Los Ojos del Demonio (Harry Styles)

-Debo llevarte a casa – murmuro Zayn cuando se había quedado solo con Dina en la sala principal.

-¿Podría ver a Harry antes de irme? – el chico asintió levantándose del sofá, le extendió una mano a Dina, ella la tomo y comenzó a caminar a su lado escaleras arriba.

Cuando Dina abrió la puerta de la habitación, pudo ver a un Harry pálido sobre la cama, sus labios estaban entreabiertos, se podía apreciar su pecho levantarse conforme respiraba entrecortadamente. No parecía una amenaza en su estado, pero recordó sus ojos, esos ojos tan raros, ahora Dina entendía porque llevaba sus gafas obscuras siempre puestas. A su lado en una silla se encontraba Louis cuidándole, sostenía su cabeza con ambas manos cuales los codos estaban apoyados en sus rodillas.

-¿No ha despertado? – la chica se acercó mas mientras preguntaba. Louis le miro por unos segundos, su rostro y sus ojos se le hacían familiares, pero después negó borrando toda suposición de su cabeza.

-No se ha movido para nada – musito preocupado.

-¿ha pasado esto antes? – Dina acerco su mano a la cabellera rizada de Harry pero de inmediato la mano del rizado la tomo por la muñeca. Ambos chicos se alertaron intentando quitar el apretado agarre que tenia Harry en la muñeca de la castaña. Pero él no tenía los ojos abiertos, seguía en un profundo sueño.

-Gemma – susurro cuando Louis quitaba la muñeca de Dina de su mano – Gemma – volvió a repetir haciendo una mueca de dolor.

-Sera mejor que nos vayamos, no querrás estar aquí si despierta – Zayn le condujo hasta la salida – te llevare a casa ahora mismo – Dina asintió bajando por las escaleras, hecho un vistazo atrás sin poder ver el interior de la habitación.

El moreno le condujo hasta su coche, fue muy amble al abrir la puerta del copiloto esperando que ella subiera, después dio la vuelta al coche para subirse y ponerlo en marcha.

-¿Por qué desapareciste del baile? – pregunto de repente. Zayn hizo una mueca antes de contestar.

-Louis había dicho que Harry se había fugado del baile, tras la muerte del profesor Guinner huyo del lugar – miro el ceño fruncido de Dina y sonrió – Se que estas pensando en que Harry lo mato, e incluso sé que él pensara lo mismo cuando despierte, pero algo me dice que él no lo hizo, ninguno de nosotros lo hizo… - suspiro – Habíamos salido todos del baile en busca de él, comenzamos en el cementerio, donde suele ponerse a merodear cuando cambia de apariencia, pero no le encontramos, la segunda opción fue la casa, y no nos equivocamos ahí estaba, y tu también.

-Lo se – se encogió de hombros mirándole. Zayn mantenía la mirada en la calle conduciendo aun el coche. - ¿Por qué me llamo Gemma?

-A lo que se de él, ese era el nombre de su hermana

-¿Era? ¿Quiere decir que ella no es una de ustedes? – Zayn negó con un ligero movimiento de cabeza, detuvo el coche estando frente a la casa de Dina.

-Ella murió junto aquel día en que fue visitado por el demonio, su cuerpo no fue encontrado, pero aun así la dieron por muerta. Harry no habla mucho de lo sucedido, todo lo que se, lo se por Louis, pero hay cosas que no nos cuentan. – Dina frunció el ceño mirando por la ventanilla.

-Ahora debo entrar a mi hogar – susurro despidiéndose.

-Que descanses.

-Igual tu – dijo bajando del coche. Zayn le miro hasta que desapareció por la puerta principal de la casa.

Dina sintió un escalofrió al entrar en su habitación, después de que su madre le había hecho un interrogatorio de lo sucedido en el baile. Miro a su alrededor sintiendo que estaba siendo observada, sus pasos le condujeron hasta la ventana, la misma mujer estaba de pie en la banqueta mirando hacia ella, no tenia una expresión pero a Dina le causaba miedo el simple hecho de verle. No era la primera vez, ya antes le había visto.



Louis estaba aun sentado en el mismo lugar, miraba a Harry quien estaba en una especie de sueño agitado, respiraba demasiado rápido y podía escuchar su corazón desde donde él estaba.

-Debiste borrarle la memoria – escucho arriba en el ático, se puso de pie yendo hacia las pequeñas escaleras, al subir se topo con dos rostros furiosos. – ella sabe demasiado, después tendremos que matarla. – decía Niall molesto.

-¿Por qué recurrir a la violencia? – pregunto Liam buscando algo en el estante.

-Cuando Harry despierte lo hará, y todos aquí lo sabemos – Louis frunció el ceño ante el comentario de Niall.

-Este tan seguro de todo lo que hará Harry – se cruzo de brazos al captar la atención del rubio. – No lo conoces, no digas nada – Niall frunció el ceño girando la vista a Liam.

-Le tendremos vigilada… – el castaño llevaba un libro en sus manos.

-No entiendo para que tenemos estos dones, si solo los usamos en una emergencia – refunfuño el rubio, pero la mirada de Louis le hizo callar.

-Niall, cuando la hora llegue yo mismo te permitiré matarle – prometió el castaño. Niall se regocijo mostrando una amplia sonrisa.

Ruidos en la habitación de Harry pusieron alarmados a todos, Louis fue el primero en bajar por las escaleras, temía encontrar devastado a su amigo. El cuerpo de Harry ya no estaba sobre la cama, ahora se mantenía caminando a lo largo de la habitación lanzando cosas enfurecido.

-Harry, hermano – le llamo Louis al pie de las escaleras. Harry no se inmuto de su presencia, solo seguía lanzando cosas, quebrando todo a su paso.

Louis pudo ver como las manos de su amigo estaban encendidas en llamas, el rojizo del fuego abarcaba desde la muñeca hasta la punta de sus dedos.

-Harry, ya basta – le ordeno, el chico se detuvo volviéndose hacia él. Le miro amenazantemente dedicándole una sonrisa curvada, sus ojos eran fuego vivo, ahora el verde había desaparecido, la franja roja había abarcado la mayor parte del iris. – Todo este bien – trato de calmarle, pero fue envano. Harry gruño frunciendo el ceño.

-No lo esta – volvió a gruñir raspando sus dientes. –He matado de nuevo, el problema no esta en si alguien murió o no – el fuego en sus manos se fue apagando, paso estas por su cabello algo desesperado por la situación.

Louis sintió compasión, se acercó a él mientras le veía sentarse en el borde de la cama.

-Tu no hiciste nada – la voz de Louis fue suficiente para que Harry volviera en si de su transe. – Hay algo ahí afuera matando, y créeme, tu no eres ese alguien – Harry negó escuchándole.

-¿Cómo están tan seguro de eso? Tú has visto como he matado todos estos años…

-Lo se, incluso he visto como los destrozas vivos, y créeme cuando te digo que la forma en que murió el señor Guinner no era la forma que tu usas con tus victimas.

-¿Qué tratas de decirme? – La mirada atormentada de Harry estaba sobre su amigo – Louis tengo imágenes borrosas de su rostro cubierto de sangre frente a mi, yo le degollé.

-Solo son eso, imágenes borrosas, hay algo en todo esto que no me cuadra.

-¿Tratas de decir que alguien mas quiere hacerme creer que yo mate a ese hombre? – Louis asintió mirando a su amigo. Harry sonrió con pesar. – Sabes que no me importa el matar mirtingasis, lo que me esta atormentando es no recordar cuando lo hice.

-Lo se – susurro el ojiazul.

-No puede haber alguien en este pueblo, Louis, somos los únicos hechiceros aquí, Liam registro el lugar cuando recién llegamos – Louis alzo ambas cejas ante las palabras de Harry – pero eso fue hace cuatro años, suficiente para que alguien mas haya entrado – se corrigió de inmediato – pero de ser así… ¿Cómo no podemos sentirlo?

-El escudo – murmuro de repente. – Debe estar usando eso.

-¿El escudo de Borniter? – Harry recordó el hechizo que había aprendido hace unos años, y que incluso había utilizado en sus tiempos de salvajismo.

-Ese mismo… - Louis se levanto de su lugar yendo hacia las escaleras, Harry le imito siguiéndole. – Algo debe haber en los libros. Recuerdas ¿Cuándo comenzó esto?

-Desde que comenzó con su mal autocontrol a la hora de cambiar a felino – la voz grave de Zayn resonó en el ático, una vez Harry y Louis estuvieron allí. El rizado le miro mal tensando la quijada, pero esto pareció no importarle a Zayn ya que continuo hablando – Esa noche cuando intentaste atacar a Dina, esa misma noche comenzó todo… -Harry recordó la parte en la que seguía a Louis y Niall en el bosque en su forma animal, Liam había detectado algo en el cementerio, pero él solo recordaba eso, de ahí todo era borroso, no supo mas hasta que despertó en su habitación.

-Continua… - le pidió Louis fijando la vista en el rostro del moreno.

-Esa noche hubo un ataque, Alden Mckensey fue la primer victima, la chica no ha asistido al instituto, su madre dijo que tenia rasguños en su cuerpo y que sufría de hipotermia, le encontraron detrás del Rock Rio, ebria pero algo me dice que no lo suficiente, ella no alucino esa noche – Louis miro a Harry.

-Algo esta rondando Durham y ese algo sabe de nuestra existencia – murmuro Harry mirando a ambos.

Dina se había despertado antes de lo esperado en sábado. Tomo algunos bocadillos antes de despedirse de su madre y salir de su casa. Sabía a donde iba a ir esta mañana, la casa en la que estuvo la noche anterior.

Una bocina de coche le hizo girarse, el espectacular mercedes de Zayn estaba siguiéndole, sonrió al mirar como se detenía frente a ella. El moreno le dedico una sonrisa reluciente, Dina no dudo en subir al coche en el lado del copiloto.

-¿Cómo dormiste? – pregunto el chico cuando ella estuvo ya en el coche.

-Bien – musito mientras le daba un ligero beso en la mejilla, él le miro no muy convencido de su respuesta.

-¿Estas segura? – Dina asintió de todas formas. -¿A dónde te dirigías? – pregunto echando a andar el coche. El motor rugió fuertemente mientras era conducido por el chico cuervo.

-Estaba por ir a tu casa – Zayn sonrió mirándole de soslayo. – Quería mostrarte algo – musito sacando el libro de su bolso.

-¿Qué es? – pregunto Zayn mirando el libro en las manos de Dina.

-El libro donde explica cada cosa sobre ustedes, sobre el demonio – él frunció el ceño al escucharle.

-Eso es imposible, esos libros no existen, ni siquiera los fabricaron, ¿Dónde lo conseguiste? – El coche se detuvo. Dina miro por la ventanilla cuando Zayn tomo el libro en sus manos. Esa no era la casa de él, estaban en otro vecindario.

-En la biblioteca del instituto, estaba en la sección de fantasía – murmuro observando la casa frente a ella.

-Guárdalo bien – el libro volvió a manos de Dina, lo guardo en su bolso e imito a Zayn bajando del coche.

-¿Dónde estamos? – Zayn sonrió estando ya en la puerta de la casa.

-Visitaremos a Alden – Dina asintió golpeando con sus nudillos la dura madera, el moreno miraba a su alrededor en busca de algo.

-Buenos días – la señora que había estado aquella noche, cuando atacaron a Alden, en casa de Dina les abrió la puerta.

-¿Podemos ver a Alden? – la mujer dudo, pero les dejo pasar.

-Ella se encuentra arriba, supongo que pueden verla unos minutos – la mujer nos hizo seguirle hasta una habitación muy poco iluminada – Solo no hagan preguntas sobre ese día, ella esta algo sensible – Dina asintió entrando en la habitación. La mujer les dejo solos.

Los cabellos rubios de la chica estaban revueltos, “un nido de pájaros” pensó Dina al verle. Zayn se mantuvo alejado en la esquina, pero algo cerca para la protección de la castaña. La mirada de Alden estaba perdida, miraba a un lugar fijo jugando con sus dedos. Había marcas en su cuerpo, los rasguños y algunos signos que Zayn logro identificar de inmediato, eran palabras en otro idioma.

Dina le miraba algo asustada.

-Hola Alden – susurro la chica. La rubia se giro violentamente mirando a Dina. Se paro de la cama y camino hasta ella. Comenzó a tocar su cabello delicadamente, Zayn se puso a la defensiva mirando a Alden. Dina miro el cuerpo de la chica, el recuerdo de su abuelo, esas marcas, esas palabras que no entendía estaban también en el cuerpo de su abuelo.

-Tu eres parte de esto – soltó Alden mirando asustada a Dina – me hará daño – comenzó a mascullar una y otra vez. Su cuerpo pálido cayo al suelo comenzando a retorcerse – sal de mi cabeza – se golpeaba con la palma de su mano la frente – esta aquí – murmuro mirando a Dina. – Ha dicho que va a matarte, ella te ha estado vigilando desde tu llegada – la chica comenzó a reírse macabramente haciendo que Dina se espantara aun mas.

-Alden, ¿De quien hablas?

-Shhh – comenzó Alden poniendo su dedo en sus labios silenciándole. – Ella nos escucha ahora mismo – comenzó a mecerse sosteniendo sus piernas.

-¿Quién? – pregunto ahora Zayn acercándose a la chica en el suelo. Ella comenzó a reír mirándole – Maldita sea, ¿Quién nos escucha? – pregunto alterado y apretando los brazos con sus puños.

-La mujer del hielo, ella se encargara de matar a ti y a tus amigos – miraba a Zayn aun con una sonrisa – pero antes matara a la pobre Dina, esta en todos lados… - su voz fue perdiendo fuerza cuando su cuerpo comenzó a contorsionarse frente a ambos, Dina se cubrió la boca con una mano sobre esta mirando la atormentadora imagen de Alden en el suelo.

-Salgamos de aquí – dijo Zayn cuando la madre de la chica había entrado asustada gritando el nombre de su hija.

-Se de quien habla – murmuro Dina estando en el coche de Zayn. – una mujer ha estado en la calle de mi casa mirando todas las noches hacia mi ventana, a veces me mostraba su sonrisa, otras veces solo veía sin apartarse. – la castaña respiraba con dificultad asustada.

-¿Qué? ¿Por qué jamás lo dijiste? – Zayn golpeo el volante frustrado por la situación en la que se encontraba. – Maldición, Dina – mascullo aun conduciendo.

-No creí que fuera grave, ahora ella viene por mi, me matara, Zayn – trataba que las lagrimas no cayeran por sus mejillas, las contenía mirando por la ventanilla.

-Debe haber algo que Liam pueda hacer, buscaremos algo para que no te ocurra nada – el moreno atropellaba las palabras sin mirar a la chica.

El mercedes se detuvo frente a la casa, Dina bajo antes que Zayn para entrar en la casa. Su mirada se topo con Niall, quien estaba en el sofá mirando el televisor.

-¿Qué haces aquí? – Pregunto el rubio, pero ella le ignoro subiendo por las escaleras decidida - ¿Qué hace ella aquí? – pregunto cuando vio entrar a Zayn.

-Tenemos problemas – respondió siguiendo a Dina.

La puerta de caoba estaba frente a ella, la abrió de golpe topándose con los obscuros lentes de Harry cubriendo sus ojos. Él le miro sorprendido, pero ella se dirigió hasta el mueble de madera tomando una de las esferas de oro en su manos.

-¿Qué significa esto? – pregunto mirándole.

-¿Qué haces aquí tu? ¿Cómo te atreves a entrar en mi habitación así? – frunció el ceño acercándose a ella y tomando la esfera de sus manos.

-Solo responde, Harry.

-Sal ahora mismo – la quijada del rizado se tenso apretando con su mano la esfera.

-No me iré, respóndeme ¿Qué significa esos signos, esas letras o lo que sea que este grabado allí? – Harry se sorprendió al ver como le retaba, frunció mas el ceño resoplando. Su mano se poso en el cuello de Dina, el cuerpo de la chica choco en la pared sintiendo un dolor en la espalda, él ahora le sostenía por el cuello, comenzó a levantarle del suelo. Sentía como el aire le faltaba.

-Harry – susurro Zayn tomándole por el hombro.

-Llévate a tu amiguita – el cuerpo de Dina cayo al suelo cuando Harry se apartó. La chica se quejo del dolor pero eso no le iba a detener. Respiro con dificultad.

-No me iré – la mano de Dina se fue directo a su bolso, saco el grueso libro buscando la pagina correcta.

-¿Qué demonios es eso? – la mirada de Harry se fue directo al libro.

-Esto – señalo Dina un escrito. Harry se coloco a su lado mirando el manuscrito. - ¿Qué significa?

-Es lituano – murmuro Harry tomando el libro en sus manos.

-Son los mismos signos que están en esa esfera – Harry frunció el ceño leyendo cada frase, dio vuelta a la pagina atento a cada imagen y escrito. Zayn observaba a ambos cruzado de brazos sobre la cama.

-¿Qué dice? – pregunto.

-¿Dónde obstuviste esto? – pregunto sin prestarle atención a la pregunta del moreno.

-En el instituto – susurro Dina mirando a Harry.

-Es imposible, este libro no pudo haber estado ahí – hablaba mas para si mismo. Alzo su mirada hacia Zayn – son hechizos antiguos, la historia de Ellery y… - se detuvo al hojearlo – faltan hojas, ¿Dónde están? – pregunto en tono alto ahora mirando a Dina.

-No lo se, cuando lo tome le hacían falta – Harry paseo de nuevo la mirada por las ultimas palabras, hablaba del roble llorón.



Después de que la chica se había ido, Harry y Louis se dedicaron a examinar cada parte del libro, un libro muy antiguo. El ático estaba iluminado con una tenue luz, las velas estaban encendidas, una en cada punta del lugar.

-Tal vez estemos cerca de poder derrotar a Nerky – murmuro Louis cuando Harry se había quedado en silencio mirando hacia la ventana.

-No hay nada que me agradaría mas – sonrió de lado observando la luna en su punto más alto – al fin y al cabo es la razón por la que venimos aquí, ¿no? – Louis asintió.

-El último lugar en el que “nuestro padre” murió, el ultimo lugar donde hizo presencia en vida – murmuro el ojiazul sonriendo.

Al fin después de tantos años iban a poder conocer algo más de Nerky, iban a poder llevar a cabo su venganza. Después de siglos buscándole. El demonio cada tiempo hacia presencia en la tierra tomando la apariencia de humano, decía que era para visitar a sus “hijos”, ellos habían estado esperando esa oportunidad, en cuerpo de humano seria fácil asesinarlo.

Esto les había llevado hasta Durham, su última tumba estaba en este lugar, esperaban que aquí fuera el lugar de su próxima aparición.

-¿Crees que sea él quien este asesinando? – Harry miro a Louis quien veía el libro.

-No lo creo – respondió con su voz ronca- hubiéramos sentido su presencia, es alguien mas, alguien como nosotros, pero ¿Por qué hacer esto? ¿Qué le hemos hecho para querer atormentarnos?

-No lo se – susurro Louis mirando hacia Harry. – He estado teniendo sueños con Gemma – soltó de repente el ojiazul, Harry le miro sorprendido pero se limito a no hacer alguna expresión.

-Ya somos dos, creo que al final de cuentas el recuerdo de ese duendecillo se ha metido en nuestras cabezas últimamente – murmuro Harry sonriendo con pesar.

-Le hecho de menos – dijo sentándose en el viejo sofá.

-Igual yo – hablo débilmente colocándose en el estante. Buscando nada en especial.

La habitación comenzó a ponerse helada, un temblor en el cuerpo de Louis le hizo abrazarse a si mismo. La escarcha comenzó a aparecer sobre el librero, era hielo de verdad en el ático. La puerta de la habitación de Harry que conducía al ático se abrió de golpe dejando entrar una corriente helada. Algo paso detrás del rizado rápidamente haciéndole girarse en busca de esta otra presencia.

Las velas que estaban en cada esquina se apagaron al entrar otra corriente más al lugar. Harry suspiro débilmente a causa del frio que le provoco. El rizado chasqueo los dedos haciendo que las velas volvieran a encenderse. Para él no era un problema ver en la obscuridad pero para Louis si. La luz ilumino débilmente el ático de nuevo, su mirada se topo con un rostro pálido frente a ellos. Louis miraba atónito a la chica. La sonrisa de la mujer se hizo presente, sus ojos mostraban diversión al verles a ambos sorprendidos.

-¿Me extrañaron? – pregunto mirándolos aun a ambos.