Once upon a time (Louis Tomlinson y Lila Tyler)

—¡No pidas que me calme, Niall, porque no lo haré! —me encontraba al borde del colapso, con la cara enrojecida y la sangre hirviendo.
¿Qué era este juego? ¿Alguna especie de pasatiempo sádico para hacerme sufrir? ¿O para volverme loca?
—Créeme, no lo haré —a pesar de que él lucía más controlado que yo –tirándome del cabello por no saber que sucedía con estas coincidencias., su voz temblaba, insegura y tan perdida como mi mente.
Me senté en el sofá, con las manos ocultando mi rostro. Debía pensar en frío, sí, eso tenía que hacer.
Maggie, Harry y Zayn, uno detrás del otro, como si fuera normal después de dos años encontrarme con ellos. Lo más extraño era la situación de Zayn, no habíamos hablado mucho, casi ni nos conocíamos, y de repente, cae la bomba y es mi vecino.
Pero, ¿por qué? Acaso podría ser que…
—Lila… dime que no estás pensando en lo mismo que yo —murmuró Niall. Lo miré a los ojos y super que sí, que ambos pensábamos que Louis estaba detrás de todo esto.
¿Con qué propósito?
—¡Lo voy a matar! —grité, descontrolándome completamente, sin soportarlo ni un segundo más. Me coloqué de pie tan rápido como pude y di zancadas hasta llegar a la puerta y abrirla violentamente.
—¡Zayn, escúchame…! —exclamé, pero me quedé en silencio al ver a… Liam.
—¡Ustedes quieren volverme loca, eso es lo que quieren! —comencé a chillar.
No, no, no, no. Otro más. Sólo faltaba Louis para que fuera la guinda del pastel. Lo busqué con la mirada a través del pasillo. Se estaba escondiendo, lo sabía.
—¡¿Dónde estás, Louis?! ¡No te escondas, sé que estás aquí, cobarde! —sentí los brazos de Niall aferrándome, calmando la locura que amenazaba con desbordar mi cordura.
—Lila, estás histérica, asustarás a los nuevos vecinos —dijo, sin olvidar marcar su acento, pero mil veces más relajado que yo.
Temblé contra él y de a poco mi cabeza comenzó a salir del shock.
Él no vendría, jamás lo haría, porque no le importaba y porque jamás le importé. ¿Qué motivos tendría para formar parte de esta locura?
Cerré los ojos, sopesando las lágrimas y el nudo en mi garganta y le indiqué a Niall que ya me podía soltar. Haría lo que él hizo y que me dijo implícitamente.
—Tienes razón, ¿qué impresión se llevaran de mí los vecinos? —dije con monotonía.
—Iré a buscar azúcar —Niall entró y me dejó a solas con Zayn y Liam, quemando heridas con sus miradas.
—¿Por qué azúcar? —preguntó Zayn.
—Oh, ya sabes, los vecinos nuevos siempre vienen a buscar azúcar.
—Pero Lila, ya nos conocemos, no creo que…
—¡Ya regresé! Espero que una taza sea suficiente —Niall volvió y casi les lanzó la taza por la cabeza. Liam la tomó desconcertado, y antes de abrir la boca para protestar, Niall agregó—: Bueno, un placer conocerlos, ¿cierto, cariño?
—Un verdadero placer. Si nos disculpan… —besé la mejilla de Niall con una sonrisa y entramos a las casa como una cariñosa pareja sacada de una película. Cuando la puerta se cerró y Niall le puso llave, suspiré más cansada de lo que llegué anoche.
—Esto es extraño, Niall —me lamenté.
—Ya lo sé, espero que se traguen la historia de que somos novios, así nos dejarán tranquilos, espero. Pero hasta el momento, seguiremos fingiendo que es la primera vez que los vemos.
—Sí, buen truco, gracias —le regalé una sonrisa angustiada, pero él me entendió.
—Ahora ve a vestirte, creo que tienes que estar en el trabajo en menos de una hora.
—Sí, papá —dije, y me encaminé a mi habitación para darme una ducha—. ¡Y le enviaré saludos Nat de tu parte, diciéndole que fue la mejor noche de tu vida! —frité y cerré la puerta de mi cuarto apenas oí los pasos de Niall, corriendo para atraparme.

(…)

—No tienes buena cara —fue lo primero que me dijo Nat cuando llegué a la tienda.
—Gracias —le respondí.
—No lo digo de mala, pero luces algo… trastornada, sí, esa es la palabra —lo sabía, pero los reencuentros reiterados por personas cercanas a mis más dolorosos recuerdos no eran mi fuerte, no en este momento.
—Bueno, en realidad, no importa mucho, ¿o sí?
Nat no respondió, no había mucho que decir al respecto. No había vuelto a estar con alguien desde que llegué a Londres, y tampoco me animaba la idea si al final, luego de tres meses, la relación terminaría como las demás.
Me sentí patética, como una pobre chica que respiraba por el chico que amaba y que por cosas del destino, él se había ido con otra mujer. Era como la estúpida adolescente de una novela, con la diferencia de que había perdido las esperanzas de volver con él y que no hacía nada para recuperarlo. No me arrepentía de eso, a pesar de saber el dolor que me causaba mi propia indiferencia.
—¿Cuándo sale la nueva colección “Primavera-azucarada”? —escuché de pronto. Ordenaba unos ganchos desparramados por el suelo, cuando vi unos costosos zapatos.
—Hasta que consiga otro trabajo —le dije a Harry. Me levanté del suelo y dejé los ganchos sobre la repisa, después los ordenaría.
—Si quieres te puedo ayudar con eso, en la oficina de mi padre les hace falta una asistente —enarqué una ceja.
—No creo que le venga una asistente con el cabello rosa.
—Eso es porque no sabes en qué trabaja mi padre —me cerró un ojo y vi un Harry distinto con el que hablé por última vez. El correcto y educado Harry Styles ya no era más que un desordenado y, por lo que aparentaba, renovado Harry—. Vamos, por los viejos tiempos. Te puedo arreglar una entrevista de trabajo, pero haz que el rosa vuelva, ¿sí?
—¿Por qué estás aquí, Harry? Primero Maggie, luego tú, después Zayn y Liam…
—Espera, ¿qué? ¿Maggie? ¿Y quiénes son Zayn y Liam? —demasiada información, y al parecer, Harry no estaba al tanto de eso. Por su reacción, supe que no mentía, seguro el mismo rostro puse cuando me encontré con todos ellos.
Pero eso quería decir que, entonces, no había nadie detrás de esto, ¿o sí? Porque si Harry no tenía idea de que me encontré con Maggie, y la verdad, es que nunca había hablado tanto como para recordar a Zayn y a Liam… eso quería decir que el destino me odiaba.
—Nada, Harry… Entonces, ¿qué decías del trabajo?
—¿Qué hacía Maggie Aquí? Creí que le habían dicho que no… —lo miré de soslayo, fulminándolo. Se calló y dejó la frase a medio terminar.
—¿Qué le habían dicho? —inquirí, suspicaz.
—Puedes ir mañana, yo te enviaré la dirección…
—No me cambies el tema, Harry Styles, dime, ¿qué está sucediendo aquí? No comprendo nada, ¿por qué de pronto aparecen todos? ¿Me lo puedes explicar?
—Claro que puedo, pero no debería.
—¿Por qué? —le dije, no iba a llorar, no iba a llorar.
—Lila, no llores —arghh, esto no estaba funcionando. Me limpié las pocas lágrimas con fuerza, seguro dejé mis mejillas enrojecidas, pero no me importaba, al parecer, estaba equivocada y Harry si sabía algunas cosas.
—Por favor, Harry, me volveré loca.
—De acuerdo, te contaré algunas cosas, pero sólo si vas mañana a la entrevista de trabajo y te tiñes el cabello de rosa otra vez, ¿vale? —estaba serio, como el viejo Harry, y eso me atemorizó. Creí que en cualquier momento saltaría y me diría que me parara bien, con los hombros hacia atrás y la frente en alto, pero como no lo hizo, asentí y le dije que me vería allí mañana.
—Bien, pero, ¿no podrías decirme algo ahora? Al menos para no comenzar a pensar que necesitaré encerrarme en un manicomio, no sabes el enredo que tengo en mi cabeza en estos momentos.
Se mordió el labio y pareció pensárselo por mucho tiempo, aunque sólo fueron segundos. Y cuando abrió la boca para decir algo, la voz de Nat lo interrumpió.
—¡Lila, el gerente, corre! —me estaba gritando desde el otro extremo de la tienda, y ambas sabíamos que el gerente nos odiaba por ser tan “chillonas”. Así que Harry se dio media vuelta y comenzó a marcharse.
Sin embargo, de la nada, se volteó por un momento y dijo algo, una sola palabra para darme una pista, y en el momento en que penetró en mis oídos y comenzó a apuñalar a mi cerebro a mi pecho, deseé no haberlo escuchado, porque la verdad dolía, y mucho más cuando no se esperaba o al menos se quería creer que no.
“Louis”, había dicho.

________________________________

Bueno, lo siento si desaparecí, pero tengo que decir que siempre estoy, el problema es que me paso sólo cuando mi email me avisa, y ahora no me llega nada /: culpen a mi email y a las notifiaciones del foro