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BEAUTY DATES THE BEAST JOE Y TU TERMINADA
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
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Re: BEAUTY DATES THE BEAST JOE Y TU TERMINADA
bueno chicas aqui les subo un poco mas :D
-Te veías como si estuvieras manejando bien las cosas. -Cruzo sus brazos sobre el pecho, lo que realmente hizo resaltar su desnudez-. Así que, ¿vas a decirme que esta pasando?
-Si hubiera sabido lo que era, ¿no crees que me hubiera encargado de el?
-Algo te esta cazando. O a Sara. Tal vez a las dos.
Le di una risa trémula.
-Tal vez deberíamos preguntarnos si tienes enemigos.
Su expresión seguía siendo seria, lo que me hizo temblar. Los hombres lobos tenían a Savannah, porque querían a Sara. ¿Tal vez me querían a mi también? Yo sabia que no podía convertirme en lobos, pero ellos no.
Un brazo cálido se envolvió alrededor de mi hombro. De repente encontré mi nariz aplastada contra el pecho de Joe y me empujo fuerte contra el.
-Ven y siéntate en el sofá -dijo en voz baja, hipnótica-. Iré a buscar a Sara.
Mis brazos sujetaron su cintura y lo atraje hacia mi.
-Ella esta bien. Solo necesita un poco mas de tiempo para recuperarse y no apreciara que la molestemos. -Ante su mirada escéptica, puse la cabeza en su hombro-. Quédate conmigo. Por favor.
Lo estaba manipulando emocionalmente para mantenerlo alejado de mi muy lobuna hermana.
-No te preocupes -dijo, manteniendome presionado a su lado mientras nos llevaba hacia el sofá-. Todo va a estar bien. Lo que sea que haya sido, ya se ha ido. Ya he llamado a mi clan, y vendrán a ayudarnos.
Ayudarnos. No "ayudarte". Como si estuviéramos unidos por la cadera. No haría ninguna daño que le permitiera pensar que todavia podíamos estar juntos, así que me acurruque junto a su cuerpo desnudo en el sofá. Mi mente seguía repitiendo los acontecimientos una y otra vez, los gruñidos el horrible olor, el miedo de Sara, quien debió haber estado aterrorizada, pero no podía acercarme a ella mientras Joe estuviera aquí y ella continuara siendo un lobo...
No sentamos en el sofá por un largo tiempo. Joe me acaricio e pelo y susurro cosas para mi, y... me gusto. Había algo relajante en dejar que alguien me sostuviera y acariciara cuando algo me inquietaba. A pesar de que no podía contarle a Joe sobre mis problemas, el sabia que yo estaba molesta y trato de hacerlo mejor.
Fue un nuevo concepto. Por lo general, estaba tan ocupada intentando resolver los problemas para Sara y para mi que nunca tuve la oportunidad de relajarme o dejar que otra persona cargara con el peso, ni por un segundo.
Era una sensación embriagadora. Me hizo desear cosas que no podía tener. Debo haber temblado de nuevo, porque Joe presiono los labios sobre mi pelo enredado, abrazándome con mas fuerza.
-Estoy aquí, _________________. Ahora estas a salvo. Me voy a encargar de todo.
Por extraño que parezca, eso me hizo sentir mejor. Posiblemente, no podía ayudarme, pero saber que estaba dispuesto a intentarlo de alguna manera hizo toda la diferencia.
Unos pocos hombres pronto se presentaron y se invitaron a si mismos a entrar a la casa. Todos ellos se parecían mucho a Joe: altos, delgados, de pelo oscuro, y de fuerte contextura. Los mismos ojos claros, la misma estructura osea. Obviamente mas miembros del clan Russell.
De pie, desnudo delante de ellos, no parecía incomodo en lo mas mínimo y todos comenzaron a hablar como si yo no estuviera allí.
-¿Humanos, Joe? -Uno de los extraños me miro con incredulidad. Otro olfateo su entorno, agitando las fosas nasales, como si todo esto le desagradase.
-La señorita Ward es mi novia.
No, no lo es. Ella no puede serlo. No, si ella es inteligente.
Otro hablo:
-¿En serio?
Toda la casa se hizo silenciosa como la muerte, como si un enorme insulto acabase de ser pronunciado. Uno de los hombres golpeo a otro en el hombro.
-Jefe -comenzó, y casi pude oler la disculpa próxima.
Por Dios. Los supernaturales realmente no se preocupan por los seres humanos.
Pero Joe solo les dio una sonrisa perezosa que hizo que mi corazón tartamudeara.
-En serio. -Fue todo lo que dijo, y tiro de mi detrás de el en un gesto posesivo-. Ahora, ¿donde esta Nick?
Uno de los clones gesticulo hacia el exterior.
-Bajando su kit de la parte trasera del camión.
Joe gruño en reconocimiento.
-¿Traen sus armas?
Espera. ¿Eh?
-¿Armas? -interrumpí-. ¿Que están haciendo?
Joe dijo:
-Estamos colocando un anzuelo. Si eso vuelve a esta casa, no vivirá por mucho tiempo.
Bueno, mierda. No necesitaba un montón de gatos cambiadores arrastrándose en la casa. Los necesitaba a todos fuera ahora, antes de que olfatearan a Sara. Mire con enojo a Joe.
-No pueden hacer eso. No quiero armas en mi casa. De hecho, no quiero un grupo de desconocidos en mi casa.
Joe me llevo hacia el otro extremo de la sala de estar. Los otros apartaron la mirada, hablando en susurros.
-Deja que me encargue de esto, ____________ -dijo en voz baja-. No voy a permitir que una criatura te aceche, entre en tu casa, y ponga en peligro tu vida. Te he marcado con mi reclamo, y vas a aceptar que estoy cuidando de ti. -Su palabras fueron bajas y uniformes.
Abrí la boca para protestar.
-Los otros no te tocaran. Te darán mas respeto que a un ser humano normal porque te he reclamado. -Cuando empece a protestar de nuevo, continuo-: Eres mía. Ya lo he decidido. Y si tengo que marcar todo ese delicioso cuerpo para demostrarlo, lo haré.
-Te veías como si estuvieras manejando bien las cosas. -Cruzo sus brazos sobre el pecho, lo que realmente hizo resaltar su desnudez-. Así que, ¿vas a decirme que esta pasando?
-Si hubiera sabido lo que era, ¿no crees que me hubiera encargado de el?
-Algo te esta cazando. O a Sara. Tal vez a las dos.
Le di una risa trémula.
-Tal vez deberíamos preguntarnos si tienes enemigos.
Su expresión seguía siendo seria, lo que me hizo temblar. Los hombres lobos tenían a Savannah, porque querían a Sara. ¿Tal vez me querían a mi también? Yo sabia que no podía convertirme en lobos, pero ellos no.
Un brazo cálido se envolvió alrededor de mi hombro. De repente encontré mi nariz aplastada contra el pecho de Joe y me empujo fuerte contra el.
-Ven y siéntate en el sofá -dijo en voz baja, hipnótica-. Iré a buscar a Sara.
Mis brazos sujetaron su cintura y lo atraje hacia mi.
-Ella esta bien. Solo necesita un poco mas de tiempo para recuperarse y no apreciara que la molestemos. -Ante su mirada escéptica, puse la cabeza en su hombro-. Quédate conmigo. Por favor.
Lo estaba manipulando emocionalmente para mantenerlo alejado de mi muy lobuna hermana.
-No te preocupes -dijo, manteniendome presionado a su lado mientras nos llevaba hacia el sofá-. Todo va a estar bien. Lo que sea que haya sido, ya se ha ido. Ya he llamado a mi clan, y vendrán a ayudarnos.
Ayudarnos. No "ayudarte". Como si estuviéramos unidos por la cadera. No haría ninguna daño que le permitiera pensar que todavia podíamos estar juntos, así que me acurruque junto a su cuerpo desnudo en el sofá. Mi mente seguía repitiendo los acontecimientos una y otra vez, los gruñidos el horrible olor, el miedo de Sara, quien debió haber estado aterrorizada, pero no podía acercarme a ella mientras Joe estuviera aquí y ella continuara siendo un lobo...
No sentamos en el sofá por un largo tiempo. Joe me acaricio e pelo y susurro cosas para mi, y... me gusto. Había algo relajante en dejar que alguien me sostuviera y acariciara cuando algo me inquietaba. A pesar de que no podía contarle a Joe sobre mis problemas, el sabia que yo estaba molesta y trato de hacerlo mejor.
Fue un nuevo concepto. Por lo general, estaba tan ocupada intentando resolver los problemas para Sara y para mi que nunca tuve la oportunidad de relajarme o dejar que otra persona cargara con el peso, ni por un segundo.
Era una sensación embriagadora. Me hizo desear cosas que no podía tener. Debo haber temblado de nuevo, porque Joe presiono los labios sobre mi pelo enredado, abrazándome con mas fuerza.
-Estoy aquí, _________________. Ahora estas a salvo. Me voy a encargar de todo.
Por extraño que parezca, eso me hizo sentir mejor. Posiblemente, no podía ayudarme, pero saber que estaba dispuesto a intentarlo de alguna manera hizo toda la diferencia.
Unos pocos hombres pronto se presentaron y se invitaron a si mismos a entrar a la casa. Todos ellos se parecían mucho a Joe: altos, delgados, de pelo oscuro, y de fuerte contextura. Los mismos ojos claros, la misma estructura osea. Obviamente mas miembros del clan Russell.
De pie, desnudo delante de ellos, no parecía incomodo en lo mas mínimo y todos comenzaron a hablar como si yo no estuviera allí.
-¿Humanos, Joe? -Uno de los extraños me miro con incredulidad. Otro olfateo su entorno, agitando las fosas nasales, como si todo esto le desagradase.
-La señorita Ward es mi novia.
No, no lo es. Ella no puede serlo. No, si ella es inteligente.
Otro hablo:
-¿En serio?
Toda la casa se hizo silenciosa como la muerte, como si un enorme insulto acabase de ser pronunciado. Uno de los hombres golpeo a otro en el hombro.
-Jefe -comenzó, y casi pude oler la disculpa próxima.
Por Dios. Los supernaturales realmente no se preocupan por los seres humanos.
Pero Joe solo les dio una sonrisa perezosa que hizo que mi corazón tartamudeara.
-En serio. -Fue todo lo que dijo, y tiro de mi detrás de el en un gesto posesivo-. Ahora, ¿donde esta Nick?
Uno de los clones gesticulo hacia el exterior.
-Bajando su kit de la parte trasera del camión.
Joe gruño en reconocimiento.
-¿Traen sus armas?
Espera. ¿Eh?
-¿Armas? -interrumpí-. ¿Que están haciendo?
Joe dijo:
-Estamos colocando un anzuelo. Si eso vuelve a esta casa, no vivirá por mucho tiempo.
Bueno, mierda. No necesitaba un montón de gatos cambiadores arrastrándose en la casa. Los necesitaba a todos fuera ahora, antes de que olfatearan a Sara. Mire con enojo a Joe.
-No pueden hacer eso. No quiero armas en mi casa. De hecho, no quiero un grupo de desconocidos en mi casa.
Joe me llevo hacia el otro extremo de la sala de estar. Los otros apartaron la mirada, hablando en susurros.
-Deja que me encargue de esto, ____________ -dijo en voz baja-. No voy a permitir que una criatura te aceche, entre en tu casa, y ponga en peligro tu vida. Te he marcado con mi reclamo, y vas a aceptar que estoy cuidando de ti. -Su palabras fueron bajas y uniformes.
Abrí la boca para protestar.
-Los otros no te tocaran. Te darán mas respeto que a un ser humano normal porque te he reclamado. -Cuando empece a protestar de nuevo, continuo-: Eres mía. Ya lo he decidido. Y si tengo que marcar todo ese delicioso cuerpo para demostrarlo, lo haré.
jamileth
Re: BEAUTY DATES THE BEAST JOE Y TU TERMINADA
-Deja que me encargue de esto, ____________ -dijo en voz baja-. No voy a permitir que una criatura te aceche, entre en tu casa, y ponga en peligro tu vida. Te he marcado con mi reclamo, y vas a aceptar que estoy cuidando de ti. -Su palabras fueron bajas y uniformes.
Abrí la boca para protestar.
-Los otros no te tocaran. Te darán mas respeto que a un ser humano normal porque te he reclamado. -Cuando empece a protestar de nuevo, continuo-: Eres mía. Ya lo he decidido. Y si tengo que marcar todo ese delicioso cuerpo para demostrarlo, lo haré.
Una ráfaga de deseo corrió a través de mi ante esa imagen mental y trague saliva con fuerza, resistiendo el impulso de abanicarme.
La sonrisa torcida curvo su boca de nuevo y paso el pulgar por el labio interior como si me recordara sus besos. Luego camino hacia sus hombres.
-Tenemos que establecer una defensa. Traigan la plata y el acónito, y tengan cuidado. Quiero que comiences escaleras arriba.
Me dejaron allí en la sala de estar, aturdida, mis labios todavia sentían el calor eléctrico de su contacto. Regrese a la cocina, mirando en el interior. La puerta de la despensa estaba abierta y no vi a Sara por ninguna parte. Esa era una buena señal. Tal vez había cambiado y se había ido al baño trasero a ocultar su olor.
Una mano me toco el codo.
Salte, tropezando unos pasos hacia atrás por el susto.
Un hombre grande y rubio estaba allí con una mirada seria en su rostro. Era enorme, por lo menos unos 30 centímetros mas alto que Joe y mas ancho. Tenia el pelo enmarañado, sus facciones alargadas. Una mano sujetaba una caja de herramientas, y el otro colosal guante llevaba una botella de agua.
-Bebe esto.
Mire alarmada al gigante.
-¿Quien... quien eres?
Irritación cruzo los rasgos duros, como si le molestara tener que responder.
-Nick.
-Esta bien. -Joe había mencionado a Nick un par de veces. Su mejor amigo y compañero, miembro de la Alianza-. No, gracias. No tengo sed.
Extendió la mano, sujeto la mía, y me obligo a tomar la botella de agua en ella.
-Bebe.
No era exactamente el hombre mas amable. Lo fulmine con la mirada.
Me devolvió la mirada.
Bebí.
A continuación, me entrego un paquete plateado de píldoras.
-Toma esto.
Las rechace.
-Estoy bien.
Ignorando mis protestas, empujo hacia mi otra vez.
Tome las píldoras de su mano y fruncí el ceño cuando continuo mirándome, esperando a que las tragara.
-El Sr. Russell es un poco prepotente.
Nick lanzo un gruñido. Obviamente no era un hombre de muchas palabras.
Mire las píldoras, claramente para relajar mis nervios. Dios sabia que no las podía utilizar. Sara y yo necesitábamos salir de Fort Worth. Lejos de los cambiadores, lejos de todo el mundo. Podríamos empacar lo necesario esta noche y estar fuera de la ciudad por la mañana, pero no con todos estos cambiadores por mi casa, tratando de ser útiles.
-Toma. La Píldora. -Nick se cernió sobre mi, su rostro duro y sin sonreír. Sus brazos cruzados por el pecho, y se quedo mirándome fijamente.
Le devolví la mirada.
-Voy a presentar una queja ante tu jefe de que estas tratando de drogarme.
Los ojos duros de Nick brillaron buscando los míos.
-¿Quien crees que me dijo que te las diera?
Oh. Bueno, entonces. Esto era lo que obtenía por pretender tener un colapso para distraer a Joe. Podría empacar, mientras estaba medicada, supuse. Incluso si no quería tomar las pastillas, no tenia ninguna duda de que Nick me obligaría a tomarlas, de una manera u otra. Haciendo caso omiso de aquel gigante descomunal que se cernía sobre mi, a regañadientes trague las pastillas con agua.
Tenían un sabor terrible, dejando una capa pastosa sobre mi boca.
-¿Todo el mundo siempre hace lo que Joe quiere? -pregunte, señalando a los hombres que se arrastraban por mi casa. Todavia podía oírlo ladrando ordenes desde arriba.
-Si -dijo Nick.
Solté un bufido y me puse a limpiar el vidrio de las dos ventanas rotas. Necesitaba ver a mi hermana, pero no con este gigante amenazante cerniéndose sobre mi hombro, lenta. Las cosas empezaron a sentirse desconectadas, y mi cabeza como si estuviera dando vueltas.
Joe apareció de repente a mi lado y me elevo el rostro, estudiando mi expresión.
-¿Como esta?
Quise protestar, me lo podía preguntar directamente, pero había una niebla asentándose en mi cerebro. Nick reapareció por el rabillo de mi ojo, Sara posicionada detrás de el, había cambiado su ropa y su pelo estaba mojado, ¿una ducha rápida?
-Se tomo las píldoras -dijo Nick en esa voz ronca y baja-. Le daría un par de horas.
-¿Para que? -pregunte, con dificultad para mantener los ojos abiertos.
-Tiempo mas que suficiente -dijo Joe, y luego me levanto en el aire. El mundo giraba vertiginosamente, el olor espeso de el estaba en todas partes, y me di cuenta que me acunaba contra su pecho desnudo. Era tan cálido y delicioso que me acurruque y lance un suspiro de felicidad. Podía dormir aquí.
Abrí la boca para protestar.
-Los otros no te tocaran. Te darán mas respeto que a un ser humano normal porque te he reclamado. -Cuando empece a protestar de nuevo, continuo-: Eres mía. Ya lo he decidido. Y si tengo que marcar todo ese delicioso cuerpo para demostrarlo, lo haré.
Una ráfaga de deseo corrió a través de mi ante esa imagen mental y trague saliva con fuerza, resistiendo el impulso de abanicarme.
La sonrisa torcida curvo su boca de nuevo y paso el pulgar por el labio interior como si me recordara sus besos. Luego camino hacia sus hombres.
-Tenemos que establecer una defensa. Traigan la plata y el acónito, y tengan cuidado. Quiero que comiences escaleras arriba.
Me dejaron allí en la sala de estar, aturdida, mis labios todavia sentían el calor eléctrico de su contacto. Regrese a la cocina, mirando en el interior. La puerta de la despensa estaba abierta y no vi a Sara por ninguna parte. Esa era una buena señal. Tal vez había cambiado y se había ido al baño trasero a ocultar su olor.
Una mano me toco el codo.
Salte, tropezando unos pasos hacia atrás por el susto.
Un hombre grande y rubio estaba allí con una mirada seria en su rostro. Era enorme, por lo menos unos 30 centímetros mas alto que Joe y mas ancho. Tenia el pelo enmarañado, sus facciones alargadas. Una mano sujetaba una caja de herramientas, y el otro colosal guante llevaba una botella de agua.
-Bebe esto.
Mire alarmada al gigante.
-¿Quien... quien eres?
Irritación cruzo los rasgos duros, como si le molestara tener que responder.
-Nick.
-Esta bien. -Joe había mencionado a Nick un par de veces. Su mejor amigo y compañero, miembro de la Alianza-. No, gracias. No tengo sed.
Extendió la mano, sujeto la mía, y me obligo a tomar la botella de agua en ella.
-Bebe.
No era exactamente el hombre mas amable. Lo fulmine con la mirada.
Me devolvió la mirada.
Bebí.
A continuación, me entrego un paquete plateado de píldoras.
-Toma esto.
Las rechace.
-Estoy bien.
Ignorando mis protestas, empujo hacia mi otra vez.
Tome las píldoras de su mano y fruncí el ceño cuando continuo mirándome, esperando a que las tragara.
-El Sr. Russell es un poco prepotente.
Nick lanzo un gruñido. Obviamente no era un hombre de muchas palabras.
Mire las píldoras, claramente para relajar mis nervios. Dios sabia que no las podía utilizar. Sara y yo necesitábamos salir de Fort Worth. Lejos de los cambiadores, lejos de todo el mundo. Podríamos empacar lo necesario esta noche y estar fuera de la ciudad por la mañana, pero no con todos estos cambiadores por mi casa, tratando de ser útiles.
-Toma. La Píldora. -Nick se cernió sobre mi, su rostro duro y sin sonreír. Sus brazos cruzados por el pecho, y se quedo mirándome fijamente.
Le devolví la mirada.
-Voy a presentar una queja ante tu jefe de que estas tratando de drogarme.
Los ojos duros de Nick brillaron buscando los míos.
-¿Quien crees que me dijo que te las diera?
Oh. Bueno, entonces. Esto era lo que obtenía por pretender tener un colapso para distraer a Joe. Podría empacar, mientras estaba medicada, supuse. Incluso si no quería tomar las pastillas, no tenia ninguna duda de que Nick me obligaría a tomarlas, de una manera u otra. Haciendo caso omiso de aquel gigante descomunal que se cernía sobre mi, a regañadientes trague las pastillas con agua.
Tenían un sabor terrible, dejando una capa pastosa sobre mi boca.
-¿Todo el mundo siempre hace lo que Joe quiere? -pregunte, señalando a los hombres que se arrastraban por mi casa. Todavia podía oírlo ladrando ordenes desde arriba.
-Si -dijo Nick.
Solté un bufido y me puse a limpiar el vidrio de las dos ventanas rotas. Necesitaba ver a mi hermana, pero no con este gigante amenazante cerniéndose sobre mi hombro, lenta. Las cosas empezaron a sentirse desconectadas, y mi cabeza como si estuviera dando vueltas.
Joe apareció de repente a mi lado y me elevo el rostro, estudiando mi expresión.
-¿Como esta?
Quise protestar, me lo podía preguntar directamente, pero había una niebla asentándose en mi cerebro. Nick reapareció por el rabillo de mi ojo, Sara posicionada detrás de el, había cambiado su ropa y su pelo estaba mojado, ¿una ducha rápida?
-Se tomo las píldoras -dijo Nick en esa voz ronca y baja-. Le daría un par de horas.
-¿Para que? -pregunte, con dificultad para mantener los ojos abiertos.
-Tiempo mas que suficiente -dijo Joe, y luego me levanto en el aire. El mundo giraba vertiginosamente, el olor espeso de el estaba en todas partes, y me di cuenta que me acunaba contra su pecho desnudo. Era tan cálido y delicioso que me acurruque y lance un suspiro de felicidad. Podía dormir aquí.
jamileth
Re: BEAUTY DATES THE BEAST JOE Y TU TERMINADA
-Se tomo las píldoras -dijo Nick en esa voz ronca y baja-. Le daría un par de horas.
-¿Para que? -pregunte, con dificultad para mantener los ojos abiertos.
-Tiempo mas que suficiente -dijo Joe, y luego me levanto en el aire. El mundo giraba vertiginosamente, el olor espeso de el estaba en todas partes, y me di cuenta que me acunaba contra su pecho desnudo. Era tan cálido y delicioso que me acurruque y lance un suspiro de felicidad. Podía dormir aquí.-Hay tiempo de sobra ¿para que?
Presiono los labios en mi frente, y el mundo se balanceo un poco cuando comenzó a caminar.
-Es hora de llevarte a casa, _____________. A mi casa.
-No podemos -proteste, tratando de enfocar los ojos en mi hermana. La cara de Sara estaba pálida de la tensión, con los brazos cruzados sobre el pecho-. Nos vamos.
-Si, nos vamos -coincidió Joe.
Estábamos hablando de dos cosas diferentes, pero yo no podía mantenerme despierta. Mis ojos se cerraron mientras me hundía mas profundamente en sus brazos, y dejaba que el pesado sueño se hiciese cargo de mi.
Cuando desperté, el espantoso sabor de mi boca se había convertido en una clase totalmente nueva de asquerosidad, y mi cabeza palpitaba. Me senté, dándome cuenta que estaba en el sofá de alguien. Eso explicaba el calambre en mi cuello y los rastros de baba a un lado de mi rostro. Los limpie y mire con el ceño fruncido a mi alrededor.
Parecía que estaba en algún tipo de posada rustica. El sofá era de un feo estampado a cuadros campestre, y las paredes eran de alguna clase de tablones de madera.
El cuarto en si mismo era enorme, las grandes ventanas, llenaban la habitación con la luz del sol. Una alfombra trenzada decoraba el suelo, y vislumbre una espaciosa cocina a través de la sala de estar. Esta no era solo una cabaña de madera.... esta era una cabaña de madera súper potenciada.
¿La casa de Joe? Vagamente lo recordaba diciéndome que me llevaba a casa.
¿Pero donde estaba Sara? ¿Donde estaba mi hermana?
El mundo regreso apresuradamente y volé a través de las habitaciones, buscándola. No la podía encontrar en ninguna parte. Abrí una docena de puertas, pero yo era la única en la casa. Eso me golpeo como una tonelada de ladrillos.
Había sido drogada. Ese bastardo de Nick me había dado algo para dejarme inconsciente. Tonta que era, había creído que era algo para que me relajara. Nop. Era algo para dejarme inconsciente.
Pase mis manos por mi vestido. Mis pantys estaban intactas y mi pelo todavia era un asqueroso lió. Me sentí un poco mejor.
Joe. "Tiempo para llevarte a casa, _______________. A mi casa." La alarma volvió cuando la memoria entera lo hizo.
Un monstruo había estado en mi casa. Sara había estado en pánico y había cambiado, y un puñado de were-pumas había llegado para salvar el día. Puse mi mano en mi frente. ¿Donde estaba Joe? ¿Por que había sido dejada aquí sola ?
bueno chicas poco a poco estoy arreglando mi problema...
y aqui les subi un poco mas :D
-¿Para que? -pregunte, con dificultad para mantener los ojos abiertos.
-Tiempo mas que suficiente -dijo Joe, y luego me levanto en el aire. El mundo giraba vertiginosamente, el olor espeso de el estaba en todas partes, y me di cuenta que me acunaba contra su pecho desnudo. Era tan cálido y delicioso que me acurruque y lance un suspiro de felicidad. Podía dormir aquí.-Hay tiempo de sobra ¿para que?
Presiono los labios en mi frente, y el mundo se balanceo un poco cuando comenzó a caminar.
-Es hora de llevarte a casa, _____________. A mi casa.
-No podemos -proteste, tratando de enfocar los ojos en mi hermana. La cara de Sara estaba pálida de la tensión, con los brazos cruzados sobre el pecho-. Nos vamos.
-Si, nos vamos -coincidió Joe.
Estábamos hablando de dos cosas diferentes, pero yo no podía mantenerme despierta. Mis ojos se cerraron mientras me hundía mas profundamente en sus brazos, y dejaba que el pesado sueño se hiciese cargo de mi.
CAPITULO 8
Cuando desperté, el espantoso sabor de mi boca se había convertido en una clase totalmente nueva de asquerosidad, y mi cabeza palpitaba. Me senté, dándome cuenta que estaba en el sofá de alguien. Eso explicaba el calambre en mi cuello y los rastros de baba a un lado de mi rostro. Los limpie y mire con el ceño fruncido a mi alrededor.
Parecía que estaba en algún tipo de posada rustica. El sofá era de un feo estampado a cuadros campestre, y las paredes eran de alguna clase de tablones de madera.
El cuarto en si mismo era enorme, las grandes ventanas, llenaban la habitación con la luz del sol. Una alfombra trenzada decoraba el suelo, y vislumbre una espaciosa cocina a través de la sala de estar. Esta no era solo una cabaña de madera.... esta era una cabaña de madera súper potenciada.
¿La casa de Joe? Vagamente lo recordaba diciéndome que me llevaba a casa.
¿Pero donde estaba Sara? ¿Donde estaba mi hermana?
El mundo regreso apresuradamente y volé a través de las habitaciones, buscándola. No la podía encontrar en ninguna parte. Abrí una docena de puertas, pero yo era la única en la casa. Eso me golpeo como una tonelada de ladrillos.
Había sido drogada. Ese bastardo de Nick me había dado algo para dejarme inconsciente. Tonta que era, había creído que era algo para que me relajara. Nop. Era algo para dejarme inconsciente.
Pase mis manos por mi vestido. Mis pantys estaban intactas y mi pelo todavia era un asqueroso lió. Me sentí un poco mejor.
Joe. "Tiempo para llevarte a casa, _______________. A mi casa." La alarma volvió cuando la memoria entera lo hizo.
Un monstruo había estado en mi casa. Sara había estado en pánico y había cambiado, y un puñado de were-pumas había llegado para salvar el día. Puse mi mano en mi frente. ¿Donde estaba Joe? ¿Por que había sido dejada aquí sola ?
bueno chicas poco a poco estoy arreglando mi problema...
y aqui les subi un poco mas :D
jamileth
Re: BEAUTY DATES THE BEAST JOE Y TU TERMINADA
awww Joe la drogo?? Para que??
A donde la llevo?? Y donde esta Sara??
Hay nos dejaste conl a intriga
Y que es eso de que la rayiz no puede ser convertida en lobo??
Siguela!!
A donde la llevo?? Y donde esta Sara??
Hay nos dejaste conl a intriga
Y que es eso de que la rayiz no puede ser convertida en lobo??
Siguela!!
aranzhitha
Re: BEAUTY DATES THE BEAST JOE Y TU TERMINADA
OOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOHHHH!!!!!!
SI ___ NO QUERIA IIIRRR ......
AAAAAA MIIIIII.. YO ME APUUUNNTOOOOO!!!
JEJEJJEJEJEJE
SI ___ NO QUERIA IIIRRR ......
AAAAAA MIIIIII.. YO ME APUUUNNTOOOOO!!!
JEJEJJEJEJEJE
chelis
Re: BEAUTY DATES THE BEAST JOE Y TU TERMINADA
Es que te pasas, te pasas de verdad, o sea como puedes dejarlo ahí?
Y donde esta Joseph...????
Y donde esta Joseph...????
JB&1D2
Re: BEAUTY DATES THE BEAST JOE Y TU TERMINADA
Ahh porq mierda la drogo ?? Ahora donde esta joe ? y sara ? o__o
Q bueno q estes solucionando tu problema :D
SIGUELAA
Q bueno q estes solucionando tu problema :D
SIGUELAA
jb_fanvanu
Re: BEAUTY DATES THE BEAST JOE Y TU TERMINADA
Ahhh donde rayos se metió Joe!!
Cada vez me gusta mas a nove
Plis siguela pronto!!
Muero por CAP!!
Cada vez me gusta mas a nove
Plis siguela pronto!!
Muero por CAP!!
Karli Jonas
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