Hippie in troubles. {Nick&tú. [Terminada]

Holiess C: Nose si ya comente antes pero quiero decir unas palabras


Siguela e.e'

Hola, again! Nia reportándose. ¿Cómo les va? Yo espero que muy bien<3. Les tengo una noticia que no he querido decirles hasta ahora pero creo que es tiempo, so, here it goes.
YA LLEGAN LOS CAPÍTULOS FINALES *Suenan trompetas y caen papelillos multicolores, ah* Vale, no, me emocioné. Pero les quiero decir que a esta hermosa novelita le quedan máximo cinco capítulos, sin contar el de hoy (Quizás seis). Y por lo mismo propongo una maratón.
Ya que yo no puedo escribir 5-6 capítulos seguidos, les tengo ésta idea. Mañana habrá maratón de tres caps y luego el sábado, si todo va bien, los últimos tres capítulos.
Anyways, les quería anunciar esto para que no las agarrara de sorpresa, así como también agradecerles un montón de veces por leer esta novela y comentar cosas tan hermosas.
Las quiero un montóoon y ya mismo me pongo a escribirles el capitulo de hoy n_n.
-----------.
Hello jennito (Te digo así porque no sé tu nombre).
sjhajs aw muchas gracias<3. Sí yo creo que ya habías comentado antes, si no me equivoco.
Con respecto a teñirse el cabello, yo me lo tiño (No de azul porque aún no me dejan) pero sí lo daña un poco. Pero si sabes tratarlo no se nota para nada n_n.
De nuevo, graacias por leer y bienvenida a la novela :D!
-------.
sjhs, Ah que bueno que te gustó el cap aunque estuvo medio cortito Kande! Muchas gracias n_n.
---------.
sjahs Hola Fran! Oh don't worry, sabras de Nicholas muy pronto. Gracias por leer<3.
-----.
HOLA LU! Ah, yo estoy muy bien gracias, ¿Y tú<3?
Qué bueno que te guste taaanto la novela, en serio. Sé que siempre lo digo pero es que genial, really. Muchas, muchas gracias<3.
Oh, mira tu. Yo no sabía que se podía hacer eso con el papel crepé. En serio que lo intentaré, al menos con las puntas de mi cabello a ver si me dura al menos dos días y así. jujuju, será tan emocionante :D.
Yo también adoro hablar contigo, eres tan cúl (Así con el acento y todo puesh) Te quiero muchoooo mucho <3.
Pd: ¡NO TE PREOCUPES :D!
-------.
Hooolis. Jajajaj, sí pero está bien, gracias por comentar<3.
Por cierto, ahorita te agrego a mi skype y más tarde cuando entre al Twitter te sigo también :D!

Capitulo cuarenta.

- Y... Listo.

______. terminó de escribir la columna semanal, hizo un gesto exagerado con las manos al colocar el punto final y se levantó de su silla.
No había ninguna reunión grupal aquel día, cosa que agradecía pues honestamente ya no sabía de que rayos hablar en esas reuniones. En la revista solo trabajaban veinte personas en total, sin contar los empleados que raras vez aparecían por el piso de edición, así que cada vez que se veían los rostros no sabían que nuevas noticias dar, pues la mayoría ya habían sido habladas entre ellos.
Wanda alzó la mirada sobre la edición pasada de la revista al tiempo que levantó la mano en forma de despedida.

- ¡Nos vemos mañana cariño, ten un buen día! -Se despidió la mujer con tono amable.
- Tu igual Wanda, nos vemos mañana. -La peliazul le sonrió, despidiéndose con la mano.

El camino de regreso a casa fue bastante corto, ya estaba acostumbrada a caminar todos los días de ida y regreso. Se dijo a si misma que debía conseguirse un auto lo antes posible, pues un día conseguiría un empleo al otro lado de la ciudad y no tendría como irse, pues pagar un taxi diariamente tampoco era lo ideal.
Abrió la puerta de entrada al edificio con cansancio y deseó estar sumergida en el mar, sintiendo la arena bajo sus pies, las olas chocando suavemente contra su piel. Era increíble como extrañaba la playa, ahora que no vivía al frente de la misma no la visitaba tan seguido, y ya llevaba una semana entera sin siquiera haberse acercado a la playa. Subió las escaleras con paso cansado; vivía en el tercer piso, así que no le veía sentido usar el ascensor para subir tan poco.
Hurgó en su bolso hasta que logró alcanzar la llave y abrió la puerta del apartamento.

- ¡Llegué!

Tiró las llaves en el llavero circular que había comprado color rosa y se quitó la coleta del cabello mientras caminaba hacia la sala. Marcus asomó la cabeza por el hueco de la puerta de la cocina y saludó con la mano libre que tenía.

- Aquí estoy. ¿Qué tal te fue hoy?
- Estoy exhausta, Marc. -La peliazul lo saludó con un beso en la mejilla y se sentó sobre la barra- Se me perdieron casi todas las fotos que había tomado para el articulo y tuve que tomar unas de último momento. ¿Qué tal tu día?

El castaño siguió de largo, era bastante obvio por los guantes que llevaba que estaba cocinando algo desde hacia al menos una hora. Se encogió de hombros antes de apagar el pequeño pero funcional horno de la cocina para luego girarse.

- Bastante bien, de hecho. Hoy fui a ver la nueva oficina de mi trabajo, es parecida a la anterior. Y conocí a éste chico, Liam. -Marcus sonrió y se quitó los guantes- Preparé la cena, me dio tiempo. ¿Quieres cenar conmigo o más tarde?
- Más tarde pero contigo. Me voy a bañar y vengo a comer, me muero del hambre. ¡No cenes sin mi! -Se bajó de la barra de la cocina de un saltito antes de salir corriendo directamente hacia el baño.


Dejó el agua caliente la invadiera por completo, dejando correr sus preocupaciones junto el curso del agua. Se recostó de la pared y cerró los ojos para quedarse así por unos cinco minutos.
Marcus se había mudado temporalmente con ella debido a que su trabajo lo trasladó hasta California. Él ya había comprado un apartamento en el centro de la ciudad, pero por problemas en la remodelación del mismo no estaría listo sino dos semanas después de lo previsto. Marc ya estaba cansado de quedarse en casa de Carly así que a ______. no le importó ofrecerle lugar en su apartamento mientras tanto. Después de todo, el castaño era un gran amigo.
Se terminó de bañar con calma y cerró ambos grifos. Se colocó la primera pijama que encontró lo más rápido que pudo, su estomago rugía por comer algo.
Salió de la habitación y encontró a Marcus sentando en el sofá, viendo las noticias.

- Lista, me muero del hambre. -Se sentó a su lado, cruzando las piernas sobre el sofá.
- Vale, ya voy a servir. -Marcus se levantó y ella estaba a punto de hacer lo mismo cuando él se volteó y le negó con el dedo- Quédate aquí, quiero que lo que preparé sea una sorpresa.
- Bien, bien, no me moveré -Le sacó la lengua, jugando con él y se acomodó en el sofá.

________. muy rara vez veía o escuchaba las noticias, solo se enteraba de los grandes sucesos cuando sus padres se los comentaban, o algún amigo decía algo al respecto. Pero a ella no le gustaba ver las noticias. La mayor parte de lo que pasaban en las mismas eran solo cosas negativas.
Se escuchó al conductor del programa anunciar que dirían las noticias internacionales del día y ella se estiró para coger el control de la televisión y poder cambiar el canal cuando una noticia hizo que se le cayera el alma al suelo.

- Hace dos días el hijo del gran magnate empresarial de Londres; Nicholas Jonas, renunció a la empresa de su padre. Ésto a sido un choque en todas las industrias dirigidas por la familia Jonas, pues ésto los deja sin aparente sucesor ni presidente. El señor Nicholas no ha tenido comentarios, así como se desconoce su paradero actual...

_______. se quedó mirando a la televisión mucho después de que cambiaran la noticia por otras que no tenían ningún significado para sus oídos. ¿Nicholas renunció y se fue a quien sabe donde el mismo día? Eso no sonaba para nada como él. Su corazón sintió una mala corazonada, quizás Danny había encontrado alguna manera de perjudicarlo. Pero no podía ser, ellos se habían encargado de destruir toda la información.

- Bien, ésto que hice se llama pasticho. Es italiano y se supone debe saber delicioso... -La sonrisa de Marcus se borró del rostro y dejó los platos sobre la mesita decorativa- ¿Qué sucede linda?
- Él... Él, le pasa algo lo sé. Acaba de salir en las noticias, dicen que renunció y que huyó a quien sabe donde. Yo... Estoy preocupada, Marcus.

El castaño asintió, tratando de comprenderla lo mejor que pudo y le extendió el plato de comida que ella aceptó. Aún seguía hambrienta. Se sentaron uno al lado del otro y apagaron la televisión. _______. probó el primer bocado del pasticho y pese a la noticia, sonrió.

- Te quedó delicioso, sí tu carrera actual falla, quizás seas buen Chef.

Ambos sonrieron y pronto empezaron a hablar de todo lo que podían. Se estaban ayudando mutuamente a seguir adelante.

ohhhh me encantoo el capi.....renuncio? ohh dios no me dejes con la intriga del siguiente cpi!!!

:O se me caira la quijada :c Omg yo se a donde huyo e.e' a mi casa pues!! Xdd' okyaaa C: siguela

¡Hooola chicas! ¿Cómo están? Espero que bien <3. Yo aquí, harta de la lluvia, ha llovido todos los días, ya quiero un poco de sol. Aparte de eso, ya mismo me pongo a escribir pues les dije que subiría tres capítulos y eso haré n_n.
Solo necesito que me dan más tiempo, porque como son tres me tardaré un poquito más en escribir, pero los voy subiendo a medida que los termine.
¡Ustedes son un amor! En serio, gracias por haber leído ésta novela desde el principio hasta estos puntos de a vida :'). Y nada, son las mejores lectoras, las quiero.
Pd: Para mañana les tengo una sorpresita.
--------.
Oh, es que hay que agregarle drama a la cosa jahsjk. Gracias Margarita<3.
--------.
Ah Fran, don't worry. Como dije más arribita, les tengo una sorpresa que se las daré mañana. Muuchas gracias en serio, por comentar cosas tan bonitas sobre la novela<3.
-------.
Hola coca-cola :D! jshajshjsk.
Ah, Ceci no te preocupes, yo también comencé el colegio recién ayer y ya tengo trabajos que hacer.
¡Muuuuuuuuuchas gracias! aw en serio, que bonita por decir eso y pues me alegro mucho que te halla gustado tanto la novela<3.
Gracias Ceci n_n
--------.
JAJAJAJA uish si huyó para tu casa y quiero ir de visita a verlo un rato. Okno. Graacias<3.
By the way, ya te agregé al Skype n_n
-------.
Hey there Patu :D! Ah, don't worry, yo también ya estoy así con el colegio, es un fastidio que no extrañaba en lo absoluto.
Aw, muchas muchas muchas gracias por decir todas esas cosas bonitas sobre la novela, eres un amoursh.
¡Graacias!

Capitulo cuarenta y uno.

- ¿Desea tomar algo, señor?

La azafata detuvo el pequeño carro cargado de diferentes tipos de bebidas que se podían encontrar en primera clase y le sonrió con su mejor sonrisa.
Alzó la mirada del libro que estaba leyendo; era la tercera mujer que intentaba seducirlo desde que despegó el avión. Se tomó el tiempo suficiente de mirar las opciones que ofrecían hasta que se decidió por un jugo de naranja.

- Un jugo, por favor.
- Claro. -La mujer sirvió el líquido dentro del pequeño vaso de vidrio, sin dejar de sonreír todo el tiempo.- Aquí tiene. ¿Algo más que necesite? -Preguntó con tono más amable de lo normal.
- Una cosa, sí. -El pelinegro se volteó para ver de frente a la azafata que se sonrojó de inmediato y le indicó con un dedo que se acercara- Dígale al resto de sus compañeras que son hermosas al igual que tú, pero no estoy interesado.

La mujer se puso de mil colores, asintió con la cabeza y se fue apresuradamente por el pasillo del avión. Nicholas reprimió una sonrisa entre sus labios antes de regresar a la lectura de su libro. No quiso hacerlo para humillar a la pobre mujer, sino para evitarse tener que negarse una y otra vez además de tener que aguantar las malas miradas por el resto del viaje.
Tomó un sorbo del jugo de naranja para despertar sus sentidos. Sí bien no era la primera vez que subía a un avión para un viaje de larga duración, no era un fan de estar en el aire. Mientras todos los demás lograban dormir durante el viaje en permanecía despierto todo el tiempo, y esa vez no fue la excepción.
Quizás era por el hecho de que en el momento en que aterrizara todo sería incierto, aunque el esperaba que todo saliera bien. Terminó de beber su jugo y sacó su celular, necesitaba revisar la reservación de su hotel, así como también asegurarse de que las demás cosas estuvieran listas.
Se grabó el nombre del hotel a donde iba, respondió el mensaje de su madre, asegurando que estaba perfectamente bien y guardó nuevamente su celular en el bolsillo.
El libro había perdido interés para él así que optó por bajarlo un rato y dedicarse a mirar la película que pasaban en ese momento para distraerse un poco más. Intentó con todas sus fuerzas seguir la trama, pero su celular no dejaba de vibrar una y otra vez. Soltó una maldición interna y sacó el bendito aparato una vez más.

Revisó nuevamente su celular. Era increíble la cantidad de mensajes que le llegaban diariamente. ¿Qué la gente no tenía algo mejor que hacer? Negó con la cabeza antes de presionar "Borrar" y eliminar todos los mensajes que no le interesaban. Revisó la hora antes de apagar el celular para luego guardarlo en su bolsillo. Escuchó la voz del capitán anunciando que en unos segundos aterrizarían.


La gente en el aeropuerto iba de un lado a otro, corriendo en diferentes direcciones. Él ya había viajado múltiples veces en aviones y conocía de primera mano la manera de moverse en esos lugares. Arrastró la maleta por medio del túnel que desembocaba en la puerta de embarque y salió directamente hacia el exterior del aeropuerto, donde el resto de los taxis esperaban.
La mayoría de la gente aún estaba adentro, siendo recibidos por sus familiares, amigos o parejas. Él, por otro lado, no tenía a nadie quien lo recibiera con los brazos abiertos; para el resto del mundo, él podría estar muerto o escondido debajo de una roca. No fue su intención causar ese tipo de atención sobre él, simplemente se fue sin decir nada, y como siempre, los medios de comunicación lo hicieron parecer mucho más grande de lo que era.

- ¿Está buscando un taxi o ya tiene quien lo lleve?

Nicholas bajó la mirada. El conductor del taxi alzó ambas cejas, mirándolo desde adentro del auto. El pelinegro asintió con la cabeza, regresando sus pensamientos al mundo real.

- El maletero está abierto. -Le indicó el taxista.

Nick guardó su única maleta dentro del auto, lo rodeó y se subió en el asiento trasero. Nunca en su vida había tomado un taxi, cuando no podía manejar le pedía a Charles que lo llevara, pero desde que obtuvo su licencia de conducir no se apartó del volante ni una sola vez.
Se acomodó en el asiento trasero al mismo tiempo que el auto avanzó, dejando el aeropuerto internacional de California a sus espaldas.

- ¿A donde lo llevo, señor? -Preguntó el hombre, mirándolo por el retrovisor
- A la calle número cuarenta y dos, paralela a la avenida principal, por favor. -Su acento londinense casi no se notaba.

El conductor asintió y desvió el auto hacía la vía que llegaba hasta allá. Nicholas se limitó a mirar por la ventanilla del auto. Toda su vida había sido dueño de una inmensa seguridad interior. Sabía que las decisiones que tomaba saldrían bien; siempre era así. Pero esa vez, por primera vez en su vida, no se sentía para nada seguro. Era como sí lo hubieran arrastrado fuera de su mundo hacia otro que él no conocía. Pero estaba dispuesto a aceptar lo que pasara, pues nada era peor que no saber que hubiera pasado.

Capitulo cuarenta y dos.


_______. Abrió la puerta del apartamento al ritmo de la canción Breath of life, una de sus canciones favoritas para hacer ejercicio. Se descalzó cuando alcanzó la mitad de la sala, recogió los zapatos con una mano y se quitó uno de los audífonos.

- ¿Estás en casa? -Canturreó la peliazul, adentrándose en la cocina.

Estaba cansada y sudaba a chorros. Esa mañana no debía ir al trabajo y se tomó más tiempo del normal para correr por la costa de la playa. Ella no era precisamente una de las personas más atléticas o dedicadas al ejercicio, en realidad, no le gustaba ejercitar. Pero aquello era diferente, correr por la playa, con el inmenso mar a un lado tuyo y la arena hundiéndose bajo tus pies la relajaba. Era su manera de hacer algo de ejercicio y a la vez escapar del ruido del mundo por un rato.
Encontró a Marcus no en la cocina, sino sentando en la habitación extra, viendo una película antigua. _______. tocó la puerta para que el castaño la viera y le sonrió desde allí.

- ¿Qué tal tu día? -Preguntó, no quería entrar pues el aire acondicionado de la habitación le haría mal.
- Bien, fui a ver el apartamento hoy. Dos días más y tendré mi propio lugar. -El castaño le bajó volumen a la televisión y se levantó de la cama- Estás toda sudada, linda.
- Vengo de correr. -_______. sonrió y le lanzó un beso- ¿Eso quiere decir que me dejarás sola en dos días?

La peliazul hizo puchero, jugando con su amigo. Estaba más que contenta de que Marcus también empezara de cero, por no mencionar que la noche anterior había salido con Liam y regresado más que contento por su cita. A él le estaba yendo bien, y eso la hacía feliz, pues lo quería. Pero también sabía que lo extrañaría enormemente cuando se fuera. Marcus negó con la cabeza y la empujó suavemente por la espalda.

- Anda a bañarte, apestas. Cuando salgas haremos el desayuno para ambos.
- Uh, extrañaré eso también. -Hizo una mueca antes de asentir con la cabeza- Dame unos minutos y te alcanzo en la cocina.
- Tarda lo que quieras, hueles horrible -Bromeó él.
- ¡Cállate!

El agua tibia de la ducha la abrazó, relajando cada músculo de su cuerpo y devolviendole parte de la serenidad que sentía cuando corría. Se lavó el cabello, pues lo tenía sucio, de todas maneras, no tenía planeado salir a ningún lado ese día, ella y Marcus se quedarían en casa, viendo películas de terror malas y comiendo hasta que no pudieran más. Se colocó un short cómodo, una camisa de tiras y se dejó el cabello húmedo suelto. Cuando salió a la cocina Marcus ya estaba preparando la mezcla para hacer hot cakes.
Resulta que el castaño tenía un toque para la cocina.

- ¿En que te ayudo? -Preguntó _______.
- Saca las fresas y el jugo, yo me encargo de hacer los hot cakes.
- ¿Fresas? -La peliazul abrió la nevera, estaba casi segura de que no había comprado fresas la última vez que fue al mercado; pero allí estaban- Oh, así que tu también has estado comprando.
- Claro, vivimos juntos, no iba a dejar que pagaras todo tú.
- Eres un amor, ¿Sabias?
- Lo sé. -Marcus le sonrió y ella le sacó la lengua antes de encarar a la nevera.

______. Estiró la mano, alcanzado las fresas al final de la nevera, con la otra cogió el jugo. Cerró la nevera con un pie antes de girarse, colocar las fresas sobre la barra de la cocina y el jugo en la mesa. Iba a a buscar uno de los cuchillos en las gavetas cuando sin querer tropezó con Marcus, haciendo que parte de la mezcla cayera en su camisa.

- Por ésto es que no sirvo en la cocina. -Dijo ella, mirando su camisa manchada. Marcus se rió, restando importancia a la cosa- Pongo ésto en la lavadora y vengo.
- Tranquila, ve. -Ella se dio la vuelta pero un llamado de él la detuvo- ¡Espera! ¿Cuantos Hot cakes quieres?
- Dos por favor. -Le sonrió con dulzura y salió de la cocina.

Colocó su camisa en la lavadora junto con el resto de la tanda de ropa sucia. El resto de sus camisas sencillas estaban aún en la secadora así que cogió una del montón de Marcus y se la colocó.
El olor a Hot cakes la invadió de camino a la cocina, olían delicioso. Su estomago rugió de hambre ante tal olor, pero el timbre de la puerta la desvió de su destino original.

- ¡Yo voy! -Gritó, deslizándose hasta la puerta. Giró el perillo de la misma y la abrió: El corazón casi se le sale por la boca cuando vio quien era- ¿Qué... Qué haces tu aquí?

Nicholas alzó la mirada, encontrándose con la de ella. Parecía que la última vez que la había visto había sido hacía años, y no meses. El pelinegro secó las manos de los bolsillos, no muy seguro de que decir ahora. Los ojos de _______. no le dejaban saber bien que pasaba por su mente, pues expresaban una mezcla de sorpresa, dolor y amor, todo junto.

- ¿Interrumpo en algo? -Preguntó con esa voz profunda y ronca que lo caracterizaba tanto.

_______. se quedó de hielo. Su mente le dijo que reaccionara y dijera algo. Lo que fuera. Pero aún intentaba descifrar todo. No se esperaba encontrar a Nicholas Jonas al otro lado de su puerta, vestido con uno de sus tantos trajes que tan bien le quedaba, sonriendo de medio lado, algo típico en él. No se había dando cuenta hasta ese momento de cuanto lo había extrañado, de como su corazón latía de forma diferente, más armoniosa, cuando él estaba cerca.

- ¡Eh! ¿Te secuestraron? -La voz de Marcus proveniente de la cocina se escuchó hasta ahí. ______. regresó en sí al momento.
- No, estoy bien. -Le respondió la peliazul antes de salir del apartamento y entrecerrar la puerta detrás de ella.

En ese momento su mente le recordó algo que sí bien le dolía, era cierto: Nicholas había sido un total imbécil con ella. Pestañeó un par de veces y tragó grueso antes de hablar.

- ¿Qué haces aquí? -Volvió a preguntar, intentando mantener la mirada fija.
- Yo vine a... -Nicholas cerró la boca de pronto al percatarse de la camisa de hombre que llevaba ella- Tienes visitas... Vaya.
- Sí, se llama Marcus y vive conmigo. -Respondió ella. Sabía lo que hacía, pero aún así le dolía.

Nicholas asintió con la cabeza, podía sentir un nudo cerrarle la garganta. Así que ella no había perdido el tiempo para nada, eso sí era una sorpresa. Era como sí alguien hubiera decidido tensar su corazón hasta el punto en que casi podía reventar. Las palabras que había planeado decirle se borraron completamente de su mente por un par de segundos.

- Él es gay, Nicholas. -______. Negó con la cabeza pero sin quitarle la vista de encima.- No puedes... Tu no puedes venir aquí y darme ese tipo de mirada, como sí hubiera hecho algo malo. No puedes.
- Yo no vine hasta aquí para darte ningún tipo de mirada, ______. Yo no.... -Se pasó la mano por el cabello negro, intentando buscar las palabras ideales- Yo vine hasta aquí para explicarte lo que pasó.
- ¿Y qué pasó, Nick? -Cerró la puerta por completo y dio un paso más hacia el pasillo- Créeme que me gustaría saber porque fuiste un total idiota, porque tantas veces me pregunté que rayos te había pasado.
- ¡Pues déjame decirte! Déjame explicarte que pasó, por favor.

Los ojos de Nicholas chispeaban de energía en ese momento. ______ podía jurar que nunca se había visto tan turbado, ni tan guapo como allí mismo. Ladeó la cabeza, despejando esos pensamientos y cruzó los brazos bajo su pecho, dispuesta a siquiera escucharlo.

- Dime, Nick.
- Yo no hice nada eso por que quería, joder. No tienes idea de como, de como me dolió decirte todas esas cosas, de jugar ese juego asqueroso. La mirada en tus ojos era... Vacía. Pero no tenía opción, ______. tenía que alejarte de mí. Una de las cláusulas del contrato original no me permitía tener esposa al menos hasta tres años después de haber heredado la empresa. Cuanto te vi, cuando te conocí... Cuando empezamos a salir, vi que tu no eras ese tipo de chica que solo quiere una aventura. -Carraspeó la garganta y dio un paso hacia adelante, acercándose a ella- Sé que quieres mucho más que eso. No sabía si íbamos a durar dos días más o una vida entera, pero sabía que mientras más estuviera junto a ti, más difícil sería al final, y no estaba dispuesto a esperar tres años. Por eso te alejé de mi, por eso empecé a hacerte creer a ti y a todos los demás que volvía a ser un mujeriego, un jugador más. Pero ya, ya se acabó. -Nicholas estiró la mano, acariciando la mejilla de eso- Renuncié. Renuncié a la empresa y todo lo que viene con ella. Es liberador, es fresco. Ya no trabajaré allí nunca más, puedo... Podemos hacer de ésto lo que queramos.

La mirada del pelinegro penetraba en sus ojos castaños como un cuchillo, alcanzando hasta su alma. La pasión, el amor, la energía, todo eso se reflejaba en los ojos de Nicholas. Era tan intenso que parecía irreal. Nick se acercó un poco más al punto de casi rozar su nariz con la de ella, pero _______. se separó, alejándose de él.
Ladeó la cabeza dando otros pasos más allá.

- Estoy segura de lo que dices es verdad, Nicholas. Lo sé. Y me alegro por ti, en serio. -Trató de sonreír, pero no pudo- Que te hallas alejado de la empresa, que estés... Viviendo libre. Pero nadie te apuntó con una pistola en la cabeza y te obligó a decirme lo que me dijiste. -Su voz tembló, pero se manejó para no llorar- Pudiste haber dicho otras cosas, tratar de explicarme como lo estás haciendo ahorita. Pero tu elegiste esa manera, tu fuiste el que me trató mal, no yo a ti. -Sus ojos castaños se levantaron y lo miraron, su mirada era profunda, triste- Te aseguro que si me hubieras explicado, sí, me hubiera dolido horriblemente, pero eso sería todo. Me hubiera ido y terminado la relación, sin daño. Pero dolió ese día y sigue doliendo, Nicholas.
- _______. Por favor, entiende... -Empezó el pelinegro, pero ella negó con la cabeza.
- Vete, ¿Sí?. No te odio, yo no puedo. Pero en este momento no quiero, no soy capas de hacer nada. Te disculpaste por no haber renunciado antes a la empresa, no por lo que dijiste. -Caminó hasta la puerta y la abrió nuevamente, pero se detuvo antes de entrar- Adiós, Nick.

:O Tu no me puedes dejar en un simple 'Adios, nick" , simplementen o puedes no puedes , no puedes.







PD: No se cual de las 3 personas que me sigueron en twitter eres tu XD C; y ahora te acepto en skype lol ah .. siguela e.e

Capitulo cuarenta y tres.

No lograba concentrarse en absoluto, llevaba más de dos horas frente a la pantalla de la computadora y ninguna idea fluía de su mente hasta las teclas. Era casi imposible concentrar su mente en escribir la columna semanal, ni siquiera había escogido un tema. Se sentía frustrada pues tenía un millón de pensamientos corriendo por su mente de un lado al otro, pero no lograba concretarlos y hacer de ellos una buena columna.
Intentó una vez más concentrarse en escribir algo decente, pero no logró absolutamente nada. Soló un grito de frustración y dejó caer su cabeza encima del escritorio.

- ¿Un bloqueo de inspiración? -Preguntó la amable voz de Wanda, su compañera de trabajo.

La peliazul asintió con la cabeza sin levantar la frente del escritorio. Como fotógrafa y amante del arte es bastante común llegar a un punto donde tu ojo creativo se ciega por un momento, sin saber que mirar o que hacer. Les pasa a los mejores, es parte de la vida de cualquier tipo de artista. No era la primera vez que tenía un bloqueo, pues ya lo había experimentado antes, pero sí era la primera vez que se sentía tan frustrada al respecto.

- Ya sé. -Murmuró, levantando la cabeza.
- ¿Qué, linda? -Wanda dejó de escribir para observarla.

_______. se levantó de su escritorio después de haber apagado la computadora y cogió su bolso encima del mismo. ¿Cómo no se le ocurrió antes? El modo de sacarse el bloqueo de la mente era salir, despejar la cabeza por un rato y olvidarse del tema. Siempre funcionaba, sino lo hacia el bloqueo se volvía peor y más pesado. Pasó corriendo junto a Wanda al tiempo que alzó la mano en forma de despedida.

- ¡Tengo que irme, adiós Wanda! ¡Nos vemos mañana! -Gritó antes de abandonar la oficina.

Afuera aún quedaban unos rayos de sol iluminando la calle. Ya sabía a donde quería ir a despejar la mente, pero no podía llegar caminando, necesitaba aprovechar las dos horas de luz que le quedaban. Pidió un taxi frente al edificio de revista y se subió, diciéndole que se dirigiera hasta la playa. Gracias a que el lugar no quedaba tan lejos de su trabajo llegó en diez minutos, le pagó al taxista y se bajó del auto.
En la playa no había tanta gente, solo un par de personas esparcidas unas lejos de otras. La mayoría de los surfistas ya se habían ido, pues la hora del buen oleaje ya pasó, así que el mar estaba completamente sin nadie.
________. pasó se largo entre la gente y se ubico un poco más lejos que el resto. Se quitó las sandalias y las recostó del bolso antes de hundir los pies en la arena. Extrañaba esa sensación de serenidad que le otorgaba el océano. No quiso colocarse los audífonos del Ipod pues quería escuchar el sonido de las olas rompiendo en la orilla cuanto le fuera posible.
No supo hasta ese momento cuando había extrañado la playa, la arena, el océano, la vista del sol poniéndose sobre el agua, listo para darle paso a la luna. Para ella ese momento era mágico.
Se apoyó sobre sus hombros para tener una mejor vista. El momento en el que el sol bajaba tanto que pareciera que estuviera hundiéndose en el agua era hermoso, varias veces ella misma había tomado fotos de ese momento. Todas sí bien eran del mismo tema, tenían un toque diferente.
¡Eso era! ese sería su tema de la semana en la columna. Escribiría sobre maneras de relajarse en la ciudad, de como despegarse del mundo por un rato.
Cogió sus sandalias y su bolso nuevamente antes de levantarse. Se colocó las sandalias cuando llegó al cemento nuevamente y ésta vez caminó de regreso a su casa, sin pedir taxi. En lo que llegara vaciaría sus ideas en su laptop, luego se encargaría de pasarlas a la computadora del trabajo. Su mente le recordó que ese era el último día de Marcus en el apartamento, y que debía hacerle una despedida al día siguiente por la mañana antes de que se fuera.

Llegó el edificio a los veinte minutos, en realidad había caminado lentamente a propósito, quería disfrutar de la dicha de haberse sacado el bloqueo antes de llegar al apartamento. Además, era probable que Marcus no estuviera, pues tenía otra cita con Liam.
Sacó la llave de su bolso después de varios intentos de encontrarla, la introdujo en la perilla y la giró para entrar a su apartamento.

- ¡Marcus! ¿Estás aquí? -Gritó al tiempo que tanteó la pared hasta encontrar el interruptor de luz- Marc... Oh, por dios.

Cuando la luz iluminó toda el área de la sala dejó ver la pequeña sorpresa que, aunque no se lo habían dicho, ella sabía que era de Nicholas.
En el medio del lugar, justo debajo del sofá se extendía un mantel de color rojo borgoña y justo encima de éste se ubicaba una cesta de picnik con una nota en el tope. La peliazul se quedó mirando toda la escena, sin saber si acercarse o no. Pero después de unos minutos caminó hasta el centro y cogió con sus manos la nota, que confirmó lo que ya sabía: Eso lo había hecho Nick.
Abrió la nota conteniendo el aliento y leyó su contenido.