:...Labios Compartidos ...: [Adaptación, Harry & Tú]

Te fuiste caminando por el trayecto más corto para así llegar más rápido al interior de tu casa, en lo único que podías pensar era en lo estúpida que habías sido al imaginarte por un momento tener una aventura con él, mientras intentabas luchar para que las lágrimas que corrían por tus mejillas se detuvieran. —Te lo mereces por ingenua… Él te lo dijo, no hay comparación... tu madre es toda una mujer ______... y aparte es su novia... ¿Cómo va a querer algo contigo? — Y lloraste aún más, gritaste de rabia y de impotencia al ver que la realidad era otra, te habías olvidado por completo de que tu madre existía y eso mismo era lo que lo hacía prohibido. En el momento en que entraste a la casa te prometiste a ti misma dejar a un lado los deseos y el ¿amor? que sentías —Eso fue un error, un maldito y delicioso error— pensabas mientras recordabas el sabor de sus labios. Mañana sería otro día y comenzarías desde cero; ignorar y olvidar, eso harías. El plan parecía perfecto, pero no contabas con la jugarreta que te tenía preparada el destino, una que en un principio te parecería una broma de muy mal gusto e incluso desagradable pero que definitivamente le daría un giro de 180° a tu vida

Ya habías entrado a la casa, como de costumbre entraste a la cocina y decidiste comer un buen plato de cereal, después te dirigiste a tu santuario personal; a la biblioteca y escogiste otra de tus historias favoritas, Romeo y Julieta y te sentaste dispuesta a devorarla ansiosamente pero justo cuando ibas a comenzar tu lectura te percataste que en la mesa contigua había un sobre de color rosa fosforescente, —Es obviamente de mi mamá, ¿qué le habrá pasado? — mientras procedías a abrirlo para conocer su contenido

Amores míos:

Ambos desaparecieron de mi vista un poco rápido, no los culpo fueron muchas sorpresas en un mismo día. Les escribo estas líneas para comunicarles a mis dos bellezas que por mala suerte tendré que hacer un viaje relámpago...

— ¡¿QUÉ?! — gritaste sin poder creerlo

...pero no se preocupen por mí, sólo serán 3 semanas.

Tú seguías sin poder creerlo por más que releías las palabras, tu mente no podía procesar la información…

____, sé que te molesta que no te avise con anticipación sobre mis viajes…

—Mamá, créeme en estos momentos eso es lo que menos me molesta…—

...pero tranquila. Para tu suerte te dejo a mi ángel: a Harry...

—¡NO! — exclamaste, aunque en el fondo eso te ponía feliz

Él sabrá cuidar de ti en este tiempo, espero que aprovechen estas semanas para conocerse mejor porque eso es lo que más deseo. Bueno no puedo darles más detalles, se me está haciendo un poco tarde, pero quiero que sepan que los extrañaré muchísimo. Espero que sea mutuo...Los amo a los dos... Cuídense. Prometo llamar para ver cómo están y espero hagan lo mismo.

Con amor Caroline


—¡Oh oh...! — fue lo único que pudo salir de tu boca.

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Hasta aquí el capítulo cinco, espero les haya gustado y como las amo mucho prometo subir el capítulo 6 en unos minutos más. Les adelanto que si yo fuera Caroline no les hubiera dicho a _____ ni a Harry que aprovecharan para conocerse, porque créanme se lo van a tomar muy muy muy en serio

En la vida hay que aprender a vivir las circunstancias que nos prepare el destino ¿oportunidades? ¿posibilidades? lo importante es hacer lo que tu corazón te dicta, aunque no lo creas a comparación de la razón éste es insignificante a la hora de tomar decisiones. Si, lo sé es una tontería pero muchos anteponemos la cordura y lo que se piensa correcto ante la felicidad. Lo que, únicamente, estorba es la culpa; atribuir, tachar, inculpar, recriminar, estos son calificativos que muchos utilizarían para acribillar una acción tomada. No es necesario llegar a la acusación, no sin antes tomar en cuenta que tú mismo podrás pasar, en algún momento de tu vida, alguna situación similar. Si no, prepárate para que lo que escupiste hacia el cielo, se te devuelva a la cara más rápido de lo que imaginas...

Apenas habías terminado de leer la carta, y no sabías qué hacer, te preguntabas qué pasaría en tantos días —¡Ay... el destino es demasiado cruel conmigo... — con la mirada cabizbaja y te limitase a pensar cuáles eran tus opciones. —______ piensa…— y respiraste profundo —Cuenta hasta diez… uno… dos… tres…¡Ay ya, pareces una loca aquí hablando sola! — y te diste por vencida —Como si respirar por diez segundos fuera a cambiar el hecho de que te quedarás sola con él y que te mueres de miedo…Pero no le vas a dar el gusto— te paras y e diriges a un espejo que se encuentra en la biblioteca —Ésta que está aquí, no conoce el miedo…— te encoges de hombros y bufas —A quién engaño, estás aterrada _____ acéptalo— y comienzas a caminar dando vueltas por toda la habitación —Son 21 días...¡Aghh! Ya hasta cuentas los días, pero serán 21 días con el engendro ese... ¡Ash! — golpeas enojada al aire —¡Estúpido, imbécil, tarado! — gritando —Es que tú no eres mujer suficiente...no te comparas con ella— y lo arremedas —Ya quisieras tú idiota... — suspiras —Eres el más lindo ser sobre la tierra me cae; ese cabello, esos labios...¡Uff! —recordando el beso —Esa carita tan hermosa que te cargas... y esos... esos ojos… ¿A quién quiero engañar? Eres el tarado más bello... —

Pero no contabas con que alguien estaba detrás de la puerta escuchándote, sólo había escuchado la parte de los elogios —¿Con que eso es lo que piensas ahora eh?...¡Ay princesa!... ¿qué voy a hacer contigo?... — piensa con una enorme sonrisa en la cara

—El más perfecto... ¡AAAH! — gritando de frustración —¿Por qué me haces esto? —

Harry se acerca lo suficiente como para pegarte un buen susto y abochornarte pero se contiene —Definitivamente tú estás loca— y menea la cabeza divertido por las cosas que dices

—¡Sí!... Eso es...voy a llamar a Zayn... — Harry se tensa en cuanto escucha el nombre de un tipo completamente desconocido— le diré que venga y se quede conmigo... y... — pero eres interrumpida al sentir como unos fuertes brazos te voltean y te encuentras cara a cara con Harry —¿Pero tú estás loca? Ni se te ocurra _____— tú estás en shock pensando que todo este tiempo él estuvo escuchando lo que decías —Suéltame idiota, me lastimas... — le dices tratando de zafarte.
Harry no te soltaba esos celos eran más fuertes que tus suplicas —¿Zayn? ¿quién es ese imbécil? — Como te tiene aún agarrada, sus miradas se encuentran y la magia revive —Eres perfecta— te suelta y comienza a disculparse —Lo siento… yo... — tú sigues embobada por la cercanía que hay entre ustedes —Te quiero comer a besos, pero a la vez te necesito lejos… Estúpido— le susurras
—________, princesa…— te dice

—________, princesa…— te dice
—Amo que me digas princesa…¿Princesa? No me hagas reír tarado, tú tienes ya a tu mujer a una dama— arremedando lo que él te había dicho —No me vengas con sandeces ahora… ¿Qué haces aquí eh?... No me gusta que me espíen en mi propia casa, arrimado... —
—Ay niña, definitivamente eres bipolar. Necesitas ayuda urgente me cae— dice esto y comienza a separarse —Obvio lo que quise decir fue: ________ coma MI PRINCESA o sea TU MADRE, me llamó para decirme que se iba de viaje tres semanas...así que no te creas tan importante…—
—Mira estúpido, no te tomes confiancitas conmigo porque a mí no me intere... — pero te interrumpe Harry bruscamente
—Cállate un momento ¿sí?, primero dices que soy perfecto, que te encantan mis ojos y blah blah bla…—Tú te tensas y piensas —Te escuchó _______, todo lo que dijiste lo escuchó. Piensa rápido. ¡Ja! Y obvio asumiste que hablaba de ti ¿no? Que equivocado estás Harry, si escuchaste todo debiste escuchar que pronunciaba un nombre, ¿no?— él se tensó de nuevo —¿El tipo ese? NO, tú no podrías…—
—Z A Y N…— le dices lentamente— Hasta donde tengo entendido tú, te llamas Harry no Zayn— él te mira celoso —¿Y quién es ese? — te pregunta molesto —Eso a ti no te importa... — le dices alejándote y saliendo de la biblioteca— Adiós Harry— dejándolo solo en la habitación
—______ ¡vuelve acá! —dice colérico e impotente te ve mientras te vas y cierras la puerta. Él se queda totalmente desconcertado.
—¡Ah mocosa! ¿Quién será ese? ¿Su novio?... — dice hablando solo
Tú decides quedarte detrás de la puerta y escuchas lo que dice —Ay Harry, estas semanas van a ser muy pero muy largas— piensas soltando una risita nerviosa y te vas subiendo las grandes escaleras que llevan a las habitaciones.