Last Summer//N.C.

La noche anterior fué una tortura. Nat no paraba de quejarse sobre el viaje. Estaba claro que no quería ir. Pero nos lo dijo Mikel así que no hay nada que hacer. Tan solo callar y asentir.
Nos encontrabamos las dos en nuestras habitaciones acabando de arreglar las maletas y bajandolas hasta el portal, en donde dentro de media hora aparcaría el taxi que nos encargaron para que nos llevasen al aeropuerto. Estaba mirando mi habitación por ultima vez para ver como había quedado. Nunca en mi vida había estado tan vacía. No se ni como ni porqué, pero me quedé en un tipo de estado de shock; del cual me desperté por un golpe seco segido de unas maldiciones. Salí de mi cuarto precipitada hasta las escaleras y vi a Nat tirada en el suelo con sus maletas encima de ella y con unos tacones de vértico. Yo la miré y ella fijó su vista hacia mi. Después de lo que fue un silencio incomodo nos empezamos a jartar. Bajé los escalones con cuidado y la ayudé a levantarse.

- ¿Estas bien? - le pregunté acompañado de una risita.
- Sí, supongo – me contestó sobandose la cabeza – mierda de tacones...- maldició y yo le dí un coscorrón en la cabeza – ¡Oye! ¿Y eso porqué? - dijo fulminandome con la mirada.
- ¡No se dicen palabrotas! ¡A la proxima un euro a la hucha! - le advertí. Ella bufó – venga...te ayudo con las maletas.

Las dos cogimos una maleta y las llevamos al porche. Nat, una vez dejó la maleta que ella levaba, se sentó en el sillón del porche y se acomodó. Yo me quedé mirandola.

- ¿Qué? - me preguntó. Yo le puse una cara de ironia. Le cogí de la mano, la levanté y la arrastré hasta mi habitación – ¿pero que estás haciendo?
- Me vas ha ayudar con mis maletas ahora mismo – le dije con voz de segurata.
- Sí, mi señora! - me respondió riendo.

Hora y media mas tarde ya nos encontrabamos subiendonos a nuestro yet privado. El vuelo era destinado a unas tres horas de viaje así que la mayor parte nos la pasamos entre redes sociales, cascos y MP4. Aproveché para entrar en twitter y responer algunas menciones. Había miles de comentarios de amor y apoyo o simples como “Follow me please” y otros tantos que no merecen ser ni nombrados. Cansada de tanta pantalla apagué el ordenador y miré a Nat. La pobre apenas durmió ayer por los nervios y ha aprovechado para hechar una cabezadita ahora. Intenté hacer lo mismo pero me fué impossible. Si no hay sueño, no hay sueño. Así que aproveché para ir escribiendo estrofas para una nueva canción.

- Do do do – hiba cantando flojito un verso para no despertar a Nati pero fracasé ya que cuando levanté la cabeza la vi desperezandose.
- ¿Que hora es? ¿Cuanto falta? ¿Que estas haciendo? - preguntó de golpe.
- Te has levantado preguntona, eh – le respondí medio riendo – son las...diez menos cuarto, según mis calculos creo que aún falta una hora y, para tu información, estoy componiendo...pero no me sale ninguna melodia...eso se te da mejor a ti Nat – dije suspirando.
- Espera – se levantó y fué ha buscar a Shiva, la guitarra española que compartíamos.



- pasame la letra – yo, obediente y sin saber que hacia, se la di – vale, toma – me la devolvió despues de hecharle un vistazo.

Empezó a tocar una melodia un poco torpe, pero poco a poco la fué mejorando hasta acabar en una balada medio pop. Me hizo una señal con la cabeza y entendí todo. Cojí la letra y cuando me pareció entré. La canción estaba perfecta. A las dos nos gustó. Pero no estabamos dispuestas a revelarsela a nadie ya que queriamos dar una sorpresa a nuestros fans en uno de los conciertos en Londres.
Ideas vinieron a nuestras mentes, decoraciones, sonido, iluminación, todo lo relacionado con la nueva y secreta canción. Lo teniamos todo planeado. Intentariamos convencer a Logan y a Alex y se la dedicariamos. Momento romantico. Sorpresa al público, a la prensa, a los productores, al manager, a todos. Espero que nos salga todo bien y no la cagemos.
Mikel apareció desde uno de los passillos del yet para decirnos que estabamos sobre volando Londres. Las dos, entusiasmadas, corrimos hacia una de las ventanas para observar las vistas. Todo era hermoso, se podia ver el Big-Ben a lo lejos, y si te fijabas bien, podias ver al  London Eye dar vueltas. Nos miramos, sonrientes, y nos abrochamos los cinturones de seguridad, ya que hibamos a aterrizar.

. . .

Miles de chillidos se escucharon al entrar en el auropuerto. Centenares de fans, abundaban mas los adolescentes, estaban tras las vallas de seguridad, unos riendo, otros llorando, pero los gritos que no falten. Las dos miramos a Mikel con ojitos de perrito mojado. Y él, sabiendo de ante mano lo que le hibamos a pedir, aceptó. Las dos nos fuimos a un lado de las vallas, yo a la izquierda y ella a la derecha y empezamos a sacarnos fotos y firmar autografos. Eso era lo que mas nos gustaba. Complacer a los fans. Ya que nosotras tambien tenemos idolos y sabemos que es que no nos hagan caso así que siempre que podemos atendemos a los nuestros. Porque sin ellos no estariamos donde estamos, así que se lo merecen.

A la media hora Mikel nos llama ya que el tiempo se nos había hido de las manos, así que sin rechistar nos subimos al 4x4 de Mikel que llevaba el chofer, y nos dirijimos al hotel en el cual nos hospedariamos. Al bajar del auto una abalancha de fans se nos vino encima y dificilmente pudimos pasar hasta entrar en el vestibulo. Recogimos las llaves de la habitación en la que  y subimos al ascensor. Teniamos las 345 y 346, que estaban connectadas. Esperamos a que nos trajesen nuestras maletas y con una sonrisa entramos a los cuartos, con una extraña sensación en el vientre de que este viaje no seria como los otros...este seria especial.
La habitación era hermosa. Enorme. Asombrada, miré todo lo que contenia. Una cama gigante, una televisión plasma de a saber cuantas pulgadas, un armario enorme que podia guardar toneladas de ropa, pero lo que mas me gustó fué el paisaje que había desde el balcón.



Miré alucinada el Big-Ben, no me lo podia creer, estabamos mas elevados que este. Un silvido me llamó la atención, miré a mi derecha y vi a Nat asomandose al balcón, con la misma cara que yo. Me reí, porque la verdad es que nos veiamos ridiculas.

- Tengo una extraña sensación de que este viaje será completamente diferente a los demás...- dijo mientras aún miraba perdidamente el paisaje.

Me sorprendí de lo que dijo, ya que era exactamente lo que pensaba...y luego me preguntan porqué es mi mejor amiga.