:...Labios Compartidos ...: [Adaptación, Harry & Tú]

Esa misma tarde después de tan abominable encuentro entre tú y tu ¿próximo padrastro? Saliste a pasear, necesitabas despejarte un poco, bueno MUCHÍSIMO. Lo último que necesitabas oír era cómo se habían conocido tu mamá y Harry…

*Flash-Back*

Después de aclarar los malentendidos que se habían suscitado, tu madre había insistido en que tenían que conocerse pues pronto formarían una familia. —Hija, chiquita…— mientras caminaba del brazo de Harry —Ven, vamos a sentarnos así te platicamos como nos conocimos— dándole a él un beso en la mejilla
— Este…— siguiéndolos hacia el salón — ¡Ay no mamá! ¿Sabes? Quedé con unas amigas de ir al gym, aprovechando la hora y pues... yo... — pero no podías concentrarte porque la mirada de Harry estaba sobre ti — ¿Por qué me mira tanto?... será que... ¡Ay no! _____ es el novio de tu madre...¡¿qué va a estar viéndote eh?! Yo... — desviando la mirada de él y devolviéndosela a tu madre — ¿Más tarde me cuentas va?

Pero tenías razón, él no dejaba de contemplarte y la forma en que te miraba era muy descarada. En silencio sólo podía decirse que no habría mujer más perfecta en el mundo que tú... y estaba ahí en frente de él pero era prohibida, era —Mi proxima hijastra— pensaba y saboreaba la palabra con amargura. No podía, no debía, pero al mismo tiempo QUERÍA...y eso, eso era lo que se convertiría en un problema un gravísimo problema que se les avecinaba a ambos, y mucho más pronto de lo que ambos podrían imaginarse.
—Está bien hija, no quiero interferir en tus planes— te dijo tu madre comprensiva —Pero tenemos que hablar, y empezar a pasar más tiempo los tres…—
Tú sólo sonreíste y le dijiste —Está bien mami, no creo que pasé nada si llego un poco tarde— mientras te sentabas frente a ellos —Cuéntame... —
—Bueno hija— comenzó a relatarte ella —pues verás, lo primero fue que…— y después de eso lo único que escuchaste fue blah blah blah.

En realidad a ti no te interesaba saber ni cómo ni cuándo se habían conocido; si era rico o pobre, si era médico o bombero, si era americano o chino... ¡NO! Lo que te importaba era lo que sentías al momento de estar en un mismo sitio junto a él...
En eso ¡CLICK! ...sus miradas, nuevamente, se encontraron... —¿Qué es esto Dios? ¿Qué me estás haciendo? — Lo que tú no sabías era que él se estaba preguntando exactamente lo mismo.
Ni siquiera se conocían, llevaban apenas unos minutos de saber de sus existencias y lo único que habían compartido hasta ahora eran unos cuantos gritos, insultos y un agarrón que terminó casi en un beso... pero "afortunadamente" los interrumpieron...
Tú no lo soportaste más, te sentías tan culpable peor que basura. No podías ni si quiera pensar en tener algo con él, te levantaste y con un —Lo siento mamá, nos vemos luego necesito tomar un poco de aire— te disculpaste y saliste sin mirar atrás.
— ¿Un poco de aire? — se dijo a si misma tu madre — ¿Amor, dije algo malo? — mirando a Harry
Él tardó un poco en reaccionar y lo único que pudo decir fue un —No amor, no le hagas caso— mientras se dirigía a la cocina pues sentía la necesidad de escapar de ahí también.
— ¿Qué mosco les picó a estos? — dijo ella parándose para dirigirse a su habitación

*Fin del Flash-Back*

—¿A quién intento engañar? — te dices con mucha rabia —Ese... ese…— suspiras resignada —Harry…¡Ay no! y ahora que te pasa _____ estás tarada ¿o qué? Ese idiota le lavo el cerebro a mi madre— suspiras —¿Por qué ella, por qué de todas las mujeres del mundo, precisamente tenía que ser ella eh? ¡Ash! y a ti que te importa ______, te vale ¿no? — estás confundida pues nunca antes te había pasado esto —Es sólo un hombre — intentas convencerte, pero tu inconsciente te traiciona —Pero es; perfecto, es bello y esas manos…— mientras te tocas los brazos, simulando su abrazo — y esos labios, pero en definitiva son sus ojos lo más hermoso que he…— y en eso te callas y comienzas a golpearte en la cabeza como si de esa manera esos pensamientos fueran a salir de ella —Esos ojos _____ Flack nada— comienzas a negar con la cabeza y desdibujando las imágenes que tienes al imaginarte un encuentro con él.
Tienes la cabeza hecha un lío y no te das cuenta de que ya era de noche y el último sitio al que quería ir es a tu casa — ¿A dónde podré ir ahora?... mmm... Ya sé... — decides acelerar tu paso y llegas a las afueras del inmenso jardín que rodea la mansión —¿Te tenía abandonada eh?... tanto tiempo y tantos recuerdos... eres mi salvadora.. por hoy... por esta noche— y miras hacia un árbol y ahí ves a tu amiga: Tu casa del árbol


Sin pensarlo dos veces trepas rápidamente —¡Wow! no se me ha olvidado comó hacerlo— y después de algunos minutos llegas. En cuanto entras te comienzan a invadir cientos de recuerdos; tantas alegrías y tristezas que has vivido en esa casita, habías olvidado cuánto extrañabas pasar tiempo ahí y te prometes mentalmente no abandonarla de nuevo —Cueste lo que cueste, voy a dejarte más hermosa de lo que eras... — y comienzas a quitarle algunas hojas y telarañas a tu paso —Te prometo que te dejaré como nueva— y comienzas a mirar la luna que se colaba por la ventana.

—Eres perfecta, hermosa, preciosa, despiertas en mí lo que ninguna otra había logrado... ni en esta vida... ni en la otra— susurra una voz pero es tan inaudible que no te percatas de su presencia

— ¿Y ahora qué hago, que no puedo dejar de pensar en ti? — Y suspiras —Pero es que eres tan guapo, te siento tan... tan distinto... ¿cómo es que despiertas en mí tantas cosas? — miras hacia el techo como si ahí se encontrara la respuesta —Dios ayúdame... él no, no puedo, no debo, es imposible...

—¿Qué? ¿De quién hablas? ¿De m¡?... ¡NO!.. no puede ser... — piensa Harry

—Es que esos ojos tan hermosos, me muero por tocarte y probar tus labios... — mientras con tu mano acaricias tus labios y cierras los ojos —Me muero por…—

En ese momento sale Harry de las sombras, como fantasma vagabundo que intenta espantar a su víctima — ¿Y entonces por qué no lo haces? — al oír esa voz, no lo puedes creer ¿cómo había llegado a tu lugar secreto? — ¡Oh Dios! Harry ¿Tú?... —

Bastó la pequeña casa del árbol, la luna, la noche para hacer un momento ¿Perfecto? Sí, perfecto. Hay muchos que dicen que el engaño es otra jugada preparada por la vida, que nosotros somos solo simples jugadores en el tablero, pero pensemos un momento ¿Es justo dejarse cegar por un sentimiento que se cree amor y dejar escapar a lo que en verdad lo es? Nadie es Dios para juzgar, cada quien comete sus faltas el problema reside en darse cuenta a quién se lastima, cuándo remediarlas y estar pendiente de si no es demasiado tarde para enmendar el daño hecho.

Dos almas, dos cuerpos... el mismo sentimiento...

— ¡Oh Dios! Harry ¿Tú?... — alcanzas a decir con un hilo de voz

Existen muchas formas de traicionar: la provocada, la incentivada por un acto de venganza, por un beso; pero ¿Existe el engaño por una mirada? No, suena descabellado, ¿no es así? Pero lamentablemente para ellos así era. En ésta historia el primer encuentro fue el indicio y bastó con una mirada de los dos "amantes furtivos" para terminar la explosión, después de un recorrido por el túnel de sus ojos el engaño ocupó el primer lugar en las carteleras de sus subconscientes. No hacía falta el contacto físico ni la entrega sexual, pues la espiritual; la del alma, la de corazón, son las más importantes. Se anteponen ante todo, arrasando sin piedad con los huecos emotivos que abruman el sentimiento.

Él, Ella, Ellos... JUNTOS...


Un encuentro no propiciado... el momento perfecto... la mirada esperada


Sí, esa mirada que quema sus cuerpos con incesantes llamaradas de placer, pasión, amor ¿remordimiento? No, en ese instante, sólo existía el presente... ¿coincidencia? ¡Bah! es simplemente el destino que se encarga de juntar a las verdaderas almas gemelas aquí... ahora...

—Cómo deseo probarte, cómo deseo saciar mi sed de ti. Eres una princesa ¿lo sabías? — te dice Harry acercándose a ti y susurrándote muy muy cerca.
— Dios, ¿por qué me haces esto? ¿Acaso es una prueba? Este... yo…— comienzas a decirle sin poder evitar mirar esos ojos que te enloquecen — ¿Qué... haces aquí Harry? — le preguntas casi sin poder respirar
—Eso no responde mi pregunta— mientras se acerca aún más a ti, tanto que pueden sentir sus respiraciones mezcladas y agitadas.
— ¿Qué..?— susurras mientras miras esos exquisitos labios que se encuentran a milímetros de ti.
— ¿Por qué no... lo ... haces? — te reta él mientras posa su mano en tu cintura
—¿Hacer que..? — murmuras y te sientes desfallecer por el suave contacto de su piel
Harry se ríe con esa voz ronca que tanto te gusta — Esto... —

Y se besan; entregados, seguros, sin poder negar ese sentimiento. No la conocía en lo más mínimo, pero tenía la seguridad absoluta de que ella era su alma gemela, su compañera en su vida pasada, su karma que había regresado para desempolvar esos sentimientos que se creían perdidos; olvidados. Harry se sentía volar, mejor dicho no sentía sólo flotaba, navegaba por una adversidad desconocida ante sus ojos; su estómago no dejaba de entrever revoltosas maripositas que brincaba sin cesar. Nunca lo había experimentado, nunca...


—Este hombre me va a dar un infarto, sabe divino; su boca, su aliento, me gusta cómo me toca y por eso me aferro más a su cuerpo. No lo puedo evitar y no quiero— Sentías que todo te daba vueltas, que todo era irreal. Lo tocabas fuerte y más fuerte para comprobar si era cierto, si no era un sueño... y no lo era.


Entregados a ese beso; ese primer beso que resultaría ser la segunda prueba del engaño, continuaron saboreándose gustosos hasta quedar sin aliento, pero ese momento no iba a durar por mucho tiempo porque estaban pisando terreno prohibido: el Jardín de Edén que crearon, se vio derrumbado por la cruda realidad pues después de todo lo que hacían era…


Era un pecado...