you're my wonderwall - Niall Horan & Tú - TERMINADA.

Después de aquel beso todo fue diferente. Él bailó contigo y no se te despegó en ningún momento. Si alguien se acercaba lo alejaba con gruñidos o con tres palabras que no lograbas escuchar. No sabías qué estaba cambiando pero los dos estaban pensando diferente y eso se notaba en la manera que él tenía su mano en tu cintura. Te daba leves caricias de vez en cuando o te apretaba contra él con una pequeña sonrisa. Estabas dudando si él lo hacía porque estaba borracho o porque de verdad le habías abierto los ojos y se había dado cuenta que habías estado mandándole indirectas.

—¿Nos vamos a casa?—le susurraste al oído.

—¿Qué hora es?—preguntó apretándote contra él de una manera placentera.

—Van a ser las cinco.

—Oh, vámonos, es tarde—asintió.

Se despidieron de la gente que aún tenía ganas de fiesta y se iban a quedar más, y salieron fuera donde un taxi ya los esperaba gracias a Dios. ¡Hacía mucho frío y con ese vestido ibas a congelarte si tenías que haber esperado! Al subir Niall dio la dirección y se marcharon. En todo el camino Niall estuvo balanceándose de un lado para otro mientras que reía, la verdad era que estaba más borracho de lo que parecía.

—Dios Niall, estás muy borracho—reíste aunque en realidad no era nada divertido.

—Lo sé, soy consciente de ello o bueno, algo, no sé—se encogió de hombros—, quiero ir a casa y meternos a la cama para abrazarnos y calentarnos, tengo frío brrrrrr.

—Sí, yo también—asentiste dando un bostezo.

El camino fue corto así que por suerte llegaron rápido. Después de pagar al taxista se metieron a la casa con rapidez ya que hacía frío. Como bien esperabas, estaba todo en silencio y a oscuras ya que Bobby seguramente estaba dormido. Le hiciste una seña a Niall para que no hiciera ruido y empezaron a subir las escaleras. Más de una vez te caíste por tirar de Niall pero valió todo la pena ya que cuando entraste a su habitación él se tiró directamente a la cama y te dejó respirar un rato.

—No te vayas, vamos a dormir juntos—habló de pronto.

—Niall, no puedo dormir aquí porque tu familia pensará mal—suspiraste cansada—duérmete y así yo también me iré, estoy cansada y me duele la cabeza.

—Aquí conmigo—palmeó el sitio libre que quedaba en la cama.

—Me voy a cambiar—hablaste.

—¡No!—se levantó de la cama con rapidez—Sé que si te vas ya no volverás, te conozco. Vístete con algo mío.

—Niall, no, eres imposible—bufaste.

Con Niall casi pegado a tu culo, te cambiaste de ropa con rapidez y te metiste a la cama dando un suspiro de alivio. Los pies te dolían y sentías como todo tu cuerpo vibraba, hacía tiempo que no salías hasta estas horas de la madrugada y tu cuerpo estaba más cansado, te sentías una vieja. Niall estaba a tu lado sin decir nada, miraba el techo y hacía sonidos raros que en esos momentos te exasperaban, querías estamparle algo contra la cara para ver si se callaba.

—Niall, cállate, eres desesperante—gruñiste.

—Pero me quieres, ¿cierto?—se puso de lado enredando sus piernas a las tuyas.

—Sí, ahora duerme, vamos—asentiste sin darle importancia mucho a lo que él decía.

—¿Puedo besarte?—preguntó.

—Sí, ahora duerme—aceptaste sin ni siquiera enterarte de lo que te había preguntado.

Cuando sentiste que Niall te estaba dando la vuelta lo miraste con pánico, ¿qué intentaba hacer? Gemiste con desesperación al darte cuenta que se estaba acercando tan peligrosamente a tu boca. Lo peor de todo era que estabas hipnotizada mirando esos ojos azules algo brillantes y esa boca tan rosada y que se veía tan, tan jugosa. Le empujaste un poco pero fue en vano porque al final caíste y acabaste besándolo de nuevo. No querías besarlo ya que te había quedado claro que todo había sido una pequeña confusión … pero ahora que se estaban besando, la “pequeña confusión” estaba volviendo. ¿Por qué le correspondías con tantas ansias al beso cuando solo lo veías cómo un amigo? ¿Por qué te estaba gustando y querías más?

—Niall … espera, no—te separaste de él un poco al sentir que sus manos se colaban en tu camiseta y las paseaba por tu espalda desnuda—, es rápido.

—¿No?—negaste una vez más con temor de que se enfadara—No, vale, está bien. ¿Dormimos abrazados? No quiero, bueno, estoy un poco borracho y creo que se me ha ido de las manos todo, mañana hablaremos, ¿vale? Tengo cosas que decirte, por eso hicimos este viaje.

—Bien, mañana hablamos—te colocaste entre sus brazos y diste un suspiro—, buenas noches Nialler.

—Buenas noches pequeña—te besó la frente.

El sueño lo conciliaron bastante rápido los dos por suerte. Niall se durmió primero y después seguiste tú, tardaste como media hora ya que en tu cabeza estaba lo que te había dicho Niall. ¿De qué iban a hablar? ¿Qué iba a decirte? ¿Era lo que creías o te estabas haciendo falsas esperanzas? Sonreíste emocionada pero decidiste dejar esas tonterías y dormirte, él podría decirte muchas cosas que en ese momento ni siquiera se te pasaba por la cabeza, era mejor pensar de otra forma para no llevarte una decepción si es que él no te decía lo que tú esperabas y querías.

—¡Niall, buenos días!—entró Bobby en la habitación—Levanta chico, son ya casi las dos de la tarde, ¡tienes que comer algo! Oh mierda, ¿_____(TN)? Lo siento, no quería molestar.

—Buenos días Bobby—bostezaste—, no, no molesta. Nosotros nos quedamos dormidos cuando estábamos hablando, no se preocupe. No ha pasado nada, no se me ponga rojo.

Al ver que el padre de Niall estaba avergonzado y totalmente rojo, te levantaste de la cama confirmándole que estabas vestida y que ahí no había pasado nada. Para dejarlo muy, muy claro, destapaste a Niall y se vio que él también estaba … vestido o por lo menos normalmente con lo que dormía que esta vez eran unos pantalones largos negros de pijama. Empezando a sentir tú también la vergüenza, golpeaste el pie a Niall y éste despertó con gruñidos.

—Váyanse, quiero dormir—gruñó tapándose de nuevo hasta la nariz.

—He preparado comida, tu preferida—habló Bobby divertido.

—¿Enserio? ¿¡No me mientes!?—exclamó Niall ahora más despierto que nunca.

—No miento, también está Greg y su novia Alice, ¡muévete!—rió saliendo de la habitación.

Ahí había una comida familiar y ustedes dos durmiendo. Al ver que Niall todavía pensaba dormirse, le golpeaste con una almohada y te metiste al baño para limpiarte la cara y hacer algo con tu pelo que en ese momento estaba apuntado a casi todas las direcciones, tu pelo no era de una dirección, nunca lo había sido. Al salir viste que el rubio estaba cogiendo una camiseta con pereza para ponérsela.

—Buenos días—lo saludaste más animada ya que te acordaste de lo que Niall te había dicho antes de dormirse. Ahora lo importante era si él se acordaba de todo.

—Buenos días—balbuceó bostezando—, ¿has dormido bien? Me siento mal, joder.

—Te entiendo, has bebido mucho, no sé cómo no entraste en coma—te burlaste divertida—¿cómo una persona tan pequeña aguanta tanto alcohol?

—¿Yo pequeña?—abrió los ojos ofendido—¡Ya verás tú!

Con rapidez te cogió en brazos y te montó en su espalda como si fueras un saco de patatas, riendo gritaste e intentaste bajarte pero él estaba saliendo de la habitación para dirigirse a las escaleras. Le pellizcaste la espalda pero él ni siquiera se inmutó, empezó a bajar las escaleras mientras que toda la sangre de tu cuerpo se te acumulaba en la cabeza. Al llegar a la sala todos los presentes los miraban sin saber qué pasaba.

—Me llamó pequeño—se excusó Niall.

—¡Tú siempre me llamas pequeña y yo no te hago nada de esto!—protestaste.

—Porque no podrías hacerme algo así—rió él dejándote en el suelo.

—Hola—saludó Greg—, buenas tardes.

—Hola hermano—rió Niall—, hola Alice.

—Hey rubio—saludó ella.

Comieron entre risas y chistes, Greg y Niall juntos eran muy divertidos, por algo eran hermanos. Alice al principio había estado más tímida pero después todos acabaron riendo. Al terminar, recogieron entre todos y el rubio te cogió para ir de nuevo a la habitación donde se sentaron en la cama. Él quería decirte algo pero no se atrevía.

—Anoche sé que te dije que hablaríamos, ¿verdad?—asentiste—Y también nos besamos, no es la primera vez que lo hacemos, ¿raro verdad? Somos amigos pero nos hemos besado dos veces, ¿crees que pasa algo raro cierto? Yo por lo menos lo pienso. No sé, tal vez me parezca solo a mi pero hay sentimientos retorcidos por ahí y no creo que es bueno tenerlos así, nunca se sabe cómo se pueden retorcer más y tal vez estropeará todo lo que tenemos.

—¿A qué te refieres?—preguntaste sin entender.

—No sé, la verdad es que no sé—suspiró tumbándose—, no quiero arruinar esta amistad pero tampoco puedo esconder mi atracción por ti. No sé en qué momento me has empezado a gustar pero míranos ahora, ni parecemos nosotros.

—¿Cierto?—suspiraste tumbándote al igual que él—¿Y qué propones hacer?

—Mira, no tengo tiempo para dedicarme a una chica en totalidad y por eso no he querido tener novia … pero no puedo mentir, me gustas y no pienso esconderlo. Los dos nos conocemos mucho y pasamos tiempo juntos, creo que tal vez … ¿suena raro cierto? Es hasta estúpido, lo siento, no sé lo que digo.

—¡Continúa!—le gruñiste.

—¿Podríamos … intentar ser algo más para ver cómo funcionamos? ¿Novios? ¿Tal vez …?—se aclaró la garganta sonrojado. Lo miraste sorprendida, no habías pensado que Niall sería tan atrevido pero ahora que lo había soltado, te parecía bien, de hecho sonaba genial.

—¿Novios que se dan besitos y hacen el amor? ¿Novios así?—preguntaste inocentemente mientras que le pasaste la mano por el pecho.

—Lo de los besitos … seguro—asintió—hacer el amor eso ya depende de ti.

—Uhmmm, te tengo en mis manos entonces—reíste.

—¿Crees que será raro?—preguntó mirándote dudoso.

—Supongo que al principio sí, tenemos que hacernos la idea, ya sabes—suspiraste—, creo que los chicos se quedarán estupefactos cuando se enteren. ¿Crees que hacemos mal?

—Yo creo que no—susurró cerca de tus labios—, si eres mi amiga no te puedo besar y acariciar, y eso no está bien porque amo besarte. Y desde ahora nos daremos muchos besos.

—¿Sí? ¿Muchos, muchos?—le diste un corto beso.

—Muchísimos—rió juntando tus labios con los suyos en un beso apasionado.