Re: ~~*The girls next door*~~ {Jonas Brothers} {Capítulo 18}

por **chelis** Miér 12 Sep 2012, 6:48 pm

NO LO PUEEEDOOO CREEEERRRR!!!
ESTUVIEROOONN EN VENGA LA ALEEEGRIIIAAAA!!!!!
AAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHH!!!!
SUERTUDOOTAAAAAAAAASSSS!!!!!!!
AAAAAAAAAHHHHHHH
Y DETODAS FORMAAASS CONOCERAN A LOS JOOONAAASSSS!!!!

por **ItzZaCraZyfan95** Vie 14 Sep 2012, 11:07 pm

Hola a todas, chicas. ¿Cómo están? Sinceramente, creo que yo no muy bien. Recibí una crítica muy dura como escritora por parte de un profesor de literatura esta semana y me hizo dudar mucho de mí misma... ¿Alguna vez les ha pasado? Bueno, comienzo a creer que es algo normal y que en base de eso, tenemos que superarlo. La canción que podría acomodarse aquí, es Mean de Taylor Swift. ¿Pero qué le vamos a hacer? Por cierto... ¿Listas para conocer a los Jonas? Espero leerlas pronto. Tengo un largo fin de semana para escribir el capítulo siguiente (incluso voy un poco adelantada).

Espero leerlas con gusto...

¿Listas para conocer a los Jonas Brothers?
[*ItzZaCraZyfan95*]

Capítulo 9

Narra Itzz

Después de escuchar que algunas nos apoyaban y otras nos insultaban, dejé de darle importancia porque sabía que tenían un concepto diferente, como cada persona. No podía juzgarlas, sólo querían defender a sus amores con patas, como yo llamaba antes a los Jonas… Dani estaba nerviosa. Y entonces encontré el por qué. Los Jonas Brothers estaban entrando por la puerta principal con un nuevo guardaespaldas. Se detenían a saludar a las chicas y sonreían, tomaban fotos e inclusive, autografiaban cosas. No entendía el cambio hacia nosotras.

Tan cerca y tan lejos de ellos, estaba nerviosa. Estúpidos Jonas Brothers, me repetí por milésima vez desde que me enteré de todo este lío. Se veían tan alegres y campantes, saludando a medios y a todo el mundo con tranquilidad. Sabían que iban a destrozarnos sin problema alguno así como yo también, y Dani, Alex y Reny. Y mi futura madre.

Dani me miró consternada, casi preocupada. Me di cuenta de que estaba apretando mis dientes y tal vez mis nervios eran excesivos, a tal punto que un dolor punzante apareció en la boca de mi estómago. Necesitaba aire, necesitaba huir de ahí… Pero no podía. Si salía en ese preciso instante me captarían las cámaras y me gritarían cosas de nuevo, también me los encontraría cara a cara. Miré a Renata, quizá más nerviosa que yo, mordiendo sus uñas.

--Sería bueno que tropezaran y se fueran—gruñí.

--Joe es tan perfecto—suspiró Reny. Alex estaba mirándolos de manera desafiante.

--¡Y Nick!—chilló Dani

Bueno, entonces creo que no era el momento de continuar con las chicas que amaban a los Jonas. Estúpidos Jonas Brothers.

--Ya vengo—dije. No esperé a escuchar sus respuestas porque tengo la seguridad de que no me dejarían ir a algún otro lado. Caminé por un pasillo hasta llegar a una pequeña sala de estar, fuera de los baños. Era increíble que yo estuviera ahí y que me haya entrevistado Sergio Sepúlveda. Entré al baño y me recargué contra la puerta hasta dejarme caer en el piso. No podíamos escapar.

Me levanté y me dirigí al lavabo, me importó poco el rímel que me habían hecho ponerme y mojé mi cara por completo. Terminé por mirarme en el espejo, al parecer habían previsto mis intentos de quitar el maquillaje y era contra el agua.

Recordé la historia que mi padre me había contado con cariño, poco antes de partir sobre un sultán y un mago sabio. El mago le regaló un par de cajas de madera y le indicó que cuando ocurriera algo malo, abriera la cajita de la izquierda. Cuando pasara algo bueno, abriera la cajilla de la derecha…

Pronto, ocurrió un desagradable suceso en el reino, el sultán fue estafado y perdió su fortuna. Inmediatamente recordó la cajita y abrió la parte izquierda. Un papel quedó al descubierto con la palabra, “Pasará”. El sultán intento entender, y dejó la caja… Poco después, cuando el suceso fue menos latente, se encontró perdidamente enamorado de una plebeya de reino. Abrió la parte derecha, donde encontró un papel y la palabra “Pasará”.

--Pasará—repetí, intentando que fueran las palabras de mi padre. Permanecí pensando durante un momento hasta que decidí salir. Llamaría pronto a mi padre, debía de estar preocupado.

Realmente debí de estar distraída, mirando mis pies enfundados por los converse porque cuando alcé la vista, que choqué con nada más y nada menos que con Joseph Adam Jonas. Para los amigos, Joe. Mi mente pidió en ese momento lo que cualquier chica latina haría: brincar y darle un fuerte abrazo, empezar a gritar y perder mi control, pero dadas las circunstancias no iba a resultar muy bueno que digamos. Demonios.

--¿Estás bien?—preguntó acercándose a mí. Diablos. Diablos. ¡Diablos! Me di cuenta que estaba tambaleándome como una debilucha, en vez de mantener el control de todo, y eso fue lo que llamó su atención, quizá—Estás pálida.

Genial, esto es el colmo. El control de mis emociones (por intentar reprimirlas) me llevó a un estado de fuertes nervios que me han hecho palidecer y tambalearme.

--Estoy bien—conseguí responder por fin, menos afectada. O eso intenté demostrar. ¿Sabía quién era yo?

--Deberías sentarte un poco—sugirió como si realmente le preocupara. Quise responder con hostilidad pero no pude debido a mi aturdimiento, no estaba segura que fuese real.

Tomé asiento en uno de los sofás de la salita de estar y esperé un poco, justo cuando logré controlar el leve temblor de mis manos.

--¿Cómo entraste aquí?—preguntó--. Eres algo joven para trabajar aquí y estar en el tribunal.

Al parecer fue bueno no arreglarme mucho como demás, Renata llevaba puesto un vestido que la hacía ver formal, Dani usó algo parecido y nuestra abogada ni se diga. Agradecí por quedarme con los Jeans deslavados y la blusa de “My Chemical Romance” puesta, seguido de mi gorra.

--Entré por la misma puerta que tú, sólo que más temprano—respondí sinceramente, aunque al parecer no pensó lo peor.

--Debiste de entrar antes de que pusieran la seguridad—concluyó. Me miró de manera inquisitiva, como si deseara averiguar más sobre mí.

--Gracias.

Me levanté del sofá, él estaba de pie frente a mí así que me dio tiempo de pararme sin contratiempos.

--¿Segura que estás bien?—preguntó de nuevo, mirando sus manos.

--Sí—respondí, intentando no sonar hostil pero sin querer, dejando escapar un bufido de exasperación que pasó por alto. Aunque no me sentía muy bien, todavía--. Deben de estar buscándome.

No sabía qué decir: Joseph Adam Jonas, el amor de mi vida (mi amor platónico) estaba frente a mí. Mis nervios jugaron con mi cuerpo y gracias a eso me miró, me puso atención accidentalmente y también hice contacto con él. La fan loca dentro de mi interior quería salir a la luz.

--¿Qué haces aquí?—preguntó, finalmente.

--¿Qué haces tú aquí?—ignoré su pregunta.

--Ya sabes la respuesta—sonrió al ver que evadí la pregunta--, problemas legales.

--¿Tan joven?—repetí la pregunta de Antonio. Joe se encogió de hombros como si fuese pan comido.

Joseph simplemente sonrió, sin mostrar sus dientes, una sonrisa tan discreta que no entendí el chiste. Amé y odié al mismo tiempo esa sonrisa de satisfacción, era letal para mí. ¡Estúpidos Jonas Brothers!

--Quizá—respondió tras el silencio--, son más jóvenes esas chicas.

--¿“The girls next door”?

--Se metieron con la banda equivocada, a decir verdad—admitió con orgullo--: dicen ser nuestras fans pero estoy seguro, lo único que quieren es fama.

Mi paciencia se estaba agotando, en ese instante quería gritarle que todo era tan incierto, nos estaba juzgando mal. Podía pensar lo que quisiera de mí pero no de Dani y Reny.

--Se las están dando a manos llenas…--respondí, lacónicamente.

--Que disfruten de sus cinco minutos—añadió en voz baja como si me estuviera contando el mayor de sus secretos--, es una estrategia de mercadotecnia para un regreso más dramático.

No lo podía soportar ya. ¿Cómo es posible que solo por mercadotecnia? ¡Odio a los Jonas Brothers! ¡Estúpidos Jonas Brothers!

--Bien, tengo que irme.

--¿Te veré después?—preguntó de pronto. Abrí mi boca para responder y después la cerré de golpe.

--No sé. Suerte con su regreso.

Comencé a caminar por el pasillo, de regreso a donde tenían que estar las demás.

--¡Espera!—exclamó y me hizo girar la cabeza para ver--. ¿Cómo te llamas?

Simplemente sonreí con más incomodidad que gusto y me alejé de ahí como si mi vida dependiera de ello.

¡Chicas que solo son unas falsas! ¡Que quieren fama a su costa! Ése es el concepto que los chicos que más quise tienen de mis amigas y de mí misma. Es triste pero cierto. Un arma para que su regreso sea más inminente. El dolor en mi estómago volvió junto con un dolor en mi frente, señal de que las lágrimas caerían sin miramientos, mis mejillas ardían. Los odié por primera vez con mayor intensidad, más intenso que cuando me sentí herida por mi propia madre. Sentí repulsión hacia ellos, asco. Daban asco. No planeaba difundir a mis amigas porque realmente esperaban que las cosas cambiaran.

Al parecer habían dejado de saludar a las fans, de sonreír a las cámaras tal y como lo harían las reinas de belleza y entraron a la sala, donde nuestro juicio comenzaría pronto. Recordé a Sinaí y me hizo sonreír, tenía razón. Las chicas me miraron preocupadas.

--¿Dónde estabas?—preguntó la madre de Reny

--En el baño. No me sentía muy bien que digamos…

--Tenemos que entrar—explicó Alex.

Esperamos fuera un par de minutos y después, entramos tarde pero lo hicimos.

Las miradas se posaron sobre nosotras como si realmente hubiésemos cometido un crimen grave, como si hubiéramos asesinado a algún miembro de la familia y me di cuenta que los únicos que faltaban eran Winston y Elvis, nos miraron desafiantes. Danielle y Denise Jonas parecían más compasivas con nosotros, los chicos eran los más imperturbables, en sus ojos podía ver algo que pude reconocer como resentimiento.

Mi Dani comenzó a temblar y tomé sus manos para evitarlo aunque no ayudé de mucho pues estaba fría. Renata caminó con seguridad y supe que en el fondo, aparentaba… Yo tenía la mirada fija en un punto para ignorar a los demás, orgullosa y alzando la barbilla, desafiándolos también. No quise mirar ni a Joe ni intentar ver su expresión (que diría mucho). Sabía finalmente que estaba ahí por su culpa, ya no importaba. Al fin nos sentamos en el lugar que estaba asignado para nosotras.

Reny miró de reojo aunque no tan discreta como debía de ser.

--¿Están mirando para acá, cierto?—preguntó Dani enterrando su rostro entre las manos.

--Así es.

Renata afirmó moviendo la cabeza de arriba abajo. Actué según mi instinto, de manera automática y sin nada de discreción, miré a la familia Jonas. Estaba segura de que todos me miraban, los ojos verde olivo de Kevin, los cafés de Nick, los color miel de Joe, los de Denise, Paul y Danielle, inclusive los de Frankie. Sonreí con descaro, como si me diera gusto estar ahí por mis cinco minutos de fama y les guiñé un ojo, como una niña traviesa. Me reí en silencio y me volví a mis amigas que me miraban perplejas.

--¿Qué has hecho?—preguntó la mamá de Reny, con una sonrisa irónica.

--“This is life in this World”—canté, haciendo referencia en una canción de los chicos, hice sonreír a mis amigas. Incluso lanzaron unas risillas ahogadas que resonaron en el tensionante silencio. Dani me miró perpleja.

--¿Estás loca?

--Un poco. Solo un poco.

--Don’t charge me for the crime—continuó Reny. Ella y yo reímos, pero Dani continuó con sus temblores.

--Pasará—repetí con esperanza.

Narra Dani

No entendía lo que ocurría realmente a nuestro alrededor porque entre los murmullos de los presentes, las miradas furtivas y las defensas de nuestros abogados, no lograba entender mucho. Alejandra estaba nerviosa, después de todo era uno de sus primeros juicios y su experiencia no era tanta como deseábamos. Nick Jonas ni si quiera se había atrevido a mirarme a la cara, o al menos a dirigir una mirada amable, me sentía como una intrusa en ese lugar. Renata jugaba con sus dedos, mirando constantemente a Joe. La verdad es que ellos se ven tan bien de cerca como en las revistas, ahora conocía la perfección. Bueno, no la perfección aunque tal vez lo digo como fan.

El juez nos miró a ambos, como si se estuviese aburriendo de todo este drama que causamos y simplemente golpeó con su martillo (tal y como lo hacen en las películas) y pidió orden en la sala.

--Debido a que todo procede—anunció en voz alta--, declaro que las acusadas son culpables.

Culpables. Reí instintivamente porque me recordó alguna serie televisiva, quizá “La ley y el orden”. Me miraron de manera extraña, como si necesitara medicación y me sonrojé.

--Por lo tanto, pagarán los derechos de autor—prosiguió--: Dos millones de dólares.

Narra Reny

¡Dos millones de dólares! Debía de ser una broma. Nosotras somos pobres y de familia numerosa ¿no se habían dado cuenta? Miré a mis amigas en busca de alguna señal, de que el juez se hubiera equivocado o que yo estuviera alucinando. La cara de Dani demostraba decepción mientras que la de Itzz, enojo. Mi madre tenía la boca abierta de la impresión y Alexa se puso peor que nerviosa.

--Señor juez—dijo con respeto--, me temo que no conoce la situación de mis clientes.

--¡No es válido!—gritó el abogado de los Jonas.

--Prosiga—lo ignoró y nos cedió una oportunidad.

--La situación económica de mis clientes no es la mejor: son estudiantes, sin trabajo fijo y su disco no tiene muchas ganancias—pausó, mirando con desprecio a los Jonas, que parecían indiferentes a la situación--. Son estudiantes de entre diecisiete y diecinueve, no pueden costear dos millones de dólares.

--Se les concederá una oportunidad—comentó compasivamente después de pensar--, el abogado les entregará el número de una cuenta bancaria en la que cada mes tendrán que depositar 200 dólares entre las tres.

Suena más razonable… Pero imposible de pagar. En un año daríamos solamente 2400 dólares. Nada más.

Nos levantamos, intentando vernos dignas y realmente aceptamos esa propuesta. Luego nos pondríamos de acuerdo con el abogado para que nos diera esa maldita cuenta. ¿Por qué había esperado algo mejor? El golpe que nos dieron nos derribó a las cinco completamente. Salimos de la sala de inmediato, intentando que los medios no vieran nuestros rostros llenos de decepción pero creo que era imposible no notarlo… Nuestros pasos resonaban en el piso, y cuando abrimos la puerta que nos conduce a la calle miles de flashes se dispararon a nuestras caras. Fue cuando noté que Dani sollozaba silenciosamente para no llamar la atención pero sus ojos no ayudaban mucho, mamá la hizo de guardaespaldas en ese momento y nos abrió paso entre la multitud de periodistas. Varias chicas gritaban algunas obscenidades hacia nosotras y la verdad es que me importaba poco mientras que otras nos gritaban para apoyarnos y fue cuando realmente agradecí a esas chicas que se arriesgaban a ser etiquetadas por las demás Jonaticas. Si no estuviera en este lugar, probablemente estuviera insultando a la que ocupase mi lugar y protegiendo a los que fuesen mis ídolos, cuando en realidad, son los malos de la historia. Mi mamá consiguió separarnos de la presa, de las chicas furiosas y alguna que otra eufórica, la mayoría esperaba a que tuviéramos algún vehículo esperando por nosotras al igual que las bandas grandes; una escalade, una limo, quizá un auto ostentoso y me gustó ver la expresión de sorpresa de la mayoría cuando vieron que nos quedamos congeladas en la acera, esperando a que pasara algún taxi.

¿Por qué nos había pasado a nosotras? Concluí que es una manera de aprender que no hay que tomar canciones que son tuyas. Anotado. Dicen que las cosas ocurren siempre por alguna razón aunque si buscábamos esa razón quizá nos decepcionaríamos más. La gente con cámaras en mano estaba acercándose y gracias al cielo apareció un taxi en el preciso instante, en nuestro rescate. Amaría a la persona que viniera ahí… Sonreí ante el pensamiento. Subimos todas y al fin, pudimos cerrar la puerta. Fui la última en subir así que pude ver por la ventana que los Jonas Brothers salían campantes y llenos de orgullo.

--Lamento que las cosas fueran así, chicas—murmuró Alejandra más desanimada que nunca.

--No es tu culpa, Alex—respondió mi madre:-- Esos chicos sabían lo que hacían.

--Que amor le tienen a sus fans—mascullé molesta.

--Deja de llorar, Dani—pidió Itzz--. Sabes que son unos completos imbéciles y pensabas que quizá las cosas cambiarían…

--Me he llevado un golpe duro, pero aprendí quienes son en realidad.

--Unos ambiciosos.

--Quizá esto lo utilicen para subir en su carrera musical—supuse.

--No lo dudes.

La seriedad de las palabras de Itzz me hizo estremecer, el taxista, un conductor de piel negra que hablaba un inglés con un acento cajún, nos llevó a nuestro hotel. Dani consiguió parar de llorar y su hermana salió de ese trance que nos preocupó a la mayoría. Mamá dijo que nos llevaría a disfrutar al menos de las playas de Malibú y olvidar el mal sabor de boca… Extrañaba tan pronto mi país. Mis costumbres y más esa comida tan típica.

--Podemos ir a Taco Bell—sugirió la hermana de Dani.

--¡Buena idea! Después, a Malibú—sonrió mi mamá--. Saldré para ver si nos rentan un auto a un precio más económico.

¿Un auto? Bueno, la idea no sonaba tan mal.

Narra Dani

La idea de haber estado tan cerca y tan lejos de ellos me hizo estremecer, sólo que en vez de ver esas miradas llenas de amor y cariño hacia unas fans fue lo contrario. No pude evitar sentirme mal y llorar por ellos, porque sabía que los iba dejar de querer fácilmente.

--¿Qué haces?—pregunté cuando Reny estaba dispuesta a salir.

--Fingiré que hay piscina y fingiré ir a ver chicos sin camisa.

Me hizo reír por esa tontería y de todos modos salió. Alejandra se sentó a mi lado y me abrazó.

--Todo estará bien—animó--. Conseguiré un trabajo extra para ayudarte.

--No es tu obligación.

Itzz se mantenía en silencio y con la mirada perdida, temía preguntarle porque era la más realista. Sonó de la nada su teléfono móvil y salió al corredor.

Narra Itzz

Justamente cuando sentí que iba a quebrarme frente a mi mejor amiga y su hermana, mi padre me recordó que no estaba sola.

--Hola papá—sonreí mientras caminaba por el pasillo alfombrado.

--¿Cómo te va?—preguntó más preocupado que nunca.

--Lo podré resolver—intenté fingir serenidad y él gruño, me conoce mejor que nadie en el mundo--. ¿Recuerdas que podías conseguirme un empleo de medio tiempo como maestra de kínder?

--Lo necesitas… ¿Tan mal les fue?

--Debemos de pagar dos millones de dólares, papá.

Mi voz demostró tanta decepción que me hizo estremecer y me hizo ver que soy tan débil. Mi padre estalló.

--¿Cómo pueden ser tan abusivos? ¿El juez no ha dicho nada a tu favor? ¿¡¡¡Qué demonios hizo Alejandra!!!?

--Papá, las cosas son así y no pudieron ayudarnos mucho. Depositaremos en una cuenta bancaria cierta cantidad—respondí para tranquilizarlo--. Ahora solo basta seguir las instrucciones.

--¿Ves? No es bueno creer en esos tipos—escupió como si quisiera blasfemar, cosa que nunca hacía enfrente de mí--, las dejarán en la ruina y no son más que unos superficiales que quieren ganar más dinero. Los harás más ricos.

--Triste pero cierto.

--Bueno… Será mejor que disfrutes tu estadía—suspiró--. Moveré algún contacto para ver si puedes trabajar medio tiempo. ¿Cuánto tienes que depositar?

--Mensualmente, 200 dólares.

--¡¿200?!—. Se alteró de nuevo—En un año conseguirán pagar 2400…

--Lo sé.

Intenté que ya no gritara más, así que me despedí de él. No podía creer a lo que habían llegado los Jonas ni yo misma. Ni si quiera pude creer que había hablado con Joseph Adam Jonas y que haya preguntado por mi nombre… Ni si quiera podía creer que había sido una zorra cuando quise tratarlos con despecho, mirándolos con descaro. Ni si quiera creía que nos hayan interpuesto una demanda millonaria… Ni si quiera creía que iba a trabajar como profesora, porque realmente no es mi vocación.

Narra Reny

Tenía que haber una manera de acabar con este infierno de manera rápida. Subí de nuevo a la habitación para sugerir tocar en la playa de Malibú y sacar un poco de dinero para por fin divertirnos un poco y sacudir nuestra tristeza. Itzz no estaba en la habitación y Ale junto con su hermana, miraban la televisión con bastante interés.

--¿Qué ven?—pregunté

--E! News—respondió Alejandra, ella parecía estar más dispuesta a hablar en este momento.

“Tras no poder tener una entrevista de la banda que comienza a escucharse: “The girls next door”, logramos captar que han tomado un taxi. Los Jonas Brothers también negaron entrevistas y tememos que ahora son los malos del cuento ¿acaso no tienen corazón para perdonar a unas fans que los aman con fervor? ¿O “The girls next door son unas oportunistas?”

Quise gritar que no, pero la idea en mi cabeza quedó durante un buen momento. En ese momento mi madre e Itzz entraron.

--¡Escuchen todas!—exclamé para que pusieran atención y lo hicieron, tal y como lo esperaba—Vámonos a tocar a Melrose.

--¿Tocar?—preguntó mi madre, mirándome como si estuviera chiflada--. Creo que necesitas ver lo que ha pasado, niña.

--¡Nos animaremos, mamá!—sonreí, intentando incitar a mis amigas.

--No suena mal—admitió Ale, en busca de la mirada de Dani. Ella simplemente asintió.

--Me anoto—Itzz parecía entusiasmada y mi mamá nos miró como si la locura fuera pegajosa--. ¿Los Jonas querían guerra? ¡Guerra tendrán!

Narra Dani

Jamás hubiera imaginado que Melrose fuera tan transitado. Bien, era un buen comienzo para decir adiós al pánico escénico y esos miedos que tenemos infundados. Nos paramos en un lugar al azar, esperando a que nos pusieran atención pero para la mayoría simplemente somos latinas sin sentido, así que casi nadie reparaba en nosotras. La madre de Renata giró los ojos, como si fuera irremediable. Ale me lanzó una mirada de buenos deseos, Itzz, Reny y yo teníamos guitarras en mano (a las locas se les ocurrió comprar unas en una tienda de música como recuerdo) y después de afinarlas, nos miramos las unas a las otras, poniéndonos de acuerdo silenciosamente sobre la canción que íbamos a interpretar. Reny movió sus dedos y rasgó las cuerdas, fue cuando reconocí su canción favorita de Lady Gaga: Born this way. Habíamos practicado durante el camino varias canciones, vocalizando y sabíamos que más bien sería una improvisación. Yo le seguí y también Itzz, el tumulto de gente nos seguía ignorando y todo esto comenzaba a parecerme desolador. Itzz me hizo una señal para comenzar a cantar las tres al mismo tiempo: sí que era regresar a los viejos tiempos. Mi hermana puso su sombrero en la acera como broma… Jamás esperé respuesta de los fríos estadounidenses.

A media canción, me di cuenta de que pocas personas se habían reunido alrededor de nosotras para escucharnos, con bolsas de compras en mano y todo eso. Itzz se atrevió a acercarse y pedirle que aplaudieran y cantaran con nosotras. Reny me guiñó el ojo y supe al momento que esto era el comienzo. Podíamos hacer un grupo versátil y trabajar en fiestas, incluso en un boliche o algo así. Cuando terminamos la canción, aplaudieron un poco y decidí arriesgarme a hacer la seña de tocar otra canción. Itzz me miró inquisitiva respecto a la canción que quería que tocáramos, así que se me ocurrió decir “Imagine”, de John Lennon. ¿Quién no conocía a los Beatles? Parecieron conmoverse un poco más y el grupo comenzó a crecer. Me estaba emocionando y la madre de Reny vio que no fue en vano, Ale aplaudía y hacia coros. Sorpresivamente, el sombrero tenía varias monedas y algunos billetes, así que seguí tocando con fervor. ¿Así se sentía interpretar frente a un público desconocido? Después, a petición de Itzz, tocamos una canción de Nickelback y Carlos Santana “Into the night”. La verdad es que en un momento de respiro, nos dijo cómo se tocaba y que improvisáramos, ni si quiera sabía la canción.

La voz de mi amiga comenzó a escucharse cada vez más potente y la gente ponía más atención que anteriormente. Si esto era el cielo, que jamás se terminara, por favor.

por **Danne G.** Sáb 15 Sep 2012, 2:11 pm

Ahhhhhhh Itzzzzz Querida no te rindas nunca cada vez las cosas mejoran, un buen escritor empieza desde lo más discordante y termina haciendo cosas grandiosas.. Recuerda que siempre hay obstáculos no te quedes atrás por ellos. Te adoro! .. sube un poco más.. prooonto... Quiero gritarle a Nick en su cara que me decepciono y es un imbécil estúpido que no vale mi tiempo y mi oído musical JA!

por **chelis** Sáb 15 Sep 2012, 8:43 pm

ESTAS CHIIICAAASSS!!! SON MI INSPIRAAACIOOOOO!!!
AAAIIIII
TINEESSS QUE SEGUIRLAAAAA!!!!

por **ItzZaCraZyfan95** Dom 16 Sep 2012, 8:29 pm

Creo que esto es un regalo para Nick Jonas y todas aquellas chicas que siguen fielmente al chinillo ese, así que... Les dejo un capítulo más.

Capítulo 10

Narra Reny

Tras toda esa adrenalina, fuimos a Taco Bell con más dinero del que esperábamos y a celebrar que nuestra primera presentación todas juntas, (improvisada) fue todo un éxito. Terminamos tan cansadas que ni si quiera quisimos seguir cantando de camino al hotel, subimos a la habitación y disfrutamos de un muy buen merecido descanso.

Me metí en internet un buen rato y en especial a la página de Ocean Up. Todo sobre nuestro juicio estaba ahí, incluso había unas muy buenas fotografías de nosotras y los Jonas. Nadie se dio cuenta cuando las tomaron tan bien… Incluso había un video. Me sorprendió la difusión del asunto. Una nueva entrada estaba ahí, horas después del juicio… Sobre nosotras.

“‘¿The girls next door’ con su presentación en Melrose? Después de haber asistido al juicio más relevante de este año, las chicas que ahora han sido bastante talentosas, han hecho una presentación improvisada en la calle de Melrose, presentando varias canciones de su autoría y covers de John Lennon, Nickelback ft. Carlos Santana y Lady Gaga. Ahora han demostrado que al mal tiempo buena cara y que tienen estrella propia, pues están dispuestas a seguir cantando y no callar por un simple pleito legal.” Leí.

--No puedo creer que todo sea tan rápido.

--Lo sé, Ale. La farándula es algo impaciente por publicar lo que sea—respondí.

--Por lo pronto, han demostrado que tienen su talento y que no les ha afectado demasiado—comentó mi madre con una sonrisa--. Estoy orgullosa de ustedes.

--Gracias.

El teléfono móvil de Itzz comenzó a sonar de nuevo y contestó, saliendo al pasillo. Debía de ser su madre. Tras su regreso, sonrió.

--¿A que no adivinan?

--¿Qué?—preguntamos todas con impaciencia.

--Salimos en el noticiero nocturno, tanto las canciones de Melrose como el juicio y en “Venga la alegría” mañana.

--Acabamos de salir en E! News, para acabarla—rió Dani--. Esto comienza a ser interesante ¿no creen?

--Sea como sea… Será mejor que descansen y mañana nos vamos temprano a pasear por ahí—prometió mi mamá.

Narra Dani

Apagamos las luces y cada quién se acomodó en la cama que quedamos: Alex y yo dormiríamos juntas así como Renata y su madre. Itzz estaba recostada en el sofá, que por cierto no se veía nada cómodo.

Esa habitación era una mezcla de respiraciones acompasadas, Reny hablaba en sueños de vez en cuando y mi hermana roncaba ligeramente, la madre de Renata no se movía mucho pues la podía ver un poco a través de la obscuridad. La verdad es que no podía ni si quiera dormir por todas aquellas emociones fuertes del día y estaba sola en el momento. Al menos pensé. Escuché la puerta abrirse lentamente…

--¿Itzz?—pregunté.

--Sí… No tengo sueño—susurró.

--Tampoco yo.

--Vamos a caminar un poco al jardín—invitó. Me alegró porque no iba a dormir tan pronto. Caminamos en silencio por el pasillo hasta salir a nuestro destino y fue cuando noté una expresión confundida en su rostro.

--¿Ocurre algo malo?

Dudó en responder durante un par de minutos, incluso sentí que jamás respondería.

--No sé si deba decirte lo que pasó, Dani—suspiró. Definitivamente algo no iba bien y me preocupé. Me miró con una sonrisa y suspiré--, te lo diré en definitiva, mujer. No te dejo con la duda.

--De acuerdo… ¿Tan malo es?

--No tengo idea. Creo que es curioso, Dani Dans—rió con nerviosismo.

--Sólo dime. Sabes que escucharé…

Y entonces, comenzó. Al principio me sonó como si todo hubiera salido de una de esas novelas en Facebook o en los foros, quizá todo sonaba tan fantástico que ni si quiera ella lo creía.

Joe y ella habían estado tan cerca, habían hecho contacto y… Increíblemente había quedado interesado por su nombre. Ella no lo quería ver, quizá por la inseguridad de nuestro momento. O quizá porque es realista, y fue cuando entendí que lo que hizo en el juicio no fue por graciosa, si no por coraje.

--¿Joe Jonas?—repetí.

--Sí, así es. Es un completo imbécil…

--No era la manera para referirse a nosotras—pensé en voz alta--. Recuerdo que una vez, Nick dijo que para qué juzgar a alguien con quien ni si quiera has hablado.

--Tienes razón.

--¿Por qué no nos dijiste nada?—pregunté preocupada.

--Porque la reacción en ese momento podría afectarnos más de lo que hizo conmigo ¿no crees?

Tras un momento de reflexión, llegué a la misma conclusión y mejor decidimos ir a dormir. No sabíamos qué es lo que nos depararía al día siguiente, esta vez quedé dormida al instante.

Era todo tan curioso, como si regresara de nuevo al juicio, pero justo antes: sólo que yo era la que iba al baño. La que se tambaleaba al ver a Nick Jonas… La que escuchaba las duras palabras y la que sentía que el corazón se detenía. Tal vez me estaba enajenando por lo que me contó Itzz, quizá debía de intentar relajarme para no tener sueños tan alocados.

Narra Reny

No supe la hora que es, pero el teléfono de la habitación había sonado. Despertó a Dani y a Alex, mi mamá ya estaba despierta y en el baño, Itzz dormía como una piedra. Hubo insistencia y la que decidió contestar fue Alejandra.

--Buenos días—respondió ante un saludo de la recepción, se quedó en silencio durante un rato y esperó--: Sí. Estaré abajo en un par de minutos.

Colgó. Dani y yo la interrogamos de inmediato.

--Abajo me buscan—contestó con serenidad. ¿Era realmente serenidad? No tenía la más mínima idea y mucho menos de quién pudiese ser.

--¿Quién?

Daniela se me adelantó. Mi madre salió del baño, arreglada y enfundada en ropa casual.

--Me alegra que estén despiertas—sonrió con picardía--. Justamente iba a despertarlas.

--Tengo que bajar al lobby—admitió Alejandra. Se levantó en su pijama, se puso las pantuflas y abrió la puerta. Desapareció por el pasillo.

--¿Qué ocurrió?

--Llamaron porque alguien le habla en la recepción.

Mi mamá miró a Itzz durmiendo plácidamente y me lanzó una mirada llena de complicidad, así que miré a Dani y comprendió el plan que estábamos siguiendo. Ambas nos bajamos de la cama y comenzamos a brincar alrededor del sofá, gritando la canción de “Don’t charge me for the crime”, se levantó sobresaltada.

--¡Estúpidos Jonas Brothers!—maldijo entre el sueño y la realidad. Comenzamos a carcajearnos como locas, incluso mi madre.

--Alguien cayó en la trampa—rió

--Malvadas…

Su mirada entre cansancio y molestia nos divirtió mucho más. Se talló los ojos y preguntó:

--¿Y Alex?

--Bajó porque alguien le llamaba desde el lobby.

--Vaya que es extraño—se incorporó de inmediato, dando vueltas por la habitación como un felino pensando en cazar--. ¿No es extraño? No conocemos a nadie del país y nadie sabe que estamos hospedadas aquí.

Era cierto. Salí de prisa y no tomé ni si quiera el elevador, preferí agitarme para descubrir lo que ocurría allá abajo. A pesar de llegar tarde, logré ver a la mujer salir con sus gafas obscuras y Alejandra con una tarjeta en la mano.

--¿Quién era?

--Denise Jonas.

¿Denise Jonas? ¿Qué era lo que hacía ahí? ¿Hablando con nuestra abogada? ¿Cómo supo que estuvimos ahí todo el tiempo? No pude expresarme porque de tantas preguntas, se quedaron atascadas en mi garganta. Subí detrás de Alex esperando a que nos dijera en grupo a todas.

Nos miraron con perplejidad, todas querían saber.

Narra Dani

Alejandra parecía más consternada que el día anterior, así que decidí escuchar antes de preguntar incoherencias.

--¿Quién te buscaba?—preguntó la madre de Reny

--Denise Jonas.

Sentí algo raro en mi interior. ¿Mi suegra nos había ido a buscar? No le encontraba mucho sentido desde lo de ayer.

--¿Venía con alguien?

--No.

--¿Qué quería?—preguntó Itzel con recelo. Mucho recelo.

Alejandra nos comentó la historia completa: Denise Jonas quería llegar a un acuerdo menos agresivo, dado a que se le hacía mucho lo que habían impuesto a nosotras, a pesar de no poder evitar la demanda millonaria. Así que nos citó en un lugar para tratar de hacernos más ligero todo esto.

--¡Denise Jonas!—repetí sin aliento-- ¿Irán los…?

--¿Chicos?—completó Reny

Hubo un momento de silencio en el cual todas meditamos, la mamá de Reny nos miró, esperando a una respuesta certera para acabar de una vez con todo esto.

--Puede ser buena idea—rompió Alex.

--Tiene razón—siguió la madre de Renata.

Dos estaban a favor de asistir, faltábamos tres.

--¡Digo que sí!

Tras mi exclamación sentí un mayor alivio y supe que quizá la situación se volvería más interesante. A Renata se le iluminó a la cara y concluí que mi cara puede ser así, finalmente contesto a favor. Faltaba una, así que la miramos y nos miraba con irritación, estaba indignada y entendí sobre nuestra charla anterior.

--¡Me niego!

--¡Es nuestra oportunidad!—gritó Renata molesta en respuesta.

--¿Oportunidad?—rió con amargura-- ¿De qué? ¿De ser más humilladas? Por si no te das cuenta, Renata, lo que quieren es llamar la atención. No se quieren compadecer de nosotras.

--¡Claro que sí!—afirmó Alex, metiendo su cuchara.

No supe si debía apoyar a mi mejor amiga o a mi hermana y Renata. Intenté pensar qué es lo que era correcto pero a pesar de eso no podía encontrar la respuesta, no la correcta.

--Escucha, Itzz, tienes razones para contestar eso—dije cuando todas estaban calladas y tensionadas--. Me has dicho algo importante y no te obligaré a que vayas… Nosotras solo queremos tratar.

--Tratar de conocerlos—acusó con tristeza--, es su sueño. Era el mío… Y la verdad no puedo cambiar lo que piensan ni lo que sienten. Saben que las quiero, así que…

--Será mejor que nos reunamos con Denise—sonrió Reny más tranquila. Extendió sus brazos hacia nosotras y nos reunimos para dar un abrazo grupal.

--O todas o ninguna—asintió mi hermana.

Claro, somos "The girls next door". Seremos inseparables...

Lo que ocurrió a continuación fue todo un show; Renata se apoderó del baño mientras que Alejandra gritaba para que saliera pronto y darse un baño, la madre de Renata reía con tal espectáculo. Por mi parte, intentaba lograr que mi mejor amiga se arreglara al menos… Y era una batalla épica. Finalmente, aceptó y tras tomarse un baño, logré dejar que se arreglara.

Narra Itzz

Y ahí íbamos, camino a un restaurant de la ciudad. No tenía idea de qué es lo que iba a pasar después de todo esto, Dani y Reny iban muy emocionadas porque probablemente piensan que será un encuentro con ellos, al igual que en el fondo de mi corazón sentía esa emoción que quería salir pero vamos, seré realista: esto no es una novela de foros, no soy la protagonista y mucho menos ocurrirá lo que toda chica desea; conocerlos de una manera encantadora, todo será un fiasco. Dudo mucho que estén ahí, quizá sólo estén sus padres y su abogado. Intenté poner la mejor cara para esta situación y la verdad es que me sentía más sombría que antes, no quiero ver la decepción en el rostro de mis amigas. Ni si quiera me siento bien con brillo labial y rubor, me siento como una tonta intentando ser alguien más.

--¡Quítate la gorra!—me reprendió Dani, debe de ser una persona bastante apasionada por la vanidad femenina. Gruñí.

--¿Al menos me puedo quedar con mi gorra de “Señor Frogs”?

--Te ves rara con la ropa que llevas y con eso—admitió su hermana despectivamente, ofendiendo mi gorra. Creo que ahora sí no necesitaremos asistentes de imagen.

¿Y qué si me veía rara? Mi gorra siempre traía buena suerte y me aferré a ella como si mi vida dependiera de eso, mis padres la habían traído de Puerto Vallarta cuando aún estaban juntos, me recordaba tiempos felices.

--Yo pienso que se ve bien.

¡Gracias, Reny! Quise responder con alivio, así que disfruté del silencio restante. El taxi nos llevó a una parte lujosa de California, debe de ser Toluca Lake o alguna parte lujosa de la ciudad. Me sentí como un insecto al ver a tantas personas caminando con estilo por la calle y algunas mirándonos como si fuésemos inferiores. Me recuerda a la plaza comercial de la ciudad, Andares.

--¿Aquí es?—le pregunté a la madre de Reny

--Parece ser que sí—asintió.

--Me sorprende no ver reporteros ni nada por el estilo.

Alex tenía mucha razón: todo parecía muy calmado, tanto para ser real. Batallé un momento para sacar el paquete de pañuelos que llevaba en mis jeans ajustados (o más bien los de Reny) y al fin logré sacarlos con cuidado. Las demás parecían distraídas con la vista del lugar, nadie se atrevía a entrar y encarar la situación. En un movimiento rápido me quité el líquido viscoso que tenía en los labios y me sentí mejor aunque con mi boca más humectada.

--¿Entramos?

La pregunta de la mamá de Renata me hizo estremecer, pero acepté y fui la que se dirigió a la puerta y la empujó para entrar. En un momento me di cuenta de que mis labios eran rosados, fulminé a Dani con la mirada.

--¿Qué? Es lipstick mágico.

El ver mi reflejo en el vidrio me trajo a la realidad, esa chica no era yo: era una chica muy linda que se veía graciosa con la gorra… Si pudiera ser así todos los días. Esperamos a que la hostess se acercara y me quité finalmente la gorra, aceptando que me veía ridícula.

--Buenas tardes—saludó la hostess con amabilidad--. ¿Esperan a alguien?

--A Denise Jonas—respondió Alexa.

Denise Jonas. ¿Qué rayos?

--Por aquí—sonrió antes de guiarnos.

El lugar se dividía en una parte más concurrida donde la gente podía estar en el área de fumar y no fumar, esta vez nos llevaron a un lugar más privado y más lejos de la entrada, un jardín donde parecía estar todo aislado del mundo. Donde sólo había una mesa ocupada.

Narra Dani

Mi corazón me dio un vuelco cuando observé las personas que ocupaban esa mesa, hablaban animadamente y quise escapar para no hacer tonterías. Seguramente la sonrisa de mi cara estaba peor que antes… Y después dirigieron su mirada hacia nosotras y quedaron en silencio. Denise nos lanzó una sonrisa encantadora. Entonces se levantó y caminó hacia nosotras.

--Siéntense por favor…

¿Era un sueño? No quería despertar.

--Mucho gusto—prosiguió y me quedé helada cuando extendió su mano a la mamá de Renata--. Denise Jonas.

--Johanne González—respondió con sólo su nombre, a pesar de no saber mucho el idioma. Ofreció su mano a Alexa, Itzz, Reny y por último a mí. Noté nerviosismo en la voz de mi hermana y de Reny, incluso en la mía aunque en Itzz sólo molestia de estar ahí.

--Paul Jonas.

No podía creer que estaba conociendo a mis suegros… Bueno, en mis historias hubiera sido maravilloso creerlo. Nick, Joe, Kevin y Danielle se encontraban justo ahí y pensé que todo se desvanecería de pronto pero no.

Era lo que había soñado desde como seis años atrás, quizá cinco. No tengo idea pero no sabía cómo actuar, mucho menos Renata y Alex. Ni hablar de los demás.

--Vamos, siéntense—nos invitó Danielle.

--Gracias—respondió Renata.

--Creo que nos conocen más que nosotros a ustedes—admitió el padre de los chicos. Bien, eso no lo esperaba. Por fin estuvimos reunidos en la mesa, no estaba el abogado.

Narra Reny

Todo era tan perfecto para ser verdad. Deseé que la demanda no fuera la razón de que nos reuniera ahí y fuera de otra manera.

--¿Qué quieren saber de nosotras?—preguntó Itzel con recelo.

¿Cómo podía reaccionar así ante tal situación? Alex y yo la miramos como si estuviese loca.

--No le veo el caso—admitió.

--Sus nombres, quizá—habló por primera vez Nick Jonas. Por Dios, estar tan cerca de ellos me hacía sentir realmente bien aunque un poco confundida respecto a las emociones dentro de mí.

--Daniela—sonrió y pude ver el gesto más hermoso que había visto en su vida: la ilusión en su rostro. No pude evitar sonreír y continuar. Pude observar a Joe de reojo y me encantó ver sus ojos tan de cerca, no puedo negar que los de Kevin no se quedan atrás; esa mirada podía hipnotizar a toda chica. Lástima de las bobas que no valoran, huecas… ¡Danielle tiene suerte!

--Reny.

Miré a Alex quien antes decía no ser fan de ellos pero estaba emocionada.

--Alejandra.

--¡Alejandra, Alejandra!—canturreó Joe la canción de Lady Gaga en femenino y nos hizo reír.

Narra Itzz

Debo de admitir que me hizo gracia y a pesar de eso, me limité a mantenerme seria. Dani miraba constantemente a Nick lo cual me ponía de nervios o lo podía poner de nervios a él, Danielle estaba siendo amable al igual que los padres de los chicos y Joe intentaba ser gracioso. Kevin es un ejemplo de madurez y cariño porque tenía a su esposa de la mano y la mantenía cerca como si no quisiera perderla. La pareja perfecta. Las demás se habían presentado ante ellos siendo libros abiertos y no quería ser igual, quiero ser desconfiada. Sentí la mirada de ellos en mí, de Nick y de Kevin, de Danielle y de Dani, de Renata y de Alejandra, de la señora y señor Jonas, de Johanne y de Joe. Sentí sobre todo la de Joe. Esperaban a que dijera algo y mis nervios, tensión y hasta mi orgullo me estaba haciendo vivir una clase de martirio.

--¿Y bien?—preguntó él.

Su mirada me escrutaba, esos ojos color miel nos recorrían a todas en busca de alguna respuesta. La última vez que había visto esa mirada tan cerca fue a cinco metros sólo porque me le colé al de seguridad y pude llegar a cuatro filas del escenario, en la gira de Camp Rock con la invitada especial, Demi Lovato. El concierto fue exactamente el 23 de octubre del 2010 ¿Cómo olvidarlo? Bien, en ese entonces me había dejado cautivada pero tenerlo tan cerca me dejó casi sin aliento… Ahora no era un buen momento para caer en el fanatismo de nuevo, no después de todo.

--Itzel—respondí. Odié mi nombre de nuevo, porque era tan diferente y difícil de pronunciar. Si tuviera la oportunidad, sería divertido escucharlos intentar decir mi nombre completo.

Narra Reny

--Deben de preguntarse por qué están aquí.

Kevin Jonas habló con seriedad, trayéndonos a nuestra triste pero cierta realidad. Tomé aire e intenté convencerme que todo esto no es un sueño. ¡No es un sueño!

--Han dicho que quieren ser menos agresivos con la demanda—acusó Itzz fríamente.

--Así es—ignoró Nick ese humor negro que vivimos cada día--. No podemos juzgar antes de conocerlas.

--¿Y ahora tiene el descaro de decirlo?—refunfuñó entre dientes de nuevo. Malhumorada. Lo mejor de todo es que ellos no escucharon nada por su tono tan bajo.

--¿Entonces por qué no detuvieron la demanda?—preguntó Dani tímidamente.

--Sabemos que ustedes no tenían la intención—respondió el señor Jonas no tan convencido. Era de esperarse.

Sonreí al ver que Joe estaba igual de inquieto que antes. Nick más bien era reservado y no se abría fácilmente a la primera.

--¿Ya no somos unas falsas? ¡Qué rápido cambian de opinión!—explotó Itzz.

--¡Cálmate!—pidió mi madre.

--No lo haré—respondió tajante.

Narra Itzz

¡Vaya descaro! Vienen a decir que nosotras ahora no teníamos la intención, después de habernos demandado, después de decir que somos falsas y que sólo queremos fama.

--Creo que estás mal interpretando las cosas…

¿Nick intentó calmarme con eso?

--Al parecer, Joseph quiso contarme un secreto antes del juicio—lo miré por primera vez, directamente. Tapó su frente con su mano, como si sufriera una jaqueca terrible--. Somos una banda oportunista que busca fama. Unas falsas que quieren todo fácil ¿Acaso no es sobre lo que te referías, Joseph?

--¿Qué?—preguntó Reny. La ignoré…

Kevin y Nick miraron a Joe, incluso Danielle y sus padres lo miraron.

--Abrí la boca demás—admitió--. No sabía que era ella.

--Y si nosotras somos falsas…--reí ásperamente—También lo son. Ya somos una catapulta para un magnífico regreso a los escenarios ¿no? Que tengan un buen regreso porque la verdad no quiero tener nada que ver con ustedes.

Me levanté molesta de la mesa e ignoré a las demás. No quería estar encerrada y preferí salir a tomar aire, las vería en el hotel pues necesitaba tiempo a solas. La hostess me miró confundida y cuando llegué a la entrada me sentí mejor, así que decidí caminar calle abajo.

Narra Dani

Tal vez no debió venir, debí de saber que podría pasar todo esto. Reny estaba molesta por aquellas contestaciones.

--¿Es cierto?—preguntó Alejandra.

--Lo es—admitió el señor Jonas--. Al principio pensamos que era deseo de tener fama.

--Actualmente no se sabe qué es real y que no—argumentó Denise.

--Tenemos derecho a estar molestas—respondí con la misma desconfianza que había mostrado Itzz.

--Y más porque Joseph dijo una imprudencia.

Nick lo fulminó con la mirada y me dio risa ver cómo entrecerró los ojos. Fue gracioso porque pensé que sus ojos desaparecerían.

--Lo lamento pero estaba molesto—admitió--. Sólo dije lo que pensaba.

--¿Estamos aquí para discutir?—preguntó Alejandra—Para ir por nuestra amiga.

--A lo que vinimos, disculpen por divagar—continuó el señor Jonas.

--Seré directo—Kevin me sorprendió cuando se hizo cargo de esto--. Nuestra intención fue demandarlas porque es lo justo.

--Sabemos que no hicimos las cosas correctamente—admitió Renata después de tanto alboroto.

--No podemos levantar la demanda porque nos veremos muy… comprensivos porque le daremos razones a más personas de hacerlo y ahí no podremos hacer nada—explicó Nick. Fue un buen argumento.

--Entiendo—respondí--. Lo hemos entendido y estamos dispuestas a pagar por eso.

--Sabemos que son responsables—admitió Denise--. Lo supe porque pudieron haber evadido todo, y nos enteramos también que tuvieron que trabajar para venir hasta aquí. Fuimos unos inconcientes.

--Lo fuimos—repitió Kevin--. Pensábamos que ustedes estaban en un nivel de ganancias más alto que les permitiría terminar con esto.

--Pero no—habló Joe, parecía aletargado todavía por todo lo anterior.

--Crean que estoy feliz de conocerlos—sonrió Reny--, pero con la escuela, los problemas de adolescente y lo demás, no esperábamos algo extra que ni si quiera sabíamos enfrentaríamos.

--Por eso la molestia de Itzz—explicó Alex.

--Queremos remediarlo—Danielle habló. Sí que fue una sorpresa.

--No levantarán la demanda—recordó Reny--. No entiendo.

Narra Reny

Era una maravillosa oferta. Después de despedirnos de una manera cordial y un par de autógrafos que pidió Dani, nos fuimos al hotel. No había señales de Itzz por ninguna parte y nuestra preocupación aumentó durante un momento lleno de tensión. Mamá estaba sentada en el sofá, esperando a que apareciera pronto si no, iba a llamar a su padre… Y Dani no dejaba de dar vueltas, aunque estaba segura de que se debía a su encuentro con Nick Jonas. No fue lo que esperábamos, seguramente un abrazo, un beso… ¿Qué se yo? Ser más emotivas. Somos bastante afectuosas así que es por eso que deseamos más, no un solo apretón de manos y un saludo cordial. Escuché la puerta abrirse y todas clavamos la mirada en ese punto.

--¿Dónde estabas?—preguntó Alejandra preocupada

--Caminé por un momento—respondió casualmente--. ¿Cómo les fue?

--Tuvimos que disculparnos por tu conducta de neurótica—comentó mi mamá con sarcasmo.

--Se pega—sonrió divertida ante la situación--. Me refería a qué era tan importante para hablar con nosotras.

--Nos han hecho una oferta…

La respuesta de Alejandra la hizo ponerse tensa, puso más atención. ¿Cómo no me contó lo que ocurrió con Joe?

--Antes… Lamento no haberte hecho caso, pero no dijiste el por qué—zozobré al decirlo.

--No hay problema, yo debí de haberlo dicho—asintió--. Lo haré de ahora en adelante. ¿De qué se trata esa “oferta”?

Reí por el gesto que hizo y las comillas que simuló con sus dedos.

por **Danne G.** Dom 16 Sep 2012, 9:02 pm

ITZZZZZ! MALA MALA MALA!... Oh Dios no sabes cuanta curiosidad tengo pero esperaré, pacientemente no importa.. GRACIAS por el cap. Te quiero mucho. (: Me hiciste conocer a Nick.

por **chelis** Dom 16 Sep 2012, 9:18 pm

SIIIII CUAL ES LA OOFEEERTAAAAAA!!!?????
AAAII ESE JOEEE SI QUE METIOO LA PAAATAAAAA!!!

por **Danne G.** Dom 23 Sep 2012, 12:25 pm

SUBEEEE SUBEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE ITZIIEEE SUBEEE

por **chelis** Dom 23 Sep 2012, 7:28 pm

SIIIIIIIIIII

por **ItzZaCraZyfan95** Lun 24 Sep 2012, 8:34 pm

Hola a todas. ¿Cómo están? Lamento la tardanza por no subir la novela pero la verdad las cosas han estado un poco complicadas. Ésta semana es la entrega del cuento corto para la FIL, deseénme suerte porque la ocuparé. Prometo que en cuanto sepa los resultados del concurso, publicaré sobre el cuento ;D Ahora, lo importante: Capítulo número once.

Con un nuevo pseudónimo:

L' Ange de la Musique

Capítulo 11

Narra Dani

La familia Jonas nos había ofrecido producir nuestro próximo disco compacto bajo el sello de su propia disquera (ya no más Hollywood Records, aunque es un secreto) Jonas Enterprices. La emoción fluyó por mis venas cuando imaginé que producirían nuestro propio álbum con nuestras propias canciones, vería a los chicos seguido. ¿Qué más puede pedir una fanática? No pudimos tomar la decisión Renata y yo solas porque somos una banda. Crucé los dedos porque dijera que sí.

--¿Saben qué es lo que ganamos con eso?—preguntó con la voz modulada, antes de continuar. Ya no quería alterarse--. Seremos las fans que aprovecharon la oportunidad para ir a la cima…

--¿Podrías dejar el orgullo a un lado?—preguntó Alejandra con una sonrisa en los labios--. Sabemos que eres orgullosa, pueden salir más rápido de este problema legal y podrán ser famosas. Tal y como lo deseaban.

--¿Y qué tal si ya no quiero ser famosa?—respondió en voz baja.

--Nos han dado tiempo para pensarlo. Por ahora creo que hay que disfrutar la ciudad antes de irnos.

La sugerencia de Johanne no fue tan mala, pero habíamos pasado un buen rato en el restaurant.

--¡Hablando de eso!—sonrió Itzz emocionada--. Compré boletos para ir al circo.

--Circo…

La repetición de Alex denotó que no le agradaba mucho la idea, me pareció más bien emocionante. No recuerdo la última vez que había ido a un circo y seguramente fue mucho tiempo atrás.

--Suena bien.

--¡Debe de haber un domador sexy!—sonrió Reny--. ¿Qué esperamos?

--Es sano. Vamos—siguió Johanne.

El circo no estaba muy lejos de ahí, la verdad era impresionante: animales por doquier e incluso focas. Era un circo acuático así que esperé lo mejor de él por las motos acuáticas, las sirenas y demás.

--¿Ahora qué dices, Alex?

--Vale la pena, enana.

Reny miraba por todos lados, intentando encontrar algún chico que valiera la pena. La mayoría hacía caso omiso de nosotras, aunque no le di mucha importancia. Compramos palomitas y nos sentamos en las butacas delanteras, más cerca del escenario que nada.

--¿Ya vieron? Va a comenzar todo.

Las luces parpadearon, la pista circular parecía un molde para una dona pues estaba lleno de agua. Salió un chico y comenzó a hacer acrobacias con una moto de agua… Realmente todo se veía muy emocionante, un tanque de agua con chicas nadando, otros siendo marineros y náufragos; realmente valió la pena. Coreografías y demás…

--¿Ya vieron?—preguntó Alex con la respiración entrecortada.

--¡Baba!

¿Baba? Tenía razón. Abrí casi los ojos desmesuradamente cuando entraron a escena tres chicos, dos bastante jóvenes, otro tenía más o menos unos veintiocho. Se les ceñía la camisa (de esas que usa Taylor Lautner) y se notaba el esfuerzo que le dedicaban a sus músculos.

--Quiero…--gimió Reny. Su madre y todas la volteamos a ver como si estuviera chiflada.

--Vamos, les aseguro que son unos huecos presumiendo lo único que tienen en esta vida.

Sabía que en el fondo Itzz estaba igual que nosotras, incluso podía ver que quería mostrarse igual que nosotras. Los chicos no estaban para nada mal, la música de fondo llenó aquel silencio difícil de describir y todas las damas de la habitación comenzaron a babear. Incluyendo Itzz y Johanne, Reny y yo. Ni se diga de Alex.

Era un momento de tensión porque ellos se estaban tomando enserio su trabajo y realizaban acrobacias complicadas que los hacían ponerse rojos del esfuerzo y nos quitaban la respiración esperando a que no se lastimaran.

--¿Es posible hacer eso con tu cuerpo?—preguntó Itzz jadeante, como si estuviera haciendo todo eso.

--Al parecer, sí.

Johanne rió con Reny por nuestra cara y fue cuando comenzaron a despedirse. ¿Tan pronto? Creo que nuestro lugar nos daba cierta ventaja de tenerlos cerca… Muy cerca. Me quedé distraída durante un momento, examinándolos un poco más pero sin poder llegar a una conclusión en concreto.

Mi mirada se encontró con uno de los más jóvenes, eso me abrumó y no supe si le sonrió al público o a mí, nadie se dio cuenta al parecer y creo que más bien fue una paranoia. Este viaje estaba acabando conmigo…

Después de eso, me distraje con más motos acuáticas, con un payaso delgado que usaba un vestido de mujer con globos en su pecho y en la parte trasera, bailando una canción de Shakira y específicamente; “Rabiosa”. Todas reímos cuando cayó a propósito golpeando su trasero y reventando los globos escandalosamente, después los de su pecho.

¿Se podía disfrutar tanto? Alejandra que era la menos convencida, ahora mismo estaba riendo a carcajadas y disfrutaba tanto como nosotras.

Aparecieron unas lindas focas para realizar un acto que conmovió a todos, bailando, besando a su entrenador y cantando. Me ofrecí como voluntaria a pasar a saludar a tan lindos animales y fue muy divertido. Después, hubo un intermedio y fue cuando los sexys contorsionistas regresaron. Sin camisa.

--Oh por Dios—musitó Alex junto con Reny.

¿Qué podíamos decir? Sí que son ardientes. Espero algún día comprendan lo que siento porque tenerlos tan cerca y no poderles decir “Jacob”, es un crimen.

Comenzaron con otro acto arriesgado no tan diferente al primero, y se me heló la sangre cuando uno estuvo a punto de caer. Como buenos profesionales, repitieron el acto hasta que les salió, arriesgándose más.

Tras eso, pasaron un par de actos más y todos salieron al escenario para despedirse, y entonces mi paranoia apareció de nuevo. Después salimos con cuidado del lugar, esperando a no ser aplastadas por la multitud.

--¿Sí o no valió la pena?—preguntó Itzz satisfecha.

--Tenías razón—admitió mi hermana.

--Y más por esos bombones.

--¡Renata!—rió su madre--. Será mejor que no digas tanto esos cumplidos.

--Si de por sí, los esteroiditos se sienten en las nubes con ser el centro de atención de las chicas—gruñó de nuevo Itzel.

--No me echen al agua porque me ahogo—se burló mi hermana--. Estabas en la baba igual que nosotros.

--Lo sé.

Todas comenzamos a reír y por fin llegamos al lugar donde vendían las snacks, habían vendido fotografías y nosotras no tuvimos la oportunidad de tomarnos una. De pronto, uno de los fotógrafos me detuvo y extendió una fotografía mía, jamás me di cuenta cuando la tomaron pero fue cuando estuve con la foca, cuando me dio el beso en la mejilla.

--¿Cuánto cuesta?—pregunté

--Cortesía de la casa—respondió una voz varonil que hizo estremecerme. Giré hacia atrás para encontrarme a uno de los contorsionistas.

Narra Reny

Dani tuvo una tremenda suerte al hablar con él. Incluso cuando le regaló la fotografía, todas nos miramos como si no lo creyéramos aunque sabemos que fue completamente real. La tonta en vez de hacer eso, insistió en pagar la fotografía y finalmente, aceptó. ¡Suertuda!

A pesar de que nos distrajimos un poco, al salir aún tenía la esperanza de que la decisión unánime fuera afirmativa y poder grabar en el estudio de los Jonas Brothers. Grabar en su nueva disquera. Su nueva disquera. Y no quería presionar a nadie… Y saben a quién me refiero.

La idea es antes de irnos hablar de nuevo sobre nuestra decisión con la familia Jonas y llegar a un acuerdo. Y pagar nuestra deuda. Amaba a Denise Jonas más que antes porque fue la que intercedió por nosotras más que nadie.

¿Y si nos encontrábamos con ellos en un Starbucks? ¿Quién no ama los Starbucks? En la habitación permanecimos en silencio, sin ganas de salir. Daniela seguía roja de las emociones fuertes del día. Itzz salió a hablar con su madre por teléfono.

--¿Creen que realmente diga que sí?—preguntó Alejandra.

--Está dolida y será difícil que de un momento a otro diga que sí—comentó mi mamá--. Dale tiempo y estoy segura que esa opción será la mejor de todas.

--¿Realmente lo crees?

--Será realmente difícil si dicen que no, Dani.

--Entonces tenemos que darle tiempo… Aunque se nos agota.

Había pensado en muchas maneras de trabajo con ellos, que fueran a Guadalajara y ahí vernos, o nosotros quedarnos un tiempo más, la siguiente semana. Pero no hay dinero, ni fondos y realmente sería más difícil sobrevivir.

Tenía que encontrar la manera de que se abriera conmigo y convencerla. Ni si quiera me había contado lo que ocurrió con Joe, cuando me enteré me sentí realmente extraña al haberla hecho ir.

--¿Saben qué fue lo que disfruté?—preguntó mi madre haciendo una pausa dramática:--Su presentación improvisada.

¿Cómo olvidar la adrenalina en mis venas? La atención sobre mí, sobre nosotras.

--¡Dime que lo harán otra vez!

Dani sonrió cuando su hermana pidió una repetición, más que emocionada.

--Podrían comenzar a hacerse promoción con videos en Youtube.

--No es tan mala idea y es maravillosa.

Creí que todo se iba a desvanecer tan pronto como regresáramos a casa. No tengo idea de lo que va a pasar entonces.

Narra Itzz

Mi mamá me contó de sus lindas vacaciones que disfrutaba con mi profesor de inglés. Deseé que por ello, me dejara en paz durante mi regreso a la preparatoria… Y mi padre, bueno… Mi padre respondió y pasé hablando con él casi una hora entera sobre cómo le iba y cómo me estaba pasando mis “agradables” vacaciones. Rió cuando le conté de la reacción que tuve, la maravillosa reacción que ardió en mis venas, que subió por mi garganta y se agolpó en mi frente. Le conté la rabia que sentí, las palabras que grité y lo mucho que deseé no haber sido parte de ese inmundo plan.

--Lamento decir te lo dije… Pero te lo dije.

--Siempre me advertiste—respondí riendo con amargura--. No te hice caso. Y aquí estoy, enfrentando una demanda millonaria y más que antes, siendo parte de su juego de mercadotecnia. Esta vez, como una pieza clave…

--Y atrapada entre la espada y la pared.

--Así es. Mis amigas están seguras de que aceptando su trato vamos a salir más rápido de este problema—me quejé.

--El acuerdo es ayudarlos a ellos, hacerte la fama de interesada y todo es una simple trampa.

--Y sólo esperan mi decisión—añadí--: intentan convencerme.

--¿Lo has pensado bien?

--Por mi integridad diré que no, papá. Lo sabes.

--Si te precipitas puedes errar.

--¿Te refieres a que tengo que decir que sí?

No entendí entonces.

--El acuerdo por más que los ayude a ellos, también lo hará contigo. No puedes estar matándote un año para intentar conseguir doscientos dólares cada mes...

--Suena duro pero puedo conseguir un empleo de medio tiempo y…

--¿Te escuchas?—preguntó con preocupación—Harás trámites a la universidad en el año próximo ¿recuerdas? No quiero tantas distracciones, jovencita.

--Tienes razón.

--¿Crees que será bueno la idea de trabajar? No vas a rendir.

--¿Qué haré?—pregunté en medio de una conmoción de emociones.

--Aceptar, traga tu orgullo.

--Lo pensaré.

--Bueno… Buenas noches, entonces.

Tragar mi orgullo. Suena fácil pero no. ¿Cómo iba a aceptar después de que me culparon de interesada? Ya sé que soy intensa pero no se puede perdonar fácilmente, ni si quiera puedo superar que soy arma de mercadotecnia cuando años atrás, yo era la que hubiera apoyado a los Jonas. Los hubiera seguido hasta el fin y ahora no. Me sentí tan mal por no haber estado en su primer concierto en México en el 2008, aunque la capital estaba a ocho horas de mi ciudad. Aunque ese día me encontraba tan cerca que podía escaparme de mis padres y llegar… A pesar que estaba cerca y a la vez lejos.

Los recuerdos me inundaron y comencé a reír por mi ingenuidad, todo esto comenzaba a ser una pesadilla. Si pudiera renunciar, lo haría ya. Me iría con los Sex Pistols, con los Doors, Muse, los Beatles y hasta con Bunbury, creo que no hubiera ocurrido esto. No hubiera ocurrido todo este infierno.

Entré en la habitación y todas me miraron esperanzadas, Reny era bastante insistente porque parecía querer sacar el tema a relucir aunque no se atrevía. Alejandra, a quien siento que casi nunca le he caído bien, estaba también a punto de decir que era lo mejor para todas. ¿Lo mejor para todas? ¿Están seguras?

Dani… Me duele más Dani que nadie. Puedo ver en sus ojos la ilusión y el sueño que desde la conozco, ha tenido. Sé que ella anhela poder conocerlos a fondo, ser su amiga, ser parte de ellos. Ella los ama. Los sigue amando. Johanne parece comprenderme mejor que las demás.

--Iré a caminar para darles una respuesta hoy mismo—dije antes de que comenzaran con sus parloteos.

--¿Sola?—preguntó Dani

--Sí.

Esperé objeción alguna por la madre de Reny ya que estoy segura, mi padre pidió que me cuidara como él lo hace: no salir sola a ninguna hora, llevar y traerme… A este punto, había roto las reglas. Pero no le diría jamás a nadie y seguro que tampoco ella.

Salí como si quisiera escapar, me precipité a la calle y ahí, mis pies eligieron el rumbo, no mi cabeza.

Tenía muchas cosas en qué pensar. ¿Por qué mi madre está con un cretino? ¿Por qué mis padres se alejaron de la nada? ¿Por qué mi padre es un misterio? ¿Por qué no conocía mucho a su familia? ¿Por qué? Mi cabeza no está para banalidades como una demanda, mucho menos a mi edad. Dios… Antonio me vino a la mente y me sonrojé durante un momento. ¿Acaso es posible sentir tantas reacciones al mismo tiempo? Y entonces comenzó a llover levemente y supe que pronto arreciaría, me molestaba porque los lentes se empañaban fácilmente.

Me detuve en un pequeño café familiar, incluso decía que también había pizza. Entré y la campanilla del lugar delató mi presencia pero importó poco. No había muchas personas, había un par de chicas en una mesa alejada, en otra, un grupo de chicos que ni si quiera les presté atención. Elegí una mesa apartada, me senté tranquilamente, mis lentes los dejé sobre la mesa y entre borrones, miré a la ventana viendo pasar a la gente, a prisa.

Recibí un mensaje de texto de Reny preguntando por mí, le dije que estaba en un café más no le di dirección. Quiero soledad.

--¿Te puedo ofrecer algo?—preguntó la camarera que se acercó, delgada y alta, con cara de pera. Me recordó a Tiana de “La princesa y el sapo”.

--Un café.

Anotó.

--Es noche de pizza—anunció. A diferencia de Tiana, no atendía con amabilidad, le faltaba más servicio o ganas.

--Amm…

--Dos rebanadas Trudy—dijo una voz masculina, una voz que no conocía bien--, yo invito esta noche.

No pude ver la reacción de la chica, después se fue.

--¿Puedo sentarme?—preguntó el desconocido. Eso sí que es interesante. Sin mostrarme inquieta, tomé una servilleta y limpié las gafas.

--¿Alguien te lo impide?

Rió durante unos segundos, se sentó y lo vi borroso, hasta que me puse las gafas.

--Lo sabía—me dijo. Entonces fue cuando lo reconocí--. Sabía que te había visto en alguna otra parte.

--Ni cuenta me he dado.

--Seguro que sí.

No estaba tan equivocado. Era uno de aquellos chicos de la mesa, uno de los chicos contorsionistas del circo. Aquí no se veía tan imponente, no sentado frente a mí y con una camiseta de Jimmy Hendrix aunque claro, ceñida.

--Vale. Me he dado cuenta ahora que tengo los lentes puestos—dije y una pregunta se formuló en mi mente aunque salió:-- ¿Qué hace un tipo como tú sentado con una chica no tan interesante en un café, si puedes estar con las bailarinas del circo?

--Vaya rudeza ¿así eres siempre?

--Mi pregunta primero.

--No lo sé—se encogió de hombros, después continuó:--, crecí con ellas. Así que prefiero hablar con una espectadora.

--Sólo con desconocidos. A mano.

--¿Cómo dices que te llamas?—formuló de nuevo.

--¿Qué importa?

Rió de nuevo. ¿Qué parte de “necesito estar sola” el mundo no entiende? No necesitaba estar con un chico con complejo de Hércules para sentirme bien y pensar en una buena decisión.

--Sólo me gustaría saber a quién invitaré esta noche.

--Itzel—dije entre dientes, sabiendo que no pronunciaría bien mi nombre.

--¿Cómo?

--Llámame Itzz.

--De acuerdo…

--Y no es necesario que invites, gracias.

--Me llamo Scott, por cierto.

Ahora me tocó reír a mí por la situación, incluso sentí que hubo un parecido con “La última canción”, libro de Nicholas Sparks y llevado al cine, estelarizada por Miley Cyrus y Liam Hemsworth.

--De acuerdo, Scott.

La camarera se acercó justo a tiempo para acercarnos a ambos la cena, una rebanada de pizza.

--¿Y haces esto seguido?—pregunté curioseando--. Porque me asusta ver que le dices a Trudy que invitas esta noche, como si fuera rutina.

--Suelo venir con mis amigos, nada más—respondió sin rodeos, con sinceridad o al menos eso pareció--. Sólo estaremos durante una temporada aquí y descubrí éste lugar.

--¿Los que te ayudan a tus actos?

--Sí. Somos impresionantes ¿no?

--Sí…--admití, mirando el pedazo de harina y queso—Jamás creí posible que un ser humano fuera capaz de ello. Incluso al principio pensé en anabólicos…

--Ahora entiendo tu cara de aburrimiento durante mi acto—ladeó la cabeza hacia la ventana, intentando buscar algo en mí--. Dime que no eres de las chicas delicadas que sólo comen ensalada.

--Me encantaría decirte que sí, pero no.

--Me alegra porque la mayoría piensa en eso.

Bueno… Quizá pensaba mucho en mi peso pero no en la comida. Le di un mordisco a la pizza. Era más atractivo de lo que se veía en el circo, ojos de color azul obscuro, no un azul tan océano… Y de piel apiñonada, cabello negro. Seguro que era hermano de algún chico de la otra mesa, porque tenía un parecido al que era el de en medio.

--¿Eres el más joven?

--Sí—respondió a la pregunta que pensé en voz alta--: Mi hermano mayor me gana por un par de años y está en la otra mesa.

--Me sorprende tu sinceridad ante una desconocida—observé.

--Me inspiras confianza.

--Pues tú a mi no—espeté rudamente. Generalmente, esperaría a que se ofendiera, no a que sonriera.

--Entiendo entonces el por qué no respondes fácilmente—admitió:-- pero me agrada.

--¿Gracias?

--No eres de aquí… ¿cierto?—preguntó

--No.

Mi acento o es muy notorio, o hablo correctamente.

--¿De dónde eres?

--Del circo.

--Sabes a lo que me refiero…

--Soy de Atlanta.

Narra Dani

Y fue cuando me preocupé. Era tarde, Reny había mandado un mensaje pero a pesar de que en su respuesta parecía estar bien, algo me dio miedo. Johanne estaba simplemente dejando que “experimentara” su libertad y autonomía pero no me convence del todo. Mi hermana se duchó y se metió a la cama antes que nadie más. Bajé a lobby, estaba tan solitario… Me senté en uno de los sofás, esperando a que el agua no impidiera el regreso de mi amiga.

Cuando creí conveniente salir a buscarla, me di cuenta de que venía bajo un paraguas con un chico alto, de espalda ancha… Y que había visto antes.

--Dani…--sonrió, al parecer de mejor humor cuando entró al lugar con él—Te presento a Scott.

--Mucho gusto—la miré con picardía, pero no iba a pasarle su momento de libertad.

--Debí de haber traído a mi hermano—admitió aunque no entendí del todo.

--Bueno… Gracias por acompañarme.

--No fue nada… ¿Te volveré a ver?

--No tengo la menor idea—respondió a su pregunta no amabilidad, no tan poca como para ser un extraño.

--Buenas noches.

--Gracias por la pizza.

Y entonces, él asintió y se fue bajo su paraguas.

La fulminé con la mirada, esperando a poder intimidarla pero sé que soy tan dulce como para hacerlo.

--¿Dónde estabas?

--Terminé en esperar por la lluvia en un café—explicó camino al elevador--, entonces él se presentó y me invitó a comer algo de pizza…

--Por eso tardaste.

--Lo lamento…

--Me sorprende que hayas hablado con un chico del circo que creías estúpido.

--Juzgué mal—aceptó.

--¿Te pidió tu número de teléfono?—pregunté emocionada.

--No…

--¿Cómo? No puede ser…

--Me ha invitado de nuevo mañana al mismo lugar, pero…

--¡TIENES QUE IR!

Parecía un poco más emocionada de lo normal. Pregunté sobre su conversación, quería pelos y señales de todo lo que ocurrió.

Al entrar a la habitación, Reny la miró esperanzada. Yo lo había olvidado, no la obligaría a algo que no quisiera.

--Contacten a los Jonas Brothers… Que acepto el trato.

por **Danne G.** Lun 24 Sep 2012, 8:54 pm

]AHHHHHHHHHH ITZZ! No puedo creer que la dejaras así.... Tienes que subir pronto.. ¿Serán esos chicos algo más que personajes pasajeros?

por **chelis** Mar 25 Sep 2012, 7:50 pm

GUUUUAAAUUUUU!!!!!
YOO TAMBIEN BAABEEEEEEEOOO SIII VEOOA UN CHIIICOOO ASIIII TIPOO JACOB!!!!
AAAIII ACEEEPPTOOOOO!!!!
SIIIII!!!!

por **ItzZaCraZyfan95** Vie 28 Sep 2012, 11:31 pm

Hola chicas ¿Cómo están? Ultimamente me he esforzado en subir pero me doy cuenta de que casi no comentan. Les pido por favor que para la próxima intentaré subir con mínimo de 6 comments ¿va?

Por ahora, les dejo un capítulo más ;D

Capítulo 12

Narra Dani

Starbucks era uno de los lugares que poco frecuentaba y estar ahí, por segunda vez en mi vida, me sabe a gloria. Todas nos levantamos temprano para arreglarnos y para estar a tiempo en el lugar donde nos citamos con la familia Jonas. Un día como este jamás se olvidará: debido a la respuesta de Itzz, llamamos a Paul Jonas para confirmar una cita para el día de hoy. Pensé durante dos horas sobre cómo me iba a vestir. Era muy seguro que vería hoy a Nick.

Parecía que en nuestra habitación pasó un tornado porque Reny y yo rebuscamos entre nuestras cosas, esperando encontrar una solución repentina. Alex tenía solucionado todo… E Itzz se quedó dormida, ignorando todo.

Tengo la sensación de que algo importante sucederá.

El Starbucks estaba en completa tranquilidad, sin paparazzi’s, ni fans ni nada, como si no supieran de que pronto iba a venir algún miembro de la banda. O Denise. Supongo que solo vendrá Denise o Paul por nosotros, realmente no creo que sea Joe y mucho menos Nick… Quizá Kevin.

¿Qué vehículo portan? Me asomé esperando a ver algo ostentoso… O un mustang.

Los empleados nos miraban con extrañeza, esperando a que consumiéramos algo.

De pronto, un Jeep se aparcó fuera y no esperé a que fuera Joe. Pero era Joe quien vino por nosotras.

Narra Reny

Y Joe estaba deslumbrante, como siempre. Saludó con una sonrisa coqueta al vernos...

--Buenos días, chicas.

--Buenos días—saludamos todas en unísono. Excepto ella.

--Disculpen el retraso—miró su reloj y suspiró--. ¿Quieren algo?

Como diría el comercial del cable donde sale Ashton Kutcher: “¡Yo quiero todo contigo!”. Me dio risa el pensamiento e intenté no decirlo, ni si quiera en español.

--No, gracias. Ya hemos desayunado—respondió mi madre con cortesía en inglés.

--Cortesía de Jonas Enterprices—insistió él y se acercó al mostrador. De seguro que hizo un gran pedido… Porque al final, llevó un paquete bastante grande.

Salimos al estacionamiento e indicó que subiéramos. Primero entró Itzz de mala gana, después Dani se sentó en las piernas de Alex y al final, mi madre. Yo me fui en el asiento de copiloto y me sentí soñada

A Joe se le ocurren muchas maneras de entretener y hacer reír a las a las personas. Tiene un don para tratar con la gente.

¿Cómo sería tener una cita con él?

Narra Dani

Bajamos del auto, Joe sí que es agradable pero me distrajo el zumbido de los audífonos de Itzz. Al entrar al estudio, me di cuenta de que prosperarían muy rápido.

No supe describir cómo me sentí al momento de darme cuenta de Nick Jonas y sus hermanos eran dueños de su propio destino. Nick se encontraba sentado y junto a él, Elvis. Estaba su padre, Kevin y Danielle y el resto de la banda, lo cual se me hizo un sueño hecho realidad. Todo esto es tan surrealista que no puedo creerlo.

--¡Chicos!—exclamó Joe, Itzz puso cara de fastidio.

Comenzó a reír y a saludar a sus hermanos del alma. A cada uno le entregó un café de Starbucks.

--Gracias, Joe—respondió Renata tras hacerle ojitos. Bien, conocía su táctica y solía funcionar aunque no estaba muy segura de ello esta vez.

--Para que endulces tu vida—dijo Joe extendiéndole a Itzz un frapuccino.

No supe si le molestó que le haya comprado el café, que le haya bromeado o que haya insinuado que es una amargada. O las tres cosas. Pude percibir que algo en su interior no estuvo bien cuando ocurrió y pensé que contestaría, pero no lo hizo.

--Gracias, Joseph.

Miré a Renata que estaba igual de desconcertada que yo y quise enterarme de lo que no pude ver, quise sentir lo que ella sintió.

Fue cuando después Nick captó mi atención. Extrañaba su cabello rizado pero a decir verdad, no se ve tan mal así. Se ve… Más maduro, quizá. O será que es el cariño que le tengo por tantos momentos juntos y a la vez tan separados (es un término raro) pero lo conozco por medio de sus canciones, de las novelas y de mi imaginación. Quizá es algo erróneo, y me encantaría conocer cómo es realmente.

--Buenos días, chicas—saludó papá Jonas. Bien, es un comienzo.

Kevin se acercó y nos saludó, Danielle se portó como si fuera nuestra amiga y nos saludó con cariño.

--Chicos… Les presento a “The girls next door”—anunció Kevin.

Garbo, Jack y los demás se acercaron a escuchar nuestros nombres… Quizá esto era un comienzo de una buena relación laboral.

--Mi nombre es Reny—sonrió ella con jovialidad. Me sentí apenada por mi rubor.

--Dani.

Y vi a Itzz fastidiada.

--Mi nombre es Itzel.

Todo el mundo se quedó un poco confundido ya que es un nombre no tan común en Estados Unidos e incluso, en mi país natal. Puso cara de fastidio y frustración.

--Se pronuncia como “itself” pero sin la “f”—explicó--. Llámenme Itzz.

Parecieron entender.

--¿Quieren empezar a vocalizar?

Usualmente no vocalizamos mucho y quisimos hacer las cosas bien esta vez.

--Yo les ayudaré—se ofreció Nick amablemente, fue tan oportuno. Y se paró, se acercó a nosotras y comenzó a indicar los ejercicios. Dios… Es tan… Perfecto.

Y de seguro que mis emociones se notaban en mis facciones, Itzz me sonreía complacida al verme. Al menos se puso de mejor humor aunque había una sombra en su mirada, algo que no lograba describir.

--Es suficiente, Nicholas—lo detuvo Kevin. Se dirigió a nosotras:-- por ahora, haremos un ensayo para que se familiaricen con la cabina.

--De acuerdo.

--Y pueden cantar lo que quieran—agregó Joe.

Y entramos así a la cabina, donde había todo lo que se pudiera desear para hacer música: guitarras acústicas y eléctricas, batería, teclado y hasta un bajo.

--¿Qué tocaremos?—pregunté.

--Una canción de nosotras—pidió Dani e Itzz asintió. Supimos que sería la que más cariño le teníamos.

Tomé el teclado mientras que Renata se adueñó de una guitarra e Itzz también. Me sentí en el cielo cuando comenzamos a hacer lo que más amamos y más cuando olvidamos que nos estaban observando, y me sorprendió porque a pesar de saber la letra de memoria, fue modificada en un solo.

Paramos y esperamos a que dijeran algo en especial.

--Está bien, chicas—dijo Kevin a través del micrófono--. ¿Creen poder tocarla de nuevo para poder grabarla?

Narra Itzz

Y finalmente, terminamos por tocar tres canciones más para el disco compacto que lanzarían al mercado. Lo siguiente, fue un pequeño descanso donde disfrutaron todos del café que habían comprado en el Starbucks aunque lo miré con recelo. Me alejé un poco con la guitarra electro acústica en mis manos, todavía y me senté en uno de los sofás mullidos que estaban alejados, donde Nick estuvo anteriormente. El golden retriever me miró un poco extrañado pero no hice mucho caso a mis ganas de querer rascarle detrás de las orejas…

--¿No planeas tomarte eso?—preguntó Nick Jonas sentándose a mi lado.

--Mmm… Sí—dudé un poco.

--¿Tú compusiste la canción anterior?

¿Sí? ¿No? ¿Tal vez? Seguro que debía de haber una respuesta incorrecta.

--Sí—admití, dándome cuenta que la guitarra no era mía. Y notó mi incomodidad.

--Me agradó mucho—comentó.

¿Y así es Nick Jonas? Sí, me di cuenta de que era un poco serio con los demás porque recién nos conocía. Cumplía las expectativas que tenía sobre él, incluso me hizo sonreír su comentario.

--Pues… Gracias.

Nick Jonas no era el mismo que conocí en un principio aunque su esencia seguía siendo la misma: manaba madurez, pero extrañaba su cabello rizado… Y a decir verdad, era muy parecido a Denise, más que a su padre. Sus cejas… sus ojos. ¿Qué más podía decir?

--Lamento la actitud de Joe, pero se cayó cuando estaba más pequeño—dijo con sarcasmo. Y fue cuando se ganó mi confianza, con una frase. Solté unas risillas ahogadas.

--Lamento mi actitud hacia ustedes—intenté ser lo más sincera posible--, pero creo que no soy muy buena al principio con los demás. Ni si quiera con ustedes.

Y quizá por la situación porque si no, hubiera corrido a los brazos de Joe y me hubiera tomado miles de fotografías con él. Y le hubiera dicho que amo su voz, su música, sus ojos color miel, a él mismo.

--Conmigo eres más gentil, te lo agradezco. Y te comprendo…

Quise abrirme con él como solía hacerlo con Dani.

--¿Podrían quedarse hasta el lunes?—preguntó Kevin acercándose a mí, preguntándome como si yo fuese la líder.

--No—respondí lo más cortante que pude. Reny entornó los ojos algo exasperada.-- ¿Por qué?

--Queremos terminar de grabar canciones, componer…--ladeé la cabeza y miró a Nick de una manera extraña—Y una sesión de fotos.

Reny suplicó con la mirada que diera una positiva pero ya era demasiado para mí. Esto estaba peor que una novela obsesiva y retorcida.

--Si nos damos prisa podremos alcanzar hasta nuestra estancia. Es hasta el viernes—respondí ásperamente. Creo que eran mis faltas de querer estar ahí.

--Podríamos hablar con tu padre para cambiar las fechas de vuelo y…--insistió Johanne, quien colmó mi paciencia.

--Hagan lo que les parezca mejor—dije--, sólo recuerden que estamos un poco cortas con los gastos.

Y parecí darles una buena razón para pensarlo.

--Podemos trabajar de hoy al viernes.

--Sólo que…--observó Joe—Hay que grabar de nuevo sus canciones. Me parece que su capacidad vocal puede dar más, suenan… casi sin energías.

--No seas tan duro con ellas, Joe—pidió Kevin, parecía más indulgente.

--Además es su segunda vez en un estudio—observó Garbo--. Podemos mejorar ciertas cosas.

Ante su profesionalismo lograron ponerme más de nervios. Simplemente estaban cuidando su producto, su futuro éxito como producción. Las cosas se relajaron un poco aunque Reny me fulminó con la mirada al igual que Alex, ambas estaban disfrutando mucho lo que estamos viviendo.

Joe se alejó para mi buena fortuna aunque Nick permaneció, acariciando la cabeza de Elvis. Miré el café Starbucks con recelo, de nuevo. Era la única que no lo había probado. Recuerdo bien que en una lección de inglés hablaban de cómo era la empresa global del café Starbucks… Y la verdad es que no se me antojaba demasiado.

--¿Tienes más composiciones?—preguntó Nick, parecía esperar a que le hiciera conversación.

--Sí, traje algunas conmigo…

--Será mejor que trabajemos con ellas—añadió Paul--. Por cierto, mañana vendrán los fotógrafos para hacer la sesión para el álbum.

--¿Tan pronto?—preguntó Alex

--De hecho es lo mejor que podemos hacer, así para no dejar detalles pendientes—dijo Kevin.

No podía creer que realmente hablaran de este tema con tal seriedad. Y nos hicieron grabar las canciones desde el inicio, con más observaciones y mucho más críticas lo cual comenzó a irritarme mucho más.

Gracias al cielo, después nos dejaron salir para descansar, prometiendo a que la mañana siguiente sería más ardua que la anterior. Por lo menos logramos grabar cinco canciones en total…

Narra Dani

Y fue cuando mi garganta la sentí más cansada que nunca pero valió la pena. Salimos a comer juntas, todas animadas por una tarde musical y estaba segura que llegando al hotel íbamos a comenzar a comentar. Puedo decir que pasé una de las tardes más increíbles de mi vida, Nick Jonas había escuchado composiciones nuestras y al parecer le habían agradado.

--Deberíamos de escribir algo sobre esta experiencia—sugirió Reny más que emocionada.

--Concuerdo contigo—lo pensó Itzz con los labios fruncidos.

--Acepto—respondí como si me hubiera preguntado un sacerdote en la iglesia, justo cuando dos personas están a punto de casarse.

Me animó bastante la idea de tomar un Starbucks, incluso me sentí maravillada por tantos detalles que cuidan con ese café.

Al llegar al lobby del hotel, Itzz fue a pedir la llave a la recepción; un mostrador de madera que abarcaba al menos unos tres metros y tras ello, los recepcionistas tras el teléfono, incluso ordenando correspondencia…

--Esto es una completa aventura—comentó mi hermana.

--Realmente lo es—concordó Johanne--. Jamás hubiera imaginado que los chicos que prácticamente escucho todo el día, los llegaríamos a conocer.

Miré distraídamente hacia la entrada, donde podía ver la luz del día y más de las cuatro o cinco de la tarde… Y en ese momento entró un par de chicos que me costó trabajo reconocerlos. Tras parpadear y ver que me saludaron ambos, fue cuando mi mente comenzó a atar cabos.

--Buenas tardes—saludaron ambos.

Reny y Alex se miraron mutuamente, algo sorprendidas por encontrarse con esos rostros familiares.

--Aquí está la llave…--regresó Itzz y se dio cuenta de la presencia de ambos e hizo un leve gesto de saludo-- ¿qué hacen aquí?

--Quería estar seguro de verte de nuevo—respondió el más chico con galantería. Pensé que iba a sonrojarse pero no lo hizo…

--Lo lamento—se reprendió a sí misma como si temiera caer en el juego de él--, les presento a Scott. Tú debes de ser su hermano mayor…

--Ian—respondió con una sonrisa afable, él me había regalado la fotografía. Me sentí nerviosa en el momento.

--Bueno… Scott e Ian, ellas son mis amigas: Dani—me presentó primero e incluso pude ver la complicidad de su mirada con la de su nuevo amigo--, su hermana Alex, Reny y su mamá, Johanne.

--¡Mucho gusto!—se apresuró a responder Renata coquetamente.

--De hecho… ¡Muy buen acto, muchachos!—felicitó su madre con timidez.

--Gracias—respondió Ian.

--Llenos de esteroides y con complejo de Hércules, pero… bueno.

No pude evitar reír ante el comentario sarcástico de mi amiga y mucho menos Renata, que se carcajeó más que yo y de una manera más sonora.

--Muy gracioso, muy gracioso.

Ian era mayor que Scott pero tienen rasgos parecidos: altos y de espada ancha. Cabello negro abundante, de tez apiñonada y ojos de color azul zafiro, puedo presumir que son bastante expresivos; nariz aguileña y labios gruesos… Su hermano menor debía de tener cuando menos unos dieciocho y él a punto de unos veinte.

--¿Qué se te perdió por aquí?—preguntó Itzz con indiferencia.

--Te lo dije: quería asegurarme de verte de nuevo—sonrió ante la actitud de ella y hasta a mí me dio risa:-- las invito al circo de nuevo.

--¡Pero con un recorrido! Algo diferente—agregó su hermano.

--La verdad es que estoy algo cansada…--dijo Reny—Me quedaré aquí con Alex para elegir la ropa para mañana.

--Ahh… Claro—respondió mi hermana extrañada. Ahora comprendía el complot que iban a llevar a cabo, la idea me encantó.

--¿Johanne?—pregunté

--Ni hablar, me he cansado bastante. ¿Las cuidarán bien, cierto?—preguntó.

--Claro que sí—respondió Ian

Me hubiera encantado ver la cara de mis padres al ver que me habían dado un permiso tan fácil. Mi hermana se estaba convirtiendo en una cómplice.

--Bien… Entonces vámonos—sonrió el hermano de Scott.

Scott pareció complacido ante la idea y también Ian era el más líder de los dos.

--Las quiero temprano—advirtió Johanne.

Salimos del lobby, directo a la calle.

--Me parece revitalizante la caminata hasta el circo—comenté, a pesar de que me encontraba un poco agotada.

--Lamento decepcionarte—me respondió Ian con una coquetería pura, algo que jamás había encontrado en alguien anteriormente.

--¿A qué se refieren?—preguntó Itzz que al igual que yo, estaba extrañada.

--Bueno, hoy será diferente a la tranquilidad de anoche—presumió Scott.

Y fue cuando nos dirigieron a un par de motocicletas, nos quedamos mudas tanto ella como yo.

--No pretendan que daremos un viaje en…

--Oh, sí—afirmaron.

Diablos, la velocidad nunca ha sido lo mío. Sonreí con nerviosismo cuando Ian me extendió un casco. A pesar de que no había hablado mucho con él, comenzaba a agradarme lo cual es algo curioso.

Entonces, Ian se subió a la motocicleta y me dio las instrucciones para colocarme y sentí que las piernas me temblaron. Prendió el artefacto, fue cuando me di cuenta de que Itzz y Scott ya se habían marchado en una carrera frenética y me dio más miedo.

--Tranquila…--me intentó calmar Ian con su voz seductora—Si te parece, no conduciré muy rápido a menos que lo prefieras así.

--Sólo conduce como lo haces siempre—respondí aunque me arrepentí después.

--¿Lista?—preguntó intentando comprobar de que estaba todo bien.

--Sí.

--Agárrate fuerte.

Hizo rugir el motor y comenzó a acelerar poco a poco, lo tolerable. Puse mis manos alrededor de su cintura, lo cual era permitido en estos casos y fue cuando aumentó la velocidad. Sentí el aire en mi cabello agarrado en una coleta, pero me abracé más a él. Me sentí cómoda con él.

--Ya casi llegamos—informó.

--Claro.

Cuando por fin se detuvo, permanecí un momento abrazada a él. Mis piernas estaban flojas como gelatina, tan flojas que no estaba segura si iba a caer cuando caminara de nuevo.

--Espera un momento. Bajaré primero y después te ayudo—me dijo con tranquilidad. Y me solté de él.

Me sonrió con picardía y simplemente me ayudó a moverme poco a poco.

--¿No te gusta mucho la velocidad, eh?—preguntó

--No pero tengo que admitir que se siente muy bien—admití, miré alrededor en busca de mi amiga y de el hermano de mi acompañante--. ¿Dónde estarán?

--Scott es un poco atrabancado—rió sin sorprenderse por la actitud de su hermano--, no me cuesta trabajo imaginar que intenta sorprender a tu amiga.

--Vaya que me he dado cuenta—reí--. No será muy fácil.

--Vaya que me he dado cuenta—rió conmigo al mismo tiempo.

Y entonces no supe qué más decir porque mi mente quedó en blanco, quizá porque me di cuenta que puede estar en la misma situación.

--Por cierto, muchas gracias por la fotografía que me regalaste. No tenías que hacerlo…

--No es nada—me guiñó un ojo. Fue cuando se me fue el aliento.

--¿No es nada?

--Bueno… pensándolo bien…

Esperé a que dijera algo sobre música pero no sobre lo siguiente.

--¿Una cita, quizá?

Jamás me había pasado algo como esto así que me puse roja como un tomate y comencé a reír.

--¿Te ofendí?—preguntó algo preocupado.

--No—dije entre risas de nerviosismo, risas sofocadas--. Sólo que es algo que no me ocurre…

--Yo pensaría que estás acostumbrada—continuó con halagos

--Yo diría que nunca me ocurre.

--Bueno… Siempre hay una primera vez.

Narra Itzz

Sentía la adrenalina correr por mis venas a la vez que mi cabello volaba con el aire, con la velocidad. Estaba abrazada de Scott y me sentí tan bien, tan relajada y emocionada a la vez, me encantaba sentir aquella sensación por todo mi cuerpo.

--¿Te gusta?

--¡Claro que sí!—grité un poco para que me escuchara.

--Entonces creo que mañana pasaré temprano para dar una vuelta—admitió, mirándome de reojo.

La libertad que casi nunca había sentido estaba ahí, siendo parte de mí. Y no quería que me la arrebataran. Scott era libertad.

Paramos en un lugar que no era el circo, de hecho era un parque bastante atractivo en el que la naturaleza reinaba.

--Pensé que iríamos al circo…

--No. No por ahora… De hecho uno de nosotros se lesionó—admitió al bajar--, y somos un equipo. Si uno no se presenta, los demás tampoco.

--Es algo noble.

--Sólo que planeamos darles un recorrido por el lugar, más extendido—sonrió y me dio la mano para ayudarme a bajar y acepté--. ¿Qué te pareció el viaje?

--¡Maravilloso!

--Creo que deberíamos de cantar algo así de AC/DC ¿no crees?

--Amas el rock… ¿Cierto?

--Sí.

Sonreí. Estar con él, una persona que no conocía, me hacía sentir mejor que estar en el estudio de grabación con ellos. Bueno, excluyo a Nick de esto… Nick será un chico muy especial.

--¿Y qué me puedes decir de ti?

--¿Qué quieres saber?—pregunté a la defensiva.

--Si estás en la universidad… O no. ¿Qué planeas estudiar?

--Periodismo—admití--. Después música y suena algo loco. ¿No?

--Un poco, pero me parece interesante.

--¿Qué me dices de ti?

Sonrió y pensó durante un momento. Pensé que iba a tardar en contestar más pero finalmente lo hizo:

--Quiero estudiar música.

--¿Te agrada mucho?

--Amo la música—admitió.

Comprendí que quizá, era uno de los chicos más perfectos de mi existencia pero aún así, a Antonio nadie lo supera.

por **Danne G.** Sáb 29 Sep 2012, 9:16 am

¡Capítulo Encantador! Quiero mucho más obviamente y ¿sabes una cosa? Realmente no soy muy atraída por la velocidad en motos aunque no niego que puede llegar a ser excitante. C:

por **chelis** Sáb 29 Sep 2012, 10:10 pm

GUUUAAAAUUUUU!!!
QUEE CAAAPIIISSSSSS!!!.. PRIMERO LO DE JOE!!!.. LUEGO EL ESTUUUDIOOO DE GRABACIIOON!!!!..
Y POR ULTIMOOO ESE HOMBRESAZOOOO!!!!!
PERO CREO QUE NO SE QUIEN ES ANTONIIIOOO!!??

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The girls next door {Jonas Brothers} {Capítulo 18}

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