"El dueño de mi corazón" (Skandar Keynes & tú)

Parte 1 ♥
Al terminar de comer solo me abrazo y yo a él, así nos quedamos unos minutos sin nada que decir, solo en un silencio perfecto. Luego Skandar se tuvo que irse, me dio un dulce beso en mis labios yo me despedí de él, pero antes...
SK: quieres que te diga una cosa.
Y: ¿sí?
SK: vine aquí con dos propósitos. El primero ya lo cumplí y el otro pues me falta.
Y: ¿de qué se trata?
SK: ¿quieres ser mi pareja para el baile del sábado? -sonriendo- si aceptas seré el hombre más afortunado de la fiesta.
Y: -le sonreí- si
SK: -me abrazo- no sabes cuánto te quiero.
Y: -en sus brazos- y yo a ti -le di un último beso en sus labios-
SK: hasta mañana, adiós -yendo hacia las gradas-

Me despedí con la mano a lo lejos y fui a mi habitación. No podía creer que Skandar hubiera hecho eso, él era especial en definitiva, nunca creí que un chico me podía hacer tan feliz.


Parte 2 ♥♥

El viernes me levante bastante contenta, tomando en cuenta que solo tendría clases en la mañana y eso era un gran consuelo para mí. Salí feliz a tomar clases de matemáticas a primera hora junto a Anne.

La mañana nunca había pasado tan rápida y no solo para mí, sino para todos los estudiantes del College. Todo caminábamos por los pasillos con un increíble buen humor hasta que a las 12 del día todos muy contento salimos a almorzar sabiendo que no debíamos volver a clases, Anne y yo salimos riendo del College a comer algo en el centro de Cambridge y luego fuimos a la estación de trenes para ir a mi casa. En eso habíamos quedado Anne y yo en ir a Londres para comprar los vestidos allí y por supuesto Anne dormiría en mi casa; papá estaba entusiasmado de conocerla.

A medio camino de Londres Skandar me mandó un mensaje de texto preguntándome ¿Dónde estaba? Y yo me sentí tan mal porque no le había contado que estaba camino a Londres, así que con bastante tino le conté y le dije que nos veríamos mañana en el baile.

Al llegar a Londres, Charlie nos estaba esperando en la estación de tren como papá lo había dicho y nos llevó directo a nuestra casa.

Al llegar a casa lo primero que hice fue presentar a Anne y mi papá y luego subimos corriendo a mi habitación donde pusimos música y empezamos a hacer ruido divirtiéndonos como dos niñas pequeñitas.

Luego de un momento de locura decidí que sería genial mostrarle los alrededores de Highbury a Anne, así que nos pusimos unos abrigos y salimos a caminar. Fuimos a tomar un poco de café y simplemente caminamos, caminamos y caminamos sin un rumbo fijo, riendo haciendo confidencias conociendo hasta lugares que ni yo mismo los había visto, fuimos a casa aproximadamente a las 6 de la tarde y le pedimos el auto a papá para salir al centro de Londres ya que mi casa no era tan lejos del centro.

Fuimos a un centro comercial y vimos algunos vestidos, Anne se enamoró de un vestido verde esmeralda hermoso,

a ella le favorecía bastante el color y como era muy blanca y ojos azules en verdad se le veía espectacular así que le apoye que se comprara el vestido, en cambio yo no encontré nada que me agradara lo suficiente como para comprarlo.

Fuimos a comer algo y volvimos a casa, vimos una película y nos quedamos completamente dormidas.
A la mañana siguiente nos despertamos pronto, nos bañamos, cambiamos y fuimos a Londres a buscar nuestra ropa restante. Al llegar al centro comercial decidimos comer algo ya que habíamos salido corriendo de casa y luego fuimos de tienda en tienda por Carnaby Street,

no encontraba nada que me pudiera agradar, o que me queda lo suficiente bien como para comprarlo, y ya me estaba desesperando ya que solo teníamos hasta el medio día ya que a las 2 de la tarde debíamos estar en Cambridge en la peluquería que Ashley nos había sacado los turnos para ponernos guapas.

Cuando ya estaba desistiendo encontré un hermoso vestido largo de color café muuuy clarito o tal vez puede ser también color piel,

que en realidad me encanto, y la chica que nos atendía me dio unos hermosos zapatos que hacían juego con este; pague todo muy contenta y decidimos comer algo antes d ir a la estación de trenes para ir a la universidad.

Al llegar a la universidad fuimos directo a la habitación de Ash, pero cuando llegamos se encontraba su compañera Taylor, así que dejamos los vestidos y los zapatos y fuimos con ella a la peluquería.

Allí se encontraban todas las chicas algunas ya estaban pintándose las uñas otras lavándose el cabello, nosotras cuando llegamos lo primero hicimos fue hacer que nos arreglaran las uñas, era una de las cosas que más me gustaba, con las demás chicas disfrutamos mucho del momento de estar en la peluquería.

Anne recogió su cabello en un elegante moño en lo alto de su cabeza que le quedaba muy bien, Ashley recogió su cabello en una especie de coleta a un lado con churitos que le caían, Rosie recogió la mitad de delante de su cabello y lo de atrás era suelto y yo deje suelto mi cabello en unas suaves ondas.

Cuando salimos de la peluquería todas estábamos en el mini departamento de Ashley y su compañera Taylor, corríamos por todos lados, buscando nuestras fundas donde se encontraban los vestidos para cambiarnos, y nuestros zapatos estaban regados por todos lados ya que habíamos sacado para mostrarlos entre nosotras. Faltaban 15 minutos para estar en el salón principal del College y nosotras corríamos por todos lados.

A las 5 de la tarde que era la hora de encontrarnos con los chicos en la entrada del salón principal estábamos saliendo del mini departamento de Ashley.

Cuando llegamos vi a Skandar de lejos le sonreí y me quede parada esperando que él se acercara a mí. Skandar se acercó a mí con una sonrisa misteriosa y era como si no me conociera, yo solo lo mire detenidamente esperando a ver que hacía él. Cuando estuvo cerca de mí se acercó muy disimuladamente y me dijo:
SK: Señorita ¿cree usted que mi novia se enojara si le diera un beso? –mientras decía esto veía a otro lado haciéndose como que hablaba conmigo-
Y: supongo que soy yo, no se enojaría –y reí-
Se acercó a mí y me dio un tierno beso en la boca.
SK: estas hermosa –sonriéndome-
Y: ¿enserio? –Dudando un poco por su afirmación-
SK: claro que sí, no te viste al espejo –y me volvió a dar otro beso- entremos ya es hora.
Entrelazo sus dedos con los míos y me condujo al salón principal a tras de Rosie y Spencer.