El Club de las Cinco {One Direction}

{Heather}

- ¿Llevaste a cabo la última fase del plan? – le pregunte a Camila mientras ambas caminábamos hacia el estacionamiento.
- Echo – sonrió con malicia y choco el puño conmigo – “¿Ves lo que provocas? Ahora Josie dejo ir a su hijo por tu capricho. Ese feto se convertirá en un duende y te asechara en las noches.” – dijo en forma dramática, citando sus palabras cuando hablo con Louis.
El día anterior Camila y yo habíamos raptado – literalmente – a Tomlinson luego que había salido a dar una vuelta con una puta de por ahí; ella se había quedado hablando sola mientras Cam le tapaba la boca a Louis con un pañuelo con cloroformo. El castaño había dormido como un bebe hasta que se despertó en el sótano de Grace. Sí, mi hermana me había prestado su sótano para darle una verdadera lección a Louis.
El caso era que habíamos dejado a Tomlinson ocho horas seguidas, atado a una silla y con un pañuelo en la boca, para que mirara documentales sobre el aborto y los traumas que podría haber; incluso colocamos sobre el mas allá y todo lo relacionado con ello. Louis había salido del sótano sin pestañar, y Camila había dado el golpe final en cuanto nos vio a Josie y a mí volviendo del médico.
- ¿Quieres que te lleve?
- No, Logan está esperándome a una cuadra, quiere tomar un café antes de ir a casa – se encogió de hombros, y luego sonrió - ¿Quieres que le mande saludos?
Mis mejillas se pusieron rojas y desvié mi vista hacia otro lado. Ignore su carcajada y murmure entre dientes una despedida.
- Despide por mí a Josie y a las demás si las ves. Por cierto, ¿sabes que le pasa a Gemma? Está muy extraña desde el sábado.
- No tengo idea, pero seguro es algo familiar. Zayn también está bastante raro – comente, un tanto preocupada.
- Como sea, ya sabes que debes contarme – me señalo con el índice – Y sobre Styles.
- ¿Y tú? No creas que Connor no me dijo lo de su cama – levante las cejas, quise reírme a carcajadas cuando su sonrisa se borró de su rostro y sus ojos dejaron de irradiar humor.
- Adiós Heath.
Despedí finalmente a la castaña y camine hacia mi auto, esperando a que Josie llegara. No tuve que esperar mucho porque a los segundos apareció, estaba sonriendo, y hacía mucho tiempo que no sonreía de esa manera. Me alegro por ello y supuse que las cosas con Tomlinson no estaban tan mal, ¿y quién sabe? Quizás Louis se tomaría enserio su papel como padre, ni siquiera le había contado a Harry que Josie estaba esperando un hijo suyo.
No dijimos nada en el camino, quería que disfrutara su momento y no estuviera cubierto de miles preguntas, pero no dudaba a la noche hacérselas. El ambiente se llenó de mi música preferida: The Beatles. Movía la cabeza al sonido de Lovely Rita, y cuando termino cambio a Maxwell Silver Hammer. Josie solo se reía por cómo me seguía moviendo por el ritmo de las canciones.
- Estuve pensando en nombres del bebe – comento con timidez.
- ¿Ah sí? – conteste sonriendo – Y dime, ¿si es niño?
- Me gusta James…
- Pero James es muy utilizado, ¿Qué tal Maxwell? – señale la estéreo y ella revoleo los ojos.
- No voy a ponerle a mi hijo el nombre de una canción de los Beatles.
- Oh vamos, el chico amara eso. Y si es niña tienes más opciones, pero no Lucy, también está muy usado.
Josie prometió pensarlo y con eso me dejo tranquila. Ninguna de mis hermanas me había hecho caso cuando les elegía los nombres de sus hijos y al menos debía ganar en algo.
Voltee a ver a mi amiga y sonreí, al menos para ella las cosas estaban yendo bien. En cambio, para mí nada era muy bueno: Connor se escapó de clases, Gina seguía en su vida perfecta con Geoff sin importarle sus hijos, Grace y Annie se habían peleado feo y Alice… parecía irritarle estar cerca de mí alrededor, me hablaba de manera cortante y tosca. Iba a preguntarle qué demonios tenia contra mí, porque me trataba como una basura, ¿Qué le había hecho yo para merecer su estúpida actitud hacia a mí? Por suerte, Camila me llevo hacia otra parte antes que pudiera gritarle.
Y con respecto a Gemma y Zayn, estos parecían más alejados estos dos días después del fin de semana. Le pregunte a Gemma que sucedía, pero solo había negado con la cabeza y se había marchado; Zayn tampoco parecía querer contarme, solo miraba hacia el suelo y murmuraba sobre que no quería hablar de ese tema. Sabía que el moreno vendría a mí y me contaría, Zayn jamás me ocultaba una sola cosa en su vida, nunca.
Un sinfín de problemas se avecinaba y yo no estaba lista para dar pelea.


Por más qué llamaba y llamaba, Camila no me contestaba ni una sola vez. Decidí dejarle un mensaje de voz, esperando que a me llamara cuando tuviera el teléfono a mano de una buena vez. Nunca contestaba el teléfono a la primera llamada, quizás a la quinta o sexta, pero había llamado más de quince veces y solo ella podía ayudarme en el maldito trabajo de ciencias políticas. Josie estaba ayudando a Liam con Física y yo no iba a molestarlos. ¿Qué mierda iba a hacer?
Tome mis cosas y decidí ir hacia donde Zayn, era bueno en todas estas cosas y no iba a desaprovechar sus intelectos cuando era mi mejor amigo y tenía una obligación conmigo.
Bajando las escaleras, me encontré con Grace, Christian y los niños, Zoe e Ian. Sonreí en grande cuando la niña de un año y medio camino con pasos cortos hacia a mí y me sonrió medianamente, alzo sus brazos y acate sus pedidos, alzándola.
- Hola Heather – me saludo mi hermana. Mi cuñado imito su acto e Ian solo revoleo los ojos.
- Hola chicos – los salude. Mire a mi sobrino más grande, solo de unos ocho años – Hola come mocos.
- Puta de mierda.
- ¡Ian! – le grito mi hermana, regañándolo.
Solté una sonora carcajada y comencé a hacerle mimos a la pequeña, recibiendo risitas. Escuche que alguien bajaba las escaleras, pensé que era Josie pero me equivoque, solo era Liam. A pesar que nuestras familias se habían unido en un mes, Grace y el resto de mis hermanas no habían tenido demasiado contacto con Liam y Geoff.
- Hola a todos – dijo, mostró una de sus sonrisas de buen chico. Maldito cínico. – Hola, bonita. – alego la mano para tocar a Zoe, pero esta se hecho hacia atrás y lo miro de manera fulminante – Oh, está enojada.
- No, solo que no le gustan los imbéciles – sonreí socarronamente.
- Heather, no pelees con Liam – me reprendió mi madre. Solo revolee los ojos – Hey, tengo las fotos del casamiento de Sophia, ¿quieres verlas? Acompáñame Ian.
Grace asintió sin ganas, poco y nada le importaba el casamiento de mi prima y estábamos en lo mismo. Por suerte mía, Geoff la había acompañado y Connor y yo nos habíamos ahorrado una estúpida boda.
- ¿Y que se cuentan de nuevo? ¿Qué tal las chicas, Liam? – inquirió Christian. Adoraba a mi cuñado, era un gran tipo y quería mucho a mis sobrinos y a mi hermana, pero me sentí traicionada por su sonrisa amistosa hacia mi hermanastro.
- Complicadas, como siempre. – respondió este, sentándose en la mesa al igual que ellos.
- Rechazándolo, como siempre – intervine. Grace me mando una mirada divertida, pero también de advertencia.
- Eso no dijo tu amiga Camila el sábado – replico, sonriendo socarronamente. Hijo de puta. – Ni tampoco Alice, ni tampoco alguien que tú conoces muy bien.
Hijo de la gran puta. Sabía que se refería a mí, lo sabía, pero ¿Qué mierda podía decir en mi defensa? El imbécil era atractivo, muy atractivo y buenísimo en la cama, sin embargo, eso no quitaba que con su maldita personalidad. Lo peor es que Grace capto el mensaje y comenzó a reírse de mí, Christian no tardo en captar y abrir grande los ojos.
- Fue cuando éramos más chicos, ni todavía hermanastros – replique. Me sentía tan humillada que jure venganza contra Payne.
- Tu mamá y Geoff no lo saben, ¿no? – pregunto mi cuñado. Negué con la cabeza.
- Y es mejor que no, se armara un lio tremendo y ni siquiera Connor lo sabe.
La conversación siguió fluyendo sobre el tema del trabajo de Josie, las actividades de Connor y el trabajo de Liam en el taller de su padre. Geoff me había pedido volver varias veces, pero solo lo esquivaba dándole miradas furtivas o frases recargadas de sarcasmo. ¿Volver? Sí, claro. No iba a negar que me encantaba arreglar autos, lo adoraba tanto como a los Beatles, pero no pensaba rebajarme al nivel de tomar su empleo. Además, yo ya me estaba divirtiendo con mi minibús, arreglándola cada vez que podía y disfrutando de ella.
Mi celular sonó con la canción de Drive my car, lo saque de mi bolsillo aun con Zoe en mis brazos y abrí el mensaje.
No evite sonreír, Grace noto mi gesto y me pregunto quién era. Antes que pudiera abrir la boca y decirle que no era nada de su importancia, Liam le contesto por mí.
- Harry Styles, el novio de Heather.
Oh Payne, tú te lo buscaste.


- ¿Así que por eso saliste corriendo de tu casa? – pregunto Harry y luego se echó a reír, burlándose de mí.
¿Para qué le contaba sobre el acoso sobrenatural de Christian y Grace? Tuve que haber corrido en cuanto escuche la bocina de Harry, y le grite como nunca antes para que arrancara, Grace no iba a quedarse satisfecha con las palabras de Liam. ¿Y cuándo se enteraran las tres otras locas que tenía por hermanas? Oh Dios, ni siquiera quería imaginármelas.
Harry me estrecho hacia él, dándome el hermoso calor que sentía a través del tacto de nuestros cuerpos desnudos. No nos habíamos visto en casi todo el día y, por más cursi y tonto que sonara, lo había extrañado bastante. Nos encontrábamos en su casa mientras su madre trabajaba, parecía que esta jamás dejaba su trabajo y a él tampoco le molestaba demasiado; podíamos estar más tiempo juntos, haciendo el amor repetidas veces y sin preocuparnos porque nos escucharan.
- Me dijiste que tenías tarea, ¿quieres que te ayude?
- No tengo ganas ahora – refunfuñe. No quería pensar en la maldita tarea que aún no había hecho.
- ¿Y de que tienes ganas ahora? – murmuro Harry en mi oído.
- ¿Tú qué crees?
Sentí sus caricias por mi cuerpo, debajo de las sábanas blancas de su cama. Solté una risita cuando sus besos comenzaron a depositarse en mi cuello, provocándome cosquillas y la excitación subiéndose. Su cuerpo se posiciono arriba de mí mientras sus manos pasaron por mis pechos, apretándolos y masajeándolos. No evite soltar varios gemidos y jadeos ante el tacto con mi cuerpo. Aún era un misterio para mí como era que Harry podía encenderme tanto, provocar que con unas cuantas caricias y besos ya este a su merced, rogando porque me hiciera suya una vez más.
Sus labios envolvieron los míos, convirtiéndolo en un beso lleno de pasión a la vez que se posicionaba entre mis piernas. Harry entro dentro de mí, haciéndome experimentar el placer en carne y las olas de emociones que revoloteaban por dentro. Las embestidas iban cada vez más rápido, mis gemidos aumentaban al igual que los suyos y cada vez me faltaba más el aliento.
El orgasmo llego justo para los dos, dejándonos experimentar el más increíble de los placeres. Con el poco aliento que me quedaba, me acomode al lado de Harry, refugiándome en sus brazos y bese cortamente sus labios, sonriendo en cuanto termine el acto.
- Ay, Stark, ¿Cómo puede ser que me vuelvas loco? – murmuro contra mis labios, volvió a atraparlos nuevamente. - ¿Qué vamos a hacer con su tarea?
- A la mierda – susurre, sonreí aún más cuando escuche el sonido melodioso de su risa.

{Camila}