Te amo. Zayn Malik y Brianna(tu) [TERMINADA]

Nombre: Te amo. Zayn Malik y Brianna(tu)
Autor: YOP
Adaptación: No
Género: Romance, Drama
Advertencias: los otros chicos de 1D no aparecen....
Otras páginas: no, ni de cerca... xD

Holaaaaaaa primera lectora!!! Pliss sigueeee!!!!!!

Capitulo 1

—Y esa es la diferencia entre amor y enamoramiento…

Me quede quieta, en verdad era complicado. Enrique tenía razón.

—¿Osea que me enamorado sin amar a alguien?

—Exacto.

—Wow, bueno, amm, creo que ahora comprendo muchas cosas. Gracias.

—¿Para que estan los amigos?

—Es una lastima que en la escuela ya nadie se acuerde de las clases de educación física, jaja, porque seguirías siendo mi maestro favorito.

—Jajaja, si que lastima.

—Bueno, ya tengo sueño. Nos vemos. Y otra vez gracias.

—Que estés bien.

Cerré mi sesión y apague la computadora. En realidad, no tenia sueño. Esta plática me había dejado muy pensativa. De pronto vinieron a mi mente recuerdos de experiencias con diferentes chicos —no fueron muchos, claro—. Desde los que me habían hecho reír, hasta los que me rompieron el corazón, los que me desilusionaron, hasta los que a la fecha tienen y tendrán un lugar especial en mi corazón. Pero sobre todo, pensé en la cantidad de veces que dije y escuche un “Te amo”, una frase que en ocasiones se dice porque se cree sentirlo.

En ese momento me sentí un tanto frustrada, porque comprendí que tanto yo como la mayoría —si no es que todos— de los chicos con los que alguna vez tuve algo mas que amistad habíamos creído amarnos. Pero después sonreí, cuando me di cuenta que era el momento de hacer las cosas bien, y en cuanto alguien mas apareciera en mi vida, todo saldría mejor… de repente sentí la extraña e impaciente necesidad de amar, de enamorarme…otra vez…

Satisfecha con mi profunda reflexión, me lave los dientes, me puse la pijama y me metí en la cama, aunque no precisamente a dormir, tarde otra hora aproximadamente en hacerlo. Hice un esfuerzo por relajarme, así que solo me dije: “Brianna, ¿recuerdas cuando acordamos que todo lo que forme parte del pasado se va a quedar ahí?¿Y que solo íbamos a guardar los momentos felices? Eso es todo lo que necesitas... Sentarte a esperar que ese alguien aparezca, te tome de la mano y el amor haga su trabajo... Verás que todo sera mejor...” Sonreí —mi optimismo; algo de lo que podía presumir—, cerré los ojos y deje que el sueño me venciera.


Como era de esperarse, la noche fue muy corta, el despertador sonó a las 6:00 AM y con la misma dificultad de siempre me levante, para alistarme e ir a la escuela —el primer lugar en el que estaba dispuesta a empezar de 0.


—Hola amor —le dije entre risas como solía llamar a mi mejor amiga Jessica.

—Hola guapa —respondió también entre risas.

—¿Nos vamos?

—Que otra...

Nuestra primera clase fue computación. Traté de concentrarme, y creo que lo logré porque terminé muy rápido la práctica. Esperé a Jess y nos dirijímos al patio. Durante los escasos 10 minutos que la escuela nos da de descanso entre cada clase, pude contarle algo sobre todo lo que había entendido después de mi conversación con Enrique.

—Wow, pues si que es difícil, pero también estoy de acuerdo. Y, ¿sabes? También tengo unas ganas horribles de enamorarme, de querer, de que me quieran.

—Tranquila amiga, que estaremos juntas, como siempre, pero esperando.

—Jaja, si, juntas.

—Pero, aprovecharé este tiempo para descansar un poco, no quiero saber nada de hombres, no quiero hablar de ellos, no quiero impacientarme, porque no se cuanto tardara "él" en llegar.

—Te apoyo, no más platicas de chicos —me abrazó.

El timbre sonó y nos levantamos, caminamos a las escaleras y ¡zaz! La hermosa y tentadora promesa que Jess y yo acabamos de hacer se vino abajo. Era como si el destino o no se quién se empeñara en volverme loca.

Venía acompañado de otro chico, en dirección contraria a nosotras —bajando las escaleras—. Tenía un pantalón de mezclilla, unos tenis beige y un suéter azul, además de un par de expansiones en cada una de sus orejas y un cabello perfectamente alaciado, con las puntas hacia arriba.

—Supongo que me olvido de la promesa ¿verdad? Jajaja.

—¿Eh? ¿Qué? No, claro que no —la jale escaleras arriba.


En el siguiente descanso, no pude evitar buscar a aquel chico, ni pude evitar que de pronto, una parte de mi quisiera saber todo de el —cuidando que Jess no pudiera notar mi repentina ansiedad—. Pero estaba tan distraída que ni siquiera note que ella no estaba conmigo, sino con... —¡Nooo, jaja, ¿que hace?

—Nathan, 17, 6° semestre.

—¿Qué?

—Por Dios amiga, no soporto verte tan ansiosa, pero no me agradezcas, sabes que es porque te quiero —tenía que aceptar que admiraba el valor o bien la facilidad con la que Jess se acercaba a los chicos, tomando en cuenta que me sonrojo con mucha facilidad. Aunque bueno, a veces ese pequeño "don" se esfumaba cuando el chico le gustaba a ella.

—Ok, gracias —sonreí—, pero hicimos una promesa ¿recuerdas?

—Si, pero te conozco amiga, ¿crees poder cumplirla?

—Haré lo que pueda.

—¿A quién tratas de engañar? ¿A qué le tienes miedo?

—A salir lastimada, a ilusionarme, a que él nunca llegue, a obsesionarme con todos los chicos guapos que se me atraviesen pensando que alguno de ellos tiene que ser el indicado.

—Para empezar, tarde o temprano ese "él" va a llegar, cuando menos te lo esperes. Segunda, tienes mucha vida por delante como para usar la palabra nunca. Tranquila, no tiene nada de malo que un chico te guste, sólo ten claro que primero tienen que conocerse y que aunque no siempre las cosas salen como uno quiere, hay que seguir adelante porque al final el destino nos tiene algo o a alguien aguardando por nosotros.

—Que manera tan sensible de expresarse, jaja —suspiré.

—Jaja —me dió un ligero empujón.

El timbre sonó de nuevo y nuestros rostros tomaron una expresión de aburrimiento cuando recordamos que la siguiente clase era expresión oral. La maestra no dejaba de parlotear y hacer gestos ridículos que le hacían pensar que era graciosa, y yo, trataba de borrar esa tentadora idea de arrojarle algo... Así que mejor le dije a Jess:

—Mátame —las dos reimos.

Gracias al cielo, la clase terminó, guardamos nuestras cosas y salimos del salón. Nos recargamos en la jardinera y empezamos a contar chistes bobos y claro, a carcajearnos —como de costumbre.

—¿Qué les pasa?

—Jajaja, hola Daniel.

—Sólo quería preguntarte como nos vamos a dividir para el trabajo de expresión oral.

—Que flojera, am, bueno, pues a ti te toca inves... —No pude terminar la frase, era como si mi voz desapareciera. Jess y Daniel lo notaron y sacudieron sus mano frente a mi rostro.

—¿Qué estas mirando?

—Ah lo siento, nada.

—Es a ese tipo de suéter azul.

—¡Cállate! No le hagas caso Daniel —fulminé a Jess con la mirada, era evidente que se había olvidado que Daniel tiene la incomoda “maña” de creerse cupido.

—Jaja, si quieres te lo presento.

—¿En serio? ¡Si! —alargué.

—No, además ni siquiera lo conoces —refutó Jess.

—No, pero eso se soluciona.

—¡No! —Lo tome del brazo antes de que se dirigiera a llamar a Nathan por su nombre, estrecharle la mano, y decirle que “alguien” lo quería conocer.

—Como quieras, entonces, mañana hablamos del proyecto.

—Ok. Adiós.

Se despidió de nosotras con un beso en la mejilla.

—Entonces yo te lo presento.

Le diriji otra mirada asesina a Jess.

—Ok, tranquila. ¿Nos vamos?

—Si.


Entre a mi cuarto, tiré la mochila en la cama y después me deje caer también. Es tan... Guapo... Y ese cabello, y su cara... Y... Sus... Aretes —sonreí con un largo suspiró.

Quería tomar una decisión antes de levantarme y ponerme a trabajar en mi tarea de biología. "¿Qué le digo? ¿Cómo me acerco a él? ¿Y si me sonrojo y el lo nota? ¿Se burlara de mi? ¿Tendrá novia? ¿Porque no lo había visto antes por la escuela?"

Finalmente decidí "consultarlo con mi almohada" y me dirigí al escritorio, saque mi cuaderno y me propuse concentrarme en la teoría de los cromosomas y la genética.


Esta vez me levante una hora antes, porque entro mas temprano. Pero en cuanto abrí los ojos estaba decidida e incluso entusiasmada con la idea de que estaba dispuesta a hablarle "no más una chica tímida" —me dije.


Después de 1 hora de arreglo personal, me dirigí a la puerta y me encamine hacia la escuela.

Capítulo 2

Busqué a Jess por todas partes, no había llegado. Caminé al salón o me cerrarían la puerta.

—¿Entonces qué? —Me preguntó Daniel.

—¿Qué de qué?

—Con el del suéter azul —rió.

—Jaja ah pues nada.

—Te lo presento. En fin, ya lo conozco —maldito—, ayer cuando Jessica y tu se fueron aproveché para saludarlo —claro, como a ti no te tiemblan las piernas cuando lo ves…

—Enserio Daniel, gracias, pero no.

—¿Por qué?

—Pues porque… Pues… Me da pena, ¿de acuerdo? —Le respondí casi gritando.

—Es amable y sociable, no creo que tengan problemas para iniciar una conversación —creía mal porque tampoco era muy buena con las conversaciones, siempre e preferido que me pregunten sobre mi, que me gusta, mi edad, mi signo zodiacal… Responder… No preguntar, mucho menos con un chico tan guapo como Nate.

—No se, que tal si… —De nuevo hizo que se me cortara la respiración. Era Nate, con un enorme plato de nachos.

Daniel notó que mi enmudecimiento se debía a esos nachos, pero sobretodo al que venia comiendolos.

—¡Que onda! —Lo saludaba como si fueran muy buenos amigos.

—Hola, ¿quieres? —Preguntó Nate poniendo el plato al alcance de Daniel.

—Si.

—¿Quieres? —¿Qué? ¿Yo? ¡Jess auxilio! Pude sentir como la sangre dejaba de circular por mis mejillas y un calor como si estuviéramos en un horno de microondas.

—Ehh si, gracias —tomé un nacho y me lo comí, tratando de no ensuciarme o masticar ruidosamente.

—Ah, ella es Brianna —¡pensé que nunca lo dirías Daniel!

—Hola —me saludo con un beso en la mejilla.

—Hola —sonreí e hice un esfuerzo por no pegar un grito de emoción, a la vez que le ordenaba a mis piernas que no se separaran del suelo.

Se hizo un silencio incomodo. No se me ocurrió que decir mas que ”y... ¿Qué clase te toca?” —Por dios ¿qué tema de conversación es ese?

—¿Quieren que los deje solos?

Volteé a verlo con una mirada asesina pero nerviosa.

—Como quieras —seguía suplicando por que Nate no se diera cuenta que en cualquier momento iba a salir corriendo.

Volví a mirar a Nate y el me pregunto que a que grupo pertenecía. Daniel se fue. Y a lo lejos pude escuchar al prefecto decir que la maestra de biología no había llegado. Platicamos un poco de todo durante esos 50 minutos en los que habría estado hablando sobre genes dominantes y recesivos. Sonó el timbre —maldición.

—Bueno, pues ya me voy.

—Si yo también.

—Amm ¿tienes correo?

—Si pero no tengo donde anotar.

—Ok en el siguiente descanso te busco ¿sí? —Dije mientras buscaba a otras de mis amigas.

—Si, si, si —asintio mientras también miraba por el ventanal del pasillo.

—¿A quien buscas? —Dijimos casi al mismo tiempo y después reímos.

—A mi amiga, ¿y tu?

—Al mio.

—Ahí esta —le dije, mientas observaba a Mariana recargada en la pared cerca de la entrada principal.

—Y aquí esta el mió señalando al chico que se encontraba a su lado —sonrió "¿acaso pretendía que flotara?" pensé. Lo lograría si seguía sonriendo así.

—Ok.

—¿Quieres que te acompañe?

"¿Qué? ¡Si, por favor!" pensé. pero en cambio respondí:

—No gracias, ahí esta mi amiga. Pero nos vemos luego ¿si?

—Ok. Chao.

Apenas pude recordar que eran las 11:00 AM y que Jess por alguna razón no había ido a la escuela —flojera seguramente, un gran defecto de mi prácticamente hermana—. "¿Por qué justo hoy, Jess? No creó que alguien más quiera gritar y brincar conmigo”.

En cuanto termino la clase de las 12:00 bajé al primer piso-donde estaba el salón de Nate con pluma y papel en mano —con un paso lento que no me hiciera ver lo realmente emocionada que estaba—. Lo vi y me acerqué.

—Emm ¿me das tu correo? —Le extendí el papel y la pluma.

—¡Ah, si, claro!

Mientras se inclinaba a escribir, aproveche la inexistente distancia entre nosotros para admirarlo.

—Aquí está.

—Ok gracias —le sonreí, me devolvió la sonrisa y me fui.

Cuando llegó la hora de la salida pude ver a Jess en la puerta, con un pie a la altura de su otra rodilla. Me acerque con un paso veloz pero discreto. Estaba tan emocionada que antes de preguntarle sobre su pie, me puse a hablar y hablar, mientras notaba en su rostro una enorme sonrisa.

—¡Ay amiga que bien!

—¡Si! —alargué—. ¿Ahh y qué le paso a tu pie?

—Un mal paso en las escaleras. Por eso no vine —me miro como si sospechara que yo juraba que la flojera era lo que le había impedido asistir a clases y yo le sonreí y ella me correspondió. Nos fuimos a casa, ella recargada en mi hombro derecho, mientras hablábamos de Nate; por supuesto, la "promesa" estaba rota.

Corrí a mi habitación, prendí mi computadora e introduje el correo de Nate. *Solicitud enviada…* Bajé a comer mientras ansiosa esperaba a que Nate diera clic en aceptar.

“Sábado en la noche y no hay nada que hacer” pensé. *Iniciar seción*…sentí un ligero revoloteo en mi estómago cuando note que Nate estaba en línea.

—Hola —teclee.

—Hola, ¿cómo estás?

—Aburrida, no hay nada que hacer —emoticón—, ¿y tú que tal?

—Pues creo que ya somos 2 porque tampoco tengo mucho que hacer.

—Pues, podemos seguir… Hablando sobre nosotros.

—Me parece bien.

Platicamos por lo menos 3 horas, sobre nosotros, nuestras vidas, gustos, chistes, sueños, la escuela, etc. Hasta que mi mamá tocó a mi puerta…

—Brianna, es tarde.

—Ya voy mamá.

Vi el reloj y si que era tarde, 3AM. Me despedí, no sin antes mencionarle que me gustaba platicar con el. El dijo algo parecido. Apague la computadora, me aliste para dormir. En cuanto mi cabeza toco la almohada, me quede profundamente dormida, pero podría jurar que lo hice aun con esa enorme sonrisa esbozada en mi rostro.

El lunes en la mañana ya no me costo trabajo levantarme, cuando recordé que Nate estaría ahí. Esta vez, Jess si fue a la escuela, la abrase y esta vez pregunte primero por su pie lastimado. Después le hable de la conversación virtual entre Nate y yo.

En el 3er descanso del día, vi a Nate salir de su salón, y claro, pase a propósito por ahí. Cuando me vio, nos sonreímos mutuamente y me dio un beso en la mejilla.

—¿Cómo estás?

—¿Bien y tu? —Amaba que preguntara eso.

—También.

—Bueno, pues nos vemos luego.

—Ok —me di la vuelta.

Nate en verdad me gustaba —el no lo sabia— y yo moría por saber que pensaba de mi.

Todo iba bien hasta que sin más ni mas, sólo nos saludábamos o nos despedíamos al terminar las clases —hasta en el correo electrónico—. No le di importancia hasta que un día me acerque a contarle un chiste —muy bueno por cierto, porque se río bastante— y me menciono algo sobre una novia.

—… Y pues ella se me declaro, ni modo de decirle que no —aja claro.

—Ash, pues que suerte ¿eh? —Dije sarcástica— Porque yo todavía no tengo —trate de fingir. Lo único que me importaba era el que hubiera encontrado novia primero.

—Jaja, pero si eres bonita, yo te voy a ayudar a conseguir novio.

—Jah.

—Aver dime, ¿hay alguien que te interese?

—No, en realidad no —moría de ganas por decirle que ÉL me interesaba.

—Bueno no te preocupes, ya llegará alguien —sonreí un tanto desilusionada.


—Hay amiga… ¿Qué te puedo decir...?

—Estoy bien, es solo que pues, me ganaron —traté de sonreír.

—Pues así es esto. Pero recuerda que al final del camino...
—… Algo o alguien aguarda por mi —termine la frase y Jess me abrazó.

Amé los caps... Síguela!!!!!!!!!

Capitulo 3

—¡BRIIAAAANNAAAA! —Salté por la impresión del grito, era mi abuela.

—Mande…

—Ven… No creerás quien regreso —en realidad no tenia la menor idea, ni me importaba, no dejaba de pensar en Nate, en que tal vez si hubiéramos seguido tratándonos, la que se le habría declarado hubiera sido yo. No estaba triste, sino un tanto… Pensativa… El lema de Jess me hacía fuerte…

—Haber... —Entré a la floreria, el negocio familiar— ¿Quién regres…? —Me quedé sin aliento.

—¿Te acuerdas de ellos? Hace bastante que se fueron —¡No, por favor! Ahí estaba el… Y su mamá… Y sus hermanos… Ha pasado tanto.

—Amm, si, creo que si —claro que me acordaba, el y yo habíamos estado juntos en el jardín de niños, hasta que se mudaron, y de vez en cuando venían por aquí en vacaciones.

—Acabo de saludar a Marie, se ha divorciado y que por eso regresan a vivir aquí.

—Mmm, que bien.

—Y que además tiene pensado abrir un pequeño negocio aquí enfrente.

—¿A si? ¿De qué?

—Una cocina, ya sabes, comida rápida.

—Oh.

Entonces sucedió, Nate desapareció por un momento de mi mente y mi mirada se centró sólo en él. Se encontraba junto a su madre —Marie—, su hermano mayor —Ethan— y su hermano menor —Taylor—.

Evidentemente era muy distinto, mas alto, cabello negro —con un peinado muy particular, unos hermosos ojos miel y una sonrisa aun mas deslumbrante que la de Nate. Llevaba un pantalón blanco, tenis negros y una playera de manga larga, negra también; "Mi color favorito" me dije.

—Zaayynn —dije casi susurrando.

—Si, Zayn —asintió mi abuela—. Es guapo, ¿no?

—Bueno… —Por dios, es hermoso— No se.

Regrese a mi habitación con una expresión de asombro, duda, emoción… ¿Se acordaré de mi? Que guapo es, aunque bueno Ethan no se queda atrás… Pero es más grande y… —Brianna… ¡Alto! ¿De que rayos hablas?—. Me recosté y traté de poner mi mente en blanco, no funcionó, pero me quedé dormida. Cuando desperté me dirigí a la floreria, a preguntar si se ofrecia algo, y evitarme el regaño por haberme quedado dormida…

—Abue… Sólo quería saber si..

—Brianna, no puede ser, mírate, estas enorme.

—Hola Marie —sonreí—, si, cuanto tiempo a pasado.

—Es cierto, los chicos también han crecido.

—¿Y cómo están? —Preguntó mi abuela.

—Bien gracias. Ethan va a cumplir 19 años, y está estudiando. Taylor está en la primaria y acaba de cumplir 10. Y… —No, no hables de el— Zayn, bueno, tiene 17.

—Que bien. Salúdamelos —pidió mi abuela.

—Claro —asintió Marie entusiasmada—. Y bueno… Las dejo porque hay muchas cosas que acomodar, ya saben, la mudanza...

—Que estés bien.

—Adiós —le dije.

Prendí la computadora y puse al tanto a Jessica de lo que estaba pasando.

—No puede ser, no te imaginas lo que sentí cuando lo vi, casi lo mismo que cuando vi a Nate por primera vez, solo que mas fuerte.

—Osea que ahora te gusta Zayn.

—Si, no, no se.

—¿Te gustan los dos?

—Bueno es que, no se, acabo de ver a Zayn desde hace mucho que no lo hacia, y pues, Nate, aun hace que me tiemblen las piernas.

—Ay amiga.

Al mismo tiempo una nueva ventana de conversación se abría. Era Nate.

—Hola.

—Hola —respondí.

—¿Qué haces? ¿Cómo estas?

—Bueno platico con mi amiga y pues estoy —mal, confundida, ansiosa— bien. ¿Y tú?

—Pues, extraño a mi novia, hace como un mes que no nos vemos, por su trabajo —me dieron ganas de decirle "Yo sabía".

—¿Trabajo? ¿Pues cuantos años tiene?

—22

—Wow

—Jaja si. Pero soy feliz, la quiero.

Entonces sentí la necesidad de hacerle una pregunta.

—Nate… Si ella… Si ella… Bueno, antes de ella, ¿había alguien mas que te interesara?

—Emm bueno, si.

—¿Quién?

—No te lo voy a decir.

—¿Por qué?

—Bueno, sólo puedes saber, que era la chica mas linda que había visto, sus ojos, su sonrisa, aunque un poco tímida.

—Su nombre…

—No.

—Pero... Solo... Quie...

—TU —aja si, y que quieres, ¿qué sonría y diga “lo sabia”?

—No me parece nada gracioso que digas eso.

—Es enserio, solo que ella llego, y comenzamos a pasar más tiempo juntos, me agrada y un día me pidió que fuera su novio —atrevida—.

—Pero, diablos, osea que… Yo me acerqué a ti porque en verdad me gustabas —creo que aun me gustas— y ¿me ganaron?

—Bueno no lo tomes así, es solo que, supongo que así pasa.

—Si eso supongo —en un mes se acaba el semestre y no te volveré a ver—. Bueno pues me tengo que ir.

—¿No estas enojada o sí?

—Claro que no.

—¿Amigos?

—Por supuesto.

Apague la computadora, me cambie y me metí a la cama. No tenía sueño, después de la siesta de esta tarde, y por algún motivo no me importaba lo que me había dicho Nate… Era más bien la sofocante pero hermosa cara de Malik —los Malik.

chicas, perdon por no haber subido en estos dias... he estado MUY ocupada....... :)

*Mi novela me equivoque(: Lo siento

Hola soy Marina nueva y fiel lectora !! :)
Sube cap pronto me encanto en cuanto la lei es genial, muchos besoos <3

*________________________*

esa fue la cara que puse cuando empece y termine de leer tu novela!
asdasdasdasdsdfvghjk la tienes que seguir por que esta genial!! :D a partir de ahora soy tu fiel lectora e.e aunque a veces me pongo muy pesada comentando jajaja :P bueno que te iba a decir? ah si!

S I G U E L A ! :D

hola chicas!!!! bueno, hoy voy a tratar de subir mas de un cap.... :$ Bienvenidas las nuevas lectoras :B xd

Capitulo 4

Vi a Nate en el pasillo, me sonrió y me hizo una señal para que me acercara a el.

—Hola —le dije.

—Hola. Es enserio lo que te dije ayer.

—Ya te dije que no hay problema.

—Ok. Bueno… —Me tomo la mano, entramos a su salón, no había nadie, saco una especie de alcancía de su mochila— ¿Cooperas?

—¿Para qué?

—Para mi beca.

—Oh, bueno… Dej… —Me interrumpió.

—Por favor, es importante, es más, te vendo un beso.

—Jaja —¿Qué? Ok.

—Digo... Para que valga la pena lo que vas a donar.

—No tengo problema en ayudarte, solo iba a decirte que mi dinero esta arriba —era un chiste o en verdad era un pretexto para besarme. "Ojalá" me dije—. Espérame y voy por el —iba a darme la vuelta cuando me tomo del brazo y puso sus labios sobre los míos. Pareciera que trataba de contestar a la pregunta que hice a mis adentros. Cerró los ojos y rodeó mi cintura, me colocó contra la pared y yo, como era de esperarse, respondí al beso. Puse mis manos en sus mejillas y mordí su labio. Nos separamos y nos miramos por unos segundos.

—Ok —dije—. Olvida lo que pasó, somos amigos y tu tienes novia.

—Si, ya lo se, es solo que hace tanto que no nos vemos, y bueno no es que quiera decir que te utilice... Bueno yo... No quiero que pienses que... Bueno... Pues yo… Quería hacerlo.

—No te preocupes, olvidalo, te entiendo, me conformo con el beso, y por cierto... ¿Cuanto es? —bromeé y el me sonrió, me acerque a el.

—¿Qué no la quieres?

—Si.

—Entonces cuídala, y no andes besando a otra chica no sea ella. ¿De acuerdo?

—Entendido.

—Le di un beso en la mejilla y me fui.


—¿Te beso? —Me preguntó Jessica exaltada.

—Shhh. Sí, pero solo somos amigos.

—Aja.

—Enserio —sonreí— En un mes se acaba el semestre, y no lo volveré a ver.

—Bueno…


De regreso a casa, pude notar que Marie aún hacía arreglos en la suya y vi también que ya llevaba avances en el local donde abriría su negocio. Me saludó y yo le respondí con una sonrisa y un ligero movimiento con mi mano izquierda. En ese momento apareció el, con su cabello negro y las manos en los bolsillos de su pantalón negro. Nos miramos por dos escasos segundos en los que creí que el corazón se me iba a salir, pero como era obvio, el no tenía idea de quien era yo. Saludo a su mamá con un beso en la mejilla y entro a la casa.

—Adivina quién preguntó por ti —me dijo mi abuela divertida.

—Emm... ¿Quién?

—ZAYN…

—¿Si? —¿Osea que sabe que existo? ¿Preguntó por mi? Trate de sonar desinteresada.

—Si.

—Mmm... ¿Crees que tenga novia? —¿Qué diablos me pasa?, primero Nate y ahora ¿Zayn?

—Ah pues no se.

—Mmm...

—¿Por qué?

—No... Nada...

—Te gusta.

—¡Noo! —mentí.

—Aja, entonces no hubieras sonreído cuando te dije que pregunto por ti —podría jurar que mi abuela es bruja o simplemente me conocía mejor que mi mamá, tomando en cuenta que trabaja todo el día de Lunes a Viernes y la mayor parte de mi vida e convivido más con mis abuelos.

—No sonreí —si lo había hecho— ¿Y que hiciste de comer?

—¿Te gusta?

—Que no —mentí de nuevo.

—Podría preguntarle a Marie sobre el.

—No, ¿para qué? —"Si, si, si".

—Hija, te conozco, yo también fui joven, yo te ayudo —rió y yo le sonreí.

Termine de comer y subí a hacer mis deberes. Arroje la mochila al suelo y me pare frente al espejo. "¿Qué diablos me pasa? Primero Nate y después tu... Y... Esta…esta extraña sensación 10.000 veces mayor" —aunque estaba segura que era muy diferente, porque con Zayn no era solo atracción... Era algo mucho más intenso. "¿Por qué tenías que aparecer?" —¡Claro!, podría ser el… Quien estoy esperando… —Me lanzé a la cama de un salto y me cubrí la cara con una almohada— O tal vez no…


—Te lo dije, tarde o temprano ésta estúpida ansiedad iba a terminar volviéndome loca.

—¿Por qué lo dices?

—Es ésta facilidad con la que mi corazón cambia de opinión. Conocí a Nate y casi me desmayo, y ahora resulta que siempre no, que ya no importa porque llega Zayn y es como si mi mundo girara alrededor de él.

—¿Y no te has puesto a pensar que en verdad él podría ser el indicado?, el corazón nunca se equivoca. Si esto que sientes lo hubieras sentido por Nate, ¿no crees que estarías destrozada, después de que te dijo lo de su novia, y peor aún, te besó? —Hice una mueca con una expresión de duda.

—Bueno, si, supongo.

—Entonces tranquila, deja que las cosas fluyan —juró que no sabría que hacer sin Jess, sus palabras eran como una pastilla para dormir.

—Ok —suspiré.


Cuando volví a casa, mire como siempre a la casa de los Malik, pero esta vez pude notar que el local, que por tanto tiempo estuvo cerrado, lucia un espectacular muy llamativo con el anuncio: “Comida rápida =Marie=”. Era un local pequeño pero a la vez con muy buen espacio, Marie noto que me quede parada admirando su nueva creación y me saludo. Le sonreí y me metí a mi casa.

—Es rápida.

—¿Quién? —preguntó mi abuela.

—Marie.

—Oh si. Ojala le vaya bien —y ojala vea a Zayn más seguido.

Comimos nosotras primero, mientras mi abuelo cuidaba la florería —ellos se turnan para comer y cuidar el negocio—. Cuando terminé, subí a mi habitación y mi abuela le sirvió a mi abuelo, para que ahora el comiera mientras ella se encargaba de la florería—. Hice mi tarea y me dispuse a acompañar a mi abuela en la florería.

—¿Qué hac...? —Ni siquiera pude concluir la frase, porque ella no estaba ahí.

Alcé la vista y pude notar que estaba del otro lado de la calle, charlando con Marie —genial, ¿le estará preguntando algo sobre Zayn?, ella dijo que me iba a ayudar… Nah —se despidieron y mi abuela regresó a nuestro lado de acera.

—Dice Marie que, ¿por qué no te acercas a el? —¡¿Qué?! ¿Se lo dijo? ¿Así como así? ¡Qué pena!

—Amm, bueno… No se.

—Dale tu número o pídele el suyo.

—Es que… No… No se como acercarme a el.

—Agh, bueno entonces dámelo y se lo doy a Marie para que se lo haga llegar a el.-Por dios, mi abuela y la que me moría por que fuera mi suegra jugando a cupido.

—Pues… Diablos… Está bien.

—Arranqué un pedazo de papel de una libreta que estaba sobre el mostrador y anoté mi numero de celular.
—Ok —dijo mi abuela, salió y cruzó la calle otra vez. Me oculté tras un anaquel, donde por cierto había un pequeño hueco entre macetas que tenía justa y perfectamente una acertada vista hacia el nuevo local de Marie. Pude ver como las dos sonrieron y mi abuela regreso a la florería.

—Brianna… ¿Dónde estás?

—Aquí —dejé asomar mi mano izquierda.

—¿Qué haces aquí?

—Pues... ¿Qué paso? —pregunté exaltada.

—Oh ya veo… Es una muy buena manera de espiarlo… Es una buena vista… —Se asomó y rió.

—¿Qué paso? —Repetí más calmada.

—Bueno ella dijo que le haría llegar el papel con tu teléfono, pero que no le diría quien lo mandaba, sino que sólo marcara a ese número.

—Pues... Ya está —nos asomamos de nuevo por aquel agujero y escuchamos un “Zaaaaaaayyynnnn” y sentí como si me hubieran echado una cubeta de agua fría, muy fría.

—Andale… Con que ahí estaba —Zayn salió de una pequeña puerta trasera que conectaba con el patio de los Malik.

—Genial… Bellísimo… —Dije sarcástica. Marie le dio la nota y el solo frunció el ceño y dirigió una mirada a la florería. ¿Qué acaso sospechaba que podía haber sido yo? Pero.. Si ni sabe que existo ¿o sí? Guardó el papel y entró por la puerta por la que había salido.

Capitulo 5


Desde ese día hay una extraña unión entre mi abuela y Marie —que sinceramente me agradaba—, eran como consuegras —aunque en todo caso sería mi mamá, no mi abuela— y yo, todos los días, antes de entrar a casa, hecho un pequeño vistazo de reojo al negocio. Cuando Marie está sentada o nota que volteo, me dedica una sonrisa, le respondo igual y me meto.


—No va a llamar.

—Tranquila, platique con Marie —que raro— y me dijo que no esta dispuesto a llamar hasta que ella le diga de quien es el numero —¿desde cuando Zayn y yo somos tema de conversación entre Marie y mi abuela?

—Pues si no le dice no me va a llamar, hace casi dos semanas que le mande el papel.

—Y en esas dos semanas yo averigüé un poco sobre el —¿enserio? Genial—. Trabaja aquí cerca con su papá en una fabrica de playeras, tiene 17 años —eso ya lo sabia— y no, no tiene novia —perfecto—.

—Mmm...

—Ya llamará.

Entonces Marie se acercó y nos saludó.

—Hola.

—Hola —dijimos mi abuela y yo al unísono.

—Le di el papel a Zayn —creo que me sonrojé— me suplicó e incluso me chantajeó para que le dijera quien lo mandaba —reímos las tres.

—¿A sí?

—Sí, pero sinceramente, no creo que llame, ¿por qué no le llamas tu? —Pues porque no sabría que decir.

—Pues no se —del otro lado, en el negocio de Marie, un cliente llegó, ella se disculpo y se despidió. Suspiré.

—Tengo tarea —le dije a mi abuela y me di la vuelta.


Escribía mi ensayo sobre un libro que el maestro de Historia nos dejó leer cuando llegó un mensaje de texto, vi el remitente y era mi... ¿Abuela? Lo abrí y decia… "Baja... Ya tengo el numero de Zayn" —¿Qué? ¿Cómo? ¿A qué hora…? ¿Y no era más fácil que me gritara en vez de mandarme un mensaje? Baje corriendo, incluso me salte unos escalones.

—Ya está... —Me sonrió

—Pero... ¿Cómo?

—Acaba de irse, salió de su casa y lo llame, se acercó y me saludó, entonces le mencioné lo del número telefónico, y le dije que era tuyo.

—¿Y qué dijo? —Le pregunté realmente alterada.

—Preguntó que para qué te lo daba y yo le dije que lo querías conocer —genial, es un hecho... Mi abuela se había convertido en mi cómplice de amor—. Así que aquí está —tomé el papel y guardé el número en mi lista de contactos del celular.

—Gracias —muchas, muchas gracias abue—, de todos modos no creo que llame.

—Pues entonces llámale tu —pff no que pena, ¿y qué se supone que le voy a decir? ¿"Hola, mi nombre es Brianna, tengo 17 años, virgo, un poco tímida como podrás notar, no muy buena en las conversaciones, como también podrás notar… Ahh… Y estoy enamorada de ti"?

—A ver… —Me fui.


chicas se que es algo corto pero hoy no estoy inspirada.... :$