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Fallen "oscuros" (James Maslow & tu) terminada
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
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Re: Fallen "oscuros" (James Maslow & tu) terminada
Jeee cierto, perdón, es la prepa , pero gracias por tu espera!
gisell portilla
Re: Fallen "oscuros" (James Maslow & tu) terminada
ahh y una cosa mas, porfa pasense por esta nove, fue la primer nove que publique y con la que empecé, me encantaria ver que se paseen por mis caps. aun no esta terminada, sigo escribiendo, pero espero y les guste ;)
https://onlywn.activoforo.com/t11506-stuck-in-the-dark?highlight=STUK+IN+THE+DARK
comenten para seguirla porfa y les subo un maraton
gisell portilla
Re: Fallen "oscuros" (James Maslow & tu) terminada
Capitulo 2
Apta para ser aceptada
Ahora co pedazo de papel con mi horario impreso, un cuaderno medio vacío que había comenzado a llenar en Dover en la clase de historia Europea avanzada, del año pasado, dos lápices del número de dos y medio, y mi goma de borrar favorita, y la repentina y mala sensación de que Arriane podría haber estado en lo correcto sobre las clases de Espada & Cruz.
El profesor aun tenía que materializarse, los quebradizos escritorios estaban ordenados en desorganizadas filas, y el closet de materiales estaba bloqueado con hileras de cajas polvorientas en frente de él.
Lo que era peor, ninguno de los chicos podía notar el desarreglo. De hecho, ninguno de los otros chicos parecía notar que estaban en clase. Todos se mantuvieron de pie agrupados cerca de la ventana; dando la última fumada de cigarrillo aquí, reposicionando los extra-largos alfileres de gancho en sus camisas allá. Solo Todd estaba sentado en un escritorio, algo embobado con su lápiz. Pero los otros nuevos estudiantes parecían ya haber encontrado su lugar en medio del gentío. Kendall tenía el grupo de chicos similares a los de Dover en un grupo apretado alrededor de él. Ellos debían de haber sido amigos cuando se habían matriculado en Espada & Cruz la primera vez. Gabbe estaba estrechando manos con la chica del piercing en la lengua que había estado acariciándose con el chico de piercing en la lengua allá afuera. “Esto es increíblemente estúpido”, decidí sentarme a lado de Todd el inofensivo Todd. Arriane revoloteaba sobre los otros, susurrando cosas que no podía
descifrar, como cierta clase de princesa gótica. Cuando pasó a Kendall, él
desordeno su cabello recién cortado.
-Linda ropa (trapero), Arriane.- Él se rió burlonamente, tirando de un mechón
en su cuello. -Mis felicitaciones a tu estilista- Arriane le dio un manotazo.
-Manos fuera, Kendall. Es decir: en tus sueños.- Ella
apunto con su cabeza en dirección a mi.
-Y tu puedes dar tus cumplidos a mi nueva mascota, justo allá- Los ojos esmeralda de Kendall brillaron hacia acá, provocando que me pusiera rígida.
-Creo que debería- él dijo, y comenzó a caminar hacia mi.
Él sonrió, mientras estaba sentada con los tobillos cruzados bajo la silla y
las manos dobladas ordenadamente en su escritorio lleno de grafitis
-Nosotros los chicos nuevos tenemos que apoyarnos- él dijo. -¿Sabes a lo que
me refiero?-
-Pero yo pensé que tu habías estado aquí antes-
-No creas todo lo que dice Arriane- Él dirigió una mirada a Arriane, la cual
estaba parada en la ventana, mirándonos sospechosamente.
-Oh, no, ella no dijo nada sobre ti,- dije rápidamente, tratando de recordar si eso era o no verdad en realidad. Era claro que Kendall y Arriane no se agradaban, y aunque le agradecía a Arriane el haberme acompañado esta mañana, no estaba lista para tomar partido por ningún lado aun.
-Recuerdo cuando era un chico nuevo aquí…la primera vez.- Él se rió de sí mismo. -Mi banda recién se había separado, estaba perdido. No conocía a nadie. Podría haber necesitado a alguien sin- él miro a Arriane -una agenda para mostrarme cómo funcionaba.-
-Qué, ¿Y tú no tienes una agenda?- sorprendida de escuchar un timbre de coqueteo en su voz.
Una sonrisa relajada se extendió por la cara de Kendall. Él levantó una ceja -Y pensar que no quería volver aquí.-
Me sonroje, usualmente no me relacionaba con chicos rockeros, pero de nuevo, ninguno de ellos había alguna vez empujado mis escritorio junto a mi incluso más cerca, sentado junto a mí, y mirado fijamente con ojos mucho más verdes. Kendall alcanzo su bolsillo y sacó una uñeta de guitarra verde con el número 44 impreso.
-Este es el número de mi pieza. Acércate cuando quieras- La uñeta no estaba alejada del color de los ojos de Kendall, “¿cómo y cuando él había tenido esto impreso, pero antes de que pudiera responder y quien sabe que hubiera respondido” Arriane aplasto pesadamente su mano en el hombro de Kendall.
-Lo siento, ¿No me exprese claramente? Yo ya tengo derechos sobre este.-
Kendall dejo pasar aire fuertemente por su nariz en señal de desagrado. Él me miro directamente mientras decía…
-Verás, Pensé que aun existía algo llamado libre voluntad. Quizá tu mascota tiene un camino para misma en mente- abrí mi boca para replicar, claro que tenía un camino, era solo el primer día y aun estaba comprendiendo como todo funcionaba.
Pero para el momento en que fui capaz de tener las palabras claras en la cabeza, la campana de advertencia sonó, y el pequeño grupo alrededor del escritorio de se disolvió. Los otros chicos llenaron los escritorios alrededor de mi, y pronto dejo de ser tan notorio que estaba sentada formal y correctamente en su escritorio, manteniendo un ojo en la puerta. Manteniendo un puesto de observación hacia
James.
Por el rabillo del ojo, podía sentir a Kendall echando miradas hacia mí. Me sentí halagada-y nerviosa, luego frustrada conmigo misma. ¿James? ¿Kendall? Ella había estado en esta escuela por cuanto, ¿45 minutos?, y mi mente ya estaba haciendo malabares con dos chicos diferentes. La única razón por la que estaba en esta escuela era porque la última vez que había estado interesada en un chico, las cosas habían vuelto horrible, horriblemente malas. No debería estar permitiéndome sentirme impresionada (dos veces!) en el primer día de escuela.
Mire hacia Kendall, quien cerró un ojo, y luego se retiro el cabello de los ojos. Dejando la buena apariencia de lado-si, claro- él de verdad parecía una persona digna de conocer. Como yo, él estaba aun ajustándose al esquema, pero claramente había estado alrededor de Espada & Cruz un par de veces antes. Y él era agradable. Pensé en la uñeta de guitarra verde con su número de habitación, deseando que no las diera libremente. Nosotros podríamos ser…amigos. Quizá eso era todo lo que necesito. Quizá entonces podría parar de sentirme tan obviamente fuera de lugar en Espada & Cruz.
Quizá entonces sería capaz de perdonar el hecho de que la única ventana del salón de clase fuera del tamaño de un sobre de negocios, cubiertas de cal, y mirando hacia un enorme mausoleo en el cementerio.
Quizá entonces sería capaz de olvidar el olor a peróxido cosquilleante en mi nariz, proveniente del blanqueado rubio de la chica punk sentada frente de mí.
Quizá entonces podría poner atención al severo, profesor con bigotes que entró en la sala, comandando a la clase a guardar silencio y sentarse, cerrando firmemente la puerta.
El más pequeño retorcijón de desilusión tiro de mi corazón. Me tomó un momento darme cuenta de donde había venido. Antes de que el profesor cerrara la puerta, había estado guardando cierta esperanza de que James estuviera en la primera clase, también.
¿Qué tenía la próxima hora, Francés? mire hacia el horario para chequear en que sala estaba. Justo en ese minuto, un aeroplano de papel sobrevoló sobre el horario, golpeo su escritorio, y aterrizó en el piso junto a su mochila. Mire para ver quien lo había notado, pero el profesor estaba ocupado en una pieza de tiza mientras escribía algo en la pizarra.
Mire nerviosamente hacia la izquierda. Cuando Kendall miró hacia mí, dedico un guiño y un pequeño y coqueto saludo con la mano que hizo que todo mi cuerpo se tensara de nuevo. Pero el no parecía haber visto ni ser el responsable del aeroplano de papel.
-Psssst,- vino un susurro silencioso detrás de él. Era Arriane, quien le indicó con el mentón que recogiera el aeroplano. Me doble para alcanzarlo y vi mi nombre escrito en pequeñas letras negras en el ala. ¡Mi primera nota!
¿Ya esperando la salida?
No es un buen signo
Estamos en este agujero del infierno hasta el almuerzo
Eso tenía que ser una broma. Di un chequeo por segunda vez a mi horario y me di cuenta con horror que las tres clases de la mañana eran en esta misma sala número 1 y las tres serían enseñadas por el mismo Sr. Cole. Él dejo el pizarrón y estaba caminando somnolientamente a través de la sala. No había introducción para los chicos nuevos, no podía decidir si estaba feliz por eso o no. El Sr. Cole solamente había estampando el listado de libros en cada uno de los escritorios de los estudiantes nuevos.
Cuando el paquete arrugado aterrizo en frente, me incline hacia adelante entusiasmada por echar un vistazo.
Historia del mundo, se leía.
Abstenerse el castigo de la humanidad.
Mmm historia siempre había sido mi materia fuerte, pero ¿abstenerse el castigo?
Una mirada más cercana al cuestionario fue todo lo que me tomo ver que
Arriane había estado bien respecto a estar en un agujero del infierno: una carga de lectura imposible, PRUEBA en grande, letras en negrita cada tercer periodo de clase, y un ensayo de 30 páginas encima “¿en serio?”.
Gruesos paréntesis negros habían sido dibujados en Sharpie negro
(Clase de plumón) alrededor de las tareas que había perdido durante las primeras semanas de clase. En los márgenes, el Sr. Cole había escrito Veme para la confección de tu tarea de investigación. Si había una forma más efectiva de succionar tu alma, estaría asustada de encontrarla.
Al menos, tenía a Arriane sentado ahí atrás en la siguiente fila. Estaba agradecida de que el precedente de el paso de notas SOS ya se hubiera establecido. Yo y Callie solíamos enviarnos mensajes de texto furtivamente, pero para hacerlo aquí, Tendría definitivamente que aprender como doblar un aeroplano de papel gigante. Arranque una hoja del cuaderno y harta de tratar de usar el de Arriane como modelo.
Después de unos desafiantes minutos de origami, otro avión aterrizo en el banco. Dirigí mi mirada hacia Arriane, la cual agito su cabeza y dio un “aun tienes mucho que aprender” giro de ojos.
Me encogí de hombros disculpándome y gire para abrir la segunda nota:
Oh, y hasta que estés segura de tu propósito, tu no querrás volar ningún mensaje relacionado a James hacia mí. El tipo atrás de ti es famoso en el campo de futbol por sus intercepciones.
Bueno saberlo. Ni siquiera había visto al amigo de James, Carlos entrar tras de mi. Ahora gire un poco en el asiento hasta que alcance a ver un poco por el rabillo del ojo. Me atreví a ojear su cuaderno en el escritorio y capte su nombre completo. Carlos Peña.
-No pasaje de notas- dijo el Sr. Cole severamente, causando que girara la cabeza de vuelta con atención. -Sin plagio, y sin mirar a los trabajos de otros. Yo no me forcé a través de la escuela de graduados solo para recibir su atención dividida. asentí al unísono con los otros aturdidos chicos solo hasta que el tercer avión giro hasta parar en medio del escritorio.
Solo 172 minutos para irse!
Ciento setenta y tres torturantes minutos más tarde, Arriane me guiaba a la cafetería.
-¿Qué es lo que piensas?- preguntó.
-Que tenias razón- dije entumecida, todavía recobrándome de cuan dolorosamente desolador habían sido las primeras tres horas de clase. -¿Por qué alguien enseñaría una materia tan depresiva?- las muertes de los antepasados y todo eso, además aburridas.
-Aw, Cole se relajara pronto. El pone su no-insolencias rostro cada vez que hay un nuevo estudiante. Como sea,- dijo Arriane, empujando, -podría ser peor. Podrías haber quedado asignada a la Sra. Tross.- ¿Señora Tross?, de atroz, o ¿Qué? Mire, hacia el horario.
-La tengo en biología en el bloque de la tarde,- dije con un sentimiento hundiéndose en mi estomago.
Mientras Arriane escupía una risa, sentí un golpe en su hombro. Era
Kendall, pasándolas en su camino hacia el almuerzo. Me habría desparramado en el piso si no fuera por su mano alcanzándome para estabilizarme.
-Tranquila ahí.- Él lanzo una rápida sonrisa, ¿esa habrá sido un golpe a propósito? Pero él no parecía tan infantil. Mire hacia Arriane para ver si ella había notado algo. Arriane elevo sus cejas, casi invitándome a hablar, pero ninguna de nosotras dijo nada. Cuando cruzamos las polvorientas ventanas interiores separando el desolador hall de la desoladora cafetería, Arriane me tomo por el codo.
-Evita el filete frito de pollo a toda costa- ella instruyó mientras seguíamos al gentío dentro del jaleo de la sala de almuerzo. -La pizza está bien, los chili están bien, y la sopa de remolacha no es mala. ¿Te gusta el estofado de carne?-
-Soy vegetariana,- dije mientras estaba mirando alrededor de las mesas, buscando a dos personas en particular. James y Kendall. Me sentiría mucho más tranquila si supiera donde estaban para que pudiera comer el almuerzo pretendiendo que no veía a ninguno de los dos. Pero hasta ahora, ningún avistamiento…
-Vegetariana, ¿huh?- Arriane frunció sus labios. -¿Padres hippies o tu propio pobre intento de rebelión?-
-Uh, ninguna, solo no- mi mirada seguía recorriendo las mesas.
-¿Te gusta la carne?- Arriane dirigió mis hombros en noventa grados hasta que ella estaba viendo directamente a James, sentado en una mesa al otro lado de la sala. Suspire, un largo y profundo suspiro. Ahí estaba.
-Ahora, ¿eso va para toda la carne?- Arriane canto en voz alta. -Como si tu no enterrarías tus dientes en ¿él?- Golpe a Arriane y la arrastre hacia la fila del almuerzo. Arriane estaba carcajeándose, pero estaba muy roja, lo cual sería terriblemente obvio en la luz fluorescente.
-Cállate, él obviamente te escuchó,- susurre.
Parte de mi se sentía bien de estar haciendo bromas sobre chicos con una amiga. Asumiendo que Arriane fuera una amiga. Todavía me sentía mal por lo que había pasado esta mañana cuando había visto a James. Ese impulso hacia él aun no entendía de donde vino, y ahora estaba aquí de nuevo. Me forcé a si misma a apartar los ojos de su castaño cabello, de la suave línea de su mandíbula. Me niego definitivamente, a ser atrapada en el acto mirando fijo. No quería darle ninguna razón para insultarme una segunda vez.
-Como sea,- se burlo Arriane. -Él esta tan concentrado en esa hamburguesa, que no podría escuchar la llamada de Satán.- Voltee hacia James, quien si se veía intensamente concentrado en masticar su hamburguesa. “Elimina eso, él se veía como alguien pretendiendo estar intensamente concentrado en masticar su hamburguesa”. Mire a través de la mesa hacia él amigo de James, Carlos. Él estaba mirando directamente hacia… mi. Cuando él noto mis ojos, él movió sus cejas en una forma que no pude descifrar pero de todos modos me asustó un poco. Me gire hacia Arriane.
-¿Por qué todo el mundo en esta escuela es tan raro?- dije instantáneamente.
-Voy a elegir no sentirme ofendida por eso- dijo Arriane, tomando una bandeja plástica y dándome una. -Y voy a centrarme en explicarte el fino arte de seleccionar un asiento en la cafetería. Verás, tú nunca te querrás sentar cerca de ¡________, ten cuidado!- Todo lo que hice fue dar un paso atrás, pero al momento en que lo hice sentí el ruso golpe de dos manos en mis hombros. Inmediatamente, supe que iba a caer. Extendí mi mano para afirmarme, pero lo único que mis manos encontraron fue la bandeja de alguien más llena de comida. Todo se calló junto conmigo. Aterricé con un golpe sordo en el piso de la cafetería, un plato lleno de sopa de remolacha en su rostro.
Cuando saque la suficiente remolacha blanda de los ojos como para ver, mire hacia arriba. La más enojada duende que alguna vez haya visto estaba parada sobre ella. La chica tenía el cabello decolorado en puntas, al menos 10 piercing en su rostro y una mirada de muerte. Descubrí sus dientes hacia mí y siseo,
-Si la sola visión de ti no ha arruinado mi apetito, te haré comprarme otro almuerzo.- tartamudee una disculpa. Y trate de levantarme, pero la chica apretó el taco de su bota taco aguja en mi pie. El dolor viajo por mi pierna, y tuve que morderme el labio para no gritar en voz alta.
-Por qué no solo lo dejo para después- dijo la chica.
-Es suficiente Molly- dijo Arriane fríamente. Ella se agacho para ayudarme a pararme. Hice un gesto de dolor. El taco aguja definitivamente iba dejar un moretón.
Molly cuadro sus caderas para enfrentar a Arriane, y tuve la sensación de que no era la primer a vez que entrechocaban cornamentas.
-Amistad rápida con la novata, puedo ver,- Molly gruñó. -Esto es un muy mal comportamiento, A. ¿No se supone que estas a prueba?-Trague. Arriane no había mencionado nada de estar a prueba, y no tenía sentido que eso le prohibiera hacer nuevos amigos. Pero la palabra fue suficiente para hacer que Arriane empuñara el puño y lanzara un golpe que aterrizó en el ojo derecho de Molly.
Molly trastabillo hacia atrás, pero fue Arriane a quien yo veía.
Ella comenzó a convulsionar, sus brazos lanzados hacia arriba y agitándose en el aire. Era la banda de la muñeca. “¡Qué horror!” Estaba mandando algo así como un shock a través del cuerpo de Arriane. “Increíble. Esto era cruel y un castigo poco usual, de seguro.” El estomago se me revolvió mientras miraba al cuerpo de mi amiga estremecerse. Me adelante para agarrar a Arriane justo cuando ella se desmoronaba hacia el suelo.
Apta para ser aceptada
Ahora co pedazo de papel con mi horario impreso, un cuaderno medio vacío que había comenzado a llenar en Dover en la clase de historia Europea avanzada, del año pasado, dos lápices del número de dos y medio, y mi goma de borrar favorita, y la repentina y mala sensación de que Arriane podría haber estado en lo correcto sobre las clases de Espada & Cruz.
El profesor aun tenía que materializarse, los quebradizos escritorios estaban ordenados en desorganizadas filas, y el closet de materiales estaba bloqueado con hileras de cajas polvorientas en frente de él.
Lo que era peor, ninguno de los chicos podía notar el desarreglo. De hecho, ninguno de los otros chicos parecía notar que estaban en clase. Todos se mantuvieron de pie agrupados cerca de la ventana; dando la última fumada de cigarrillo aquí, reposicionando los extra-largos alfileres de gancho en sus camisas allá. Solo Todd estaba sentado en un escritorio, algo embobado con su lápiz. Pero los otros nuevos estudiantes parecían ya haber encontrado su lugar en medio del gentío. Kendall tenía el grupo de chicos similares a los de Dover en un grupo apretado alrededor de él. Ellos debían de haber sido amigos cuando se habían matriculado en Espada & Cruz la primera vez. Gabbe estaba estrechando manos con la chica del piercing en la lengua que había estado acariciándose con el chico de piercing en la lengua allá afuera. “Esto es increíblemente estúpido”, decidí sentarme a lado de Todd el inofensivo Todd. Arriane revoloteaba sobre los otros, susurrando cosas que no podía
descifrar, como cierta clase de princesa gótica. Cuando pasó a Kendall, él
desordeno su cabello recién cortado.
-Linda ropa (trapero), Arriane.- Él se rió burlonamente, tirando de un mechón
en su cuello. -Mis felicitaciones a tu estilista- Arriane le dio un manotazo.
-Manos fuera, Kendall. Es decir: en tus sueños.- Ella
apunto con su cabeza en dirección a mi.
-Y tu puedes dar tus cumplidos a mi nueva mascota, justo allá- Los ojos esmeralda de Kendall brillaron hacia acá, provocando que me pusiera rígida.
-Creo que debería- él dijo, y comenzó a caminar hacia mi.
Él sonrió, mientras estaba sentada con los tobillos cruzados bajo la silla y
las manos dobladas ordenadamente en su escritorio lleno de grafitis
-Nosotros los chicos nuevos tenemos que apoyarnos- él dijo. -¿Sabes a lo que
me refiero?-
-Pero yo pensé que tu habías estado aquí antes-
-No creas todo lo que dice Arriane- Él dirigió una mirada a Arriane, la cual
estaba parada en la ventana, mirándonos sospechosamente.
-Oh, no, ella no dijo nada sobre ti,- dije rápidamente, tratando de recordar si eso era o no verdad en realidad. Era claro que Kendall y Arriane no se agradaban, y aunque le agradecía a Arriane el haberme acompañado esta mañana, no estaba lista para tomar partido por ningún lado aun.
-Recuerdo cuando era un chico nuevo aquí…la primera vez.- Él se rió de sí mismo. -Mi banda recién se había separado, estaba perdido. No conocía a nadie. Podría haber necesitado a alguien sin- él miro a Arriane -una agenda para mostrarme cómo funcionaba.-
-Qué, ¿Y tú no tienes una agenda?- sorprendida de escuchar un timbre de coqueteo en su voz.
Una sonrisa relajada se extendió por la cara de Kendall. Él levantó una ceja -Y pensar que no quería volver aquí.-
Me sonroje, usualmente no me relacionaba con chicos rockeros, pero de nuevo, ninguno de ellos había alguna vez empujado mis escritorio junto a mi incluso más cerca, sentado junto a mí, y mirado fijamente con ojos mucho más verdes. Kendall alcanzo su bolsillo y sacó una uñeta de guitarra verde con el número 44 impreso.
-Este es el número de mi pieza. Acércate cuando quieras- La uñeta no estaba alejada del color de los ojos de Kendall, “¿cómo y cuando él había tenido esto impreso, pero antes de que pudiera responder y quien sabe que hubiera respondido” Arriane aplasto pesadamente su mano en el hombro de Kendall.
-Lo siento, ¿No me exprese claramente? Yo ya tengo derechos sobre este.-
Kendall dejo pasar aire fuertemente por su nariz en señal de desagrado. Él me miro directamente mientras decía…
-Verás, Pensé que aun existía algo llamado libre voluntad. Quizá tu mascota tiene un camino para misma en mente- abrí mi boca para replicar, claro que tenía un camino, era solo el primer día y aun estaba comprendiendo como todo funcionaba.
Pero para el momento en que fui capaz de tener las palabras claras en la cabeza, la campana de advertencia sonó, y el pequeño grupo alrededor del escritorio de se disolvió. Los otros chicos llenaron los escritorios alrededor de mi, y pronto dejo de ser tan notorio que estaba sentada formal y correctamente en su escritorio, manteniendo un ojo en la puerta. Manteniendo un puesto de observación hacia
James.
Por el rabillo del ojo, podía sentir a Kendall echando miradas hacia mí. Me sentí halagada-y nerviosa, luego frustrada conmigo misma. ¿James? ¿Kendall? Ella había estado en esta escuela por cuanto, ¿45 minutos?, y mi mente ya estaba haciendo malabares con dos chicos diferentes. La única razón por la que estaba en esta escuela era porque la última vez que había estado interesada en un chico, las cosas habían vuelto horrible, horriblemente malas. No debería estar permitiéndome sentirme impresionada (dos veces!) en el primer día de escuela.
Mire hacia Kendall, quien cerró un ojo, y luego se retiro el cabello de los ojos. Dejando la buena apariencia de lado-si, claro- él de verdad parecía una persona digna de conocer. Como yo, él estaba aun ajustándose al esquema, pero claramente había estado alrededor de Espada & Cruz un par de veces antes. Y él era agradable. Pensé en la uñeta de guitarra verde con su número de habitación, deseando que no las diera libremente. Nosotros podríamos ser…amigos. Quizá eso era todo lo que necesito. Quizá entonces podría parar de sentirme tan obviamente fuera de lugar en Espada & Cruz.
Quizá entonces sería capaz de perdonar el hecho de que la única ventana del salón de clase fuera del tamaño de un sobre de negocios, cubiertas de cal, y mirando hacia un enorme mausoleo en el cementerio.
Quizá entonces sería capaz de olvidar el olor a peróxido cosquilleante en mi nariz, proveniente del blanqueado rubio de la chica punk sentada frente de mí.
Quizá entonces podría poner atención al severo, profesor con bigotes que entró en la sala, comandando a la clase a guardar silencio y sentarse, cerrando firmemente la puerta.
El más pequeño retorcijón de desilusión tiro de mi corazón. Me tomó un momento darme cuenta de donde había venido. Antes de que el profesor cerrara la puerta, había estado guardando cierta esperanza de que James estuviera en la primera clase, también.
¿Qué tenía la próxima hora, Francés? mire hacia el horario para chequear en que sala estaba. Justo en ese minuto, un aeroplano de papel sobrevoló sobre el horario, golpeo su escritorio, y aterrizó en el piso junto a su mochila. Mire para ver quien lo había notado, pero el profesor estaba ocupado en una pieza de tiza mientras escribía algo en la pizarra.
Mire nerviosamente hacia la izquierda. Cuando Kendall miró hacia mí, dedico un guiño y un pequeño y coqueto saludo con la mano que hizo que todo mi cuerpo se tensara de nuevo. Pero el no parecía haber visto ni ser el responsable del aeroplano de papel.
-Psssst,- vino un susurro silencioso detrás de él. Era Arriane, quien le indicó con el mentón que recogiera el aeroplano. Me doble para alcanzarlo y vi mi nombre escrito en pequeñas letras negras en el ala. ¡Mi primera nota!
¿Ya esperando la salida?
No es un buen signo
Estamos en este agujero del infierno hasta el almuerzo
Eso tenía que ser una broma. Di un chequeo por segunda vez a mi horario y me di cuenta con horror que las tres clases de la mañana eran en esta misma sala número 1 y las tres serían enseñadas por el mismo Sr. Cole. Él dejo el pizarrón y estaba caminando somnolientamente a través de la sala. No había introducción para los chicos nuevos, no podía decidir si estaba feliz por eso o no. El Sr. Cole solamente había estampando el listado de libros en cada uno de los escritorios de los estudiantes nuevos.
Cuando el paquete arrugado aterrizo en frente, me incline hacia adelante entusiasmada por echar un vistazo.
Historia del mundo, se leía.
Abstenerse el castigo de la humanidad.
Mmm historia siempre había sido mi materia fuerte, pero ¿abstenerse el castigo?
Una mirada más cercana al cuestionario fue todo lo que me tomo ver que
Arriane había estado bien respecto a estar en un agujero del infierno: una carga de lectura imposible, PRUEBA en grande, letras en negrita cada tercer periodo de clase, y un ensayo de 30 páginas encima “¿en serio?”.
Gruesos paréntesis negros habían sido dibujados en Sharpie negro
(Clase de plumón) alrededor de las tareas que había perdido durante las primeras semanas de clase. En los márgenes, el Sr. Cole había escrito Veme para la confección de tu tarea de investigación. Si había una forma más efectiva de succionar tu alma, estaría asustada de encontrarla.
Al menos, tenía a Arriane sentado ahí atrás en la siguiente fila. Estaba agradecida de que el precedente de el paso de notas SOS ya se hubiera establecido. Yo y Callie solíamos enviarnos mensajes de texto furtivamente, pero para hacerlo aquí, Tendría definitivamente que aprender como doblar un aeroplano de papel gigante. Arranque una hoja del cuaderno y harta de tratar de usar el de Arriane como modelo.
Después de unos desafiantes minutos de origami, otro avión aterrizo en el banco. Dirigí mi mirada hacia Arriane, la cual agito su cabeza y dio un “aun tienes mucho que aprender” giro de ojos.
Me encogí de hombros disculpándome y gire para abrir la segunda nota:
Oh, y hasta que estés segura de tu propósito, tu no querrás volar ningún mensaje relacionado a James hacia mí. El tipo atrás de ti es famoso en el campo de futbol por sus intercepciones.
Bueno saberlo. Ni siquiera había visto al amigo de James, Carlos entrar tras de mi. Ahora gire un poco en el asiento hasta que alcance a ver un poco por el rabillo del ojo. Me atreví a ojear su cuaderno en el escritorio y capte su nombre completo. Carlos Peña.
-No pasaje de notas- dijo el Sr. Cole severamente, causando que girara la cabeza de vuelta con atención. -Sin plagio, y sin mirar a los trabajos de otros. Yo no me forcé a través de la escuela de graduados solo para recibir su atención dividida. asentí al unísono con los otros aturdidos chicos solo hasta que el tercer avión giro hasta parar en medio del escritorio.
Solo 172 minutos para irse!
Ciento setenta y tres torturantes minutos más tarde, Arriane me guiaba a la cafetería.
-¿Qué es lo que piensas?- preguntó.
-Que tenias razón- dije entumecida, todavía recobrándome de cuan dolorosamente desolador habían sido las primeras tres horas de clase. -¿Por qué alguien enseñaría una materia tan depresiva?- las muertes de los antepasados y todo eso, además aburridas.
-Aw, Cole se relajara pronto. El pone su no-insolencias rostro cada vez que hay un nuevo estudiante. Como sea,- dijo Arriane, empujando, -podría ser peor. Podrías haber quedado asignada a la Sra. Tross.- ¿Señora Tross?, de atroz, o ¿Qué? Mire, hacia el horario.
-La tengo en biología en el bloque de la tarde,- dije con un sentimiento hundiéndose en mi estomago.
Mientras Arriane escupía una risa, sentí un golpe en su hombro. Era
Kendall, pasándolas en su camino hacia el almuerzo. Me habría desparramado en el piso si no fuera por su mano alcanzándome para estabilizarme.
-Tranquila ahí.- Él lanzo una rápida sonrisa, ¿esa habrá sido un golpe a propósito? Pero él no parecía tan infantil. Mire hacia Arriane para ver si ella había notado algo. Arriane elevo sus cejas, casi invitándome a hablar, pero ninguna de nosotras dijo nada. Cuando cruzamos las polvorientas ventanas interiores separando el desolador hall de la desoladora cafetería, Arriane me tomo por el codo.
-Evita el filete frito de pollo a toda costa- ella instruyó mientras seguíamos al gentío dentro del jaleo de la sala de almuerzo. -La pizza está bien, los chili están bien, y la sopa de remolacha no es mala. ¿Te gusta el estofado de carne?-
-Soy vegetariana,- dije mientras estaba mirando alrededor de las mesas, buscando a dos personas en particular. James y Kendall. Me sentiría mucho más tranquila si supiera donde estaban para que pudiera comer el almuerzo pretendiendo que no veía a ninguno de los dos. Pero hasta ahora, ningún avistamiento…
-Vegetariana, ¿huh?- Arriane frunció sus labios. -¿Padres hippies o tu propio pobre intento de rebelión?-
-Uh, ninguna, solo no- mi mirada seguía recorriendo las mesas.
-¿Te gusta la carne?- Arriane dirigió mis hombros en noventa grados hasta que ella estaba viendo directamente a James, sentado en una mesa al otro lado de la sala. Suspire, un largo y profundo suspiro. Ahí estaba.
-Ahora, ¿eso va para toda la carne?- Arriane canto en voz alta. -Como si tu no enterrarías tus dientes en ¿él?- Golpe a Arriane y la arrastre hacia la fila del almuerzo. Arriane estaba carcajeándose, pero estaba muy roja, lo cual sería terriblemente obvio en la luz fluorescente.
-Cállate, él obviamente te escuchó,- susurre.
Parte de mi se sentía bien de estar haciendo bromas sobre chicos con una amiga. Asumiendo que Arriane fuera una amiga. Todavía me sentía mal por lo que había pasado esta mañana cuando había visto a James. Ese impulso hacia él aun no entendía de donde vino, y ahora estaba aquí de nuevo. Me forcé a si misma a apartar los ojos de su castaño cabello, de la suave línea de su mandíbula. Me niego definitivamente, a ser atrapada en el acto mirando fijo. No quería darle ninguna razón para insultarme una segunda vez.
-Como sea,- se burlo Arriane. -Él esta tan concentrado en esa hamburguesa, que no podría escuchar la llamada de Satán.- Voltee hacia James, quien si se veía intensamente concentrado en masticar su hamburguesa. “Elimina eso, él se veía como alguien pretendiendo estar intensamente concentrado en masticar su hamburguesa”. Mire a través de la mesa hacia él amigo de James, Carlos. Él estaba mirando directamente hacia… mi. Cuando él noto mis ojos, él movió sus cejas en una forma que no pude descifrar pero de todos modos me asustó un poco. Me gire hacia Arriane.
-¿Por qué todo el mundo en esta escuela es tan raro?- dije instantáneamente.
-Voy a elegir no sentirme ofendida por eso- dijo Arriane, tomando una bandeja plástica y dándome una. -Y voy a centrarme en explicarte el fino arte de seleccionar un asiento en la cafetería. Verás, tú nunca te querrás sentar cerca de ¡________, ten cuidado!- Todo lo que hice fue dar un paso atrás, pero al momento en que lo hice sentí el ruso golpe de dos manos en mis hombros. Inmediatamente, supe que iba a caer. Extendí mi mano para afirmarme, pero lo único que mis manos encontraron fue la bandeja de alguien más llena de comida. Todo se calló junto conmigo. Aterricé con un golpe sordo en el piso de la cafetería, un plato lleno de sopa de remolacha en su rostro.
Cuando saque la suficiente remolacha blanda de los ojos como para ver, mire hacia arriba. La más enojada duende que alguna vez haya visto estaba parada sobre ella. La chica tenía el cabello decolorado en puntas, al menos 10 piercing en su rostro y una mirada de muerte. Descubrí sus dientes hacia mí y siseo,
-Si la sola visión de ti no ha arruinado mi apetito, te haré comprarme otro almuerzo.- tartamudee una disculpa. Y trate de levantarme, pero la chica apretó el taco de su bota taco aguja en mi pie. El dolor viajo por mi pierna, y tuve que morderme el labio para no gritar en voz alta.
-Por qué no solo lo dejo para después- dijo la chica.
-Es suficiente Molly- dijo Arriane fríamente. Ella se agacho para ayudarme a pararme. Hice un gesto de dolor. El taco aguja definitivamente iba dejar un moretón.
Molly cuadro sus caderas para enfrentar a Arriane, y tuve la sensación de que no era la primer a vez que entrechocaban cornamentas.
-Amistad rápida con la novata, puedo ver,- Molly gruñó. -Esto es un muy mal comportamiento, A. ¿No se supone que estas a prueba?-Trague. Arriane no había mencionado nada de estar a prueba, y no tenía sentido que eso le prohibiera hacer nuevos amigos. Pero la palabra fue suficiente para hacer que Arriane empuñara el puño y lanzara un golpe que aterrizó en el ojo derecho de Molly.
Molly trastabillo hacia atrás, pero fue Arriane a quien yo veía.
Ella comenzó a convulsionar, sus brazos lanzados hacia arriba y agitándose en el aire. Era la banda de la muñeca. “¡Qué horror!” Estaba mandando algo así como un shock a través del cuerpo de Arriane. “Increíble. Esto era cruel y un castigo poco usual, de seguro.” El estomago se me revolvió mientras miraba al cuerpo de mi amiga estremecerse. Me adelante para agarrar a Arriane justo cuando ella se desmoronaba hacia el suelo.
gisell portilla
Re: Fallen "oscuros" (James Maslow & tu) terminada
Capitulo 2 parte 2
-Arriane, - susurre. “¿Estás bien?”
-Maravillosamente.- Los ojos oscuros de Arriane aletearon abiertos, luego cerrados. Luego uno de los ojos de Arriane se abrió. -¿Te asusté, cierto? Aw, eso es dulce. No te preocupes, los shocks no van a matarme- ella susurró.-Ellos solo me hacen más fuerte. Como sea, valió la pena darle un ojo morado a esa vaca, ¿tú sabes?-
-Bueno, córtenla, córtenla,- una ronca voz retumbó tras nosotras. Randy estaba parado en la puerta, con el rostro rojo y respirando pesadamente. “Ya es tarde para cortar algo” pero entonces Molly estaba avanzando hacia acá, sus tacos aguja resonando en el linóleo. La chica no tenía vergüenza. ¿Iba ella a golpear a Arriane en frente de Randy? Afortunadamente, los fornidos brazos de Randy se cerraron alrededor de ella primero. Molly trató de patear su camino hacia la libertad y comenzó a gritar.
-Alguien mejor comienza a hablar,- ladró Randy, apretando a Molly hasta que quedo cansada. -Una nueva idea, las tres se presentarán castigo mañana en la mañana. Cementerio. Al alba- Randy miró a Molly. -¿Te enfriaste ya?- Molly asintió rígidamente, y Randy la soltó. Se agacho hacia donde Arriane todavía yacía en mi regazo, sus brazos cruzados sobre su pecho. Al comienzo, pensé que Arriane estaba malhumorada, como un perro enojado con un collar de shock, pero después sentí un pequeño espasmo en el cuerpo de Arriane y me di cuenta que la chica aun estaba a merced de la banda de la muñeca.
-Vamos,- dijo Randy, más suave. -Vamos a apagarte- Ella extendió su mano hacia Arriane y la ayudo a levantar su pequeño, tembloroso cuerpo, girándose una vez en la puerta para repetir sus ordenes a Molly y a mí.
-¡Al habla!, lo estoy esperando con ansias,- dijo Molly dulcemente, agachándose a levantar el plato de estofado de carne que se había caído de su bandeja. Ella lo balanceo mi cabeza por un segundo, “esto no es bueno” luego lo volteo y aplasto al comida en mi cabello. Pude escuchar el chapoteo de mi propia mortificación mientras todo Espada & Cruz tenía su vistazo de la nueva chica cubierta en estofado.
-Sin precio,- dijo Molly, sacando la más pequeña cámara del bolsillo de atrás de
sus jeans negros. -Di…estofado,- ella cantó, tomando algunas fotos en primer plano. -Esto se verá genial en mi blog- “trágame tierra”
-Lindo sombrero,- alguien abucheo desde el otro lado de la cafetería. Luego voltee a ver a James rezando por que de alguna forma él se hubiera perdido toda la escena. Pero no. Él estaba negando con su cabeza. Se veía molesto.
Hasta ese momento, había pensado que tenía la oportunidad pararse y solo agitar hasta el olvido el incidente literalmente. Pero viendo la reacción de James bueno, finalmente hizo que me quebrara.
No lloraría en frente de toda esta gente horrible. Trague fuerte, me levante y me fui. Salí, corriendo a la puerta más cercana, deseosa de poder sentir algo de viento frio en su cara.
En vez de eso, la humedad sureña de Septiembre me abrigó, ahogándome tan pronto como salí. El cielo estaba de eso no-color color, un café grisáceo tan opresivamente templado que era incluso difícil ver el sol. Disminuí el paso, pero fue tan lejos del estacionamiento como pudo antes de parar completamente.
Quisiera ver mi maltratado auto ahí, para hundirme en la desgastada cubierta del asiento, encender el motor, subir el estéreo, y pelar el infierno lejos de aquí.
Pero mientras estuve parada en el caliente y negro pavimento, la realidad llegó: “estaba atrapada aquí, y un par de enormes puertas de acero me separaban del mundo fuera de Espada & Cruz. Además, aunque tuviera la oportunidad de irme… “¿ A dónde iba a ir?”
El enfermante sentimiento en el estomago dijo todo lo que necesitaba saber. Ya estaba en la última parada, y las cosas se estaban viendo bastante sombrías.
Era tan deprimente como verdadero: Espada & Cruz era todo lo que tenía.
Deje caer la cabeza en mis manos, sabiendo que tenía que volver. Pero cuando levante el rostro, los residuos en sus palmas me recordaron que aun estaba cubierta en el estofado de carne de Molly. “Ugh. Primera parada, el baño más cercano.”
De vuelta adentro, corrí al baño de mujeres justo, cuando la puerta se abría. Gabbe, quien parecía incluso más rubia y perfecta ahora que se veía como si hubiera justo ido a bucear a un basurero, me apresure a pasar.
-Whoops, lo siento, querida,- ella dijo. Su voz de acento sureño era dulce, pero su cara se arrugo a la visión. -Oh, dios, te ves terrible. ¿Qué pasó?- “¿Qué pasó? Como si toda la escuela no lo supiera ya”. La chica probablemente estaba jugando al tonto para que reviviera toda la mortificante escena.
-Espera cinco minutos- replique con más rudeza en la voz de la que pretendía. -Estoy segura que los comentarios se esparcen como la plaga por aquí-
-¿Quieres usar mi base de maquillaje?- pregunto Gabbe, levantando un cosmetiquero azul pastel. -No te has visto aun, pero vas a hacerlo-
-Gracias, pero no.- Corte, pasando hacia el baño. Sin mirarme en el espejo, abrí la llave. Salpique agua fría en mi rostro y finalmente deje que todo saliera. Lagrimas cayendo, apreté el dispensador de jabón y traté de utilizar algo de la mano llena de jabón rosado barato para fregar todo el estofado. Pero aún estaba el problema de mi pelo. Y la ropa definitivamente se había visto y olido mejor. No que necesitara dar una buena primera impresión otra vez.
La puerta del baño crujió al abrirse y me recargue contra la pared. Cuando una extraña entró, me puse rígida y espere lo peor. La chica tenía una figura rechoncha, acentuada por una anormal cantidad de ropa en capas. Su amplio rostro estaba rodeado de sus cabellos castaños, Ella se veía bastante linda, pero, la apariencia puede ser engañosa. Ambas manos estábamos dobladas en nuestras espaldas en una forma que, después del día que había tenido, no podía confiar.
-Sabes, tú no puedes estar aquí sin un permiso,- dijo la chica. Su tono calmado parecía significar negocios.
-Lo sé.- La mirada en los ojos de la chica confirmaron la sospecha de que era absolutamente imposible tener un respiro es este lugar.
-Yo solo- dije suspirando en forma de rendición.
-Estoy bromeando.- La chica se rió, girando sus ojos y relajando la postura. -Me robe un poco de shampoo desde el camarín para ti- ella dijo, mostrando en sus manos dos en apariencia inofensivas botellas de plástico de shampoo y acondicionador. -Anda,- ella dijo, montando una silla plegable. -Vamos a limpiarte. Siéntate aquí.-
Un sonido medio sollozo, media risa que ella nunca había hecho se escapo de
Mis labios. Sonó, a alivio. La chica estaba siendo amable
Conmigo, no solo amable de reformatorio, sino como una ¡persona amable regular! Sin ninguna razón aparente. La impresión de eso fue casi demasiado para mantenerse de pie.
-¿Gracias?” Me maneje para decir, todavía sintiéndome un poco a la defensiva.
-Oh y tu probablemente necesites un cambio de ropa,- dijo la chica, mirando hacia mi sweater negro y sacándoselo por la cabeza para exponer otro sweater idéntico debajo. Cuando ella vio mi mirada sorprendida en mi rostro ella dijo,
-¿Qué?, Tengo un sistema inmune hostil. Tengo que usar muchas capas. Oh, bueno, ¿Estarás bien sin este?- aunque no hubiera hecho lo correcto con tal de sacarme el abrigo de carne que estaba usando.
-Por supuesto- dije a la chica, descartándola.
-Tengo tres más bajo este. Y un par más en mi casillero. Se mi invitada. Me duele ver una vegetariana cubierta con carne. Soy bastante empática.- “¿Cómo es que sabe..?” pero más que eso, tenía que preguntar:
-Um, ¿Por qué estás siendo tan amable?- La chica se rió, suspiró, y luego negó con su cabeza. “No todos en Espada & Cruz somos unos malditos.-
-¿Huh?- dije.
-Todo lo que quiero decir es, no todos aquí son unos completos idiotas.-
-¿Solo la mayoría?- pregunte, odiando que ya sonara tan pesimista. Pero había sido una muy larga mañana, y ya había pasado por mucho, y quizá esta chica no me juzgaría por ser un poquito hostil. Para mi sorpresa, la chica sonrió.
-Exactamente. Y ellos por supuesto que nos han dado al resto de nosotros un mal nombre.- Ella adelantó su mano. –Soy Penny Weather Van Syckle-Lockwood. Tú puedes llamarme Penn.-
-Lo tengo,- dije, aun demasiado agotada como para darme cuenta que, en una vida anterior, ella debería haber soltado una risa ente la broma de esta chica. Sonó como si ella lo hubiera arrancado de las páginas de una novela de
Dickens, Luego, había algo confiable sobre una chica con un nombre como ese que se manejaba para presentarse con la frente en alto.
-Soy _________ Price.-
-Y todos te llaman ________,- dijo Penn. -Y te transfirieron desde la preparatoria
Dover en New Hampshire.-
-¿Cómo sabrías eso?- pregunte lentamente.
-¿Acerté?- Penn se encogió de hombros. -Estoy bromeando, leí tu archivo, da.
Es un hobby.- me quede mirando sin comprender. Quizá había sido muy rápida con ese juicio de confiable. “¿Cómo podría Penn tener acceso a mi archivo?”
Penn dejo correr el agua. Cuando estuvo caliente, indico que inclinara la cabeza en el lavamanos.
-Verás, la cosa es,- ella explicó, -No estoy realmente loca.- me paro por el cabello mojado. -Sin ofender.- Luego me bajo nuevamente.-Soy la única chica en esta escuela sin un mandato de la corte. Y quizá no lo pienses, pero ser legalmente cuerdo tiene sus ventajas. Por ejemplo, soy la única chica en la cual confían para ser ayudante de oficina. Lo cual es estúpido de su parte. Tengo acceso a un montón de porquería confidencial.-
-Pero si tú no tienes que estar aquí- lo primero que pensé “si fuera ella saldría disparada de aquí”
-Cuando tu padre es el jardinero de la escuela, ellos así te dejan asistir gratis. Así que…- Penn se calló. “¿El padre de Penn era el jardinero?, por cómo se veía el lugar, no se había cruzado a Luce por mi lamente que hayan tenido alguna vez un jardinero.”
-Sé lo que estas pensando,- dijo Penn, ayudándome a lavar los últimos restos de salsa de mi cabello. -¿Qué los jardines no están exactamente bien cuidados?-
-No,-mentí. Estaba deseosa de mantenerme en el lado bueno de la chica y quería exponer la vibra somos-amigas más que lo que me importaba cuan seguido alguien cortaba el pasto en Espada & Cruz. -Es, um, muy bonito.-
-Papá murió dos años atrás,- dijo Penn suavemente. -Ellos llegaron tan lejos como para pegarme al viejo director Udell como mi guardián legal, pero, uh, ellos nunca fueron tan lejos como para contratar un reemplazo para papá.-
-Lo siento- dije, bajando la voz también. Así que alguien más aquí sabia como era pasar por una gran pérdida.
-Está bien,- dijo Penn, esparciendo acondicionador en su palma. -Es de verdad una buena escuela. A mí me gusta mucho.- Ahora mi cabeza se levanto, lanzando un spray de agua alrededor del baño.
-¿Estás segura que no estás loca?- dije
-Estoy bromeando. Lo odio. Apesta totalmente.-
-Pero tú puedes irte,- dije inclinando mi cabeza, curiosa. Penn mordió su labio.
-Sé que es morboso, pero incluso aunque no estuviera pegada a Udell, no podría. Mi papá está aquí.. Ella gesticuló hacia el cementerio, invisible desde aquí. -Él es todo lo que eh tenido.”
-Entonces supongo que tú has tenido más que alguna otra persona en esta escuela,- comente pensando en Arriane. Mi mente recordó la manera en que
Arriane había apretado su mano en el patio hoy, la deseosa mirada en sus ojos azules cuando me hizo prometer que iría a su dormitorio esta noche.
-Ella estará bien,- dijo Penn. -No sería Lunes si Arriane no fuera acarreada a la enfermería después de una pelea.-
-Pero no fue la pelea, fue esa banda en la muñeca. La vi. La estaba
shockeando.-
-Nosotros tenemos una definición bastante amplia de golpe aquí en Espada & Cruz. Tú nueva enemiga, ¿Molly? Ella ha montado algunas peleas legendarias. Ellos siguen diciendo que van a cambiar sus medicinas. Con suerte tendrás el placer de presenciar al menos un ataque antes de que lo hagan.- El procesador de Penn era bastante remarcable. Cruzó por mi mente preguntarle cual era la historia con James, pero la complicada intensidad de mi interés por él era mejor mantenerla en la base de un necesario-averiguar. Al menos hasta de que lo entendiera yo misma primero. Sentí las manos de Penn escurriendo el agua de mi cabello.
-Eso era lo último,- dijo Penn. -Creo que finalmente estas libre de estofado.-
Mire mi reflejo en el espejo y pase las manos por su cabello. Penn tenía razón excepto por la cicatriz emocional y el dolor en su pie derecho, no había evidencia de su riña con Molly en la cafetería.
-Estoy agradecida de que tengas el cabello corto,- dijo Penn. -Si fuera tan largo como en la foto de tu archivo, esto habría sido un operación mucho más larga.-
La mire boquiabierta.
-Voy a tener que poner ojo en ti, ¿Cierto?- Penn enredó su brazo en el mío y me condujo fuera del baño. -Solo mantente de mi lado bueno y nadie saldrá herido.- le lance a Penn una mirada preocupada, pero la cara de Penn no decía nada.
-¿Estás bromeando, verdad?- pregunté. Penn sonrió, repentinamente alegre.
-Anda, tenemos que ir a clase. ¿No estás feliz de que estemos en el mismo bloque de la tarde?- esboce una sonrisa.
-¿Cuándo vas a parar de saber todo sobre mi?-
-No en el futuro previsible,- dijo Penn, arrastrándome por el hall hacia las salas de clase de bloques de cemento. -Aprenderás a marlo pronto, lo prometo. Soy una muy poderosa amiga a tener.-
gisell portilla
Re: Fallen "oscuros" (James Maslow & tu) terminada
Readers adoradas!!, les pondré maratón dentro de tres días, bn, bn, comenten porfa… besotes
gisell portilla
Re: Fallen "oscuros" (James Maslow & tu) terminada
Capitulo Tres
Dibujo oscuro
Caminaba a través del húmedo pasillo del dormitorio hacia la habitación, arrastrando la bolsa de campamento roja de Converse con el tirante roto en una esquina del agarre. Las paredes aquí eran del color de un pizarrón polvoriento y todo el lugar estaba extrañamente tranquilo, excepto por el zumbido sordo de las lámparas fluorescentes amarillas colgando de los techos de paneles manchados de agua.
Mayormente, estaba sorprendida de ver tantas puertas cerradas. En
Dover, siempre desee más privacidad, un descanso de las fiestas de dormitorio en el pasillo que se formaban a todas horas. No podía caminar hacia la habitación sin tropezar con un grupillo de chicas sentadas de piernas cruzadas en jeans iguales entre sí, o una pareja besándose contra la pared. Pero en Espada & Cruz… bueno, o todos estaban comenzando con su ensayo de treinta páginas… o la socialización aquí era más del tipo “tras puertas cerradas”.
Hablando de eso, las puertas cerradas en si eran algo para notar. Si los estudiantes en Espada & Cruz eran creativos en sus modos de violar el código de vestimenta, eran mucho más ingeniosos cuando se trataba de personalizar sus espacios. Sinceramente ya había pasado por una puerta enmarcada por una cortina de cuentas, y otra con un felpudo de bienvenida que estimulaba a “irte al infierno” cuando pasabas por ahí. Pare en la única puerta blanca del edificio. Habitación 63. “Hogar amargo Hogar” rebusque por la llave en el bolsillo delantero de la mochila, después de tomar un aliento profundo, y abrió la puerta hacia mi celda.
Excepto que no era terrible. O al menos no tan terrible como esperaba.
Había una ventana de porte decente abierta para permitir la entrada de algo de la sofocante brisa nocturna. Y pasado las barras de acero, la vista de los espacios comunes bañados de luna era algo interesante, si no pensaba en profundidad en el cementerio tras ellos. Tenía un armario y un pequeño lavamanos, un escritorio para hacer tarea “pensando en esto”, la más triste visión en la habitación era el vistazo que capte de mi misma en el largo espejo detrás de la puerta.
Rápidamente mire hacia otro lado, sabiendo bien que es lo que encontraría en mi reflejo. El rostro luciendo ojeroso y cansado. Los ojos color avellana salpicados de estrés. El cabello como el pelaje del histérico poodle familiar después de una tormenta. El sweater de Penn le quedaba como un saco de papas. Estaba temblando. Las clases de la tarde no habían sido mejores que las de la mañana, debido principalmente a que el peor temor se había vuelto realidad: la escuela en pleno ya había comenzado a llamarme estofado de carne.
Y desafortunadamente, el apodo estaba destinado a pegar.
Comencé a desempacar con la intención de cambiar la genérica habitación 63 en mi propio lugar, donde pudiera ir cuando necesitara escapar y sentirme bien. Pero solo llegue tan lejos como para abrir el bolso antes de colapsar en la cama rendida.
“Estoy tan lejos de casa, bien aunque solo tomaban 22 minutos por auto para venir desde la desvencijada puerta trasera blanca de la casa hacia las oxidadas puertas de acero de este lugar, pero podrían más bien ser como 22 años.”
Por la primera mitad del silencioso viaje con mis padres esta mañana, los vecindarios se veían todos iguales: aburridos suburbios sureños de clase media. Pero después el camino me había desviado de la calzada hacia la playa, y el terreno se había vuelto más y más pantanoso. Un oleaje de manglares (tipo de árbol) marcaba la entrada a las tierras húmedas, pero pronto incluso esos disminuyeron. Las últimas 10 millas de camino hacia Espada & Cruz eran deprimentes. Cafés grisáceos, sin forma, abandonados. De vuelta en casa en Thunderblot, la gente en la ciudad siempre bromeaba sobre el extraño y memorable olor ha podrido de aquí: tú sabes que estás en el pantano cuando tu auto comienza a oler a barro.
Aunque había crecido en Thunderbolt, no estaba familiarizada realmente con la parte más oriental del país. Como niña, siempre había asumido que se debía a que no había ninguna razón para ir allá- todas las tiendas, escuelas, y cada miembro de la familia y persona que conociera estaban en el oeste. El lado este era menos desarrollado. Eso era todo.
Extrañaba a mis padres, quienes habían pegado un post-it en la playera a la entrada de mi bolso -Te amamos! Los Price nunca se rinden! extrañaba mi habitación, la cual daba hacia las plantaciones de tomate de papá. Extrañaba a Callie, quien ciertamente le habría mandado 10 para-nunca-ser-vistos mensajes de textos ya. Extrañaba a Trevor…
O, bueno, eso no era exactamente así. Lo que extrañaba era la forma en que la vida se sintió cuando recién había comenzado a hablar con Trevor.
Cuando tenía a alguien en quien pensar si no podía dormir en la noche, el nombre de alguien para garabatear tontamente en mis cuadernos. La verdad era que, nosotros nunca tuvimos realmente la oportunidad de llegar a conocernos bien. El único recuerdo que tenía era la foto que Callie había tomado furtivamente, desde el otro lado del campo de futbol entre dos de sus sets de sentadillas, cuando él y yo habíamos hablado por quince segundos de los sets de sentadillas. Y la única cita en la que había ido con él no había sido una cita real- solo una hora robada cuando me había arrastrado lejos de resto de la fiesta. Una hora de la que me había arrepentido por el resto de la vida.
Había comenzado inocentemente, solo dos personas yendo a dar un paseo por el lago, pero no fue mucho después que comencé a sentir las sombras retorciéndose sobre nuestras cabezas. Luego los labios de Trevor tocaron los míos, y el calor recorrió mi cuerpo, y los ojos de él se volvieron blancos de terror… y segundos más tarde, la vida que conocía se había ido en un incendio.
Me voltee y escondí la cara en el hueco del brazo. Pasaron meses llorando la muerte de Trevor, y ahora, yaciendo en esta habitación extraña, con las barras de metal hundiéndose en mi piel a través del delgado colchón, sentí la futilidad egoísta de todo. No había conocido a Trevor más de lo que conocía a…bueno, Kendall.
Un golpe en la puerta hizo levantarme de la cama. “¿Cómo alguien podría saber encontrarme aquí?” fui en puntas de pie hasta la puerta y la abrí. Luego fije la cabeza en el pasillo vacio. Ni siquiera había escuchado pasos afuera, y no había signos de nadie que hubiera golpeado.
Excepto por el aeroplano de papel pinchado con un alfiler de bronce en el pizarrón de corcho junto a la puerta. Sonreí al ver mi nombre escrito en marcador negro a lo largo del ala, pero cuando abrí la nota, todo lo que estaba escrito dentro era una flecha negra apuntando hacia el pasillo.
Arriane me había invitado a ir esta noche, pero eso había sido antes del incidente con Molly en la cafetería. Mirando hacia la salida del pasillo vacío, considere seguir la flecha. Luego mire atrás hacia mi enorme bolsa de lona, esperando ser desempacada. Encogí los hombros y cerré la puerta, puse la llave de la habitación en el bolsillo, y comencé a caminar.
Pare en frente de la puerta al otro lado del pasillo para verificar un enorme poster de Sonny Terry, un músico ciego, de quien sabía por la chirriante colección de discos de papá, era un increíble tocador de harmónica. Me incline hacia delante para leer el nombre en el pizarrón de corcho y me di cuenta con sorpresa que estaba parada en frente de la pieza de Carlos Peña.
Inmediatamente, molestosamente, ahí estaba una pequeña parte de mi cerebro que comenzó a calcular las probabilidades de que Carlos pudiera estar pasando el rato con James, con solo una delgada puerta separándolos.
Un zumbido mecánico me hizo saltar. Mire directamente a una cámara de vigilancia empotrada en la pared sobre la puerta de Carlos. Los rojos.
Agrandándole en cada uno de mis movimientos. Me sentí con pena, avergonzada por razones que la cámara no podría ser capaz de adivinar. De todos modos, había venido aquí para ver a Arriane-cuya habitación, dándome cuenta, estaba ubicada directamente frente a la habitación de Carlos.
En frente de la habitación de Arriane, sentí una pequeña punzada de ternura.
La puerta completa estaba cubierta de blocks con notas, algunas impresas, otras obviamente hechas a mano. Eran tantas que se sobreponían, cada frase casi cubriendo y algunas veces contradiciendo la anterior. Reí bajo mi aliento mientras imaginaba a Arriane coleccionando pegatina indiscriminadamente
(regla de la gente común… mi hija es una estudiante de F en Espada & Cruz… Vote no en propuesta 666, Peña no cumple, así sí, ¿y eso qué?...), luego estampándolas con un accidental-pero pensado-foco en su césped.
Pude haberme entretenido por una hora leyendo la puerta de Arriane, pero pronto comencé a sentirme consciente de mi misma parada en frente de una habitación a la cual estaba solo medio seguro de estar invitada. Luego, vi un segundo aeroplano de papel de Arriane. Lo saque del pizarrón de corcho y lo desplegué:
Mi querida __________
Si te apareces para salir esta noche, genial! Saldremos y será genial.
Si tú me plantas, entonces…saca tus garras de mi nota privada, CARLOS! ¿Cuántas veces tengo que decirte? jesus!!!.
Como sea: Se que dije que saldríamos hoy en la noche, pero tengo que apurarme desde R&R en la enfermería (el recubrimiento de plata de mi mal tratamiento de hoy) a una programación del trabajo de biología con el Albatros.
Lo que significa-¿lo dejamos para después?
Tuya psicóticamente
A
Estuve parada con la nota en mis manos, insegura de que hacer. Estaba agradecida de que Arriane estuviera siendo cuidada, pero todavía deseaba ver a la chica en persona. Quería escuchar la voz despreocupada de Arriane por mí misma, para poder saber cómo sentirme respecto a lo sucedido en la cafetería. Pero parada ahí, en el pasillo, me sentía más insegura de cómo proceder al día siguiente. Un silencioso pánico me lleno cuando finalmente me di cuenta de que estaba sola, tarde en la noche en Espada & Cruz.
Tras de mi, una puerta se abrió. Un chispazo de luz blanca se abrió en el piso bajo mis pies. Escuche música siendo tocada dentro de la habitación.
-¿Qué estás haciendo?-. Era Carlos, parado en su puerta en una camiseta blanca rota y jeans. Sostenía una harmónica contra sus labios.
gisell portilla
Re: Fallen "oscuros" (James Maslow & tu) terminada
me, encanto soy tu nueva y fiel lectora y espero que pases por mi nove: Un Cambio Radical A Mi Vida(James Maslow y Tu) te lo agradeceria mucho... besos y espero la sigas
Beka $anto$
Re: Fallen "oscuros" (James Maslow & tu) terminada
Que bien, bienvenida Beka!!!, y claro que me pase por tu nove con tiempo, jeje, pero no pasa de hoy!!, aki esta el nnuevo capi, subire el maraton pronto, solo espero mas coments, creo que ya me abandonaron mis demás readers pero todo sigue :(
gisell portilla
Re: Fallen "oscuros" (James Maslow & tu) terminada
Capitulo 3 parte 2
-Vine a ver a Arriane- dije, tratando de forzarme a mí misma a no mirar tras él para ver si había alguien más en la habitación. -Se supone que nosotras…-
-No hay nadie en casa,- dijo él crípticamente. No supe si él se refería a
Arriane, o al resto de los chicos en el dormitorio, o que. Él toco unas pocas notas en la armónica, los ojos fijos en mí todo el tiempo. Luego el sostuvo abierta la puerta un poco más abierta y levanto sus cejas. No pude descifrar si me estaba invitando o no a pasar.
-Bueno, estaba justo marchando hacia la biblioteca,- mentí rápidamente, dando la vuelta por donde vine. -Hay un libro que quiero revisar.-
-________- llamó Carlos. Me gire. Ambos no nos habíamos conocido formalmente, y no esperaba que el supiera mi nombre. Sus ojos lanzaron una sonrisa y él uso la harmónica para apuntar hacia el otro lado. -La biblioteca es para allá-, él dijo. Él cruzo sus brazos sobre su pecho. -Asegúrate de chequear la colección especial en el ala este. Ellos realmente tienen algo-
-Gracias,- dije, sintiéndome realmente agradecida al cambiar de curso. Carlos parecía tan real ahí, diciendo adiós y tocando algunas notas en la harmónica mientras me iba. Quizá él solo me puso nerviosa antes porque pensé en él, como el amigo de James. Por todo lo que sabía, Carlos podría ser una muy buena persona.
Mi ánimo cambió a medida que caminaba. Primero, la nota de Arriane había sido sarcástica y enérgica, luego tuve un agradable encuentro con Carlos Peña; además de verdad quería revisar la biblioteca. Las cosas se veían mejor.
Cerca del final del pasillo, donde los dormitorios giraban hacia el ala de la biblioteca, pase por la única puerta abierta del piso. No había decoraciones en esta puerta, pero alguien la había pintado toda de negro. A medida que me acerque, pude escuchar música heavy metal bastante enojada tocándose dentro. Ni siquiera tuve que detenerme a leer el nombre, era de Molly.
Apure los pasos, repentinamente alerta a cada sonido de sus botas en el hall. No me di cuenta que estaba conteniendo el aliento hasta que empuje a través de las puertas de madera de la librería y exhale.
Un sentimiento cálido barrió sobre mis cuando mire alrededor de la biblioteca. Siempre había amado el casi imperceptible dulce y viejo aroma que solo una habitación llena de libros puede tener. Me sentí cómoda con el suave y ocasional sonido de las páginas al girar. La biblioteca en Dover siempre había sido un escape, y me sentí casi sobrepasada por el alivio cuando me di cuenta que esta podría ofrecer el mismo sentido de santuario. Casi no podía creer que el sitio perteneciera a Espada & Cruz. Era realmente…invitante.
Las paredes eran de un caoba profundo y los techos eran altos. Una chimenea de ladrillos se encontraba a lo largo de una pared. Habías largas mesas de madera iluminadas por antiguas lámparas verdes, y pasillos de libros más largos de los que podía ver. El sonido de mis botas fue silenciado por una gruesa alfombra persa cuando pase las puertas de entrada.
Unos pocos estudiantes estaban estudiando, ninguno que conociera de nombre, pero incluso el más punky de los chicos se veía menos amenazante con sus cabezas inclinadas hacia los libros. Me acerqué al escritorio principal, el cual era un ovalo gigante en el centro de la habitación. Estaba sembrado de montones de papel y libros y tenía un desorden académico hogareño que me recordó a casa. Los libros estaban apilados tan alto, que casi no podía ver a la bibliotecaria sentada tras ellos. Ella estaba trabajando a través de papeleo con la energía de alguien trabajando por oro. Su cabeza se levantó al acercarse.
-¿Hola!- sonrió la mujer “realmente sonrió” pensé emocionada. Su cabello no era gris sino plateado, con un tipo de brillo que centelleaba incluso en la suave luz de la biblioteca. Su rostro se veía viejo y joven al mismo tiempo. Tenía un pálida, casi incandescente piel, brillantes ojos negros, y una pequeña y puntiaguda nariz.
Cuando habló, ella empujo hacia arriba las magas de su sweater blanco de casimir, exponiendo grupos y grupos de brazaletes de perlas decorando ambas muñecas. -¿Puedo ayudarte a encontrar algo?- pregunto en un feliz susurro.
Me sentí inmediatamente tranquila con esta mujer, y baje la mirada hacia la placa con su nombre en el escritorio. Sophia Bliss. Deseo de verdad tener un requerimiento de biblioteca. Esta mujer era la primera figura de autoridad que había visto en todo el día cuya ayuda realmente quería buscar. Pero solo estaba paseando alrededor…y luego recordé lo que Carlos me había dicho.
-Soy nueva aquí,- explique, -______ Price. ¿Puede decirme donde está el ala este?-
La mujer me dio una sonrisa de tu-pareces-del-tipo-que-lee que había estado recibiendo de bibliotecarias durante toda mi vida. -Justo en esa dirección- ella dijo, apuntando hacia una hilera de altas ventanas en el otro lado de la habitación. -Soy la señorita Sophia, y si mi lista es correcta, estás en mi seminario de religión los martes y jueves. Oh, ¡vamos a divertirnos tanto! Ella cerró un ojo. -Por el momento, si necesitas algo más, Estoy aquí. Un placer ayudarte _________.-
Le sonreí dándole las gracias a la Srta. Sophia diceindole que felizmente la vería mañana en clase, y comenzó a dirigirse hacia las ventanas. Fue solo cuando me aleje de la bibliotecaria que considere extraña la intima forma en que la mujer la había llamado por mi apodo. Solo me había alejado del área de estudio principal y estaba pasando a través de los altos y elegantes estantes de libros cuando algo oscuro y macabro pasó sobre mi cabeza. Mire hacia arriba. “No. No aquí. Por favor. Déjame tener solo este lugar.” Cuando las sombras iban y venían, nunca estaba exactamente segura de cuando iba a terminar “¿cuánto tiempo demorarían en irse?”. No podía entender que estaba pasando ahora. Algo era diferente. Estaba aterrorizada, sí, pero no sentía frio. De hecho, me sentía un poco sonrojada. La biblioteca estaba tibia, pero no tan tibia. Y luego mis ojos cayeron en James.
El estaba mirando hacia la ventana, su espalda hacia mí, sobre un estrado que decía COLECCIONES ESPECIALES en letras blancas. Las mangas de su chaqueta de cuero estaban levantadas hasta sus codos, y su castaño cabello brillaba bajo las luces. Sus hombros estaban encorvados, y nuevamente, tuve el instinto de acurrucarme entre ellos. Lo sacudió de mi cabeza y me paró de puntillas para tener una mejor visión de él “Desde aquí, no podía estar segura, parecía como si él estuviera dibujando algo.”
Mientras miraba el suave movimiento de su cuerpo mientras dibujaba, me sentía arder en e interior, como si me hubiera tragado algo hirviendo. No podía entender porque, pero contra toda razón, tenía esa extraña premonición de que James estaba dibujando. “o debería ir a él. Después de todo, ni siquiera lo conocía, nunca había hablado con él realmente. la única comunicación por mucho había incluido un dedo medio y una par de miradas sucias” Sin embargo por alguna razón, se sentía muy importante el descubrir que había en ese block de dibujo.
Luego me golpeó. El sueño que había tenido la noche anterior. Un pequeño flash volvió a mí repentinamente. En el sueño…
Flashback
Era tarde en la noche-húmedo y frio, y estaba vestida en algo largo y cómodo. Me incline contra una ventana con cortinas en una habitación desconocida. La única persona que había ahí era un hombre…o un chico nunca alcance a ver su rostro. Él estaba dibujándome semejantemente en un grueso taco de papel. Mi pelo. Mi cuello. El preciso delineado de mi perfil. Permanecía tras él, demasiado asustada para dejarlo saber que estaba observando, demasiado intrigada para darme la vuelta.
Fin de Flashback
Salte hacia adelante al sentir algo pinchar la parte de atrás de mi hombro y luego flotar sobre mi cabeza. La sombra había resurgido. Era negra y tan gruesa como una cortina. El golpeteo de mi corazón creció hasta hacerse audible que lleno mis oídos, bloqueando el oscuro susurro de la sombra. James elevo la mirada desde su trabajo y pareció elevar sus ojos justo hacia donde la sombra estaba escondida, pero él no se comportó yo. “Por supuesto, él no podía verlas.” Su vista se instalo fuera de la ventana. El calor dentro de mí creció más fuerte. Estaba lo suficientemente cerca como para que él lo sintiera a través de su piel. Tan silenciosamente como pude, trate de mirar sobre su hombro hacia el block. Por solo un segundo, mi mente vio la curva de mi propio cuello desnudo dibujado con lápiz en la página. Pero luego pestañee, y cuando mis ojos se enfocaron de vuelta en el papel, tuve que tragar fuertemente. Era un paisaje. James estaba dibujando la vista del cementerio fuera de la ventana casi en cada perfecto detalle. Nunca había visto algo que me hiciera sentir tan triste. Pero no sabía por qué. “Esto es una locura, incluso para mi” haber esperado que mi bizarra intuición se hiciera realidad. No había ninguna razón para que James me dibujara. Lo sabía. Justo como sabía que él no había tenido ninguna razón para insultarme esta mañana. Pero él lo había hecho.
-¿Qué estás haciendo aquí?- él preguntó. Él había cerrado su block y me estaba mirando solemnemente. Sus labios llenos estaban dispuestos en una línea recta y sus ojos expresivos se veían aburridos. Él no se veía enojado por lo menos, parecía exhausto.
-Vine a chequear un libro de la colección especial,- dije en una voz temblorosa. Pero al mirar alrededor, rápidamente note el error. Colecciones especiales no era una sección de libros-era un área abierta de la biblioteca para un despliegue artístico de la guerra civil. “demonios”, respire profunda insultando mi torpeza por mi misma… Estábamos parados en una pequeña galería con bustos de bronce de héroes de guerra, cabinas de vidrio llenas de viejas notas y mapas de la confederación. Era solo una sección de la biblioteca donde no había ni un solo libro para mirar.
-Buena suerte con eso,- dijo James, abriendo su block nuevamente, como para decir, preventivamente, adiós.
Tenía la lengua trabada y estaba avergonzada y lo que quería hacer era escapar. Pero entonces, ahí estaban las sombras, todavía acechando en la cercanía, y por alguna razón me sentía mejor en relación a ellas cuando
James estaba cerca. “No tiene sentido, es como si hubiera algo que él pudiera hacer para protegerme de ellas, ¿patético no?” Estaba congelada, enraizada en mi puesto. Él miró nuevamente hacia mí y suspiró.
-Déjame preguntarte, ¿A ti te gusta ser espiada furtivamente?- pensé en las sombras y lo que ellas le estaban haciendo ahora. Sin pensarlo, negué con la cabeza toscamente. -Ok, somos dos- Él aclaró su garganta y se quedo mirando. “op, capte, dándome a entender la indirecta, Quizá podía explicar que me estaba sintiendo un poco mareada y que necesitaba sentarse solo por un minuto.” Ella comencé a decir,
-Mira, puedo- Pero James agarró su block de dibujo y se levantó.
-Vine acá para estar solo,- él dijo, interrumpiéndome. -Si tú no te vas, yo lo haré- Él deslizo su block en su mochila. Cuando paso por mi lado, su hombro rozó el mí. Incluso con lo mínimo de ese contacto, incluso a través de las capas de ropa, sentí un golpe de electricidad.
Por un segundo, James se quedo quieto, también. Giramos nuestras cabezas para mirarnos el uno al otro, y mi boca se abrió. Pero antes de que pudiera hablar, James había girado sobre sus talones y estaba caminando hacia la puerta. Vi como las sombras reptaron sobre la cabeza de él, se arremolinaron en un círculo, y luego desaparecieron pasando por la ventana hacia la noche. “wow eso fue…” suspire, “fue extraño”…
gisell portilla
Re: Fallen "oscuros" (James Maslow & tu) terminada
Wow! Amo esta nove, siguela pliiiss :) Nueva y fiel lectora, Ame los caps. son muy interesantes- Siguela lo antes que puedas :D
natymaslow
Re: Fallen "oscuros" (James Maslow & tu) terminada
Jejeje
Siempre ame esa parte de la historia ^^
Sabes que es lo que mas me gusta dee que hayas escrito o bueno traspasado esto aquí?
Que ALFIN encuentro a alguien que le guste oscuros ^^
Siempre ame esa parte de la historia ^^
Sabes que es lo que mas me gusta dee que hayas escrito o bueno traspasado esto aquí?
Que ALFIN encuentro a alguien que le guste oscuros ^^
marts1
Re: Fallen "oscuros" (James Maslow & tu) terminada
Maraton
Capitulo 4 parte 1
Salto al cementerio
Ahhh, martes. Día de Waffles. Por lo que podía recordar, los martes de verano significaban café fresco, tazones hasta el tope de frambuesas y crema batida, y una interminable pila de crujientes y marrones waffles. Aún en este verano, cuando mis padres comenzaron tener un poco de miedo de mi, el día de los waffles era una cosa con la que podía contar. Podía rodar en la cama en una mañana del martes, y antes de que me diera cuenta de algo más, sabía instintivamente qué día era. Olfatee, lentamente dejándome llevar por los sentidos, luego olfateó otra vez más a gusto. No, no había suero de leche, nada mas que el avinagrado olor de la degradada pintura. Me sacudí el sueño y me fui al desarreglado dormitorio. Se miraba como la toma del “antes” en un show de “renueva tu casa”. La larga pesadilla que había sido el lunes volvió a mi: la decomisacion de mi celular, el incidente del pastel de carne con los ojos sorprendidos de Molly en la cafetería, el encuentro con James en la biblioteca. “¿Qué era lo que le había hecho tan mal para que me tratase así, Luce no tenía la menor idea?”
Me senté para ver a través de la ventana. Aún era de noche; el sol ni siquiera había rozado el horizonte. Nunca me despertaba tan temprano. Si recordaba, no recordaba haber visto alguna vez el amanecer. Sinceramente, algo acerca de ver-el-amanecer como una actividad siempre me había hecho sentir nerviosa. Eran los momentos de espera, los momentos antes de que los rayos del sol tocaran el horizonte, sentada en la oscuridad viendo a través de la arboleda. El peor momento. Deje salir un suspiro, un suspiro audible de estar harta en casa y sola, lo que hizo que me sintiera más enferma y más solitaria. ¿Qué era lo que iba a hacer por las siguientes tres horas entre el amanecer y su primera clase? “El amanecer-
¿Por qué esas palabras le parecían familiares? Oh. Maldición. Se suponía que debería estar en detención.”
Salí de la cama con dificultad, tropezando con el aún empacado bolso de lona, y jale otro suéter negro y aburrido de la parte superior de la pila de suéteres negros y aburridos. Jale los Jeans negros de ayer, me asusto cuando di un vistazo a mi desarreglada cabellera, y trató de pasar mis dedos a través de ella mientras cerraba de un golpe la puerta. Me quedé sin aliento cuando llegue al portón, las puertas de cementerio hechas complicadamente con hierro forjado. Me estaba ahogando con el abrumado olor de repollo tierno y sintiéndose muy sola con mis pensamientos.
“¿Dónde estaban los demás? El concepto de “al amanecer” era diferente al mío?” Di un vistazo al reloj. Ya eran las 6:15. Todo lo que me habían dicho era que tenía que reunirme en el cementerio, y estaba segura que esta era la única entrada. Me pare junto al umbral, donde el agrietado asfalto del parqueo dio lugar a un lote lleno de maleza. Vi un diente de león, y se me vino a la mente que una _______ más pequeña hubiera saltado en él y luego hubiera pedido un deseo y soplado. Pero los deseos sentían muy pesados para algo tan ligero. Las delicadas puertas eran las únicas que dividían el cementerio del parqueo. Algo muy sorprendente para una escuela con una alambre de púas. Pase mi mano sobre las puertas, trazando el adorno floral con los dedos.
Las puertas deben de haber sido de los días de la Guerra Civil que Arriane nos estaba hablando, en aquél tiempo cuando el cementerio era usado para sepultar a los soldados. Cuando la escuela se dio cuenta que no era un lugar para locos caprichosos. Cuando todo el lugar estaba lleno de maleza y oscuro.
Era raro- el resto del campus era plana como una hoja de papel, pero de alguna manera, el cementerio tenía una cóncava, con forma de tazón. Desde aquí, podía ver la cuesta de todo lo que estaba enfrente de mí. Fila tras fila de simples lápidas que estaban alineadas como espectadores en una arena.
Pero hacia el centro, en el punto más bajo del cementerio, el camino de las tumbas se convertía en un laberinto de tumbas más grandes, increíbles estatuas y mausoleos. Probablemente para oficiales confederados, o simplemente los soldados que tenían dinero. Se miraban como si hubieran sido talladas. Pero desde aquí, el fino peso de ellos se miraba que arrastraba el cementerio abajo, casi como si fuera succionado hacia un desagüe.
Pisadas detrás de ellas. Me gire para ver una grande y negra figura emerger de la parte de atrás de un árbol. “¡Penn!” Tuve que resistir la urgencia de lanzar mis brazos alrededor de la chica. Nunca había estado tan contenta de ver a alguien- aunque era casi imposible creer que Penn tuviera detenciones.
-¿No estás retrasada?- Penn preguntó, deteniéndose unos cuantos pies
Enfrente dando un divertido movimiento de cabeza de “Oh! Tú, pobre nueva”.
-He estado aquí por diez minutos, ¿No eres tú la que está retrasada?- Penn sonrió.
-No te la creas, soy una madrugadora. Yo nunca tengo castigos.- Se encogió de hombros y se subió sus lentes morados que tenía en la nariz. -Pero tú sí, junto con otras 5 desafortunadas almas, quienes probablemente se están poniendo más enojados por cada minuto que te están esperando en el monolito.- Se paró de puntillas y señaló atrás de mi, junto a la estructura de roca más grande, la cual se levantó en el centro de la parte más honda del cementerio. Si entrecerraba los ojos, podía distinguir un grupo de figuras negras agrupadas alrededor de la base.
-Ellos solo dijeron que nos encontráramos en el cementerio.- Dije, sintiéndome ya derrotada. -Nadie me dijo a dónde tenía que ir.-
-Bueno, yo te estoy diciendo: el monolito. Ahora ve allá abajo,- dijo Penn. -No vas a hacer muchos amigos acortándoles la mañana más de lo que ya lo has hecho.- Trague saliva. Una parte de mi quería que Penn me mostrara el camino. Desde aquí arriba, se miraba como un laberinto, y no quería perderme en el cementerio. De repente, me puse muy nerviosa, el sentimiento de estar lejos de casa, y sabía que se iba a poner mucho peor allí. Me troné los nudillos, ganando tiempo.
-¿_______?- dijo Penn, dándome un empujoncito en sus hombros. –Todavía estás parada ahí.- Trate de darle a Penn una valiente sonrisa de gracias, pero se tuvo que conformar con un raro gesto facial. Luego, me apresure cuesta abajo hacia el corazón del cementerio.
El sol todavía no había salido, pero me estaba acercando, y estos últimos momentos antes del amanecer eran los que más la asustaban. Pase por los caminos de lápidas.
En algún momento tuvieron que estar rectas, pero para ahora estaban tan viejas que casi todas se inclinaban hacia la otra, dándole a todo el lugar la apariencia de dominó. Chapote en charcos de lodo con Converse negros, las hojas crujían. Para cuando pasó la sección de simples obstáculos y llegue a la parte de las tumbas ornamentadas, el suelo se había más o menos aplanado, y estaba totalmente perdida. Deje de correr, tratando de recuperar el aliento. “Voces”. Si me calmaba, podía escuchar voces.
-Cinco minutos más, y me voy- dijo un chico.
-Qué mal que tu opinión no tenga valor, Sr. Peña- Una voz terca, una que reconocí de mis clases ayer. La Sra. Tross- el albatros*.
*Ave marina que tiene alas de casi 3 m y con un gran pico.
Después del incidente con el pastel de carne, había llegado tarde a mi clase y no había hecho exactamente su mejor impresión en la severa y esférica maestra de ciencias.
-A menos que alguien quiera perder sus privilegios sociales esta semana gemidos a través de las tumbas -todos esperaremos pacientemente, como si no tuviéramos nada mejor que hacer, hasta que la Srta. Price decida honrarnos con su presencia.-
-Ya estoy aquí,-jadee, finalmente rodeando una gigante estatua de un querubín. La señora Tross se quedó allí con las manos en la cintura, usando una variación del traje negro de ayer. Su cabello marrón estaba revuelto hasta el cuero cabelludo y sus ojos marrones sin brillo solo mostraban irritación. Biología siempre había sido difícil para mí, y para variar, no estaba haciendo puntos con la Sra. Tross. Detrás del albatros estaban Arriane, Molly y Carlos, agrupados alrededor de un círculo de pedestales que todos apuntaban a una central estatua de ángel. Comparado con el resto de estatuas, esta se miraba nueva, más blanca y grande. Y recostado sobre el esculpido muslo del ángel-casi no lo había notado-estaba James.
Él estaba usando su sweter negro con una letra en su pecho. Mire su cabello, que parecía que no había sido peinado luego de levantarse… lo que le hizo pensar cómo se miraría James cuando estaba durmiendo… lo que le hizo sonrojarme instintivamente que para cuando baje la mirada de su cabello hasta sus ojos, estaba rigurosamente humillada.
Para entonces él me estaba mirando.
-Lo siento,- solté de repente. -No sabía dónde se supone que debíamos reunirnos. Lo Juro-
-Guárdatelo- dijo la Sra. Tross, arrastrando un dedo por su garganta. -Ya bastante has hecho perder el tiempo de todos. Ahora, estoy segura de que todos recuerdan la despreciable indiscreción, cualquiera que sea, que ustedes cometieron para que se encuentren aquí. Pueden pensar en eso por las próximas dos horas mientras trabajan. Pónganse en parejas. Ya conocen la dinámica. – Dio un vistazo a mí y jadeó. -¿Muy bien, quien quiere un protegido?- Para el horror mío, todos los estudiantes estaban viendo sus pies. Pero luego, después de un tortuoso minuto, un quinto estudiante salió a la vista alrededor de la esquina del mausoleo.(así pero sin el cigarro, ni el agua, ni el gafete)
-Yo quiero- Kendall. Su camiseta negra de cuello en V le sentaba perfectamente en sus hombros. Se paró a unos cuantos metros de Carlos, quien se movió a un lado mientras Kendall pisaba el pasto y caminaba hacia acá. Sus ojos se posaron en mí mientras daba grandes zancadas, moviéndose delicadamente y seguro, como un atuendo de un reformatorio, como si no estuviera harta de ellos.
Parte de mi quería apartar la mirada, porque era vergonzoso la forma en que Kendall me estaba mirando en frente de todos. Pero por alguna razón, estaba fascinada. No podía romper su mirada- hasta que Arriane se paró entre nosotros.
-Dibs,- dijo ella. -Yo llamé a Dibs.-
-No lo hiciste,- Kendall dijo.
-Claro que sí, solo que no me oíste desde tu rara percha de allá atrás.-
Las palabras salieron apresuradamente. -La quiero a ella.-
-Yo- Kendall comenzó a responder.
Arriane levantó su cabeza espectacularmente. Trague. Acaso él también iba a decir algo. ¿No podía sólo olvidarse de ello? ¿Cumplir detención en un grupo de tres?
Kendall dio una palmadita en mi brazo.
-Me encontraré luego contigo, ¿de acuerdo?-dijo, como si fuera una promesa que me había pedido cumplir.
Los otros chicos saltaron de las tumbas de donde habían estado sentados y se fueron a un cobertizo. Los seguí, pegándome a Arriane, quien sin hablar entregó un rastrillo.
-Así que… ¿Quieres el ángel vengador, o los amantes carnales abrazados?- No hubo mención de los eventos de ayer, o de los recuerdos de Arriane, y de alguna forma sentía que no debería mencionar el tema con Arriane. En lugar de eso, di un vistazo por encima de mi cabeza y me vi atrapada por dos estatuas gigantes. La que estaba más cerca se parecía un Rodin. Un hombre y una mujer desnudos estaban enredados en un abrazo. Había estudiado escultura Francesa en Dover, y siempre pensó que los Rodins eran las piezas más románticas. Pero ahora era difícil ver a los amantes abrazados sin pensar en James. James. Quien me odiaba. Como si necesitara una prueba para eso luego de que básicamente él había explotado en la librería anoche, todo lo que tenía que hacer era pensar en la mirada relajada que me había dado él en la mañana.
-¿Dónde está el ángel vengador?- pregunte a Arriane con un suspiro.
-Buena elección. Está por aquí.- Arriane me llevó hacia una gran escultura de mármol, era un ángel salvando el suelo del impacto de un relámpago. Podría haber sido una pieza interesante, en aquellos tiempos, cuando fue esculpida. Pero ahora sólo se miraba vieja y sucia, cubierta con lodo y musgo.
-No lo entiendo,- dije. -¿Que es lo que haremos?-
-Restregar y restregar,- dijo Arriane, casi cantado. -Me gusta pretender que les estoy dando un pequeño baño.- Dicho esto, ella subió en el ángel gigante, balanceando sus piernas sobre el brazo de la estatua en forma de rayo, como si todo fuera un resistente y viejo roble para que ella escalara. Asustada de que me mirara como si quisiera más problemas para la Sra. Tross, empecé a parar el rastrillo a través de la base de la estatua. Trate de limpiar lo que parecía una interminable pila de hojas húmedas. Tres minutos después, mis brazos me estaban matando. Definitivamente no está para estaba vestida para un área sucia. Jamás había sido enviada a detención en Dover, pero por lo que había escuchado, consistía en llenar una hoja de papel con “No plagiaré el Internet” unos cientos de veces. Esto era brutal. Especialmente cuando lo que realmente había hecho era darle un golpe accidental a Molly en la cafetería. Estaba tratando de no hacer era hacer juzgamientos precipitados, ¿pero limpiando lodo de las tumbas de personas que habían estado muertas desde hace más de un siglo? odiaba mi vida en este momento.
Luego un rayo de sol finalmente se filtró de entre los árboles, y de repente había color en el cementerio. Me sentí instantáneamente más contenta. Podía ver más de diez metros en frente de aquí. Podía ver a James… trabajando en equipo con Molly. Mi corazón se estremeció. El aire había desaparecido. Vi a Arriane, quien lanzó una mirada de compasión pero siguió trabajando.
-Hey,- le susurre en alto. Arriane puso un dedo en sus labios pero hizo un ademán de que se subiera junto a ella. Con menos gracia y habilidad, tome el brazo de la estatua y se balanceó hasta el pedestal. Una vez que estuvo segura de que no se iba a caer al suelo, susurre, -Así que… ¿James es amigo de Molly?- Arriane soltó un resoplido.
-No inventes, ellos se odian- dijo rápidamente, luego hizo una pausa. -¿Por qué preguntas?- apunte hacia los dos, no haciendo un gran trabajo para limpiar su tumba. Estaban parados cerca de uno del otro, recostados en sus rastrillos y teniendo una conversación que desesperadamente deseaba poder escuchar.
-A mí me parece que sí son amigos-
Capitulo 4 parte 1
Salto al cementerio
Ahhh, martes. Día de Waffles. Por lo que podía recordar, los martes de verano significaban café fresco, tazones hasta el tope de frambuesas y crema batida, y una interminable pila de crujientes y marrones waffles. Aún en este verano, cuando mis padres comenzaron tener un poco de miedo de mi, el día de los waffles era una cosa con la que podía contar. Podía rodar en la cama en una mañana del martes, y antes de que me diera cuenta de algo más, sabía instintivamente qué día era. Olfatee, lentamente dejándome llevar por los sentidos, luego olfateó otra vez más a gusto. No, no había suero de leche, nada mas que el avinagrado olor de la degradada pintura. Me sacudí el sueño y me fui al desarreglado dormitorio. Se miraba como la toma del “antes” en un show de “renueva tu casa”. La larga pesadilla que había sido el lunes volvió a mi: la decomisacion de mi celular, el incidente del pastel de carne con los ojos sorprendidos de Molly en la cafetería, el encuentro con James en la biblioteca. “¿Qué era lo que le había hecho tan mal para que me tratase así, Luce no tenía la menor idea?”
Me senté para ver a través de la ventana. Aún era de noche; el sol ni siquiera había rozado el horizonte. Nunca me despertaba tan temprano. Si recordaba, no recordaba haber visto alguna vez el amanecer. Sinceramente, algo acerca de ver-el-amanecer como una actividad siempre me había hecho sentir nerviosa. Eran los momentos de espera, los momentos antes de que los rayos del sol tocaran el horizonte, sentada en la oscuridad viendo a través de la arboleda. El peor momento. Deje salir un suspiro, un suspiro audible de estar harta en casa y sola, lo que hizo que me sintiera más enferma y más solitaria. ¿Qué era lo que iba a hacer por las siguientes tres horas entre el amanecer y su primera clase? “El amanecer-
¿Por qué esas palabras le parecían familiares? Oh. Maldición. Se suponía que debería estar en detención.”
Salí de la cama con dificultad, tropezando con el aún empacado bolso de lona, y jale otro suéter negro y aburrido de la parte superior de la pila de suéteres negros y aburridos. Jale los Jeans negros de ayer, me asusto cuando di un vistazo a mi desarreglada cabellera, y trató de pasar mis dedos a través de ella mientras cerraba de un golpe la puerta. Me quedé sin aliento cuando llegue al portón, las puertas de cementerio hechas complicadamente con hierro forjado. Me estaba ahogando con el abrumado olor de repollo tierno y sintiéndose muy sola con mis pensamientos.
“¿Dónde estaban los demás? El concepto de “al amanecer” era diferente al mío?” Di un vistazo al reloj. Ya eran las 6:15. Todo lo que me habían dicho era que tenía que reunirme en el cementerio, y estaba segura que esta era la única entrada. Me pare junto al umbral, donde el agrietado asfalto del parqueo dio lugar a un lote lleno de maleza. Vi un diente de león, y se me vino a la mente que una _______ más pequeña hubiera saltado en él y luego hubiera pedido un deseo y soplado. Pero los deseos sentían muy pesados para algo tan ligero. Las delicadas puertas eran las únicas que dividían el cementerio del parqueo. Algo muy sorprendente para una escuela con una alambre de púas. Pase mi mano sobre las puertas, trazando el adorno floral con los dedos.
Las puertas deben de haber sido de los días de la Guerra Civil que Arriane nos estaba hablando, en aquél tiempo cuando el cementerio era usado para sepultar a los soldados. Cuando la escuela se dio cuenta que no era un lugar para locos caprichosos. Cuando todo el lugar estaba lleno de maleza y oscuro.
Era raro- el resto del campus era plana como una hoja de papel, pero de alguna manera, el cementerio tenía una cóncava, con forma de tazón. Desde aquí, podía ver la cuesta de todo lo que estaba enfrente de mí. Fila tras fila de simples lápidas que estaban alineadas como espectadores en una arena.
Pero hacia el centro, en el punto más bajo del cementerio, el camino de las tumbas se convertía en un laberinto de tumbas más grandes, increíbles estatuas y mausoleos. Probablemente para oficiales confederados, o simplemente los soldados que tenían dinero. Se miraban como si hubieran sido talladas. Pero desde aquí, el fino peso de ellos se miraba que arrastraba el cementerio abajo, casi como si fuera succionado hacia un desagüe.
Pisadas detrás de ellas. Me gire para ver una grande y negra figura emerger de la parte de atrás de un árbol. “¡Penn!” Tuve que resistir la urgencia de lanzar mis brazos alrededor de la chica. Nunca había estado tan contenta de ver a alguien- aunque era casi imposible creer que Penn tuviera detenciones.
-¿No estás retrasada?- Penn preguntó, deteniéndose unos cuantos pies
Enfrente dando un divertido movimiento de cabeza de “Oh! Tú, pobre nueva”.
-He estado aquí por diez minutos, ¿No eres tú la que está retrasada?- Penn sonrió.
-No te la creas, soy una madrugadora. Yo nunca tengo castigos.- Se encogió de hombros y se subió sus lentes morados que tenía en la nariz. -Pero tú sí, junto con otras 5 desafortunadas almas, quienes probablemente se están poniendo más enojados por cada minuto que te están esperando en el monolito.- Se paró de puntillas y señaló atrás de mi, junto a la estructura de roca más grande, la cual se levantó en el centro de la parte más honda del cementerio. Si entrecerraba los ojos, podía distinguir un grupo de figuras negras agrupadas alrededor de la base.
-Ellos solo dijeron que nos encontráramos en el cementerio.- Dije, sintiéndome ya derrotada. -Nadie me dijo a dónde tenía que ir.-
-Bueno, yo te estoy diciendo: el monolito. Ahora ve allá abajo,- dijo Penn. -No vas a hacer muchos amigos acortándoles la mañana más de lo que ya lo has hecho.- Trague saliva. Una parte de mi quería que Penn me mostrara el camino. Desde aquí arriba, se miraba como un laberinto, y no quería perderme en el cementerio. De repente, me puse muy nerviosa, el sentimiento de estar lejos de casa, y sabía que se iba a poner mucho peor allí. Me troné los nudillos, ganando tiempo.
-¿_______?- dijo Penn, dándome un empujoncito en sus hombros. –Todavía estás parada ahí.- Trate de darle a Penn una valiente sonrisa de gracias, pero se tuvo que conformar con un raro gesto facial. Luego, me apresure cuesta abajo hacia el corazón del cementerio.
El sol todavía no había salido, pero me estaba acercando, y estos últimos momentos antes del amanecer eran los que más la asustaban. Pase por los caminos de lápidas.
En algún momento tuvieron que estar rectas, pero para ahora estaban tan viejas que casi todas se inclinaban hacia la otra, dándole a todo el lugar la apariencia de dominó. Chapote en charcos de lodo con Converse negros, las hojas crujían. Para cuando pasó la sección de simples obstáculos y llegue a la parte de las tumbas ornamentadas, el suelo se había más o menos aplanado, y estaba totalmente perdida. Deje de correr, tratando de recuperar el aliento. “Voces”. Si me calmaba, podía escuchar voces.
-Cinco minutos más, y me voy- dijo un chico.
-Qué mal que tu opinión no tenga valor, Sr. Peña- Una voz terca, una que reconocí de mis clases ayer. La Sra. Tross- el albatros*.
*Ave marina que tiene alas de casi 3 m y con un gran pico.
Después del incidente con el pastel de carne, había llegado tarde a mi clase y no había hecho exactamente su mejor impresión en la severa y esférica maestra de ciencias.
-A menos que alguien quiera perder sus privilegios sociales esta semana gemidos a través de las tumbas -todos esperaremos pacientemente, como si no tuviéramos nada mejor que hacer, hasta que la Srta. Price decida honrarnos con su presencia.-
-Ya estoy aquí,-jadee, finalmente rodeando una gigante estatua de un querubín. La señora Tross se quedó allí con las manos en la cintura, usando una variación del traje negro de ayer. Su cabello marrón estaba revuelto hasta el cuero cabelludo y sus ojos marrones sin brillo solo mostraban irritación. Biología siempre había sido difícil para mí, y para variar, no estaba haciendo puntos con la Sra. Tross. Detrás del albatros estaban Arriane, Molly y Carlos, agrupados alrededor de un círculo de pedestales que todos apuntaban a una central estatua de ángel. Comparado con el resto de estatuas, esta se miraba nueva, más blanca y grande. Y recostado sobre el esculpido muslo del ángel-casi no lo había notado-estaba James.
Él estaba usando su sweter negro con una letra en su pecho. Mire su cabello, que parecía que no había sido peinado luego de levantarse… lo que le hizo pensar cómo se miraría James cuando estaba durmiendo… lo que le hizo sonrojarme instintivamente que para cuando baje la mirada de su cabello hasta sus ojos, estaba rigurosamente humillada.
Para entonces él me estaba mirando.
-Lo siento,- solté de repente. -No sabía dónde se supone que debíamos reunirnos. Lo Juro-
-Guárdatelo- dijo la Sra. Tross, arrastrando un dedo por su garganta. -Ya bastante has hecho perder el tiempo de todos. Ahora, estoy segura de que todos recuerdan la despreciable indiscreción, cualquiera que sea, que ustedes cometieron para que se encuentren aquí. Pueden pensar en eso por las próximas dos horas mientras trabajan. Pónganse en parejas. Ya conocen la dinámica. – Dio un vistazo a mí y jadeó. -¿Muy bien, quien quiere un protegido?- Para el horror mío, todos los estudiantes estaban viendo sus pies. Pero luego, después de un tortuoso minuto, un quinto estudiante salió a la vista alrededor de la esquina del mausoleo.(así pero sin el cigarro, ni el agua, ni el gafete)
-Yo quiero- Kendall. Su camiseta negra de cuello en V le sentaba perfectamente en sus hombros. Se paró a unos cuantos metros de Carlos, quien se movió a un lado mientras Kendall pisaba el pasto y caminaba hacia acá. Sus ojos se posaron en mí mientras daba grandes zancadas, moviéndose delicadamente y seguro, como un atuendo de un reformatorio, como si no estuviera harta de ellos.
Parte de mi quería apartar la mirada, porque era vergonzoso la forma en que Kendall me estaba mirando en frente de todos. Pero por alguna razón, estaba fascinada. No podía romper su mirada- hasta que Arriane se paró entre nosotros.
-Dibs,- dijo ella. -Yo llamé a Dibs.-
-No lo hiciste,- Kendall dijo.
-Claro que sí, solo que no me oíste desde tu rara percha de allá atrás.-
Las palabras salieron apresuradamente. -La quiero a ella.-
-Yo- Kendall comenzó a responder.
Arriane levantó su cabeza espectacularmente. Trague. Acaso él también iba a decir algo. ¿No podía sólo olvidarse de ello? ¿Cumplir detención en un grupo de tres?
Kendall dio una palmadita en mi brazo.
-Me encontraré luego contigo, ¿de acuerdo?-dijo, como si fuera una promesa que me había pedido cumplir.
Los otros chicos saltaron de las tumbas de donde habían estado sentados y se fueron a un cobertizo. Los seguí, pegándome a Arriane, quien sin hablar entregó un rastrillo.
-Así que… ¿Quieres el ángel vengador, o los amantes carnales abrazados?- No hubo mención de los eventos de ayer, o de los recuerdos de Arriane, y de alguna forma sentía que no debería mencionar el tema con Arriane. En lugar de eso, di un vistazo por encima de mi cabeza y me vi atrapada por dos estatuas gigantes. La que estaba más cerca se parecía un Rodin. Un hombre y una mujer desnudos estaban enredados en un abrazo. Había estudiado escultura Francesa en Dover, y siempre pensó que los Rodins eran las piezas más románticas. Pero ahora era difícil ver a los amantes abrazados sin pensar en James. James. Quien me odiaba. Como si necesitara una prueba para eso luego de que básicamente él había explotado en la librería anoche, todo lo que tenía que hacer era pensar en la mirada relajada que me había dado él en la mañana.
-¿Dónde está el ángel vengador?- pregunte a Arriane con un suspiro.
-Buena elección. Está por aquí.- Arriane me llevó hacia una gran escultura de mármol, era un ángel salvando el suelo del impacto de un relámpago. Podría haber sido una pieza interesante, en aquellos tiempos, cuando fue esculpida. Pero ahora sólo se miraba vieja y sucia, cubierta con lodo y musgo.
-No lo entiendo,- dije. -¿Que es lo que haremos?-
-Restregar y restregar,- dijo Arriane, casi cantado. -Me gusta pretender que les estoy dando un pequeño baño.- Dicho esto, ella subió en el ángel gigante, balanceando sus piernas sobre el brazo de la estatua en forma de rayo, como si todo fuera un resistente y viejo roble para que ella escalara. Asustada de que me mirara como si quisiera más problemas para la Sra. Tross, empecé a parar el rastrillo a través de la base de la estatua. Trate de limpiar lo que parecía una interminable pila de hojas húmedas. Tres minutos después, mis brazos me estaban matando. Definitivamente no está para estaba vestida para un área sucia. Jamás había sido enviada a detención en Dover, pero por lo que había escuchado, consistía en llenar una hoja de papel con “No plagiaré el Internet” unos cientos de veces. Esto era brutal. Especialmente cuando lo que realmente había hecho era darle un golpe accidental a Molly en la cafetería. Estaba tratando de no hacer era hacer juzgamientos precipitados, ¿pero limpiando lodo de las tumbas de personas que habían estado muertas desde hace más de un siglo? odiaba mi vida en este momento.
Luego un rayo de sol finalmente se filtró de entre los árboles, y de repente había color en el cementerio. Me sentí instantáneamente más contenta. Podía ver más de diez metros en frente de aquí. Podía ver a James… trabajando en equipo con Molly. Mi corazón se estremeció. El aire había desaparecido. Vi a Arriane, quien lanzó una mirada de compasión pero siguió trabajando.
-Hey,- le susurre en alto. Arriane puso un dedo en sus labios pero hizo un ademán de que se subiera junto a ella. Con menos gracia y habilidad, tome el brazo de la estatua y se balanceó hasta el pedestal. Una vez que estuvo segura de que no se iba a caer al suelo, susurre, -Así que… ¿James es amigo de Molly?- Arriane soltó un resoplido.
-No inventes, ellos se odian- dijo rápidamente, luego hizo una pausa. -¿Por qué preguntas?- apunte hacia los dos, no haciendo un gran trabajo para limpiar su tumba. Estaban parados cerca de uno del otro, recostados en sus rastrillos y teniendo una conversación que desesperadamente deseaba poder escuchar.
-A mí me parece que sí son amigos-
Última edición por gisell portilla el Mar 01 Ene 2013, 10:11 pm, editado 2 veces
gisell portilla
Re: Fallen "oscuros" (James Maslow & tu) terminada
CAPITULO 4 PARTE 2
-Es detención,- Arriane dijo despreocupadamente. -Tienes que hacer parejas. ¿Crees que Carlos y Chester el Molestón son amigos?- Apunto a Carlos y Kendall. Se miraba que estaban discutiendo sobre la mejor manera de dividir el trabajo en la estatua de los amantes. -Los amigos de detención no equivale a amigos en la vida real.- Arriane volvió a verme, quien pudo sentir mi cara peleando, a pesar de los mejores esfuerzos para tener cara de póker. -Mira, ________, no quería decir…- Ella se calló. -Está bien, a pesar de que me hiciste desperdiciar veinte minutos de mi mañana, no tengo ningún problema contigo. De hecho, pienso que eres un poco interesante. Relajada. Dicho eso, no sé qué es lo que esperas en términos de una buena amistad aquí en Espada y Cruz. Pero déjame ser la primera en decirte que eso no es tan fácil. Las personas están aquí porque tenían equipaje. Estoy hablando de bienvenido regístrate, dame un buen trato porque este equipaje cuesta más de cincuenta libras. ¿Entiendes?- me encogí de hombros, sintiéndome avergonzada.
-Sólo era una pregunta.- Arriane rió por lo bajo.
-¿Siempre estas a la defensiva? Como sea, ¿qué demonios hiciste para estar aquí?- no estaba de humor para hablar de ello, Arriane estaba en lo cierto, era mejor tratar de no hacer amigos. Salte y regrese a quitar el musgo de la base de la estatua. Desafortunadamente, Arriane estaba intrigada. Ella también saltó, y me reprendió con su rastillo. -Ooh, dime, dime, dime,- se mofó. La cara de Arriane estaba tan cerca de la mía. Me recordó a ayer, poniéndome de cuclillas sobre Arriane luego de que ella había convulsionado. Habíamos tenido un momento, ¿verdad? Y una parte de mi realmente quería ser capaz de poder hablar con alguien. Había sido un largo y sofocante verano con mis padres. Suspire, descansando mi frente en el mango del rastrillo. Un sabor salado y nervioso llenó mi boca, pero no podía tragármelo. La última vez que había hablado de estos detalles, era por una orden de la corte. Podía solo olvidarlo, pero mientras más tiempo me miraba Arriane, más claras se hacían las palabras, y se acercaban más y más a la punta de mi lengua.
-Estaba con un amigo una noche,- comencé a explicar, tomando un largo y profundo respiro. -Y algo terrible pasó- Cerré mis ojos, rezando por no revivir la escena bajo el negro-rojo de mis párpados. -Había fuego. Yo salí viva… y el no.- Arriane bostezó, menos horrorizada por la historia de lo que estaba yo. -De todos modos, más tarde, no podía recordar los detalles, cómo pasó. Lo que si pude recordar,- lo que le dije al juez, después de todo, -creo que pensaron que yo estaba loca.- Trate de sonreír, pero se vio forzada. Para mi sorpresa, Arriane apretó mi hombro. Y por un segundo, su cara se miraba realmente sincera. Después cambió a su sonrisa.
-¿Somos tan malinterpretados, verdad?- me dio un toque en el estómago con el dedo. -Sabes, Carlos y yo estábamos hablando de cómo no tenemos amigos pirómanos. Y todo el mundo sabe que necesitas un pirómano para sacar de onda a una escuela reformatoria.- Ya lo tenía planeando. -Carlos pensó que tal vez ese otro chico nuevo, Todd, pero prefiero tenerte a ti. Todos deberíamos colaborar en algún momento.- trague ruidosamente. Yo no era una pirómana. Pero ya había acabado de hablar de mi pasado; ni siquiera tenía ganas de defenderme. -Ooh, espera a que Carlos lo escuche,- dijo Arriane tirando su rastrillo. –Eres nuestro sueño hecho realidad.-abrí la boca para protestar, pero Arriane ya se había ido. “Perfecto”, pensé, escuchando el sonido de los zapatos de Arriane a través del fango y del lodo. Ahora era solo cuestión de segundos antes de que los rumores llegaran a oídos de James. Sola otra vez, mire hacia la estatua. Aunque ya había quitado una gran pila de musgo y mantillos, el ángel se miraba más sucio que nunca. No encontraba el punto de todo el proyecto. De todos modos, dudaba que alguien alguna vez viniera a visitar este lugar. También dudaba que todos los demás castigados estuvieran todavía trabajando. Mis ojos se abrieron justo en el momento en que me percate de James, quien estaba trabajando. Era muy eficiente usando un cepillo de alambre para restregar la resina de la inscripción de bronce que estaba en una tumba. Incluso se había subido las mangas de su suéter, y podía ver los músculos contrayéndose cuando restregaba. Solté un suspiro, y-no podía evitarlo- recosté mi codo en el ángel de piedra para observarlo. “Él siempre ha sido un arduo trabajador.” Rápidamente sacudí mi cabeza. “¿De dónde había salido eso?” No tenía ni idea de lo que quise decir. Y aún así, yo había sido quien lo había pensado. Era del tipo de frases que se formaban a veces en mi mente justo antes de que me dejara arrastrar por el sueño. Inconscientemente balbuceando, nunca podría nombrar algo así fuera de mis sueños. Pero aquí estaba, muy despierta. Necesitaba controlar este asunto con James. Lo había conocido por un día y ya podía sentirme deslizándome a un lugar muy extraño y desconocido.
-Probablemente lo mejor será permanecer lejos de él- dijo una fría voz detrás de mí. Voltee para encontrar a Molly, en la misma pose que la había encontrado ayer: manos en las caderas, ventanas de la nariz brillantes y perforadas. Penn había dicho que la inesperada regla de Espada y Cruz que permitió los piercings faciales, vino desde el director que se quitó un diamante que estaba en su oreja.
-¿Quién?- le pregunte a Molly, sabiendo que se escuchaba estúpido. Molly hizo rodar sus ojos.
-Sólo confía en mí cuando te digo que enamorarse de James sería una muy, muy mala idea.- Antes de que pudiera responder, Molly se había ido. Pero James “fue como si hubiera escuchado su nombre” estaba observándome directamente. Luego, caminando directamente hacia mí. Sabía que el sol se había ocultado detrás de una nube. Si tan solo pudiera romper su mirada, podría mirar hacia delante y verlo por mí misma. Pero no podía mirar hacia delante, no podía apartar la vista, y por alguna razón, tuve que entrecerrar sus ojos para poder verlo. Como si James estaba creando su propia luz, como si él me estuviera cegando. Un sonido hueco llegó a mis oídos, y las rodillas comenzaron a temblar. Quería tomar el rastrillo y pretender como si no lo hubiera visto venir. Pero era demasiado tarde para jugar a estar relajada.
-¿Qué fue lo que te dijo?- preguntó.
-Um,- evadí, quebrando mi cabeza para una mentira razonable. Encontrando nada. Troné los nudillos. James tomó sus manos entre las de él.
-Odio cuando haces eso.- retrocedí instintivamente. Sus manos habían tocado las de mías por un segundo, pero aún así, sentí que mi cara se sonrojaba. “ÉL se refería a que era un fastidio que quienquiera que hiciera ese sonido de tronarse los nudillos lo molestaría, ¿verdad? Porque decir que él odiaba cuando hacia eso implicaba que él me había visto hacerlo antes. Y él no podía haberlo hecho. Él apenas me conocía. ¿Entonces porqué se sentía como si fuera una pelea que habían tenido antes?”
-Molly me dijo que me mantuviera lejos de ti,- dije finalmente. James inclinó su cabeza de lado a lado, pareciendo analizar lo que había dicho. -Ella probablemente tenga razón.- Me estremecí. Una sombra saltó sobre nosotros, oscureciendo las caras de los ángeles lo suficiente para que me preocupara. Cerré mis ojos y trate de respirar, rezando por que James no notara algo extraño. Pero el pánico estaba creciendo. Quería correr. No podía correr. ¿Y si me perdía en el cementerio? James siguió mi mirada hasta el cielo.
-¿Qué ocurre?-
-Nada.-
-¿Así que vas a hacerlo?- él preguntó, cruzando sus brazos en su pecho, un reto.
-¿Qué cosa?- dije “¿Correr?” James se acercó un paso más. Ahora estaba a menos de un metro de mí. Contuve el aliento. Mantuve el cuerpo completamente quieto. Espere.
-¡¿Vas a mantenerte lejos de mí?!- Casi sonó como si estuviera coqueteando. Pero no tenía ni idea. Mi frente estaba llena de sudor, y apreté mi sien entre los dos dedos, tratando de recobrar el control de mi cuerpo, tratando de salir de su control. Estaba totalmente desprevenida para coquetearle de vuelta. Eso era, si lo que él estaba realmente haciendo era coquetear. Retrocedí de nuevo, más lejos esta vez. Prácticamente me golpee con la base de la estatua, y podía sentir el agrietado pie del ángel arañándome la espalda. En un segundo, una sombra más oscura y fría se posó sobre nosotros. Pude jurar que James también se estremeció junto conmigo. Y luego, el profundo crujido de algo nos asustó a los dos. Jade mientras la parte de arriba de la estatua de mármol se tambaleaba sobre nosotros, como una rama de un árbol balanceándose en la brisa. Por un segundo, parecía que se sostenía en el aire. Nos quedamos mirando al ángel. Ambos sabíamos que iba a caer. La cabeza del ángel se encorvó lentamente hacia nosotros, como si estuviera rezando y luego toda la estatua iba cayendo a toda velocidad. Sentí el agarre de la mano de James, rápido y fuerte, como si él supiera exactamente dónde empezaba y dónde terminaba. Su otra mano cubrió mi cabeza y la forzó agacharse mientras la estatua caía sobre los dos. Justo dónde nosotros habíamos estado parados. Aterrizó con un estruendoso golpe-la cabeza en el lodo, con sus pies aún descansando en el pedestal, dejando un pequeño triángulo debajo, donde nos agachamos. Los dos estábamos jadeando, nariz con nariz, los ojos asustados de James. Entre nuestros cuerpos y la estatua, sólo había unas pulgadas de espacio.
-¿__________?- él susurró. Todo lo que pude hacer fue asentir. Sus ojos se estrecharon. -¿Qué fue lo que viste?- Luego una mano apareció y sentí que era jalada del espacio debajo de la estatua. Hubo un roce en mi espalda y luego una bocanada de aire. Vi un destello de la luz del día otra vez. El grupo de detención estaba parado perplejo, excepto por la Sra. Tross, quien estaba viéndome asombrada, y Kendall, quien ayudó a ponerme de pie.
-¿Estás bien?- preguntó Kendall, moviendo sus ojos en busca de raspones y moretones y quitando un poco de tierra de mi hombro. -Vi a la estatua venirse abajo y corrí para tratar de detenerla, pero ya estaba… Debes de haber estado horrorizada.- no respondí. Horrorizada era sólo una parte de cómo me había sentido. James, ya de pie, ni siquiera se volteó para ver si estaba bien o no. Sólo caminó lejos de allí. Me quede con la boca abierta mientras lo miraba irse y también miraba que a los demás no pareció importarles que él se hubiera ido.
-¿Qué fue lo que hiciste?- la Sra. Tross preguntó.
-No lo sé. Un minuto estaba parada ahí-mire a la Sra. Tross -Um, trabajando. La próxima cosa que supe fue que la estatua cayó.- El Albatros se inclinó para examinar el destrozado ángel. Su cabeza se había rajado justo en el medio. Empezó a murmurar algo sobre fuerzas naturales y viejas rocas.
-Es detención,- Arriane dijo despreocupadamente. -Tienes que hacer parejas. ¿Crees que Carlos y Chester el Molestón son amigos?- Apunto a Carlos y Kendall. Se miraba que estaban discutiendo sobre la mejor manera de dividir el trabajo en la estatua de los amantes. -Los amigos de detención no equivale a amigos en la vida real.- Arriane volvió a verme, quien pudo sentir mi cara peleando, a pesar de los mejores esfuerzos para tener cara de póker. -Mira, ________, no quería decir…- Ella se calló. -Está bien, a pesar de que me hiciste desperdiciar veinte minutos de mi mañana, no tengo ningún problema contigo. De hecho, pienso que eres un poco interesante. Relajada. Dicho eso, no sé qué es lo que esperas en términos de una buena amistad aquí en Espada y Cruz. Pero déjame ser la primera en decirte que eso no es tan fácil. Las personas están aquí porque tenían equipaje. Estoy hablando de bienvenido regístrate, dame un buen trato porque este equipaje cuesta más de cincuenta libras. ¿Entiendes?- me encogí de hombros, sintiéndome avergonzada.
-Sólo era una pregunta.- Arriane rió por lo bajo.
-¿Siempre estas a la defensiva? Como sea, ¿qué demonios hiciste para estar aquí?- no estaba de humor para hablar de ello, Arriane estaba en lo cierto, era mejor tratar de no hacer amigos. Salte y regrese a quitar el musgo de la base de la estatua. Desafortunadamente, Arriane estaba intrigada. Ella también saltó, y me reprendió con su rastillo. -Ooh, dime, dime, dime,- se mofó. La cara de Arriane estaba tan cerca de la mía. Me recordó a ayer, poniéndome de cuclillas sobre Arriane luego de que ella había convulsionado. Habíamos tenido un momento, ¿verdad? Y una parte de mi realmente quería ser capaz de poder hablar con alguien. Había sido un largo y sofocante verano con mis padres. Suspire, descansando mi frente en el mango del rastrillo. Un sabor salado y nervioso llenó mi boca, pero no podía tragármelo. La última vez que había hablado de estos detalles, era por una orden de la corte. Podía solo olvidarlo, pero mientras más tiempo me miraba Arriane, más claras se hacían las palabras, y se acercaban más y más a la punta de mi lengua.
-Estaba con un amigo una noche,- comencé a explicar, tomando un largo y profundo respiro. -Y algo terrible pasó- Cerré mis ojos, rezando por no revivir la escena bajo el negro-rojo de mis párpados. -Había fuego. Yo salí viva… y el no.- Arriane bostezó, menos horrorizada por la historia de lo que estaba yo. -De todos modos, más tarde, no podía recordar los detalles, cómo pasó. Lo que si pude recordar,- lo que le dije al juez, después de todo, -creo que pensaron que yo estaba loca.- Trate de sonreír, pero se vio forzada. Para mi sorpresa, Arriane apretó mi hombro. Y por un segundo, su cara se miraba realmente sincera. Después cambió a su sonrisa.
-¿Somos tan malinterpretados, verdad?- me dio un toque en el estómago con el dedo. -Sabes, Carlos y yo estábamos hablando de cómo no tenemos amigos pirómanos. Y todo el mundo sabe que necesitas un pirómano para sacar de onda a una escuela reformatoria.- Ya lo tenía planeando. -Carlos pensó que tal vez ese otro chico nuevo, Todd, pero prefiero tenerte a ti. Todos deberíamos colaborar en algún momento.- trague ruidosamente. Yo no era una pirómana. Pero ya había acabado de hablar de mi pasado; ni siquiera tenía ganas de defenderme. -Ooh, espera a que Carlos lo escuche,- dijo Arriane tirando su rastrillo. –Eres nuestro sueño hecho realidad.-abrí la boca para protestar, pero Arriane ya se había ido. “Perfecto”, pensé, escuchando el sonido de los zapatos de Arriane a través del fango y del lodo. Ahora era solo cuestión de segundos antes de que los rumores llegaran a oídos de James. Sola otra vez, mire hacia la estatua. Aunque ya había quitado una gran pila de musgo y mantillos, el ángel se miraba más sucio que nunca. No encontraba el punto de todo el proyecto. De todos modos, dudaba que alguien alguna vez viniera a visitar este lugar. También dudaba que todos los demás castigados estuvieran todavía trabajando. Mis ojos se abrieron justo en el momento en que me percate de James, quien estaba trabajando. Era muy eficiente usando un cepillo de alambre para restregar la resina de la inscripción de bronce que estaba en una tumba. Incluso se había subido las mangas de su suéter, y podía ver los músculos contrayéndose cuando restregaba. Solté un suspiro, y-no podía evitarlo- recosté mi codo en el ángel de piedra para observarlo. “Él siempre ha sido un arduo trabajador.” Rápidamente sacudí mi cabeza. “¿De dónde había salido eso?” No tenía ni idea de lo que quise decir. Y aún así, yo había sido quien lo había pensado. Era del tipo de frases que se formaban a veces en mi mente justo antes de que me dejara arrastrar por el sueño. Inconscientemente balbuceando, nunca podría nombrar algo así fuera de mis sueños. Pero aquí estaba, muy despierta. Necesitaba controlar este asunto con James. Lo había conocido por un día y ya podía sentirme deslizándome a un lugar muy extraño y desconocido.
-Probablemente lo mejor será permanecer lejos de él- dijo una fría voz detrás de mí. Voltee para encontrar a Molly, en la misma pose que la había encontrado ayer: manos en las caderas, ventanas de la nariz brillantes y perforadas. Penn había dicho que la inesperada regla de Espada y Cruz que permitió los piercings faciales, vino desde el director que se quitó un diamante que estaba en su oreja.
-¿Quién?- le pregunte a Molly, sabiendo que se escuchaba estúpido. Molly hizo rodar sus ojos.
-Sólo confía en mí cuando te digo que enamorarse de James sería una muy, muy mala idea.- Antes de que pudiera responder, Molly se había ido. Pero James “fue como si hubiera escuchado su nombre” estaba observándome directamente. Luego, caminando directamente hacia mí. Sabía que el sol se había ocultado detrás de una nube. Si tan solo pudiera romper su mirada, podría mirar hacia delante y verlo por mí misma. Pero no podía mirar hacia delante, no podía apartar la vista, y por alguna razón, tuve que entrecerrar sus ojos para poder verlo. Como si James estaba creando su propia luz, como si él me estuviera cegando. Un sonido hueco llegó a mis oídos, y las rodillas comenzaron a temblar. Quería tomar el rastrillo y pretender como si no lo hubiera visto venir. Pero era demasiado tarde para jugar a estar relajada.
-¿Qué fue lo que te dijo?- preguntó.
-Um,- evadí, quebrando mi cabeza para una mentira razonable. Encontrando nada. Troné los nudillos. James tomó sus manos entre las de él.
-Odio cuando haces eso.- retrocedí instintivamente. Sus manos habían tocado las de mías por un segundo, pero aún así, sentí que mi cara se sonrojaba. “ÉL se refería a que era un fastidio que quienquiera que hiciera ese sonido de tronarse los nudillos lo molestaría, ¿verdad? Porque decir que él odiaba cuando hacia eso implicaba que él me había visto hacerlo antes. Y él no podía haberlo hecho. Él apenas me conocía. ¿Entonces porqué se sentía como si fuera una pelea que habían tenido antes?”
-Molly me dijo que me mantuviera lejos de ti,- dije finalmente. James inclinó su cabeza de lado a lado, pareciendo analizar lo que había dicho. -Ella probablemente tenga razón.- Me estremecí. Una sombra saltó sobre nosotros, oscureciendo las caras de los ángeles lo suficiente para que me preocupara. Cerré mis ojos y trate de respirar, rezando por que James no notara algo extraño. Pero el pánico estaba creciendo. Quería correr. No podía correr. ¿Y si me perdía en el cementerio? James siguió mi mirada hasta el cielo.
-¿Qué ocurre?-
-Nada.-
-¿Así que vas a hacerlo?- él preguntó, cruzando sus brazos en su pecho, un reto.
-¿Qué cosa?- dije “¿Correr?” James se acercó un paso más. Ahora estaba a menos de un metro de mí. Contuve el aliento. Mantuve el cuerpo completamente quieto. Espere.
-¡¿Vas a mantenerte lejos de mí?!- Casi sonó como si estuviera coqueteando. Pero no tenía ni idea. Mi frente estaba llena de sudor, y apreté mi sien entre los dos dedos, tratando de recobrar el control de mi cuerpo, tratando de salir de su control. Estaba totalmente desprevenida para coquetearle de vuelta. Eso era, si lo que él estaba realmente haciendo era coquetear. Retrocedí de nuevo, más lejos esta vez. Prácticamente me golpee con la base de la estatua, y podía sentir el agrietado pie del ángel arañándome la espalda. En un segundo, una sombra más oscura y fría se posó sobre nosotros. Pude jurar que James también se estremeció junto conmigo. Y luego, el profundo crujido de algo nos asustó a los dos. Jade mientras la parte de arriba de la estatua de mármol se tambaleaba sobre nosotros, como una rama de un árbol balanceándose en la brisa. Por un segundo, parecía que se sostenía en el aire. Nos quedamos mirando al ángel. Ambos sabíamos que iba a caer. La cabeza del ángel se encorvó lentamente hacia nosotros, como si estuviera rezando y luego toda la estatua iba cayendo a toda velocidad. Sentí el agarre de la mano de James, rápido y fuerte, como si él supiera exactamente dónde empezaba y dónde terminaba. Su otra mano cubrió mi cabeza y la forzó agacharse mientras la estatua caía sobre los dos. Justo dónde nosotros habíamos estado parados. Aterrizó con un estruendoso golpe-la cabeza en el lodo, con sus pies aún descansando en el pedestal, dejando un pequeño triángulo debajo, donde nos agachamos. Los dos estábamos jadeando, nariz con nariz, los ojos asustados de James. Entre nuestros cuerpos y la estatua, sólo había unas pulgadas de espacio.
-¿__________?- él susurró. Todo lo que pude hacer fue asentir. Sus ojos se estrecharon. -¿Qué fue lo que viste?- Luego una mano apareció y sentí que era jalada del espacio debajo de la estatua. Hubo un roce en mi espalda y luego una bocanada de aire. Vi un destello de la luz del día otra vez. El grupo de detención estaba parado perplejo, excepto por la Sra. Tross, quien estaba viéndome asombrada, y Kendall, quien ayudó a ponerme de pie.
-¿Estás bien?- preguntó Kendall, moviendo sus ojos en busca de raspones y moretones y quitando un poco de tierra de mi hombro. -Vi a la estatua venirse abajo y corrí para tratar de detenerla, pero ya estaba… Debes de haber estado horrorizada.- no respondí. Horrorizada era sólo una parte de cómo me había sentido. James, ya de pie, ni siquiera se volteó para ver si estaba bien o no. Sólo caminó lejos de allí. Me quede con la boca abierta mientras lo miraba irse y también miraba que a los demás no pareció importarles que él se hubiera ido.
-¿Qué fue lo que hiciste?- la Sra. Tross preguntó.
-No lo sé. Un minuto estaba parada ahí-mire a la Sra. Tross -Um, trabajando. La próxima cosa que supe fue que la estatua cayó.- El Albatros se inclinó para examinar el destrozado ángel. Su cabeza se había rajado justo en el medio. Empezó a murmurar algo sobre fuerzas naturales y viejas rocas.
gisell portilla
Re: Fallen "oscuros" (James Maslow & tu) terminada
Capitulo 5 parte 1
el círculo de adentro
-¡Nunca me asuste así otra vez!-
Callie me reprende la noche del miércoles. Fue justo antes de la puesta del sol y fue plegada a el celular en forma de un cubo en Espada & Cruz, que estaba guardada en el medio del área de oficina. Estaba lejos de ser privado, pero al menos no había nadie más estaba holgazaneando alrededor. Mis brazos estaban doloridos por el turno en el cementerio en la detención de ayer, mi orgullo aún herido de que James estaba huyendo en el segundo en que ellos fueron sacados de por abajo de la estatua. Sin embargo, durante quince minutos, estaba tratando de sacar todo eso de mi mente, para absorber cada palabra felizmente frenética que mi mejor amiga podría contarle un montón en el tiempo asignado. Se sentía tan bien escuchar la alta y aguda voz de Callie, casi no importaba que me estaban gritando.
-Nosotros prometimos estaríamos una hora sin hablarnos,- Callie siguió acusando. –¡Pensé que alguien te había comido viva! O que tal vez se quedo bloqueada y sola en una de esas camisas de fuerza donde tiene que masticar a través de la manga para rascarse la cara. Por todo lo que sabía, podría haber descendido al noveno círculo de--
-Está bien, mamá-, dije, riendo y acomodándome en el papel como una instructora de la respiración de Callie. –Cálmate-. Por un segundo, me sentía culpable de que no había usado la única llamada del teléfono para marcarle a mi madre real. Pero ella sabía que Callie se despelucaría si ella descubre que no me había apoderado de la primera oportunidad de ponerme en contacto.
Y de una manera extraña, siempre estaba relajada al escuchar la voz histérica de Callie. Fue una de las muchas razones que los dos eran un buen ajuste: mi mejor amiga aparte de ser paranoica en realidad tenía un efecto calmante sobre mí. Podía visualizar a Callie en su dormitorio en Dover, el ritmo de su brillante alfombra de color naranja, con Oxy untado sobre su T-zone y la espuma de su separación de pedicura, sus uñas de color fucsia aun frescas.
-¡No me hagas tu mamá!- Callie dice enojada. -Empieza a hablar. ¿Como son los otros chicos? ¿Todos dan miedo y hacen estallar los diuréticos como en las películas? ¿Qué hay sobre tus clases? ¿Cómo está la comida?-
A través del teléfono, podía oír Vacaciones en Roma en el fondo en la tele pequeña de Callie. La escena favorita de siempre ha sido aquel en el que Audrey Hepburn se despertó en la habitación de Gregory Peck, todavía convencida de que la noche anterior había sido un sueño. Cerré los ojos y trate de imaginar el tiro en la cabeza. Imitando el susurro de Audrey, cito una la línea que sabía que Callie reconocería: -"Había un hombre, que fue tan malo para mí. Fue maravilloso. "-
-"Está bien, princesa, es tu vida que quiero oírte hablar"-, bromeó Callie. Desafortunadamente, no había nada sobre Espada & Cruz que siquiera consideraría describir como maravilloso. Pensando en James para, oh, el tiempo que el octogésimo día, me di cuenta de que el único paralelo entre mi vida y Vacaciones en Roma era que ella y Audrey tenían un chico que era rudo y agresivo e interesado en ellas. Apoye la cabeza contra el linóleo color beige de las paredes del cubículo. Alguien había tallado las palabras Biding My
Time. En circunstancias normales, esto sería cuando sacara todo acerca de James a Callie. Excepto que, por alguna razón, no lo hice. Todo lo que pude querer decir acerca de James no se basa en todo lo que realmente había ocurrido entre nosotros. Y Callie era grande tratándose de chicos haciendo un esfuerzo para demostrar que era digno de ti. A ella le gustaría escuchar cosas como cuántas veces el había mantenido abierta una puerta para mi, o si se había dado cuenta de lo bueno que su acento francés era. Callie no creía que había algo malo con los chicos por escribir el tipo de poemas de amor cursi que yo nunca podría tomar en serio. Me quedaba corta en cosas que se trataran de James. De hecho, Callie estaba más interesada en escuchar acerca de alguien como Kendall.
-Bueno, hay un chico por aquí-, susurre en el teléfono.
-¡Lo sabía!- Callie chilló. –Nombre-.
-James. James.- Luce se aclaró la garganta. –Kendall-.
-Directo, sin complicaciones. Empieza desde el principio.-
-Bueno, nada realmente ha ocurrido.-
-El piensa que estás hermosa, bla, bla, bla, bla. Te dije que el corte te hacia parecer a Audrey. Dime las cosas buenas.-
-Pues-- me caye. El sonido de los pasos en el vestíbulo me hizo callar. Me incline hacia el lado del cubículo y estire el cuello para ver quién fue el que interrumpió los mejores quince minutos que había tenido en los tres días enteros. Kendall estaba caminando hacia acá. “Hablando del diablo”. Me trague las palabras horriblemente que estaban en la punta de la lengua: Me dio su pick de la guitarra. Todavía lo tenía metida en el bolsillo. El comportamiento de Kendall fue casual, como si por algún golpe de suerte que no había oído lo que había estado diciendo. Parecía ser el único niño en Espada & Cruz que no se cambiaba de su uniforme escolar, el minuto de las clases habían terminado. Sin embargo, el negro-sobre-negro trabajaban bien para él, tanto como ha trabajado para hacerme parecer una cajera de el supermercado. Kendall estaba girando un reloj de bolsillo de oro que colgaba de una larga cadena en bucle alrededor de su dedo índice. Seguí su brillante arco por un momento, casi hipnotizada, hasta que Kendall aplaudió la esfera del reloj a una parada en su puño. Lo miró, y luego la miro a hacia mí.
-Lo siento.- Sus labios fruncidos en la confusión. -Pensé que me había anotado para usar el teléfono a las siete.- Se encogió de hombros. -Pero debí haberlo anotado mal- El corazón se me hundió cuando mire mi propio reloj. Callie y yo apenas habíamos hablado quince palabras, ¿cómo podía sus quince minutos ya haber terminado?
-¿Luce? ¿Hola?- Callie parecía impaciente en el otro extremo del teléfono. –Eres rara. ¿Hay algo que no me estás diciendo? ¿Me has sustituido con un poco-delana? ¿Y el chico?-
-Shhh-, silbe en el teléfono. -Kendall espera-, grite, sujetando el teléfono alejado de la boca. Ya estaba a medio camino de la puerta. -Sólo un segundo, ya voy-- trague saliva -Ya voy a colgar-. Kendall deslizó el reloj de bolsillo en el frente de su blazer negro y doblo hacia acá. El elevo sus cejas y se rió cuando oyó la voz de Callie gritando cada vez más fuerte desde el auricular.
-No te atrevas a colgar-, Callie protestó. -Tú no me has dicho nada. ¡Nada!-
-No quiero molestar a nadie-, bromeó Kendall, señalando el teléfono. -Toma mi turno, puedes regresármelo en otro momento.-
-No-, dije rápidamente. Tenía muchas ganas de seguir hablando con
Callie, pero se imaginaba que Kendall probablemente sentía lo mismo por quien había venido a llamar. Y a diferencia de muchas de las personas en esta escuela, Kendall había sido más amable conmigo. No quería hacerle renunciar a su turno en el teléfono, sobre todo ahora, cuando ella estaría demasiado nerviosa para charlar con Callie sobre él. –Callie-, dije, suspirando en el teléfono. -Me tengo que ir. Voy a llamar de nuevo tan pronto como sea-- Pero para entonces solo se oía el tono de colgado en mi oreja. El teléfono había sido manipulado para que cada llamada se acabara a cada quince minutos. Ahora veía el temporizador pequeño parpadeo 0:00 sobre su base. Ni siquiera habían llegado a decir adiós y ahora tendría que esperar una semana entera a llamar. Tiempo extendido en la mente como un abismo sin fin.
-¿BFF?- Kendall preguntó, apoyado en el cubículo de al lado. Sus cejas oscuras todavía arqueado. -Tengo tres hermanas menores, yo casi puedo oler la mejor amiga a través del teléfono.- Se inclinó hacia delante, como si él iba a oler, que me hacía reír... y luego congelar. Su cercanidad inesperada había hecho su corazón acelerarse.
-¡No!- sacudí la cabeza para negar con vehemencia que los chicos estaban en la mente de todas... hasta que se dio cuenta de Kendall sólo estaba bromeando. me sonroje y tomo una puñalada para bromear de vuelta.
-Quiero decir que yo le dije que no hay un solo bueno aquí- Kendall parpadeó. -Precisamente lo que la hace tan excitante. ¿No crees?- Tenía una manera de estar de pie tan quieto, que hizo que me pusiera muy quieta, lo que hizo que el sonido tic-tac del reloj de bolsillo interior de su chaqueta parecieran más fuertes de lo que podría haber sido.
Congelado junto a Kendall, de repente me estremecí como algo negro se abalanzó hacia el pasillo. La sombra parecía rayuela en los paneles en el techo de una manera muy deliberada, betún a uno y luego el siguiente y luego el siguiente. Nunca fue bueno estar a solas con alguien, especialmente alguien tan entrado en mí como Kendall fue en el momento--cuando llegaron las sombras. Sentía que estaba templando, tratando de aparentar calma, como la oscuridad se arremolinaba alrededor del ventilador de techo en un baile. Eso por sí solo podría haber soportado. Quizás. Pero la sombra siempre estaba haciendo el peor de sus terribles ruidos, un sonido como el que había oído cuando había visto un búho bebé caer de su árbol de palmito y ahogarse a la muerte. Deseaba que Kendall dejara de mirar. Deseaba que algo pasara para desviar su atención. Deseaba que—James Grigori llegara.
Y luego lo hizo. Salvados por el hermoso joven con pantalones vaqueros y una camiseta Holey de color blanco. No se parecía como una salvación—encorvado sobre su gran pila de libros para la biblioteca, bolsas bajo sus ojos avellana. James realmente parecía del tipo que naufragaba. Su cabello castaño caía sobre sus ojos, y cuando se establecieron en mi y Kendall, los miraba estrecharse. Estaba tan ocupada pensando en que fue lo que fue había hecho para molestar a James, casi no me di cuenta de lo trascendental que sucedió: el segundo antes de la puerta del vestíbulo se cerró detrás de él, la sombra se deslizó a través de mí y en la noche. Era como si alguien hubiera tomado una aspiradora y haber limpiado toda la arenilla en la sala.
James asintió con la cabeza en mi dirección y no se retraso. Cuando mire a Kendall, él estaba viendo a James. Se volvió a y dijo, en una voz más alta de lo que él necesitaba
-casi se me olvidó decirte. Tengo una pequeña fiesta en mi habitación esta noche después de Sociales. Me encantaría que vinieras.-
James estaba todavía al alcance del oído. No tenía idea de lo que sociales era, pero se suponía que debía de juntarme con Penn. Se suponía que íbamos a caminar juntas. Mis ojos estaban fijos en la parte posterior de la cabeza de James, y sabía que necesitaba responder a la pregunta de Kendall sobre la fiesta, y realmente no debería ser tan difícil, pero cuando Janes dio la vuelta y me miró con los ojos jure eran lúgubres, el teléfono detrás de ella empezó a sonar, y Kendall contesto y dijo:
-Tengo que tomar esta, ________. ¿Estarás ahí?- Casi imperceptiblemente, James asintió con la cabeza.
-Sí- le respondí a Kendall. -Sí-.
*************************************
-Todavía no veo por qué tenemos que correr,- jadeaba veinte minutos después. Estaba tratando de mantenerme al día con Penn como trepamos al otro lado de los bienes comunes hacia el auditorio de la misteriosa Noche Social, que Penn aún no le había explicado. Apenas tenía tiempo suficiente para subir a mi habitación, ponerse brillo de labios y mis mejores jeans sólo en caso de que era esa clase de sociales. Todavía estaba tratando de disminuir la respiración por su encuentro con Kendall y James cuando Penn irrumpió en mi habitación para arrastrarme hacia la puerta.
-Las personas que están crónicamente tarde nunca entienden las muchas maneras en las que pueden arruinar los horarios de las personas que son puntuales y normales-, dijo Penn mientras nos salpicábamos a través de una porción particular de césped empapado.
-¡Ja!- Una carcajada estalló detrás de ellos. Mire hacia atrás y sentí una luz de arriba cuando vi a la pálida Arriane, corriendo para tratar de alcanzarnos -¿Qué curandero le dijo que estaba normal, Penn?- Arriane me da un empujón hacia adelante. -¡Cuidado con la arena movediza!-
Me detuve justo antes de que hubiera aterrizado en un parche de atorrado barro en el césped.
-¡Alguien por favor dígame dónde vamos!-
-La noche del miércoles- dijo Penn rotundamente. -Noche Social-.
-... ¿Es como un baile o algo así?- pregunte, visiones de James y Kendall ya se mueve a través de la pista de baile en mi mente. Arriane abucheado dice.
-Un baile con la muerte por aburrimiento. El término ‘sociales’ es típica aquí en Espada & Cruz, son necesarios para programar eventos sociales para nosotros, pero también están aterrorizados de la programación de eventos sociales para nosotros. Apestosa situación-
-Así que en lugar de-, agregó Penn, -tienen estos acontecimientos realmente terribles, como noches de cine seguida de conferencias sobre la película--o Dios, ¿te acuerdas del último semestre?-
-¿Había dicho algo sobre la taxidermia?-
-En una manera espeluznante.- Penn sacudió la cabeza.
-Esta noche, querida,- Arriane arrastrando las palabras, -nos vamos a salir de esa fácil. Todo lo que tienes que hacer es roncar entre la rotación de las trespelículas de Espada & Cruz. ¿Cuál cree usted que va a ser esta noche, Penn? ¿Starman? ¿Joe contra el volcán? ¿O Weekend at Bernie's? "
-Es Starman-. Penn gimió. Arriane me dio una mirada desconcertada.
-Ella lo sabe todo.-
-Espera-, dije, de puntillas alrededor de las arenas movedizas y bajando la voz a un susurro mientras se acercaban a la oficina de la escuela. -Si todos han visto estas películas tantas veces, ¿por qué la prisa por llegar hasta aquí?- Penn abrió las puertas de metal pesada para el “auditorio”, que, me di cuenta, que era un eufemismo y vieja habitación regular, techos de paneles de madera y sillas frente a una pared en blanco.
-No quiero quedarme atrapada en el banquillo junto al señor Cole-. Arrianne explicó, señalando al maestro, su nariz estaba enterrada dentro de un libro grueso, y fue rodeado por las pocas sillas vacías en el resto de la habitación. Mientras las tres atravesábamos el detector de metales en la puerta, Penn dijo:
-Quien se sienta allí tiene que ayudar a pasar un cabo de encuestas semanales de ‘su salud metal’-
-Lo que no sería tan malo- Arrianne intervino.
-Si usted no tiene que quedarse hasta tarde para analizar el hallazgo,- Penn termino.
-De esta manera desaparecidos-, Arriane dijo con una sonrisa… hacia esta segunda fila, susurró, -la post-fiesta-.
Al fin llegamos hasta el corazón de la cuestión. Di una sonrisita.
-Escuché sobre eso- dije, sintiéndome un poco cambiada. -Es en la habitación de Kendall, ¿verdad?- Arriane me miró por un segundo y paso su lengua por sus dientes. Luego miro hacia atrás, casi como encima de mi.
-Hola Todd,- ella dijo, solamente agitando sus dedos. Y después me mpujo entre un asiento, afirmando un lugar seguro junto a mi (todavía dos puestos debajo de el Sr. Cole), y dio unas palmaditas en el asiento caliente. -Ven, siéntate con nosotros, ¡T-man!- Todd, que había desplazando su peso en la puerta, parecía un inmenso alivio de haberle dado una directiva, cualquier directiva. Se dirigió hacia nosotros, la deglución. Apenas estaba manoseando su asiento que el Sr. Cole miro hacia adelante, se limpió las gafas en el pañuelo, y dijo:
-Todd, me alegro de que estés aquí. Me pregunto si usted me puede ayudar con un pequeño favor después de la película. Usted ve, el diagrama de Venn es una herramienta muy útil para... –
-¡Mala!- Penn asomó la cara entre Arriane y yo. Arriane se encogió de hombros y saco una bolsa gigante de palomitas de maíz de su maleta.
-Sólo puedo cuidar a nuevos estudiantes-, dijo, lanzando un núcleo de mantequilla en mí. –Dichosa-.
Mientras se estaba haciendo más oscuro, mire alrededor hasta que mis ojos se posaron en Kendall. Pensé en la sesión en el teléfono con Callie, y cómo mi amiga siempre decía que ver una película con un chico era la mejor manera de conocer cosas sobre él, cosas que no puede salir en una conversación. En cuanto a Kendall, sabía lo que Callie quiso decir: Algo seria emocionante sobre la suerte de mirar por el rabillo del ojo para ver las bromas que Kendall pensaba que era gracioso, para reunir su risa con la mía. Cuando sus ojos se encontraron con la mía, sentía un instinto vergüenza de mirar a otro lado. Pero entonces, antes de que pudiera, la cara de Kendall se iluminó con una sonrisa amplia. Me sentí muy descarada de haber sido sorprendida mirándolo. Cuando puso la mano en una ola, no podía dejar de pensar acerca de cómo exactamente lo contrario que había pasado eran las pocas veces que James me había sorprendido viéndolo. James llego con Carlos, bastante tarde como para saber que Randy ya había contado a todos, bastante tarde que el resto de los asientos sólo estaban en el suelo en la parte delantera de la habitación. Pasó por el haz de luz del proyector y me dio cuenta por primera vez una cadena de plata alrededor de su cuello, y una especie de medallón metido dentro de su camiseta. Luego se sumerge completamente fuera de mi vista. Ni siquiera podía ver su perfil. Resultó que, Starman no era muy divertido, pero los otros estudiantes "constantemente Jeff Bridges tenía unas impresiones. Fue difícil para mí en concentrarse en la trama. Tenía esa sensación incómoda de hielo en la parte posterior de mi cuello. Algo iba a suceder. Cuando las sombras llegaron en este momento, ya los esperaba. Entonces no sabía si estaba nerviosa en Espada & Cruz... o si eso significaba algo más. Nunca había estado tan mal antes del... Ellos rezumaban en el auditorio, luego, se deslizaron a lo largo de los lados de la pantalla de cine, y, finalmente, trazaron las líneas de las tablas del suelo, como la tinta derramada. Me apodere de la parte inferior de la silla y sentí un dolor de miedo a través de las piernas y los brazos. Apretó todos los músculos de su cuerpo, pero no podía seguir temblando. Una restricción en mi rodilla izquierda me hizo mirar hacia Arriane
gisell portilla
Re: Fallen "oscuros" (James Maslow & tu) terminada
aaaa que lindas!!!, gracias por esperarme, y naty a mi también me encanto cuando la leí, luego con torment morí, con passion resucite y fallen in love aún no lo leo pero muero por la serie, jeje besotes a las dos las quiero mil!!, sorry si no es un mega maratón
gisell portilla
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