Una "Pequeña Mentira" (Con Harry Styles) TERMNADA

Por fin en mi hogar.
Abrí los ojos suavemente y aunque me dolió el impacto de no encontrar la espesa neblina característica de Londres, ni el cielo grisáceo, recordé que España era lo contrario de este.
Soleado, caluroso, con grandes tiendas en cada esquina y la música de los camiones a toda pastilla.

Crucé las grandes calles de Barcelona para dirigirme hacia mi apartamento.
Con dos maletas en mano, caminé lo más rápido que pude hacia este, que se encontraba un poco más a apartado de la civilización.

-¡¡¡Mirad!!! ¡Es Leighton Meester!- Dijo una señora de mediana edad, conduciendo un carrito de compra. Esta, dejó todo al suelo para venir corriendo a mí, y en menos en la que canta un gallo, tenía media ciudad a mi alrededor, pidiéndome autógrafos.

-Lo siento, yo no soy Leighton, solo ha sido una terrible confusión...-Traté de contar, pero los gritos omitían mi voz, y no pude hacer más que escaparme como pude.
Por eso no me gusta mi parecido con ella, siempre pasan cosas así.

Corrí por un callejón oscuro, que daba a un atajo hacía mi apartamento.
Abrí la puerta de mi casa, entré deprisa y la cerré después de mí, dándo un portazo y respaldándome en ésta.

Suspiré débilmente, mientras los recuerdos pasaban a cámara rápida por mi mente.
Extrañaba mi vida a allí, mis amigos, a Harry.
Me deshice de esos pensamientos rápidamente. No quería sufrir más, y recordándolo sería peor. La vida sigue, y aunque notes un vacío en el estómago, has de cubrirlo con lo que sea.

5 Semanas después...

-Agente Witherspoon, venga a dirección, inmediatamente.- La voz de Flyn, sonó a través del micrófono. Con paso inseguro, y las piernas temblorosas, presioné las manos a la mesa del escritorio para deslizar la silla.
En esas semanas, me había vuelto vulnerable e insegura. Había cambiado, ya no era la fría y calculadora _____ ______, era simplemente yo, una adolescente insegura y torpe, por muchas classes de Krav Magha que aprenda cada día.

La gente ya no me teía miedo, me trataban más bien con lástima. Ya no aceptaba misiones, las rechazaba a todas, por una razón , que todos ya sabéis.
Ya no me maquillaba, ni era la sex-symbol de la agencia, sino iba con lo primero que me encontraba en el armario y listo.

Mordí mis uñas, con restos de pintauñas rojo de semanas anteriores.
Torpemente, me encaminé hacia donde me había dicho.

Giré el pomo de la puerta, para encontrarme con una grata sorpresa.
Harry.
-Harry.-susurré débilmente. Él se giró para verme, mientras Flyn me observaba sonriendo desde el otro extremo de la habitación.

-¿Se puede saber que está pasando?-Dije con un hilo de voz.
-Verás _____, estas últimas semanas, te hemos visto desanimada y solo venías aquí para copiar algunos documentos, pero no aceptabas ninguna misión, cosa que nos sorprendió de tí.
Empezamos a investigar tu causa de ánimo, y encontramos la razón. Éste joven- señaló a Harry- Te estubo buscando por casi todo el mundo, poco después de que te fueras. ¿Algo que decir?- Las lágrimas comenzaron a subir por mis ojos, amenazando en caer. ¿Harry me había buscado por todo el mundo? ¿Lo había hecho por mí? Antes de que pudiese contestar Harry ya me tenía en sus brazos, apretándome fuerte contra su pecho, aspirando su aroma a colonia.

-Mejor que me vaya. Pero antes de nada, recuerda esto...Vive mientras seas jóven.-Dijo para seguido guiñarme el ojo y marcharse.
Miré a los ojos verdes de Harry, que me comían con la mirada.

-Harry yo, lo siento mucho, de verdad, yo estube allí por una misión y..y después me enamoré de tí, y después el agente...Geraldine, Unicornios con bigote y zanahorias y..-Un torrente de palabras salieron de mi boca sin control, a lo que Harry las calló con un profundo beso. Dulce pero apasionado.

-Ha sido una bonita forma de callarme.-Susurré, mirando al suelo. Él me levantó la barbilla con su pulgar, para que lo mirara a los ojos.

-Estás perdonada.-Dijo con su voz ronca y lenta. Y cuanto extrañaba esa voz.

-¿Q-Qué?

-______, sé que me mentiste y nos hicistes daño a todos, y sí, al principio estaba muy furioso y decepcionado contigo pero...después me dí cuenta de que solo lo hacías para protegernos, que ese era tu trabajo, que el amor surgió de imprevisto y que estoy locamente enamorado de tí.- Me explicó. En ese momento sentí mis rodillas fallecer y un revoloteo estúpido por mi estómago.

-¿Que has dicho?- Le dije bajito, sin poder creérmelo. Él sonrió de lado, a lo que volvieron las mariposas a mi estómago.

-______ Witherspoon, o _______ Lawrence, o como te llames. Estoy enamorado de tí. De tí y de tus locuras, de tí y tus mejillas sonrojadas, de tí y tus ojos cálidos, de tí y de tu espontaneidad, de tí y tus celos, de tí y de tu grácia bailando, de tí y de tu manera de comer fresas, de tí y de la forma en que tartamudeas cuando estás nerviosa, de tí y tu aire de misterio, de tí y tu bipolaridad, de tí y de todas tus cosas que hacen que esté perdidamente enamorado de tí.- Acabó, dándome un beso tierno al final de la oración.



[center]EPÍLOGO:







DESPUÉS DE 6 AÑOS...

-Y así es como mami y papi se conocieron.- Acabé de contarle nuestra história a Darcy, mi hija de tres años. Con el pelo rizado y castaño, los ojos verdes y unos encantadores hoyuelos cuando sonreía, me recordaba mucho a Harry.

-Creo que no ha entendido nada de lo que has contado.- Dijo riendo mi esposo, abrazándome a mí y con Darcy en sus piernas.

-Claro que sí, tontito- le dí un empujón en su hombro, provocando que se riera más- Ella és muy lista, no como tú.- Dije en broma.
No pudo contestar, ya que su móvil empezó a sonar.
Harry se apartó un segundo de mí para contestar, y a los minutos, llegó sonriendo ampliamente.

-¿.Y...?

-Louis y Franni se casan ¿no es increíble?- Me dijo.

-Ya era hora...Solo faltaban ellos! -Dije suspirando. Niall y Reni, Zayn y Eli, Liam y Diana...e incluso estos últimos habían tenido hijos! Y sí, nos habíamos perdonado y habíamos empezado de cero nuestra amistad, ahora más unidos que nunca.

Harry se sentó en el sofá, a mi lado y cogiendo otra vez a Darcy en manos, y esta solo hacía que babear en su camiseta.

-¡No es justo! Yo la tenía antes.-Me pusé de brazos cruzados, haciendo un berrinche. Hazza me miró, arcando una ceja.

-¿Y tú eres la madre? Parece que hos habéis intercambiado los papeles.

Su frase me indignó un poco, a lo que me puse seria de repente, mirándo enfrente.

-Oh..vamos, lo decía en broma...yo, lo siento mucho _____- Se disculpó Hazza, suavemente, mientras daba pequeños besos en mis mejillas.

-Perdonado.- Me giré derrepente, poniéndole los brazos alrededor de su cuello, fundiéndonos en un perfecto beso.

Empecé a pensar, en que si no hubiese aceptado la misión de hacía unos seis años, ahora mismo, no estaría casada con Harry, y ni tendría un hijo suyo. Ahora ya no trabajaba en la agencia, y me va perfectamente trabajando de abogada, y aunque algunas veces recuerdo mis misiones y las hecho un poco de menos, en solo girarme para ver a mi perfecto esposo y a mi preciosa hija, esos sentimientos desaparecen.

Y pensar que todo esto había empezado con...una pequeña mentira.


[center]FIN.