Summer is not Spring (Harry Styles y Tú)

— ¿Estás seguro de esto? — Le pregunté al moreno Malik mientras me miraba en el espejo, nunca en mi vida me había visto más viejo de lo que ya estaba.
Zayn había tenido una de esas ideas donde debíamos entrar al local disfrazados para parecer mayores, y aunque fuese una estúpida ocurrencia, debía admitir que yo no era el hombre que estaba frente al espejo.
— A veces tienes que reconocer que soy un genio.
Sonreí un poco y negué con la cabeza.
Luego de un par de horas estábamos estacionados frente al edificio donde ____ estaba secuestrada por su padre, junto con Niall intentamos hacernos pasar por clientes regulares y aunque pensaba que nos descubrirían, vi que los guardias eran demasiado ingenuos para creernos.
El cabello rubio del irlandés ya no era como antes con todo el maquillaje, sus rasgos juveniles habían envejecido al igual de los que deberían ser los míos.
¿Qué nos diría ____ si nos viese entrar aquí? Nos golpearía y diría “Realmente son pervertidos”.
Sonreí para mí mismo y junto a mi compañero nos sentamos en una mesa apartada del lugar.
Chicas de no más de 20 años se paseaban por los pasillos, llevando y trayendo hombres alrededor de sus brazos, algunos ebrios, otros drogados. Todo olía a indecencia.
No podía creer que mi vida fuese así antes de conocerla, todo el día metiéndome con chicas que solo querían pasarla bien conmigo, todas las noches embriagándome hasta el punto de quedar inconsciente siendo llevado a casa por uno de mis amigos…
Niall golpeó mis cotillas con su codo y le protesté, solo para fijarme en un cuerpo esbelto y un largo cabello caminando hacia una habitación. Su ropa era demasiado pequeña, exponiendo cada parte de sus atributos de mujer a la imaginación de todos.
— Es ____. — Dijo el rubio.
Abrí mis ojos asombrado, no podía ser ella, ella nunca se vestiría así para provocar a alguien, ni mucho menos entrar en una habitación seguida de un hombre mayor.
— Distrae a la mierda esa. — Le apunté con el peor de mis deseos al cliente para que Niall lo sacase del lugar.
Él asintió y se levantó diciendo. — No lo eches a perder.
Caminé por el mismo camino por donde ____ se dirigía, el hombre había desaparecido de mi vista y ahora solo estaba ella abriendo la puerta y dejándome entrar al cuarto.
Había una cama, de dos plazas y una mesa de centro donde dejar el abrigo o cosas así. Nada más que eso.
Antes de que pudiera hablar, sentí sus labios sobre los míos, proclamándolos como si quisiera rompérmelos de un solo contacto.
Cerré los ojos, pensando en que tal vez debería dejar que eso pasase, que ella fuera la anfitriona del juego que había comenzado, pero con tanto maquillaje no lo disfrutaría.
La aparté bruscamente y me miró confundida.
— ¿Qué te pasa? — Preguntó con su voz.
Volvió a acercarse y me miró fijamente a los ojos, le fruncí el ceño con cuidado de no asustarla y fue cuando sus manos fueron a parar a su boca.
— ¿¡Harry!? — Exclamó.
Me saqué el maquillaje lo mejor que pude y la miré fijamente, el brillo de sus ojos habían vuelto en el segundo en que miró los míos, y eso significaba algo.
Le toqué los hombros y dije. — Tenemos que irnos, ____.
Negó con la cabeza y debió la mirada asustada.
— Vamos, Mason. Niall está esperándonos.
Volvió a mirarme cuando mencioné a mi amigo, sabía que eso la haría volver en sí y estaba funcionando.
— ¿Qué hace Niall aquí? ¿Todos están detrás de esto? — Preguntó.
Asentí y ella juntó sus cejas en forma de pena. La abracé y pude sentir su pequeño cuerpo tenso bajo el mío.
— Él te está esperando.
Abrió más los ojos y se separó de mí para decir. — ¿Quién?
— Niall. Sé que te gusta.
Me empujó con rudeza y me miró enfadada, yo aún confundido la miré expectante.
Acomodó su ropa y tomó un chaquetón de una puerta contraria. — Eso es una estupidez, Harry.
¿Qué era una estupidez? ¿Qué yo lo supiera?
Abrió la puerta, verificó que nadie la estuviese mirando para tomar mi muñeca y pudo sacarme de ahí.
— Llama a Niall y dile que nos espere en el teatro chino en 10 minutos. — Me ordenó.
Llamé al rubio aún confundido y le indiqué dónde nos veríamos, él aceptó el cambio de planes y cortó la llamada con un “Suerte”.
Mientras caminábamos por las calles de Hollywood, ____ nunca soltó su agarre de mi muñeca. Aunque solo fuese un agarre y no una caricia, me sentía bien el contacto de su piel con la mía.
Cuando llegamos al teatro chino, Niall nos esperaba con ahora su atuendo normal, sudadera y pantalones sueltos con zapatillas Nike.
Saludó con su mano y ____ corrió a abrazarlo.
— ¿Estás bien? ¿No te hizo ningún daño? — Preguntó el irlandés.
____ negó con la cabeza y me apuntó. — Él nunca me haría daño sin ser yo quien lo castigase.
Ambos rieron. Pensé que estaban hablando sobre su padre.
Me acomodé la garganta y dije. — Entonces… vendrás con nosotros.
Ella volteó a mirarme y luego desvió su mirada.
— No puedo ir con ustedes, chicos.
Niall se cruzó de brazos y ambos esperamos su excusa.
— Papá solo me dejará en paz hasta que cumpla el trato. — Se abrazó a ella misma acomodándose en su puesto y siguió. — Estaré aquí por un par de años, no es nada.
Listo, esto era demasiado para mí. La tomé de sus brazos y la arrastré al auto de Niall, quién por su cuenta solo observaba confundido.
— ¿Qué haces? ¡Suéltame, Harry!
La arrojé dentro del asiento trasero y le cerré la puerta con llave, corrí al volante y le grité a Niall antes de salir a toda velocidad hacia el centro. — ¡Dile a los chicos que me la llevaré a algún lado!
Mi amigo sonrió y me deseó suerte después de eso.
— ¡Te dije que no puedo ir con ustedes! ¡Déjame bajar ahora! — Gritaba ____ desde atrás.
Giré hacia la carretera y me dirigí hacia el condado de California, Santa Mónica.
— ¿Por qué me haces esto? — Comenzó a sollozar.
Detuve el auto a un lado de la carretera y me saqué el cinturón de seguridad, volteé hacia ella y salté al asiento trasero de un dos por tres. La tomé entre mis brazos y dejó caer todo su llanto en mi pecho.
No paró en un buen rato, pero nada me importaba ahora que la tenía solo para mí.
— Debes venir con nosotros, ____. Estar encerrada ahí es el infierno. — Le dije.
Ella asintió y levantó su mirada para juntarla con la mía, como tantas otras veces que me hacían perder en la profundidad de ellos, junté mi frente con la suya.
— ¿Por qué viniste por mí, Harry? — Preguntó con un hilo de voz.
Tenía que decírselo, no aguantaba más el sentimiento que llevaba dentro tanto tiempo, y aunque fuese rechazado por tener a Niall como contrincante, debía de sacarlo finalmente.
— Te prometí siempre estar a tu lado, ¿O no?
Ella asintió apenada por la respuesta, pero no solo eso era lo que tenía en mi mente.
— En el baile te dije que me gustabas. — Volvió a asentir con un leve sonrojo en sus mejillas y continué decidido. — Era mentira.
Desvió la mirada con total decepción y le tomé su barbilla con una mano para que volviese a mirarme, me acerqué a ella acortando nuestras distancias y la besé.
Solo era un leve contacto con nuestros labios, no como la primera vez que nos besamos en el salón de artes, no como el agrandado beso que me dio hace unas horas en el local de su padre, si no un lento y sencillo beso que nunca había experimentado antes.
Cuando nos separamos, ____ subió la mirada confundida y yo solo reí, volví a besarla cortamente y ella frunció el ceño limpiándose sus labios.
— ¿Entonces por qué me besas tanto? — Preguntó.
Saqué la mano de su boca y volví a besarla.
No opuso resistencia a mí, es más, acomodó sus brazos alrededor de mi cuello y abrió más sus labios, pero me separé un poco y la miré a los ojos.
Mientras tenía un sonrojo en sus mejillas le confesé finalmente. — Te amo.

Capítulo XXIV. (Penúltimo)

— Nunca dije eso. — Soltó con enojo ____ mientras conducía de vuelta a la ciudad.
— Los vi besándose, por Dios.
— Pues viste mal. — Me regañó. — Niall es mi mejor amigo. Nunca lo besaría.
Tomó mi mano desocupada disimuladamente y observó por la ventana.
— Entonces, ¿Por qué mencionaste que tenías a alguien?
Me observó confundida y luego abrió los ojos. Había recordado la vez que me confesó gustarle una persona.
Dio una carcajada y soltó mi mano. — ¿No entendiste la indirecta?
El corazón comenzó a palpitarme con mayor rapidez. ¿Indirecta? Decirme que sentía atracción por alguien, ¿Significaba que hablaba de mí?
— Hasta cuando Liam se me confesó entendió que tú eras quién me gustaba.
Frené el auto rápidamente y la volteé a ver sorprendido.
— ¿¡Liam se te confesó!? — Dije. — ¿Cuándo? ¿Dónde?
Rió y la miré enfadado. Mi amigo, vecino y compañero nunca me lo dijo.
— Si, lo hizo. Hace unas semanas. En tu cocina.
Entonces recordé. Esa vez cuando ella y Liam habían hecho estallar el horno, aquella había sido la zona donde mi amigo se le confesó.
Volví a retomar el mando del carro y ella solo miraba sonriente por la ventana. A Liam también le gustaba, ¿Cómo pude no verlo? Todas esas veces, cuando Zayn lo codeó al verla en el estacionamiento el primer día. Cuando intentó hacerse amigo de Louis y resultó rechazado bruscamente. Era para acercarse a ella.
— Soy un imbécil. — Dije en voz alta.
— Si, lo eres. Pero por algo deben quererte. — Sonrió. — Tienes unos amigos que se preocupan mucho por ti.
Asentí y dije:
— Tú también quieres a éste imbécil, ¿No?
____ negó con la cabeza.
— También te amo.

Louis corrió hacia ____ cuando la vio bajarse del lado del copiloto. Zayn golpeó satisfecho mi hombro con una sonrisa y el otro par se aproximaron a ella para abrazarla. Estábamos a las afueras del hotel y por su ropa llamaba mucho la atención. Les propuse entrar y aceptaron, tirándose en cada sillón de mi habitación como si fueran sus casas.
— ¿Qué harás? — Le preguntó Louis. — Tu padre no te dejará salir.
Todos asentimos y ella respondió. — He estado pensándolo. Y necesito algo de ayuda.
Sacó del bolsillo de su chaquetón un papel doblado. Lo arrojó hacia mí y lo abrí.
— ¿Una orden de independización?
Volvió a asentir y continuó. — Si logro que mi padre firme esto, entonces seré libre de hacer lo que quiera aún con 16 años.
Un grito de asombro se asomó en Niall, Liam y Zayn. Olvidé decirles su verdadera edad.
— ¿¡Tienes 16!? — Dijo Zayn con los ojos bien abiertos.
Golpeé su nuca y me miró enojado.
— Me mentiste.
— Yo no lo hice. Dijo eso para que pudieses confiar en ella. — Le respondí.
Volteó su mirada hacia ____ mirándola de los pies a la cabeza y los celos se asomaron por mis poros.
— Tienes un hermoso cuerpo para tu edad. — Soltó.
Le volví a pegar y se sobó la nuca con una sonrisa pervertida.
— ¿Entonces? — Dijo Louis para desviar el tema. — ¿Debes volver donde tu padre a preguntarle?
Puse mi espalda rígida y vi el nerviosismo de ____ asomarse por sus manos.
— Si vuelvo ahí dentro no podré salir nunca más. Esa es la ayuda que necesito. Quiero que alguien lo persuada para que firme el papel.

Y aquí estábamos otra vez. En frente del infierno que tuvo que vivir ____ y que entraríamos otra vez.
Liam y Zayn fueron los disfrazados esta vez, siendo escoltados por ella para que los guardias los dejasen entrar. Si ocurría algo, solo bastaba con llamar.
— ¿Otra vez la besaste?
Volteé mi cabeza hacia Louis, quién se encontraba de copiloto y Niall en el asiento trasero atento a nuestra conversación.
El castaño sonrió de lado y sonrió ante lo que parecía ser una cara de asombro de mi parte.
— Con mirar a ____ sé lo que ha estado pasando. Aunque ella no me haya dicho nada sobre la vez en que la llamaste al salón de artes, puedo saberlo con solo una mirada suya.
— Entonces… ¿Por qué no me hiciste nada? — Le pregunté. — Me advertiste que si la besaba obtendría sus consecuencias.
Louis rió y Niall dio también una leve risita atrás.
— Para ____ había sido la primera vez que era besada por un chico como tú. Ni yo podría haberle borrado la sonrisa cuando llegó a casa ese día.
Sonreí de lado. Así que yo también le gustaba en ese momento.
El teléfono sonó y nos hizo saltar a todos. Niall respondió y nos miró.
— Debemos sacarlos de ahí. El padre de ____ los descubrió.
Abrimos la puerta con fuerza luego de esquivar a los guardias. Justo en el momento cuando Louis entró por delante de mí, pude ver la escena horrorizado.
Zayn estaba de rodillas con su cabello tomado por la palma de uno de los trabajadores con su boca llena de sangre. Liam en el suelo inconsciente. Y ____ siendo amarrada por los brazos de un hombre alto y fuerte.
El padre de ____ se encontraba sentado en una de las mesas frente a nosotros admirando la escena y la sangre comenzó a hervirme. ¿Cómo alguien así puede seguir viviendo?