Remember that Summer [HarryStyles]

Luna nos conto a mí y a Louis como fue que termino siendo la “prometida” de Zayn: Cuando despertó del coma en que había entrado después del accidente, una amnesia temporal se hizo presente en ella, borrando varios recuerdos y recordando muy poco de su vida. De lo único que podía acordarse, sin lugar a dudas, era de su madre y de los pocos momentos que paso junto a ella antes de su muerte.

Runa le presento a Zayn, no como su amigo o conocido, sino como su novio. Luna estuvo por un año creyendo realmente que compartía una relación amorosa con él, teniendo citas y cenas familiares, paseos después de la escuela o yendo a un antro juntos; pero nunca pudo verlo de otra forma que no sea como un amigo, como su mejor amigo. Luna tardo en darse cuenta de que Zayn nunca había sido su novio, y hasta que él no se lo confirmo, no pudo dejarlo.

Una vez que logro sacarle la verdad, ya era demasiado tarde; Geoff y el padre del muchacho, habían decidido que la compañía de decoración, que pertenecía al padre de Zayn, se uniera con el Hotel Payne, de esa forma ellos tendrían más publicidad y Geoff descuentos al comprar. Al estar comprometidos y al ver sus familias felices, decidieron seguir juntos, aun si no se amaban y quizás nunca lo harían, pero eran amigos y se entendían a la perfección.

- Y luego conocí a Ella – dijo mientras tomaba un poco del jugo de naranja que le había servido, al mismo tiempo que Louis se mordía las uñas, interesado y desesperado por que continuara – No pensé que se llegarían a enamorar o algo, ella era nueva en la ciudad y en la escuela; solo me ofrecí a acompañarla y me cayó bien, así que empezamos una amistad. Se la presente a Zayn, y bueno, solo surgió. – se encogió de hombros y sonrió hacia el castaño que seguía igual de interesado para que siguiera la historia – Y fin. Eso es todo

- ¿Enserio? ¿No te sentiste traicionada o algo así? – insistió mi amigo.

- Esto no es una telenovela como las que miras – replique y cruce mis brazos.

- No tenia que sentirme traicionada. Zayn puede ser atractivo, pero no me gusta.

- ¿Y cómo piensas salir de ese lio? – pregunte tratando no sonar muy interesado, aunque por dentro estaba que movía cielo y tierra para encontrar una solución.

Luna no puede casarse con ese tipo. Me interesa una mierda si es de su misma edad o si es un buen muchacho; no se puede casar y punto.

- Tenemos un plan – sonrió de lado – Ella cumplirá los dieciocho en dos semanas.

- ¿Y con eso? – Louis frunció el ceño sin entender.

- ¡Van a casarse! – Luna chillo y comenzó a aplaudir con alegría.

- ¿Casarse? ¿No son muy jóvenes?

- Han estado saliendo un año entero y, definitivamente, no quiero casarme con Zayn – levanta las manos al aire.

- ¡Solo van un año! – exclame sorprendido - ¡Es muy poco tiempo y es una decisión apresurada! ¡Deberían esperar más tiempo!

- ¿Más para qué? – Luna se acomodo en su asiento y me miro con el ceño fruncido – Se quieren, se aman ¿Qué mas tienen que esperar?

- No es la edad adecuada para casarse.

- ¿Entonces cuando lo es? ¿Cuándo tengan veintitantos y quizás, solo quizás, el amor entre ellos se extinga? ¿Cuándo tengan hijos, una casa, un auto y también un perro? Si ellos están listos para dar ese paso, pues que lo den.

Y esa fue toda la explicación que nos dio hace dos días atrás. Aunque me alegra de que Luna no se case con ese muchacho, aun pienso que él y Ella están dando un paso extremadamente grande ¿Y luego donde vivirán? ¿Estudiaran y trabajaran al mismo tiempo? ¿Y si ella se queda embarazada antes de terminar siquiera su carrera? Casarse no implica jurar ante Dios el amor eterno y todas esas estupideces, sino que también es un compromiso con la otra persona.

Por el amor de Dios. Jamás me casaría siendo tan pendejo y menos con una niña de dieciocho años. Sé que suena algo hipócrita, siendo que estoy prácticamente saliendo con Luna, quien solo tiene dieciocho primaveras y apenas ha salido de la preparatoria, pero no pienso casarme y arruinarle su futuro; tiene muchas cosas por delante, metas que alcanzar y sueños que cumplir.

Salgo de la ducha y me coloco una toalla alrededor de mi cintura. Me dirijo a mi cuarto, dispuesto a cambiarme y secarme el pelo para ir a esperar a Luna como siempre. Me coloco unos pantalones blancos y cortos que llegan un poco más arriba de mis rodillas, una remera de color violeta y mis convers para terminar.

- Eh, galán – dice Louis y levanto la cabeza para mirarlo. Me guiña el ojo a lo que respondo con una mueca de asco – Te ves muy sexy hoy.

- Vete a la mierda.

- ¡Epa! ¡Yo solo te estaba haciendo un cumplido! – replica divertido y levanta las manos al aire – Saldrás con tu chica hoy ¿Verdad?

- ¿Tú qué crees? – suspiro y trato de mantenerme en calma antes de que le avente algo.

- Que si – sonríe – Aunque deberías también pasar tiempo conmigo. Estoy todos los días aquí aburrido y solo me entretengo visitando a Runa.

- Si sigues molestándola, va a matarte y no la culpare por ello.

- Es su culpa por ser tan caliente – se ríe y solo meneo con la cabeza – Oh vamos, Harry ¿No me dirás que ella es preciosa?

- Sinceramente, no creo que sea apropiado pensar en Runa en la manera en que tú piensas en ella. Es la hermana de Luna.

Louis no insiste, por lo que le pido que me acompañe hasta la recepción, donde estará la castaña esperándome. Quiere que conozca a Zayn, quien a pesar de ser su prometido, también es su mejor amigo. No puedo negarme, por más que hace menos de una semana quería a ese idiota lo más lejos posible de Luna, es su mejor amigo; además, eso me confirmara si él en verdad quiere a Luna como amiga o como algo mas.

Bajamos por el ascensor, donde Louis no para de preguntarme qué haremos y si pude acompañarnos. No es que no quiera tener a mi amigo cerca, pero sé que se pondrá incomodo y no ayudara mucho a que las dos parejas tengan su propio espacio. Quizás, debí pensar más en la forma en que lo obligue prácticamente a venir; no quiero que pase otro verano solitario y sin hacer nada más que molestar a Runa.

Al llegar a la recepción, veo a Luna de lejos, que habla con Liam mientras a su lado este Zayn. Se ve que esos dos se llevan realmente bien, porque Liam no ha dejado de sonreír e incluso suelta alguna que otra carcajada. Luna se ve claramente incomoda y molesta, pero sonríe en grande cuando sus ojos chocan con los míos. Decido esperar hasta que Liam se marche, de esa manera podre acercarme a Luna, aunque también siento detrás de mí que soy observado. Seguramente, es Runa, pero ella no hará tanto lio.

- Hola, chicos – dice una voz conocida colocándose a mi lado.

- Hey, Ella – Louis le sonríe.

- ¿Qué tal has estado? – pregunto dándole una media sonrisa.

- Bien, muchas gracias por preguntar – devuelve el gesto y mira hacia la castaña y Zayn – Me dijo que ustedes, bueno, que ya saben – sus mejillas se vuelven rojas y suelta una pequeña risita.

- Claro que si, pequeña pichona – mi amigo con sus dedos, toma la punta de la nariz de Ella, haciéndola soltar risitas.

No puedo evitar volver la mirada hacia donde esta Luna, incluso me parece divertido de cómo el tal Zayn le sale humo de las orejas. Si las miradas matasen, Louis estaría muerto en menos de un segundo.

- Déjala antes de que su novio te golpee – murmuro con un tono divertido.

- Bah, yo podre derribarlo en un segundo – hace un gesto con la mano, restando importancia a la situación – Además, yo soy más atractivo que el ¿O no, Ella?

- No la comprometas, le será bastante difícil decirte cuan idiota eres.

Ella suelta otra risita al ver la expresión de indignación que tiene Louis en el rostro; se está haciendo el ofendido, cuando sabe perfectamente que estoy bromeando. Me hace caso y se aleja un poco de Ella, así le evitaremos problemas con el muchacho.

- ¡¿Cómo que la tarjeta no anda?!

El grito hace que los tres y la mayoría de las personas prestemos atención. Un hombre barrigón y de traje, con el rostro rojo de furia y aprieta sus dientes amarillos con fuerza, está mirando con cara de pocos amigos a Runa, quien se ve totalmente avergonzada ante la situación.

- Su tarjeta esta vacía, no tiene más dinero en la cuenta bancaria – se limita a responder con la voz firme, aunque se nota en ella los nervios que está sintiendo.

- Mira, niña, soy un importante abogado y no voy a dejar que me faltes el respeto diciendo tal estupidez ¡Tiene que haber un puto centavo!

- Sera mejor que se comunique con el banco – replica Runa, aun firme – Pero recuerde que aquí, en el hotel Payne, tiene una deuda de su almuerzo de hoy.

- ¡A la mierda con esa puta duda! – grita aun más fuerte y con sus manos, tira todas las cosas que se encontraban en el escritorio. - ¡Quiero ya mismo hablar con el gerente! ¡Esto es indignante!

- Pues yo soy el gerente también, señor. Es el hotel de mi padre y no voy a permitir que usted ni nadie me falte el respeto.

Con un rápido movimiento, el hombre toma del brazo de Runa con brusquedad, provocando que esta quede a centímetros de su rostro y se golpee el cuerpo con el mueble. Parece murmurarle cosas amenazantes, debido como el rostro de Runa se distorsiona y se ve realmente aterrada. Miro hacia Luna, quien está a pasos al igual que Liam y Zayn, acercándose hacia el hombre para separarlo de su hermana. Miro hacia mi lado para decirle a Louis que lo detengamos antes de que haga algo peor; los demás están más lejos y seremos mas rápidos si actuamos ahora, pero me doy cuenta de que el castaño no está a mi lado, sino separando al hombre con brusquedad de la castaña.

Ella y yo nos acercamos con rapidez. Corro cuando veo que levanta el punto para golpear a mi amigo; Louis es más rápido y lo evade, en cambio, le da un puñetazo que logra desequilibrarlo y mandarlo directo hacia el suelo, donde cae inconsciente.

No sé en qué momento a aparecido Geoff, solo que esta bastante disgustado y pide que llamen a la policía para que se lleven al hombre. Luna abraza a Runa, quien se ve que aun sigue bastante asustada y suelta unas lágrimas.

- El muy hijo de puta tenía una navaja en su mano – resopla Louis a mi lado.

Lo miro sorprendido, y en cuanto bajo la mirada, veo el objeto filoso en las manos del barrigón. Mierda, si que estaba dispuesto a degollar a Runa.

Llega la policía y nos toma declaraciones que dura al menos durante treinta minutos; Runa es atendida por un médico y Luna se ofrece a tomar el puesto de su hermana hasta que todo se solucione. Claramente, nuestra salida queda para otro día, y lo entiendo perfectamente. Decido quedarme con ella en la recepción y hacerle compañía hasta que su turno acabe y venga otra muchacha a reemplazarla.

Liam nos ha mirado muy mal al ver nuestro acercamiento, pero ha estado más pendiente de su otra hermana que de nosotros; sabe que no es momento para sus estupideces y debe ocuparse del bien de Runa. Louis parecía bastante preocupado, demasiado, incluso decidió acompañar a la castaña hasta su cuarto junto con su hermano y su padre.

- ¿De verdad le gusta mi hermana? – pregunta Luna después de haber atendido a una señora regordeta.

- No lo sé – me encojo de hombros – Creo que sí. Louis nunca me habla demasiado de sus sentimientos.

- ¿Y tu si? – sonríe abiertamente.

- Pocas, muy pocas veces – le devuelvo la sonrisa de la misma manera.

- ¿Y qué le has dicho en esas pocas veces? – insiste y se apoya en el mostrador, acercando su rostro al mío.

- Que me gustas.

Estoy a milímetros de su boca, a punto de besar sus finos labios sin importarme que o quien nos vera. A esta hora, todos deben estar cenando y casi nadie está en la recepción, no importara si nos damos un pequeño beso; después de todo, creo que nos merecemos esto.

- ¡Harry! ¡Haaarry! – me sobresalto al escuchar mi nombre y me separo con brusquedad de Luna.

Resoplo con fuerza y paso mis manos sobre mi cara en un intento de calmarme. Maldita sea, voy a asesinar a este idiota cueste lo que me cueste ¿Acaso siempre tiene que aparecer en el momento menos esperado? ¡Debería cortarle la cabeza por ser tan idiota e inoportuno!

- ¿Interrumpí algo? – dice en un tono divertido.

- No – Luna le sonreí con las mejillas enrojecidas.

- En verdad, interrumpiste algo muy importante, idiota – replico y lo fulmino con la mirada – Gracias.

- Lo siento – se disculpa, aunque verdaderamente no se ve arrepentido – ¡Pero no saben la noticia que les tengo!

- ¿Qué paso? – pregunta Luna con emoción.

- ¿Descubrieron la razón de que seas tan estúpido?

- ¡Harry! – me reprocha la castaña y me golpea el hombro.

- Ja-ja, que chistoso me saliste – dice con sarcasmo y suspira para volver a sonreír – Créanlo o no, Runa acepto una cita conmigo.

Comienzo a reír ante la estupidez que dice. Sí, claro, como si Runa fuera tan idiota, o es más, ¡Como si nosotros lo fuéramos por creerle! Es obvio que ella jamás saldría con él, incluso estoy seguro de que preferiría morir antes de que pasar una tarde o una noche con Louis.

- ¿De qué te estás riendo, imbécil?

Al ver la seriedad de mi amigo, dejo de reír y frunzo el ceño, totalmente incrédulo.

- ¿Me estás hablando enserio?

- ¡Claro que sí! – chilla y abre la boca, ofendido ante mi poca fe en sus palabras – Eres una perra, Harry.

- ¿Una perra? - levanto las cejas ante la poca concordancia de sus palabras.

- Ya basta de peleas – interviene la castaña con total exasperación. – Louis, cuéntame todo – insiste y se acerca más a mi amigo para que le cuente todos los detalles.

Al parecer, Geoff estaba dispuesto a recompensar a Louis por salvar a su hija con un montón de dinero, pero al ver que mi amigo había rechazado tal ofrecimiento, le quiso dar trabajo para ayudarlo a ahorrar para el futuro restaurante. Louis volvió a rechazar la propuesta y le dijo que había una sola cosa que quería, pero que no estaba a su alcance ni el de nadie. Obviamente, Geoff insistió saber cual era aquello, y sonrió en grande cuando le dijo que quería una cita con Runa.

No sé que habrá dicho ella en todo esto, pero estoy segura de que ahora esta prefiriendo ser degollada por el abogado psicópata antes que salir mañana en la noche con Louis.

Y eso no parece lo peor de toda la situación, sino que Luna esta mas que dispuesta a ayudarlo y me insiste en que debo ser buen amigo y ayudar a Louis para conquistar a su hermana.

¿Por qué me pasan estas cosas a mí? Ah, sí. Soy un estúpido que se elige como mejor amigo a este idiota y como novia a una fanática de las novelas románticas y defensora de la vida acuática.

Al otro día.

- Bien, Louis, escúchame atentamente – le dice Luna una vez que se sienta en la mesa.

Louis esta con una libreta en su mano, anotando todo lo que Luna le dice acerca de su hermana; todas las cosas que le gustan y disgustan a Runa, así de esa manera, Louis no hará ninguna estupidez y podrá tener la futura posibilidad de tener otra cita con la castaña.

Me pase la tarde mirando películas y más películas, dejando que los dos estudien todas las tácticas y manera de seducir a Runa, de hacer que Louis aprenda todo lo que se puede saber de ella. No sé que tanto problema hay, creo que el castaño tiene que mostrarse claramente como es. Estoy seguro de que podrá llegar a gustarle si dejara de actuar de manera tan estúpida delante de ella, dejar de coquetearle un poco y mostrarse más interesado en lo que ella dice y no en lo que ella tiene como atributos.

- Runa odia, pero enserio, odia la impuntualidad – escucho decir a Luna, y mi mirada se despega del televisor para observar la hora.

- Y odiara a Louis si no se prepara para su cita en menos de veinte minutos. – digo en voz alta.

- ¡Oh, mierda! – exclama el castaño y prácticamente, corre hacia el baño.

- ¡Harry! ¡Debiste haber avisado antes! – me reclama molesta mientras se acerca hasta el sillón y se sienta a mi lado – Ahora tendrá que hacer todo a las apuradas y…

La callo dándole un beso largo y lento, mientras con mis manos la voy acercando más hacia a mí. Sus dedos comienzan a jugar con mis rizos mientras que los míos van desde lo más alto de su espalda hasta su cintura, jugando con su pelo en el recorrido.

La apego más hacia a mi cuando escucho que suelta un pequeño gemido, lo que logra encenderme completamente. Juro que voy a cometer una locura sino paro ahora, pero para cuando quiero hacerlo, Luna esta debajo de mi y estoy masajeando sus piernas, recorriéndolas una y otra vez, queriendo arrancar su vestido y hacerla mía como hace tanto tiempo lo hice.

- Oigan, nada de porno mientras yo esté.

Definitivamente, odio a Louis.

Me separo Luna con enfado y me acomodo la camisa, abrochando unos cuantos botones. La miro divertido, no sé en qué momento quiso que quede con el torso desnudo, solo que está totalmente roja y nerviosa.

- Deja de mirarme así, tonto – me golpea el hombro, por lo que no puedo evitar soltar una carcajada. – Basta.

- No sabía que eras tan pasional.

- ¡Harry!

Suelto otra carcajada y me acerco hacia ella, abrazándola por los hombros y dejando que su cabeza recaiga en mi hombro. Me da un pequeño beso en la mejilla.

- Debes ir a cambiarte, iremos a ver cómo le va a Louis – dice comenzando a separarse de mí.

- Espera, ¿Qué? – frunzo el ceño.

- Lo que dije, iremos a ver cómo le va. Además, estaremos comunicándonos con el por un pequeño micrófono. – la miro sin entender – Harry, te pregunte si estabas de acuerdo y me dijiste que sí.

- Cariño, no podemos ir y no darle su espacio. Son grandes, si tienen que estar juntos, lo estarán.

- Vamos, Harry – ruega y hace puchero, pero niego con la cabeza y me dispongo a volver mi vista hacia el tele. – Harry.

La ignoro. No creo que sea bueno que estemos espiándolos y dándole indicaciones. ¡Es Louis Tomlinson! Consigue a todas las mujeres que quiere y jamás ha tenido ayuda de nadie para salir con ellas o conquistarlas.
Me sobresalto cuando siento los labios de Luna en mi cuello, proporcionado lentos y húmedos besos, incluso mordisquea con suavidad mi piel. Se lo que intenta hacer, pero aun así no podrá convencerme.

- Por favor, Harry – susurra en mi oído, lo que hace que me dé un escalofrió, pero también que una ola de calor me rocía por todo el cuerpo – Hazlo por mi ¿sí?

Niego con la cabeza mientras cierro los ojos. Es increíble como aun puede calentarme con unos simples besos, como puede lograr encenderme y querer mandar todo a la mierda para hacerla mía nuevamente. Está llegando lejos y todo mi auto control esta por destruirse, mas aun cuando desabrocha los botones de mi camisa y comienza a acariciar mi pecho con su mano.

Mierda.

- De acuerdo, de acuerdo – digo con la voz más ronca de lo normal. Aclaro mi garganta – Iremos.

- ¡Sí! – chilla de alegría y se separa de mi, dejando que vea su enorme sonrisa ¿Cómo puede actuar con tanta naturalidad cuando yo tengo tantas ganas de hacerle el amor?

- Eso sí, voy a necesitar más de veinte minutos. – señalo hacia mi entre pierna.

Luna se pone roja cuando parece entenderlo y le echa una mirada rápida.

- L-lo sient-to – balbucea y toca sus mejillas.

- Está bien, cariño – le sonrió y le doy un corto beso en los labios, para luego levantarme y dirigirme hacia mi cuarto.

Louis se echa a reír cuando me ve. Que hijo de puta.

Cuarenta minutos después.

El castaño y su cita están sentados a unas cuantas mesas mas lejos de nosotros, estamos sentados en un Angulo donde perfectamente podemos verlos. Y hace exactamente, quince minutos que están sentados sin siquiera hablar, solo con pocas palabras, que no son dignas de llamarla “conversación”.

Luna ha estado dándole tantos consejos que me son imposibles de contar, pero Runa no cae ante los encantos de Louis, incluso parece bastante aburrida con los pocos diálogos que han compartido. Si esto sigue así, no va a tener una segunda cita, ni siquiera Runa le dirigirá la palabra.

- Ordena por ella – dice Luna usando un pequeño comunicador. – Le encanta que sepan lo que los demás quieran para ella.

Frunzo el ceño, Runa no se ve ese tipo de chicas. No creo que haya sido el mejor consejo, porque enseguida la castaña interrumpe a mi amigo cuando está hablando, dándole una mirada asesina, y después de que se va el mozo, le dice unas pocas palabras y se levanta con brusquedad de su asiento, caminando con pasos largos y rígidos hacia el baño.

- No está funcionando, Luna. Es mejor que lo dejemos – insisto por quinta vez en la noche.

- ¡No, Harry! – refunfuña como si fuera una niña pequeña – No sé qué le pasa, pero es lindo que un chico le ordene a una chica y…

- Y esas cosas te gustan a ti, no a ella – le recalco. Luna parece darse cuenta de su error y suspira con pesadez – Dámelo, por favor – extiendo la mano, abriendo la palma.

Luna, resignada y rendida, me pasa el comunicador.

- Louis, ¿me escuchas, amigo?

- Esto es una mierda, Harry. Runa me odia – susurra y larga un suspiro. Observo de lejos que comienza a tomar pequeños tragos de vino.

- Deja de beber y escúchame. – el me hace caso y junta sus manos, comenzando a observarlas. - ¿De verdad te gusta, Runa?

- Realmente, si.

- Creo que es tiempo que ella conozca al verdadero Louis Tomlinson ¿No te parece? – no escucho su respuesta, por lo que me da la motivación de proseguir – Nada del idiota que le gusta coquetear o molestar, sino al tonto de buen corazón que eres.

Louis se queda callado, pero observo como asiente y se quita con brusquedad el audífono, guardándolo en su camisa. Inspira aire y sonríe cuando Runa vuelve del baño, un tanto extrañada ante el cambio radical de Louis.

Y de pronto, todo comienza. Me imagino todos los chistes malos que le está diciendo, todas las estupideces que debe decir, desde como comenzó el universo hasta los platillos más jugosos y ricos que puede cocinar.

Todo funciona cuando Runa suelta alguna que otra carcajada y comienza a comentar emocionada y a abrirse más. Incluso parece olvidar de que Louis ha sido el idiota que la molesto por dos veranos para una cita, y ahora la tiene.

Luna me da un corto beso en la mejilla, sonriéndome con total orgullo. No dudo en devolverle el gesto y en tomarle la mano, dispuesto a pasar por fin nuestro momento.

Algún día, Louis me agradecerá por obligarlo a hacer cosas que en verdad no quiere, tal como yo se lo agradezco por convencerme de venir hasta aquí; hasta Luna.