Conectarse
Últimos temas
miembros del staff
Beta readers
|
|
|
|
Equipo de Baneo
|
|
Equipo de Ayuda
|
|
Equipo de Limpieza
|
|
|
|
Equipo de Eventos
|
|
|
Equipo de Tutoriales
|
|
Equipo de Diseño
|
|
créditos.
Skin hecho por Hardrock de Captain Knows Best. Personalización del skin por Insxne.
Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
Fallen "oscuros" (James Maslow & tu) terminada
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
Página 5 de 6. • Comparte
Página 5 de 6. • 1, 2, 3, 4, 5, 6
Re: Fallen "oscuros" (James Maslow & tu) terminada
gisell, soy una mala lectora :lloro: sorry pero todos estos meses estuve hasta el cuello con trabajos y cosas del cole pero ahora creo que voy a tener un chance de comentar tus caps... love you beka :bye:
Beka $anto$
Re: Fallen "oscuros" (James Maslow & tu) terminada
hOla!! Beka, claro que no eres mala lectora soy la pésima escritora, pero lo que si les digo es que esta nove ya terminara y les pondré el link del segundo libro, claro no me justifico pero por eso fue que tarde, estuve en unos proyectos así... etc. Pero saludosssssssssssss! y
gisell portilla
Re: Fallen "oscuros" (James Maslow & tu) terminada
Capitulo 16
En Polvo II
-Suena como si tú no estuvieras muy feliz con la idea,-
ella dijo, sintiéndose inmediatamente estúpida por jugara la recatada. Ella
solo había querido molestarlo por haber sonado un poco celoso, pero su rostro y
su tono era muy serios.
-Él no es--James comenzó a decir. Él miró un halcón de
cola colorada aterrizar en un roble sobre sus cabezas. -Él no es
suficientemente bueno para ti- había escuchado a gente decir esa línea miles de
veces antes. Era lo que todos siempre decían. No suficientemente bueno.
Pero cuando las palabras salieron de los labios de James, ellas sonaron
importantes, incluso de alguna forma verdaderas y relevantes, no vagas y
desdeñosas en a forma en que la frase siempre había soñado para ella en el
pasado.
-Bueno, entonces,- ella dijo en una voz suave, -¿Quién
los es?-
James puso sus manos en sus caderas. Él rio para sí mismo
por un largo rato. -No lo sé,- dijo finalmente. -Esa es una pregunta terrible.-
No exactamente la respuesta que __________ estaba
buscando. -No es como si fuera tan difícil,- ella
dijo, hundiendo sus manos en sus bolsillos porque quería acercarse a él.-ser suficientemente bueno para mí.-
Los ojos de James se vieron como si estuvieran decayendo,
todo el violeta que había estado en ellos hace un momento de tornó en un
profundo, oscuro avellana. -Sí,- él dijo. –Sí lo es.-
Él sobó su frente, y cuando lo hizo, su pelo se fue hacia
tras solo por un segundo. Lo suficiente. __________ vio una costra en ella.
Estaba sanando, pero __________ pudo adivinar que era nueva.
-¿Qué le pasó a tu frente?- ella preguntó, acercándose a
él.
-No lo sé,- él espetó, empujando lejos su mano, tan
fuerte que ella trastabilló hacia atrás. -No sé de donde vino.-
Él parecía más intranquilo por ella que lo que __________
estaba, lo cual la sorprendió. Era solo un pequeño rasmillón.
Pasos en la grava tras ellos. Ambos se giraron.
-Te dije, no la he visto,- Molly estaba diciendo,
soltándose de la mano de Kendall mientras subían por el cerro del cementerio,
-Vámonos,- dijo James, detectando todo lo que ella
sintió- ella estaba casi segura de que él podía- incluso antes de que ella le
lanzara una nerviosa mirada.
Ella supo donde estaban yendo tan pronto como comenzó a
seguirlo. Tras el gimnasioiglesia y dentro de los bosques. Justo como ella
había esperado su postura de saltar la cuerda antes de haberlo visto trabajar
antes, justo como ella había sabido sobre ese corte antes de verlo.
Ellos caminaron al mismo paso, con pasos justo del mismo
largo. Sus pies golpeaban el pasto al mismo tiempo, cada vez, hasta que
alcanzaron el bosque.
-Si tú vas a un lugar más de una vez con la misma
persona,- James dijo, casi para si mismo, -Supongo que no es solo para ti nunca
más.-
__________ sonrió, honrada al darse cuenta de lo que James
estaba diciendo: que el nunca había estado en el lago antes con nadie más. Solo
ella. Mientras ellos recorrían el bosque, ella sintió la frialdad de la sombra
bajo los árboles sobre sus hombros desnudos. Olía igual que siempre, como la
mayoría de los bosques costeros de Georgia lo hacían: una esencia de manto de
roble que __________ solía asociar a las sombras, pero que ella ahora asociaba
a James. Ella no debería sentirse segura en ningún lugar después de los que
había pasado con Todd, pero cerca de James, __________ sintió como si ella
estuviera respirando tranquila por primera vez en días. Ella tenía que creer
que él la estaba trayendo de vuelta debido a la forma en que él se había
alejado de ella tan repentinamente la otra vez. Como si ello necesitaran una segunda
oportunidad para hacerlo bien. Lo que había comenzado sintiéndose como su primer
tipo de casi-cita se había transformado en __________ sintiéndose
lastimosamente plantada. James debería haber sabido eso y sentido mal por su
tormentosa escapada. Ellos se acercaron a la magnolia que marcaba el punto de
avistamiento del lago. El sol dejaba un trazado dorado el agua a medida que se
esquinaba en el bosque hacia el oeste. Todo se veía tan diferente en la tarde.
Todo el mundo parecía brillar James se apoyo en el árbol y la observó mirar el
agua. Ella se movió para pararse junto a él bajo las cerosas hojas y las
flores, las cuales deberían haber estado muertas para esta época del año, pero
se veían tan frescas y puras como flores de primavera. __________ respiro la
esencia almizclada, y se sintió más cerca de James que si ella hubiera tenido una
razón- y amo que ese sentimiento pareciera venir de ninguna parte.
-No estamos exactamente vestidos para nadar esta vez,- el
dijo, apuntando hacia el vestido negro de __________.
Ella tocó el delicado dobladillo en ojal en sus rodillas,
imaginando la consternación de su madre si ella arruinaba un buen vestido
porque ella y un chico querían bucear en el lago. -¿quizá solo podemos meter
nuestros pies?-
James se movió hacia el camino de pasos rojos que llevaba
hacia el agua. Ellos treparon sobre unas gruesas, leonada cañas y pasto del
lago y usaron los troncos retorcidos de los robles para mantener su balance,
aquí, la arena del lago se trasformaba en guijarros. El agua se veía tan
quieta, que ella sintió casi como si pudiera caminar sobre ella. __________ se
saco sus ballerinas (zapato plano) negras y barrio la superficie cubierta de
flores de lis con los dedos de sus pies. El agua estaba más helada que como
había estado el otro día. James arranco una hebra de pasto del lago y comenzó a
trenzar su grueso vástago.
Él la miró. -Alguna vez piensas en salir de aquí--
-Todo el tiempo,- ella dijo con un quejido, asumiendo que
él lo decía porque se sentía igual. Por supuesto, ella quería irse tan lejos de
Espada & Cruz como fuera posible. Cualquiera lo haría. Pero ella trató al
menos de mantener su mente lejos de girar alrededor fuera de control, hacia
fantasías de ella y James planeando un escape.
-No,- dijo James, -Me refiero, ¿De verdad has considerado
ir a otro lugar? ¿Pedirles a tus padres un traslado? Es solo…Espada & Cruz
no perece ser lo más apto para ti.-
__________ se sentó en una roca opuesta a James y abrazó
sus rodillas. Si él estaba sugiriendo que ella era una marginada en medio de un
cuerpo de estudiantes llenos de marginados, ella no podía evitar sentirse un
poco insultada.
Ella se aclaró la garganta. -No puedo darme el lujo de
considerar seriamente otro lugar. Espada & Cruz es--ella hizo una pausa- -prácticamente
el último esfuerzo para mí.-
-Vamos,- dijo James
-No podrías saber--
-Podría.- Él suspiró. -Siempre hay otra parada, __________.-
-Eso es muy profético, James,- ella dijo. Ella pudo
sentir su voz elevándose. -Pero si estas tan interesado en deshacerte de mí,
¿qué estamos haciendo? Nadie te pidió que me arrastraras acá contigo.-
-No,- dijo él. -Tienes razón. Me refiero a que tú no eres
como el resto de la gente aquí.
Debe haber un lugar mejor para ti.-
El corazón de __________ estaba latiendo rápidamente, lo
cual hacia usualmente alrededor de
James. Pero esto era diferente. Toda esta escena la
estaba haciendo sudar.
-Cuando vine aquí,- dijo ella, -Me hice una promesa de
que no el diría a nadie sobre mi pasado, o que hice para aterrizar en este
lugar.- James dejo caer s cabeza entre sus manos. -Lo que estoy diciendo no
tiene nada que ver con lo que pasó con ese tipo--
-¿Sabes sobre él?- el rostro de __________ se contrajo.
No. ¿Cómo pudo James saber?
-Cualquier cosa que Molly te haya dicho…-
Pero ella supo que era demasiado tarde. James había sido
el que la encontró con Todd. Si Molly le había dicho algo a él sobre como __________
también había estado implicada en otra misteriosa muerte violenta, ella no
podía empezar a imaginar cómo explicarlo.
-Escucha,- dijo él, apretando sus manos. -Lo que te estoy
diciendo no tiene nada que ver con parte de tu pasado.-
Ella encontró eso difícil de creer. -Entonces ¿tiene que
ver con Todd?-
Él negó con la cabeza. -Tiene que ver con este lugar.
Tiene que ver con cosas…-
El toque de James empujo algo en su mente. Ella comenzó a
pensar en las extrañas sombras que había visto esa noche. La forma en que ellas
habían cambiado tanto desde que ella había llegado a esta escuela- desde una
sigilosa, perturbadora amenaza a unos casi ubicuos y en toda regla pesadillas. Ella
estaba loca- eso debía ser lo que James sentía en ella. Quizá el pensó que ella
era bonita, pero él sabía en lo profundo que ella estaba seriamente perturbada.
Eso era porqué él quería que ella se fuera, así el no estaría tentado de
involucrarse con alguien como ella. Si eso era lo que James pensaba, él no
sabía ni la mitad.
-¿Quizá tiene que ver con las extrañas sombras negras que
vi la noche en que Todd murió?- dijo ella, deseando sobresaltarlo. Pero tan
pronto como ella había dicho las palabras, ella supo que su intento fue no
asustar a James aun más… sino de finalmente decirle a alguien. No era como si
ella tuviera mucho más que perder.
-¿Qué fue lo que dijiste?- preguntó él lentamente
-Oh, tu sabes,- dijo ella encogiéndose de hombros ahora,
tratando de bajarle el perfil a lo que había dicho recién. -una vez al día o
algo así, tengo estas visitas de estas
oscuras cosas que llamo las sombras.-
-No seas linda,- Dijo James cortante. Y incluso aunque su
tono picaba, ella supo que él tenía razón. Ella odio cuan falsamente
indiferente sonó, cuando de verdad ella estaba completamente liquidada. Pero
¿debería decirle? ¿Podría? Él estaba asintiendo para que continuara. Sus ojos
parecían extenderse y sacar las palabras desde dentro de ella.
-Ha sido así por los últimos doce años,- ella admitió
finalmente, con un profundo estremecimiento. -Solía ser solo por la noche,
cuando estaba cerca del agua o de los árboles, pero ahora…- sus manos estaban
templando. -Prácticamente no para.-
-¿Qué es lo que hacen?-
Ella podría haber pensado que él solo se estaba burlando
de ella, o tratando de de que ella continuara así él podría hacer una broma a
sus expensas, excepto que su voz se había puesto rasposa y su rostro había
perdido el color.
-Usualmente, ellas comienzan por detenerse justo aquí.-
Ella alcanzo la nuca de James y le hizo cosquillas para mostrarle. Por una vez,
ella no solo estaba tratando de estar físicamente cerca de él- esta era de
verdad la única forma que ella conocía para explicarlo. Especialmente desde que
las sombras habían comenzado a invadir su cuerpo en una forma tan palpable y
física.
James no se sobresalto, así que ella continuó. -Luego a
veces ellas se ponen realmente atrevidas,- ella dijo, arrodillándose y poniendo
sus manos en el pecho de él.- Y comienzan a empujarme directamente.- Ahora ella
estaba directamente en el rostro de él. Su labio tembló y ella no podía creer
que ella estaba realmente abriéndose a alguien dejando de lado a James sobre
las horribles cosas que ella veía. Su voz bajo hasta un susurro y ella dijo, -Recientemente,
ellas no parecen sentirse satisfechas hasta que han- ella tragó- -tomado la
vida de alguien, dejándome tirada sobre mi espalda.-
Ella le dio a los hombros de él el más suave empuje, no
intentando afectarlo para nada, pero el toque más ligero de sus dedos fue
suficiente para lanzara James al suelo. La caída de él la tomo tan por
sorpresa, que ella accidentalmente perdió su propio balance y aterrizó en una
enredada pila sobre él. James estaba totalmente sobre su espalda, mirándola con
amplios ojos.
Ella no debería haberle dicho eso, Aquí estaba ella,
sobre él, y ella había justo divulgado su más profundo secreto, la cosa que
realmente la definía como lunática. ¿Cómo podía ella aun querer besarlo tanto
en un momento como este? Su corazón estaba palpitando imposiblemente rápido.
Luego ella se dio cuenta: ella estaba sintiendo los corazones de ambos,
compitiendo entre ellos. Una suerte de conversación desesperada, una que ellos
no podrían tener con palabras.
-¿Tu de verdad las ves?- él susurró
-Sí,- ella susurró, deseando levantarse y retirar todo lo
dicho. Y aun ella era incapaz de salirse del pecho de James. Ella trató de leer
sus pensamientos- que pensaría cualquier persona normal sobre una confesión
como la de ella. -Déjame adivinar,- ella dijo tristemente. -Ahora tú estás
seguro de que necesito un traslado. A una sala de un psiquiátrico.-
Él se empujo fuera de debajo de ella, dejándola prácticamente
acostada con el rostro en la piedra. Los ojos de ella se movieron hacia arriba
de sus pies, a sus piernas, a su torso, a su rostro. Él estaba mirando
fijamente hacia el bosque.
-Eso nunca había pasado antes,- él dijo.
__________ se levantó. Era humillante, estar acostada ahí
sola. Además, era como si él no hubiera escuchado lo que ella dijo.
-¿Qué no había pasado? ¿Antes de qué?-
Él se giró hacia ella y acunó sus mejillas en las manos
de él. Ella contuvo el aliento. Él estaba tan cerca. Sus labios estaban tan
cerca de los de ella. __________ le dio a su muslo un pequeño pellizco para
asegurarse de que ella no estaba soñando. Ella estaba totalmente despierta. Luego
él casi forzadamente se alejó. Se paró delante de ella, respirando rápidamente,
sus brazos rígidos a sus costados.
-Dime de nuevo que viste.-
__________ se giró para enfrentar el lago. El azul claro
del agua golpeaba suavemente la orilla. Y ella considero tirarse un piquero.
Eso fue lo que James había hecho la última vez que las cosas se habían puesto
demasiado intensas para él. ¿Por qué ella no podía hacerlo también?
-Puede sorprenderte saber esto,- ella dijo. -Pero no es
genial para mi sentarme y hablar sobre cuán completamente loca estoy.- Especialmente
a ti.
Él no respondió, pero ella podía sentir sus ojos en ella.
Cuando ella finalmente tuvo el coraje de mirarlo, el le estaba dando una
extraña, perturbadora y apenada mirada- una
en la cual sus ojos estaban bajos en la esquinas y su particular avellana era
la cosa más triste que __________ había visto alguna vez. Ella sintió como si
ella lo hubiera decepcionado de alguna forma. Pero esta era su
horrible confesión. ¿Por qué debería ser James el que se veía tan
triste y afectado? Él avanzo hacia ella y se inclinó hasta que sus ojos estaban
mirando directamente en los de ella. __________ casi no lo podía soportar. Pero
ella no podía moverse tampoco. Cualquier cosa que sucediera para romper este
trance estaba en manos de James- quien estaba moviéndose aun más cerca,
inclinando se cabeza hacia ella y cerrando sus ojos. Sus labios se
entreabrieron. El aliento de __________ quedo atrapado en su garganta.
Ella cerró sus ojos también. Ella inclinó su cabeza hacia
la de él también. Ella entreabrió sus labios también.
Y esperó.
El beso por el que ella había estado muriendo no llegó.
Ella abrió sus ojos porque nada había pasado, excepto por el sonido susurrante
de una rama. James se había ido. Ella suspiro, decepcionada pero no
sorprendida. Lo que era extraño era que ella casi podía ver
el camino que él había tomado de vuelta por el bosque. Como si ella
fuera alguna clase de cazador que pudiera interpretar la rotación de una hoja y
dejarla guiarla de vuelta a James. Excepto que ella no era nada de eso, y el
tipo de rastro que James dejo en su camino era de alguna forma más grande,
claro, y al mismo tiempo más ilusorio. Era como si un resplandor violeta iluminara
su camino de vuelta en el bosque. Como el resplandor violeta que ella había
visto durante el incendio de la biblioteca. Ella estaba viendo cosas. Ella
buscó equilibrio en la roca y miró hacia otro lado por un momento, frotando sus
ojos. Pero cuando miró de vuelta, estaba exactamente igual: en solo un plano de
su visión- como si ella estuviera viendo a través de bifocales con una mala
prescripción- los robles vivos, y el musgo bajo ellos, y incluso los cantos de
los pájaros en las ramas- todo parecía tambalear fuera de foco. Y no solo
tambaleaba, bañado en la luz violeta más suave, sino que parecía emitir un casi
inaudible tarareo en bajo tono. Ella se giró de nuevo, aterrorizada de
enfrentarlo, aterrorizada de lo que significaba. Algo le estaba pasando, y no
podía decirle a nadie de eso. Ella trató de focalizarse en el lago, pero
incluso el se estaba poniendo oscuro y difícil de ver.
En Polvo II
-Suena como si tú no estuvieras muy feliz con la idea,-
ella dijo, sintiéndose inmediatamente estúpida por jugara la recatada. Ella
solo había querido molestarlo por haber sonado un poco celoso, pero su rostro y
su tono era muy serios.
-Él no es--James comenzó a decir. Él miró un halcón de
cola colorada aterrizar en un roble sobre sus cabezas. -Él no es
suficientemente bueno para ti- había escuchado a gente decir esa línea miles de
veces antes. Era lo que todos siempre decían. No suficientemente bueno.
Pero cuando las palabras salieron de los labios de James, ellas sonaron
importantes, incluso de alguna forma verdaderas y relevantes, no vagas y
desdeñosas en a forma en que la frase siempre había soñado para ella en el
pasado.
-Bueno, entonces,- ella dijo en una voz suave, -¿Quién
los es?-
James puso sus manos en sus caderas. Él rio para sí mismo
por un largo rato. -No lo sé,- dijo finalmente. -Esa es una pregunta terrible.-
No exactamente la respuesta que __________ estaba
buscando. -No es como si fuera tan difícil,- ella
dijo, hundiendo sus manos en sus bolsillos porque quería acercarse a él.-ser suficientemente bueno para mí.-
Los ojos de James se vieron como si estuvieran decayendo,
todo el violeta que había estado en ellos hace un momento de tornó en un
profundo, oscuro avellana. -Sí,- él dijo. –Sí lo es.-
Él sobó su frente, y cuando lo hizo, su pelo se fue hacia
tras solo por un segundo. Lo suficiente. __________ vio una costra en ella.
Estaba sanando, pero __________ pudo adivinar que era nueva.
-¿Qué le pasó a tu frente?- ella preguntó, acercándose a
él.
-No lo sé,- él espetó, empujando lejos su mano, tan
fuerte que ella trastabilló hacia atrás. -No sé de donde vino.-
Él parecía más intranquilo por ella que lo que __________
estaba, lo cual la sorprendió. Era solo un pequeño rasmillón.
Pasos en la grava tras ellos. Ambos se giraron.
-Te dije, no la he visto,- Molly estaba diciendo,
soltándose de la mano de Kendall mientras subían por el cerro del cementerio,
-Vámonos,- dijo James, detectando todo lo que ella
sintió- ella estaba casi segura de que él podía- incluso antes de que ella le
lanzara una nerviosa mirada.
Ella supo donde estaban yendo tan pronto como comenzó a
seguirlo. Tras el gimnasioiglesia y dentro de los bosques. Justo como ella
había esperado su postura de saltar la cuerda antes de haberlo visto trabajar
antes, justo como ella había sabido sobre ese corte antes de verlo.
Ellos caminaron al mismo paso, con pasos justo del mismo
largo. Sus pies golpeaban el pasto al mismo tiempo, cada vez, hasta que
alcanzaron el bosque.
-Si tú vas a un lugar más de una vez con la misma
persona,- James dijo, casi para si mismo, -Supongo que no es solo para ti nunca
más.-
__________ sonrió, honrada al darse cuenta de lo que James
estaba diciendo: que el nunca había estado en el lago antes con nadie más. Solo
ella. Mientras ellos recorrían el bosque, ella sintió la frialdad de la sombra
bajo los árboles sobre sus hombros desnudos. Olía igual que siempre, como la
mayoría de los bosques costeros de Georgia lo hacían: una esencia de manto de
roble que __________ solía asociar a las sombras, pero que ella ahora asociaba
a James. Ella no debería sentirse segura en ningún lugar después de los que
había pasado con Todd, pero cerca de James, __________ sintió como si ella
estuviera respirando tranquila por primera vez en días. Ella tenía que creer
que él la estaba trayendo de vuelta debido a la forma en que él se había
alejado de ella tan repentinamente la otra vez. Como si ello necesitaran una segunda
oportunidad para hacerlo bien. Lo que había comenzado sintiéndose como su primer
tipo de casi-cita se había transformado en __________ sintiéndose
lastimosamente plantada. James debería haber sabido eso y sentido mal por su
tormentosa escapada. Ellos se acercaron a la magnolia que marcaba el punto de
avistamiento del lago. El sol dejaba un trazado dorado el agua a medida que se
esquinaba en el bosque hacia el oeste. Todo se veía tan diferente en la tarde.
Todo el mundo parecía brillar James se apoyo en el árbol y la observó mirar el
agua. Ella se movió para pararse junto a él bajo las cerosas hojas y las
flores, las cuales deberían haber estado muertas para esta época del año, pero
se veían tan frescas y puras como flores de primavera. __________ respiro la
esencia almizclada, y se sintió más cerca de James que si ella hubiera tenido una
razón- y amo que ese sentimiento pareciera venir de ninguna parte.
-No estamos exactamente vestidos para nadar esta vez,- el
dijo, apuntando hacia el vestido negro de __________.
Ella tocó el delicado dobladillo en ojal en sus rodillas,
imaginando la consternación de su madre si ella arruinaba un buen vestido
porque ella y un chico querían bucear en el lago. -¿quizá solo podemos meter
nuestros pies?-
James se movió hacia el camino de pasos rojos que llevaba
hacia el agua. Ellos treparon sobre unas gruesas, leonada cañas y pasto del
lago y usaron los troncos retorcidos de los robles para mantener su balance,
aquí, la arena del lago se trasformaba en guijarros. El agua se veía tan
quieta, que ella sintió casi como si pudiera caminar sobre ella. __________ se
saco sus ballerinas (zapato plano) negras y barrio la superficie cubierta de
flores de lis con los dedos de sus pies. El agua estaba más helada que como
había estado el otro día. James arranco una hebra de pasto del lago y comenzó a
trenzar su grueso vástago.
Él la miró. -Alguna vez piensas en salir de aquí--
-Todo el tiempo,- ella dijo con un quejido, asumiendo que
él lo decía porque se sentía igual. Por supuesto, ella quería irse tan lejos de
Espada & Cruz como fuera posible. Cualquiera lo haría. Pero ella trató al
menos de mantener su mente lejos de girar alrededor fuera de control, hacia
fantasías de ella y James planeando un escape.
-No,- dijo James, -Me refiero, ¿De verdad has considerado
ir a otro lugar? ¿Pedirles a tus padres un traslado? Es solo…Espada & Cruz
no perece ser lo más apto para ti.-
__________ se sentó en una roca opuesta a James y abrazó
sus rodillas. Si él estaba sugiriendo que ella era una marginada en medio de un
cuerpo de estudiantes llenos de marginados, ella no podía evitar sentirse un
poco insultada.
Ella se aclaró la garganta. -No puedo darme el lujo de
considerar seriamente otro lugar. Espada & Cruz es--ella hizo una pausa- -prácticamente
el último esfuerzo para mí.-
-Vamos,- dijo James
-No podrías saber--
-Podría.- Él suspiró. -Siempre hay otra parada, __________.-
-Eso es muy profético, James,- ella dijo. Ella pudo
sentir su voz elevándose. -Pero si estas tan interesado en deshacerte de mí,
¿qué estamos haciendo? Nadie te pidió que me arrastraras acá contigo.-
-No,- dijo él. -Tienes razón. Me refiero a que tú no eres
como el resto de la gente aquí.
Debe haber un lugar mejor para ti.-
El corazón de __________ estaba latiendo rápidamente, lo
cual hacia usualmente alrededor de
James. Pero esto era diferente. Toda esta escena la
estaba haciendo sudar.
-Cuando vine aquí,- dijo ella, -Me hice una promesa de
que no el diría a nadie sobre mi pasado, o que hice para aterrizar en este
lugar.- James dejo caer s cabeza entre sus manos. -Lo que estoy diciendo no
tiene nada que ver con lo que pasó con ese tipo--
-¿Sabes sobre él?- el rostro de __________ se contrajo.
No. ¿Cómo pudo James saber?
-Cualquier cosa que Molly te haya dicho…-
Pero ella supo que era demasiado tarde. James había sido
el que la encontró con Todd. Si Molly le había dicho algo a él sobre como __________
también había estado implicada en otra misteriosa muerte violenta, ella no
podía empezar a imaginar cómo explicarlo.
-Escucha,- dijo él, apretando sus manos. -Lo que te estoy
diciendo no tiene nada que ver con parte de tu pasado.-
Ella encontró eso difícil de creer. -Entonces ¿tiene que
ver con Todd?-
Él negó con la cabeza. -Tiene que ver con este lugar.
Tiene que ver con cosas…-
El toque de James empujo algo en su mente. Ella comenzó a
pensar en las extrañas sombras que había visto esa noche. La forma en que ellas
habían cambiado tanto desde que ella había llegado a esta escuela- desde una
sigilosa, perturbadora amenaza a unos casi ubicuos y en toda regla pesadillas. Ella
estaba loca- eso debía ser lo que James sentía en ella. Quizá el pensó que ella
era bonita, pero él sabía en lo profundo que ella estaba seriamente perturbada.
Eso era porqué él quería que ella se fuera, así el no estaría tentado de
involucrarse con alguien como ella. Si eso era lo que James pensaba, él no
sabía ni la mitad.
-¿Quizá tiene que ver con las extrañas sombras negras que
vi la noche en que Todd murió?- dijo ella, deseando sobresaltarlo. Pero tan
pronto como ella había dicho las palabras, ella supo que su intento fue no
asustar a James aun más… sino de finalmente decirle a alguien. No era como si
ella tuviera mucho más que perder.
-¿Qué fue lo que dijiste?- preguntó él lentamente
-Oh, tu sabes,- dijo ella encogiéndose de hombros ahora,
tratando de bajarle el perfil a lo que había dicho recién. -una vez al día o
algo así, tengo estas visitas de estas
oscuras cosas que llamo las sombras.-
-No seas linda,- Dijo James cortante. Y incluso aunque su
tono picaba, ella supo que él tenía razón. Ella odio cuan falsamente
indiferente sonó, cuando de verdad ella estaba completamente liquidada. Pero
¿debería decirle? ¿Podría? Él estaba asintiendo para que continuara. Sus ojos
parecían extenderse y sacar las palabras desde dentro de ella.
-Ha sido así por los últimos doce años,- ella admitió
finalmente, con un profundo estremecimiento. -Solía ser solo por la noche,
cuando estaba cerca del agua o de los árboles, pero ahora…- sus manos estaban
templando. -Prácticamente no para.-
-¿Qué es lo que hacen?-
Ella podría haber pensado que él solo se estaba burlando
de ella, o tratando de de que ella continuara así él podría hacer una broma a
sus expensas, excepto que su voz se había puesto rasposa y su rostro había
perdido el color.
-Usualmente, ellas comienzan por detenerse justo aquí.-
Ella alcanzo la nuca de James y le hizo cosquillas para mostrarle. Por una vez,
ella no solo estaba tratando de estar físicamente cerca de él- esta era de
verdad la única forma que ella conocía para explicarlo. Especialmente desde que
las sombras habían comenzado a invadir su cuerpo en una forma tan palpable y
física.
James no se sobresalto, así que ella continuó. -Luego a
veces ellas se ponen realmente atrevidas,- ella dijo, arrodillándose y poniendo
sus manos en el pecho de él.- Y comienzan a empujarme directamente.- Ahora ella
estaba directamente en el rostro de él. Su labio tembló y ella no podía creer
que ella estaba realmente abriéndose a alguien dejando de lado a James sobre
las horribles cosas que ella veía. Su voz bajo hasta un susurro y ella dijo, -Recientemente,
ellas no parecen sentirse satisfechas hasta que han- ella tragó- -tomado la
vida de alguien, dejándome tirada sobre mi espalda.-
Ella le dio a los hombros de él el más suave empuje, no
intentando afectarlo para nada, pero el toque más ligero de sus dedos fue
suficiente para lanzara James al suelo. La caída de él la tomo tan por
sorpresa, que ella accidentalmente perdió su propio balance y aterrizó en una
enredada pila sobre él. James estaba totalmente sobre su espalda, mirándola con
amplios ojos.
Ella no debería haberle dicho eso, Aquí estaba ella,
sobre él, y ella había justo divulgado su más profundo secreto, la cosa que
realmente la definía como lunática. ¿Cómo podía ella aun querer besarlo tanto
en un momento como este? Su corazón estaba palpitando imposiblemente rápido.
Luego ella se dio cuenta: ella estaba sintiendo los corazones de ambos,
compitiendo entre ellos. Una suerte de conversación desesperada, una que ellos
no podrían tener con palabras.
-¿Tu de verdad las ves?- él susurró
-Sí,- ella susurró, deseando levantarse y retirar todo lo
dicho. Y aun ella era incapaz de salirse del pecho de James. Ella trató de leer
sus pensamientos- que pensaría cualquier persona normal sobre una confesión
como la de ella. -Déjame adivinar,- ella dijo tristemente. -Ahora tú estás
seguro de que necesito un traslado. A una sala de un psiquiátrico.-
Él se empujo fuera de debajo de ella, dejándola prácticamente
acostada con el rostro en la piedra. Los ojos de ella se movieron hacia arriba
de sus pies, a sus piernas, a su torso, a su rostro. Él estaba mirando
fijamente hacia el bosque.
-Eso nunca había pasado antes,- él dijo.
__________ se levantó. Era humillante, estar acostada ahí
sola. Además, era como si él no hubiera escuchado lo que ella dijo.
-¿Qué no había pasado? ¿Antes de qué?-
Él se giró hacia ella y acunó sus mejillas en las manos
de él. Ella contuvo el aliento. Él estaba tan cerca. Sus labios estaban tan
cerca de los de ella. __________ le dio a su muslo un pequeño pellizco para
asegurarse de que ella no estaba soñando. Ella estaba totalmente despierta. Luego
él casi forzadamente se alejó. Se paró delante de ella, respirando rápidamente,
sus brazos rígidos a sus costados.
-Dime de nuevo que viste.-
__________ se giró para enfrentar el lago. El azul claro
del agua golpeaba suavemente la orilla. Y ella considero tirarse un piquero.
Eso fue lo que James había hecho la última vez que las cosas se habían puesto
demasiado intensas para él. ¿Por qué ella no podía hacerlo también?
-Puede sorprenderte saber esto,- ella dijo. -Pero no es
genial para mi sentarme y hablar sobre cuán completamente loca estoy.- Especialmente
a ti.
Él no respondió, pero ella podía sentir sus ojos en ella.
Cuando ella finalmente tuvo el coraje de mirarlo, el le estaba dando una
extraña, perturbadora y apenada mirada- una
en la cual sus ojos estaban bajos en la esquinas y su particular avellana era
la cosa más triste que __________ había visto alguna vez. Ella sintió como si
ella lo hubiera decepcionado de alguna forma. Pero esta era su
horrible confesión. ¿Por qué debería ser James el que se veía tan
triste y afectado? Él avanzo hacia ella y se inclinó hasta que sus ojos estaban
mirando directamente en los de ella. __________ casi no lo podía soportar. Pero
ella no podía moverse tampoco. Cualquier cosa que sucediera para romper este
trance estaba en manos de James- quien estaba moviéndose aun más cerca,
inclinando se cabeza hacia ella y cerrando sus ojos. Sus labios se
entreabrieron. El aliento de __________ quedo atrapado en su garganta.
Ella cerró sus ojos también. Ella inclinó su cabeza hacia
la de él también. Ella entreabrió sus labios también.
Y esperó.
El beso por el que ella había estado muriendo no llegó.
Ella abrió sus ojos porque nada había pasado, excepto por el sonido susurrante
de una rama. James se había ido. Ella suspiro, decepcionada pero no
sorprendida. Lo que era extraño era que ella casi podía ver
el camino que él había tomado de vuelta por el bosque. Como si ella
fuera alguna clase de cazador que pudiera interpretar la rotación de una hoja y
dejarla guiarla de vuelta a James. Excepto que ella no era nada de eso, y el
tipo de rastro que James dejo en su camino era de alguna forma más grande,
claro, y al mismo tiempo más ilusorio. Era como si un resplandor violeta iluminara
su camino de vuelta en el bosque. Como el resplandor violeta que ella había
visto durante el incendio de la biblioteca. Ella estaba viendo cosas. Ella
buscó equilibrio en la roca y miró hacia otro lado por un momento, frotando sus
ojos. Pero cuando miró de vuelta, estaba exactamente igual: en solo un plano de
su visión- como si ella estuviera viendo a través de bifocales con una mala
prescripción- los robles vivos, y el musgo bajo ellos, y incluso los cantos de
los pájaros en las ramas- todo parecía tambalear fuera de foco. Y no solo
tambaleaba, bañado en la luz violeta más suave, sino que parecía emitir un casi
inaudible tarareo en bajo tono. Ella se giró de nuevo, aterrorizada de
enfrentarlo, aterrorizada de lo que significaba. Algo le estaba pasando, y no
podía decirle a nadie de eso. Ella trató de focalizarse en el lago, pero
incluso el se estaba poniendo oscuro y difícil de ver.
gisell portilla
Re: Fallen "oscuros" (James Maslow & tu) terminada
Capitulo 17
TOQUE EN LAS RAICES I
__________ podía escuchar zapatillas Converse golpeando
duro contra el pavimento. Ella podía sentir el húmedo viento tirando de ella en
su camiseta negra. Ella podía prácticamente probar el alquitrán caliente de una
recién pavimentada porción del estacionamiento. Pero cuando ella lanzo sus
brazos alrededor de dos criaturas acurrucadas cerca de la entrada de Espada
& Cruz en un sábado por la mañana, todo eso estaba olvidado. Ella no había
estado tan contenta de abrazar a sus padres en toda su vida. Por días, ella
había estado arrepentida de cuan distante y frías habían estado las cosas en el
hospital, y ella no iba a cometer el mismo error de nuevo. Los dos se
tropezaron mientras ella los alaba hacia sí. Su madre empezó a reír y su padre
le dio palmaditas en la espalda con la palma en su manera de chico-duro. El
tenía su enorme cámara atada alrededor de su cuello. Ellos se enderezaron y
sostuvieron a su hija con todo el largo de sus brazos. Parecía como si ellos
quisieran una buena mirada de su rostro, pero tan pronto como la obtuvieron,
sus propias caras se cayeron. __________ estaba llorando.
-Dulzura, ¿Qué ocurre?- su padre pregunto, descansando su
mano en su cabeza. Su mamá pesco a través de su gigante bolso azul por su caja
de pañuelos. Con los ojos anchos, ella balanceo uno en frente de la nariz de __________
y preguntó, -Nosotros estamos aquí ahora. ¿Todo está bien, no?-
No, todo no estaba bien.
-¿Por qué ustedes no me llevaron a casa el otro día?- __________
preguntó, sintiéndose enojada y herida de nuevo. ‘’ ¿Por qué ustedes los
dejaron traerme aquí de nuevo?-
Su padre pestañeo. -Todas las veces que nosotros hablamos
con el director, el dijo que te estaba yendo genial, de vuelta a clases, como
la chica de tropa que criamos. Algo de dolor de garganta por el humo y un
pequeño chichón en la cabeza. Nosotros pensamos que eso era todo.- El lamió sus
labios.
-¿Hay algo mas
aparte de eso?- su mamá preguntó.
Una mirada entre sus padres le dijo que ellos ya habían
tenido esta pelea. Mamá le abría rogado que la dejaran visitarla de nuevo más
pronto. El papá duro-amoroso de __________ abría puesto el pie abajo.
Ahí no había una manera de explicarles que había ocurrido esa noche
o lo que ella había estado pasando desde
entonces, ella había ido directo de vuelta a clases,
pensando que no iba por su propia elección. Y físicamente
ella estaba bien. Solo que en todas las otras
maneras– emocional, psicológica y romántica—ella no podía sentirse
más rota.
-Nosotros solo estamos intentando seguir las reglas,- el
padre de __________ explico, moviendo su gran mano para apretar el cuello de
ella. El peso de eso cambio su postura general y le hizo incomodo estar parada
quieta, pero había pasado demasiado tiempo desde que ella había estado así de
cerca de las personas que amaba, así que ella no se atrevió a moverse. -Porque
nosotros solo queremos lo que es mejor para ti,- Su papá agrego. -Nosotros
tenemos que aceptarlo en fe a esas personas.-– el señalo al formidable edificio
alrededor del campus, como si representara a Randy y al director
Udell y al resto de ello– -Ellos saben de lo que están
hablando.-
-Ellos no saben,- __________ dijo, mirando a los
edificios de mala calidad y las comunidades vacías. Hasta ahora, nada en esta
escuela tenía algún sentido para ella.
Caso en cuestión. Lo que ellos llamaban el día de los
padres. Ellos hicieron un gran asunto de cuan afortunados son los estudiantes
de tener el privilegio de ver a su propia carne y sangre. Y sin embargo,
faltaban diez minutos para la hora del almuerzo y el carro de los padres de __________
era el único en el estacionamiento.
-Este lugar es una absoluta broma,- dijo ella, sonando lo
suficientemente cínica par que sus padres compartieran una mirada de problemas.
-__________, cariño- su mamá dijo, acariciando su
cabello. __________ podía decir que no estaba acostumbrada a su corto tamaño.
Sus dedos tenían un instinto maternal para seguir el fantasma del anterior
cabello de __________ toda camino hasta abajo por su espalda.
-Nosotros solo queremos un lindo día contigo. Tu padre
trajo todas tus comidas favoritas.-
Tímidamente, su padre levanto una colcha de retazos
coloridos y un maletín de estilo-de mimbre que __________ nunca había visto
antes. Usualmente, cuando ellos hacían picnics, era un asunto mucho más casual,
con bolsas de papel y una vieja hoja debajo de la grama por la pista de canoa
afuera de su casa.
-¿Okra en escabeche?- __________ pregunto en una voz que
sonó bastante como la pequeña niña _________. Nadie podía decir que sus padres
no lo estaban intentando.
Su papá asintió. -Y té dulce, biscuits* con Gravy
blanco*. Granos de queso cheddar con extra de jalapeños, justo de la manera en
que te gustan,- el dijo, -Y una cosa mas.- La mamá de __________ metió la mano
en su bolso para buscar un sobre de grasa, rojo sellado y se lo entrego a __________.
Por un breve momento un dolor rugió en el estomago de __________ cuando pensó
en volver al correo que estaba acostumbrada a recibir. Asesina
psicótica. Chica muerta. Pero
cuando __________ vio a la carta escrita a mano en la envoltura, su cara se
rompió en una sonrisa enorme.
Callie.
*Biscuits: Comida típica de estados unidos. *Gravy
blanco: Especie de salsa dulce.
Ella tiro de la envoltura y saco una tarjeta con una
fotografía en blanco-y-negro de dos ancianas arreglándose el cabello. Adentro,
cada centímetro cuadrado de la tarjeta estaba lleno con la grande, letra
burbujeante de Callie. Y ahí había varias piezas de
garabateado-en-papel-de-hojas-sueltas porque ella no tenía espacio en la
tarjeta.
Querida __________,
Desde que nuestro tiempo en el
teléfono es ahora ridículamente insuficiente (¿Podrías por favor pedir un poco
más? Es francamente injusto), yo me voy a poner anticuada contigo y hacer una
épica carta escrita a mano. Adjunto que podrás encontrar cada minúscula cosa
que me ha pasado en las últimas dos semanas. Ya sea que te guste o no.
__________ sostuvo el sobre contra su pecho, sin dejar de
sonreír, deseosa de devorar la carta tan pronto sus padres se dirigieran a
casa. Callie no había renunciado a ella. Y sus padres estaban sentados justo a
su lado. Había pasado demasiado tiempo desde que __________ se sentía así de
amada. Ella busco y apretó la mano de su padre. Un estridente silbato hizo que
sus padres saltaran. -Es solo la campana de la cena.- Ella explico; ellos
parecían aliviados. -Vamos hay alguien que quiero que conozcan.-
Mientras caminaban por el caliente, brumoso
estacionamiento hacia el área común donde los eventos abiertos del día de los
padres estaban siendo organizado, __________ empezó a ver el campus a través de
los ojos de sus padres. Ella noto de nuevo el hundimiento del techo de la
oficina principal, y el enfermo, sobre madurado hedor del huerto de duraznos
podridos junto al gimnasio. La manera en que las puertas de hierro forjado se superponía
al oxido anaranjado. Ella se dio cuenta de que solo en un par de semanas, ella
estaría completamente acostumbrada a las muchas monstruosidades de Espada &
Cruz. Sus padres se veían más que nada horrorizados. Su padre hizo señas a una
moribunda uva de vino que serpentea alrededor de la valla decrepita y
fragmentada de el área común.
-Estas son uvas chardoney*,- el dijo, haciendo una mueca,
porque cuando una planta sentía dolor, también él lo sentía.
*Chardoney: Tipo de uvas que se utilizan para hacer vino.
Su madre estaba usando las dos manos para mantener su
bolso contra su pecho, con los dos codos manteniendo la actitud que toma cuando
se encuentra en un barrio en el que piensa que puede ser atracada. Y ellos no
habían visto los rojos todavía. Sus padres que estaban en contra de las
pequeñas cosas como que __________ tenga una cámara web, odiarían la idea de
una vigilancia constante en su escuela. __________ quería protegerlos de todas
las atrocidades del Espada & Cruz, porque ella estaba averiguando como
manejarlo y algunas veces hasta vencer al sistema de aquí. Justo el otro día,
Arriane la había llevado a través de una carrera de obstáculos tipo-curso a través
del campus a señalar todos los rojos muertos cuyas baterías habían muerto o han
sido astutamente remplazadas creando así los puntos ciegos de la escuela. Sus
padres no necesitaban saber todo eso, ellos solo necesitaban tener un buen día
con ella. Penn estaba balanceando sus piernas desde las gradas, donde ella y __________
habían prometido encontrarse al mediodía. Ella estaba sosteniendo una maceta de
crisantemo.
-Penn, estos son mis padres, Harry y Doreen Price,- Dijo,
__________, haciendo un gesto
-Mamá y Papá esta es–-
-Pennyweather Van Syckle-Lockwood,- Penn dijo
formalmente, extendiendo el crisantemo con ambas manos. -Gracias por dejarme
unirme a su almuerzo.- Siempre corteses, los padres de __________ la arrullaron
y sonrieron, sin hacer preguntas acerca del paradero de la propia familia de
Penn, cosa que __________ no había tenido tiempo de explicar. Era otro día
cálido y claro. Los arboles de sauce verde-acido de en frente de la biblioteca
se balanceaban suavemente con la briza, y __________ dirigió a sus padres
sauces ocultaran la mayoría de las manchas de hollín y las ventanas rotas por
el fuego. Ya que extendieron la manta en un parche de hierba seca, __________
tiro a Penn a un lado.
-¿Cómo están?- __________ pregunto, sabiendo que si a
ella le tocara sentarse todo el día honrando los padres de todo el mundo,
excepto a los de ella, ella tendría un gran venme a- buscar.
Para su sorpresa, Penn cabeceo felizmente. -¡Esto ya es
mucho mejor que el año pasado!- ella dijo, -Y es todo gracias a ti. Yo no
tendría a nadie hoy si tu no hubieras venido sola.-
El halago tomo a __________ por sorpresa y la hizo mirar
alrededor del patio para ver como todos los demás estaban manejando el evento.
A pesar de que el estacionamiento todavía estaba medio vacío, el día de los
padres parecía llenarse poco a poco.
Molly se sentó en una manta entre un hombre con cara de
pocas pulgas y una mujer royendo con hambre una pata de pavo. Arriane estaba
agachada en una de las gradas susurrándole a una chica punk mayor con un
hipnotizante cabello rosa-caliente. Lo más probable su hermana mayor. Ellas dos
llamaron la atención de __________ y Arriane sonrió, y luego se volvió a la
otra chica a susurrar algo. Carlos tenía una inmensa fiesta de gente que
configuraba un almuerzo de picnic en una larga colcha. Ellos estaban riendo y
bromeando, y unos pocos niños más jóvenes estaban tirándose comida entre ellos.
Ellos parecían estar teniendo un gran rato hasta que un grano de maíz en la
mazorca salió volando y casi ciega a Gabbe, que estaba caminando por el área
común. Ella le frunció el ceño a Carlos mientras guiaba a un hombre lo
suficientemente viejo para ser su abuelo, dándole palmaditas en el codo, mientras
caminaban hacia una fila de sillas de jardín alrededor del campo abierto. James
y Kendall estaban notablemente desaparecidos y __________ no podía fotografiar
como ninguna de sus familias se verían. Por más furiosa y avergonzada que ella
estuviera después de que James le diera libertad bajo fianza por segunda vez
consecutiva en el lago, ella todavía se estaba muriendo de ganas de obtener una
mirada de cualquier persona que estuviera relacionada con él. Pero luego,
pensando en el delgado archivo de James en la sala de archivos, __________ se
pregunto si aun se mantenía en contacto con alguien de su familia.
La madre de __________ repartió la sémola de queso
cheddar en cuatro platos, y su padre puso en el tope de los montículos
jalapeños recién comprados. Después de una mordida, la boca de __________
estaba en llamas, justo de la manera en que le gusta. Penn no parecía familiarizada
con la comida típica de Georgia con la que __________ se había crecido. Ella parecía
particularmente horrorizada por el okra en vinagre, pero tan pronto como le dio
un mordisco, ella le dio a __________ una sorprendida sonrisa de aprobamiento. La
mamá y el papá de __________ habían traído con ellos cada uno de los platillos
favoritos de __________, incluso los bombones de nuez de la farmacia de la
familia de la cuadra de abajo. Sus padres comían felices a cada lado de ella,
pareciendo aliviados de llenar sus bocas con algo más que hablar de muerte.
__________ debería haber estado disfrutando de su tiempo
con ellos, y lavando todo con su amado té dulce de Georgia, pero ella se sentía
como una hija impostora pretendiendo que este almuerzo Eliseo era normal en el Espada
& Cruz. Todo el día era una farsa. Al sonido de una corta, débil ronda de
aplausos, __________ miro hacia las gradas, donde Randy estaba junto al
director Udell, un hombre que __________ nunca había visto en carne antes. Lo
reconoció del retrato inusualmente débil que colgaba en el vestíbulo principal de
la escuela, pero no veía ahora que el artista había sido generoso. Penn ya le
había dicho que el director solo se presenta en el campus un día del año –el
día de los padres– sin excepciones. De lo contrario, el era un recluso que no
dejaba su mansión en la isla Tybee, ni siquiera cuando un estudiante en la
escuela falleció. La papada del hombre parecía tragarse su barbilla, sus ojos
de bovina miraban a la multitud, no pareciendo centrarse en nada. A su lado
Randy estaba de pie, las piernas en jarras con medias blancas. Ella tenía una sonrisa
sin labios estampada en el rostro, y el director estaba secando su grande
frente con una servilleta. Ambos tenían sus caras de juego puestas hoy, pero
parecía estar tomando una gran cantidad de ellos.
-Bienvenidos al ciento-cincuenta y nueve día anual de los
padres del Espada & Cruz.- El director Udell le dijo al micrófono.
-¿Esta el bromeando?- __________ le susurro a Penn. Era
difícil imaginar el día de los padres antes del período de la guerra. Penn rodo
sus ojos. -Sin duda un error tipográfico. Yo les dije que le consiguieran a él unos
nuevos lentes de lectura. -
-Tenemos un día largo y lleno de diversión programado
para ustedes comensando con este tranquilo picnic–-
-Normalmente solo tenemos diecinueve minutos,- Penn
interrumpió en un aparte a los padres de __________, que se pusieron rígidos. __________
sonrió sobre la cabeza de Penn y murmuro, -Ella esta bromeando.-
-Ahora, ustedes tendrán su elección de actividades. Nuestra
propia bióloga, la Dra. Yolanda Tross, dará una conferencia fascinante en la
biblioteca de la flora en la sabana local que se encuentra en el campus. El
entrenador Diante supervisara una serie de carreras familia-amigable aquí en el
césped. Y el señor Stanley Cole ofrecerá una visita guiada histórica de nuestro
apreciado cementerio de héroes. Va a ser un día muy ocupado. Va a ser un día
bastante ocupado. Y si,- el director Udell dijo con una caseosa, dentada
sonrisa, -ustedes serán evaluados en esto.- Era simplemente el tipo de broma
suave y trillada para ganar algunas risas enlatadas del montón de miembros
visitantes de las familias. __________ le rodo los ojos a Penn. Este intento
deprimente de buen humor hizo evidente que todo el mundo estaba aquí para sentirse
mejor acerca de dejar a sus hijos en las manos de la facultad de Espada &
Cruz. Los Prices rieron, también, pero se quedaron mirando a __________ para
más pistas acerca de cómo manejarse a ellos mismos. Después del almuerzo, las
otras familias alrededor del área común empacaron sus picnics y se retiraron a
varias esquinas. __________ tuvo la sensación de que muy pocas personas
realmente participarían en los eventos programados por la escuela. Nadie había seguido
a la Sra. Tross a la biblioteca, y hasta ahora solo Gabbe y su abuelo habían trepado
dentro de un saco de patatas en el otro extremo del campo. __________ no sabía
donde Molly o Arriane o Carlos se habían escabullido con sus familias, y ella
todavía no había visto a James. Ella sabía que sus propios padres estarían decepcionados
si ellos no vieran nada en el campus y no participaran en ninguna de las actividades
planeadas. Como las visitas guiadas del Sr. Cole parecían ser el menor de los
males, __________ sugirió que recogieran sus restos y unirse a él en las
puertas del cementerio. Mientras iban en la vía hacia allá, Arriane se balanceo
en si misma fuera de la grada como una gimnasta desmontando una barra paralela.
Ella paro su aterrizaje justo en frente de los padres de __________.
-Holaaaaaa,- ella canto, haciendo su mejor impresión de
chica-loca.
-Mamá y papá,- __________ dijo apretándose los hombros, -Esta
es mi buena amiga Arriane,-
-Y esta–- Arriane señalo a la alta, cabeza-rosa-caliente
chica que estaba lentamente viniendo en vía desde las escaleras de las gradas, -Es
mi hermana, Anabelle.- Anabelle ignoro la mano extendida de __________, y la
llevo dentro de sus brazos abiertos, en un extendido, intimo abrazo. __________
podía sentir sus huesos crujiendo juntos. El intenso abrazo duro justo el
tiempo suficiente para que __________ empezara a preguntarse qué pasaba con él,
pero justo cuando ella estaba empezando a sentirse incomoda, Anabelle la dejo ir.
-Es tan bueno conocerte,- ella dijo, tomando la mano de __________.
-Igualmente,- __________ dijo, dándole a Arriane una
mirada de reojo.
-¿Ustedes dos van al tour del Sr. Cole?- __________ le pregunto
a Arriane, que también miraba a Anabelle como si estuviera loca. Anabelle abrió
su boca, pero Arriane rápidamente el corto. -Infiernos no,- ella dijo.
-Estas actividades son absolutamente patecticas.- Ella
miro a los padres de __________. –Sin ofender.- Anabelle se encogió de hombros.
-¡Tal vez tengamos una oportunidad de ponernos al día luego!- ella le dijo a __________,
antes de que Arriane la empujara lejos.
-Ellas parecen ser buenas,- la madre de __________ dijo
en el tono de voz exploratorio que usaba cuando quería que __________ le
explicara algo.
-Umm, ¿Por qué estaba la chica tan interesada en ti?-
Penn pregunto.
__________ miro a Penn y luego a sus padres. ¿Realmente tenía
que defender, en frente de ellos, el hecho de que podría gustarle a alguien?
-¡__________!- el Sr. Cole llamo, saludando desde la otra
parte de desocupado punto de encuentro en las puertas del cementerio. -¡Por
aquí!-
El Sr. Cole estrecho las manos de sus dos padres cálidamente,
y hasta le dio a Penn un apretón de hombros. __________ estaba tratando de decidir
si debía ser más molesta por la participación del Sr. Cole en el día de los
padres o estar impresionada por su falso show de entusiasmo. Pero luego él
empezó a hablar y la sorprendió.
-Yo practique para esto todo el año,- el susurro. -Una
oportunidad para sacar a los estudiantes al aire libre y explicarles las muchas
maravillas de este lugar–oh, yo lo amo. Es lo más cercano que un profesor de
reformatorio puede conseguir de un verdadero viaje de campo. Claro que nadie
nunca se presenta para mis tour en los años pasados, lo que los convierte en mi
tour inaugural–‘’
-Bueno, nosotros estamos honrados,- el papá de __________
estallo, dándole al Sr. Cole una gran sonrisa. Inmediatamente, __________ se
dio cuenta que no era solo el hambre-de-cañón de papá por la guerra civil el
que estaba hablando. El claramente sentía que el Sr. Cole era legítimo. Y su
padre era el mejor juez de carácter que ella conocía. Los dos hombres ya habían
empezado a avanzar en tropel por la empinada pendiente de la entrada del
cementerio. La madre de __________ dejo la cesta de picnic en las puertas y les
dio a __________ y a Penn una de sus bien-gastadas sonrisas. El Sr. Cole agito
una mano para tener su atención. -Primero, un poco de trivialidades. ¿Cual–- el
elevo las cejas– -ustedes creen que es el elemento más viejo en el cementerio?-
Mientras __________ y Penn miraron hacia abajo a sus pies-evitando sus ojos
como lo hacían durante clases- el padre de __________ se puso en puntillas para
echar un vistazo a las estatuas más grandes.
-¡Pregunta truco!- el Sr. Cole grito golpeando las
puertas de hierro forjado. -esta parte frontal de las puertas fue construida
por el propietario original en 1831. Ellos decían que se esposa, Ella mena,
tenía un jardín adorable, y que quería mantener a las gallinas guineas fuera de
sus tomates.- El se rio debajo de su aliento. -Eso fue antes de la guerra. Y
del agujero negro. ¡Moviéndonos!-
Mientras caminaban, el Sr. Cole recito hecho por hecho
acerca de la construcción del cementerio, el contexto histórico acerca del cual
fue construido, y el -Artista—incluso el utilizo el termino vagamente- que
había venido con la escultura de la bestia alada en la parte superior del
monolito en el centro de los motivos. El padre de __________ salpico al Sr. Cole
con preguntas mientras que la madre de __________ paso las manos por algunas de
las tumbas más bonitas, dejando salir un murmuro de -Oh Dios- cada vez que ella
paraba para leer la inscripción. Penn arrastraba los pies detrás de la madre de
__________, posiblemente deseando haberse aferrado a una familia diferente hoy.
__________ cerraba la marcha, considerando que podría pasar si ella fuera a
darle a sus padres su propio recorrido personal por el cementerio.
Aquí es donde yo serví mi
primera detención…
Y aquí es donde un ángel caído
de mármol casi me decapita…
Y aquí es donde un extraño chico
de reformatorio que ustedes nunca aprobarían me llevo al picnic más extraño de
mi vida.
-Kendall,- el Sr. Cole llamo, mientras dirigía al tour
alrededor del monolito.
TOQUE EN LAS RAICES I
__________ podía escuchar zapatillas Converse golpeando
duro contra el pavimento. Ella podía sentir el húmedo viento tirando de ella en
su camiseta negra. Ella podía prácticamente probar el alquitrán caliente de una
recién pavimentada porción del estacionamiento. Pero cuando ella lanzo sus
brazos alrededor de dos criaturas acurrucadas cerca de la entrada de Espada
& Cruz en un sábado por la mañana, todo eso estaba olvidado. Ella no había
estado tan contenta de abrazar a sus padres en toda su vida. Por días, ella
había estado arrepentida de cuan distante y frías habían estado las cosas en el
hospital, y ella no iba a cometer el mismo error de nuevo. Los dos se
tropezaron mientras ella los alaba hacia sí. Su madre empezó a reír y su padre
le dio palmaditas en la espalda con la palma en su manera de chico-duro. El
tenía su enorme cámara atada alrededor de su cuello. Ellos se enderezaron y
sostuvieron a su hija con todo el largo de sus brazos. Parecía como si ellos
quisieran una buena mirada de su rostro, pero tan pronto como la obtuvieron,
sus propias caras se cayeron. __________ estaba llorando.
-Dulzura, ¿Qué ocurre?- su padre pregunto, descansando su
mano en su cabeza. Su mamá pesco a través de su gigante bolso azul por su caja
de pañuelos. Con los ojos anchos, ella balanceo uno en frente de la nariz de __________
y preguntó, -Nosotros estamos aquí ahora. ¿Todo está bien, no?-
No, todo no estaba bien.
-¿Por qué ustedes no me llevaron a casa el otro día?- __________
preguntó, sintiéndose enojada y herida de nuevo. ‘’ ¿Por qué ustedes los
dejaron traerme aquí de nuevo?-
Su padre pestañeo. -Todas las veces que nosotros hablamos
con el director, el dijo que te estaba yendo genial, de vuelta a clases, como
la chica de tropa que criamos. Algo de dolor de garganta por el humo y un
pequeño chichón en la cabeza. Nosotros pensamos que eso era todo.- El lamió sus
labios.
-¿Hay algo mas
aparte de eso?- su mamá preguntó.
Una mirada entre sus padres le dijo que ellos ya habían
tenido esta pelea. Mamá le abría rogado que la dejaran visitarla de nuevo más
pronto. El papá duro-amoroso de __________ abría puesto el pie abajo.
Ahí no había una manera de explicarles que había ocurrido esa noche
o lo que ella había estado pasando desde
entonces, ella había ido directo de vuelta a clases,
pensando que no iba por su propia elección. Y físicamente
ella estaba bien. Solo que en todas las otras
maneras– emocional, psicológica y romántica—ella no podía sentirse
más rota.
-Nosotros solo estamos intentando seguir las reglas,- el
padre de __________ explico, moviendo su gran mano para apretar el cuello de
ella. El peso de eso cambio su postura general y le hizo incomodo estar parada
quieta, pero había pasado demasiado tiempo desde que ella había estado así de
cerca de las personas que amaba, así que ella no se atrevió a moverse. -Porque
nosotros solo queremos lo que es mejor para ti,- Su papá agrego. -Nosotros
tenemos que aceptarlo en fe a esas personas.-– el señalo al formidable edificio
alrededor del campus, como si representara a Randy y al director
Udell y al resto de ello– -Ellos saben de lo que están
hablando.-
-Ellos no saben,- __________ dijo, mirando a los
edificios de mala calidad y las comunidades vacías. Hasta ahora, nada en esta
escuela tenía algún sentido para ella.
Caso en cuestión. Lo que ellos llamaban el día de los
padres. Ellos hicieron un gran asunto de cuan afortunados son los estudiantes
de tener el privilegio de ver a su propia carne y sangre. Y sin embargo,
faltaban diez minutos para la hora del almuerzo y el carro de los padres de __________
era el único en el estacionamiento.
-Este lugar es una absoluta broma,- dijo ella, sonando lo
suficientemente cínica par que sus padres compartieran una mirada de problemas.
-__________, cariño- su mamá dijo, acariciando su
cabello. __________ podía decir que no estaba acostumbrada a su corto tamaño.
Sus dedos tenían un instinto maternal para seguir el fantasma del anterior
cabello de __________ toda camino hasta abajo por su espalda.
-Nosotros solo queremos un lindo día contigo. Tu padre
trajo todas tus comidas favoritas.-
Tímidamente, su padre levanto una colcha de retazos
coloridos y un maletín de estilo-de mimbre que __________ nunca había visto
antes. Usualmente, cuando ellos hacían picnics, era un asunto mucho más casual,
con bolsas de papel y una vieja hoja debajo de la grama por la pista de canoa
afuera de su casa.
-¿Okra en escabeche?- __________ pregunto en una voz que
sonó bastante como la pequeña niña _________. Nadie podía decir que sus padres
no lo estaban intentando.
Su papá asintió. -Y té dulce, biscuits* con Gravy
blanco*. Granos de queso cheddar con extra de jalapeños, justo de la manera en
que te gustan,- el dijo, -Y una cosa mas.- La mamá de __________ metió la mano
en su bolso para buscar un sobre de grasa, rojo sellado y se lo entrego a __________.
Por un breve momento un dolor rugió en el estomago de __________ cuando pensó
en volver al correo que estaba acostumbrada a recibir. Asesina
psicótica. Chica muerta. Pero
cuando __________ vio a la carta escrita a mano en la envoltura, su cara se
rompió en una sonrisa enorme.
Callie.
*Biscuits: Comida típica de estados unidos. *Gravy
blanco: Especie de salsa dulce.
Ella tiro de la envoltura y saco una tarjeta con una
fotografía en blanco-y-negro de dos ancianas arreglándose el cabello. Adentro,
cada centímetro cuadrado de la tarjeta estaba lleno con la grande, letra
burbujeante de Callie. Y ahí había varias piezas de
garabateado-en-papel-de-hojas-sueltas porque ella no tenía espacio en la
tarjeta.
Querida __________,
Desde que nuestro tiempo en el
teléfono es ahora ridículamente insuficiente (¿Podrías por favor pedir un poco
más? Es francamente injusto), yo me voy a poner anticuada contigo y hacer una
épica carta escrita a mano. Adjunto que podrás encontrar cada minúscula cosa
que me ha pasado en las últimas dos semanas. Ya sea que te guste o no.
__________ sostuvo el sobre contra su pecho, sin dejar de
sonreír, deseosa de devorar la carta tan pronto sus padres se dirigieran a
casa. Callie no había renunciado a ella. Y sus padres estaban sentados justo a
su lado. Había pasado demasiado tiempo desde que __________ se sentía así de
amada. Ella busco y apretó la mano de su padre. Un estridente silbato hizo que
sus padres saltaran. -Es solo la campana de la cena.- Ella explico; ellos
parecían aliviados. -Vamos hay alguien que quiero que conozcan.-
Mientras caminaban por el caliente, brumoso
estacionamiento hacia el área común donde los eventos abiertos del día de los
padres estaban siendo organizado, __________ empezó a ver el campus a través de
los ojos de sus padres. Ella noto de nuevo el hundimiento del techo de la
oficina principal, y el enfermo, sobre madurado hedor del huerto de duraznos
podridos junto al gimnasio. La manera en que las puertas de hierro forjado se superponía
al oxido anaranjado. Ella se dio cuenta de que solo en un par de semanas, ella
estaría completamente acostumbrada a las muchas monstruosidades de Espada &
Cruz. Sus padres se veían más que nada horrorizados. Su padre hizo señas a una
moribunda uva de vino que serpentea alrededor de la valla decrepita y
fragmentada de el área común.
-Estas son uvas chardoney*,- el dijo, haciendo una mueca,
porque cuando una planta sentía dolor, también él lo sentía.
*Chardoney: Tipo de uvas que se utilizan para hacer vino.
Su madre estaba usando las dos manos para mantener su
bolso contra su pecho, con los dos codos manteniendo la actitud que toma cuando
se encuentra en un barrio en el que piensa que puede ser atracada. Y ellos no
habían visto los rojos todavía. Sus padres que estaban en contra de las
pequeñas cosas como que __________ tenga una cámara web, odiarían la idea de
una vigilancia constante en su escuela. __________ quería protegerlos de todas
las atrocidades del Espada & Cruz, porque ella estaba averiguando como
manejarlo y algunas veces hasta vencer al sistema de aquí. Justo el otro día,
Arriane la había llevado a través de una carrera de obstáculos tipo-curso a través
del campus a señalar todos los rojos muertos cuyas baterías habían muerto o han
sido astutamente remplazadas creando así los puntos ciegos de la escuela. Sus
padres no necesitaban saber todo eso, ellos solo necesitaban tener un buen día
con ella. Penn estaba balanceando sus piernas desde las gradas, donde ella y __________
habían prometido encontrarse al mediodía. Ella estaba sosteniendo una maceta de
crisantemo.
-Penn, estos son mis padres, Harry y Doreen Price,- Dijo,
__________, haciendo un gesto
-Mamá y Papá esta es–-
-Pennyweather Van Syckle-Lockwood,- Penn dijo
formalmente, extendiendo el crisantemo con ambas manos. -Gracias por dejarme
unirme a su almuerzo.- Siempre corteses, los padres de __________ la arrullaron
y sonrieron, sin hacer preguntas acerca del paradero de la propia familia de
Penn, cosa que __________ no había tenido tiempo de explicar. Era otro día
cálido y claro. Los arboles de sauce verde-acido de en frente de la biblioteca
se balanceaban suavemente con la briza, y __________ dirigió a sus padres
sauces ocultaran la mayoría de las manchas de hollín y las ventanas rotas por
el fuego. Ya que extendieron la manta en un parche de hierba seca, __________
tiro a Penn a un lado.
-¿Cómo están?- __________ pregunto, sabiendo que si a
ella le tocara sentarse todo el día honrando los padres de todo el mundo,
excepto a los de ella, ella tendría un gran venme a- buscar.
Para su sorpresa, Penn cabeceo felizmente. -¡Esto ya es
mucho mejor que el año pasado!- ella dijo, -Y es todo gracias a ti. Yo no
tendría a nadie hoy si tu no hubieras venido sola.-
El halago tomo a __________ por sorpresa y la hizo mirar
alrededor del patio para ver como todos los demás estaban manejando el evento.
A pesar de que el estacionamiento todavía estaba medio vacío, el día de los
padres parecía llenarse poco a poco.
Molly se sentó en una manta entre un hombre con cara de
pocas pulgas y una mujer royendo con hambre una pata de pavo. Arriane estaba
agachada en una de las gradas susurrándole a una chica punk mayor con un
hipnotizante cabello rosa-caliente. Lo más probable su hermana mayor. Ellas dos
llamaron la atención de __________ y Arriane sonrió, y luego se volvió a la
otra chica a susurrar algo. Carlos tenía una inmensa fiesta de gente que
configuraba un almuerzo de picnic en una larga colcha. Ellos estaban riendo y
bromeando, y unos pocos niños más jóvenes estaban tirándose comida entre ellos.
Ellos parecían estar teniendo un gran rato hasta que un grano de maíz en la
mazorca salió volando y casi ciega a Gabbe, que estaba caminando por el área
común. Ella le frunció el ceño a Carlos mientras guiaba a un hombre lo
suficientemente viejo para ser su abuelo, dándole palmaditas en el codo, mientras
caminaban hacia una fila de sillas de jardín alrededor del campo abierto. James
y Kendall estaban notablemente desaparecidos y __________ no podía fotografiar
como ninguna de sus familias se verían. Por más furiosa y avergonzada que ella
estuviera después de que James le diera libertad bajo fianza por segunda vez
consecutiva en el lago, ella todavía se estaba muriendo de ganas de obtener una
mirada de cualquier persona que estuviera relacionada con él. Pero luego,
pensando en el delgado archivo de James en la sala de archivos, __________ se
pregunto si aun se mantenía en contacto con alguien de su familia.
La madre de __________ repartió la sémola de queso
cheddar en cuatro platos, y su padre puso en el tope de los montículos
jalapeños recién comprados. Después de una mordida, la boca de __________
estaba en llamas, justo de la manera en que le gusta. Penn no parecía familiarizada
con la comida típica de Georgia con la que __________ se había crecido. Ella parecía
particularmente horrorizada por el okra en vinagre, pero tan pronto como le dio
un mordisco, ella le dio a __________ una sorprendida sonrisa de aprobamiento. La
mamá y el papá de __________ habían traído con ellos cada uno de los platillos
favoritos de __________, incluso los bombones de nuez de la farmacia de la
familia de la cuadra de abajo. Sus padres comían felices a cada lado de ella,
pareciendo aliviados de llenar sus bocas con algo más que hablar de muerte.
__________ debería haber estado disfrutando de su tiempo
con ellos, y lavando todo con su amado té dulce de Georgia, pero ella se sentía
como una hija impostora pretendiendo que este almuerzo Eliseo era normal en el Espada
& Cruz. Todo el día era una farsa. Al sonido de una corta, débil ronda de
aplausos, __________ miro hacia las gradas, donde Randy estaba junto al
director Udell, un hombre que __________ nunca había visto en carne antes. Lo
reconoció del retrato inusualmente débil que colgaba en el vestíbulo principal de
la escuela, pero no veía ahora que el artista había sido generoso. Penn ya le
había dicho que el director solo se presenta en el campus un día del año –el
día de los padres– sin excepciones. De lo contrario, el era un recluso que no
dejaba su mansión en la isla Tybee, ni siquiera cuando un estudiante en la
escuela falleció. La papada del hombre parecía tragarse su barbilla, sus ojos
de bovina miraban a la multitud, no pareciendo centrarse en nada. A su lado
Randy estaba de pie, las piernas en jarras con medias blancas. Ella tenía una sonrisa
sin labios estampada en el rostro, y el director estaba secando su grande
frente con una servilleta. Ambos tenían sus caras de juego puestas hoy, pero
parecía estar tomando una gran cantidad de ellos.
-Bienvenidos al ciento-cincuenta y nueve día anual de los
padres del Espada & Cruz.- El director Udell le dijo al micrófono.
-¿Esta el bromeando?- __________ le susurro a Penn. Era
difícil imaginar el día de los padres antes del período de la guerra. Penn rodo
sus ojos. -Sin duda un error tipográfico. Yo les dije que le consiguieran a él unos
nuevos lentes de lectura. -
-Tenemos un día largo y lleno de diversión programado
para ustedes comensando con este tranquilo picnic–-
-Normalmente solo tenemos diecinueve minutos,- Penn
interrumpió en un aparte a los padres de __________, que se pusieron rígidos. __________
sonrió sobre la cabeza de Penn y murmuro, -Ella esta bromeando.-
-Ahora, ustedes tendrán su elección de actividades. Nuestra
propia bióloga, la Dra. Yolanda Tross, dará una conferencia fascinante en la
biblioteca de la flora en la sabana local que se encuentra en el campus. El
entrenador Diante supervisara una serie de carreras familia-amigable aquí en el
césped. Y el señor Stanley Cole ofrecerá una visita guiada histórica de nuestro
apreciado cementerio de héroes. Va a ser un día muy ocupado. Va a ser un día
bastante ocupado. Y si,- el director Udell dijo con una caseosa, dentada
sonrisa, -ustedes serán evaluados en esto.- Era simplemente el tipo de broma
suave y trillada para ganar algunas risas enlatadas del montón de miembros
visitantes de las familias. __________ le rodo los ojos a Penn. Este intento
deprimente de buen humor hizo evidente que todo el mundo estaba aquí para sentirse
mejor acerca de dejar a sus hijos en las manos de la facultad de Espada &
Cruz. Los Prices rieron, también, pero se quedaron mirando a __________ para
más pistas acerca de cómo manejarse a ellos mismos. Después del almuerzo, las
otras familias alrededor del área común empacaron sus picnics y se retiraron a
varias esquinas. __________ tuvo la sensación de que muy pocas personas
realmente participarían en los eventos programados por la escuela. Nadie había seguido
a la Sra. Tross a la biblioteca, y hasta ahora solo Gabbe y su abuelo habían trepado
dentro de un saco de patatas en el otro extremo del campo. __________ no sabía
donde Molly o Arriane o Carlos se habían escabullido con sus familias, y ella
todavía no había visto a James. Ella sabía que sus propios padres estarían decepcionados
si ellos no vieran nada en el campus y no participaran en ninguna de las actividades
planeadas. Como las visitas guiadas del Sr. Cole parecían ser el menor de los
males, __________ sugirió que recogieran sus restos y unirse a él en las
puertas del cementerio. Mientras iban en la vía hacia allá, Arriane se balanceo
en si misma fuera de la grada como una gimnasta desmontando una barra paralela.
Ella paro su aterrizaje justo en frente de los padres de __________.
-Holaaaaaa,- ella canto, haciendo su mejor impresión de
chica-loca.
-Mamá y papá,- __________ dijo apretándose los hombros, -Esta
es mi buena amiga Arriane,-
-Y esta–- Arriane señalo a la alta, cabeza-rosa-caliente
chica que estaba lentamente viniendo en vía desde las escaleras de las gradas, -Es
mi hermana, Anabelle.- Anabelle ignoro la mano extendida de __________, y la
llevo dentro de sus brazos abiertos, en un extendido, intimo abrazo. __________
podía sentir sus huesos crujiendo juntos. El intenso abrazo duro justo el
tiempo suficiente para que __________ empezara a preguntarse qué pasaba con él,
pero justo cuando ella estaba empezando a sentirse incomoda, Anabelle la dejo ir.
-Es tan bueno conocerte,- ella dijo, tomando la mano de __________.
-Igualmente,- __________ dijo, dándole a Arriane una
mirada de reojo.
-¿Ustedes dos van al tour del Sr. Cole?- __________ le pregunto
a Arriane, que también miraba a Anabelle como si estuviera loca. Anabelle abrió
su boca, pero Arriane rápidamente el corto. -Infiernos no,- ella dijo.
-Estas actividades son absolutamente patecticas.- Ella
miro a los padres de __________. –Sin ofender.- Anabelle se encogió de hombros.
-¡Tal vez tengamos una oportunidad de ponernos al día luego!- ella le dijo a __________,
antes de que Arriane la empujara lejos.
-Ellas parecen ser buenas,- la madre de __________ dijo
en el tono de voz exploratorio que usaba cuando quería que __________ le
explicara algo.
-Umm, ¿Por qué estaba la chica tan interesada en ti?-
Penn pregunto.
__________ miro a Penn y luego a sus padres. ¿Realmente tenía
que defender, en frente de ellos, el hecho de que podría gustarle a alguien?
-¡__________!- el Sr. Cole llamo, saludando desde la otra
parte de desocupado punto de encuentro en las puertas del cementerio. -¡Por
aquí!-
El Sr. Cole estrecho las manos de sus dos padres cálidamente,
y hasta le dio a Penn un apretón de hombros. __________ estaba tratando de decidir
si debía ser más molesta por la participación del Sr. Cole en el día de los
padres o estar impresionada por su falso show de entusiasmo. Pero luego él
empezó a hablar y la sorprendió.
-Yo practique para esto todo el año,- el susurro. -Una
oportunidad para sacar a los estudiantes al aire libre y explicarles las muchas
maravillas de este lugar–oh, yo lo amo. Es lo más cercano que un profesor de
reformatorio puede conseguir de un verdadero viaje de campo. Claro que nadie
nunca se presenta para mis tour en los años pasados, lo que los convierte en mi
tour inaugural–‘’
-Bueno, nosotros estamos honrados,- el papá de __________
estallo, dándole al Sr. Cole una gran sonrisa. Inmediatamente, __________ se
dio cuenta que no era solo el hambre-de-cañón de papá por la guerra civil el
que estaba hablando. El claramente sentía que el Sr. Cole era legítimo. Y su
padre era el mejor juez de carácter que ella conocía. Los dos hombres ya habían
empezado a avanzar en tropel por la empinada pendiente de la entrada del
cementerio. La madre de __________ dejo la cesta de picnic en las puertas y les
dio a __________ y a Penn una de sus bien-gastadas sonrisas. El Sr. Cole agito
una mano para tener su atención. -Primero, un poco de trivialidades. ¿Cual–- el
elevo las cejas– -ustedes creen que es el elemento más viejo en el cementerio?-
Mientras __________ y Penn miraron hacia abajo a sus pies-evitando sus ojos
como lo hacían durante clases- el padre de __________ se puso en puntillas para
echar un vistazo a las estatuas más grandes.
-¡Pregunta truco!- el Sr. Cole grito golpeando las
puertas de hierro forjado. -esta parte frontal de las puertas fue construida
por el propietario original en 1831. Ellos decían que se esposa, Ella mena,
tenía un jardín adorable, y que quería mantener a las gallinas guineas fuera de
sus tomates.- El se rio debajo de su aliento. -Eso fue antes de la guerra. Y
del agujero negro. ¡Moviéndonos!-
Mientras caminaban, el Sr. Cole recito hecho por hecho
acerca de la construcción del cementerio, el contexto histórico acerca del cual
fue construido, y el -Artista—incluso el utilizo el termino vagamente- que
había venido con la escultura de la bestia alada en la parte superior del
monolito en el centro de los motivos. El padre de __________ salpico al Sr. Cole
con preguntas mientras que la madre de __________ paso las manos por algunas de
las tumbas más bonitas, dejando salir un murmuro de -Oh Dios- cada vez que ella
paraba para leer la inscripción. Penn arrastraba los pies detrás de la madre de
__________, posiblemente deseando haberse aferrado a una familia diferente hoy.
__________ cerraba la marcha, considerando que podría pasar si ella fuera a
darle a sus padres su propio recorrido personal por el cementerio.
Aquí es donde yo serví mi
primera detención…
Y aquí es donde un ángel caído
de mármol casi me decapita…
Y aquí es donde un extraño chico
de reformatorio que ustedes nunca aprobarían me llevo al picnic más extraño de
mi vida.
-Kendall,- el Sr. Cole llamo, mientras dirigía al tour
alrededor del monolito.
gisell portilla
Re: Fallen "oscuros" (James Maslow & tu) terminada
Capitulo18
TOQUE EN LAS RAICES II
Kendall
estaba parado con un hombre alto, de cabello-rubio en un traje de negocios
hecho a la medida dorado. Ninguno de ellos escucho o vio al Sr. Cole o le
pusieron atención a la fiesta que él estaba dirigiendo en el tour. Ellos
hablaban y hacían gestos en una manera muy involucrada en el árbol de roble, la
manera en que __________ había visto a su profesor de Drama hacer gestos cuando
los estudiantes estaban bloqueando una escena en una obra.
-¿Tú
y tu padre quieren unirse tardíamente a nuestro tour?- el Sr. Cole le pregunto
a Kendall, esta vez mas audiblemente. -Ustedes se perdieron casi todo, pero
todavía hay uno o dos hechos interesantes que estoy seguro les puedo impartir.-
Kendall
lentamente volteo la cabeza en su vía, luego de vuelta a su acompañante, que parecía
entretenido. __________ no pensaba que el hombre, con su clásica altura,
oscura, y atractiva buena apariencia y enorme reloj dorado, se viera lo
suficientemente viejo para ser el padre de Kendall. Pero tal vez el solo
envejecía bien. Los ojos de Kendall le echaron una ojeada a el cuello desnudo
de __________, y el parecía brevemente decepcionado. Ella se ruborizo, porque
podía sentir a su madre teniendo en conjunto toda la escena y preguntándose qué
estaba pasando.
Kendall
ignoro al Sr. Cole y se acerco a la madre de __________, llevando las manos de
ella a sus labios antes de que alguien pudiera siquiera presentarlos. -Usted
debe ser la hermana mayor de __________,- el dijo elegantemente. A su
izquierda, Penn estaba amordazándose con el codo y susurro de una manera en que
solo __________ podía oír,
-Por
favor, dime que alguien mas esta nauseabundo.- Pero la mamá de __________,
parecía de algún modo deslumbrada, en una manera que ponía a __________-y a su
padre claramente- incomoda.
-No,
nosotros no podemos quedarnos para el tour,- Kendall anuncio, haciéndole un
guiño a __________ y retrocediendo justo como el padre de __________ aprobaba. -Pero
fue muy adorable-- el miro a cada uno de los tres, excluyendo nada mas a Penn- -encontrarlos
aquí, vámonos papá.-
-¿Quién
era ese?- la madre de __________ susurro cuando Kendall y su padre, o quien sea
que el haya sido, desaparecieron dando marcha atrás por el lado del cementerio.
-Oh,
solo uno de los admiradores de __________- dijo Penn, tratando de aligerar el
ambiente y haciendo exactamente lo contrario.
-¿Uno de?- el padre de __________ vio abajo hacia Penn. En
la luz de tarde-noche, __________ podía ver por primera vez algunas pocas canas
avellana es en la barba de su papá. Ella no quería gastar sus últimos momentos
de hoy, convenciendo a su padre acerca de los chicos de su escuela reformatoria.
-No
es nada, papá, Penn esta bromeando.-
-Nosotros
queremos que seas cuidadosa, __________,- el dijo. __________ pensó en lo que James
había sugerido-algo duramente-el otro día. Que tal vez ella no podía estar en Espada
& Cruz para nada. Y de repente ella quería tan arduamente tocar el tema con
sus padres, rogar e implorarles que se la llevaran muy lejos de ahí. Pero fue
el mismo recuerdo de James que hizo que ella sostuviera su lengua. El emocionante
toque de su piel con la suya cuando ella lo empujo en el lago, la manera en que
sus ojos algunas veces eran las cosas más tristes que ella conocía. Se sentía a
la vez absolutamente loco y absolutamente verdadero que podría valer todo ese
infierno en e Espada & Cruz solo para pasar un poco más de tiempo con James.
Solo para ver si algo mas puede venir de ello.
-Odio
las despedidas,- la mamá de __________ suspiro, interrumpiendo los pensamientos
de su hija para arrastrarla en un ligero abrazo. __________ miro abajo hacia su
reloj, y su cara se cayó. Ella no sabía cómo la tarde había pasado tan rápidamente,
como podía ser ya el momento en que ellos se vayan.
-¿Tu
nos llamaras el miércoles?- su papá pregunto, besando sus dos mejillas de la manera
en que el lado francés de su familia siempre lo hacía. Mientras todos ellos caminaban
hacia el estacionamiento, los padres de __________ apresaron sus manos. Cada
uno de ellos le dio otro abrazo y otra serie de besos. Cuando ellos sacudieron
la mano de Penn y le desearon que estuviera bien, __________ vio una video cámara
anclada en el puesto de ladrillo de la vivienda de una cabina rota en la
salida. Debe haber un detector de movimiento conectado a los rojos, porque la
cámara estaba haciendo una panorámica, siguiendo sus movimientos. Este no había
estado en el tour de Arriane y ciertamente no era un rojo muerto. Los padres de
__________ no notaron nada-y tal vez sea mejor de ese modo. Luego ellos se
alejaban, mirando hacia atrás dos veces para despedirse de las dos chicas de
pie en la entrada del lobby principal. Papá manipulo su viejo Chrysler New
Yorker y bajo la ventana.
-Te
amamos,- el dijo tan audiblemente que __________ estaría avergonzada si ella no
estuviera tan triste por verlos irse. __________ saludo de vuelta, -Gracias,-
ella susurro. Por
los bombones y el okra. Por gastar todo
el día aquí. Por tomar a Penn debajo de sus alas, sin preguntar nada. Por
seguir amándome a pesar de que me temen.
Cuando
las __________s traseras desaparecieron en la curva, Penn toco la espalda de __________.
–Yo estaba pensando que en ir a ver a mi papá.- Ella pateo el suelo con la
punta de su bota y miro tímidamente a __________. -¿Hay alguna posibilidad de que
tú quieras venir? Si no, yo entiendo, considerando que eso involucra otro viaje
dentro de–- ella sacudió el pulgar atrás hacia las profundidades del
cementerio.
-Por
supuesto yo iré,- dijo __________.
Ellas
caminaron alrededor del perímetro del cementerio, permaneciendo altas en el borde
hasta que habían llegado a la esquina del extremo oriente, donde Penn se detuvo
frente una tumba. Era modesta, blanca, y cubierta por una capa tostada de
agujas de pino. Penn se puso de rodillas y empezó a limpiarlas. STANFORD
LOCKWOOD, la simple tumba de piedra decía, EL MEJOR PADRE DEL MUNDO. __________
podía oír la conmovedora voz de Penn detrás de la inscripción, y ella podía
sentir las lagrimas llenando sus ojos. Ella no quería que Penn viera- después
de todo, que __________ todavía tenía a sus padres. Si alguien debería llorar
en este momento debería ser… Penn estaba
llorando. Ella
estaba intentando ocultarlo con el más suave de los lloriqueos y algunas
lágrimas se derramaron el borde irregular de su suéter. __________ se puso de
rodillas, también, y comenzó a ayudarla a quitar las agujas. Ella puso sus
brazos alrededor de su amiga y la sostuvo lo más fuerte que pudo. Cuando Penn
retrocedió y le dio las gracias a __________, ella busco en su bolsillo y saco
una carta.
-Yo
normalmente le escribo algo,- ella explico.
__________
quería darle a Penn un momento a solas con su papá, así que se levanto, tomo un
paso atrás, y se dio la vuelta, bajando la pendiente hacia el centro del
cementerio. Sus ojos estaban todavía un poco vidriosos, pero ella pensó que
podía ver a alguien sentado solo en la parte de arriba del monolito. Si. Un
tipo con sus brazos envueltos alrededor de sus rodillas. Ella no podía imaginar
como él se subió ahí, pero ahí el estaba. El se veía rígido y solitario, como
si él hubiera estado ahí todo el día. El no había visto ni a __________ ni a
Penn. El no parecía ver a nada. Pero __________ no tenía que estar lo suficientemente
cerca para ver esos ojos avellana violeta y saber quién era. Todo este tiempo __________
había estado buscando explicaciones acerca de por qué el archivo de James era
tan escaso, que secretos contienen los libros perdidos de sus ancestros en la
biblioteca, adonde había viajado su mente aquel día que le pregunto por su
familia. Porque el siempre es tan caliente y tan frio con ella… siempre.
TOQUE EN LAS RAICES II
Kendall
estaba parado con un hombre alto, de cabello-rubio en un traje de negocios
hecho a la medida dorado. Ninguno de ellos escucho o vio al Sr. Cole o le
pusieron atención a la fiesta que él estaba dirigiendo en el tour. Ellos
hablaban y hacían gestos en una manera muy involucrada en el árbol de roble, la
manera en que __________ había visto a su profesor de Drama hacer gestos cuando
los estudiantes estaban bloqueando una escena en una obra.
-¿Tú
y tu padre quieren unirse tardíamente a nuestro tour?- el Sr. Cole le pregunto
a Kendall, esta vez mas audiblemente. -Ustedes se perdieron casi todo, pero
todavía hay uno o dos hechos interesantes que estoy seguro les puedo impartir.-
Kendall
lentamente volteo la cabeza en su vía, luego de vuelta a su acompañante, que parecía
entretenido. __________ no pensaba que el hombre, con su clásica altura,
oscura, y atractiva buena apariencia y enorme reloj dorado, se viera lo
suficientemente viejo para ser el padre de Kendall. Pero tal vez el solo
envejecía bien. Los ojos de Kendall le echaron una ojeada a el cuello desnudo
de __________, y el parecía brevemente decepcionado. Ella se ruborizo, porque
podía sentir a su madre teniendo en conjunto toda la escena y preguntándose qué
estaba pasando.
Kendall
ignoro al Sr. Cole y se acerco a la madre de __________, llevando las manos de
ella a sus labios antes de que alguien pudiera siquiera presentarlos. -Usted
debe ser la hermana mayor de __________,- el dijo elegantemente. A su
izquierda, Penn estaba amordazándose con el codo y susurro de una manera en que
solo __________ podía oír,
-Por
favor, dime que alguien mas esta nauseabundo.- Pero la mamá de __________,
parecía de algún modo deslumbrada, en una manera que ponía a __________-y a su
padre claramente- incomoda.
-No,
nosotros no podemos quedarnos para el tour,- Kendall anuncio, haciéndole un
guiño a __________ y retrocediendo justo como el padre de __________ aprobaba. -Pero
fue muy adorable-- el miro a cada uno de los tres, excluyendo nada mas a Penn- -encontrarlos
aquí, vámonos papá.-
-¿Quién
era ese?- la madre de __________ susurro cuando Kendall y su padre, o quien sea
que el haya sido, desaparecieron dando marcha atrás por el lado del cementerio.
-Oh,
solo uno de los admiradores de __________- dijo Penn, tratando de aligerar el
ambiente y haciendo exactamente lo contrario.
-¿Uno de?- el padre de __________ vio abajo hacia Penn. En
la luz de tarde-noche, __________ podía ver por primera vez algunas pocas canas
avellana es en la barba de su papá. Ella no quería gastar sus últimos momentos
de hoy, convenciendo a su padre acerca de los chicos de su escuela reformatoria.
-No
es nada, papá, Penn esta bromeando.-
-Nosotros
queremos que seas cuidadosa, __________,- el dijo. __________ pensó en lo que James
había sugerido-algo duramente-el otro día. Que tal vez ella no podía estar en Espada
& Cruz para nada. Y de repente ella quería tan arduamente tocar el tema con
sus padres, rogar e implorarles que se la llevaran muy lejos de ahí. Pero fue
el mismo recuerdo de James que hizo que ella sostuviera su lengua. El emocionante
toque de su piel con la suya cuando ella lo empujo en el lago, la manera en que
sus ojos algunas veces eran las cosas más tristes que ella conocía. Se sentía a
la vez absolutamente loco y absolutamente verdadero que podría valer todo ese
infierno en e Espada & Cruz solo para pasar un poco más de tiempo con James.
Solo para ver si algo mas puede venir de ello.
-Odio
las despedidas,- la mamá de __________ suspiro, interrumpiendo los pensamientos
de su hija para arrastrarla en un ligero abrazo. __________ miro abajo hacia su
reloj, y su cara se cayó. Ella no sabía cómo la tarde había pasado tan rápidamente,
como podía ser ya el momento en que ellos se vayan.
-¿Tu
nos llamaras el miércoles?- su papá pregunto, besando sus dos mejillas de la manera
en que el lado francés de su familia siempre lo hacía. Mientras todos ellos caminaban
hacia el estacionamiento, los padres de __________ apresaron sus manos. Cada
uno de ellos le dio otro abrazo y otra serie de besos. Cuando ellos sacudieron
la mano de Penn y le desearon que estuviera bien, __________ vio una video cámara
anclada en el puesto de ladrillo de la vivienda de una cabina rota en la
salida. Debe haber un detector de movimiento conectado a los rojos, porque la
cámara estaba haciendo una panorámica, siguiendo sus movimientos. Este no había
estado en el tour de Arriane y ciertamente no era un rojo muerto. Los padres de
__________ no notaron nada-y tal vez sea mejor de ese modo. Luego ellos se
alejaban, mirando hacia atrás dos veces para despedirse de las dos chicas de
pie en la entrada del lobby principal. Papá manipulo su viejo Chrysler New
Yorker y bajo la ventana.
-Te
amamos,- el dijo tan audiblemente que __________ estaría avergonzada si ella no
estuviera tan triste por verlos irse. __________ saludo de vuelta, -Gracias,-
ella susurro. Por
los bombones y el okra. Por gastar todo
el día aquí. Por tomar a Penn debajo de sus alas, sin preguntar nada. Por
seguir amándome a pesar de que me temen.
Cuando
las __________s traseras desaparecieron en la curva, Penn toco la espalda de __________.
–Yo estaba pensando que en ir a ver a mi papá.- Ella pateo el suelo con la
punta de su bota y miro tímidamente a __________. -¿Hay alguna posibilidad de que
tú quieras venir? Si no, yo entiendo, considerando que eso involucra otro viaje
dentro de–- ella sacudió el pulgar atrás hacia las profundidades del
cementerio.
-Por
supuesto yo iré,- dijo __________.
Ellas
caminaron alrededor del perímetro del cementerio, permaneciendo altas en el borde
hasta que habían llegado a la esquina del extremo oriente, donde Penn se detuvo
frente una tumba. Era modesta, blanca, y cubierta por una capa tostada de
agujas de pino. Penn se puso de rodillas y empezó a limpiarlas. STANFORD
LOCKWOOD, la simple tumba de piedra decía, EL MEJOR PADRE DEL MUNDO. __________
podía oír la conmovedora voz de Penn detrás de la inscripción, y ella podía
sentir las lagrimas llenando sus ojos. Ella no quería que Penn viera- después
de todo, que __________ todavía tenía a sus padres. Si alguien debería llorar
en este momento debería ser… Penn estaba
llorando. Ella
estaba intentando ocultarlo con el más suave de los lloriqueos y algunas
lágrimas se derramaron el borde irregular de su suéter. __________ se puso de
rodillas, también, y comenzó a ayudarla a quitar las agujas. Ella puso sus
brazos alrededor de su amiga y la sostuvo lo más fuerte que pudo. Cuando Penn
retrocedió y le dio las gracias a __________, ella busco en su bolsillo y saco
una carta.
-Yo
normalmente le escribo algo,- ella explico.
__________
quería darle a Penn un momento a solas con su papá, así que se levanto, tomo un
paso atrás, y se dio la vuelta, bajando la pendiente hacia el centro del
cementerio. Sus ojos estaban todavía un poco vidriosos, pero ella pensó que
podía ver a alguien sentado solo en la parte de arriba del monolito. Si. Un
tipo con sus brazos envueltos alrededor de sus rodillas. Ella no podía imaginar
como él se subió ahí, pero ahí el estaba. El se veía rígido y solitario, como
si él hubiera estado ahí todo el día. El no había visto ni a __________ ni a
Penn. El no parecía ver a nada. Pero __________ no tenía que estar lo suficientemente
cerca para ver esos ojos avellana violeta y saber quién era. Todo este tiempo __________
había estado buscando explicaciones acerca de por qué el archivo de James era
tan escaso, que secretos contienen los libros perdidos de sus ancestros en la
biblioteca, adonde había viajado su mente aquel día que le pregunto por su
familia. Porque el siempre es tan caliente y tan frio con ella… siempre.
gisell portilla
Re: Fallen "oscuros" (James Maslow & tu) terminada
CAPITULO 19
MANOS DESOCUPADAS
Llovió durante todo el martes. Torbellinos negros
envolvían a las nubes desde el oeste, y avanzaban sobre el campus, lo que no
era de ayuda para aclarar la mente de __________. El aguacero llegó en
desiguales oleadas de llovizna, a continuación, se volvió torrencial, por
último, empezó a granizar, antes de que se atenuara y empezara todo de nuevo.
Los estudiantes ni siquiera habían sido autorizados a salir durante las pausas,
y al final de su clase de cálculo, __________ se iba a volver loca. Se dio
cuenta de esto cuando sus notas comenzaron a apartarse del teorema del valor
medio y empezaron a parecerse más a esto:
15 de septiembre: Introducción al cambio de J [James]
16 de septiembre: la estatua se derriba, su mano
en la cabeza protegiéndome (alternativamente: él solamente estaba buscando una
salida), J se va inmediatamente.
17 de septiembre: Potencial interpretación
errónea del movimiento de cabeza de J como recomendación a que asista a la
fiesta de Kendall. Descubrimiento perturbador de la relación de J & G [James
y Gabbe] (¿error?)
Articuladas así, eran el comienzo de un catálogo
bastante embarazoso. Él era tan caliente y frío. Es posible que él sintiera lo
mismo por ella, aunque, si se apuraba, __________, podría insistir en que,
cualquier rareza, por su parte era sólo en respuesta a una absoluta rareza por
parte de ella. No. Este era precisamente el tipo de argumento circular del que __________
no quería formar parte. Ella sólo quería estar con él. Sólo que no tenía idea
de por qué. O de cómo hacerlo. O realmente, que significaba incluso estar con él.
Todo lo que sabía era que, a pesar de todo, él era en el que ella pensaba. El
único que le importaba. Había creído que si ella podía seguir cada vez que
ellos habían conectado y cada vez que se habían alejado, ella podría ser capaz
de encontrar alguna razón para entender ese comportamiento errático de James.
Pero su lista hasta el momento estaba haciendo que se deprimiera. Arrugó la
página en una bola. Cuando la campana sonó para despedir finalmente el día, __________
salió de la clase. Normalmente se esperaba para andar fuera con Arriane o con
Penn, temiendo el momento en el que se separaran, porque entonces __________
estaría a solas con sus pensamientos. Pero hoy, para variar, ella no tenía
ganas de ver a nadie. Estaba buscando como redirigir algo del tiempo de __________.
Ella sólo tenía una idea acerca de cómo asegurarse de apartar su mente de James:
una larga dura y solitaria sesión de natación.
Mientras que el resto de los estudiantes
comenzaron a caminar hacia sus dormitorios, __________ levantó la capucha de su
jersey negro y se lanzó a la lluvia, deseosa de llegar a la piscina. Mientras
bajaba por las escaleras de Agustín, se estrelló directamente con algo de alto
y negro. Kendall. Cuando ella lo empujó, una torre de libros se tambaleó en sus
brazos, y luego cayó al pavimento mojado con una serie de golpes. Había tenido
su propia capucha negra puesta sobre su cabeza y sus auriculares a todo volumen
en sus oídos. Es probable que él no la hubiera visto venir, tampoco. Los dos
habían estado en sus propios mundos.
-¿Estás bien?-, Preguntó, poniendo una mano en su
espalda.
-Estoy bien-, dijo __________. Apenas había
tropezado. Esto fue lo que hizo que los libros de Kendall se cayeran.
-Bueno, ahora que nosotros nos hemos golpeado el
uno al otro con los libros, ¿no es el próximo paso que nuestras manos se toquen
accidentalmente mientras estamos recogiéndolos?-
__________ se rió. Cuando ella le entregó uno de
los libros, él se aferró a su mano y se la apretó. La lluvia había empapado su
pelo dorado, y grandes gotas caían hacia sus gruesas pestañas. Él se veía
realmente bien.
-¿Cómo se dice, 'vergüenza' en francés?-,
Preguntó él.
-Um... genê, -__________ empezó a decir,
sintiéndose de pronto un poco genee.
Kendall todavía le aferraba la mano. -Espera, ¿tú
no sacaste una A en el examen de Francés de ayer?-
-¿Te has dado cuenta?-, Preguntó. Su voz sonaba
extraña.
-Kendall-, dijo, -¿está todo bien?-
Se inclinó hacia ella y le rozó una gota de agua
que ella sentía corriendo por el puente de la nariz. El simple toque del dedo
índice la hizo temblar, y de repente no podía dejar de pensar en lo maravillosa
y cálida que se sentiría si él la estrechara en sus brazos de la forma en que
lo había hecho en el monumento conmemorativo de Todd.
-He estado pensando en ti,- dijo. -Deseaba verte.
Te esperé en el monumento, pero alguien me dijo que te fuiste. -
__________ tuvo la sensación de que él sabía
porque ella se había ido. Y que él quería que ella supiera que él lo sabía.
-Lo siento-, dijo, tuvo que gritar para hacerse
escuchar por encima de un trueno. Ahora ambos estaban empapados por la fuerte
lluvia.
-Vamos, salgamos de esta lluvia.- Kendall anduvo
de espaldas hacia la entrada cubierta de Agustín. __________ miró sobre su
hombro hacia el gimnasio, ella quería estar allí, no aquí ni en ningún otro
lugar con Kendall. Al menos, no ahora. Su cabeza estaba demasiado llena de
muchos impulsos confusos, y necesitaba tiempo y espacio lejos de todo el mundo -para
ordenar su mente.
-No puedo-, dijo.
-¿Y después? ¿Qué tal esta noche? -
-Claro, más tarde, está bien.-
Sonrió. -Iré a buscarte a tu habitación.-
Ella se sorprendió cuando él tiró de ella hacia
él, sólo por un breve momento, y la besó suavemente en la frente. __________ se
sintió aliviada al instante, casi como si la hubiera inyectado algo. Y antes de
que tuviera la oportunidad de sentir nada más, él la liberó y se fue
rápidamente hacia el dormitorio. __________ sacudió la cabeza y se dirigió
lentamente hacia el gimnasio. Era evidente que tenía algo más en lo que pensar
que sólo James. Había una posibilidad que pudiera ser bueno, incluso divertido,
el pasar después algún tiempo con Kendall esta noche. Si la lluvia amainaba, probablemente
la llevara a algún lugar secreto del campus y su actitud sería alarmantemente
carismática y magnifica. Él hacía que se sintiera especial. __________ sonrió. Desde
que ella había puesto los pies en Nuestra Señora de la Aptitud (como Arriane
había bautizado al gimnasio), el personal de mantenimiento de la escuela había
empezado a luchar contra el kudzu [tipo de planta]. Se habían despojado de la
manta verde lejos de gran parte de la fachada del edificio, pero sólo estaba a
medio terminar, y las ramas verdes colgaban como tentáculos a través de las
puertas. __________ tenía que agacharse bajo unos largos tentáculos para que
ella pudiera entrar. El gimnasio estaba vacío, y la estancia estaba tranquila
en comparación con la tormenta exterior. La mayoría de las luces estaban apagadas.
Ella no le había preguntado si estaba permitido utilizar el gimnasio fuera de
hora, pero la puerta estaba abierta, y, bueno, no había nadie allí para impedírselo.
En el oscuro pasillo, ella pasó los pergaminos antiguos de América, en estuches
de vidrio, y la reproducción de mármol en miniatura de la Piedad. Se detuvo
delante de la puerta de la sala de pesas, donde había visto a James saltar la
cuerda. Suspiró. Eso sería una gran adición a su catálogo:
18 de septiembre: D me acusa de acecharlo.
Seguido dos días después por:
20 de septiembre: Penn me convence para empezar
realmente a acecharlo.
Estoy de acuerdo.
Uf. Estaba en un agujero negro de auto-odio. Y
sin embargo, no podía contenerse. En el medio del pasillo, ella se quedó
inmóvil. Todo cobró sentido a la vez, él por qué ese día se había sentido aún
más consumida por James que de costumbre, y aún más en conflicto acerca de Kendall.
Ella había soñado con ambos la noche anterior. Ella había estado vagando por
una niebla de polvo, alguien sostenía su mano. Ella se volvió, pensando que
sería James. Pero cuando los labios la presionaron tierna y confortablemente,
ella supo que no eran suyos. Eran de Kendall. Él la dio innumerables besos
suaves, y cada vez que __________ le miraba, sus tempestuosos ojos verdes
estaban abiertos, también, fijos en ella, interrogándola acerca de algo que
ella no podía contestar. Luego Kendall se había ido, y la niebla también, y __________
fue envuelta por los brazos de James, justo donde quería estar. Él la sumergió
en el agua y la besó con fiereza, como si estuviera enfadado, y cada vez que
sus labios se alejaban de ella, aunque sólo fuera durante medio segundo, la sed
más abrasadora corría por ella, haciéndola llorar. Esta vez, ella sabía que
tenían alas, y ella dejaba que envolvieran su cuerpo como una manta. Quería
tocarlas, a veces la cubrían a ella y a James por completo, pero pronto el
cepillo de terciopelo se alejaba, plegándose sobre sí mismo. Dejó de besarla,
miró su rostro, esperando una reacción. Ella no entendía el extraño miedo
caliente que crecía cada vez más en la boca del estómago. Pero ahí estaba,
volviéndola incómodamente caliente, luego aparecieron ampollas calientes-hasta
que no pudo aguantar más.
Ahí fue cuando ella se despertó.
En el último momento del sueño, la misma __________
se había chamuscado y astillado-entonces se había convertido en ceniza. Se
había despertado empapada en sudor, su pelo, su almohada, su pijama todo estaba
mojado y de pronto hacía mucho, mucho frío. Ella había estado allí temblando
hasta la primera luz de la mañana. __________ frotó las mangas empapadas por la
lluvia para entrar en calor. Por supuesto. El sueño la había dejado un fuego en
su corazón y un escalofrío en sus huesos que había sido incapaz de abandonar
durante todo el día. Esa era la razón por la cual ella había venido aquí a
nadar, para tratar de borrar ese sentimiento. Esta vez, su Speedo negro estaba
realmente bien, y ella se acordó de traer un par de gafas de protección. Abrió
la puerta de la piscina y se dispuso a zambullirse sola, respirando el aire
húmedo, con su sabor mate de cloro. Sin la distracción de los otros
estudiantes, o el trino del silbato del entrenador Diantes, __________ podía
sentir la presencia de otra cosa en la iglesia. Algo casi sagrado. Tal vez fue
sólo que la piscina era una sala magnífica, incluso con la lluvia torrencial a
través de las agrietadas vidrieras. Incluso con ninguna de las velas encendidas
en los altares laterales en rojo. __________ trató de imaginar cómo había sido
el lugar antes de que la piscina hubiera reemplazado a los bancos, y sonrió. Le
gustaba la idea de nadar bajo las cabezas de los que rezan. Ella se puso las
gafas y saltó. El agua estaba caliente, mucho más caliente que fuera de la
lluvia y el trueno que sonó fuera se volvió inofensivo y lejano cuando hundió
la cabeza bajo el agua. Ella se empujó y empezó un lento calentamiento de
brazadas. Su cuerpo rápidamente se soltó, y un par de vueltas más tarde, __________
aumentó su velocidad y comenzó a nadar en mariposa. Podía sentir la quemadura
en sus extremidades, y empujó a través de ella. Esta fue exactamente la
sensación que tuvo después. Totalmente en la zona. Si pudiera hablar con James.
Hablar de verdad, sin él interrumpiéndola o diciéndola que la transferirían de
escuela o esquivándola antes de que ella pudiera llegar hasta él. Eso podría
ayudar. También podía atarlo y taparle la boca sólo para que él la escuchara.
¿Pero que le iba a decir? Todo lo que ella sentía
cuando estaba alrededor de él, cómo, si pensaba sobre eso, él no tenía nada que
ver con ninguna de sus acciones. ¿Y si ella podía hacerle subir a la laguna? Él
era el que lo había convertido en su lugar. Esta vez, ella podría llevarle
allí, y debería de tener mucho cuidado en no hacer nada que le horrorizara a él.
No estaba trabajando. Mierda. Lo estaba haciendo de nuevo. Se suponía que debía
nadar. Sólo nadar. Nadaría hasta que ella estuviera demasiado cansada para
pensar en otra cosa, sobre todo en James. Ella nadó hasta que.
-¡__________!-
Hasta que fue interrumpida. Por Penn, que estaba
de pie al lado de la piscina.
-¿Qué estás haciendo aquí?- __________ preguntó,
escupiendo agua.
-¿Qué estás haciendo aquí?- Imitó Penn. -¿Desde
cuándo haces ejercicio de buen grado? No me gusta esta nueva faceta tuya. -
-¿Cómo me encontraste?- Hasta que ella no lo hubo
dicho __________ no se dio cuenta de que sus palabras podían haber sonado
groseras, como si estuviera tratando de evitar a Penn.
-Kendall me lo dijo-. Respondió Penn. -Tuvimos
una conversación extensa. Fue raro. Él quería saber si estabas bien. -
-Eso es extraño,- __________ estuvo de acuerdo.
-No-, dijo Penn, -lo que fue raro es que él se
acercara a mí y tuviéramos una conversación. El Sr. Popularidad... y yo. ¿Tengo
que explicar mi sorpresa? Lo que pasa es que él realmente es agradable. -
-Bueno, él es agradable.- __________ se quitó las
gafas.
-Contigo-, dijo Penn. -Es tan bueno que se escapa
de la escuela a comprarte un collar que nunca has usado-.
-Me lo puse una vez,- dijo __________. Lo cual
era cierto. Cinco noches antes, después de la segunda vez que James la dejó
varada en el lago, a solas con el camino iluminado en el bosque. Ella no había
sido capaz de deshacerse de esa imagen y no había podido dormir. Así que ella
se había probado el collar. Ella se había dormido aferrada a él cerca de su
clavícula, y se despertó con él caliente en su mano. Penn movió tres dedos
enfrente de __________, como diciendo, ¿Hola? Y tu punto es.
-Mi punto es,- dijo __________ finalmente, - que
no soy tan superficial para estar buscando a alguien que me compre cosas-.
-No eres tan superficial, ¿eh?- Preguntó Penn. -Entonces,
me atrevo a hacer una no-superficial lista de por qué te gusta tanto James. Que
no diga que Él tiene los más bellos ojos avellanaes o Ooh, la forma en que sus
músculos ondean a la luz del sol.-
La voz de __________ se quebró por el tono falsete
de Penn y la forma en la que se llevó las manos entrelazadas a su corazón. -Simplemente-,
dijo ella, evitando los ojos de Penn. -No puedo explicarlo-.
-¿Él consigue que tú
-¿Has encontrado el libro? -
MANOS DESOCUPADAS
Llovió durante todo el martes. Torbellinos negros
envolvían a las nubes desde el oeste, y avanzaban sobre el campus, lo que no
era de ayuda para aclarar la mente de __________. El aguacero llegó en
desiguales oleadas de llovizna, a continuación, se volvió torrencial, por
último, empezó a granizar, antes de que se atenuara y empezara todo de nuevo.
Los estudiantes ni siquiera habían sido autorizados a salir durante las pausas,
y al final de su clase de cálculo, __________ se iba a volver loca. Se dio
cuenta de esto cuando sus notas comenzaron a apartarse del teorema del valor
medio y empezaron a parecerse más a esto:
15 de septiembre: Introducción al cambio de J [James]
16 de septiembre: la estatua se derriba, su mano
en la cabeza protegiéndome (alternativamente: él solamente estaba buscando una
salida), J se va inmediatamente.
17 de septiembre: Potencial interpretación
errónea del movimiento de cabeza de J como recomendación a que asista a la
fiesta de Kendall. Descubrimiento perturbador de la relación de J & G [James
y Gabbe] (¿error?)
Articuladas así, eran el comienzo de un catálogo
bastante embarazoso. Él era tan caliente y frío. Es posible que él sintiera lo
mismo por ella, aunque, si se apuraba, __________, podría insistir en que,
cualquier rareza, por su parte era sólo en respuesta a una absoluta rareza por
parte de ella. No. Este era precisamente el tipo de argumento circular del que __________
no quería formar parte. Ella sólo quería estar con él. Sólo que no tenía idea
de por qué. O de cómo hacerlo. O realmente, que significaba incluso estar con él.
Todo lo que sabía era que, a pesar de todo, él era en el que ella pensaba. El
único que le importaba. Había creído que si ella podía seguir cada vez que
ellos habían conectado y cada vez que se habían alejado, ella podría ser capaz
de encontrar alguna razón para entender ese comportamiento errático de James.
Pero su lista hasta el momento estaba haciendo que se deprimiera. Arrugó la
página en una bola. Cuando la campana sonó para despedir finalmente el día, __________
salió de la clase. Normalmente se esperaba para andar fuera con Arriane o con
Penn, temiendo el momento en el que se separaran, porque entonces __________
estaría a solas con sus pensamientos. Pero hoy, para variar, ella no tenía
ganas de ver a nadie. Estaba buscando como redirigir algo del tiempo de __________.
Ella sólo tenía una idea acerca de cómo asegurarse de apartar su mente de James:
una larga dura y solitaria sesión de natación.
Mientras que el resto de los estudiantes
comenzaron a caminar hacia sus dormitorios, __________ levantó la capucha de su
jersey negro y se lanzó a la lluvia, deseosa de llegar a la piscina. Mientras
bajaba por las escaleras de Agustín, se estrelló directamente con algo de alto
y negro. Kendall. Cuando ella lo empujó, una torre de libros se tambaleó en sus
brazos, y luego cayó al pavimento mojado con una serie de golpes. Había tenido
su propia capucha negra puesta sobre su cabeza y sus auriculares a todo volumen
en sus oídos. Es probable que él no la hubiera visto venir, tampoco. Los dos
habían estado en sus propios mundos.
-¿Estás bien?-, Preguntó, poniendo una mano en su
espalda.
-Estoy bien-, dijo __________. Apenas había
tropezado. Esto fue lo que hizo que los libros de Kendall se cayeran.
-Bueno, ahora que nosotros nos hemos golpeado el
uno al otro con los libros, ¿no es el próximo paso que nuestras manos se toquen
accidentalmente mientras estamos recogiéndolos?-
__________ se rió. Cuando ella le entregó uno de
los libros, él se aferró a su mano y se la apretó. La lluvia había empapado su
pelo dorado, y grandes gotas caían hacia sus gruesas pestañas. Él se veía
realmente bien.
-¿Cómo se dice, 'vergüenza' en francés?-,
Preguntó él.
-Um... genê, -__________ empezó a decir,
sintiéndose de pronto un poco genee.
Kendall todavía le aferraba la mano. -Espera, ¿tú
no sacaste una A en el examen de Francés de ayer?-
-¿Te has dado cuenta?-, Preguntó. Su voz sonaba
extraña.
-Kendall-, dijo, -¿está todo bien?-
Se inclinó hacia ella y le rozó una gota de agua
que ella sentía corriendo por el puente de la nariz. El simple toque del dedo
índice la hizo temblar, y de repente no podía dejar de pensar en lo maravillosa
y cálida que se sentiría si él la estrechara en sus brazos de la forma en que
lo había hecho en el monumento conmemorativo de Todd.
-He estado pensando en ti,- dijo. -Deseaba verte.
Te esperé en el monumento, pero alguien me dijo que te fuiste. -
__________ tuvo la sensación de que él sabía
porque ella se había ido. Y que él quería que ella supiera que él lo sabía.
-Lo siento-, dijo, tuvo que gritar para hacerse
escuchar por encima de un trueno. Ahora ambos estaban empapados por la fuerte
lluvia.
-Vamos, salgamos de esta lluvia.- Kendall anduvo
de espaldas hacia la entrada cubierta de Agustín. __________ miró sobre su
hombro hacia el gimnasio, ella quería estar allí, no aquí ni en ningún otro
lugar con Kendall. Al menos, no ahora. Su cabeza estaba demasiado llena de
muchos impulsos confusos, y necesitaba tiempo y espacio lejos de todo el mundo -para
ordenar su mente.
-No puedo-, dijo.
-¿Y después? ¿Qué tal esta noche? -
-Claro, más tarde, está bien.-
Sonrió. -Iré a buscarte a tu habitación.-
Ella se sorprendió cuando él tiró de ella hacia
él, sólo por un breve momento, y la besó suavemente en la frente. __________ se
sintió aliviada al instante, casi como si la hubiera inyectado algo. Y antes de
que tuviera la oportunidad de sentir nada más, él la liberó y se fue
rápidamente hacia el dormitorio. __________ sacudió la cabeza y se dirigió
lentamente hacia el gimnasio. Era evidente que tenía algo más en lo que pensar
que sólo James. Había una posibilidad que pudiera ser bueno, incluso divertido,
el pasar después algún tiempo con Kendall esta noche. Si la lluvia amainaba, probablemente
la llevara a algún lugar secreto del campus y su actitud sería alarmantemente
carismática y magnifica. Él hacía que se sintiera especial. __________ sonrió. Desde
que ella había puesto los pies en Nuestra Señora de la Aptitud (como Arriane
había bautizado al gimnasio), el personal de mantenimiento de la escuela había
empezado a luchar contra el kudzu [tipo de planta]. Se habían despojado de la
manta verde lejos de gran parte de la fachada del edificio, pero sólo estaba a
medio terminar, y las ramas verdes colgaban como tentáculos a través de las
puertas. __________ tenía que agacharse bajo unos largos tentáculos para que
ella pudiera entrar. El gimnasio estaba vacío, y la estancia estaba tranquila
en comparación con la tormenta exterior. La mayoría de las luces estaban apagadas.
Ella no le había preguntado si estaba permitido utilizar el gimnasio fuera de
hora, pero la puerta estaba abierta, y, bueno, no había nadie allí para impedírselo.
En el oscuro pasillo, ella pasó los pergaminos antiguos de América, en estuches
de vidrio, y la reproducción de mármol en miniatura de la Piedad. Se detuvo
delante de la puerta de la sala de pesas, donde había visto a James saltar la
cuerda. Suspiró. Eso sería una gran adición a su catálogo:
18 de septiembre: D me acusa de acecharlo.
Seguido dos días después por:
20 de septiembre: Penn me convence para empezar
realmente a acecharlo.
Estoy de acuerdo.
Uf. Estaba en un agujero negro de auto-odio. Y
sin embargo, no podía contenerse. En el medio del pasillo, ella se quedó
inmóvil. Todo cobró sentido a la vez, él por qué ese día se había sentido aún
más consumida por James que de costumbre, y aún más en conflicto acerca de Kendall.
Ella había soñado con ambos la noche anterior. Ella había estado vagando por
una niebla de polvo, alguien sostenía su mano. Ella se volvió, pensando que
sería James. Pero cuando los labios la presionaron tierna y confortablemente,
ella supo que no eran suyos. Eran de Kendall. Él la dio innumerables besos
suaves, y cada vez que __________ le miraba, sus tempestuosos ojos verdes
estaban abiertos, también, fijos en ella, interrogándola acerca de algo que
ella no podía contestar. Luego Kendall se había ido, y la niebla también, y __________
fue envuelta por los brazos de James, justo donde quería estar. Él la sumergió
en el agua y la besó con fiereza, como si estuviera enfadado, y cada vez que
sus labios se alejaban de ella, aunque sólo fuera durante medio segundo, la sed
más abrasadora corría por ella, haciéndola llorar. Esta vez, ella sabía que
tenían alas, y ella dejaba que envolvieran su cuerpo como una manta. Quería
tocarlas, a veces la cubrían a ella y a James por completo, pero pronto el
cepillo de terciopelo se alejaba, plegándose sobre sí mismo. Dejó de besarla,
miró su rostro, esperando una reacción. Ella no entendía el extraño miedo
caliente que crecía cada vez más en la boca del estómago. Pero ahí estaba,
volviéndola incómodamente caliente, luego aparecieron ampollas calientes-hasta
que no pudo aguantar más.
Ahí fue cuando ella se despertó.
En el último momento del sueño, la misma __________
se había chamuscado y astillado-entonces se había convertido en ceniza. Se
había despertado empapada en sudor, su pelo, su almohada, su pijama todo estaba
mojado y de pronto hacía mucho, mucho frío. Ella había estado allí temblando
hasta la primera luz de la mañana. __________ frotó las mangas empapadas por la
lluvia para entrar en calor. Por supuesto. El sueño la había dejado un fuego en
su corazón y un escalofrío en sus huesos que había sido incapaz de abandonar
durante todo el día. Esa era la razón por la cual ella había venido aquí a
nadar, para tratar de borrar ese sentimiento. Esta vez, su Speedo negro estaba
realmente bien, y ella se acordó de traer un par de gafas de protección. Abrió
la puerta de la piscina y se dispuso a zambullirse sola, respirando el aire
húmedo, con su sabor mate de cloro. Sin la distracción de los otros
estudiantes, o el trino del silbato del entrenador Diantes, __________ podía
sentir la presencia de otra cosa en la iglesia. Algo casi sagrado. Tal vez fue
sólo que la piscina era una sala magnífica, incluso con la lluvia torrencial a
través de las agrietadas vidrieras. Incluso con ninguna de las velas encendidas
en los altares laterales en rojo. __________ trató de imaginar cómo había sido
el lugar antes de que la piscina hubiera reemplazado a los bancos, y sonrió. Le
gustaba la idea de nadar bajo las cabezas de los que rezan. Ella se puso las
gafas y saltó. El agua estaba caliente, mucho más caliente que fuera de la
lluvia y el trueno que sonó fuera se volvió inofensivo y lejano cuando hundió
la cabeza bajo el agua. Ella se empujó y empezó un lento calentamiento de
brazadas. Su cuerpo rápidamente se soltó, y un par de vueltas más tarde, __________
aumentó su velocidad y comenzó a nadar en mariposa. Podía sentir la quemadura
en sus extremidades, y empujó a través de ella. Esta fue exactamente la
sensación que tuvo después. Totalmente en la zona. Si pudiera hablar con James.
Hablar de verdad, sin él interrumpiéndola o diciéndola que la transferirían de
escuela o esquivándola antes de que ella pudiera llegar hasta él. Eso podría
ayudar. También podía atarlo y taparle la boca sólo para que él la escuchara.
¿Pero que le iba a decir? Todo lo que ella sentía
cuando estaba alrededor de él, cómo, si pensaba sobre eso, él no tenía nada que
ver con ninguna de sus acciones. ¿Y si ella podía hacerle subir a la laguna? Él
era el que lo había convertido en su lugar. Esta vez, ella podría llevarle
allí, y debería de tener mucho cuidado en no hacer nada que le horrorizara a él.
No estaba trabajando. Mierda. Lo estaba haciendo de nuevo. Se suponía que debía
nadar. Sólo nadar. Nadaría hasta que ella estuviera demasiado cansada para
pensar en otra cosa, sobre todo en James. Ella nadó hasta que.
-¡__________!-
Hasta que fue interrumpida. Por Penn, que estaba
de pie al lado de la piscina.
-¿Qué estás haciendo aquí?- __________ preguntó,
escupiendo agua.
-¿Qué estás haciendo aquí?- Imitó Penn. -¿Desde
cuándo haces ejercicio de buen grado? No me gusta esta nueva faceta tuya. -
-¿Cómo me encontraste?- Hasta que ella no lo hubo
dicho __________ no se dio cuenta de que sus palabras podían haber sonado
groseras, como si estuviera tratando de evitar a Penn.
-Kendall me lo dijo-. Respondió Penn. -Tuvimos
una conversación extensa. Fue raro. Él quería saber si estabas bien. -
-Eso es extraño,- __________ estuvo de acuerdo.
-No-, dijo Penn, -lo que fue raro es que él se
acercara a mí y tuviéramos una conversación. El Sr. Popularidad... y yo. ¿Tengo
que explicar mi sorpresa? Lo que pasa es que él realmente es agradable. -
-Bueno, él es agradable.- __________ se quitó las
gafas.
-Contigo-, dijo Penn. -Es tan bueno que se escapa
de la escuela a comprarte un collar que nunca has usado-.
-Me lo puse una vez,- dijo __________. Lo cual
era cierto. Cinco noches antes, después de la segunda vez que James la dejó
varada en el lago, a solas con el camino iluminado en el bosque. Ella no había
sido capaz de deshacerse de esa imagen y no había podido dormir. Así que ella
se había probado el collar. Ella se había dormido aferrada a él cerca de su
clavícula, y se despertó con él caliente en su mano. Penn movió tres dedos
enfrente de __________, como diciendo, ¿Hola? Y tu punto es.
-Mi punto es,- dijo __________ finalmente, - que
no soy tan superficial para estar buscando a alguien que me compre cosas-.
-No eres tan superficial, ¿eh?- Preguntó Penn. -Entonces,
me atrevo a hacer una no-superficial lista de por qué te gusta tanto James. Que
no diga que Él tiene los más bellos ojos avellanaes o Ooh, la forma en que sus
músculos ondean a la luz del sol.-
La voz de __________ se quebró por el tono falsete
de Penn y la forma en la que se llevó las manos entrelazadas a su corazón. -Simplemente-,
dijo ella, evitando los ojos de Penn. -No puedo explicarlo-.
-¿Él consigue que tú
-¿Has encontrado el libro? -
gisell portilla
Re: Fallen "oscuros" (James Maslow & tu) terminada
CAPITULO 19
MANOS DESOCUPADAS II
-No exactamente-, dijo Penn, extendiendo una mano
para ayudar a __________ a salir de la piscina. -La obra maestra del Sr.
Grigori sigue estando misteriosamente desaparecida, pero yo soy el tipo de
persona que tal vez pueda piratear las merezcas ser ignorada?- Penn sacudió la
cabeza.
__________ nunca le había contado a Penn acerca
del tiempo que había pasado a solas con James, las veces en las que ella había
visto un flash de que se preocupaba por ella, también. Así que Penn no podía entender
sus sentimientos. Y eran demasiado privados y demasiado complicados para explicárselos.
Penn se agachó delante de __________.
-Mira, la razón por la que vine a buscarte en
primer lugar fue para arrastrarte a la biblioteca para una misión relacionada
con James-.suscripciones de la señorita Sophia- utilicé el único motor de búsqueda
literaria, y aparecieron un par de cosas. Pensé que las podrías encontrar
interesantes-
-Gracias- dijo __________ izándose a sí misma
fuera con la ayuda de Penn. Voy a tratar
de no ser demasiado molesta con el asunto de James. -
-Lo que sea-, dijo Penn. -Sólo date prisa y
sécate. Nosotras estamos bajo la imposición de no salir y además no tengo un
paraguas. - Mayormente seca y de regreso
a su uniforme de la escuela, __________ siguió a Penn a la biblioteca. Parte de
la zona delantera había sido bloqueada por una cinta amarilla, por lo que las
chicas tuvieron que deslizarse a través del estrecho espacio entre el catálogo
y la sección de referencia que todavía olía como una hoguera, y que ahora,
gracias a los rociadores y a la lluvia, poseían una cantidad extra de moho. __________
echó su primera mirada al escritorio donde la señorita Sophia se había sentado,
y que ahora estaba carbonizado, un círculo casi perfecto en el viejo suelo de
baldosas en el centro de la biblioteca. Todo en un radio de quince pies había
sido quemado. Más allá de eso todo lo demás estaba extrañamente intacto. La
bibliotecaria no estaba en su puesto, pero había puesto una mesa plegable al
lado del terreno quemado. La mesa estaba deprimentemente desnuda, excepto por
una lámpara nueva, un bote de lápices y un bloc de notas adhesivas de color avellana.
__________ y Penn echaron un vistazo al lugar antes de ir a la estaciones de computadoras
en la parte posterior. Cuando pasaron por la sección de estudios donde habían
visto a Todd por última vez, __________ echó una mirada a su amiga. Penn
mantuvo la cara hacia adelante, pero cuando __________ se acercó y le apretó la
mano, Penn se la apretó duramente. Llevaron dos sillas hasta un terminal de
computadora, y Penn escribió su nombre de usuario. __________ echó un vistazo
alrededor para asegurarse de que no había nadie cerca. Un cuadrado rojo de
error apareció en la pantalla. Penn se quejó.
-¿Qué?- Preguntó __________.
-Después de las cuatro, se necesita un permiso especial
para acceder a la Web-.
-Por eso este lugar siempre está tan vacío por la
noche.- Penn buscó en el interior de su mochila. -¿Dónde puse la contraseña encriptada?-
Murmuró.
-Hola Srta. Sophia-, dijo __________, llamando a
la bibliotecaria, que estaba cruzando el pasillo con una blusa y un pantalón
negro equipados con una chaqueta de color verde brillante. Sus trémulos
pendientes se sacudían en sus hombros, y ella tenía un lápiz metido a un lado
de su cabello.
-Por aquí-. __________ susurró en voz alta.
La Srta. Sophia las miró. Sus lentes bifocales se
había deslizado por su nariz, y al tener una pila de libros bajo cada brazo,
ella no tenía una mano libre para empujarlas arriba.
-¿Quién está ahí?-, Llamó, acercándose.
-¡Oh, __________ y Pennyweather! -, dijo en tono
cansado. -Hola-.
-Nos preguntábamos si nos podría dar la
contraseña para utilizar la computadora,- preguntó __________ señalando al
mensaje de error en la pantalla.
-No estaréis mintiéndoos en redes sociales,
¿verdad? Esos sitios son obras del diablo-.
-No, no, solo es investigación, esto es serio-,
dijo Penn. -Yo quiero aprobar-. La Srta. Sophia se inclinó sobre las niñas para
desbloquear el equipo. Los dedos volaron al escribir la contraseña más larga
que __________ había visto nunca. -Tienen veinte minutos-, dijo tajante,
mientras se alejaba.
-Eso debería ser suficiente-, susurró Penn. -He
encontrado un ensayo crítico sobre los Vigilantes, por lo que hasta localizar
el libro, al menos podemos leer acerca de eso. -
__________ sintió a alguien de pie detrás de ella
y se dio la vuelta para ver que la señorita Sophia había regresado. __________
dio un salto. -Lo siento,- dijo. -No sé porque me asusté. -
-No, soy yo la que lo siente,- dijo la Srta.
Sophia. Su sonrisa hacía que sus ojos prácticamente desaparecieran. -Todo es
más duro ahora, desde el incendio. Pero no hay razón para descargar mi dolor en
dos de mis estudiantes más prometedoras-. Ni __________ ni Penn sabían
realmente qué decir. Una cosa era consolarse unos a otros después del incendio.
Tranquilizar a la bibliotecaria de la escuela estaba un poco fuera de su liga.
-He estado tratando de mantenerme ocupada,
pero...- La Srta. Sophia se apagó. Penn miró nerviosamente a __________. -Bueno,
podría ayudarnos con nuestras investigaciones, es decir, si usted puede.-
-¡Claro que puedo ayudar!- La Srta. Sophia se
sentó sobre una silla en tercer lugar, -Veo que estáis buscando sobre los
Vigilantes -, dijo, leyendo sobre sus hombros. -El Grigoris era un clan muy
influyente. Lo que pasa es que tienes saber dar con una base de datos papal.
Déjame ver lo que puedo encontrar-.
__________ casi se atragantó con el lápiz que
había estado masticando. -Perdón, ¿ha dicho Grigoris?-
-Oh, sí, los historiadores los han rastreado de
nuevo en la Edad Media. Ellos fueron... -Ella hizo una pausa, buscando las
palabras. -Una especie de grupo de investigación, por ponerlo en un accesible
lenguaje moderno. Se especializaron en un determinado tipo de folclore de ángel
caído-. Se puso entre las niñas de nuevo y __________ se maravilló con como sus
dedos corrían sobre el teclado. El motor de búsqueda luchaba para mantener el ritmo,
mostrando artículo tras artículo, en la principal fuente después de la fuente
primaria, estaba todo sobre los Grigoris. El nombre de la familia de James
estaba en todas partes, llenando la pantalla. __________ sentía su cabeza un
poco ligera. La imagen de su sueño regresó a ella: las alas desplegadas, su
cuerpo calentándose hasta que ardía en cenizas.
-¿Hay diferentes tipos de ángeles para
especializarse?- Preguntó Penn.
-Oh, claro-es un amplio cuerpo de la literatura-,
dijo la señorita Sophia, mientras ella escribía. -Hay quienes se convirtieron
en demonios. Y los que se fueron con Dios. E incluso hay quienes se juntaron
con mujeres mortales. -Por fin sus dedos se pararon. - Un hábito muy peligroso-.
Penn dijo: -¿Tienen estos Vigilantes alguna
relación con el James Grigori de aquí?-
La Srta. Sophia tocó sus labios de color malva. -Es
muy posible. Eso me preguntaba yo, pero no es nuestra labor escavar en la vida
de nuestros estudiantes, ¿no os parece? -Su rostro pálido frunció el ceño
cuando ella miró su reloj.
-Bueno, espero haberos dado lo suficiente como
para empezar a trabajar en vuestro proyecto. No voy a robaros más tiempo. -señaló
un reloj en la pantalla del ordenador. -Os quedan nueve minutos-. Mientras caminaba
hacia la parte delantera de la biblioteca, __________ observó la postura
perfecta de la señorita Sophia. Ella podría haber equilibrado un libro sobre la
cabeza. Eso hacía parecer que se alegraba un poco de haber ayudado a las chicas
con sus investigaciones, pero al mismo tiempo, __________ no tenía ni idea de
qué hacer con la información que ella acaba de conseguir sobre James.
Penn lo hizo. Ella ya había empezado a garabatear
notas furiosamente.
-Ocho minutos y medio-, informó a __________,
dándole una pluma y un pedazo de de papel. -No hay manera hay demasiado aquí
para darle sentido en ocho minutos y medio. Comienza a escribir. - __________
suspiró e hizo lo que le decían. Era una página Web con un diseño aburridamente
académico elaborada con un fino borde azul sobre un fondo beige claro. En la
parte superior, había una cabecera en la que se podía leer: EL CLAN GRIGORI. Sólo
con leer el nombre, __________ ya sintió que su piel se calentaba. Penn tocó el
monitor con la pluma, haciendo que __________ volviera la atención a sus
tareas. Los Grigoris no duermen. Parecía posible; James siempre parecía
cansado. Son generalmente silenciosos. Comprobado. A veces, para hablar con él
había que despegarle dientes. En un decreto del siglo octavo. La pantalla se
quedó en negro. Su tiempo se había terminado.
-¿Cuánto has sacado?- Preguntó Penn. __________
levantó la hoja de papel. Patético. Lo que había era algo que incluso no
recordaba haber garabateado: bordes de alas con plumas. Penn le dio una mirada
de reojo. -Sí, puedo ver que tú vas a ser una excelente asistente de
investigación, -dijo ella, mientras se reía. -Tal vez más adelante podemos
teorizar sobre un juego de -MASH-. -Ella levantó su propia nota que era mucho
más copiosa. -Está bien, yo tengo suficiente para llevarnos a unas pocas
búsquedas-.
__________ metió el papel en el bolsillo al lado
de la arrugada lista maestra que había empezado de todas sus interacciones con James.
Estaba empezando a convertirse en su padre, que no le gustaba estar en
cualquier lugar demasiado lejos de su trituradora de papel. Se agachó para
buscar un contenedor de reciclaje y vio un par de piernas Kendallinando por el
pasillo hacia ellas. La marcha era tan familiar como la suya. Se sentó-o intentó
sentarse y se pegó en la cabeza con la parte inferior de la mesa de ordenador.
-¡Ay!- gimió, frotando el lugar donde se había
golpeado la cabeza en el incendio de la biblioteca. James se detuvo a unos
metros de distancia. Su expresión, decía que la última cosa en el mundo que él
habría querido hacer en este momento era ir hacia ella. Por lo menos, había
aparecido después de que el ordenador se hubiera desconectado. No necesitamos
que pensara que le estaba acosando más activamente de lo que ya lo hacía. Sin
embargo, James parecía estar mirando a través de ella, sus ojos avellana verdosos
se fijaron en su hombro, en algo o en alguien más. Penn la golpeó en el hombro,
y luego sacudió el pulgar hacia la persona de pie detrás de ella. Kendall se
inclinaba sobre la silla de __________ sonriéndola. Un rayo envió a __________
prácticamente saltando a los brazos de Penn.
-Sólo es una tormenta-, dijo Kendall, inclinando
la cabeza. -Va a terminar pronto. Lástima, porque te ves muy linda cuando
tienes miedo-. Kendall se adelantó. Comenzó por el hombro, trazando el borde de
su brazo con los dedos todo el camino hasta su mano. Sus ojos se agitaban, se sentía
tan bien, y cuando los abrió, había una pequeña caja de terciopelo rubí en su
mano. Kendall la abrió, sólo por un segundo, y __________ pudo ver un destello
de oro.
-Ábrela más tarde,-, dijo. -Cuando estés sola-.
-Kendall-.
-Pasé por tu habitación.-
-Nosotras podemos...- __________ miró a Penn,
quien estaba mirándolos descaradamente como un espectador de primera fila. Por
último salió de su trance, cuando Penn agitó sus manos. -¿Quieres que me vaya?
Lo entiendo. -
-No, quédate-, dijo Kendall, sonó tan dulce que __________
estaba expectante. Se volvió a __________. -Yo me iré. ¿Pero prometes vernos
después? -
-Claro...- Me sentí enrojecer.
Kendall le cogió la mano y empujó la caja dentro
del bolsillo de la parte frontal izquierda de los vaqueros. Fue un ajuste
apretado, que la hizo temblar al sentir sus dedos tan cerca de las caderas.
Luego, le guiñó el ojo y giró sobre sus talones. Antes de que ella incluso
tuviera la oportunidad de recuperar el aliento, él se dio la vuelta. -Una
última cosa -, dijo, plantando su brazo detrás de la cabeza y acercándose un
paso a ella.
Ella inclinó su cabeza hacia atrás y él hacia delante,
y entonces tenía su boca en la suya. Sus labios eran tan carnosos como le
parecieron a __________ todas las veces que los había mirado. No fue profundo,
sólo un beso, pero __________ sintió que era mucho más. Ella no podía respirar
por la conmoción y la emoción y el potencial de la visión pública lo hacía más
largo e inesperado. Era un beso, pero se escucho un golpe.
-¡Que es-!-
La cabeza de Kendall desapareció, y luego estaba
encorvado, apretando la mandíbula. James estaba de pie detrás de él, frotándose
la muñeca. -Mantén tus manos fuera de ella.-
-¿No lo has oído?-, dijo Kendall, irguiéndose
lentamente. Oh. Dios Mío. Ellos estaban luchando. En la biblioteca. Por ella. Luego,
en un movimiento limpio, Kendall se abalanzó sobre __________. Ella gritó cuando
sus brazos se empezaron a cerrar a su alrededor. Pero las manos de James fueron
más rápidas. Le dio un fuerte manotazo a Kendall, y lo empujó contra la mesa
del ordenador. Kendall gruñó cuando James tomó un puñado de su cabello y echó
su cabeza hacia atrás.
-Te dije que mantuvieras tus sucias manos
alejadas de ella, pedazo de mierda-. Penn chilló, cogió su bolso, su lápiz, y
fue de puntillas a la pared. __________ observó cómo ella golpeó el lápiz
amarillo una vez, dos, tres veces en el aire. La cuarta vez, fue lo
suficientemente alto como para clavarse en la cámara negra colgada en la pared,
el resultado fue que envió la lente de la cámara hacia la izquierda, hacia una
pila de libros de no ficción. Para entonces, Kendall había arrojado a James al
suelo y ellos rondaban entre sí, con los pies golpeando en el suelo pulido. James
comenzó a agacharse, incluso antes de que __________ pudiera avisar a Kendall.
Sin embargo, James no actuó con la suficiente rapidez. Kendall dio lo que
pareció un golpe definitivo justo por debajo de los ojos de James. James rodó
hacia atrás con fuerza, empujando a __________ y a Penn contra la mesa del
ordenador. Se dio la vuelta y murmuró una disculpa mareado antes de
contraatacar de vuelta.
-¡Oh Dios Mío, detente!- __________ gritó, justo
antes de que saltara a la cabeza de Kendall.
James abordó a Kendall, lanzando una lluvia de
golpes sucios en los hombros y en los lados de su cara.
-Eso se siente bien,- Kendall gruñó, haciendo
estallar el cuello de lado a lado como un boxeador. Todavía colgando, James
movió sus manos alrededor del cuello de Kendall. Y apretó. Kendall respondió
lanzando a James de espaldas contra un alto estante de libros. El impacto
resonó en la biblioteca, más fuerte que el trueno exterior. James gruñó y le
dejó ir. Se dejó caer al suelo con un ruido sordo.
-¿Qué más tienes, Grigori?- __________ se
tambaleó, pensando que él no podía levantarse. Sin embargo, James se incorporó
rápidamente.
-Yo te mostraré-, dijo entre dientes. -Fuera-.
Avanzó hacia __________, hacia su camino. -Tú quédate aquí. -
Luego, los chicos se marcharon de la biblioteca,
a través de la puerta de atrás la que __________ había utilizado la noche del
fuego. Ella y Penn se quedaron congeladas en sus lugares. Se miraron la una a
la otra, boquiabiertas.
-Vamos-, dijo Penn, arrastrando a __________ a
una ventana que daba al patrimonio común. Ellas acercaron sus caras al vidrio,
limpiando la niebla de su respiración. La lluvia caía en las hojas. El campo de
afuera estaba oscuro, excepto por la luz que entraba por las ventanas de la
biblioteca. Estaba todo tan fangoso y resbaladizo, que era difícil ver nada en
absoluto. Entonces, aparecieron dos figuras corriendo hacia el centro del
patrimonio común. Ambos se empaparon al instante. Ellos discutieron por un
momento y luego empezaron a dar vueltas entre sí. Con sus puños en alto de
nuevo. __________ se apoderó de la ventana y vio cómo Kendall daba el primer
paso, corriendo hacia James y chocando su hombro contra él. Entonces rápidamente
giró hacia sus costillas. James se desplomó, aferrándose a su lado. Levántate. __________
quiso que se moviera. Sintió como si hubiera sido golpeada ella misma. Cada vez
que Kendall iba hacia James, ella lo sentía en sus propios huesos. Ella no
podía soportar ver eso.
-James tropezó por un segundo allí-, Penn anunció
después de que __________ se hubiera alejado.
-Pero golpeó a la derecha y totalmente
sincronizado dio a Kendall en la cara. ¡Estupendo! -
-¿Estas disfrutando con esto?- Preguntó __________,
horrorizada.
-Mi padre y yo solíamos ver UFC,- dijo Penn. -Parece
que estos dos muchachos han tenido una seria formación en artes marciales.
¡Centro perfecto, James! -Ella gimió. -Oh, hombre.-
-¿Qué?- __________ se asomó de nuevo. -¿Está
herido?-
-Relax-, dijo Penn. -Alguien va a acabar con la
pelea. Justo ahora que James se estaba recuperando-. Penn tenía razón. Parecía
que el Sr. Cole corría por todo el campus. Cuando llegó a donde los chicos se
estaban peleando, se detuvo y miró un momento, casi hipnotizado por la forma en
la que ellos estaban.
-Haz algo,- susurró __________, con una sensación
de malestar. Por último, el Sr. Cole agarró a cada niño por su cuello. Los tres
lucharon por un momento hasta que finalmente James se alejó. Movió su mano derecha,
a continuación, hizo un círculo y escupió varias veces en el suelo.
-Muy atractivo, James,- dijo __________
sarcásticamente. Salvo que lo era.
Ahora hablaba con el Sr. Cole. Él hizo un gesto
con las manos hacia ellos y se llevó las manos a la cabeza. Kendall fue el
primero en ser despedido. Corrió fuera de la cancha hacia el dormitorio y
desapareció.
El Sr. Cole puso una mano sobre el hombro de James,
__________ se moría de ganas por saber de lo que estaban hablando, si James
sería castigado. Ella quería ir con él, pero Penn la bloqueó.
-¿Que vas a hacer con la pieza de joyería que Kendall
te dio?- El Sr. Cole se marchó y James se quedó solo, de pie a la luz de una sobrecargada
farola, mirando la lluvia.
-No lo sé-, dijo __________ a Penn, dejando la
ventana. -Sea lo que sea, no lo quiero. Sobre todo después de esto-. Regresó a
la mesa de ordenador y sacó la caja de su bolsillo.
-Si no, yo lo haré-, dijo Penn. Abrió la caja, y
luego miró a __________, confusa.
MANOS DESOCUPADAS II
-No exactamente-, dijo Penn, extendiendo una mano
para ayudar a __________ a salir de la piscina. -La obra maestra del Sr.
Grigori sigue estando misteriosamente desaparecida, pero yo soy el tipo de
persona que tal vez pueda piratear las merezcas ser ignorada?- Penn sacudió la
cabeza.
__________ nunca le había contado a Penn acerca
del tiempo que había pasado a solas con James, las veces en las que ella había
visto un flash de que se preocupaba por ella, también. Así que Penn no podía entender
sus sentimientos. Y eran demasiado privados y demasiado complicados para explicárselos.
Penn se agachó delante de __________.
-Mira, la razón por la que vine a buscarte en
primer lugar fue para arrastrarte a la biblioteca para una misión relacionada
con James-.suscripciones de la señorita Sophia- utilicé el único motor de búsqueda
literaria, y aparecieron un par de cosas. Pensé que las podrías encontrar
interesantes-
-Gracias- dijo __________ izándose a sí misma
fuera con la ayuda de Penn. Voy a tratar
de no ser demasiado molesta con el asunto de James. -
-Lo que sea-, dijo Penn. -Sólo date prisa y
sécate. Nosotras estamos bajo la imposición de no salir y además no tengo un
paraguas. - Mayormente seca y de regreso
a su uniforme de la escuela, __________ siguió a Penn a la biblioteca. Parte de
la zona delantera había sido bloqueada por una cinta amarilla, por lo que las
chicas tuvieron que deslizarse a través del estrecho espacio entre el catálogo
y la sección de referencia que todavía olía como una hoguera, y que ahora,
gracias a los rociadores y a la lluvia, poseían una cantidad extra de moho. __________
echó su primera mirada al escritorio donde la señorita Sophia se había sentado,
y que ahora estaba carbonizado, un círculo casi perfecto en el viejo suelo de
baldosas en el centro de la biblioteca. Todo en un radio de quince pies había
sido quemado. Más allá de eso todo lo demás estaba extrañamente intacto. La
bibliotecaria no estaba en su puesto, pero había puesto una mesa plegable al
lado del terreno quemado. La mesa estaba deprimentemente desnuda, excepto por
una lámpara nueva, un bote de lápices y un bloc de notas adhesivas de color avellana.
__________ y Penn echaron un vistazo al lugar antes de ir a la estaciones de computadoras
en la parte posterior. Cuando pasaron por la sección de estudios donde habían
visto a Todd por última vez, __________ echó una mirada a su amiga. Penn
mantuvo la cara hacia adelante, pero cuando __________ se acercó y le apretó la
mano, Penn se la apretó duramente. Llevaron dos sillas hasta un terminal de
computadora, y Penn escribió su nombre de usuario. __________ echó un vistazo
alrededor para asegurarse de que no había nadie cerca. Un cuadrado rojo de
error apareció en la pantalla. Penn se quejó.
-¿Qué?- Preguntó __________.
-Después de las cuatro, se necesita un permiso especial
para acceder a la Web-.
-Por eso este lugar siempre está tan vacío por la
noche.- Penn buscó en el interior de su mochila. -¿Dónde puse la contraseña encriptada?-
Murmuró.
-Hola Srta. Sophia-, dijo __________, llamando a
la bibliotecaria, que estaba cruzando el pasillo con una blusa y un pantalón
negro equipados con una chaqueta de color verde brillante. Sus trémulos
pendientes se sacudían en sus hombros, y ella tenía un lápiz metido a un lado
de su cabello.
-Por aquí-. __________ susurró en voz alta.
La Srta. Sophia las miró. Sus lentes bifocales se
había deslizado por su nariz, y al tener una pila de libros bajo cada brazo,
ella no tenía una mano libre para empujarlas arriba.
-¿Quién está ahí?-, Llamó, acercándose.
-¡Oh, __________ y Pennyweather! -, dijo en tono
cansado. -Hola-.
-Nos preguntábamos si nos podría dar la
contraseña para utilizar la computadora,- preguntó __________ señalando al
mensaje de error en la pantalla.
-No estaréis mintiéndoos en redes sociales,
¿verdad? Esos sitios son obras del diablo-.
-No, no, solo es investigación, esto es serio-,
dijo Penn. -Yo quiero aprobar-. La Srta. Sophia se inclinó sobre las niñas para
desbloquear el equipo. Los dedos volaron al escribir la contraseña más larga
que __________ había visto nunca. -Tienen veinte minutos-, dijo tajante,
mientras se alejaba.
-Eso debería ser suficiente-, susurró Penn. -He
encontrado un ensayo crítico sobre los Vigilantes, por lo que hasta localizar
el libro, al menos podemos leer acerca de eso. -
__________ sintió a alguien de pie detrás de ella
y se dio la vuelta para ver que la señorita Sophia había regresado. __________
dio un salto. -Lo siento,- dijo. -No sé porque me asusté. -
-No, soy yo la que lo siente,- dijo la Srta.
Sophia. Su sonrisa hacía que sus ojos prácticamente desaparecieran. -Todo es
más duro ahora, desde el incendio. Pero no hay razón para descargar mi dolor en
dos de mis estudiantes más prometedoras-. Ni __________ ni Penn sabían
realmente qué decir. Una cosa era consolarse unos a otros después del incendio.
Tranquilizar a la bibliotecaria de la escuela estaba un poco fuera de su liga.
-He estado tratando de mantenerme ocupada,
pero...- La Srta. Sophia se apagó. Penn miró nerviosamente a __________. -Bueno,
podría ayudarnos con nuestras investigaciones, es decir, si usted puede.-
-¡Claro que puedo ayudar!- La Srta. Sophia se
sentó sobre una silla en tercer lugar, -Veo que estáis buscando sobre los
Vigilantes -, dijo, leyendo sobre sus hombros. -El Grigoris era un clan muy
influyente. Lo que pasa es que tienes saber dar con una base de datos papal.
Déjame ver lo que puedo encontrar-.
__________ casi se atragantó con el lápiz que
había estado masticando. -Perdón, ¿ha dicho Grigoris?-
-Oh, sí, los historiadores los han rastreado de
nuevo en la Edad Media. Ellos fueron... -Ella hizo una pausa, buscando las
palabras. -Una especie de grupo de investigación, por ponerlo en un accesible
lenguaje moderno. Se especializaron en un determinado tipo de folclore de ángel
caído-. Se puso entre las niñas de nuevo y __________ se maravilló con como sus
dedos corrían sobre el teclado. El motor de búsqueda luchaba para mantener el ritmo,
mostrando artículo tras artículo, en la principal fuente después de la fuente
primaria, estaba todo sobre los Grigoris. El nombre de la familia de James
estaba en todas partes, llenando la pantalla. __________ sentía su cabeza un
poco ligera. La imagen de su sueño regresó a ella: las alas desplegadas, su
cuerpo calentándose hasta que ardía en cenizas.
-¿Hay diferentes tipos de ángeles para
especializarse?- Preguntó Penn.
-Oh, claro-es un amplio cuerpo de la literatura-,
dijo la señorita Sophia, mientras ella escribía. -Hay quienes se convirtieron
en demonios. Y los que se fueron con Dios. E incluso hay quienes se juntaron
con mujeres mortales. -Por fin sus dedos se pararon. - Un hábito muy peligroso-.
Penn dijo: -¿Tienen estos Vigilantes alguna
relación con el James Grigori de aquí?-
La Srta. Sophia tocó sus labios de color malva. -Es
muy posible. Eso me preguntaba yo, pero no es nuestra labor escavar en la vida
de nuestros estudiantes, ¿no os parece? -Su rostro pálido frunció el ceño
cuando ella miró su reloj.
-Bueno, espero haberos dado lo suficiente como
para empezar a trabajar en vuestro proyecto. No voy a robaros más tiempo. -señaló
un reloj en la pantalla del ordenador. -Os quedan nueve minutos-. Mientras caminaba
hacia la parte delantera de la biblioteca, __________ observó la postura
perfecta de la señorita Sophia. Ella podría haber equilibrado un libro sobre la
cabeza. Eso hacía parecer que se alegraba un poco de haber ayudado a las chicas
con sus investigaciones, pero al mismo tiempo, __________ no tenía ni idea de
qué hacer con la información que ella acaba de conseguir sobre James.
Penn lo hizo. Ella ya había empezado a garabatear
notas furiosamente.
-Ocho minutos y medio-, informó a __________,
dándole una pluma y un pedazo de de papel. -No hay manera hay demasiado aquí
para darle sentido en ocho minutos y medio. Comienza a escribir. - __________
suspiró e hizo lo que le decían. Era una página Web con un diseño aburridamente
académico elaborada con un fino borde azul sobre un fondo beige claro. En la
parte superior, había una cabecera en la que se podía leer: EL CLAN GRIGORI. Sólo
con leer el nombre, __________ ya sintió que su piel se calentaba. Penn tocó el
monitor con la pluma, haciendo que __________ volviera la atención a sus
tareas. Los Grigoris no duermen. Parecía posible; James siempre parecía
cansado. Son generalmente silenciosos. Comprobado. A veces, para hablar con él
había que despegarle dientes. En un decreto del siglo octavo. La pantalla se
quedó en negro. Su tiempo se había terminado.
-¿Cuánto has sacado?- Preguntó Penn. __________
levantó la hoja de papel. Patético. Lo que había era algo que incluso no
recordaba haber garabateado: bordes de alas con plumas. Penn le dio una mirada
de reojo. -Sí, puedo ver que tú vas a ser una excelente asistente de
investigación, -dijo ella, mientras se reía. -Tal vez más adelante podemos
teorizar sobre un juego de -MASH-. -Ella levantó su propia nota que era mucho
más copiosa. -Está bien, yo tengo suficiente para llevarnos a unas pocas
búsquedas-.
__________ metió el papel en el bolsillo al lado
de la arrugada lista maestra que había empezado de todas sus interacciones con James.
Estaba empezando a convertirse en su padre, que no le gustaba estar en
cualquier lugar demasiado lejos de su trituradora de papel. Se agachó para
buscar un contenedor de reciclaje y vio un par de piernas Kendallinando por el
pasillo hacia ellas. La marcha era tan familiar como la suya. Se sentó-o intentó
sentarse y se pegó en la cabeza con la parte inferior de la mesa de ordenador.
-¡Ay!- gimió, frotando el lugar donde se había
golpeado la cabeza en el incendio de la biblioteca. James se detuvo a unos
metros de distancia. Su expresión, decía que la última cosa en el mundo que él
habría querido hacer en este momento era ir hacia ella. Por lo menos, había
aparecido después de que el ordenador se hubiera desconectado. No necesitamos
que pensara que le estaba acosando más activamente de lo que ya lo hacía. Sin
embargo, James parecía estar mirando a través de ella, sus ojos avellana verdosos
se fijaron en su hombro, en algo o en alguien más. Penn la golpeó en el hombro,
y luego sacudió el pulgar hacia la persona de pie detrás de ella. Kendall se
inclinaba sobre la silla de __________ sonriéndola. Un rayo envió a __________
prácticamente saltando a los brazos de Penn.
-Sólo es una tormenta-, dijo Kendall, inclinando
la cabeza. -Va a terminar pronto. Lástima, porque te ves muy linda cuando
tienes miedo-. Kendall se adelantó. Comenzó por el hombro, trazando el borde de
su brazo con los dedos todo el camino hasta su mano. Sus ojos se agitaban, se sentía
tan bien, y cuando los abrió, había una pequeña caja de terciopelo rubí en su
mano. Kendall la abrió, sólo por un segundo, y __________ pudo ver un destello
de oro.
-Ábrela más tarde,-, dijo. -Cuando estés sola-.
-Kendall-.
-Pasé por tu habitación.-
-Nosotras podemos...- __________ miró a Penn,
quien estaba mirándolos descaradamente como un espectador de primera fila. Por
último salió de su trance, cuando Penn agitó sus manos. -¿Quieres que me vaya?
Lo entiendo. -
-No, quédate-, dijo Kendall, sonó tan dulce que __________
estaba expectante. Se volvió a __________. -Yo me iré. ¿Pero prometes vernos
después? -
-Claro...- Me sentí enrojecer.
Kendall le cogió la mano y empujó la caja dentro
del bolsillo de la parte frontal izquierda de los vaqueros. Fue un ajuste
apretado, que la hizo temblar al sentir sus dedos tan cerca de las caderas.
Luego, le guiñó el ojo y giró sobre sus talones. Antes de que ella incluso
tuviera la oportunidad de recuperar el aliento, él se dio la vuelta. -Una
última cosa -, dijo, plantando su brazo detrás de la cabeza y acercándose un
paso a ella.
Ella inclinó su cabeza hacia atrás y él hacia delante,
y entonces tenía su boca en la suya. Sus labios eran tan carnosos como le
parecieron a __________ todas las veces que los había mirado. No fue profundo,
sólo un beso, pero __________ sintió que era mucho más. Ella no podía respirar
por la conmoción y la emoción y el potencial de la visión pública lo hacía más
largo e inesperado. Era un beso, pero se escucho un golpe.
-¡Que es-!-
La cabeza de Kendall desapareció, y luego estaba
encorvado, apretando la mandíbula. James estaba de pie detrás de él, frotándose
la muñeca. -Mantén tus manos fuera de ella.-
-¿No lo has oído?-, dijo Kendall, irguiéndose
lentamente. Oh. Dios Mío. Ellos estaban luchando. En la biblioteca. Por ella. Luego,
en un movimiento limpio, Kendall se abalanzó sobre __________. Ella gritó cuando
sus brazos se empezaron a cerrar a su alrededor. Pero las manos de James fueron
más rápidas. Le dio un fuerte manotazo a Kendall, y lo empujó contra la mesa
del ordenador. Kendall gruñó cuando James tomó un puñado de su cabello y echó
su cabeza hacia atrás.
-Te dije que mantuvieras tus sucias manos
alejadas de ella, pedazo de mierda-. Penn chilló, cogió su bolso, su lápiz, y
fue de puntillas a la pared. __________ observó cómo ella golpeó el lápiz
amarillo una vez, dos, tres veces en el aire. La cuarta vez, fue lo
suficientemente alto como para clavarse en la cámara negra colgada en la pared,
el resultado fue que envió la lente de la cámara hacia la izquierda, hacia una
pila de libros de no ficción. Para entonces, Kendall había arrojado a James al
suelo y ellos rondaban entre sí, con los pies golpeando en el suelo pulido. James
comenzó a agacharse, incluso antes de que __________ pudiera avisar a Kendall.
Sin embargo, James no actuó con la suficiente rapidez. Kendall dio lo que
pareció un golpe definitivo justo por debajo de los ojos de James. James rodó
hacia atrás con fuerza, empujando a __________ y a Penn contra la mesa del
ordenador. Se dio la vuelta y murmuró una disculpa mareado antes de
contraatacar de vuelta.
-¡Oh Dios Mío, detente!- __________ gritó, justo
antes de que saltara a la cabeza de Kendall.
James abordó a Kendall, lanzando una lluvia de
golpes sucios en los hombros y en los lados de su cara.
-Eso se siente bien,- Kendall gruñó, haciendo
estallar el cuello de lado a lado como un boxeador. Todavía colgando, James
movió sus manos alrededor del cuello de Kendall. Y apretó. Kendall respondió
lanzando a James de espaldas contra un alto estante de libros. El impacto
resonó en la biblioteca, más fuerte que el trueno exterior. James gruñó y le
dejó ir. Se dejó caer al suelo con un ruido sordo.
-¿Qué más tienes, Grigori?- __________ se
tambaleó, pensando que él no podía levantarse. Sin embargo, James se incorporó
rápidamente.
-Yo te mostraré-, dijo entre dientes. -Fuera-.
Avanzó hacia __________, hacia su camino. -Tú quédate aquí. -
Luego, los chicos se marcharon de la biblioteca,
a través de la puerta de atrás la que __________ había utilizado la noche del
fuego. Ella y Penn se quedaron congeladas en sus lugares. Se miraron la una a
la otra, boquiabiertas.
-Vamos-, dijo Penn, arrastrando a __________ a
una ventana que daba al patrimonio común. Ellas acercaron sus caras al vidrio,
limpiando la niebla de su respiración. La lluvia caía en las hojas. El campo de
afuera estaba oscuro, excepto por la luz que entraba por las ventanas de la
biblioteca. Estaba todo tan fangoso y resbaladizo, que era difícil ver nada en
absoluto. Entonces, aparecieron dos figuras corriendo hacia el centro del
patrimonio común. Ambos se empaparon al instante. Ellos discutieron por un
momento y luego empezaron a dar vueltas entre sí. Con sus puños en alto de
nuevo. __________ se apoderó de la ventana y vio cómo Kendall daba el primer
paso, corriendo hacia James y chocando su hombro contra él. Entonces rápidamente
giró hacia sus costillas. James se desplomó, aferrándose a su lado. Levántate. __________
quiso que se moviera. Sintió como si hubiera sido golpeada ella misma. Cada vez
que Kendall iba hacia James, ella lo sentía en sus propios huesos. Ella no
podía soportar ver eso.
-James tropezó por un segundo allí-, Penn anunció
después de que __________ se hubiera alejado.
-Pero golpeó a la derecha y totalmente
sincronizado dio a Kendall en la cara. ¡Estupendo! -
-¿Estas disfrutando con esto?- Preguntó __________,
horrorizada.
-Mi padre y yo solíamos ver UFC,- dijo Penn. -Parece
que estos dos muchachos han tenido una seria formación en artes marciales.
¡Centro perfecto, James! -Ella gimió. -Oh, hombre.-
-¿Qué?- __________ se asomó de nuevo. -¿Está
herido?-
-Relax-, dijo Penn. -Alguien va a acabar con la
pelea. Justo ahora que James se estaba recuperando-. Penn tenía razón. Parecía
que el Sr. Cole corría por todo el campus. Cuando llegó a donde los chicos se
estaban peleando, se detuvo y miró un momento, casi hipnotizado por la forma en
la que ellos estaban.
-Haz algo,- susurró __________, con una sensación
de malestar. Por último, el Sr. Cole agarró a cada niño por su cuello. Los tres
lucharon por un momento hasta que finalmente James se alejó. Movió su mano derecha,
a continuación, hizo un círculo y escupió varias veces en el suelo.
-Muy atractivo, James,- dijo __________
sarcásticamente. Salvo que lo era.
Ahora hablaba con el Sr. Cole. Él hizo un gesto
con las manos hacia ellos y se llevó las manos a la cabeza. Kendall fue el
primero en ser despedido. Corrió fuera de la cancha hacia el dormitorio y
desapareció.
El Sr. Cole puso una mano sobre el hombro de James,
__________ se moría de ganas por saber de lo que estaban hablando, si James
sería castigado. Ella quería ir con él, pero Penn la bloqueó.
-¿Que vas a hacer con la pieza de joyería que Kendall
te dio?- El Sr. Cole se marchó y James se quedó solo, de pie a la luz de una sobrecargada
farola, mirando la lluvia.
-No lo sé-, dijo __________ a Penn, dejando la
ventana. -Sea lo que sea, no lo quiero. Sobre todo después de esto-. Regresó a
la mesa de ordenador y sacó la caja de su bolsillo.
-Si no, yo lo haré-, dijo Penn. Abrió la caja, y
luego miró a __________, confusa.
gisell portilla
Re: Fallen "oscuros" (James Maslow & tu) terminada
Capitulo 20
LA GUARIDA DEL LEÓN I
Había pasado mucho tiempo desde la
última vez que __________ se había echado un buen vistazo en el espejo. Ella
nunca solía preocuparse por su reflejo – sus ojos color avellana claro; sus
pequeños, alineados dientes; pestañas espesas; y una cascada de cabello negro.
Así era en aquel entonces. Antes del último verano. Después de que su mamá le
había cortado el cabello, __________ había empezado a apartarse de los espejos.
No era sólo a causa del cabello corto; __________ ya no creía que volvería a
ser como antes, así que no quería ver ninguna evidencia. Empezó a mirar sólo hacía
abajo cuando se lavaba sus manos en el baño. Mantenía su cabeza recta cuando
caminaba al lado de ventanas con vidrios polarizados y evitaba el polvo facial
que incluía espejos compactos. Pero veinte minutos antes de cuando se suponía
se encontraría con Kendall, __________ estuvo ante el espejo en el baño de
chicas de Augustine, que estaba vacío. Se preguntó si lucía bien. Su cabello
finalmente había crecido, y el peso de sus rizos empezaba a hacerlos más
sueltos. Ella checó sus dientes, luego enderezó sus hombros y posó ante el
espejo como si estuviera mirando a Kendall a los ojos. Tenía que decirle algo,
algo importante, y quería estar segura de poder mostrar la apariencia necesaria
para que él la tomara en serio.
Él no había estado en clases hoy.
Tampoco James, así que __________ asumió que Mr. Cole los había puesto a ambos
en algún tipo de confinamiento. Era eso o que estaban en la enfermería curando sus
heridas. Pero __________ no tenía duda de que Kendall estaría esperándola ese
día. Ella no quería verlo. No realmente. Su estómago dolía tan sólo pensando en
los puños de Kendall golpeando a James. Pero en primer lugar, había sido culpa
de ella que los chicos pelearan. Ella le había dado entrada a Kendall – y si lo
había hecho porque había estado confundida, o deslumbrada por él o mínimamente
interesada ya no importaba. Lo que importaba era que ahora sería directa. No
habría nada entre ellos. Tomó una profunda respiración, estiró su falda desde
la cadera para acomodarla y empujó hacia afuera la puerta del baño. Ella no
pudo verlo, mientras se aproximaba a las compuertas. Pero es que, era difícil ver
algo más allá de la zona de construcción en la zona del estacionamiento. __________
no había vuelto a estar en la entrada de la escuela desde que habían empezado
con la remodelación, y se sorprendió de que tan complicado era maniobrar a
través del pavimento hecho pedazos. Pasó al lado de tambos y trató de escabullirse
del radar del equipo de construcción, abanicándose entre el humo de asfalto que
no parecía disiparse nunca. No había ni una señal de Kendall. Por un segundo,
ella se sintió como una tonta, casi como si hubiera caído en algún tipo de
broma. Las altas compuertas de metal estaban cubiertas de rojo herrumbre. __________
miró a través de ellas hacía el denso bosque de viejos olmos vadeando el camino.
Ella tronó sus nudillos, y recordó el momento en que James le había dicho que
odiaba cuando ella hacía eso. Pero él no estaba aquí para verla; no estaba aquí
nadie. Entonces ella notó una pieza de papel doblada con su nombre escrito. Estaba
clavada al delgado y avellana tronco del árbol de magnolia junto a la maltrecha
cabina telefónica. Te estoy salvando del evento de esta noche. Mientras el
resto de nuestros compañeros estudiantes llevan a cabo una reconstrucción de la
Guerra Civil – triste pero cierto- tú y yo pintaremos de rojo la ciudad. Un
sedán negro con placa dorada te traerá hasta mí. Pienso que nosotros dos
podríamos aprovechar una dosis de aire fresco.
-K- __________ tosió a causa del humo.
Aire fresco era una cosa, pero, ¿un sedán negro llevándola fuera del campus?
Llevándola hacía él, ¿como si fuera algún tipo de monarca que simplemente puede
ordenar a su antojo que le lleven mujeres para conquistar? ¿Y dónde estaba él,
de cualquier manera? Nada de esto era parte de su plan. Había aceptado
encontrarse con Kendall sólo para decirle que él había ido demasiado lejos y
ella realmente no podía involucrarse con él. Porque –aunque ella nunca se lo
iba a decir- la noche anterior, cada vez que él había golpeado a James, algo
dentro de ella se había estremecido y comenzado a hervir. Claramente,
necesitaba cortar de raíz esta pequeña relación con Kendall. Ella tenía el
collar dorado de serpiente en su bolsillo. Era tiempo de regresárselo. Excepto
que ahora se sentía estúpida por asumir que Kendall sólo quería platicar. Por supuesto
que él tenía algo más bajo la manga. Él era ese tipo de chico. El sonido de
ruedas de coche acercándose lentamente hizo que __________ volteara. Un sedán
negro se detuvo en frente de las compuertas. El vidrio polarizado de la ventana
del conductor bajó un poco y una mano velluda salió y levantó la bocina de la
cabina telefónica que estaba fuera de las compuertas. Después de un momento, la
bocina fue devuelta a su lugar y el conductor se apoyó en el claxon. Al final,
las compuertas de metal se separaron, rechinando, y el auto avanzó, deteniéndose
frente a ella. Los seguros de las puertas bajaron suavemente. ¿Realmente iba a
subir a ese auto que la llevaría quién-sabe-dónde a encontrarse con Kendall? La
última vez que ella había estado parada ante esas compuertas había sido
diciendo adiós a sus padres. Extrañándolos antes de que siquiera se alejaran,
ella se había despedido de ellos ondeado su mano desde este mismo lugar, junto
a la cabina rota dentro ya del campus –y, según recordaba, ella había notado
una de las tantas cámaras de seguridad de alta tecnología. De la clase de
cámaras con detector de movimiento, haciendo acercamientos a cada paso de ella.
Kendall no podría haber escogido un peor lugar para que el auto pasara por
ella. Repentinamente, ella tuvo la visión de la celda de confinamiento, en la
soledad del sótano. Húmedas paredes de cemento y cucarachas corriendo por sus
piernas. Sin ninguna luz. Los rumores aún se esparcían por el campus, acerca de
aquella pareja, Jules y Phillip, a quienes nadie había vuelto a ver desde que
habían tratado de salir a hurtadillas. ¿Acaso Kendall pensaba que __________
quería verlo tan ansiosamente como para que ella se arriesgara a salir del campus
a plena vista de las cámaras de seguridad? El auto aún estaba en marcha,
estacionado en el camino frente a ella. Después de un momento, el conductor –
un hombre con lentes de sol deportivos, una delgada cadena en el cuello y poco
cabello- extendió su mano. En ella había un pequeño sobre blanco. __________
vaciló un segundo antes de avanzar y tomarlo de sus dedos. Era de Kendall. Una
gruesa tarjeta color marfil cremoso con su nombre grabado en un decadente
dorado en la esquina inferior izquierda. Debí mencionarlo antes, las cámaras
han sido aisladas. Mira por ti misma. Me encargué de ellas, así como cuidaré de
ti. Te veré pronto. Eso espero.
¿Aisladas? ¿Acaso el quería decir que-?
La chica aventuró una mirada hacía la cámara. Si, él lo hizo. Un tosco círculo
negro de cinta de aislar había sido colocado limpiamente sobre el lente de la
cámara. __________ no sabía cómo iba a funcionar eso o en cuánto tiempo tendrían
la posibilidad de encontrar que, en una forma extraña, ella se había sentido
aliviada de que Kendall hubiera pensado en encargarse de eso. No podía imaginarse
a James pensando en llegar tan lejos. Tanto Callie como sus padres estuvieron
esperando que los llamara esta tarde. __________ había leído tres veces la
carta de diez páginas de Callie, y había memorizado todos los divertidos
detalles del viaje de fin de semana a Nantucket de su amiga, pero aún no sabía
cómo responder a ninguna de las preguntas de Callie acerca de su vida en Espada
& Cruz. Si ella se diera la vuelta y entrara para levantar la bocina, no
sabría cómo empezar a explicarle a Callie o a sus padres sobre los extraños,
oscuros y retorcidos días que había pasado. Era más fácil no decirles nada en
absoluto, o al menos hasta que no hubiera arreglado las cosas, de una forma u
otra. Ella se deslizó en el asiento trasero, de lujosa piel beige, en el sedan,
y se colocó el cinturón. El conductor puso en marcha el auto sin decir una
palabra.
-¿A dónde vamos? Le preguntó ella.
-A un pequeño remanso río abajo. Al Sr.
Briel le agrada el color local. Sólo siéntate y relájate, dulzura. Ya lo verás
por ti misma.- ¿El Sr. Briel? ¿Quién era este tipo? A __________ nunca le había
gustado que le dijeran que se relajara, especialmente cuando ella sentía que se
lo decían como un tipo de advertencia para no hacer más preguntas. No obstante,
ella cruzó los brazos sobre su pecho, mirando por la ventana, y trató de
olvidar el tono que había utilizado el conductor al llamarla -dulzura-. A
través de los vidrios polarizados, se veían de color café los árboles y el avellana
camino de pavimento bajo ellos. El sedan negro giró en la vuelta hacia el oeste
por dónde se llegaba a Thunderbolt. Estuvieron siguiendo el río hasta la
ribera. Desde ese momento, cuando la senda y el río convergieron, __________
pudo ver el agua, oscura y salobre, remolineando al lado de ellos. Veinte
minutos después el auto se detuvo lentamente en frente de un ajado bar al lado
del río. Estaba construido con avellana ácea madera antigua, y en un fanfarrón
anuncio, empapad de agua, sobre la puerta principal, se podía leer STYX en
letras irregulares pintadas a mano. Un puñado de pendones de plástico
anunciando cerveza había sido engrapado a las vigas de madera justo debajo de
donde terminaba el techo de lámina, en un mediocre intento de mostrar
festividad. __________ estudió las imágenes impresas en los triángulos de plástico
–palmeras y bronceadas chicas usando diminutos bikinis acercando botellas de cerveza
a sus sonrientes labios – y se preguntó cuando había sido la última vez que alguna
chica de verdad pisó este lugar. Dos tipos pasados de moda vestidos como punks
fumaban sentados en bancos frente al agua. Eran unos Mohawks de aspecto
cansado, inclinados sobre sus frentes de mediana edad, con chaquetas de cuero
que mostraban el aspecto sucio, opaco, de algo que habían estado usando desde
que el estilo punk era lo nuevo. La expresión en blanco que mostraban en sus
miserables y morenos rostros hacía que la escena se viera aún más desolada. El
embalse a la orilla de la carretera de doble sentido había empezado a inundar
el asfalto, y el Camino de alguna manera se veía invadido de hierba y fango. __________
nunca había llegado tan lejos en la ribera del río. Mientras ella permanecía
sentada, insegura sobre lo que haría una vez bajándose del auto, o dudando si
había sido una buena idea, la puerta de Styx se abrió repentinamente y Kendall
apareció. Él se recargó plácidamente contra el mosquitero, con una pierna cruzada
sobre la otra. __________ sabía que a través del vidrio polarizado no podía verla,
sin embargo, como si él realmente pudiera, Kendall extendió su mano y la
exhortó a acercarse.
-No es nada,- __________ murmuró antes
de agradecer al conductor. Ella abrió la puerta y fue recibida por una ráfaga
de viento salado mientras subía los tres escalones hacía el porche de madera
del bar.
El cabello revuelto de Kendall caía
suelto alrededor de su rostro y tenía esa mirada apacible en sus ojos verdes.
Una manga de su playera negra estaba enrollada sobre su hombro y __________
pudo ver la suave línea de sus bíceps. Ella acarició la cadena de oro en su
bolsillo. Recuerda para qué estás aquí. Kendall no mostraba en su rostro huella
alguna de haber peleado la noche anterior, lo que la hizo preguntarse,
inmediatamente, que oportunidad habría tenido James. Kendall la miró
inquisitivo, paseando su lengua sobre su labio superior. –Estuve calculando
cuantos tragos de consolación iba a necesitar si me dejabas plantado hoy,- dijo,
abriendo sus brazos para envolverla con ellos. __________ se aproximó. Kendall
era un chico a quien era difícil decirle que no, aún cuando no estaba
totalmente segura de que era lo que él le estaba pidiendo.
-No iba a dejarte plantado,- le dijo __________,
e inmediatamente se sintió culpable, sabiendo que esas palabras las había dicho
más por obligación que con el sentido de romance que hubiera preferido Kendall.
Estaba ahí solo porque tenía que ir a decirle que no quería involucrarse con
él. -Así que, ¿qué es este lugar? ¿Y desde cuando tienes un servicio de auto
particular?-
-Júntate conmigo, chiquilla,- le
contestó, mostrando que había tomado sus preguntas sólo como un cumplido, como
si a ella le agradara el haber sido arrastrada a ese bar que olía igual que una
profunda alcantarilla. Ella era tan mala para decir ese tipo de cosas. Callie
siempre decía que __________ era incapaz de ser brutalmente honesta y esa era
la razón de que se hubiera visto atrapada en tantas relaciones horrendas con
tipos a los que ella simplemente debería haberles dicho no. __________ empezó a
temblar. Ella debía sacar esto de su pecho. Ella buscó en su bolsillo y jaló el
pendiente. -Kendall.-
-Oh que bien, lo trajiste.- Él tomó el
collar de sus manos y giró alrededor de ella.
-Déjame ayudar a ponértelo.-
-No, espera--
-Ahí,- dijo él. -Realmente te queda.
Echa un vistazo.- La condujo por las tablas que crujían a cada paso, hasta
llegar a la ventana, donde cierto número de bandas habían sido colocadas para
anunciar shows. THE OLD BABIES. EMPAPADOS DE ODIO. DESTRUCTORES DE CASAS. __________
tuvo que escoger entre estudiar alguno de esos anuncios que mirar su reflejo. -¿Ves?-
Ella no podía distinguir claramente sus
facciones en el vidrio salpicado de lodo, pero veía el dorado pendiente
resplandeciendo sobre su cálida piel. Lo sostuvo en su mano. Era adorable. Y
tan distintivo con esa pequeña víbora hecha a mano serpenteando en el centro.
No era algo que pudieras encontrar en las mesillas de los mercados, donde los residentes
ofrecían artesanías de elevados precios a los turistas, suvenires del estado de
Georgia hechos en las Filipinas. Detrás de su reflejo en la ventana, el cielo
mostraba un intenso color naranja-como-paleta-de-caramelo, rasgado por delgadas
líneas de nubes rosas.
-Acerca de la noche pasada…,- Empezó a
decir Kendall. Ella apenas si pudo ver en el reflejo del cristal sus rosados
labios moviéndose sobre sus hombros.
-Yo también quería hablarte sobre lo de
esta noche,- contestó __________, colocándose a su lado. Ella logró observar
apenas las puntas de su colorido tatuaje en la parte posterior de su cuello.
-Entremos,- le dijo, guiándola tras el
mosquitero a medio caer de la puerta. –Podemos platicar aquí dentro.-
El interior del bar estaba revestido de
madera, había unas pocas lámparas naranjas que con su tenue luz proveían la
única iluminación en el lugar. Cornamentas de todos tipos y tamaños estaban
montadas en la pared y un guepardo disecado estaba suspendido sobre el bar,
listo para atacar en cualquier momento. Una desteñida foto compuesta con las
palabras PULASKI COUNTY MOOSE CLUB OFFICERS 1964-65 era la única otra
decoración en las paredes, mostrando un ciento de rostros ovales, sonriendo
modestamente encima de sus corbatas de moño color pastel. La rockola estaba
tocando Ziggy Stardust, y un tipo viejo con la cabeza rasurada y pantalones de cuero
estaba canturreando y bailando solo, a mitad de un arrebato de entusiasmo. Además
de __________ y Kendall, él era la única otra persona en el lugar. Kendall
señaló hacía dos bancos. Los gastados
cojines verdes de cuero estaban rasgados justo en el medio, la esponja beige
sobresalía como si fuera una masiva cantidad de palomitas de maíz. Ya había un
vaso medio vacío frente al asiento que reclamó Kendall. La bebida en su
interior era color café claro, estaba diluida con hielo y pequeñas gotas cubrían
el vaso.
-¿Qué es eso?- Preguntó __________.
-Georgia Moonshine,- contestó él,
tomando un trago. -No lo recomiendo para comenzar.- Cuando ella lo miró
acusadoramente, agregó, -He estado aquí todo el día.-
-Encantador,- Dijo __________, palpando
el collar dorado. -¿Cuántos años tienes, diecisiete? ¿Sentado en un bar tú solo
y todo el día?- Él no se veía obviamente borracho, aún así a ella no le gustaba
la idea de haber venido todo este Camino hasta aquí a romper la relación con
él, sólo para encontrarlo tan ebrio como para que él pudiera entenderlo. Empezó
a preguntarse cómo podría ir de regreso a la escuela. Ella ni siquiera sabía
qué tan lejos estaba este lugar.
-Ouch,- Kendall se frotó el corazón. -La
belleza de ser suspendido de clases, __________, es que nadie te extrañe
durante las horas de escuela. Así que pensé que merecía un pequeño tiempo de
recuperación.- Él alzó su cabeza. -¿Qué es lo que en verdad te molesta? ¿Es
este lugar? ¿O la pelea de anoche? ¿O el hecho de que no nos están dando un
buen servicio?- Kendall levantó la voz para casi gritar las últimas palabras,
lo suficientemente alto como para lograr que un enorme y fornido cantinero Caminara
desde la puerta de la cocina tras el mostrador. Tenía un largo cabello cortado
en capas, y tatuajes que parecían trenzas de cabello humano corriendo arriba y
abajo por sus brazos. Era todo músculo y debía pesar por lo menos trescientas
libras. Kendall volteó hacía ella y sonrió. -¿Cuál es tu veneno?-
-No importa,- contestó __________. -Realmente
no tengo mi propio veneno.-
-Tú estabas tomando champaña en mi
fiesta,- señaló Kendall. -¿Ves quien si pone atención?- Él la golpeo suavemente
con su hombro. -Tu mejor champaña aquí,- le dijo al cantinero, quien tiró su
cabeza hacia atrás y dejó escapar una sarcástica y áspera risa. Sin hacer el
menor intento de pedirle una identificación a la adolescente o al menos mirarla
lo suficiente para adivinar su edad, el cantinero se dirigió a un pequeño refrigerador
con puerta deslizante de cristal. Las botellas tintineaban mientras rebuscaba entre
ellas. Después de lo que había parecido un buen rato, el mesero emergió con una
pequeña botella de Freixenet. Se veía como si hubiera algo naranja creciendo
alrededor de su base.
-No acepto la responsabilidad por esto,-
comentó, ofreciéndoles la botella. Kendall botó el corcho y elevó sus cejas
hacía __________. Él sirvió el Freixenet ceremoniosamente en una copa.
-Quiero disculparme,- dijo. -Yo sé que
he ido demasiado lejos. Y la noche pasada, lo que pasó con James, no me siento
bien sobre eso.- Él espero a que __________ asintiera antes de continuar
hablando. -En vez de enojarme, simplemente debí haberte escuchado. Tú eres la
única que me importa, no él.-
__________ observó las burbujas
subiendo en el vino, pensando si debía ser honesta, si le diría que era James
quien le importaba a ella y no Kendall. Ella tenía que decírselo. Si él había
lamentado el no haberla escuchado la noche anterior, quizá ahora si empezaría a
escuchar. Ella agarró su copa para beber un sorbo antes de comenzar.
-Oh, espera,- Kendall puso una mano en
su brazo. -No puedes beber hasta que no hayamos brindado por algo.- Él elevó su
vaso y le sostuvo la mirada. -¿Por qué deberíamos brindar? Escoge.-
El mosquitero de la puerta principal se
abrió ruidosamente y entraron los tipos que habían estado fumando en el porche.
El más alto de ellos, con grasoso cabello negro, nariz afilada y uñas
asquerosamente sucias, echó una mirada hacía __________, y se enKendallinó hacia
donde estaban los chicos.
-¿Qué estamos celebrando?- Se dirigió a
ella, chocando su vaso con el de la chica. Se acercó más a ella, que percibió
el roce de su cadera a través de su falda de franela. -¿La primera noche fuera
de la nena? ¿A qué hora es el toque de queda?-
-Estamos celebrando que vas a llevar tu
trasero fuera de aquí, ahora mismo,- replicó Kendall de una manera tan
agradable como si estuviera sólo anunciando que era el cumpleaños de __________.
Fijó sus ojos verdes en el tipo, que mostró sus dientes llenos de
caries.
-Fuera de aquí, ¿huh? Sólo si ella me
acompaña.- El tipo hizo el intento de coger la mano de __________. Después de
la forma en que la pelea con James había empezado, __________ esperaba que Kendall
necesitara sólo una mínima excusa para que sus manos volaran a los golpes otra
vez. Especialmente si él había estado bebiendo en este lugar todo el día. Pero Kendall
se veía sorprendentemente tranquilo. Todo lo que hizo fue arrojar la mano del
tipo con la velocidad, gracia y fuerza brutal de un león lanzando a un ratón. Kendall
observó al tipo mientras retrocedía dando traspiés. Luego sacudió su mano con una
mirada aburrida en el rostro, entonces acarició la muñeca de __________ donde
el tipo había tratado de sujetarla. -Lamento esto. ¿Qué estabas diciendo sobre
la noche anterior?-
-Yo decía que…- __________ sintió la
sangre ardiendo en sus mejillas. Directamente sobre la cabeza de Kendall, una
enorme oscuridad empezaba a abrirse, extendiéndose, desplegándose hasta
convertirse en la más grande, negra sombra que jamás había visto. Una descarga
de viento ártico era disparada desde su centro, y __________ sintió la frialdad
glacial de la sombra aún sobre los dedos de Kendall que seguían acariciando su
piel.
-Oh. Dios. Mio,- susurró la chica. Hubo
un estrépito de cristales cuando el tipo aplastó su vaso sobre la cabeza de Kendall.
Lentamente, Kendall se levantó de su silla y sacudió de su cabello algunos
restos de cristal. Volteó hacia aquel hombre, que fácilmente le doblaba la edad
y era bastantes pulgadas más alto que él. __________ se encogió en su banco,
huyendo de lo que había sentido acerca de la pelea que estaba a punto de
empezar entre Kendall y ese tipo. Y de lo que temía que podría suceder con esa
sombra oscura como noche-de-muerte desplegada sobre sus cabezas.
LA GUARIDA DEL LEÓN I
Había pasado mucho tiempo desde la
última vez que __________ se había echado un buen vistazo en el espejo. Ella
nunca solía preocuparse por su reflejo – sus ojos color avellana claro; sus
pequeños, alineados dientes; pestañas espesas; y una cascada de cabello negro.
Así era en aquel entonces. Antes del último verano. Después de que su mamá le
había cortado el cabello, __________ había empezado a apartarse de los espejos.
No era sólo a causa del cabello corto; __________ ya no creía que volvería a
ser como antes, así que no quería ver ninguna evidencia. Empezó a mirar sólo hacía
abajo cuando se lavaba sus manos en el baño. Mantenía su cabeza recta cuando
caminaba al lado de ventanas con vidrios polarizados y evitaba el polvo facial
que incluía espejos compactos. Pero veinte minutos antes de cuando se suponía
se encontraría con Kendall, __________ estuvo ante el espejo en el baño de
chicas de Augustine, que estaba vacío. Se preguntó si lucía bien. Su cabello
finalmente había crecido, y el peso de sus rizos empezaba a hacerlos más
sueltos. Ella checó sus dientes, luego enderezó sus hombros y posó ante el
espejo como si estuviera mirando a Kendall a los ojos. Tenía que decirle algo,
algo importante, y quería estar segura de poder mostrar la apariencia necesaria
para que él la tomara en serio.
Él no había estado en clases hoy.
Tampoco James, así que __________ asumió que Mr. Cole los había puesto a ambos
en algún tipo de confinamiento. Era eso o que estaban en la enfermería curando sus
heridas. Pero __________ no tenía duda de que Kendall estaría esperándola ese
día. Ella no quería verlo. No realmente. Su estómago dolía tan sólo pensando en
los puños de Kendall golpeando a James. Pero en primer lugar, había sido culpa
de ella que los chicos pelearan. Ella le había dado entrada a Kendall – y si lo
había hecho porque había estado confundida, o deslumbrada por él o mínimamente
interesada ya no importaba. Lo que importaba era que ahora sería directa. No
habría nada entre ellos. Tomó una profunda respiración, estiró su falda desde
la cadera para acomodarla y empujó hacia afuera la puerta del baño. Ella no
pudo verlo, mientras se aproximaba a las compuertas. Pero es que, era difícil ver
algo más allá de la zona de construcción en la zona del estacionamiento. __________
no había vuelto a estar en la entrada de la escuela desde que habían empezado
con la remodelación, y se sorprendió de que tan complicado era maniobrar a
través del pavimento hecho pedazos. Pasó al lado de tambos y trató de escabullirse
del radar del equipo de construcción, abanicándose entre el humo de asfalto que
no parecía disiparse nunca. No había ni una señal de Kendall. Por un segundo,
ella se sintió como una tonta, casi como si hubiera caído en algún tipo de
broma. Las altas compuertas de metal estaban cubiertas de rojo herrumbre. __________
miró a través de ellas hacía el denso bosque de viejos olmos vadeando el camino.
Ella tronó sus nudillos, y recordó el momento en que James le había dicho que
odiaba cuando ella hacía eso. Pero él no estaba aquí para verla; no estaba aquí
nadie. Entonces ella notó una pieza de papel doblada con su nombre escrito. Estaba
clavada al delgado y avellana tronco del árbol de magnolia junto a la maltrecha
cabina telefónica. Te estoy salvando del evento de esta noche. Mientras el
resto de nuestros compañeros estudiantes llevan a cabo una reconstrucción de la
Guerra Civil – triste pero cierto- tú y yo pintaremos de rojo la ciudad. Un
sedán negro con placa dorada te traerá hasta mí. Pienso que nosotros dos
podríamos aprovechar una dosis de aire fresco.
-K- __________ tosió a causa del humo.
Aire fresco era una cosa, pero, ¿un sedán negro llevándola fuera del campus?
Llevándola hacía él, ¿como si fuera algún tipo de monarca que simplemente puede
ordenar a su antojo que le lleven mujeres para conquistar? ¿Y dónde estaba él,
de cualquier manera? Nada de esto era parte de su plan. Había aceptado
encontrarse con Kendall sólo para decirle que él había ido demasiado lejos y
ella realmente no podía involucrarse con él. Porque –aunque ella nunca se lo
iba a decir- la noche anterior, cada vez que él había golpeado a James, algo
dentro de ella se había estremecido y comenzado a hervir. Claramente,
necesitaba cortar de raíz esta pequeña relación con Kendall. Ella tenía el
collar dorado de serpiente en su bolsillo. Era tiempo de regresárselo. Excepto
que ahora se sentía estúpida por asumir que Kendall sólo quería platicar. Por supuesto
que él tenía algo más bajo la manga. Él era ese tipo de chico. El sonido de
ruedas de coche acercándose lentamente hizo que __________ volteara. Un sedán
negro se detuvo en frente de las compuertas. El vidrio polarizado de la ventana
del conductor bajó un poco y una mano velluda salió y levantó la bocina de la
cabina telefónica que estaba fuera de las compuertas. Después de un momento, la
bocina fue devuelta a su lugar y el conductor se apoyó en el claxon. Al final,
las compuertas de metal se separaron, rechinando, y el auto avanzó, deteniéndose
frente a ella. Los seguros de las puertas bajaron suavemente. ¿Realmente iba a
subir a ese auto que la llevaría quién-sabe-dónde a encontrarse con Kendall? La
última vez que ella había estado parada ante esas compuertas había sido
diciendo adiós a sus padres. Extrañándolos antes de que siquiera se alejaran,
ella se había despedido de ellos ondeado su mano desde este mismo lugar, junto
a la cabina rota dentro ya del campus –y, según recordaba, ella había notado
una de las tantas cámaras de seguridad de alta tecnología. De la clase de
cámaras con detector de movimiento, haciendo acercamientos a cada paso de ella.
Kendall no podría haber escogido un peor lugar para que el auto pasara por
ella. Repentinamente, ella tuvo la visión de la celda de confinamiento, en la
soledad del sótano. Húmedas paredes de cemento y cucarachas corriendo por sus
piernas. Sin ninguna luz. Los rumores aún se esparcían por el campus, acerca de
aquella pareja, Jules y Phillip, a quienes nadie había vuelto a ver desde que
habían tratado de salir a hurtadillas. ¿Acaso Kendall pensaba que __________
quería verlo tan ansiosamente como para que ella se arriesgara a salir del campus
a plena vista de las cámaras de seguridad? El auto aún estaba en marcha,
estacionado en el camino frente a ella. Después de un momento, el conductor –
un hombre con lentes de sol deportivos, una delgada cadena en el cuello y poco
cabello- extendió su mano. En ella había un pequeño sobre blanco. __________
vaciló un segundo antes de avanzar y tomarlo de sus dedos. Era de Kendall. Una
gruesa tarjeta color marfil cremoso con su nombre grabado en un decadente
dorado en la esquina inferior izquierda. Debí mencionarlo antes, las cámaras
han sido aisladas. Mira por ti misma. Me encargué de ellas, así como cuidaré de
ti. Te veré pronto. Eso espero.
¿Aisladas? ¿Acaso el quería decir que-?
La chica aventuró una mirada hacía la cámara. Si, él lo hizo. Un tosco círculo
negro de cinta de aislar había sido colocado limpiamente sobre el lente de la
cámara. __________ no sabía cómo iba a funcionar eso o en cuánto tiempo tendrían
la posibilidad de encontrar que, en una forma extraña, ella se había sentido
aliviada de que Kendall hubiera pensado en encargarse de eso. No podía imaginarse
a James pensando en llegar tan lejos. Tanto Callie como sus padres estuvieron
esperando que los llamara esta tarde. __________ había leído tres veces la
carta de diez páginas de Callie, y había memorizado todos los divertidos
detalles del viaje de fin de semana a Nantucket de su amiga, pero aún no sabía
cómo responder a ninguna de las preguntas de Callie acerca de su vida en Espada
& Cruz. Si ella se diera la vuelta y entrara para levantar la bocina, no
sabría cómo empezar a explicarle a Callie o a sus padres sobre los extraños,
oscuros y retorcidos días que había pasado. Era más fácil no decirles nada en
absoluto, o al menos hasta que no hubiera arreglado las cosas, de una forma u
otra. Ella se deslizó en el asiento trasero, de lujosa piel beige, en el sedan,
y se colocó el cinturón. El conductor puso en marcha el auto sin decir una
palabra.
-¿A dónde vamos? Le preguntó ella.
-A un pequeño remanso río abajo. Al Sr.
Briel le agrada el color local. Sólo siéntate y relájate, dulzura. Ya lo verás
por ti misma.- ¿El Sr. Briel? ¿Quién era este tipo? A __________ nunca le había
gustado que le dijeran que se relajara, especialmente cuando ella sentía que se
lo decían como un tipo de advertencia para no hacer más preguntas. No obstante,
ella cruzó los brazos sobre su pecho, mirando por la ventana, y trató de
olvidar el tono que había utilizado el conductor al llamarla -dulzura-. A
través de los vidrios polarizados, se veían de color café los árboles y el avellana
camino de pavimento bajo ellos. El sedan negro giró en la vuelta hacia el oeste
por dónde se llegaba a Thunderbolt. Estuvieron siguiendo el río hasta la
ribera. Desde ese momento, cuando la senda y el río convergieron, __________
pudo ver el agua, oscura y salobre, remolineando al lado de ellos. Veinte
minutos después el auto se detuvo lentamente en frente de un ajado bar al lado
del río. Estaba construido con avellana ácea madera antigua, y en un fanfarrón
anuncio, empapad de agua, sobre la puerta principal, se podía leer STYX en
letras irregulares pintadas a mano. Un puñado de pendones de plástico
anunciando cerveza había sido engrapado a las vigas de madera justo debajo de
donde terminaba el techo de lámina, en un mediocre intento de mostrar
festividad. __________ estudió las imágenes impresas en los triángulos de plástico
–palmeras y bronceadas chicas usando diminutos bikinis acercando botellas de cerveza
a sus sonrientes labios – y se preguntó cuando había sido la última vez que alguna
chica de verdad pisó este lugar. Dos tipos pasados de moda vestidos como punks
fumaban sentados en bancos frente al agua. Eran unos Mohawks de aspecto
cansado, inclinados sobre sus frentes de mediana edad, con chaquetas de cuero
que mostraban el aspecto sucio, opaco, de algo que habían estado usando desde
que el estilo punk era lo nuevo. La expresión en blanco que mostraban en sus
miserables y morenos rostros hacía que la escena se viera aún más desolada. El
embalse a la orilla de la carretera de doble sentido había empezado a inundar
el asfalto, y el Camino de alguna manera se veía invadido de hierba y fango. __________
nunca había llegado tan lejos en la ribera del río. Mientras ella permanecía
sentada, insegura sobre lo que haría una vez bajándose del auto, o dudando si
había sido una buena idea, la puerta de Styx se abrió repentinamente y Kendall
apareció. Él se recargó plácidamente contra el mosquitero, con una pierna cruzada
sobre la otra. __________ sabía que a través del vidrio polarizado no podía verla,
sin embargo, como si él realmente pudiera, Kendall extendió su mano y la
exhortó a acercarse.
-No es nada,- __________ murmuró antes
de agradecer al conductor. Ella abrió la puerta y fue recibida por una ráfaga
de viento salado mientras subía los tres escalones hacía el porche de madera
del bar.
El cabello revuelto de Kendall caía
suelto alrededor de su rostro y tenía esa mirada apacible en sus ojos verdes.
Una manga de su playera negra estaba enrollada sobre su hombro y __________
pudo ver la suave línea de sus bíceps. Ella acarició la cadena de oro en su
bolsillo. Recuerda para qué estás aquí. Kendall no mostraba en su rostro huella
alguna de haber peleado la noche anterior, lo que la hizo preguntarse,
inmediatamente, que oportunidad habría tenido James. Kendall la miró
inquisitivo, paseando su lengua sobre su labio superior. –Estuve calculando
cuantos tragos de consolación iba a necesitar si me dejabas plantado hoy,- dijo,
abriendo sus brazos para envolverla con ellos. __________ se aproximó. Kendall
era un chico a quien era difícil decirle que no, aún cuando no estaba
totalmente segura de que era lo que él le estaba pidiendo.
-No iba a dejarte plantado,- le dijo __________,
e inmediatamente se sintió culpable, sabiendo que esas palabras las había dicho
más por obligación que con el sentido de romance que hubiera preferido Kendall.
Estaba ahí solo porque tenía que ir a decirle que no quería involucrarse con
él. -Así que, ¿qué es este lugar? ¿Y desde cuando tienes un servicio de auto
particular?-
-Júntate conmigo, chiquilla,- le
contestó, mostrando que había tomado sus preguntas sólo como un cumplido, como
si a ella le agradara el haber sido arrastrada a ese bar que olía igual que una
profunda alcantarilla. Ella era tan mala para decir ese tipo de cosas. Callie
siempre decía que __________ era incapaz de ser brutalmente honesta y esa era
la razón de que se hubiera visto atrapada en tantas relaciones horrendas con
tipos a los que ella simplemente debería haberles dicho no. __________ empezó a
temblar. Ella debía sacar esto de su pecho. Ella buscó en su bolsillo y jaló el
pendiente. -Kendall.-
-Oh que bien, lo trajiste.- Él tomó el
collar de sus manos y giró alrededor de ella.
-Déjame ayudar a ponértelo.-
-No, espera--
-Ahí,- dijo él. -Realmente te queda.
Echa un vistazo.- La condujo por las tablas que crujían a cada paso, hasta
llegar a la ventana, donde cierto número de bandas habían sido colocadas para
anunciar shows. THE OLD BABIES. EMPAPADOS DE ODIO. DESTRUCTORES DE CASAS. __________
tuvo que escoger entre estudiar alguno de esos anuncios que mirar su reflejo. -¿Ves?-
Ella no podía distinguir claramente sus
facciones en el vidrio salpicado de lodo, pero veía el dorado pendiente
resplandeciendo sobre su cálida piel. Lo sostuvo en su mano. Era adorable. Y
tan distintivo con esa pequeña víbora hecha a mano serpenteando en el centro.
No era algo que pudieras encontrar en las mesillas de los mercados, donde los residentes
ofrecían artesanías de elevados precios a los turistas, suvenires del estado de
Georgia hechos en las Filipinas. Detrás de su reflejo en la ventana, el cielo
mostraba un intenso color naranja-como-paleta-de-caramelo, rasgado por delgadas
líneas de nubes rosas.
-Acerca de la noche pasada…,- Empezó a
decir Kendall. Ella apenas si pudo ver en el reflejo del cristal sus rosados
labios moviéndose sobre sus hombros.
-Yo también quería hablarte sobre lo de
esta noche,- contestó __________, colocándose a su lado. Ella logró observar
apenas las puntas de su colorido tatuaje en la parte posterior de su cuello.
-Entremos,- le dijo, guiándola tras el
mosquitero a medio caer de la puerta. –Podemos platicar aquí dentro.-
El interior del bar estaba revestido de
madera, había unas pocas lámparas naranjas que con su tenue luz proveían la
única iluminación en el lugar. Cornamentas de todos tipos y tamaños estaban
montadas en la pared y un guepardo disecado estaba suspendido sobre el bar,
listo para atacar en cualquier momento. Una desteñida foto compuesta con las
palabras PULASKI COUNTY MOOSE CLUB OFFICERS 1964-65 era la única otra
decoración en las paredes, mostrando un ciento de rostros ovales, sonriendo
modestamente encima de sus corbatas de moño color pastel. La rockola estaba
tocando Ziggy Stardust, y un tipo viejo con la cabeza rasurada y pantalones de cuero
estaba canturreando y bailando solo, a mitad de un arrebato de entusiasmo. Además
de __________ y Kendall, él era la única otra persona en el lugar. Kendall
señaló hacía dos bancos. Los gastados
cojines verdes de cuero estaban rasgados justo en el medio, la esponja beige
sobresalía como si fuera una masiva cantidad de palomitas de maíz. Ya había un
vaso medio vacío frente al asiento que reclamó Kendall. La bebida en su
interior era color café claro, estaba diluida con hielo y pequeñas gotas cubrían
el vaso.
-¿Qué es eso?- Preguntó __________.
-Georgia Moonshine,- contestó él,
tomando un trago. -No lo recomiendo para comenzar.- Cuando ella lo miró
acusadoramente, agregó, -He estado aquí todo el día.-
-Encantador,- Dijo __________, palpando
el collar dorado. -¿Cuántos años tienes, diecisiete? ¿Sentado en un bar tú solo
y todo el día?- Él no se veía obviamente borracho, aún así a ella no le gustaba
la idea de haber venido todo este Camino hasta aquí a romper la relación con
él, sólo para encontrarlo tan ebrio como para que él pudiera entenderlo. Empezó
a preguntarse cómo podría ir de regreso a la escuela. Ella ni siquiera sabía
qué tan lejos estaba este lugar.
-Ouch,- Kendall se frotó el corazón. -La
belleza de ser suspendido de clases, __________, es que nadie te extrañe
durante las horas de escuela. Así que pensé que merecía un pequeño tiempo de
recuperación.- Él alzó su cabeza. -¿Qué es lo que en verdad te molesta? ¿Es
este lugar? ¿O la pelea de anoche? ¿O el hecho de que no nos están dando un
buen servicio?- Kendall levantó la voz para casi gritar las últimas palabras,
lo suficientemente alto como para lograr que un enorme y fornido cantinero Caminara
desde la puerta de la cocina tras el mostrador. Tenía un largo cabello cortado
en capas, y tatuajes que parecían trenzas de cabello humano corriendo arriba y
abajo por sus brazos. Era todo músculo y debía pesar por lo menos trescientas
libras. Kendall volteó hacía ella y sonrió. -¿Cuál es tu veneno?-
-No importa,- contestó __________. -Realmente
no tengo mi propio veneno.-
-Tú estabas tomando champaña en mi
fiesta,- señaló Kendall. -¿Ves quien si pone atención?- Él la golpeo suavemente
con su hombro. -Tu mejor champaña aquí,- le dijo al cantinero, quien tiró su
cabeza hacia atrás y dejó escapar una sarcástica y áspera risa. Sin hacer el
menor intento de pedirle una identificación a la adolescente o al menos mirarla
lo suficiente para adivinar su edad, el cantinero se dirigió a un pequeño refrigerador
con puerta deslizante de cristal. Las botellas tintineaban mientras rebuscaba entre
ellas. Después de lo que había parecido un buen rato, el mesero emergió con una
pequeña botella de Freixenet. Se veía como si hubiera algo naranja creciendo
alrededor de su base.
-No acepto la responsabilidad por esto,-
comentó, ofreciéndoles la botella. Kendall botó el corcho y elevó sus cejas
hacía __________. Él sirvió el Freixenet ceremoniosamente en una copa.
-Quiero disculparme,- dijo. -Yo sé que
he ido demasiado lejos. Y la noche pasada, lo que pasó con James, no me siento
bien sobre eso.- Él espero a que __________ asintiera antes de continuar
hablando. -En vez de enojarme, simplemente debí haberte escuchado. Tú eres la
única que me importa, no él.-
__________ observó las burbujas
subiendo en el vino, pensando si debía ser honesta, si le diría que era James
quien le importaba a ella y no Kendall. Ella tenía que decírselo. Si él había
lamentado el no haberla escuchado la noche anterior, quizá ahora si empezaría a
escuchar. Ella agarró su copa para beber un sorbo antes de comenzar.
-Oh, espera,- Kendall puso una mano en
su brazo. -No puedes beber hasta que no hayamos brindado por algo.- Él elevó su
vaso y le sostuvo la mirada. -¿Por qué deberíamos brindar? Escoge.-
El mosquitero de la puerta principal se
abrió ruidosamente y entraron los tipos que habían estado fumando en el porche.
El más alto de ellos, con grasoso cabello negro, nariz afilada y uñas
asquerosamente sucias, echó una mirada hacía __________, y se enKendallinó hacia
donde estaban los chicos.
-¿Qué estamos celebrando?- Se dirigió a
ella, chocando su vaso con el de la chica. Se acercó más a ella, que percibió
el roce de su cadera a través de su falda de franela. -¿La primera noche fuera
de la nena? ¿A qué hora es el toque de queda?-
-Estamos celebrando que vas a llevar tu
trasero fuera de aquí, ahora mismo,- replicó Kendall de una manera tan
agradable como si estuviera sólo anunciando que era el cumpleaños de __________.
Fijó sus ojos verdes en el tipo, que mostró sus dientes llenos de
caries.
-Fuera de aquí, ¿huh? Sólo si ella me
acompaña.- El tipo hizo el intento de coger la mano de __________. Después de
la forma en que la pelea con James había empezado, __________ esperaba que Kendall
necesitara sólo una mínima excusa para que sus manos volaran a los golpes otra
vez. Especialmente si él había estado bebiendo en este lugar todo el día. Pero Kendall
se veía sorprendentemente tranquilo. Todo lo que hizo fue arrojar la mano del
tipo con la velocidad, gracia y fuerza brutal de un león lanzando a un ratón. Kendall
observó al tipo mientras retrocedía dando traspiés. Luego sacudió su mano con una
mirada aburrida en el rostro, entonces acarició la muñeca de __________ donde
el tipo había tratado de sujetarla. -Lamento esto. ¿Qué estabas diciendo sobre
la noche anterior?-
-Yo decía que…- __________ sintió la
sangre ardiendo en sus mejillas. Directamente sobre la cabeza de Kendall, una
enorme oscuridad empezaba a abrirse, extendiéndose, desplegándose hasta
convertirse en la más grande, negra sombra que jamás había visto. Una descarga
de viento ártico era disparada desde su centro, y __________ sintió la frialdad
glacial de la sombra aún sobre los dedos de Kendall que seguían acariciando su
piel.
-Oh. Dios. Mio,- susurró la chica. Hubo
un estrépito de cristales cuando el tipo aplastó su vaso sobre la cabeza de Kendall.
Lentamente, Kendall se levantó de su silla y sacudió de su cabello algunos
restos de cristal. Volteó hacia aquel hombre, que fácilmente le doblaba la edad
y era bastantes pulgadas más alto que él. __________ se encogió en su banco,
huyendo de lo que había sentido acerca de la pelea que estaba a punto de
empezar entre Kendall y ese tipo. Y de lo que temía que podría suceder con esa
sombra oscura como noche-de-muerte desplegada sobre sus cabezas.
gisell portilla
Re: Fallen "oscuros" (James Maslow & tu) terminada
Capitulo 20
LA GUARIDA DEL LEÓN II
-Terminen con eso,- ordenó tajantemente el enorme
tabernero, aunque no se molestó en levantar la mirada de su revista de peleas. Inmediatamente,
el tipo empezó a golpear ciegamente a Kendall, quien recibió esos golpes sin
ton ni son como si fueran los besos de un niño.
__________ no era
la única sorprendida por la serenidad de Kendall. El bailarín uso-pantalonesde-
cuero se había encogido junto a la rockola. Y hasta el tipo de cabello
grasiento después de haber golpeado varias veces a Kendall, se retiró unos
pasos, escrutándolo, confuso. Durante ese tiempo, la sombra había inundado el
techo, oscuros zarcillos creciendo como mala hierba y colgando cada vez más
cerca sobre sus cabezas. __________ se encogió y estremeció en el momento en
que Kendall esquivaba el último puñetazo del tipo drogado. Y entonces decidió
responder a la pelea. Fue simplemente un ligero movimiento de sus dedos, como
si Kendall se hubiera deshecho de una hoja marchita. En un minuto, el tipo
estaba todo sobre el rostro de Kendall, pero cuando los dedos del chico
conectaron en el pecho de su oponente, este último salió volando – sacudiendo
sus pies por el aire, desperdigando botellas vacías de cerveza por su trayecto,
hasta que su espalda se estrelló en la pared opuesta, cerca de la rockola. El
tipo se frotó la cara y, quejándose, empezó a ponerse en cuclillas.
-¿Cómo hiciste eso?- Los ojos de __________ estaban
abiertos de par en par. Kendall ignoró su pregunta, volteó hacía el robusto y
menos alto amigo de aquel tipo y lo encaró, -¿Sigues tú?- El segundo tipo alzó
las palmas.
-No es mi pelea, hombre,- balbuceó, mientras retrocedía. Kendall
se encogió de hombros, caminó hasta el primer tipo, y lo alzó en vilo
sujetándolo de la espalda de su playera. Sus miembros oscilaron inexorablemente
en el aire, como si fuera una marioneta. Entonces, con un simple movimiento de
su muñeca, Kendall arrojó al tipo contra la pared. Parecía que se iba a quedar
pegado ahí cuando Kendall lo sujetó nuevamente, azotando al tipo y diciendo una
y otra vez, -Te dije, ¡fuera de aquí!-
-¡Suficiente!- gritó __________, pero ninguno de ellos la
escuchó o les importó. __________ empezó a sentirse enferma. Ella quería
apartar sus ojos de la ensangrentada nariz y boca del tipo inmovilizado contra
la pared, por la casi sobrehumana fuerza de Kendall. Quería decirle que se
olvidara de la plática y que ella misma encontraría la manera de regresarse a
la escuela. Pero más que nada, quería, apartarse de esa densa sombra que ya cubría
completamente el techo y escurría por las paredes. Agarró su bolsa y salió, corriendo
hacía la noche- Y derecho hacía los brazos de alguien.
-¿Estás bien?-
Era James.
-¿Cómo me encontraste?- preguntó ella, hundiendo
desfachatadamente su rostro en el hombro de James. Las lágrimas que __________
no quería permitirse, estaban manando dentro de ella.
-Vamos,- contestó él. -Hay que sacarte de aquí.- Sin
mirar atrás, ella deslizó su mano en la de él. La calidez de James se extendió
por su brazo y luego por todo su cuerpo. Entonces las lágrimas comenzaron a
fluir. No era justo sentirse tan a salvo cuando las sombras aún estaban tan
cerca. Hasta James se veía perturbado. Él la arrastró a través del lote tan
rápidamente, que ella casi tuvo que correr para mantener su paso.
No fue su intención el mirar atrás cuando sintió las
sombras que se derramaban ya por fuera de la puerta del bar, dispersándose
amenazantes en el aire. Fluían constantes sobre su cabeza, succionando toda la
luz a su paso. Era como si el mundo entero empezara a hacerse pedazos ante sus
ojos. Un picante hedor sulfuroso golpeó su nariz, peor que cualquier cosa que
ella hubiera conocido. James miró hacia arriba, también, y frunció el ceño,
sólo que él parecía como que simplemente estaba tratando de recordar dónde se
había estacionado. Pero entonces sucedió la cosa más extraña. Las sombras
retrocedieron, desperdigándose en negros manojos que se dispersaban y diluían. Los
ojos de __________ se estrecharon por la incredulidad. ¿Cómo había hecho eso James?
¿Él no lo había hecho, o sí?
-¿Qué?- preguntó James, distraídamente. Él quitó el
seguro de la puerta del pasajero al llegar a la camioneta Taurus color blanco. -¿Hay
algo mal?-
-No tenemos tiempo para que me ponga a enlistar todas
las, tantas cosas que están mal,- dijo __________, hundiéndose en el asiento. -Mira,-
señaló hacía la entrada del bar. La puerta estaba justamente balanceándose ante
la salida de Kendall. Él debía haber noqueado al otro tipo, pero no tenía el
aspecto de haber estado peleando. Sus puños estaban apretados. James sonrió con
aire de complicidad y sacudió su cabeza. __________ apuñalaba una y otra vez su
cinturón de seguridad en el broche, infructuosamente, hasta que él se le acercó
y le apartó las manos. Ella sostuvo el aliento mientras los dedos del joven rozaban
su estómago.
-Tiene un truco,- le susurró, abrochando la hebilla en la
base.
Él encendió el auto, entonces retrocedió lentamente,
tomando su tiempo mientras pasaba frente a la puerta del bar. __________ no
podía pensar en una sola cosa para decirle a Kendall, pero se sintió perfecto
cuando James bajó la ventanilla y simplemente dijo,
-Buenas noches, Kendall.-
-__________,- imploró Kendall, caminando hacía el auto. -No
hagas esto. No te vayas con él. Esto terminará mal.- Ella no pudo mirarlo a los
ojos, los cuales ella sabía estaban suplicándole que volviera. -Lo lamento.-
James ignoró completamente a Kendall y se limitó a
conducir. El embalse lucía nublado en el crepúsculo, y el bosque en frente de
ellos lucía aún más nublado.
-Aún no me has contado cómo fue que me encontraste aquí,-
dijo __________. -O cómo sabías que yo vine a encontrarme con Kendall. O de
dónde sacaste este auto.-
-Es de Miss Sophia,- Explicó James, encendiendo las __________s
pues los árboles se elevaban juntos sobre el Camino y lo cubrían con una densa
sombra.
-¿Miss Sophia te prestó su coche?-
-Después de años de vivir en los barrios bajos de L.A.,-
él se encogió de hombros,
-puedes decir que tengo un toque mágico en lo que
respecta a -tomar prestado- un auto.-
-¿Robaste el auto de Miss Sophia? __________ lo miró de
soslayo, preguntándose cómo anotaría la bibliotecaria este suceso en su
expediente.
-Lo devolveremos,- añadió James. -Además, ella está
bastante preocupada por la reconstrucción de la Guerra Civil de esta noche.
Algo me dice que ni siquiera se va a enterar de que el auto se ha ido.-
Sólo entonces __________ se dio cuenta de la ropa que James
estaba usando. Contempló el azul uniforme de soldado de la Unión con su
ridícula tira de cuero café atravesada diagonalmente sobre su pecho. Había
estado tan asustada de las sombras, de Kendall, de toda esa escena
espeluznante, que ni siquiera había hecho una pausa para echar una mirada a James.
-No te rías,- le dijo James, tratando de no reírse él
mismo. -Esta noche tú estás totalmente fuera del peor Evento Social de este
año.- __________ no pudo contenerse: acercó su mano para acunar uno de los
botones de James.
-Que pena- le contestó, hablando con un acento sureño. -Estoy
escasa de vestidos belleof- the-ball.-
Los labios de James se curvaron en una sonrisa, pero
entonces suspiró.
-__________. Lo que
hiciste esta noche –las cosas pudieron haber resultado realmente mal.
¿Entiendes eso?-
__________ clavó la mirada en el Camino, molesta por la
forma en que había sido repentinamente devuelta a la nefasta realidad. Se
escuchó el ulular de un búho posado en un árbol, tras de ellos.
-No era mi intención venir aquí,- dijo ella, con
sinceridad. Era casi como si Kendall la hubiera engañado. -Desearía no haberlo
hecho,- añadió quedamente, preguntándose dónde estaría ahora aquella sombra. James
golpeó bruscamente el volante con su puño, haciéndola saltar. Él estaba apretando
sus dientes y __________ odió ser ella la única persona que lo hacía ponerse
tan furioso.
-Simplemente no puedo creer que te hayas involucrado con
él,- le dijo a la chica.
-No me involucré,- insistió ella, -La única razón por la
que vine era para decirle que…- Ya no tenía caso. ¡Involucrada con Kendall! Si James
sólo supiera que ella y Penn gastaban la mayor parte de su tiempo libre
buscando datos de su familia… bueno, él probablemente estaría igual de molesto.
-No tienes nada que explicarme,- dijo James, sacándola de
sus pensamientos. –Esto es culpa mía, de cualquier manera.-
-¿Tú culpa?-
Para ese entonces James había abandonado el Camino y
detenido el auto en la orilla de un banco de arena. Apagó las __________s del
auto y quedaron de frente al océano. El oscuro cielo estaba adornado por una
profunda sombra carmesí, y las crestas de las olas parecían hechas de plata,
brillando. La hierba en la playa se mecía con el viento, creando un agudo y
desolado sonido sibilante. Una parvada irregular de gaviotas ocupadas en
acicalar sus alas estaba a lo largo de las rejas de protección.
-¿Estamos perdidos?- Preguntó __________. James la
ignoró. Salió del auto, cerrando la puerta, y comenzó a Caminar hacia el agua. __________
esperó diez agonizantes segundos, observando mientras su silueta disminuía en
el crepúsculo púrpura, antes de saltar del auto y seguirlo. El viento azotaba
su cabello contra su cara. Las olas golpeaban en la playa, regando en su Camino
hileras de conchas y algas marinas. El aire estaba tan frió como el agua. Todo
el ambiente estaba lleno de una áspera esencia salina.
-¿Qué está pasando, James?- le preguntó, trotando a
través de las dunas. Se sentía más pesada caminando en la arena. -¿Dónde
estamos? ¿Y qué quieres decir con que, es tu culpa?-
Él volteó hacia ella. Se veía tan vencido, su uniforme
todo arrugado, sus ojos avellana mirándola tristemente. El rugido de las olas
casi superaba su voz.
-Sólo necesito algo de tiempo para pensar.- __________
sintió un nudo creciendo en su garganta nuevamente. Ella casi había dejado finalmente
de llorar, pero James estaba haciendo todo esto tan difícil.
-¿Por qué me rescataste entonces? ¿Por qué manejaste todo
este Camino para salvarme, y luego me gritas, luego me ignoras?- Secó sus
lágrimas en el dobladillo de su camiseta y la sal marina en sus dedos hizo que
los ojos le lloraran más. -No es que esto sea muy diferente de la manera en que
me tratas la mayor parte del tiempo, pero-- James giró y tomó la cara de la
chica entre sus manos.
-No lo entiendes, __________.- Él meneó su cabeza. -Ese
es el punto –tú nunca lo entiendes.-
No había ninguna maldad en su voz. De hecho, era casi…
demasiado tierno. Como si ella fuera tan tonta como para no captar lo que fuera
que era tan obvio para él. Y eso la hizo sentir absolutamente furiosa.
-¿Qué yo no lo entiendo?- preguntó ella. -¿Yo no
entiendo? Déjame decirte algo que si entiendo. ¿Te crees que eres demasiado
listo? Yo estuve tres años con una beca académica al cien por ciento en el
mejor colegio del país. Y cuando se acabó, tuve que solicitar –solicitarles-
que me permitieran privarlos de mi expediente académico de Excelencia.-
James trató de alejarse, pero __________ lo persiguió,
dando un paso adelante por cada pequeño paso que él retrocedía. Probablemente
lo iba a poner histérico, pero, ¿y qué? Él se lo había ganado por cada vez que
se había mostrado condescendiente con ella.
-Hablo Latín y Francés, y en la secundaria, gané el
concurso de ciencias tres años seguidos.- __________ atrapó a James contra el
barandal de protección y trataba de contenerse para no golpearlo con su dedo.
Ella no había terminado. -Y también resuelvo el crucigrama del domingo, algunas
veces en menos de una hora. Tengo un inequívoco sentido de orientación… que si
lo pienso, no es tan bueno tratándose de chicos.- __________ tragó saliva y
tomó un momento para recuperar el aliento. -Y algún día, voy a ser una
Psiquiatra que realmente escuchará a sus pacientes y ayudaré a la gente. ¿Okay?
Así que no sigas hablándome como si yo fuera una estúpida y no me digas que no
entiendo, solo porque no puedo decodificar tu errática, excéntrica, un-minuto-ardiente-siguiente-minuto-helado,
francamente…- –ella lo miró de frente, conteniendo el aliento- -verdaderamente
hiriente comportamiento.- __________ se sacudió una lágrima, molesta consigo
misma por haberse exaltado tanto.
-Cállate,- dijo James, pero lo dijo tan suave y
tiernamente que __________ sorprendió a ambos obedeciéndole. -Yo no pienso que
seas estúpida.- Él cerró sus ojos. -Pienso que eres la persona más lista que
conozco. Y la más agradable. Y- –hizo una pausa, abriendo sus ojos para mirarla
directamente- -la más hermosa.-
-¿Perdón?- James miró hacia el océano. -Es sólo que yo…
estoy tan cansado de esto,- agregó. Sonaba exhausto.
-¿Cansado de qué?- Él la miró, con una expresión llena de
tristeza en su rostro, como si hubiera perdido algo precioso. Este era el James
que ella conocía, aunque ella no podía explicar cómo o de dónde. Este era el James
que ella… amaba.
-Puedes decirme,- susurró __________. Él inclinó su
cabeza. Pero sus labios aún estaban tan cerca de los de ella. Y la mirada en
sus ojos era tan seductora. Era casi como si él quisiera que ella tomara la
iniciativa. El cuerpo de __________ tembló nerviosamente mientras acercaba sus
labios inclinándose hacía él. Ella colocó su mano en la mejilla de James y él
parpadeó pero no se movió. Ella avanzó despacio, muy despacio, como si se
estuviera preocupada por incomodarlo, a cada segundo sentía que se petrificaba.
Y entonces, cuando estuvieron tan cerca como para que sus miradas casi se
cruzaran, ella cerró sus ojos y presionó sus labios contra los de él. Apenas un
suave toque de sus labios, como la caricia de una pluma, fue todo lo que hubo,
pero un fuego que __________ nunca había sentido recorrió todo su cuerpo, y
ella supo que necesitaba más todo-de-James. Hubiera sido demasiado pedirle que
él la necesitar de la misma manera, para envolverla en sus brazos como lo había
hecho tantas veces en sus sueños, para devolver ese tan deseado beso con más
fuerza. Pero él lo hizo. Sus fuertes brazos rodearon su cintura. La atrajo
hacía él y __________ pudo sentir la fina línea de los dos cuerpos conectados-
sus piernas enredadas, cadera contra cadera, sus corazones latiendo al mismo
compás. James la colocó contra el barandal, girándola tan cerca de él que no la
dejaba moverse, hasta que la tuvo exactamente donde ella había querido estar.
Todo esto sin romper el apasionado broche de sus labios. Entonces empezó a
besarla realmente, suave al principio, imperceptiblemente, rozando con la nariz
su oído. Después tardada, dulce y tiernamente, a lo largo de la línea de su
rostro y bajando por su cuello, haciéndola gemir inclinando su cabeza. Él tiró
de su cabello suavemente y __________ abrió los ojos para ver fugazmente las
primeras estrellas asomándose en el negro cielo. Se sintió aún más cerca del
cielo de lo que nunca había estado. Al final, James regresó a sus labios,
besándola con mucha más intensidad – succionando su labio superior, delineando
con su suave lengua los dientes de la chica. Ella abrió más los labios,
desesperada por tener más de él en su interior, abandonando finalmente el miedo
de mostrar cuánto había anhelado por él. Para igualar la fuerza de sus besos
con los de ella. Ella comenzó a sentir arena en su rostro y bajo sus pies, el
viento salado se estrellaba en su piel, y un dulce, embelesado sentimiento se
desbordaba de su corazón. En ese momento, ella hubiera podido morir por él. James
se apartó y la miró fijamente, como si él quisiera que la chica le dijera algo.
__________ sonrió y lo besó suavemente en los labios, mostrando que le
pertenecían a él. Ella no sabía con qué palabras, con qué mejor manera,
comunicarle lo que ella estaba sintiendo, lo que ella quería.
-Aún continúas aquí,- susurró él.
-Ellos no podrán llevarme a rastras.- Dijo ella
sonriendo. James dio un paso atrás, y con una mirada oscura hacia ella, su
sonrisa se desvaneció. Él empezó a Caminar lentamente frente a ella, frotándose
la frente con la mano.
-¿Qué va mal? Preguntó __________ sutilmente, jalando la
manga de James para que regresara a besarla de nuevo. Él paseó sus dedos por el
rostro de la chica, a través de su cabello, alrededor de su cuello. Como si
estuviera asegurándose de que ella no fuera sólo un sueño. ¿Fue realmente este
su primer beso? Ella no creía que lo de Trevor debía contar, así que técnicamente
si era el primero. Y todo parecía tan correcto, como si ella hubiera estado
destinada para James, y él para ella. Su aroma era… delicioso. Su boca sabía suntuosa
y dulce. Él era alto y fuerte y… Escapando de su abrazo.
-¿A dónde vas? Inquirió la chica. Las rodillas de James
se doblaron y se hundió unas pulgadas, inclinándose contra la reja de madera y
mirando al cielo. Se veía sufriendo.
-Dices que nada podrá llevarte a rastras,- murmuró el
chico. -Pero ellos lo harán. Tal vez sólo se les hizo tarde.-
-¿Ellos? ¿Quiénes?- preguntó __________, mirando
alrededor de la playa desierta. -¿Kendall?, Creo que lo perdimos.-
-No,- James empezó a Caminar alejándose del barandal. Él
se estremeció. -Eso es imposible.-
-James.-
-Esto llegará,- susurró él.
-Me estás asustando.- __________ caminó tras James,
tratando de mantener su paso. Porque repentinamente, aunque ella no quisiera,
empezaba a tener la sensación de saber a qué se refería él. No a Kendall, sino
a algo más, alguna otra amenaza. La mente de __________ empezó a nublarse. Las
palabras de James la habían abatido.
LA GUARIDA DEL LEÓN II
-Terminen con eso,- ordenó tajantemente el enorme
tabernero, aunque no se molestó en levantar la mirada de su revista de peleas. Inmediatamente,
el tipo empezó a golpear ciegamente a Kendall, quien recibió esos golpes sin
ton ni son como si fueran los besos de un niño.
__________ no era
la única sorprendida por la serenidad de Kendall. El bailarín uso-pantalonesde-
cuero se había encogido junto a la rockola. Y hasta el tipo de cabello
grasiento después de haber golpeado varias veces a Kendall, se retiró unos
pasos, escrutándolo, confuso. Durante ese tiempo, la sombra había inundado el
techo, oscuros zarcillos creciendo como mala hierba y colgando cada vez más
cerca sobre sus cabezas. __________ se encogió y estremeció en el momento en
que Kendall esquivaba el último puñetazo del tipo drogado. Y entonces decidió
responder a la pelea. Fue simplemente un ligero movimiento de sus dedos, como
si Kendall se hubiera deshecho de una hoja marchita. En un minuto, el tipo
estaba todo sobre el rostro de Kendall, pero cuando los dedos del chico
conectaron en el pecho de su oponente, este último salió volando – sacudiendo
sus pies por el aire, desperdigando botellas vacías de cerveza por su trayecto,
hasta que su espalda se estrelló en la pared opuesta, cerca de la rockola. El
tipo se frotó la cara y, quejándose, empezó a ponerse en cuclillas.
-¿Cómo hiciste eso?- Los ojos de __________ estaban
abiertos de par en par. Kendall ignoró su pregunta, volteó hacía el robusto y
menos alto amigo de aquel tipo y lo encaró, -¿Sigues tú?- El segundo tipo alzó
las palmas.
-No es mi pelea, hombre,- balbuceó, mientras retrocedía. Kendall
se encogió de hombros, caminó hasta el primer tipo, y lo alzó en vilo
sujetándolo de la espalda de su playera. Sus miembros oscilaron inexorablemente
en el aire, como si fuera una marioneta. Entonces, con un simple movimiento de
su muñeca, Kendall arrojó al tipo contra la pared. Parecía que se iba a quedar
pegado ahí cuando Kendall lo sujetó nuevamente, azotando al tipo y diciendo una
y otra vez, -Te dije, ¡fuera de aquí!-
-¡Suficiente!- gritó __________, pero ninguno de ellos la
escuchó o les importó. __________ empezó a sentirse enferma. Ella quería
apartar sus ojos de la ensangrentada nariz y boca del tipo inmovilizado contra
la pared, por la casi sobrehumana fuerza de Kendall. Quería decirle que se
olvidara de la plática y que ella misma encontraría la manera de regresarse a
la escuela. Pero más que nada, quería, apartarse de esa densa sombra que ya cubría
completamente el techo y escurría por las paredes. Agarró su bolsa y salió, corriendo
hacía la noche- Y derecho hacía los brazos de alguien.
-¿Estás bien?-
Era James.
-¿Cómo me encontraste?- preguntó ella, hundiendo
desfachatadamente su rostro en el hombro de James. Las lágrimas que __________
no quería permitirse, estaban manando dentro de ella.
-Vamos,- contestó él. -Hay que sacarte de aquí.- Sin
mirar atrás, ella deslizó su mano en la de él. La calidez de James se extendió
por su brazo y luego por todo su cuerpo. Entonces las lágrimas comenzaron a
fluir. No era justo sentirse tan a salvo cuando las sombras aún estaban tan
cerca. Hasta James se veía perturbado. Él la arrastró a través del lote tan
rápidamente, que ella casi tuvo que correr para mantener su paso.
No fue su intención el mirar atrás cuando sintió las
sombras que se derramaban ya por fuera de la puerta del bar, dispersándose
amenazantes en el aire. Fluían constantes sobre su cabeza, succionando toda la
luz a su paso. Era como si el mundo entero empezara a hacerse pedazos ante sus
ojos. Un picante hedor sulfuroso golpeó su nariz, peor que cualquier cosa que
ella hubiera conocido. James miró hacia arriba, también, y frunció el ceño,
sólo que él parecía como que simplemente estaba tratando de recordar dónde se
había estacionado. Pero entonces sucedió la cosa más extraña. Las sombras
retrocedieron, desperdigándose en negros manojos que se dispersaban y diluían. Los
ojos de __________ se estrecharon por la incredulidad. ¿Cómo había hecho eso James?
¿Él no lo había hecho, o sí?
-¿Qué?- preguntó James, distraídamente. Él quitó el
seguro de la puerta del pasajero al llegar a la camioneta Taurus color blanco. -¿Hay
algo mal?-
-No tenemos tiempo para que me ponga a enlistar todas
las, tantas cosas que están mal,- dijo __________, hundiéndose en el asiento. -Mira,-
señaló hacía la entrada del bar. La puerta estaba justamente balanceándose ante
la salida de Kendall. Él debía haber noqueado al otro tipo, pero no tenía el
aspecto de haber estado peleando. Sus puños estaban apretados. James sonrió con
aire de complicidad y sacudió su cabeza. __________ apuñalaba una y otra vez su
cinturón de seguridad en el broche, infructuosamente, hasta que él se le acercó
y le apartó las manos. Ella sostuvo el aliento mientras los dedos del joven rozaban
su estómago.
-Tiene un truco,- le susurró, abrochando la hebilla en la
base.
Él encendió el auto, entonces retrocedió lentamente,
tomando su tiempo mientras pasaba frente a la puerta del bar. __________ no
podía pensar en una sola cosa para decirle a Kendall, pero se sintió perfecto
cuando James bajó la ventanilla y simplemente dijo,
-Buenas noches, Kendall.-
-__________,- imploró Kendall, caminando hacía el auto. -No
hagas esto. No te vayas con él. Esto terminará mal.- Ella no pudo mirarlo a los
ojos, los cuales ella sabía estaban suplicándole que volviera. -Lo lamento.-
James ignoró completamente a Kendall y se limitó a
conducir. El embalse lucía nublado en el crepúsculo, y el bosque en frente de
ellos lucía aún más nublado.
-Aún no me has contado cómo fue que me encontraste aquí,-
dijo __________. -O cómo sabías que yo vine a encontrarme con Kendall. O de
dónde sacaste este auto.-
-Es de Miss Sophia,- Explicó James, encendiendo las __________s
pues los árboles se elevaban juntos sobre el Camino y lo cubrían con una densa
sombra.
-¿Miss Sophia te prestó su coche?-
-Después de años de vivir en los barrios bajos de L.A.,-
él se encogió de hombros,
-puedes decir que tengo un toque mágico en lo que
respecta a -tomar prestado- un auto.-
-¿Robaste el auto de Miss Sophia? __________ lo miró de
soslayo, preguntándose cómo anotaría la bibliotecaria este suceso en su
expediente.
-Lo devolveremos,- añadió James. -Además, ella está
bastante preocupada por la reconstrucción de la Guerra Civil de esta noche.
Algo me dice que ni siquiera se va a enterar de que el auto se ha ido.-
Sólo entonces __________ se dio cuenta de la ropa que James
estaba usando. Contempló el azul uniforme de soldado de la Unión con su
ridícula tira de cuero café atravesada diagonalmente sobre su pecho. Había
estado tan asustada de las sombras, de Kendall, de toda esa escena
espeluznante, que ni siquiera había hecho una pausa para echar una mirada a James.
-No te rías,- le dijo James, tratando de no reírse él
mismo. -Esta noche tú estás totalmente fuera del peor Evento Social de este
año.- __________ no pudo contenerse: acercó su mano para acunar uno de los
botones de James.
-Que pena- le contestó, hablando con un acento sureño. -Estoy
escasa de vestidos belleof- the-ball.-
Los labios de James se curvaron en una sonrisa, pero
entonces suspiró.
-__________. Lo que
hiciste esta noche –las cosas pudieron haber resultado realmente mal.
¿Entiendes eso?-
__________ clavó la mirada en el Camino, molesta por la
forma en que había sido repentinamente devuelta a la nefasta realidad. Se
escuchó el ulular de un búho posado en un árbol, tras de ellos.
-No era mi intención venir aquí,- dijo ella, con
sinceridad. Era casi como si Kendall la hubiera engañado. -Desearía no haberlo
hecho,- añadió quedamente, preguntándose dónde estaría ahora aquella sombra. James
golpeó bruscamente el volante con su puño, haciéndola saltar. Él estaba apretando
sus dientes y __________ odió ser ella la única persona que lo hacía ponerse
tan furioso.
-Simplemente no puedo creer que te hayas involucrado con
él,- le dijo a la chica.
-No me involucré,- insistió ella, -La única razón por la
que vine era para decirle que…- Ya no tenía caso. ¡Involucrada con Kendall! Si James
sólo supiera que ella y Penn gastaban la mayor parte de su tiempo libre
buscando datos de su familia… bueno, él probablemente estaría igual de molesto.
-No tienes nada que explicarme,- dijo James, sacándola de
sus pensamientos. –Esto es culpa mía, de cualquier manera.-
-¿Tú culpa?-
Para ese entonces James había abandonado el Camino y
detenido el auto en la orilla de un banco de arena. Apagó las __________s del
auto y quedaron de frente al océano. El oscuro cielo estaba adornado por una
profunda sombra carmesí, y las crestas de las olas parecían hechas de plata,
brillando. La hierba en la playa se mecía con el viento, creando un agudo y
desolado sonido sibilante. Una parvada irregular de gaviotas ocupadas en
acicalar sus alas estaba a lo largo de las rejas de protección.
-¿Estamos perdidos?- Preguntó __________. James la
ignoró. Salió del auto, cerrando la puerta, y comenzó a Caminar hacia el agua. __________
esperó diez agonizantes segundos, observando mientras su silueta disminuía en
el crepúsculo púrpura, antes de saltar del auto y seguirlo. El viento azotaba
su cabello contra su cara. Las olas golpeaban en la playa, regando en su Camino
hileras de conchas y algas marinas. El aire estaba tan frió como el agua. Todo
el ambiente estaba lleno de una áspera esencia salina.
-¿Qué está pasando, James?- le preguntó, trotando a
través de las dunas. Se sentía más pesada caminando en la arena. -¿Dónde
estamos? ¿Y qué quieres decir con que, es tu culpa?-
Él volteó hacia ella. Se veía tan vencido, su uniforme
todo arrugado, sus ojos avellana mirándola tristemente. El rugido de las olas
casi superaba su voz.
-Sólo necesito algo de tiempo para pensar.- __________
sintió un nudo creciendo en su garganta nuevamente. Ella casi había dejado finalmente
de llorar, pero James estaba haciendo todo esto tan difícil.
-¿Por qué me rescataste entonces? ¿Por qué manejaste todo
este Camino para salvarme, y luego me gritas, luego me ignoras?- Secó sus
lágrimas en el dobladillo de su camiseta y la sal marina en sus dedos hizo que
los ojos le lloraran más. -No es que esto sea muy diferente de la manera en que
me tratas la mayor parte del tiempo, pero-- James giró y tomó la cara de la
chica entre sus manos.
-No lo entiendes, __________.- Él meneó su cabeza. -Ese
es el punto –tú nunca lo entiendes.-
No había ninguna maldad en su voz. De hecho, era casi…
demasiado tierno. Como si ella fuera tan tonta como para no captar lo que fuera
que era tan obvio para él. Y eso la hizo sentir absolutamente furiosa.
-¿Qué yo no lo entiendo?- preguntó ella. -¿Yo no
entiendo? Déjame decirte algo que si entiendo. ¿Te crees que eres demasiado
listo? Yo estuve tres años con una beca académica al cien por ciento en el
mejor colegio del país. Y cuando se acabó, tuve que solicitar –solicitarles-
que me permitieran privarlos de mi expediente académico de Excelencia.-
James trató de alejarse, pero __________ lo persiguió,
dando un paso adelante por cada pequeño paso que él retrocedía. Probablemente
lo iba a poner histérico, pero, ¿y qué? Él se lo había ganado por cada vez que
se había mostrado condescendiente con ella.
-Hablo Latín y Francés, y en la secundaria, gané el
concurso de ciencias tres años seguidos.- __________ atrapó a James contra el
barandal de protección y trataba de contenerse para no golpearlo con su dedo.
Ella no había terminado. -Y también resuelvo el crucigrama del domingo, algunas
veces en menos de una hora. Tengo un inequívoco sentido de orientación… que si
lo pienso, no es tan bueno tratándose de chicos.- __________ tragó saliva y
tomó un momento para recuperar el aliento. -Y algún día, voy a ser una
Psiquiatra que realmente escuchará a sus pacientes y ayudaré a la gente. ¿Okay?
Así que no sigas hablándome como si yo fuera una estúpida y no me digas que no
entiendo, solo porque no puedo decodificar tu errática, excéntrica, un-minuto-ardiente-siguiente-minuto-helado,
francamente…- –ella lo miró de frente, conteniendo el aliento- -verdaderamente
hiriente comportamiento.- __________ se sacudió una lágrima, molesta consigo
misma por haberse exaltado tanto.
-Cállate,- dijo James, pero lo dijo tan suave y
tiernamente que __________ sorprendió a ambos obedeciéndole. -Yo no pienso que
seas estúpida.- Él cerró sus ojos. -Pienso que eres la persona más lista que
conozco. Y la más agradable. Y- –hizo una pausa, abriendo sus ojos para mirarla
directamente- -la más hermosa.-
-¿Perdón?- James miró hacia el océano. -Es sólo que yo…
estoy tan cansado de esto,- agregó. Sonaba exhausto.
-¿Cansado de qué?- Él la miró, con una expresión llena de
tristeza en su rostro, como si hubiera perdido algo precioso. Este era el James
que ella conocía, aunque ella no podía explicar cómo o de dónde. Este era el James
que ella… amaba.
-Puedes decirme,- susurró __________. Él inclinó su
cabeza. Pero sus labios aún estaban tan cerca de los de ella. Y la mirada en
sus ojos era tan seductora. Era casi como si él quisiera que ella tomara la
iniciativa. El cuerpo de __________ tembló nerviosamente mientras acercaba sus
labios inclinándose hacía él. Ella colocó su mano en la mejilla de James y él
parpadeó pero no se movió. Ella avanzó despacio, muy despacio, como si se
estuviera preocupada por incomodarlo, a cada segundo sentía que se petrificaba.
Y entonces, cuando estuvieron tan cerca como para que sus miradas casi se
cruzaran, ella cerró sus ojos y presionó sus labios contra los de él. Apenas un
suave toque de sus labios, como la caricia de una pluma, fue todo lo que hubo,
pero un fuego que __________ nunca había sentido recorrió todo su cuerpo, y
ella supo que necesitaba más todo-de-James. Hubiera sido demasiado pedirle que
él la necesitar de la misma manera, para envolverla en sus brazos como lo había
hecho tantas veces en sus sueños, para devolver ese tan deseado beso con más
fuerza. Pero él lo hizo. Sus fuertes brazos rodearon su cintura. La atrajo
hacía él y __________ pudo sentir la fina línea de los dos cuerpos conectados-
sus piernas enredadas, cadera contra cadera, sus corazones latiendo al mismo
compás. James la colocó contra el barandal, girándola tan cerca de él que no la
dejaba moverse, hasta que la tuvo exactamente donde ella había querido estar.
Todo esto sin romper el apasionado broche de sus labios. Entonces empezó a
besarla realmente, suave al principio, imperceptiblemente, rozando con la nariz
su oído. Después tardada, dulce y tiernamente, a lo largo de la línea de su
rostro y bajando por su cuello, haciéndola gemir inclinando su cabeza. Él tiró
de su cabello suavemente y __________ abrió los ojos para ver fugazmente las
primeras estrellas asomándose en el negro cielo. Se sintió aún más cerca del
cielo de lo que nunca había estado. Al final, James regresó a sus labios,
besándola con mucha más intensidad – succionando su labio superior, delineando
con su suave lengua los dientes de la chica. Ella abrió más los labios,
desesperada por tener más de él en su interior, abandonando finalmente el miedo
de mostrar cuánto había anhelado por él. Para igualar la fuerza de sus besos
con los de ella. Ella comenzó a sentir arena en su rostro y bajo sus pies, el
viento salado se estrellaba en su piel, y un dulce, embelesado sentimiento se
desbordaba de su corazón. En ese momento, ella hubiera podido morir por él. James
se apartó y la miró fijamente, como si él quisiera que la chica le dijera algo.
__________ sonrió y lo besó suavemente en los labios, mostrando que le
pertenecían a él. Ella no sabía con qué palabras, con qué mejor manera,
comunicarle lo que ella estaba sintiendo, lo que ella quería.
-Aún continúas aquí,- susurró él.
-Ellos no podrán llevarme a rastras.- Dijo ella
sonriendo. James dio un paso atrás, y con una mirada oscura hacia ella, su
sonrisa se desvaneció. Él empezó a Caminar lentamente frente a ella, frotándose
la frente con la mano.
-¿Qué va mal? Preguntó __________ sutilmente, jalando la
manga de James para que regresara a besarla de nuevo. Él paseó sus dedos por el
rostro de la chica, a través de su cabello, alrededor de su cuello. Como si
estuviera asegurándose de que ella no fuera sólo un sueño. ¿Fue realmente este
su primer beso? Ella no creía que lo de Trevor debía contar, así que técnicamente
si era el primero. Y todo parecía tan correcto, como si ella hubiera estado
destinada para James, y él para ella. Su aroma era… delicioso. Su boca sabía suntuosa
y dulce. Él era alto y fuerte y… Escapando de su abrazo.
-¿A dónde vas? Inquirió la chica. Las rodillas de James
se doblaron y se hundió unas pulgadas, inclinándose contra la reja de madera y
mirando al cielo. Se veía sufriendo.
-Dices que nada podrá llevarte a rastras,- murmuró el
chico. -Pero ellos lo harán. Tal vez sólo se les hizo tarde.-
-¿Ellos? ¿Quiénes?- preguntó __________, mirando
alrededor de la playa desierta. -¿Kendall?, Creo que lo perdimos.-
-No,- James empezó a Caminar alejándose del barandal. Él
se estremeció. -Eso es imposible.-
-James.-
-Esto llegará,- susurró él.
-Me estás asustando.- __________ caminó tras James,
tratando de mantener su paso. Porque repentinamente, aunque ella no quisiera,
empezaba a tener la sensación de saber a qué se refería él. No a Kendall, sino
a algo más, alguna otra amenaza. La mente de __________ empezó a nublarse. Las
palabras de James la habían abatido.
gisell portilla
Re: Fallen "oscuros" (James Maslow & tu) terminada
Capitulo 21
Aguantando
en el Balance I
________
se paró en el cruce entre el cementerio en el lado norte del Campus y el Camino
del lago al sur. Era casi de noche y los trabajadores de construcción se habían
ido a casa. Una luz salió de unas ramas de roble detrás del gimnasio,
produciendo sombras en el jardín que llevaba al lago. Tentando a ir detrás de
ellas. Ella no estaba segura si debía ir. Sostuvo dos cartas en sus manos. La
primera, de Kendall, era la disculpa que ella había estado esperando, y la petición
de que se encontrara con él después de la escuela para hablar. La segunda, de James,
no decía nada más que -Encuéntrame en el lago.- Ella no podía esperar. Sus
labios todavía le hormigueaban por su beso de la última noche. No podía sacarse
ese pensamiento en sus dedos el su pelo, o sus labios en su cuello, fuera de su
cabeza. Otras partes de la noche eran borrosas, como lo que había pasado luego
de haberse sentado junto a James en la playa. Comparada con la manera en que
sus manos habían tocado su cuerpo no hace menos de diez minutos, James se
miraba casi horrorizado de tocarla. Nada podía quitarlo de su toque. Él seguía
murmurando lo mismo una y otra vez-‘Algo debe haber pasado. Algo cambió-- y
mirándola con dolor en sus ojos, como si ella tuviera la respuesta, como si
ella tuviera idea de lo que sus palabras significaban. Por fin, ella se había
quedado dormida en su hombro, mirando el océano eterno. Cuando se despertó
horas después, él la estaba llevando hacia arriba en sus dormitorio. Ella
estaba a perpleja al darse cuenta de que había dormido todo el Camino de
regreso hacia la escuela-y más perpleja por el extraño resplandor en el
pasillo. Estaba de vuelta. La luz de James. La cual ella no sabía si él podía
ver. Todo a su alrededor estaba bañado de una suave luz violeta. Los paragolpes
blancos pegados en la entrada de otros estudiantes habían tomado un azul neón.
Los linóleos azulejos pálidos parecían que brillaban. La ventanilla donde se
miraba el cementerio había tomado un brillo violeta en los primeros rayos del
sol afuera. Todo directamente bajo la mirada de los rojos.
-Estamos
bien cachados,- ella susurró, nerviosa y casi dormida.
-No
estoy preocupado por los rojos,- James dijo calmadamente, siguiendo sus ojos hacia
las cámaras. Al principio, sus palabras eran tranquilizantes, pero cuando ella
se comenzó a notar un tono preocupado en su tono: Si James no estaba preocupado
por los rojos, estaba preocupado sobre algo más. Cuando la dejó sobre su cama,
la beso ligeramente en la frente, luego tomó un profundo respiro, -No te
desaparezcas sobre mí,- el dijo.
-No
hay oportunidad de eso.-
-Lo
digo en serio.- Él cerró sus ojos por un largo tiempo. -Descansa- pero
encuéntrame en la mañana antes de clases. Quiero hablar contigo. Lo prometes?- Ella
apretó su mano para jalarlo hacia ella por un último beso. Ella sostuvo su
rostro entre sus manos y se derritió. Cada vez que sus ojos medio se abrían,
los de él la estaban viendo. Y a ella le gustaba. Por fin, él retrocedió, y se
paró en la puerta mirándola, sus ojos aún con esa intensidad para que su
corazón corriera tan rápido como cuando la había besado hace un rato. Cuando él
se deslizó al pasillo y cerró la puerta detrás de él, ________ se hundió en el
sueño más profundo. Había dormido en sus clases de la mañana y se había
despertado casi en la tarde sitiándose viva y renacida. No importándole que ella
no tuviera excusa por faltar a la escuela. Sólo preocupada de que se había
perdido el encuentro con James. Ella debía encontrarlo tan pronto como pudiera,
y él entendería. Alrededor de las 2 en punto, cuando finalmente se le había
ocurrido que debía conseguir algo de comer o tal vez aparecer en la clase de
religión de la Srta. Sophia, ella se salió gateando de la cama. Eso fue cuando
ella vio los dos sobres que había sido deslizados debajo de su puerta, la cual
la puso lista para salir del dormitorio. Ella tenía que ir con Kendall primero.
Si iba al lago antes de cementerio, ella sabía que no sería capaz de dejar a James,
si ella iba primero al cementerio, su deseo de ver a James harían que ella se
desesperara lo suficiente para decirle a Kendall las cosas de las que había estado
tan nerviosa antes. Antes todo se hubiera vuelto tan horrorizante y fuera de control
la última noche. Sacudiendo sus miedos por verlo, ________ pasó a través de las
salas comunales hacia el cementerio. La noche estaba cálida, y el aire era
pegajoso con humedad. Iba a ser una de esas noches sofocantes cuando la briza
del distante océano nunca se ponía tan duro como para refrescar. No había nadie
afuera en el Campus, y las hojas de los árboles estaban quietas. ________ podía
haber sido la única cosa en Espada & Cruz que estaba moviéndose. Todos
serían liberados de las clases, arreados hasta el salón de estar para comer, y
Penn-y posiblemente otros-se estarían preguntado dónde estaba ________. Kendall
estaba inclinado sobre el portón del cementerio cuando ella llegó. Sus codos recostados
en unos postes en forma de vainas, sus hombros doblados hacia adelante. Estaba
recogiendo un diente de león con la punta de hierro de su gruesa y negra bota. ________
no podía recordar haberlo visto tan internamente consumido-la mayoría del
tiempo Kendall se miraba que tenía un entusiasta interés en el mundo alrededor
de él. Pero esta vez, ni siquiera miró hacia arriba hasta que ella estaba
directamente frente a él. Y cuando lo hizo, su cara estaba pálida. Su cabello
estaba aplastado sobre su cabeza y ella estaba sorprendida de notar que él
necesitaba una rasurada. Sus ojos rodaron hacia su rostro, como si enfocarse en
sus rasgos requiriera algún esfuerzo. Se miraba destrozado, no golpeado por la
luz, pero simplemente como si él no hubiera dormido en días.
-Viniste.-
Su voz era ronza, pero sus palabras terminaron con una pequeña sonrisa. ________
se tronó los nudillos, pensando que él no estaría sonriendo por mucho más. Ella
asintió y sostuvo su carta. Él alcanzó su mano, pero ella quitó su brazo,
pretendiendo que necesitaba la mano para quitarse el cabello de sus ojos.
-Pensé
que estarías enojada por lo de anoche,- él dijo, poniéndose lejos de la puerta.
Tomó unos pasos al cementerio, luego se sentó con las piernas cruzadas en una
pequeña banca de mármol avellana entre la primera fila de lápidas. Limpió la
tierra y quebró unasbhojas, luego le dio una palmadita al lugar vacío junto a
él.
-Enojada?-
ella dijo.
-Eso
es por lo que generalmente las personas salen de los bares.- Ella se sentó
viéndolo, con la pierna cruzada también. Desde aquí, ella podía ver la punta de
las ramas de los enormes y viejos robles en el centro del cementerio, donde ella
y Kendall había tenido su picnic de la tarde que parecía que había sido hace
tanto tiempo.
-No
lo sé,- ________ dijo. -Más bien desconcertada. Confundida, tal vez.
Decepcionada.- Ella se estremeció ante el recuerdo de esos ojos del sujeto
cuando él la agarró, la ráfaga enferma de los puños de Kendall, el intenso
techo de sombras… -Por qué me llevaste ahí? Sabes lo que pasó cuando Jules y
Phillip se escaparon.-
-Jules
y Phillip eran unos idiotas que cada movimiento era monitoreado por bandas rastreadoras.
Por supuesto que iban a ser cachados.- Kendall sonrió sombríamente, pero no
hacia ella.
-No
somos como ellos, ________. Créeme. Además, yo no estaba tratando de meterme en
otra pelea.- Él sobó sus sienes, y su piel alrededor de ella se arrugó,
viéndose muy de cuero y demasiado delgado. -Simplemente no podía soportar la
manera en que ese tipo te habló, te tocó. Tú mereces ser tratada con el mayor
cuidado.- Sus ojos verdes se ampliaron. -Yo quiero ser el que lo haga. El
único.- Ella puso su pelo detrás de sus ores y tomó un respiro hondo.
-Kendall,
tú pareces un buen muchacho--
-Oh
no.- Cubrió su rostro con sus manos. -No me des el discurso de -rechazame
suavemente-.
Espero que no digas que deberíamos ser amigos.-
-¿No
quieres ser mi amigo?-
-Sabes
que yo quiero ser más que un amigo,- él dijo, escupiendo -amigo- como si fuera una
palabra sucia. -Es Grigori, ¿verdad?- Ella sintió su estómago estremecerse.
Ella supuso que no era tan difícil de descifrarlo, pero ella había estado tan
envuelta en sus sentimientos, que ella casi no había tenido tiempo para
considerar lo que Kendall pensaba de ellos dos.
-Tú
realmente no conoces a ninguno de los dos,- dijo Kendall, parándose y caminando,
-pero
estás preparada para escoger ahora, uh?- Era presuntuoso de él asumir que aún
estaba en la jugada. Especialmente después de lo de anoche. Que él pudiera
pensar que había algún tipo de concurso entre él y James. Luego Kendall se puso
de rodillas ante ella en la banca. Su rostro era diferente suplicante, seria-mientras
tomaba sus manos en la de él. ________ estaba sorprendida de verlo tan
decidido.
-Lo
siento,- ella dijo, retirándose. -Simplemente pasó.-
-¡Exactamente!
Simplemente pasó. Qué fue, déjame adivinar anoche él te miró de una manera
romántica. ________, estás apresurándote en la decisión antes de que siquiera
sepas lo que es una estaca. Podría haber… muchas estacaduras.- Él suspiro ante
la confusa mirada en el rostro de ella. -Yo podría hacerte feliz.-
-James
me hace feliz.-
-¿Cómo
puedes decir eso? Él ni siquiera se atreve a tocarte.- ________ cerró sus ojos,
recordando el lío en sus labios anoche en la playa. Los brazos de James haciendo
un círculo alrededor de ella. Todo el mundo se había sentido tan bien, tan
armonioso, tan seguro. Pero cuando ella abrió sus ojos, no miraba a James. Era
solo Kendall. Ella aclaró su garganta.
-Claro,
él lo hará. Él lo hace.- Sus mejillas se sintieron calientes, ________ presionó
una fría mano contra ellas, pero Kendall no se dio cuenta. Sus manos se
curvaron en un puño.
-Elaborado.-
-La
manera en que James me bese no es asunto tuyo.- Ella se mordió el labio,
furiosa. Él se estaba burlando de ella. Kendall soltó una risa ahogada.
-Oh? Puedo hacerlo tan bien como Grigori,- él
dijo, tomando la mano de ella y besando la parte de atrás antes de que la dejara
caer abruptamente a su lado.
-No
fue nada como eso,- dijo ________, volteándose.
-¿Qué
tal esto entonces?- Sus labios rozaron su mejilla antes de que ella pudiera quitárselo.
-Error.-
Kendall se lamió sus labios.
-Estás
diciéndome que ¿James Grigori realmente te besó de la manera en que tú mereces
ser besada?- Algo en sus ojos carbón comenzó a verse torvo.
-Sí,-
ella dijo, -el mejor beso que he recibido.- Y aunque ese haya sido el único
beso real que ella había tenido, ________ sabía que si le volvías a preguntar
en sesenta años, cien años, ella diría lo mismo.
-Y
aún así, aquí estás,- dijo Kendall, sacudiendo la cabeza incrédulamente. A ________
no le gustaba lo que él estaba insinuando.
-Sólo
estoy aquí para decir la verdad sobre mí y James. Para hacerte saber que tú y
yo-- Kendall estalló en una carcajada, una bulliciosa y vacía risa que hizo eco
a través del vacío cementerio. Él se rió tan fuerte y por un buen tiempo, se
agarró sus hombros y quitó una lágrima de sus ojos.
-¿Qué
es tan gracioso?- dijo ________.
-No
tienes ni idea,- él dijo, aún riéndose. El tono -no lo entenderías- de Kendall
no estaba muy lejos del que James había usado anoche cuando, casi inconsolable,
él seguía repitiendo, -Es imposible.- Pero la reacción de ________ hacia Kendall
fue muy diferente. Cuando James la había amurallado, ella se sentía más atraída
hacia él. Aún cuando ellos discutían, ella añoraba estar con James más de lo
que ella quería estar con Kendall. Pero cuando Kendall la hacía sentir como una
intrusa, ella estaba aliviada. Ella no quería estar más cerca de él. De hecho,
ahora ella se sentía demasiado cerca. Ella había tenido suficiente. Rechinando
sus dientes, se levantó y caminó hacia las puertas, enojada consigo misma por
desperdiciar tanto tiempo con él. Pero Kendall la agarró, meciéndose en frente
de ella y bloqueándole la salida. Él todavía se estaba riendo de ella,
mordiéndose su labio, tratando de no hacerlo.
-No
te vayas,- él se rió.
-Déjame
en paz.-
-Todavía
no.-
Antes
de que ella pudiera detenerlo, Kendall la tomó en sus brazos y la dobló hacia
atrás en una agachón oscilante, tanto que sus pies dejaron de tocar el suelo. ________
chilló, luchando por un momento, pero él sonrió.
-¡Suéltame!-
-Grigori
y yo hemos peleado una pelea justa hasta ahora, ¿no lo crees?- Ella le dio un
vistazo, sus manos empujando contra su pecho.
-Vete
al Infierno.-
-Estás
malentendiendo,- dijo él, llevando su rostro más cerca al de él. Sus ojos
verdes bajaron hacia ella y ella odiaba todavía la parte de sentirse nerviosa
por su mirada. -Mira, sé que las cosas se han vuelto locas en los últimos días,-
dijo él en una silenciosa voz, -pero me preocupo por ti, ________.
Profundamente. No lo elijas a él antes de que me dejes darte un beso.- Ella
sintió sus brazos apretarse alrededor de ella, y de repente, ella estaba
asustada. Estaban fuera de la vista de la escuela, y nadie sabía dónde estaba
ella.
-No cambiará
nada,- ella le dijo a él, tratando de sonar calmada.
-¿Sígueme
la corriente? Pretende que soy un soldado y me estás concediendo mi último deseo.
Lo prometo, sólo un beso.-
La
mente de ________ fue hacia James. Ella lo imaginó esperando en el lago,
manteniendo sus manos ocupadas tirando piedras en el agua, cuando él debería
tenerla en sus brazos. Ella no quería besar a Kendall, ¿pero y si él realmente
no la dejaba ir? El beso podía ser la cosa más pequeña e insignificante. La forma
fácil de huir. Y luego ella sería liberada de vuelta con James. Kendall lo
prometió.
-Sólo
un beso-- ella comenzó, pero sus labios estaban en los de ella. Su segundo beso
en tantos días. Cuando el beso de James había sido hambriento y casi desesperado,
el beso de de Kendall era gentil y demasiado perfecto, como si él hubiera estado
practicando en millones de chicas antes que ella. Y aún así ella se sentía algo
en sus entrañas, queriendo que ella respondiera, tomando la furia que había
sentido hace solo unos segundos antes y convirtiéndolas en nada. Kendall todavía
tenía su espalda en sus brazos, balanceando todo su peso en su rodilla. Ella se
sintió segura en sus fuertes y capaces manos. Y ella necesitaba sentirse
segura. Era un cambio de, bueno, cada momento cuando no estaba besando a Kendall.
Ella sabía que estaba olvidando algo, o al aguien-¿quién? Ella no podía
recordar. Lo único que había era el beso, y sus labios, y de repente, ella se
sintió cayendo. Ella se golpeó contra el suelo tan dura que el aire fue sacado
de ella. Levantándose con sus brazos, ella miraba como, unos metros lejos, el
rostro de Kendall hacía contacto con el suelo. Ella hizo un gesto de dolor a
pesar del propio. El sol de la temprana noche producía una luz borrosa en dos
figuras en el cementerio.
-¿Cuántas
veces tendrás que arruinar a esta chica?- ________ escuchó una voz lejana
triste al sur. ¿Gabbe? Ella miró hacia arriba, parpadeando por la puesta de
sol. Gabbe y James. Gabbe se apresuró hacia ella para ponerla de pie, pero James
ni siquiera la miró a los ojos. ________ se maldijo por lo bajo. Ella no podía
saber qué era peor-que James la había visto besándose con Kendall, o que-ella
estaba segura-James iba a pelear con Kendall otra vez. Kendall se paró y los
encaró, ignorando a ________ por completo.
-Muy
bien, ¿quién de ustedes dos va a pelear conmigo esta vez?- él gruñó. ¿Esta vez?
-Yo,-
dijo Gabbe, dando un paso hacia adelante con sus manos en sus caderas. –Ese último
golpe de amor fue mío, Kendall amor. ¿Qué es lo que vas a hacer al respecto?-
________
sacudió su cabeza. Gabbe tenía que estar bromeando. Seguramente era una clase de
juego. Pero Kendall no parecía pensar que esto era gracioso. El cerró sus
dientes y rodo hasta sus talones, levantando sus puños y moviéndose hacia adelante.
-¿De
nuevo Kendall?- ________ lo regañó. -¿No has tenido ya suficientes peleas
durante esta semana?- Como si no hubiera tenido suficiente, él iba realmente a
golpear a una chica.
Él
le dio una de esas sonrisas de lado.
-La
tercera es la vencida,- él dijo, su voz soltando malicia. Él solo se dio la
vuelta mientras Gabbe venía hacia él con una patada alta hacia su quijada. ________
se hizo hacia atrás mientras Kendall caía. Sus ojos fueron cerrados y él agarraba
su rostro. Parándose encima de él, Gabbe se miraba tan sombría como si ella recientemente
hubiera sacado un perfecto zapatón durazno horneado del horno. Ella dio un
vistazo hacia sus uñas y suspiró.
-Será
una lástima tener que darte una paliza justo cuando me acabo de hacer mi manicure.
Oh bueno,- ella dijo, procediendo a patera a Kendall repetidamente en el estómago,
deleitándose con cada patada igual como un niño ganando un juego de arcada.
El
se pasmó encorvado. ________ no podía ver más su rostro-estaba enterrado entre
sus rodillas-pero él estaba gimiendo de dolor y ahogándose con su propio aire. ________
se paró y miró de Gabbe a Kendall y de regreso, incapaz de hallarle sentido a
lo que ella estaba viendo. Kendall era el doble de alto que lla, pero Gabbe
parecía tener otra mano. Sólo ayer, ________ había visto ayer a Kendall vencer
a ese enorme tipo en el bar. Y la otra noche, afuera de la biblioteca, James y Kendall
parecían tener fuerzas similares. ________ se maravillo ante Gabbe, con su
listón de arcoíris sosteniendo su cabello hacia atrás en una cola alta. Ahora
ella había clavado a Kendall en el suelo y estaba torciendo su brazo.
-chico?-
ella dijo. -Sólo di la palabra mágica, cariño. Y te dejaré ir.-
-Jamás,-
Kendall espetó hacia el suelo.
-Estaba
esperando que dijeras eso,- ella dijo, y metió su cabeza en la tierra, fuertemente.
James
puso una mano en el cuello de ________. Ella se relajó contra él y miró lejos, aterrorizada
de ver su expresión. Él debe odiarla ahora.
-Lo
siento,- ella susurró. -Kendall, él--
-Por
qué vendrías aquí para encontrarte con él?- James se escucha herido y furioso
al mismo tiempo. El tomó su barbilla para hacer que lo viera. Sus dedos estaban
helados contra su piel. Sus ojos eran todos verdes, no miel. El labio de ________
tembló.
-Pensé
que podía hacerme cargo de él. Hacerle entender a Kendall para que tú y yo
pudiéramos estar juntos y no tener que preocuparnos por nada más.- James bufó,
y ________ se dio cuenta de cuán estúpida se había escuchado.
-Ese
beso…,- ella dijo, enrollando sus manos. Ella quería escupirlo de su boca. -Fue
un gran error.-
James
cerró los ojos y se volteó. Dos veces él abrió su boca para decir algo, luego mejor
lo pensó. Él tomó su cabello entre sus manos y lo agitó. Mirándolo, ________
temía que él fuera a llorar. Finalmente, él la tomó en sus brazos.
-¿Estás
enojado conmigo?- Ella enterró su rostro en su pecho y respiró en el dulce olor
de su piel.
-Sólo
estoy feliz de que llegamos justo a tiempo.- El sonido de los chillidos de Kendall
hizo que los dos voltearan a ver. Luego hicieron una mueca. James tomó la mano
de ________ y trató de jalarla, pero ella no podía quitar los ojos de Gabbe,
quien tenía a Kendall en una llave y ni siquiera parecía que estuviera haciendo
fuerza. Kendall se miraba derrotado y patético. Simplemente no tenía sentido.
-¿Qué
está pasando, James?- ________ susurró. -Cómo puede Gabbe golpear a Kendall?
Por qué se está dejando golpear?- James medio suspiro, medio se rió.
-Él
no se está dejando. Lo que estás viendo es sólo la muestra de lo que esa chica
puede hacer.-
Ella
movió su cabeza.
-No entiendo. Cómo—
Aguantando
en el Balance I
________
se paró en el cruce entre el cementerio en el lado norte del Campus y el Camino
del lago al sur. Era casi de noche y los trabajadores de construcción se habían
ido a casa. Una luz salió de unas ramas de roble detrás del gimnasio,
produciendo sombras en el jardín que llevaba al lago. Tentando a ir detrás de
ellas. Ella no estaba segura si debía ir. Sostuvo dos cartas en sus manos. La
primera, de Kendall, era la disculpa que ella había estado esperando, y la petición
de que se encontrara con él después de la escuela para hablar. La segunda, de James,
no decía nada más que -Encuéntrame en el lago.- Ella no podía esperar. Sus
labios todavía le hormigueaban por su beso de la última noche. No podía sacarse
ese pensamiento en sus dedos el su pelo, o sus labios en su cuello, fuera de su
cabeza. Otras partes de la noche eran borrosas, como lo que había pasado luego
de haberse sentado junto a James en la playa. Comparada con la manera en que
sus manos habían tocado su cuerpo no hace menos de diez minutos, James se
miraba casi horrorizado de tocarla. Nada podía quitarlo de su toque. Él seguía
murmurando lo mismo una y otra vez-‘Algo debe haber pasado. Algo cambió-- y
mirándola con dolor en sus ojos, como si ella tuviera la respuesta, como si
ella tuviera idea de lo que sus palabras significaban. Por fin, ella se había
quedado dormida en su hombro, mirando el océano eterno. Cuando se despertó
horas después, él la estaba llevando hacia arriba en sus dormitorio. Ella
estaba a perpleja al darse cuenta de que había dormido todo el Camino de
regreso hacia la escuela-y más perpleja por el extraño resplandor en el
pasillo. Estaba de vuelta. La luz de James. La cual ella no sabía si él podía
ver. Todo a su alrededor estaba bañado de una suave luz violeta. Los paragolpes
blancos pegados en la entrada de otros estudiantes habían tomado un azul neón.
Los linóleos azulejos pálidos parecían que brillaban. La ventanilla donde se
miraba el cementerio había tomado un brillo violeta en los primeros rayos del
sol afuera. Todo directamente bajo la mirada de los rojos.
-Estamos
bien cachados,- ella susurró, nerviosa y casi dormida.
-No
estoy preocupado por los rojos,- James dijo calmadamente, siguiendo sus ojos hacia
las cámaras. Al principio, sus palabras eran tranquilizantes, pero cuando ella
se comenzó a notar un tono preocupado en su tono: Si James no estaba preocupado
por los rojos, estaba preocupado sobre algo más. Cuando la dejó sobre su cama,
la beso ligeramente en la frente, luego tomó un profundo respiro, -No te
desaparezcas sobre mí,- el dijo.
-No
hay oportunidad de eso.-
-Lo
digo en serio.- Él cerró sus ojos por un largo tiempo. -Descansa- pero
encuéntrame en la mañana antes de clases. Quiero hablar contigo. Lo prometes?- Ella
apretó su mano para jalarlo hacia ella por un último beso. Ella sostuvo su
rostro entre sus manos y se derritió. Cada vez que sus ojos medio se abrían,
los de él la estaban viendo. Y a ella le gustaba. Por fin, él retrocedió, y se
paró en la puerta mirándola, sus ojos aún con esa intensidad para que su
corazón corriera tan rápido como cuando la había besado hace un rato. Cuando él
se deslizó al pasillo y cerró la puerta detrás de él, ________ se hundió en el
sueño más profundo. Había dormido en sus clases de la mañana y se había
despertado casi en la tarde sitiándose viva y renacida. No importándole que ella
no tuviera excusa por faltar a la escuela. Sólo preocupada de que se había
perdido el encuentro con James. Ella debía encontrarlo tan pronto como pudiera,
y él entendería. Alrededor de las 2 en punto, cuando finalmente se le había
ocurrido que debía conseguir algo de comer o tal vez aparecer en la clase de
religión de la Srta. Sophia, ella se salió gateando de la cama. Eso fue cuando
ella vio los dos sobres que había sido deslizados debajo de su puerta, la cual
la puso lista para salir del dormitorio. Ella tenía que ir con Kendall primero.
Si iba al lago antes de cementerio, ella sabía que no sería capaz de dejar a James,
si ella iba primero al cementerio, su deseo de ver a James harían que ella se
desesperara lo suficiente para decirle a Kendall las cosas de las que había estado
tan nerviosa antes. Antes todo se hubiera vuelto tan horrorizante y fuera de control
la última noche. Sacudiendo sus miedos por verlo, ________ pasó a través de las
salas comunales hacia el cementerio. La noche estaba cálida, y el aire era
pegajoso con humedad. Iba a ser una de esas noches sofocantes cuando la briza
del distante océano nunca se ponía tan duro como para refrescar. No había nadie
afuera en el Campus, y las hojas de los árboles estaban quietas. ________ podía
haber sido la única cosa en Espada & Cruz que estaba moviéndose. Todos
serían liberados de las clases, arreados hasta el salón de estar para comer, y
Penn-y posiblemente otros-se estarían preguntado dónde estaba ________. Kendall
estaba inclinado sobre el portón del cementerio cuando ella llegó. Sus codos recostados
en unos postes en forma de vainas, sus hombros doblados hacia adelante. Estaba
recogiendo un diente de león con la punta de hierro de su gruesa y negra bota. ________
no podía recordar haberlo visto tan internamente consumido-la mayoría del
tiempo Kendall se miraba que tenía un entusiasta interés en el mundo alrededor
de él. Pero esta vez, ni siquiera miró hacia arriba hasta que ella estaba
directamente frente a él. Y cuando lo hizo, su cara estaba pálida. Su cabello
estaba aplastado sobre su cabeza y ella estaba sorprendida de notar que él
necesitaba una rasurada. Sus ojos rodaron hacia su rostro, como si enfocarse en
sus rasgos requiriera algún esfuerzo. Se miraba destrozado, no golpeado por la
luz, pero simplemente como si él no hubiera dormido en días.
-Viniste.-
Su voz era ronza, pero sus palabras terminaron con una pequeña sonrisa. ________
se tronó los nudillos, pensando que él no estaría sonriendo por mucho más. Ella
asintió y sostuvo su carta. Él alcanzó su mano, pero ella quitó su brazo,
pretendiendo que necesitaba la mano para quitarse el cabello de sus ojos.
-Pensé
que estarías enojada por lo de anoche,- él dijo, poniéndose lejos de la puerta.
Tomó unos pasos al cementerio, luego se sentó con las piernas cruzadas en una
pequeña banca de mármol avellana entre la primera fila de lápidas. Limpió la
tierra y quebró unasbhojas, luego le dio una palmadita al lugar vacío junto a
él.
-Enojada?-
ella dijo.
-Eso
es por lo que generalmente las personas salen de los bares.- Ella se sentó
viéndolo, con la pierna cruzada también. Desde aquí, ella podía ver la punta de
las ramas de los enormes y viejos robles en el centro del cementerio, donde ella
y Kendall había tenido su picnic de la tarde que parecía que había sido hace
tanto tiempo.
-No
lo sé,- ________ dijo. -Más bien desconcertada. Confundida, tal vez.
Decepcionada.- Ella se estremeció ante el recuerdo de esos ojos del sujeto
cuando él la agarró, la ráfaga enferma de los puños de Kendall, el intenso
techo de sombras… -Por qué me llevaste ahí? Sabes lo que pasó cuando Jules y
Phillip se escaparon.-
-Jules
y Phillip eran unos idiotas que cada movimiento era monitoreado por bandas rastreadoras.
Por supuesto que iban a ser cachados.- Kendall sonrió sombríamente, pero no
hacia ella.
-No
somos como ellos, ________. Créeme. Además, yo no estaba tratando de meterme en
otra pelea.- Él sobó sus sienes, y su piel alrededor de ella se arrugó,
viéndose muy de cuero y demasiado delgado. -Simplemente no podía soportar la
manera en que ese tipo te habló, te tocó. Tú mereces ser tratada con el mayor
cuidado.- Sus ojos verdes se ampliaron. -Yo quiero ser el que lo haga. El
único.- Ella puso su pelo detrás de sus ores y tomó un respiro hondo.
-Kendall,
tú pareces un buen muchacho--
-Oh
no.- Cubrió su rostro con sus manos. -No me des el discurso de -rechazame
suavemente-.
Espero que no digas que deberíamos ser amigos.-
-¿No
quieres ser mi amigo?-
-Sabes
que yo quiero ser más que un amigo,- él dijo, escupiendo -amigo- como si fuera una
palabra sucia. -Es Grigori, ¿verdad?- Ella sintió su estómago estremecerse.
Ella supuso que no era tan difícil de descifrarlo, pero ella había estado tan
envuelta en sus sentimientos, que ella casi no había tenido tiempo para
considerar lo que Kendall pensaba de ellos dos.
-Tú
realmente no conoces a ninguno de los dos,- dijo Kendall, parándose y caminando,
-pero
estás preparada para escoger ahora, uh?- Era presuntuoso de él asumir que aún
estaba en la jugada. Especialmente después de lo de anoche. Que él pudiera
pensar que había algún tipo de concurso entre él y James. Luego Kendall se puso
de rodillas ante ella en la banca. Su rostro era diferente suplicante, seria-mientras
tomaba sus manos en la de él. ________ estaba sorprendida de verlo tan
decidido.
-Lo
siento,- ella dijo, retirándose. -Simplemente pasó.-
-¡Exactamente!
Simplemente pasó. Qué fue, déjame adivinar anoche él te miró de una manera
romántica. ________, estás apresurándote en la decisión antes de que siquiera
sepas lo que es una estaca. Podría haber… muchas estacaduras.- Él suspiro ante
la confusa mirada en el rostro de ella. -Yo podría hacerte feliz.-
-James
me hace feliz.-
-¿Cómo
puedes decir eso? Él ni siquiera se atreve a tocarte.- ________ cerró sus ojos,
recordando el lío en sus labios anoche en la playa. Los brazos de James haciendo
un círculo alrededor de ella. Todo el mundo se había sentido tan bien, tan
armonioso, tan seguro. Pero cuando ella abrió sus ojos, no miraba a James. Era
solo Kendall. Ella aclaró su garganta.
-Claro,
él lo hará. Él lo hace.- Sus mejillas se sintieron calientes, ________ presionó
una fría mano contra ellas, pero Kendall no se dio cuenta. Sus manos se
curvaron en un puño.
-Elaborado.-
-La
manera en que James me bese no es asunto tuyo.- Ella se mordió el labio,
furiosa. Él se estaba burlando de ella. Kendall soltó una risa ahogada.
-Oh? Puedo hacerlo tan bien como Grigori,- él
dijo, tomando la mano de ella y besando la parte de atrás antes de que la dejara
caer abruptamente a su lado.
-No
fue nada como eso,- dijo ________, volteándose.
-¿Qué
tal esto entonces?- Sus labios rozaron su mejilla antes de que ella pudiera quitárselo.
-Error.-
Kendall se lamió sus labios.
-Estás
diciéndome que ¿James Grigori realmente te besó de la manera en que tú mereces
ser besada?- Algo en sus ojos carbón comenzó a verse torvo.
-Sí,-
ella dijo, -el mejor beso que he recibido.- Y aunque ese haya sido el único
beso real que ella había tenido, ________ sabía que si le volvías a preguntar
en sesenta años, cien años, ella diría lo mismo.
-Y
aún así, aquí estás,- dijo Kendall, sacudiendo la cabeza incrédulamente. A ________
no le gustaba lo que él estaba insinuando.
-Sólo
estoy aquí para decir la verdad sobre mí y James. Para hacerte saber que tú y
yo-- Kendall estalló en una carcajada, una bulliciosa y vacía risa que hizo eco
a través del vacío cementerio. Él se rió tan fuerte y por un buen tiempo, se
agarró sus hombros y quitó una lágrima de sus ojos.
-¿Qué
es tan gracioso?- dijo ________.
-No
tienes ni idea,- él dijo, aún riéndose. El tono -no lo entenderías- de Kendall
no estaba muy lejos del que James había usado anoche cuando, casi inconsolable,
él seguía repitiendo, -Es imposible.- Pero la reacción de ________ hacia Kendall
fue muy diferente. Cuando James la había amurallado, ella se sentía más atraída
hacia él. Aún cuando ellos discutían, ella añoraba estar con James más de lo
que ella quería estar con Kendall. Pero cuando Kendall la hacía sentir como una
intrusa, ella estaba aliviada. Ella no quería estar más cerca de él. De hecho,
ahora ella se sentía demasiado cerca. Ella había tenido suficiente. Rechinando
sus dientes, se levantó y caminó hacia las puertas, enojada consigo misma por
desperdiciar tanto tiempo con él. Pero Kendall la agarró, meciéndose en frente
de ella y bloqueándole la salida. Él todavía se estaba riendo de ella,
mordiéndose su labio, tratando de no hacerlo.
-No
te vayas,- él se rió.
-Déjame
en paz.-
-Todavía
no.-
Antes
de que ella pudiera detenerlo, Kendall la tomó en sus brazos y la dobló hacia
atrás en una agachón oscilante, tanto que sus pies dejaron de tocar el suelo. ________
chilló, luchando por un momento, pero él sonrió.
-¡Suéltame!-
-Grigori
y yo hemos peleado una pelea justa hasta ahora, ¿no lo crees?- Ella le dio un
vistazo, sus manos empujando contra su pecho.
-Vete
al Infierno.-
-Estás
malentendiendo,- dijo él, llevando su rostro más cerca al de él. Sus ojos
verdes bajaron hacia ella y ella odiaba todavía la parte de sentirse nerviosa
por su mirada. -Mira, sé que las cosas se han vuelto locas en los últimos días,-
dijo él en una silenciosa voz, -pero me preocupo por ti, ________.
Profundamente. No lo elijas a él antes de que me dejes darte un beso.- Ella
sintió sus brazos apretarse alrededor de ella, y de repente, ella estaba
asustada. Estaban fuera de la vista de la escuela, y nadie sabía dónde estaba
ella.
-No cambiará
nada,- ella le dijo a él, tratando de sonar calmada.
-¿Sígueme
la corriente? Pretende que soy un soldado y me estás concediendo mi último deseo.
Lo prometo, sólo un beso.-
La
mente de ________ fue hacia James. Ella lo imaginó esperando en el lago,
manteniendo sus manos ocupadas tirando piedras en el agua, cuando él debería
tenerla en sus brazos. Ella no quería besar a Kendall, ¿pero y si él realmente
no la dejaba ir? El beso podía ser la cosa más pequeña e insignificante. La forma
fácil de huir. Y luego ella sería liberada de vuelta con James. Kendall lo
prometió.
-Sólo
un beso-- ella comenzó, pero sus labios estaban en los de ella. Su segundo beso
en tantos días. Cuando el beso de James había sido hambriento y casi desesperado,
el beso de de Kendall era gentil y demasiado perfecto, como si él hubiera estado
practicando en millones de chicas antes que ella. Y aún así ella se sentía algo
en sus entrañas, queriendo que ella respondiera, tomando la furia que había
sentido hace solo unos segundos antes y convirtiéndolas en nada. Kendall todavía
tenía su espalda en sus brazos, balanceando todo su peso en su rodilla. Ella se
sintió segura en sus fuertes y capaces manos. Y ella necesitaba sentirse
segura. Era un cambio de, bueno, cada momento cuando no estaba besando a Kendall.
Ella sabía que estaba olvidando algo, o al aguien-¿quién? Ella no podía
recordar. Lo único que había era el beso, y sus labios, y de repente, ella se
sintió cayendo. Ella se golpeó contra el suelo tan dura que el aire fue sacado
de ella. Levantándose con sus brazos, ella miraba como, unos metros lejos, el
rostro de Kendall hacía contacto con el suelo. Ella hizo un gesto de dolor a
pesar del propio. El sol de la temprana noche producía una luz borrosa en dos
figuras en el cementerio.
-¿Cuántas
veces tendrás que arruinar a esta chica?- ________ escuchó una voz lejana
triste al sur. ¿Gabbe? Ella miró hacia arriba, parpadeando por la puesta de
sol. Gabbe y James. Gabbe se apresuró hacia ella para ponerla de pie, pero James
ni siquiera la miró a los ojos. ________ se maldijo por lo bajo. Ella no podía
saber qué era peor-que James la había visto besándose con Kendall, o que-ella
estaba segura-James iba a pelear con Kendall otra vez. Kendall se paró y los
encaró, ignorando a ________ por completo.
-Muy
bien, ¿quién de ustedes dos va a pelear conmigo esta vez?- él gruñó. ¿Esta vez?
-Yo,-
dijo Gabbe, dando un paso hacia adelante con sus manos en sus caderas. –Ese último
golpe de amor fue mío, Kendall amor. ¿Qué es lo que vas a hacer al respecto?-
________
sacudió su cabeza. Gabbe tenía que estar bromeando. Seguramente era una clase de
juego. Pero Kendall no parecía pensar que esto era gracioso. El cerró sus
dientes y rodo hasta sus talones, levantando sus puños y moviéndose hacia adelante.
-¿De
nuevo Kendall?- ________ lo regañó. -¿No has tenido ya suficientes peleas
durante esta semana?- Como si no hubiera tenido suficiente, él iba realmente a
golpear a una chica.
Él
le dio una de esas sonrisas de lado.
-La
tercera es la vencida,- él dijo, su voz soltando malicia. Él solo se dio la
vuelta mientras Gabbe venía hacia él con una patada alta hacia su quijada. ________
se hizo hacia atrás mientras Kendall caía. Sus ojos fueron cerrados y él agarraba
su rostro. Parándose encima de él, Gabbe se miraba tan sombría como si ella recientemente
hubiera sacado un perfecto zapatón durazno horneado del horno. Ella dio un
vistazo hacia sus uñas y suspiró.
-Será
una lástima tener que darte una paliza justo cuando me acabo de hacer mi manicure.
Oh bueno,- ella dijo, procediendo a patera a Kendall repetidamente en el estómago,
deleitándose con cada patada igual como un niño ganando un juego de arcada.
El
se pasmó encorvado. ________ no podía ver más su rostro-estaba enterrado entre
sus rodillas-pero él estaba gimiendo de dolor y ahogándose con su propio aire. ________
se paró y miró de Gabbe a Kendall y de regreso, incapaz de hallarle sentido a
lo que ella estaba viendo. Kendall era el doble de alto que lla, pero Gabbe
parecía tener otra mano. Sólo ayer, ________ había visto ayer a Kendall vencer
a ese enorme tipo en el bar. Y la otra noche, afuera de la biblioteca, James y Kendall
parecían tener fuerzas similares. ________ se maravillo ante Gabbe, con su
listón de arcoíris sosteniendo su cabello hacia atrás en una cola alta. Ahora
ella había clavado a Kendall en el suelo y estaba torciendo su brazo.
-chico?-
ella dijo. -Sólo di la palabra mágica, cariño. Y te dejaré ir.-
-Jamás,-
Kendall espetó hacia el suelo.
-Estaba
esperando que dijeras eso,- ella dijo, y metió su cabeza en la tierra, fuertemente.
James
puso una mano en el cuello de ________. Ella se relajó contra él y miró lejos, aterrorizada
de ver su expresión. Él debe odiarla ahora.
-Lo
siento,- ella susurró. -Kendall, él--
-Por
qué vendrías aquí para encontrarte con él?- James se escucha herido y furioso
al mismo tiempo. El tomó su barbilla para hacer que lo viera. Sus dedos estaban
helados contra su piel. Sus ojos eran todos verdes, no miel. El labio de ________
tembló.
-Pensé
que podía hacerme cargo de él. Hacerle entender a Kendall para que tú y yo
pudiéramos estar juntos y no tener que preocuparnos por nada más.- James bufó,
y ________ se dio cuenta de cuán estúpida se había escuchado.
-Ese
beso…,- ella dijo, enrollando sus manos. Ella quería escupirlo de su boca. -Fue
un gran error.-
James
cerró los ojos y se volteó. Dos veces él abrió su boca para decir algo, luego mejor
lo pensó. Él tomó su cabello entre sus manos y lo agitó. Mirándolo, ________
temía que él fuera a llorar. Finalmente, él la tomó en sus brazos.
-¿Estás
enojado conmigo?- Ella enterró su rostro en su pecho y respiró en el dulce olor
de su piel.
-Sólo
estoy feliz de que llegamos justo a tiempo.- El sonido de los chillidos de Kendall
hizo que los dos voltearan a ver. Luego hicieron una mueca. James tomó la mano
de ________ y trató de jalarla, pero ella no podía quitar los ojos de Gabbe,
quien tenía a Kendall en una llave y ni siquiera parecía que estuviera haciendo
fuerza. Kendall se miraba derrotado y patético. Simplemente no tenía sentido.
-¿Qué
está pasando, James?- ________ susurró. -Cómo puede Gabbe golpear a Kendall?
Por qué se está dejando golpear?- James medio suspiro, medio se rió.
-Él
no se está dejando. Lo que estás viendo es sólo la muestra de lo que esa chica
puede hacer.-
Ella
movió su cabeza.
-No entiendo. Cómo—
gisell portilla
Re: Fallen "oscuros" (James Maslow & tu) terminada
Hola!!!
aww's ame los capitulos!!
plis siguela pronto
ya quiero leer mas!!!
besos!
aww's ame los capitulos!!
plis siguela pronto
ya quiero leer mas!!!
besos!
Daneiva S.
Re: Fallen "oscuros" (James Maslow & tu) terminada
Hola Dane! Claro enseguida la sigo, saludos y gracias por tu coment
gisell portilla
Re: Fallen "oscuros" (James Maslow & tu) terminada
Capitulo
21
Aguantando
en el Balance II
James
tocó su mejilla. -Tomarías un paseo conmigo?- él preguntó. -Te lo voy a explicar,
pero creo que probablemente deberías sentarte.-
________
tenía unas cuentas cosas que descubrir sobre James. O, si no las descubría, al menos
para sacar conversación, para ver si él mostraba signos de pensar que ella era completamente
y verificablemente una trastornada. Esa luz violeta, para comenzar. Y los
sueños que ella no podía-no quería-parar. James la guió hacia la parte del
cementerio donde ________ jamás había estado, una claro y plano lugar donde dos árboles de
durazno habían crecido juntos. Sus troncos enrollados uno entre otro, formando
una silueta de un corazón en el aire debajo de ellos. La guió debajo de extrañas
y retorcidas ramas y tomó sus mano, juntando sus dedos en con los de él. La
noche estaba silenciosa excepto por las canciones de los grillos. ________
imaginó a todos los otros estudiantes en el salón de comida. Tomando cucharadas
de sus papas machacadas de sus platos, bebiendo leche al tiempo con una
pajilla. Eso era si, de repente, ella y James estuvieran en un lugar diferente
que el resto de la escuela. Todo menos sus manos alrededor de las de ella, su
cabello brillando en la luz de la puesta de sol, sus cálidos ojos avellana-todo
lo demás se sentía tan distante.
-No
sé por dónde comenzar,- él dijo, presionando más fuerte mientras él masajeaba
los dedos de ella como si de allí pudiera sacar la respuesta. -Hay tanto que
decirte, y tengo que decírtelo bien.-
Por
mucho que ella quisiera que las palabras de de James fueran una simple
confesión de amor, ________ sabía que no era así. James tenía algo difícil que
decir, algo que tal vez podría explicar mucho sobre él, pero también podría ser
difícil para ________ escucharlo.
-¿Tal
vez haz eso de tengo buenas y malas noticias?- ella sugirió.
-Buena
idea. ¿Cuál quieres primero?-
-La
mayoría de las personas quieren las buenas primero.-
-Tal
vez,- dijo él. -Pero tú estás muy lejos de ser la mayoría de las personas.-
-Está
bien, tomaré primero las malas.-
Él
se mordió su labio. -Entonces prométeme que no irás antes de que llegue a las buenas
noticias.- Ella no tenía planeado irse. No ahora que él no estaba alejándola.
No cuando él podría estar apunto de ofrecerle algunas respuestas de la larga
lista de preguntas con la que ella se había obsesionado las últimas semanas. Él
llevó las manos de ella a su pecho y las sostuvo contra su corazón. -Te voy a
decir la verdad,- él dijo. -No me creerás, pero mereces saber, incluso si eso
te mata.-
-Está
bien.- Un pequeño nudo de dolor se apoderó de los adentros de ________, y ella
podía sentir sus rodillas comenzando a temblar. Ella estaba contenta de que James
la hubiera hecho sentarse. Él vio hacia atrás y hacia adelante, luego tomó un
gran respiro. -En la Biblia…-
________
gruño. No podía evitarlo; ella tenía una mala reacción a las charlas de la
escuela de los domingos. Además, ella quería discutir sobre ellos dos, no sobre
parábolas moralistas. La Biblia no tenía todas las respuestas a ninguna de sus
preguntas que ella tenía sobre James. -Sólo escucha,- dijo él, dándole una
mirada. -En la Biblia, tú sabes cómo Dios hace el gran asunto sobre cómo todo el
mundo debería amarlo con toda su alma? Que tiene que ser incondicional, e
incomparable?-
________
se encogió de hombros. -Supongo.-
-Bueno--
James parecía estar buscando las palabras correctas. -Esa petición no se aplica
solamente a las personas.-
-A
qué te refieres? A quiénes? A los animales?-
-Seguro,
a veces,- dijo James. -Como la serpiente. Él fue maldecido luego de que tentó a
Eva. Condenada a arrastrarse por la tierra para siempre.-
________
se estremeció, pensando en Kendall. La serpiente. Su picnic. Ese collar. Ella
se sobó su limpio cuello, feliz de haberse deshecho de él. Él corrió sus dedos
sobre el cabello de ella, pasando por su quijada, hasta el agujero de su
cuello. Ella suspiró, en un estado de dicha.
-Lo
que estoy tratando de decir… creo que podrías decir que yo también estoy
maldito, ________. He sido condenado por un largo, largo tiempo.- Él habló como
las palabras supieran a amargo. -Yo tomé una decisión una vez, una decisión que
yo pensé-que yo todavía creo, aunque--
-No
entiendo,- ella dijo, moviendo su cabeza.
-Por
supuesto que no,- él dijo, dejando caerse en el suelo junto a ella. -Y no tengo
el mejor historial de explicártelo.- Él se rascó su cabeza y bajó el tono de su
voz, como si estuviera hablándose a sí mismo. -Pero todo lo que puedo hacer es
tratar. Aquí va.-
-Está
bien,- ella dijo. Él la estaba confundiendo, y ni siquiera había dicho algo
aún. Pero ella trató de actuar menos perdida de lo que realmente se sentía.
-Me
enamoré,- él explicó, tomando sus manos y sosteniéndolas fuertemente. -Una y otra
vez. Cada vez, terminando catastróficamente.-
-Una
y otra vez.- Sus palabras la hicieron sentir enferma. ________ cerró sus ojos y
retiró sus mano. Él ya le había dicho esto. Ese día en el lago. Que él había
tenido rompimientos. Que había sido quemado. Por qué mencionar a esas chicas
ahora? Había dolido antes y dolía mucho más ahora, como un filoso dolor en sus
costillas. Él apretó sus dedos.
-Mírame,-
él rogó. -Esta es la parte dura.- Ella abrió sus ojos. -La persona de la que me
enamoro cada vez eres tú.- Ella había estado aguantando su respiración, y
quería exhalar, pero había salido como una filosa y cortante risa.
-Claro,
James,- ella dijo, comenzando a pararse. -Wow, realmente estás maldito. Eso suena
horrible.-
-Escucha.-
Él la jaló hacia abajo con una fuerza que hizo que sus hombros vibraran. Sus ojos
brillaban por el violeta y ella podía decir que él se estaba poniendo molesto.
Bueno, también ella. James miró arriba hacia el árbol de durazno, como si
pidiera ayuda. –Te estoy rogando, déjame explicarte.- Su voz tembló. -El
problema no es amarte.-
Ella
tomó un profundo respiro. -Entonces qué es?- Ella se rogó a ella misma para
poder escuchar, para ser más fuerte y no sentirse herida. James se miraba como
si ya estuviera herido lo suficiente por los dos.
-Yo
voy a vivir para siempre,- él dijo. Los árboles crujieron a su alrededor, y ________
notó un hilo de sombra desvanecida por su mirada periférica. No el enfermizo y
consumidor giro de oscuridad del bar de anoche, sino uno cálido. La sombra
estaba manteniendo su distancia, bullendo fríamente alrededor de una esquina,
pero estaba estaba esperando. Por ella. ________ sintió un profundo escalofrío,
recorriendo sus huesos. Ella no podía deshacerse de la sensación de que algo
colosal, negro como la noche, algo final iba en Camino.
-Lo
siento,- ella dijo, arrastrando sus ojos de vuelta a James. -Podrías, um,
decirlo de nuevo?-
-Yo
viviré para siempre,- él repitió. ________ todavía estaba perdida, pero él
siguió hablando, un puñado de cosas salían de su boca. -Yo viviré, y veré a los
bebés nacer, y crecer, y enamorarse. Los veo tener bebés propios y envejecer.
Los veo morir. Estoy condenado, ________, a verlo una y otra vez. A todos menos
a ti.- Sus ojos estaban vidriosos. Su voz cayó hasta un susurro. -Tú no te
enamoras de-
-Pero…,-
ella susurró. -Yo me he enamorado.-
-Tú
no puedes tener bebés y envejecer, ________.-
-Por
qué no?-
-Tú
vienes cada diecisiete años.-
-Por
favor-
-Nos
conocemos. Siempre nos conocemos, de alguna manera siempre somos arrastrados,
no importa a dónde vaya, no importa cuánto trate de distanciarme de ti. Nunca
importa. Tú siempre me encuentras.-
Él
estaba mirando hacia sus puños presionados ahora, viéndose como si quisiera
golpear algo, incapaz de levantar sus ojos.
-Y
cada vez que nos encontramos, tú te enamoras de mí-
-James-
-Yo
puedo resistirme o escaparme de ti o tratar de no responderte, pero no hace
ninguna diferencia. Tú te enamoras de mí, y yo de ti.-
-¿Es
eso tan terrible?-
-Y
te mata.-
-Basta!-
Ella chilló. -¿Qué es lo que tratas de hacer? ¿Espantarme?-
-No.-
Él bufó. -De todas maneras no funcionaría.-
-Si
tú no quieres estar conmigo…,- ella dijo, esperando que todo fuera una
elaborada broma, un discurso de rompimiento para terminar todos los discursos
de rompimientos, y no la verdad. No podía ser la verdad, -…hay probablemente
una historia que sería más creíble para contar.-
-Sé
que no puedes creerme. Es por eso que no podía decírtelo hasta ahora, cuando yo
tengo que decírtelo. Porque pensé que entendía las reglas y… nos besamos, y
ahora no entiendo nada.-
Sus
palabras de la noche anterior regresaron a ella: No sé cómo detenerlo. No sé
qué hacer.
-Porque
me besaste.-
Él
asintió.
-Tú
me besaste y cuando lo terminamos, tú estabas sorprendido.-
Él
asintió de nuevo, tendiendo la gracia de mirarse un poco avergonzado.
-Tú
me besaste,- ________ continuó, buscando una manera de unir todas las piezas, -¿y tú pensaste que no iba a sobrevivir?-
-Basado
en experiencias previas,- él dijo en voz ronca. -Sí.-
-Eso
es una locura,- ella dijo.
-No
es sobre el beso esta vez, eso sobre lo que significa. En algunas vidas nos
podemos besar, pero en la mayoría no podemos.- Él tocó la mejilla de ella, y
ella luchó con lo bien que se sentía. -Debo decir que prefiero las vidas en que
nos podemos besar.- Él miró hacia abajo. -Aunque eso lo hace mucho más difícil
perderte.-
Ella
quería estar enojada con él. Por inventar algo tan extraño cuando ellos
deberían estar atados en un abrazo. Pero algo había allí, como una picazón en
lo profundo de su mente, diciéndole que no corriera lejos de James ahora, sino
quedarse y escuchar tanto como ella pudiera.
-Cuando
me pierdes,- ella dijo, sintiéndose el peso de la palabra en su boca. -¿Cómo
sucede? ¿Por qué?-
-Depende
de ti, en cuánto mires de nuestro pasado, en cuán bien me conozcas, quién soy.-
Él tiró sus manos hacia arriba en un encogimiento de hombros. -Sé que esto
suena increíblemente--
-¿Loco?-
Él
sonrió. -Iba a decir vago. Pero no estoy tratando de esconderlo de ti. Es sólo
un tema muy, muy delicado. A veces, en el pasado, sólo hablando así ha…- Ella
miró la forma de sus palabras en sus labios, pero él no diría nada.
-¿Me
ha matado?-
-Iba
a decir ‘roto mi corazón.’-
Él
estaba en un obvio dolor, y ________ quería reconfortarlo. Ella podía sentirse
arrastrada, algo en su pecho empujándola hacia adelante. Pero no podía. Fue
allí que ella sintió que James sabía lo de la brillante luz violeta. Que él
tenía todo que ver con ella.
-¿Qué
es lo que eres?- ella preguntó. -Algún tipo de-
-Yo
vago por la tierra siempre sabiendo en el fondo de mi cabeza que tú vendrás. Yo
solía mirarte. Pero luego, cuando comencé a esconderme de ti- de la inevitable
herida del corazón –tú comenzaste a seguirme. No me tomó mucho tiempo darme
cuenta que tú venías cada diecisiete años.-
El
cumpleaños número diecisiete de ________ había sido el Agosto pasado, sólo ________,
sus padres, y un pastel comprado. No había candelas, sólo por si acaso. ¿Y qué
hay de su familia? ¿Ellos regresaban cada diecisiete años también?
-No
es lo suficientemente largo par mi haber superado la última vez,- él dijo. -Sólo
lo suficientemente largo para que pueda bajar la guardia de nuevo.-
-¿Así
que sabías que iba a llegar?- ella preguntó con duda. Él se miraba serio, pero
aún así ella no podía creerle. Ella no quería. James movió su cabeza. -No el
día que te apareciste. No es de esa forma. ¿No recuerdas mi reacción cuando te
vi?- él miró hacia arriba, como si estuviera pensando en eso. -Cada vez por los
primeros segundos, siempre estoy tan eufórico. Me olvido de mí mismo. Luego
recuerdo.-
-Sí,-
ella dijo lentamente. -Tú sonreíste, y luego… ¿es por eso que tú me ofendiste?-
Él frunció el ceño. -Pero si esto ocurre cada diecisiete años, como tú dices,-
ella dijo, -tú aún sabías que yo vendría. De alguna forma, tú sabías.-
-Es
complicado, ________.-
-Yo
te vi aquél día, antes de que tú me vieras. Te estabas riendo con Carlos afuera
de Augustine. Te estabas riendo tan fuertemente que yo estaba celosa. Si tú
sabías todo esto, James, si eres tan listo que puedes predecir cuándo voy a
llegar, y cuándo voy a morir, y cuán difícil eso será para ti, ¿cómo te puedes
reír así? No te creo,- ella dijo, sintiendo que su voz temblaba. -No te creo
nada de esto.-
James
gentilmente presionó su dedo pulgar en el ojo de ella para limpiar una lágrima,
-Es
una hermosa pregunta, ________. Te adoro por haberla preguntado, y deseo que
pudiera explicártela de una mejor forma. Todo lo que puedo decirte es esto: La
única manera de sobrevivir la eternidad es ser capaz de apreciar cada momento.
Eso es todo lo que yo estaba haciendo.-
-Eternidad,-
________ repitió. -Otra cosa que no podría comprender.-
-No
importa. No me puedo reír así otra vez. Tan pronto como apareces, estoy tomado.-
-No
tiene sentido lo que dices,- ella dijo, esperando irse antes de que se hiciera demasiado
oscuro. Pero la historia de James era más de sin sentido. Todo el tiempo que ella
había estado en Espada & Cruz, ella había creído que estaba loca. Su locura
palidecía con la de James.
-No
hay un manual para poder explicar esta… cosa a la chica que amo,- él suplicó, tocando
el pelo de ella con sus dedos. -Lo estoy haciendo lo mejor que puedo. Quiero que
me creas, ________. Qué es lo que debo hacer?-
-Contarme
una historia diferente,- ella dijo cortante. -Inventa una excusa sana-
-Tú
dijiste que sentías como si me conocieras. Traté de negarlo tanto como pude
porque sabía que esto pasaría.-
-Sentía
que te conocía de algún lugar, seguro,- ella dijo. Ahora su voz sonaba con temor.
-Como el centro comercial o el campamento de verano o algo. No de otra vida.- Ella
movió su cabeza.-No… no puedo.- Ella se tapó los oídos. James los destapó.
-Y
aún así, sabes en tu corazón que es cierto.- Él le dio una palmadita en sus
rodillas y la miró directamente en los ojos. -Lo sabías cuando te seguí hacia
la cima de Corcovado en Río, cuando quisiste ver la estatua de cerca. Lo sabías
cuando te llevé por dos dulces millas hacia el Río Jordan luego de que te
enfermaste en Jerusalén. Te dije que no te las comieras todas. Lo sabías cuando
tú eras mi enfermera en ese hospital italiano durante la Primer Guerra Mundial,
y antes de eso, cuando me escondí en tu sótano durante la purga del zar en San
Petersburgo. Cuando escalé la torre de tu castillo en Escocia durante la
Reformación, y bailé contigo una y otra vez en la coronación del Rey en el baile
en Versalles. Eres la única vestida de negro. Allí estaba ese artista de la
colonia en Quintana Roo, y la marcha protestante en Cape Town donde ambos
pasamos la noche en el corral. La ignauración del Globe Theatre en Londres.
Tuvimos los mejores asientos. Y cuando mi barco naufragó en Tahiti, tú estabas
allí, como también estabas cuando fui un convicto en Melbourne, y un carterista
en el Nimes del siglo dieciocho, un monje en el Tibel. Tú aparecías por todos
lados, siempre, y tarde o temprano tú presentiste todas las cosas que te acabo
de decir. Pero tú no te permitirás aceptar eso que tú sientes que puede ser
verdad.-
James
paró para tomar aire y la pasó su mirada sobre ella pero no la miró. Luego él
se acercó, presionando su mano en la rodilla de ella y enviándole ese fuego a
través de ella de nuevo. Ella cerró sus ojos, y cuando ella los abrió, James
estaba sosteniendo la peonía más blanca y perfecta. Prácticamente brillaba.
Ella se volteó para ver de dónde la había arrancado, cómo ella no se había dado
cuenta. Sólo había maleza y el olor putrefacto de carne de la fruta caída.
Ellos sostuvieron la flor, juntos.
-Lo
supiste cuando recogías peonías blancas todos los días por un mes ese verano en
Helston. ¿Lo recuerdas?- él la miró, como si quisiera ver dentro de ella. -No,-
él suspiró luego de un momento. -Por supuesto que no. Te envidio por eso.- Pero
como él lo había dicho, la piel de ________ comenzó a sentirse caliente, como
si estuviera respondiendo a las palabras que su cerebro no sabía comprender.
Parte de ella ya no estaba segura de nada. -Yo hago todas estas cosas,- James
dijo, inclinándose hacia ella hasta que sus frentes se tocaron, -porque tú eres
mi amor, ________. Para mí, tú eres todo esto.- El labio inferior de ________
estaba temblando. Sus manos se aflojaron en las de él. Los pétalos de las
flores caían entre sus dedos hacia el suelo.
-¿Entonces
por qué te miras tan triste?-
Era
demasiado como para empezar a pensar. Ella se alejó de James y se paró, quitándose
las hojas y la grama de sus vaqueros. Su cabeza estaba dando vuelta. Ella había
vivido antes?
-________.-
Ella
le dio una señal de adiós.
-Creo
que necesito ir a algún lugar, por mi cuenta, para recostarme.- Ella recostó su
peso en el árbol de duraznos. Se sentía débil.
-No
estás bien,- él dijo, parándose y tomando su mano.
-No.-
-Lo
siento tanto.- James suspiró. -No sabía qué era lo que esperaba que pasara diciéndotelo.
No debí…-
Ella
nunca hubiera pensado que podía llegar un momento en que necesitara un descanso
de James, pero ella tenía que irse de ahí. Por la manera en que él la estaba
mirando, ella podía decir que él quería que ella le dijera que lo encontraría
luego, que podrían hablar más de las cosas, pero ella ya no estaba muy segura
de si esa era una buena idea. Mientras más hablaba él, ella podía sentir más
que algo se estaba despertando dentro de ella algo de lo que no estaba segura
si estaba lista y tampoco sabía si James lo estaba también. Para alguien más,
su explicación podía haber tenido menos y menos sentido mientras él hablaba.
Para ________… ella no estaba segura aún, pero y si las palabras de James eran
las respuestas que podían explicar el sentido de toda su vida? Ella no lo sabía.
Ella se sentía más asustada de lo que ella jamás había estado. Ella agitó su
mano, soltándose y comenzó a irse hacia su dormitorio. Dio unos pasos, ella se
paró y lentamente se volteó.
James
no se había movido. -¿Qué ocurre?- él preguntó, levantando su barbilla.
Ella
se paró donde estaba, distanciada de él. -Te prometo que me quedaré cerca,
tanto como pueda para poder escuchar las buenas noticias.-
21
Aguantando
en el Balance II
James
tocó su mejilla. -Tomarías un paseo conmigo?- él preguntó. -Te lo voy a explicar,
pero creo que probablemente deberías sentarte.-
________
tenía unas cuentas cosas que descubrir sobre James. O, si no las descubría, al menos
para sacar conversación, para ver si él mostraba signos de pensar que ella era completamente
y verificablemente una trastornada. Esa luz violeta, para comenzar. Y los
sueños que ella no podía-no quería-parar. James la guió hacia la parte del
cementerio donde ________ jamás había estado, una claro y plano lugar donde dos árboles de
durazno habían crecido juntos. Sus troncos enrollados uno entre otro, formando
una silueta de un corazón en el aire debajo de ellos. La guió debajo de extrañas
y retorcidas ramas y tomó sus mano, juntando sus dedos en con los de él. La
noche estaba silenciosa excepto por las canciones de los grillos. ________
imaginó a todos los otros estudiantes en el salón de comida. Tomando cucharadas
de sus papas machacadas de sus platos, bebiendo leche al tiempo con una
pajilla. Eso era si, de repente, ella y James estuvieran en un lugar diferente
que el resto de la escuela. Todo menos sus manos alrededor de las de ella, su
cabello brillando en la luz de la puesta de sol, sus cálidos ojos avellana-todo
lo demás se sentía tan distante.
-No
sé por dónde comenzar,- él dijo, presionando más fuerte mientras él masajeaba
los dedos de ella como si de allí pudiera sacar la respuesta. -Hay tanto que
decirte, y tengo que decírtelo bien.-
Por
mucho que ella quisiera que las palabras de de James fueran una simple
confesión de amor, ________ sabía que no era así. James tenía algo difícil que
decir, algo que tal vez podría explicar mucho sobre él, pero también podría ser
difícil para ________ escucharlo.
-¿Tal
vez haz eso de tengo buenas y malas noticias?- ella sugirió.
-Buena
idea. ¿Cuál quieres primero?-
-La
mayoría de las personas quieren las buenas primero.-
-Tal
vez,- dijo él. -Pero tú estás muy lejos de ser la mayoría de las personas.-
-Está
bien, tomaré primero las malas.-
Él
se mordió su labio. -Entonces prométeme que no irás antes de que llegue a las buenas
noticias.- Ella no tenía planeado irse. No ahora que él no estaba alejándola.
No cuando él podría estar apunto de ofrecerle algunas respuestas de la larga
lista de preguntas con la que ella se había obsesionado las últimas semanas. Él
llevó las manos de ella a su pecho y las sostuvo contra su corazón. -Te voy a
decir la verdad,- él dijo. -No me creerás, pero mereces saber, incluso si eso
te mata.-
-Está
bien.- Un pequeño nudo de dolor se apoderó de los adentros de ________, y ella
podía sentir sus rodillas comenzando a temblar. Ella estaba contenta de que James
la hubiera hecho sentarse. Él vio hacia atrás y hacia adelante, luego tomó un
gran respiro. -En la Biblia…-
________
gruño. No podía evitarlo; ella tenía una mala reacción a las charlas de la
escuela de los domingos. Además, ella quería discutir sobre ellos dos, no sobre
parábolas moralistas. La Biblia no tenía todas las respuestas a ninguna de sus
preguntas que ella tenía sobre James. -Sólo escucha,- dijo él, dándole una
mirada. -En la Biblia, tú sabes cómo Dios hace el gran asunto sobre cómo todo el
mundo debería amarlo con toda su alma? Que tiene que ser incondicional, e
incomparable?-
________
se encogió de hombros. -Supongo.-
-Bueno--
James parecía estar buscando las palabras correctas. -Esa petición no se aplica
solamente a las personas.-
-A
qué te refieres? A quiénes? A los animales?-
-Seguro,
a veces,- dijo James. -Como la serpiente. Él fue maldecido luego de que tentó a
Eva. Condenada a arrastrarse por la tierra para siempre.-
________
se estremeció, pensando en Kendall. La serpiente. Su picnic. Ese collar. Ella
se sobó su limpio cuello, feliz de haberse deshecho de él. Él corrió sus dedos
sobre el cabello de ella, pasando por su quijada, hasta el agujero de su
cuello. Ella suspiró, en un estado de dicha.
-Lo
que estoy tratando de decir… creo que podrías decir que yo también estoy
maldito, ________. He sido condenado por un largo, largo tiempo.- Él habló como
las palabras supieran a amargo. -Yo tomé una decisión una vez, una decisión que
yo pensé-que yo todavía creo, aunque--
-No
entiendo,- ella dijo, moviendo su cabeza.
-Por
supuesto que no,- él dijo, dejando caerse en el suelo junto a ella. -Y no tengo
el mejor historial de explicártelo.- Él se rascó su cabeza y bajó el tono de su
voz, como si estuviera hablándose a sí mismo. -Pero todo lo que puedo hacer es
tratar. Aquí va.-
-Está
bien,- ella dijo. Él la estaba confundiendo, y ni siquiera había dicho algo
aún. Pero ella trató de actuar menos perdida de lo que realmente se sentía.
-Me
enamoré,- él explicó, tomando sus manos y sosteniéndolas fuertemente. -Una y otra
vez. Cada vez, terminando catastróficamente.-
-Una
y otra vez.- Sus palabras la hicieron sentir enferma. ________ cerró sus ojos y
retiró sus mano. Él ya le había dicho esto. Ese día en el lago. Que él había
tenido rompimientos. Que había sido quemado. Por qué mencionar a esas chicas
ahora? Había dolido antes y dolía mucho más ahora, como un filoso dolor en sus
costillas. Él apretó sus dedos.
-Mírame,-
él rogó. -Esta es la parte dura.- Ella abrió sus ojos. -La persona de la que me
enamoro cada vez eres tú.- Ella había estado aguantando su respiración, y
quería exhalar, pero había salido como una filosa y cortante risa.
-Claro,
James,- ella dijo, comenzando a pararse. -Wow, realmente estás maldito. Eso suena
horrible.-
-Escucha.-
Él la jaló hacia abajo con una fuerza que hizo que sus hombros vibraran. Sus ojos
brillaban por el violeta y ella podía decir que él se estaba poniendo molesto.
Bueno, también ella. James miró arriba hacia el árbol de durazno, como si
pidiera ayuda. –Te estoy rogando, déjame explicarte.- Su voz tembló. -El
problema no es amarte.-
Ella
tomó un profundo respiro. -Entonces qué es?- Ella se rogó a ella misma para
poder escuchar, para ser más fuerte y no sentirse herida. James se miraba como
si ya estuviera herido lo suficiente por los dos.
-Yo
voy a vivir para siempre,- él dijo. Los árboles crujieron a su alrededor, y ________
notó un hilo de sombra desvanecida por su mirada periférica. No el enfermizo y
consumidor giro de oscuridad del bar de anoche, sino uno cálido. La sombra
estaba manteniendo su distancia, bullendo fríamente alrededor de una esquina,
pero estaba estaba esperando. Por ella. ________ sintió un profundo escalofrío,
recorriendo sus huesos. Ella no podía deshacerse de la sensación de que algo
colosal, negro como la noche, algo final iba en Camino.
-Lo
siento,- ella dijo, arrastrando sus ojos de vuelta a James. -Podrías, um,
decirlo de nuevo?-
-Yo
viviré para siempre,- él repitió. ________ todavía estaba perdida, pero él
siguió hablando, un puñado de cosas salían de su boca. -Yo viviré, y veré a los
bebés nacer, y crecer, y enamorarse. Los veo tener bebés propios y envejecer.
Los veo morir. Estoy condenado, ________, a verlo una y otra vez. A todos menos
a ti.- Sus ojos estaban vidriosos. Su voz cayó hasta un susurro. -Tú no te
enamoras de-
-Pero…,-
ella susurró. -Yo me he enamorado.-
-Tú
no puedes tener bebés y envejecer, ________.-
-Por
qué no?-
-Tú
vienes cada diecisiete años.-
-Por
favor-
-Nos
conocemos. Siempre nos conocemos, de alguna manera siempre somos arrastrados,
no importa a dónde vaya, no importa cuánto trate de distanciarme de ti. Nunca
importa. Tú siempre me encuentras.-
Él
estaba mirando hacia sus puños presionados ahora, viéndose como si quisiera
golpear algo, incapaz de levantar sus ojos.
-Y
cada vez que nos encontramos, tú te enamoras de mí-
-James-
-Yo
puedo resistirme o escaparme de ti o tratar de no responderte, pero no hace
ninguna diferencia. Tú te enamoras de mí, y yo de ti.-
-¿Es
eso tan terrible?-
-Y
te mata.-
-Basta!-
Ella chilló. -¿Qué es lo que tratas de hacer? ¿Espantarme?-
-No.-
Él bufó. -De todas maneras no funcionaría.-
-Si
tú no quieres estar conmigo…,- ella dijo, esperando que todo fuera una
elaborada broma, un discurso de rompimiento para terminar todos los discursos
de rompimientos, y no la verdad. No podía ser la verdad, -…hay probablemente
una historia que sería más creíble para contar.-
-Sé
que no puedes creerme. Es por eso que no podía decírtelo hasta ahora, cuando yo
tengo que decírtelo. Porque pensé que entendía las reglas y… nos besamos, y
ahora no entiendo nada.-
Sus
palabras de la noche anterior regresaron a ella: No sé cómo detenerlo. No sé
qué hacer.
-Porque
me besaste.-
Él
asintió.
-Tú
me besaste y cuando lo terminamos, tú estabas sorprendido.-
Él
asintió de nuevo, tendiendo la gracia de mirarse un poco avergonzado.
-Tú
me besaste,- ________ continuó, buscando una manera de unir todas las piezas, -¿y tú pensaste que no iba a sobrevivir?-
-Basado
en experiencias previas,- él dijo en voz ronca. -Sí.-
-Eso
es una locura,- ella dijo.
-No
es sobre el beso esta vez, eso sobre lo que significa. En algunas vidas nos
podemos besar, pero en la mayoría no podemos.- Él tocó la mejilla de ella, y
ella luchó con lo bien que se sentía. -Debo decir que prefiero las vidas en que
nos podemos besar.- Él miró hacia abajo. -Aunque eso lo hace mucho más difícil
perderte.-
Ella
quería estar enojada con él. Por inventar algo tan extraño cuando ellos
deberían estar atados en un abrazo. Pero algo había allí, como una picazón en
lo profundo de su mente, diciéndole que no corriera lejos de James ahora, sino
quedarse y escuchar tanto como ella pudiera.
-Cuando
me pierdes,- ella dijo, sintiéndose el peso de la palabra en su boca. -¿Cómo
sucede? ¿Por qué?-
-Depende
de ti, en cuánto mires de nuestro pasado, en cuán bien me conozcas, quién soy.-
Él tiró sus manos hacia arriba en un encogimiento de hombros. -Sé que esto
suena increíblemente--
-¿Loco?-
Él
sonrió. -Iba a decir vago. Pero no estoy tratando de esconderlo de ti. Es sólo
un tema muy, muy delicado. A veces, en el pasado, sólo hablando así ha…- Ella
miró la forma de sus palabras en sus labios, pero él no diría nada.
-¿Me
ha matado?-
-Iba
a decir ‘roto mi corazón.’-
Él
estaba en un obvio dolor, y ________ quería reconfortarlo. Ella podía sentirse
arrastrada, algo en su pecho empujándola hacia adelante. Pero no podía. Fue
allí que ella sintió que James sabía lo de la brillante luz violeta. Que él
tenía todo que ver con ella.
-¿Qué
es lo que eres?- ella preguntó. -Algún tipo de-
-Yo
vago por la tierra siempre sabiendo en el fondo de mi cabeza que tú vendrás. Yo
solía mirarte. Pero luego, cuando comencé a esconderme de ti- de la inevitable
herida del corazón –tú comenzaste a seguirme. No me tomó mucho tiempo darme
cuenta que tú venías cada diecisiete años.-
El
cumpleaños número diecisiete de ________ había sido el Agosto pasado, sólo ________,
sus padres, y un pastel comprado. No había candelas, sólo por si acaso. ¿Y qué
hay de su familia? ¿Ellos regresaban cada diecisiete años también?
-No
es lo suficientemente largo par mi haber superado la última vez,- él dijo. -Sólo
lo suficientemente largo para que pueda bajar la guardia de nuevo.-
-¿Así
que sabías que iba a llegar?- ella preguntó con duda. Él se miraba serio, pero
aún así ella no podía creerle. Ella no quería. James movió su cabeza. -No el
día que te apareciste. No es de esa forma. ¿No recuerdas mi reacción cuando te
vi?- él miró hacia arriba, como si estuviera pensando en eso. -Cada vez por los
primeros segundos, siempre estoy tan eufórico. Me olvido de mí mismo. Luego
recuerdo.-
-Sí,-
ella dijo lentamente. -Tú sonreíste, y luego… ¿es por eso que tú me ofendiste?-
Él frunció el ceño. -Pero si esto ocurre cada diecisiete años, como tú dices,-
ella dijo, -tú aún sabías que yo vendría. De alguna forma, tú sabías.-
-Es
complicado, ________.-
-Yo
te vi aquél día, antes de que tú me vieras. Te estabas riendo con Carlos afuera
de Augustine. Te estabas riendo tan fuertemente que yo estaba celosa. Si tú
sabías todo esto, James, si eres tan listo que puedes predecir cuándo voy a
llegar, y cuándo voy a morir, y cuán difícil eso será para ti, ¿cómo te puedes
reír así? No te creo,- ella dijo, sintiendo que su voz temblaba. -No te creo
nada de esto.-
James
gentilmente presionó su dedo pulgar en el ojo de ella para limpiar una lágrima,
-Es
una hermosa pregunta, ________. Te adoro por haberla preguntado, y deseo que
pudiera explicártela de una mejor forma. Todo lo que puedo decirte es esto: La
única manera de sobrevivir la eternidad es ser capaz de apreciar cada momento.
Eso es todo lo que yo estaba haciendo.-
-Eternidad,-
________ repitió. -Otra cosa que no podría comprender.-
-No
importa. No me puedo reír así otra vez. Tan pronto como apareces, estoy tomado.-
-No
tiene sentido lo que dices,- ella dijo, esperando irse antes de que se hiciera demasiado
oscuro. Pero la historia de James era más de sin sentido. Todo el tiempo que ella
había estado en Espada & Cruz, ella había creído que estaba loca. Su locura
palidecía con la de James.
-No
hay un manual para poder explicar esta… cosa a la chica que amo,- él suplicó, tocando
el pelo de ella con sus dedos. -Lo estoy haciendo lo mejor que puedo. Quiero que
me creas, ________. Qué es lo que debo hacer?-
-Contarme
una historia diferente,- ella dijo cortante. -Inventa una excusa sana-
-Tú
dijiste que sentías como si me conocieras. Traté de negarlo tanto como pude
porque sabía que esto pasaría.-
-Sentía
que te conocía de algún lugar, seguro,- ella dijo. Ahora su voz sonaba con temor.
-Como el centro comercial o el campamento de verano o algo. No de otra vida.- Ella
movió su cabeza.-No… no puedo.- Ella se tapó los oídos. James los destapó.
-Y
aún así, sabes en tu corazón que es cierto.- Él le dio una palmadita en sus
rodillas y la miró directamente en los ojos. -Lo sabías cuando te seguí hacia
la cima de Corcovado en Río, cuando quisiste ver la estatua de cerca. Lo sabías
cuando te llevé por dos dulces millas hacia el Río Jordan luego de que te
enfermaste en Jerusalén. Te dije que no te las comieras todas. Lo sabías cuando
tú eras mi enfermera en ese hospital italiano durante la Primer Guerra Mundial,
y antes de eso, cuando me escondí en tu sótano durante la purga del zar en San
Petersburgo. Cuando escalé la torre de tu castillo en Escocia durante la
Reformación, y bailé contigo una y otra vez en la coronación del Rey en el baile
en Versalles. Eres la única vestida de negro. Allí estaba ese artista de la
colonia en Quintana Roo, y la marcha protestante en Cape Town donde ambos
pasamos la noche en el corral. La ignauración del Globe Theatre en Londres.
Tuvimos los mejores asientos. Y cuando mi barco naufragó en Tahiti, tú estabas
allí, como también estabas cuando fui un convicto en Melbourne, y un carterista
en el Nimes del siglo dieciocho, un monje en el Tibel. Tú aparecías por todos
lados, siempre, y tarde o temprano tú presentiste todas las cosas que te acabo
de decir. Pero tú no te permitirás aceptar eso que tú sientes que puede ser
verdad.-
James
paró para tomar aire y la pasó su mirada sobre ella pero no la miró. Luego él
se acercó, presionando su mano en la rodilla de ella y enviándole ese fuego a
través de ella de nuevo. Ella cerró sus ojos, y cuando ella los abrió, James
estaba sosteniendo la peonía más blanca y perfecta. Prácticamente brillaba.
Ella se volteó para ver de dónde la había arrancado, cómo ella no se había dado
cuenta. Sólo había maleza y el olor putrefacto de carne de la fruta caída.
Ellos sostuvieron la flor, juntos.
-Lo
supiste cuando recogías peonías blancas todos los días por un mes ese verano en
Helston. ¿Lo recuerdas?- él la miró, como si quisiera ver dentro de ella. -No,-
él suspiró luego de un momento. -Por supuesto que no. Te envidio por eso.- Pero
como él lo había dicho, la piel de ________ comenzó a sentirse caliente, como
si estuviera respondiendo a las palabras que su cerebro no sabía comprender.
Parte de ella ya no estaba segura de nada. -Yo hago todas estas cosas,- James
dijo, inclinándose hacia ella hasta que sus frentes se tocaron, -porque tú eres
mi amor, ________. Para mí, tú eres todo esto.- El labio inferior de ________
estaba temblando. Sus manos se aflojaron en las de él. Los pétalos de las
flores caían entre sus dedos hacia el suelo.
-¿Entonces
por qué te miras tan triste?-
Era
demasiado como para empezar a pensar. Ella se alejó de James y se paró, quitándose
las hojas y la grama de sus vaqueros. Su cabeza estaba dando vuelta. Ella había
vivido antes?
-________.-
Ella
le dio una señal de adiós.
-Creo
que necesito ir a algún lugar, por mi cuenta, para recostarme.- Ella recostó su
peso en el árbol de duraznos. Se sentía débil.
-No
estás bien,- él dijo, parándose y tomando su mano.
-No.-
-Lo
siento tanto.- James suspiró. -No sabía qué era lo que esperaba que pasara diciéndotelo.
No debí…-
Ella
nunca hubiera pensado que podía llegar un momento en que necesitara un descanso
de James, pero ella tenía que irse de ahí. Por la manera en que él la estaba
mirando, ella podía decir que él quería que ella le dijera que lo encontraría
luego, que podrían hablar más de las cosas, pero ella ya no estaba muy segura
de si esa era una buena idea. Mientras más hablaba él, ella podía sentir más
que algo se estaba despertando dentro de ella algo de lo que no estaba segura
si estaba lista y tampoco sabía si James lo estaba también. Para alguien más,
su explicación podía haber tenido menos y menos sentido mientras él hablaba.
Para ________… ella no estaba segura aún, pero y si las palabras de James eran
las respuestas que podían explicar el sentido de toda su vida? Ella no lo sabía.
Ella se sentía más asustada de lo que ella jamás había estado. Ella agitó su
mano, soltándose y comenzó a irse hacia su dormitorio. Dio unos pasos, ella se
paró y lentamente se volteó.
James
no se había movido. -¿Qué ocurre?- él preguntó, levantando su barbilla.
Ella
se paró donde estaba, distanciada de él. -Te prometo que me quedaré cerca,
tanto como pueda para poder escuchar las buenas noticias.-
gisell portilla
Re: Fallen "oscuros" (James Maslow & tu) terminada
Capitulo 22
Un libro abierto
________ colapsó en su Cama, dándole una sacudida
al gastado colchón. Después de que ella salió del cementerio –y James- ella prácticamente
corrió hacía su habitación. Ni siquiera se había molestado en encender la luz,
así que tropezó contra la silla de su escritorio y se torció el tobillo. Se
hizo un ovillo y sujetó su lastimado pie. Al menos el dolor era algo real con
lo que ella podía enfrentarse, algo cuerdo y de este mundo. Estaba tan feliz de
estar finalmente a solas. Entonces alguien llamó a su puerta. No la dejaban
tomar un respiro. ________ ignoró los golpes en la puerta. No quería ver a
nadie, y quienquiera que fuese debía entender la indirecta. Otro golpe. Respiración
pesada y flemosa, como soportando una alergia, un sonido de aclararse la
garganta.
Penn. No podía ver a Penn justo en este momento.
Tampoco quería sonar como una desequilibrada si trataba de explicarle todo lo
que le había pasado las últimas veinticuatro horas, o iba realmente a volverse
loca tratando de poner una cara normal y mantenerla así.
Finalmente, ________ escuchó los pasos de Penn
alejándose por el pasillo. Respiró con un suspiro de alivio, que después se
convirtió en un largo, triste gemido. Quería culpar a James por desatar dentro
de ella este sentimiento fuera-de-control, y por un segundo, intentó imaginar
su vida sin él. Excepto que eso era imposible. Como tratar de recordar tu
primera impresión de una casa después de que has vivido ahí por años. Así de
fuerte era lo que él significaba para ella. Y ahora tenía que imaginar un modo
de discurrir a través de las extrañas cosas que él le había dicho esa noche. Pero
en el fondo de su mente, seguía girando alrededor de lo que él le había dicho sobre
las veces que estuvieron juntos en el pasado. Quizá ________ no podía recordar exactamente
los momentos que él describió o los lugares que le mencionó, pero de una extraña
manera, sus palabras no fueron tan impactantes del todo. Había sido de alguna manera
familiar. Por ejemplo, ella inexplicablemente siempre había odiado los dátiles.
La sola vista de uno la hacía sentirse mareada. Ella empezó a alegar que era
alérgica así que su mamá tuvo que dejar de intentar colarlos a escondidas en
cada cosa que horneaba. Y prácticamente toda su vida, estuvo rogándoles a sus
padres que la llevaran a Brasil, aunque nunca pudo explicar exactamente por qué
deseaba ir. Las peonías blancas. James le había regalado un ramo después del
incendio en la librería. Siempre había existido algo inusual, pero a la vez tan
familiar. El cielo a través de su ventana era como un profundo carbón, con sólo
unas borlas de nubes blancas. Su cuarto estaba oscuro, pero los pálidos botones
de las flores en el alfeizar permanecían fuera de las sombras. Habían estado en
el florero por una semana ahora, y ni un solo pétalo se había caído. ________
se incorporó sentándose e inhaló el dulce aroma. No podía culparlo. Si, el
sonaba como un loco, pero también estaba en lo correcto ella era la que había venido tras él una y
otra vez sugiriendo que habían tenido algún tipo de historia. Y no sólo eso.
Era ella quien veía las sombras, la que se mantenía encontrándose involucrada
en la muerte de gente inocente. Había intentado no pensar en Trevor y Todd
cuando James comenzó a hablar de las propias muertes de ella –de cómo la había
visto morir tantas veces. Si había alguna manera de concebir una cosa semejante,
________ hubiera querido preguntar si acaso James sentía que era responsable. Por
la pérdida de ella. Si acaso la realidad de él era algo como la secreta,
horrible, inherente culpa que ella enfrentaba cada día. Se acomodó para
sentarse en la silla de su escritorio, la cual de alguna manera se encontraba a
mitad de la habitación. Ouch. Cuando extendió su mano bajo ella, para alcanzar
lo que fuera el duro objeto sobre el que se había dejado caer, se encontró con un
delgado libro.
________ fue hasta la pared y encendió el
interruptor de su lámpara, bizqueó un poco ante la horrenda luz fluorescente.
El libro en sus manos era uno que nunca antes había visto. Estaba forrado con
una pálida tela avellana, con esquinas desgastadas y pegamento marrón cayéndose
a pedazos en las orillas.
Los Vigilantes: Mitos en Europa Medieval.
El libro de los ancestros de James.
Era pesado y apestaba a humo. Jaló la nota que
estaba pegada dentro de la cubierta frontal.
Si,
encontré una llave adicional y entré ilegalmente a tu habitación. Lo lamento.
¡Pero esto es URGENTE! Y no pude hallarte en ningún lado. ¿Dónde estás?
Necesitas echarle un vistazo a esto, y luego necesitamos tener una conferencia
privada. Me daré una vuelta por aquí en una hora. Procede con precaución.
Xoxo
Penn
________ dejó caer la nota cerca de las flores y se
llevó consigo el libro a la Cama. Se acomodó sentándose con las piernas
oscilando en la orilla. Solamente sostener el libro le provocaba una sensación
extraña, cálida, y vibrante que recorría su piel. Sentía casi que cobraba vida
en sus manos. Lo abrió ávidamente, esperando tener que descifrar alguna espesa
tabla de contenidos o escarbar un índice en la parte de atrás antes de
encontrar algo remotamente emparentado con James. Nunca pasó de la hoja del
título. La pasta dentro de la cubierta frontal del libro era una fotografía en
tonos sepia. Era una foto realmente antigua estilo carte de visite, impresa en
papel amarillento. Alguien había garabateado con tinta en la parte de abajo:
Helston, 1854.
El calor le atravesó sorpresivamente la piel. Tiró
de su suéter negro por encima de su cabeza para quitárselo pero aún así sentía
calor en su torso. El recuerdo de la voz de James sonaba como un eco en su
mente. Yo tengo que vivir para siempre, le había dicho. Tú vienes cada
diecisiete años. Te enamoras de mí, y yo de ti. Y esto provoca tu muerte. Su
cabeza palpitaba. Tú eres mi amor, ________. Para mí, tú eres todo lo que
existe. Siguió con su dedo el perímetro de la línea de la foto pegada dentro
del libro. El papá de ________, el gurú aspirante a fotógrafo, se habría
maravillado de que tan bien preservada estaba la imagen, que tanto valor debía
tener. ________, por su parte, estaba ocupada observando a la gente en la
imagen. Porque, independientemente de que cada palabra salida de la boca de James
fuera verdad, no tenía ningún sentido.
Un hombre joven, con cabello claro cortado al ras y
ojos aún más claros, posaba elegantemente con un estilizado abrigo negro. Su
barbilla alzada y los huesos de la mandíbula bien definidos hacían que su fino
atavío luciera aún más distinguido, pero fueron sus labios los que le dieron a ________
un tipo de comienzo. La forma exacta de su sonrisa, combinada con la mirada en
aquellos ojos… se añadía a una expresión que ________ había visto en cada uno
de sus sueños estas últimas semanas, y sobre todo, en el último par de días, en
persona. Este hombre era la imagen de James. El James que apenas le había dicho
que la amaba – y que ella había reencarnado docenas de veces. El James que
había dicho tantas otras cosas que ________ no quiso oír y de quien ella había
huido. El James que la abandonó debajo del árbol de durazno en el cementerio. Podría
haber sido una notable semejanza. Algún pariente lejano, el autor del libro,
tal vez, de quien graciosamente cada uno de sus genes había pasado por el árbol
genealógico directo hacía James. Excepto que el joven hombre en la foto estaba
posando junto a una joven chica que también parecía alarmantemente familiar. ________
sostuvo el libro a pulgadas de su rostro y contempló absorta la imagen de la mujer.
Usaba un traje de seda negra con volantes, que ceñía su cuerpo hasta la cintura
antes de caer ondulante en anchas sucesiones. Negros guantes con lazos
recubrían sus manos, dejando desnudos sus blancos dedos. Sus dientes pequeños
se veían entre sus labios, que estaban separados en una agradable sonrisa.
Tenía la piel varios tonos más claros que la del hombre. Unos ojos profundos
eran ribeteados por espesas pestañas. Una cascada de negro cabello caía en
densas ondas hacía su cintura.
A ________ le tomó un momento recordar cómo
respirar, y aún así, ella no podía retirar sus ojos tensos del libro. ¿La mujer
en la fotografía?
Era ella.
O ________ había estado en lo correcto, y sus
recuerdos de James habían llegado de un viaje olvidado al Savannah mall, donde
habían posado para unas cursis fotos en la antigua cabina fotográfica que ella
tampoco podía recordar – o James estaba diciéndole la verdad. ________ y James
se conocían el uno al otro. De un tiempo diferente en que habían estado juntos.
Ella no podía respirar. Su vida entera se sacudía en el turbio mar de sus pensamientos,
cada cosa convirtiéndose en una pregunta –la molesta sombra oscura que la
perseguía, la espantosa muerte de Trevor, los sueños…. Tenía que encontrar a
Penn. Si alguien podía llegar a una explicación para semejantes acontecimientos
imposibles, debía ser Penn. Con su inescrutable libro antiguo bajo el brazo, ________
salió de la habitación y corrió hacía la biblioteca. La biblioteca estaba tibia
y vacía, pero algo en el alto techo y las interminables filas de libros
hicieron que ________ se pusiera nerviosa. caminó rápidamente dejando atrás el escritorio
nuevo de la recepción, que aún lucía estéril y sin vida. Pasó por el formidable
y en desuso catálogo de tarjetas así como la interminable sección de referencias
antes de que pudiera llegar a las largas mesas en la sección de estudios en
grupo. En lugar de Penn, ________ encontró a Arriane, jugando una partida de
ajedrez con Carlos. Ella tenía sus pies sobre la mesa y usaba una gorra rayada
de conductor. Su cabello estaba metido bajo ese sombrero y ________ notó
nuevamente, por primera vez desde la mañana en que ella cortó el cabello de
Arriane, la brillante, jaspeada cicatriz que atravesaba su cuello. Arriane
estaba concentrada en el juego. Un cigarro de chocolate se balanceaba entre sus
labios mientras contemplaba su siguiente movimiento. Carlos había retorcido sus
rastas en dos amplios nudos sobre su coronilla. Él miraba con ojos de halcón
hacía Arriane, jugueteando uno de sus peones con su meñique.
-Jaque mate, canijo,- Arriane dijo triunfante,
golpeando fuera al rey de Carlos, justo cuando ________ se detenía bruscamente
en frente de la mesa. -________,- cantó la chica, mirándola. Has estado escondiéndote de mí.-
-No,-
-He escuchado cosas sobre ti,- dijo Arriane,
provocando que Carlos inclinara su cabeza atentamente. -Codazo codazo, guiño
guiño. Eso significa siéntate y confiesa. Ahora mismo.-
________ abrazó el libro en su pecho. No quería
sentarse. Quería recorrer la biblioteca en busca de Penn. No podía tener una
pequeña charla con Arriane –especialmente no frente a Carlos, quien estaba
quitando sus cosas del asiento junto a él.
-Únete a nosotros,- dijo Carlos. ________ se dejó
caer a regañadientes en el borde de la silla. Sólo se quedaría unos pocos minutos.
Era verdad que no había visto a Arriane por un par de días, y bajo circunstancias
normales, ella realmente hubiera extrañado la bizarra forma de ser de la chica.
Pero ahora estaba lejos de estar en circunstancias normales, y ________ no
podía pensar en nada más que en la fotografía.
-Como acabo de limpiar el tablero de ajedrez con el
trasero de Carlos, vamos a empezar un juego nuevo. Qué tal acerca de ‘¿quien
vio una foto incriminatoria de ________ el otro día?’- dijo Arriane, cruzando
sus brazos sobre la mesa.
-¿Qué?- ________ dio un salto hacía a atrás. Apretó
fuertemente con su mano la cubierta del libro, sintiendo sin duda que su tensa
expresión estaba revelando todo. Nunca lo debió haber llevado hasta ahí.
-Te daré tres pistas,- dijo Arriane, entornando los
ojos. -Molly tomó una instantánea de ti zambulléndote en un enorme coche negro
ayer después de clases.-
-Oh.- Suspiró ________.
-Ella se iba a convertir en un Randy,- continuó
Arriane. -Hasta que yo le dirigí un por qué hacerlo. Mmm-Hmm.- Chasqueó sus
dedos. -Ahora, para mostrar tu gratitud, dime ¿te estaban llevando furtivamente
para ver a un loquero fuera del Campus?- Bajó el tono de su voz hasta
convertirla en un susurro y golpeó con sus dedos sobre la mesa. -¿O es que te
conseguiste un amante?- ________ miró furtivamente a Carlos, quien la veía fijamente.
-Ninguna de las dos cosas,- dijo, -Sólo salí por un
ratito para tener una conversación con Kendall. Aunque no iba a ser así
exactamente
-¡Bam! Paga, Arri,- dijo Carlos, sonriendo
burlonamente. -Me debes diez billetes.- La quijada de __________ se abrió con sorpresa. Arriane le
dio una palmadita a su mano.
-No es un gran asunto, sólo hicimos una pequeña
apuesta para mantener las cosas interesantes. Yo asumí que era con James con quien
te habías ido. Carlos escogió que con Kendall. Me has mandado a la quiebra, ________.
No me agrada.-
-Yo estuve con James,- agregó ________, sin saber
realmente por qué sentía la necesidad de aclararles el asunto. ¿Acaso no tenían
ellos algo mejor que hacer en vez de sentarse por ahí adivinado con quién
pasaba ella su tiempo?
-Oh,- dijo Carlos, sonando decepcionado. -La trama
se complica.-
-Carlos,- ________ volteó hacía él. -Necesito
pedirte algo.-
-Habla conmigo.- Él extrajo una libreta y una pluma
de su saco negro con blanco a rayas. Colocó la pluma sobre el papel, como un
mesero tomando una orden. -¿Qué es lo que quieres? ¿Café? ¿Un trago? Sólo tengo
bebidas fuertes los viernes. ¿Periódicos viejos?-
-¿Cigarrillos?- Ofreció Arriane, ceceando a través
del chocolate en su boca.
-No.- ________ sacudió su cabeza, negando. -Nada de
eso.-
-Okay, un pedido especial. Olvidé la carta en la
habitación.- Carlos se encogió de hombros. -Puede usted venir después--
-No necesito que me traigas nada. Solo quiero saber--
________ tragó saliva. -Tú eres amigo de James, ¿correcto?-
Él asintió con indiferencia. -No odio al tipo.-
-¿Pero tú crees en él?- inquirió la chica. -Me
refiero a que, si él te dijera algo que sonara loco, ¿qué tanto le creerías?-
Carlos la miró entrecerrando los ojos, pareciendo
momentáneamente perplejo, pero Arriane rápidamente saltó sobre la mesa y
balanceó sus pies hacía el lado de ________.
-¿Exactamente de qué estamos hablando?- ________ se
quedó quieta.
-No importa.- Nunca debió haber planteado el tema.
El total lío de los detalles regresaba a su mente. Tomó el libro de la mesa. -Tengo
que irme,- dijo. -Lo lamento.-
Ella empujó su silla y se caminó alejándose. Sus
piernas las sentía pesadas y torpes, su mente sobrecargada. Una soplo de viento
levantó el cabello por detrás de su cuello y volteó bruscamente la cabeza en
busca de las sombras. Nada. Sólo una ventana abierta, en lo alto, cerca de las
vigas de la biblioteca. Sólo un pequeño nido escondido en la cornisa. Revisando
la biblioteca otra vez, ________ encontró difícil creerle a sus ojos. Realmente
no había señales de ellas, nada de zarcillos de tinta oscura o el escalofriante
clima avellana turbulento – pero ________ podía sentir su marcada cercanía,
podía incluso sentir el olor salado y sulfuroso en el aire. ¿Dónde estarían, si
no cazándola? Ella siempre había considerado que las sombras eran suyas
solamente. Nunca consideró que pudieran ir a otros lugares, hacer otras cosas
–atormentar a otra gente. ¿James las había visto, también?
Rodeando la esquina hacía los cubículos de cómputo
en la parte de atrás de la biblioteca, donde pensaba que podría encontrar a
Penn, ________ chocó de lleno con Miss Sophia. Ambas se tambalearon y Miss
Sophia se sostuvo de ________ para estabilizarse a sí misma. Iba vestida con
unos jeans a la moda y una blusa blanca larga, con una bufanda roja bordada de
cardigán alrededor de sus hombros. Sus anteojos metálicos de color verde
colgaban de una cadena multicolor alrededor de su cuello. ________ se
sorprendió de qué tan fuerte la había sujetado.
-Discúlpeme,- murmuró ________.
-¿Por qué, ________, qué es lo que sucede?- Miss
Sophia presionó su mano en la
frente de ________. El aroma a talco de bebé de sus
manos saturó la nariz de la chica. -No te ves bien.-
________ tragó saliva, conteniéndose de no estallar
en lágrimas solo porque la simpática bibliotecaria mostraba compasión por ella.
-Es que no estoy bien.-
-Lo sabía,- dijó Miss Sophia. -Perdiste las clases
de hoy y no estuviste en la reunión de alumnos la otra noche. ¿Necesitas que te
vea un doctor? Si mi kit de primeros auxilios no se hubiera quemado en el
incendio, te tomaría la temperatura aquí mismo.-
-No, bueno, no lo sé.- ________ sostuvo el libro
frente a ella y contemplo la posibilidad de decirle todo a Miss Sophia,
empezando desde el principio... ¿que había sido cuándo? Sólo que, no tuvo que
hacerlo. Miss Sophia miró el libro, suspiró y le dirigió una mirada de
complicidad a ________.
-Finalmente lo encontraste, ¿no es así?, Vamos, hay
que charlar.-
Hasta la bibliotecaria sabía más que ________
acerca de su vida. ¿Vidas? No podía ni imaginarse el significado de eso, o como
algo de eso era posible. Siguió a Miss Sophia hasta una mesa en una esquina en
la parte de atrás de la sección de estudio. Aún podía ver a Carlos y Arriane
con el rabillo del ojo, pero al menos ellos parecían estar lejos de estar
atentos para escuchar la conversación.
-¿Cómo encontraste esto? Miss Sophia palmeó la mano
de ________ y se deslizó las gafas. Sus pequeños ojos de perlas negras
centellearon detrás de los bifocales. -No te preocupes, no estás en problemas,
querida.-
-No sé. Penn y yo habíamos estado buscándolo. Era
una idea estúpida. Pensamos que tal vez el autor era un pariente de James, pero
no estábamos seguras. Cada vez que veníamos a buscarlo, parecía que acababa de
ser prestado a alguien. Pero, cuando regresé esta noche, Penn lo había dejado
en mi habitación--
-Así que ¿Pennywheather conoce también sobre su
contenido?-
-No lo sé,- dijo ________ sacudiendo su cabeza.
Podía sentirse a sí misma hablando incoherentemente, y aún así no podía
callarse. Miss Sophia era también como la agradable, estrafalaria abuela que
nunca tuvo. La idea de un gran viaje de compras de su propia abuela era ir a la
tienda de abarrotes. Además, se sentía tan bien el sólo hablar con alguien. -No
había sido capaz de encontrarla ayer, sólo porque estuve con James, y usualmente
el actúa tan extraño, pero la noche anterior me besó, y estuvimos fuera hasta que-
-Discúlpame, querida,- la interrumpió Miss Sophia,
hablando un poco más alto, -¿pero acabas de decir que James Grigori te besó?-
________ cubrió su boca con ambas manos. No podía
creer que acabara de decirle eso a Miss Sophia. Realmente debía estar perdiendo
la cabeza. -Lo siento, eso era completamente irrelevante, Y vergonzoso. No sé
porque se me escapó decirlo.- Aclaró mientras se abanicaba las mejillas
encendidas. Pero ya era demasiado tarde. A través de la sección de estudio,
Arriane tronó contra ________, -¡Gracias por
decirme!- Su rostro mostraba asombro.
Pero Miss Sophia capturó bruscamente la atención de
________ cuando arrancó el libro de las manos de ________. -Un beso entre James
y tú es no solo irrelevante, querida, es usualmente imposible.-
La profesora acarició su barbilla y miró hacia el
cielo. -Lo cual significa… bueno, esto no puede significar que…-
Los dedos de Miss Sophia empezaron a volar hojeando
el libro, volteando cada página con un milagroso ritmo.
-¿Qué quiere decir con, ‘usualmente’?- ________
nunca se había sentido tan excluida de su propia vida.
-Olvida lo del beso.- Miss Sophia agitó su mano
hacia ________, dejándola desconcertada. -Eso no es la mitad de esto. EL beso
no significa nada a menos que…- murmuró las últimas palabras escondiéndolas
bajo su respiración y continuó de regreso a girar las páginas. ¿Qué sabía Miss
Sophia? El beso de James significaba todo. ________ observó a Miss Sophia mover
velozmente sus dedos con cierta reserva, hasta que algo en una de las páginas
capturó su atención.
-Regrésemelo,- dijo ________, extendiendo su mano
hacia Miss Sophia para detenerla. Miss Sophia se recargó lentamente mientras ________
regresaba las delgadas, translucidas páginas. Ahí. Se llevó una mano al
corazón. En el margen había una serie de dibujos hechos en tinta más oscura.
Hechos rápidamente, pero por una elegante y fina mano. Por alguien con un
cierto talento. ________ recorrió con sus dedos los dibujos, abarcándolos. La
suave pendiente de un hombro femenino visto desde atrás, con el cabello anudado
en un moño bajo. Delicadas rodillas desnudas cruzada una sobre la otra,
destacando un cintura sombreada. Una larga y delgada muñeca daba paso a una
palma abierta en la cual una enorme, floreciente peonia descansaba. Los dedos
de ________ empezaron a temblar. Un nudo subía por su garganta. No sabía por
qué esto, fuera de lo que había visto y oído ese día, era suficientemente
hermoso – suficientemente trágico- como para finalmente hacerla romper en
llanto. El hombro, las rodillas, la cintura…. Todo era de ella. Y sabía –que
todo eso había sido dibujado por la mano de James.
-________.- Miss Sophia se veía nerviosa,
lentamente alejó su silla de la mesa. -¿Estas segura de que te sientes
totalmente bien?-
-Oh, James,- Susurró ________, desesperada por
estar cerca de él otra vez. Se enjugó una lágrima.
-Él está condenado, ________.- Miss Sophia añadió
en una sorpresiva fría voz. -Ambos lo están.- Condenado. James había hablado
acerca de estar condenado. Esa era su palabra para todo esto. Pero él se había
referido a sí mismo. No a ella.
-¿Condenado?- Repitió ________. Solo que, ella no
quería escuchar nada más. Todo lo que quería era encontrarlo a él. Miss Sophia
chasqueó sus dedos en frente del rostro de ________. ________ la miró a los ojos,
lentamente, lánguidamente, sonriendo tontamente.
-Aún no estás despierta,- Murmuró Miss Sophia.
Cerró el libro de golpe, capturando la atención de ________ y extendió sus
manos sobre la mesa. -¿Él te ha dicho algo? Después del beso ¿Quizá?-
-Me dijo…- Empezó ________. -Esto sonara loco.-
-Así sucede frecuentemente con estas cosas.-
-Me dijo que nosotros dos… somos alguna clase de
amantes cruzados-por-las-estrellas.- ________ cerró sus ojos, recordando su
largo catalogo de vidas pasadas. Al principio la idea la sentía extraña, pero
ahora ella estaba empezando a entender, ella pensó que tal vez era la cosa más
romántica que había sucedido en la historia del mundo. -Me habló de todas las
veces que nos hemos enamorado, en Rio, y Jerusalén, Tahití--
-Eso sí que suena bastante loco,- Dijo Miss Sophia.
-Pero, por supuesto, ¿Tú no lo crees?-
-Al principio no,- contestó ________, recordando su
acalorado desacuerdo bajo el árbol de durazno. -Él empezó a sacar el tema de la
Biblia, lo que hizo que mi instinto lo rechazara- se mordió la lengua. -Sin
ofender. Quiero decir, Creo que sus clases son realmente interesantes.-
-No hay problema. La gente de tu edad comúnmente se
aparta de su educación religiosa. No es nada nuevo, ________.-
-Oh,- ________ tronó sus nudillos. -Pero no tenía
una educación religiosa. Mis padres no creen es eso, así que-
-Todos creen en algo. ¿Seguramente que si fuiste
bautizada?-
-No, si no cuenta la alberca construida bajo los
bancos de la iglesia de aquel lado,- Dijo ________ tímidamente, sacudiendo su
pulgar en dirección al gimnasio de Espada & Cruz. Si, ella celebraba la
Navidad, había estado en la iglesia un puñado de veces, y aún cuando su vida la
hizo a ella y a todos a su alrededor miserables, no tenía fe en que había
alguien o algo allá arriba en lo que valiera la pena creer. Eso siempre había
sido suficiente para ella. A través de la habitación, se escuchó un fuerte
estrepito. ________ volteó para ver que Carlos había caído de su silla. La
última vez que le había echado un vistazo, él se estaba balanceando en dos
patas y ahora parecía que la gravedad finalmente había ganado. Mientras el
tropezaba con sus propios pies, Arriane había ido a ayudarlo. Ella miró en su
dirección y ofreció un apurado saludo con la mano.
-¡Él está bien!- gritó entusiasta. -¡Levántate!- le
susurró un poco alto a Carlos. Miss Sophia continuaba sentada, con sus manos en
las rodillas bajo la mesa. Aclaró su garganta un par de veces, abrió nuevamente
la cubierta frontal del libro y recorrió con sus dedos la fotografía, entonces
dijo,
-¿Él te reveló algo más? ¿Sabes quién es James?-
Lentamente, sentándose muy derecha en su silla, ________
preguntó,
-¿Usted lo sabe?- La bibliotecaria se puso rígida
-Yo
estudio estas cosas. Soy una académica. No me complico en temas triviales del
corazón.- Esas fueron las palabras que usó pero todo desde la vena pulsante a
lo largo de su cuello, hasta el casi imperceptible brillo de sudor brotando de
su frente le dijo a ________ que la respuesta a esa pregunta era sí. Sobre sus
cabezas, el enorme reloj antiguo marcaba las once. El minutero tembló con el esfuerzo
de cambiar a su posición, y el artefacto completo sonó por tanto tiempo que interrumpió
su conversación, ________ nunca se había dado cuenta de que tan alto sonaba el reloj.
Ahora, cada campanada le causaba dolor. Había estado lejos de James por tanto tiempo.
-James
pensaba…,- ________ empezó a hablar. -La noche pasada cuando nos besamos por
primera vez, él pensaba que yo iba a morir.- Miss Sophia no pareció
sorprenderse tal como a ________ le hubiera gustado. La chica tronó los
nudillos. -Pero eso es loco, ¿o no? Yo no voy a ir a ningún lado.- Miss Sophia
se quitó los bifocales y frotó sus pequeños ojos.
-Por
ahora.-
-Oh
Dios,- ________ susurró, sintiendo la misma oleada de miedo que la había hecho dejar
a James en el cementerio. Pero ¿Por qué? Había algo que él aún no le decía –
algo que ella sabía tenía el poder de hacerla sentir aun más o mucho menos
temerosa. Algo que ella sabía en si misma que no podría creer. No hasta que
ella viera su rostro de nuevo.
El
libro continuaba abierto mostrando la fotografía. En ese lado, la sonrisa de James
se veía preocupada, como si el supiera –tal como había dicho que siembre sabía-
que había algo rondando en la siguiente esquina. No pudo imaginarse por lo que
él debía estar atravesando en este mismo momento. Para haber abierto todo
acerca de la extraña historia que ambos compartían solo para que ella lo
rechazara completamente. Tenía que encontrarlo. ________ cerró el libro y lo
guardó bajo su brazo. Luego se puso de pie y empujó la silla.
-¿A
dónde vas?- Preguntó nerviosamente Miss Sophia.
-A
encontrar a James.-
-Iré
contigo.-
-No.-
________ sacudió su cabeza, imaginando como sería arrojar sus brazos en torno a
James
trayendo a la bibliotecaria de la escuela consigo. -Usted no tiene que hacerlo.
De verdad.- Miss Sophia estaba muy ocupada inclinándose para amarrar con doble
nudo sus cómodos zapatos. Se levantó y puso una mano en el hombro de ________.
-Confía
en mi,- dijo. -Voy a ir. Espada & Cruz tiene una reputación que mantener. ¿Acaso
piensas que dejamos que nuestros estudiantes anden rondando, como que no quiere
la cosa, durante la noche?-
________
resistió el impulso de contarle a Miss Sophia acerca de su reciente escapada fuera
de las puertas de la escuela. Gruño para si misma. ¿Por qué no traer también a todo
el cuerpo estudiantil para que todos puedan disfrutar del drama? Molly podría tomar
fotografías, Kendall podría empezar otra pelea. ¿Por qué no empezar aquí mismo,
y llevar a Carlos y Arriane quienes, por cierto, habían desaparecido. Miss
Sophia, con el libro en la mano, ya había llegado a la entrada principal. ________
tuvo que correr un poco para alcanzarla, dejando atrás rápidamente el catalogo
de tarjetas, la chamuscada carpeta Persia del escritorio, y las vitrinas de
cristal repletas de reliquias de la Guerra Civil en el ala especial de
colecciones, donde había visto a James dibujando un bosquejo del cementerio la
primera noche en que ella había llegado a este lugar. Ellas Caminaron
adentrándose en la humedad de la noche. Una nube cubría la luna y el Campus
cayó en una negra oscuridad. Entonces, como si alguien hubiera puesto una brújula
en su mano, ________ se sintió guiada a través de las sombras. Sabía
exactamente donde estaban. No cerca de la biblioteca, pero no tan alejadas,
tampoco. Aun no podía verlas, pero ya podía sentirlas, lo que era mucho peor.
Una dolorosa, intensa ansía cubría su piel, filtrándose hasta sus huesos y
sangrando como ácido. Encharcando, coagulándose, haciendo que el cementerio – y
más allá- apestara con su maloliente olor a azufre. Eran mucho más grandes esta
vez. Parecía como si el aire en el Campus estuviera contaminado con su horrible
fetidez de putrefacción.
-¿Dónde
está James?- Preguntó Miss Sophia. ________ comprendió que la bibliotecaria debía
saber un poco sobre el pasado, se veía totalmente inconsciente del peligro de
las sombras. Eso hacía que ________ se sintiera aterrada y sola, responsable de
cualquier cosa que estuviera a punto de suceder.
-No
lo sé- dijo, sintiendo como si no pudiera obtener suficiente oxigeno en el adelgazado,
cenagoso aire nocturno. No quería decir las palabras que sabía las acercarían
–demasiado cerca – a todo eso a lo que temía. Pero ella tenía que ir con James.
-Lo dejé en el cementerio.-
Ellas
atravesaron apresuradamente el Campus, esquivando manchas de lodo que había
dejado la lluvia del otro día. Sólo unas pocas ________s iluminaban el
dormitorio a su derecha. A través de una de las ventanas con barrotes, ________
vio a una chica que raramente sabía lo que era estudiar un libro. Estaban en el
mismo grupo de clases matutino. Era una chica con pinta de lista y un tabique
perforado, así como los estornudos más pequeños – pero ________ nunca la había
escuchado hablar. No tenía idea de si era miserable o disfrutaba la vida. ________
se preguntó en ese momento: ¿Si ella pudiera cambiar lugar con esa chica –quien
nunca había tenido que preocuparse por vidas pasadas, o sombras apocalípticas,
o las muertes de dos chicos inocentes en sus manos- ¿de verdad lo haría? El
rostro de James – de la forma en que se había bañado de luz verde cuando la había
llevado de regreso esta mañana –apareció ante sus ojos. Su reluciente cabello
castaño. Sus tiernos, sabios ojos. La forma en que un toque de sus labios la
transportaba lejos de cualquier oscuridad. Por él, ella sufriría todo esto, y
más. Si tan sólo supiera que tanto más había. Ella y Miss Sophia siguieron
adelante, pasando las crepitantes gradas comunes, luego pasaron por el campo de
soccer. Miss Sophia realmente se mantenía en forma. ________ hubiera estado
preocupada acerca de la rapidez de sus propios pasos si no fuera porque la
mujer todo el tiempo había estado a pocos metros delante de ella. ________
aminoró el paso. El temor de enfrentar las sombras era como la fuerza de un huracán
de frente a ella, haciéndola Caminar más lento. Y aún tuvo más presión. Una incontenible
nausea le dijo que estaba casi a la vista lo que las oscuras cosas podían llevar
a cabo. Se detuvieron en las puertas del cementerio. ________ estaba temblando,
abrazándose a sí misma en un intento fallido de esconder este hecho. Una chica
estaba de espaldas frente a ellas, observando el cementerio que se extendía.
-!
Penn!- La llamó ________, feliz de ver a su amiga. Cuando Penn volteó hacía
ellas, su rostro estaba pálido. Usaba un rompe vientos negro, a pesar del
calor, y sus anteojos estaban empañados por la humedad. Ella estaba temblando
justo al igual que ________.
________
jadeó. -¿Qué sucedió?-
-Yo
venía a buscarte,- dijo Penn, -y entonces un puñado de los otros chicos
corrieron en esta dirección. Ellos se fuera hacía allá abajo.- Apuntó más allá
de las puertas. –Pero yo n-no pude.-
-¿Qué
es?- Preguntó ________. -¿Qué es lo que hay allá abajo?- Pero aunque lo
preguntara, ella sabía que cosa era lo que estaba allá, una cosa que Penn nunca
hubiera sido capaz de ver. La espeluznante sombra oscura incitaba a ________ para
que avanzara, ella sola.
Penn
parpadeaba rápidamente. Se veía aterrorizada. -No tengo idea,- dijo finalmente.
-Al
principio pensé que eran fuegos artificiales. Pero no vi nada en el cielo.- Se estremeció.
-Algo malo va a suceder. Pero no sé qué.-
[/size]
Un libro abierto
________ colapsó en su Cama, dándole una sacudida
al gastado colchón. Después de que ella salió del cementerio –y James- ella prácticamente
corrió hacía su habitación. Ni siquiera se había molestado en encender la luz,
así que tropezó contra la silla de su escritorio y se torció el tobillo. Se
hizo un ovillo y sujetó su lastimado pie. Al menos el dolor era algo real con
lo que ella podía enfrentarse, algo cuerdo y de este mundo. Estaba tan feliz de
estar finalmente a solas. Entonces alguien llamó a su puerta. No la dejaban
tomar un respiro. ________ ignoró los golpes en la puerta. No quería ver a
nadie, y quienquiera que fuese debía entender la indirecta. Otro golpe. Respiración
pesada y flemosa, como soportando una alergia, un sonido de aclararse la
garganta.
Penn. No podía ver a Penn justo en este momento.
Tampoco quería sonar como una desequilibrada si trataba de explicarle todo lo
que le había pasado las últimas veinticuatro horas, o iba realmente a volverse
loca tratando de poner una cara normal y mantenerla así.
Finalmente, ________ escuchó los pasos de Penn
alejándose por el pasillo. Respiró con un suspiro de alivio, que después se
convirtió en un largo, triste gemido. Quería culpar a James por desatar dentro
de ella este sentimiento fuera-de-control, y por un segundo, intentó imaginar
su vida sin él. Excepto que eso era imposible. Como tratar de recordar tu
primera impresión de una casa después de que has vivido ahí por años. Así de
fuerte era lo que él significaba para ella. Y ahora tenía que imaginar un modo
de discurrir a través de las extrañas cosas que él le había dicho esa noche. Pero
en el fondo de su mente, seguía girando alrededor de lo que él le había dicho sobre
las veces que estuvieron juntos en el pasado. Quizá ________ no podía recordar exactamente
los momentos que él describió o los lugares que le mencionó, pero de una extraña
manera, sus palabras no fueron tan impactantes del todo. Había sido de alguna manera
familiar. Por ejemplo, ella inexplicablemente siempre había odiado los dátiles.
La sola vista de uno la hacía sentirse mareada. Ella empezó a alegar que era
alérgica así que su mamá tuvo que dejar de intentar colarlos a escondidas en
cada cosa que horneaba. Y prácticamente toda su vida, estuvo rogándoles a sus
padres que la llevaran a Brasil, aunque nunca pudo explicar exactamente por qué
deseaba ir. Las peonías blancas. James le había regalado un ramo después del
incendio en la librería. Siempre había existido algo inusual, pero a la vez tan
familiar. El cielo a través de su ventana era como un profundo carbón, con sólo
unas borlas de nubes blancas. Su cuarto estaba oscuro, pero los pálidos botones
de las flores en el alfeizar permanecían fuera de las sombras. Habían estado en
el florero por una semana ahora, y ni un solo pétalo se había caído. ________
se incorporó sentándose e inhaló el dulce aroma. No podía culparlo. Si, el
sonaba como un loco, pero también estaba en lo correcto ella era la que había venido tras él una y
otra vez sugiriendo que habían tenido algún tipo de historia. Y no sólo eso.
Era ella quien veía las sombras, la que se mantenía encontrándose involucrada
en la muerte de gente inocente. Había intentado no pensar en Trevor y Todd
cuando James comenzó a hablar de las propias muertes de ella –de cómo la había
visto morir tantas veces. Si había alguna manera de concebir una cosa semejante,
________ hubiera querido preguntar si acaso James sentía que era responsable. Por
la pérdida de ella. Si acaso la realidad de él era algo como la secreta,
horrible, inherente culpa que ella enfrentaba cada día. Se acomodó para
sentarse en la silla de su escritorio, la cual de alguna manera se encontraba a
mitad de la habitación. Ouch. Cuando extendió su mano bajo ella, para alcanzar
lo que fuera el duro objeto sobre el que se había dejado caer, se encontró con un
delgado libro.
________ fue hasta la pared y encendió el
interruptor de su lámpara, bizqueó un poco ante la horrenda luz fluorescente.
El libro en sus manos era uno que nunca antes había visto. Estaba forrado con
una pálida tela avellana, con esquinas desgastadas y pegamento marrón cayéndose
a pedazos en las orillas.
Los Vigilantes: Mitos en Europa Medieval.
El libro de los ancestros de James.
Era pesado y apestaba a humo. Jaló la nota que
estaba pegada dentro de la cubierta frontal.
Si,
encontré una llave adicional y entré ilegalmente a tu habitación. Lo lamento.
¡Pero esto es URGENTE! Y no pude hallarte en ningún lado. ¿Dónde estás?
Necesitas echarle un vistazo a esto, y luego necesitamos tener una conferencia
privada. Me daré una vuelta por aquí en una hora. Procede con precaución.
Xoxo
Penn
________ dejó caer la nota cerca de las flores y se
llevó consigo el libro a la Cama. Se acomodó sentándose con las piernas
oscilando en la orilla. Solamente sostener el libro le provocaba una sensación
extraña, cálida, y vibrante que recorría su piel. Sentía casi que cobraba vida
en sus manos. Lo abrió ávidamente, esperando tener que descifrar alguna espesa
tabla de contenidos o escarbar un índice en la parte de atrás antes de
encontrar algo remotamente emparentado con James. Nunca pasó de la hoja del
título. La pasta dentro de la cubierta frontal del libro era una fotografía en
tonos sepia. Era una foto realmente antigua estilo carte de visite, impresa en
papel amarillento. Alguien había garabateado con tinta en la parte de abajo:
Helston, 1854.
El calor le atravesó sorpresivamente la piel. Tiró
de su suéter negro por encima de su cabeza para quitárselo pero aún así sentía
calor en su torso. El recuerdo de la voz de James sonaba como un eco en su
mente. Yo tengo que vivir para siempre, le había dicho. Tú vienes cada
diecisiete años. Te enamoras de mí, y yo de ti. Y esto provoca tu muerte. Su
cabeza palpitaba. Tú eres mi amor, ________. Para mí, tú eres todo lo que
existe. Siguió con su dedo el perímetro de la línea de la foto pegada dentro
del libro. El papá de ________, el gurú aspirante a fotógrafo, se habría
maravillado de que tan bien preservada estaba la imagen, que tanto valor debía
tener. ________, por su parte, estaba ocupada observando a la gente en la
imagen. Porque, independientemente de que cada palabra salida de la boca de James
fuera verdad, no tenía ningún sentido.
Un hombre joven, con cabello claro cortado al ras y
ojos aún más claros, posaba elegantemente con un estilizado abrigo negro. Su
barbilla alzada y los huesos de la mandíbula bien definidos hacían que su fino
atavío luciera aún más distinguido, pero fueron sus labios los que le dieron a ________
un tipo de comienzo. La forma exacta de su sonrisa, combinada con la mirada en
aquellos ojos… se añadía a una expresión que ________ había visto en cada uno
de sus sueños estas últimas semanas, y sobre todo, en el último par de días, en
persona. Este hombre era la imagen de James. El James que apenas le había dicho
que la amaba – y que ella había reencarnado docenas de veces. El James que
había dicho tantas otras cosas que ________ no quiso oír y de quien ella había
huido. El James que la abandonó debajo del árbol de durazno en el cementerio. Podría
haber sido una notable semejanza. Algún pariente lejano, el autor del libro,
tal vez, de quien graciosamente cada uno de sus genes había pasado por el árbol
genealógico directo hacía James. Excepto que el joven hombre en la foto estaba
posando junto a una joven chica que también parecía alarmantemente familiar. ________
sostuvo el libro a pulgadas de su rostro y contempló absorta la imagen de la mujer.
Usaba un traje de seda negra con volantes, que ceñía su cuerpo hasta la cintura
antes de caer ondulante en anchas sucesiones. Negros guantes con lazos
recubrían sus manos, dejando desnudos sus blancos dedos. Sus dientes pequeños
se veían entre sus labios, que estaban separados en una agradable sonrisa.
Tenía la piel varios tonos más claros que la del hombre. Unos ojos profundos
eran ribeteados por espesas pestañas. Una cascada de negro cabello caía en
densas ondas hacía su cintura.
A ________ le tomó un momento recordar cómo
respirar, y aún así, ella no podía retirar sus ojos tensos del libro. ¿La mujer
en la fotografía?
Era ella.
O ________ había estado en lo correcto, y sus
recuerdos de James habían llegado de un viaje olvidado al Savannah mall, donde
habían posado para unas cursis fotos en la antigua cabina fotográfica que ella
tampoco podía recordar – o James estaba diciéndole la verdad. ________ y James
se conocían el uno al otro. De un tiempo diferente en que habían estado juntos.
Ella no podía respirar. Su vida entera se sacudía en el turbio mar de sus pensamientos,
cada cosa convirtiéndose en una pregunta –la molesta sombra oscura que la
perseguía, la espantosa muerte de Trevor, los sueños…. Tenía que encontrar a
Penn. Si alguien podía llegar a una explicación para semejantes acontecimientos
imposibles, debía ser Penn. Con su inescrutable libro antiguo bajo el brazo, ________
salió de la habitación y corrió hacía la biblioteca. La biblioteca estaba tibia
y vacía, pero algo en el alto techo y las interminables filas de libros
hicieron que ________ se pusiera nerviosa. caminó rápidamente dejando atrás el escritorio
nuevo de la recepción, que aún lucía estéril y sin vida. Pasó por el formidable
y en desuso catálogo de tarjetas así como la interminable sección de referencias
antes de que pudiera llegar a las largas mesas en la sección de estudios en
grupo. En lugar de Penn, ________ encontró a Arriane, jugando una partida de
ajedrez con Carlos. Ella tenía sus pies sobre la mesa y usaba una gorra rayada
de conductor. Su cabello estaba metido bajo ese sombrero y ________ notó
nuevamente, por primera vez desde la mañana en que ella cortó el cabello de
Arriane, la brillante, jaspeada cicatriz que atravesaba su cuello. Arriane
estaba concentrada en el juego. Un cigarro de chocolate se balanceaba entre sus
labios mientras contemplaba su siguiente movimiento. Carlos había retorcido sus
rastas en dos amplios nudos sobre su coronilla. Él miraba con ojos de halcón
hacía Arriane, jugueteando uno de sus peones con su meñique.
-Jaque mate, canijo,- Arriane dijo triunfante,
golpeando fuera al rey de Carlos, justo cuando ________ se detenía bruscamente
en frente de la mesa. -________,- cantó la chica, mirándola. Has estado escondiéndote de mí.-
-No,-
-He escuchado cosas sobre ti,- dijo Arriane,
provocando que Carlos inclinara su cabeza atentamente. -Codazo codazo, guiño
guiño. Eso significa siéntate y confiesa. Ahora mismo.-
________ abrazó el libro en su pecho. No quería
sentarse. Quería recorrer la biblioteca en busca de Penn. No podía tener una
pequeña charla con Arriane –especialmente no frente a Carlos, quien estaba
quitando sus cosas del asiento junto a él.
-Únete a nosotros,- dijo Carlos. ________ se dejó
caer a regañadientes en el borde de la silla. Sólo se quedaría unos pocos minutos.
Era verdad que no había visto a Arriane por un par de días, y bajo circunstancias
normales, ella realmente hubiera extrañado la bizarra forma de ser de la chica.
Pero ahora estaba lejos de estar en circunstancias normales, y ________ no
podía pensar en nada más que en la fotografía.
-Como acabo de limpiar el tablero de ajedrez con el
trasero de Carlos, vamos a empezar un juego nuevo. Qué tal acerca de ‘¿quien
vio una foto incriminatoria de ________ el otro día?’- dijo Arriane, cruzando
sus brazos sobre la mesa.
-¿Qué?- ________ dio un salto hacía a atrás. Apretó
fuertemente con su mano la cubierta del libro, sintiendo sin duda que su tensa
expresión estaba revelando todo. Nunca lo debió haber llevado hasta ahí.
-Te daré tres pistas,- dijo Arriane, entornando los
ojos. -Molly tomó una instantánea de ti zambulléndote en un enorme coche negro
ayer después de clases.-
-Oh.- Suspiró ________.
-Ella se iba a convertir en un Randy,- continuó
Arriane. -Hasta que yo le dirigí un por qué hacerlo. Mmm-Hmm.- Chasqueó sus
dedos. -Ahora, para mostrar tu gratitud, dime ¿te estaban llevando furtivamente
para ver a un loquero fuera del Campus?- Bajó el tono de su voz hasta
convertirla en un susurro y golpeó con sus dedos sobre la mesa. -¿O es que te
conseguiste un amante?- ________ miró furtivamente a Carlos, quien la veía fijamente.
-Ninguna de las dos cosas,- dijo, -Sólo salí por un
ratito para tener una conversación con Kendall. Aunque no iba a ser así
exactamente
-¡Bam! Paga, Arri,- dijo Carlos, sonriendo
burlonamente. -Me debes diez billetes.- La quijada de __________ se abrió con sorpresa. Arriane le
dio una palmadita a su mano.
-No es un gran asunto, sólo hicimos una pequeña
apuesta para mantener las cosas interesantes. Yo asumí que era con James con quien
te habías ido. Carlos escogió que con Kendall. Me has mandado a la quiebra, ________.
No me agrada.-
-Yo estuve con James,- agregó ________, sin saber
realmente por qué sentía la necesidad de aclararles el asunto. ¿Acaso no tenían
ellos algo mejor que hacer en vez de sentarse por ahí adivinado con quién
pasaba ella su tiempo?
-Oh,- dijo Carlos, sonando decepcionado. -La trama
se complica.-
-Carlos,- ________ volteó hacía él. -Necesito
pedirte algo.-
-Habla conmigo.- Él extrajo una libreta y una pluma
de su saco negro con blanco a rayas. Colocó la pluma sobre el papel, como un
mesero tomando una orden. -¿Qué es lo que quieres? ¿Café? ¿Un trago? Sólo tengo
bebidas fuertes los viernes. ¿Periódicos viejos?-
-¿Cigarrillos?- Ofreció Arriane, ceceando a través
del chocolate en su boca.
-No.- ________ sacudió su cabeza, negando. -Nada de
eso.-
-Okay, un pedido especial. Olvidé la carta en la
habitación.- Carlos se encogió de hombros. -Puede usted venir después--
-No necesito que me traigas nada. Solo quiero saber--
________ tragó saliva. -Tú eres amigo de James, ¿correcto?-
Él asintió con indiferencia. -No odio al tipo.-
-¿Pero tú crees en él?- inquirió la chica. -Me
refiero a que, si él te dijera algo que sonara loco, ¿qué tanto le creerías?-
Carlos la miró entrecerrando los ojos, pareciendo
momentáneamente perplejo, pero Arriane rápidamente saltó sobre la mesa y
balanceó sus pies hacía el lado de ________.
-¿Exactamente de qué estamos hablando?- ________ se
quedó quieta.
-No importa.- Nunca debió haber planteado el tema.
El total lío de los detalles regresaba a su mente. Tomó el libro de la mesa. -Tengo
que irme,- dijo. -Lo lamento.-
Ella empujó su silla y se caminó alejándose. Sus
piernas las sentía pesadas y torpes, su mente sobrecargada. Una soplo de viento
levantó el cabello por detrás de su cuello y volteó bruscamente la cabeza en
busca de las sombras. Nada. Sólo una ventana abierta, en lo alto, cerca de las
vigas de la biblioteca. Sólo un pequeño nido escondido en la cornisa. Revisando
la biblioteca otra vez, ________ encontró difícil creerle a sus ojos. Realmente
no había señales de ellas, nada de zarcillos de tinta oscura o el escalofriante
clima avellana turbulento – pero ________ podía sentir su marcada cercanía,
podía incluso sentir el olor salado y sulfuroso en el aire. ¿Dónde estarían, si
no cazándola? Ella siempre había considerado que las sombras eran suyas
solamente. Nunca consideró que pudieran ir a otros lugares, hacer otras cosas
–atormentar a otra gente. ¿James las había visto, también?
Rodeando la esquina hacía los cubículos de cómputo
en la parte de atrás de la biblioteca, donde pensaba que podría encontrar a
Penn, ________ chocó de lleno con Miss Sophia. Ambas se tambalearon y Miss
Sophia se sostuvo de ________ para estabilizarse a sí misma. Iba vestida con
unos jeans a la moda y una blusa blanca larga, con una bufanda roja bordada de
cardigán alrededor de sus hombros. Sus anteojos metálicos de color verde
colgaban de una cadena multicolor alrededor de su cuello. ________ se
sorprendió de qué tan fuerte la había sujetado.
-Discúlpeme,- murmuró ________.
-¿Por qué, ________, qué es lo que sucede?- Miss
Sophia presionó su mano en la
frente de ________. El aroma a talco de bebé de sus
manos saturó la nariz de la chica. -No te ves bien.-
________ tragó saliva, conteniéndose de no estallar
en lágrimas solo porque la simpática bibliotecaria mostraba compasión por ella.
-Es que no estoy bien.-
-Lo sabía,- dijó Miss Sophia. -Perdiste las clases
de hoy y no estuviste en la reunión de alumnos la otra noche. ¿Necesitas que te
vea un doctor? Si mi kit de primeros auxilios no se hubiera quemado en el
incendio, te tomaría la temperatura aquí mismo.-
-No, bueno, no lo sé.- ________ sostuvo el libro
frente a ella y contemplo la posibilidad de decirle todo a Miss Sophia,
empezando desde el principio... ¿que había sido cuándo? Sólo que, no tuvo que
hacerlo. Miss Sophia miró el libro, suspiró y le dirigió una mirada de
complicidad a ________.
-Finalmente lo encontraste, ¿no es así?, Vamos, hay
que charlar.-
Hasta la bibliotecaria sabía más que ________
acerca de su vida. ¿Vidas? No podía ni imaginarse el significado de eso, o como
algo de eso era posible. Siguió a Miss Sophia hasta una mesa en una esquina en
la parte de atrás de la sección de estudio. Aún podía ver a Carlos y Arriane
con el rabillo del ojo, pero al menos ellos parecían estar lejos de estar
atentos para escuchar la conversación.
-¿Cómo encontraste esto? Miss Sophia palmeó la mano
de ________ y se deslizó las gafas. Sus pequeños ojos de perlas negras
centellearon detrás de los bifocales. -No te preocupes, no estás en problemas,
querida.-
-No sé. Penn y yo habíamos estado buscándolo. Era
una idea estúpida. Pensamos que tal vez el autor era un pariente de James, pero
no estábamos seguras. Cada vez que veníamos a buscarlo, parecía que acababa de
ser prestado a alguien. Pero, cuando regresé esta noche, Penn lo había dejado
en mi habitación--
-Así que ¿Pennywheather conoce también sobre su
contenido?-
-No lo sé,- dijo ________ sacudiendo su cabeza.
Podía sentirse a sí misma hablando incoherentemente, y aún así no podía
callarse. Miss Sophia era también como la agradable, estrafalaria abuela que
nunca tuvo. La idea de un gran viaje de compras de su propia abuela era ir a la
tienda de abarrotes. Además, se sentía tan bien el sólo hablar con alguien. -No
había sido capaz de encontrarla ayer, sólo porque estuve con James, y usualmente
el actúa tan extraño, pero la noche anterior me besó, y estuvimos fuera hasta que-
-Discúlpame, querida,- la interrumpió Miss Sophia,
hablando un poco más alto, -¿pero acabas de decir que James Grigori te besó?-
________ cubrió su boca con ambas manos. No podía
creer que acabara de decirle eso a Miss Sophia. Realmente debía estar perdiendo
la cabeza. -Lo siento, eso era completamente irrelevante, Y vergonzoso. No sé
porque se me escapó decirlo.- Aclaró mientras se abanicaba las mejillas
encendidas. Pero ya era demasiado tarde. A través de la sección de estudio,
Arriane tronó contra ________, -¡Gracias por
decirme!- Su rostro mostraba asombro.
Pero Miss Sophia capturó bruscamente la atención de
________ cuando arrancó el libro de las manos de ________. -Un beso entre James
y tú es no solo irrelevante, querida, es usualmente imposible.-
La profesora acarició su barbilla y miró hacia el
cielo. -Lo cual significa… bueno, esto no puede significar que…-
Los dedos de Miss Sophia empezaron a volar hojeando
el libro, volteando cada página con un milagroso ritmo.
-¿Qué quiere decir con, ‘usualmente’?- ________
nunca se había sentido tan excluida de su propia vida.
-Olvida lo del beso.- Miss Sophia agitó su mano
hacia ________, dejándola desconcertada. -Eso no es la mitad de esto. EL beso
no significa nada a menos que…- murmuró las últimas palabras escondiéndolas
bajo su respiración y continuó de regreso a girar las páginas. ¿Qué sabía Miss
Sophia? El beso de James significaba todo. ________ observó a Miss Sophia mover
velozmente sus dedos con cierta reserva, hasta que algo en una de las páginas
capturó su atención.
-Regrésemelo,- dijo ________, extendiendo su mano
hacia Miss Sophia para detenerla. Miss Sophia se recargó lentamente mientras ________
regresaba las delgadas, translucidas páginas. Ahí. Se llevó una mano al
corazón. En el margen había una serie de dibujos hechos en tinta más oscura.
Hechos rápidamente, pero por una elegante y fina mano. Por alguien con un
cierto talento. ________ recorrió con sus dedos los dibujos, abarcándolos. La
suave pendiente de un hombro femenino visto desde atrás, con el cabello anudado
en un moño bajo. Delicadas rodillas desnudas cruzada una sobre la otra,
destacando un cintura sombreada. Una larga y delgada muñeca daba paso a una
palma abierta en la cual una enorme, floreciente peonia descansaba. Los dedos
de ________ empezaron a temblar. Un nudo subía por su garganta. No sabía por
qué esto, fuera de lo que había visto y oído ese día, era suficientemente
hermoso – suficientemente trágico- como para finalmente hacerla romper en
llanto. El hombro, las rodillas, la cintura…. Todo era de ella. Y sabía –que
todo eso había sido dibujado por la mano de James.
-________.- Miss Sophia se veía nerviosa,
lentamente alejó su silla de la mesa. -¿Estas segura de que te sientes
totalmente bien?-
-Oh, James,- Susurró ________, desesperada por
estar cerca de él otra vez. Se enjugó una lágrima.
-Él está condenado, ________.- Miss Sophia añadió
en una sorpresiva fría voz. -Ambos lo están.- Condenado. James había hablado
acerca de estar condenado. Esa era su palabra para todo esto. Pero él se había
referido a sí mismo. No a ella.
-¿Condenado?- Repitió ________. Solo que, ella no
quería escuchar nada más. Todo lo que quería era encontrarlo a él. Miss Sophia
chasqueó sus dedos en frente del rostro de ________. ________ la miró a los ojos,
lentamente, lánguidamente, sonriendo tontamente.
-Aún no estás despierta,- Murmuró Miss Sophia.
Cerró el libro de golpe, capturando la atención de ________ y extendió sus
manos sobre la mesa. -¿Él te ha dicho algo? Después del beso ¿Quizá?-
-Me dijo…- Empezó ________. -Esto sonara loco.-
-Así sucede frecuentemente con estas cosas.-
-Me dijo que nosotros dos… somos alguna clase de
amantes cruzados-por-las-estrellas.- ________ cerró sus ojos, recordando su
largo catalogo de vidas pasadas. Al principio la idea la sentía extraña, pero
ahora ella estaba empezando a entender, ella pensó que tal vez era la cosa más
romántica que había sucedido en la historia del mundo. -Me habló de todas las
veces que nos hemos enamorado, en Rio, y Jerusalén, Tahití--
-Eso sí que suena bastante loco,- Dijo Miss Sophia.
-Pero, por supuesto, ¿Tú no lo crees?-
-Al principio no,- contestó ________, recordando su
acalorado desacuerdo bajo el árbol de durazno. -Él empezó a sacar el tema de la
Biblia, lo que hizo que mi instinto lo rechazara- se mordió la lengua. -Sin
ofender. Quiero decir, Creo que sus clases son realmente interesantes.-
-No hay problema. La gente de tu edad comúnmente se
aparta de su educación religiosa. No es nada nuevo, ________.-
-Oh,- ________ tronó sus nudillos. -Pero no tenía
una educación religiosa. Mis padres no creen es eso, así que-
-Todos creen en algo. ¿Seguramente que si fuiste
bautizada?-
-No, si no cuenta la alberca construida bajo los
bancos de la iglesia de aquel lado,- Dijo ________ tímidamente, sacudiendo su
pulgar en dirección al gimnasio de Espada & Cruz. Si, ella celebraba la
Navidad, había estado en la iglesia un puñado de veces, y aún cuando su vida la
hizo a ella y a todos a su alrededor miserables, no tenía fe en que había
alguien o algo allá arriba en lo que valiera la pena creer. Eso siempre había
sido suficiente para ella. A través de la habitación, se escuchó un fuerte
estrepito. ________ volteó para ver que Carlos había caído de su silla. La
última vez que le había echado un vistazo, él se estaba balanceando en dos
patas y ahora parecía que la gravedad finalmente había ganado. Mientras el
tropezaba con sus propios pies, Arriane había ido a ayudarlo. Ella miró en su
dirección y ofreció un apurado saludo con la mano.
-¡Él está bien!- gritó entusiasta. -¡Levántate!- le
susurró un poco alto a Carlos. Miss Sophia continuaba sentada, con sus manos en
las rodillas bajo la mesa. Aclaró su garganta un par de veces, abrió nuevamente
la cubierta frontal del libro y recorrió con sus dedos la fotografía, entonces
dijo,
-¿Él te reveló algo más? ¿Sabes quién es James?-
Lentamente, sentándose muy derecha en su silla, ________
preguntó,
-¿Usted lo sabe?- La bibliotecaria se puso rígida
-Yo
estudio estas cosas. Soy una académica. No me complico en temas triviales del
corazón.- Esas fueron las palabras que usó pero todo desde la vena pulsante a
lo largo de su cuello, hasta el casi imperceptible brillo de sudor brotando de
su frente le dijo a ________ que la respuesta a esa pregunta era sí. Sobre sus
cabezas, el enorme reloj antiguo marcaba las once. El minutero tembló con el esfuerzo
de cambiar a su posición, y el artefacto completo sonó por tanto tiempo que interrumpió
su conversación, ________ nunca se había dado cuenta de que tan alto sonaba el reloj.
Ahora, cada campanada le causaba dolor. Había estado lejos de James por tanto tiempo.
-James
pensaba…,- ________ empezó a hablar. -La noche pasada cuando nos besamos por
primera vez, él pensaba que yo iba a morir.- Miss Sophia no pareció
sorprenderse tal como a ________ le hubiera gustado. La chica tronó los
nudillos. -Pero eso es loco, ¿o no? Yo no voy a ir a ningún lado.- Miss Sophia
se quitó los bifocales y frotó sus pequeños ojos.
-Por
ahora.-
-Oh
Dios,- ________ susurró, sintiendo la misma oleada de miedo que la había hecho dejar
a James en el cementerio. Pero ¿Por qué? Había algo que él aún no le decía –
algo que ella sabía tenía el poder de hacerla sentir aun más o mucho menos
temerosa. Algo que ella sabía en si misma que no podría creer. No hasta que
ella viera su rostro de nuevo.
El
libro continuaba abierto mostrando la fotografía. En ese lado, la sonrisa de James
se veía preocupada, como si el supiera –tal como había dicho que siembre sabía-
que había algo rondando en la siguiente esquina. No pudo imaginarse por lo que
él debía estar atravesando en este mismo momento. Para haber abierto todo
acerca de la extraña historia que ambos compartían solo para que ella lo
rechazara completamente. Tenía que encontrarlo. ________ cerró el libro y lo
guardó bajo su brazo. Luego se puso de pie y empujó la silla.
-¿A
dónde vas?- Preguntó nerviosamente Miss Sophia.
-A
encontrar a James.-
-Iré
contigo.-
-No.-
________ sacudió su cabeza, imaginando como sería arrojar sus brazos en torno a
James
trayendo a la bibliotecaria de la escuela consigo. -Usted no tiene que hacerlo.
De verdad.- Miss Sophia estaba muy ocupada inclinándose para amarrar con doble
nudo sus cómodos zapatos. Se levantó y puso una mano en el hombro de ________.
-Confía
en mi,- dijo. -Voy a ir. Espada & Cruz tiene una reputación que mantener. ¿Acaso
piensas que dejamos que nuestros estudiantes anden rondando, como que no quiere
la cosa, durante la noche?-
________
resistió el impulso de contarle a Miss Sophia acerca de su reciente escapada fuera
de las puertas de la escuela. Gruño para si misma. ¿Por qué no traer también a todo
el cuerpo estudiantil para que todos puedan disfrutar del drama? Molly podría tomar
fotografías, Kendall podría empezar otra pelea. ¿Por qué no empezar aquí mismo,
y llevar a Carlos y Arriane quienes, por cierto, habían desaparecido. Miss
Sophia, con el libro en la mano, ya había llegado a la entrada principal. ________
tuvo que correr un poco para alcanzarla, dejando atrás rápidamente el catalogo
de tarjetas, la chamuscada carpeta Persia del escritorio, y las vitrinas de
cristal repletas de reliquias de la Guerra Civil en el ala especial de
colecciones, donde había visto a James dibujando un bosquejo del cementerio la
primera noche en que ella había llegado a este lugar. Ellas Caminaron
adentrándose en la humedad de la noche. Una nube cubría la luna y el Campus
cayó en una negra oscuridad. Entonces, como si alguien hubiera puesto una brújula
en su mano, ________ se sintió guiada a través de las sombras. Sabía
exactamente donde estaban. No cerca de la biblioteca, pero no tan alejadas,
tampoco. Aun no podía verlas, pero ya podía sentirlas, lo que era mucho peor.
Una dolorosa, intensa ansía cubría su piel, filtrándose hasta sus huesos y
sangrando como ácido. Encharcando, coagulándose, haciendo que el cementerio – y
más allá- apestara con su maloliente olor a azufre. Eran mucho más grandes esta
vez. Parecía como si el aire en el Campus estuviera contaminado con su horrible
fetidez de putrefacción.
-¿Dónde
está James?- Preguntó Miss Sophia. ________ comprendió que la bibliotecaria debía
saber un poco sobre el pasado, se veía totalmente inconsciente del peligro de
las sombras. Eso hacía que ________ se sintiera aterrada y sola, responsable de
cualquier cosa que estuviera a punto de suceder.
-No
lo sé- dijo, sintiendo como si no pudiera obtener suficiente oxigeno en el adelgazado,
cenagoso aire nocturno. No quería decir las palabras que sabía las acercarían
–demasiado cerca – a todo eso a lo que temía. Pero ella tenía que ir con James.
-Lo dejé en el cementerio.-
Ellas
atravesaron apresuradamente el Campus, esquivando manchas de lodo que había
dejado la lluvia del otro día. Sólo unas pocas ________s iluminaban el
dormitorio a su derecha. A través de una de las ventanas con barrotes, ________
vio a una chica que raramente sabía lo que era estudiar un libro. Estaban en el
mismo grupo de clases matutino. Era una chica con pinta de lista y un tabique
perforado, así como los estornudos más pequeños – pero ________ nunca la había
escuchado hablar. No tenía idea de si era miserable o disfrutaba la vida. ________
se preguntó en ese momento: ¿Si ella pudiera cambiar lugar con esa chica –quien
nunca había tenido que preocuparse por vidas pasadas, o sombras apocalípticas,
o las muertes de dos chicos inocentes en sus manos- ¿de verdad lo haría? El
rostro de James – de la forma en que se había bañado de luz verde cuando la había
llevado de regreso esta mañana –apareció ante sus ojos. Su reluciente cabello
castaño. Sus tiernos, sabios ojos. La forma en que un toque de sus labios la
transportaba lejos de cualquier oscuridad. Por él, ella sufriría todo esto, y
más. Si tan sólo supiera que tanto más había. Ella y Miss Sophia siguieron
adelante, pasando las crepitantes gradas comunes, luego pasaron por el campo de
soccer. Miss Sophia realmente se mantenía en forma. ________ hubiera estado
preocupada acerca de la rapidez de sus propios pasos si no fuera porque la
mujer todo el tiempo había estado a pocos metros delante de ella. ________
aminoró el paso. El temor de enfrentar las sombras era como la fuerza de un huracán
de frente a ella, haciéndola Caminar más lento. Y aún tuvo más presión. Una incontenible
nausea le dijo que estaba casi a la vista lo que las oscuras cosas podían llevar
a cabo. Se detuvieron en las puertas del cementerio. ________ estaba temblando,
abrazándose a sí misma en un intento fallido de esconder este hecho. Una chica
estaba de espaldas frente a ellas, observando el cementerio que se extendía.
-!
Penn!- La llamó ________, feliz de ver a su amiga. Cuando Penn volteó hacía
ellas, su rostro estaba pálido. Usaba un rompe vientos negro, a pesar del
calor, y sus anteojos estaban empañados por la humedad. Ella estaba temblando
justo al igual que ________.
________
jadeó. -¿Qué sucedió?-
-Yo
venía a buscarte,- dijo Penn, -y entonces un puñado de los otros chicos
corrieron en esta dirección. Ellos se fuera hacía allá abajo.- Apuntó más allá
de las puertas. –Pero yo n-no pude.-
-¿Qué
es?- Preguntó ________. -¿Qué es lo que hay allá abajo?- Pero aunque lo
preguntara, ella sabía que cosa era lo que estaba allá, una cosa que Penn nunca
hubiera sido capaz de ver. La espeluznante sombra oscura incitaba a ________ para
que avanzara, ella sola.
Penn
parpadeaba rápidamente. Se veía aterrorizada. -No tengo idea,- dijo finalmente.
-Al
principio pensé que eran fuegos artificiales. Pero no vi nada en el cielo.- Se estremeció.
-Algo malo va a suceder. Pero no sé qué.-
[/size]
gisell portilla
Re: Fallen "oscuros" (James Maslow & tu) terminada
Chicas estos son los últimos capítulos espero y los disfruten
;) les pasare el link de la segunda temporada
;) les pasare el link de la segunda temporada
gisell portilla
Página 5 de 6. • 1, 2, 3, 4, 5, 6
Temas similares
» Sexo con mi tío (James Maslow & Tu) -ADAPTADA- TERMINADA
» all i want is everything ( james maslow y tu ) terminada ..
» Secret Sex (James Maslow & tu) -ADAPTADA- TERMINADA
» ♥ Jugando con tu Corazón ♥- [James Maslow y Tu] ~Terminada~
» Plantado en el altar{James Maslow y tu] TERMINADA
» all i want is everything ( james maslow y tu ) terminada ..
» Secret Sex (James Maslow & tu) -ADAPTADA- TERMINADA
» ♥ Jugando con tu Corazón ♥- [James Maslow y Tu] ~Terminada~
» Plantado en el altar{James Maslow y tu] TERMINADA
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
Página 5 de 6.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
Miér 20 Nov 2024, 12:51 am por SweetLove22
» My dearest
Lun 11 Nov 2024, 7:37 pm por lovesick
» Sayonara, friday night
Lun 11 Nov 2024, 12:38 am por lovesick
» in the heart of the circle
Dom 10 Nov 2024, 7:56 pm por hange.
» air nation
Miér 06 Nov 2024, 10:08 am por hange.
» life is a box of chocolates
Mar 05 Nov 2024, 2:54 pm por 14th moon
» —Hot clown shit
Lun 04 Nov 2024, 9:10 pm por Jigsaw
» outoflove.
Lun 04 Nov 2024, 11:42 am por indigo.
» witches of own
Dom 03 Nov 2024, 9:16 pm por hange.