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"Amante prohibida" (Nick y tu) Adaptación.
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
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"Amante prohibida" (Nick y tu) Adaptación.
por JOENICKEV Dom 23 Mayo 2010, 3:47 pm
hi chicas me llamo ichell a lo mejor algunas
que entrena a comentar me conoscan
por mis otras noves que tengo ahora vengo
con una nueva nove para ustedes
bueno esta va para las amantes de
Nick por que la verdad de todas
las novelas que hesubido han sido
de Joe y se me hizo justo que
tambien subir una de nick
bueno espero y les guste
aqui les dejo la sipnosis
La pasión era más fuerte que la razón...
Era imposible no fijarse en ____________. Nick Jonas la deseaba más de lo que había deseado a ninguna mujer en toda su vida. Sin embargo, jamás podría hacerla suya...
Era imposible evitar a ______________. Trabajaba para Joe , el hermano de Nick; de hecho se rumoreaba que eran amantes. El sentido común le decía a Nick que se alejara de ella...
Estaba empezando a resultar imposible resistirse a ____________. Nick tenía la sensación de que ella también se sentía atraída por él. Era sólo cuestión de tiempo que la convirtiera en su amante prohibida...
bueno chicas comenten
para que les suba el primer
cap si en la noche tengo
comentarios subo el primer
cap
que entrena a comentar me conoscan
por mis otras noves que tengo ahora vengo
con una nueva nove para ustedes
bueno esta va para las amantes de
Nick por que la verdad de todas
las novelas que hesubido han sido
de Joe y se me hizo justo que
tambien subir una de nick
bueno espero y les guste
aqui les dejo la sipnosis
La pasión era más fuerte que la razón...
Era imposible no fijarse en ____________. Nick Jonas la deseaba más de lo que había deseado a ninguna mujer en toda su vida. Sin embargo, jamás podría hacerla suya...
Era imposible evitar a ______________. Trabajaba para Joe , el hermano de Nick; de hecho se rumoreaba que eran amantes. El sentido común le decía a Nick que se alejara de ella...
Estaba empezando a resultar imposible resistirse a ____________. Nick tenía la sensación de que ella también se sentía atraída por él. Era sólo cuestión de tiempo que la convirtiera en su amante prohibida...
bueno chicas comenten
para que les suba el primer
cap si en la noche tengo
comentarios subo el primer
cap
JOENICKEV
Re: "Amante prohibida" (Nick y tu) Adaptación.
por Invitado Dom 23 Mayo 2010, 4:28 pm
Primera Lectora :D
siguela !!
siguela !!
Invitado
Invitado
Re: "Amante prohibida" (Nick y tu) Adaptación.
por Invitado Dom 23 Mayo 2010, 4:37 pm
NUEVA LECTORA!!!!
PARECE INTERESANTE
TE DIJE QUE HIBA A PASAR POR ACA
QUIERO EL PRIMER CAP!!
PARECE INTERESANTE
TE DIJE QUE HIBA A PASAR POR ACA
QUIERO EL PRIMER CAP!!
Invitado
Invitado
Re: "Amante prohibida" (Nick y tu) Adaptación.
por Invitado Dom 23 Mayo 2010, 5:29 pm
SIGUELAAAAAAAAAA
Invitado
Invitado
Re: "Amante prohibida" (Nick y tu) Adaptación.
por *annie d' jonas* Dom 23 Mayo 2010, 5:36 pm
4ta lectoraaaa!!!!!! :o
me facino esta muy interesante!! :¬w¬:
asi q espero q subas 1 cap plisss!! :lol!: :lol!: :lol!:
me facino esta muy interesante!! :¬w¬:
asi q espero q subas 1 cap plisss!! :lol!: :lol!: :lol!:
*annie d' jonas*
Re: "Amante prohibida" (Nick y tu) Adaptación.
por JOENICKEV Dom 23 Mayo 2010, 6:08 pm
wow gracias por sus comentarios
iba a poner el primer cap
mas tarde pero al ver mas
comentarios de los que
imaginaba pondre ahora el cap
iba a poner el primer cap
mas tarde pero al ver mas
comentarios de los que
imaginaba pondre ahora el cap
JOENICKEV
Re: "Amante prohibida" (Nick y tu) Adaptación.
por JOENICKEV Dom 23 Mayo 2010, 6:10 pm
Capítulo 1
NICK estaba de pie mirando por los ventanales de su oficina cuando el intercomunicador empezó a sonar.
Suspiró, dejó de mirar las calles mojadas de Newcastle, cruzó el amplio despacho y contestó a su secretaria.
—Dígame —dijo lacónicamente.
La interrupción no le había agradado y la señora Clements se aclaró la garganta antes de contestar.
—Es su hermano, señor Jonas —la respuesta sorprendió a Nick—. Le he dicho que está ocupado, pero él insiste en que usted le recibirá.
Nick estaba haciéndose a la idea de que su hermano había tenido el valor de presentarse allí cuando oyó un alboroto y la puerta del despacho se abrió de par en par. Thomas Jonas, un hombre alto y fornido, estaba en el umbral de la puerta con la diminuta señora Clements, hecha un manojo de nervios, detrás de él.
—¿Qué demonios es esto? —preguntó con un gesto de enfado que alteraba sus hermosas facciones—. ¿Necesito una cita para verte, Nick? Ya sé que no nos hablamos desde hace tiempo, pero no te lo Joe es tan a pecho.
Nick se apartó de la enorme mesa con superficie de granito y miró a le nerviosa secretaria por encima de su hermano.
—No se preocupe, señora Clemént's. Ya sé que ha hecho todo lo posible.
La secretaria se agarró las manos.
—Señor Jonas, no se olvide de que tiene una cita a las cuatro con el señor Adler.
—No se olvidará —afirmó bruscamente Thomas mientras agarraba el picaporte de la puerta—. No se preocupe, yo tampoco tengo la intención de entretenerlo tanto tiempo; soy su hermano, no soy un inspector de Hacienda
La señora Clements no hizo caso del comentario y consiguió asomar la cabeza por la rendija de la puerta que se cerraba.
—¿Quiere algo más, señor Jonas? ¿Quiere té o café?
—Mientras no sea una botella de whisky... —comentó irónicamente Thomas.
—Un poco de té, señora Clements. Si no es mucha molestia —le pidió Nick.
—Naturalmente. No es ninguna molestia —Thomas imitó la respuesta de la secretaria, cerró la puerta y se apoyó en la hoja de caoba—. Sinceramente, Nick, sabes perfectamente que esa mujer andaría sobre carbón al rojo vivo si se lo pidieras. Aunque la verdad es que casi todas las mujeres lo harían...
—Pero no todas —replicó Nick con cierta amargura—. ¿Qué quieres, Joe ? Ya has oído que no tengo mucho tiempo.
Joe se acercó hasta la mesa y se sentó en una de las butacas de cuero.
—Esperemos a que llegue el té. Preferiría que la buena de la señora Clements no lo oyera.
Nick contuvo la ira.
—La señora Clements es de absoluta confianza. No va contando por ahí lo que oye en mi despacho.
—Aun así... —Thomas se encogió de hombros—. Se me había olvidado la vista que hay desde aquí. Estoy seguro de que tú también la echabas de menos cuando estabas recluido en Abbey.
Nick estuvo a punto de echar a su hermano, pero eso habría provocado más preguntas que respuestas y decidió contenerse hasta que supiera qué quería. Aunque eso no alteraba su sensación al volver verlo. Habían pasado casi cuatro años desde que mantuvieron una conversación muy seria y no podía negar que sentía cierta curiosidad por saber el motivo de su visita.
Quizá fuera el momento de olvidarse del pasado. Habían sido muy buenos amigos cuando eran niños, antes de que de la traición de Thomas y el fracaso de su matrimonio los alejara. Tenía que sobrellevar el hecho de que tanto Miley como su hermano fueran los culpables de que su matrimonio se deshiciera. Al fin y al cabo, ella era su mujer y Joe un hombre libre.
Naturalmente, eso no quería decir que tuviera que confiar en su hermano. El divorcio de Miley había sido doloroso y demoledor y, durante meses, él sólo había encontrado consuelo en la bebida. El vil comentario sobre la botella de whisky y sobre su estancia en Abbey, un famoso centro de rehabilitación para alcohólicos y drogadictos, dejaba muy claro que su hermano no había ido a reparar su com¬portamiento.
Nick se sentó en la butaca detrás de la mesa y miró con curiosidad a su hermano. Joe parecía más viejo, aunque él también lo parecía. Eso era lo que pasaba con los traumas, sobre todo con los emocionales.
—¿Qué tal está Miley?
Decidió enfrentarse a la situación y se sorprendió por lo poco que le costó. Durante meses, después del divorcio, el mero hecho de oír su nombre despertaba en él los deseos más destructivos, pero en ese momento sólo sentía un ligero arrepentimiento por haber sido un tonto crédulo.
A Joe le sorprendió la pregunta.
—Está bien, supongo —respondió despreocupadamente—, ¿Por qué no la llamas y te
enteras?
Tuvo que hacer un esfuerzo, pero Nick consiguió que no se le notara la impresión.
—Prefiero no hacerlo —contestó mientras apoyaba las manos en los reposabrazos y esbozaba una sonrisa ante la aparición de la señora Clements—. Gracias, parecen deliciosas —añadió al ver un plato con galletas.
—Si necesita algo más, dígamelo —dijo la mujer mientras miraba de soslayo al visitante.
Nick sabía perfectamente lo que estaba pensando porque siempre había sido una mujer muy leal y se había sentido muy furiosa ante la traición de Thomas.
—Lo haremos —respondió Thomas.
Él también sabía lo que sentía la mujer y aquella era su forma de recordarle que su opinión no le interesaba lo más mínimo.
La señora Clements salió y cerró la puerta, pero Nick no hizo ningún gesto de tocar la bandeja de té. Si Joe quería Joe arlo, podía servirse él mismo.
—¿Qué quieres? —le preguntó con un suspiro de resignación—. Si es dinero, estás perdiendo el tiempo. Aparte de que mi ex mujer hiciera todo lo posible por dejarme sin blanca, el mercado de la vivienda está en horas bajas.
NICK estaba de pie mirando por los ventanales de su oficina cuando el intercomunicador empezó a sonar.
Suspiró, dejó de mirar las calles mojadas de Newcastle, cruzó el amplio despacho y contestó a su secretaria.
—Dígame —dijo lacónicamente.
La interrupción no le había agradado y la señora Clements se aclaró la garganta antes de contestar.
—Es su hermano, señor Jonas —la respuesta sorprendió a Nick—. Le he dicho que está ocupado, pero él insiste en que usted le recibirá.
Nick estaba haciéndose a la idea de que su hermano había tenido el valor de presentarse allí cuando oyó un alboroto y la puerta del despacho se abrió de par en par. Thomas Jonas, un hombre alto y fornido, estaba en el umbral de la puerta con la diminuta señora Clements, hecha un manojo de nervios, detrás de él.
—¿Qué demonios es esto? —preguntó con un gesto de enfado que alteraba sus hermosas facciones—. ¿Necesito una cita para verte, Nick? Ya sé que no nos hablamos desde hace tiempo, pero no te lo Joe es tan a pecho.
Nick se apartó de la enorme mesa con superficie de granito y miró a le nerviosa secretaria por encima de su hermano.
—No se preocupe, señora Clemént's. Ya sé que ha hecho todo lo posible.
La secretaria se agarró las manos.
—Señor Jonas, no se olvide de que tiene una cita a las cuatro con el señor Adler.
—No se olvidará —afirmó bruscamente Thomas mientras agarraba el picaporte de la puerta—. No se preocupe, yo tampoco tengo la intención de entretenerlo tanto tiempo; soy su hermano, no soy un inspector de Hacienda
La señora Clements no hizo caso del comentario y consiguió asomar la cabeza por la rendija de la puerta que se cerraba.
—¿Quiere algo más, señor Jonas? ¿Quiere té o café?
—Mientras no sea una botella de whisky... —comentó irónicamente Thomas.
—Un poco de té, señora Clements. Si no es mucha molestia —le pidió Nick.
—Naturalmente. No es ninguna molestia —Thomas imitó la respuesta de la secretaria, cerró la puerta y se apoyó en la hoja de caoba—. Sinceramente, Nick, sabes perfectamente que esa mujer andaría sobre carbón al rojo vivo si se lo pidieras. Aunque la verdad es que casi todas las mujeres lo harían...
—Pero no todas —replicó Nick con cierta amargura—. ¿Qué quieres, Joe ? Ya has oído que no tengo mucho tiempo.
Joe se acercó hasta la mesa y se sentó en una de las butacas de cuero.
—Esperemos a que llegue el té. Preferiría que la buena de la señora Clements no lo oyera.
Nick contuvo la ira.
—La señora Clements es de absoluta confianza. No va contando por ahí lo que oye en mi despacho.
—Aun así... —Thomas se encogió de hombros—. Se me había olvidado la vista que hay desde aquí. Estoy seguro de que tú también la echabas de menos cuando estabas recluido en Abbey.
Nick estuvo a punto de echar a su hermano, pero eso habría provocado más preguntas que respuestas y decidió contenerse hasta que supiera qué quería. Aunque eso no alteraba su sensación al volver verlo. Habían pasado casi cuatro años desde que mantuvieron una conversación muy seria y no podía negar que sentía cierta curiosidad por saber el motivo de su visita.
Quizá fuera el momento de olvidarse del pasado. Habían sido muy buenos amigos cuando eran niños, antes de que de la traición de Thomas y el fracaso de su matrimonio los alejara. Tenía que sobrellevar el hecho de que tanto Miley como su hermano fueran los culpables de que su matrimonio se deshiciera. Al fin y al cabo, ella era su mujer y Joe un hombre libre.
Naturalmente, eso no quería decir que tuviera que confiar en su hermano. El divorcio de Miley había sido doloroso y demoledor y, durante meses, él sólo había encontrado consuelo en la bebida. El vil comentario sobre la botella de whisky y sobre su estancia en Abbey, un famoso centro de rehabilitación para alcohólicos y drogadictos, dejaba muy claro que su hermano no había ido a reparar su com¬portamiento.
Nick se sentó en la butaca detrás de la mesa y miró con curiosidad a su hermano. Joe parecía más viejo, aunque él también lo parecía. Eso era lo que pasaba con los traumas, sobre todo con los emocionales.
—¿Qué tal está Miley?
Decidió enfrentarse a la situación y se sorprendió por lo poco que le costó. Durante meses, después del divorcio, el mero hecho de oír su nombre despertaba en él los deseos más destructivos, pero en ese momento sólo sentía un ligero arrepentimiento por haber sido un tonto crédulo.
A Joe le sorprendió la pregunta.
—Está bien, supongo —respondió despreocupadamente—, ¿Por qué no la llamas y te
enteras?
Tuvo que hacer un esfuerzo, pero Nick consiguió que no se le notara la impresión.
—Prefiero no hacerlo —contestó mientras apoyaba las manos en los reposabrazos y esbozaba una sonrisa ante la aparición de la señora Clements—. Gracias, parecen deliciosas —añadió al ver un plato con galletas.
—Si necesita algo más, dígamelo —dijo la mujer mientras miraba de soslayo al visitante.
Nick sabía perfectamente lo que estaba pensando porque siempre había sido una mujer muy leal y se había sentido muy furiosa ante la traición de Thomas.
—Lo haremos —respondió Thomas.
Él también sabía lo que sentía la mujer y aquella era su forma de recordarle que su opinión no le interesaba lo más mínimo.
La señora Clements salió y cerró la puerta, pero Nick no hizo ningún gesto de tocar la bandeja de té. Si Joe quería Joe arlo, podía servirse él mismo.
—¿Qué quieres? —le preguntó con un suspiro de resignación—. Si es dinero, estás perdiendo el tiempo. Aparte de que mi ex mujer hiciera todo lo posible por dejarme sin blanca, el mercado de la vivienda está en horas bajas.
JOENICKEV
Re: "Amante prohibida" (Nick y tu) Adaptación.
por *annie d' jonas* Dom 23 Mayo 2010, 7:12 pm
sigueee!!!!!! plisssss!!
nick si es rudo!!!!! :P
nick si es rudo!!!!! :P
*annie d' jonas*
Re: "Amante prohibida" (Nick y tu) Adaptación.
por Invitado Lun 24 Mayo 2010, 6:44 pm
a qe genial, nueva lectora. Me encanto, seguila cuando puedass:)
Invitado
Invitado
Re: "Amante prohibida" (Nick y tu) Adaptación.
por JOENICKEV Lun 24 Mayo 2010, 11:22 pm
—No intentes que me crea que tu negocio depende de los contratos familiares —replicó Joe con cierta firmeza—. Resulta que me he enterado de que has llegado a un acuerdo para proyectar el centro comercial de Vicker's Whaif —frunció el ceño y perdió parte de su atractivo—. En cualquier caso, no he dicho que quisiera dinero. Desde que Miley invirtió casi toda la liquidación de su divorcio en el centro de jardinería, todo va viento en popa —hizo una pausa—. La verdad es que he comprado una pequeña parcela junto al vivero y espero que también podamos poner un invernadero.
—Me alegro por ti.
A Nick le alegraba saber que la perspicacia de su hermano para los negocios estaba dando frutos. El centro de jardinería Jonas había sido el negocio de su padre antes de jubilarse, pero Joe había sido el único hizo en heredar su amor por la tierra. Desde que Joe se hizo cargo del centro, el interés general por la jardinería le había permitido duplicar los beneficios. Eso y la contribución de su ex mujer, naturalmente.
—No seas condescendiente —farfulló su hermano, que había percibido algo más en el tono de Nick—. No todos somos genios para los estudios, algunos tenemos ambiciones más modestas.
Nick evitó el enfrentamiento. Era un agravie muy viejo y no estaba dispuesto a volver sobre él. Joe sabía muy bien que él no era un genio ni un buen estudiante, pero se le daban bien las matemáticas y la informática le resultó fácil. Se licenció en ingeniería informática y a él la carrera como ingeniero de proyectos le había resultado tan natural como la horticultura a su hermano.
—Entonces —continuó Nick—, si no quieres dinero, ¿qué quieres? No creo que hayas venido a preguntarme por mi salud.
—¿Por qué no? —la respuesta fue inmediata y con tono ofendido—. Sigues siendo mi hermano, ¿no? Que hayamos tenido nuestras diferencias...
—Yo no diría que seducir a mi mujer y destruir mi matrimonio sea una «diferencia».
—Lo sé, lo sé —Joe adoptó un aire cariacontecido—. Como he dicho, hemos tenido nuestros proble¬mas, no voy a negarlo y tampoco voy a negar que fuera culpa mía. Pero, maldita sea, yo nunca habría seducido a Miley si ella no lo hubiera deseado, ¿no? Estabas obsesionado con ser socio en Faulkner. Tenías abandonada a tu mujer, Nick, reconócelo.
Nick apretó la mandíbula.
—No pienso reconocerte nada, Joe . Si ésa es tu forma de justificar lo que hiciste...
—No lo es —Joe lo interrumpió y se inclinó sobre la mesa—. ¿Te sentirías mejor si te dijera que todo fue un error? Nunca debió llegar al punto que llegó —se mordió el labio inferior—. Fui un idiota arrogante. No puedes sentirlo tanto como lo siento yo.
Nick se levantó y empujó la butaca contra la pared.
—Será mejor que te vayas —soltó una breve carcajada cargada de amargura—. Es increíble. ¿Realmente habías pensado que me consolaría que me dijeras que fue un error?
Joe levantó la barbilla.
—Sí, lo había pensado —respondió con tono obstinado—. Todos cometemos errores, ¿no?
Nick sacudió la cabeza.
—Joe , márchate antes de que digamos algo de lo que podamos arrepentimos.
Joe se encogió de hombros, pero no se movió y Nick miró su reloj de muñeca. Vio con incredulidad que sólo eran las tres y media, que sólo habían pasado quince minutos desde la aparición de Joe .
Resopló y miró a su hermano sin saber qué hacer. ¿Iba a tener que echarlo? Joe era fornido, pero él estaba en mejor forma y le sacaba unos diez centímetros de altura.
Rechazó la idea. No le interesaba arrastrarlo por todo el pasillo al que daban los demás despachos. Ya había tenido suficiente con tener que soportar la compasión de sus compañeros cuando Miley lo abandonó y él cayó en la dependencia del alcohol. No tenía ganas de rememorar aquellos momentos ni de dar la impresión de que todavía quería vengarse de su hermano. Además, se dio cuenta de que no quería hacerlo. Sólo sentía desprecio porque Joe pensara que iba a creerse sus mentiras.
—Dentro de poco tengo una cita.
Comprendía que enfadarse no iba a llevarle a ninguna parte. Joe , por algún motivo, estaba decidido a quedarse hasta que dijera lo que quería decir y Nick sospechaba que lo peor no había llegado todavía.
—Lo sé. Ya he oído a la vieja Clements.
—Entonces, comprenderás que no puedes quedarte y te propongo que te vayas antes de que quedes como un idiota absoluto.
Joe lo miró con ojos acusadores.
—No te importo lo más mínimo, ¿verdad? No te importa lo que pueda pasarme.
—¿Qué te pasa? —Nick lo miró fijamente—. ¿Pretendes arreglar las cosas entre nosotros?
Joe volvió a encogerse de hombros.
—No exactamente.
—Estoy deseando oírlo.
Joe frunció el ceño.
—Te crees muy importante. ¿Cómo no me había dado cuenta antes? Nadie te importa, ¿verdad, Nick? No te importaba que Miley necesitara cariño y nunca lo tuvo de un canalla insensible como tú.
Nick rodeó la mesa, agarró a su hermano de la camisa y lo levantó de la butaca.
—Eres un tarado malnacido.
Lo soltó para darle el puñetazo que se merecía, pero Joe se limitó a cerrar los ojos para esperar el castigo y Nick no pudo hacerlo. Soltó un juramento y volvió a tirarlo a la butaca antes de dirigirse al ventanal para recuperar la compostura.
Se hizo un silencio. Nick logró que su respiración se normalizara y se pasó la mano por el pelo moreno que le llegaba hasta el cuello de la camisa. Se alisó el traje gris y se cercioró que de que tenía la corbata en su sitio. También hizo todo lo posible por no olvidarse de que él era la víctima.
Se dio la vuelta. Eran las cuatro menos veinte y Joe tenía que irse antes de que llegara Sidney Adler. Adler era un político local que había sido fundamental para que le concedieran a Faulkner el proyecto del nuevo centro comercial. También era amigo íntimo de Andrew Faulkner, el socio de Nick, y no quería que pensara que se llevaba los problemas personales a la oficina.
Resoplo, volvió a la mesa y, sin sentarse, miró hacia la cabeza inclinada de su hermano.
—Me alegro por ti.
A Nick le alegraba saber que la perspicacia de su hermano para los negocios estaba dando frutos. El centro de jardinería Jonas había sido el negocio de su padre antes de jubilarse, pero Joe había sido el único hizo en heredar su amor por la tierra. Desde que Joe se hizo cargo del centro, el interés general por la jardinería le había permitido duplicar los beneficios. Eso y la contribución de su ex mujer, naturalmente.
—No seas condescendiente —farfulló su hermano, que había percibido algo más en el tono de Nick—. No todos somos genios para los estudios, algunos tenemos ambiciones más modestas.
Nick evitó el enfrentamiento. Era un agravie muy viejo y no estaba dispuesto a volver sobre él. Joe sabía muy bien que él no era un genio ni un buen estudiante, pero se le daban bien las matemáticas y la informática le resultó fácil. Se licenció en ingeniería informática y a él la carrera como ingeniero de proyectos le había resultado tan natural como la horticultura a su hermano.
—Entonces —continuó Nick—, si no quieres dinero, ¿qué quieres? No creo que hayas venido a preguntarme por mi salud.
—¿Por qué no? —la respuesta fue inmediata y con tono ofendido—. Sigues siendo mi hermano, ¿no? Que hayamos tenido nuestras diferencias...
—Yo no diría que seducir a mi mujer y destruir mi matrimonio sea una «diferencia».
—Lo sé, lo sé —Joe adoptó un aire cariacontecido—. Como he dicho, hemos tenido nuestros proble¬mas, no voy a negarlo y tampoco voy a negar que fuera culpa mía. Pero, maldita sea, yo nunca habría seducido a Miley si ella no lo hubiera deseado, ¿no? Estabas obsesionado con ser socio en Faulkner. Tenías abandonada a tu mujer, Nick, reconócelo.
Nick apretó la mandíbula.
—No pienso reconocerte nada, Joe . Si ésa es tu forma de justificar lo que hiciste...
—No lo es —Joe lo interrumpió y se inclinó sobre la mesa—. ¿Te sentirías mejor si te dijera que todo fue un error? Nunca debió llegar al punto que llegó —se mordió el labio inferior—. Fui un idiota arrogante. No puedes sentirlo tanto como lo siento yo.
Nick se levantó y empujó la butaca contra la pared.
—Será mejor que te vayas —soltó una breve carcajada cargada de amargura—. Es increíble. ¿Realmente habías pensado que me consolaría que me dijeras que fue un error?
Joe levantó la barbilla.
—Sí, lo había pensado —respondió con tono obstinado—. Todos cometemos errores, ¿no?
Nick sacudió la cabeza.
—Joe , márchate antes de que digamos algo de lo que podamos arrepentimos.
Joe se encogió de hombros, pero no se movió y Nick miró su reloj de muñeca. Vio con incredulidad que sólo eran las tres y media, que sólo habían pasado quince minutos desde la aparición de Joe .
Resopló y miró a su hermano sin saber qué hacer. ¿Iba a tener que echarlo? Joe era fornido, pero él estaba en mejor forma y le sacaba unos diez centímetros de altura.
Rechazó la idea. No le interesaba arrastrarlo por todo el pasillo al que daban los demás despachos. Ya había tenido suficiente con tener que soportar la compasión de sus compañeros cuando Miley lo abandonó y él cayó en la dependencia del alcohol. No tenía ganas de rememorar aquellos momentos ni de dar la impresión de que todavía quería vengarse de su hermano. Además, se dio cuenta de que no quería hacerlo. Sólo sentía desprecio porque Joe pensara que iba a creerse sus mentiras.
—Dentro de poco tengo una cita.
Comprendía que enfadarse no iba a llevarle a ninguna parte. Joe , por algún motivo, estaba decidido a quedarse hasta que dijera lo que quería decir y Nick sospechaba que lo peor no había llegado todavía.
—Lo sé. Ya he oído a la vieja Clements.
—Entonces, comprenderás que no puedes quedarte y te propongo que te vayas antes de que quedes como un idiota absoluto.
Joe lo miró con ojos acusadores.
—No te importo lo más mínimo, ¿verdad? No te importa lo que pueda pasarme.
—¿Qué te pasa? —Nick lo miró fijamente—. ¿Pretendes arreglar las cosas entre nosotros?
Joe volvió a encogerse de hombros.
—No exactamente.
—Estoy deseando oírlo.
Joe frunció el ceño.
—Te crees muy importante. ¿Cómo no me había dado cuenta antes? Nadie te importa, ¿verdad, Nick? No te importaba que Miley necesitara cariño y nunca lo tuvo de un canalla insensible como tú.
Nick rodeó la mesa, agarró a su hermano de la camisa y lo levantó de la butaca.
—Eres un tarado malnacido.
Lo soltó para darle el puñetazo que se merecía, pero Joe se limitó a cerrar los ojos para esperar el castigo y Nick no pudo hacerlo. Soltó un juramento y volvió a tirarlo a la butaca antes de dirigirse al ventanal para recuperar la compostura.
Se hizo un silencio. Nick logró que su respiración se normalizara y se pasó la mano por el pelo moreno que le llegaba hasta el cuello de la camisa. Se alisó el traje gris y se cercioró que de que tenía la corbata en su sitio. También hizo todo lo posible por no olvidarse de que él era la víctima.
Se dio la vuelta. Eran las cuatro menos veinte y Joe tenía que irse antes de que llegara Sidney Adler. Adler era un político local que había sido fundamental para que le concedieran a Faulkner el proyecto del nuevo centro comercial. También era amigo íntimo de Andrew Faulkner, el socio de Nick, y no quería que pensara que se llevaba los problemas personales a la oficina.
Resoplo, volvió a la mesa y, sin sentarse, miró hacia la cabeza inclinada de su hermano.
JOENICKEV
Re: "Amante prohibida" (Nick y tu) Adaptación.
por JOENICKEV Lun 24 Mayo 2010, 11:26 pm
grax por sus comentarios
Cammi---> bienvenida como te llamas?
*n_n annette n_n*-----> si es un poco aunque luego veras que puede ser muy .....hahahah te voe a dejar en suspenso
jejeje oie como te llamas?
Cammi---> bienvenida como te llamas?
*n_n annette n_n*-----> si es un poco aunque luego veras que puede ser muy .....hahahah te voe a dejar en suspenso
jejeje oie como te llamas?JOENICKEV
Re: "Amante prohibida" (Nick y tu) Adaptación.
por Invitado Lun 24 Mayo 2010, 11:47 pm
JOENICKEV escribió:grax por sus comentarios
Cammi---> bienvenida como te llamas?
*n_n annette n_n*-----> si es un poco aunque luego veras que puede ser muy .....hahahah te voe a dejar en suspenso
Camila x) Como la ex de Joe JAJAJ aunqe el de ella era más como 'CamiLLA' y suena más feo Camila si doble L suena mejor :P JAJAJJA y vos? :) Mañana leo el cap porqe gusto ahoar me iba a dormirr, no puedo más del sueño, necesito descansar JAJA
Invitado
Invitado
Re: "Amante prohibida" (Nick y tu) Adaptación.
por *annie d' jonas* Mar 25 Mayo 2010, 8:50 am
de nada por lo comentss!!!JOENICKEV escribió:grax por sus comentarios
Cammi---> bienvenida como te llamas?
*n_n annette n_n*-----> si es un poco aunque luego veras que puede ser muy .....hahahah te voe a dejar en suspenso
bno yo me llamo annette pero me puedes decir aniie!!
jaja sigue plissss de verdad me estas matando con esto!!
nick le iva a pegar a joe pero no pudo eso s orgullo!! 8)
jaja siguee!! :lol!:
*annie d' jonas*
Re: "Amante prohibida" (Nick y tu) Adaptación.
por Invitado Mar 25 Mayo 2010, 12:34 pm
siguelaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
Invitado
Invitado
Re: "Amante prohibida" (Nick y tu) Adaptación.
por MaryPeters Mar 25 Mayo 2010, 2:41 pm
sigueeee!!!!!
MaryPeters
Página 1 de 31. • 1, 2, 3 ... 16 ... 31
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