Light In My Darkness {Harry Styles y tú}

por **evilkingdom** Dom 12 Ene 2014, 3:31 am

Nombre: Light In My Darkness
Autoras: evilkingdom (yo)
Adaptación: ¡No! Es totalmente mía :)
Género: Romance, drama.
Advertencias: Seguiré la novela hasta el final, aunque no pueda actualizar muy seguido debido a los estudios.

por **evilkingdom** Dom 12 Ene 2014, 3:37 am

Sinopsis:

A veces la vida te da oportunidades de conocer personas maravillosas, dispuestas a hacer cualquier cosa para cuidarte, como también puede darte oportunidades únicas para conocer a personas tan horribles que pareciera que viniesen del mismísimo infierno, creando una barrera en tu corazón llamada desconfianza.
Harry Styles, Stacy Styles, dos hermanos huérfanos que fueron avandonados por su madre, la única persona que quedaba a su lado, a muy temprana edad. Sin un padre que los ayudara a mantenerse, Harry, el mayor, tuvo que hacer grandes esfuerzos para dar a su hermana pequeña todo lo que necesitase, cerrando su corazón a cualquier ser del planeta exceptuando a su hermanita. Un día cualquiera tropieza con una hermosa joven llamada _____ windflower, una muchacha con oscuro pasado ocultado por una sulce y tierna sonrisa. ________ se ve involucrada por los problemas de Styles, sintiendo algo dentro de ella que le obliga a ayudar a ese joven de ojos esmeralda. ¿Pero podrá la joven _________ aguantar esas dos cargas sobre ella? Puede que con la ayuda de Styles ella también encuentre un pequeño rayito de sol e8n toda esa oscuridad que la envuelve. Pero antes de eso tendría que ser ella la que iluminara el oscuro carazón de Styles. ¿Lo conseguirá?

por **jhutch1992** Dom 12 Ene 2014, 3:38 am

Sigue*-*

por **evilkingdom** Dom 12 Ene 2014, 3:43 am

jhutch1992 escribió:Sigue*-*

La seguiré en cuanto pueda :) Gracias por comentar <3<3

por **evilkingdom** Dom 12 Ene 2014, 5:50 am

Capítulo 1: Recuerdos

Cálidos rayos de sol se posaron en su rostro interrumpiendo su sueño. El joven abrió poco a poco aquellos ojos esmeralda capaz de hipnotizar a cualquiera. Con pereza se incorporó bostezando ligeramente, frotando uno de ellos con su mano derecha. Movió ligeramente su cabeza hacia la mesita que se encontraba justamente al lado de su cama, buscando con la mirada su despertador negro. Y allí lo encontró, más silencioso que nunca. Frunció el ceño al recordar el odioso ruido que emitía cada día de la semana justo a las seis y medía de la mañana, haciendo que despertara de muy mal humor. Marcaba las nueve y media. Sonrió levemente al recordar que era domingo, su único día libre, y con un lento movimiento volvió a tumbarse en la cama esta vez un poco más despierto, mirando fijamente a un punto del blanco techo, hundiéndose en el oscuro pozo de sus pensamientos.

Flashback

-¡Harold! - Gritó una dulce vocecilla, al parecer de una niña pequeña. - ¡Harold!

-Ya voy Stacy, ya voy – un chico de unos catorce años apareció de detrás de la casa - ¿Que quieres linda? - Dijo amablemente el joven

-¡Mamá, mamá! - La niña, de tan solo un año empezó a saltar y a agarrar la camiseta de su hermano mayor, que la miraba con una sonrisa en la cara, y una mirada llena de ternura.

-Esta bien, esta bien. Esperame aquí un segundo, ¿vale? Y no te muevas, por favor, o me enfadaré – Tras decir esto le sacó la lengua a su hermanita en forma de broma, y se dio la vuelta para dirigirse dentro de su casa, donde a esas horas tendría que estar su madre haciendo el almuerzo, ese almuerzo que tanto les encantaba.

-Mamá, ¿puedes salir un momento al jardín? Stacy quiere verte... - No obtuvo respuesta - ¡Mamá! ¡MAMÁ!… Que extraño – Se dijo en voz baja a sí mismo.

El chico salió extrañado de la cocina quedándose parado en el pasillo, mirando un punto del suelo pensando donde estaría su madre, por qué no contestaba. Levantó un poco la vista encontrándose con cada una de las habitaciones de la casa. Los baños, la habitación de Stacy, su habitación, el cuarto de mamá, la sala de invitados, el salón... Seguro que esta en una de esas habitaciones. Dio un pequeño paso haciendo crujir el viejo suelo de madera. Pegó un pequeño salto, no se esperaba aquel crujido tan fuerte. Dio un paso más, los grandes crujidos del suelo llegaron a intimidarle. Se paró justo delante de la puerta de la habitación de su madre. Estaba cerrada. Con su pequeña mano dio tres leves toques a la puerta con los nudillos. Esperó impaciente unos cinco segundos, obteniendo ninguna respuesta. Aún podía oír los gritos de su hermana pequeña, desde hace rato no paraba de gritar constantemente “mamá”. Quería que trajera a mamá para que viera como jugaba a las muñecas, esas horribles muñecas de porcelanas que tanto le asustaban al mayor. No quería aceptarlo, pero cada vez que entraba al cuarto de su hermana no podía permanecer allí mucho tiempo, sentía miradas intensas en su nuca para después darse cuenta de que justo a su espalda le observaba una simple muñeca de “piel” pálida, por no decir completamente blanca, pero que parecía que tener vida propia intentando apropiarse de la suya matándole con esa mirada tan horripilante y fría. Movió la cabeza varias veces, como intentando sacar a ese horrible objeto de sus pensamientos. Miró hacia la izquierda, hacia la derecha... ¿Dónde debería ir?, ¿al salón? Puede que estuviera una de esas novelas románticas que echaban a esas horas todos los Sábados. Con un paso algo más rápido llegó a aquella espaciosa sala donde su hermana y él solían jugar los días de lluvia. Esta vez decidió que sería mejor no llamar, así que entró directamente. Nada más entrar vio el antiguo sillón del abuelo. Movió su pie izquierdo hacia delante, repitiendo de nuevo la acción con su pie derecho haciendo que quedara completamente dentro de la habitación. El día estaba nublado, por lo que la sala estaba tan oscura que apenas podía ver algunos objetos con claridad. No se escuchaba absolutamente nada, tanto que parecía escuchar al mismísimo silencio clavándose lentamente en sus oídos. Un nuevo movimiento de sus pies logró romper ese tenebroso silencio. Esta vez el ruido rebotó en las paredes haciendo que se creara una especie de eco. Le dio un pequeño escalofrío, odiaba ese sonido que parecía sacado de una película de terror, esas en las que una persona indefensa queda atrapada en la mansión de una bruja malvada que no duda en cocinarlos para crear pociones poderosas para resucitar cadáveres sangrientos. Saliendo de sus pensamientos logró ver algo parecido a un trozo de papel encima de la mesa que estaba en frente de la chimenea. Se acercó y poniéndose de puntillas alcanzó ese trozo de papel. Lo intentó leer pero la oscuridad estaba siendo un gran obstáculo en su propósito. Solo consiguió leer una parte de lo que ponía. Automáticamente lágrimas empezaron a salir de sus ojos esmeralda.

“- ¿Por qué? - Sollozó rompiendo una vez más el silencio de ese pozo oscuro”

Fin del Flashback

Abrió lentamente aquellos orbes esmeralda. ¿Por qué había recordado eso? Tenía cosas más importantes que hacer que pensar en esas estupideces.

Se levantó de la cama, gruñendo levemente al sentir el frió tacto del suelo en sus pies descalzos. Caminó hasta el baño que se encontraba en frente de su habitación, y cerrando la puerta con cerrojo decidió darse una pequeña ducha antes de que su hermana despertara. Se quitó el pijama y se metió en la bañera. Abrió el grifo del agua caliente dejando que las gotas de agua resbalaran por su cuerpo, haciendo que entrara en un gran estado de relajación. Pasados unos 15 minutos salió de la ducha, se puso una toalla en la cintura y salió del baño. Volvió a su habitación para saber que debería ponerse. Como seguramente su hermana le pediría que le llevara al parque se pondría algo cómodo, una camiseta blanca algo ajustada, con letras negras que decían “Love freedom”, junto a unos pantalones negros y unas zapatillas Converse.

Bajó las escaleras y fue a la cocina a preparar el desayuno. Tostadas con mantequilla y un vaso de leche, el desayuno favorito de su hermana. Cogió cuatro rebanadas de pan, dos para cada uno, y las puso en la tostadora para que se calentaran. Mientras esperaba fue al frigorífico y cogió una caja de leche, que dejó encima de la mesa de la cocina. Fue hacia el mueble que había justo en el otro extremo, abrió uno de los cajones y sacó dos platos. Cerró el cajón y abrió otro que se encontraba justo arriba y sacó dos vasos pequeños. Cogió los vasos y los llenó de la leche que dejó antes en la encimera, después cogió la caja y la volvió a dejar en el frigorífico. Puso los vasos sobre la mesa, y fue directo a por los platos. Las tostadas estaban listas. Les untó un poco de mantequilla y las puso sobre los platos. Dejándolos justo al lado de los vasos, salió de la cocina y subiendo la escalera llegó a la habitación de su hermana, que dormía aún placidamente abrazada a uno de sus osos de peluche.

-Cielo despierta, el desayuno está listo. Baja antes de que se enfríe – Dijo Harry suavemente acariciando el pelo de su hermana.

-Ya voy hermanito... - Dijo en apenas un susurro la chiquilla.

Harry sonrió y salió dejando a su hermana que se levantara y vistiera tranquila. A los 5 minutos ya estaban los dos desayunando en la mesa de la cocina.

-¿Que tal has dormido princesa? - Preguntó Harry a su hermana, que estaba sentada justo en frente.

-Muy bien, ¿y tú hermanito? - Contestó la chiquilla alegremente. Los dos hermanos eran idénticos, solo los diferenciaba el sexo y las edades. La pequeña tenía la edad de 5 años. Tenía unos grandes y preciosos ojos verdes, iguales a los de su hermano. Unos alborotados ricitos ocupaban su cabeza cayendo por sus hombros, de color castaño oscuro. Su piel era algo pálida, pero tampoco demasiado.

-Muy bien también – Sonrió - ¿Quieres que vayamos al parque a jugar?

-¡Sí, sí, al parque con el hermanito Harry! - La pequeña se levantó de su asiento y fue a abrazar a su hermano, que la cogió y la puso sobre sus hombros.

-Pues entonces, en marcha pequeña, ¿quieres coger alguna muñeca?

-¡Sí! Voy a llevarme a Lily, mi osita de peluche. - Corrió hacia su habitación y en cuestión de segundos ya estaba abajo cogida de la mano de su hermano.

Abrieron la puerta y salieron al jardín, mientras Stacy se adelantaba Harry cerró la puerta con llave.

-¡Stacy no corras, esperame!

La chiquilla se quedó parada justo en la puerta que conectaba el jardín con la calle. Antes de que su hermano llegara, una joven de, aparentemente, la misma edad que su hermano pasó justo delante suya. Llevaba un vestido azul claro con encajes en forma de flores, unos tacones no muy altos del mismo color y una corona de flores adornando su pelo, largo y liso hasta la cintura.

-¡Harry, Harry mira, parece una princesa! ¿A que sí? - Stacy saltaba mientras tiraba de la camiseta de su hermano.

-¿Quién pequeña? - Preguntó

-Esa chica – Dijo señalando por donde se había ido.

-Será una princesa de cuentos, pero tendrá que esperar porque un parque lleno de juegos nos espera, ¿verdad, princesa? - Dijo el mayor con una sonrisa

-¡Sí!

Los dos hermanos caminaron dirección al parque agarrados de la mano. Al final de la calle se encontraba la chica de hace unos momentos, que se giró justo cuando ellos se alejaron. Sin darle más importancia siguió su camino.

Si llegaba tarde a su destino tendría problemas.

por **katara.** Dom 12 Ene 2014, 4:31 pm

Hooola, nueva lectora, me encanto la sinopsis y el capítulo, síguela!!

por **Jaaayleen.** Dom 12 Ene 2014, 5:48 pm

holis me encanto el cap siguela

pd: no necesitas chicas???.

xoxo

por **evilkingdom** Lun 13 Ene 2014, 3:55 pm

6Directioner9_ escribió:Hooola, nueva lectora, me encanto la sinopsis y el capítulo, síguela!!

Bienvenida cielo! Gracias por comentar, ahora mismo subo el capítulo :) Besos!! <3

por **evilkingdom** Lun 13 Ene 2014, 3:57 pm

mili_directioner<3 escribió:holis me encanto el cap siguela

pd: no necesitas chicas???.

xoxo

Holaaaaa :) Gracias por comentar, me alegro de que te gustara el capítulo, ahora mismo subo el segundo! Besooossss <3

P.D: No gracias, en esta novela no, tal vez en la que tengo pensada subir más adelante :)

xo

por **evilkingdom** Lun 13 Ene 2014, 4:02 pm

Capítulo 2: Rutina

“CRACK”. Se es cuchó un sonoro y seco golpe en la habitación de Harry. Como cada semana su despertador ya estaba a las 6 en punto solando como un loco, con ese sonido tan desagradable que retumbaba en su cabeza creando un dolor insoportable. Y como de costumbre no podía pagar su frustración y su mal humor de otra manera que no fuera dando un severo golpe al aparato, que de milagro no se había partido en dos pedazos.
Esta vez no sonrió al levantarse, era Lunes, el peor día de la semana así que frunciendo el ceño y resignándose se levantó de la cama lentamente. El contacto de sus pies descalzos con el suelo helado fue desagradable. Se dirigió a su armario para escoger la ropa que se pondría hoy. Una camisa negra, pantalones negros y Converse blancas, con eso estaría bien. Cogió la ropa y una toalla, bajó las escaleras y se dirigió al cuarto de baño de la planta de abajo. Era muy temprano y no quería arriesgarse a despertar su hermana. Cerró la puerta con cerrojo y se metió en la bañera, aún tenía tiempo para relajarse un poco, hoy sería un día duro y nada mejor que una ducha relajante para empezar bien el día. Salió y puso la toalla en su cintura, se miró al espejo lleno de vapor debido al agua caliente. El espejo no reflejaba nada, pero había algo, más bien alguien ahí, ocultado por una fina capa de vapor, solo que nadie era capaz de verlo con claridad. En ese momento pensó en algo. Si abría la puerta podría ver perfectamente su rostro, pero si la volvía a cerrar con solo abrir el agua caliente de nuevo volvería a desaparecer. Sonrió de lado, pensaba que era la imagen perfecta para él. Su vida había sido así constantemente, él existía pero nadie le veía. O cuando parecían verle, después de un tiempo su imagen desaparecía poco a poco hasta que esa persona acababa olvidándole, haciendo como si nunca hubiera podido verle. Era difícil de explicar.
Salió del baño y se dirigió a la cocina. El reloj que había colgado en la pared marcaban las seis y media. Perfecto, aún tenía tiempo. Abrió el frigorífico y sacó la caja de leche sirviendose un poco en una taza, después volvió a meter la caja en el frigorífico. Como no le daba tiempo a desayunar nada más dejó la taza encima de la mesa y se dirigió de nuevo al baño para terminar de arreglarse. Se puso sus pantalones negros y las Converse, estaba abrochando sus botones de la camisa mientras se miraba al espejo pensando en como le iría hoy el trabajo. Miró el reloj que tenía en su muñeca, las siete menos cuarto. Debía irse si no quería llegar tarde. Subió a la habitación de su hermana para comprobar que aún seguía durmiendo. Le dio un suave beso en la frente y se fue directo al trabajo. Y así repitió el proceso de todos los días del año. Levantarse a las 6 de la mañana, apenas desayunar y marcharse al trabajo, un trabajo en donde ni siquiera le pagaban un buen sueldo, volver a las 9 de la mañana para poder llevar a su hermana al colegio, volver al trabajo, volver a por su hermana, ir a la universidad a las seis de la tarde, volver y preparar la cena y finalmente ir a descansar. Esa era su rutina, así eran todos los días de su vida desde que fueron abandonados por su propia madre.
xxx
Unos ojos celestes se abrieron lentamente. La chica se encontraba tirada en el suelo de su habitación, sin apenas recodar lo que pasó el día anterior. Se intentó levantar pero un fuerte dolor en su estómago hizo que se quedara justo donde estaba. Levantó su fina blusa color verde agua para encontrar un gran moratón justo en su estómago. Se le revolvieron las tripas con solo verlo y realmente no sabía por qué, supuestamente debería de estar acostumbrada a todo aquello. Se arrastró hasta llegar a su cama, se agarró a ella y poco a poco logró levantarse. A judgar por la hora y el silencio sepulcral que adornaba la casa no debía de haber nadie en aquel momento. Un gran alivio. Se dirigió al cuarto de baño, necesitaba una buena ducha para relajarse al menos por un momento. Cerró la puerta con cerrojo y se paró justo en frente del espejo, pero con los ojos cerrados, tenía miedo de ver como la habían dejado esta vez. Lentamente se giró y se metió en la ducha. Abrió los ojos y giró el grifo del agua caliente, notando como lentamente las finas gotas de agua recorrían su cuerpo. Sintió un gran escozor en todo el cuerpo, como si miles de cuchillos se clavaran en ella. Cogió una toalla, la puso sobre su cuerpo y salió del baño. No le importaba tener los pies mojados, ni mojarlo todo, solo quería salir de allí, el calor que se concentraba en esa pequeña habitación provocaban mareos en ella. Decidió ir a su habitación y escoger algo para ponerse. Abrió su armario indecisa. ¿Un vestido, pantalones largos, cortos, camiseta de tirantas, de manga corta..? ¿Qué debería ponerse? Recordó que ayer se puso un vestido, aquel vestido azul heredado de su difunta hermana... Al recordar lo del vestido también recordó a la pequeña que vio ayer en la puerta de aquella casa, aquella preciosa casa. Era una niña muy linda, con ojos esmeralda y unos rizos preciosos, y el joven que la acompañaba parecía ser su hermano ya que tenían un gran parecido. Él también era muy guapo, no iba a mentir, aunque no quería tener relaciones con los hombres. Todos eran iguales.
Saliendo de sus pensamientos cogió lo primero que vio, unos pantalones vaqueros azules oscuros ajustados, una camiseta de tirantes y una rebeca por si después refrescaba. Pensó que no estaría mal ponerse unas sandalias como zapatos. Se puso la ropa rápidamente y fue de nuevo hacia el baño para peinarse. Se asomó a la puerta para comprobar si se había ventilado un poco la habitación. El vapor había desaparecido, perfecto. Se dirigió lentamente hacia el espejo, tendría que ponerse mucho maquillaje, su cara era un desastre, un desastre provocado por la misma persona de siempre, su maldito padre.

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-Y cuentame princesa, ¿qué tal te ha ido el cole hoy? - Sonrió el joven - ¿Has hecho nuevos amigos?

-Muy bien, ¡sí! He conocido a una niña que se llama Cassidy, tiene 5 años igual que yo Hazza y me ha dicho que si quiero ser su amiga y que mañana juegue a las muñecas con ella. - Contaba la chiquilla entusiasmada, con una gran sonrisa en su rostro.

-Eso es fantástico Stacy, ¿qué muñeca piensas llevar mañana?

-¡A todas hermanito, a todas!

-¿En serio? Entonces podréis hacer una fiesta de muñecas muy divertida, y también podréis hacerle una casita, la comida... - Rió el joven cogiendo a su hermana pequeña en brazos y cargando su pequeña mochilita en el hombro.

-¡Sí! ¿Me ayudarás a preparar mis muñecas Hazza? - Preguntó la niña con un tanto de ilusión en sus ojos.

-Me encantaría pequeña, pero sabes que tengo que volver al trabajo, volveré a comer pero después tengo que ir a la universidad – Vio como la cara de la pequeña cambió de felicidad a desilusión – Pero si te portas bien mientras te cuida la vecina... tal vez cuando vuelva podremos hacer algo con esas muñecas tuyas, ¿trato hecho? - La cara de su hermana se vio de nuevo adornada por una linda sonrisa.

-¡Trato hecho Hazz!

Y así de dirigieron los dos a casa, cogidos de la mano y contandose todo lo que había hecho en el día. Llegaron a casa y Harry fue a llamar a su vecina de al lado, una mujer de unos 40 años que conocía a Harry desde muy pequeño, y que en cuanto podía se quedaba a cuidar de la niña para que no se quedara sola mientras Harry estudiaba o trabajaba. Era una gran mujer, sin duda.

-¿Entonces puedo dejarselo a usted? - Preguntó el joven sonriendo levemente

-Claro cielo, como siempre, puedes confiar en mí – Dijo con simpatía aquella mujer

Harry intentó sonreír pero solo consiguió que le saliera una extraña mueca. Odiaba esa frase, no le encontraba sentido alguno. “Puedes confiar en mi”, ¿confiar? No le hacia falta la confianza ni confiar en nadie para sobrevivir, y lo había demostrado durante muchos años.

Y con ese pensamiento en la cabeza se dirigió de nuevo a su trabajo.

Xxx

Terminó de maquillarse correctamente. Le había quedado más o menos decente, al menos no se notaban tanto los horribles moratones que adornaban su fino rostro. Con el cepillo dio una ultima pasada a su largo pelo liso, y lo adornó con su típica corona de flores, si no llevaba algo con flores no era ella misma, las adoraba. Apagó la luz y salió del cuarto de baño. Fue hacia la cocina para preparar algo de comer. Abrió el figo y cogió unas lonchas de queso, no tenía mucha hambre por lo que un sandwich sería suficiente. Con dos rebanadas de pan terminó de prepararse su almuerzo y acompañado de un zumo de naranja se sentó a comer en la pequeña mesa que había en el centro de la cocina. Miró su reloj, aún quedaba una hora para que empezara la universidad.

Tras media hora terminó su sandwich. Puso el plato y el vaso donde los trastos sucios, ya los fregaría cuando viniese. Se miró un poco en el espejo del pasillo retocando una vez más su pelo y su corona de flores. Una vez que ya estaba “perfecta” fue a su habitación a por su maleta y salió rápidamente de su casa.

No debía llegar tarde a ningún sitio más, por su propio bien.

Xxx

-Un beso nena, que me voy. Y ya sabes, pórtate bien. - Se agachó y le dio un beso en la mejilla a Stacy.

-¡Vale! No llegues tarde, tienes que ayudarme con mis muñecas. - Dijo mientras agitaba su manita en forma de despedida.

Harry se despidió con una sonrisa. Salió de su casa en dirección a la universidad. Era su último año, estaba deseando de acabar pronto, sacaba buenas notas y era probable que le dieran una beca para estudiar en el extranjero, pero el usaría el dinero para mantener a su hermana, eso le hacía más feliz que un estúpido viaje. Este último año estaba más motivado que nunca, tenía metas y no dejaría que los estudios le echaran a perder sus planes del futuro, sobre todo su hermanita iba incluido en ellos.

Con una sonrisa en la cara se dirigió hacia su destino, sin saber que ese mismo día, en ese mismo sitio y a una hora aún desconocida un encuentro cambiaría su vida para siempre.

por **katara.** Vie 17 Ene 2014, 8:34 pm

Siiii me encanto el capitulo debes seguirlaaa!!!! besos

por **evilkingdom** Sáb 18 Ene 2014, 8:57 am

6Directioner9_ escribió:Siiii me encanto el capitulo debes seguirlaaa!!!! besos

Claro cielo :) Estaba esperando a que comentase alguien, no quiero subir aquí mi novela para que nadie lea ni de su opinión D: Me hace sentir que a nadie le gusta :( Gracias por tu comentario cielo, ahora mismo subo el siguiente capítulo :)

Adiooooooooooooooos, besos! <3<3<3<3<3<3<3<3<3<3<3<3<3<3

por **evilkingdom** Sáb 18 Ene 2014, 9:01 am

Capítulo 3: Cruce de miradas.

Y de nuevo se reanudaron las clases. Después de una semana de “vacaciones” Harry iba de camino a la universidad. Eran las 6 de la tarde y apenas transitaba gente por esas calles, solo unos cuantos jóvenes desgraciados como él que se dirigían hacia su propia jaula, también conocida como la universidad. Y a pesar de que, como cualquier persona normal, no tenía ganas ni ánimos de estudiar a esas horas, Harry iba caminando con una gran sonrisa adornando su rostro. Estaba muy motivado, quería esa beca que tanto necesitaba, esa beca que solucionaría parte de sus “problemillas” económicos. También quería encontrar un buen trabajo, si podía ser cerca de casa y que tuviera unos horarios que le permitiesen estar más tiempo en casa. Odiaba dejar a su hermana con esa mujer, su vecina. No era para nada una mala persona, al contrario, solo que él era su hermano mayor, su medio padre, y debería de ser él el que estuviera con ella todas o al menos casi todas las tardes.

Sin darse cuenta estaba delante de un gran edificio, bastante antiguo a simple vista, hecho con grandes y gruesos edificios blancos, dando una apariencia muy parecida a la de un tétrico hospital a punto de ser derrumbado pero si mirabas con un poco de atención, a la derecha de una de sus grandes ventanas había un cartel que ponía claramente “Universidad”. Quitó su vista de aquel cartel y decidió entrar. Recorrió los largos pasillos, subiendo por las escaleras que le llevaban hacia su aula. Al entrar vio a las mismas personas que le acompañaban durante sus clases. Pasó por delante de la mayoría de ellos, sin siquiera cruzar una mirada con ellos. A decir verdad les tenía asco, eran los típicos que se creían mejor que nadie, que solo incordiaban con su presencia y que parece ser que su cerebro no trabajaba demasiado y solo les llegaba para intentar impresionar a las chicas que se encontraban a su alrededor.

Con suma tranquilidad se sentó en su asiento, en la tercera fila en la mesa que estaba más a su izquierda. Era una mesa de tres, que compartía con las dos únicas personas que le agradaban de verdad en ese sitio. Abrió su maleta y sacó una pequeña agenda que llevaba siempre consigo para anotar cosas importantes, sacó un bolígrafo y empezó a hacer dibujos en las últimas páginas mientras esperaba a que el profesor llegase. Una nota musical iba tomando forma en su cuaderno conforme iba moviendo el bolígrafo. Levantó la vista un segundo para encontrar a su izquierda a un grupo que chicas, más o menos de su edad o puede que un año menos, que reían escandalosamente sobre algo que ni por asomo a él le interesaba. Miró fijamente a una de ellas, Evelyn era su nombre. Conocía a esa chica desde que iba a la primaria, tiene unos increíbles ojos azules como el mismísimo cielo en un día soleado y un hermoso cabello color azabache hasta su cintura, ligeramente ondulado. Salió de sus pensamientos posando ahora su mirada en su rostro, lleno de maquillaje, horrorizando totalmente su belleza natural. Esa chica no sabía lo que hacía, era hermosa y estaba comportándose como una maldita muñeca de plástico, como todas las adolescentes de hoy en día. Ni si quiera se paró a comentar las ajustadas y cortas ropas que llevaba, ya que la escandalosa risa de una de sus compañeras lo sacó de su pequeña crítica mental. Miró hacia la misma dirección a la que miraban ellas, sintiendo bastante molestia hacia esa tonta risa. Murmuraban, reían, murmuraban, reían... Llevaban así como 15 minutos, ¿qué les haría tanta gracia? Alzó su vista y vio a una chica bastante familiar, ¿dónde la había visto antes? Ah, lo recordaba. Fue ayer, justo cuando Stacy y él iban a salir al parque. Aquella chica era la “princesa” que su hermanita adoró durante unos segundos. La verdad es que era una joven muy guapa, tenía el pelo marrón oscuro. Sus facciones eran casi perfectas, unos finos labios adornaban su rostro junto a unos preciosos ojos azules muy claros. Hoy también llevaba esa corona de flores, daba la impresión de que era algo que siempre la acompañaba, que la caracterizaba. Sin darse cuenta estuvo un largo tiempo mirando fijamente a aquella chica, hasta que pareció percatarse y levantó su vista levemente. Sus miradas se encontraron.

______'s POV

Noté risas cerca mía, ellas otra vez. ¿Qué les hacía tanta gracia? ¿Es porque no visto o me maquillo como ellas? Pues que se rían, estoy acostumbrada, al menos yo no parezco un trozo de plástico. Aquello estaba empezando a hartarme. Todos los días iba en clase, se podría decir que bien, para inmediatamente entrar y sentir miradas, cuchicheos y risas hacia mí. ¿Qué les pasa? Nunca les he hecho nada, no me he relacionado con ellas, no soy su amiga, entonces ¿por qué no simplemente me olvidaban y hacían como si no existiera? Es lo que yo haría. Todos piensan que no me afecta, que soy de piedra y no me afectan esas palabras despectivas hacia mí, que no me afecta ese rechazo constante. Pero soy una persona, con corazón y sentimientos como todo el mundo. Me afecta y me duele, me duele mucho. Tengo muchísima mierda en mi vida, no se cómo demonios puedo tener esa estúpida y falsa mueca en mi cara durante el día y la tarde. Ni yo misma me entiendo.

A parte de esas risas podía sentir una intensa mirada sobre mí. Genial, ¿ahora qué, otro estúpido más que se haya planteado unirse a las sonoras risas de esas marujas? Levanté la vista por curiosidad de saber a quién tendría que odiar esta vez. Era un chico, y hay que decir que bastante guapo. Mirándole bien me doy cuenta de que le conozco, le he visto varias veces por los pasillos del edificio. Además siempre está sentando delante mía en las clases, coincidimos en casi todas pero aún no habíamos intercambiado ninguna palabra. Ah, también lo recuerdo del otro día. Ya me parecía que me sonaba de algo. Era el chaval que acompañaba a aquella chiquilla tan encantadora, la que me llamó princesa aquella tarde. Fue un comentario inocente, pero era la primera vez que me llamaban princesa. Me hizo muy feliz sin ni siquiera saberlo, me encantaría verla de nuevo. Lo que no entiendo es por qué me mira, ¿tengo monos en la cara? Disimuladamente levanté un poco más mi vista del libro que estaba leyendo mientras llegaba el profesor. Vi sus ojos esmeraldas, eran preciosos. Tenía el pelo rizado y más o menos del mismo color de mi pelo. A simple vista parecía un chico muy alto, pero no podía verlo claramente ya que estaba sentado. Me di cuenta de que se percató de que le estaba observando, levanté del todo mi cabeza y le miré. No me gustaba tener contacto visual con otros, aparte de mis amigas claro, y menos con hombres. Todos iguales, ugh. Lo único coherente que se me ocurrió fue sonreír, falsamente como siempre, y es exactamente lo que hice.

Harry's POV

Vi como aquella chica me sonreía, aunque más que una sonrisa yo lo llamaría una mueca. Conocía perfectamente una sonrisa falsa, y esa estaba en el puesto número uno, muy bien fingida. Le dirigí una sonrisa de compromiso y volví a mi asiento. No conocía a esa chica de nada, ni su vida, ni sus problemas... Pero no me agrada la gente que finge ser de una manera para después mostrar como son realmente, y desilusionarte de una forma horrible. Ya había vivido esa experiencia más de una vez. La verdad es que tras lo de mi madre no he vuelto a relacionarme con nadie, solo con una o dos personas. No he tenido tiempo de salir ni divertirme como un universitario o adolescente normal ya que he estado a cargo de mi hermana toda mi vida, pero esas cosas nunca me han llamado la atención. ¿Para qué tener a personas a tu alrededor si después van a acabar abandonándote? Es una pérdida de tiempo. Quité a esa chica de mis pensamientos y volví a la realidad. Cerré mi cuaderno y miré al frente. El profesor ya había llegado así que olvidaría todo lo demás y me centraría en las clases.

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Narrador

Eran las nueve de la noche pasadas. Los alumnos salían de la universidad después de su última clase. Harry acababa de salir de su clase y rápidamente salió del edificio camino a la casa de su vecina donde su hermana estaría esperándolo desesperada. Hoy la clase de matemáticas había sido de lo más complicada y había tenido muchas dudas así que se retrasó unos 10 minutos en salir de clase, con lo impaciente que era Stacy seguro que ya estaba quejándose a aquella mujer de que su hermano tardaba mucho. Cogió el bus para llegar lo antes posible. En diez minutos ya estaba delante de la puerta de su vecina, llamó al timbre que se situaba a la derecha de la puerta de la casa.

-Hola cielo, tu hermana hace rato que se quedó dormida. Ha estado toda la tarde jugando con mi sobrina y no ha podido más – Dijo la mujer en voz baja, para no despertar a la niña.

-Oh, espero que no haya dado problemas.

-Tranquilo, no pasa nada. Han estado jugando a las muñecas y corriendo un poco por el jardín pero nada más. No ha habido problemas.

-Vale, me alegro. - Sonrió sinceramente pensando en lo bien que debería de haberlo pasado su hermana - Si no le importa voy a entrar a por mi hermana, es tarde y ambos tenemos que descansar.

-Muy bien Harry, y por la cena no te preocupes, ya ha comido aquí así que puedes llevarla directamente a la cama.

-Muchas gracias y siento las molestias, no he podido evitar retrasarme un poco hoy. Mañana llegaré a tiempo, no se preocupe – Contestó entrando en la casa

-Ya te he dicho que no tienes de que preocuparte, esa niña es un encanto, no da problemas. Además yo accedí a cuidar de ella, si necesitas llegar unos minutos tarde no va a pasar nada.

Al entrar vio a la chiquilla dormida en el sofá, tapada con una pequeña manta y abrazada a su muñeca favorita. Sonrió y lentamente le quitó la manta para poder cogerla en brazos suavemente, evitando que se despertara. Ya con Stacy en sus brazos se dirigió a la salida y con un buenas noches se despidió de aquella mujer. Solo tuvo que andar unos cuantos pasos para llegar a su hogar. Parándose justo delante de la puerta buscó las llaves de su casa. No las encontraba. Con fastidio se quitó la mochila de la espalda y la dejó en el suelo, detrás suya. Con cuidado se giró y se agachó con mucho cuidado de no despertar a Stacy, abriendo el bolsillo pequeño de su maleta para empezar a buscar torpemente las llaves. Escuchó unos pasos acelerados cerca de allí, al levantar la vista se encontró con la chica que vio hoy en clases. Aquella chica de las sonrisas fingidas, ¿a dónde iría con tantas prisas a estas horas de la noche? Ya era la segunda vez que la veía pasar cerca de su casa, quizás vivía por aquí cerca. Notó algo duro en el bolsillo de la mochila, genial ya tenía las llaves. Miró una vez más a la puerta de su jardín comprobando que la chica ya no estaba. Con un ligero movimiento se levantó y abrió la puerta, cogió la mochila y entró en casa junto con su hermana.

Había sido un día muy largo, necesitaba descansar.

xxx

El silencio que había en las oscuras calles se vio interrumpido por una respiración entrecortada y unos pasos acelerados. A lo lejos se veía a una chica de cabellos marrones correr hacia no se sabe donde, con unos ojos azules llenos de terror mirando constantemente el reloj que llevaba en su muñeca.

_________'s POV

No podía parar de correr. Media hora tarde, iba media hora tarde, ¿cómo podría salir de esta? Por una parte quería llegar a casa y encerrarme en mi habitación y esperar a que todo lo que me esperaba se calmase, pero por otra quería dejar de correr, dar la vuelta e ir hacia alguna parte, lejos de allí, pero desgraciadamente no tenía otro lugar al que ir a parte de ese infierno al que algunos llamaban casa. Además no podría dejar a mi madre sola con el demonio que custodiaba ese infierno, la culpa me consumiría aunque mi cerebro supiera claramente que ella no haría lo mismo por mí y que si tuviera oportunidad escaparía sin dudarlo. Seguí corriendo hasta que llegué a mi casa. Me paré en frente de la puerta marrón que adornaba la blanca casa y con mucho cuidado metí las llaves en la cerradura. La puerta se abrió lentamente, emitiendo un suave crujido. Me estremecí al sentir la fría brisa en mi nuca. Tras dudar varios minutos entré en la casa y cerré la puerta de nuevo con llave. En vez de dejarlas en la mesita que se encontraba justo al lado de la puerta me las llevé conmigo, presentía que las iba a necesitar. Antes de poder darme la vuelta sentí una mano sobre mi hombro. Un gran escalofrío recorrió todo mi cuerpo, quería gritar y salir corriendo de ahí.

-No debería de llegar a estas horas y lo sabes, es la última vez que te lo advierto.

-¿Mamá? - Pregunté al borde del llanto

-¿Quién sino? Debería ir rápido a tu habitación, tu padre ha llegado hoy más borracho que de costumbre, si no quieres que descubra que has llegado tarde será mejor que te metas ya en la cama. - Susurró para que nadie la oyera.

Pero no sirvió de nada, se escuchó un grito proveniente del salón pronunciando mi nombre. Quité la mano de mi madre de mi hombro y corrí hacia mi habitación. Eché el cerrojo y puse unos muebles detrás de la puerta, impidiendo que la puerta pudiera ser abierta. Me metí en la cama y me metí completamente debajo de las sábanas. Comencé a llorar, rezando para que aquella fina puerta me protegiera de todos los golpes que se escuchaban tras ella.

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Heeeeeeeeeeeeeeeey!!!! ¿Cómo están queridos lectores? Espero que genial :) ¿Os está gustando la historia? Espero que sí, me haría mucha ilusión que me diérais vuestra opinión y que si quisierais cambiar algo o tenéis ideas, ¡DECIDME! Serán bien recibidas, solo quiero mejorar como escritora :)

Dicho esto, espero que disfrutéis de este capítulo. Nos leemos en unos días, os quiero <3<3<3<3<3<3<3<3<3<3<3

por **gumball123** Sáb 18 Ene 2014, 10:20 am

HOLA!!
nueva lectora
Me gustaron mucho los capitulos
Está muy genial
Enserio me gusta mucho
Siguela cuando puedas
Yo estaré esperando el siguiente cap
Con muchas ansias
Saludos
Tu nueva lectora
Bye
;) ;) ;) ;) ;) ;)

por **katara.** Sáb 18 Ene 2014, 11:13 am

DEBES SEGUIRLA oseaaaaa YA es que la dejaste ahí y es como haaaaa mierda :3
Me encantó el capítulo en serio estuvo muy bueno me encanta como escribes!
Besos y síguela...
Mili <3

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