:...Labios Compartidos ...: [Adaptación, Harry & Tú]

Hoy es uno de esos días en que amaneces y te das cuenta de lo importante que es sentir el calor de alguien a lado tuyo. Ese que al despertar por las mañanas te hace sentir de manera ininterrumpida la pasión, las secuelas de los más imponentes hechos y ardentías de las que fueron protagonistas, al menos, unas 5 horas antes de abrir los ojos. Hoy es uno de esos días en que el cuerpo logra estremecerse al comparar la brisa y el calor de su roce, de su piel, de su incandescente fricción...

Pero hay una diferencia pues hoy no es un sueño; mucho menos un anhelo vacío, es una realidad...

Este sitio fue el escogido como el testigo único de ese fortuito encuentro, este paraíso terrenal, que deja entrever en sus visitantes, momentos que nunca olvidarán.
Para nadie es un secreto que estar lejos de todo y de todos hace más factible el desenvolvimiento del espíritu, del cuerpo y un lugar tan excitante y eternamente joven como Ibiza, no es la excepción...
Dos personas; dos cuerpos; dos almas... Una entrega... divina y deliciosa entrega...

Aquí comienza esta historia...
Con ELLOS "amándose", devorándose, probándose incansablemente, hasta saciar sin reparos las inmensas ganas que aturdían y entorpecían el comportamiento de ambos. Ahí estaban bajo su responsabilidad y bajo su juicio, escondiéndose del mundo lleno de prejuicios para disfrutar aún más la esencia de lo prohibido y de lo que tal vez para la sociedad no sea lo más acorde. Y así es como el deseo es desencadenado en esas cuatro paredes teniendo como testigos únicos al sol, al mar y a la brisa fresca que empalma sus cuerpos. Sólo una cama los sostiene y una suave sábana color blanco es su cómplice...

—Oh... amor... mmm... así... Oh... — era la inconfundible voz del deseo.
—Sí, eres magnífica... eres... eres... lo que siempre busqué.... en... una mu...jer... ¡Oh...Caroline... eres mía!— le contestó la voz de su amado, mientras la observaba intensamente.
—¡Harry!... por favor... ahora.. ¡Sí!... oh... — gemía de placer, mientras sus cuerpos se hacían uno.
—Eso..mmm..— decía entrecortadamente —fue... fue... increíble...— mientras se recostaba a un lado de la cama y rodeaba a su amante con sus brazos.
—Te... amo...— contestó Caroline mirándolo fijamente a esos hermosos ojos verdes.

Él quién no imaginaba aquella confesión, abrió los ojos de manera sorpresiva pues todo se estaba dando de manera rápida y precipitada. Claro, "eran pareja" pero él no era de los que se comprometía tan fácilmente, ese no era su estilo. Además ¿cómo pondría a funcionar su plan si se permitía involucrarse sentimentalmente con una Flack? No, no podía y definitivamente no quería...

—¡Maldita sea Harry!, di algo no te quedes callado, reacciona— decía para sus adentros —Caroline... este… yo... — pero fue interrumpido.
— ¡Shh! no hace falta que me respondas— decía Caroline mientras lo callaba con uno de sus dedos, pues se había dado cuenta de la actitud dubitativa de él —Sé que sólo hemos estado juntos tres semanas, ¿quién lo diría? estoy por cumplir los 40 y el amor de mi vida aparece de la nada y con 15 años menos— se limitó a sonreír mientras agachaba su cabeza — Es absurdo, lo sé…—
—Cállate y bésame— tocó su tuno de hacerla callar —¿Quién dijo que lo absurdo no es perfecto?— mientras con su mano levantaba su barbilla —Te necesito, eres lo que siempre quise...—

Y ese fue el inicio de una nueva entrega, la llama del deseo se reavivó y difícilmente se apaciguaría durante el resto de la noche. Ella pensaba que se trataba de un romance de verano (por parte de él) ¿Pero por qué le costaba tanto imaginar su regreso sin él a su lado?

Después de una noche de entrega, mientras ella lo admiraba dormir estaba meditando en lo que sería ahora su vida —Te llevaré conmigo, ahora que te tengo no te dejaré escapar... te amo— pensaba mientras acariciaba y besaba su hermoso rostro con sumo cuidado para no despertarlo — Cuando se acabe el sueño; te mostraré mi realidad, te presentaré a la persona más importante que tengo: a mi hija. ______, tú y yo lograremos formar un vínculo inquebrantable que nos mantendrá unidos por mucho más tiempo de lo que imaginamos—

Lo que ella no se imagina es que ese vínculo le costará muy caro pues será un error garrafal. Su felicidad se verá empañada en un abrir y cerrar de ojos, y eso la llevará a tomar decisiones que cambiarán su vida para siempre.

Francamente le importaba un bledo lo que ella decía y se limitaba a pensar en lo que acababa de confesarle, mientras se esforzaba por no soltar una carcajada pues la expresión de inseguridad y miedo en la cara de Caroline era tan cómica que hasta le daba ternura verla batallar con sus emociones. Pero no pudo evitar sentirse extraño, ahora tenía que ganarse la confianza de esa pequeña niña -porque él inmediatamente se impuso a la idea de que tenía que ser una "niñita" de al menos 6 años, dada la edad de la mamá-

— Harry ¿me escuchas?, de seguro piensa dejarme— comenzó a decir Caroline — ¿Harry? Perdóname por mentirte yo... — bajó la mirada — yo fui muy egoísta al pensar en mí... no quería que... —

Harry la jaló y la calló con un tierno beso que la dejó sin aliento, era suave pero posesivo, con mucho cariño y de entrega por parte de él. — ¿Me ama? — ella no estaba segura, pero de que existía algo, existía. Tal vez se estaba enamorando y si ese no era el caso ella trataría por todos los medios de que así fuera.

—Amor— le contestó él mientras se despegaban lentamente —no me pidas perdón, todos cometemos pequeños errores yo no te culpo— entonces la abrazó por la cintura y le dijo —No me importaría saber que tienes cinco hijos y veinte sobrinos, aquí lo único que me importa eres tú…—

— ¡Óyeme! Tampoco tengo 70 años — mientras le pega de manera juguetona en el hombro

Harry comenzó a reír — No me dejaste terminar amor, lo que quise decir es que no me importa ya nada porque sólo quiero estar a tu lado—

Caroline lo mira con demasiada ternura mientras se limita a sonreír y suspira —Te amo— cerca de los labios de su amado, uniéndose una vez más en un beso lleno de ternura, cariño y mucha pasión.