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~~*The girls next door*~~ {Jonas Brothers} {Capítulo 18}
O W N :: Archivos :: Novelas Abandonadas
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Re: ~~*The girls next door*~~ {Jonas Brothers} {Capítulo 18}
Oooh dios ;) MeegaaCaapp! Sigue pronto itzz
Nαtαlíα.
Re: ~~*The girls next door*~~ {Jonas Brothers} {Capítulo 18}
Hola Itzz me encanto el capitulo espero la continues pronto
cuidate y suerte
adios
cuidate y suerte
adios
-*Mari Rusher*-
Re: ~~*The girls next door*~~ {Jonas Brothers} {Capítulo 18}
OOOOOOOOOHHH!!! NO LO PUEDOO CREEERR QUE ELLAAS LOS VALLAAAN A CONOCEEEERRRR!!!!!!
AAII SIGUELA PORFIISS
AAII SIGUELA PORFIISS
chelis
Re: ~~*The girls next door*~~ {Jonas Brothers} {Capítulo 18}
AHHH por fin! Me ha encantado, estaba lleno de muchas emociones. Quiero saber que pasará ahora "Que me sucede" xD C: Espero con ansias el próximo capítulo.
Danne G.
Re: ~~*The girls next door*~~ {Jonas Brothers} {Capítulo 18}
Itzzzz! No es justo tenernos en tortura Ahhh Justo cuando se acerca el momentoo candente Tuntun!
Danne G.
Re: ~~*The girls next door*~~ {Jonas Brothers} {Capítulo 18}
Hola chicas, lamento mi tardanza pero la escuela me tiene un poco absorta. ¿Cómo les va? Con prisa, les dejo el próximo capítulo... Y los Jonas se acercan.
Capítulo 7
Narra Itzz
Narra Itzz
Bueno: aquí estoy de nuevo. Mis manos tiemblan un poco, como cada vez que entro a la escuela y mi cabeza también gira por actitud propia pues espera encontrarse con Alberto de una vez, sabía bien que no había nada tan inevitable como eso.
Había pasado las últimas dos semanas hablando con las chicas por teléfono, Renata me había contado del repentino enamoramiento de su profesor lo que me tenía preocupada por ella. Dani estaba bastante misteriosa, la sentía temerosa pero no supe nunca de qué. Las clases terminarían pronto para dar paso a las vacaciones de semana santa, lo cual me alegraba y a la vez, no tanto.
Por lo pronto, era el cumpleaños de Michelle (la de mi salón de clases) y el día martes tenemos clase de deportes pero el profesor no iba a venir para nuestra suerte. Me había concentrado en el papeleo de los documentos para salir del país, cosa que no era nada fácil y bueno, respecto a amor, mi querido señor Darcy. Suena patético, el punto en el que me encontraba era complicado. No quería entrar en un dolor nuevo para dejar atrás el pasado. Lo mejor de todo era que las vacaciones iban a servirnos para ir al maldito juicio y al fin, librarnos de este gran lío que nos traía varias incomodidades, Dani y Reny habían sido asediadas por varios periodistas, inclusive yo. Y era algo que ni si quiera había esperado o imaginado antes. El grupo de amigas del salón estaban bastante entusiasmadas porque ponían un gran letrero de colores, el cual les ayudé a pintar como media hora antes… Y Michelle se acercaba. Era mi momento para entretenerla en una banca con una plática que no había tenido en mucho tiempo.
--¡Hola Michelle!
--Hola—saludó, no tan alegremente.
--¿Quieres quedarte aquí? Nadie ha llegado a clase—mentí. Seguramente se debieron de dar cuenta para darse prisa.
--Pensé que habría clase.
--El maestro no llegó, así que la mayoría se fue a comer—dije.
--¿Y qué haces aquí?
--Gago no ha llegado…
Claro. Las cosas mejoraron cuando me percaté de que Antonio estaba sentado por el mismo pasillo con sus amigos, los cuales había visto anteriormente pero no les hablaba. La plática con Michelle fue más amena de lo que pude haber esperado, Bryan entró en la conversación (uno de sus amigos, incluso me metió a su conversación). En ese momento, creo que invoqué a Gago porque pensé en él. ¿Cómo no pensar en él? Comenzaba a mostrar un afecto que, parecía más que incondicional y me sentía agradecida por eso.
--Hey, Itzz—saludó, sacudiendo a propósito sus manos enguantadas. Usaba guantes blancos… En ese momento, me había olvidado de la conversación de Bryan y Michelle.
--¡Amo tus guantes!
--Yo también—me guiñó un ojo. Se quitó uno, y me lo dio.
La noche anterior había estado pintándome las uñas a altas horas, blanco y rosa. Terminaron siendo un asco y un guante blanco cambiaría todo, pues no tuve tiempo de despintarlas de nuevo por la prisa aunque casi nadie se fija en los detalles de mis uñas, puse el guante en mi mano izquierda.
De la nada, Antonio estaba ahí, con nosotros. Me saludó primero, era primera vez que me abrazaba (es una persona bastante afectuosa) y quedé aturdida en el momento en el que hasta las conversaciones que escuchaba no se quedaban grabadas en mi cerebro. ¿Qué me acababa de pasar? Había sufrido un lapsus de emoción. Al menos eso sentí dentro de mí.
--¿Sabes? Pensé que ibas a besar mi mano—comentó Gago a Antonio, fue lo que me trajo a la realidad y lo que me dejó perpleja. Recordé las conversaciones anteriores con él, había dicho que le hubiera encantado tener ADN de Antonio para hacer un clon. ¿Se me había olvidado decir? Ah, bueno. Gago es homosexual. Había dicho que Antonio le comentó que si llegaba a hacerse gay (lo cual todos dudan) lo consideraría… Y estaba emocionado ante esa idea. Observé la reacción impasible de Antonio, con una sonrisa tranquila como si todo hubiese sido una metáfora o un chiste leve.
--No tendría ningún sentido ¿sabes?—respondió, arqueando una ceja. No entendí cómo pude notarlo, tal vez estaba demasiado aturdida, inmersa o concentrada en él— No hay ninguna sensación porque llevas puesto ése guante, pero si yo hiciera…
¿Si hiciera qué? Noté que tomó mi mano descubierta, sin guante y con las uñas horribles y que sin ningún problema, besó mi mano. Cayó floja, sin ningún movimiento brusco pero aún podía sentir el calor de sus labios sobre mi piel, ardiendo. Mi corazón daba vuelcos y casi se quería salir de mi pecho, salir por mi diafragma y dejarme sin vida de inmediato.
--Si yo hiciera esto—continuó--, tiene mayor sentido.
Sentí el calor en mis mejillas más sin embargo nadie notó mi reacción porque estaban inmersos en una plática que para mí, no importaba después de ese hecho. En mi cabeza, comenzó a sonar la canción de los Jonas, “Love bug”. Una estupidez en mi lapsus—el cual iba a durar durante toda la tarde.
--Bueno… Tengo que irme en un momento—dijo con un aire distraído.
--Claro, nos vemos después.
Gago se despidió, yo también (de nuevo con un abrazo). ¡Hombre, este tipo iba a matarme! Y fue cuando caí en cuenta de que habían pasado al menos como veinte minutos desde que intenté distraer a Michelle.
--¿Michelle?
--Subiré contigo en un instante—admitió. Gago se marchó y dije que iría en un momento más con ellos. Primero tenía qué llevar a mi compañera…
Mi cara debía de ser de una boba babeando.
--Tu amigo tiene una voz tan diferente—dijo.
--¡Pero es mío!—respondí en un arranque de posesión que me hizo sentir como una tonta, pero… Así pasó. La asusté y accedió, aunque era en serio lo que decía debido a mi estado impulsivo.
Tomaron fotografías, y aparecí como distraída. Completamente. No podía evitarlo. Después de la pequeña celebración bajé, y me encontré con Gago, April y los demás. Incluyéndolo a él.
Durante un momento, estuve hablando con mi amigo mientras me hacía con el plumón que traía en la mano (ni en cuenta de donde lo tomé) escribía en letras chinas “Yue” (Luna) sobre mi piel.
En ese mismo instante, terminé por despedirme de Antonio como cinco veces y me vino a la mente la frase que mi padre me dijo una vez: “Los que se despiden demasiado, pocas ganas tienen de irse o de alejarse”.
--Bueno… No tendría qué despedirme—dijo con una sonrisa, después de haberme presentado a un amigo que, realmente, ahora no recuerdo su nombre--, volveré más tarde.
--Bueno—musité, asintiendo.
Ése chico era un misterio, y quería descubrir el lenguaje personal. Y bueno, en esos momentos de tristeza dije que sería conveniente ya que si lo descifraba a él, descifraría a Alberto. No fue así…
La mayoría de las clases fueron largas. Lo que menos me gustaba era la clase de inglés, a pesar de que lo hablaba bien por ciertas razones pero eran las dos últimas horas.
El profesor de inglés entró campante, con su chamarra de cuero y sus botas, sus guantes de motociclista y su mirada “penetrante” intentando intimidar a todo el mundo, sólo que si sostenías su mirada se ponía nervioso.
--Buenas tardes—saludó, con su voz ronca y no quise mirar hacia arriba pero sabía muy bien que me observaba.
¿Había mencionado que el maestro de inglés es Regino, el novio de mi madre? Era por lo que no me agradaba mucho, a pesar de que me trataba con mucho más exigencia que a los demás siempre insinuaba que yo estaba bajo su control y que tenía las medidas suficientes para ponerme en paz. Y yo soy bastante pacífica. Tras la breve explicación y los trabajos, me dejó salir antes. Una hora, para ser precisos y me sentí mejor ahí afuera que en el pequeño salón.
Bajé por las escaleras y caminé por el corredor hasta que me senté en unas bancas grises hechas de cemento. Por el mismo pasillo, logré reconocer a Antonio y sus amigos, pero preferí quedarme ahí. El celular comenzó a vibrar y el mensaje me hizo distraerme un momento, era de Renata. Decía que su madre estaba dispuesta a viajar con nosotras durante una semana entera para ir al juicio. Bien, mi madre no quería ir por sus vacaciones con Regino en las playas del país, en motocicleta y mi padre, bueno, no soporta a los gringos y aunque le preocupaba mi bienestar… ¿Comenté que comenzó a salir con la madre de Renata? Al menos estaríamos más unidas que de costumbre. Tras ahorrar un poco, nos ajustó para boletos de una aerolínea barata, un hotel de tres estrellas y nos arriesgaríamos a perdernos sin estar bajo el control de una empresa de tours. ¿Qué más daba? Los planes sonaban perfectos, al menos para mí. Andaría por el paseo de la fama, por Universal Studios aunque no iría a Disney ¿qué más daba si ellos mismos me demandaban? Sería parte durante un momento de un mundo (como la canción de la sirenita) diferente al mío. Inmersa en mi propio mundo, cuando me di cuenta Antonio estaba sentándose a un lado mío.
--¿Volviste?—pregunté, tontamente.
--Dije que lo haría—admitió con esa voz que hizo que perdiera mi propio auto control-- ¿No tienes clase?
--Salí antes…
--Vaya, debes de ser muy buena en la materia.
¿Realmente? No lo sé. Con tal de no ver la cara de ese tipo pedante era capaz de saltarla, como una vez lo hice con anterioridad.
--No tengo idea.
Bien… Comencé a tontear, a decirle cosas que ni si quiera podía evitar: Lo misterioso que era, lo bien que me caía y gustos musicales. Tal vez no debía de abordarlo de esa manera, pero como había leído sobre el lenguaje personal estaba haciendo o imitando los mismos movimientos que los míos, según una buena señal. Iba a decirme algo importante, al parecer.
En ese mismo instante pasó el grupo de Chiw, y con ellos, Tania. Saludó, y habló un poco con nosotros y se le olvidó lo que pasaba.
--Será mejor que vayamos a ver si está Gago—dijo.
Tania había estado para mí desde el semestre pasado, cuando ocurrió la larga y trágica historia con Alberto. Hablando con sarcasmo.
--¡Lo lamento!—dijo.
Era una persona que admiraba, siempre fuerte y… Siempre cerca.
--No hay problema—respondí, intentando sonar alegre pero al parecer mi momento de felicidad se había esfumado.
Y tal como esperaba, ya todo se había desvanecido… Pero lo que me molestó fue la burla de Tania y de Chiw. Me levanté para irme y se despidieron de mí, él de un abrazo (¡Diablos!) y salí a ver si mi padre estaba, pero no. Regresé, resignada y fue cuando lo encontré de nuevo.
--¿No te ibas?
--Aún no llegan por mí…
--Bueno. Yo tengo que irme justo ahora—admitió, dio un paso adelante y me abrazó en despedida. De nuevo. Al parecer era una persona que daba mucho afecto pero muy inseguro de recibirlo. Me sentí en el cielo. ¡Bendito día! El tirante de mi mochila de mensajero resbaló de mi hombro a mi brazo.
--Mi mochila…--me quejé. Estúpida mochila, arruinaste el momento.
--Bueno, te veré después.
Pronto se llegó la hora de que mi padre llamara, lo hizo, me despedí (de nuevo) y me fui a casa.
--¿Qué tal tu día?--pregunté
--Algo cansado—contestó--. Esta semana tengo unos cursos y no creo que pueda pasar por ti.
--No te preocupes, puedo irme en autobús.
--¡Claro que me preocupa!
Sabía que en el fondo, mi padre le tenía una tremenda desconfianza a mi mamá porque sus actos no concordaban con su edad y creo que si fuera él, estaría en la misma situación. Solo intentaba no lastimarlo más de lo que estaba, sé bien que todo le duele como si hubiera pasado ayer y no hace años. Aún no entiendo cómo es que tardó tanto en salir con alguien si ella lo hizo desde antes.
--Lo entiendo… Pero es hora que me sepa cuidar sola, papá.
La tristeza se reflejó en mi voz, entonces comencé a reír para intentar disfrazarlo.
--Sólo promete llamarme cada vez que puedas ¿quieres?
--De acuerdo.
¿Cómo no podía estar más de acuerdo a eso? Llegamos y gracias a Dios, hoy no estaba el pesado de mi profesor en casa. Mi papá se despidió de mí y entré sin ganas.
--¿Qué tal la escuela?—preguntó mi madre. Me dediqué a mirarla por unos segundos, como si quisiera descifrar qué ocurría en su cabeza. Me dolía su actitud, su mismo comportamiento. Aún me dolía todo, como a mi papá.
--Bien, gracias.
Toda la semana pareció ser igual de maravillosa como lo había sido el martes, mi padre se ausentó y realmente me hizo mucha falta. Lo extrañaba. Antonio nos presentó a Ryan y fue finalmente la última semana escolar. ¡Vacaciones!
Mis nervios acrecentaron el sábado, cuando Reny y Dani vinieron a casa que estaba vacía ya que mi mamá se fue a comer con Regino. Mi padre volvería hasta el lunes.
--Creo que lo único que ocurrirá es rezar de aquí en adelante—sugirió Dani.
Me dolía el cuerpo, ese día había tenido un evento infantil en el que los niños casi me quisieron seguir todo el tiempo. Me quité el maquillaje de la cara, pero mis coletas no me ayudaban mucho.
--¡Ya verán! Los enamoraremos—sonrió Renata con positivismo.
¡Seguro! Kevin Jonas estaba muy enamorado de Danielle y me encantaba verlos así, no dejaría que nada se interpusiera entre ellos (ni a Dani, que ama a Nick ni a Reny que ama a Joe, y mucho menos yo, que los amo a los tres), Joe aunque estuviera soltero, en el fondo estaba segura de que pronto conseguiría una flamante novia o iba a regresar con Demi Lovato. Nick, después de su relación con Delta y de estar soltero, podía tener una novia tan linda como Daniela aunque sólo deseaba que no se le ocurriera asaltar el sarcófago de nuevo.
--Seguro que lo harán—sonreí. ¿Qué importaba? No es imposible y se vale soñar. No privaría el sueño de mis amigas, por más realista que fuera.
--Lo haremos—dijo Renata--. Si Joe no me quiere a mí, te tiene a ti como opción que, creo es bastante buena.
--¡Dani se queda con Nick!—reí. ¿Yo plato de segunda mesa?
Esa noche, me despedí de ellas y me quedé en la soledad de casa. Haría las maletas dentro de poco.
Narra Dani
Me alegra estar fuera de la escuela por fin. No es que tuviera problemas con las materias, pero ya no aguanto las miradas ni esos secretos que dicen a mis espaldas, no aguanto ver el rostro de esas chicas juzgándome a diario. Quiero escapar ¿y qué mejor que las vacaciones?
Laura entró en mi habitación con un ánimo que podría ayudar a cualquiera, incluso se me olvidó un poco mi aversión a la escuela.
--¿Lista para conocer a Nick Jonas?—preguntó, entusiasmada.
--Claro, aunque le daré un buen escarmiento.
Guiñé un ojo y se rio ante mi comentario. Sabía que jamás le haría daño a ese chico, al contrario: si así me sentía avergonzada por el desastre que causamos.
--Cuando conozcas a Kevin ¿podrías pedirle un autógrafo para mí?
Extendió un disco que le había regalado, el favorito de ella era Kevin. Tal vez suena ilógico que una chica menor que yo ame con locura al mayor de los Jonas, pero tal vez era por su carácter tan alivianado e infantil en sus papeles.
--¡Claro que sí!—accedí. No podía negárselo a ella, aunque no comprendo por qué me lo pidió a mí en vez de Alejandra.
--Y recuerda, no son tan malos.
--Nunca lo han sido, nunca lo son.
Quizá mi perspectiva era muy diferente al de mis amigas pero más parecida a la de Renata.
--Entonces… ¿Me traerás algo de California?
--¡No te emociones, enana!
Mi padre y mi madre conocían bien a la madre de Renata, así que no había mucho problema porque le tenían cierta confianza. Mi padre trabaja durante la primera semana de vacaciones y tal vez, es el por qué de que mi familia no irá con nosotras.
--¡Le diré a Alex!—me sacó la lengua y fue corriendo a la habitación de nuestra hermana mayor.
En ese mismo instante, mi madre entró.
--Al parecer está emocionada
--¡También yo!
--Lo sé, pero creo que es hora de que hablemos lo que te sucede en la escuela, Dani—me sonrió.
No quería preocuparla tanto con ese tema, así que intenté persuadirla que no, aunque es bastante buena.
--Estoy bien.
--¿No quieres cambiarte de escuela?—preguntó
--¿No crees que es algo muy tonto?
--No, no lo es. Lo sabes bien.
--Lo hablaré después de este viaje ¿te parece?
Accedió, pero estaba segura de que tendría que encontrar la manera de resolver estos problemas o de hacerlos desaparecer. Enfrentarme a ellas. Bueno, intentaría hacerlo aunque no sé el éxito que tendré. Alex entró en la habitación con un par de trajes que la harían ver como ejecutiva.
--¿Cuál prefieres para el juicio?
--¿Con cuál de sientes más cómoda?—inquirí.
Miró el traje azul marino, después el morado y finalmente me terminó por ver.
--Con ninguno de los dos.
--¿No tienes otros?
--No. Me veo fatal con los otros.
--Llévate los dos, allá decides como te ves mejor.
Al parecer se sintió satisfecha por mi respuesta, pero había una pregunta que aún no me podía contestar ni sabía si la respuesta era correcta. ¿Cómo sería nuestro primer encuentro con los Jonas Brothers? ¿Hablarían con nosotras o se comportarían como unos divos? ¿Qué debía de ponerme para impresionar a Nick? Bien, esas preguntas podían ser alarmantes (incluso la más tonta) y la verdad es que ni si quiera podría dormir por pensar tanto en esos momentos que iban a venir más que pronto.
¿Renata estaría igual que yo? Seguramente pensaba en la reacción de Joe, o quizá Itzz estuviera igual aunque no lo demostrara mucho. Ni un poco. Los nervios siguen ahí. Tomé la guitarra que me habían regalado en navidad y la contemplé durante un buen momento: una guitarra acústica color vino, llamada Floyd (por Pink Floyd y el perro de Miley Cyrus, lo admito) que me había visto crecer, tocó las mejores canciones conmigo y siempre me daba suerte. ¡Siempre! Rasgué las cuerdas un poco y toqué una de mis canciones favoritas, esperando a que eso nos trajera calma, tras un momento la metí en su estuche. No importaba si se nos acababa el dinero llegando a California, estaba dispuesta a pararme en plena calle de Melrose para interpretar y estaba segura que las demás me apoyarían.
--¿No me digas que les harás competencia a esos chicos?
La voz de mi padre me sacó de mi estado meditabundo, un estado en el que no me había visto caer desde tiempo atrás.
--Creo que es lo que menos quería, papá.
--Al parecer eres una amenaza—sonrió--: Eso les pasa por quitarme a mi pequeña.
--¡Somos una amenaza!—respondí a su chiste, orgullosa.
--Ya sabes, quítale los fans y hazte famosa.
¿Realmente lo haría? No. No me gustaría dañarlos en absoluto y por eso sentía una culpa terrible por causar todo un alboroto ahora.
--Lo haría si no los amara tanto.
--Lo sé, es mucho pedir.
Reímos juntos, al parecer no sabía cómo desearme suerte o cómo despedirse temporalmente.
--Será mejor que tengas mucho cuidado con esos chicos, y también con ese país tan desconocido.
--Lo haré, llevo cosas para emergencias: botiquín, números necesarios y blah, blah…
--Si me llamas, soy capaz de ir por ti y regresarlas a salvo.
--¿Dándole el discurso a la pequeña?—habló Alex que estaba viendo la escena desde la puerta.
--Nunca está demás, Alejandra.
--¡Lo sé! Pero está con la mayor de todas—presumió—y la más lista.
--Más te vale que se cuiden mucho, Alejandra. Porque si te ocurre algo o a Dani, cree que tendrás un castigo de por vida.
Narra Reny
Cinco noches antes del juicio. Pasara lo que pasara, disfrutaríamos de una semana en California. Mis ojos por más que quisieran cerrarse no podían y moría de sueño, necesitaba relajarme… Mi mamá estaba de vacaciones así que por lo pronto, todo parecía estar bien. El teléfono comenzó a sonar, no esperaba a que me llamaran a mí.
--Renata, te hablan por teléfono—dijo con seriedad.
--¿A mí?
--¡Sí!
Tomé el auricular, como si temiera de que esto explotara, esperé un par de segundos antes de contestar.
--Buenos días—respondí
--Buenos días, hablamos de televisión azteca—respondió una secretaria--, permítame un minuto ya que quieren hablar con usted sobre algo importante.
¿Televisión Azteca? ¿La televisora?
--Gracias—musité y me quedé un momento muda. ¿La televisora? ¿Qué querían conmigo? Mi madre me miró con preocupación esperando a mi respuesta. La música que apareció de fondo era de la academia, así que no hice un esfuerzo en querer escuchar la letra.
La espera no fue tan larga, en un momento alguien respondió.
--Buenos días—dijo esa voz masculina que se me hacía muy conocida--. ¿Eres Renata Muñoz?
--Sí—respondí, temerosa e imprudentemente. Actualmente la situación en México no era tan segura y me sentí estúpida-- ¿se le ofrece algo?
--Hablo de Televisión Azteca—repitió--. Mi nombre es Sergio Sepúlveda.
¿Sergio Sepúlveda? ¿El de “Venga la alegría”? ¿El de “Difícil de creer”? Por Dios, si Itzz estuviera aquí me ahorcaría por no gritar, es su periodista favorito.
--Mucho gusto, señor—respondí, casi muda.
--El gusto es mío, Renata. He intentado localizarlas desde hace una semana porque sabemos bien que en una semana irán al juicio que les han programado—comentó. Vaya que estaban al pendiente de nosotras, comenzábamos a hacernos famosas. No encontraba si esto era bueno o malo, así que no dije nada y dejé que prosiguiera:-- queremos entrevistarlas antes de que partan, claro, sólo si aceptan.
--¿Entrevistarnos?—repetí, perpleja. ¿Entrevista? Por Dios. No podía llegar a ese punto…
--Tendría que comentarlo con mis amigas—respondí, en un acto de conciencia--, además nuestro viaje es directo y no llegaremos al Distrito Federal.
--Por eso no hay problema, hay dos corresponsales en Guadalajara por si aceptan.
¿Acepto? ¿No acepto? Estaba muy confundida y opté por el camino más fácil.
--Bueno, está bien.
--¡Me alegra mucho! ¿Les parece bien que las veamos en algún lugar especial?
--De acuerdo.
Tras hablar sobre los detalles, colgué el teléfono, pensando en cómo iba a explicar este arranque de locura.
ItzZaCraZyfan95
Re: ~~*The girls next door*~~ {Jonas Brothers} {Capítulo 18}
OHHHHH! Como pueden ser de diferentes las tres ah? xDD Increíble, espero el próximo caaap. Hay tanta emoción que no puedo canalizarla.
Danne G.
Re: ~~*The girls next door*~~ {Jonas Brothers} {Capítulo 18}
GUUUAAUUUU ESTARAN... BUENO NO... PERO PASARAANN EN VENGA LA ALEGRIAAAAAA!!!!
AAAII HABLO CON EL SERGIOOOO!!!
AAAIIIIIIII
ES UNO DE MIS PROOOGRAAMAAASS FAVOOORIIITOOOSSSSS!!!!
NO O PUEEDOO CREEEEEERRRRR!!!!!!
AAAII PON OTROOO
AAAII HABLO CON EL SERGIOOOO!!!
AAAIIIIIIII
ES UNO DE MIS PROOOGRAAMAAASS FAVOOORIIITOOOSSSSS!!!!
NO O PUEEDOO CREEEEEERRRRR!!!!!!
AAAII PON OTROOO
chelis
Re: ~~*The girls next door*~~ {Jonas Brothers} {Capítulo 18}
Que Cap :3 Itzz Como Siempre me sorprendes Revelador :3 Sigue pronto!
Nαtαlíα.
~~*The girls next door*~~ {Jonas Brothers} {Capítulo 8}
¿Cómo están? ¿Intrigadas? Bueno, creo que me ahorcarán porque escribo insulto tras otro para estos chicos... Así que digo: es parte de la trama. Ahora... Haré un anuncio inecesario, pero importante para mí de cierta manera.
Cada año en mi ciudad se hace un evento llamado "Feria Internacional del Libro", en Guadalajara. Esta vez, hay un concurso para jóvenes que quieran escribir y esta vez entraré en el concurso. Espero poder darles buenas noticias sobre alguna publicación mía en algún libro, deseénme suerte.
Cada año en mi ciudad se hace un evento llamado "Feria Internacional del Libro", en Guadalajara. Esta vez, hay un concurso para jóvenes que quieran escribir y esta vez entraré en el concurso. Espero poder darles buenas noticias sobre alguna publicación mía en algún libro, deseénme suerte.
Ahora, les dejo el capítulo siguiente. Las leeré más tarde...
Capítulo 8
Narra Dani
--¡¿Qué pasó qué?!—respondió Itzz más emocionada que nunca.
--Una entrevista—repitió Renata con paciencia.
--Con Sergio Sepúlveda—agregué, para emocionarla mucho más. Faltaba poco para el viaje, y vendrían mañana a entrevistarnos a casa de Itzz, quizá porque su madre no estaría trabajando.
--Y Tábata Jalil.
--Bueno… ¿No creen que sea perjudicial para nosotras?
En cierta manera, podíamos vernos como unas aprovechadas para nuestra fama, pero en sí, podíamos cambiar el concepto que tienen sobre nosotras en ese mismo momento.
--Nos puede ayudar.
--¡Ahhh! Conoceré a Sergio Sepúlveda…
Bien. Al parecer se emocionaba más por un periodista que por los Jonas. ¿Los había olvidado? Las fans prometemos estar siempre ahí aunque en este caso no sabía qué ocurría.
La madre de Itzel se nos quedó viendo durante un momento, la relación que llevan es algo tormentosa así que parecía no saber qué decir.
--Me gustaría verlas en acción, chicas.
--Gracias—respondimos todas.
Las cosas no iban a estar tan fáciles para nosotras después de anunciar que somos unidas y que queriendo intimidarnos con la demanda, no lograrán nada. ¡Maldita demanda! Ahora que los días estaban en cuenta regresiva, estaba segura de que ese no era el modo en que quería conocer a los Jonas Brothers. Quería conocerlos en otra situación menos incómoda, en el concierto, en backstage (siempre tengo las palabras de Nick grabadas en mi mente: “El backstage no es tan glamoroso como se cree”) o en la calle de Los Ángeles. ¡Los Ángeles! O colarme a los de seguridad. ¿Qué se yo? Pero ser demandada por ellos comenzaba a ser un mal augurio o simplemente una mala situación. Ahora nos ven como competencia.
Quedamos de vernos temprano al día siguiente en la casa de Itzz para desayunar y esperar a los corresponsales (Oh, por el amor de Dios) que nos entrevistarían. No pude dormir ante la idea de que iban a lanzarnos preguntas que quizá serían incómodas, intentando indagar en nuestro interior para mostrarle al mundo quienes somos en realidad. Pero… ¿Quiénes somos en realidad?
En la mañana sonó el despertador y fue cuando solamente me metí a tomar un baño rápido y me puse la ropa más cómoda que pude encontrar. Salí de casa con el tiempo encima porque mi padre estaba en el trabajo y ni mi hermana mayor ni mi mamá pudieron llevarme así que se me hizo un poco tarde.
Cuando llegué a su casa pude ver una camioneta de la televisora que había llamado a Reny, varias personas bajaban ciertos aparatos y cables. Me apresuré a entrar por la puerta entre abierta y me encontré con las chicas sentadas en el sofá, con maquillista. Vaya… ¡Maquillista!
--Hola Dani—sonrió Reny contenta. Parecía disfrutar la atención a su rostro mientras que Itzz parecía estar más impaciente que nunca.
--Toma asiento—dijo con un gruñido--, terminarán pronto conmigo para que te maquillen a ti.
--Seguro…
--¿Y a qué hora comienza todo esto?—pregunté, intentando buscar alguna señal de ello a mi alrededor.
--Dentro de una hora.
Hacía tiempo que no me maquillaban y arreglaban mi cabello, me sentía bien por la atención y ahora mismo entendía a Renata. Nuestro maquillaje fue natural para no intentar hacernos ver tan crecidas y supongo que eso nos estaba ayudando. Las maquillistas se alejaron de nosotros y nos dejaron un momento para platicar.
--Lamento haber llegado tarde—dije antes de que prosiguieran con alguna otra cosa--, no pudieron traerme.
--No hay problema, Dani—respondió Itzz con paciencia. Estaba realmente emocionada (más por el periodista que por la entrevista).
--Creo que tengo nervios al salir en tele abierta.
--¿Quién no?—cuestioné. A mí me daba pánico y más si Becca iba a ver esto.
Al cabo de unos instantes, se acercó la que debía de ser Tábata y nos dijo que si estábamos listas.
--Creemos que sí—respondimos, viéndonos las unas a las otras.
--Me alegra mucho, porque comenzaremos ahora mismo.
¿Ahora mismo? En ese mismo instante, entró Sergio con sus lentes característicos y se acercó a saludarnos a cada una. La más impresionada era Itzz pero poco después de musitar “es un gusto conocerlo”, se comportó de lo más normal.
El que controlaba la cámara comenzó a dar señales de que pronto iban a grabarnos, fue cuando Tábata se sentó a un lado de Renata, después yo, Itzz y al final, Sergio.
--Estamos justamente con las chicas que han causado un gran impacto tanto en nuestro país como en Estados Unidos—comenzó Tábata con el discurso que nos puso más nerviosas que al principio--, sólo a días del juicio que se llevará a cabo en Los Ángeles, California.
--El nombre de la agrupación—pausó Sergio después de completar la información, para dejar en suspenso--: “The girls next door”.
No sé cómo funcionan las cosas en esa televisora pero sentí que en ese momento pondrían una imagen de las tres con nuestro logo no tan discreto.
--Gracias por permitirnos la entrevista, chicas—dijo Tábata.
--De nada—respondí, antes que las demás.
--¿Cómo comenzó todo?—preguntó Sergio—Me refiero a su agrupación.
--Bueno—dudó un poco Reny:-- Todo comenzó en la escuela secundaria.
--¿Cómo fue?
--Con un concurso de música—respondió Itzz, recordando aquella ocasión. ¿Cómo olvidarlo?
--¿Y así comenzó la banda?
--Así es. El premio fue grabación de un demo—añadí con una sonrisa llena de melancolía--, firmamos después con la pequeña disquera y sacamos el disco que ahora, causa mucho alboroto.
--Y que lo digan. ¿Han visitado sus videos en Youtube?—preguntó Tábata
--No, no lo hemos hecho…
La risa nerviosa de Renata la delató, yo esperé a que no tocaran algo más intimo, pero lo hicieron.
--¿Qué pensaron cuando le pusieron el nombre del primer disco de “Jonas Brothers”?—preguntó Sergio, intentando llegar más a fondo.
--Lo pusimos en tributo a nuestra banda favorita—respondió Reny sin dudar. Yo tampoco lo hubiera dudado.
--¿Qué dicen a su favor respecto al plagio?
Nos quedamos mudas durante un momento en el que una persona se atrevió a hablar.
--Creo que es algo que jamás esperamos—respondió Itzz con una seriedad infinita que me hizo estremecer, era porque no mentía--. Nuestra meta no era sacar un disco o canciones de ellos, era más bien darnos a conocer como fans.
--¿Cómo llevan la demanda?
--Es algo difícil de aceptar—dudé en responder--: es difícil tener diecisiete y enfrentar una demanda porque no lo esperas, ni si quiera teníamos ahorros para viajar.
--También es difícil porque se supone que son nuestros ídolos—agregó Reny.
--Cuando comenzaron ser fans de esta agrupación ¿esperaban llegar a este punto?—Sergio inquirió.
--Jamás me cruzó por la mente—dije, comenzaba a sentirme incómoda.
--De hecho, pensábamos en casarnos con Joe, Nick o Kevin—bromeó Itzz--, pero no conocerlos de esta manera.
--¿Casarse?
--Todas las fans sueñan en cómo conocerlos—admitió Renata--, hacemos novelas sobre eso. Pero no esperábamos vivir esto.
--¿Y qué harán después de ir al juicio?
--El tiempo lo dirá—respondí finalmente.
Narra Reny
La entrevista no fue tan larga aunque quisieron hacerla para saber mucho más de nosotros. Las cosas pasaron de simples a complicadas y podía sentirme amenazada en mi propio espacio e incluso paranoica respecto a lo que esperaban de nosotras. No podía más con ello. Cuando terminó y se despidieron prometieron que eso sería para el día jueves por la mañana.
El viernes sería el juicio en la ciudad de Los Ángeles así que pude ver en lo que nos convirtieron a las tres. Dani estaba temerosa en la grabación y nos veíamos cansadas, como si no hubiéramos dormido, pero… ¿Quién lo haría? Las ojeras se asomaban debajo de nuestros ojos, delatando la preocupación. No quise molestarme en leer los blogs de fans, ni abrir mi correo y mucho menos ver mi facebook porque sabía bien que habría mensajes en contra, aunque pocos a favor.
El día del viaje mi madre se encontró con nuestras maletas en la puerta, esperando la camioneta de nuevo novio de ella y el padre de mi gran amiga. ¿Cómo era posible que el destino diera esas vueltas? No tenía idea, pero creo que no me molesta en absoluto, creo que seremos una buena familia.
--¿Crees que sean amables en Estados Unidos?
--No lo sé, hija.
Las cosas en el consulado americano a veces eran incómodas por los ciudadanos de ese lugar, solían tratar a los extranjeros con cierto poder de superioridad que solía herir a más de alguno.
Las chicas llegaron pronto por nosotras, así que abordamos la camioneta y mi madre se sentó en el asiento de copiloto, Dani y su hermana se habían despedido previamente, llamarían cuando llegaran al aeropuerto y al parecer, Itzz también se había despedido previamente.
Hubo cierta tensión entre mi madre y el padre de Itzz, no sabían cómo saludarse frente a nosotras. Al parecer, esperábamos al menos un beso de piquito.
--¡Beso! ¡Beso! ¡Beso!—exclamé como si fuera una porra.
Itzz me fulminó con la mirada al igual que su padre, olvidaba que eran así de serios. O al menos su papá. Mi futuro papá. Bueno, eso es pensar demasiado.
--Cuídense mucho—pidió cuando estacionó la camioneta en el estacionamiento del aeropuerto. Nos ayudó a bajar las maletas.
Caminamos con calma pues habíamos llegado dos horas antes del vuelo, ya que era lo más recomendado.
--Creo que es una gran idea tomarnos una fotografía aquí—sugirió Alejandra.
--¡Excelente!—exclamé
Todos posamos para la foto, mi mamá la tomó y es justo saber que estaba ahí. Después (aunque mi futuro padre no quiso) pedimos a un turista que nos fotografiara y así lo hizo. Ya había salido antes del país pero eso había sido años atrás, cuando solo tenía doce.
--Cuídate mucho—escuché cuando el padre de Itzz la separó de nosotros--: Todo saldrá bien y recuerda en llamarme.
--Sí, lo haré.
Asintió obedientemente, parecía como si nunca se volvieran a ver, lo cual me apuró cuando ella lo abrazó como si la vida se le fuera en ello. Amaba la relación que tenían, a pesar de que a veces podía ser algo intenso: aún así, me alegraba que mi mamá encontrara a alguien como él.
--Recuerda la fábula del príncipe.
--¡Claro!
En pocos momentos, nosotros nos alejamos de ese lugar al que llamábamos hogar para que revisaran las maletas, dejarlas en la banda y por fin abordar el avión. Era algo tardado, así que no podíamos quejarnos.
Cuando abordamos el avión, me sentí aliviada de estar tan cerca de acabar este conflicto.
Narra Dani
Y ahí estábamos, camino a California en un avión que me ponía los nervios de punta. Había escuchado de muchos accidentes aéreos pero nunca quise estar en una emergencia como tal…
--Deberías de tranquilizarte, Dani Dans—sugirió Itzz con ese tono juguetón que solía usar conmigo como manera protectora.
--Tengo miedo a las alturas.
--¿Hace cuánto tiempo que no subes a un avión?—preguntó la mamá de Reny.
--Desde hace siete años, cuando nos mudamos a México—admití, nerviosa.
¿No lo había mencionado? Bueno, no soy mexicana de nacimiento. Mi hogar siempre ha sido Colombia pero por azares del destino, mi padre fue mandado por un mejor empleo a ese país, por lo cual estoy aquí.
--Bueno, al parecer olvidaste que se siente como en la montaña rusa—replicó Alex
--Cierto…
Me obligué a recordar, pero simplemente no pude. No podía. Y fue cuando empezaron a anunciar las azafatas que íbamos a despegar. Itzz iba muy tranquila.
--¿Habías viajado antes de esta manera?—pregunté.
--Nope, pero parece divertido.
El corazón me brincó del pecho cuando me sentí en las alturas, después de un despegue medio extraño. ¿Así era? Bueno, tras un momento imité a Reny y me puse los audífonos del avión (ya que no puedes utilizar nada de tecnología arriba) y tomé el libro de Hemingway “El viejo y el mar”.
Las tres horas de viaje son cansadas aunque esperaba que fueran más. Alterné la lectura con mi música y el simple hecho de no haber dormido bien, me hizo caer.
Desperté cuando mi hermana me zarandeó levemente de los hombros, me avisó que habíamos aterrizado sin problemas y que ni si quiera me había dado cuenta. Mejor para mis emociones. Al bajar al aeropuerto me di cuenta de lo inmenso que es, tan diverso de cultura. No todo es como lo pintan en las películas, la diversidad es tan tremenda que me hizo sentir tan bien y me relajé bastante. Por otra parte, me sentí incómoda al subir a una banda que llevaba al consulado americano (lo que hacen cada vez que viajan a los Estados Unidos para entrevistarte y saber cuánto tiempo te quedarás y evitar que vivas ahí de manera no autorizada) para preguntarnos, Me sentí intimidada cuando me preguntaron de manera fría, determinante y sobre todo cortante sobre mi estadía y mi (poco) dinero, el cual les interesa pues beneficia su turismo y economía. Son intimidantes, y al dudar con cualquier tipo de respuesta puedes hacer que sospechen cualquier cosa de ti. Tras un momento bajo la mirada glacial de la mujer que me hizo la entrevista, me dejó marchar, al igual que a mis acompañantes. Terminé por temblar.
--¿Qué se creen esos idiotas?—comenzó a blasfemar Itzz
--Así es el sistema—explicó la madre de Reny.
--Pues es una lástima, porque la verdad dicen ser los que menos discriminan.
Tras caminar durante un momento, llegamos a donde las maletas debían de estar, la mía estaba enterrada con otras, la de Itzz y la madre de Reny no aparecían, la de mi hermana y la de Reny habían salido primero. Vaya que era un día de locos. Todo es tan surreal…
Tan pronto como salimos, pedimos un taxi que nos llevaría a algún hotel económico, por mientras podíamos disfrutar de las palmeras, el sol, las letras que anuncian “LAX” y la brisa…
--Creo que al menos ya nos paseamos—sonrió Reny--. ¿Listas para enfrentar a los Jonas?
--Yo no diría enfrentar—corrigió su madre
--Bueno, defendernos—completó Itzz.
Pronto llegamos a un hotel no tan lujoso, como de tres estrellas y bastante aceptable, pedimos una habitación para todas durante esa semana ya que nuestro capital no era tanto. La que se encargó de hablar con soltura fue Itzz y con ayuda de mi hermana, pues Reny y su madre casi no saben el idioma… Respecto a mí, estaba bastante preocupada como para poner atención. No había alberca, sólo una fuente con el agua clorada.
Al abrir la habitación, me sorprendió que hubiera tanto lujo en un hotel de tres estrellas: la televisión con cable, dos camas matrimoniales, agua caliente, las sábanas parecían suaves y cálidas para noches frías, el suelo alfombrado y un sofá. Una mesilla con sillas por si queríamos cenar algo… No estaba mal.
--Gracias—dijo Alex al botones.
--Pido el sofá—exclamó Itzz como si no quisiera que nadie se la ganara.
Narra Reny
Ahora fue cuando el pánico nos invadió por completo: Alex entró al baño a trompicones para arreglarse y ponerse el conjunto color morado para el juicio, que sería en menos de dos horas. Mi madre se puso a intentar tranquilizarnos pero al parecer fue en vano. Dani estaba nerviosa, moviendo los labios como si intentara responder a los Jonas, a sí misma, incluso. Tenía el maquillaje fuera, para arreglarse y verse guapa para los tontos esos. Yo… Estaba igual, no negaré la cruz de mi parroquia.
--¿Tienen idea de cómo me vestiré?—preguntó Dani, revolviendo toda la ropa dentro de su maleta.
--¿Quieres verte bien para Nick?—exclamó Alex desde el baño, saliendo con la piel de los brazos y las piernas llenas de gotas de agua, su cabello castaño estaba envuelto en una toalla blanca, del hotel mismo. La quitó de inmediato y comenzó a maquillarse como si la vida se le fuese en ello, su cabello goteaba constantemente.
--No lo negará—acusó Itzz, sentándose en el sofá y leyendo el libro de “Los Juegos del Hambre”.
--No me digas que no planeas arreglarte—le dije, curiosa.
--No lo haré.
--¿Por qué?—preguntó Dani, mirándola con perplejidad.
--Ni que fueran quien… No tengo motivos.
--Son los Jonas… Joe Jonas. ¿No te dice nada?—pregunté
--Además, chance y nos inviten a comer—suspiró Dani.
Bien, se vale soñar pero no estábamos dentro de una novela, las cosas podían pasar de cualquier modo.
--Seguro.
El humor negro de Itzz salió a flote e hizo que nos sintiéramos incómodas por ese momento, no quería llegar tan pronto a los tribunales… Pero es inevitable. Era inevitable.
El edificio gris se alzaba sobre nosotros, orgulloso e imperioso, majestuoso e imponente. Frío. Sin vida. Daba miedo ver una valla de contención que rodeaba el lugar para evitar la entrada de reporteros y fanáticas que estaban a nuestro alrededor. Entramos intentando no hacer mucho alboroto pero algunas de las chicas nos empezaron a gritar y a señalar, no intentaba entender porque esas palabras no eran como las que enseñaban en la escuela. Al entrar, nos quedamos en la puerta esperando algún milagro. Después, aparecieron los Jonas Brothers.
ItzZaCraZyfan95
Re: ~~*The girls next door*~~ {Jonas Brothers} {Capítulo 18}
¿Cómo así que "Después, aparecieron los Jonas Brothers" y ya? ¿Qué te sucede MUJER? Quedé peor que antes! Jajajajajja Síguela amiga está increíblemente interesante
Danne G.
Re: ~~*The girls next door*~~ {Jonas Brothers} {Capítulo 18}
PERFECT CAP!! ♪
Suerte en la feria Debes Seguirla Ahora mismo Chica !! Mas intrigada que nunca ¡SIGUELA!
Nαtαlíα.
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