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~~*The girls next door*~~ {Jonas Brothers} {Capítulo 18}
O W N :: Archivos :: Novelas Abandonadas
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Re: ~~*The girls next door*~~ {Jonas Brothers} {Capítulo 18}
Hola Itzza, no se si me recordaras soy Mari lectora de tu otra nove lamento no haber comentado antes pero bueno estoy por aqui como nueva lectora me ha encantado lo que llevas no dudo que esta novela sera grandiosa, pues escribes muy bien, espero pronto la continues...
cuídate mucho.
cuídate mucho.
-*Mari Rusher*-
Re: ~~*The girls next door*~~ {Jonas Brothers} {Capítulo 18}
NEEEWWWW REAAADEEER HAPPY HEEERRREEE
Como lo dice el titulo xD Soy nueva lectora & encerio amo esta nove & la otra!
amo como escribes siguela pronto los caps estuvieron mas que super!
Nαtαlíα.
Re: ~~*The girls next door*~~ {Jonas Brothers} {Capítulo 18}
Hola chicas. ¡Gracias por los comentarios! Me agrada tener nuevas lectoras a las cuales les doy la bienvenida... Bien. Por ahora, dejaré un capítulo más ya que mañana entraré de nuevo a la escuela, pero seguiré con esta tarea. Espero lo disfruten, cuidense mucho.
Te leeré después {username}
Capítulo 4
Narra Dani
Tras unas horas de soledad y de pensamientos, llegó mi familia entera. Mamá notó que iba algo mal conmigo, como siempre. Y quiso hablar conmigo…
--¿Qué te ocurre?
No podía mentir ni ocultar nada, así que mis palabras salieron disparadas y fue como si quisiera encontrar alivio con lo que había ocurrido el día de hoy. Me escuchó pacientemente y con el ceño fruncido, parecía procesar la información que estaba dándole.
--¿Qué me aconsejas?—pregunté al fin.
--No le demuestres temor a esas chicas—me dedicó una sonrisa que hizo que mi esperanza naciera de nuevo--, son unas envidiosas y quieren hacerte sentir miedo, no les des el gusto. Respecto a tus amigos… Pronto se darán cuenta de la verdad, y verás si son verdaderos o no.
--Gracias, ma.
--Ahora, come algo antes de ir a cuidar a Paulino.
¿No lo mencioné? Se me había olvidado que iba a ser niñera de un niño toda la semana de ocho a once de la noche. Al menos lo que iba a ganar, se iría pronto a nuestra inversión como banda.
Alejandra se encontraba en la computadora, reuniendo más información sobre nuestro caso, sobre los Jonas (no es una fan acérrima) y papá estaba en el estudio, haciendo algo sobre su trabajo.
Comí un sándwich antes de salir a la casa, al abrir la puerta, me encontré con Josy y Jony, ambos tan serios que me abrumaron por completo.
--Me sorprende que estén aquí—sonreí, nerviosa--. ¿Me acompañan a mi primera noche de trabajo?
--Seguro.
Hubo un silencio camino a la casa del niño al que cuidaría, hasta que entramos. La madre de Paulino era nutrióloga y amiga de la familia, Verónica. Vero confió en mí por mi carácter y prometió que me iría bien, me daría un buen salario. Dejó que mis amigos se quedaran a hacerme compañía durante un buen momento.
--¿Y ese milagro que me visitaron?
El niño se acercó a mí con un oso de peluche, lo abracé y le di un beso en la mejilla, se rio pronto.
--Ahora entiendo el por qué estabas tan rara ahora en la escuela—me comentó Josy con cierta culpabilidad en su semblante.
--¿Rara?
Pensé al principio que hablaban de Becca y Brenda intimidándome, pero no. Hablaban de otra cosa que comenzaba a darme problemas desde tiempo atrás, desde que comenzó.
--Busqué la historia completa de la demanda y los Jonas—admitió Jony--, y encontré que sales en la fotografía de las chicas y la banda.
--Lamentamos si dijimos algo que te hiriera, Dani.
¿A eso se refería mi mamá respecto a mis amigos? ¿Si iba a saber si eran verdaderos o no?
--¡No hay problema!—suspiré, enternecida por la escena. Habían indagado primero, para ver mi actitud y encontrar un por qué… Y se dieron cuenta que las cosas no habían sido como ellos habían pensado. Y me fueron a pedir perdón por ello. ¡Los amaba!
--¿Podrías contarnos cómo ocurrió todo?—exigió Jony, divertido.
--¡Jonathan!—le regañó Josy--¿Podemos ayudar en algo?
--Dudo que puedan. Nosotras estamos hechas un caos por todo esto—reí, ante el regaño impuesto. Paulino parecía cómodo entre mis brazos, pero lo bajé a la alfombra y le puse sus juguetes. Tenía que dormir a las nueve, así que tenía tiempo para cenar. Comenzó a articular palabras, más bien balbuceos que querían exigir, “galleta”.
--¿Cómo ocurrió todo?—preguntó Jony, más impaciente que nunca. Josy lo miró con exasperación y giró los ojos--. Por si hay que contestar entrevistas.
Me dio risa, pero la verdad es que eran mis amigos y no podía ocultar más cosas, mucho menos a ellos. Al igual que a mi familia.
--Bien. Cuando estábamos en secundaria, mi grupo de amigas y yo decidimos hacer covers sobre los Jonas Brothers—comencé, intentando resumir.
El día era soleado y la escuela estaba en su máxima expresión; la secundaria a la que asistíamos Jonathan, Josy, Renata, Itzel y yo era una escuela pública pero de hecho, parecía más un colegio que nada. El patio era amplio y las áreas verdes invitaban a sentarse en el césped. Generalmente yo pasaba tiempo con el grupo de niñas que, la verdad no estudiaban demasiado, y yo era la que generalmente tenía mayores calificaciones. Itzel se encontraba en un grupo de chicas que amaban a los Jonas Brothers, Renata y Mónica eran buenas amigas más sin embargo, no eran de nuestro grupo. Algo solitaria e independiente, siempre me había llamado la atención que no era tan apegada al grupo como los demás, no necesitaba la opinión de nadie ni necesitaba estar en compañía para sentirse bien, hablaba con todos y cuando se burlaban de ella, hacía caso omiso aunque en el fondo le dolía. Vaya que era algo diferente.
Claudia y Karla, así como Martha y Andrea, tuvieron problemas y quisieron meterme en ellos, pero realmente no tuve nada que ver. ¿Acaso tenía qué elegir entre compañeras, sin saber, quién era sincera? No tenía idea si ellas eran buenas amigas, a veces escuchaban por compromiso y apoyaban… Pero no era siempre. Decidí alejarme del grupo de ellas, por temor a salir con problemas. En ese momento, en el receso preferí quedarme en el aula, sola. Jamás pensé que mi momento de soledad me haría pensar sobre mis anteriores “amigas”. ¿Y dónde realmente iba a conseguir una? No tenía idea en ese momento de lo que iba a pasar conmigo y el año siguiente. La puerta del salón se abrió, Itzel entró riendo, posiblemente por algún comentario de Renata o Mónica, o por sus ocurrencias.
--¿Dani? ¿Por qué pasas tu descanso aquí?—preguntó sorprendida
--Quería pasar un tiempo a solas—mentí. Probablemente todos los de la clase sabían sobre los problemas de mi grupo, me sorprendía que ella no--, ¿y tú?
--Vine por un cuaderno para escribir un poco.
--¿Escribes?—pregunté aunque tal vez sonó irónico-- ¿Qué escribes?
--Suena raro—se sonrojó levemente--, pero escribo canciones. Y novelas.
¿Escribía canciones? No todo el mundo decía eso en voz alta por temor a lo que los demás dijeran, aunque me interesó en el momento.
--¿Qué lees?—preguntó, interesada en el libro que tenía en la butaca. Era uno de mis libros favoritos sobre cazadores obscuros. Era una saga de veinticuatro libros que eran bastante interesantes y un poco fuertes, sexualmente hablando. Pero independientemente de todo eso, creo que es algo maravilloso que nos unió; la lectura y los libros.
Desde entonces, comenzamos a hablar casi todo el tiempo e inevitablemente nos convertimos en amigas. Me mostró sus novelas y las canciones que guardaba para sí misma, incluso compartíamos el amor por los Jonas Brothers.
Renata y Mónica también eran buenas amigas, eran como un dúo dinámico pero Itzz y yo, bueno, nuestra unión era parecida. Mónica amaba a los Jonas y tenía un sueño, de conocerlos, al igual que nuestro grupo. Renata era una chica enamoradiza y hasta la fecha creo que lo es, y de los Jonas, a pesar de amarlos, cambió pronto a Justin Bieber, después al Chicharito Hernández.
Un día lluvioso, fuera de nuestro salón de clase, hubo una convocatoria para un concurso de música. En ese punto, Itzz y Renata me conocían bien y sabían que toco bien el piano y la guitarra, al igual que Renata toca la guitarra y finalmente Itzz, que tocaba bien la guitarra, el piano y poco la batería. Sería un buen pasatiempo si entrábamos, Mónica cantaba bien y podíamos hacer una banda…
Así fue cuando nacieron “The girls next door”, aunque al final, Mónica terminó por salirse ya que se alejó de Reny, así quedamos las tres.
--¿Y si mejor nos salimos?—preguntó Renata, más desanimada que nunca.
--No podemos salirnos, es un sueño y vamos a lograrlo—nos impulsó Itzz, intentando ser positiva.
--El problema es que no hay quién cante—admití. Miré a ambas chicas, jamás había escuchado cantar a ambas así que había posibilidad de que pudiéramos encontrar quién iba a cantar y quién haría los coros, quién tocaría ciertas partes y quién iba a abrir con algún tipo de agradecimiento--, a menos de que alguna de las tres se atreva.
--Puede ser, no podemos cantar tan mal—rio Itzz—aunque no tenemos la canción que cantaremos.
--¿Y si cantamos una de Justin Bieber?—sugirió Renata.
--Nos gustaría complacerte, pero no creo que nos guste la idea…
--Además, es gay—sentenció Itzz para hacerla enojar pero no lo logró en ese momento. Ni lo ha logrado.
Jugué con las teclas del piano de mi casa, mientras que Itzz con las cuerdas de la guitarra y Renata comenzó a cantar. Itzz y yo nos miramos, no cantaba mal, pero se desafinaba un poco y a lo mejor necesitaríamos ayuda con nuestras voces. Uno de los premios del concurso era lanzar a los ganadores en una disquera independiente, y apoyo con clases de música para mejorar. Era el mejor premio que podíamos pedir en ese momento y estaba segura de que en la mente de todas cruzaba la posibilidad de trabajar con los Jonas Brothers, abrir como teloneras y también, conocerlos. Lo más fundamental.
--¿Y qué dicen?
--Tenemos que mejorar nuestras voces—admití.
--Tienes razón, se me salieron varios gallos.
Miré a Itzz con la esperanza de que siguiera ella, pero tal vez me ignoró en ese momento.
--Itzz, canta—ordenó Reny, apoyándome.
--Yo no canto…
--¡Claro que sí! No seas cobarde, canta—pidió entre risas.
Abrió la boca para discutir, pero la cerró de pronto, como si se diera cuenta de que no era prudente ya que éramos dos contra una. Entonces, cuando abrió la boca de nuevo, fue para cantar “Can’t have you”, de los Jonas Brothers. Al principio le tembló la voz, pero eso no afectaba en nada para apreciar que su voz era parecida mi tipo, y que era dulce y suave, que no nos afectaría si cantábamos las tres. Renata abrió los ojos más de la cuenta.
--Creo que ya la hicimos—dije.
--¡Estás afinada!
--Falta Daniela, tenemos que oír que cante mejor—pidió, nerviosa.
Al cabo de un momento, también se dieron cuenta que podríamos cantar las tres sin problemas, que nuestras voces no significaban tanto problema, sólo teníamos qué practicar.
Itzz consiguió un espacio dónde ensayar la canción que íbamos a interpretar aquél día, cuidamos nuestras gargantas como si la vida se nos fuera en ello… Y la verdad era que sí. Al final, la canción fue “Trainwreck” de Demi Lovato, Renata simplemente quiso hacer los coros, intentando no fallar. Todas estábamos tan nerviosas, que parecía que nos íbamos a desmayar en cualquier momento, y lo peor fue que nos dejaron al último. En pleno patio escolar, pusieron una tarima y un toldo, siendo un escenario improvisado, las demás bandas ensayaban y los solistas que eran pocos, morían de nervios. Al principio, una banda se presentó cantando un tema de Guns n’ roses, cosa que la mayoría celebró. Otras chicas comenzaron a cantar temas de Haash, Julieta Venegas… Y la verdad es que no eran tan buenos como nosotras. ¿Verdad? ¡Claro que éramos de las mejores!
--Qué nervios—murmuró Renata, jugando con sus manos--, parece que tenemos competencia.
--No mucha—dijo. Iré a Itzz, y tomé una de sus manos pero resultó que estaba completamente helada, y temblaba un poco—. Nos irá bien, ya verás.
--No he cantado frente a muchas personas, chicas. No desde hace años…
--¡Sólo relájate!—dijo Renata igual o peor que nerviosa—No estarás sola, además cantará también Dani.
Sí, intentaba hacerla sentir mejor pero no iba a ayudar mucho porque estaría a un costado, tocando el teclado y también intentando cantar al mismo tiempo. Renata iba a tocar la guitarra, uno de nuestros compañeros había accedido a tocar la batería que estaba más atrás. Y respecto a Itzz… Iba a cantar. Casi sola.
El público estaba más aburrido cuando nos tocó subir al escenario, nadie nos presentó.
--¡Somos “The girls next door”!—se animó a decir Reny antes de comenzar a tocar.
Contamos “1, 2, 3, 4”… Y comenzamos a tocar. Itzz se quedó tiesa en ese momento, como si hubiera olvidado qué hacer. De un momento a otro, pareció captar que tenía qué cantar y comenzó, con la voz temblorosa… Mi voz casi no se escuchaba, la calidad de sonido no era muy buena que digamos. Renata había practicado demasiado, así que no tuvo muchos problemas al igual que yo, y terminé haciendo los coros, sin problema alguno. Itzz ganó más confianza mientras cantaba y a pesar de que casi nadie sabía la canción, comenzaron a aplaudir para darle mayor ambiente, estábamos animando a todos en ese momento. Nada podía detenernos… Itzz desafinó un poco, pero nadie lo notó. Al final, terminamos, como nunca. ¡Era lo nuestro! ¡La música era lo nuestro! ¡Al diablo la universidad! Nosotras íbamos a ser grandes, si Dios quiere.
--¡Gracias!—dijimos los cuatro, el chico de la batería nos guiñó un ojo, dándonos ánimos.
Bajamos de la tarima, esperando a que subiera el maestro de música para que nos diera los resultados.
--¡Nos irá muy bien!—les dije, para animarlas.
Temblorosa, Itzz tomó asiento en una de las sillas del costado de la tarima, y rompió a llorar.
--¿Qué te pasa?—preguntó Renata con preocupación.
--¡Es!… ¡Perderemos! ¡Por!… ¡Mi culpa!
Sonreí y la abracé, le dije que no era cierto. No íbamos a perder, no después de que cantó tan bien a pesar de comenzar de manera insegura, íbamos a ganar sin problemas. El maestro de música subió después de un momento, intentando sopesar para decir a quién iba a ganar. Dio unos golpecitos al micrófono.
El profesor Salvador era uno de los más queridos por todos, amable, especial y buen dibujante, aunque también, bastante atractivo. Estaba sonriendo, algo nervioso, como si temiera a cometer errores.
--Estuvo algo difícil la competencia esta vez—habló por fin, todo el mundo calló para escucharlo--, pero quiero felicitarlos por el valor que tienen al pararse aquí al frente para cantar y expresarse de una manera tan singular. Quiero felicitarlos porque al pararse aquí, son unos ganadores.
Era el momento decisivo. La chica que quiso ser solista y cantó la de “This is me”, nos miró desafiándonos, como si ella fuese a ganar. Pobre chica. Quería ver su cara… Renata la miraba también en desafío.
--El tercer lugar, le daremos a los chicos que cantaron “Sweet Child O’ Mine” de Guns n’ roses. Pasen aquí arriba para que tengan su propio reconocimiento…
Mis nervios acrecentaron. Mis manos jugaron con mi cabello, como si eso fuese a ayudar en las decisiones del profesor. Itzz parecía más inquieta, con la culpa sobre sus hombros, una culpa que no debía de tener.
--Ahora, el segundo lugar…
¿Y si no nos mencionaban en ninguno de los lugares? ¡Hubiera sido mejor tener un lugar a no tener nada!
--El dueto que cantó “Llegaste tú”, de Jesse y Joy.
Bien. Pronto anunciarían al primer lugar. Renata levantó a Itzz y nos tomamos las tres de las manos, como si eso nos trajera la suerte que necesitábamos en ese momento. Juro que todo iba más lento de lo normal, o era real y que el maestro la quería hacer de emoción.
--Y ahora, el primer lugar. El más deseado por el premio que es, grabación de una canción en la disquera independiente, y apoyo con sus estudios musicales por parte de la escuela “Alabriani”.
--Fue un placer trabajar y cantar con ustedes—dijo Itzz, sintiendo que el final se acercaba. El principio, más bien.
--El primer lugar, es para…--sonrió en nuestra dirección y sentí un alivio—“The girls next door” y el tema de “Trainwreck”.
Renata comenzó a gritar del gusto, y yo subí al escenario, jalando a Itzz de la mano porque parecía aturdida.
Y fue el comienzo de nuestra grabación del demo… La disquera pareció ver que teníamos talento y quiso firmar con nosotras. ¡The girls next door iban tan bien! El disco, el nombre, fue en tributo de nuestros ídolos.
Lo malo fue que no duró tanto como queríamos, aparentemente… Hasta años después.
Recuerdo bien el día que llegué de la escuela porque esa misma mañana, había estado cantando a todo pulmón canciones de mí banda favorita en el trayecto a casa, sin que me importase que me juzgaran como loca. Estaba de buen humor sin razón alguna cuando llegué a casa y Laura, mi hermana menor, me dio un sobre.
--¿Y eso?
--Acaba de llegar… ¡Ábrelo! ¡Quiero ver qué es!
El sobre blanco estaba dirigido a la disquera y al nombre de Daniela Gil, Itzel Flores y Renata Muñoz. Hice lo que mi hermana me dijo, y abrí el sobre con cuidado, ya que no tenía el remitente. Al abrirlo, saqué una hoja tamaño carta escrita en computadora y con el sello de Hollywood records.
“Saludos cordiales…” leí. Blah, blah, el resto eran formalismos que se escribían en las cartas de negocios. Lo más interesante fue:
“El sello de la empresa Disney, Hollywood Records y Sony Music convocan su presencia el primer sábado de febrero, a las cuatro en punto para la discusión de un tema importante sobre su disco “It’s about time”.”
Y fue cuando llamé a Renata para contarle todo lo ocurrido.
Jony y Josy estaban tan atentos que cuando terminé de contar, querían seguir escuchando. Paulino jugueteaba con mi cabello, mis interrupciones habían sido frecuentes mientras le daba cosas al niño. Era hora de darle un biberón para que pronto se fuera a dormir, o poner una caricatura para que se entretuviera. O jugar con él.
--¿Y fue cuando pasó lo de la demanda?
--Así es…
--Cuando conozcas a Nick, Joe y Kevin ¿nos traes un autógrafo?—pidió Jony.
--¡Claro que sí!
Las cosas quedaron aclaradas y prometieron estar hasta el final, para mí, como mis buenos amigos.
Por lo pronto, tenía que sobrevivir a lo que ocurría con las chicas pesadas de mi clase, lo cual me hacía estremecer. Si tuviera pesadillas, seguramente ellas aparecerían malvadas y frívolas, tal y como son para torturarme en mis sueños, el único lugar donde me dejarán en paz…
¡Pero por ahora, a encontrar a Nick Jonas!
ItzZaCraZyfan95
Re: ~~*The girls next door*~~ {Jonas Brothers} {Capítulo 18}
Ahhh! me ha encantado, me emocioné y todo.. xDDD OTRO ITZZ OTROOO!
Danne G.
Re: ~~*The girls next door*~~ {Jonas Brothers} {Capítulo 18}
Hola Chicas. Les hablo desde mi habitación, cansada después de un día de escuela, triste: las vacaciones para mí han terminado. Por lo pronto, espero que ustedes tengan una buena racha y disfruten el tiempo que tienen libre. Les dejo un capítulo más, donde narra Reny, Reny de Jonas. Cuidense mucho, las leeré pronto:
Itzz. ;D
Capítulo 5
Narra Reny
Narra Reny
Bien. Todo nos había agarrado en curva y mi empleo no me estaba ayudando mucho para mi sueño americano. Estúpido Joe, verás que el día que te fijes en mí, seré una tremenda despiadada a tal punto que te arrepentirás de haberme demandado de aquella manera tan absurda. Estoy segura de que los demás Jonas también tienen mucho que ver, pero a Joe le irá mal, estoy segura de ello.
Por mientras, las clases de inglés son mi único consuelo en lo que respecta a chicos. No podía pensar en los Jonas Brothers sin que llegaran a mi mente muchas ideas sobre el tipo de encuentro que íbamos a tener, como si fuese parte de las novelas que leía en línea. Todo esto iba a ser un desastre si no dejaba de emocionarme por ver a Joseph en vivo y tan cerca… Pero por un problema. Y eso me molestaba, porque me veía como una enemiga y no como una chica enamorada, o como una fan. No teníamos muchas esperanzas… Siempre había sabido que Itzz amaba a Joe igual que yo aunque no me discutía mucho. Probablemente lo hace porque me ama como su amiga.
Eran las cinco y yo empezaba a morir de sueño, era mi primer curso de inglés y me sentía lista para aprender y dispuesta a mantener una conversación con Itzz, Dani, e incluso con Joe, Nick y Kevin Jonas. Pero el profesor al parecer estaba tarde.
De pronto escuché que los demás callaron, como si alguien extraño hubiera irrumpido en el salón y tal vez así fue. Dejé de ver el póster de Javier Hernández que estaba en mi cuaderno y miré a un chico de al menos diecinueve años en el aula. ¿Ese sería nuestro maestro de inglés? Bien, no estaba mal… A decir verdad, es bastante guapo. Tez morena, cabello negro y estatura media, era bastante atractivo a mis ojos, y como una buena chica enamoradiza, daba en el clavo.
Justamente se presentó como “Héctor” y quedé hipnotizada por esos ojos cafés, que parecían brillar al explicar cosas que le apasionaban…
Por el momento, había encontrado algo más que me hiciera impulsarme para aprender inglés.
Cuando llegué al departamento, mi madre lavaba los trastes y parecía bastante cansada, generalmente llegaba cansada del trabajo y de la empresa en la que solía trabajar como secretaria de ambos turnos. Era madre soltera, mi padre nos había abandonado cuando yo tenía tres años pero la verdad es que no nos perdíamos mucho; según cuenta la leyenda, era un borracho y un flojo que no iba a ayudarnos mucho. Gracias a Dios, era única e intentaba no pedir tantas cosas para no seguir con los gastos.
--¿Cómo te fue, mamá?—pregunté, acercándome para darle un beso en la mejilla.
--Bien… El inventario es un lío, pero al parecer lo terminé pronto, más que la vez pasada—sonrió.
Esa mujer era tan fuerte, que tenía ganas de entrar a trabajar, dejar la preparatoria y comprarle una casa grande, dejar el departamento de una vez definitiva. Mi meta, siempre sería mi meta…
--¿Cómo te fue a ti?—preguntó.
--Bueno, las clases de inglés van bastante bien. Creo que para cuando vaya al juicio entenderé a los Jonas.
--¡Esa es la meta! Aún me cuesta creer todo lo que está pasando.
--Y que lo digas… Dani, Itzz y yo estamos todavía en estado de shock—ladeé la cabeza, recordando la cara de Dani al saber que estábamos demandadas. Tal vez porque ella misma sabía que su ídolo sabía que existía, al igual que Joe conoce mi existencia. La que pareció controlar más sus emociones y no pareció tan sorprendida, fue Itzel.
--¿Te ocurre algo?
Siempre le había tenido demasiada confianza, así que iba a contarle de la atracción que sentí hacia mi profesor. Sólo me ganaba por un par de años, y eso era un comienzo… Mi cabeza estaba dando vueltas, pensando en que me gustaba. Tan pronto y me gustaba.
Mamá movió la cabeza de un lado a otro, divertida ante mi perspectiva de la situación con mi profesor.
Era maravilloso hablar sobre temas sentimentales con ella, porque me aconsejaba en las citas y en los problemas, siempre estaba ahí, de manera incondicional para mí. Era mi mejor amiga, o algo así.
--¿Entonces, ya no amas a Javier Hernández?—preguntó, de manera divertida.
--¡Mamá!—giré los ojos al techo—Sabes bien que es el amor de mi vida, al igual que Justin Bieber y Joe Jonas. Pero son platónicos…
--Lo sé. Entiendo tu situación…
En ese mismo instante, su celular comenzó a sonar con la canción de “Burnin’ up”, debo de mencionar que ella es también fan de los Jonas Brothers y que ella misma es mi coro cuando canto en casa, es perfecta. Generalmente no recibía llamadas a su celular, ni si quiera nocturnas… Me sorprendió.
Su mejor amiga vivía cerca de nosotras, así que cuando llamaba era cuando se iba de viaje y tenía que platicar horas de problemas contenidos en su pobre pecho. Pero…
Mi madre se sonrojó al ver el número. La miré con desdén, esperando a que dijera algo en ese mismo momento.
--¡¡Contesta!!—le animé. Asintió, avergonzada.
--Buenas noches—dijo su madre al otro lado del auricular--, no esperaba que me llamara…
La curiosidad nació de inmediato. ¿Por qué se sonrojó? ¡El amor! Mi madre necesitaba salir con alguien y tener pareja, era necesario que no perdiera el tiempo y sola, con una hija descarriada como yo. Necesitaba el amor incondicional de pareja, cosa que yo podía darle y realmente hacía tiempo que no salía con alguien. Me alejé un poco para darle privacidad al momento y me metí en mi habitación. Por milésima vez, admiré mi habitación como siempre: Los posters en la habitación me hacían sentir mejor tras todo lo que había comenzado a pasarnos a mis amigas y a mí. El poster de los Jonas era de la película así que era uno de mis favoritos, porque se veía el empeño que le ponía al trabajo que hacen. One Direction también estaba ahí, también Justin Bieber. Javier Hernández me miraba esbozando una sonrisa que haría que cualquiera cayera a sus encantos… ¡Amo al Chicharito!
Encendí la computadora y esperé a que cargara el internet, me levanté de la silla y me asomé por la puerta. Mi mamá estaba pensativa, había terminado de hablar por teléfono y parecía mucho más consternada que antes.
--¿Quién era?
--El licenciado Romero—dijo, finalmente. Se sonrojó de nuevo.
--¿Te invitó a salir?
--No… Pero dijo que iba a venir temprano por mí mañana, últimamente ha estado pendiente de mi horario de llegada.
--¡Mamá tiene novio!
--No—me fulminó con la mirada, aunque podía sentir su nerviosismo.
--Bueno, pues ¿y por qué no lo invitas a cenar mañana, después del trabajo?
--Ay, Renata…--suspiró
--Yo hago la cena—sonreí
Me miró como si estuviese loca, y era un hecho que le gustaba aquél licenciado. ¿Por qué no? Me animé con la idea de tenerla feliz con alguien a su lado, entré de nuevo en mi habitación satisfecha y me senté frente a la pantalla de la computadora. ¿Qué podía ver a estas horas? A pesar de que mi ocio estaba vivo y no tenía tarea, entré a Facebook, con esperanzas de ver a alguien conocido. Dani no estaba conectada, Itzz se conectaría mucho más tarde… Así que entré en una página de fans de Javier Hernández con novelas súper buenas.
¿Y cómo andarán los Jonas Brothers? ¿Se preocuparán por el qué dirán? De la nada, me metí en una página de fans donde parecía tener todas las noticias respecto a ellos. Bien, busqué la demanda… Y bastaba ver que también las Jonaticas estaban preocupadas al respecto. La mayoría, eran mensajes de “malditas viejas”, nos odiaban algunas, al parecer porque estábamos logrando lo que casi nadie. Conoceríamos a los Jonas y no era la mejor manera, pero estaríamos cerca… ¿Acaso era mucho pedir apoyo? Nos estaban viendo como la peor escoria por plagio, cosa que nunca quisimos hacer; me sorprendió ver que a pesar de ser fans del mismo ídolo, del mismo grupo y banda, nos odiasen por conseguir llegar tan lejos. ¿No que ser Jonatica era una hermandad y que todas podíamos ser amigas? Bueno, al parecer ahí no había nada de cierto. No nos comprendían… Pocas chicas nos defendían, y les agradecí de corazón que vieran desde mi perspectiva, desde la perspectiva de “The girls next door”.
¿Hasta dónde íbamos a llegar nosotras? Estaba segura de que iba a ser una oportunidad para lanzarnos al mundo de la fama, a lalaland machine, como diría Demi Lovato, pero… ¿Qué tan lejos nos dejarían llegar? ¿Qué tan lejos queremos llegar? Puedo ver la preocupación en los ojos de Itzz cuando recuerda que estamos demandadas por nuestros propios ídolos, puedo sentir el miedo que tiene al no poder hacer nada ni cambiar la situación, tiene un coraje porque le dio amor a esos chicos y terminó por ganarse una patada en el trasero. Entendía bien el sentimiento, me sentía igual… Se preocupaba por las clases, al parecer había dejado a un lado el sueño de ser famosa para apegarse a su triste realidad, la realidad más común: entrar a la universidad. Yo no quería hacerlo, no quería, no quiero. Veo mi oportunidad ahora que la atención está sobre nosotras, podemos conseguir salir adelante y dejar aquellos problemas que surgieron. Daniela, parece más emocionada que nada, como si la esperanza de conocer a Nick Jonas fuese buena, como si al momento de verla todo fuera a borrarse y comenzar desde cero, tal y como las novelas de las páginas y blogs, esperanzada en que los Jonas la inviten a cenar esa misma noche y que todos sus sueños se hagan realidad. Dani es siempre la soñadora.
Entré en la cuenta de twitter de los chicos, pero parecía que no iban a comentar en público a las Jonaticas lo que ocurriría con nosotras. ¿Acaso el concepto de fans había cambiado cuando vieron el nombre del disco al igual que las canciones? Admito que no fue correcto utilizar las canciones pero no sabíamos que íbamos a tener el éxito que dicen, tenemos. Ni si quiera, pensábamos que iban a saber de nosotras… ¿No es mucho pedir que nos hayan contactado de una manera mucho más discreta y que nos explicaran todo sin una gran demanda que nos llevaría a la ruina? Generalmente esas demandas son por sumas millonarias. ¡Millones! ¿De dónde íbamos a sacar millones entre las tres?
Quise publicar algo en su cuenta de twitter o Facebook, pero no era una chica que causaría un alboroto, seguramente las demás se me echarían encima y causaría un desastre. Por lo pronto, todo tendría que transcurrir en un silencio incómodo que nos iba a llevar a una ruina.
Dejé la computadora prendida, y entré en el cuarto de mi mamá. Veía la novela de la hora, entonces me paré frente al televisor e hice que me viera, no iba a permitir que mi negativismo malograra el esfuerzo que haré para que mi madre sea feliz.
--¡A moverlas! Que tenemos ropa que elegir para mañana.
--¿Ropa?
--¡Tienes que estar guapa! Además, te ayudaré a maquillarte.
Esa noche, después de ayudarla a elegir un lindo traje morado a juego, me fui a dormir. Me metí en la cama con la misma ropa que usé en el día, esperando poder lograr dormir, pero las ideas y pensamientos me torturaban lentamente, como si quisieran hacerme su prisionera. Me limité a ver el techo, en la obscuridad que estaba haciéndome compañía. ¡Los Jonas Brothers son unos idiotas! Creo que tenía tantas ganas de insultarlos como nunca había intentado, pero a pesar de eso… Los amaba. Eran parte de mi vida, aunque la habían cambiado en tan solo unos minutos. Unos segundos…
Las cosas tendrían que solucionarse pronto para nosotras, todo iba a ir bien. Después de pensar como loca, terminó por ganar el sueño y dormí con tranquilidad.
El aroma a lluvia y tierra mojada me hicieron abrir los ojos, ahora mismo nos encontrábamos en el avión camino a Los Ángeles. Mamá iba con nosotros, gracias a Dios todo parecía normal… Al menos. Dani iba sumergida en un sueño profundo en el cual probablemente estaría Nick Jonas. Su amor hacia él era incondicional, pues cuando anduvo con Delta e hizo un escándalo, aunque se decepcionó… Lo quiso aún más. Bien, podía decir que yo ansiaba ver a Joe, pero la verdad es que no deseaba verlo de esta manera tan agresiva y absurda. Itzz parecía ir concentrada en el cuaderno, donde escribía con afán algo que podía ser una nueva canción o su propia perspectiva. ¿Cómo iba a reaccionar ella al ver a los chicos? Siempre los había amado con locura pero ahora mismo estaba segura de que estaba comenzando a detestarlos. De la nada, Kevin y Danielle caminaron del pasillo, tomados de la mano y pasaron por nuestro lado.
--¿No creen que es maravilloso?—preguntó Danielle con una sonrisa en el rostro—La ciudad de Nueva York les agradará. Podemos ir a Central Park.
--Será maravilloso, Danielle—respondió Itzz de pronto--. Yo creo que prefiero quedarme en el hotel.
No entendía a lo que se referían… Joe pasó por el mismo pasillo pero no se dignó a mirarla, más bien me sonrió a mí de manera que me hizo estremecer. ¿Acaso íbamos junto a los Jonas?
--Renata—dijo Joe.
Los Jonas estaban invadiendo mis sueños y eso no era justo. Salté lo más pronto posible de la cama, como si eso mismo fuera causa de los sueños bizarros que estaba teniendo. Le ayudé a maquillarse a mi madre, algo no tan exagerado para que no sospecharan las intenciones…
Salí tan pronto para ir a la escuela, lo que no me gustaba era que no estaba en la misma que Dani ni Itzz, así que ahora teníamos una vida por separado.
Me di cuenta que había un gran alboroto fuera de la escuela, me pregunté qué diablos estaba pasando. La mayoría de los estudiantes estaban intentando curiosear respecto… Y cuando menos lo esperé, algunos flashazos me dispararon a la cara.
“¿Qué hay sobre la demanda que interpusieron los Jonas Brothers? ¿Cuál es el plan que tienen cuando salgan de este problema? ¿Creen que quedarán con una buena amistad con sus ídolos?”
Ahora lo entendía todo. ¿Tanto revuelo causaba unas adolescentes demandadas? No supe si iba a contestar ahí mismo las preguntas, los demás miraban con curiosidad, saludaban a la cámara e incluso, querían responder varias cosas sobre lo que decían saber sobre “mí”. Entre empujones quisieron estar cerca de mí y yo entre empujones me intenté alejar justamente. ¿Acaso no era pedir privacidad? Vale, no era una súper estrella pero esto era falto de privacidad en la vida de una menor de edad. Ilegal.
ItzZaCraZyfan95
Re: ~~*The girls next door*~~ {Jonas Brothers} {Capítulo 18}
Me ha encantado Itttzy! y quedé con ganas de saber más sobre la vida de cada una de las demás chicas. Además saber que va a suceder!!!!!
Danne G.
Re: ~~*The girls next door*~~ {Jonas Brothers} {Capítulo 18}
Itzza me encantaron los capítulos estuvieron geniales espero pronto la continues
cuidate mucho
cuidate mucho
-*Mari Rusher*-
Re: ~~*The girls next door*~~ {Jonas Brothers} {Capítulo 18}
GUUUAAAUUUUU!!!!!!...
JEJEJEJJEJEJEJEJEJE!!!
ESTE CAAAPIISS ME DEJO PENSANDOOOO!!!!!!
BUENOOOO PERO AL MENOS CONOCERAN A OS JONAS Y SABEN QUE EXISTEN!!!
JEJEJE SIGUELA PORFIISS
JEJEJEJJEJEJEJEJEJE!!!
ESTE CAAAPIISS ME DEJO PENSANDOOOO!!!!!!
BUENOOOO PERO AL MENOS CONOCERAN A OS JONAS Y SABEN QUE EXISTEN!!!
JEJEJE SIGUELA PORFIISS
chelis
Re: ~~*The girls next door*~~ {Jonas Brothers} {Capítulo 18}
Hola chicas. ¿Cómo están? En mitad de semana de escuela, estoy aquí colandome para dejar un capítulo más y torturarlas menos. ¿Qué dicen? Por ahora... Las leeré pronto.
Capítulo 6
Narra Reny
Narra Reny
Dani e Itzz estaban sentadas en la sala de mi apartamento, el padre de ambas habían traído a sus hijas, respectivamente. Todas estábamos preocupadas por lo que había ocurrido en esa misma semana, todo lo que estaba ocurriendo en problema con los Jonas Brothers nos estaba cobrando factura. Itzz estaba molesta porque estaban preguntando a las personas que decían conocerla, respecto a su vida y su privacidad… Dani, bueno, no quería admitir lo malo, porque no veía malo que los periodistas nos estuvieran cazando, había algo peor y no quería decírnoslo.
--¿Algún consejo para acabar esto?—pregunté, decidida a acabar con nuestro calvario.
--Dejar de ir a la escuela—sugirió Dani en voz baja, a lo que me le quedé viendo al igual que Itzz. Toda su vida había amado ir a estudiar y pasar buen tiempo en el salón, jamás tenía problemas y no creo que las cámaras lo fueran--. ¿Qué?
--¿Te pasa algo?—preguntó Itzz arqueando una ceja inconscientemente, quería investigar sobre los problemas que la aquejaban pero a comparación de nuestra última reunión.
--Nada—negó de nuevo, insegura. No iba a presionarla, con el tiempo podría decir todo lo que pasaba por su mente en ese momento.
--Bueno… ¿Alguna idea?—pregunté de nuevo, desesperada.
Todas parecíamos estarlo en ese mismo momento, Dani simplemente se limitaba a mirar el piso sin articular palabras, esperando a que se le ocurriera algo. Itzel, por su parte, estaba bastante concentrada en lo que le pasaba a nuestra amiga aunque no podía dejar de descifrarlo.
--Nos están mareando—comentó, girando los ojos:--, mi padre se ha enterado al fin de la demanda.
--¿Qué te ha dicho?—curioseó Dani, conocíamos bien a su padre y no le agradaba mucho la idea de la banda.
--Me ha dado un regaño de los mil demonios—se rio, con nervios--: Me dijo que éramos unas locas y que era un plan que teníamos desde el principio, que no me iba a ayudar a salir de esta…
--¡Dios!—reí, ante tal sermón. En ese momento sentí que su padre estaba más preocupado que la madre de Dani, la mía y la de Itzz juntas, porque estaba exagerando las cosas—Debería de estar orgulloso, eres famosa.
--Parece que le preocupa.
Tenía ciertas sospechas sobre todo eso, pero no iba a decirlas ahora mismo, sino hasta después.
Mi madre no llevó al licenciado a cenar la noche que le sugerí, pero por un momento comencé a sentirme inquieta al saber que esa noche de sábado iba a llevarlo. Ella estaba mucho más tranquila que yo, así que le ayudé a arreglarse y a preparar pasta y lasaña, algo elegante que a lo mejor iba a dejarlo con el ojo cuadrado. Pero cada vez que me repetía que la de la cita era mi mamá y no yo, me daba risa. De un momento a otro, se me ocurrió llamarle a Itzz y pedirle posada en su casa, como era la hija única probablemente no habría problema y mi mamá estaría sola.
Tras llamar, me respondió la madre de mi amiga y después me la pasó. Parecía un poco agitada, como si hubiese corrido kilómetros.
--¡Claro que puedes quedarte!—exclamó, emocionada.
Me fui, avisándole a mi mamá sobre lo que iba a hacer. La idea parecía no agradarle mucho, incluso se sonrojó pero en ese momento no iba a arruinarle nada. Solo tenía que caminar una cuadra al camión para ir a su casa.
Pasé por la escuela de inglés y pensé sobre mi sexy maestro; ¿querían hacerme babear o aprender? Cuando me di cuenta, iba ilusionándome sobre las posibilidades que tenía con él. A pesar de ser pocas, todas parecían ser reales y esperanzadas, cargadas con kilos de esperanza. Bajé del autobús y caminé unos cuantos pasos hasta la casa de fachada color capuchino, y antes de apretar el timbre, Itzz salió con prisa y el cabello húmedo.
--Hace poco que nos vimos, así que… ¿Y ese milagro?
--Mi mamá cenará con un pretendiente, así que es mejor la privacidad…
--¡Qué bien!—sonrió, aunque no estaba convencida de su sinceridad.
--¿Regino está en casa?
--Sí.
--Ese hombre parece que va enserio.
--Es lo que más me molesta, Taty—confesó, y me abrió la puerta. La motocicleta estaba aparcada en la cochera en la cual, cabían dos automóviles.
--Mi mamá aceptó en que vinieras a dormir, fue muy oportuno porque quieren ir a bailar.
--Vaya que tu madre parece una adolescente.
Y lo era, ella era mucho más adulta. Al entrar en la sala, me di cuenta que la pareja de la madre de mi amiga era pedante y arrogante, parecía tener aires de grandeza.
--Buenas noches—saludé. Yo prefería al padre de mi amiga, era diferente… Era simplemente perfecto como padre, podía ser regañón y exagerado, pero si tuviese la oportunidad de tener un padre, sería como él.
Hubo un momento de tensión, la madre de ella comenzó a hablar conmigo mientras ella esperaba, intentando no hablar ni ver a Regino, era obvio que no le caía bien.
--Llamaré a Dani por si la dejan venir, también—comentó, pero no para pedir permiso si no para avisar de ello.
--Está bien. Las veo más tarde, muchachas.
¿Su madre iba a irse con ese vestido? ¿Y en moto? ¿Con esos tacones? Bien, no iba a comentar nada aunque sabía que compartía los mismos pensamientos que mi amiga. Quedamos perplejas cuando su madre subió a la motocicleta y el tipo arrancó, cerramos la puerta y estaba segura que estaba dolida por eso.
--¿Quieres que hagamos palomitas?
--No es mala idea, la verdad es que ni si quiera pude probar la lasaña que preparamos—confesé, mis tripillas rugían.
--Bueno, podemos pedir pizza—sonrió, con complicidad.
Mientras ordenaba con su celular, me pidió que llamara a nuestra mosquetera faltante, así que lo hice.
--¿Hola?—preguntó, extrañada.
--Buenas noches…
--¡Renata! ¿Qué haces en casa de Itzz?
--Urgencia con mi madre, tiene una cita—reí, ante su preocupación--, además le estoy haciendo compañía por toda una noche, su madre se fue con Regino.
Itzel giró para verme y sacó la lengua en desaprobación del novio de su mamá.
--Bueno, espero que todo eso tenga un buen desenlace.
--Te llamamos para que vengas a dormir y hagamos una pijamada, para olvidarnos de los idiotas de los Jonas y esos problemas que nos aquejan—dije, con seriedad.
--¡No les digas idiotas!
--Vale. ¿Vendrás?
--Pediré permiso a mi padre, pero no aseguro mucho… Si les llamo, es que voy a ir.
--Zas. Nos llamas pronto, nena.
--Bien… Nos vemos, espero pronto.
Había un ligero cambio en ella, como si algo la estuviera lastimando y no quisiera rebelarlo a nadie, ni si quiera a nosotras. Tenía que intentar ayudarla antes de que pasara algo malo.
--¿Sabes qué tiene Daniela?—me preguntó Itzz colgando el celular—Ustedes se ven con más frecuencia, se me hizo extraña el día de hoy.
--Iba a preguntar lo mismo.
--Me preocupa—confesó.
--Si viene, haremos que hable.
--No podemos obligarla, Reny. Simplemente ella se acercará cuando necesite ayuda y espero que cuando eso ocurra, no esté lastimada.
--Tienes razón—dije, pensativa.
Esperamos la pizza, Dani no llamó en la media hora siguiente lo cual me pareció que no iba a llegar. La plática era algo profunda, era sobre mi atracción hacia el mismo profesor y respondió con madurez, no como las adolescentes tontas que solían reír por ello. Sonó una bocina, y nos asomamos: el padre de Dani la había traído y no nos había llamado, tal vez fue por la prisa de salir. El señor esperó a que saliéramos por ella, entrara a la casa y cerráramos la puerta. La pizza no tardó en llegar.
--Pensé que no ibas a venir—admití--. Creo que nos diste una sorpresa gigante.
--Eso creo… Me alegra que me hayan dejado venir.
--Bueno… ¿Quieren ver una película?—preguntó Itzz, prendiendo el DVD.
Por mi mente cruzó la idea de ver el concierto de los Jonas Brothers, Camp rock 1 y 2, también la serie… Ellos eran parte de mi mundo y no podía evitar hablar de ellos. ¿Cómo lo lograban ellas?
--¡El concierto de los Jonas Brothers en 3D!—gritó Dani emocionada ante la idea.
--Me gusta mucho la idea…
Pareció aborrecer la idea, como si no quisiera saber nada de ellos, ni tocarlos ni llevar las playeras. No la culpo.
Subimos a su habitación, donde había un catre que puso para dormir, ahora seríamos tres. Reconozco que el lugar había cambiado: los posters no estaban ni en las paredes ni en las puertas, mucho menos la lona gigante del concierto en 3D, el cojín que tenía de los Jonas ya no se encontraba en la cama… Y supuse que la ropa que tenía sobre ellos, debía de estar muy bien guardada. Abrió un cajón, donde pude ver muchos más artículos de ellos. Al parecer, quería desterrarlos de su memoria y su mente, por el momento: su cuarto lucía con las paredes desnudas.
--Aquí está—sonrió con una mueca que ni si quiera pude descifrar.
--¿Creen que sean tan lindos como dicen ser en las revistas?—preguntó Dani, aunque la pregunta iba más a sí misma que a nosotras.
--Si fueran lindos, hubieran hecho un trato sin tanto alboroto ¿no?
--Es cierto. Incluso nos hubiesen contactado de una manera diferente—completó Itzz--, tal vez nos hubieran llamado de manera pacífica, legalmente hablando.
--¡Qué bueno que lo mencionan!—exclamó, cambiando de tema.
Sí, aún nos hacía falta ayuda legal y a las que íbamos, no conocíamos hasta ahora a ninguna persona que pudiera ayudarnos sin que nos cobrara mucho por salir del país. Demonios… Si mi madre se hubiera recibido. Si mi estúpido padre no se hubiera cruzado en su camino… ¿Cómo podía lamentarme de haber nacido? Bueno, mi mamá hubiese tenido una vida mucho mejor, sin ser madre soltera, estando en una casa más amplia, con un marido y también, hijos sensatos. No como yo.
--¿Qué ocurre?
--Mi hermana Alejandra… ¿Recuerdan que aún no tenía su cédula profesional y que no podía ejercer como abogada?
¡La hermana de Dani! Cierto. Sin cédula no hay validez, y eso no iba a ayudarnos mucho si seguíamos así.
--Explica…--pedí con impaciencia.
--¡Le dieron su cédula!—exclamó, emocionada. Itzz y yo la miramos perplejas, esperando a poder hacernos a la idea.
--¿Cuánto va a cobrarnos?
--¿Estás loca, Pollita?—preguntó Daniela girando los ojos al techo—Planea hacer una práctica con nosotras, además podemos tomarnos una semana de vacaciones… ¿no?
--¿Semana?—pregunté
--Iremos a California. No todos los días se va a Los Ángeles…
--Tendremos que trabajar mucho más y pedir permiso, entonces.
--¿Cómo les va en su empleo, por cierto?—pregunté
--Soy una payasa—admitió Itzz con una mueca que nos dio risa.
--¿Enserio?—preguntó Dani, sorprendida.
Itzz era seria sin lugar a dudas y verla con maquillaje y ropa colorida no podía entrar en nuestra mente. No era ella.
--No te imagino…
Mi confesión fue seguida de una afirmativa de Daniela, que parecía mucho más feliz que en la tarde.
--Mejor no lo hagan.
Era demasiado tarde: la imaginaba dando saltos de un lado a otro, con un par de coletas y maquillaje colorido, pestañas falsas y largas con colores del arcoíris y la nariz roja… Con un overol azul y rosa, la blusa debajo de manga larga de color amarillo y con su terminación en rosa. Bien, comenzó a darme risa y casi me fulmina con la mirada.
--Vale, no soy tan graciosa—dijo, después de que Dani siguiera.
Las bocinas de una motocicleta sonaron por fuera de la casa, a pesar de que la pequeña llovizna.
--Yo iré—se levantó corriendo y tropezó a causa de las pantuflas, se rio y dijo:-- ¡Así camino!
Dani y yo nos carcajeamos durante un buen momento, fue cuando me quedé observando de nuevo.
--¿Sabes que cuentas con nosotras, verdad?
--¡Siempre!—respondió, como si no necesitara preguntar.
No quise seguir por entrar en su privacidad ni en su propia vida, inmiscuirme en los asuntos de los demás no era lo mío y nuestro pequeño grupo era así; respetamos nuestras vidas a menos de que alguna de nosotras quisiéramos que las demás intervinieran.
--No es pizza… Creo que será algo mojado—comentó, mientras se tocaba el estómago.
--No lo creo…
Al cabo de un momento, Itzz apareció con finas gotas de lluvia en su cabello castaño y sobre su ropa.
--Pizza de pepperoni
--Y hawaiiana—admitió, tocándose el estómago--. Creo que no hacíamos pijamada desde hace tiempo.
--No, no desde…
--Desde que salimos la secundaria—recordó Daniela, con la mirada llena de melancolía.
--Ya hace dos años y medio de eso.
--¡A ver el concierto de los tontos esos!—sonrió Itzz, aunque parecía no haber visto la película en meses porque se emocionó al igual que nosotras cuando comenzó.
Recuerdo muy bien cuando fuimos a verla al cine: Dani, Itzel y yo quedamos de ir a un cine aunque terminó por ser el último día que pasarían la película en aquél lugar. Itzz presionó a sus padres para que nos llevaran, y llegáramos a tiempo, el cine estaba casi vacío y todos entramos a ver el rockumental. Lo gracioso es que la madre de ella comenzó a gritar al unísono con nosotras, mientras que su padre permanecía sin inmutarse como si la retara a gritar. Obviamente no gritó.
Ahora que estábamos en su habitación, bueno… Fue como si realmente nos encontráramos de nuevo en el concierto: gritamos, cantamos, coreamos y hasta le grité “papacito” a Joe Jonas. Las demás respondieron con carcajadas, y me sentí maravillada porque en el fondo los seguíamos amando con esa locura que nos había caracterizado. Las fans latinas nos caracterizamos por el amor apasionado y cálido que les tenemos a nuestros ídolos.
--¡Amo a Taylor Swift en esa escena!—admitió Itzz.
--Sabes que no me cae muy bien.
--¿Sabían que casi golpea a Nick con la guitarra?—preguntó Dani.
--Me enteré por ahí, pero no fue en el concierto si no en otro.
--Así es…
Hablamos como antes: Jonas, pero la tensión de nuevo se acrecentó con los recuerdos de los últimos días. Fue cuando nos preguntamos qué íbamos a hacer.
ItzZaCraZyfan95
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