo más pronto posible por favor :)
Cuídate!! Xx
Ugh akshajshjajjs
Amo tu novela
Jaja
En verdad es mi favorita :)))
Oh y... NIALL ES TAN TIERNO AKSHAKAH
Que lindo es con cat
Oh y adivina que... HOY VI THIS IS US AKSHSJAKSH ES PERFECTAAAAAAAA ALSHAKAJ :')
En fin síguela muy prontoooooo lo más pronto posible por favor :)
Cuídate!! Xx
Daniela_nialler
Re: Amor Real (Niall Horan y Tu)
ay no que no hagan esa idiotez, no se aman!!!! síguela quiero ver que pasaaaa
narrysgirl
Re: Amor Real (Niall Horan y Tu)
ay dios que se va a casar con Eduardo y tan pronto, no puede ser...:sad: :sad: :sad: :sad: :sad:
fatimac
Re: Amor Real (Niall Horan y Tu)
P.d. Odio la nueva imagen del foro e.e. Si suben con letras en negro no lo puedo leer desde mi celular :( y tampoco puedo comentar con otro color al menos que me salga del móvil :( ugh (?)
Síguela lo más pronto posibleeeeee
Síguela lo más pronto posibleeeeee
Daniela_nialler
Re: Amor Real (Niall Horan y Tu)
CAPITULO 30.
Tu y tu estúpida idea.
— ¿Así de simple? ¿Te rindes?
— Niall… —gire para ver a mi mejor amigo. Sentía su brazo tenso a mi alrededor, y sus ojos eran ahora de un azul opaco— no hay nada que pueda hacer. Ya te lo dije, no renunciare al título.
— Tú y tu estúpida idea —farfullo Chelsea. Se levantó de sofá y camino por la habitación— Caitlin, tu madre está muerta. No puedes seguir aferrándote a ella, creyendo que si renuncias la decepcionaras.
— Chelsea.
— No, Harry. Necesita escucharlo —el rizado callo, mientras que Chelsea no apartaba los ojos de mi— ¿De verdad crees que mi tía Diana estaría feliz con todo esto? ¿Qué te dejaría casarte? Ella no era el tío Carlos, por dios. Era una persona completamente distinta, alguien admirable. No como tu padre, que prácticamente te vendió por “El bien de la nación” —hizo comillas en el aire— renuncia, Caitlin. A ti jamás te ha gustado este mundo. No tienes por qué hacer todo esto.
Los cuatro me observaban. Sentía que los ojos me picaban, al igual que un nudo en la garganta. De la nada, la suave voz de mi madre se hizo escuchar en mi mente, trayendo a la luz un viejo de recuerdo de las dos. Esperábamos detrás de las puertas del balcón real, en el palacio de Buckingham. Terminaba de ajustar el lazo detrás de mí vestido blanco, ya que yo había insistido en hacerlo por mí misma, terminando este en un completo desastre. Rio cuando termino de anudarlo y después me giro para ajustar la tiara de diamantes que cargaba. A ella le encantaba que las usara, solía decir que me hacían ver más linda, pero a mí me molestaban, ya que siempre me picaban.
“— Mami, no me gusta. La corona pica.”
“— Cariño —sonrió dulcemente y acomodo un rubio rizo detrás de mí oído— recuerda; una vez que eres princesa, ya no puedes quitarte la corona. Es uno de los códigos más importantes —me apunto con un dedo acusador y me miro con ojos entrecerrados, pero siempre manteniendo el humor en ellos.
“— Esta bien, mami. La usare por ti —reí.”
Lo sentía tan real, que tenía la sensación de una corona sobre mi cabeza. La imagen de ella seguía tan atada a mí que no podía simplemente ignorar sus palabras. Todas esas ocasiones en las que me había repetido el “código”, en las cuales las dos terminábamos riendo. Era imposible, si renunciaba al título renunciaba a la cosa más fuerte que me unía a ella. Era lo que más le ilusionaba, verme crecer como toda una princesa hecha y derecha, pero debido a los giros del destino no había podido hacerlo. Lo único que me quedaba era mantener su presencia siempre conmigo, y tratar de enorgullecerla aunque no pudiera verme desde la tierra, pero si desde el cielo.
— No voy a renunciar.
Chelsea suspiro sonoramente y se pasó las manos por el cabello. Regreso a su lugar en el sofá, y una vez ahí, comenzó a frotarse la sien izquierda.
— Eres más terca que una mula, Windsor. ¿De verdad te vas a aferrar a un recuerdo?
Sentí como un puñal se me clavaba en el pecho por sus palabras.
— Un recuerdo es lo único que me queda de ella.
Chelsea no entendía porque ese simple recuerdo era tan importante para mí. ¿Cómo hacerlo? Si nuestras infancias fueron muy distintas. Ella aún conservaba a su dos padres, los cuales la adoraban con todo su ser, sus dos hermanitos eran un amor, e iba a casarse con la persona que más amaba. En cambio yo, crecí sin padres, solo mantengo buena relación con uno de mis hermanos, y me veo obligada a casarme con alguien a quien ahora solo considero un amigo. Nuestros casos son opuestos.
Los cuatro permanecieron en silencio, estáticos por mis últimas palabras.
— C-Caitlin yo…
— Chelsea, es suficiente —Harry le lanzó una mirada para que callara. La castaña se encogió en su lugar, aunque sin decir nada más. El rizado se dirigió a mí— ¿Estas segura de lo que haces, Cat?
— No voy a renunciar, es de lo único que estoy segura.
— En ese caso, no nos queda más que aceptarlo —finalizo.
— Pero, Harry —protesto Louis.
— No chicos, no vamos a hacer nada. Caitlin sabe lo que hace y porque, esto ya no nos incumbe a nosotros.
Los dos lo asesinaron con la mirada. Parecía que mi amiga no tardaría mucho en saltar encima de él, y al parecer se dio cuenta de que no se controlaría por mucho más, ya que abandono la habitación hecha una furia. Louis la siguió por detrás en el mismo estado, los dos molestos con Harry.
— ¿Quieres que telefonee a Brittany, Cat? No le agradara enterarse de esto por medio de una revista, créeme.
— Creo que sí. Gracias, Hazz —el chico sonrió debido al apodo que hace mucho no usaba.
Los únicos restantes en la sala éramos Niall, yo, y las cinco tazas de café hora frio en la mesita de centro. Espere un discurso por parte del rubio, pero no dijo nada. Últimamente no hablaba mucho, sino que más bien permanecía pensativo, como si librara una batalla en su mente. Me removí en el sofá para mirarlo como se debía, y note su ceño fruncido. Mordí mi labio a la espera de sus palabras, algo con lo cual tratara de convencerme para que renunciara. Pero al contrario de lo que imagine, solamente me abrazo. Largo, profundo, uno de esos abrazos que ya nunca se olvidan. Me perdí en el aroma a chocolate y menta que el destilaba, desconectándome de todo alrededor, igual que de los problemas. Deslizo sus labios a mi oído y con una voz dulce y tranquila, susurro:
— Solo quiero que sepas que siempre estaré aquí, para lo que necesites. No importa que.
Lo aferre más a mí, tratando de volvernos uno. Por enésima vez, volvía convencerme de que este chico era un ángel, mi ángel. Él era el que me hacía seguir a flote y el que no me permitía dejar que los problemas acabaran conmigo. Con sus palabras, con su presencia, con cada pequeña acción que el hacía por mí. ¿Cómo era posible que una simple persona fuera tan vital para mí? Era casi dependiente de él, y estaba segura de que si Niall no estuviera conmigo, yo no seguiría viva.
Tu y tu estúpida idea.
— ¿Así de simple? ¿Te rindes?
— Niall… —gire para ver a mi mejor amigo. Sentía su brazo tenso a mi alrededor, y sus ojos eran ahora de un azul opaco— no hay nada que pueda hacer. Ya te lo dije, no renunciare al título.
— Tú y tu estúpida idea —farfullo Chelsea. Se levantó de sofá y camino por la habitación— Caitlin, tu madre está muerta. No puedes seguir aferrándote a ella, creyendo que si renuncias la decepcionaras.
— Chelsea.
— No, Harry. Necesita escucharlo —el rizado callo, mientras que Chelsea no apartaba los ojos de mi— ¿De verdad crees que mi tía Diana estaría feliz con todo esto? ¿Qué te dejaría casarte? Ella no era el tío Carlos, por dios. Era una persona completamente distinta, alguien admirable. No como tu padre, que prácticamente te vendió por “El bien de la nación” —hizo comillas en el aire— renuncia, Caitlin. A ti jamás te ha gustado este mundo. No tienes por qué hacer todo esto.
Los cuatro me observaban. Sentía que los ojos me picaban, al igual que un nudo en la garganta. De la nada, la suave voz de mi madre se hizo escuchar en mi mente, trayendo a la luz un viejo de recuerdo de las dos. Esperábamos detrás de las puertas del balcón real, en el palacio de Buckingham. Terminaba de ajustar el lazo detrás de mí vestido blanco, ya que yo había insistido en hacerlo por mí misma, terminando este en un completo desastre. Rio cuando termino de anudarlo y después me giro para ajustar la tiara de diamantes que cargaba. A ella le encantaba que las usara, solía decir que me hacían ver más linda, pero a mí me molestaban, ya que siempre me picaban.
“— Mami, no me gusta. La corona pica.”
“— Cariño —sonrió dulcemente y acomodo un rubio rizo detrás de mí oído— recuerda; una vez que eres princesa, ya no puedes quitarte la corona. Es uno de los códigos más importantes —me apunto con un dedo acusador y me miro con ojos entrecerrados, pero siempre manteniendo el humor en ellos.
“— Esta bien, mami. La usare por ti —reí.”
Lo sentía tan real, que tenía la sensación de una corona sobre mi cabeza. La imagen de ella seguía tan atada a mí que no podía simplemente ignorar sus palabras. Todas esas ocasiones en las que me había repetido el “código”, en las cuales las dos terminábamos riendo. Era imposible, si renunciaba al título renunciaba a la cosa más fuerte que me unía a ella. Era lo que más le ilusionaba, verme crecer como toda una princesa hecha y derecha, pero debido a los giros del destino no había podido hacerlo. Lo único que me quedaba era mantener su presencia siempre conmigo, y tratar de enorgullecerla aunque no pudiera verme desde la tierra, pero si desde el cielo.
— No voy a renunciar.
Chelsea suspiro sonoramente y se pasó las manos por el cabello. Regreso a su lugar en el sofá, y una vez ahí, comenzó a frotarse la sien izquierda.
— Eres más terca que una mula, Windsor. ¿De verdad te vas a aferrar a un recuerdo?
Sentí como un puñal se me clavaba en el pecho por sus palabras.
— Un recuerdo es lo único que me queda de ella.
Chelsea no entendía porque ese simple recuerdo era tan importante para mí. ¿Cómo hacerlo? Si nuestras infancias fueron muy distintas. Ella aún conservaba a su dos padres, los cuales la adoraban con todo su ser, sus dos hermanitos eran un amor, e iba a casarse con la persona que más amaba. En cambio yo, crecí sin padres, solo mantengo buena relación con uno de mis hermanos, y me veo obligada a casarme con alguien a quien ahora solo considero un amigo. Nuestros casos son opuestos.
Los cuatro permanecieron en silencio, estáticos por mis últimas palabras.
— C-Caitlin yo…
— Chelsea, es suficiente —Harry le lanzó una mirada para que callara. La castaña se encogió en su lugar, aunque sin decir nada más. El rizado se dirigió a mí— ¿Estas segura de lo que haces, Cat?
— No voy a renunciar, es de lo único que estoy segura.
— En ese caso, no nos queda más que aceptarlo —finalizo.
— Pero, Harry —protesto Louis.
— No chicos, no vamos a hacer nada. Caitlin sabe lo que hace y porque, esto ya no nos incumbe a nosotros.
Los dos lo asesinaron con la mirada. Parecía que mi amiga no tardaría mucho en saltar encima de él, y al parecer se dio cuenta de que no se controlaría por mucho más, ya que abandono la habitación hecha una furia. Louis la siguió por detrás en el mismo estado, los dos molestos con Harry.
— ¿Quieres que telefonee a Brittany, Cat? No le agradara enterarse de esto por medio de una revista, créeme.
— Creo que sí. Gracias, Hazz —el chico sonrió debido al apodo que hace mucho no usaba.
Los únicos restantes en la sala éramos Niall, yo, y las cinco tazas de café hora frio en la mesita de centro. Espere un discurso por parte del rubio, pero no dijo nada. Últimamente no hablaba mucho, sino que más bien permanecía pensativo, como si librara una batalla en su mente. Me removí en el sofá para mirarlo como se debía, y note su ceño fruncido. Mordí mi labio a la espera de sus palabras, algo con lo cual tratara de convencerme para que renunciara. Pero al contrario de lo que imagine, solamente me abrazo. Largo, profundo, uno de esos abrazos que ya nunca se olvidan. Me perdí en el aroma a chocolate y menta que el destilaba, desconectándome de todo alrededor, igual que de los problemas. Deslizo sus labios a mi oído y con una voz dulce y tranquila, susurro:
— Solo quiero que sepas que siempre estaré aquí, para lo que necesites. No importa que.
Lo aferre más a mí, tratando de volvernos uno. Por enésima vez, volvía convencerme de que este chico era un ángel, mi ángel. Él era el que me hacía seguir a flote y el que no me permitía dejar que los problemas acabaran conmigo. Con sus palabras, con su presencia, con cada pequeña acción que el hacía por mí. ¿Cómo era posible que una simple persona fuera tan vital para mí? Era casi dependiente de él, y estaba segura de que si Niall no estuviera conmigo, yo no seguiría viva.
Hale
Re: Amor Real (Niall Horan y Tu)
Perdonen que este tan corto. Ultimamente no he tenido casi tiempo y no he podido avanzar. Vere si hoy o mañana subo otro. Las quiero :3
Hale
Re: Amor Real (Niall Horan y Tu)
Lo se, me gustaba mas la imagen anterior, era mas linda :cDaniela_nialler escribió:P.d. Odio la nueva imagen del foro e.e. Si suben con letras en negro no lo puedo leer desde mi celular :(y tampoco puedo comentar con otro color al menos que me salga del móvil :( ugh (?)
Síguela lo más pronto posibleeeeee
Hale
Página 21 de 28. • 1 ... 12 ... 20, 21, 22 ... 24 ... 28
Temas similares
» MY REAL DREAM [Niall Horan y _____]
» The dreams if they make real - Niall Horan y Tu
» CHICAS HE ENCONTRADO EL NUMERO REAL DE NIALL HORAN!!!!!!
» Mi Vida Perfecta (Niall Horan & Tu) - TERMINADA
» Esto no es una novela ni una Historia Esta es la vida Real (Niall Horan) [Terminada]
» The dreams if they make real - Niall Horan y Tu
» CHICAS HE ENCONTRADO EL NUMERO REAL DE NIALL HORAN!!!!!!
» Mi Vida Perfecta (Niall Horan & Tu) - TERMINADA
» Esto no es una novela ni una Historia Esta es la vida Real (Niall Horan) [Terminada]
O W N :: Fanfiction :: Fanfiction :: Músicos :: One Direction
Página 21 de 28.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
Miér 20 Nov 2024, 12:51 am por SweetLove22
» My dearest
Lun 11 Nov 2024, 7:37 pm por lovesick
» Sayonara, friday night
Lun 11 Nov 2024, 12:38 am por lovesick
» in the heart of the circle
Dom 10 Nov 2024, 7:56 pm por hange.
» air nation
Miér 06 Nov 2024, 10:08 am por hange.
» life is a box of chocolates
Mar 05 Nov 2024, 2:54 pm por 14th moon
» —Hot clown shit
Lun 04 Nov 2024, 9:10 pm por Jigsaw
» outoflove.
Lun 04 Nov 2024, 11:42 am por indigo.
» witches of own
Dom 03 Nov 2024, 9:16 pm por hange.