Sentimientos Mutuos[Logan Lerman] Terminada.

Madison se despertó con los rayos del sol molestado su rostro. Gruño enojada pidiendo un poco mas de tiempo para dormir. Cinco minutos más pedía solamente pero su madre no se lo permitió. Le exigió levantarse con la excusa que era hora de ir a al escuela. Ella dio una pequeña risita. Por Dios, ¡Era verano! Aun quería seguir durmiendo y que dejaran de molestarla de una buena vez. Su madre le volvió a exigir. Madison echa una fiera, se levanto de golpe y tomo el calendario que había en su biblioteca sin mirarlo.

- ¡Mama mira que estación es! - exclamo molesta.

Su madre redondeo los ojos y miro el calendario, fijo sus ojos en su hija con indiferencia y bufo.

- Aja. Primavera ¿Lindo, verdad? – Dijo con sarcasmo - Ya rápido, sino se te va a ser tarde - dicho esto último bajo las escaleras.

Madison frunció el seño ¿Acaso era una broma de mal gusto? ¿Qué demonios sucedía? Su madre debía estar de viaje con su padre y su hermanito menor. Luego recordó bien su rostro, el pelo lo tenía largo, rubio y estaba vestida con su onda hippie. La madre de Madison aun no se resignaba que era bastante mayor, por lo que siempre cambia de look una vez al año probando cosas nuevas.

La cabeza de Madi daba vueltas y vueltas sin entender. Puso una mano en su cabeza intentando calmar el dolor que tenia. Comenzó a acariciarse el cabello y se dio cuenta que estaba algo largo y… castaño claro ¡Se había teñido el pelo al comenzar las vacaciones! No podía ser posible que se le fuera de la noche a la mañana. Miro el calendario aterrada y puso los ojos de plato al ver la fecha; 21 de Marzo del año pasado. De inmediato lo dejo caer y puso sus manos sobre su boca aterrada por lo que sucedía. Quiso gritar, llorar y patalear ¡No entendía nada! ¿Qué había pasado? Su cabeza comenzó a darle una fuerte puntada, hasta que todo se nublo, segundos después todo era negro. Se había desmayado, y solo escuchando una pequeña risita de una mujer cerca.

Despertó de nuevo en su cama, su hermano estaba a su lado preocupado como su padre también. Su madre entro a la habitación con un vaso de agua.

Madison tomo dos tragos de agua y luego lo dejo arriba de la mesita. Ya no se sentía tan mal pero estaba aterrorizada. Su hermano estaba más chiquito, con sus rasgos de niño y su pelo hacia atrás. Su padre tenía mas pelo y una tenia la barba. Realmente lo que suceda le asustaba.

- ¿Qué paso? - pregunto refiriéndose a los grandes cambios.

- Te desmayaste - contesto su mama dando una respuesta errónea a lo que su hija quiso decir - Tu hermano te encontró en el pasillo ¿Cómo te sientes? - pregunto algo preocupada.

- Bien, muy bien pero no se que sucedió - suspiro intentando controlar su agitada respiración.

- Será mejor que faltes hoy a la escuela - propuso su madre con una media sonrisa.

- Te traeremos el desayuno a la cama - dijo su padre levantándose de la cama de su hija donde estaba sentado.
- ¡No! Tengo una prueba muy importante y no puedo faltar - se excuso Madison, 21 de Mazo había traído su primer uno en Literatura, y solo por andar tonteando mientras miraba a… Logan

Logan. Sheila. Pizza. Llanto. Lluvia ¡La estrella fugaz! ¡Por Dios que tonta había sido al no pensarlo antes! Eso debía ser, esa maldita estrella realmente la hizo volver al pasado. Eso significaba una segunda oportunidad, para poder empezar de nuevo con el, para que haya un futuro para ellos dos y sin Sheila en el medio.

Según recordaba Sheila y Logan se habían conocido en Mayo, cuando finalizaba el semestre y por fin venían las vacaciones. Tenía dos meses para que no cruzaran ningún tipo de palabra ni de mirada. Tal vez si se proponía le conseguía un novio a su “amiga” mientras ella se podría quedar con Logan. Significaría que él no sufriría lo que sufría por ella, el no derramaría ni una lagrima por esa chica que no valía la pena. Madison estaba segura que lo cuidaría como si fuera oro, el más brillante y costoso de todo el mundo.

- Ya vallase por favor - le pidió a su familia mirándolos mal - Tengo que cambiarme si quiero ir al colegio.

- ¿Estás segura Madi? - pregunto su padre con un tono de preocupación.

- Totalmente - asintió con la cabeza cruzándose de brazos.

Cuando sus padres y su hermano al fin salieron por la puerta la cerró y comenzó a cambiarse. Aunque antes tenía un look digamos de una chica normal como todas, decidió vestirse como lo hacía en el presente y no en el pasado. Su personalidad había cambiado algo. La mayor parte de su tiempo pensaba en Logan y se deprimía que su única salvación era la música que escuchaba, cambio sus Jean azules por unos negros, sus remeras de colores por negras, rojas y blancas, y su cabello atado en cola de caballo con unos hermosos rizos a un lacio pelo largo suelto. Desde que se había enamorado de Logan y había sentido que el sufrimiento de él se había vuelto suyo también, era raro que la felicidad momentánea durara tanto. EL único que la metía en ese pozo y la sacaba era el mismísimo Logan Lerman del cual estaba completamente enamorada.

Se coloco una remera manga larga blanca y se puso una camisa a cuadrille negro con blanco que pertenecía a su hermano menor por dos años. Acompaño con unos convers blancos y unas calsas negras. Maquillándose de negro y planchando su cabello para deshacer los rizos, si parecía a la Madison del futuro.

Dejo de pensar largando un suspiro y guardo rápidamente las cosas en su mochila. ¡¿Cómo diablos usaba esa cosa con flores?! Saco todo de nuevo y camino una vez más al cuarto de su hermana. Su único bolso decente que ella usaría lo tenía su queridísima Natalie, acostumbrada a usar sus cosas y no devolvérselas. La encontró en la silla del escritorio y saco los cuadernos que había cuidadosamente sin hacer ningún ruido. Al fin ya en su cuarto con el bolso puso sus cosas adentro bajo las escaleras.

- Veo que aprendes rápido - comento una voz familiar detrás suyo.

Madison se sobresalto y lanzo un pequeño gritito. Era una mujer, de piel chocolate y de rizos cortos, era regordeta y tenía un conjunto blanco. Su sonrisa era algo burlona y sus ojos llenos de humor.