Sentimientos Mutuos[Logan Lerman] Terminada.

- ¡Cielo! ¡¿Esta todo bien ahí arriba?! - pregunto su madre desde abajo.

Justo cuando ella iba a hablar sobre la mujer chocolate, ella levanto el dedo índice, indicándole que no fuera por el camino que iba a seguir.

- ¡Esta todo bien! - contesto sin poder quitarle los ojos a la mujer - ¿Quien es usted y que hace aquí?
La mujer lanzo una risotada por la expresión que la castaña tenia. Madison volteo a su puerta fijándose que nadie entrara.

- No te preocupes, cariño. No me pueden escuchar ni ver - se encogió los hombros con indiferencia - Mi nombre es Sabina, soy la estrella fugaz a la que le pediste el deseo, linda - contesto con orgullo.

Madison la miro incrédula de sus palabras. ¿Enserio una estrella podía convertirse en una persona? Si, como no. ¡Tan idiota no era! Debía ser un maldito sueño ¡Eso era! Un sueño de los tantos que tenia para poder estar con Logan, para no sentirse menos dolida de la realidad. Era un miserable sueño.

- Ya esta, voy a despertar - dijo cerrándolo los ojos con fuerza - ¡Despierta, despierta! - exclamo segundos después. Pero nada sucedía.

Sabina lanzo una gran carcajada de nuevo y se acerco a ella palmeándole la espalda.

- Chica, no es un tonto sueño ¡Es real! ¿Querías una oportunidad con ese bombón? Listo ¡Ahí la tienes!

- Esto es un sueño - repitió sin poder creerlo.

- Enserio, no lo es - respondió la mujer seria - Y será mejor que te apures, llegaras tarde a la escuela - y dicho aquello, se convirtió en una pequeña luz blanca y desapareció de repente.

¿Que demonios había pasado? ¿Acaso se estaba volviendo loca? Lo único que pensó en sus palabras, es que tenía razón. Llegaría tarde a la escuela. Al bajar las escaleras poco a poco, comenzó a pensar que en realidad no era un sueño ¿O si lo era? Su mente siguió la batalla hasta que se sentó en el desayunado a tomar su desayuno.

Sus padres la miraron de arriba abajo comprobando si no era un sueño lo que presenciaba ¡Su hija se había vuelto completamente algo que no era! Muchos le decían que era Dark, Punk, o Emo, pero Madison no era nada de eso. Era tímida, divertida y buena amiga. Esas tres palabras para definirla perfectamente.

Se despidió con un frío saludo levantando la mano mientras tomaba unas tostadas con mantequilla que había hecho su padre para ella. Salió de su casa aun comiendo una de las tostadas y dos en la mano. Era un poco temprano aun pero siempre le había gustado llegar antes y más si quería encontrarse con Logan lo antes posible. No sabía como haría para hablarle, antes no se había atrevido a hablarle, conocidos tenían algunos pero no muchos. Logan antes solía ser reservado y antisocial cuando Sheila se lo presento. Aun no entendía que era lo que Logan le había visto a esa chica para ser tan abierto con ella.

<< Si ella pudo lograrlo, entonces yo también >> se motivo a ella misma. Espero el autobús en la parada mientras se colocaba sus auriculares correctamente mientras la música comenzaba a sonar. Subió el volumen al máximo al subir al transporte que la dejaría cerca del colegio. Se sentó como siempre en los de atrás donde estaba reservado su lugar por los años seguidos que estuvo allí sentándose.

Miro por la ventana observando todo el paisaje del recorrido que veía diariamente. Junto sus manos con fuerza intentando ignorar a Sheila que estaba tocando su hombro para captar su atención. Su "amiga" ya cansada le saca un auricular bruscamente de su oreja y de inmediato Madison le fulmina con la mirada.

- ¡La próxima vez no lo tendré que hacer si me dieras un poco de tu tiempo! - se defendió Sheila.

<< Nada me gustaría desperdiciar contigo, ni mi valioso tiempo >> replico para sus adentros, pero no se atrevió decirlo. Se armaría una gran discusión y no estaba de ánimos para aguantar las absurdas historias que luego Sheila inventaría.

- ¿Necesitas algo? - pregunto con un suspiro.

- ¿Hiciste algún machete para Literatura? - contesto con otra pregunta - No estudie casi nada y no entiendo nada de nada.

- No lo hice - respondió Madison lo más amable que pudo - Es mas ni siquiera estudie - dicho esto volvió a mirar hacia la ventana.

- Esta rara - comento Debbie uniéndose a su charla.- Tu pelo, tu bolso, tus ojos delineados y ¡Wow! Tu ropa ¿Hay algo que deba saber?

Debbie era la mejor amiga de Madison desde primer grado estuvieron hasta en esos momentos. Pero algo las estaba separando demasiado; Sheila. Debbie contaba todo a su nueva mejor amiga, y cuando es todo también los secretos de Madison. Desde que supo aquello perdió la confianza en ella, y jamás le contaba nada. Debbie no era tonta, siempre sabía que cuando Madison evadía un tema o simplemente cambiaba algo de su personalidad algo sucedía, y sabía también a que se debía la falta de desconfianza, aun así le dolía.

- Nada - contesto ella cortante - Son cosas mías.

- ¿Acaso no puedo saberlo? - inquirió - Soy tu mejor amiga.

- Aja, pero hasta las mejores amigas tienen secretos - replico con tal brusquedad que Debbie bufo y se dio la vuelta para marcharse lo más lejos de Madison.

Sheila como siempre la siguió. Tal vez no debió tratarla así, pero Debbie no pararía hasta saber la verdad, y esa verdad llegaría a los oídos de su enemiga por desgracia. Luego tendría tiempo para explicarle sus razones de tantos misterios. Coloco la siguiente canción ya que la que estaba pasando le aburría un poco, amaba esa canción llamada "Crazy" De Taylor Swift, le hacía recordar tanto cuando había por fin conocido a Logan que se había vuelto su favorita. La cantaba siempre y hasta soñaba grandes veladas junto a su amado con esa canción de fondo.

Soltó una risita tonta al recordar las bromas de Logan que a veces hacia. Podía ser muy serio a veces pero cambiaba rápidamente a una persona que hacia chistes malos y luego volvía a ser el de antes. Un punto más para Logan en su lista de lo que más amaba de él.

Salió de sus pensamientos cuando sintió que el autobús había parado bruscamente. Salió antes de sus amigas y camino hasta abajo de un árbol que había en la entrada, saludo con la mano al principio a mucha gente que la conocía. Al llegar abajo del árbol se sentó al lado de su otra mejor amiga Rouse, la cual estaba con su cámara sacando fotos. Realmente tenía un ojo espectacular para hacer bellas imágenes y luego editarlas.

Al principio, Rouse se sorprendió el cambio de su amiga pero luego le sonrío en forma de aprobación. Rouse era un poco más alta que Madison, con el cabello rubio y ojos chocolates, y siendo la muchacha mas hermosa de la preparatoria.

- ¿Qué onda? - pregunto frunciendo el seño - ¿Una total revolución?

- Si quieres llamarlo así - contesto encogiéndose los hombros - ¿Acaso no te gusta? - pregunto divertida.

- Cool - respondió sonriendo.

- Meen - canturreo Madison y de inmediato lanzaron una carcajada al aire.

- ¿Estudiaste para Literatura? – pregunto la rubia enfocando con su cámara un punto a lo lejos.

- Oh... bueno… humm…

- Así bajaras la nota – le reprocho divertida su amiga – Oye, mira que lindos que son Mía y Aaron – bajo su cámara y señalo con el mentón donde se encontraba la pareja abrazada.

Madison sonrió a sus amigos. Aaron y ella habían sido compañeros en clases y casi siempre eran emparejados para hacer trabajos, poco tiempo se volvieron amigos, y así fue como este le presento a su novia, hacia ya dos años.

- Ojala todas tuvieran un amor así – suspiro con anhelo, anhelo de que Logan la amara.

- ¿Hasta Sheila? – levanto las cejas Rouse.

- Hasta ella – rio la castaña, deseando que Sheila cambiara su actitud y tratara de ser mejor persona, que buscara a alguien que la ame. O por lo menos, que fuera digna de Logan Lerman.

- ¡Solo un deseo a la vez, chica! – escucho a Sabina que apareció a su lado. La castaña se sobresalto pero al instante volvió a reír.

A decir verdad, Sheila toda su vida no había sido tan egoísta y mentirosa. Solía juntarse siempre con Madison, Debbie, Rouse, Lucy y Mía, contándose miles de secretos y compartiendo piyamadas hasta la madrugada. Solo que luego del divorcio de sus padres y la muerte de su querido abuelo, sumándole las malas amistades que comenzaba a tener, cambio radicalmente, provocando choques fuertes con Madison.

- ¿Te enteraste que Dean le pidió una cita a Lucy? – comento la rubia mientras ambas se incorporaban y comenzaban a caminar hacia sus casilleros.

- S-si – tartamudeo. Había olvidado que su amiga pelirroja ese año había comenzado a tener un romance con Dean Collins, el mejor amigo de Logan. - ¿Cuándo?

- No lo se – se encogió los hombros – Creo que era algo así como un parque de diversiones.

<< Así que un parque de diversiones… >> pensó con tristeza, como le hubiera gustado que el la llevase a uno en una cita.

- ¡Mira! Es Josh Hutcherson – sonrió emocionada la castaña.

- Madison, lo vemos todos los días – miro confundida a su amiga. Luego volteo su mirada hacia el, quien estaba sonriendo y pasándose el balón de Football con sus compañeros. Si tan solo le pudiera contar a Madison sus sentimientos… – Ayer comentaste lo caliente que se veía con su corte nuevo…

- ¿Enserio? – abrió en grande los ojos Madison.

- Me estas empezando a dar miedo – rio la rubia – Y también dijiste que te gustaba.

- ¿Josh? – frunció el seño.

Comenzó a recordar, hasta que encontró la respuesta. Si le había gustado Josh, pero no hasta el punto de caer enamorada como lo estaba de Logan, además aquel año Josh se decidiría irse a vivir con su padre a Londres. Sintió melancolía y pena porque su amigo se fuera a vivir tan lejos.

Tras llegar a su casillero – e intentando recordar su vieja contraseña – tomo sus horarios y repaso. Se alegro al saber que su primera hora seria con su profesor preferido, en su materia preferida; Historia.

Se dirigió al baño antes de entrar, y le prometió a Rouse que llegaría antes que Hilgember, el profesor, entrara. De todas formas, si entraba tarde, el no la regañaría ni la castigaría. Era su alumna preferida con dieses en su materia.

- Chica, no se porque te vistes así. Pareces una muerta - comento Sabina apareciendo de repente.

Madison se sobresalto.

- Debes dejar de hacer eso - farfullo molesta y siguió delineándose - Además, no me queda tan mal - se defendió observando cada detalle en el espejo.

- Debemos hablar - dijo Sabina cruzándose de brazos.

- Llego tarde - replico Madison tomando su bolso cuando el segundo timbre sonó.

- Eso no es un problema.

La mujer chocolate chasqueo los dedos y el agua que salía de la canilla se paro al instante. Los murmullos y la campana dejaron de sonar. Madison se asusto.

- ¿Que hiciste? - pregunto aterrada.

- Pare el tiempo - contesto levantándose los hombros con indiferencia - Mira Madison. Hay reglas que debes seguir. La primera; debes actuar por quien realmente eres, no por lo que la gente cree que eres - dijo señalando con los ojos la ropa de la castaña. Ella se miro de arriba abajo, y luego bajo la cabeza avergonzada - Segundo; No puedes usar cosas del pasado, si sabes el número de teléfono, no lo puedes usar. Si sabes donde esta su casa, tampoco puedes ir allí ¿De acuerdo? Tercero; no puedes decirle a nadie sobre una estrella fugaz y blablablabla ¿De acuerdo? Mi compañero y yo no somos exactamente trabajadores, y la mayoría de las personas piden deseos estúpidos o no son lo suficientemente valiosas para que se cumplan.

<< Esto será difícil >> pensó la muchacha.

- Pero ¿Por que no? - insistió Madison cruzándose de brazos.

- Por que no esta permitido, linda - replico Sabina sonriendo - Anda, ve a tu clase antes que ese guapote te castigue - río de su propio chiste y Madison le agradeció regalándole una sonrisa. Al menos, no llegaría tarde.