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Fallen "oscuros" (James Maslow & tu) terminada
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
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Re: Fallen "oscuros" (James Maslow & tu) terminada
Capitulo Ocho
Una zambullida demasiado profunda I
Cuando respondí al golpe de la puerta en la mañana del sábado, Penn cayó en mis brazos.
-Crees que algún día recordaría que las puertas se abren hacia adentro?- ella se disculpó, componiéndose los lentes. -Debo recordar dejar de recostarme en las mirillas. Bonito cuarto, por cierto,- ella agregó, mirando alrededor. Cruzó hasta la ventana que estaba en la cama. -No está nada mal la vista, a pesar de las barras y todo.-
Me pare detrás de ella, mirando hacia el cementerio y, una buena vista, del roble donde había tenido el picnic con Kendall. E, invisible desde aquí pero muy claro en mi mente, el lugar donde había sido clavada debajo de la estatua con James. El ángel vengador que había desaparecido después del accidente.
Recordando los ojos preocupados de James cuando susurró mi nombre ese día, el toqué cercano de su nariz, la manera en que había sentido mis dedos en su cuello todo eso hizo subir mi temperatura. Y me sentí patética. Suspire y me aleje de la ventana, dándome cuenta de que Penn también se movió. Estaba levantado cosas del escritorio, dándole a cada una un examen cuidadoso. El sujeta papeles de la Estatua de la Libertad que papá había traído de la conferencia del NYU, la fotografía de mi madre con su divertidísimo permanente cuando tenía aproximadamente mi edad, el epónimo CD de Lucinda Williams que Callie me había dado como regalo de despedida antes de que hubiera escuchado el nombre de Espada & Cruz.
-¿Dónde están tus libros?- preguntó a Penn, queriendo desviar los recuerdos. -Dijiste que venías a estudiar.- Para entonces, Penn había comenzado a husmear en el guardarropa, miraba mientras ella rápidamente perdió el interés en la variación de blusas negras y suéteres. Cuando Penn se movió hacia el cajón de ropa interior me pare en medio para interceder.
-Okay, es suficiente, fisgona,- dije. -¿No deberíamos estar investigando sobre nuestros árboles genealógicos?-
-Hablando de fisgonear,- los ojos de Penn brillaron. -Sí, hay una investigación que deberíamos estar haciendo. Pero no de la clase que estás pensando.-
Me quede mirándola en blanco. -¿Huh?-
-Mira.- Penn puso su mano en mi hombro. “Si realmente quieres saber sobre James Grigori-
-¡Shhh!- coloque un dedo en su boca, saltando a cerrar la puerta. Saque la cabeza en el pasillo y examine la escena. Se miraba despejado-pero eso no significaba nada. La gente de esta escuela tenía una sospechosa manera de aparecerse de la nada. Kendall en particular. Y me moriría si él-o cualquiera- se enterara cuanto me atraía James. O, a este punto, cualquiera menos Penn. Satisfecha, cerré con llave y me di vuelta hacia mi amiga. Penn estaba sentada cruzada de piernas en la orilla de la cama. Se miraba que se estaba divirtiendo. Crucé las manos detrás de mi espalda y enterré el pie en la roja y circular alfombra cerca de la puerta. -¿Qué te hace pensar que quiero saber algo sobre él?-
-Dame un respiro,- dijo Penn, riéndose. -A, es totalmente obvio que te quedas mirando a James Grigori todo el tiempo.-
-¡Shhh!- dije otra vez.
-sí,- dijo Penn, sin bajar la voz, -He visto que lo has acosado en línea por una clase entera el otro día. Demándame pero eres totalmente desvergonzada. Y sí, no te pongas paranoica. ¿Crees que le hablo a alguien más en esta escuela a parte de ti?- Penn tenía un punto. -Sólo estoy diciendo,- ella continuó, -asumiendo que hipotéticamente tú quisieras saber más sobre cierta persona innombrable, tú podrías posiblemente conseguir información.- Penn encogió un hombro. -Tú sabes, si tuvieras ayuda.-
-Estoy escuchando,- dije, hundiéndome en la cama. Mi investigación de internet del otro día había consistido en, escribir, luego borrar, luego reescribir el nombre de James en el campo de investigación.
-Estaba esperando que dijeras eso,- dijo Penn. -No traje ningún libro conmigo hoy porque te estoy dando– ella abrió sus ojos estúpidamente-¡un tour guiado de los lugares prohibidos de los archivos de Espada & Cruz!- hice una mueca.
-No sé. ¿Meternos en los archivos de James? No estoy segura de que necesite otra razón para sentirme como una chica acosadora.-
-Ha.- Penn sonrió. -Y sí, dijiste eso en voz alta. Vamos _______. Será divertido. Además, ¿qué mas vas a hacer en una perfecta soleada mañana del sábado?- “Era un día lindo” precisamente la clase de lindo que te hacía sentir sola si no tenías absolutamente nada divertido planeado. A mitad de la noche, había sentido una fresca brisa a través de la ventana, y cuando me había despertado esta mañana, el calor y la humedad habían desaparecido. Solía pasar estas mañanas doradas de otoño paseando en bicicleta en el vecindario con mis amigos. Eso era antes de que comenzara a evitar los caminos de bosques por las sombras que ninguna otra chica miraba. Antes de que mis amigos se sentaran conmigo durante el recreo y sus padres no querían que me invitaran alguna vez, en caso de que tuviera un “incidente.”
La verdad era, que había estado asustada de cómo iba a pasar esta primera semana en Espada & Cruz. No más clases, no aterrorizantes pruebas de condición física, no más eventos sociales. Sólo cuarenta y ocho horas de tiempo libre ilimitado. Una eternidad. Había tenido un molesto malestar toda la mañana hasta que Penn apareció.
-Está bien.- trate de no reír cuando dije, -Llévame a tu guarida secreta.- Penn prácticamente fue saltando mientras me llevaba al otro lado pisoteando la grama del área comunal hacia el lobby principal de la entrada de la escuela.
-No sabes cuánto tiempo he esperado para tener a un compañero de crimen para traer aquí abajo conmigo.- sonreí, feliz de que Penn estaba más concentrada en tener un amigo para explorar en vez de estar en, bueno, esta… cosa que sentía por James. En la orilla del área comunal, pasaron unos chicos holgazaneando en las gradas en el sol de la mañana. Era extraño ver color en el campus, en estos estudiantes donde identificaba el color negro. Ahí estaba Carlos con un par de calcetines verde-lima, rebotando un balón entre sus pies. Y Gabbe, con su blusa de botones morada. Jules y Phillip “la pareja de la lengua” estaban dibujando en las rodilleras del pantalón del otro. Tood Hammond se sentó apartado del resto de los chicos en las gradas, leyendo un comic en una camisa camuflageada. Incluso los tops y shorts que tenía se sentían más vibrantes que cualquier cosa que había usado toda la semana. El entrenador Diante y el Albatross estaban cuidando el jardín y tuvieron que sentarse en dos sillas para jardín y un enorme paraguas en la orilla del área comunal. A parte de cuando ellos tiraban sus cigarrillos en el jardín, pudieron haber estado dormidos detrás de esos oscuros lentes de sol. Se miraban muy aburridos, prisioneros de sus trabajos tenían el cargo de monitorear.
Había muchas personas afuera de las áreas comunales, pero mientras seguía a Penn por atrás de cerca, estaba feliz de ver que no había nadie cerca del lobby principal. Nadie me había dicho nada por traspasar las áreas restringidas, o cuando no eran restringidas, pero estaba segura de que Randy encontraría un castigo apropiado.
-¿Qué hay de los rojos?- pregunte, recordando las cámaras omnipresentes.
-Les puse unas baterías sin carga en algunas de ellas en mi camino hacia tu cuarto,- dijo Penn, en el mismo tono de voz despreocupado de alguien más diciendo “Acabo de llenar el tanque del carro.” Penn tomó una mirada a los alrededores antes de llevarme a la entrada principal trasera del edificio y bajó tres gradas, hacia una puerta que no era visible desde el nivel del suelo.
-¿Este es el sótano de la era de la Guerra Mundial también?- pregunte. Parecía una entrada de la clase de lugar donde podrías almacenar POW5. Penn dio un estornudo largo y dramático.
-¿El mal olor de podredumbre responde a tu pregunta? Esto que está aquí es moho de antes de la Guerra Civil.- Sonrió. -La mayoría de los estudiantes mataría por tener la oportunidad de inhalar este aire de la historia.- trate de no respirar por la nariz mientras Penn sacaba un manojo de llaves que estaban unidas por un cordón. -Mi vida sería mucho más fácil si hubieran hecho una llave maestra para un lugar como este,- dijo ella, buscando entre el manojo y finalmente sacando una delgada llave de plata. Cuando la llave giró el candado, sentí un extraño estremecimiento de felicidad. Penn estaba en lo cierto “esto era mejor que estar buscando mi árbol genealógico.” Caminamos una pequeña distancia a través de un caliente y húmedo corredor el cual tenía un techo que era solo una pulgada más alta que nuestras cabezas. El rancio aire olía como si algo hubiera muerto ahí, y estaba casi feliz de que el cuarto estaba muy oscuro para ver claramente el piso. Justo cuando estaba empezando a sentirme claustrofóbica, Penn sacó otra llave que abrió una pequeña puerta pero ésta era más moderna. Nos agachamos, y luego fuimos capaces de pararnos en el otro lado. Adentro, los archivos apestaban a podrido, pero el aire se sentía mucho más fresco y seco. Estaba pintado de negro excepto por el pálido rojo que brillaba del rótulo de SALIDA sobre sus cabezas. Podía ver la silueta grande de Penn, sus manos iban a tientas en el aire. -¿Dónde está esa cuerda?- ella susurró. -Ya.- Con un gentil tirón, Penn encendió una bombilla que estaba colgando del techo en una cadena de metal. El cuarto todavía estaba oscuro, pero ahora podía ver que las paredes de cemento estaban también pintadas con verde olivo y lleno de estantes de metal y gabinetes de archivos. Docenas de cajas llenas de papel carbón habían sido metidas en los estantes, y los pasillos entre los gabinetes se miraban que se alargaban sin fin. Todo estaba cubierto con una gran manta de polvo. El brillo de afuera de repente se vio muy lejos. Aunque sabía que nosotras estábamos a solo unas gradas debajo del suelo, también pudo ser una milla. Me frote los brazos. Si fuera una sombra, este sótano sería exactamente donde estaría. No había señales de ellas todavía, pero sabía que no había una buena razón para sentirme segura.
Penn, desconcertada por el brillo del sótano, arrastró una herramienta desde la esquina.
-Wow,- dijo ella, jalando detrás de mí mientras caminaba. -Algo está diferente. Los archivos solían estar aquí… creo que han estado haciendo una limpieza de primavera desde la última vez que metía aquí.-
-¿Hace cuánto fue eso?- pregunte.
-Hace una semana…- la voz de Penn se apagó mientras desaparecía en la oscuridad detrás de la alta fila de gabinetes. No podía imaginar qué era lo que Espada & Cruz podría necesitar con todas estas cajas. Levantó una tapa y sacó un grueso archivo de decía MEDIDAS REMEDIALES. Trague saliva secamente. Mejor era no saber.
-Está ordenadamente alfabéticamente por estudiante,- Penn dijo. Su voz sonaba silenciosa y muy lejos. -E,F, G… aquí estamos, Grigori.- seguí el sonido de los papeles rústicos hacia un estrecho pasillo y pronto encontré a Penn con una caja en sus brazos, luchando con el peso. El archivo de James estaba hasta su barbilla.
-Es tan grueso,- dijo ella, levantando su barbilla un poco para que pudiera tomarlo. -Generalmente hay mucho más, um…- Ella me miró y se mordió el labio. -Está bien, ahora yo sueno como la chica acosadora. Sólo vamos a ver qué es lo que hay dentro.- Había una solo hoja del archivo de James. Un hoja en blanco y negro escaneada de lo que debía ser su fotografía de ID de estudiante, estaba pegada en la esquina superior derecha. Estaba mirando directamente hacia la cámara, hacia mí, una pequeña sonrisa en sus labios, no podía evitar sonreírle de vuelta. Se miraba igual que aquella noche cuando………….bueno, no podía pensar cuándo. La imagen de su expresión era clara en su mente, pero no podía descifrar en dónde lo pudo haber visto.
-¿Dios, no se mira exactamente igual?- Penn interrumpió mis pensamientos. -Y mira la fecha. Esta fotografía fue tomada hace tres años cuando él llego a Espada y Cruz.- Eso era lo que había estado pensando… ese James se miraba igual allí que como estaba ahora. Pero sentí como había estado pensando “o estaba a punto de pensar” algo diferente, solo que ahora no podía recordar qué era.
-Padres: Desconocidos,- Penn leyó, conmigo inclinada en su hombro. -Guardián: El Orfanato de Los Ángeles.-
-¿Orfanato?- pregunte, presionando la mano en mi corazón.
-Eso es todo lo que hay. Todo lo demás que está enlistado aquí es su-
-Historial Criminal,- termine, leyendo. -Holgazaneando en una playa pública luego de horas… vandalismo de un carro de supermercado… cruzar imprudentemente.- Penn estrechó sus ojos hacia mí y sofocó una risa. -¿El amoroso Grigori fue arrestado por cruzar imprudentemente? Debes admitir, eso es gracioso.- no me gustaba imaginarme a James siendo arrestado. No me gustaba, según Espada & Cruz, que toda su vida se resumía en una lista de crímenes. Todas estas cajas llenas de papeles, y eso era todo lo que era James.
-Tiene que haber más,- dije. Se escucharon pasos. Los ojos míos y Penn vieron el techo.
-El policía principal,- Penn susurró, sacando un pañuelo de su cartera para sonarse la nariz. -Puede ser cualquiera. Pero nadie va a venir aquí abajo, créeme-
Un segundo después, una puerta entre el cuarto se abrió, y luz de un pasillo iluminó las gradas. Un zapateo empezó en las gradas, sentí el agarre de
Penn en la parte trasera de la blusa, jalándome contra la pared detrás de un estante de libros. Esperamos, deteniendo la respiración y agarrando firmemente el archivo robado de James en sus manos. Estábamos bien cachadas, tenía los ojos cerrados, esperando lo peor, cuando un embrujado y melodioso tarareo llenó el cuarto. Alguien estaba cantando.
-Doooo da da da dooo,- una voz de mujer decía suavemente, estire el cuello entre dos cajas de archivos y podía ver una grande y vieja mujer con una pequeña linterna pegada a su frente como un minero. La Srta. Sophia. Estaba llevando dos cajas largas, una pegada a la otra así que la única parte visible de ella era la brillante frente. Sus pasos ligeros hacían parecer como si las cajas estaban llenas de plumas en vez de pesados archivos.
Penn me agarró de la mano mientras miraban poner a la Srta. Sophia las cajas de archivos en un estante vacío. Sacó un lapicero para escribir algo en su cuaderno.
-Sólo un par más,- dijo ella, luego dijo algo más en tono bajo que no pude escuchar. Un segundo después, la Srta. Sophia estaba yendo escaleras arriba, yéndose tan rápido como había aparecido. Su tarareo duró solo un momento después de que se fue. Cuando la puerta se cerró, Penn dejó salir una bocanada de aire.
-Ella dijo que había más. Probablemente regresará.-
-¿Qué hacemos?- pregunte.
-Ve sigilosamente escaleras arriba,- Penn dijo apuntando. -Dobla a la izquierda y estarás de vuelta en la oficina principal. Si alguien te ve, puedes decir que estabas buscando el baño.-
-¿Qué hay de ti?-
-Pondré el archivo de James de vuelta y te encontraré en las gradas. La Srta. Sophia no sospechara si me ve sólo a mí. Esta parte es como mi segundo cuarto de dormir.- mire hacia el archivo de James con un poco de remordimiento. Todavía no estaba lista para irme. Justo cuando había renunciado para ver el archivo de James, También había comenzado a pensar en el de Kendall, por otra parte, se miraba tan abierto y tan fácil de leer que me hizo sentir curiosa. Me preguntó qué más era capaz de encontrar sobre él que no podía contarle a nadie. Pero una mirada a la cara de Penn dijo a que estábamos escazas de tiempo.
-Si hay más que encontrar de James, lo encontraremos,- aseguró Penn.
-Seguiremos buscando.- me dio un empujoncito a hacia la puerta. -Ahora, vete.- me moví rápidamente hacia el fétido corredor, luego empuje la puerta para abrirla hacia las escaleras. El aire de las escaleras todavía estaba húmedo, pero podía sentirlo más limpio con cada paso que daba. Cuando finalmente rodeo la esquina en el principio de las gradas, tuve que parpadear y frotar sus ojos para reajustar el brillo de la luz del sol inundando el pasillo. Me tropecé en la esquina y a través de las blancas puertas hacia el lobby principal. Allí me congele. Dos botas negras, cruzados por las tobillos, bien apoyados y estaba saliendo de la cabina del teléfono, viéndose muy Bruja del Sur, me estaba apresurando hacia la puerta, esperando no ser atrapada, cuando me di cuenta que las botas negras estaban junto a un par de medias de piel de serpiente, la cual estaba junto a una Molly no sonriente. La pequeña cámara de plata estaba en su mano. Levantó los ojos hacia mí, se puso el teléfono en la oreja, y pateó el suelo.
-¿Por qué te miras tan culpable, Pastel de Carne?- preguntó, parándose con sus manos en sus caderas. -Déjame adivinar. Aún estás ignorando mi sugerencia de quedarte lejos de James.- Toda esta cosa de monstruo malvado tenía que ser una actuación. Molly no tenía manera de saber dónde había estado. Ella no sabía nada sobre mí. No tenía razón para ser tan mala. Desde el primer día de escuela, no le había hecho nada a Molly “excepto mantenerme lejos de ella.”
-¿Ya has olvidado qué desastre hiciste la última vez que trataste de meterte con un chico que no estaba interesado?- La voz de Molly era filosa como un cuchillo.
-¿Cuál era su nombre? ¿Taylor? ¿Truman?- Trevor. ¿Cómo podía saber Molly de Trevor? Ese era su más profundo y oscuro secreto. La única cosa que quería “que necesitaba” mantener bajo las mantas en Espada & Cruz. Ahora, no solo el Mal Encarnado sabía todo sobre eso, no sintió lástima en mencionarlo, cruelmente, cadavéricamente en medio de la oficina principal de la escuela.
Había sido posible que Penn hubiera estado mintiendo, que no era la única persona con la que compartía secretos? Había otra explicación lógica? cruce los brazos en mi pecho, sintiéndome enferma y expuesta… e inexplicablemente culpable como se había sentido en la noche del incendio. Molly ladeó su cabeza. -Finalmente,- dijo ella, sonando aliviada. -Algo te afectó.- Me dio la espalda y empujó la puerta del frente. Luego, un poco después ella salió despacio hacia afuera, volteó su cuello y bajó la nariz hacia mí. -Así que no te atrevas a hacerle a James el lo que le hiciste a como se llame. ¿Capicci?- la seguí con la mirada, pero sólo di unos pasos fuera y me di cuenta de que rompería a llorar si me encargaba de Molly ahora. La chica era muy despiadada. Luego, Gabbe trotó desde las gradas para encontrar a Molly en medio del campo. Estaban lo suficientemente lejos que no podía ver sus expresiones cuando las dos se voltearon hacia ella. La rubia con cola alta estiró el cuello negro la cosa más vil que había visto.
Juntó mis sudorosos puños, imaginando a Molly escupiendo a Gabbe todo lo que sabía de Trevor, quien inmediatamente correría para decirle las noticias a James. Cuando pensé en eso, un cosquilleo se regó desde la punta de los dedos a mis brazos, y luego hasta el pecho. James pudo haber sido atrapado cruzado imprudentemente, pero ¿y eso qué? No era nada comparado por lo que estaba aquí.
-¡Cuidado!- una voz llamó. Esa era siempre mi frase menos favorita. El equipo de deportes tenía una extraña manera de siempre encontrarme. Hice un gesto de dolor, mirando directamente al sol. No podía ver nada y ni siquiera tuve tiempo de cubrirme la cara antes de que sintiera el golpe contra el lado de mi cara y escuché un alto thrwunk resonando en mis oídos. Ouch. El balón de football de Carlos.
-¡Buena esa!- Carlos gritó mientras lanzaba el balón directamente hacia él.
Como lo había planeado. Me frote la frente y camine tambaleándome. Una mano sobre mi muñeca. Una chispa de calor que me hizo dar un grito ahogado. Mire hacia abajo para ver dedos bronceados alrededor de mi brazo, luego miró hacia los profundos ojos avellana de James.
-¿Estás bien?- preguntó. Cuando asentí, él levantó una ceja. -Si querías jugar fútbol, podías haberlo dicho,- dijo él. -Hubiera estado feliz de explicarte las reglas del juego, una sería cómo la mayoría de las personas usan partes menos delicadas de su cuerpo para regresar una patada.- me soltó su muñeca, y pensé que él estaba acercándose hacia mí, para tocar la parte doliente de su cara. Por un segundo, me quede allí, sin respirar. Luego mi pecho colapsó cuando la mano de James retiró su mano para quitar el propio cabello de su cara.
Allí fue cuando me dio cuenta de que James se estaba burlando de mí. ¿Y por qué no debería? Probablemente había una impresión del balón de fútbol en un lado de mi cara. Molly y Gabbe aún estaban mirando “y ahora James” con sus brazos cruzados sobre su pecho.
-Creo que tu novia se está poniendo celosa,- dije señalando al par.
-¿Cuál?- preguntó.
-No me había dado cuenta de que las dos eran tus novias.-
-Ninguna de las dos es mi novia,- dijo él simplemente. -No tengo novia. Me refiero, ¿cuál creíste que era mi novia?- estaba asombrada. ¿Qué con toda esa conversación susurrada con Gabbe? ¿Qué con las otras chicas que nos estaban viendo ahora mismo? ¿Estaba mintiendo James? Me estaba mirando extrañamente. -Creo que te golpeaste la cabeza más duro de lo que pensé,- dijo él. -Vamos, tomemos un paseo, así tomarás un poco aire.- trate de localizar el sarcasmo en la última sugerencia de James. ¿Acaso él estaba diciendo que era una bolsa que necesitaba aire? No, eso ni siquiera tenía sentido. Lo mire. ¿Cómo podía verse tan sincero? Y justo cuando estaba acostumbrándome al desdén de James.
gisell portilla
Re: Fallen "oscuros" (James Maslow & tu) terminada
Capitulo nueve
Una zambullida demasiado profunda II
-¿A dónde?- pregunte cautelosamente. Porque sería muy fácil sentirme alegre ahora que sabía que James no tenía novia, también que él quería ir a algún lugar. Tenía que haber una trampa. James simplemente entrecerró los ojos hacia las chicas del otro lado del campo.
-Un lugar donde no seremos observados.- le había dicho a Penn que nos encontraríamos en las gradas, pero ya habría tiempo para explicar luego, y por supuesto Penn entendería, deje que James me llevara pasando las escudriñadas miradas de las chicas y el pequeño naranjal de duraznos medio podridos, por la parte trasera del viejo gimnasio-iglesia. James miró hacia atrás para asegurarse de que le seguía el paso, sonreí como si seguirlo no era una gran cosa, pero mientras caminaba entre las retorcidas y viejas raíces, no podía evitar pensar en las sombras. Ahora iba hacia un área boscosa, la oscuridad debajo del follaje abundante era atravesada de vez en cuando por un pequeño rato de luz desde arriba. El hedor de lodo frío y húmedo se sentía en el aire, y supe de repente que había agua cerca. Si fuera la clase de persona que rezaba, este era el momento en donde rezaría porque las sombras se quedaran lejos sólo por este pequeño momento con James, para que así el no se diera cuenta de qué tan loca me ponía a veces. Pero yo jamás había rezado. No sabía cómo. En vez de eso, sólo crucé los dedos.
-El bosque se abre aquí,- dijo James. Atravesaron un claro, y di un grito ahogado en asombro. Algo había cambiado mientras James y yo habíamos estado caminando a través del bosque, algo más que sólo la mera distancia desde la colorida Espada & Cruz. Porque cuando salimos de los árboles y nos paráramos en esta alta roca roja, era como si estuviéramos parados en medio de una postal, de la clase que estaba en un estante de metal de una farmacia en un pueblo pequeño, una imagen soñada de un idílico sureño que no existía más. Cada color que mis ojos captaban era brillante, más brillante que habían parecido hace un momento. Desde el lago azul cristalino debajo de nosotros hasta el denso bosque esmeralda rodeándonos. Dos gaviotas pasaron en el claro cielo más adelante. Cuando me pare de puntillas, pude ver los inicios de un pantano color cobrizo, uno que sabía daba inicio a la blanca espuma del mar en algún lugar en el invisible horizonte. Eche un vistazo hacia arriba a James. Él también se miraba brillante. Su piel era dorada con esta luz, sus ojos casi como la lluvia. El peso de ellos en mi era intensa, una cosa sorprendente.
-¿Qué opinas?- él preguntó. Se miraba mucho más relajado ahora que estábamos lejos de todos.
-Nunca había visto algo tan hermoso,- dije, escaneando la inmaculada superficie del lago, sintiendo una urgencia de nadar en él. Más o menos a cincuenta pies del agua, había una larga y plana roca cubierta de musgo. -¿Qué es eso?-
-Te mostraré,- dijo James, quitándose sus zapatos, trate sin éxito de no mirar cuando él pasó su camisa sobre su cabeza, exponiendo su musculoso torso.
-Vamos,- dijo él, haciendo que me diera cuenta cuánto había visto. -Puedes nadar eso,- añadió, señalando a mi gris top y pantaloneta. -Hasta te dejaré que ganes esta vez.- reí,
-¿Contra qué? ¿Todas esas veces que te dejé ganar?- ¿Cuándo lo había dejado ganar? Si quiera lo había conocido antes, James comenzó a asentir, luego se paró abruptamente.
-No. Desde que perdiste en la piscina el otro día.- Por un segundo, tuve la urgencia de decirle por qué había perdido. Tal vez podíamos reírnos sobre el malentendido de que Gabbe era su novia. Pero para entonces, los brazos de James estaban sobre su cabeza y él estaba en el aire, arqueándose y luego cayendo, nadando en el lago con un pequeño y perfecto salpicón. Era una de las cosas más bellas que había visto. Él tenía una elegancia como ningún otro que había presenciado antes. Hasta el salpicón que él había hecho le dejó un adorable ring en mis oídos, quería estar allá abajo con él. Quite mis zapatos y los deje debajo del árbol magnolia junto a los de James, luego me pare en el borde de la roca. La caída era de más o menos veinte pies, la clase de clavados que hacían que mi corazón se acelerara. En un buen sentido. Un segundo después, mi cabeza salió de la superficie. Estaba sonriendo, tocando el agua.
-No me hagas cambiar de parecer sobre dejarte ganar,- el gritó. Tomando un buen respiro, apunte mis dedos sobre la cabeza de James y me lance hacia una gran caída. La caída duró sólo un segundo, pero fue la mejor sensación, caer a través del aire de verano, cayendo, cayendo, cayendo. Splash. El agua estaba horriblemente fría al principio, luego perfecta luego de un segundo, salí a la superficie para tomar aire, y di un vistazo hacia James, y comencé en mi nadada de mariposa. Me esforcé tanto que perdió el rastro de él, sabía que estaba luciendo y esperaba que él estuviera viendo, me acerque más y más hasta que me golpee la mano con una roca un instante antes que James. Los dos estábamos jadeando mientras recorrían la plana y caliente superficie. Sus bordes estaban resbalosos por el musgo, y tuve un momento difícil encontrando agarre. James no tuvo problemas escalando la roca. Se dio la vuelta y me dio una mano, luego la jale hasta que pude pasar una pierna sobre la roca. Para cuando ella salido completamente del agua, él estaba en el suelo sobre su espalda, casi seco. Sólo sus pantalones decían que él había estado en el lago. Por otra parte, las ropas mojadas colgaban de mi cuerpo, y mi cabello estaba goteando por todos lados. La mayoría de los chicos habrían aprovechado la oportunidad comerse con los ojos a una chica goteando, pero James se recostó en su espalda y cerró los ojos, como si él estuviera dándome tiempo para que me escurriera “o era amabilidad o no estaba interesado.” Amabilidad, decidí, sabiendo que estaba siendo una romántica sin esperanzas. Pero James se miraba tan perspicaz, que debió de haber sentido aunque sea un poco lo que sentí. No sólo atracción, la necesidad de estar junto a él cuando todos los que estaban a su alrededor le decían que me mantuviera alejada de él, pero esa sensación real que no nos conocíamos realmente “conocían” conocíamos de algún lado. James abrió los ojos y sonrió “la misma sonrisa que la de la fotografía en su archivo. Un sentimiento de déjà vu” me llenó que tuve que acostarme en el suelo.
-¿Qué?- él preguntó, sonando nervioso.
-Nada.-
-Luce.-
-No puedo sacarlo de mi cabeza,- dije, rodando para encararlo. No me sentía bien para sentarse aún. -Este sentimiento de que te conozco. De que te conozco desde hace un buen tiempo.- El agua golpeó contra la roca, salpicando mis dedos donde habían estado en la orilla. Estaba fría y se regó hasta mis pantorrillas. Finalmente,
James habló.
-¿No habíamos pasado ya por eso?- Su tono había cambiado, como si intentara hacer que riera. Sonaba como un cazador: satisfecho, eternamente aburrido, engreído. -Estoy halagado de que sientas de que tenemos esta conexión, de verdad. Pero no tienes que inventar alguna historia olvidada para que un chico se fije en ti.- No. Él pensó que estaba mintiendo sobre esta extraña sensación ¿que no podía quitarme como una forma de hacer que él se interesara en mí? Rechine mis dientes, avergonzada.
-¿Por qué lo inventaría?- pregunte, entrecerré los ojos con la luz.
-Tú dime,- dijo James. -No, de hecho no lo hagas. No hará ningún bien.- Él suspiró.
-Mira, debí haber dicho esto antes cuando comencé a ver las señales.- me senté. Mi corazón estaba acelerado. James vio las señales también.
-Sé que te rechacé en el gimnasio antes,- dijo lentamente, haciendo que me inclinara hacia él, como si pudiera sacarle las palabras más rápido. –Debí simplemente haberte dicho la verdad, espere.
-Yo quemé a una chica.- Él metió una mano en el agua, sacó un lirio, y lo hizo trizas en su mano. -Alguien a quien realmente amé, no hace mucho tiempo. No es nada personal, y no quiero ignorarte.- Levantó la mirada y me vio, el sol de filtro en una gota de agua en su cabello, haciendo un reflejo. -Pero tampoco quiero que ilusiones. Sólo que no estoy buscando involucrarme con alguien, no en un tiempo cercano.- Oh, mire lejos, al lago, agua de azul oscuro donde hace unos minutos nosotros habíamos estado riendo y salpicando. El lago ya no mostraba señales de esa diversión. Tampoco la cara de James. Bueno, también había quemado. Tal vez si le dijera sobre Trevor y cuán horrible había sido, James olvidaría mi pasado. Pero luego otra vez, sabía que no soportaba decirles a los demás sobre mi pasado. El pensamiento de James con otra chica me imagine un montaje de las caras sonrientes, los ojos grandes y el pelo largo de Gabbe y Molly era suficiente para hacerme sentir enferma. Mi historia de un mal rompimiento debería haber justificado todo. Pero no lo hice. James había sido tan extraño conmigo desde el principio. Actuando serio un día, mucho antes de que fuéramos presentados, luego protegiéndome de la estatua en el cementerio. Y ahora me había traído al lago sola. Él estaba por todos lados. La cabeza de James estaba baja pero sus ojos me estaban mirando.
-¿No es una buena respuesta?- él preguntó, casi como si supiera lo que estaba pensado.
-Todavía siento que hay algo que no me estás diciendo,- dije. Todo esto no podía ser explicado por un mal rompimiento, Lo sabía. Tenía experiencia en ese departamento. Su espalda estaba hacia mí y estaba mirando hacia el camino que habíamos tomado para el lago. Luego de un momento, se rió amargamente. -Por supuesto que hay cosas que no te estoy diciendo. Apenas te conozco. No sé por qué piensas que te debo algo.- Se levanto.
-¿A dónde vas?-
-Tengo que regresar,- dijo él.
-No te vayas,- ella susurre, pero no pareció que me oyera, observe, con mi pecho en pedazos, mientras James se metía en el agua. Salió demasiado lejos y comenzó a nadar hacia la orilla. Volteó a verme una vez, como a la mitad del camino, y dio un gesto definitivo de adiós. Luego mi corazón se hinchó mientras cruzaba los brazos encima de mi cabeza en un paso de mariposa perfecto. Tan vacía como me sentía, no podía evitar admirarlo. Tan limpio, tan fuerte, casi ni se miraba que estuviera nadando. En el tiempo en que él llegó a la orilla, haciendo parecer la distancia entre nosotros más corta que lo que le parecía, había parecido tan calmado mientras nadaba, pero no había manera de que hubiera cruzado hasta el otro lado tan rápido, a menos que él realmente estaba desgarrando el agua. ¿Qué tan urgente era para él alejarse de mí? Observe “sintiendo una mezcla de confusa y profunda vergüenza y más profunda tentación” mientras James salía hasta la orilla. Un rayo de luz se coló entre los árboles y enmarcaron su silueta con un brillo radiante, y tuve que entrecerrar los ojos por la vista ante mis ojos. Me pregunte si el balón de fútbol en su cabeza había distorsionado su vista. O lo que estaba viendo era un espejismo. Un truco de la luz de la tarde. Me pare en la roca para tener una mejor vista.
Una zambullida demasiado profunda II
-¿A dónde?- pregunte cautelosamente. Porque sería muy fácil sentirme alegre ahora que sabía que James no tenía novia, también que él quería ir a algún lugar. Tenía que haber una trampa. James simplemente entrecerró los ojos hacia las chicas del otro lado del campo.
-Un lugar donde no seremos observados.- le había dicho a Penn que nos encontraríamos en las gradas, pero ya habría tiempo para explicar luego, y por supuesto Penn entendería, deje que James me llevara pasando las escudriñadas miradas de las chicas y el pequeño naranjal de duraznos medio podridos, por la parte trasera del viejo gimnasio-iglesia. James miró hacia atrás para asegurarse de que le seguía el paso, sonreí como si seguirlo no era una gran cosa, pero mientras caminaba entre las retorcidas y viejas raíces, no podía evitar pensar en las sombras. Ahora iba hacia un área boscosa, la oscuridad debajo del follaje abundante era atravesada de vez en cuando por un pequeño rato de luz desde arriba. El hedor de lodo frío y húmedo se sentía en el aire, y supe de repente que había agua cerca. Si fuera la clase de persona que rezaba, este era el momento en donde rezaría porque las sombras se quedaran lejos sólo por este pequeño momento con James, para que así el no se diera cuenta de qué tan loca me ponía a veces. Pero yo jamás había rezado. No sabía cómo. En vez de eso, sólo crucé los dedos.
-El bosque se abre aquí,- dijo James. Atravesaron un claro, y di un grito ahogado en asombro. Algo había cambiado mientras James y yo habíamos estado caminando a través del bosque, algo más que sólo la mera distancia desde la colorida Espada & Cruz. Porque cuando salimos de los árboles y nos paráramos en esta alta roca roja, era como si estuviéramos parados en medio de una postal, de la clase que estaba en un estante de metal de una farmacia en un pueblo pequeño, una imagen soñada de un idílico sureño que no existía más. Cada color que mis ojos captaban era brillante, más brillante que habían parecido hace un momento. Desde el lago azul cristalino debajo de nosotros hasta el denso bosque esmeralda rodeándonos. Dos gaviotas pasaron en el claro cielo más adelante. Cuando me pare de puntillas, pude ver los inicios de un pantano color cobrizo, uno que sabía daba inicio a la blanca espuma del mar en algún lugar en el invisible horizonte. Eche un vistazo hacia arriba a James. Él también se miraba brillante. Su piel era dorada con esta luz, sus ojos casi como la lluvia. El peso de ellos en mi era intensa, una cosa sorprendente.
-¿Qué opinas?- él preguntó. Se miraba mucho más relajado ahora que estábamos lejos de todos.
-Nunca había visto algo tan hermoso,- dije, escaneando la inmaculada superficie del lago, sintiendo una urgencia de nadar en él. Más o menos a cincuenta pies del agua, había una larga y plana roca cubierta de musgo. -¿Qué es eso?-
-Te mostraré,- dijo James, quitándose sus zapatos, trate sin éxito de no mirar cuando él pasó su camisa sobre su cabeza, exponiendo su musculoso torso.
-Vamos,- dijo él, haciendo que me diera cuenta cuánto había visto. -Puedes nadar eso,- añadió, señalando a mi gris top y pantaloneta. -Hasta te dejaré que ganes esta vez.- reí,
-¿Contra qué? ¿Todas esas veces que te dejé ganar?- ¿Cuándo lo había dejado ganar? Si quiera lo había conocido antes, James comenzó a asentir, luego se paró abruptamente.
-No. Desde que perdiste en la piscina el otro día.- Por un segundo, tuve la urgencia de decirle por qué había perdido. Tal vez podíamos reírnos sobre el malentendido de que Gabbe era su novia. Pero para entonces, los brazos de James estaban sobre su cabeza y él estaba en el aire, arqueándose y luego cayendo, nadando en el lago con un pequeño y perfecto salpicón. Era una de las cosas más bellas que había visto. Él tenía una elegancia como ningún otro que había presenciado antes. Hasta el salpicón que él había hecho le dejó un adorable ring en mis oídos, quería estar allá abajo con él. Quite mis zapatos y los deje debajo del árbol magnolia junto a los de James, luego me pare en el borde de la roca. La caída era de más o menos veinte pies, la clase de clavados que hacían que mi corazón se acelerara. En un buen sentido. Un segundo después, mi cabeza salió de la superficie. Estaba sonriendo, tocando el agua.
-No me hagas cambiar de parecer sobre dejarte ganar,- el gritó. Tomando un buen respiro, apunte mis dedos sobre la cabeza de James y me lance hacia una gran caída. La caída duró sólo un segundo, pero fue la mejor sensación, caer a través del aire de verano, cayendo, cayendo, cayendo. Splash. El agua estaba horriblemente fría al principio, luego perfecta luego de un segundo, salí a la superficie para tomar aire, y di un vistazo hacia James, y comencé en mi nadada de mariposa. Me esforcé tanto que perdió el rastro de él, sabía que estaba luciendo y esperaba que él estuviera viendo, me acerque más y más hasta que me golpee la mano con una roca un instante antes que James. Los dos estábamos jadeando mientras recorrían la plana y caliente superficie. Sus bordes estaban resbalosos por el musgo, y tuve un momento difícil encontrando agarre. James no tuvo problemas escalando la roca. Se dio la vuelta y me dio una mano, luego la jale hasta que pude pasar una pierna sobre la roca. Para cuando ella salido completamente del agua, él estaba en el suelo sobre su espalda, casi seco. Sólo sus pantalones decían que él había estado en el lago. Por otra parte, las ropas mojadas colgaban de mi cuerpo, y mi cabello estaba goteando por todos lados. La mayoría de los chicos habrían aprovechado la oportunidad comerse con los ojos a una chica goteando, pero James se recostó en su espalda y cerró los ojos, como si él estuviera dándome tiempo para que me escurriera “o era amabilidad o no estaba interesado.” Amabilidad, decidí, sabiendo que estaba siendo una romántica sin esperanzas. Pero James se miraba tan perspicaz, que debió de haber sentido aunque sea un poco lo que sentí. No sólo atracción, la necesidad de estar junto a él cuando todos los que estaban a su alrededor le decían que me mantuviera alejada de él, pero esa sensación real que no nos conocíamos realmente “conocían” conocíamos de algún lado. James abrió los ojos y sonrió “la misma sonrisa que la de la fotografía en su archivo. Un sentimiento de déjà vu” me llenó que tuve que acostarme en el suelo.
-¿Qué?- él preguntó, sonando nervioso.
-Nada.-
-Luce.-
-No puedo sacarlo de mi cabeza,- dije, rodando para encararlo. No me sentía bien para sentarse aún. -Este sentimiento de que te conozco. De que te conozco desde hace un buen tiempo.- El agua golpeó contra la roca, salpicando mis dedos donde habían estado en la orilla. Estaba fría y se regó hasta mis pantorrillas. Finalmente,
James habló.
-¿No habíamos pasado ya por eso?- Su tono había cambiado, como si intentara hacer que riera. Sonaba como un cazador: satisfecho, eternamente aburrido, engreído. -Estoy halagado de que sientas de que tenemos esta conexión, de verdad. Pero no tienes que inventar alguna historia olvidada para que un chico se fije en ti.- No. Él pensó que estaba mintiendo sobre esta extraña sensación ¿que no podía quitarme como una forma de hacer que él se interesara en mí? Rechine mis dientes, avergonzada.
-¿Por qué lo inventaría?- pregunte, entrecerré los ojos con la luz.
-Tú dime,- dijo James. -No, de hecho no lo hagas. No hará ningún bien.- Él suspiró.
-Mira, debí haber dicho esto antes cuando comencé a ver las señales.- me senté. Mi corazón estaba acelerado. James vio las señales también.
-Sé que te rechacé en el gimnasio antes,- dijo lentamente, haciendo que me inclinara hacia él, como si pudiera sacarle las palabras más rápido. –Debí simplemente haberte dicho la verdad, espere.
-Yo quemé a una chica.- Él metió una mano en el agua, sacó un lirio, y lo hizo trizas en su mano. -Alguien a quien realmente amé, no hace mucho tiempo. No es nada personal, y no quiero ignorarte.- Levantó la mirada y me vio, el sol de filtro en una gota de agua en su cabello, haciendo un reflejo. -Pero tampoco quiero que ilusiones. Sólo que no estoy buscando involucrarme con alguien, no en un tiempo cercano.- Oh, mire lejos, al lago, agua de azul oscuro donde hace unos minutos nosotros habíamos estado riendo y salpicando. El lago ya no mostraba señales de esa diversión. Tampoco la cara de James. Bueno, también había quemado. Tal vez si le dijera sobre Trevor y cuán horrible había sido, James olvidaría mi pasado. Pero luego otra vez, sabía que no soportaba decirles a los demás sobre mi pasado. El pensamiento de James con otra chica me imagine un montaje de las caras sonrientes, los ojos grandes y el pelo largo de Gabbe y Molly era suficiente para hacerme sentir enferma. Mi historia de un mal rompimiento debería haber justificado todo. Pero no lo hice. James había sido tan extraño conmigo desde el principio. Actuando serio un día, mucho antes de que fuéramos presentados, luego protegiéndome de la estatua en el cementerio. Y ahora me había traído al lago sola. Él estaba por todos lados. La cabeza de James estaba baja pero sus ojos me estaban mirando.
-¿No es una buena respuesta?- él preguntó, casi como si supiera lo que estaba pensado.
-Todavía siento que hay algo que no me estás diciendo,- dije. Todo esto no podía ser explicado por un mal rompimiento, Lo sabía. Tenía experiencia en ese departamento. Su espalda estaba hacia mí y estaba mirando hacia el camino que habíamos tomado para el lago. Luego de un momento, se rió amargamente. -Por supuesto que hay cosas que no te estoy diciendo. Apenas te conozco. No sé por qué piensas que te debo algo.- Se levanto.
-¿A dónde vas?-
-Tengo que regresar,- dijo él.
-No te vayas,- ella susurre, pero no pareció que me oyera, observe, con mi pecho en pedazos, mientras James se metía en el agua. Salió demasiado lejos y comenzó a nadar hacia la orilla. Volteó a verme una vez, como a la mitad del camino, y dio un gesto definitivo de adiós. Luego mi corazón se hinchó mientras cruzaba los brazos encima de mi cabeza en un paso de mariposa perfecto. Tan vacía como me sentía, no podía evitar admirarlo. Tan limpio, tan fuerte, casi ni se miraba que estuviera nadando. En el tiempo en que él llegó a la orilla, haciendo parecer la distancia entre nosotros más corta que lo que le parecía, había parecido tan calmado mientras nadaba, pero no había manera de que hubiera cruzado hasta el otro lado tan rápido, a menos que él realmente estaba desgarrando el agua. ¿Qué tan urgente era para él alejarse de mí? Observe “sintiendo una mezcla de confusa y profunda vergüenza y más profunda tentación” mientras James salía hasta la orilla. Un rayo de luz se coló entre los árboles y enmarcaron su silueta con un brillo radiante, y tuve que entrecerrar los ojos por la vista ante mis ojos. Me pregunte si el balón de fútbol en su cabeza había distorsionado su vista. O lo que estaba viendo era un espejismo. Un truco de la luz de la tarde. Me pare en la roca para tener una mejor vista.
gisell portilla
Re: Fallen "oscuros" (James Maslow & tu) terminada
Capitulo Diez
Estado de Inocencia I
En la noche del lunes, la Srta. Sophia se paró atrás del pódium en el frente del largo salón en Augustine, tratando de hacer sombras de títeres con sus manos. Ella había llamado una sesión de estudios de último minuto para los estudiantes en su clase de religión antes del parcial del día siguiente, y desde que _______ ya había faltado todo el mes a la clase, se dio cuenta que tenía mucho con lo que ponerse al día. Lo que explicaba por qué era la única que pretendía tomar notas. Ninguno de los otros estudiantes siquiera notaron que el sol que estaba colándose por la estrecha ventana del oeste estaba haciendo reflejos en la brillante caja hecha a mano de la Srta. Sophia. Y _______ no quería llamar la atención al hecho de que estaba prestando atención parándose para cerrar las polvorientas persianas. Cuando el sol tocó la nuca de ______, la golpeó cuánto tiempo había estado sentada en este cuarto. Había visto el sol del este brillar como una melena alrededor del delgado cabello del Sr. Cole esa mañana durante historia mundial. Había sufrido el sofocante calor de mediodía durante Biología con el Albatross. Era casi de noche. El sol había pasado todo el campus, y _______ había apenas dejado su escritorio. Su cuerpo se sentía tan tieso como el metal de la silla en la que estaba sentada, su mente tan apagada como el lápiz que había usado para tomar notas. ¿Qué era lo que pasaba con estas sombras de títeres? Tenían ella y los otros estudiantes cinco años? Pero luego ella se sintió culpable. De toda la facultad, la Srta. Sophia era la más agradable, la más gentil, sobre todo cuando había hablado con _______ el otro día para discutir cuan atrasada estaba en escribir sobre su árbol genealógico. _______ tuvo que fingir asombrosa gratitud cuando la Srta. Sophia la encaminó hacia otra hora de información otra vez. Ella se sintió un poco avergonzada, pero hacerte el tonto estaba muy lejos de admitir que ella había estado muy ocupada obsesionada sobre cierto compañero de clase y gastar cualquier tiempo de investigación. Ahora, la Srta. Sophia se paró con su largo y negro vestido de crepé, enlazando elegantemente sus dedos y alzando sus manos en el aire, preparando su siguiente pose. Afuera de la ventana, una nube pasó frente el sol. _______ dejó la lectura cuando se dio cuenta de que, de repente, había una verdadera sombra visible en la pared detrás de la Srta. Sophia.
-Como todos recuerda de su lectura Paradise Lost del año pasado, cuando Dios le dio el libre albedrío a sus ángeles,- dijo la Srta. Sophia, respirando en el micrófono, sujetando la solapa de marfil y agitando sus delgados dedos como unas perfectas alas de ángel, -hubo uno que cruzó la línea.- La voz de la Srta. Sophia se oscureció dramáticamente, y _______ observó mientras retorcía los dedos índices para que las alas de ángel se transformaran en cuernos de demonio. Detrás de ________, alguien susurró, -Qué gran cosa, ese es el truco más viejo del libro.- Desde el momento en que la Srta. Sophia había pateado su lectura, se miraba que por lo menos una persona en el salón había puesto atención a cada palabra que salía de su boca. Tal vez era porque _______ no había tenido una educación religiosa como el resto de ellos, o tal vez era porque sentía lástima por la Srta. Sophia, pero pudo sentir una necesidad para voltearse y callar a los que estaban interrumpiendo. Estaba irritada. Cansada, hambrienta. En vez de bajar para cenar con el resto de la escuela, los veinte estudiantes que se enlistaron en la clase de religión de la Srta. Sophia habían sido informados que si estaban yendo a la “opcional” una triste noticia, Penn le había informado sesión de estudio, su comida sería servida en el salón donde la sesión estaba siendo llevada a cabo, para ahorrar tiempo. La comida no cena, ni siquiera almuerzo, solo una genérica llenada después de la tarde había sido una extraña experiencia para ________, quien había tenido un momento difícil para encontrar algo que pudiera comer en centro de la cafetería. Randy había entrado con un carrito de deprimentes sándwiches y algunos picheles de agua tibia. Los sándwiches habían sido misteriosos cortes, mayonesa y queso, y ______ había observado envidiosamente mientras Penn masticado uno tras otro, dejando marcas de dientes en la corteza mientas comía. _______ había estado al borde de tomar un sándwich de salchicha de mortadela cuando Kendall se paró al lado de ella. Había abierto su puño para exponer un racimo de higos frescos. Las
moradas pieles se miraban como joyas en su mano.
-¿Qué es esto?- ella había preguntado, ahogándose una sonrisa.
-¿No puedes vivir sólo con pan, verdad?- había dicho él.
-No comas esos.- Gabbe había aparecido, quitando los higos de los dedos de ______ y tirándolos a la basura. Ella había interrumpido otra vez otra conversación privada y remplazado el espacio vacío de la palma de ________ con un montón de manías de M&M’s de una máquina expendedora. Gabbe usaba una cinta de color arcoíris en la cabeza. ________ se imaginó arrancando esa cosa de su cabeza y arrojándola al basurero.
-Ella tiene razón, _______.- Arriane había aparecido, mirando a Kendall. -Quien sabe quien se lo dio.- _______ se rió, porque por supuesto que Arriane estaba bromeando, pero cuando nadie más sonrió, cerró la boca y deslizó las M&M’s en su bolsillo justo cuando la Srta. Sophia los llamaba para que tomaran sus asientos. Lo que se sintió horas después, ellos todavía estaban atrapados en el salón de clases y la Srta. Sophia solo había abarcado de “Dawn of the Creation” hasta “War in Heaven.” Ni siquiera habían llegado a Adán y Eva. El estómago de
______ gruñó en protesta.
-¿Y todos sabemos quién era el débil ángel que desafió a Dios?- La Srta. Sophia preguntó, como si estuviera leyendo un diccionario con dibujos a un montón de
niños en la biblioteca. _______ medio esperaba que todo el salón cantara un Sí, Srta. Sophia.
-¿Alguien?- La Srta. Sophia preguntó de nuevo.
-¡Carlos!- Arriane dijo en tono bajo.
-Correcto,- dijo la Srta. Sophia, moviendo la cabeza en un asentimiento de santo. Ella estaba muy lejos de quedarse sorda. -Lo llamamos Satán ahora, pero a través de los años él ha trabajado bajo muchos disfraces, Mephistopheles, o Belial, incluso Lucifer para algunos.- Molly, quien había estado sentada en frente de ______, golpeando la parte de atrás de su silla contra el escritorio de _______ con el único propósito de volver loca a _______, rápidamente deslizó una hoja de papel sobre su hombro hacia el
escritorio de _______.
______… Lucifer… alguna relación?
Su caligrafía era oscura y enojada y frenética. _______ podía ver sus altos pómulos alzarse en una mueca. En un momento de debilidad por el hambre, ______ comenzó furiosamente a garabatear una respuesta en la parte trasera de la nota de Molly. Que ella había sido nombrada por ________ Williams, la más grande cantante y compositora que había hecho el concierto donde sus padres se
habían conocido por primera vez. Que después de que su mamá se había resbalado con un vaso plástico, tambaleado en un charco de lodo, y había aterrizado en los brazos de su padre, no había dejado esos brazos durante veinte años. Que su nombre representaba un acontecimiento romántico ¿y qué era lo que Molly la bocona tenía para ella misma? Y además, si había alguien en
toda la escuela que se asemejara a Satán, no era el receptor de la nota, sino que
el emisor de ésta. Sus ojos taladraron la espalda de la nueva cortada de Molly. ______ estaba lista para lanzarle el papel doblado y tomar ventaja con el temperamento de Molly cuando la Srta. Sophia llamó su atención hacia la brillante caja. Tenía sus dos manos alzadas sobre su cabeza, las palmas arriba y tomando aire. Mientras las bajaba, las sombras de sus dedos en la pared se miraban milagrosos como meneando brazos y piernas, como alguien lanzándose de un puente o de un edificio. La vista era tan extraña, tan oscura y aún así tan bien hecho, que hizo que _______ estuviera nerviosa. No podía quitar la vista.
-Por nueve días y nueve noches,- dijo la Srta. Sophia, -Satán y sus ángeles cayeron, más lejos y más lejos del cielo.- Sus palabras refrescaron la memoria de _______. Vio dos filas hacia adelante hacia James, quien encontró sus ojos medio segundo antes de que enterrara su cara en su cuaderno. Pero esa mirada de medio segundo había sido suficiente, y todo regresó de un solo: la noche que había tenido la noche anterior. Había sido una revisionista historia de James y de ella en el lago. Pero en el sueño, cuando James dijo adiós y nadó de regreso al agua, ______ tuvo el coraje de ir detrás de él. El agua estaba caliente, tan confortable que ni siquiera se había sentido mojada, y bancos de peces violetas nadaron alrededor de ella. Ella estaba nadando tan rápido como pudo, y al principio pensó que los peces estaban ayudándola a ir hacia James y hacia la orilla. Pero pronto los bancos de peces comenzaron a oscurecer y nublar su visión y no podía verlo. Los peces se volvieron sombras y borrosos, y se acercaron más y más hasta que ella no podía ver nada, y sintió que se hundía, desmayándose, hacia el cieno del lago. No era cuestión de ser capaz de respirar otra vez, era una cuestión de nunca ser capaz de levantarte otra vez. Era una cuestión de perder a James para siempre. Luego, desde abajo, James había aparecido, sus brazos se desplayaron como las velas de un barco. Espantaron las sombras de los peces y envolvieron a _______, y juntos los dos planearon de vuelta a la superficie. Salieron desde el agua, más y más alto, pasando la roca y el árbol de magnolia donde habían dejado sus zapatos. Un segundo después, estaban tan alto que ______ no podía siquiera ver el suelo.
-Y aterrizaron,- dijo la Srta. Sophia, poniendo sus manos en el pódium, -en las candentes llamas del infierno.-
______ cerro sus ojos y exhaló. Había sido solo un sueño. Desafortunadamente,
ésta era su realidad. Soltó un respiro y descansó su barbilla en sus manos, recordando su olvidada respuesta de la nota de Molly. Estaba doblada en sus manos. Ahora parecía estúpido y precipitada. Mejor no responder, para Molly no saber que había afectado a _______. Un avión de papel aterrizó en su antebrazo izquierdo. Miró hacia la lejana esquina izquierda de la clase, donde Arriane se sentó y le dio un exagerado guiño.
Tomaré como si no estuvieras soñando despierta con Satán. ¿A dónde fueron tu
y JG el Sábado por la tarde?
______ no había tenido la oportunidad de hablar con Arriane durante todo el día. Pero ¿cómo pudo Arriane saber que _______ se había ido con James? Mientras la Srta. Sophia estaba ocupada con una representación de los nueve círculos del infierno con sombras, _______ observó a Arriane lanzar otro avión perfecto de papel a su escritorio. También Molly. Lo atrapó en el momento justo para tomar el avión entre sus uñas negras, pero ______ no iba a dejar ganar esta vez. Le arrancó el avión de las manos de Molly, rasgando su ala desde el centro. _______ había tenido suficiente tiempo para guardar la rasgada notas antes de que la Srta. Sophia se las arrebatara.
-_______ y Molly,- ella dijo, mordiendo sus labios y poniendo sus manos en el pódium. -Yo esperaría que lo que sea que las dos estén discutiendo en tan irrespetuosa mandadera de notas pudiera ser dicho frente a toda la clase.-
-M-Molly estaba diciendo,- _______ tartamudeó, -que ella no está de acuerdo con
su punto de vista de cómo es el infierno. Ella tiene sus propias ideas.-
-Bueno, Molly, si tú tienes un esquema diferente del inframundo, me gustaría
escucharlo.-
-Qué demonios,- Molly murmuró en tono bajo. Se aclaró la garganta y se paró.
-Bueno, usted ha descrito la boca de Lucifer como el lugar más bajo en el infierno, que es el por qué todos los traidores terminan ahí. Pero para mí,- dijo ella, como si hubiera ensayado sus líneas, -yo pienso que el lugar más tortuoso en el infierno-tomó una larga y dramática mirada hacia _______ -no debería ser no solo reservada para los traidores, sino también para los cobardes. Los más débiles y desvergonzados perdedores. Porque para mí ¿quiénes son los traidores? Al menos ellos tomaron una decisión. ¿Pero los cobardes? Solamente corrieron lejos mordiéndose las uñas y muy asustados para hacer algo. Que es mucho peor.- Ella tosió, -¡Lucinda!- y se aclaró la garganta. -Pero esa es sólo mi opinión.- Se sentó.
-Gracias, Molly,- dijo la Srta. Sophia cuidadosamente, -estoy segura todos nos
sentimos iluminados.-
_______ no lo hacía. Ella había dejado de escuchar a la mitad de la rabia de Molly, cuando sintió un espeluznante y enfermo sentimiento en la boca de su
estómago. Las sombras. Los sintió antes de que los viera, burbujeando como alquitrán en el suelo. Un tentáculo de oscuridad se enrolló en su muñeca, y _______ miró hacia abajo aterrorizada. Estaba tratando de meterse en su bolsillo. Estaba yendo por el avión de Arriane. Ni siquiera lo había leído! Metió su puño en su bolsillo y usado dos dedos y toda su voluntad para lanzar la sombra tan fuerte como pudo. Una cosa asombrosa pasó: La sombra retrocedió, gimiendo como un perro lastimado. Era la primera vez que _______ había sido capaz de hacer eso. Del otro lado del salón, encontró los ojos de Arriane. Su cabeza estaba levantada y su boca estaba abierta. La nota ella debe estar esperando a que ________ lea su nota. La Srta. Sophia giró la brillante caja.
-Creo que mi artritis ha tenido suficiente Infierno por una noche.- Rió entre dientes, animando a los estudiantes tontos a que rieran con ella. -Si todos volvieron a leer los siete ensayos críticos que asigné en Paradise Lost, creo que estarán más que preparados para el examen de mañana.- Mientras los demás estudiantes se apresuraron para guardar sus cosas en sus bolsones y desaparecer del salón, _______ desdobló la nota de Arriane: Dime que él no te dio esa pobre charla de
-Yo nunca he sido quemado-. Ouch. Ella definitivamente necesitaba hablar con Arriane y descubrir qué era lo que ella sabía exactamente de James. Pero antes. Él estaba parado ante ella. La hebilla del cinturón de plata brillo ante sus ojos. Ella tomó una bocanada de aire y miró hacia su rostro. Los ojos verde-chocolate de James se miraban descansados. No le había hablado a él en dos días, desde que él la dejó en el lago. Era como si el tiempo que él había pasado alejado de ella lo hubiera rejuvenecido. _______ se dio cuenta que todavía tenía la reveladora nota abierta sobre su escritorio. Ella tragó saliva y la metió en su bolsillo.
-Quería disculparme por dejarte tan repentinamente el otro día,- dijo James, sonando extrañamente formal. _______ no sabía si ella debía aceptar esta disculpa, pero él no le dio tiempo de responder.
-Creo que lograste regresar a tierra firme.-
Ella trató de sonreír. Pasó por su mente el decirle a James sobre el sueño que ella había tenido, pero afortunadamente se dio cuenta de que sería muy raro.
-¿Qué te pareció la sesión de repaso?- James parecía retraído, duro, como si ellos nunca habían hablado antes. Tal vez estaba bromeando.
-Fue una tortura,- respondió _______. Siempre había molestado a ________ cuando las chicas listas pretendían que no les gustaba algo solo porque asumían que eso era lo que un chico quería escuchar. Pero _______ no estaba fingiendo; había sido realmente una tortura.
-Bien,- dijo James, pareciendo complacido.
-¿Tú también lo odiaste?-
-No,- dijo crípticamente, y ahora _______ deseaba hacer mentido para sonar más interesada de lo que realmente estaba.
-Así que… te gustó,. le dijo ella, queriendo decir algo, cualquier cosa para mantenerlo allí junto a ella, hablando. -¿Qué fue lo que exactamente te gustó?-
-Tal vez la palabra “gustar” no es la correcta.- Después de una larga pausa, él dijo, -Está en mi familia… estudiar estas cosas. Creo que no puedo evitar sentir la conexión.-
Le tomó un momento a _______ para comprender totalmente sus palabras. Su mente viajaba hacia el viejo y maloliente sótano donde ella había alcanzado a
ver la única página del archivo de James. El archivo que decía que James Grigori había pasado la mayor parte de su vida en un Orfanato de los Ángeles.
-No sabía que tenías familia,- dijo ella.
-¿Por qué pensarías eso?- James se burló.
-No lo sé… entonces, digo, ¿si tienes?-
-La pregunta es porqué asumiste que sabías algo sobre mi familia, ¿ o sobre mí?- _______ sintió que su estómago caía en picada. Ella vio el flash de Peligro: Alerta de Acosadora en los alarmados ojos de James. Y ella sabía que había estropeado las cosas con él otra vez.
-J.- Carlos se apareció detrás de ellos y puso su mano en el hombro de la camisa de James. -¿Quieres quedarte para ver si hay alguna otra lectura de un año, o nos vamos a ir?-
-Sip,- James dijo calmadamente, dándole a _______ una mirada de reojo.
-Vámonos de aquí.- Por supuesto obviamente ella tenía que haberse ido hace mucho tiempo. Como, al primer momento de haber de divulgado cualquier detalle del archivo de James. Una persona inteligente y normal hubiera esquivado esa conversación, o cambiado de tema hacia algo menos raro, o por lo menos, mantener su gran boca cerrada.
gisell portilla
Re: Fallen "oscuros" (James Maslow & tu) terminada
CAPITULO 11
Donde hay humo
-¿Qué estás esperando?- Preguntó Penn apenas un segundo después de que James se hubiera ido con Carlos. –Vamos-. Mientras me tiraba de la mano.
-¿A dónde?- Pregunte. Mi corazón seguía golpeando por la conversación con James y desde el punto de vista de que él se fuera. La forma en que sus esculpidos hombros cortaban en el pasillo le hacía parecer más grande que el mismo James. Penn golpeó ligeramente a un lado de mi cabeza.
-¿Hola? A la biblioteca, como te he dicho en mi nota...- Ella captó mi expresión en blanco. -¿Tú no recibiste ninguna de mis notas?- Ella se golpeó la pierna, frustrada. -Pero yo se la entregué a Todd para que se la pasara a Kendall, para que él te la pasara a ti-.
-Pony Express-. Kendall se metió en frente de Penn y presentó a mi dos trozos doblados de papel colocados entre el índice y el dedo medio.
-Dame un descanso. ¿Tu caballo murió de agotamiento en el camino?- Resopló Penn, cogiendo las notas. -Te los di, como hace una hora. ¿Por qué te llevó tanto tiempo? Tú no los leíste. -
-Por supuesto que no.- Kendall se llevó la mano a su amplio pecho, ofendido. Llevaba un grueso anillo negro en su dedo del medio. -Si recuerdas, _______ se metió en problemas por pasarse notas con Molly. -
-No me estaba pasando notas con Molly.-
-No importa-, dijo Kendall, cogiendo las notas de la mano de Penn y entregándomelas, finalmente. -Yo sólo estaba mirando por tus intereses. Esperando la oportunidad adecuada.-
-Bueno, gracias.- metí las notas en mi bolsillo y le di a Penn un encogimiento de hombros del tipo que-quieres-que-le-haga.
-Hablando de esperar el momento adecuado-, dijo él, -Yo estaba fuera el otro
día y vi esto-. Sacó un pequeño joyero de terciopelo rojo y lo mantuvo abierto
para que lo viera. Penn me dio un codazo en el hombro en su intento de echar un vistazo. En el interior, se encontraba una fina cadena de oro de la que colgaba un
pequeño colgante circular con una línea esculpida en el centro y una pequeña
cabeza pequeña de serpiente en la punta le mire. “¿Se estaba burlando de mí?” Él tocó el colgante.
-Pensé que, después de lo del otro día... Quería ayudarte a enfrentar el miedo- dijo en un tono casi nervioso, con miedo de que no lo aceptara. ¿Debería aceptarlo? -Sólo bromeaba. Me gustó. Es único, me recordó a tí. - Era único. Y muy hermoso, y me sentí extrañamente indigna.
-¿Fuiste de compras?- me encontré preguntando, porque era más fácil hablar de
cómo Kendall había dejado el campus que de lo que hubiera sido preguntar ¿por qué a mí? -Pensé que una de las normas de la escuela es que todos estamos
atrapados aquí-. Kendall levantó la barbilla ligeramente y sonrió con los ojos.
-Hay maneras-, dijo en voz baja. -Yo te las mostraré en algún momento. ¿Te las podría mostrar esta noche? -
-Kendall, cariño,- dijo una voz detrás de él. Era Gabbe, golpeándole en el hombro. Una sección delgada en la parte frontal de su cabello era un trenzado francés y la cubría hasta detrás de la oreja, como una banda casi perfecta, la mire celosamente. -Necesito tu ayuda para preparar algo,- ronroneó Gabbe. mire a mi alrededor y me di cuenta que eran las únicas cuatro personas que quedábamos en el salón de clases.
-Voy a hacer una pequeña fiesta en mi habitación más tarde,- dijo Gabbe,
apretando la barbilla en el hombro de Kendall para hacer frente a Penn y a mí.
-Y - todos vienen, ¿no?- Gabbe, cuya boca parecía siempre pegajosa por el brillo de labios, y con ese pelo rubio, que nunca dejaba de zumbar en el segundo justo en el que un hombre comenzaba a hablar conmigo. Incluso aunque James le hubiera dicho que no había nada entre ellos, sabía que ella nunca iba a ser amiga de esta chica. “Entonces otra vez, tú no quieres parecer alguien que quiere a ir a su fiesta, especialmente cuando algunas otras personas que a ti te gustaban, probablemente estén allí... ¿O debería ella aceptar la oferta de Kendall? ¿Estaba realmente sugiriendo que se escapáramos?” Sólo ayer, un rumor había volado por toda la clase cuando Jules y Phillip, la pareja con la lengua agujereada, no se había presentado para la clase de la señorita Sophia. Al parecer, ellos habían tratado de salir de la escuela en medio de la noche, para una cita secreta en algún lugar incorrecto y ahora estaban en algún tipo de confinamiento solitario, cuya ubicación aún no era conocida por Penn. Lo más extraño de todo fue que la señorita Sophia que por lo general no toleraba los susurros no calló a los estudiantes que susurraban chismes locamente durante la lección. Era casi como si quisiera que los estudiantes tuvieran la facultad de imaginar el peor castigo posible por romper alguna de sus normas dictatoriales, trague, mirando a Kendall. Él me ofreció su codo, haciendo por completo caso omiso a Gabbe y a Penn.
-¿Qué dices, niña?-, Preguntó, sonando tan encantadoramente a clásico de Hollywood que me olvide de lo que le había sucedido a Jules y a Phillip.
-Lo siento- Interrumpió Penn, respondiendo a ambos y tirando mi codo -Pero tenemos otros planes- Kendall miró a Penn como si estuviera tratando de averiguar de dónde había venido tan repentinamente. Él hacía que me sintiera como una versión más fresca, de mí misma. Y tenía una manera de cruzarse en mi camino en el momento correcto después de que James me hubiera hecho sentir exactamente todo lo contrario. Pero Gabbe seguía flotando a su lado, y el agarre de Penn era cada vez más fuerte, así que finalmente sólo agite la mano que aún sostenía el regalo de Kendall.
-¡Um, tal vez la próxima vez! ¡Gracias por el collar! -
Dejando detrás de nosotros a unos confundidos Kendall y a Gabbe en la clase, Penn y yo salimos fuera de Agustín. Se sentía raro estar solas en el oscuro edificio tan tarde, y podría decir por el ruido que hacían las sandalias de Penn delante de mí en la escalera que sentía lo mismo, también. Afuera, había viento. Una lechuza cantó en su árbol de palmito. Cuando pasamos bajo los robles al lado del edificio, había desordenados zarcillos de musgo español cepillándolos como mechones de pelo enmarañado.
-¿Tal vez la próxima vez?- Penn imitó mi voz -¿Qué fue eso?-
-Nada... No lo sé.- quería cambiar de tema. -Tú no sonaste muy elegante, Penn,- dije, riendo mientras caminaba a lo largo de los lugares comunes. -Otros planes... Pensé que se divirtieron en la fiesta de la semana pasada. -
-Si alguna vez lees mi correspondencia reciente, verás por qué tenemos cosas más importantes en nuestro plato. -vacilé mis bolsillos, redescubierto los cinco M & M’s no consumidos, y compartiéndolos con Penn, que hizo una expresión muy Penn como diciendo que esperaban que vinieran de un lugar limpio, pero se los comió de todas maneras, abrí la primera de las notas de Penn, que parecía una página fotocopiada de
uno de los archivos clandestinos:
Gabrielle Givens
Kendall Briel
_______ Price
Todd Hammond
Ubicaciones anteriores:
Todos en el Nordeste, con excepción de T. Hammond
(Orlando, Florida)
Arriane Alter
James Grigori
Mary Margaret Zane
Ubicaciones anteriores:
Los Ángeles, California
El grupo indicaba que llegué a Espada & Cruz el 15 de septiembre de este año. El segundo grupo había llegado el 15 de marzo, de tres años antes.
-¿Quién es Mary Margaret Zane?- Pregunte, señalando.
-Justamente la muy virtuosa Molly -, dijo Penn.
-¿El nombre de Molly es Mary Margaret? No es de extrañar que esté tan molesta con el mundo-, dije. -¿Así que de donde obtienes todo esto?-
-Busqué un poco en una de las cajas que la señorita Sophia se llevó el otro día,- Dijo Penn. -Es la escritura de Sophia- la mire.
-¿Qué significa? ¿Por qué habría necesidad de escribir esto? Pensaba que tenían todas nuestras fechas de llegada por separado en nuestros archivos-
-Ellos las tienen. No puedo entenderlo, sin embargo -, dijo Penn. -Y quiero decir, que aunque tú te presentaste al mismo tiempo que los otros niños, no es como si tuvieras algo en común con ellos. -
-Yo no podría tener menos en común con ellos-, dije, que visualizando la mirada esquiva que Gabbe siempre me daba. Penn se rascó la barbilla. -Pero cuando Arriane, Molly y James vinieron, ellos ya se conocían. Creo que provenían de la misma casa a medio camino en Los Ángeles.- En algún lugar había una clave para la historia de James. Tenía que ser para él algo más que un centro de rehabilitación en California. Pero pensando en cómo sería su reacción , aparte del horror que sentiría al saber que quería saber más de él bueno, me hizo sentir que todo lo que Penn y yo estabamos haciendo era inútil e inmaduro.
-¿Cuál es el punto de todo esto?- Pregunte, molesta de repente.
-No me puedo imaginar por qué la señorita Sophia estaría recopilando toda esa
información. Aunque la señorita Sophia llegó a Sword & Cross el mismo día
que Arriane, James, y Molly... - Penn se apagó. -¿Quién sabe? Tal vez no
significa nada. Aquí mencionan un poco de los archivos de James, me imaginé
que querrías que te mostrara cada cosa que encontrara. Por lo tanto Anexo B. -
Ella señaló hacia la segunda nota en mi mano. Suspire. Parte de mi quería dejar la búsqueda y dejar de sentir vergüenza sobre James. Otra insistente parte de todavía anhelaba llegar a conocerle mejor... lo cual, curiosamente, era mucho más fácil de hacer cuando él no estaba presente para darle nuevos motivos para sentirme avergonzada. Mire hacia abajo a la nota, una fotocopia de un carnet antiguo de biblioteca.
Grigori, J. Los Vigilantes: Mito Medieval
Europa. Serafín Press, Roma, 1755.
Número de Teléfono: R999.318 CR!
-Suena como si uno de los antepasados de James fuera un erudito-, dijo Penn,
leyéndolo por encima de mi hombro.
-Esto debe de haber sido lo que quiso decir,- dije en voz baja. Mire a Penn.
-Me dijo que el estudio de la religión estaba en su familia. Esto debe ser lo que
quería decir.-
-Pensé que era huérfano-.
-No preguntes,- dije, agitando la mano. -Es un tema delicado para él.- Pase el dedo sobre el título del libro. -¿Qué es un Vigilante?-
-Sólo hay una manera de averiguarlo-, dijo Penn. -Aunque podemos vivir para
lamentarlo. 'Porque esto suena como un libro, posiblemente, el más aburrido de
todos. Sin embargo- añadió, golpeando sus nudillos en su camisa, -Me tomé la libertad de controlar el catálogo. El libro debe de estar en las estanterías. Puedes darme las gracias más tarde. -
-Está bien.- sonreí. Estaba ansiosa por llegar a la biblioteca. Si alguien en
la familia de James había escrito un libro, no podía ser aburrido. O no para mi, de todos modos. Pero entonces mire la otra cosa que tenía en la mano. La caja de terciopelo de Kendall.
-¿Qué crees que significa esto?-, preguntó a Penn, mientras comenzaba a
caminar hasta el mosaico de azulejos de las escaleras de la biblioteca.
Penn se encogió de hombros. -Tus sentimientos sobre las serpientes-.
-El odio, la agonía, la paranoia extrema, y el disgusto,- enliste.
-Tal vez es como... Está bien, yo solía tener miedo de los cactus. No me podía ni
acercar a ellos. No te rías, ¿alguna vez te has pinchado con una de esas cosas?
Permanecen en tu piel durante varios días. De todos modos, un año, para mi
cumpleaños, mi papá me compró como once plantas de cactus. Al principio yo
quería deshacerme de ellas. Pero entonces, tú sabes, me acostumbré a ellas. Dejé de darme la vuelta a cada momento en el que yo estaba cerca de uno. Al final, lo superé totalmente-.
-Así que estás diciendo que el regalo de Kendall,- dije, -es en realidad muy
Dulce-.
-Supongo-, dijo Penn. -Pero si hubiera sabido que estaba loco por ti, yo no le
hubiera confiado nuestra correspondencia privada. Lo siento. -
-Él no está loco por mí,- empecé a decir, tocando la cadena de oro, dentro de la caja, imaginando cómo sería el aspecto contra mi piel, no le había contado nada a Penn acerca del día de campo con Kendall, pero realmente no sabía por qué. Esto tenía que ver con James, y con cómo aún no sabía si quería estar o no estar con cualquiera de ellos.
-Ja-. Cacareó Penn. -¡Lo que significa que a ti te gusta un poco! Le engañas con
James. Yo no puedo mantener eso contigo y tus hombres. -
gisell portilla
Re: Fallen "oscuros" (James Maslow & tu) terminada
CAPITULO 12
Donde hay humo I
-Como si estuviera pasando algo con cualquiera de ellos,- dije con tristeza.
-¿Crees que Kendall leyó las notas?-
-Si lo hizo, y todavía te dio ese collar-, dijo Penn, -entonces a él realmente le
gustas. -
Entramos en la biblioteca y las pesadas puertas dobles dieron un golpe sordo
detrás de nosotras. El sonido resonó en la sala. La Srta. Sophia levantó la vista de las montañas de papel que cubrían su escritorio en penumbras.
-Oh, hola, chicas-, dijo, sonriendo de manera tan amplia que me sentía culpable de nuevo por la zonificación que llevó a cabo durante su conferencia.
-¡Espero que hayan disfrutado de mi breve sesión de estudio!- dijo prácticamente cantando.
-Mucho.- asintí con la cabeza, aunque no había nada escrito al respecto.
-Nosotros vinimos aquí para revisar un par de cosas más antes del examen. -
-Así es-, intervino Penn. -Usted nos inspiró-.
-¡Qué maravilloso!- Susurró la Srta. Sophia a través de su documentación.
-Tengo una nueva lista de lectura en alguna parte. Estaré encantada de haceros
una copia.-
-Genial-, Mintió Penn, dando yo un pequeño empujón hacia las estanterías.
-¡Nosotras la haremos saber si la necesitamos! - Más allá de escritorio de la señorita Sophia, la biblioteca estaba en silencio. Penn y yo íbamos ojeando los números identificativos mientras pasábamos de estante en estante hacia los libros de religión. Las luces Energy Saving detectaban el movimiento y se suponía que lo hacían cada vez que cruzaban un pasillo, pero sólo la mitad de ellas funcionaban. Me di cuenta de que Penn aún sostenía mi brazo, y luego me di cuenta de que no quería que lo dejara de hacer. Llegamos a la sección de estudios que por lo general estaba llena de gente, donde sólo había una lámpara de mesa quemada. Todo el mundo debía de estar en la fiesta de Gabbe. Todo el mundo excepto Todd. Él tenía los pies subidos en la silla en frente de él y parecía estar leyendo una mesa de café del tamaño de un atlas mundial. Cuando caminábamos hacia él, nos miró con una desmejorada expresión que quería decir que estaba muy bien solo o ligeramente molesto por haber sido perturbado.
-Chicas es tarde para estar aquí-, dijo categóricamente.
-Igual para ti,- replicó Penn, sacándole la lengua dramáticamente.
Cuando habían puesto algunos estantes entre ellas y Todd, arque una
ceja a Penn.
-¿Qué fue eso?-
-¿Qué?- Dijo Penn enfurruñada. -El coquetea conmigo.- Cruzó los brazos sobre el pecho y se quitó con una floritura el pelo marrón de sus ojos. -Como si-.
-¿Estás en cuarto grado?- brome. Penn me clavó el dedo con una intensidad que hubiera me hecho saltar a si no se hubiera estado riendo.
-¿Sabes de alguien más que quisiera profundizar contigo en la historia de la familia de James Grigori? Creo que no. Déjame en paz-. Para entonces, habíamos llegado a la esquina trasera de la biblioteca, donde todos los 999 libros se organizaban a lo largo de una estantería de un solo color. Penn se agachó y localizó los libros pasando sus dedos por los lomos de los libros, sentí un temblor, como si alguien recorriera mi cuello con un dedo. Estire la cabeza alrededor y vio una espiral de color gris. No negra, como eran las sombras por lo general, sino más ligera, más delgada. Pero igualmente indeseada. Observe con los ojos muy abiertos, como la sombra se extendía en un largo rizo directamente hacia la cabeza de Penn. Bajaba lentamente, como si estuviera enhebrando una aguja y no quería pensar en lo que podría suceder si tocaba a mi amiga. El otro día en el gimnasio había sido la primera vez que la sombra me había tocado, y aún me sentía violada, casi sucia, no sabía qué otra cosa podía hacer. Nerviosa, insegura, estire un brazo como si fuera una bate de baseball. Tome un respiro profundo y se lanzó hacia adelante. Me erizó al contacto frío mientras golpeaba la sombra lejos y golpeaba la cabeza de Penn. Penn presionó sus manos contra su cráneo y me miro en shock.
-¿Cuál es tu problema?- Me senté junto a ella y toque la parte de arriba del cabello de Penn,
-Lo siento. Había… Pensé que vi una abeja… aterrizar en tu cabeza. Me asusté. No quería que te picara.- Ella podía sentir cuan totalmente pobre esa excusa era y esperó a que mi amiga me dijera que estaba loca ¿por qué estaría una abeja en una biblioteca? espere a que Penn se molestara. Pero el rostro redondo de Penn se suavizó. Ella tomó mi mano de entre las de ella y las agitó.
-Las abejas me aterrorizan también,- ella dijo. –Soy mortalmente alérgica. Básicamente, tú me salvaste la vida.- Fue como si tuviéramos un gran momento de conexión sólo que no lo era, porque estaba completamente consumida por las sombras. Si tan sólo pudiera alejarlas de mi cabeza, quitarme la cosa de la sombras, sin asustar a Penn. Tenía un fuerte e inquieto presentimiento sobre esta sombra grisácea clara. La uniformidad de las sombras nunca había si reconfortante, pero estas últimas variaciones eran nuevas en un nivel desconcertante. Significaba que ¿más clases de sombras estaban encontrando la manera de llegar a mi? O sólo era que me estaba haciendo mejor en distinguirlas Y ¿qué hay sobre ese extraño momento durante la lectura de la Srta. Sophia, cuando, prácticamente, pinche a una sombra lejos de mi bolsillo? Lo había hecho sin pensar, y no tenía razón para esperar que sus dos dedos pudieran hacer algo a las sombras, pero ellos habían… di un vistazo alrededor de los estantes al
menos temporalmente. Me preguntaba si había tenido clase de precedente por interactuar con las sombras. Excepto a eso a lo que había hecho con la sombra rondando sobre la cabeza de Penn que no sabía si era “interactuar” incluso sabía
que era un eufemismo. Un frío y enfermizo sentimiento creció en mi interior cuando me di cuenta que lo que había comenzado a hacerle a las sombras era más bien… pelear con ellas.
-Es la cosa más extraña,- Penn habló desde el piso. -Debería ser justo aquí entre El Diccionario de los Ángeles y este horrible incendio de Billy Graham y de la cosa de sulfúrica.- Ella miro hacia donde estaba. -Pero se no está.-
-Pensé que dijiste—
-Lo hice. La computadora lo había enlistado en los estantes cuando busqué esta tarde, pero no podemos conectarnos en la computadora a estas horas de nuevo.-
-Ve a preguntarle a Todd,- sugerí. -Tal vez él esté usándolo como pasta para sus Playboys.-
-Qué asco.- Penn le golpeó mi muslo, sabía que sólo había hecho esa broma para tratar de bajar un poco su decepción. Era tan frustrante. No podía encontrar nado sobre James sin correr contra una pared. No sabía lo que podría encontrar en esas páginas del libro de su tátara-tara lo que sea, pero al menos me diría algo más sobre James. Lo cual era mejor que nada.
-Quédate aquí,- dijo Penn, levantándose. -Le voy a ir a preguntar a la Srta. Sophia si alguien lo ha sacado hoy.- La observe irse sobre el largo corredor hacia el escritorio de enfrente. Me reí cuando Penn aprete el paso cuando pasó por el área donde Todd estaba sentado. Sola en la esquina de atrás, roce con los dedos otros libros en los estantes. Hice una rápida y mental revisión de todos los estudiantes en Espada & Cruz, pero no podía pensar en nadie para sacar un libro viejo y religioso. Tal vez la Srta. Sophia lo había usado como referencia para su sesión de repaso en la mañana. Me pregunte qué debió de haber sido para James el sentarse allí, escuchando a la bibliotecaria hablar sobre cosas que habían sido probablemente temas de “la cena” en mi casa cuando él estaba creciendo. Quería saber cómo había sido la infancia de James. ¿Qué le había pasado a su familia? ¿Había sido su educación en el orfanato religiosa? O había sido su infancia como la mía, en donde las únicas cosas religiosas eran buenas notas y honores académicos, quería saber si James había leído este libro escrito por su ancestro y qué había pensado de él, y si a él le gustaba escribir, quería saber qué estaba haciendo justo ahora en la fiesta de Gabbe y cuándo era su cumpleaños y qué talla de zapato usaba y si él alguna vez desperdició un segundo de su tiempo pensando en mi. Sacudí mi cabeza. Este tren de pensamientos me estaba dirigiendo directamente a la Ciudad Patética, y quería bajarme. Saque el primer libro del estante la cubierta aburrida de tela del Diccionario de Ángeles y decidió
distraerme leyendo hasta que Penn regresara. Había ido tan lejos como el ángel caído Abbadon, quien re arrepintió de estar del lado de Satanás y constantemente lamentaba su mala decisión bostece cuando un sonido fuerte sonó sobre mi cabeza. Mire hacia arriba para ver la luz roja de la alarma de incendios.
“Alerta. Alerta,” una monótona voz robótica anunciaba en el altavoz. “La alarma de incendios ha sido activada. Evacúen el edificio.”
Narra escritora
________ deslizó el libro de regreso en el estante y comenzó a caminar. Ellos habían hecho esta clase de cosa en Dover todo el tiempo. Luego de un tiempo, había llegado al punto donde ni siquiera los maestros habían puesto las tareas contra incendios, así que el departamento de Bomberos había comenzado a poner la alama para que las personas respondieras. _______ podía ver a los administradores en Espada & Cruz sacando la misma cosa. Pero cuando comenzó a caminar hacia la salida, fue sorprendida hallándose tosiendo. Había fuego real en la biblioteca.
-¿Penn?- ella gritó, escuchando el eco de su voz en sus oídos. Ella sabía que sería ensordecido por el ruido de la alarma. El olor acre el humo hizo que ella regresara al fuego de la noche con Trevor. Imágenes y sonidos flotaban en su cabeza, cosas que ella había almacenado tan profundamente en su memoria que bien podrían haber sido borradas. Hasta ahora. Los sorprendentes ojos blancos de Trevor con la luz anaranjada. Los zarcillos individuales de llamas mientras el fuego se dispersaba entre cada uno de sus dedos. El agudo e interminable grito que resonaba en su cabeza como una sirena mucho después de que Trevor se hubiera dado por vencido. Y todo el tiempo, ella había estado allí parada, observando, ella no podía dejar de ver, paralizada en ese baño de calor. Ella no había sido capaz de moverse. Ella no había sido capaz de hacer algo para ayudarlo. Así que había muerto. Sintió un agarre de una mano en su muñeca izquierda y se volteó, esperando ver a Penn. Era Todd. Lo blanco en sus propios ojos era enorme, y él estaba tosiendo también.
-Tenemos que salir d aquí,- él dijo, respirando rápido. –Creo que la salida está en la parte de atrás.-
-¿Qué hay de Penn y la Srta. Sophia?- ________ preguntó. Ella se estaba sintiendo débil y mareada. Se estregó los ojos. -Estaban por allá.- Cuando ella apuntó hacia el pasillo hacia la entrada, ella podía ver cuánto el humo se había vuelto más espeso en esa dirección. Todd se miró inseguro por un segundo, pero luego asintió.
-Está bien,- él dijo, mantenido agarrada la muñeca de ella mientras se agachaban y corrían hacia las puertas principales de la biblioteca. Fueron hacia la derecha cuando un corredor se miraba lleno de humo, se encontraron viendo hacia una pared de libros sin ninguna pista de hacia dónde correr. Los dos se pararon para respirar. El humo que hace sólo un momento había estado sobre sus cabezas ahora presionaba suavemente en sus hombros. Aún agachándose en él, estaban ahogándose. Y no podía ver nada más que un par de pasos frente a ellos. Asegurándose de mantenerse aferrada de Todd, ________ dio una vuelta en círculo, repentinamente insegura de cuál dirección ellos habían venido. Ella corrió sintió un metal caliente de uno de la pila. Ella ni siquiera podía ver las etiquetas en los lomos. Estaban en la sección de la D o de las O’s? No habían pistas que los guiaran hacia Penn y la Srta. Sophia, y ninguna pista que los guiaran a la salida tampoco. ________ sintió un pánico que la llenó, haciendo más difícil respirar,
-¡Ellas ya debieron haber salido por las puertas de enfrente!- Todd gritó, sonando medio convencido. -¡Tenemos que regresar!- Ella casi podía ver a Todd, quien estaba parado justo en frente de ella. Él tenía razón, pero ¿cuál era el camino de regreso? _______ asintió silenciosamente, y sintió su mano tomando la de ella. Por un largo tiempo, ella se movió sin saber a dónde se estaban dirigiendo, pero mientras ellos corrían, el humo se desvaneció, poco a poco, hasta que, eventualmente, ella vio el brillo rojo de un letrero de salida. _______ dio un suspiro de alivio mientras Todd buscaba por la manija de la puerta y finalmente la abrió. Estaban en un pasillo que _______ jamás había visto. Todd somató la puerta detrás de ellos. Ellos jadearon y llenaron sus pulmones con aire limpio. Sabía tan bien, que _______ quería hundir sus dientes en él, beber un galón de él, bañarse con él. Ella y Tood tosieron el humo fuera de sus pulmones hasta que comenzaron a reírse, una inquieta, casi aliviada risa. Ellos se rieron hasta que ella estaba llorando. Pero incluso cuando _______ terminó de llorar y toser, sus ojos continuaban lagrimeando. Cómo podía respirar en este aire cuando ella ¿ni siquiera sabía qué le había pasado a Penn? Si Penn había logrado salir, si ella estaba tirada en algún lugar de adentro, entonces _______ había fallado a alguien a quien le importaba de nuevo. Sólo que esta vez sería mucho peor. Ella se limpió los ojos y vio una nube de humo arremolinarse debajo de la rajadura de la base de la puerta. Aún no estaban a salvo. Había otra puerta al final del pasillo. A través del panel de cristal de la puerta, _________ podía ver el tambaleo de una rama de un árbol en la noche. Exhaló. En unos momentos, estarían afuera, lejos de estos humos intoxicantes. Si eran lo suficientemente rápidos, podían ir a la entrada frontal y asegurarse de que Penn y la Srta. Sophia habían salido.
-Vamos,- _______ le dijo a Todd, quien estaba doblado, respirando con dificultad.
-Tenemos que seguir.- Él se enderezó, pero _______ podía ver que estaba realmente mal. Su rostro estaba rojo, sus ojos eran salvajes y mojados. Ella prácticamente tuvo que arrastrarlo hasta la puerta. Ella estaba tan concentrada en salir de allí que le tomó un rato procesar el pesado silbido que había caído sobre ellos, silenciando las alarmas. Ella miró hacia la tormenta de sombras. Un espectro de sombras grises y negras. Ella sólo debía ser capaz de ver un poco más sobre el techo, pero las sombras parecían de alguna manera extenderse sobre los límites. En un extraño y escondido cielo. Todas estaban amontonadas unas sobre otras, pero aún así, de alguna manera eran distintas. En medio de ellas estaba la sombra más clara y grisácea que ella había visto anteriormente. Era de forma alargada como una aguja, pero ahora se miraba como la llama de un fósforo. Se balanceó hacia ellos en el pasillo. Ella realmente había ofendido a esa oscuridad amorfa cuando había amenazado con rasguñar la cabeza de Penn El recuerdo hizo que sus palmas le picaran y sus dedos se enrollaran. Todd comenzó a golpearse contra las paredes, como si estuvieran cerrándose en ellos. _______ sabía que estaban en ningún lugar cerca de la puerta. Ella tomó su mano, pero sus sudorosas palmas se deslizaron una de la otra. Ella enrolló sus dedos fuertemente alrededor de su muñeca. Él estaba tan pálido como un fantasma, se encogieron cerca del piso, casi besándolo. Un quejido aterrorizante se escapó de sus labios. Era porque el humo ahora estaba llenando el pasillo ¿O era porque él también podía ver las sombras también? Imposible. Pero aún así, su rostro estaba contrariado y horrorizado. Mucho más ahora que las sombras estaban aproximándose.
-¿______?- Su voz se agitó. Otra horda de sombras se levantó directamente en su camino. Una manta de negro intenso se extendió sobre las paredes e hizo imposible para _______ el ver el suelo. Ella vio a Todd ¿podía verlo?
-¡Corre!- ella gritó. ¿Podía él correr? Su rostro estaba lleno de ceniza y sus párpados se cerraron. Él estaba en el borde de desmayarse. Pero luego, repentinamente se miraba como si él estuviera llevándola. O algo los estaba arrastrando.
-¿Qué demonios?- Todd chilló. Sus pies se levantaron del suelo sólo por un momento. Se sintió como montando una ola en el océano, una suave cresta que la levantaba más alto, llenando su cuerpo con aire. ________ no sabía hacia dónde se dirigía ella ni siquiera podía ver la puerta, sólo un montón de sombras alrededor. Cerca de ella pero no la tocaron. Ella debería haber estado horrorizada, pero no lo estaba. De alguna manera se sentía protegida de las sombras, como si algo la estuviera
Escudando algo fluido pero impenetrable. Algo familiar. Algo fuerte, pero gentil. Algo casi demasiado rápido, ella y Todd estaban en la puerta. Sus pies tocaron el suelo de nuevo, y ella se lanzó contra las puertas de emergencia. Luego suspiró algo ahogado. Luego jadeó. Y se rió. Otra alarma estaba sonando. Pero esta sonaba muy lejos. El aire le rozó su cuello. ¡Estaban afuera! Parados en una pequeña cornisa. Un montón de escaleras llevaban hacia el área comunal, e incluso cuando todo en su cabeza se sentía nublado y lleno de humo, _______ pensó que podía escuchar las voces de alguien cerca. Ella se volteó para tratar de saber qué era lo que había sucedido. Cómo ella y Todd habían salido a través de esa gruesa, negra e impenetrable sombra? Y qué era esa cosa que los había salvado? _______ sintió su ausencia. Ella casi quería regresar para buscarla. Pero el pasillo estaba oscuro, y sus ojos todavía estaban llenos de lágrimas, y ella ya no podía distinguir las retorcidas formas de las sombras. Tal vez se habían ido. Luego hubo un destello de luz, algo que se miraba como el tronco de un árbol con ramas no, como un torso muy largo, con anchos miembros. Una pulsante, casi violeta columna de luz moviéndose arriba de ellos. Eso hizo que pensara, absurdamente, en James. Ella estaba viendo cosas. Ella tomó un gran respiro y trató de quitar las lágrimas de humo de sus ojos. Pero la luz todavía estaba ahí. Ella sentía más que escucha que eso la llamaba, calmándola, una canción de cuna en medio una zona de guerra. Así que ella no vio venir a la sombra. La embistió a ella y a Todd, rompiendo su agarre del uno del otro y lanzando a _______ en el aire. Ella aterrizó al final de las escaleras. Un agonizante gruñido se escapó de sus labios.
Donde hay humo I
-Como si estuviera pasando algo con cualquiera de ellos,- dije con tristeza.
-¿Crees que Kendall leyó las notas?-
-Si lo hizo, y todavía te dio ese collar-, dijo Penn, -entonces a él realmente le
gustas. -
Entramos en la biblioteca y las pesadas puertas dobles dieron un golpe sordo
detrás de nosotras. El sonido resonó en la sala. La Srta. Sophia levantó la vista de las montañas de papel que cubrían su escritorio en penumbras.
-Oh, hola, chicas-, dijo, sonriendo de manera tan amplia que me sentía culpable de nuevo por la zonificación que llevó a cabo durante su conferencia.
-¡Espero que hayan disfrutado de mi breve sesión de estudio!- dijo prácticamente cantando.
-Mucho.- asintí con la cabeza, aunque no había nada escrito al respecto.
-Nosotros vinimos aquí para revisar un par de cosas más antes del examen. -
-Así es-, intervino Penn. -Usted nos inspiró-.
-¡Qué maravilloso!- Susurró la Srta. Sophia a través de su documentación.
-Tengo una nueva lista de lectura en alguna parte. Estaré encantada de haceros
una copia.-
-Genial-, Mintió Penn, dando yo un pequeño empujón hacia las estanterías.
-¡Nosotras la haremos saber si la necesitamos! - Más allá de escritorio de la señorita Sophia, la biblioteca estaba en silencio. Penn y yo íbamos ojeando los números identificativos mientras pasábamos de estante en estante hacia los libros de religión. Las luces Energy Saving detectaban el movimiento y se suponía que lo hacían cada vez que cruzaban un pasillo, pero sólo la mitad de ellas funcionaban. Me di cuenta de que Penn aún sostenía mi brazo, y luego me di cuenta de que no quería que lo dejara de hacer. Llegamos a la sección de estudios que por lo general estaba llena de gente, donde sólo había una lámpara de mesa quemada. Todo el mundo debía de estar en la fiesta de Gabbe. Todo el mundo excepto Todd. Él tenía los pies subidos en la silla en frente de él y parecía estar leyendo una mesa de café del tamaño de un atlas mundial. Cuando caminábamos hacia él, nos miró con una desmejorada expresión que quería decir que estaba muy bien solo o ligeramente molesto por haber sido perturbado.
-Chicas es tarde para estar aquí-, dijo categóricamente.
-Igual para ti,- replicó Penn, sacándole la lengua dramáticamente.
Cuando habían puesto algunos estantes entre ellas y Todd, arque una
ceja a Penn.
-¿Qué fue eso?-
-¿Qué?- Dijo Penn enfurruñada. -El coquetea conmigo.- Cruzó los brazos sobre el pecho y se quitó con una floritura el pelo marrón de sus ojos. -Como si-.
-¿Estás en cuarto grado?- brome. Penn me clavó el dedo con una intensidad que hubiera me hecho saltar a si no se hubiera estado riendo.
-¿Sabes de alguien más que quisiera profundizar contigo en la historia de la familia de James Grigori? Creo que no. Déjame en paz-. Para entonces, habíamos llegado a la esquina trasera de la biblioteca, donde todos los 999 libros se organizaban a lo largo de una estantería de un solo color. Penn se agachó y localizó los libros pasando sus dedos por los lomos de los libros, sentí un temblor, como si alguien recorriera mi cuello con un dedo. Estire la cabeza alrededor y vio una espiral de color gris. No negra, como eran las sombras por lo general, sino más ligera, más delgada. Pero igualmente indeseada. Observe con los ojos muy abiertos, como la sombra se extendía en un largo rizo directamente hacia la cabeza de Penn. Bajaba lentamente, como si estuviera enhebrando una aguja y no quería pensar en lo que podría suceder si tocaba a mi amiga. El otro día en el gimnasio había sido la primera vez que la sombra me había tocado, y aún me sentía violada, casi sucia, no sabía qué otra cosa podía hacer. Nerviosa, insegura, estire un brazo como si fuera una bate de baseball. Tome un respiro profundo y se lanzó hacia adelante. Me erizó al contacto frío mientras golpeaba la sombra lejos y golpeaba la cabeza de Penn. Penn presionó sus manos contra su cráneo y me miro en shock.
-¿Cuál es tu problema?- Me senté junto a ella y toque la parte de arriba del cabello de Penn,
-Lo siento. Había… Pensé que vi una abeja… aterrizar en tu cabeza. Me asusté. No quería que te picara.- Ella podía sentir cuan totalmente pobre esa excusa era y esperó a que mi amiga me dijera que estaba loca ¿por qué estaría una abeja en una biblioteca? espere a que Penn se molestara. Pero el rostro redondo de Penn se suavizó. Ella tomó mi mano de entre las de ella y las agitó.
-Las abejas me aterrorizan también,- ella dijo. –Soy mortalmente alérgica. Básicamente, tú me salvaste la vida.- Fue como si tuviéramos un gran momento de conexión sólo que no lo era, porque estaba completamente consumida por las sombras. Si tan sólo pudiera alejarlas de mi cabeza, quitarme la cosa de la sombras, sin asustar a Penn. Tenía un fuerte e inquieto presentimiento sobre esta sombra grisácea clara. La uniformidad de las sombras nunca había si reconfortante, pero estas últimas variaciones eran nuevas en un nivel desconcertante. Significaba que ¿más clases de sombras estaban encontrando la manera de llegar a mi? O sólo era que me estaba haciendo mejor en distinguirlas Y ¿qué hay sobre ese extraño momento durante la lectura de la Srta. Sophia, cuando, prácticamente, pinche a una sombra lejos de mi bolsillo? Lo había hecho sin pensar, y no tenía razón para esperar que sus dos dedos pudieran hacer algo a las sombras, pero ellos habían… di un vistazo alrededor de los estantes al
menos temporalmente. Me preguntaba si había tenido clase de precedente por interactuar con las sombras. Excepto a eso a lo que había hecho con la sombra rondando sobre la cabeza de Penn que no sabía si era “interactuar” incluso sabía
que era un eufemismo. Un frío y enfermizo sentimiento creció en mi interior cuando me di cuenta que lo que había comenzado a hacerle a las sombras era más bien… pelear con ellas.
-Es la cosa más extraña,- Penn habló desde el piso. -Debería ser justo aquí entre El Diccionario de los Ángeles y este horrible incendio de Billy Graham y de la cosa de sulfúrica.- Ella miro hacia donde estaba. -Pero se no está.-
-Pensé que dijiste—
-Lo hice. La computadora lo había enlistado en los estantes cuando busqué esta tarde, pero no podemos conectarnos en la computadora a estas horas de nuevo.-
-Ve a preguntarle a Todd,- sugerí. -Tal vez él esté usándolo como pasta para sus Playboys.-
-Qué asco.- Penn le golpeó mi muslo, sabía que sólo había hecho esa broma para tratar de bajar un poco su decepción. Era tan frustrante. No podía encontrar nado sobre James sin correr contra una pared. No sabía lo que podría encontrar en esas páginas del libro de su tátara-tara lo que sea, pero al menos me diría algo más sobre James. Lo cual era mejor que nada.
-Quédate aquí,- dijo Penn, levantándose. -Le voy a ir a preguntar a la Srta. Sophia si alguien lo ha sacado hoy.- La observe irse sobre el largo corredor hacia el escritorio de enfrente. Me reí cuando Penn aprete el paso cuando pasó por el área donde Todd estaba sentado. Sola en la esquina de atrás, roce con los dedos otros libros en los estantes. Hice una rápida y mental revisión de todos los estudiantes en Espada & Cruz, pero no podía pensar en nadie para sacar un libro viejo y religioso. Tal vez la Srta. Sophia lo había usado como referencia para su sesión de repaso en la mañana. Me pregunte qué debió de haber sido para James el sentarse allí, escuchando a la bibliotecaria hablar sobre cosas que habían sido probablemente temas de “la cena” en mi casa cuando él estaba creciendo. Quería saber cómo había sido la infancia de James. ¿Qué le había pasado a su familia? ¿Había sido su educación en el orfanato religiosa? O había sido su infancia como la mía, en donde las únicas cosas religiosas eran buenas notas y honores académicos, quería saber si James había leído este libro escrito por su ancestro y qué había pensado de él, y si a él le gustaba escribir, quería saber qué estaba haciendo justo ahora en la fiesta de Gabbe y cuándo era su cumpleaños y qué talla de zapato usaba y si él alguna vez desperdició un segundo de su tiempo pensando en mi. Sacudí mi cabeza. Este tren de pensamientos me estaba dirigiendo directamente a la Ciudad Patética, y quería bajarme. Saque el primer libro del estante la cubierta aburrida de tela del Diccionario de Ángeles y decidió
distraerme leyendo hasta que Penn regresara. Había ido tan lejos como el ángel caído Abbadon, quien re arrepintió de estar del lado de Satanás y constantemente lamentaba su mala decisión bostece cuando un sonido fuerte sonó sobre mi cabeza. Mire hacia arriba para ver la luz roja de la alarma de incendios.
“Alerta. Alerta,” una monótona voz robótica anunciaba en el altavoz. “La alarma de incendios ha sido activada. Evacúen el edificio.”
Narra escritora
________ deslizó el libro de regreso en el estante y comenzó a caminar. Ellos habían hecho esta clase de cosa en Dover todo el tiempo. Luego de un tiempo, había llegado al punto donde ni siquiera los maestros habían puesto las tareas contra incendios, así que el departamento de Bomberos había comenzado a poner la alama para que las personas respondieras. _______ podía ver a los administradores en Espada & Cruz sacando la misma cosa. Pero cuando comenzó a caminar hacia la salida, fue sorprendida hallándose tosiendo. Había fuego real en la biblioteca.
-¿Penn?- ella gritó, escuchando el eco de su voz en sus oídos. Ella sabía que sería ensordecido por el ruido de la alarma. El olor acre el humo hizo que ella regresara al fuego de la noche con Trevor. Imágenes y sonidos flotaban en su cabeza, cosas que ella había almacenado tan profundamente en su memoria que bien podrían haber sido borradas. Hasta ahora. Los sorprendentes ojos blancos de Trevor con la luz anaranjada. Los zarcillos individuales de llamas mientras el fuego se dispersaba entre cada uno de sus dedos. El agudo e interminable grito que resonaba en su cabeza como una sirena mucho después de que Trevor se hubiera dado por vencido. Y todo el tiempo, ella había estado allí parada, observando, ella no podía dejar de ver, paralizada en ese baño de calor. Ella no había sido capaz de moverse. Ella no había sido capaz de hacer algo para ayudarlo. Así que había muerto. Sintió un agarre de una mano en su muñeca izquierda y se volteó, esperando ver a Penn. Era Todd. Lo blanco en sus propios ojos era enorme, y él estaba tosiendo también.
-Tenemos que salir d aquí,- él dijo, respirando rápido. –Creo que la salida está en la parte de atrás.-
-¿Qué hay de Penn y la Srta. Sophia?- ________ preguntó. Ella se estaba sintiendo débil y mareada. Se estregó los ojos. -Estaban por allá.- Cuando ella apuntó hacia el pasillo hacia la entrada, ella podía ver cuánto el humo se había vuelto más espeso en esa dirección. Todd se miró inseguro por un segundo, pero luego asintió.
-Está bien,- él dijo, mantenido agarrada la muñeca de ella mientras se agachaban y corrían hacia las puertas principales de la biblioteca. Fueron hacia la derecha cuando un corredor se miraba lleno de humo, se encontraron viendo hacia una pared de libros sin ninguna pista de hacia dónde correr. Los dos se pararon para respirar. El humo que hace sólo un momento había estado sobre sus cabezas ahora presionaba suavemente en sus hombros. Aún agachándose en él, estaban ahogándose. Y no podía ver nada más que un par de pasos frente a ellos. Asegurándose de mantenerse aferrada de Todd, ________ dio una vuelta en círculo, repentinamente insegura de cuál dirección ellos habían venido. Ella corrió sintió un metal caliente de uno de la pila. Ella ni siquiera podía ver las etiquetas en los lomos. Estaban en la sección de la D o de las O’s? No habían pistas que los guiaran hacia Penn y la Srta. Sophia, y ninguna pista que los guiaran a la salida tampoco. ________ sintió un pánico que la llenó, haciendo más difícil respirar,
-¡Ellas ya debieron haber salido por las puertas de enfrente!- Todd gritó, sonando medio convencido. -¡Tenemos que regresar!- Ella casi podía ver a Todd, quien estaba parado justo en frente de ella. Él tenía razón, pero ¿cuál era el camino de regreso? _______ asintió silenciosamente, y sintió su mano tomando la de ella. Por un largo tiempo, ella se movió sin saber a dónde se estaban dirigiendo, pero mientras ellos corrían, el humo se desvaneció, poco a poco, hasta que, eventualmente, ella vio el brillo rojo de un letrero de salida. _______ dio un suspiro de alivio mientras Todd buscaba por la manija de la puerta y finalmente la abrió. Estaban en un pasillo que _______ jamás había visto. Todd somató la puerta detrás de ellos. Ellos jadearon y llenaron sus pulmones con aire limpio. Sabía tan bien, que _______ quería hundir sus dientes en él, beber un galón de él, bañarse con él. Ella y Tood tosieron el humo fuera de sus pulmones hasta que comenzaron a reírse, una inquieta, casi aliviada risa. Ellos se rieron hasta que ella estaba llorando. Pero incluso cuando _______ terminó de llorar y toser, sus ojos continuaban lagrimeando. Cómo podía respirar en este aire cuando ella ¿ni siquiera sabía qué le había pasado a Penn? Si Penn había logrado salir, si ella estaba tirada en algún lugar de adentro, entonces _______ había fallado a alguien a quien le importaba de nuevo. Sólo que esta vez sería mucho peor. Ella se limpió los ojos y vio una nube de humo arremolinarse debajo de la rajadura de la base de la puerta. Aún no estaban a salvo. Había otra puerta al final del pasillo. A través del panel de cristal de la puerta, _________ podía ver el tambaleo de una rama de un árbol en la noche. Exhaló. En unos momentos, estarían afuera, lejos de estos humos intoxicantes. Si eran lo suficientemente rápidos, podían ir a la entrada frontal y asegurarse de que Penn y la Srta. Sophia habían salido.
-Vamos,- _______ le dijo a Todd, quien estaba doblado, respirando con dificultad.
-Tenemos que seguir.- Él se enderezó, pero _______ podía ver que estaba realmente mal. Su rostro estaba rojo, sus ojos eran salvajes y mojados. Ella prácticamente tuvo que arrastrarlo hasta la puerta. Ella estaba tan concentrada en salir de allí que le tomó un rato procesar el pesado silbido que había caído sobre ellos, silenciando las alarmas. Ella miró hacia la tormenta de sombras. Un espectro de sombras grises y negras. Ella sólo debía ser capaz de ver un poco más sobre el techo, pero las sombras parecían de alguna manera extenderse sobre los límites. En un extraño y escondido cielo. Todas estaban amontonadas unas sobre otras, pero aún así, de alguna manera eran distintas. En medio de ellas estaba la sombra más clara y grisácea que ella había visto anteriormente. Era de forma alargada como una aguja, pero ahora se miraba como la llama de un fósforo. Se balanceó hacia ellos en el pasillo. Ella realmente había ofendido a esa oscuridad amorfa cuando había amenazado con rasguñar la cabeza de Penn El recuerdo hizo que sus palmas le picaran y sus dedos se enrollaran. Todd comenzó a golpearse contra las paredes, como si estuvieran cerrándose en ellos. _______ sabía que estaban en ningún lugar cerca de la puerta. Ella tomó su mano, pero sus sudorosas palmas se deslizaron una de la otra. Ella enrolló sus dedos fuertemente alrededor de su muñeca. Él estaba tan pálido como un fantasma, se encogieron cerca del piso, casi besándolo. Un quejido aterrorizante se escapó de sus labios. Era porque el humo ahora estaba llenando el pasillo ¿O era porque él también podía ver las sombras también? Imposible. Pero aún así, su rostro estaba contrariado y horrorizado. Mucho más ahora que las sombras estaban aproximándose.
-¿______?- Su voz se agitó. Otra horda de sombras se levantó directamente en su camino. Una manta de negro intenso se extendió sobre las paredes e hizo imposible para _______ el ver el suelo. Ella vio a Todd ¿podía verlo?
-¡Corre!- ella gritó. ¿Podía él correr? Su rostro estaba lleno de ceniza y sus párpados se cerraron. Él estaba en el borde de desmayarse. Pero luego, repentinamente se miraba como si él estuviera llevándola. O algo los estaba arrastrando.
-¿Qué demonios?- Todd chilló. Sus pies se levantaron del suelo sólo por un momento. Se sintió como montando una ola en el océano, una suave cresta que la levantaba más alto, llenando su cuerpo con aire. ________ no sabía hacia dónde se dirigía ella ni siquiera podía ver la puerta, sólo un montón de sombras alrededor. Cerca de ella pero no la tocaron. Ella debería haber estado horrorizada, pero no lo estaba. De alguna manera se sentía protegida de las sombras, como si algo la estuviera
Escudando algo fluido pero impenetrable. Algo familiar. Algo fuerte, pero gentil. Algo casi demasiado rápido, ella y Todd estaban en la puerta. Sus pies tocaron el suelo de nuevo, y ella se lanzó contra las puertas de emergencia. Luego suspiró algo ahogado. Luego jadeó. Y se rió. Otra alarma estaba sonando. Pero esta sonaba muy lejos. El aire le rozó su cuello. ¡Estaban afuera! Parados en una pequeña cornisa. Un montón de escaleras llevaban hacia el área comunal, e incluso cuando todo en su cabeza se sentía nublado y lleno de humo, _______ pensó que podía escuchar las voces de alguien cerca. Ella se volteó para tratar de saber qué era lo que había sucedido. Cómo ella y Todd habían salido a través de esa gruesa, negra e impenetrable sombra? Y qué era esa cosa que los había salvado? _______ sintió su ausencia. Ella casi quería regresar para buscarla. Pero el pasillo estaba oscuro, y sus ojos todavía estaban llenos de lágrimas, y ella ya no podía distinguir las retorcidas formas de las sombras. Tal vez se habían ido. Luego hubo un destello de luz, algo que se miraba como el tronco de un árbol con ramas no, como un torso muy largo, con anchos miembros. Una pulsante, casi violeta columna de luz moviéndose arriba de ellos. Eso hizo que pensara, absurdamente, en James. Ella estaba viendo cosas. Ella tomó un gran respiro y trató de quitar las lágrimas de humo de sus ojos. Pero la luz todavía estaba ahí. Ella sentía más que escucha que eso la llamaba, calmándola, una canción de cuna en medio una zona de guerra. Así que ella no vio venir a la sombra. La embistió a ella y a Todd, rompiendo su agarre del uno del otro y lanzando a _______ en el aire. Ella aterrizó al final de las escaleras. Un agonizante gruñido se escapó de sus labios.
gisell portilla
Re: Fallen "oscuros" (James Maslow & tu) terminada
Capitulo 13
Brusco despertar I
-¿Tienes miedo?- Preguntó James. Tenía la cabeza inclinada hacia un lado, su pelo castaño se despeinó por una brisa suave. Estaba agarrado de la mano de ella, y mientras apretaba firmemente alrededor de su cintura, fue lo más suave y ligero como seda. Sus dedos se colocaban detrás de mi desnudo cuello. ¿Estaba asustada? Por supuesto que no, estaba con James. Por fin. En sus brazos. La cuestión más cierta que estaba tirando en la parte posterior de mi mente. ¿Debería tener miedo? no podía estar segura, ni siquiera sabía dónde estaba.
Se podía oler la lluvia en el aire, muy cerca. Pero tanto James como yo estábamos secos. Podía sentir un vestido largo blanco que fluía hasta mis tobillos. Sólo hubo un poco de luz del día. Sentí una puñalada por a ver perdido la puesta de sol, como si no hubiera nada que pudiera hacer para impedirlo. De alguna manera sabía que estos rayos de luz final eran tan preciosos como las últimas gotas de miel en el frasco.
-¿Te quedarás conmigo?-, Pregunte. Mi voz era lo más ligero de susurro, casi anulado por un gemido de un trueno. Una ráfaga de viento se arremolinaba alrededor de ellos, el cepillado del pelo mío en sus ojos, James se cruzó de brazos con más fuerza a mi alrededor, hasta que pude respirar el aliento, el olor de su piel sobre la mía.
-Para siempre-, respondió en voz baja. El dulce sonido de su voz me lleno. Hubo un pequeño arañazo en el lado izquierdo de mi frente, pero se me olvidó como James le tomó la mejilla y la llevó más cerca de mi cara. Eche la cabeza hacia atrás y sentí la totalidad de mi cuerpo ir con holgura las expectativas. Al fin, al fin, sus labios cayeron sobre los míos con una urgencia que me dejó sin aliento. Me besó como si ella le pertenecía a él, con tanta naturalidad como si fuera una perdida hace mucho tiempo parte de él que al menos podía reclamar. Entonces la lluvia comenzó a caer. Se empapó sus cabellos, corría por el rostro y en nuestras bocas. La lluvia era cálida y embriagadora, como los besos sí mismo, alcance en la espalda para acercarlo más, y mis manos se deslizaron sobre algo. Pasó una mano sobre mí, y luego otro, en busca de sus límites, y luego mire la cara brillante pasado de James. Algo se despliega detrás de él. Alas. Brillante e irisado, superando poco a poco, sin esfuerzo, brillando en la lluvia. Ella había visto antes, tal vez, o algo parecido en alguna parte.
-James-, dije, jadeando. Las alas consumieron su visión y su mente. Parecían remolino en un millón de colores, lo cual me dolía la cabeza. Trate de buscar en otra parte, en otro sitio, pero en todos lados, todo lo que podía ver, además de James fueron los rosas y azules infinitos del cielo del atardecer. Hasta que mire hacia abajo y tomó en una última cosa. El suelo. Miles de metros debajo de nosotros.
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Brusco despertar I
-¿Tienes miedo?- Preguntó James. Tenía la cabeza inclinada hacia un lado, su pelo castaño se despeinó por una brisa suave. Estaba agarrado de la mano de ella, y mientras apretaba firmemente alrededor de su cintura, fue lo más suave y ligero como seda. Sus dedos se colocaban detrás de mi desnudo cuello. ¿Estaba asustada? Por supuesto que no, estaba con James. Por fin. En sus brazos. La cuestión más cierta que estaba tirando en la parte posterior de mi mente. ¿Debería tener miedo? no podía estar segura, ni siquiera sabía dónde estaba.
Se podía oler la lluvia en el aire, muy cerca. Pero tanto James como yo estábamos secos. Podía sentir un vestido largo blanco que fluía hasta mis tobillos. Sólo hubo un poco de luz del día. Sentí una puñalada por a ver perdido la puesta de sol, como si no hubiera nada que pudiera hacer para impedirlo. De alguna manera sabía que estos rayos de luz final eran tan preciosos como las últimas gotas de miel en el frasco.
-¿Te quedarás conmigo?-, Pregunte. Mi voz era lo más ligero de susurro, casi anulado por un gemido de un trueno. Una ráfaga de viento se arremolinaba alrededor de ellos, el cepillado del pelo mío en sus ojos, James se cruzó de brazos con más fuerza a mi alrededor, hasta que pude respirar el aliento, el olor de su piel sobre la mía.
-Para siempre-, respondió en voz baja. El dulce sonido de su voz me lleno. Hubo un pequeño arañazo en el lado izquierdo de mi frente, pero se me olvidó como James le tomó la mejilla y la llevó más cerca de mi cara. Eche la cabeza hacia atrás y sentí la totalidad de mi cuerpo ir con holgura las expectativas. Al fin, al fin, sus labios cayeron sobre los míos con una urgencia que me dejó sin aliento. Me besó como si ella le pertenecía a él, con tanta naturalidad como si fuera una perdida hace mucho tiempo parte de él que al menos podía reclamar. Entonces la lluvia comenzó a caer. Se empapó sus cabellos, corría por el rostro y en nuestras bocas. La lluvia era cálida y embriagadora, como los besos sí mismo, alcance en la espalda para acercarlo más, y mis manos se deslizaron sobre algo. Pasó una mano sobre mí, y luego otro, en busca de sus límites, y luego mire la cara brillante pasado de James. Algo se despliega detrás de él. Alas. Brillante e irisado, superando poco a poco, sin esfuerzo, brillando en la lluvia. Ella había visto antes, tal vez, o algo parecido en alguna parte.
-James-, dije, jadeando. Las alas consumieron su visión y su mente. Parecían remolino en un millón de colores, lo cual me dolía la cabeza. Trate de buscar en otra parte, en otro sitio, pero en todos lados, todo lo que podía ver, además de James fueron los rosas y azules infinitos del cielo del atardecer. Hasta que mire hacia abajo y tomó en una última cosa. El suelo. Miles de metros debajo de nosotros.
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gisell portilla
Re: Fallen "oscuros" (James Maslow & tu) terminada
Capitulo 13
Brusco despertar II
Cuando abrí los ojos, era demasiado brillante, la piel muy seca, y había una división de dolor en la parte posterior de mi cabeza. El cielo se había ido y
también James. Otro sueño. Sólo que deje sentirme casi enferma de deseo. Estaba en una habitación de paredes blancas. Acostada en una cama de
hospital. A mi izquierda, una fina cortina de papel había sido arrastrada al otro
lado del cuarto, me separa de algo animado en el otro lado, con cautela toque el punto débil en la base de mi cuello y gimió. Trate de orientarme. No sabía dónde estaba, pero tenía una clara sensación de que no estaba en Espada & Cruz por más tiempo. Mi vestido blanco era ondulante, la acaricie, era una bata de hospital. Podía sentir cada parte del sueño, todo, y las alas. Habían sido tan reales. El toque de tan aterciopelado y fluido. Tenía el estómago revuelto. Cerraba y abría los puños, híper consciente de mi vacío. Alguien me agarró y apretó la mano derecha. Volví la cabeza rápidamente y me estremecí. Había asumido que estaba sola. Gabbe se sentó en el borde de la silla de un descolorida silla azul que parecía, molesto, para que saques el color de sus ojos, quería separarme de ella, al menos, que me separasen de ella, pero luego Gabbe me dio la más cordial sonrisa, que me sentí de algún modo segura, y me di cuenta que se alegraba de que no estaba sola.
-¿Cuánto de esto fue un sueño?-, Murmure.
Gabbe rió. Ella tenía un bote de crema de la cutícula en la mesa junto a ella, y ella empezó a frotar el blanco, con aroma de limón en mis uñas. –Todo depende-, dijo, masajeando mis dedos. -Pero los sueños nunca mienten. Yo sé que cada vez que siento que mi mundo que gira al revés, los motivos no me gusta una manicura. - mire hacia abajo. Me pregunto si todos estos años, que había estado perdiendo.
-¿Dónde estamos?-, Pregunte.
-Lullwater Hospital-. Mi primer viaje fuera del campus y acabó en un hospital a cinco minutos de la casa de sus padres. La última vez que había estado aquí era cuando tuvo que conseguir los tres puntos de sutura en el codo cuando me había caído de la bicicleta. Mi padre no había salido de mi lado. Ahora estaba por ningún lado.
-¿Cuánto tiempo llevo aquí?-, Pregunte. Gabbe miró el reloj blanco en la pared y dijo:
-Ellos te encontraron desmayada por la inhalación de humo ayer por la noche alrededor de las once. Es un procedimiento operativo de pie para llamar a técnicos de emergencias médicas cuando se encuentran un niño de reforma inconsciente, pero no te preocupes, Randy dijo que te van a dejar salir de aquí muy pronto. Tan pronto como sus padres dan el visto bueno-
-¿Mis padres están aquí?-
-Y llenos de preocupación por su hija, hasta las puntas del cabello permanente de tu madre. Están en el pasillo, haciendo el papeleo. Yo les dije que estaría pendiente de ti. - gemía y apretaba mi rostro en la almohada, llamando a un dolor profundo en la parte posterior de la cabeza de nuevo.
-Si no quieres verlos...-
Pero no fue que estuviese gimiendo sobre mis padres. Me moría por ver a mis padres. Estaba recordando la biblioteca, el fuego, y la nueva generación de sombras que se hizo más terrible cada vez que me encontró. Habían sido siempre oscuro y desagradable, que siempre me ponía nerviosa, pero anoche, había casi parecía como si las sombras quería algo de mí. Y luego estaba lo otro, la fuerza de levitación que me había liberado.
-¿Qué es esa mirada?- Gabbe preguntó, ladeando la cabeza y agitando su mano en el aire desde mi cara. -¿Qué estás pensando?- no sabía qué hacer con la bondad repentina de Gabbe hacia mí. Asistente de la enfermera no se parece exactamente el tipo de actuación sería voluntario para Gabbe, y no era así había algún chico alrededor de cuya atención se puede monopolizar. Gabbe ni siquiera se parece a mí. Ella no sólo se muestra aquí por su propia voluntad, ¿verdad? Pero incluso tan bonito como Gabbe estaba, no había manera de explicar lo que
había pasado la noche anterior. El macabro, la recopilación de indecible en el
pasillo. La sensación surrealista propulsado hacia adelante por la oscuridad. La
extraña figura de peso de la luz.
-¿Dónde está Todd?- pregunte, recordando los ojos de miedo del niño. Se había perdido el control sobre él, se fue volando, y entonces... El telón de papel fue arrojado repentinamente hacia atrás, y aquí estaba Arriane, usando los patines en línea y un rojo y blanco uniforme color caramelo. Su pelo corto y negro se retorcía en una serie de nudos en la parte superior de la cabeza. Se rodó, llevando una bandeja en la que había tres cáscaras de coco cubierto con luces de neón de color paja parecían paraguas.
-Ahora déjame aclarar esto-, dijo en una garganta, voz nasal. -Usted pone la cal en el coco y bebidas a los dos arriba, whooa, caras largas. ¿Qué, estoy interrumpiendo? - Arriane de ruedas a una parada a los pies de la cama. Extendió un coco con un paraguas de color rosa flotando. Gabbe levantó de un salto y se apoderó de la primera de coco, dando su contenido una aspiración.
-Arriane, ha sido a través de un trauma-, regañó. –Y para su información, lo que interrumpió fue el tema de Todd.- Arriane arrojó sus hombros hacia atrás. -Precisamente por eso se necesita algo como una patada-, argumentó, sosteniendo la bandeja posesivamente, mientras ella y Gabbe participan en una mirada hacia abajo. -Bien-, Arriane dijo, mirando fuera de Gabbe. -Voy a darle su bebida vieja y aburrida.- me dio el coco con la pajilla azul, debe haber sido en algún tipo de post-traumático aturdido. ¿Dónde se han conseguido estas cosas? ¿Las cáscaras de coco? ¿Paraguas beber? Era como si hubiese estado a cabo en la escuela de reforma y de despertar en el Club Med.
-¿Dónde se agarraron estas cosas?-, Pregunte. -Quiero decir, gracias, pero-
-Tenemos en común nuestros recursos, cuando lo necesitamos,- dijo Arriane.
"Carlos ayudado". Los tres se sentaron sorber el helado, bebidas dulces por un momento, hasta que no podía soportarlo más.
-¿Así que volvemos a Todd ...?-
-Todd-, dijo Gabbe, aclarándose la garganta. -Pienso es... que él inhalado mucho mas humo que tu-
-No,- escupió Arriane. -Se rompió el cuello.- con voz entrecortada y Gabbe golpeó el paraguas de Arriane.
-¿Qué?- Arriane dijo. -_______ puede manejarlo. Si se va a encontrar el tiempo, ¿por qué endulzarlo? -
-La evidencia es aún concluyente-, dijo Gabbe, haciendo hincapié en las palabras.
Arriane encogió de hombros. -________ estaba allí, ella debe haber visto-
-No vi lo que pasó con él-, dije. -Estuvimos juntos y luego de alguna manera nos echaron de separación. Tuve un mal presentimiento, pero yo no lo sabía -, susurre. -Así que es...-
-Lo de este mundo-, Gabbe dijo en voz baja, cerré los ojos. Un escalofrío a través de mi que no tenía nada que ver con la bebida. Recordé golpes frenéticos de Todd en las paredes, su mano apretando la mía sudorosa cuando las sombras rugió sobre nosotros el terrible momento los dos habíamos escindido y que había sido demasiado superar para ir con él. Había visto las sombras, estaba segura de ello ahora. Y él había muerto. Después de Trevor muerto, no había pasado una semana sin una carta de odio, encontrando su manera de mi. Mis padres comenzaron a tratar de EFP por correo antes de que pudiera leer las cosas venenosas, pero también es mucho lo que me llegó. Algunas letras fueron escritas a mano, algunos fueron escritos, uno incluso había sido cortado de una revista de letras, el estilo de rescate de la nota. Asesino. Bruja. Se había llamado a sus nombres lo suficientemente cruel para llenar un álbum de recortes, causó bastante sufrimiento para mantener encerrada dentro de la casa todo el verano, pensé que había hecho mucho para pasar de la pesadilla: dejar atrás mi pasado cuando llegue a la Espada & Cruz, centrándose en las clases, hacer amigos ... oh Dios, contuve el aliento.
-¿Qué hay de Penn?-, Pregunte, mordiéndome los labios.
-Multa de Penn,- Arriane dijo. -Ella es todo de primera página-historia, testigo presencial-a-la del fuego. Ella y la señorita Sofía salieron, con olor a humo enfrenta a una Georgia Oriente, pero no peor para el desgaste. - solté el aliento. Por lo menos hubo una buena noticia. Pero en el papel, hojas delgadas de enfermería, que estaba temblando. Pronto, seguramente el mismo tipo de gente que había llegado a mi tras la muerte de Trevor vendría a mí de nuevo. No sólo los que escribió las letras enojado. Dr. Sanford. Mi agente de libertad condicional. La policía. Al igual que antes, había de esperar a tener toda la historia reconstruida. Para recordar todos los detalles. Pero, por supuesto, igual que antes, no podía ser capaz de hacerlo. Un minuto, que había estado a su lado, sólo dos de ellos. El siguiente
-¡Luce!. Penn irrumpieron en la sala, con un gran globo de helio marrón. Tenía la forma de una –curita- y escrito Stick It Out en azul letras cursivas. -¿Qué es esto?- Preguntó ella, pintura esmalte transparente en el coco mano libre.
-Sí,- Arriane cacareó. -Únete a nosotros. Estábamos a punto de jugar Verdad o castigo. Te dejaremos ir primero-. Gabbe trató de encubrir su risa con un delicado estornudo falso. Penn se puso las manos en las caderas, sentí mal por ella, y fue también un poco de miedo. Penn se ve bastante feroz.
-Uno de nuestros compañeros murió anoche,- Penn cuidadosamente enunciada. -Y ______ podría haberse hecho daño-. Sacudió la cabeza. -¿Cómo pueden ustedes dos jugar en un momento como este?- Ella olió. -¿Es que el alcohol?-
-Ohhhh-, Arriane dijo, mirando a Penn, su rostro era serio. -A ti te gustaba, ¿no?- Penn tomó una almohada de una silla detrás de ella y lo tiro en Arriane. La cosa era, Penn tenía razón. Era extraño que Arriane y Gabbe tomaban la muerte de Todd ... casi a la ligera. Al igual que vieron este tipo de cosas suceden todo el tiempo. Al igual que no les afectan la forma en que me afecta. Pero no podían saber lo que sabía acerca de lo que me sucedía últimos momentos de Todd. Ellos no podían saber por qué me sentía tan enferma. Dio unas palmaditas en el pie de la cama para Penn y le entregue lo que quedaba en mi helado de coco.
-Salimos a la puerta de atrás y, luego--, ni siquiera podía decir las palabras.
-¿Qué pasó contigo y la señorita Sofía?-
-Sólo fui hacia allí a preguntarle acerca de-- Miró a las otras dos niñas más, y luego, le di una mirada de complicidad. -Esta pregunta que yo tenía. Ella no sabía la respuesta, pero me quería mostrar otro libro.- había olvidado sobre la pequeña búsqueda de Penn a la noche anterior. Parecía tan lejos y tan fuera de lugar después de lo que había sucedido.
-Tomamos dos pasos de escritorio de la señorita Sofía,- Penn continuó, -y no hubo esta explosión masiva de la luz con el rabillo del ojo. Quiero decir, he leído acerca de la combustión espontánea, pero esto era ... - Las tres niñas fueron inclinándose hacia adelante para entonces. La historia de Penn fue noticia de primera plana.
-Algo tuvo que haberlo empezado,- dije, tratando de imaginar el escritorio de la señorita Sofía en su mente. -Pero yo no pensaba que había alguien más en la biblioteca.- Penn sacudió la cabeza. -No hubo. Srta. Sofía dijo que debía haber un cable en cortocircuito en una lámpara. Lo que pasó fue que en el fuego había una gran cantidad de combustible. Todos sus documentos se quemaron.- Ella chasqueó los dedos.
-¿Pero ella está bien?- pregunte, tocando el bajo como el papel de la bata de hospital.
Brusco despertar II
Cuando abrí los ojos, era demasiado brillante, la piel muy seca, y había una división de dolor en la parte posterior de mi cabeza. El cielo se había ido y
también James. Otro sueño. Sólo que deje sentirme casi enferma de deseo. Estaba en una habitación de paredes blancas. Acostada en una cama de
hospital. A mi izquierda, una fina cortina de papel había sido arrastrada al otro
lado del cuarto, me separa de algo animado en el otro lado, con cautela toque el punto débil en la base de mi cuello y gimió. Trate de orientarme. No sabía dónde estaba, pero tenía una clara sensación de que no estaba en Espada & Cruz por más tiempo. Mi vestido blanco era ondulante, la acaricie, era una bata de hospital. Podía sentir cada parte del sueño, todo, y las alas. Habían sido tan reales. El toque de tan aterciopelado y fluido. Tenía el estómago revuelto. Cerraba y abría los puños, híper consciente de mi vacío. Alguien me agarró y apretó la mano derecha. Volví la cabeza rápidamente y me estremecí. Había asumido que estaba sola. Gabbe se sentó en el borde de la silla de un descolorida silla azul que parecía, molesto, para que saques el color de sus ojos, quería separarme de ella, al menos, que me separasen de ella, pero luego Gabbe me dio la más cordial sonrisa, que me sentí de algún modo segura, y me di cuenta que se alegraba de que no estaba sola.
-¿Cuánto de esto fue un sueño?-, Murmure.
Gabbe rió. Ella tenía un bote de crema de la cutícula en la mesa junto a ella, y ella empezó a frotar el blanco, con aroma de limón en mis uñas. –Todo depende-, dijo, masajeando mis dedos. -Pero los sueños nunca mienten. Yo sé que cada vez que siento que mi mundo que gira al revés, los motivos no me gusta una manicura. - mire hacia abajo. Me pregunto si todos estos años, que había estado perdiendo.
-¿Dónde estamos?-, Pregunte.
-Lullwater Hospital-. Mi primer viaje fuera del campus y acabó en un hospital a cinco minutos de la casa de sus padres. La última vez que había estado aquí era cuando tuvo que conseguir los tres puntos de sutura en el codo cuando me había caído de la bicicleta. Mi padre no había salido de mi lado. Ahora estaba por ningún lado.
-¿Cuánto tiempo llevo aquí?-, Pregunte. Gabbe miró el reloj blanco en la pared y dijo:
-Ellos te encontraron desmayada por la inhalación de humo ayer por la noche alrededor de las once. Es un procedimiento operativo de pie para llamar a técnicos de emergencias médicas cuando se encuentran un niño de reforma inconsciente, pero no te preocupes, Randy dijo que te van a dejar salir de aquí muy pronto. Tan pronto como sus padres dan el visto bueno-
-¿Mis padres están aquí?-
-Y llenos de preocupación por su hija, hasta las puntas del cabello permanente de tu madre. Están en el pasillo, haciendo el papeleo. Yo les dije que estaría pendiente de ti. - gemía y apretaba mi rostro en la almohada, llamando a un dolor profundo en la parte posterior de la cabeza de nuevo.
-Si no quieres verlos...-
Pero no fue que estuviese gimiendo sobre mis padres. Me moría por ver a mis padres. Estaba recordando la biblioteca, el fuego, y la nueva generación de sombras que se hizo más terrible cada vez que me encontró. Habían sido siempre oscuro y desagradable, que siempre me ponía nerviosa, pero anoche, había casi parecía como si las sombras quería algo de mí. Y luego estaba lo otro, la fuerza de levitación que me había liberado.
-¿Qué es esa mirada?- Gabbe preguntó, ladeando la cabeza y agitando su mano en el aire desde mi cara. -¿Qué estás pensando?- no sabía qué hacer con la bondad repentina de Gabbe hacia mí. Asistente de la enfermera no se parece exactamente el tipo de actuación sería voluntario para Gabbe, y no era así había algún chico alrededor de cuya atención se puede monopolizar. Gabbe ni siquiera se parece a mí. Ella no sólo se muestra aquí por su propia voluntad, ¿verdad? Pero incluso tan bonito como Gabbe estaba, no había manera de explicar lo que
había pasado la noche anterior. El macabro, la recopilación de indecible en el
pasillo. La sensación surrealista propulsado hacia adelante por la oscuridad. La
extraña figura de peso de la luz.
-¿Dónde está Todd?- pregunte, recordando los ojos de miedo del niño. Se había perdido el control sobre él, se fue volando, y entonces... El telón de papel fue arrojado repentinamente hacia atrás, y aquí estaba Arriane, usando los patines en línea y un rojo y blanco uniforme color caramelo. Su pelo corto y negro se retorcía en una serie de nudos en la parte superior de la cabeza. Se rodó, llevando una bandeja en la que había tres cáscaras de coco cubierto con luces de neón de color paja parecían paraguas.
-Ahora déjame aclarar esto-, dijo en una garganta, voz nasal. -Usted pone la cal en el coco y bebidas a los dos arriba, whooa, caras largas. ¿Qué, estoy interrumpiendo? - Arriane de ruedas a una parada a los pies de la cama. Extendió un coco con un paraguas de color rosa flotando. Gabbe levantó de un salto y se apoderó de la primera de coco, dando su contenido una aspiración.
-Arriane, ha sido a través de un trauma-, regañó. –Y para su información, lo que interrumpió fue el tema de Todd.- Arriane arrojó sus hombros hacia atrás. -Precisamente por eso se necesita algo como una patada-, argumentó, sosteniendo la bandeja posesivamente, mientras ella y Gabbe participan en una mirada hacia abajo. -Bien-, Arriane dijo, mirando fuera de Gabbe. -Voy a darle su bebida vieja y aburrida.- me dio el coco con la pajilla azul, debe haber sido en algún tipo de post-traumático aturdido. ¿Dónde se han conseguido estas cosas? ¿Las cáscaras de coco? ¿Paraguas beber? Era como si hubiese estado a cabo en la escuela de reforma y de despertar en el Club Med.
-¿Dónde se agarraron estas cosas?-, Pregunte. -Quiero decir, gracias, pero-
-Tenemos en común nuestros recursos, cuando lo necesitamos,- dijo Arriane.
"Carlos ayudado". Los tres se sentaron sorber el helado, bebidas dulces por un momento, hasta que no podía soportarlo más.
-¿Así que volvemos a Todd ...?-
-Todd-, dijo Gabbe, aclarándose la garganta. -Pienso es... que él inhalado mucho mas humo que tu-
-No,- escupió Arriane. -Se rompió el cuello.- con voz entrecortada y Gabbe golpeó el paraguas de Arriane.
-¿Qué?- Arriane dijo. -_______ puede manejarlo. Si se va a encontrar el tiempo, ¿por qué endulzarlo? -
-La evidencia es aún concluyente-, dijo Gabbe, haciendo hincapié en las palabras.
Arriane encogió de hombros. -________ estaba allí, ella debe haber visto-
-No vi lo que pasó con él-, dije. -Estuvimos juntos y luego de alguna manera nos echaron de separación. Tuve un mal presentimiento, pero yo no lo sabía -, susurre. -Así que es...-
-Lo de este mundo-, Gabbe dijo en voz baja, cerré los ojos. Un escalofrío a través de mi que no tenía nada que ver con la bebida. Recordé golpes frenéticos de Todd en las paredes, su mano apretando la mía sudorosa cuando las sombras rugió sobre nosotros el terrible momento los dos habíamos escindido y que había sido demasiado superar para ir con él. Había visto las sombras, estaba segura de ello ahora. Y él había muerto. Después de Trevor muerto, no había pasado una semana sin una carta de odio, encontrando su manera de mi. Mis padres comenzaron a tratar de EFP por correo antes de que pudiera leer las cosas venenosas, pero también es mucho lo que me llegó. Algunas letras fueron escritas a mano, algunos fueron escritos, uno incluso había sido cortado de una revista de letras, el estilo de rescate de la nota. Asesino. Bruja. Se había llamado a sus nombres lo suficientemente cruel para llenar un álbum de recortes, causó bastante sufrimiento para mantener encerrada dentro de la casa todo el verano, pensé que había hecho mucho para pasar de la pesadilla: dejar atrás mi pasado cuando llegue a la Espada & Cruz, centrándose en las clases, hacer amigos ... oh Dios, contuve el aliento.
-¿Qué hay de Penn?-, Pregunte, mordiéndome los labios.
-Multa de Penn,- Arriane dijo. -Ella es todo de primera página-historia, testigo presencial-a-la del fuego. Ella y la señorita Sofía salieron, con olor a humo enfrenta a una Georgia Oriente, pero no peor para el desgaste. - solté el aliento. Por lo menos hubo una buena noticia. Pero en el papel, hojas delgadas de enfermería, que estaba temblando. Pronto, seguramente el mismo tipo de gente que había llegado a mi tras la muerte de Trevor vendría a mí de nuevo. No sólo los que escribió las letras enojado. Dr. Sanford. Mi agente de libertad condicional. La policía. Al igual que antes, había de esperar a tener toda la historia reconstruida. Para recordar todos los detalles. Pero, por supuesto, igual que antes, no podía ser capaz de hacerlo. Un minuto, que había estado a su lado, sólo dos de ellos. El siguiente
-¡Luce!. Penn irrumpieron en la sala, con un gran globo de helio marrón. Tenía la forma de una –curita- y escrito Stick It Out en azul letras cursivas. -¿Qué es esto?- Preguntó ella, pintura esmalte transparente en el coco mano libre.
-Sí,- Arriane cacareó. -Únete a nosotros. Estábamos a punto de jugar Verdad o castigo. Te dejaremos ir primero-. Gabbe trató de encubrir su risa con un delicado estornudo falso. Penn se puso las manos en las caderas, sentí mal por ella, y fue también un poco de miedo. Penn se ve bastante feroz.
-Uno de nuestros compañeros murió anoche,- Penn cuidadosamente enunciada. -Y ______ podría haberse hecho daño-. Sacudió la cabeza. -¿Cómo pueden ustedes dos jugar en un momento como este?- Ella olió. -¿Es que el alcohol?-
-Ohhhh-, Arriane dijo, mirando a Penn, su rostro era serio. -A ti te gustaba, ¿no?- Penn tomó una almohada de una silla detrás de ella y lo tiro en Arriane. La cosa era, Penn tenía razón. Era extraño que Arriane y Gabbe tomaban la muerte de Todd ... casi a la ligera. Al igual que vieron este tipo de cosas suceden todo el tiempo. Al igual que no les afectan la forma en que me afecta. Pero no podían saber lo que sabía acerca de lo que me sucedía últimos momentos de Todd. Ellos no podían saber por qué me sentía tan enferma. Dio unas palmaditas en el pie de la cama para Penn y le entregue lo que quedaba en mi helado de coco.
-Salimos a la puerta de atrás y, luego--, ni siquiera podía decir las palabras.
-¿Qué pasó contigo y la señorita Sofía?-
-Sólo fui hacia allí a preguntarle acerca de-- Miró a las otras dos niñas más, y luego, le di una mirada de complicidad. -Esta pregunta que yo tenía. Ella no sabía la respuesta, pero me quería mostrar otro libro.- había olvidado sobre la pequeña búsqueda de Penn a la noche anterior. Parecía tan lejos y tan fuera de lugar después de lo que había sucedido.
-Tomamos dos pasos de escritorio de la señorita Sofía,- Penn continuó, -y no hubo esta explosión masiva de la luz con el rabillo del ojo. Quiero decir, he leído acerca de la combustión espontánea, pero esto era ... - Las tres niñas fueron inclinándose hacia adelante para entonces. La historia de Penn fue noticia de primera plana.
-Algo tuvo que haberlo empezado,- dije, tratando de imaginar el escritorio de la señorita Sofía en su mente. -Pero yo no pensaba que había alguien más en la biblioteca.- Penn sacudió la cabeza. -No hubo. Srta. Sofía dijo que debía haber un cable en cortocircuito en una lámpara. Lo que pasó fue que en el fuego había una gran cantidad de combustible. Todos sus documentos se quemaron.- Ella chasqueó los dedos.
-¿Pero ella está bien?- pregunte, tocando el bajo como el papel de la bata de hospital.
gisell portilla
Re: Fallen "oscuros" (James Maslow & tu) terminada
Capitulo 14
Brusco despertar III
-Perturbada, pero está bien-, dijo
Penn. -Los rociadores llegaron a tiempo, pero creo que perdió un montón de sus
cosas. Cuando le contaron lo que le sucedió a Todd, era casi como que estaba
demasiada aturdida como para siquiera entender.-
-Tal vez estamos demasiado insensibles
para entender-, dije. Esta vez Gabbe y Arriane asintieron con la cabeza a cada
lado. -¿os padres de Todd, saben?- preguntándome cómo diablos iba a explicarle
a mi propio padre lo que había sucedido. Los imagine llenando el papeleo en el
vestíbulo. ¿Me querrán ver? ¿Se conecta la muerte de Todd con Trevor... y
rastrear tantas historias horribles de nuevo ami?
-Oí a Randy en el teléfono con los
padres de Todd-, dijo Penn. -Creo que se está llenando una demanda. Su cuerpo
está siendo enviado de vuelta a la actualidad de Florida más tarde-.
-Espada & Cruz tiene un servicio
conmemorativo para él, el jueves,- Gabbe dijo en voz baja. -James y yo vamos a
ayudar a organizarla.-
-¿James?- repetí antes de que pudiera
controlarme. Mire a Gabbe, e incluso en mi dolor, Estado afectada, no podía
ayudar a revertir su imagen inicial de la niña: labios color rosa, rubia
seductora.
-Él fue quien los encontró a los dos
anoche,- dijo Gabbe. -Te llevó desde biblioteca hasta la oficina de Randy.- ¿James
me había llevado? ... ¿Al igual que en sus brazos alrededor de mi cuerpo? El
sueño se apresuró a regresar y la sensación de volar, no, de flotar, abrume. Me
sentía demasiado atada hasta en su cama. Sufría por el mismo cielo, la lluvia,
la boca, los dientes, lengua en la suya de nuevo. Su rostro se puso caliente,
primero con el deseo, y luego, con la imposibilidad angustiosa de alguna de que
ocurriera alguna vez mientras estaba despierta. Las gloriosas, alas no las
únicas cosas fantásticas acerca de ese sueño. En La vida real, James sólo me
llevaría a la estación de la enfermera. Nunca lo quiere, no tomarla en sus brazos,
así no.
-Uh, ________, ¿estás bien?- Penn
preguntó. Ella se abanicaba las mejillas enrojecidas con su paraguas beber.
-Bien-, dije. Era imposible empujar
afuera las alas de su mente. Para olvidar la sensación de su rostro sobre el
suyo. -recuperándome, supongo.- Gabbe me acarició la mano. -Cuando nos
enteramos de lo que pasó, le hablamos dulcemente a Randy para que nos dejara
venir a visitarte-, dijo, fijando sus ojos. -No queríamos que te despertaras
sola.- Hubo un golpe en la puerta, esperado ver las caras nerviosas de mis padres,
pero nadie entró Gabbe se levantó y miró a Arriane, que no hizo ademán de
levantarse.
-Ustedes quédense aquí. Yo me encargaré
de esto- aún estaba superado por lo que había dicho acerca de James. A pesar de
que no tenía ningún sentido en absoluto, quería que se le fuera de esa puerta.
-¿Cómo está?-Preguntó una voz en un
susurro. Pero escuché. Era él. Gabbe murmuró algo.
-¿Qué es todo esto?- Randy gruñó fuera
de la habitación, conocía con el corazón encogido que las horas de visita
habían terminado. -El que me habló en lo que le permite gamberros se etiqueta a
lo largo de una detención. Y no, Grigori, no voy a aceptar las flores como
sobornos. Todos ustedes, entren en la furgoneta. - Al oír la voz del asistente,
Arriane y Penn se encogieron, y luego se apresuraron a esconder la cáscara de
coco debajo de la cama. Penn se metió el paraguas beber dentro de su estuche de
lápices y Arriane exprimo el aire con algunos perfume de vainilla almizcle. Me
puse un pedazo de chicle de menta. Penn amordazado flotando en una nube de
perfume, se inclinó rápidamente a mí y susurró:
-Tan pronto como estás de vuelta en tus
pies, vamos a encontrar el libro. Creo que sería bueno para nosotros, tanto
para mantenerse ocupados, mantener nuestras mentes en otras cosas-.apreté la
mano de Penn dándole las gracias y sonrió a Arriane, que parecía demasiado
ocupada. Fue entonces cuando Randy irrumpió por la puerta.
-¡Más congregan!- Exclamó ella.
–Increíble-.
-Estábamos justo- Penn comenzó a decir.
-Irse.- Randy terminó de decir. Ella
tenía un ramo de peonías blancas silvestres en la mano. Extraño. Esas eran mis
favoritas. Y era tan difícil de encontrar la flor por aquí. Randy abrió un
gabinete bajo el fregadero y arraigada de alrededor de un
minuto, y luego sacó un pequeño vaso
lleno de polvo. Ella lo llenó de agua turbia del grifo, relleno las peonías
aproximadamente dentro, y los coloco sobre la mesa, junto a mí.
-Estas son de tus amigos,- dijo,-"que
todos los que ahora hacen sus salidas-. La puerta estaba abierta, y pude ver a James
apoyándose contra el marco. Su barbilla se levantó y sus ojos Hazel estaban
llenos con preocupación. Se reunió con la mirada y dio una pequeña sonrisa.
Cuando se apartó el pelo de sus ojos, pude ver una pequeña herida de color rojo
oscuro en la frente. Randy dirigido por Penn, Arriane, y Gabbe por la puerta, y
yo no podía apartar los ojos de James. Levantó una mano en el aire y con la
boca lo que pensaba que era lo siento, justo antes de Randy los sacara a
empujones.
-Espero que no te lleven a cabo-, dijo
Randy, al acecho en la puerta con un gesto indiferente
-¡Oh, no!- sacudí la cabeza, dándome
cuenta de lo mucho que había llegado a confiar en la lealtad de Penn y la forma
peculiar Arianne de iluminación, incluso el estado de ánimo más sobrio. Gabbe,
también había sido verdaderamente bueno conmigo. Y James aunque apenas lo había
visto, había hecho más para devolverle la paz de la mente de lo que nunca
podría conocer. Había venido a ver cómo en había estado pensando en… bueno en
mi.
-Bien-, dijo Randy. -Debido a las horas
de visita no se ha terminado.- Una vez más, el corazón se me recogió mientras
esperaba para ver a mis padres. Pero no fue sólo un clic rápido en el suelo de
linóleo, y pronto vi la diminuta figura de la señorita Sofía. Detrás de ella
caminaba un hombre bajito y calvo con un traje, y dos oficiales de policía, uno
gordito y otro delgado, ambos con retroceso de líneas de cabello y los brazos
cruzados. El oficial de policía gordito era más joven. Se sentó en la silla de
junto, y al darse cuenta de que nadie más se había trasladado a sentarse volvió
a levantarse y volvió a cruzar los brazos. El calvo se acercó y ofreció su
mano.
-Yo soy el señor Schultz, abogado de
Espada & Cruz.- rígidamente estreche la mano. –Estos oficiales sólo van a
hacerle un par de preguntas. Nada de lo que se utilizará en un tribunal, sólo
un esfuerzo para corroborar los detalles del accidente-
-Y yo insistía en estar aquí durante el
interrogatorio, _______,- la señorita Sofía añadió, adelantándose a acariciar
mi pelo. -¿Cómo estás querida?- Susurró. -¿En un estado de shock amnésico?-
-Estoy bien- Me interrumpí cuando vi a dos figuras en la puerta. Estuve
a punto de
echarme a llorar cuando el oscuro y
rizado pelo de mama, y las grandes gafas
de carey de mi padre. –Mamá-, susurre,
demasiado bajo para que nadie oiga.
-Papá-. Se apresuraron hacia la cama,
arrojando sus brazos y apretando las manos. Quería abrazarlos, pero me sentía
demasiado débil para hacer mucho más que quedarme quieta y disfrutar de las
comodidades de su contacto. Sus ojos
parecían tan asustados como los míos.
-Cariño, ¿qué pasó?- preguntó mamá, no
podía decir una palabra.
-Les dije que eras inocente,- dijo la
señorita Sofía, volviéndose a los oficiales. -Grandes similitudes ser
condenados- Por supuesto que sabía la historia del accidente de Trevor, y por
supuesto la policía se encuentra... notable a la luz de la muerte de Todd, tenía
suficiente práctica con los oficiales de policía para saber que sólo iba a
salir de ellos frustrado y molesto. El policía había delgadas largas patillas
que se iban gris. Su archivo abierto en la mano parecía requerir su atención,
porque ni una sola vez la mirada hacia mí.
- Sra. Price -, dijo con un acento
sureño lento. -¿Por qué usted y el Sr. Hammond estaban solos en la biblioteca a
una hora tan tarde, cuando todos los otros estudiantes estaban en una fiesta?- les di una mirada a mis padres La cara de papá
era tan blanca como la sábana.
-Yo no estaba con Todd-, dije, sin
entender la línea de las preguntas. -Yo estaba con Penn, amiga mía. Y la
señorita Sofía estaba allí. Todd estaba leyendo por su cuenta y cuando comenzó
el incendio, perdí Penn, y Todd fue el único que pude encontrar. -
-El único que se podía encontrar... ¿para
hacer qué?-
-Espera un minuto-. Schultz dio un paso
adelante para interrumpir la policía.
-Este fue un accidente, me permito
recordarle a usted. Usted no está interrogando a un sospechoso. -
-No, quiero responder-, dije. Había
tanta gente en esta sala pequeña que no sabía dónde buscar. Mire a la policía.
-¿Qué quieres decir?-
-¿Es usted una persona enojada, Sra.
Price?- Agarró la carpeta. -¿Te llamas a ti mismo una solitaria?-
-Esto es suficiente-, dijo papá
interrumpiendo.
-Sí, _______ es un estudiante seria,- la señorita Sofía
agregó. -No tenía ninguna mala voluntad hacia Todd Hammond. Lo que sucedió fue
un accidente, nada más- El oficial miró hacia la puerta abierta, como si
quisiera Srta. Sofía se trasladaría a sí misma fuera de ella. -Sí, señora.
Bueno, con estos casos, la reforma de la escuela, dando el beneficio de la
duda, no es siempre la más responsable-
-Le diré todo lo que sé-, dije,
calambre mi ficha en el puño. -Yo no tengo nada
que ocultar- a través de él era mejor
que pude, hablando despacio y con claridad para no plantear nuevas preguntas
para mis padres, por lo que la policía podría tomar notas. No me deje caer en
la emoción, que parecía exactamente lo que todos esperaban. Y, dejando de lado
el aspecto de las sombras, la historia hizo mucho sentido. Me había corrido por
la puerta de atrás. Habían encontrado la salida al final de un largo pasillo.
Las escaleras se redujeron con rapidez, abruptamente de la cornisa, y que Todd y
yo habíamos estado funcionando con tanta fuerza, que no podíamos dejar de
nosotros mismos de caer por la escalera, perdí la pista, me golpee la cabeza lo
suficiente para despertar aquí doce horas más tarde. Eso era todo lo que
recordaba. Les deje muy poco que nos disputábamos. No era sólo la verdadera
memoria de la noche para lidiar con migo.
Cuando todo terminó, el Sr. Schultz dio
a los oficiales de policía una inclinación estás satisfecho de su cabeza, y la
señorita Sofía sonrió, como si juntos se había logrado algo imposible. Mi madre
dejó escapar un largo suspiro.
-Vamos a reflexionar sobre esto en la
estación-, dijo el oficial final, el cierre de archivo con resignación, parecía
querer ser agradeció por sus servicios. Luego, el cuatro de ellos salió de la
habitación y estaba sola con mis padres. Les di mi mejor tomar-me-mirar a casa.
Los labios de mi madre se estremecieron, pero mi padre sólo se ingiere.
-Randy va a llevar de vuelta a Espada y
la Cruz esta tarde-, dijo. -No me mires tan
sorprendido, la miel. El médico dijo
que está bien-.
-Más bien-, agregó mamá, pero ella
parecía incierta. Había dio unas palmaditas en el brazo. -Nos vemos el sábado.
Dentro de pocos días más.- Sábado. Cerré los ojos. “Día de los Padres” había
estado esperando desde el momento en que había llegado a Espada y la Cruz, pero
ahora todo se vio empañado por
la muerte de Todd. Mis padres parecían
deseoso de salir de aquí. Tenían una forma de no querer hacer frente a la
realidad de tener una hija de reforma escolar. Eran tan normal, no podía
culparlos.
-Descansa un poco ahora, Luce-, dijo mi
padre, inclinándose a besarme en la frente.
-has tenido una noche larga y difícil-.
-Pero- Estaba agotado. Se cerró brevemente
los ojos y al abrirlos, mis padres ya estaban saludando desde la puerta. Arranque
una flor blanca gorda del vaso y me lo lleve lentamente a mi cara, admirando
las hojas profundamente amado y pétalos frágiles, la aún húmeda gotas de néctar
en el interior de su centro. Aspiró el olor suave de la flor, picante. Trate de
imaginar la manera en que se han visto en manos de James. Trate de imaginar de
dónde había sacado, y lo que había en su mente. Fue una extraña elección de la
flor. Peonías silvestres no crecen en los humedales de Georgia. Ni siquiera
tener a la tierra de mi padre en el jardín en Thunderbolt. Es más, estos no se
parecía a ninguna peonía que _______ había visto antes. Las flores eran tan grandes
como las palmas de mis manos ahuecadas, y el olor me recordaba a algo que no
podía poner su dedo.
Brusco despertar III
-Perturbada, pero está bien-, dijo
Penn. -Los rociadores llegaron a tiempo, pero creo que perdió un montón de sus
cosas. Cuando le contaron lo que le sucedió a Todd, era casi como que estaba
demasiada aturdida como para siquiera entender.-
-Tal vez estamos demasiado insensibles
para entender-, dije. Esta vez Gabbe y Arriane asintieron con la cabeza a cada
lado. -¿os padres de Todd, saben?- preguntándome cómo diablos iba a explicarle
a mi propio padre lo que había sucedido. Los imagine llenando el papeleo en el
vestíbulo. ¿Me querrán ver? ¿Se conecta la muerte de Todd con Trevor... y
rastrear tantas historias horribles de nuevo ami?
-Oí a Randy en el teléfono con los
padres de Todd-, dijo Penn. -Creo que se está llenando una demanda. Su cuerpo
está siendo enviado de vuelta a la actualidad de Florida más tarde-.
-Espada & Cruz tiene un servicio
conmemorativo para él, el jueves,- Gabbe dijo en voz baja. -James y yo vamos a
ayudar a organizarla.-
-¿James?- repetí antes de que pudiera
controlarme. Mire a Gabbe, e incluso en mi dolor, Estado afectada, no podía
ayudar a revertir su imagen inicial de la niña: labios color rosa, rubia
seductora.
-Él fue quien los encontró a los dos
anoche,- dijo Gabbe. -Te llevó desde biblioteca hasta la oficina de Randy.- ¿James
me había llevado? ... ¿Al igual que en sus brazos alrededor de mi cuerpo? El
sueño se apresuró a regresar y la sensación de volar, no, de flotar, abrume. Me
sentía demasiado atada hasta en su cama. Sufría por el mismo cielo, la lluvia,
la boca, los dientes, lengua en la suya de nuevo. Su rostro se puso caliente,
primero con el deseo, y luego, con la imposibilidad angustiosa de alguna de que
ocurriera alguna vez mientras estaba despierta. Las gloriosas, alas no las
únicas cosas fantásticas acerca de ese sueño. En La vida real, James sólo me
llevaría a la estación de la enfermera. Nunca lo quiere, no tomarla en sus brazos,
así no.
-Uh, ________, ¿estás bien?- Penn
preguntó. Ella se abanicaba las mejillas enrojecidas con su paraguas beber.
-Bien-, dije. Era imposible empujar
afuera las alas de su mente. Para olvidar la sensación de su rostro sobre el
suyo. -recuperándome, supongo.- Gabbe me acarició la mano. -Cuando nos
enteramos de lo que pasó, le hablamos dulcemente a Randy para que nos dejara
venir a visitarte-, dijo, fijando sus ojos. -No queríamos que te despertaras
sola.- Hubo un golpe en la puerta, esperado ver las caras nerviosas de mis padres,
pero nadie entró Gabbe se levantó y miró a Arriane, que no hizo ademán de
levantarse.
-Ustedes quédense aquí. Yo me encargaré
de esto- aún estaba superado por lo que había dicho acerca de James. A pesar de
que no tenía ningún sentido en absoluto, quería que se le fuera de esa puerta.
-¿Cómo está?-Preguntó una voz en un
susurro. Pero escuché. Era él. Gabbe murmuró algo.
-¿Qué es todo esto?- Randy gruñó fuera
de la habitación, conocía con el corazón encogido que las horas de visita
habían terminado. -El que me habló en lo que le permite gamberros se etiqueta a
lo largo de una detención. Y no, Grigori, no voy a aceptar las flores como
sobornos. Todos ustedes, entren en la furgoneta. - Al oír la voz del asistente,
Arriane y Penn se encogieron, y luego se apresuraron a esconder la cáscara de
coco debajo de la cama. Penn se metió el paraguas beber dentro de su estuche de
lápices y Arriane exprimo el aire con algunos perfume de vainilla almizcle. Me
puse un pedazo de chicle de menta. Penn amordazado flotando en una nube de
perfume, se inclinó rápidamente a mí y susurró:
-Tan pronto como estás de vuelta en tus
pies, vamos a encontrar el libro. Creo que sería bueno para nosotros, tanto
para mantenerse ocupados, mantener nuestras mentes en otras cosas-.apreté la
mano de Penn dándole las gracias y sonrió a Arriane, que parecía demasiado
ocupada. Fue entonces cuando Randy irrumpió por la puerta.
-¡Más congregan!- Exclamó ella.
–Increíble-.
-Estábamos justo- Penn comenzó a decir.
-Irse.- Randy terminó de decir. Ella
tenía un ramo de peonías blancas silvestres en la mano. Extraño. Esas eran mis
favoritas. Y era tan difícil de encontrar la flor por aquí. Randy abrió un
gabinete bajo el fregadero y arraigada de alrededor de un
minuto, y luego sacó un pequeño vaso
lleno de polvo. Ella lo llenó de agua turbia del grifo, relleno las peonías
aproximadamente dentro, y los coloco sobre la mesa, junto a mí.
-Estas son de tus amigos,- dijo,-"que
todos los que ahora hacen sus salidas-. La puerta estaba abierta, y pude ver a James
apoyándose contra el marco. Su barbilla se levantó y sus ojos Hazel estaban
llenos con preocupación. Se reunió con la mirada y dio una pequeña sonrisa.
Cuando se apartó el pelo de sus ojos, pude ver una pequeña herida de color rojo
oscuro en la frente. Randy dirigido por Penn, Arriane, y Gabbe por la puerta, y
yo no podía apartar los ojos de James. Levantó una mano en el aire y con la
boca lo que pensaba que era lo siento, justo antes de Randy los sacara a
empujones.
-Espero que no te lleven a cabo-, dijo
Randy, al acecho en la puerta con un gesto indiferente
-¡Oh, no!- sacudí la cabeza, dándome
cuenta de lo mucho que había llegado a confiar en la lealtad de Penn y la forma
peculiar Arianne de iluminación, incluso el estado de ánimo más sobrio. Gabbe,
también había sido verdaderamente bueno conmigo. Y James aunque apenas lo había
visto, había hecho más para devolverle la paz de la mente de lo que nunca
podría conocer. Había venido a ver cómo en había estado pensando en… bueno en
mi.
-Bien-, dijo Randy. -Debido a las horas
de visita no se ha terminado.- Una vez más, el corazón se me recogió mientras
esperaba para ver a mis padres. Pero no fue sólo un clic rápido en el suelo de
linóleo, y pronto vi la diminuta figura de la señorita Sofía. Detrás de ella
caminaba un hombre bajito y calvo con un traje, y dos oficiales de policía, uno
gordito y otro delgado, ambos con retroceso de líneas de cabello y los brazos
cruzados. El oficial de policía gordito era más joven. Se sentó en la silla de
junto, y al darse cuenta de que nadie más se había trasladado a sentarse volvió
a levantarse y volvió a cruzar los brazos. El calvo se acercó y ofreció su
mano.
-Yo soy el señor Schultz, abogado de
Espada & Cruz.- rígidamente estreche la mano. –Estos oficiales sólo van a
hacerle un par de preguntas. Nada de lo que se utilizará en un tribunal, sólo
un esfuerzo para corroborar los detalles del accidente-
-Y yo insistía en estar aquí durante el
interrogatorio, _______,- la señorita Sofía añadió, adelantándose a acariciar
mi pelo. -¿Cómo estás querida?- Susurró. -¿En un estado de shock amnésico?-
-Estoy bien- Me interrumpí cuando vi a dos figuras en la puerta. Estuve
a punto de
echarme a llorar cuando el oscuro y
rizado pelo de mama, y las grandes gafas
de carey de mi padre. –Mamá-, susurre,
demasiado bajo para que nadie oiga.
-Papá-. Se apresuraron hacia la cama,
arrojando sus brazos y apretando las manos. Quería abrazarlos, pero me sentía
demasiado débil para hacer mucho más que quedarme quieta y disfrutar de las
comodidades de su contacto. Sus ojos
parecían tan asustados como los míos.
-Cariño, ¿qué pasó?- preguntó mamá, no
podía decir una palabra.
-Les dije que eras inocente,- dijo la
señorita Sofía, volviéndose a los oficiales. -Grandes similitudes ser
condenados- Por supuesto que sabía la historia del accidente de Trevor, y por
supuesto la policía se encuentra... notable a la luz de la muerte de Todd, tenía
suficiente práctica con los oficiales de policía para saber que sólo iba a
salir de ellos frustrado y molesto. El policía había delgadas largas patillas
que se iban gris. Su archivo abierto en la mano parecía requerir su atención,
porque ni una sola vez la mirada hacia mí.
- Sra. Price -, dijo con un acento
sureño lento. -¿Por qué usted y el Sr. Hammond estaban solos en la biblioteca a
una hora tan tarde, cuando todos los otros estudiantes estaban en una fiesta?- les di una mirada a mis padres La cara de papá
era tan blanca como la sábana.
-Yo no estaba con Todd-, dije, sin
entender la línea de las preguntas. -Yo estaba con Penn, amiga mía. Y la
señorita Sofía estaba allí. Todd estaba leyendo por su cuenta y cuando comenzó
el incendio, perdí Penn, y Todd fue el único que pude encontrar. -
-El único que se podía encontrar... ¿para
hacer qué?-
-Espera un minuto-. Schultz dio un paso
adelante para interrumpir la policía.
-Este fue un accidente, me permito
recordarle a usted. Usted no está interrogando a un sospechoso. -
-No, quiero responder-, dije. Había
tanta gente en esta sala pequeña que no sabía dónde buscar. Mire a la policía.
-¿Qué quieres decir?-
-¿Es usted una persona enojada, Sra.
Price?- Agarró la carpeta. -¿Te llamas a ti mismo una solitaria?-
-Esto es suficiente-, dijo papá
interrumpiendo.
-Sí, _______ es un estudiante seria,- la señorita Sofía
agregó. -No tenía ninguna mala voluntad hacia Todd Hammond. Lo que sucedió fue
un accidente, nada más- El oficial miró hacia la puerta abierta, como si
quisiera Srta. Sofía se trasladaría a sí misma fuera de ella. -Sí, señora.
Bueno, con estos casos, la reforma de la escuela, dando el beneficio de la
duda, no es siempre la más responsable-
-Le diré todo lo que sé-, dije,
calambre mi ficha en el puño. -Yo no tengo nada
que ocultar- a través de él era mejor
que pude, hablando despacio y con claridad para no plantear nuevas preguntas
para mis padres, por lo que la policía podría tomar notas. No me deje caer en
la emoción, que parecía exactamente lo que todos esperaban. Y, dejando de lado
el aspecto de las sombras, la historia hizo mucho sentido. Me había corrido por
la puerta de atrás. Habían encontrado la salida al final de un largo pasillo.
Las escaleras se redujeron con rapidez, abruptamente de la cornisa, y que Todd y
yo habíamos estado funcionando con tanta fuerza, que no podíamos dejar de
nosotros mismos de caer por la escalera, perdí la pista, me golpee la cabeza lo
suficiente para despertar aquí doce horas más tarde. Eso era todo lo que
recordaba. Les deje muy poco que nos disputábamos. No era sólo la verdadera
memoria de la noche para lidiar con migo.
Cuando todo terminó, el Sr. Schultz dio
a los oficiales de policía una inclinación estás satisfecho de su cabeza, y la
señorita Sofía sonrió, como si juntos se había logrado algo imposible. Mi madre
dejó escapar un largo suspiro.
-Vamos a reflexionar sobre esto en la
estación-, dijo el oficial final, el cierre de archivo con resignación, parecía
querer ser agradeció por sus servicios. Luego, el cuatro de ellos salió de la
habitación y estaba sola con mis padres. Les di mi mejor tomar-me-mirar a casa.
Los labios de mi madre se estremecieron, pero mi padre sólo se ingiere.
-Randy va a llevar de vuelta a Espada y
la Cruz esta tarde-, dijo. -No me mires tan
sorprendido, la miel. El médico dijo
que está bien-.
-Más bien-, agregó mamá, pero ella
parecía incierta. Había dio unas palmaditas en el brazo. -Nos vemos el sábado.
Dentro de pocos días más.- Sábado. Cerré los ojos. “Día de los Padres” había
estado esperando desde el momento en que había llegado a Espada y la Cruz, pero
ahora todo se vio empañado por
la muerte de Todd. Mis padres parecían
deseoso de salir de aquí. Tenían una forma de no querer hacer frente a la
realidad de tener una hija de reforma escolar. Eran tan normal, no podía
culparlos.
-Descansa un poco ahora, Luce-, dijo mi
padre, inclinándose a besarme en la frente.
-has tenido una noche larga y difícil-.
-Pero- Estaba agotado. Se cerró brevemente
los ojos y al abrirlos, mis padres ya estaban saludando desde la puerta. Arranque
una flor blanca gorda del vaso y me lo lleve lentamente a mi cara, admirando
las hojas profundamente amado y pétalos frágiles, la aún húmeda gotas de néctar
en el interior de su centro. Aspiró el olor suave de la flor, picante. Trate de
imaginar la manera en que se han visto en manos de James. Trate de imaginar de
dónde había sacado, y lo que había en su mente. Fue una extraña elección de la
flor. Peonías silvestres no crecen en los humedales de Georgia. Ni siquiera
tener a la tierra de mi padre en el jardín en Thunderbolt. Es más, estos no se
parecía a ninguna peonía que _______ había visto antes. Las flores eran tan grandes
como las palmas de mis manos ahuecadas, y el olor me recordaba a algo que no
podía poner su dedo.
gisell portilla
Re: Fallen "oscuros" (James Maslow & tu) terminada
Capitulo Quince
En polvo I
En el brumoso atardecer sobre el
cementerio, un buitre describía círculos. Dos días habían pasado desde la
muerte de Todd, y _______ no había sido capaz de comer o dormir. Ella estaba
parada en un vestido negro sin magas en la cuenca del cementerio, donde todo Espada
& Cruz se había reunido para presentar sus respetos a Todd. Como si una poco
entusiasta ceremonia de una hora fuera suficiente. Especialmente tomando en cuenta
que la única capilla del campus había sido convertida en una piscina, y la ceremonia
había tenido que ser levada a cabo en el sombrío pantano del cementerio. Desde
el accidente, la escuela había estado en receso, y los profesores habían sido
la definición de labios-cerrados. ________ había pasado los últimos dos días
evitando las miradas fijas de los otros estudiantes, quienes la miraban con
diversos grados de sospecha. Los que ella no conocía muy bien parecían mirarla
con un leve indicio de miedo. Otros, como Carlos y Molly, la miraban fijamente
en una manera distinta y sin vergüenza, como si hubiera algo oscuramente
fascinante en su supervivencia. Ella soportaba los ojos escrutadores lo mejor
que podía durante clase, y estaba agradecida en la noche cuando Penn se dejaba
caer para dejarle un humeante jarro de té de jengibre, o Arriane deslizaba un
sucio Mad libs1
bajo su puerta. Ella
estaba desesperada por cualquier cosa que alejara su mente de ese intranquilo y
esperando-el-otro-zapato-para-avanzar sentimiento. Porque ella sabía que estaba
viniendo. En la forma de una segunda visita, ya sea de la policía, o de las sombras-o
ambas. Esa mañana, un anuncio les había informado que la tarde social sería
cancelada por respeto a la muerte de Todd, y que las clases serían terminadas
un ahora antes, de modo que los estudiantes tuvieran tiempo de cambiarse y
llegar al cementerio a las tres en punto. Como si toda la escuela no estuviera
ya vestida para un funeral todo el tiempo. _________ nunca había visto tanta gente congregada en un
lugar del campus. Randy estaba estacionada al centro del grupo en una falda
gris plisada hasta la pantorrilla y gruesos zapatos negros con suela de goma.
La Srta. Sophia con ojos brumosos y el Sr. Cole blandiendo un pañuelo estaban
de pie tras ella en ropas de luto. La Sra. Tross y el entrenador Diante estaban
de pie en un grupo de negro con otro grupo de otros facultativos y
administrativos que ________ nunca había visto antes. Los estudiantes estaban
sentados en filas ordenadas alfabéticamente. En el frente, _________ podía ver a Joel Bland, el
chico que había ganado la carrera de natación la semana pasada, sonándose en un
sucio pañuelo. ______ estaba en la tierra de ninguna parte de las P, pero ella
podía ver a James, molestamente posicionado en las G, junto a Gabbe, dos filas
adelante. Él estaba vestido impecablemente en una ajustada chaqueta negra a
rayas, pero su cabeza parecía colgar más abajo que las de los demás a su
alrededor. Incluso desde atrás, James se manejó para lucir devastadoramente
sombrío. _________ pensó en las blancas peonias que él le había llevado. Randy
no al había dejado llevarse el florero con ella cuando abandonó la enfermería,
así que ________ había llevado las
flores hasta su pieza y volviéndose muy ingeniosa, cortado la parte de arriba
de una botella plástica de agua con un par de tijeras de manicure. Las flores
eran fragantes y tranquilizadoras, pero el mensaje que ellas ofrecían era poco
claro. Usualmente cuando un chico te
daba flores, tú no tenías que buscar segundos significados a sus sentimientos.
Pero con James, esas clases de hipótesis eran siempre una mala idea. Era mucho
más seguro asumir que él se las había llevado porque eso era lo que tú hacías
cuando alguien había pasado por un trauma. Pero aun así: ¡Él le había llevado
flores! Si ella se inclinaba hacia adelante ahora en su silla plegable y miraba
hacia su dormitorio, a través de las barras de metal en la tercera ventana desde
la izquierda, ella casi podía distinguirlas.
-con el sudor de tu frente comerás el
pan,- un ministro pagado por hora gorjeaba desde el frente de la multitud. -Hasta
que vuelvas a la tierra. Porque desde ahí fuiste creado, pues polvo eres, y al
polvo volverás.-
Él era un hombre delgado de 70, perdido
en su enorme chaqueta negra. Sus desgastados zapatos de gimnasia se
deshilachaban en los lazos; su rostro era bronceado y lleno de granos. Él habló
en un micrófono unido a una vieja caja de resonancia que parecía ser de los
ochenta. El sonido que salía de ella era distorsionado y con acople y
difícilmente llegaba a toda la multitud. Todo sobre este servicio era
inadecuado y completamente fuera de lugar. Nadie estaba prestando respeto a Todd estando aquí.
El memorial completo parecía más un intento de enseñar a los alumnos cuan
injusta puede ser la vida. Qué el cuerpo de Todd no estaba siquiera presente
decía mucho sobre la relación de la escuela- o la carencia de esta- con el
chico fallecido. Había algo falso sobre estar de pie aquí en medio de esta
multitud, algo echo peor por los pocos que estaban llorando. Hizo a _______ sentir como si Todd fuera mucho más un extrañopara ella de lo que realmente había sido. Dejen a Todd descansar en paz. Dejen
al resto de ellos solo superarlo. Una lechuza cornuda blanca arrulló en lo alto
del roble sobre sus cabezas. ______ supo que había un nido en algún lugar con
un grupo de nuevas lechuzas bebe. Ella había estado escuchando el canto
asustado de la madre cada noche esta semana, seguido del frenético batir de las
alas del padre en el descenso desde su caza nocturna. Y luego había terminado. _______
se levantó desde su silla, sintiéndose
débil con la injusticia de todo eso. Todd había sido inocente y ella era
culpable, aunque de que, ella no sabia. Mientras ella seguía a los otros
estudiantes en la fila única hacia la así llamada recepción, un brazo se
enroscó en su cintura y tirándola hacia atrás. ¿James?
Pero no, era Kendall.
Sus ojos verdes buscaron los de ella y
parecieron distinguir su decepción, lo cual solo la hizo sentir peor. Ella
mordió su labio para impedir que se disolviera en un sollozo. Ver a Kendall no
debería hacerla llora ella estaba solo muy desgastada emocionalmente, tambaleándose
en el muro del colapso. Ella mordió tan fuerte que saboreo sangre, luego limpio
su boca en su mano.
-Hey,- dijo Kendall, acariciando la
parte de atrás de su cabello. Ella hizo una mueca. Aun tenía el golpe atrás
desde cuando ella había golpeado su cabeza en los peldaños. -¿quieres ir a algún
lugar a hablar?- Ellos habían estado caminando con los otros a través del pasto
hacia la recepción bajo la sombra de una de los robles.
Un grupo de sillas habían sido puestas
prácticamente una sobre la otra. Una cercana mesa plegable estaba sembrada con
montones de galletas que se veían rancias, sacadas de sus cajas genéricas pero
aun en sus envases plásticos. Un bol de ponche de plástico barato había sido
llenado con un líquido rojo acaramelado y había atraído muchas moscas, en la
forma en que un cuerpo lo haría. Era una recepción tan patética, pocos de los
otros estudiantes incluso se molestaron con ella. _________ observó a Penn en
un traje con falda negra, saludando con la mano al ministro. James estaba mirando
lejos de todos, susurrando algo a Gabbe. Cuando ________ se giró hacia Kendall, sus dedos se deslizo
suavemente por su clavícula, luego se demoraron en el hueco de su cuello. Ella
inhalo y sintió escalofríos levantarse en su piel.
-Si no te gusta la gargantilla,- el dijo,
inclinándose hacia ella, -Puedo conseguirte algo diferente.- Sus labios estaban
tan cerca de rozar su cuello que ________ puso una mano en el hombro de él y se alejo.
-Me gusta,- ella dijo, pensando en la
caja que descansaba en su escritorio. Había terminado justo al lado de las
flores de James, y ella había pasado la mitad de la noche anterior mirando del
uno al otro, ponderando los regalos y las intenciones tras ellos. Kendall era
mucho más claro, fácil de comprender. Como si él fuera algebra y James fuera calculo.
Y ella siempre había amado el cálculo, la forma en que a veces tomaba una hora
para comprender un solo problema. -Creo que la gargantilla es genial,- ella le
dijo a Kendall. -Solo no he tenido la oportunidad de usarla aun.-
-Lo siento,- dijo él, frunciendo sus
labios. -No debería presionarte.- Su cabello estaba peinado hacia atrás y
mostraba más de su rostro que lo usual.
Lo hacía ver más viejo, más maduro. Y
la forma en que él la miraba era tan intensa, sus grandes ojos verdes
sondeándola, como si aprobara todo lo que ella contenía dentro.
-La Srta. Sophia sigue diciendo que hay
que darte espacio estos últimos días. Sé que está en lo correcto, has pasado
por mucho. Pero deberías saber cuánto he pensado en ti. Todo el tiempo. He
querido verte.- Él acaricio su mejilla con el dorso de su mano y _______ sintió lagrimas brotar. Ella había pasado por mucho. Y ella se sintió terrible
de estar aquí, a punto de llorar, no por Todd cuya muerte no importaba, y
debería haber importado más, sino por razones egoístas. Porque los pasados dos
días trajeron de vuelta mucho dolor pasado sobre Trevor y su vida antes de Espada
& Cruz, cosas que ella pensó ella había superado y que no podría nuca
explicar, a nadie. Más sombras con las que luchar. Era como si Kendall censara
esto, o al menos parte de esto, porque el la acuno dentro de sus brazos,
apretando su cabeza contra su fuerte, amplio pecho, y la meció de lado a lado.
-Está bien,- el dijo. -Va a estar bien.- Y quizá ella no tuvo que explicarle nada a él. Era como si mientras más
trastornada ella se sintiera por dentro, más disponible Kendall se volvía. ¿Qué
si era suficiente solo estar de pie ahí en los brazos de alguien que se
preocupaba de ella, dejar su simple afecto sostenerla por un momento? Se sentía
tan bien solo ser sostenida. _______ no
supo como alejarse de Kendall. Él siempre había sido tan agradable. Y a ella si
le gustaba, pero aun así, por razones que la hacían sentir culpable, él estaba
comenzando a
molestarla. Él era tan perfecto, y
amable, y exactamente lo que ella debería haber necesitado ahora. Era solo…que
no era James. Un pastelillo de cabello de ángel apareció sobre el hombro de
ella. _______ reconoció la mano con manicura sosteniéndolo.
-Hay ponche allá que necesita ser
bebido,- dijo Gabbe, dándole un pastelillo a Kendall también. Él miró enojado
hacia la parte escarchada de este. -¿Estás bien?- Gabbe le preguntó a ________.
_______ asintió. Por primera vez, Gabbe
había aparecido exactamente cuándo _______ necesitó auxilio. Ellas sonrieron la
una a la otra y _______ elevo su pastelillo como agradecimiento. Ella tomó un
pequeño, dulce mordisco.
-Ponche suena genial,- dijo Kendall a
través de dientes apretados. -¿Por qué no nos traes unos pocos vasos, Gabbe?- Gabbe
giró sus ojos hacia ________.
-Hazle una vez un favor a un hombre y
él comenzará a tratarte como esclava.- _______ rió. Kendall estaba un poco fuera de línea,
pero era obvio para ______ que era los que él estaba tratando de hacer
-Yo iré a traer las bebidas,- dijo ________,
lista para respirar aire. Ella se dirigió hacia la mesa plegable y el bol de
ponche. Ella estaba alejando una mosca de la superficie del ponche cuando
alguien le susurró al oído.
-¿Quieres salir de aquí?- ________ se
giró, lista para inventar alguna excusa para Kendall de que no, ella no podía
escabullirse no ahora, y no con él. Pero no era Kendall quien se había acercado
y tocado la base de su muñeca con su pulgar.
Era James. Ella se derritió un poco. Su
cita con la llamada del miércoles era en 10 minutos y ella necesitaba desesperadamente
escuchar la voz de Callie, o la de sus padres. Para hablar de algo que
sucediera fuera de etas puertas de hierro forjado, algo fuera de la desolación de
sus últimos días. Pero ¿salir de aquí? ¿Con James? Ella se encontró a si misma
asintiendo. Kendall iba a odiarla si la veía irse, y él la vería. Él estaría
mirándola. Ella podía incluso sentir sus ojos verdes en la parte de atrás de su
cabeza. Pero por supuesto que tenía que
ir. Ella deslizo su mano dentro de la
de James. -Por favor- Todas las otras veces que se habían tocado, ya sea fue
por accidente, o alguno de ellos se había alejado usualmente James antes de que
el rayo de calor que _______ siempre sentía
pudiera evolucionar en un creciente crescendo de calor. No esta vez. _______
miro hacia la mano de James, tomando rápidamente la de ella, y todo su cuerpo
quiso más. Más del calor, más del hormigueo, más de James, era casi no lo
bastante, bueno como ella se había sentido en su sueño. Ella difícilmente podía
sentir sus pies moverse bajo ella, solo el flujo del toque de él
sobreponiéndose.
Fue como si ella solo hubiera
pestañeado, y ellos había ascendido hacia las puertas del cementerio. Bajo
ellos, lejos, el resto del servicio en memoria se tambaleaba fuera de foco
mientras ambos dejaban todo atrás. James paro repentinamente y, sin aviso,
soltó su mano. Ella tembló, fría de nuevo.
-Tú y Kendall,- el dijo dejando las
preguntas en el aire como una pregunta. -¿Pasan mucho tiempo juntos?
En polvo I
En el brumoso atardecer sobre el
cementerio, un buitre describía círculos. Dos días habían pasado desde la
muerte de Todd, y _______ no había sido capaz de comer o dormir. Ella estaba
parada en un vestido negro sin magas en la cuenca del cementerio, donde todo Espada
& Cruz se había reunido para presentar sus respetos a Todd. Como si una poco
entusiasta ceremonia de una hora fuera suficiente. Especialmente tomando en cuenta
que la única capilla del campus había sido convertida en una piscina, y la ceremonia
había tenido que ser levada a cabo en el sombrío pantano del cementerio. Desde
el accidente, la escuela había estado en receso, y los profesores habían sido
la definición de labios-cerrados. ________ había pasado los últimos dos días
evitando las miradas fijas de los otros estudiantes, quienes la miraban con
diversos grados de sospecha. Los que ella no conocía muy bien parecían mirarla
con un leve indicio de miedo. Otros, como Carlos y Molly, la miraban fijamente
en una manera distinta y sin vergüenza, como si hubiera algo oscuramente
fascinante en su supervivencia. Ella soportaba los ojos escrutadores lo mejor
que podía durante clase, y estaba agradecida en la noche cuando Penn se dejaba
caer para dejarle un humeante jarro de té de jengibre, o Arriane deslizaba un
sucio Mad libs1
bajo su puerta. Ella
estaba desesperada por cualquier cosa que alejara su mente de ese intranquilo y
esperando-el-otro-zapato-para-avanzar sentimiento. Porque ella sabía que estaba
viniendo. En la forma de una segunda visita, ya sea de la policía, o de las sombras-o
ambas. Esa mañana, un anuncio les había informado que la tarde social sería
cancelada por respeto a la muerte de Todd, y que las clases serían terminadas
un ahora antes, de modo que los estudiantes tuvieran tiempo de cambiarse y
llegar al cementerio a las tres en punto. Como si toda la escuela no estuviera
ya vestida para un funeral todo el tiempo. _________ nunca había visto tanta gente congregada en un
lugar del campus. Randy estaba estacionada al centro del grupo en una falda
gris plisada hasta la pantorrilla y gruesos zapatos negros con suela de goma.
La Srta. Sophia con ojos brumosos y el Sr. Cole blandiendo un pañuelo estaban
de pie tras ella en ropas de luto. La Sra. Tross y el entrenador Diante estaban
de pie en un grupo de negro con otro grupo de otros facultativos y
administrativos que ________ nunca había visto antes. Los estudiantes estaban
sentados en filas ordenadas alfabéticamente. En el frente, _________ podía ver a Joel Bland, el
chico que había ganado la carrera de natación la semana pasada, sonándose en un
sucio pañuelo. ______ estaba en la tierra de ninguna parte de las P, pero ella
podía ver a James, molestamente posicionado en las G, junto a Gabbe, dos filas
adelante. Él estaba vestido impecablemente en una ajustada chaqueta negra a
rayas, pero su cabeza parecía colgar más abajo que las de los demás a su
alrededor. Incluso desde atrás, James se manejó para lucir devastadoramente
sombrío. _________ pensó en las blancas peonias que él le había llevado. Randy
no al había dejado llevarse el florero con ella cuando abandonó la enfermería,
así que ________ había llevado las
flores hasta su pieza y volviéndose muy ingeniosa, cortado la parte de arriba
de una botella plástica de agua con un par de tijeras de manicure. Las flores
eran fragantes y tranquilizadoras, pero el mensaje que ellas ofrecían era poco
claro. Usualmente cuando un chico te
daba flores, tú no tenías que buscar segundos significados a sus sentimientos.
Pero con James, esas clases de hipótesis eran siempre una mala idea. Era mucho
más seguro asumir que él se las había llevado porque eso era lo que tú hacías
cuando alguien había pasado por un trauma. Pero aun así: ¡Él le había llevado
flores! Si ella se inclinaba hacia adelante ahora en su silla plegable y miraba
hacia su dormitorio, a través de las barras de metal en la tercera ventana desde
la izquierda, ella casi podía distinguirlas.
-con el sudor de tu frente comerás el
pan,- un ministro pagado por hora gorjeaba desde el frente de la multitud. -Hasta
que vuelvas a la tierra. Porque desde ahí fuiste creado, pues polvo eres, y al
polvo volverás.-
Él era un hombre delgado de 70, perdido
en su enorme chaqueta negra. Sus desgastados zapatos de gimnasia se
deshilachaban en los lazos; su rostro era bronceado y lleno de granos. Él habló
en un micrófono unido a una vieja caja de resonancia que parecía ser de los
ochenta. El sonido que salía de ella era distorsionado y con acople y
difícilmente llegaba a toda la multitud. Todo sobre este servicio era
inadecuado y completamente fuera de lugar. Nadie estaba prestando respeto a Todd estando aquí.
El memorial completo parecía más un intento de enseñar a los alumnos cuan
injusta puede ser la vida. Qué el cuerpo de Todd no estaba siquiera presente
decía mucho sobre la relación de la escuela- o la carencia de esta- con el
chico fallecido. Había algo falso sobre estar de pie aquí en medio de esta
multitud, algo echo peor por los pocos que estaban llorando. Hizo a _______ sentir como si Todd fuera mucho más un extrañopara ella de lo que realmente había sido. Dejen a Todd descansar en paz. Dejen
al resto de ellos solo superarlo. Una lechuza cornuda blanca arrulló en lo alto
del roble sobre sus cabezas. ______ supo que había un nido en algún lugar con
un grupo de nuevas lechuzas bebe. Ella había estado escuchando el canto
asustado de la madre cada noche esta semana, seguido del frenético batir de las
alas del padre en el descenso desde su caza nocturna. Y luego había terminado. _______
se levantó desde su silla, sintiéndose
débil con la injusticia de todo eso. Todd había sido inocente y ella era
culpable, aunque de que, ella no sabia. Mientras ella seguía a los otros
estudiantes en la fila única hacia la así llamada recepción, un brazo se
enroscó en su cintura y tirándola hacia atrás. ¿James?
Pero no, era Kendall.
Sus ojos verdes buscaron los de ella y
parecieron distinguir su decepción, lo cual solo la hizo sentir peor. Ella
mordió su labio para impedir que se disolviera en un sollozo. Ver a Kendall no
debería hacerla llora ella estaba solo muy desgastada emocionalmente, tambaleándose
en el muro del colapso. Ella mordió tan fuerte que saboreo sangre, luego limpio
su boca en su mano.
-Hey,- dijo Kendall, acariciando la
parte de atrás de su cabello. Ella hizo una mueca. Aun tenía el golpe atrás
desde cuando ella había golpeado su cabeza en los peldaños. -¿quieres ir a algún
lugar a hablar?- Ellos habían estado caminando con los otros a través del pasto
hacia la recepción bajo la sombra de una de los robles.
Un grupo de sillas habían sido puestas
prácticamente una sobre la otra. Una cercana mesa plegable estaba sembrada con
montones de galletas que se veían rancias, sacadas de sus cajas genéricas pero
aun en sus envases plásticos. Un bol de ponche de plástico barato había sido
llenado con un líquido rojo acaramelado y había atraído muchas moscas, en la
forma en que un cuerpo lo haría. Era una recepción tan patética, pocos de los
otros estudiantes incluso se molestaron con ella. _________ observó a Penn en
un traje con falda negra, saludando con la mano al ministro. James estaba mirando
lejos de todos, susurrando algo a Gabbe. Cuando ________ se giró hacia Kendall, sus dedos se deslizo
suavemente por su clavícula, luego se demoraron en el hueco de su cuello. Ella
inhalo y sintió escalofríos levantarse en su piel.
-Si no te gusta la gargantilla,- el dijo,
inclinándose hacia ella, -Puedo conseguirte algo diferente.- Sus labios estaban
tan cerca de rozar su cuello que ________ puso una mano en el hombro de él y se alejo.
-Me gusta,- ella dijo, pensando en la
caja que descansaba en su escritorio. Había terminado justo al lado de las
flores de James, y ella había pasado la mitad de la noche anterior mirando del
uno al otro, ponderando los regalos y las intenciones tras ellos. Kendall era
mucho más claro, fácil de comprender. Como si él fuera algebra y James fuera calculo.
Y ella siempre había amado el cálculo, la forma en que a veces tomaba una hora
para comprender un solo problema. -Creo que la gargantilla es genial,- ella le
dijo a Kendall. -Solo no he tenido la oportunidad de usarla aun.-
-Lo siento,- dijo él, frunciendo sus
labios. -No debería presionarte.- Su cabello estaba peinado hacia atrás y
mostraba más de su rostro que lo usual.
Lo hacía ver más viejo, más maduro. Y
la forma en que él la miraba era tan intensa, sus grandes ojos verdes
sondeándola, como si aprobara todo lo que ella contenía dentro.
-La Srta. Sophia sigue diciendo que hay
que darte espacio estos últimos días. Sé que está en lo correcto, has pasado
por mucho. Pero deberías saber cuánto he pensado en ti. Todo el tiempo. He
querido verte.- Él acaricio su mejilla con el dorso de su mano y _______ sintió lagrimas brotar. Ella había pasado por mucho. Y ella se sintió terrible
de estar aquí, a punto de llorar, no por Todd cuya muerte no importaba, y
debería haber importado más, sino por razones egoístas. Porque los pasados dos
días trajeron de vuelta mucho dolor pasado sobre Trevor y su vida antes de Espada
& Cruz, cosas que ella pensó ella había superado y que no podría nuca
explicar, a nadie. Más sombras con las que luchar. Era como si Kendall censara
esto, o al menos parte de esto, porque el la acuno dentro de sus brazos,
apretando su cabeza contra su fuerte, amplio pecho, y la meció de lado a lado.
-Está bien,- el dijo. -Va a estar bien.- Y quizá ella no tuvo que explicarle nada a él. Era como si mientras más
trastornada ella se sintiera por dentro, más disponible Kendall se volvía. ¿Qué
si era suficiente solo estar de pie ahí en los brazos de alguien que se
preocupaba de ella, dejar su simple afecto sostenerla por un momento? Se sentía
tan bien solo ser sostenida. _______ no
supo como alejarse de Kendall. Él siempre había sido tan agradable. Y a ella si
le gustaba, pero aun así, por razones que la hacían sentir culpable, él estaba
comenzando a
molestarla. Él era tan perfecto, y
amable, y exactamente lo que ella debería haber necesitado ahora. Era solo…que
no era James. Un pastelillo de cabello de ángel apareció sobre el hombro de
ella. _______ reconoció la mano con manicura sosteniéndolo.
-Hay ponche allá que necesita ser
bebido,- dijo Gabbe, dándole un pastelillo a Kendall también. Él miró enojado
hacia la parte escarchada de este. -¿Estás bien?- Gabbe le preguntó a ________.
_______ asintió. Por primera vez, Gabbe
había aparecido exactamente cuándo _______ necesitó auxilio. Ellas sonrieron la
una a la otra y _______ elevo su pastelillo como agradecimiento. Ella tomó un
pequeño, dulce mordisco.
-Ponche suena genial,- dijo Kendall a
través de dientes apretados. -¿Por qué no nos traes unos pocos vasos, Gabbe?- Gabbe
giró sus ojos hacia ________.
-Hazle una vez un favor a un hombre y
él comenzará a tratarte como esclava.- _______ rió. Kendall estaba un poco fuera de línea,
pero era obvio para ______ que era los que él estaba tratando de hacer
-Yo iré a traer las bebidas,- dijo ________,
lista para respirar aire. Ella se dirigió hacia la mesa plegable y el bol de
ponche. Ella estaba alejando una mosca de la superficie del ponche cuando
alguien le susurró al oído.
-¿Quieres salir de aquí?- ________ se
giró, lista para inventar alguna excusa para Kendall de que no, ella no podía
escabullirse no ahora, y no con él. Pero no era Kendall quien se había acercado
y tocado la base de su muñeca con su pulgar.
Era James. Ella se derritió un poco. Su
cita con la llamada del miércoles era en 10 minutos y ella necesitaba desesperadamente
escuchar la voz de Callie, o la de sus padres. Para hablar de algo que
sucediera fuera de etas puertas de hierro forjado, algo fuera de la desolación de
sus últimos días. Pero ¿salir de aquí? ¿Con James? Ella se encontró a si misma
asintiendo. Kendall iba a odiarla si la veía irse, y él la vería. Él estaría
mirándola. Ella podía incluso sentir sus ojos verdes en la parte de atrás de su
cabeza. Pero por supuesto que tenía que
ir. Ella deslizo su mano dentro de la
de James. -Por favor- Todas las otras veces que se habían tocado, ya sea fue
por accidente, o alguno de ellos se había alejado usualmente James antes de que
el rayo de calor que _______ siempre sentía
pudiera evolucionar en un creciente crescendo de calor. No esta vez. _______
miro hacia la mano de James, tomando rápidamente la de ella, y todo su cuerpo
quiso más. Más del calor, más del hormigueo, más de James, era casi no lo
bastante, bueno como ella se había sentido en su sueño. Ella difícilmente podía
sentir sus pies moverse bajo ella, solo el flujo del toque de él
sobreponiéndose.
Fue como si ella solo hubiera
pestañeado, y ellos había ascendido hacia las puertas del cementerio. Bajo
ellos, lejos, el resto del servicio en memoria se tambaleaba fuera de foco
mientras ambos dejaban todo atrás. James paro repentinamente y, sin aviso,
soltó su mano. Ella tembló, fría de nuevo.
-Tú y Kendall,- el dijo dejando las
preguntas en el aire como una pregunta. -¿Pasan mucho tiempo juntos?
gisell portilla
Re: Fallen "oscuros" (James Maslow & tu) terminada
Me gusto mucho tu nove!!!
Tambien los queria invitar a leer mi novela :amor:
https://onlywn.activoforo.com/t34816-secretos-hechizados-kendall-tu :happuy:
:bye:
Tambien los queria invitar a leer mi novela :amor:
https://onlywn.activoforo.com/t34816-secretos-hechizados-kendall-tu :happuy:
:bye:
Invitado
Invitado
Re: Fallen "oscuros" (James Maslow & tu) terminada
Hola nueva lectora!!
aww's me encata la nove
siempre quise leer esa novela y por una u otra cosa
no lo hacia y ahora la poner y con james!! :jajajaj:
jeje siguela plis!!
besos
atte:dane!
aww's me encata la nove
siempre quise leer esa novela y por una u otra cosa
no lo hacia y ahora la poner y con james!! :jajajaj:
jeje siguela plis!!
besos
atte:dane!
Daneiva S.
Re: Fallen "oscuros" (James Maslow & tu) terminada
Holaaaa!! nueva lectora!!! :amor:
Ame tu novee! esta genial!! :aah:
Siguela.... besos! :hug:
Ame tu novee! esta genial!! :aah:
Siguela.... besos! :hug:
:bye:
Invitado
Invitado
Re: Fallen "oscuros" (James Maslow & tu) terminada
Hola dane , hola Chris!! me alegra tenerlas en esta nove también... terminara muy pronto... pero será el principio de otra nove... el segundo libro de esta saga... eh estado ocupada.. pero me pondré al corriente en todas las noves en estas vacaciones... cuidense
gisell portilla
Re: Fallen "oscuros" (James Maslow & tu) terminada
Hola!! Pollo, ok no, hace mucho que no pasaba por tus novelas, me gustaron mcho los caps, siguela pronto, cuidate :bye:
Dayanne
Página 4 de 6. • 1, 2, 3, 4, 5, 6
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