Summer is not Spring (Harry Styles y Tú)

— ¿Harry? ¿Estás despierto?
Si, estaba acostado en mi cama con los ojos cerrados haciéndole pensar que dormía, siendo que en toda la noche, no pude pegar un ojo por la escena de ella junto a Niall besándose.
Cuando ambos se separaron, ____(tn) le sonrió y le pegó en su hombro, para luego volver al asiento trasero y yo, rendido por la rabia, entré al auto sin decir nada.
Al llegar a casa, el rubio se despidió sonriente y yo subí a mi habitación, sin dirigirle la mirada ni a él ni a ____(tn).
Me sentía el más traicionado de todos.
Y heme aquí, dándole a creer que seguía durmiendo.
— Harry, despierta. Ya es mediodía.
Gruñí por dentro y el silencio volvió.
Me giré disimuladamente para entreabrir mis ojos, quise verificar que se hubiese ido y los abrí rápidamente, embobado al verla a solo centímetros de mi rostro.
— ¡Lo sabía! ¡Estabas despierto!
Saltó encima mio dejando sus piernas a ambos lados de mi cadera, sentándose en ella y tomó mis mejillas con sus manos.
— ¿Qué estás haciendo? — Dije intentando sacarla de encima. — Vete de mi habitación.
____(tn) levantó una ceja sorprendida por mi reacción, hasta que sonrió y saltó fuera de la cama.
— ¿Así tratas a la chica que te gusta?
Mis mejillas enrojecieron a más no poder y fruncí el ceño, pensando aún en ese enojo que sentía al verla besuquearse con uno de mis mejores amigos, y lo peor, sin contarme nada.
— Fue-ra. — Deletreé.
Ella rio orgullosa y salió con la frente en alto, asumiendo que todo se encontraba de maravilla.
Abrí la llave de la ducha dejando correr el lado frío, lo que más necesitaba en ese momento.
Luego de vestirme bajé fastidiado conmigo mismo por no preguntarle mis dudas, que toda duda se detuvo en el momento que un fuerte olor a quemado, junto a un par de risas, escuché venir desde la cocina.
— ¿Estás loco? ¡Fue tu culpa, Liam! — Percibí su voz al entrar en mi, ahora más sucio, lugar de comidas.
____(tn) y Liam yacían frente al horno bañado en cenizas mientras que el segundo abrazaba a mi compañera para mancharla con negro en el rostro.
Ambos se detuvieron al verme entrar.
— ¿Qué sucedió aquí? — Dije con los ojos entrecerrados.
— ____(tn) puede explicarte todo, Hazza. Ella tuvo la brillante idea de cocinarte algo. — Soltó mi amigo mientras la apuntaba con la traición en sus ojos. Yo solo me limité a mirarla a los ojos esperando su respuesta.
— N-No me mires así… Además… — Empujó a Liam quién reía de la escena que comenzábamos a hacer. — ¡Él fue el que metió el plástico en el horno!
Miré el horno, luego a mi amigo con recelo y finalmente esos ojos que siempre me cautivaban, ¿Cómo podía desequilibrar todo en mi vida? Me acerqué al horno con el plástico quemado dentro lentamente, junto con un silencio sordo de mis pasos, hasta que volteé hacia ellos y con solo una mirada entendieron mi orden.
— Limpien todo esto y Liam, lárgate.


— ¿Ya te irás? — Preguntó ____(tn) a Liam, cuando terminaron de limpiar y yo estaba sentado frente al televisor, escuchando obviamente su conversación. — Harry solo lo dijo en broma.
— No lo dije en broma.
Recibí un paño en la cabeza de su parte y volteé a la cocina demostrando mi enojada respuesta.
— ¿No deberías de estar cuidando a Nicola?
— ¿No deberías dejar de ser tan exagerado? – Copió ____(tn) de mi pregunta anterior.
Gruñí por lo bajo y devolví mi atención al televisor, que tan mala sintonía tenía.
— Nos veremos mañana, ¿Cierto?
— Mañana… No sé muy bien si asistiré…
Tenía razón, su “pequeño” problema al salir de la casa era ser descubierta por su padre y no se arriesgaría solo por Liam en ir.
No lo hizo por mí.
— Niall y Zayn están más deprimidos que nunca… ¿Cierto Harry?
Esa disimulada mentira casi me hace caer de espaldas, porque simplemente, Liam no entendía nada de lo que sucedía en mi mente.
— No sé Liam… la verdad es que no me he sentido muy bien para salir…
— Está bien, si Harry te lo prohíbe puedes decírmelo- —
— ¡No estoy prohibiéndole nada, maldición! — Grité agitado, casi por estallar, pero algo me decía que no me pasara de la raya como la otra vez. — Solo… vete Liam.
Mi amigo entendió con miedo y se despidió con un beso en la mejilla de ____(tn) y una palmada en mi hombro.
Ahora solo la mala sintonía de la televisión interrumpía mis pensamientos.
— ¿Qué te ocurre hoy, Harry? Estás… cambiado desde anoche… — Habló ella.
— Muchos cambiamos de un momento a otro, ¿Cierto?
Estaba molesto con ella, más ahora que no me contaba nada sobre el beso con Niall.
— ¿Estás molesto porque te pedí que nos devolviésemos temprano de la fiesta?
No tenía ni idea de mi enojo.
— Me hiciste prometer quedarme a tu lado con la condición de saber todo sobre ti, ¿O no?
Ella asintió confundida. Yo solo suspiré rendido y me le acerqué lentamente.
Tomé una de sus mejillas con mi mano derecha y la hice mirar a los ojos.
— ¿Estás segura que me has contado todo?
Esa pregunta la hizo reaccionar y desvió la mirada avergonzada por algo, como si estuviese ocultando lo que más temía sobre ella.
— Me gusta alguien.

Recuerdo cuando tenía 12 años y sentí por primera vez cariño por alguien, o mejor dicho por algo.
Se llamaba Dusty, era el mejor felino que uno puede conocer, incluso casi dejé de lado los estudios una semana por enseñarle algunos trucos, siendo que los gatos no los tienden a aprender tan fácilmente.
¿Qué sucedió con él? Pues simple, me obsesioné tanto que terminó huyendo y yo llorando como un niño de 2 años sin su juguete preferido.
Eso era lo que sentía cuando ____(tn) me confesó que le gustaba un sujeto, qué sujeto, yo bien sabía de quién hablaba, y era ni nada más ni nada menos que el irlandés de Niall Horan.

— Vas Happenin, ____(tn)! — Escuché gritar a Zayn en la habitación de a junto al siguiente día.
Sentí unos brazos tomarme de los pies y jalarme hacia el suelo, donde luego de caer, arrastrarme bajo la cama.
— No digas nada. — Escuché en mi oído la voz de mi nueva “Dusty”. — Hoy no me dejarás sola, ¿De acuerdo? Louis tiene planes…
— ¡Harry! ¡Maldito pervertido! ¿Dónde dejaste a mi querida Mason?
La nombrada, guardó silencio detrás de mí, mientras que un Zayn confundido espiaba mi habitación con cuidado.
— ¡Si querían escaparse de mí deberían de haberlo dicho!
Sentí como su peso caía sobre nosotros en mi cama, pensando en dónde nos escondíamos en la casa, aunque conociéndolo, pienso que tanto yo como él sabíamos que no me escondería debajo de la cama.
Un alivio por mi parte, una molestia por la suya.
Volvió a levantarse y salió molesto de mi habitación, dejando en silencio mi espacio de descanso, para finalmente cerrar con fuerza la puerta de la entrada.
Gateé fuera de nuestro escondite y me senté en el suelo con los brazos cruzados pidiéndole a ____(tn) una explicación al caso, aunque debo admitir que sentirla tan cerca de mí hizo que mi corazón latiese a mil por hora, no sé como Zayn no los escuchó.
— ¿Qué? No quiero que vayas hoy a clases, eso es todo. — Dijo cuando se sentaba donde antes se encontraba el moreno en mi cama.
— ¿Solo eso?
Me acomodé el cabello y un pequeño sonrojo en sus mejillas me hicieron hervir por dentro, ella estaba pensando en que iba a ver al chico que había besado la noche de la fiesta.
— Vamos, Georgia. Dime quién te gusta. — Bromeé cínicamente.
Recibí un almohadazo de su parte y desvió su mirada avergonzada, mientras que yo me sentía el más imbécil de todos los hombres por estar detrás de alguien así.
— Si te cuento tal vez no te guste. — Dijo al fin. — Louis dijo que a pesar de sus defectos lo acepta.
— ¿Louis lo sabe?
Enarqué una ceja y ella asintió aun más avergonzada.
Por un lado me sentía mejor sabiendo de que no se tratara de Louis, ya que entraba en mis sospechas si no fuese Niall, pero por el otro y más costoso lado, era que me estaba admitiendo que se sentía atraída por alguien que no fuese yo.
Me levanté del suelo y me estiré -ya que por su culpa había tenido un muy malo despertar cuando me jaló bajo la cama- para dirigirme al baño sin nada más que decir.
— ¿Harry?
Me detuve antes de cerrar la puerta conmigo dentro.
— Dime.
Dudó un momento y jugó con sus manos mostrando lo nerviosa que estaba.
— ¿Crees que mañana puedan hacer una junta en la casa de Liam? Quiero… ver a los chicos.
Mintió. Yo lo sabía.
— Claro. — Disimulé mi pena. — Hablaré con ellos en clases.
Sonrió de lado a lado y salió corriendo de mi habitación, mientras yo, con el corazón hecho mierda, entraba a la ducha.

En el desayuno intentó hablarme de algo que no fuese de su nueva atracción, recordándome cosas como “Acuérdate que no te separarás nunca de mí” o “Agradece que no le conté a Louis sobre nuestro beso”.
Todo eso me hacía querer salir corriendo de ahí, olvidarme de nuestro acuerdo y dejarla batallar sola contra el estúpido de su progenitor, pero no lo haría, porque ella era una obsesión que no podía sacarme de la cabeza.
A la hora de almuerzo salí a comprar al supermarket, quería separarme un poco de mi puñal más reciente. Luego de pagar por una carne y papas fritas procesadas listas para meter al horno, caminé lo más lento que pude hacia mi casa.
No supe cuando ni cómo pero desde ese momento todo cambió, ya no era el Harold quién todas las chicas querían y se acostaban, ni mucho menos el fiestero que solía embriagarse y fumar toda la noche, ya no era el Harry feliz que pensaba ser.
Me había obsesionado con ella.
— ¡Harry!
El grito desesperado de un conocido me sacó de mis pensamientos, era Liam, quién venía corriendo hacia mí junto con una Nicola sumergida en sus lágrimas.
Se detuvieron frente a mí aún cansados por haber corrido tanto y antes de que yo preguntase por algo, tenía la palma pasmada contra mi mejilla de Nicola.
— ¡Debiste de haber estado ahí! ¿Por qué no la protegiste?
No entendía nada de lo que pasaba, aunque luego de ver a Liam desesperado y el llanto de su hermana aumentando, dejé caer las bolsas del supermarket al suelo y corrí lo más rápido que pude hacia mi casa.
____(tn) se encontraba sola, la había dejado ahí creyendo que al alejarme un momento de ella podría desconectarme de sus problemas, pero en ese tiempo no había pensado que sucedería, no había previsto que su padre me viese salir de la entrada y al no estar entraría a buscarla a la fuerza.
La puerta estaba abierta hasta el tope, la pequeña mesa donde dejaba las llaves todas las mañanas, hecha pedazos en el suelo y ahí entendí por fin, lo que en el desayuno quiso decir.
Esa pequeña frase que decía desde que se lo prometí, me hizo sentir como cuando Dusty había escapado dejándome totalmente destruido por dentro.
Y ahora todo volvía a repetirse.