Summer is not Spring (Harry Styles y Tú)

A lo lejos sentí una voz femenina, que me irritaba, pero sobrecogía a la vez.
Abrí lentamente los ojos y me encontré en su cama, con ella a mi lado abrazándome el torso desnudo.
¿Todo había sido una pesadilla?
Le acaricié sus hombros al aire, sintiendo con agonía su piel tan fina y delicada, recorriendo su espalda hasta llegar otra vez a sus hombros y de ahí a su rostro, donde finalmente abrió sus ojos y de sus labios apareció una sonrisa junto con su voz diciendo mi nombre.
Sentí la necesidad de besarla solo por el hecho de proclamarla mía, pero la realidad volvió a mí y su rostro desapareció en las sombras.
Solo fue un sueño.

Habían pasado 3 días. 3 días desde que mi pequeña obsesión había desaparecido desde los rincones de mi casa.
¿Qué ha ocurrido desde entonces?
Zayn y Niall no se enteraron hasta la noche, puesto que Liam les contó luego de llamar a la policía e intentar tranquilizar a Nicola, quien por otro lado me hizo la peor de las leyes del hielo.
Al día siguiente, les conté toda la historia de ____ a los chicos, quienes se enfadaron conmigo por el solo hecho de dejarla sola en momentos importantes.
Y ahora el tercer día, me encontraba ahogado en mis penas en la habitación de ella, boca arriba sobre su cama, impregnando su olor para no olvidarme de que estuvo alguna vez ahí.
Me estaba volviendo loco, no sabía qué hacer o decir, solo pensaba en el fuerte golpe que me daría ____ si supiera que estoy acostado sin hacer nada.
No fui en todos estos días a clases, no me importaba, pero Flannagan de un momento a otro entraría por la puerta principal a reclamarme el porqué de mi ausencia.
Y así fue.
— ¿Qué es lo que quiere? — Reclamé enojado mientras me tiraba como un costal de papas en el sillón individual. — No es mi padre ni nada por el estilo.
Su aspecto parecía normal, pero en el fondo sabía que vendría a sacar las respuestas correspondientes.
— ¿Qué sucedió con ____? — Dijo al fin.
— Usted ya lo sabe, su viejo se la ha llevado…
— No me refiero a lo que sucedió entre él y ella, hablo de lo que usted está pasando por alto.
Enarqué una ceja confundido, mientras él adoptaba su posición de rector, con los codos sobre la mesa de centro sujetando su cabeza entre sus puños. Esa pose, la cual odiaba.
— ¿Qué se supone que yo paso por alto?
Suspiró y estrechó un poco sus ojos observándome con detención, como si fuese a darme un castigo.
— Está agobiado por el hecho de que no pudo impedir que se la llevasen, ¿No es verdad?
Asentí admitiendo lo que era cierto.
— Entonces, ¿Qué está haciendo aquí escondido?
Un nudo se formó en mi garganta, intentando desaparecerlo tragué con fuerza y respondí.
— Lo que yo haga no puede cambiar nada.
— Sí, es verdad, si usted se queda aquí embriagado en posibles soluciones como un cobarde, no cambia nada. — Resopló con decepción, pero luego continuó decidido. — Pero si sale a recuperar a Dusty, tal vez logre encontrarla a ella como un héroe.
Se levantó hacia la entrada principal e hizo una leve reverencia para salir de la casa lentamente, dejándome ahí sentado como una piedra bajo un mar de confusiones.
¿Qué debía hacer?

Levanté el teléfono en busca del número de alguna persona que me ayudase, pero tanto como Nicola y mis amigos no deseaban hablarme.
Así que marqué el número de Louis.
— ¡Al fin! Ya era hora de que reunieses el valor para llamarme, rulitos. — Dijo la zanahoria desde el otro lado del móvil.
— ¿Cómo sabías que te llamaría?
— Eres muy predecible Harry. Ahora, ¿en qué has pensado?
No sabía que decir, en realidad no pensé en nada que diese alguna alternativa dónde buscar el paradero de ____.
— No sabes nada, ¿no es así? — Suspiró Louis. — Te contaré las costumbres de ____, así me dirás si encuentras algo en lo que estés en desacuerdo y aquello será una pista. Veamos… siempre cepilla su cabello con las manos, aun cuando lo tenga ordenado.
Recordé el día en que salió con el vestido de la fiesta y Zayn quedó boca abierta, ella inconscientemente arregló su peinado.
Luego en la cocina, en el sofá, subiendo las escaleras, todo el tiempo.
— Si, ella lo hacía.
Se oyó un “Bien” desde su parte y siguió.
— Siempre limpia la cocina, es un afán de su parte.
Solté una pequeña risa y recordé los días antes de que ella llegara a mi casa.
La cocina estaba hasta el tope con polvo.
— Sí, también lo hacía.
Suspiró y ocurrió un silencio normal, suponiendo que pensaba en otra costumbre que pueda revelar, hasta que dio en el clavo.
— ____ suele dejar toda su habitación en pleno orden luego de desayunar, sin nada a la vista, cajones cerrados con su ropa ordenada y su escritorio organizado para el estudio.
Subí rápidamente a su habitación y encontré todo en perfecto orden como lo había dicho Louis, hasta que fijé la vista en su armario.
— ¿Dijo algo de organizar su armario?
El señor niñero pensativo chasqueó sus dedos y mi corazón se aceleró.
— Siempre deja con llave su armario para los intrusos, nunca pude saber que es lo que tenía dentro.
Abrí lentamente el armario, un indicio de que había dejado una pista en el tiempo que peleaba por escapar de su padre.
Y ahí estaba, en lo más escondido del mueble junto a unos papeles viejos, un mapa de Los Ángeles con un gran círculo rojo rodeando la palabra “El Galán”.
— ¿Cómo se llamaba el salón de eventos desde donde la sacaste, Louis?
Aclaró su garganta y me acerqué más al teléfono para escucharlo atentamente.
— El Galán.
Bingo.

Imagina que son las siete y media de la mañana, estás sentado en uno de los asientos de avión más incómodos de tu país, junto con uno de tus mejores amigos roncando en tu hombro sin dejarte descansar y en la parte trasera, tus otros amigos jugando con la pantalla detrás de tu cabeza.
¿Cómo podrías soportarlo? Fácil, estás ahí en busca de alguien muy importante para ti.
Al entrar al hotel me sentía desesperado, lo único que quería era correr hacia ese salón de eventos y recuperar a ____ de su mierda de padre.
No la merecía. Ella no merecía esa vida.
En el hotel, mi compañía rubia intentó atenderme.
— ¿Te encuentras bien? — Preguntó Niall con quien aun sentía un cierto fastidio por lo del beso, pero seguía siendo mi amigo después de todo. — Si quieres tú puedes dormir junto a la ventana y…
— Es obvio que no es por eso, Pequeño Potato. — Dijo Louis al poner sus maletas en la susodicha cama dentro de la habitación compartida por los tres. — Solo se encuentra ido.
Carrot me lanzó una mirada ceñida y volteó para ordenar sus cosas.
Zayn y Liam se encontraban en la habitación del lado, lo que más deseaba en ese momento era estar con ellos para hablar de ____, porque con Louis y Niall no teníamos las mismas opiniones al respecto.
— Necesito un poco de aire. — Suspiré, saliendo de la habitación.

— “El número que usted ha llamado no se encuentra disponible, por favor inténtelo de nuevo más tarde o verifique que el número esté correcto” —
La operadora siempre nos da la peor de las alternativas cuando intentamos llamar a alguien desesperadamente, más aún cuando esa persona está desaparecida.
Entré a un Starbucks a la vuelta del hotel comprándome un capuccino mocca, intentando reubicar por lo menos a ____ con su teléfono, pero siendo esta opción la más indicada para problemas así, había sido descartada hace mucho.
Junto con Zayn pretendíamos localizarla con su GPS en el momento que contestase o diera señales de que lo tenía junto a ella, pero por más que marcáramos su número, la frase del “no disponible” de la operadora se escuchaba.
Aun así, yo seguía intentándolo.
Sonreí por el hecho de que ya había perdido la cabeza, no podía creer que el Harry Styles de hace meses, el cual siempre dejaba rogando a las chicas por algo de atención, ahora estaba desesperado por una diferente la cual no sentía lo mismo que yo.
Intenté una vez más, sentándome en la mesa que daba a la calle.
Mientras la operadora decía la frase maldita por el diablo, me dediqué a observar las personas pasar, como si el mundo estuviera en total armonía.
Dejé en paz el teléfono, lo guardé en el bolsillo de mis jeans y volví a mirar la ajetreada ciudad.
Había hombres bien vestidos con chaquetas de tela largas con corbata y un maletín, por el otro lado turistas con sus cámaras ajustadas para las mejores fotografías de sus vacaciones, y chicas de media estatura intentando realizar su sueño.
Todo lo que siempre es normal.
Terminé mi vaso de cafeína y salí de la tienda, sacando otra vez la cajetilla de cigarros guardada en el bolsillo trasero para encender el primero de muchos que vendrían otra vez.
Procedía a encenderlo cuando de la nada una imagen aparece ante mis ojos. No sabía si era un espejismo, una alucinación o una simple broma, pero en la vereda de en frente estaba realmente seguro de que ____ había aparecido.
El corazón se me detuvo, casi produciéndome un mareo de los que te dan cuando te levantas muy rápido de la cama, por lo que corrí hacia ella lo más que pude para acercarme, siendo observado por todos los transeúntes que en Los Ángeles podían caminar por ese sector.
Pero solo me importaba llegar a ella.

— ¿¡La encontraste!? — Me gritó Liam en su habitación cuando volví y entre a la de ellos.
Zayn estaba sentado en el sillón, con su tobillo descansando en su rodilla mientras escuchaba atento a mi declaración.
Louis y Niall en una de las camas, que supuse era de Zayn por lo desordenada.
Y yo, en la cama de Liam pasmando mis ojos en la pared, sin saber qué más decir.
— ¡Habla de una vez, Harry! — Gritó por segunda vez Payne, haciéndome reaccionar y mirarlo a los ojos.
Louis se levantó de la cama y apoyó su mano en el hombro de Liam, intentando bajarme el nivel de expresión que había formado.
— Tranquilízate, Daddy Liam. — El nuevo sobrenombre de mi amigo. — Tal vez Rulitos debería contarnos con mayor detalle lo que ocurrió allá afuera, ¿No es así?
Ahora mis ojos estaban junto con los de la zanahoria, quién al parecer estaba más tranquilo de lo normal.
Asentí e intenté relajarme un poco.
— ____ estaba detenida en la vereda… — Suspiré.

«Recuerdo haberle gritado muchas veces su nombre y al estar a pocos metros de ella, volteó su mirada.
El mismo cabello, la misma estatura y color de piel, pero al ver a sus ojos ellos mismos me hicieron detener.
Ya no tenían esa profundidad con la que me atravesaba cada vez que se me quedaba observando, ya no veía en ellos un gusto de libertad cuando se expresaba de mala manera conmigo, ya no era la ____ que conocí fuera de la oficina de Flannagan, y finalmente, ya no era mi ____.»

— ¿Estás diciéndome que la dejaste ir? — Preguntó seriamente Zayn, quien luego de que terminase de contar se levantó a contemplar por la ventana de la habitación.
— No lo hice, solo… me encontraba shockeado, es todo. — Dejé caer mi cabeza hacia atrás, admirando el blanco techo que mantenían los encargados del lugar. — Además, ella desapareció entre la multitud en menos de 3 minutos.
— Pero creo que tu objetivo era encontrarla y llevarla de vuelta a casa, ¿No? — Comentó Liam, regañándome como el Daddy que era.
¿Es que acaso nadie entendía cómo me sentía?
____ la había “secuestrado” su padre, en contra de todo apoyo de sus amigos, pero mis compañeros de viaje aun no se convencían de lo que yo dijiese, dando como excusa el secreto de la “buscada” que nunca quería contarles.
Niall salió de la habitación hablando algo sumamente importante en el teléfono móvil, y luego de que Louis volviese también a nuestra habitación decidí intentar descansar.
Me recosté en mi cama mirando el frío techo de cemento y cerré mis ojos, rogando con que el siguiente día, mi cerebro pueda formular alguna hipótesis de cómo llevarnos a nuestro objetivo sin problemas.