World of Magic and Love (Harry Potter y tu)

Nunca habría pensado que odiaría a un chico más que a Dudley, pero eso era antes de conocer a Draco Malfoy. Hoy pusieron en la sala común de Gryffindor con la información de que las clases de vuelo serian el jueves y seria con los Slytherin. Todos parecían molestos.

-Claro, justo me faltaba esto. Hacer el tonto en una escoba enfrente de Malfoy... se burlara –dije sombrío.
-No sabes si vas a hacer el papelón –Dijo razonablemente Ron -. De todos modos, creo que todo lo que dice Draco sobre que es muy bueno en el Quidditch es solo mentira.
-Tranquilo Harry, ninguno de nosotros sabe volar bien… si tú haces un papelón, pues todos lo haremos –Decía Liz mientras revisaba el tablero de anuncios.
-Gracias… -dije mientras sonreía.

Fuimos al Gran Comedor y mientras desayunábamos, Hermione Granger leía en voz alta el libro Quidditch a través de los tiempos. Neville estaba atento de cada palabra. La lectura de Hermione fue interrumpida por la llegada del correo.
Yo no había recibido ninguna carta desde la de Hagrid, algo que Draco ya había notado. Su lechuza le entrego unos pasteles y unas galletas, que comía mientras parecía buscar a alguien en la mesa de Gryffindor.
La lechuza de Neville le entrego un paquete.

-¡Es una recordadora! –Explico a los demás-. Abue sabe que siempre olvido las cosas, si te olvidas de algo aparece un humo rojo. Miren… uno lo sujeta con fuerza y… oh –La recordadora se volvía roja-. Y te dice que has olvidado algo…

Neville trataba de recordar que había olvidado pero no podía. En ese momento Draco Malfoy, que pasaba cerca de la mesa de Gryffindor, le quito la recordadora de las manos.
Yo y Ron nos levantamos de nuestros asientos, queriendo pelear con Malfoy. Liz me tiraba la manga de la capa tratando de que me sentara. Pero la profesora McGonagall, que detecta problemas más rápido que nadie, ya estaba ahí.

-¿Qué sucede?
-Malfoy me sacó mi recordadora, profesora.

Con Aire ceñudo, Draco dejo rápidamente la recordadora en la mesa, y con ella un pedazo de papel que quedo en el puesto de Alex, que estaba al lado de Neville sentada.

-Solo la miraba… -dijo mientras se alejaba.

Esa tarde, a las tres y media. Yo, Liz, Ron y los otros Gryffindors se apresuraron a ir a la clase de vuelo. Era un día claro, con brisa y el césped se movía entre los pies de todos.
Los Slytherins ya estaban ahí, también veinte escobas alineadas en el suelo.
Draco hablaba con Crabbe y Goyle distraídamente, ya que miraba a la fila de Gryffindors. Al lado de él, una chica con pelo rubio ondulado y largo con ojos miel.

Madam Hooch era una señora baja, con pelo canoso y ojos amarillos como los de un águila.

-Bueno, ¿Qué están esperando? Cada uno al lado de una escoba… Vamos, apúrense –Dijo la profesora.
Todos se pusieron al lado de una escoba. Al lado mío esta Liz y al otro lado, Ron. Seguido por Hermione Granger y Neville Longbottom.

–Extiendan la mano y digan ¡Arriba!
– ¡Arriba! –gritaron todos.
Mi escoba salto de inmediato a mis manos, fui unos de los pocos que pudieron. La de Hermione solo rodó por el suelo, la de Neville no se movió y la de Liz se caía antes de llegar.

– ¿Te ayudo? – le dije a Liz.
–Bueno…
–Tienes que decirlo con firmeza, como si le ordenaras que se levantara –Le dije mientras tomaba su mano para ponerla en la posición para tomar la escoba. Sus mejillas se sonrojaron un poco-. Ahora di arriba.
-¡Arriba!

La escoba de Liz finalmente termino el recorrido que debía hacer y quedo en su mano.

– ¡Gracias! –dijo feliz.
–No hay problema –dije sonriéndole.
– ¡Regresa aquí, muchacho! –Neville subía por el aire con su escoba, por lo visto el no lo quería hací, esta espantado

¡Bum! Un sonido horrible… Neville se encontraba herido sobre la hierba. Madam Hooch fue donde estaba Neville con la misma cara pálida que el.

-Muñeca fracturada… Vamos muchacho, levántate… tengo que llevarte a enfermería –Dijo preocupada-. Ninguno de ustedes se mueva en tanto voy a dejar al señor Longbottom a la enfermería, o quedara expulsado de Hogwarts más rápido de lo que se dice Quidditch. Draco Malfoy parecía tomar algo del suelo.

-Dame eso Malfoy, es de Neville no tuyo –dije estirando la mano.
-¿Qué pasa si no, eh Potter? –respondió el. Mientras tomaba su escoba y subía por el aire.
-¡Tráela aquí!
-¡Ven a buscarla Potter!

Tome mi escoba.

-¡No Harry! ¡Si lo haces te van a expulsar!
No hice caso a su advertencia y subí con mi escoba hacia donde estaba Draco.

-¡Dámela! ¡O te boto de tu escoba!
-¿Oh, con que me vas a botar de mi escoba? –En tono de burla, pero con un poco de temor.

En ese momento, me incline hacia delante tratando de atrapar a Draco, pero me esquivaba.

-¡Atrápala si la quieres tanto! –Tiro la recordadora de Neville y la lanzo lejos.

Sin pensarlo empecé a perseguir la recordadora. Esquivando muros y estatuas. Estaba a punto de chocar contra el suelo, cuando estire la mano lo más que pude intentando atraparla.

-¡Harry Potter! -Ese grito era muy fácil de distinguir, era la profesora McGonagall-. Nunca en todos mis años en Hogwarts… ¡Como se atreve! Sígame, ahora.

Me expulsaran, lo sé. Creo que podría ser como un record, la primera persona en ser expulsado en su primera semana de Hogwarts.
La profesora McGonagall caminaba rápido mientras yo intentaba seguirle el paso. Tal vez me quedaría, como Hagrid, de guardabosques. Sería horrible ver a todos convertirse en grandes magos, mientras yo solo le llevaría el bolso a Hagrid.
La profesora se detuvo enfrente de un aula. Abrió la puerta y…

CON LA CLASE:

-Bueno alumnos, la clase ha terminado. Váyanse al castillo –dijo Madam Hooch con un aire decidido, mientras se marchaba del lugar.

Todo el mundo comenzó a hablar entre ellos, algunos Gryffindors cuchicheaban entre ellos y otros, con los de las otras casas.

-¡Oye, Evans! –Dijo Draco.
-¿Qué pasa?
-T… tienes… lindos ojos… Em.… yo… pues… eh…
-Gracias… yo… me tengo que ir… -se marcho.

-¿Enserio, Eso fue lo mejor que pudiste hacer? T-tienes… lindos ojos… Em.… yo… pues… eh –dijo Mich Malfoy en tono de burla. Crabbe y Goyle soltaron unas risas.
-¡Ustedes no se burlen! puede que sean sangre pura, pero son de lo peor.
-Vamos admítelo, siquiera pudiste hablarle –Dijo Mich.- Aparte, no trates mal a tus amigos.
-Está bien… lo siento, pero no me molesten con eso.

Estábamos todos cenando, yo les conté todo. Desde que me hizo irme de la clase de vuelo hasta que regrese con ellos. Les conté quien era Oliver Wood, un chico de quinto que era corpulento y el capitán de Quidditch de Gryffindor y que estaría en el equipo.

-¿Estas bromeando? –Dijo Ron.
-Debe ser broma, nunca suspenden la regla de los de primero… ¿o sí? –dijo Liz con curiosidad.
-¿Buscador? –Dijo Ron.- Serias el jugador más joven en…
-En un siglo, Wood me lo dijo –Ron me miraba boquiabierto.
-Tengo que empezar a entrenarme esta semana… no se lo digan a nadie, Wood quiere mantenerlo en secreto… o todos querían estar en el equipo.
En ese momento entraron Fred y George Weasley al Gran Salón.

-Bien hecho Harry, Wood nos lo conto todo. Nosotros también estamos en el equipo, somos batidores –Dijo George en voz baja.

-Te lo digo, vamos a ganar la copa este año –Dijo Fred.- No la ganamos desde que Charlie se fue, pero el equipo de este año será brillante. Tienes que se bueno, Harry… No es por poner presión pero todo recae sobre ti, 150 puntos por la snitch. –Eso me puso muy nervioso.- Bueno los gemelos ya se van, Lee Jordan considera que ha descubierto otro pasadizo, fuera del colegio.

-Uh lo siento hermano, llegare un poco tarde –Dijo mientras de dirigía hacia una chica de pelo rubio oscuro con ondulaciones, era Beatriz Black.
-Ah… es un tortolo, bueno… Harry, Ron, Liz… me tengo que ir –Dijo Fred, luego de dar un saludo con la mano se marcho.

Cuando Fred se fue, llego Draco Malfoy.

-¿Cuándo te vas con los Muggles, eh Potter?
-Eres más valiente cuando estás en tierra firme y con tus amiguitos, Malfoy.
-Te encontrare cuando quieras. Un duelo de magos esta noche, solo varitas. ¿Qué, tienes miedo?
-¡Claro que no lo tiene! Yo soy su segundo –intervino Ron.
-En el salón de trofeos, nunca esta con llave –Luego se fue.

-¿Qué es un duelo de magos y que es un segundo?
-Dos magos se lanzan hechizos entre sí, ya sabes… aunque ninguna sabe mucho así que solo podrían lanzarse chispas. El segundo remplaza al principal si el muere, pero solo pasa en duelos reales. –Dijo Liz.
-¿Y si levanto mi varita y no sale nada?
-La dejas de lado y le das un puñetazo… -dijo Ron, mientras se atragantaba con un pedazo de pan.
-Disculpen….
-¿Acaso no se puede comer tranquilo aquí? –Hermione ignoro a ron y hablo con Harry.
-No pude evitar escuchar la conversación que tu y Draco tuvieron.
-Típico… -Dijo Ron, aunque Hermione seguía ignorándolo.
-No debes andar por el colegio de noche, piensa en los puntos que nos quitaran a Gryffindor si te atrapan, y lo harán. Es muy egoísta de tu parte.
-No es asunto tuyo…
-Ron, no seas así –Dijo Liz.

De todos modos, pensé, eso no es lo que llamaría un perfecto día. Estoy acostado, despierto, oyendo dormir a Seamus y a Dean (Neville no había regresado del hospital) mientras pensaba en que podía pasar. Ron se paso todo el día aconsejándome sobre el duelo de magos. “Si intenta maldecirte mejor te escapas, porque no me acuerdo como evitarlo”.
Tengo gran oportunidad de que Flich me atrape, o que la Señora Norris lo llame hacia donde yo estaría. Pero no puedo dejar pasar esa oportunidad, ver la cara de derrotado de Malfoy sería algo único.

-Once y media –Murmuro finalmente Ron-, Mejor vamos.

Nos pusimos batas, tomamos nuestras varitas y nos fuimos desde la habitación hacia la sala común. Casi habíamos llegado al retrato cuando una voz nos asusto.
-No puedo creer que vayan a hacer esto, Harry. –En eso se oyó a alguien bajar las escaleras.
-¡Tu! Vuelve a la cama –Dijo Ron.
-Casi se lo digo a tu hermano, Percy, el prefecto. El puede detener esto.
-Hola chicos… ¿Hermione, tú qué haces acá?
-¿Liz? –pregunte.
-Si, no podía dormir y quería saber que pasaría… ¿puedo ir?
-Si, claro.
-Gracias –camino hasta el lado mío.
-Vamos –Ron empujo el retrato de La Dama Gorda, mientras Hermione Granger nos seguía.
-No les importa Gryffindor, solo les importa lo de ustedes… Yo quiero que ganemos la copa de las casas y ustedes nos quitaran puntos o los expulsaran.
-Vete.
-Bien, pero les aviso que cuando los expulsen se acuerden de lo que les dije.

Hermione había vuelto hacia el retrato, pero la Dama Gorda no estaba ahí. Había salido a dar una vuelta nocturna.
-¿Y ahora que voy a hacer? –dijo con voz aguda.
-Ese es tu problema –dijo Ron.
-Voy con ustedes.
-No lo harás.
-Si, si lo hare. No me quedare aquí para que Flich me atrape.
-¡Cállense los dos! Oí algo.
-¡Gracias a dios que están aquí! No podía recordar el santo y seña del retrato.
-El santo y seña es “hocico de chancho”, pero la Dama Gorda se fue a pasear.
-¿Cómo está tu brazo? –Pregunto Liz.
-Bien. Madam Pomfrey me lo arreglo.
-Bueno, nos tenemos que ir, Neville…
-¡No me dejen! No quiero quedarme solo, el Barón sanguinario paso ya dos veces.

Ron miro su reloj, lanzo una mirada furiosa a Hermione, Liz Neville y dijo:
-Si nos atrapan, es su culpa.

Caminamos y subimos escaleras hasta llegar al tercer piso. Crabbe y Goyle aun no llegaban.
Las vitrinas con trofeos brillaban por la luz de la luna que las iluminaba. Copas, escudos, bandejas y estatuas, de oro y plata, relucían, dando un brillo un tanto espeluznante. Bordeamos las paredes para ver si estaba Malfoy o no.

-No está… quizás se acobardo.
Se oyó un ruido en la habitación de al lado, nos hizo saltar. Oímos hablar, pero no era Malfoy.

-Olfatea por allí, mi tesoro, pueden estar escondidos en un rincón.

Era Flich, hablando con la Señora Norris. Ahora sí que estábamos perdidos, nos atraparía, nos llevaría a McGonagall y nos quitarían mínimo 150 puntos. Tuve una idea, les hice una señal y me siguieron. Nos escurrimos silenciosamente hacia la puerta, cuando por fin logramos salir. Luego de armar un gran escándalo, nos encontrábamos corriendo por todo el colegio. Terminamos en el aula de Encantamientos, estábamos a kilómetros del salón de trofeos.

-Te… lo… dije… te lo dije…. –Dijo Hermione, mientras trataba de recuperar el aliento.
-Maldito…. Cobarde… apuesto que el…. le dijo a Flich –Dijo Liz, también cansada.
-Tenemos que regresar a la torre de Gryffindor ahora…. –dijo Ron.
-Malfoy te engaño… Liz, estas en lo cierto. El debió avisarle a Flich que iría gente.
-Tienen razón… -dije, sintiéndome un poco tonto.- Vamos, tenemos que irnos de acá.
Subimos, bajamos y corrimos por las escaleras. Pevees no interrumpió en el camino, pero logramos llegar. Finalmente estábamos en un pasillo, la puerta estaba cerrada. Estamos fritos.

-Este es el fin…
-¡Oh, muévete! –Dijo Hermione, dirijiendose a la puerta -. ¡Alohomora!

El pestillo hizo un click y se abrió. Pasamos todos y esperamos en silencio.

-Di “por favor”
-No me fastidies Pevees, solo dime donde están.
-No diré nada si no dices “por favor” –con una muy molesta voz.
-Muy bien… por favor.
-¡Nada! Ja Ja Ja ¡Te dije que no diría nada, si no dices por favor! Ja Ja Ja –Se escucho a Pevees marcharse mientras Flich le maldecía enfurecido.
-El cree que esta puerta está cerrada… ¡suéltame Neville! –Neville levaba tirándome de la manga todo el tiempo, desde que entramos a la sala.

Me di vuelta y vi lo que claramente parecería una pesadilla. No estamos en cualquier sala, era la sala del corredor del tercer piso, está prohibido. Todos se dieron la vuelta, había un perro enormemente monstruoso. Llena casi toda la parte de la sala que le corresponde. Tres pares de ojos enloquecidos, tres narices que olfateaban hacia nosotros, tres bocas que choreaban saliva.
Estamos casi inmóviles, lo único que me hizo reaccionar fue que Liz me tomo de la mano por el miedo. Seis ojos fijos en nosotros. Abrí la puerta rápidamente. Entre Flich y la muerte, prefiero a Flich.
Retrocedimos y salimos corriendo, luego de cerrar la puerta. Ya nos encontrábamos en la sala común. Cansados y tirados en los sofás.

-¿Qué pretenden teniendo a un perro hací en el colegio?
-¿Que acaso no ven? Estaba encima de una trampilla, obviamente está cuidando algo.
-¡Oh perdón Hermione, pero cuando veo un perro gigante con tres pares de ojos, bocas y narices, no veo el piso! –Dijo Liz.
-Espero que estén complacidos. Nos podrían haber matado. O pero, expulsado. Ahora, si no les importa, me voy a la cama –Luego de decir eso, se metió en el cuarto de chicas.
-Creo que necesita ordenar sus prioridades… -dijo Ron.
-Bueno, yo me voy a dormir… es tarde, adiós. –Dijo Liz.

Eso me dejo pensando ¿Qué estará cuidando el perro?... El vigila algo… ¿Qué había dicho Hagrid?
Gringotts es el lugar más seguro del mundo, para algo que uno quisiera ocultar… excepto tal vez Hogwarts.
Creo que ya sé dónde está el papelito arrugado de la cámara setecientos trece.

Maluu te juro que en el otro capitulo apareces :O es que en este no hubo momento de poner a Cedric

Holassss
si, ya lei el capitulo y me encanto
Draco es tan.... no se como describirlo, por lo menos intento hablarme:
"-¡Oye, Evans! –Dijo Draco.
-¿Qué pasa?
-T… tienes… lindos ojos… Em.… yo… pues… eh…
-Gracias… yo… me tengo que ir… -se marcho."

Simplemente tierno, muy tierno
El capitulo en general me gusto mucho
Tienes que seguirla pronto
Besos
ATT Alex

:) lo se, se pone timido.
si ya la sigo

-¿Enserio, Eso fue lo mejor que pudiste hacer? T-tienes… lindos ojos… Em.… yo… pues… eh –dijo Mich Malfoy en tono de burla. Crabbe y Goyle soltaron unas risas.
-¡Ustedes no se burlen! puede que sean sangre pura, pero son de lo peor.
-Vamos admítelo, siquiera pudiste hablarle –Dijo Mich.- Aparte, no trates mal a tus amigos.

Wow salí en la nove gracias
Espero la sigas pronto

:O chicas! las deje abandonas D: perdón, es que tengo un role play y es tan obsesivo e.e

Siguela por favor !!

Siguela :(
ATT Alex