:...Labios Compartidos ...: [Adaptación, Harry & Tú]

Sin darle más vueltas al asunto, Harry optó por girar la manilla de la puerta y en el fondo esperaba que no estuviera con llave para no tener que tocar pues eso podría robarle magia al momento. Pero de pronto se detuvo y pensó que si abría la puerta y _____ se hubiera marchado o estuviera en compañía de Zayn se rompería en mil pedazos su sueño y se daría cuanta que todo fue una maniobra de su imaginación para lograr construir un imposible.
Pero no era tiempo para arrepentirse, tal vez esta sería la oportunidad para que se quitara una venda de los ojos o siguiera el camino hacia su felicidad y entonces sin más a grandes zancadas, pero sin hacer sonido alguno ya que estaba descalzo, decidió entrar…

¿Sería la voluntad del destino la que le sirviera de cómplice para que al estar sin testigos y con la luna como compañera pudiera conseguir lo que tanto anhelaba?
—¡No más! — se dijo —es ahora o nunca— y giró la manilla decidido, afortunadamente no estaba con llave…

Entró silenciosamente, miró la cama y se dio cuenta de que no estaba desarreglada —¡Qué mala suerte la mía!… Mi princesa… no está, debí suponerlo, todo me sale mal—… y suspiró hondamente… Pero antes de salir miró todo lo que le rodeaba y allí junto al gran ventanal estaba ____ sentada sobre un sillón; observando como llovía igual que él lo había hecho antes —Somos tal para cual princesa…—

La tormenta había arreciado y para Harry resultaba impresionante delicioso ver como la mujer de su vida daba brincos por los relámpagos que iluminaban la habitación y las afueras de la casa. Veía cómo ella se jactaba de los colores fosforescentes de los aturdidores rayos que se entremezclaban con las gotas incansables de agua y eso a él, le gustaba aún más.
Entonces cuando con la luz que propició uno de esos truenos, a _____ le pareció ver una sombra reflejada en la pared y decidió mirar rápidamente a quien estaba a su espalda y entonces… lo vio.




Con un calzoncillo negro que apenas le cubría los muslos, dejando entrever sus torneadas piernas y su agraciado abdomen, esos huesitos en la cadera bien marcados, con suficiente músculo como para regalar y esas carita que con un abrir y cerrar de ojos la transportaba hacia la gloria.
Entonces, sonrió y pensó —¿Estoy soñando? ¿qué haría el aquí a esta hora, si le dejé claro hace algunas horas que lo detestaba… que lo “odiaba”? Procedió lentamente a frotarse los ojos y la imagen seguía allí… no se desvanecía…



—Aquí esta noche a tu lado… Sin testigos sin nada… Vengo a abrirte mi corazón…— comenzó a hablar él — Que mi corazón ____, mi alma entera… Quiero formar parte de tu vida… y que dejes que te ame… sin tiempo y sin espacio…— decía sinceramente — Yo no espero que lo sacrifiques todo por mí para hacer mi sueño realidad… pero yo te aseguro que lo estoy haciendo por ti, apenas vuelva tu madre aclararé las cosas con ella… y así tú y yo nos escapamos y podremos ser felices juntos...no me importa nada, nadie… sólo tú princesa… lo único que te pido por favor… deja que te ame…— Tú no creías lo que escuchabas

Después de unos minutos de silencio que para Harry fueron interminables, é habló una vez más.

—Veo que me equivoqué, tú solo me ves como el tipo que del que se enamoró tu mamá…— dice tristemente —El que no es capaz de… Perdón por la confusión y espero que si hay algo de decencia en ti, te abstengas de siquiera pensar el ridículo que he pasado contigo ahora… por favor—

Harry se dirige a la puerta pues no podía salir de su asombro —Soy un perdedor… no siente lo mismo que yo… no me…—

Y tú despiertas del shock y sin pensarlo dos veces gritas…

—¡Te amo! —

—¿Cómo? — dice entre incrédulo y feliz mientras te voltea a ver

—Sí, te amo mucho aunque seas un idiota, tarado, desubicado y malo conmigo… Aunque creo que por eso no puedo sacarte de mi mente ni de mi corazón, ¿entiendes? — le dices

—Sólo que… no espere que tú sintieras algo parecido… porque yo desde un principio sentí algo entre nosotros la verdad… pero me negué a creerlo por… por... por mi mamá… Tuve miedo de acercarme porque ya ves… la situación y las cosas que hemos pasado… pero me tuviste desde ese primer beso en la casa del árbol, qué por cierto tienes que decirme cómo la descubriste… — y sonríes —pero en fin ese no es el punto… El punto es que… —suspiras—no puedo aguantar más lo que siento… ¡Te amo!


Te abalanzas desesperada y lo besas, con el beso más sutil y apasionado que habían sentido nunca ninguno de los dos, sus manos se deslizaban por tu cuerpo como asegurándose que fuera real y no una fantasía y ese beso que se había prolongado por tanto tiempo, parecía el sello perfecto para una confesión sublime… Él tan cabeza dura y ella tan berrinchuda…duros como un témpano de nieve, estaban derritiéndose el uno por el otro y sus cuerpos hervían como el fuego incandescente de un volcán en erupción.

Harry se aparta un poco y te dice


—No puedo creer que esto esté pasando—

—Yo tampoco…— le contestas

Se miraron por largo rato y sonrieron felices, lo invitas a que se quede y vean juntos el amanecer, porque aunque tenían ganas de hacer muchas cosas, ambos sintieron que tal vez el otro pensara que se estaban apresurando… que ironía ¿no?
Además ____ no quería permitir que Harry se apartara de su lado y la ilusión se desmoronara, miraron un rato abrazados por la ventana el caer de la lluvia que no tenía ganas de parar y luego de acostaron abrazados en la cama, envueltos en un viento cálido y tierno. Todo era paz a su alrededor, sólo se escuchaba la lluvia caer en el tejado cómo música de fondo acompasada con el momento.

____ sentía una sensación de seguridad a su lado y entonces en forma de juego se subió sobre él a robarle el segundo beso de esa noche, lo que no pensó es que al hacer esto y con el simple roce de su pecho con el de él, comenzaría algo que no podía detener.
Todo su cuerpo palpitaba, ella sentía como fluía rápidamente la sangre por su cuerpo y como el de él reaccionaba a tal estímulo y sin pensarlo algo la oprimía, y aún cuando era una chica de veinte años, y no tenía tabúes con el tema del sexo… era virgen.
Tal vez nunca se sintió enamorada, estaba acostumbrada a tener a los chicos a sus pies pero ella no estaba interesada.
Pero no se dejó cohibir y las manos de él corrieron por su entrepierna y obviamente, él, que ya tenía la suficiente experiencia decidió tomar la iniciativa.