Summer is not Spring (Harry Styles y Tú)

[Narras tú]
— Así que tú eres ____ — musitó el hombre frente a mí.
Fruncí los labios.
Harry había entrado al salón y antes de que pudiese advertirle de algo me jalaron dentro de una de las habitaciones y amarraron mi cuerpo a una silla.
— Y tú eres… — Lo miré con firmeza.
— Vaya, eres todo lo contrario a como te describió tu padre. — Dijo con una mueca.
— ¿Ah sí? ¿Cómo? Sorpréndeme.
No me dejaría vencer tan fácilmente. Sentarme y esperar a que me viniesen a rescatar nunca era una opción para mí, y ahora mucho menos luego de que mis amigos se encontraran al otro lado de la puerta intentando liberarme de mi padre.
Levanté el mentón y mostré una indiferencia hacia su impotente musculatura, sus amenazas no me harían caer.
— Al parecer, dulce, obediente y amable no son un sinónimo para ti. —
Reí para mis adentros y recordé el típico “preciosa, cariño, querida” que nunca faltaban en las conversaciones con Harry.
¿Quieren una explicación de porqué me fijé en él? Es muy fácil.
Si puedes hacer que Harry piense en ti todos los días, y que cada segundo sea un recuerdo inolvidable, eso significa que es perfecto para ti y tú lo eres para él. Flannagan vio eso en el instante en que chocamos fuera de su oficina, donde al entrar en ella con la furia por los aires, reconoció la escena y me dijo:
— El señor Styles nunca había reaccionado de tal manera. — Pensó antes de continuar con una sonrisa. — Le daré un consejo. Sea cautelosa, pero si él se atreve a besarla y sus mejillas se sonrojan, es porque está enamorado.
Y así lo fue. Mientras más cercanos nos hacíamos, más atracción quería. Yo fui la que cayó primero y me quise alejar con la excusa de mi escape.
Yo. ____ Georgia Mason.
— ¿Por qué participas en esto? — Le pregunté luego de un largo silencio.
— Madre mía, nena, me estás provocando dolor de cabeza.
— ¿Cuánto dinero te han ofrecido?
Frunció el ceño con fuerza y se acercó con grandes zancadas hacia mí.
— Cállate.
— Dime cuánto te han ofrecido.
— He dicho que te calles.

[Narra Harry]

— Nos volvemos a encontrar... — saludó el hombre culpable de todo.
— Styles. — Le señalé.
Zayn se encontraba en una esquina intentando sostenerse en pie con un brazo en el hombro de Liam, mientras Louis y Niall se encontraban a mis espaldas.
— Dime, Styles, ¿por qué has llegado hasta acá para llevarte a mi Georgia?
Georgia. Odiaba la expresión que usaba al nombrarla.
— No tengo ninguna razón que revelar. Menos a un poco hombre como tú.
Mis palabras fueron lo suficientemente fuertes para que su rostro se arrugara levemente.
____ no es un negocio. Ella debería de ser libre y vivir su adolescencia que con 16 años es corta. Por culpa de ese hombre la desperdició.
— Las decisiones que ha tomado mi hija no son las correctas, y si tengo que hacerla cambiar de opinión de esta forma, lo haré. — Dijo aumentando el volumen de su voz.
— Es tu hija. — reproché.
— ¿Quién lo dice? — Soltó a media voz, torciendo el gesto.
Nos quedamos anonadados. ¿Qué estaba insinuando?
Volví a mirar por las ventanas un segundo. Teníamos que salir de allí fuera como fuese.
— Déjame decirte algo, muchacho. — Captó mi atención otra vez. — Si sales voluntariamente con todos tus amigos sin ninguna otra intención más que devolverte a tu hogar, trataré bien a ____.
Niall bufó y Louis tensó los hombros. Ninguno quería irse sin ____.
Cuando Zayn y Liam estaban ya preparados para caminar, la idea vino a mí como por arte de magia.
¿Quería que nos fuésemos voluntariamente? Eso haríamos.
— Tú lo has dicho, Mason. Tratarás bien a ____, pero alejándote de ella.
Tomé el cuello de su camisa con tanta fuerza que lo hice levantarse, Cerré con fuerza mi puño y lo golpeé antes de que reaccionara.
Sus guardaespaldas arremetieron contra nosotros y los chicos contra ellos, yo solo me perdí entre ambos mundos para golpear lo suficiente el rostro de ese hombre y deformarlo. Quería asesinarlo más que nada.
De repente, la puerta donde se encontraba ____ se abrió con fuerza y salió la susodicha con un puño cerrado y piscas de sangre en sus nudillos. De seguro había golpeado a su retentor.
Corrí hacia ella y le tomé una mano para dirigirnos hacia su padre en el suelo. Debía firmar los papeles.
— ¿Crees que soy estúpido? — Rió el hombre. — A veces los jóvenes de hoy en día piensan que con unos golpes se soluciona todo.
Se levantó lentamente con una sonrisa cínica en su destrozado rostro, con un poco de ayuda de sus guardaespaldas. ____ temblaba a mi lado y los chicos lo miraban estupefactos.
— Vamos, chico. Entrégame por las buenas a mi Georgia y podrás irte sano y salvo.
— ¿Qué harás si no lo hago? — Levanté un poco mi mentón.
— Dime, Styles, ¿Cómo puede usted tener tanto valor? Quiero decir, mira a tu alrededor… — Apuntó a los múltiples hombres de negro que aparecieron de la nada. — Ahora mismo es probable que te esté apuntando con un arma…
Fruncí el ceño y un grito ahogado por parte de ____ se enterró en mi cabeza. Debía sacarla de ahí de cualquier manera.
— Suéltala ya, Harry.
Mis ojos fueron directamente hacia Zayn, que por los golpes aún podía ver su mirada.
— ¿Qué estás diciendo, Zayn? — Soltó Niall.
— Él tiene razón, Hazza. Suéltala. — Apoyó Liam.
El enojo me dominó por completo y les grité.
— ¿¡Qué les sucede!?
Zayn negó con la cabeza y apuntó hacia la derecha. Confundido lo seguí con la mirada y me centré en la puerta trasera. Estaba desprotegida. Y ellos intentaban hacer una distracción.
Di media vuelta hacia ____ y la tomé de los hombros, juntando nuestros ojos.
— Escúchame, ____. Te voy a rescatar.
Lágrimas aparecieron rápidamente de su parte, igual a la vez en que escapó de mi casa en medio de la lluvia y descalza. Desde esa vez había decidido no volver a hacerla llorar así.
— El coche de Niall está muy cerca. Cuando yo te dé mi señal, solo tienes que correr hacia él sin mirar atrás, ¿De acuerdo? — Le besé la frente y ella asintió obligada.
— Irás detrás de mí. — Susurró con afirmación.
Miré por última vez a sus ojos que tanto me llamaron la atención el primer día de clases y los guardé en lo más hondo de mis memorias.
— Lo prometo, cariño. — Le guiñé un ojo y me di vuelta hacia su padre.
Nuestras manos se separaron y fue tomada por dos grandes brazos para arrastrarla al otro lado.
Él solo asentía complacido.
— Bien hecho, Styles. — Sonrió y con un chasquido de sus dedos soltaron a los demás. — Pero no te irás sin una advertencia…
Un puño arremetió contra mi estómago haciéndome retorcer del dolor, mientras que él se limpiaba la sangre de su rostro y se me acercaba.
Tomó mi cabello y lo alzó con fuerza, propinándome otro golpe en mi mandíbula seguido de uno en el pómulo izquierdo.
Los gritos de ____ comenzaron y la agarraron con más fuerza de los brazos para que no escapase. Pero cuando vi que Zayn golpeó a uno de los hombres en el pecho grité:
— ¡Ahora!
El padre de ____ dejó de golpearme y miró hacia atrás con el rostro más asustado que pude reconocer.
Lo golpeé en su rodilla y cayó de espaldas, soltándome el cabello.
____ se soltó de su agarre y miró hacia la puerta trasera, pero antes de echar a correr como le dije volteó a verme.
— ¡Vete! — Grité.
Negó con la cabeza y corrió hacia mí. La tomé de los brazos y mi furia apareció otra vez.
— ¡Te dije que corrieras sin mirar atrás! ¡Ahora vete! — Le grité otra vez.
Los chicos estaban peleando con los mastodontes de negro mientras ella seguía ahí… Que estúpido.
— No me iré sin ti, idiota. — Escupió.
Fruncí el ceño y divisé la puerta otra vez.
— Tengo que hacer firmar los papeles a tu padre, ____. No puedo irme todavía.
Le tomé la mano con fuerza y la arrastré corriendo hacia la salida.
— ¡Corre ahora!
La empujé y puse un seguro a la puerta. Así no estaría dentro si ocurría algo.
Volteé hacia la guerra cotidiana que había a mi espalda y me acerqué con la petición de emancipación para ____.
Se los arrojé a su padre aún en el suelo y me miró confundido.
— ¡Fírmalos! — Le grité.
Las manos temblaban de tanta impotencia que tenía en mi cuerpo. El hombre no estaba apoyándose en nada.
— ¿Por qué debería de hacerlo? — Dijo con suavidad.
Lo tomé por el cuello de su camisa y lo levanté del suelo.
— Si no lo haces llamaré a la policía, y eso no te gustará.
Entrecerró los ojos con miedo en ellos, yo lo sabía.
— Te llevarán a la cárcel mientras tu vida se terminará pudriendo…
Su mirada se desvió a la izquierda y un sonido hizo remeter en silencio a la habitación. ____ había entrado irrumpiendo a la sala y nos estaba apuntando a ambos con una pistola.
Sus mejillas estaban enrojecidas de tanta fuerza que debió de haber empleado para romper la madera de la entrada y su respiración agitada como recién corrida de una maratón.
— Fírmalos. — Masculló acercándose sin dejar de apuntar. — Juro que te mataré si no lo haces, papá.
— ¿Estarías dispuesta a matarme por unos papelitos sin importancia? — Hizo una mueca fingiendo pena.
Miré hacia ella y sus manos temblaban. También tenía miedo.
Solté la blusa del hombre y ambos levantamos las manos en forma de respeto.
— Sí. Una y mil veces si hacen falta. Ahora, fírmalos.
— ¿Qué te ha sucedido, Georgia?
Ella hizo una mueca al escuchar su segundo nombre, mientras daba un paso hacia él.
— Ya no eres la misma de antes, ¿Éste chico te ha cambiado tanto?
Apuntó hacia mí con recelo y le respondí de la misma manera. ____ se acercó más hacia su padre y pude por fin bajar los brazos.
— Yo no he cambiado. Una persona me formó así.
El hombre abrió los ojos y gritó:
— ¿¡Quién te hizo eso!? ¡Dímelo y lo mataré!
____ rió con fuerza mientras mantenía la pistola fija hacia él, sus ojos llenos de lágrimas.
— ¿¡Lo matarás!? — Elevó la voz. — ¡Hazlo! ¡Asesina a ese hombre!
Retrocedí un paso con miedo. Louis me golpeó con suavidad el hombro y me susurró.
— No vayas a decir nada. Tiene que solucionar esto por sí misma.
— ¡Ese hombre es una mierda! — Volvió a escupir. — ¡Toda mi vida me ha mentido y obligado a hacer cosas que nunca olvidaré!
— ¡Grita su nombre! ¡Vamos, Georgia!
Mi pecho se oprimió y recordé algo. Ella nunca me habló de su nombre.
Agudicé mis oídos y ____ aspiró con fuerza.
— ¡Frederic Al Mason!
Su padre soltó un grito ahogado. Y eso fue la última palabra que escuché de su boca.

____ Georgia Mason, un nombre raro al parecer. Pero aun así, no puedo sacármelo de la cabeza ni por un segundo.
¿Cómo pasó? No lo sé, se deslizó por mis oídos casi sin notarlo y mientras pasaba el tiempo creció dentro de mí.
Pensé que era una p*ta más que siempre buscaba de quién “colgarse” para llamar más la atención o una sin cerebro de las que le gustaban siempre a Liam o a Zayn, pero sin pensarlo terminó siendo totalmente diferente a como pensé que era.
O talvez era como lo pensé, solo que de una manera más sutil y... sí, mejor dejémoslo en diferente y también... Porque el verano no es tan primavera que digamos.

— Vamos dormilón, despierta.
Eran las 6 de la mañana, no me gustó nunca despertarme tan temprano.
Zayn siempre me ha ido a despertar desde que tengo memoria, por algo le he dado las llaves y ha sido mi mejor amigo.
Liam llega después golpeando la puerta anunciando el gran esperado “Vas Happenin” del moreno.
Llegábamos al instituto y Niall nos saludaba.
— Hazza…
Mi oído me envió un escalofrío por toda la espina dorsal y abrí los ojos rápidamente.
Otro par de ventanas me observaban con fuerza mientras sus brazos se cruzaban en el pecho. Era una escena de miedo, pero ____ era así.
— Mierda, Harry, se nos hace tarde.
Soltó sus brazos y se dio vuelta, con solo una camisa encima mostrando su tan redondeado trasero.
— ¿De quién es la culpa que me quede dormido todas las mañanas? — Le grité sonriendo.
Se detuvo instantáneamente y volteó con todo su rostro rojo por la vergüenza.
Me levanté riendo y corrí hacia ella tomándola de la cintura acercándola más hacia mí.
— ¿Qué haces? Ya te dije que llegamos tarde…
— Flannagan puede esperar.
Tomé su rostro por la barbilla y me acerqué a sus labios juntándolos con hambre.
El padre de ____ firmó los papeles. Escuchar a su hija decir el nombre de él mismo como el culpable de destruirla lo dejó por los suelos.
Louis llamó a la policía después y nos ayudaron a devolvernos a casa. Luego de una semana en juicio, ____ obtuvo su emancipación y me rogó que viviera conmigo.
Está bien… Yo le rogué que viviese conmigo.
— ¿Sabías que eres insoportable? — Me dijo cuando subimos al auto de Zayn.
Mi amigo rió y negó con la cabeza mientras encendía el motor.
La miré por el espejo retrovisor con ironía y le dije sonriente:
— Pero amas intentar soportarme, ¿No es verdad?
Ella sonrió y dijo:
— Te amo, Harry.
Le guiñé un ojo y Zayn gruñó.
— Dejen de ser tan sentimentales, Idiotas…