TRUST ME. (Harry Styles, Zayn Malik)

Las clases como siempre fueron eternas y horrorosas, la única que valía la pena para Elizabeth era historia y aquel día no la tendría, por lo que se pasó las horas dibujando.
-Dibujas genial - le dijo Niall mirando lo que ella hacía - ¿Quien es?
-No lo se - le respondió ella mirando el dibujo.
-¿Pero es una persona real o te lo has inventado?
Elizabeth le miró sin hacer que decir, estaba segura de haberle visto, por lo que diría que era una persona real, pero nunca había hablado con él y mucho menos había estado si quiera cerca, por lo que no estaba segura de si solo era una invención de su subconsciente.
-Creo que es una persona real - le respondió ella guardando el dibujo.
Niall frunció el ceño pero luego sonrió a su mejor amiga y le pasó un brazo por los hombros. Ella le devolvió la sonrisa.
Cuando acabaron las seis horas y llegó la hora de volver a casa, Elizabeth esperó a su hermano a la salida, como siempre, aunque éste no llegaba y había un montón de gente haciendo un circulo no muy lejos de allí.
-¿Vamos a ver? - le sugirió Niall.
-Vale... - le respondió ella encogiéndose de hombros.
-¡Elizabeth! - escuchó gritar a Liam, desde el círculo - ¡Es tu hermano!
La rubia corrió hacia allí seguida de Niall y se colaron entre la gente, Jack estaba tirando en el suelo sangrando por la nariz y el labio y apenas podía moverse.
Elizabeth no sabía que hacer, había tres chicos pegándole, se quedó paralizada y parecía que el tiempo iba en cámara lenta. Se fijó en que Zayn pasaba entre la gente y apartaba a los tres chicos de Jack, nada más se dieron cuenta de quien era, los tres chicos salieron corriendo y Zayn ayudó a Jack a levantarse, como apenas podía andar, Zayn le cogió en brazos sin esfuerzo.
Elizabeth le miró a los ojos y Zayn le sonrió, indicándole que no pasaba nada.
-Estará bien - le dijo Liam pasándole un brazo por los hombros a la chica.
Ella asintió como si fuera un robot y caminó junto a los chicos.
-¿No deberíais llevarle al médico? - preguntó Niall asustado.
-Le curaremos en mi casa - le respondió Zayn - Ya sabes que en los hospitales te pasas el día entero para nada.
-Tengo... tengo que avisar a mis padres - dijo Elizabeth - Van a preocuparse.
-¿Quieres que te acompañe? - le preguntó Zayn.
La rubia asintió, no quería ir sola y además con Zayn se sentía tranquila y segura. El moreno le indicó a Liam que cogiera a Jack y éste lo metió en su coche, Niall se fue con ellos mientras que Elizabeth y Zayn se fueron en su moto. La chica se abrazó al moreno y sin poder evitarlo, algunas lágrimas se escaparon de sus ojos.
Todo era demasiado. Los sueños, la sangre, aquel chico, la forma extraña de actuar de Jack y Zayn. Más que nunca sentía que no pertenecía allí.
Zayn aparcó en frente de su casa y ella dejó de abrazarle, aunque no quería, se quitó el casco e intentó esconder su cara, no quería que la viera llorar; pero el moreno se daba cuenta de todo.
-No llores, estará bien además mañana cogeré a esos enanos y les amenazaré, no le volverán a hacer daño.
-No es... no es solo eso Zayn, me pasan cosas muy raras últimamente.
-¿Como cuales? - le preguntó el moreno acercándose a ella y posando sus grandes manos una a cada lado de su cabeza, ella agachó la mirada y se mordió el labio inferior, sintiendo que iba a llorar de nuevo.
Zayn posó sus manos ahora en su espalda y la obligó a abrazarle, pasó sus brazos por la espalda de Zayn mientras él pasaba sus manos por su pelo y espalda lentamente.
No dijo nada, simplemente se quedó ahí abrazándola mientras Elizabeth intentaba calmarse. Cuando lo hizo, Zayn la miró profundamente a los ojos y ella sintió mariposas en el estómago, cuando la miraba así sentía como el chico la observaba por dentro e incluso se colaba en su cerebro. Ninguno de los dos apartó la vista, fue Zayn el que hizo el primer movimiento, y fue posar sus suaves labios sobre la frente de la chica. Ambos cerraron los ojos, disfrutando del momento. Finalmente se separaron y caminaron hasta su casa.
Elizabeth picó al timbre con miedo, ¿que iba a decirle a su madre? ¿que le habían dado una paliza a su hermano pequeño y que no le habían llevado al hospital porque Zayn se había empeñado en curarle en su casa? Miró a Zayn, quería que él se encargase de la situación; que lo arreglara.
Zayn le guiñó un ojo y buscó su mano, cuando la encontró, entrelazó los dedos con ella y Elizabeth la apretó con fuerza, no quería soltarle.
La puerta se abrió y su madre les miró con una ceja levantada, luego sonrió al fijarse en que estaban cogidos de la mano.
-¿Qué pasa, cielo? - le preguntó.
Elizabeth miró a Zayn, este le devolvió la mirada y luego miró a su madre.
-Verá, señora... a Jack hoy le han pegado en el instituto - dijo el moreno y Effy se mordió el labio inferior, no quería llorar de nuevo - Pero no se preocupe, por la noche estará aquí. Está perfectamente con unos amigos.
Elizabeth miró a su madre, no le gustó verla embobada mirando a Zayn, pero agradeció que no empezara a gritar o a volverse loca, su madre sonrió y asintió; parecía estar en trance.
Zayn sonrió también y acercó a Elizabeth más hacia él.
-Genial, ¿te vas con él, Elizabeth? - le preguntó.
-Si, voy a ver a Jack - le respondió.
-No volváis tarde.
-No lo harán, no se preocupe - la tranquilizó Zayn.
Su madre asintió mientras ellos caminaban de nuevo hacia dónde estaba la moto de Zayn aparcada, la rubia le miró interrogante pero él simplemente se encogió de hombros y sonrió de medio lado; cosa que la volvía loca.
-Soy irresistible - soltó él, cuando su madre no pudo oírles porque ya había cerrado la puerta.
Effy le pegó en el hombro mientras soltaba una carcajada.
-Eres tonto - le respondió la chica.
-Y te encanto - le dijo Zayn, ella abrió la boca en forma de sorpresa y Zayn le pasó una mano por la mejilla.
Era caliente y reconfortante, en cualquier otro caso se habría asustado porque parecía que Zayn vivía en un estado de fiebre permanente, pero se sentía tan bien que simplemente agachó la mirada y enrojeció levemente.
Zayn posó los labios en la mejilla de la chica, cosa que la hizo estremecerse y luego le dio el casco de la moto, se lo puso y Effy hizo pucheros, le gustaba que la mimara, como si tuviera cinco años.
Nunca se habría imaginado que Zayn era así.
Montaron juntos en la moto y Zayn arrancó, de camino a su casa. Subió la velocidad mientras sentía los brazos de la chica rodeándole, mientras sentía su corazón latiendo tras su espalda.
Su corazón se aceleraba solo con notarla cerca y no estaba seguro de lo que pasaba. Parecía tan débil y frágil que no soportaría que nadie le hiciera daño, porque iba a cuidarla; aunque fuera lo único que hiciera no dejaría que le pasara nada a Elizabeth Pierce.
-¡ZAYN! - la escuchó gritar tras él, por lo que frenó en seco.
Ni siquiera se había fijado en la carretera, una mujer estaba cruzando con el carricoche de su hijo, le miró matándole con los ojos y caminó rápidamente. Notó el corazón acelerado de Elizabeth detrás suyo y como su cuerpo se había tensado.
-Lo siento - murmuró y la notó asentir - No volverá a pasar.
Luego, volvió a arrancar y siguió conduciendo.

Llevaba espiándoles todo el día, había visto lo que le había pasado a Jack - ojalá pudiera haber intervenido - también como él le había cogido la mano, le había dado un abrazo y como le había besado la frente y la mejilla. También había visto la forma en la que le miraba; y eso no le gustaba nada.
Le pegó un puñetazo a uno de los árboles del bosque, estaba enfadado. Luego corrió sin descanso, para desahogarse hasta llegar de nuevo a su casa, había un coche estacionado en frente de la puerta, se colocó su chaqueta y se pasó una mano por sus bonitos rizos.
Subió las escaleras con suma elegancia y luego abrió la puerta, escuchó voces provenientes del salón y sonrió. Estaban allí.
-Lo siento, lo siento - dijo Louis, en realidad no sentía nada - La sociedad no las echará de menos.
Escuchó la molesta risa de Debby junto a Louis en el sofá y le apeteció pegarla. Era tan estúpida.
Si, aquel día odiaba a todo el mundo.
-Hola - saludó y ellos le miraron.
Adam y Anne, sus creadores y prácticamente sus padres, Anne le había convertido hacía ya muchísimos años y le habían cuidado como a un hijo, también a Louis y a Debora, solo que ellos... amaban demasiado la sangre. Les gustaba demasiado ser depredadores medio humanos, disfrutaban matando y a él solo le producía arcadas.
-Hola cielo - le dijo Anne mirándole con esos tiernos ojos azules suyos y caminando hacia él.
Posó sus frías manos en su rostro y le acercó a ella para darle un beso en la frente, claro que él apenas notó que ella estaba fría; puesto que él también lo estaba. La abrazó y aspiró el aroma de su pelo.
Todo se intensificaba cuando eras vampiros.
-Te he echado de menos - le dijo en un susurro.
-Y yo a ti, siento que tuviéramos que irnos. Pero ya todo está bien.
-Me alegro, ¿qué tal por los Apalaches?
-Muy bien, en realidad. También nos pasamos por Florida pero... el sol ya no afecta mi piel como antes - dijo Anne mirándose, Harry rió.
La quería demasiado, era como si fuera su madre real. De echo, no recordaba a su madre biológica, le había abandonado, como todo el mundo.
No sabía a dónde pertenecía, nunca lo había sabido; pero cuando veía la melena rubia y los ojos cristalinos de aquella chica, de Elizabeth; se sentía en casa.
-No quiero más asesinatos, ¿entendido? - dijo Adam - Me parece genial que toméis su sangre pero no que las matéis.
Louis rodó los ojos mientras asentía y Debby volvió a soltar otra de sus risitas.
-Es que estamos muy aburridos sin Harry - dijo la chica, no podía mantenerse callada - Se pasa los días viendo a esa chica.
-¿No puedes cerrar tu maldita boca, no Debora? - le espetó el rizoso - Podías abrirla para otras cosas.
Continuó, echándole una fugaz mirada a Louis.
-Eres un imbécil, ella nunca te hará caso. Ya tiene al chico lobo - continuó ella - Es una zorrita como las demás, tu solo le harías daño.
-¡TE HE DICHO QUE TE CALLES! - le gritó Harry acercándose a ella con las pupilas dilatadas y sus ojos cambiando de tonalidad.
Notó como sus colmillos aumentaban de tamaño y no por olor de sangre, si no por furia. Debora le sacaba de sus casillas, realmente lo hacía.
Debora volvió a reír y Harry se abalanzó sobre ella, antes de poder morderla o arrancarle el cuello con sus propias manos, Adam le separó de ella, quien también había hecho salir sus colmillos. Louis fue quien la sujetó.
-Vale ya, chicos - dijo Anne, con su típica voz calmada - Somos una familia. ¿Que ha pasado, Harry?
-Harry ha estado... viendo o espiando a una humana estos días, solo sé que se llama Elizabeth y tiene apariencia caucásica - les contó Louis.
-¿Humana? Pero... - comenzó Adam, luego miró a Anne, quien le miraba con miedo - ¿Por que la espías?
-No lo sé - les respondió el rizoso - Cuando la veo es como... como si todo estuviera bien. Su cálida sonrisa me hace sonreír, la vida de sus ojos me hace sentir que mi corazón late de nuevo y la forma en la que se expresa es tan... no lo sé, cuando la veo es como si todo tuviera sentido. El que yo no me hubiera muerto, es como si hubiera tenido que seguir vivo para conocerla.
Debora volvió a reír, de verdad se estaba jugando que le clavara una estaca al anochecer, pero no lo haría, porque hablar de Elizabeth le reconfortaba.
Ya no podía enrojecer, pero sonrió tímidamente.
-Eso es imposible - escuchó decir a Adam.
-Bueno, ha habido casos en los que vampiros se... fijan en humanos.
-Los vampiros no pueden enamorarse - dijo de repente Debora, con su voz de suficiencia. Claramente ella no estaba enamorada de Louis, solo pensaba en sí misma.
-Yo amo a Adam - le respondió Anne.
-No es amor de verdad - soltó la chica antes de levantarse del sofá - No pienso quedarme a escuchar más tonterías sobre amor. Eso no existe.
Salió del salón y Louis en seguida la siguió. Harry permaneció mirando a la nada, ¿porque querían saber tanto de Elizabeth? Él ya sabía que era imposible. Ella nunca le querría, ella ya tenía a otro. Zayn era mejor para ella.
Pero no quitaba el hecho de que, aunque no pudiera dormir, soñara despierto con ella.
Y aunque su corazón no pudiera latir, se aceleraba con tan solo pensarla.
-Harry, ¿esa chica... has hablado con ella? - le preguntó Adam.
-No, pero ella... ella me ha dibujado - les respondió - Ella me dibujó antes de que llegara al pueblo. Vio mis ojos.
Anne volvió a mirar a Adam con el ceño fruncido.
-Todo esto es muy raro - dijo Anne, las leyendas que pasaban por su mente... no quería creérselas.
-Lo sé - le respondió el rizoso - Es como si... como si estuviera conectado con ella.
-Podrías hablar con ella.
-Tengo miedo, tengo miedo de hacerle daño... nunca me lo perdonaría.
-No le harás daño, cielo - le dijo Anne posándole una mano en la rodilla - Yo confío en ti.
-De todas formas ella está enamorada de un hombre lobo - añadió Harry - Ahora se pasan el día juntos, solo que ella aún no sabe que él es... bueno, un licántropo.
Anne abrió mucho los ojos y volvió a mirar a su amante, aquello no podía ser, se sintió desmayar - cosa que era imposible ya en ellos - y tragó saliva. Un vampiro, una humana y un hombre lobo; tres almas sin rumbo destinadas a entrelazarle, con un final que no acabaría bien para ninguno.
Miró a Harry y el rizoso pudo notar el miedo en ellos, no era tonto y además la conocía demasiado bien.
-¿Algo va mal? - le preguntó a Anne.
-No cielo, no pasa nada, sube a tu cuarto.
Harry asintió sin hacer preguntas, si Anne le mandaba subir a su cuarto sin dar explicaciones era por algo, aun así la curiosidad le carcomía. ¿Por qué tanto misterio? Quizá debía olvidarse de Elizabeth, mudarse a algún otro lugar a dónde ella no le encontrara, donde estuvieran lo bastante lejos para que ella pudiera tener una feliz vida con el licántropo. Porque con él nunca sería feliz.
Se sentó en su cama y tras quitarse los zapatos, se echo boca arriba en ésta, mirando hacia el techo, no podía llorar pero quería hacerlo.
La quería, quizá Debby y Louis no le creyeran y quizá Anne y Adam tampoco lo hicieran, pero quería a aquella chica como nunca en su vida querría a nadie.