Inspírame [Kevin Jonas] (CANCELADA)

SIGUELAAAAAAAAA

Siguela pliiiz :D

siguela!!!

siguela

Perdón, chicas, estuve unos días sin conexión, pero aquí estoy de vuelta para colgaros un cachito más :D ¡Gracias por vuestro apoyo! <3333 ¡Os queremos! :)

***


Jamás pensé que los niños podían crecer tanto en tan poco tiempo. No hacía ni un mes que nos habíamos mudado a Los Ángeles y ya era la tercera vez que visitábamos las tiendas de ropa infantil del centro comercial.

La sección de moda para niños era un auténtico parque de atracciones para los más pequeños y una verdadera pesadilla para los padres y dependientas. No sabías por dónde te podía aparecer una personita diminuta y agarrarte de una pierna y tirar de ti mientras jugaban. Algunos lloraban mientras sus respectivas madres les quitaban y ponían jerseys, dejándoles las orejas rojas. Otros se entretenían tirando la ropa al suelo y jugando con las perchas, arriesgando sus propios ojos y la de los niños de alrededor.
Agarré con fuerza la mano de Ryan y me di media vuelta. No podía arriesgarme a que mi sobrino acrecentara su hiperactividad en aquella tienda. Nos detuvimos frente a un escaparate, esperando a que disminuyese el número de personas desinquietas en la tienda.

- Si vamos a coger como rutina encontrarnos aquí, dime a qué hora vas a estar mañana –me dijo Kevin sobresaltándome un poco.
- ¿Sabes lo que yo creo? Que me sigues.
- ¿Yo? ¿Por qué tendría que seguirte?
- No lo sé. Dímelo tú.
- Yo no te sigo. Eres tú la que siempre aparece donde yo estoy.

Quise seguir respondiendo, pero su sonrisa bloqueó mis pensamientos. Y Ryan tampoco ponía nada de su parte, estaba siendo algo pesado tirando del pantalón de Kevin.

- Ryan, deja de molestar –lo agarré y traté de apartarlo.
- Déjalo, no me molesta. El único problema es que si sigue tirando, me quedaré en gallumbos aquí mismo.

Comencé a reírme a carcajadas. No es que me hubiera parecido de lo más gracioso lo que había dicho. Fue su apariencia. Si Ryan tiraba un poco más de su ropa, se quedaría semidesnudo en mitad de la planta de moda infantil.
Kevin lo cogió en brazos y le dio un beso en la mejilla. Mi subconsciente dijo: “Ooooh”

- ¿Qué tal campeón?

El niño no respondió, se limitó a continuar, mejor dicho, a pellizcar la nariz de Kevin.

- Últimamente está un poco desinquieto –me excusé.
- Bueno, eso podemos solucionarlo.
- ¿Cómo? –pregunté sorprendida y a la vez incrédula.

Kevin nos llevó a una tienda de instrumentos musicales y le compró a Ryan una guitarra. Era uno de los artículos más caros de todo el local, a pesar de ser casi una miniatura. Yo no me lo podría haber permitido en la vida.

- Me lo vas a malcriar –le dije mientras observaba a mi sobrino tocar sus primeras notas.
- Bueno, era una forma de auto-invitarme a tu casa, pero… si no quieres…
- Tu siempre serás bienvenido en nuestra casa, no hace falta que le compres nada a Ryan para visitarnos.
- Bueno, también tenía pensado comprarte algo a ti, pero no sabía cómo te iba a sentar así que… -me dijo con una sonrisa.

Salimos de los grandes almacenes aún charlando sobre Ryan y de mi trabajo como profesora cuando un numeroso grupo de fotógrafos nos asaltó. Kevin agarró a Ryan y le tapó la cara, cogió mi mano y comenzó a tirar de mí.

- ¿Estáis saliendo juntos? –nos preguntaron.
- ¿Es cierto que dejaste a Danielle por ella?
- ¿Qué opinan tus padres de que hayas roto tu promesa?
- ¡¡Qué!! –gritó sorprendido Kevin.
- Nos han informado de que has reconocido por fin a tu hijo y os casáis en septiembre.
- ¡Esto ya es el colmo! –Kevin me agarró más fuerte aún y salimos corriendo hasta donde estaba mi coche.

Kevin se puso al volante mientras yo calmaba a Ryan, que se había asustado por la repentina persecución.

- ¿Dónde estáis? –preguntó Kevin arrancando el coche.
- Donde tú nos dejaste para ir a ver a esa artistilla –dijo la voz que quise reconocer como la de Nick. Kevin carraspeó fuerte-. ¿Estás con ella?
- Sí, y ahora voy conduciendo su coche, tratando de despistar a una veintena de periodistas.
- ¿Os ha pillado la prensa? –se escuchó a Joe al fondo.

El ruido del motor no me dejó entender muy bien lo siguiente que nos decían sus hermanos, pero seguramente no era nada bueno.

- ¿Adónde vamos? ¿Por qué tiras por aquí? –le pregunté mientras dejábamos atrás la entrada de mi calle.
- Necesitamos un lugar en el que escondernos unas horas. Vosotros estáis bien, ¿no? – Preguntó mirándonos por el retrovisor -. Siempre los tengo encima, son como buitres.
- No te preocupes, amorcito – bromeé para rebajar la tensión que pudiese tener -. En cuanto nos casemos, nos vamos a vivir a una isla desierta, paradisíaca si puede ser. Así por las noches en vez de vislumbrar el cielo negro de la ciudad provocado por la contaminación, podré observar con total claridad las estrellas, incluso contarlas. Y pintaré a la luz de la luna con el viento jugando con mi pelo. Y puede que por fin vea por primera vez en mi vida una estrella fugaz.

Al parecer surtió efecto, porque acabó estallando en unas sonoras carcajadas que adoraba escuchar.
Con las bromas se despistó un poco y dio un volantazo para no estamparse contra un buzón.

- ¡Auch! –me quejé al chocarme contra la puerta.
- Lo siento.
- Ya los hemos despistado, no hace falta que corras como si condujeras el coche fantástico.
- Tienes razón, discúlpame.
- Disculpas aceptadas – sonreí y supe que había interceptado mi gesto por el retrovisor.

Seguía sin saber a donde nos dirigíamos, pero él parecía haber tomado la decisión. No estábamos dando vueltas por la ciudad como tontos en una feria, ni se exasperaba precisamente al no saber dónde ir. Aparcó en un callejón un poco oscuro para mi gusto.

Estábamos justo al lado de un edificio que parecía bastante antiguo. Kevin salió del coche e introdujo las llaves que se había sacado previamente de la guantera del coche, en la cerradura de una puerta metálica.

- ¿Vas a quedarte aquí? –me preguntó abriendo la puerta del coche.
- No… claro que no…

Cogió a Ryan en brazos porque él se lo pedía y después bajé yo.

Los tres pasamos por la puerta. Estaba oscuro, pero no parecía ninguna nave abandonada, ni un trastero. Kevin dio un golpe para que la puerta se cerrase y levantó una palanquita de un cuadro de luces descubriéndose así lo que había en aquél lugar.

awwwwww
me encantooooo
la noveee :D


SIGUELAAAAAAAAAAAAAAAAAAA

NO NOS DEJES ASIIII T.T

wwwwwoooooooowwwwww
y ke es lo ke hayy aaaahh
Ryan es nuestro hijoo jajajaj me encatooo siguelaaplisss!!!

siguelaaa xfiis!!!

amo tu nove =D

Siiguee!

:O nuevaa lectoraa!!
Siguee!! me encantoo!!!!
Porfaa siigue!!

siguela!!!

[b]
NUEVA LECTORA!!
hola ^^ me encanta... me encanta

Siguela :bounce: