Confía en mí (Harry)

—Algo me decía que tú tampoco tenías planes, ¿me equivoco?—él levantó un poco los brazos, en una de sus manos llevaba varias películas y en otra una funda con algo dentro. Una mueca se formó en mi cara, tratando de evitar soltar una sonrisa.—¿Me dejarás pasar?—preguntó con una sonrisa. ¿Por qué él era así? Cualquier persona normal se hubiera hartado de esta actitud y se hubiera alejado, buscando algo mucho mejor en lo que gastar su tiempo. Me hice a un lado, sin decir nada y él como si nada, se adentró a la casa con una sonrisa intacta.—¿Tienes palomitas?—asentí mientras me paraba para buscarlas. Las palabras que habían quedado atrapadas en mi garganta.
Unos pocos minutos después regresé con el tazón con palomitas a la sala. Me paré en el umbral de la puerta y me miré. Usaba unos muy cortos shorts y una remera suelta de color blanco y un moño con algunos mechones sueltos. Me encogí de hombros, de todas maneras estaba en mi casa y a él no tenía por qué importarle lo que yo usaba o no.
—Bien, veremos… ¿qué veremos?—dijo mirando las películas esparcidas por la mesa.
—Em… ¿Esa?
—Ok—él rió y tomó el control remoto luego de poner “Bad Teacher”, en el reproductor.
Las risas no tardaron en aparecer, al principio de Harry, pero luego yo no lo pude evitar, y olvidando todo por un segundo, me reí con verdaderas ganas.
—Se supone que tiene que alentar a sus estudiantes—rió Harry con una estruendosa carcajada.
—Me pregunto si en alguna parte del mundo se encuentra una profesora como esa corrigiendo ensayos y marcando con lapicero rojo que sus estudiantes son unos idiotas—dije riendo.
—Toma—Harry abrió una lata de soda y me la pasó, él tomó otra. La película terminó y Harry tenía un cojín apoyado sobre su rostro, tratando de amortiguar el sonido sus carcajadas. Yo negaba con la cabeza mientras le daba otro trago a mi bebida.

Esperaba que me echara de su casa a patadas tan pronto me vio, pero me sorprendió que tan solo se hiciera a un lado y me dejara entrar.
Luego de que la película terminara, yo aún seguía riendo, con un cojín sobre mi cara. Lo quité y me arreglé los rizos que bailaban frente a mis ojos. Ella me miraba con las cejas levantadas.
—Ok, ya no puedo más—suspiré sosteniendo mi estómago. Ella se estiró para tomar el control remoto que estaba en la mesa con las demás bebidas y un tazoncito de dulces que ella trajo hace unos minutos. No pude evitar ver la piel de su espalda cuando la remera se levantó un poco al moverse. Sentía la gran necesidad de abrazarla, pero si lo hacía, ella sí me echaría de aquí.
—Veamos que hay en la televisión—ella cambió los canales hasta que paró en uno.—Titanic—ella murmuró con una leve sonrisa.
—Es una de mis películas favoritas—se me escapó. Ella me miró con los ojos bien abiertos.
—¿En serio? Yo no quiero verla, cada vez que lo hago termino llorando—ella se cubrió el rostro con sus manos. Aproveché y le quité el control remoto, subiendo el volumen de la película.
—Se está acabando, mira—la tomé por las muñecas y aparté las manos de su delicado rostro. Ella me miró fijamente, sin apartarse, y una sonrisa se me escapó. Vi como las comisuras de sus labios comenzaban a elevarse lentamente, cuando algo, para mi malísima suerte, nos interrumpió.

—¡Harry!—una vocecita me despertó y me separé del chico de ojos verdes rápidamente.
—Hola Cole, Claire—los mellizos se tiraron a sus brazos para mi sorpresa, mientras Harry les hacía cosquillas a los dos. Una mujer entró cargando un par de bolsas de papel marrón. Cerró la puerta y entró a la cocina sin percatarse de nada, ya que las bolsas opacaban su vista.
—Beth, Harry—ella sonrió abiertamente mientras le daba un cariñoso abrazo a Harry. Se nos quedó mirando por un momento y luego meneó la cabeza, como si se saliera de su ensoñación—. Niños, al baño, vamos—cargó a Claire y tomó a Cole de la mano, casi arrastrándolo escaleras arriba.—¡Diviértanse!—gritó a mitad de su camino.
El chocar de sus tacones contra los escalones a medida que subía las escaleras era el único sonido que reinaba en ese preciso momento. Harry no dijo nada, y yo tampoco dije palabra. Ladeé el rostro, tratando de ocultar el sonrojo que había cubierto mis mejillas.
Seguimos viendo la película en silencio. Nadie dijo nada hasta que casi se terminaba la película. Rose sobre el pedazo de madera, Jack ya muerto con sus ojos cerrados y prácticamente congelado.
Sentí las puntas de los dedos de Harry tocar las mías, no hice nada, pero no lo miré, aunque podía sentir su mirada sobre la mía. Poco a poco, sus dedos se hicieron paso entre los míos hasta que estuvieron entrelazados. Seguí sin mirarlo, pero una sonrisa se escapó de mis labios. Sentí la necesidad de gritar por algún motivo.
La película dio paso a los créditos una vez hubo terminado, y así mismo dio paso a un silencio roto por la suave música que salía de las bocinas. Tragué saliva y sentí un leve apretón de la mano de Harry. Esa ve sí lo miré. El sonreía de lado y me di cuenta que había llorado durante el final. Separé nuestras manos, avergonzada, y me limpié las lágrimas rápidamente.
—Llevaré esto a la cocina—tomé torpemente el tazón en el que antes había palomitas y las latas vacías. Demasiado para mis manos. Harry se levantó y puso sus manos alrededor de las mías antes de que algo se cayera. Sentía su suave y tibio tacto contra la piel de mis manos.
Barreras arriba, barreras arriba, me repetía en mi mente.
Harry tomó las latas e inteligentemente las colocó dentro del tazón, de manera que mis manos estuvieran libres para sostener solamente el tazón.
—Disculpa—me retiré rápidamente de allí, tratando de escapar de su presencia. ¿Qué demonios me sucedía?

—¿Es aquí?—preguntó Liam a su prima.
—Sí quejón, aquí es.
—No me llames así, me has hecho llevarte a tu casa por ropa y luego volver y…
—Cállate y no seas quejón Liam. Por Dios…—dijo una exasperada Stace.—Vamos por Susan y por Niall, luego hay que avisarles a Harry y a Beth. Será una noche espectacular.
—¿Zayn irá?
—Claro que irá.
—¿Y por qué carajos no te fuiste con él?
—Bien, quiero pasar el tiempo con mi primo favorito, y este va y me quiere lejos, ¡vaya familia que tengo!—se quejó ella exageradamente.
—No seas exagerada…
—Exagerada o no me amas…
—Yo nunca dije eso—contraatacó él.
—Hola niños—saludó cordialmente Maura al abrir la puerta. Rió entre dientes por ver a los dos discutiendo. Siempre era así, se amaban, pero peleaban cada dos segundos.
—Mira Liam, ya vas a tú a destruir la tranquilidad y la paz de una humilde morada—negó Stacey fingiendo indignación—. ¡Maura!—la abrazó cariñosamente—. ¿Se encuentra el irlandés?
—Sí, está en su habitación con Susan, creo. Pasen—los hizo pasar y le dio un abrazo cariñoso a Liam.—¿Se quedan a cenar?
—No, justamente vinimos a raptar a su hijo para irnos a cenar en grupo.
—Pues perfecto. Me retiro, tengo que ir a revisar el horno—la mamá de Niall se perdió en la cocina, y cuando los dos primos estuvieron solos, se dirigieron una mirada cómplice.
—Niall y Sue, en una habitación…—comenzó Stace.
—Solos…—terminó Liam. Volvieron a mirarse y prácticamente corrieron hacia la habitación del rubio. Stacey, que iba adelante, se detuvo a centímetros de la puerta violentamente, haciendo que Liam impactara contra su espalda. Ella se aferró al marco de la puerta para no estamparse y volverse calcomanía contra la madera.
—Maldito, fíjate por donde andas—susurró ella empujándolo por el pecho.
—No seas tarada y abre la puerta.
—¿Pero y si están…? Ya sabes…—ella no terminó y los dos se miraron. Se echaron a reír, ya que creían imposible que el tierno y tímido Niall se atreviera si quiera a abrir una revista porno. Stace abrió la puerta y los dos se quedaron paralizados al ver a Susan sobre las piernas de Niall mientras los dos se besaban apasionadamente. Una de las manos de Niall estaba sobre la mejilla de la chica y la otra sobre su pierna, mientras Sue mantenía sus manos perdidas en el cabello del rubio.
—¡No veo nada! ¡No vi nada, lo juro!—gritó ella de repente, cubriendo sus ojos.
—Pues yo sí vi todo—dijo Liam aún con los ojos abiertos y aguantándose la risa al ver la cara roja de su amigo. Susan había caído de la silla en donde los dos se besaban por el impacto que le había causado la presencia de los chicos. Se sonrojó a tal punto de no saber qué era más rojo, si el color de su blusa, o su rostro.
—Chicos… eh… ¿qué hacen aquí?—preguntó torpemente Niall.
—Vinimos a buscarlos para cenar…
—Ya puedes descubrirte los ojos, Stace—dijo Liam.
—¿La escena ya es apta para menores de dieciocho?—preguntó.
—Sip—Liam respondió burlón.
—Ok, como decía—dijo cuando tuvo tus ojos descubiertos—, vinimos a buscarlos porque vamos a cenar todos juntos como los hermosos amigos que somos. Pero si prefieren estar a solas…
—¡No!—gritaron Niall y Sue al mismo tiempo, se miraron, y se sonrojaron nuevamente. Lam y Stace se miraron y se rieron casi llorando. La escena se la encontraban de lo más graciosa.
—Tengo que ir a mi casa a cambiarme entonces…—dijo Susan.
—Toma, pasé por allá y te traje…—le pasó el bolso—. Nosotros nos vamos y los esperamos en la entrada de la plaza. No tarden mucho—ella subió y bajó las cejas repetidas veces y se retiró junto con Liam. Decidieron llamar a Harry de camino e irse directamente a la plaza para no perder más tiempo.
—¿Stace?
—¿Cómo va todo? Me imagino que estás en casa de Beth, ¿cierto?
—Sí. Tuve suerte de que no me echara. Y todo va muy bien, de hecho. Luego te doy detalles. ¿Qué querías?
—Espera… ¿Interrumpo algo?
—No, nada, ella escapó de sus miedos, como hace siempre. Tú me dirás…
—Pues vamos a ir todos a cenar juntos, como la hermosa familia que somos, y pues trae a Bethany, aunque sea amarrada y amordazada dentro de un saco de papas.
—Sus palabras son órdenes—dijo Harry con voz firme del otro lado. Stace rió.
—Te veo en media hora—colgó la llamada y tan solo esperó que Harry pudiera llevarla por las buenas.

—¡Beth! ¿Estás ahí?—no me había percatado de que había durado más del tiempo previsto en la cocina, toda perdida en mi tontos pensamientos.
—Sí, aquí estoy. ¿Qué pasa?
—Pues tienes que irte a poner hermosa, o hacer lo que las chicas hacen. Nos han invitado a cenar…
—¿Nos…?
—Sí, Stace. Van todos. No puedes decir que no. Imagínate lo triste que se pondría Stace…
—No lo sé Harry…—le dije tragando saliva. El se encontraba cerca de mí.
—Por favor… todos te queremos allá. Queremos animarte. Vamos… te divertirás…
—Eso dijeron de la fiesta—dije bajando la cabeza, sintiendo los pocos recuerdos de anoche golpearme internamente, agolpando gotas saladas en mis ojos.
—Hey—él levantó mi rostro—. Olvida lo que pasó, ¿ok?
—No es tan simple.
—Sé que no es simple. Solo olvida, te hará sentir mejor. Además, saldremos todos juntos, y permaneceremos todos juntos. No te voy a dejar sola—sonrió de lado. Ella sonrisa comenzaba a causar estragos a mi persona. Por algún motivo me sentí más segura y protegida, como si con esas simples palabras pudiera absorber cada miedo y barrera que tenía.
—Está bien. Dame unos minutos—dije en un murmullo.
Me di una ducha rápida y me enfundé en unos pantalones ajustados de color crema, con una blusa azul oscuro sin mangas y con un cuello, de color blanco. Me calcé zapatos azules, bajos, y estos tenían un lazo con tela a cuadritos (http://www.polyvore.com/cgi/set?id=56019071). Volví a hacerme un moño descuidado, pero esta vez adecuado para salir. Me puse un poco de rubor, máscara y perfume. Tomé un bolso y salí de mi cuarto.
—¿Vas a salir?—preguntó Anabelle en la puerta de su habitación.
—¿No la ves mamá? Saldrá con su novio—dijo Claire inocentemente. Las dos la miramos, mamá con ternura y yo no supe si reír, llorar, abrazarla o gritarle por decir aquello.
—Saldré con los demás. Sé que si digo que no, me amarrarán y me amordazarán o me meterán en un saco de papas y me llevarán de todas maneras. No quiero ver a Stace triste por mí tampoco, ella ha hecho mucho por mí—. ¿Y por qué le contaba aquello a aquella mujer? Me reprendí internamente para no decir más de la cuenta.
—Ok, llámame cualquier cosa hija. En serio—dijo ella con la mirada triste.
—¿Puedo ir?—preguntó Claire inocentemente. Me agaché hasta quedar a su altura y besé su mejilla. Ella rió.
—Me temo que no, es una reunión de grandes—dije riendo con ella.—Adiós pequeña—le di un beso en la frente y miré a Anabelle antes de bajar las escaleras. Harry se encontraba parado en medio de la sala, dándome la espalda y hablando por teléfono, mientras que en su otra mano sostenía el gorro que tenía puesto anteriormente. Cuando colgó, volteó.
—Estás hermosa—sonrió—. ¿Vamos?—asentí. El abrió la puerta para dejarme pasar y luego él salió. Nos subimos a su auto y partimos hacia la plaza, según me había dicho él.
La cena fue realmente divertida, no había parado de reír y me agradó el hecho de que nadie tocó el tema de la fiesta que pasó la noche anterior.
Ibamos dando un par de vueltas cuando vimos un centro de juegos. Louis se puso a saltar como loco y corrió hacia el interior.
—Oh Dios, sáquenlo de ahí o no saldrá nunca dijo Stacey riendo.
—Yo iré—dijo Zayn resoplando. Liam, al cual me habían presentado cuando llegamos, le siguió los pasos. Susan, Niall y Stacey se disculparon, diciendo que iban a ir a comprar un helado al frente.
—¿La estás pasando bien?—Harry se sentó en una banca próxima, palmeó su lado y yo sonreí antes de sentarme.
—Debo admitir que sí. Pero esto queda entre nosotros—dije apuntándolo con un dedo.
—Prometido—dijo levantando su mano derecha.
—Te ves realmente linda, Aurore—no sé qué tenía él con mi segundo nombre, pero me gustaba escucharlo de sus labios. Sentí un calor invadir mis mejillas. Un cosquilleo invadió mi mano, y supe que Harry había entrelazado nuestros dedos, de nuevo.
—¡Harry!—una voz chillona nos hizo separarnos abruptamente. El se levantó y al instante fue impactado por el abrazo apretado de una chica rubia. Me levanté, obviamente incomodada por la escena.
—Emma…
—¿Quién es ella?—preguntó la rubia señalándome.
—Ella es Bethany…
—¿Quién es ella Harry?—me atreví a preguntar.
—Ella es mi…
—Novia… su novia.

wuaoooooooooooooooooooooooooooooo no puede ser el infiel ahora es harry wuaooooo y tiene a una rubia teñida. Esa debe ser la OBSTINADA METICHE de la ostilly

seguilaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa

me encanta me encanta

TAN TAN TAN TAN TAN NOOO!! porque una NOVIA!?!?! :caliente:

PD: Niall y Sue, en una habitación… Solos... ^^ JAJAJJAJJA

—¿Zayn irá?
—Claro que irá.
—¿Y por qué carajos no te fuiste con él? HAHAHHAHAHA -Ahh Síguela pronto C:

Y fue cuando la vi. Su piel blanca, ojos azules, aquel pelo rubio y liso. Yo la había visto antes, y al parecer ella había visto algo en mí, ya que me escudriñaba con ojos entrecerrados.
—Oh… yo… yo no sabía—murmuré mientras estaba a punto de darme la vuelta por la incómoda escena.
—¡Ya volvimos! ¡Muévete tarado!—llegó Stace, junto a Niall y Sue. La primera le gritaba a su primo que se apresurara a sacar a Louis de allí.—Emma… ¿qué haces aquí?—preguntó confundida.
—Coincidencia—dijo la rubia con media sonrisa, mirando a Harry.
—¿Cómo está Will?—ahora habló Sue. La rubia que parecía modelo de revista la miró como si quisiera pararla—. Me topé con tu novio el otro día y no hablamos mucho. Hace mucho que no veía—ahogué mis ganas de reír ante su cara.
—Sí, él… está bien. Nos veremos pronto, adiós—se retiró rápidamente y me mordí el labio, ahogando una carcajada.
—¿Qué dijo esta vez? ¿Qué se va a casar con Harry?—preguntó burlón Louis, el cual venía cargado por Liam que lo sostenía por los brazos y Zayn que lo agarraba por las piernas.
—No, dijo que era mi novia—Harry se encogió de hombros, pero luego sentí su mirada sobre mí.
—Ella es Emma Ostilly. Estudió en nuestra escuela el año pasado, es la ex de Harry, que jura y perjura que aún tienen algo—asentí levemente, sintiendo mi corazón calmarse. Se había sentido raro cuando ella dijo que era su novia, algo que no supe describir, pero ese algo, en definitiva, no se había sentido nada bien.
—¿Vamos?—pregunté, queriendo dejar de una vez por todas, el dichoso tema de aquella rubia… Emma… yo la había visto en algún lado.

—Gracias por dejarme—dije cuando el auto se detuvo.
—Gracias por venir con nosotros. Me agrada más esta Bethany, ¿sabes? Eres realmente divertida cuando quieres—él sonrió, como siempre. ¿Qué nunca se cansaba de sonreír? Aunque una parte de mí no quería que se cansara.
—Hasta pronto, Harry—lo miré y salí del auto, caminando hacia la puerta de la casa. Entré y recosté la espalda en la puerta.
Reí, sin ningún motivo, sin ninguna razón.
—Piensas que te fue mejor de lo que esperabas, ahora no sabes qué hacer, si reír, saltar o llorar. Piensas que todo se arregla de a poco y que en este instante te encuentras feliz y no te arrepientes de haber salido con tus amigos. Y te sientes extrañamente rara por ese chico de lindos rizos y verdes ojos, no sabes qué pensar ni que sentir para estos momentos.
—¿Cómo…?
—¿…Lo sé? Cariño, podrás odiarme, me habré equivocado, pero aún soy tu madre, te conozco desde siempre. Lo único que te voy a decir es que sé que te sientes feliz, por primera vez en mucho tiempo, no huyas de eso. No lo hagas. Tienes una nueva oportunidad, en una nueva casa, en un nuevo lugar, con nuevos y numerosos amigos de verdad. La vida te está sonriendo, te está abriendo una puerta para que entres, no para que la cierres y pierdas esa oportunidad. Vívela, disfrútala, abraza tu nueva vida. Ese chico, Harry, te hace feliz, no lo dejes ir. Es tu oportunidad de volver a ser tú misma Aurore—ella se acercó y con duda tocó mi mejilla. No aparté su mano, como venía haciendo desde hace mucho tiempo atrás. Ella dejó un beso en mi frente y nos miramos a los ojos por un largo rato. Sus ojos se cristalizaron, pero no derramó lágrima.
—Como sea—respondí como siempre hacía con ella, pero esta vez, sonreí antes de subir las escaleras.

Tres semanas más habían pasado y todo iba raramente bien, muy bien. La campana sonó y me dispuse a guardar unos libros y a tomar otros de mi casillero. Sue iba hablando conmigo acerca de algo mientras que Niall sólo escuchaba y opinaba de vez en cuando. Yo no podía dejar de mirarlos a los dos, y más después de que Stacey me contara lo que había pasado entre ellos aquel día que fuimos a cenar.
—¡Hola!—apareció Stace de la nada, enganchada al brazo de Zayn.
—¿Nos vamos?—preguntó Liam que se había acercado.
—Faltan Louis y Harry—dije mirando hacia otro lado.
—No, no es cierto—murmuró alguien en mi oído, pretendiendo asustarme.
—No Harry, eso no funciona conmigo—dije riendo mientras me giraba.
—¡Ah!—gritó Susan histéricamente.
—Pero con Sue sí—se carcajeó Louis mientras Susan lo perseguía por el susto que le había dado.
—Ahora sí, vámonos—habíamos acordado ir al parque que estaba a unas cuadras.
Harry se fue en su auto, junto con Louis. Niall y Sue se fueron en el de este primero y Liam se fue en el suyo. Zayn se subió a su moto y esperó a su novia.
—Zayn, me iré con Beth, quiero hablar de algo con ella—yo estaba había abierto la puerta de piloto y aún no me subía, mirándola con confusión. Ella besó a Zayn cortamente en los labios y este asintió, se puso el casco y encabezó la fila de autos. Beth se acercó a mi auto y se subió. Yo hice lo mismo, lo encendí y seguí el auto de Styles.
—¿Qué sucede Stace?—pregunté.
—No es nada grave, descuida. Solo quería decirte gracias.
—¿Gracias? ¿Por qué? Si alguien debería dar gracias, esa soy yo, a ustedes…
—Pues por esto mismo. Aún sé que tratas de esconderte, pero siento que te estás abriendo, aunque sea de poquito a nosotros. Estás más sonriente, te veo más… diferente. Te hablo de verdad cuando te digo que te has hecho un hueco en el grupo. Todos te queremos y espero que sepas que estamos ahí para ti, quien sea, ¿ok?
—Gracias—dije sintiendo mis ojos cristalizarse. Nadie me había dicho eso nunca. Ni siquiera el grupo de idiotas que fingieron ser mis amigos en un pasado.
—¿Sabes? Styles te hace bien. Se te nota—ella sonrió, mirando por la ventana.
No hablamos más, pero no fue un silencio incómodo el que se hizo.
Pocos minutos después aparqué detrás del auto de Harry. Dejamos los bolsos del colegio ahí dentro y nos bajamos. Guardé mis llaves en el bolsillo de la chaqueta y nos sentamos en hierba. Yo recosté la espalda en el grueso tronco de un árbol que nos había sombra. A mi lado estaba Stacey abrazada de Zayn. Harry estaba a mi lado, sentado rodeando sus piernas con sus brazos y Louis estaba acostado boca abajo, apoyado en sus codos. Niall jaloneó a Sue para comprar un helado.
—¿Quién era?—le preguntó Stace a su primo.
—Mamá, nada importante—guardó su teléfono y se sentó a un lado de Louis, quedando estos dos frente a nosotros.
—Esos dos se traen algo—dijo Zayn sonriendo de lado mirando de lejos la dirección por la que Niall y Sue habían desaparecido.
—Pronto le pedirá ser su novia—dije segura y sonriente. Me alegraba por Niall, bastante. Antes un solitario, como yo, y ahora, con muchas personas rodeándolo.
—Aún recuerdo cuando siempre estaba solo, en cualquier parte—murmuró Stace perdida en sus pensamientos.
—¿Y por qué nunca se acercaron?—pregunté.
—No lo sé—Louis se encogió de hombros—. Pero nunca fue porque consideráramos que era un retrasado y marginado social. Simplemente… nunca nos acercamos.
—Ya veo—susurré.
—Pero ahora todos estamos juntos y somos los mejores amigos—gritó Harry con voz de niño pequeño, haciéndonos reír. Sin previo aviso, se giró y recostó su cabeza en mis piernas. El tenía sus gafas de sol puestas, por lo que no sabía si me estaba mirando. Stace mi codeó ligeramente y me sonrió de lado.
No escuchaba mucho de lo que los demás decían, ya que yo estaba perdida en mis pensamientos. Exactamente, reviviendo seis meses atrás. Tampoco me había dado cuenta que enroscaba los rizos de Harry entre mis dedos, pero a él parecía no molestarle, así que no le di importancia. Con mi mano libre acomodé mis gafas de sol y cuando la baje hacía la hierba nuevamente, esta cayó sobre la mano de Harry. Los dos nos miramos, al menos yo lo miré y él giró su cabeza en mi dirección. Ninguno apartó sus manos, subí la mirada, pro aún sintiendo su tacto cálido en mi mano. Algo me pareció moverse detrás de un árbol cercano. Quité mi mano de la de Harry para quitarme las gafas.
Había visto perfectamente que alguien nos había tomado una foto, ya sea a mí, o al grupo entero. Ella vio que yo la miraba, y salió corriendo, pero nadie se percató. Pude ver su rubia cabellera y supe quién era…
—Emma—murmuré.
—¿Qué sucede?—Harry se levantó un poco, apoyándose en sus codos.
—Nada, nada…—fruncí levemente el ceño y me volví a poner las gafas.
Pobre chica obsesiva, aún anda detrás de Harry, pensé.

—¡Pásame un cigarrillo!—gritó la rubia.
—Pero sigue bailando para mí preciosa—el chico lo encendió y se lo pasó, tocándola descaradamente. Estaban en una de sus típicas “fiestas privadas”.
En el espacioso salón estaban cinco personas. Dos chicas y tres chicos. Ella pertenecientes al equipo de animadoras y ellos, al de fútbol.
Como algunas tardes, ponían música, contaban cosas, bailaban restregándose unos contra otros sin importar nada, se besaban entre ellos, fumaban, bebían y según ellos “disfrutaban al máximo”.
El teléfono de la rubia no dejaba de sonar.
—¿Quién es?—preguntó de mal humor.
—Soy yo…
—Sí sí, dime. ¿Qué sucede?—le dio un trago a la bebida que le tendía el chico de ojos azules.
—¿Recuerdas a esa chica que estaba en tu escuela? Bethany…
—¡Claro que sí! La perra esa fue nuestro mejor juguete. Hasta la extraño, ya no hay mucha diversión como antes…—se rió la rubia.
—Me habías dicho que ella te debía una, ¿verdad?
—Sí. Te dije que ella arruinó mi vestido y mi fiesta antes de irse… sin contar que ella de alguna manera hizo que Will no me volviera a hablar. Hasta se fue de la escuela…
—Eh… sí, eso mismo—contesto la otra chica del otro lado nerviosa.
—¿Qué sucede con ella?
—Sé dónde está.
—¿Ah sí?—rió.
—Sí. Aquí, en Londres. Y al parecer está muy contenta. Ella se está llevando a Harry…
—¿Quién? ¿Tu ex?
—Sí. Mira, te mando la foto—se la envió y la rubia sonrió con malicia al verla.
—Sí… es ella… Bethany Chassier… ¿Hace cuanto lo sabes?
—Unas semanas, pero no estaba segura. La encontré el parque de casualidad y decidí tomar una foto.
—Bien hecho cariño… te debo una—la rubia colgó el teléfono y sintió unos labios por su cuello.
—¿Quién era, Fleur?
—Daniel, cariño, nos vamos de vacaciones a Londres.

Ay no....¡YA SEA ARMO LA GORDA!...bueno...rubia(? jugskasjdkhandla "X" NO!! Maldita Fleur! :enfadado: Si es rubia entonces si se armo la rubia hhahaha x) Ok no. pero volviendo a lo de Liam, ya se pobrecito soporta todo x)

Siguela CC:

:O FUCK!!! Rubia oxigenada de Emma -.- Ya decia yo que la pobre Beth tenia mucha felicidad :( eso no se vale esa bitch MUERTE A EMMA ok no ._. xd siguela

Ahhh!! Síguela pronto :33

¡Hola!
Vengo a decirte que me encanta tu novela, espero que la sigas.
Y que si no te impotaría pasarte por mis novelas
¡Síguela!
Besos xx :(L):

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