Lloverá |Zayn Malik y tu| |TERMINADA|

Zayn, no se movía de aquel lugar, la lluvia ya había cesado, pero la tristeza y la amargura no. El moreno se levantó de el árbol y caminó hasta su auto, lo encendió y se dirigió a un bar. No quería llegar a su casa y encontrarse con la realidad de frente. Estacionó el auto y logró ver "The Garage" en luces de neón y decidió entrar. Al entrar vio un lugar que encajaba perfecto en los lugares que debía frecuentar, era un sitio acogedor. Se sentó en la barra y la mesera no tardo en llegar. Cabello castaño, ojos color chocolate, estatura alta, pestañas largas, cejas delgadas, nariz perfilada, labios carnosos, cintura estrecha, la mesera era muy guapa.
—Hola, ¿puedo tomar tu orden? -dijo sacando una libretita.
—...Perdí a mi verdadero amor, que me recomiendas? -preguntó irónico Malik.
—Ehh no lo sé, tal vez un whisky doble estaría bien. -añadió en una sonrisa.
—Buena elección... y sin hielo por favor. -la chica no tardo en llegar con el pedido de Zayn, lo entregó y el moreno solo se dispuso a beberlo de un solo trago, pidió otro y así sucesivamente hasta llegar al número nueve.
—Hemos convivido unas cuantas horas, como te llamas? -le preguntó a la mesera.
—Abigail Johns, pero puedes decirme Abby, y como es tu nombre?
—Ya ni lo recuerdo. -rió a carcajadas el moreno, el alcohol ya hacía efecto.
—No creo que pueda servirte más, estas en pésimas condiciones, tu casa queda lejos? -preguntó Abby.
—En mi billetera esta la dirección, puedes tomarla si quieres. -la chica llevo su mano hasta el bolsillo trasero del pantalón de Zayn y saco su billetera, la abrió y una foto se hizo presente, era él y ______ en una tierna foto, la chica sintió curiosidad de saber quien era aquella chica pero en el estado de Zayn ni su nombre sabía. Encontró la dirección y no era tan lejos.
—El bar cerrará en una hora, crees que puedas esperar hasta que mi turno terminé y luego llevarte a tu casa?
—Yo puedo conducir solo. -reprochó el moreno.
—Claro que no, ocasionarías un accidente de transito, estas muy ebrio. -Zayn no discutió, eso era cierto, se dispuso a esperar hasta que la chica terminara su trabajo.


_____ Williams, la pequeña Williams estaba en su cuarto lamentándose haber conocido al chico de ojos color ámbar, "Y pensar que todo fue tan perfecto" se dijo a si misma. Decepcionada por el mundo seco sus lagrimas y se lanzó a su cama, debía dormir.

Los días pasaron rápidamente, Williams caminaba por los pasillos de Hellerton ignorando toda señal de abatimiento, unas cuantas veces había visto a Emma sonreirle cinicamente, la castaña hacía caso omiso a todos estos gestos que le estrujaban más y más el corazón, recordar que fue engañada no le hace bien a nadie.
A Malik lo había visto seis veces, y si, las contaba, verlo era tan doloroso como pensarlo, todo eso hacía de su vida miserable, Zayn había intentado acercarse pero cada vez que tenía intenciones de hacerlo la chica huía despavorida, no quería volver a tener ningún contacto con él, hasta había tomado medidas drásticas, ella sabía perfectamente que iban a acudir a la misma universidad, juntos lo habían planeado, pero ella ya había enviado su curriculum a la universidad de Los Angeles, California. Quería estar lo más apartada de todo esto, quería olvidar, olvidarlo a él y este trago amargo que tuvo que vivir. Caminó un poco más y entró al auditorio, la graduación estaba por comenzar y ella debía dar el discurso. Salió al escenario con miles de ojos observándola, en especial un par.

—Hoy termina un ciclo muy importante, la adolescencia es aquella etapa en la que cometemos errores, y vaya que muchos -una risita se escuchó por parte del alumnado- pero todos esos desaciertos son parte de lo que somos ahora, sin esas fallas no seríamos nosotros mismos, así que es hora de equivocarse, de tomar el camino erróneo y disfrutar, es hora de hacer todo lo que siempre quisieron, astronautas, vaqueros, estrellas de rock vivan y no teman, enamorense -y una sonrisa amarga salió de sus labios- cometan todos los errores que quieran... porque de ellos se aprende. Gracias. -los aplausos inundaron el lugar, todo esto le causaba melancolía, dentro de unos días ella ya no estaría aquí. Bajo del escenario y se sentó junto a Caty y Mel que le brindaban su mas grande apoyo con una de sus sonrisas. El director subió, con todos los maestros y empezaron a llamar a los graduados. Todos los nombres de sus compañeros se hicieron presentes, la chica escuchaba atentamente la conversación de Caty y Mel hasta que un nombre en especial llamó su atención.
—Zayn Malik. -la castaña giró en dirección norte, hasta ver esa cabellera que reconocería en cualquier lugar, tomaba su diploma, le sonreía a la foto y bajaba, a diferencia de todos el moreno tomó con desgano su diploma, le hizo una mueca a la cámara y bajo del estrado. Cuando te enamoras por primera vez, te enamoras de verdad, y la castaña era la prueba contundente de aquellas frase, estaba irrefutablemente enamorada... eso era lo que mas se lamentaba.
—_____ Williams. -el turno de la morena seguía, se levantó de su silla y caminó orgullosa, recibió su diploma después de un apretón de manos con el director de la preparatoria, solo faltaba algo, esos fuertes brazos levantándola por los aires, diciéndole "Felicidades" con una sonrisa en el rostro. Sacudió su cabeza para disolver aquellas ideas que proponía, su mente y su corazón debían aceptar que solo fue engañada, nunca hubo amor se repetía miles de veces en su interior. Lo ideal sería tener el corazón en el cráneo y el cerebro en el pecho. Así, pensaríamos con amor y amaríamos con inteligencia. La ceremonia se dio por concluida, los estudiantes ya habían recibido su reconocimiento ahora todos estaban reunidos con sus familias.

—Felicitaciones. -dijeron atrás de Williams. La morena se volteó encontrándose con una sorpresa inesperada.
—¡Josh! -dijo la castaña en un gritito, ver a su hermano después de tanto tiempo. ______ lo aceptaba, aunque su hermano se comportara como un tonto ella lo amaba.
—Pequeña, he venido desde muy lejos para verte graduada. Me la debes. -sonrieron ambos, sus padres se acercaron.
—Chicos, vamos, vamos a perder la reservación. -los hermanos Williams se engancharon de brazos y juntos fueron hasta el auto, un elegante almuerzo los esperaba. Llegaron a 1880 at the Bentley Kempinski, a su padre le costó un poco conseguir una reservación pero sus contactos lo lograron.
—Es hermoso, no debieron hacerlo...
—Claro que sí, hasta tu hermano pidió permiso en la universidad. Esto hay que celebrarlo. -expresó su padre.
—La universidad, no me lo recuerdes. -dijo Josh frustrado.
—Y... hablando de universidad. Tu a cual irás? Aquí en Londres hay unas muy buenas...
—No, no, ya envié la solicitud a la universidad de Los Angeles, en un par de días me enviaran la respuesta. -dijo la morena.
—No te parece que es muy lejos, no nos podrás ver... Estas segura? -cuestionó su madre.
—Si, ese es mi futuro. -dijo convenciéndose a si misma que a sus padres. La tarde pasó en familia, de vez en cuando Josh contaba las anécdotas de sus pocas semanas en la universidad, la castaña solo se imaginaba lo que ella viviría dentro de poco. La noche llegó y junto a ella el baile de graduación, el gran cierre de lo que fue la secundaria. _____ abrió su guardarropa para buscar el atuendo que luciría hoy, cuando lo abrió lo único que pudo ver fue aquel vestido blanco, ese que traía malos recuerdos.

"Te amaría más si te viera con ese vestido", "Pareces un ángel".

Idiota. Se dijo a sí misma. Miró con tristeza el vestido, busco la caja en la que venía envuelto y lo guardo, luego se encargaría de eso. Saco el vestido que su hermano le obsequió, era azul eléctrico, corto, mas arriba de las rodillas, se lo puso, se miró al espejo y le gustó lo que vio. Esta noche nada ni nadie la iba a arruinar.