"Sinopsis (Lo que sucede luego de despertar)" (Lenin y Helen)

Capitulo 2

Tome el cubo entre mis manos, dándolo vueltas, mientras intentaba que fuera algo coherente y lograra armarlo. Cuando vi que el color morado estaba completo, lo deje encima de la cama.

Observe por fuera de la ventana. Ya era muy tarde y Lenin aún no llegaba. Pasé mis manos por mi pelo y luego tomé el celular que había comenzado a vibrar en ese preciso momento. Era un mensaje de Kristen.

“¿Qué tal todo?”

Mal, pensé en cuanto leí el texto. Pésimo.

No respondí y tire el celular que había recibido como regalo de navidad por parte de mi padre.

Seguí observando por la ventana, intentando no preocuparme. ¿Qué le podía haber sucedido? ¿Se habría encontrado un gatito y quisiera buscarle un hogar? ¡Maldita sea, Lenin no es así, Lenin vendría sin importar que sucediera!

Camine de un lado a otro por mi cuarto, abrí un par de libros, hojeándolos sin importancia.

El celular comenzó a vibrar, era Kristen llamando. Corté y apagué apresuradamente el teléfono, para luego tomarlo y dejarlo dentro del velador.

¡Quería mi antigua vida! Odio este mundo rosa y perfecto

Un leve ruido en la ventana me distrajo, Lenin estaba sentado en el marco de ella, con sus pies apoyados en el suelo de mi pieza y un brazo en el marco vertical.

-Hola-su voz leve y seca me dijo que algo andaba mal.

Camine para saludarlo, pero un sonido de que algo había caído al piso me detuvo, mire al suelo debajo de los pies de Lenin…. Sangre.

Corrí hasta él y levante su cara entre mis manos

-¡¿Qué demonios te paso?!-chille, pero no lo suficientemente fuerte como para que mamá me escuchará

-Enemigos-

Abracé a Lenin y lo guié hasta mi cama, lo dejé recostado en ella y camine hasta la puerta

-¿Adónde vas?-me pregunto levantando la cabeza

-Por el botiquín-dije tomando el picaporte en mis manos

-No…-

-¡Maldición Lenin, voy a ir te guste o no!-

-Cierra la ventana, antes-dijo despacio

Lo mire extrañada y me dirigí a la ventana para cerrarla con seguro, corrí la cortina y me fui directamente al baño del segundo piso para sacar el botiquín

No encendí la luz del baño y busqué a tientas el botiquín que ya había sacado hace unos meses. Cuando lo encontré, una sombra detrás de la única ventana me detuvo, me di cuenta porque la veía reflejada en el piso, mire hacia atrás y logré ver a un chico tras la ventana, con sus fuertes ojos posicionados en mí y en cada uno de mis movimientos.

Tragué saliva y corrí lo más rápido que pude hasta mi pieza, cerrando ambas puertas tras de mí –La del baño y de mi cuarto-

Me senté al lado de Lenin mientras buscaba la luz de la nueva lamparita de noche, la encendí con el interruptor y comencé a tomar gasa para limpiar el corte que tenía mi novio por la mejilla y una pequeña parte de la nariz

-¿Por qué… corriste para llegar hasta aquí?-me preguntó a penas.

-Creo que estoy loca-dije sonriendo

-¿Así?-dijo él, sarcástico.

Hundí un poco la gasa en su herida adrede, intentado regañarlo. Él gimió leve.

-Vi a un chico atrás de la ventana del baño-

-¿No bromeas?-preguntó más serio mientras intentaba levantarse.

Puse una mano en su pecho y se lo impedí, a la vez que sacaba la gasa con sangre de su cara

-¿Qué sucede?-pregunté alarmada

-No me pudieron seguir, corrí muy rápido… Es imposible-no entendí prácticamente nada

-¿Quiénes? ¿De qué hablas?-

-Los chicos con quienes me pelee-

-Escúchame, todo estará bien-le sonreí-Se marcharán luego-

-No entiendes-dijo moviendo su cabeza levemente

-Claro que no ¡No me explicas!-dije algo molesta

-No puedo-su voz apenada me achico el corazón- Discúlpame Hel-

-¿Se irán?-pregunte dudosa

Lenin negó con la cabeza

-Me quieren a mí, debo irme-nuevamente intento pararse, lo detuve otra vez

-¡¿Y tú crees que dejaré que vayas?!-dije preocupada-No te dejaré-

-¿Prefieres que tu madre sufra mañana cuando salga?-

Me detuve

-Tú no te irás-dije apresurada

-¡Por favor, Hel! Confía en mí-suplico

-¡En ti confió! ¡A quienes no fio son a ellos!-

Lenin suspiro.

-Esperemos, si se van… No salgo, si no se van, voy y acabo con ellos-sugirió

-¿Acabar? ¿Los vas a matar?-pregunté despacio

-Haré lo que sea necesario para que no se acerquen a ti-dijo seguro

-¿Son humanos?-

Lenin rodeo sus ojos

-Está bien…-El odiaba que lo llamará “no humano”-¿Sufren lo mismo que tú?-

Se quedó en silencio

-No puedo hablar, Hel, perdóname-

Fruncí el seño y termine de limpiar sus heridas.

Eso me había dejado totalmente perdida. Si Lenin no me respondió significaba que no eran humanos, que eran piroquinesicos o psicoquinesicos que venían por Lenin… ¿o por mí? Yo sabía demasiado, sabía demasiado sobre ellos.

¿Para qué querían a Lenin? Él ya había remediado todo el mal que me había producido, no estaba haciendo nada malo por ahora… ¿Por qué lo necesitaban tan de pronto?

-No pienses eso-dijo Lenin.

Olvide que podía leer mis pensamientos

-Maldito psicoquinesico-le dije sonriendo

-No lo pienses-dijo serio-Prométeme que no lo harás-

-Está bien, lo prometo-

Puse dos banditas en la cara de Lenin, una en cada herida.

Le quite su chaqueta y luego la polera. Cuanto babeaba cada vez que veía su torso desnudo, tan trabajado.

Intenté concentrarme en la herida que atravesaba su cuello hasta la mitad del pecho. La limpie igual que las de la cara, pero en esta tuve que poner algo de alcohol, por lo cual Lenin me regaño

-¡Me duele, Hel!-

-Es tu culpa por ser tan buscapleitos-dije mientras seguía limpiando

-Yo no los busqué-me aseguró entrecerrando los ojos-Créeme que no lo haría, ni mucho menos para hacerte mal otra vez-

Mordí mi labio inferior al recordar el pasado

-Lo siento-dijo leve-No quería que lo recordaras-

-Está bien-dije segura

-Una de las cosas buenas que tienes, es que la mente humana está dotada con el olvido, lo olvidarás pronto-

-¡Ajá!-dije señalando la cara de Lenin por un momento-¿Aseguras que no eres humano?-pregunte sonriéndole.

Lenin levantó sus manos y rió bajo

-Está bien… Lo admito-

Sonreí para terminar de pasar la gasa por el torso de Lenin. Hice una especie de “bandita gigante” con cinta adhesiva de paño, cruzando el gran rollo alrededor del tórax de Lenin, para terminar dando vueltas por el hombro izquierdo de él, dejando la cinta de una forma vertical, al mismo lado en el que se dirigía la herida. Corté la cinta en el extremo.

-Listo-dije mientras me volvía a sentar en la cama. Empecé a guardar las cosas dentro del botiquín

-Gracias-dijo Lenin. Me ayudó a guardar las últimas cosas dentro de este y luego me lo quitó de las manos, cerró la cremallera y lo dejo a un lado de la cama-No debiste molestarte-

-No es nada-le sonreí.

Lenin tomó mi cara entre sus manos, para apoderarse de mis labios. Recargó su peso sobre mí, obligando a acostarme en la cama. Recorrí su torso con la ayuda de mis manos y luego nos separé

-Está bien-dijo él, mientras tomaba su polera para ponérsela.

Se la quite de las manos

-Esta con sangre-le recordé al ver su expresión sexy

-No puedo estar así todo el día-dijo mientras se sentaba a una orilla de la cama, me senté con él

-Bien, entonces espérame-camine hasta la puerta y me dirigí al baño.

Esta vez cerré la cortina de la ducha –La ducha era quien tenía la pequeña ventana en el borde superior-

Lavé con cuidado la zona ensangrentada de la polera de Lenin. En cuanto termine, la dejé colgada en la barra de la cortina de baño y me dirigí a mi pieza.

Lenin estaba observando la foto sin marco de cuando tenía cinco años, ubicada sobre el velador.

Aún mamá no compraba el nuevo marco de la foto, luego de que Lenin quebrara todo hace unos meses. Eso sí, a mamá le dije que me dio un ataque de locura -cuando ella no estaba y se encontraba en el hospital sin que yo tuviera idea por dos días- debido a su ausencia. Lo bueno fue que me creyó esa mentira y estuvo dispuesta a comprar la mitad de mi cuarto de nuevo, con el seguro del auto que murió junto con el amante temporal de ella en el choque.

El sonido de la puerta al cerrarse tras de mí lo saco de los pensamientos

-¿Y mi polera?-pregunto mientras veía mis manos vacías

-Se está secando-dije sonriendo-Ven, duerme conmigo-

-O mejor dicho, que vele tu sueño-

Había olvidado que él no dormía, debido a que una parte de su cerebro había sido “quemada” cuando adquirió los poderes. Jamás me había dicho como los obtuvo, y yo no iba a presionarlo

-Está bien-dije sonriendo, a la vez que entraba dentro de la cama.

Lenin se ubico a mi lado, pasando su brazo derecho por mis hombros. Puse una mano rodeando su pecho con cuidado, para que no interfiriera en la herida.

Cerré mis parpados mientras sentía la mano izquierda de Lenin acariciando mi cabello.

-Todo estará bien… se han marchado-lo escuché decir antes de caer en sueño

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Tire la mochila sobre el sillón ¡Tuve una jornada agotadora en la escuela! Y no por las clases, esta maldita nueva vida social me está sacando de quicio. Apagué el celular al recordar la escuela.

Me senté a un lado de mi mochila, descansando completamente.

Los pasos de mi madre bajando la escalera me alertaron

-¿Qué haces acá?-pregunte extrañada mientras me reincorporaba

-El trabajo me ha dado unas vacaciones al verme muy estresada-dijo ella mientras ponía un aro en su oreja derecha y luego intentaba atinarle al otro- ¡Que loco! ¿No?-termino por poner su segundo aro y tomo su bolso de mano. Di un vistazo a su ropa, estaba muy arreglada-Hel, los Stevens me han invitado a una especie de fiesta… Me pidieron si podías cuidar a sus hijos-

-Pero Trip es mayor que yo ¿no?-intente hacer memoria, Trip tenía 15 o 16, Stephen alrededor de 10 y Sophie no más de 5 años

-Sí, pero Trip no es muy buen niñero-hizo una mueca-¿Puedes?-suplico

-Está bien-suspire y volví a relajarme

-Genial, llegan en 15 minutos-salió de la casa antes de que pudiera discutir.

Corrí a mi pieza por ropa, dejé mi uniforme tirado y bajé justamente para encontrarme con los niños “Stevens”.

Trip estaba mirando enojado a sus hermanos, entendí que él no quería estar aquí.

-Soy Helen-dije agachándome a la altura de Stephen y Sophie-¿Qué quieren hacer?-pregunte amable

-¡Galletas!-dijo Sophie

-¡Jugar!-grito Stephen sobre la voz de su hermana

-¡Galletas!-discutió Sophie

-¡Jugar!-repitió Stephen, molesto

-¡Galletas!-

-¡Jugar!-

Trip tapo sus oídos con ambas manos a la vez que se sentaba en el sillón

Puse mis manos interponiéndome en los pequeños

-¿Qué tal si hacemos galletas jugando?-ofrecí sonriente

A ambos niños se les ilumino la cara, Trip tapo su rostro con las manos

-¿Estoy yo de por medio?-preguntó el mayor de los Stevens

-¡Tú me ayudas!-le ordené

-Maldición-bufó

-Maldición es una mala palabra-comenté riéndome para que los niños me ayudarán

-¡Así es, Trip, Maldición es una mala palabra!-gritó Sophie sacando la lengua

-Mocosa-dijo Trip-¿Dónde está la cocina?-

-Por allí-señale a un lado del living, una puerta que daba directo a la cocina

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AHÍ EL SEGUNDO CAPITULO!

MUCHAS GRACIAS A TODAS LAS QUE LEEN! SE LOS AGRADEZCO UN MONTÓN!

LAS QUIERO! QUE ESTEEEN MUUUY BIIIEEEEN!! (:

(ESTOY PENSANDO EN SUBIRLE UN MARATÓN, PERO TODO DEPENDE DE SI LO QUIEREN :P)

XOXO

JAVI'S JONAS 

Javiiiiiiiii Siguelaa x favor!!! :hi: !!1
Y HACE MARATON!!!!!!!!! xD oye.. no entendi algo.... qien ***** es Kristen??!!!??

SIGUELA

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SIGUELA

me gusta muchisimo la nove

SIGUELA!!!!!!!

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SIGUELA!!!!!!!

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P34c3 :love: & Jonas![/center]

Capitulo 3

Esa cosa de la niñería se me daba mejor de lo que pensé. Sophie y Stephen no habían peleado más desde que empezamos con las galletas y bueno, Trip parecía una verdadera molestia, intente hacer caso omiso.

Estábamos en la mesa de la cocina, comiendo las galletas preparadas por nosotros

-¿Tienes novio, hel?-preguntó Trip.

Su pregunta me sorprendió totalmente, abrí los ojos y tragué la galleta

-Sí-tomé otra galleta rápidamente para no decir nada más

-¿Quién es?-preguntó curioso

-Un amigo-dije con comida en la boca, trague lo que tenía-¿Y tú?-

Tenía que admitirlo, Trip era guapo. Con su pelo negro y la piel blanca hacia una combinación hermosa. Sus ojos marrones resaltaban y podía notar unos músculos bajo la ceñida polera verde que llevaba.

-No, lo prefiero así, tomo lo que quiero y lo dejó. Sin compromisos-sonrió como si eso fuera algo bueno

-Un patán-razoné

-Corrección, GUAPO patán-dijo orgulloso y me dedico una sonrisa más

Rodeé los ojos.

Observé hacia la ventana que daba al patio, donde pude ver a Lenin parado afuera, sonriéndome. Sonreí en respuesta.

Mire a los pequeños Stevens, ambos estaban dormidos, con galletas en las manos.

-Trip, ¿Me ayudas?-pregunté mirando a sus hermanos

Él bufó molesto

-Está bien-

Dejé la comida a un lado de las manos de ambos y tome a Sophie en mis brazos, ella dijo algo incomprensible y luego siguió durmiendo.

Esperé a que Trip tomara a Stephen y subí las escaleras para dejar a Sophie y Stephen en la cama de mi madre, esa era la cama más grande en la casa.

Me asomé en la ventana de la pieza y vi a Lenin haciéndome señas, diciendo que entraría. Asentí y me di vuelta para ver a Trip mirándome, intentando investigar algo sobre mí. Luego de unos segundos de un incomodo –por lo menos para mí- silencio hablé

-¿Está todo bien, Trip?-dije juntando mis cejas

Él agito su cabeza, quitando algún pensamiento

-Lo siento, solo que eres muy bella-

Reí bajo, simulando

-¿Cuántas veces te ha funcionado la frase?-pregunté mientras caminaba hasta afuera de la pieza, al pasillo

-No lo sé-cruzó sus brazos delante de su pecho, empezó a acercarse hasta mí-Dime tú-

Lenin apareció atrás de mí

-¿Te lo creíste, Hel?-preguntó Lenin apoyando una de sus manos en mi hombro

-¡Oh, claro que no!-exclamé.

Me di media vuelta para quedar frente a Lenin, besé su mejilla y luego me volví hasta Trip.

-Si quieres, ve a ver televisión abajo-dije al chico pelinegro-En el living-

-¿Y tú?-preguntó Trip molesto

-Estaré ocupada aquí arriba-abracé a Lenin

Trip pasó por mi lado y bajo a zancadas las escaleras.

Lenin arqueó las cejas

-¿En serio? ¿Me das permiso?-preguntó sonriendo

-¡Claro que no!-dije divertida-Era para que se largará-

Lenin suspiro

-Está bien-pronuncio él-¿Desde cuándo como niñera?-

Reí

-¿Has contado las horas que estuviste allí afuera?-

Lenin asintió

-Todo el tiempo que estuviste afuera he sido niñera de 3 niños-pensé un momento-corrección, Dos niños y un adolescente que se cree uno-

-¡Te escuché!-grito Trip desde abajo

-¡Es la idea!-dije sonriendo maliciosa

-Creí que Trip era un tipo más serio-dijo Lenin

-No lo es-soné divertida mientras negaba con la cabeza-Créeme que no lo es-

-Te creo todo lo que dices-

Sonreí y le di un beso fugaz.

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-¿Y qué tienes que hacer?-le pregunte a Summer mientras la acompañaba hasta su parada de bus

-Nada anormal, lo mismo que la maldita me ha pedido desde que nació su hija-bufó molesta

-Tu hermana-corregí

-Sí, eso-

La novia del padre de Sum había quedado embarazada, y desde que nació la hermanastra, la madre de la pequeña había vivido atormentándole –aún más- la vida a Summer, obligándola a pasar tiempo en “familia”

-Bien, tratemos de olvidar el tema un poco-tome un brazo de Summer y la obligue a entrar a una tienda de helados.

Sum me miro entrecerrando los ojos, le sonreí

-Elige uno-dije señalando una parte del lugar, donde había un menú sobre un mesón.

Al otro lado del mesón había una adolescente con el uniforme del local, su cara denotaba un aburrimiento total.

Nos acercamos hasta el mesón, Summer me miro

-Cualquiera con tal de que sea de chocolate-comentó mi amiga mientras le hablaba a la “animada” vendedora de helados

La adolescente me miro frustrada

-Dos helados grandes de chocolate-pedí

Aquella chica digito un par de números en un computador, sonó el ruido de una impresora y salió una boleta de ella

-Aquí tienen-su voz declaraba que parecía de algo así como sinusitis-Esperen a un lado, que disfruten su helado-sus ojos estaban cansados.

Tomé a Summer del codo y la llevé hasta una mesa, noté como Sum miraba a la vendedora con lastima

-No quiero terminar así-dijo mi amiga, mientras acomodaba su bolso de escuela a un lado de ella y mantenía su vista en la chica

-Claro que no lo harás-le dije mientras dejaba mi mochila en mis piernas

Summer sonrió

-A propósito-dijo mi amiga, despegando su vista de la vendedora para observar la mesa-¿Qué piensas estudiar?-

Su pregunta me tomó por una sorpresa total, de verdad no tenía nada pensado y tan solo me restaban 4 años –sin contar este- para terminar las clases y empezar la universidad.

-Ni idea-dije desconcertada

-¡Oh, por favor, tienes que pensar algo!-

Eso era cierto, tenía que pensar en algo.

Una mano tocó mi hombro, salté a la vez que giraba mi cabeza para ver una cabellera rubia familiar –algo más corta de lo que recordaba- mientras unos ojos marrones se posicionaban sobre mi rostro.

¡Maldita sea, seguía siendo tan guapo!

-Philip-dije con dificultad

Sonrío

-¿Qué tal todo?-preguntó a la vez que se sentaba a mi lado, en una silla desocupada

Summer me miro con intriga.

-Voy a recoger los helados-dijo Sum a la vez que se apartaba hasta el mesón

-Bien-dije mientras contenía el aire sin darme cuenta

-Me alegro-bajó la vista

-¿Qué haces por acá?-esa pregunta se me escapo de la boca

Philip rio bajo

-Mi escuela esta a unas cuadras-

¿Cómo demonios jamás había oído sobre su escuela?

-Okey…-dije bajo

Summer llegó a nuestro lado y me dedico una mirada de pregunta

-Debemos irnos-dijo mi amiga.

Philip me observó por un segundo, asentí y salí de una carrera del local, dejando a Summer de lado.

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3 chicos interesados en helen
seguiila

:O SIGUELA!!!!....¬¬ hace maraton pliss!!!!
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P34c3 :love: & Jonas!

Capitulo 4

¡Maldita sea, esta vida de rositas tendrá que acabar!

Tenía dos formas de hacerlo: o yo misma acababa con mi propia vida social, o… descubría qué demonios paso de un día a otro.

Para hacer eso tengo que recordar el primer día de esta nueva vida.

El primer día… Justamente luego de que llegó mi madre del hospital....

-¡No puedo creer que tú sola hayas ordenado todo esto!-dijo mamá asombrada al entrar en la ordenada casa

-No es nada-dije extrañada.

Mamá venía con un brazo vendado, pero no era nada grave.

Luego de un momento de charlas, decidí subir a mi cuarto.

Ahora estaba vacío… demasiado.

Cuando Lenin decidió matarme de alguna u otra forma, jamás se le paso por la cabeza que si sobrevivía ¡mi cuarto quedaría completamente vacío!

Ahora ni siquiera tenía lamparita de noche, estaba la cama, las mesitas de noche, mi lámpara de estudio junto con algunas fotos en marco sobre mi escritorio, y mi guardarropa, junto con… ropa.

Y bien, tendría que explicar esto de alguna forma, sin mencionar la enfermedad de Lenin.

-¡Te llama un chico afuera, Helen!-el grito de mi madre me hizo saltar.

Asomé mi cabeza por la puerta y respondí

-¿Quién?-pregunte a gritos

-¡No se!-

Bajé a carrera las escaleras y salí por la puerta principal

-Lenin-quedé estampada en el umbral de la puerta, él estaba justo frente a mí.

Retrocedí un paso a la vez que divisaba como una sonrisa traviesa escapaba de su boca

-¿Tienes que recordarme mi nombre cada vez que nos vemos?-al tal parecer su sarcasmo no fue afectado para nada

Muy bien, el tenía razón. Debía dejar de pronunciar su nombre cada vez que le veía

-Lo siento-dije tímida.

Él volvió a sonreír mientras tomaba una de mis manos. Me exalté

-¿Tienes tiempo para salir?-la pregunta la hizo mirándome, luego levanto un poco su vista hasta mis espaldas.

Me giré para observar a mi madre parada unos metros tras nosotros. Ella asintió mientras hacía gestos.

-Vamos-dijo mientras tomaba mi brazo y me guiaba hasta algún sitio.

¿Y ahora qué? Me pregunte a mis adentros.

¡Deja de pensar todo lo que piensas!

-¿Qué?-preguntó Lenin divertido

La frase sonó estúpida, pero ¿Qué más podía hacer? Lenin acostumbra a leer mis pensamientos

-¿A dónde vamos?-pregunte a la vez que subía a la reciente adquisición de Lenin en las carreras clandestinas, el Jeep negro.

A los segundos Lenin estuvo a mi lado, en el asiento del conductor.

-Déjame mostrarte algo ¿Si?-

Asentí mientras guardaba silencio. Mire por la ventanilla a la vez que el Jeep avanzaba a una velocidad extrema –algo muy común en Lenin-

-¡Hey!-dijo mi amigo luego de varios minutos de un incomodo silencio

-¿Hm?-pregunté a la vez que observaba su rostro de perfil –ya que el mantenía la vista al frente-

-¿Qué es lo que más te gusta?-

Junte mis cejas

-¿Respecto a qué?-consulte intrigada

Pude divisar una sonrisa en sus labios

-Lo que sea-respondió sin mirarme

Rodeé los ojos

-Di algo específico-pedí

Su sonrisa se ensancho

-En chicos-

Quedé tiesa en el asiento a la vez que mantenía mi vista en el parabrisas.

Me mantuve en silencio por unos varios minutos

-¿Qué dices?-me preguntó rompiendo la pared que había construido en mi mente para dejar atrás la pregunta

¡Tan solo si él supiera que todo lo que deseo en un chico, él lo tiene de sobra!

-Cambia la pregunta-comenté mientras agitaba mi cabeza levemente de un lado a otro

-Está bien-medito un momento.

Detuvo el auto a la vez que quitaba las llaves y las agitaba en su mano derecha.

-¿Qué opinas de este lugar?-consulto a la vez que señalaba fuera del parabrisas

Dirigí mi vista hasta afuera.

Una playa, con una reluciente arena y tras esta, un hermoso mar azul, era visible tras de un muelle, en donde acariciaban los rayos del atardecer.

-Es…-me detuve un momento a pensar una palabra adecuada-Perfecto-dije luego de unos segundos.

-Perfecto…-me citó Lenin-Me alegro-

Mi amigo bajó del Jeep, para luego aparecer al lado de mi puerta y ayudarme a bajar

-Esto es muy cursi-dije mientras nos encaminábamos al final del muelle

-Creí que te agradaría-

-¡Oh, claro!-exclamé amigable mientras me soltaba por un momento de los fuertes brazos de Lenin, para quedar mirando su rostro-Pero
nosotros somos amigos-

Lenin rascó su nuca y tomó una de mis manos

-Ahí está el problema-dejo uno de mis revoltosos mechones de pelo tras mi oreja izquierda-Ya no deseo que seas mi amiga-

Mi respiración se apago.

-Deseo que seas mi novia-

Abrí mi boca para decir algo, para aceptar, pero ninguna voz salía fuera de mi garganta.

Tenía que decirle de alguna forma que sí ¡Ya!

Tomé el rostro de Lenin entre mis manos y acerqué sus labios a los míos, en un fogoso beso. Lenin pasó sus manos por mi cintura y me rodeó completamente, acercando nuestros cuerpos. Ahora él tomó mi cara para separarnos

- Te prometo que jamás volverás a sentir mal, que jamás volverás a llorar, que nada malo volverá a suceder- susurró a mi oído.

Y parecía que susurrará otra vez esas palabras a mi lado.

-No podrás completar tu promesa-dije leve

-¿Por qué?-preguntó inconcluso

-Porqué te guste o no, yo no tengo una buena vida. No la tuve, no la tengo y no la…-

-La tendrás-me interrumpió Lenin-Te prometo que ahora serás feliz-

-Seré feliz de cualquier forma-sonreí

-Te amo-

Me volví a mi misma a la realidad.

Luego de dar ese recorrido de recuerdos hasta el año pasado intente poner las cosas en un orden.

Luego de mi compromiso con Lenin, todo parecía el mundo rosa. Luego del choqué de mi madre, tenía una madre real. Luego de un revuelco en mi vida, era la envidia del colegio.

¿¡Qué demonios sucede?! Está claro que todo se puso fuera de lugar, yo quiero mi vida infeliz con la que me arreglaba para ser feliz. Ahora casi no puedo hablar con Summer, no puedo escaparme porque tengo permiso para todo, no puedo alejarme de Lenin porque lo amo. Maldita sea, tengo sentimientos y pensamientos encontrados.

Si quiero solucionar esto de una vez por todas, debo hacer que estos pensamientos dejen de encontrarse, que se desvíen, que se pierdan o que se caigan a un pozo sin fondo. El punto es que se vayan.

Me siento vacía, siento como si me faltara algo, algo que tuve.
Adrenalina.

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BUENO CHICAS, AHI VA UN CAP (:

LO SIENTO POR NO SUBIR AYER, ESTUVE ALGO OCUPADA.

EN FIN.. GRACIAS POR LEER.

ESPERO QUE ESTEN BIEN!

COMENTEN SI QUIEREN EL CAP 5

XOXO

JAVI'S JONAS

ME ENCANTO...

SIGUELA

SIGUELA
SIGUELA