Re: Pasado Imborrable [Joe&Tu]

por **jamileth** Miér 5 Sep - 1:59

wow joe esta en serio enojado :S

siguelaaaaaaaaaaa
necwito mas cap!!!!!

por **ElitzJb** Lun 10 Sep - 5:08

Nueva Lectora y fiel lectora
amo tu novela
me encanta siguela
por favor q mas pasara alli entre ellos 2
sigue lo mas pronto posible

por **Augustinesg** Lun 10 Sep - 22:12

Wow. Por faor continuala que seguimos aca esperando! ahah
Un beso y gracias por subir!

por **ElitzJb** Jue 13 Sep - 2:21

seguila

por **Kari_JB** Vie 14 Sep - 0:30

olaaa
aqui tienes una nueva lectora
esta muy buena tu novela
que malo joe como se le ocurre
amenazarla con que va a quitarle a lola

siguelaaa!!!

por **Ed Sheeran** Dom 16 Sep - 2:37

¡HOLA! Perdón por haber tardado, es que estaba sin Internet :( y recién hoy pude ir a pagarlo, pero bueno eso ya no importa, vengo con nuevo capitulo, les dejo la mitad y si comentan mucho mas tarde les subo la otra parte.
¡¡WELCOME, WELCOME NUEVAS LECTORAS!!
Gracias por pasarse por mi adaptación y disfruten del capitulo. :D

Capitulo VI (Primera parte)

TÚ SABES que nunca te perdonaré por lo que has hecho, ¿verdad?». Esas palabras se repetían en la cabeza de ____ mientras intentaba dormir, sin conseguirlo, en la cama más blanda del mundo.
Había tardado mucho en dormir a Lola después de darle la cena y bañarla. El ático era demasiado excitante para ella y, además, tenía la atención no sólo de Joe sino de la encantadora señora Wakefield, que estaba siendo discretísima... aunque ____ la había visto mirando de Lola a Joe en varias ocasiones.
Ver a su hija corriendo por aquellas enormes habitaciones hacía que se le encogiera el corazón al recordar su apartamento...
Pero no debía ponerse triste. Ella vivía como le era posible.
La señora Wakefield le había enseñado todo el ático y la había llevado a una habitación grande, donde había puesto una cuna al lado de una cama de matrimonio. El vestidor, donde había organizado un cuarto de juegos para Lola, y el enorme cuarto de baño completaban la suite. ____ había visto también la suite de Joe, decorada en tonos oscuros, y aún más grande que la de invitados.
El ama de llaves le había enseñado luego la cocina y le había dicho dónde estaba todo lo que podría necesitar. ____ sonrió al ver que en la nevera y la despensa estaban todos los purés que había pedido. Y muchos más. Incluso había un monitor para que pudiese oír a Lola moviéndose por el apartamento.
La niña estaba durmiendo en ese momento y ____ podía escuchar su suave respiración. Normalmente era un sonido que la reconfortaba, pero tenía un nudo en el estómago esa tarde. Bueno, lo te nía desde que volvió a ver a Joe.
La noche anterior. Resultaba increíble pensar que apenas habían pasado unas horas. Pero ella había temido aquello desde el principio...
Y sin embargo, su conciencia la molestaba. Aunque Joe estaba siendo tan autoritario como lo había sido su padre, debía reconocer que, al contrario que John Bastion, Joe parecía aceptar a la niña.
Él entró en la cocina mientras se hacía un té y dijo fríamente:
–Mi médico vendrá mañana para tomar unas muestras biológicas de Lola y de mí para hacer la prueba de paternidad. Y no veo la necesidad de que vayáis a ningún otro sitio mientras esperamos. Una vez que quede probado que Lola es hija mía, lo primero que haremos es cambiar el apellido en la partida de nacimiento.
–Muy bien –logró decir ella.
–Si no te importa, tengo trabajo que hacer. Supongo que ya conoces el ático...
–Sí, la señora Wakefield me ha ensañado dónde está todo.
–Estupendo.
Poco después, ____ escuchó algo en el monitor. Joe había entrado en la habitación para ver a Lola y su corazón se encogió traicioneramente al oír que decía algo en su idioma.
Temblando, se dio cuenta de que aunque al contrario que su padre Joe aceptase que la
niña era hija suya, el resultado sería el mismo. Joe Jonas quería hacerse cargo de su hija y la haría pagar a ella, como su padre le había hecho a su madre... aunque por diferentes razones.
En su caso, una vez que involucraron a los Servicios Sociales y su padre no tuvo más remedio que reconocerla, se aseguró de que no volviera a ver a su madre. Y años después, ____ descubrió que había muerto sola en un hospital psiquiátrico.
____ siempre había sospechado que su madre no tenía ningún problema mental salvo una tendencia a la depresión debido a sus circunstancias. Era una mujer triste, dada al pesimismo y de carácter débil, pero nada que un poco de apoyo y cariño no pudiese haber arreglado.
Su padre había dejado a Mary fuera de su vida sin piedad y, aunque conocía su paradero, se había negado a ayudarla. Había dejado que se perdiera en un laberinto de hospitales psiquiátricos hasta que, por fin, murió. Tras la muerte de John Bastion, ____ había encontrado cartas de su madre suplicándole que la ayudase, suplicando que la dejase ver a su hija. Había sido insoportable.
____ suspiró, intentando no pensar en ello, intentando no preguntarse por qué la noche que conoció a Rico le había sido tan fácil gravitar hacia un hombre como su padre.
Pero John Bastion había muerto y aunque se encontraba en una situación muy difícil, ella no era su madre. A ella no la separarían de su hija. Ella era mucho más fuerte y tenía más recursos. No dejaría que Joe Jonas se hiciera cargo de su vida y lucharía por su hija hasta su último aliento.
A la mañana siguiente, Joe estaba en la cocina leyendo el Financial Times, pero no era capaz de concentrarse. Y cuando miró alrededor hizo una mueca, viendo por primera vez lo que ____ había visto. Aquel sitio era un campo minado para una niña pequeña. Ver a Lola corretear de un lado a otro por la noche, teniendo que apartarla de algún peligro cada cinco segundos, lo había hecho sudar.
Se le encogió el corazón al recordar su vibrante energía y lo normal que le había parecido tenerla allí, lo rápido que había sentido que si alguien intentase hacerle daño a esa niña lo aplastaría sin piedad.
Era preciosa... más que preciosa. Era inteligente, curiosa, inquisitiva. Y debía reconocer, a su pesar, que ____ era una buena madre.
Encontrar a ____ en la cocina la noche anterior haciendo un té lo había hecho sentir... raro. Porque le había parecido natural. Era casi como si no pudiera recordar un momento en el que no hubiera estado allí, en el ático al que invitaba a sus amantes para obtener placeres temporales. La sensación lo había turbado, por eso le había hablado con tal frialdad.
Cuando vio a Lola dormida en su cuna, sintió una ola de emoción desconocida. Le temblaban las manos mientras se inclinaba para tocar su carita... suave como un pétalo de rosa. Y había sabido en ese momento que estaba enamorándose tal vez por primera vez en su vida.
En cuanto a su madre... Joe agradecía la opresión que sentía en el pecho al pensar en
ella. Lo único que sentía por ____ era una singular e irritante atracción física y el deseo de vengarse, de castigarla por mantener a su hija en secreto.
En ese momento escuchó un grito de Lola por el monitor. La niña estaba llorando y sus gritos se volvieron ensordecedores. Joe se puso tenso. ¿Dónde estaba ____? ¿Por qué no atendía a su hija?
Asustado, estaba a punto de ir a la habitación cuando escuchó la voz de Gypsy por el monitor.
–Buenos días, cariño. ¿Has dormido bien, mi amor?
Lola balbuceó algo como respuesta y, al escuchar sonido de besos, Joe sintió un calor extraño en el pecho.
–Seguro que sí. Mi niña es la más guapa del mundo...
Joe apagó el monitor bruscamente. El problema era que Lola también era su niña y cuanto antes lo aceptase ____ mejor.
Terminó su café de un trago y fue a su estudio a hacer unas llamadas.
____ estaba terminando de darle el desayuno a Lola cuando Joe entró en la cocina. Inmediatamente, su corazón se aceleró y se sintió incómoda con los vaqueros anchos y la vieja camiseta de la universidad, aunque le daba rabia tener que preocuparse por su aspecto.
Lola rió, contenta, moviendo las manitas y, al hacerlo, enviando cucharadas de puré por toda la cocina mientras balbuceaba frases ininteligibles.
Nerviosa, ____ tomó un paño para limpiar el puré, pero él le hizo un gesto con la mano.
–Déjalo, la señora Wakefield se encargará.
–No quiero darle más trabajo...
–La señora Wakefield tiene un ejército de limpiadoras, no te preocupes –dijo él, mirando a Lola–. Espero que hayáis dormido bien.
–Sí, gracias. Es una suerte que Lola siempre duerma de un tirón. Además, ayer estaba cansada.
–Tú pareces cansada –dijo Joe abruptamente.
Y cuando ____ levantó la mirada vio que se había puesto colorado, como si estuviera enfadado consigo mismo por haberlo dicho.
–Trabajo mucho... bueno, trabajaba mucho.
Él miró su camiseta entonces.
–¿Fuiste a la Universidad de Londres?
–Estudié Psicología y me especialicé en psicología infantil.
–¿Cuándo terminaste la carrera?
–Hace dos años.
Unas semanas antes de conocerlo en la discoteca, aunque no iba a mencionar eso.
Joe por fin se acercó a la cafetera y ____ pudo respirar de nuevo.
–Tengo que salir a comprar pañales.
Él se volvió, con la taza de café en la mano.
–Yo me he tomado el día libre. El médico llegará en una hora para tomar las muestras y luego podemos ir juntos, si quieres. Hay un parque cerca donde la niña puede jugar un rato.... además, tenemos que irnos del apartamento, van a venir a colocar tapas en los enchufes y varias cosas más.
____ lo miró, sorprendida por la velocidad a la que parecía adaptarse a sus nuevas circunstancias. Y también, debía reconocer, sorprendida de que no se hubiera ido a trabajar dejando atrás una nota impersonal.
No recordaba una sola ocasión en la que su padre, o la frívola de su madrastra, se hubieran tomado un día libre por ella. Ni siquiera a final de curso, ni siquiera el día que llegó a casa de su padre. La fría criada la había llevado a una habitación y le dijo que se quedara allí hasta la hora de la cena.
Sintiéndose amenazada y vulnerable por ese recuerdo, ____ le espetó:
–¿Temes que desaparezcamos si te das la vuelta?
–Digamos que no tengo mucha confianza en ti.
–Sí, bueno... voy a cambiar a Lola.
Joe dejó la taza de café sobre la encimera y, por un segundo, ____ hubiera podido jurar que veía un brillo de vulnerabilidad en sus ojos. Pero desapareció antes de que pudiese estar segura.
–Muy bien.
Cuando ____ sacó a Lola de la trona, Joe tuvo que hacer un esfuerzo para controlarse. Por un segundo, había sentido el impulso de ofrecerle su ayuda. Tal vez porque quería conocerla mejor, saber qué hacía cada mañana.
Pero se obligó a sí mismo a recordar que de no haber visto a ____ en el restaurante por casualidad, seguiría sin saber que tenía una hija.
____ entró en el dormitorio por la tarde, agotada y, se sentó en la cama un momento. Después de que el médico tomase las muestras de saliva de Lola y Joe, se habían abrigado bien para salir a la calle. Joe no se apartaba de su lado porque, evidentemente, no confiaba en ella. Pero ____ no podía hacer nada al respecto. Y debía reconocer que no le molestaba su compañía, al contrario.
Salvo cuando insistió en pagar los pañales, para disgusto de Joe. Parecía tan fuera de lugar en la farmacia...
Luego habían ido a un parque, donde Joe se concentró en Lola, que parecía encantada con sus atenciones. Y ahora, después de la tensión de las últimas horas, sus defensas estaban temblando.
La certeza de Joe de que Lola era hija suya seguía sorprendiéndola. Y que Lola estuviera en el salón en ese momento jugando con él la hacía sentir extraña.
Pero sacó fuerzas para entrar en el vestidor... y se quedó inmóvil.
Había notado la expresión desdeñosa de Joe esa mañana al ver su ropa, pero no había vuelto a pensar en ello. Y se quedó atónita al ver vestidos nuevos para Lola y para ella colgados en perchas o metidos en cajones. La cuna de Lola había sido colocada en una pequeña alcoba al lado del baño, con más accesorios...
El recuerdo de su padre hizo que se le nublara la vista. A los trece años, ____ se había
quedado hipnotizada al ver la cantidad de ropa que le había comprado... hasta que se dio cuenta de que todo era demasiado grande o demasiado pequeño. Y que lo había comprado para cuando tuvieran que salir juntos en público, no por afecto. Su padre la había obligado a ponerse esos vestidos, sin entender que una niña a punto de convertirse en adolescente tenía un cuerpo que se desarrollaba a toda velocidad.
Y Joe había hecho lo mismo. En ningún momento le había pedido opinión o sugerido que fuesen de compras juntos. Sencillamente, estaba comprándolas con dinero.
____ tomó unos vestiditos infantiles, con sus ostentosas etiquetas de diseño, y se dirigió al salón. Joe estaba frente al ventanal, con Lola en brazos, y se dio la vuelta para mirarla con frialdad.
–¿Qué significa esto? –le espetó ____.
–Las dos necesitáis un vestuario nuevo.
–Ya te he dicho que no necesito tu dinero. Gastarse una fortuna en vestidos es una extravagancia...
–La niña necesita ropa.
–En el vestidor hay ropa para vestir a un pueblo entero. Y Lola crece tan rápido que la mayoría de estos vestidos no le valdrán en unos meses.
Joe apretó los labios y ____ pensó que estaba siendo injusta. Porque tenía la sensación de que le había hecho daño.
–Es mi obligación encargarme de las necesidades de mi hija. Y mientras tú vivas bajo mi techo, no saldrás de mi casa vestida como una indigente.
–No, por favor –dijo ____, irónica–. No vamos a avergonzar al poderoso Joe Jonas –añadió, dejando los vestidos sobre la mesa–. Dame a la niña, es la hora de su cena.
Después de un interminable momento de tensión, por fin Joe le entregó a la niña.
–Estaré en mi estudio toda la tarde. Si tan preocupada estás por la ropa, aparta la que no necesites y la devolveré a la tienda.
Cuando salió del salón, ____ se sintió como una mala persona. Pero no podía hacer nada.
Un par de horas después, sentada frente a la cuna de Lola, vio que se le cerraban los ojitos. Y seguía sintiéndose culpable porque Joe estaba confirmando todas sus sospechas y, sin embargo, confundiéndola al mismo tiempo. La imagen de Lola en sus brazos seguía clara en su mente y sabía que era una cobarde por no reconocer lo que la hacía sentir. Y también sabía que su reacción a la ropa tenía más que ver con los amargos recuerdos del pasado que con la presente situación.
Al mismo tiempo, en su estudio, Joe hablaba por teléfono.
–Se llama ____ Butler. Quiero que averigües todo lo que puedas sobre ella. Cueste lo que cueste.
Después de colgar, Joe tomó otro trago de whisky y se pasó una mano por la cara. Las mujeres no lo afectaban, no lo habían afectado nunca. Estaban allí, y él siempre elegía a la más guapa o a la más dispuesta. Hasta esa noche, cuando todo lo que creía conocer le había explotado en la cara……………..

por **Augustinesg** Dom 16 Sep - 7:26

:O Por Diooos!
Quiero saber que pasa!
Vuelve pronto :D
Y gracias por subir la novela!

por **Isi** Mar 18 Sep - 2:07

Nueva lectora! subeee más por favor está muy buena :D me encanta! (:

por **ElitzJb** Jue 20 Sep - 4:01

siguela adore el cap quiero mas por favor

por **ElitzJb** Mar 25 Sep - 0:15

sigue quiero mas ......

por **GlodDeJonas** Miér 10 Oct - 1:19

NUEVA LECTORA!!!!!
Me llamo Susana! :)
Tienes que seguirla PRONTOOOOO
porfavor :cheers:

por **jamileth** Miér 10 Oct - 1:42

que paso q salio????
ahhhhh

siguela necesito mas cap :D

por **chelis** Miér 17 Oct - 5:48

NUUEEVAAA LECTOORAAAA

por **JB&1D2** Dom 21 Oct - 16:13

Que paso por que no la has seguido quiero saber que pasa

por **chelis** Lun 22 Oct - 20:21

OOOTROOO CAAAAPIISS

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