Corazón de cristal. [Harry Styles & ______ Tomlinson] {Primera Temporada Terminada}

21

Mire a Harold y este me sonrió. Desde hace unas horas su actitud hacia mí se había hecho bastante extraña, como si tuviera un plan entre manos. Se acerco a mí, dando pasos lentos, pasos seguros.

En sus gruesos labios se dibujo una sonrisa más. Tomo mi brazo y me miro a los ojos, y al ver esos ojos verdes sabía que algo tramaba.

- Creo que ya es hora de irme. –susurro viéndome a los ojos, después guardo silencio- al menos que no quieras quedarte sola, claro.

Reí un poco. Amaba el doble sentido de Harry. Pero ahora tenía novio, un gran novio. No debía caer, no debo dejarme caer. Aleje la mano de Harry sobre mi brazo y le sonreí, le regale una sonrisa sincera.

- Debes descansar. –asegure- este día ha sido bastante extraño.

Harry saco una risita y después me volvió a mirar a los ojos, esta vez con ternura. Acaricio mi mejilla con una especie de sentimiento que aun no descifro y suspiro.

- ¿Bastante extraño? –pregunto el consiente que aun acariciaba mi mejilla- yo lo llamaría un nuevo comienzo. –dijo separando su mano de mi mejilla.

“Un nuevo comienzo” pensé. Quizá Harold tenía razón y este sería un nuevo comienzo a mi vida.

- Tienes razón. Es un nuevo comienzo. –susurre, debido a que los chicos comenzaban a moverse, excepto Niall que se encontraba en un cierto transe del sueño.

- Yo siempre tengo razón. –dijo esta vez un Harry egocéntrico- este día lo tomare como una nueva oportunidad… tú sabes. –se acerco lentamente a mi oído- para cumplir lo que quiero.


Al sentir su dulce aliento en mi oído me estremecí. Sentí el ardor en mis mejillas y de un momento a otro sentí como mi cuerpo comenzaba a temblar. El tenía control de mí, Harry lo sabía. Sabía lo que podía hacer conmigo. Eso era lo peor de todo.

- ¿Y qué es lo que quieres cumplir? –pregunte quedándome sin aire, sintiendo su aroma.

Me sonrió maliciosamente. Se estaba aprovechando de la situación, con sus manos acomodo mi cabello atrás de mi cuello y después con sus labios beso mi mejilla, lentamente, dulcemente.

- Oh. Eso es un secreto que pronto descubrirás. –el rizado lo aseguro separándose de mí.

- ¿A si? –pregunte con curiosidad.

- Así es. –aseguro guiñándome el ojo- lo descubrirás cuando le digas a tu “novio” lo que en verdad sientes por él y cuando estés completamente enamorada de mi preciosa.

Baje mi mirada ocultando mis mejillas sonrojadas. No podía creer lo seguro de sí que era Harry. Me quite mis zapatillas y lo mire una vez más.

- Necesito dormir. –admití evitando el tema anterior- ¿te quedaras? O ¿te irás?

El rizado frunció el seño, claramente sabia a que se debía mi actitud. El me conoce muy bien en esos aspectos.

- ¿te molesta si duermo aquí? Tú sabes, es muy tarde y me encuentro muy cansado. –pregunto mirándome mientras agitaba su cabello.
- No hay problema. Deja bajo unas sabanas para que duermas aquí, ¿o prefieres dormir en el cuarto de Lou? Como prefieras.

- Como tú quieras, en fin es tu casa. –insistió el rizado.

- Tú muy bien sabes que esta casa es de Louis, además tú eres como un hermano para él, además siempre estás aquí. –reí.


El rizado me miro fijo. Creo que se estaba tomando muy en serio eso de enamorarme. Se acerco nuevamente lo suficiente, parecía un juego en el que estaba destinada a perder. Parecía un juego que el ganador era el que se enamoraba.

- ¿Y yo que soy para ti _____? ¿Qué quieres que sea para ti?

Comencé a retroceder y subí las escaleras sin antes sonreírle a Harry. Este me vio con un brillo especial en su mirada y me siguió. Comencé a correr más rápido hasta que llegue a mi habitación, estaba a punto de cerrar la puerta cuando él se entrometió.

- No te escaparas _____. –dijo Harry riendo a carcajadas.

- ¿Ah no? Yo creo que sí. –ríe fuertemente, en ese momento no me importaba nada, solo me importaba dedicarme un momento a ser feliz. A ser completamente feliz.

De un momento a otro Harry logro abrir mi puerta y comenzó a ir tras de mí. Me tomo de la cintura y caímos los dos “accidentalmente” en mi cama.

Las mejillas del rizado estaban rojizas al igual que las mías. El se encontraba encima de mí, mirándome fijamente, poniendo su peso en sus manos para evitar hacerme daño.

- Creo que no tienes idea de lo que causas en mí. ¿cierto? –hablo Harold lentamente, con un toque de dolor y de cariño.- eres tan preciosa, tan perfecta. Tan tú. –dijo este aun mirándome fijamente- eres la chica perfecta, Finn es tan afortunado.

Finn, Finn. ¿Por qué tenía que mencionarlo? ¿Por qué en medio de esta situación? Me moví un poco y Harry quedo recostado a mi lado. Ambos guardamos silencio. Yo no sabía que contestar y el ya no sabía que decir.

Después de unos segundos voltee a mirarlo fijamente.

- Supongo que este es un buen comienzo. ¿no? –pregunte enarcando las cejas.