Conectarse
Últimos temas
miembros del staff
Beta readers
|
|
|
|
Equipo de Baneo
|
|
Equipo de Ayuda
|
|
Equipo de Limpieza
|
|
|
|
Equipo de Eventos
|
|
|
Equipo de Tutoriales
|
|
Equipo de Diseño
|
|
créditos.
Skin hecho por Hardrock de Captain Knows Best. Personalización del skin por Insxne.
Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
"El Dolor De La Traición" - Joe y tu
O W N :: Archivos :: Novelas Abandonadas
Página 4 de 16. • Comparte
Página 4 de 16. • 1, 2, 3, 4, 5 ... 10 ... 16
Re: "El Dolor De La Traición" - Joe y tu
lamento mucho la tardanza chicas esqe estoy enferma y la verdad me siento fatal por eso no habia subido aqi les dejo otro cap espero les guste
Capitulo 4
La miró unos instantes.
—Disculpa —dijo cuando empezó a sonar su teléfono móvil.
________ observó mientras él estudiaba el número de quien llamaba y fruncía el ceño al apartarse unos metros. Le brindó la oportunidad de estudiarlo mientras él no miraba, aunque no pudo evitar preguntarse con quién hablaba en un italiano rápido, con voz tensa e irritada.
Bebió de su visión… las piernas largas, el estómago plano, el vello negro de sus antebrazos donde la camisa estaba remangada de forma casual. Todo él irradiaba éxito y poder; tenía el mundo al alcance de las manos y no había nada que no pudiera hacer si se lo proponía.
Salvo reconocer a su hijo como propio.
Odiaba recordar la noche en que le había hablado de su embarazo. Y nunca lograba bloquear los recuerdos.
— Joe, tengo algo que contarte —le había dicho en cuanto él regresó de su despacho en Milán.
Él había dejado el maletín en el suelo y le había dado un beso en los labios.
—Mmmm —había musitado—. Has estado comiendo chocolate otra vez.
Ella había intentado sonreír, pero tenía un nudo en el estómago.
—Sé que vas a quedarte terriblemente anonadado. Ni yo mismo puedo creer que pasara… —se había mordido el labio—. Debería haber tenido más cuidado. Sé que suena estúpido e ingenuo, pero no sabía lo fácil que era…
Joe había sonreído y le había alzado el mentón con el dedo índice.
—Deja que lo adivine. ¿Te has quedado sin crédito en el móvil?
—No, no se trata de eso…
—Ya te lo he dicho, cara, el dinero no es un problema para mí —había afirmado, acariciándole la mejilla con el dedo pulgar—. Fui yo quien te animó a quedarte en Milán unas semanas más, de modo que es justo que te dé una asignación para que estés cómoda.
—No, no quiero aceptar dinero de ti, Joe—había repetido—. No lo haré. Si se me agota el efectivo, podré conseguir un trabajo en una cafetería.
Él frunció el ceño con desaprobación.
—No, no quiero que trabajes en una cafetería atestada y calurosa. Me gusta volver a casa y ver que te alegras de verme.
—No es cuestión de dinero —repitió ella—. En cualquier caso, tengo unos ahorros en casa que puedo hacer que me transfieran aquí.
—¿No te gusta la idea de que se te pague por ser mi amante?
Ella frunció el ceño.
—Claro que no me gusta. Es absolutamente arcaico, Joe. La gente no hace eso, o al menos no en los círculos en los que yo me muevo.
La miró con expresión inescrutable.
—Quiero que seas mi amante y no me importa pagarte para que te quedes conmigo.
—¿Por… por cuánto tiempo? —susurró.
El pulgar le acarició el labio inferior.
—¿Cuánto tiempo te gustaría quedarte en Milán? —Le preguntó.
El corazón comenzó a latirle de forma irregular.
—¿Cuánto tiempo quieres tú que me quede? —musitó.
Le besó la comisura de la boca.
—Como me siento ahora mismo, quiero que te quedes mucho tiempo… mucho, mucho tiempo.
________ soltó el aliento contenido en un suspiro de alivio. Había anhelado que le dijera que la amaba, pero casi era igual de bueno saber que deseaba que se quedara de manera indefinida.
— Joe… —se puso de puntillas y lo besó en la boca—. Te amo. No pensé que fuera posible amar a alguien tanto y tan pronto, pero así es —lo miró embelesada—. Me encanta estar contigo. Es lo que más me gusta en el mundo.
Él volvió a sonreír.
—Lo sé y a mí también me encanta estar contigo. Y ahora, tesoro mío, cuéntame lo que tanto anhelabas decirme cuando entré. Soy todo oídos.
Respiró hondo y anunció sin rodeos:
— Joe, estoy embarazada.
La soltó tan bruscamente que trastabilló y sólo logró recobrar el equilibrio porque pudo apoyarse en una valiosa estatua de mármol que tenía al lado.
La expresión de él irradiaba furia y sus ojos eran dos lanzas de hielo.
—Vio slut ripugnante! —espetó con veneno—. Vio whore ripugnante!
Los ojos de ________ se desencajaron por el estupor; llevaba en Italia el tiempo suficiente como para reconocer un juramento salvaje cuando oía uno. Aunque había esperado que se sorprendiera, y quizá que se enfadara un poco, que le lanzara semejantes improperios era tan inesperado que se quedó muda, sin poder defenderse.
—Has intentado engañarme para que te pidiera en matrimonio —continuó él con el mismo tono frío y duro—. No sólo querías mi dinero a cambio de una pequeña aventura… lo querías todo, ¿verdad?
— Joe… —se ahogó con un sollozo—. ¿Por qué te comportas de esta manera? Creía que me querías. Yo… —reculó cuando él plantó un dedo entre el espacio que los separaba.
—Siete una frode affamata dei soldi deceitful —bramó.
Tragó saliva.
—No estoy segura de lo que dices. Por favor, ¿puedes hablar en inglés?
Se acercó más y cerró la mano en su muñeca.
—Eres una mentirosa y una estafadora hambrienta de dinero —tradujo con saña—. Eres una sucia ramera, una repugnante prostituta.
________ quiso soltarse de sus férreos dedos.
—Para, Joe, por favor, me haces daño.
Le apartó el brazo y la miró airado.
—He de reconocer que eres buena.
—No digas cosas así, Joe—pidió con el corazón herido—. Sabes que yo no soy así.
La risa carente de humor que soltó él tuvo un deje de crueldad.
—Te abriste de piernas a los tres días de conocerme, pero ahora, por supuesto, sé por qué lo hiciste. Buscabas un padre para tu hijo ilegítimo. Vosotras, las turistas sois todas iguales, os acostáis con el primero que aparece por simple diversión. Esta vez te pillaste los dedos y tenías que encontrar un padre a toda velocidad. ¿Quién mejor que yo, un caballero vestido de Armani?
________ apenas podía creer lo que oía. El encono que había en su tono le resultaba desconocido. Jamás lo había visto perder los estribos; no estaba segura de cómo encararlo, ni siquiera de cómo defenderse. La asustaba que el hombre al que le había entregado el corazón y el alma de pronto se convirtiera en una persona completamente diferente.
—Recoge tus cosas y sal de mi casa —espetó—. Te doy diez minutos para hacerlo.
El pánico le tornó borrosa la visión y le resecó la boca, pero luchó con valentía contra esas sensaciones mientras intentaba entender lo que estaba pasando.
Respiró hondo varias veces para serenarse.
—No tiene sentido lo que dices, Joe —dijo con voz baja y suave—. Sabes que no. Cariño, ¿qué te sucede?
La miró con llamas en los ojos e instintivamente ella retrocedió un paso.
—Es imposible que dentro lleves a mi hijo —afirmó.
—Claro que es tuyo, Joe. No te entiendo.
—¡Mientes! —gritó.
________ se afanaba por no llorar.
—No miento. Sólo tuve un amante antes que tú, y eso fue más de un año antes de conocerte. ¿Cómo es posible que dudes de mí?
—Llevas semanas viajando con ese tal Kirby, pero lo hiciste a un lado en cuanto me conociste, sin duda porque ya empezaba a quedarse sin fondos —especuló él.
—¡Eso no es verdad! Jamás me he acostado con Ben. A él y a los otros les dije que se marcharan sin mí porque quería pasar más tiempo contigo.
—Una decisión muy inteligente para ganarte mis favores, ¿verdad?
A ella se le fue el alma al suelo.
—No… no. No es verdad. ¿Cómo puedes decir eso?
—Puedo decirlo porque es verdad. Intentaste engañarme para pagar por tu hijo bastardo, pero hay algo con lo que no contaste acerca de mí.
— Joe, lo que dices no tiene sentido. Hemos hecho el amor cientos de veces, muchas de ellas sin protección. Me puse a tomar la pildora tarde. Pensé que sería seguro, pero es evidente que no lo fue.
—El embarazo no planeado es una manera hábil de obligar a un hombre a casarse, pero en la actualidad resulta demasiado fácil demostrar la paternidad.
—Me haré una prueba para demostrarlo —indicó ella con creciente desesperación—. Entonces tendrás que creerme.
La miró de arriba abajo.
—Tengo todas las pruebas que necesito. Y ahora lárgate de mi vida.
Lo miró atónita.
—No hablarás en serio al echarme a la calle a estas horas de la noche, ¿verdad?
La cara de él estaba tallada en roca.
—Es donde perteneces, ¿no?
________ abrió la boca para protestar, pero él ya se había vuelto para llamar a un empleado de la casa, dando la orden tajante de que se guardaran todas las cosas de la signorina Roberts de inmediato y se bajaran a la puerta.
En cuanto el criado se marchó, Joe volvió a mirarla con desprecio.
—He de felicitarte por tu ingenio. Me han perseguido muchas mujeres, pero ninguna ha estado tan cerca de que la invitara a vivir conmigo, aunque temporalmente.
Una burbuja de furia dentro de ________ encontró su camino a la superficie.
—Sólo fui una distracción momentánea para ti, ¿no es cierto? —dijo—. Únicamente te interesaba una aventura de verano, y para tu propia comodidad me pediste que me viniera aquí contigo. Jamás ibas a hacer que las cosas fueran permanentes entre nosotros.
—La permanencia es algo que jamás he buscado ni buscaré en mis relaciones. Valoro demasiado mi libertad.
El corazón se le hundió cuando el criado bajó por la enorme escalera portando su mochila.
Joe exhibió una mueca desdeñosa y abrió la puerta principal.
—Adiós, ________.
Recogió la mochila y se la pasó torpemente por el hombro, los ojos anegados por las lágrimas.
—Algún día vas a lamentar esto —dijo con voz quebrada—. Sé que lo harás. Te odiarás por no creerme.
—Lo único que lamentaré es dejar que me engañaras y me hicieras pensar que no eras como otras mujeres socialmente trepadoras —replicó—. Y ahora, lárgate antes de que haga que te echen.
Capitulo 4
La miró unos instantes.
—Disculpa —dijo cuando empezó a sonar su teléfono móvil.
________ observó mientras él estudiaba el número de quien llamaba y fruncía el ceño al apartarse unos metros. Le brindó la oportunidad de estudiarlo mientras él no miraba, aunque no pudo evitar preguntarse con quién hablaba en un italiano rápido, con voz tensa e irritada.
Bebió de su visión… las piernas largas, el estómago plano, el vello negro de sus antebrazos donde la camisa estaba remangada de forma casual. Todo él irradiaba éxito y poder; tenía el mundo al alcance de las manos y no había nada que no pudiera hacer si se lo proponía.
Salvo reconocer a su hijo como propio.
Odiaba recordar la noche en que le había hablado de su embarazo. Y nunca lograba bloquear los recuerdos.
— Joe, tengo algo que contarte —le había dicho en cuanto él regresó de su despacho en Milán.
Él había dejado el maletín en el suelo y le había dado un beso en los labios.
—Mmmm —había musitado—. Has estado comiendo chocolate otra vez.
Ella había intentado sonreír, pero tenía un nudo en el estómago.
—Sé que vas a quedarte terriblemente anonadado. Ni yo mismo puedo creer que pasara… —se había mordido el labio—. Debería haber tenido más cuidado. Sé que suena estúpido e ingenuo, pero no sabía lo fácil que era…
Joe había sonreído y le había alzado el mentón con el dedo índice.
—Deja que lo adivine. ¿Te has quedado sin crédito en el móvil?
—No, no se trata de eso…
—Ya te lo he dicho, cara, el dinero no es un problema para mí —había afirmado, acariciándole la mejilla con el dedo pulgar—. Fui yo quien te animó a quedarte en Milán unas semanas más, de modo que es justo que te dé una asignación para que estés cómoda.
—No, no quiero aceptar dinero de ti, Joe—había repetido—. No lo haré. Si se me agota el efectivo, podré conseguir un trabajo en una cafetería.
Él frunció el ceño con desaprobación.
—No, no quiero que trabajes en una cafetería atestada y calurosa. Me gusta volver a casa y ver que te alegras de verme.
—No es cuestión de dinero —repitió ella—. En cualquier caso, tengo unos ahorros en casa que puedo hacer que me transfieran aquí.
—¿No te gusta la idea de que se te pague por ser mi amante?
Ella frunció el ceño.
—Claro que no me gusta. Es absolutamente arcaico, Joe. La gente no hace eso, o al menos no en los círculos en los que yo me muevo.
La miró con expresión inescrutable.
—Quiero que seas mi amante y no me importa pagarte para que te quedes conmigo.
—¿Por… por cuánto tiempo? —susurró.
El pulgar le acarició el labio inferior.
—¿Cuánto tiempo te gustaría quedarte en Milán? —Le preguntó.
El corazón comenzó a latirle de forma irregular.
—¿Cuánto tiempo quieres tú que me quede? —musitó.
Le besó la comisura de la boca.
—Como me siento ahora mismo, quiero que te quedes mucho tiempo… mucho, mucho tiempo.
________ soltó el aliento contenido en un suspiro de alivio. Había anhelado que le dijera que la amaba, pero casi era igual de bueno saber que deseaba que se quedara de manera indefinida.
— Joe… —se puso de puntillas y lo besó en la boca—. Te amo. No pensé que fuera posible amar a alguien tanto y tan pronto, pero así es —lo miró embelesada—. Me encanta estar contigo. Es lo que más me gusta en el mundo.
Él volvió a sonreír.
—Lo sé y a mí también me encanta estar contigo. Y ahora, tesoro mío, cuéntame lo que tanto anhelabas decirme cuando entré. Soy todo oídos.
Respiró hondo y anunció sin rodeos:
— Joe, estoy embarazada.
La soltó tan bruscamente que trastabilló y sólo logró recobrar el equilibrio porque pudo apoyarse en una valiosa estatua de mármol que tenía al lado.
La expresión de él irradiaba furia y sus ojos eran dos lanzas de hielo.
—Vio slut ripugnante! —espetó con veneno—. Vio whore ripugnante!
Los ojos de ________ se desencajaron por el estupor; llevaba en Italia el tiempo suficiente como para reconocer un juramento salvaje cuando oía uno. Aunque había esperado que se sorprendiera, y quizá que se enfadara un poco, que le lanzara semejantes improperios era tan inesperado que se quedó muda, sin poder defenderse.
—Has intentado engañarme para que te pidiera en matrimonio —continuó él con el mismo tono frío y duro—. No sólo querías mi dinero a cambio de una pequeña aventura… lo querías todo, ¿verdad?
— Joe… —se ahogó con un sollozo—. ¿Por qué te comportas de esta manera? Creía que me querías. Yo… —reculó cuando él plantó un dedo entre el espacio que los separaba.
—Siete una frode affamata dei soldi deceitful —bramó.
Tragó saliva.
—No estoy segura de lo que dices. Por favor, ¿puedes hablar en inglés?
Se acercó más y cerró la mano en su muñeca.
—Eres una mentirosa y una estafadora hambrienta de dinero —tradujo con saña—. Eres una sucia ramera, una repugnante prostituta.
________ quiso soltarse de sus férreos dedos.
—Para, Joe, por favor, me haces daño.
Le apartó el brazo y la miró airado.
—He de reconocer que eres buena.
—No digas cosas así, Joe—pidió con el corazón herido—. Sabes que yo no soy así.
La risa carente de humor que soltó él tuvo un deje de crueldad.
—Te abriste de piernas a los tres días de conocerme, pero ahora, por supuesto, sé por qué lo hiciste. Buscabas un padre para tu hijo ilegítimo. Vosotras, las turistas sois todas iguales, os acostáis con el primero que aparece por simple diversión. Esta vez te pillaste los dedos y tenías que encontrar un padre a toda velocidad. ¿Quién mejor que yo, un caballero vestido de Armani?
________ apenas podía creer lo que oía. El encono que había en su tono le resultaba desconocido. Jamás lo había visto perder los estribos; no estaba segura de cómo encararlo, ni siquiera de cómo defenderse. La asustaba que el hombre al que le había entregado el corazón y el alma de pronto se convirtiera en una persona completamente diferente.
—Recoge tus cosas y sal de mi casa —espetó—. Te doy diez minutos para hacerlo.
El pánico le tornó borrosa la visión y le resecó la boca, pero luchó con valentía contra esas sensaciones mientras intentaba entender lo que estaba pasando.
Respiró hondo varias veces para serenarse.
—No tiene sentido lo que dices, Joe —dijo con voz baja y suave—. Sabes que no. Cariño, ¿qué te sucede?
La miró con llamas en los ojos e instintivamente ella retrocedió un paso.
—Es imposible que dentro lleves a mi hijo —afirmó.
—Claro que es tuyo, Joe. No te entiendo.
—¡Mientes! —gritó.
________ se afanaba por no llorar.
—No miento. Sólo tuve un amante antes que tú, y eso fue más de un año antes de conocerte. ¿Cómo es posible que dudes de mí?
—Llevas semanas viajando con ese tal Kirby, pero lo hiciste a un lado en cuanto me conociste, sin duda porque ya empezaba a quedarse sin fondos —especuló él.
—¡Eso no es verdad! Jamás me he acostado con Ben. A él y a los otros les dije que se marcharan sin mí porque quería pasar más tiempo contigo.
—Una decisión muy inteligente para ganarte mis favores, ¿verdad?
A ella se le fue el alma al suelo.
—No… no. No es verdad. ¿Cómo puedes decir eso?
—Puedo decirlo porque es verdad. Intentaste engañarme para pagar por tu hijo bastardo, pero hay algo con lo que no contaste acerca de mí.
— Joe, lo que dices no tiene sentido. Hemos hecho el amor cientos de veces, muchas de ellas sin protección. Me puse a tomar la pildora tarde. Pensé que sería seguro, pero es evidente que no lo fue.
—El embarazo no planeado es una manera hábil de obligar a un hombre a casarse, pero en la actualidad resulta demasiado fácil demostrar la paternidad.
—Me haré una prueba para demostrarlo —indicó ella con creciente desesperación—. Entonces tendrás que creerme.
La miró de arriba abajo.
—Tengo todas las pruebas que necesito. Y ahora lárgate de mi vida.
Lo miró atónita.
—No hablarás en serio al echarme a la calle a estas horas de la noche, ¿verdad?
La cara de él estaba tallada en roca.
—Es donde perteneces, ¿no?
________ abrió la boca para protestar, pero él ya se había vuelto para llamar a un empleado de la casa, dando la orden tajante de que se guardaran todas las cosas de la signorina Roberts de inmediato y se bajaran a la puerta.
En cuanto el criado se marchó, Joe volvió a mirarla con desprecio.
—He de felicitarte por tu ingenio. Me han perseguido muchas mujeres, pero ninguna ha estado tan cerca de que la invitara a vivir conmigo, aunque temporalmente.
Una burbuja de furia dentro de ________ encontró su camino a la superficie.
—Sólo fui una distracción momentánea para ti, ¿no es cierto? —dijo—. Únicamente te interesaba una aventura de verano, y para tu propia comodidad me pediste que me viniera aquí contigo. Jamás ibas a hacer que las cosas fueran permanentes entre nosotros.
—La permanencia es algo que jamás he buscado ni buscaré en mis relaciones. Valoro demasiado mi libertad.
El corazón se le hundió cuando el criado bajó por la enorme escalera portando su mochila.
Joe exhibió una mueca desdeñosa y abrió la puerta principal.
—Adiós, ________.
Recogió la mochila y se la pasó torpemente por el hombro, los ojos anegados por las lágrimas.
—Algún día vas a lamentar esto —dijo con voz quebrada—. Sé que lo harás. Te odiarás por no creerme.
—Lo único que lamentaré es dejar que me engañaras y me hicieras pensar que no eras como otras mujeres socialmente trepadoras —replicó—. Y ahora, lárgate antes de que haga que te echen.
Nani Jonas
Re: "El Dolor De La Traición" - Joe y tu
:o
Joe fue muy malo con la rayis no era justo!!!
es q acaso el cree q es esteril para que piense que no la podia dejar enbarazada??? jummmm de lo peor
siguela yaaaaaaaaaaa
Joe fue muy malo con la rayis no era justo!!!
es q acaso el cree q es esteril para que piense que no la podia dejar enbarazada??? jummmm de lo peor
siguela yaaaaaaaaaaa
Julieta♥
Re: "El Dolor De La Traición" - Joe y tu
que feo todo lo que le dijo a la pobre rayis
pero tiene razon en algun momento el se tiene que arrepentir de haberla echado
siguelaaa!!
pero tiene razon en algun momento el se tiene que arrepentir de haberla echado
siguelaaa!!
Kari_JB
Re: "El Dolor De La Traición" - Joe y tu
Estas partes realmente me pegan. Dios mio, para mi que el cree que es esteril. Y bueno. Quiero mas caps, y que se entere de que el niño es suyo. SIGUELA
Creadora
Re: "El Dolor De La Traición" - Joe y tu
Agggggg Joe
Eres un cabezota hueca!!!
Como agggggg......
Plis te lo suplico siguelaaaaaaaaa!!
Eres un cabezota hueca!!!
Como agggggg......
Plis te lo suplico siguelaaaaaaaaa!!
Karli Jonas
Re: "El Dolor De La Traición" - Joe y tu
Hola chicas como estan? espero qe bien porqe yo estoy en el hospital recuerdan qe les dije qe me sentia mal pues resulta qe tengo una infeccion en el estomago pero mañana o el domingo les dejo maraton ok y si les podria pedir de favor qe pasaran este mensaje a mis otras noves esqe estoy en el celular muchas gracias por esperarme las qiero bye
Nani Jonas
Re: "El Dolor De La Traición" - Joe y tu
ahh no te preocupes ahora por las noves nosotros esperamos no te preocupes por nada
Recuperate pronto :)
Recuperate pronto :)
aranzhitha
Página 4 de 16. • 1, 2, 3, 4, 5 ... 10 ... 16
Temas similares
» Si hay amor, hay dolor; si hay dolor, hay venganza y, si hay venganza, estoy yo.
» "Traición" (_ y tu)
» La Traicion Joe&Paola
» Venganza por una traición(Liam y tu)
» No Mas Dolor
» "Traición" (_ y tu)
» La Traicion Joe&Paola
» Venganza por una traición(Liam y tu)
» No Mas Dolor
O W N :: Archivos :: Novelas Abandonadas
Página 4 de 16.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
Miér 20 Nov 2024, 12:51 am por SweetLove22
» My dearest
Lun 11 Nov 2024, 7:37 pm por lovesick
» Sayonara, friday night
Lun 11 Nov 2024, 12:38 am por lovesick
» in the heart of the circle
Dom 10 Nov 2024, 7:56 pm por hange.
» air nation
Miér 06 Nov 2024, 10:08 am por hange.
» life is a box of chocolates
Mar 05 Nov 2024, 2:54 pm por 14th moon
» —Hot clown shit
Lun 04 Nov 2024, 9:10 pm por Jigsaw
» outoflove.
Lun 04 Nov 2024, 11:42 am por indigo.
» witches of own
Dom 03 Nov 2024, 9:16 pm por hange.