Una "Pequeña Mentira" (Con Harry Styles) TERMNADA

-Tu...solo...bésame.- Dije con la respiración agitada, al tener los labios de Harry rozando con los míos y ya...ya no podía aguantar más.
Él no dudó a posar sus labios suaves sobre los míos, para después mover al compás nuestras bocas, haciendo más intensas mis ganas de no separarme nunca de él...aunque sabía que ese pensamiento no era el más adequado.

El sonido de la campana que indicaba que era la hora de cenar, fue la causante de que nos separaramos. Bueno, también por la falta de aire.
Nos miramos sonrientes, y en menos de lo que canta un gallo, estábamos bajando las escaleras entre saltitos, empujones, zancadillas y...besos.
Avanzamos a grandes zancadas hasta una mesa larga, de madera y completamente adornada con un mantel dorado, los platos delante de los respectivos lugares y un gran "buffet" en el centro de la mesa, que consistía en: estofado de arroz con cordero, ensalada de guisantes con jamón y salsa Soubise, pescado al horno con una pequeña ración de patatas con pimientos verdes, y por último, fresas bañadas en chocolate.
Degusté cada bocado de mi gran ración del plato, que me había servido una doméstica. Finalmente, y sorprendentemente AÚN con hambre, tomé un bol lleno de chocolate derretido, acompañado de algunas fresas (que juraría que han estado colectadas aparte de las de mercado, talladas y limpiado por el mismo chef).
Hube de pedir otro bol de chocolate, esta vez sin fresas, cuando recordé, mi error. Ya era la segunda vez que me pasaba.

Acabé lentamente mi postre, para después, como siempre que comía chocolate, mover rápidamente la pierna (como un acto de nerviosísmo, más que nada) contra la de Hazza, haciendo que se estremeciese.
Él me miró fulminante mientras intentaba comer la fresa tranquilamente...cuando se me acudió una maavillosa idea.
Cogí otra fresa, y, disimuladamente para que solo Harry me viera, me iba comiendo lentamente, chupando el chocolate, para que provocarle.
Y funcionó. Casi se ahoga con la fresa que tenía en la boca, cuando vió lo que estaba haciendo.

Cuando acabé de cenar, me dispuse a ir a mi habitación, pero unas manos me detuvieron, para cambiar de dirección, y naturalmente, sabía de quien se trataba.

-Acaba lo que has empezado.-Me susurró en el oído, haciendo que notase su voz notablemente sensual.
Sin pensarlo dos veces, me adentré en la habitación de Harry para eso, acabar lo que yo había empezado. Sí, acabar la mejor noche de mi vida.

Estaba con mis amigas y mis amigos, desayunando en la mesa. Harry me miraba picaronamente, cuando la cocinera puso fruta (entre ellas, las fresas). Yo le devolví la sonrisa, aunque por dentro estaba pensando en como podría aguantar más mi falsa vida. Esto solo comenzo como una pequeña mentira, pero está acabando en una gran mentira, que hará daño a alguien, y sé que ese "alguien" está relacionado con Harry.
Removí mi zumo sin ganas, mientras los chicos hacían bromas, cuando sonó el timbre esperado.

-¡Ya abro yo!- Geraldine se levantó de la mesa para abrir la puerta, pero al mismo tiempo que abría, unos agentes policiales la detuvieron, poniéndole unas esposas.

-Estás detenida por actos homicidas, tiene derecho a guardar silencio, todo lo que pueda decir o hacer puede ser utilizado en su contra delante el juez.- El policía de piel marrón, alto y calvo con una barba negra tipo "sheriff" le cerró las esposas a Geraldine con llave.
Todos nos quedamos en shock, más cuando el otro agente levantó la cabeza, diridiéndose a mi.

-Buen trabajo Agente Witherspoon, has cumplido la misión satisfactoriamente, Flyn me envía para avisárle que ha de recoger sus cosas, y regresar a España.- Dijo tranquilamente. Todos me miraron con los ojos abiertos como platos.

-¿Tú? ¿Una Agente?- Dijo Louis.

-Nos has mentido ______, ¿aunque ahora como te habría de llamar?- Me dijo Franni, molesta y sorprendida a la misma vez.

-¿En qué más nos has mentido? Nuestra amistad....¿Era solo parte de tu misión?- Observé cómo a Reni se le aguaban los ojos, debilitándome cada vez más a mi.

-______, porfavor, díme que esto sólo és una broma de las tuyas, dime que esto no es verdad.- Dijo Harry, mientras las lágrimas amenazaban en caer. Me rompía el corazón la escena, ver a todos mirándome, como si fuera el mismo diablo...aunque ahora que lo pienso, soy peor y todo.

-Ha-Harry, yo...-carrespeé la garganta mientras me aclaraba mis dudas y argumentos para excusarme, aunque no salió nada.- Lo siento. Hos he mentido a todos. Me llamo ______ Witherspoon, y soy una Agente Internacional, mandada aquí para espiar al assesino. Primero, solo fingía...pero, poco a poco todos fuisteis entrando en mi corazón y...- Ahora lloraba desconsoládamente. Harry se limpió las lágrimas para añadir con brusquedad:

-Déjalo, No quiero saber nada de tí, ni de tus mentiras.- Se le escapó una lágrima, y aunque se la enjuagó deprisa, pude ver la tristeza con la que me miraban sus ojos esmeralda.

Niall lloraba a lágrima viva, estaba rojo y se limpiaba las lágrimas con su jersey.

-Eso nos lo habrías de haber dicho antes _____.- Mi corazón se rompió a añicos con las palabras de Niall. Mi Nialler, dulce y tierno duende Irlandés... estaba llorando por mí.

-No mereceis una cosa así...olvidádme, y volved a vuestras vidas normales sin mí.- Apenas lo pude susurrar cuando Harry me interrumpió.- Lo haremos, no te preucupes, ahora vete.